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1. INTRODUCCION……………………………………………………………………………………………………………….2
2. OBJETIVOS…………………………………………………………………………………………………………………….…3
4. REQUISITOS DE LA DEMANDA………………………………………………………………………………………….6
5. CONTESTACION DE LA DEMANDA…………………………………………………………………………………...8
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1. INTRODUCCION
Desde los inicios el hombre estaba sometidos a diferentes normas y regímenes que exigían
los que tenían el reinado y por ende en la actualidad somos sometidos a las normas y/o
leyes que nos establece el estado peruano por eso casos en este presente trabajo
denominado “el derecho procesal del trabajo” damos a conocer en forma puntual sobre los
derechos que nosotros poseemos como : postulaciones del trabajo, sus requisitos de la
demanda, contestación de la demanda, las actividades probatorias y sus clases, formas de
conclusión del proceso contenidas en la nueva ley procesal del trabajo ley nº 29497 dentro
de ello tenemos la conciliación, el allanamiento, la transacción, desistimiento y el
abandono.
Y ya concluido con todos estos regímenes llegamos lo que es la sentencia que concluye
actuación de medios probatorios admitidos y actos de investigación ordenados.
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2. OBJETIVOS
PROCESO
Ir hacia adelante. Tiene un principio y un fin. Realización de actos pre – ordenados, para la
obtención de un fin querido. Posee dos características:
Temporalidad: Conciencia del transcurso del tiempo, tránsito, progreso hacia algo.
Vocación de Arribo: Tendencia a alcanzar un fin, obtener una meta
Postulación del proceso
El proceso judicial constituye el medio pacifico de debate dialectico para lograr la solución
de los conflictos intersubjetivos de intereses, cuya razón de ser se encuentra en la
necesidad de erradicar la fuerza ilegitima de una determinada sociedad
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OBJETIVOS DE LA POSTULACIÓN DEL PROCESO
Por un lado, tenemos una organización judicial que no han remozado sus estructuras
coloniales, determinando con ello que no esté apta para atender una demanda masiva de
justicia, hecho que constituye el acontecimiento social más importante del presente siglo
en materia judicial: la masificación de las pretensiones. Josué de Castro dice a propósito de
este rasgo peculiar del mundo contemporáneo: “La conquista más grande del proletariado
en el presente siglo es haberse dado cuenta de su auténtica realidad social”.
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Por otro, tenemos una regulación procesal que, insólitamente, limita o impide la función
directriz del juez respecto del saneamiento del proceso.
La suma de estos dos factores, la impresionante cantidad de demandas que recibe durante
su turno y además, una regulación procesal limitativa de sus facultades, han venido
impidiendo al juez nacional calificar inicialmente la relación procesal que se intenta
establecer cuando se demanda.
c) Sanear la relación procesal por acto del juez o exigencia de las partes.- Este objetivo está
referido al deber que tiene el juez, después de haber recibido la contestación del
demandado y cuando este no haya alegado una defensa de forma (excepción), de volver a
revisar la relación procesal. De encontrar saneado el proceso, expedirá, de oficio una
resolución declarando la validez de la relación. De advertir deficiencias en al relación,
declarará su invalidez definitiva o concederá un plazo para subsanarlas, si fuera el caso.
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d) Provocar la conciliación.- Este objetivo se explica por su enunciado. Sin embargo, cabe
afirmar aquí el rol trascendente que va a cumplir la conciliación en el nuevo proceso civil.
Prácticamente no va haber proceso en donde el juez no tenga el deber de provocar la
conciliación, regulándose incluso que este acto, aun cuando no se concretara en un
acuerdo, produzca efectos en el proceso, como se explicara más adelante.
e) Precisar los puntos controvertidos.- Dentro de una concepción privatista del proceso, el
juez no tiene otra alternativa que admitir y actuar todos los medios probatorios ofrecidos
por las partes. Sin embargo, en el nuevo Código esto no es así, en el juez está apto para, con
ayuda de las partes, fijar cuales son los hechos respeto de los cuales las partes van a
contender. El propósito es evitar que el proceso discurra respecto de la prueba de hechos
que las partes no discuten y, consecuentemente, permite que el juez identifique con
precisión los hechos sobre los cuales deberá centrar su apreciación para resolver la
controversia.
f) Juzgar anticipadamente el proceso.- Pueden darse ciertos supuestos en los que el proceso
no debe continuar por sus cauces normales, sino que bruscamente se encuentra expedito
para ser resuelto.
g) Crear las condiciones de desarrollo normal del proceso.- Este es un objetivo fundamental
de la Postulación del proceso. Una vez superadas todas las instituciones reguladas en su
interior, el proceso habrá quedado saneado en su aspecto formal, dejando expedita la
continuación de su trámite respecto de la alegación del contenido de la pretensión o de la
defensa, cumpliendo así lo que consideramos es su función más importante.
4. REQUISITOS DE LA DEMANDA
La demanda se presenta por escrito y debe contener los requisitos y anexos establecidos en
la norma procesal civil, con las siguientes precisiones:
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a) Debe incluirse, cuando corresponda, la indicación del monto total del petitorio, así
como el monto de cada uno de los extremos que integren la demanda; y
b) no debe incluirse ningún pliego dirigido a la contraparte, los testigos o los peritos;
sin embargo, debe indicarse la finalidad de cada medio de prueba.
c) Señalar la dirección electrónica, en los distintos judiciales donde se hayan
implementado.
d) El demandante puede incurrir de manera expreso su pretensión de reconocimiento
de los honorarios que se pagan con ocasión del proceso.
e) Cuando el proceso es iniciado por más de un demandante debe designarse a uno de
ellos para que los represente y señalarse un domicilio procesal único.
Contestación de la demanda
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Cuando el proceso es iniciado por más de un demandante debe designarse a uno de ellos
para que los represente y señalarse un domicilio procesal único.
5. CONTESTACION DE LA DEMANDA
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Una vez sentenciado el caso las partes pueden acceder a una segunda instancia a través del
recurso de apelación, y es posible el acceso a una instancia extraordinaria vía recurso de
casación sólo para ciertas causales taxativamente fijadas en la ley.
El proceso sumarísimo se regula por las reglas del Código Procesal Civil y consta de dos
etapas:
La actividad probatoria comprende todos aquellos actos de las partes tendientes a acreditar
los hechos que se han afirmado en el proceso; incluso el juez laboral realiza actividad
probatoria cuando de oficio solicita la incorporación al proceso de determinados medios
probatorios con la finalidad de consolidar su perspectiva acerca de determinadas
afirmaciones.
La actividad probatoria viene a ser el conjunto de operaciones o tareas propias de las partes
que integran la relación jurídica procesal que tienen por finalidad acreditar sus
afirmaciones. La actividad probatoria es realizada mediante los medios probatorios, que
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tienen por objeto, por un lado, confirmar lo expuesto por las partes y, por lo otro lado,
contradecir lo alegado por la contraparte.
Es importante mencionar que la actividad probatoria recae únicamente sobre las
afirmaciones que son controvertidas, y sobre las que han sido asentidas por las partes; la
actividad probatoria se refiere únicamente a aquellas afirmaciones que resultan
controvertidas después de los actos de alegación. Las afirmaciones de hechos no
controvertidos, no solo no precisan prueba sino que están excluidas de la prueba.
Sobre la base del principio dispositivo, debe quedar claro que la actividad probatoria no es
investigadora, sino verificadora, pues lo que se busca es únicamente confirmar las
afirmaciones de hecho de las partes. Se trata, pues, de una carga, pero también de un
derecho de las partes.
Es menester indicar que la actividad probatoria está sujeta a determinadas reglas
procesales, por lo que las partes deben cumplir una serie de requisitos y condiciones a
efectos de lograr la eficacia deseada.
La Nueva Ley Procesal del Trabajo no hace ninguna referencia expresa de lo que
constituyen los medios probatorios, motivo por el cual nos dedicaremos a indagar qué es lo
que constituyen.
Los medios probatorios pueden ser definidos como aquellos instrumentos en virtud de los
cuales las partes que integran la relación jurídico procesal pretenden acreditar sus
afirmaciones con la finalidad de que se les conceda lo peticionado en la demanda, en la
contestación de la demanda, en la reconvención o en la contestación de esta última.
Excepcionalmente, los medios probatorios podrán ser solicitados e incorporados al proceso
cuando el juez lo considere pertinente a efectos de que se genere certeza acerca de los
hechos invocados por las partes o por una de ellas.
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Con acierto se ha señalado que “los medios probatorios o medios de prueba no son otra
cosa que las herramientas –aportadas principalmente por las partes y eventualmente
gestionadas a iniciativa del juez– gracias a las cuales el órgano jurisdiccional se pone en
contacto con los hechos desconocidos para comprobarlos con base en las razones o
motivos que los mismos provocan y que llevan al juez a la certeza sobre la existencia u
ocurrencia de tales hechos”.
En efecto, “el medio probatorio es la manifestación formal del hecho a probar, es la
descripción, designación o representación de un hecho. El hecho en sí, el hecho descrito por
medio de pruebas, el hecho efectivamente acontecido en un tiempo y lugar es externo al
medio de prueba que lo describe o representa. El hecho será, entonces, el objeto del medio
de prueba”
El Código Procesal Civil señala que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los
hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de los puntos
controvertidos y fundamentar sus decisiones.
Entonces, los medios probatorios le otorgan a las partes la posibilidad de probar sus
alegaciones, de manera tal que serán estos, luego del correspondiente saneamiento
probatorio, los que finalmente orienten la actividad decisoria del juez. En resumidas
cuentas, lo que se busca con los medios de prueba no solo es acreditar lo vertido por las
partes, además de ello se pretende producir certeza en el juez respecto a los hechos
controvertidos y a encontrar una decisión fundamentada en la verdad o realidad.
Es importante señalar que los medios probatorios no tienen la misma significación que las
pruebas, por lo que sería un gran error equiparar ambos conceptos.
Definitivamente no. Puede decirse que las pruebas son aquellos instrumentos jurídicos que
dejaron de ser medios probatorios para convertirse en elementos que concretamente
acreditan ciertos hechos alegados. Y han pasado de un estado a otro –es decir, de tener la
calidad de medios probatorios a tener la calidad de pruebas– porque el juzgador las ha
analizado y ha concluido que efectivamente acreditan total o parcialmente los hechos
invocados por las partes.
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En otros términos, estos instrumentos pasaron de ser una pretensión probatoria a ser
realmente elementos que acreditan determinados hechos. En un primer momento no
tienen valor probatorio oficial, no obstante, cuando se les considera como pruebas ya lo
tienen por la sencilla razón de que se ha evidenciado la vinculación entre los hechos
invocados y las virtudes del mencionado instrumento.
De esta manera, la prueba encuentra al instrumento probatorio en un estado distinto de
aquel en el que en su momento se le consideraba medio probatorio. Siendo así, podemos
afirmar que todas las pruebas han sido en su momento medios probatorios, sin embargo,
no todos los medios probatorios llegar a ser pruebas.
Si tenemos en consideración que “probar significa demostrar la certeza de un hecho, o la
verdad de las proposiciones que hacen las partes litigantes en un proceso es claro que
cuando los medios probatorios propuestos por las partes efectivamente cumplen su
finalidad estamos ante lo que se denominan pruebas, un concepto distinto y más avanzado
que el anterior, que presupone una valoración particular que finalmente le dará sustento a
la decisión judicial.
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6.2. LA OPORTUNIDAD PARA LA PRESENTACIÓN DE LOS MEDIOS PROBATORIOS
Como regla general, los medios probatorios deben ser ofrecidos por las partes durante los
actos postulatorios, es decir, con la presentación de la demanda y con la contestación de
ella.
El artículo 189º del Código Procesal Civil establece que “los medios probatorios deben ser
ofrecidos por las partes en los actos postulatorios, salvo disposición distinta de este
Código”. A su vez, la Nueva Ley Procesal del Trabajo indica que “los medios probatorios
deben ser ofrecidos por las partes únicamente en la demanda y en la contestación”.
Como se observa, hay coincidencia y claridad en lo que respecta a la oportunidad en que
deben ofrecerse los medios probatorios; sin embargo, es preciso decir, que como toda regla
general, tiene sus excepciones.
La primera de ellas se presenta cuando el demandante toma conocimiento de hechos
nuevos o los conoce u obtiene con posterioridad a la presentación de la demanda y luego
de que esta le ha sido notificada al demandante. En este caso, será válido el ofrecimiento
de los medios probatorios de forma extemporánea siempre y cuando estos sean puestos en
conocimiento del juez laboral hasta antes de la actuación probatoria. Igual derecho tiene el
demandado, pues también podrá ofrecer medios probatorios referidos a hechos nuevos de
forma posterior a la presentación de su demanda, pero siempre antes de la actuación
probatoria.
La segunda excepción está referida a las pruebas de oficio. En este caso, a pesar de que
precluyó la etapa postulatoria, no es por voluntad de las partes que se incorporan nuevos
medios probatorios al proceso, sino porque el juez así lo considera. Con mayor detalle
explicaremos lo referente a la prueba de oficio al comentar el artículo 22º de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo.
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Pues bien, queda claro cuándo es que deben presentarse los medios probatorios, sin
embargo, creemos importante señalar cuáles son los medios probatorios que admite la
Nueva Ley Procesal del Trabajo.
Sin embargo, dentro de esta apertura, nuestra normativa distingue a los medios
probatorios típicos y a los atípicos.
Se entiende que los primeros son aquellos que el Código Procesal Civil regula expresamente
y son los utilizados recurrentemente por los litigantes. Por su parte, los segundos son
aquellos que la norma no ha previsto expresamente pero que pueden ser utilizados en la
medida que cumplan la finalidad fijada por la ley
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Sobre el particular, puede decirse que la declaración de parte es aquella que se lleva a cabo
personalmente y en presencia del juez, bajo sanción de nulidad, y “constituye un relato de
los hechos o experiencias propias reservadas exclusivamente a las partes del proceso
(ningún otro actor procesal podría efectuarla), [y] permite examinar cada una de las
posiciones que contiene la declaración a efectuar, la mismas que, una vez dictada
oralmente, será transcrita en el acta declarativa correspondiente, que generalmente opera
en la diligencia única de actuación de pruebas. Nada impide que, ante un hecho fortuito o
causa mayor del obligado a declarar o porque el juez estime necesidad de que la parte
llamada a declarar personalmente lo haga, esta diligencia se desarrolle en otra estación
probatoria”.
En lo que concierne a los documentos, se puede decir que significación es mucho más
extensa de lo que uno podría pensar a priori. En efecto, de acuerdo con lo dispuesto por el
artículo 233º del Código Procesal Civil, el documento es todo escrito u objeto que sirve para
acreditar un hecho. De esta forma, se puede afirmar que todo documento tiene dos
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virtudes esenciales, que son: ser tangibles y que sustentan un hecho. En esta línea, son
infinitas las posibilidades para que un escrito o un objeto puedan ser catalogados como un
documento; así, a modo de ejemplo, podemos decir que constituyen documentos, siempre
y cuando acrediten un hecho: una cinta de video, una prenda de vestir, un cabello, un arma
blanca, una piedra, entre otros.
Al referirse a los documentos, el Código Procesal Civil efectúa una distinción importante al
clasificarlos en públicos y privados.
Documento público viene a ser aquel otorgado por funcionario público en ejercicio de sus
atribuciones, así como la escritura pública y demás documentos otorgados ante o por
notario público, según la ley de la materia. También tiene la calidad de documento público
y con el mismo valor la copia obtenida del original en la medida que esté certificada por el
auxiliar jurisdiccional respectivo, notario público o fedatario, según corresponda.
Por otra parte, el documento privado es el que no tiene las características del documento
público, es decir, los documentos privados son aquellos que no reúnen las características
para ser calificados como documentos públicos. Sobre el particular, es importante recalcar
que la legalización o certificación de un documento privado no lo convierte en público.
Es importante efectuar la diferencia entre el escrito u objeto y el contenido de ellos, pues
definitivamente no son lo mismo. Es por esa razón que el artículo 237º del Código Procesal
Civil señala que son distintos el documento y su contenido, indicándose que el contenido
podría subsistir a pesar de que el documento sea declarado nulo.
Entendemos que con ello se busca privilegiar la sustancia del documento y no la forma, de
manera tal que si posteriormente el documento es declarado nulo, su contenido se
mantendrá incólume, debido a que es de vital importancia para resolver el conflicto de
intereses o la incertidumbre jurídica. Al respecto, consideramos que dicha norma es
equivocada, pues contraviene el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal;
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sin embargo, rescatamos su ratio legis, puesto que percibimos perfectamente que lo que se
pretende es salvaguardar el valor probatorio de la forma al margen de su forma.
Ahora bien, con relación a la pericia, puede señalarse que ella “es la consulta técnica a la
que recurre el juez para complementar o integrar sus conocimientos; se trata de un testigo
técnico; complementan la limitación del saber del juzgador pese a ser considerado el juez el
perito de los peritos, convirtiéndose en un auxiliar extraordinario y no ordinario (caso del
secretario) de la justicia. El consultor no opera independientemente del juez sino a través
de él, proponiéndole noticias y nociones que finalmente admitirá o rechazará según su
entender”
La pericia necesariamente debe ser realizada por personas con especiales conocimientos, a
quienes se les denomina peritos. Se ha dicho que “el perito es la persona con
conocimientos científicos o artísticos de los que el juez por su especial preparación jurídica,
puede carecer y que es llamada al proceso para apreciar algún hecho o circunstancia que ha
sido adquirido con anterioridad por otros medios de averiguación, y sean de interés o
necesidad para la investigación”
Es preciso indicar que “en materia laboral la pericia es esencialmente contable, y es
practicada por peritos inspectores judiciales dependientes de los juzgados de trabajo.
En este contexto, podemos afirmar que la pericia tiene por finalidad presentar al órgano
jurisdiccional la información obtenida de los libros y documentación contable que sirvan
para calcular los montos de los beneficios en litigio. Es decir, la pericia tiene por objeto
contabilizar, calcular o corroborar determinados datos numéricos que son de mucha
complejidad, requieren especiales conocimientos y que por su propia naturaleza le tomarán
mucho trabajo al juez.
Para que la pericia tenga validez, no solo se requiere que esta haya sido realizada por un
perito, sino, además, que este sea hábil para ejercer el encargo, situación que se presenta
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con las nóminas periciales que cada colegio profesional otorga a las Cortes de los distritos
judiciales poniendo a los miembros de su orden a fin de que puedan ser escogidos cuando
se requiera de su auxilio. Asimismo, la pericia no se realiza de oficio, sino que tiene su
origen en el pedido que ordena la ejecución de la prueba pericial con el encargo preciso de
qué aspecto técnico ha de merecer la atención del perito. También es importante tener en
consideración que para que el perito asuma el encargo en un proceso judicial, previamente
deberá juramentar y acreditar que no tiene ningún impedimento para ejercer su cometido y
ser responsable por su dictamen ante los litigantes y el mismo juzgador. Igualmente, antes
de iniciar el encargo, antes de iniciar su misión deberá señalar sus honorarios y respetar el
plazo consignado por el juez para evacuarlo
Por último, en lo que respecta a la inspección judicial, debemos indicar que esta tiene por
finalidad la corroboración in situ de ciertos hechos, que por su naturaleza no pueden ser
llevados al lugar del juzgado. La inspección judicial procede cuando subsistan las
circunstancias materiales que debían constatarse. En casos excepcionales y en virtud de
resolución fundamentada, el juez puede encargar a la autoridad administrativa de trabajo la
realización de una inspección de carácter especial, señalando con precisión los aspectos a
ser constatados.
Acertadamente se ha manifestado que “la inspección judicial, en su significado genérico, es
la actividad dirigida a percibir los hechos en que consistan las razones y las pruebas; es una
percepción visual estatuida a través de los sentidos. Puede en ella presentarse la audición
de las partes e inspección de las pruebas
Por consiguiente, lo que se busca con la inspección judicial es tomar muestras, recoger,
documentar o extraer ciertos elementos que puedan tener valor probatorio con la finalidad
de que el juzgador pueda tener una mejor apreciación de los hechos y con ello se pueda
lograr una sentencia que se acerque lo más posible a lo justo.
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7. FORMAS DE CONCLUSIÓN DEL PROCESO CONTENIDAS EN LA NUEVA LEY
PROCESAL DEL TRABAJO LEY Nº 29497
Todo proceso que ha iniciado deberá tener un fin, ya sea mediante una sentencia, el
acuerdo de las partes en conflicto o por el desinterés de continuar con él.
La sentencia es por excelencia la forma más típica y común de conclusión del proceso; sin
embargo, no es la única, ya que existen otras formas especiales para su terminación.
En efecto, la Nueva Ley Procesal del Trabajo prevé dos supuestos generales para la
finalización del proceso; por un lado, tenemos a la conclusión cotidiana o normal del
proceso, que es aquella en donde el órgano jurisdiccional emite un pronunciamiento sobre
el fondo determinando a quién le corresponden los derechos en cuestión, y, por otro lado,
a la conclusión anticipada del proceso, que es aquella que no necesariamente hay un
pronunciamiento sobre el fondo, pero el proceso culmina de forma previa y de modo
distinto al primer supuesto.
Con relación a esto último, la Nueva Ley Procesal del Trabajo Ley Nº 29497 prevé en su
Artículo 30º que la conclusión anticipada del proceso se puede dar por los siguientes
motivos:
conciliación
allanamiento
reconocimiento de la demanda
transacción
desistimiento
abandono
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Como quiera que resulte fundamental entender los alcances de cada uno de estos
supuestos, en las siguientes líneas los desarrollaremos, anotando cuál es su importancia y
cómo inciden en la particular naturaleza de los derechos laborales en cuestión.
7.2.1. CONCILIACIÓN
Las partes pueden conciliar (llegar a un acuerdo) su conflicto de intereses en cualquier
estado del proceso antes de que se expida sentencia en segunda instancia.
La conciliación se llevará a cabo ante un Centro de Conciliación elegido por las partes; no
obstante, si ambas lo solicitan, puede el juez convocarla en cualquier etapa del proceso.
Si a lo largo del proceso las partes concilian fuera de éste, deben presentar un escrito el
acta de conciliación respectiva, expedido por un Centro de Conciliación Extrajudicial. Una
vez presentada el acta, el Juez la aprobará siempre y cuando verifique que se trate sobre
derechos disponibles, siempre que el acuerdo se atribuye a la naturaleza jurídica del
derecho en litigio. Verificados estos requisitos el Juez declarará concluido el proceso.
La conciliación surte el mismo efecto que la sentencia que tiene la autoridad de cosa
juzgada.
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7.2.2. ALLANAMIENTO Y RECONOCIMIENTO
Definición:
En el allanamiento, el demandado aceptar la pretensión dirigida contra él.
En el reconocimiento, además del petitorio, admite la veracidad de los hechos expuestos en
la demanda y sus fundamentos jurídicos.
Características:
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7.2.3 TRANSACCIÓN
Definición:
De acuerdo con esta figura, las partes solucionan el conflicto de intereses
realizando concesiones recíprocas.
Clases:
La transacción puede ser:
a) Judicial: Realizada por las partes o sus representantes facultados para ello, que
representa un escrito precisando su contenido y con firmas legalizadas ante el auxiliar
jurisdiccional.
b) Extrajudicial: Las partes transigen fuera del proceso, presentando luego del documento
que contiene la transacción: Escritura Pública, o documento con firmas legalizadas ante
notario público. Se puede transigir en cualquier momento del proceso, incluso durante
el trámite del recurso de casación y aun cuando esté al voto o en discordia.
Homologación de la transacción:
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frente a un acto jurídico. Ejemplo; condonación, novación, establecimiento de
plazos o condiciones.
7.2.4. DESISTIMIENTO
Definición:
Es una forma especial de concluir el proceso sin declaración de fondo, en la cual el
accionante decide no continuar o renunciar al proceso o a su pretensión.
Formas:
a) Desistimiento del proceso o de actos procesales.- Se da por concluido el proceso sin
afectar la pretensión. Se presenta por escrito con firmas legalizadas.
El desistimiento de actos procesales se presenta antes de que éstos produzcan sus
efectos. Ejemplo, recurso de apelación.
El desistimiento del proceso requiere la conformidad del demandado; si éste se opone, el
desistimiento carece de eficacia y debe continuar el proceso.
b) Desistimiento de la pretensión.- Se presenta cuando el demandante renuncia a su
pretensión, por no tener derecho que la sustente, considera que va a ser desestimada
en la sentencia u otras razones subyacentes. La resolución que aprueba el desistimiento
de la pretensión tiene los efectos de una demanda infundada con autoridad de cosa
juzgada. No requiere conformidad del demandado.
7.2.5. ABANDONO
Definición:
Se presenta cuando el proceso ha permanecido en primera instancia durante cuatro meses
sin que se realice un acto procesal que lo impulse (actos que tiene por propósito activar el
proceso). El Juez puede declarar el abandono de oficio, a pedido de parte o de un tercero
legitimado.
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El abandono pone fin al proceso sin afectar la pretensión, esto permite reiniciar el proceso
después del año de notificada la resolución que declara el abandono. Pero si por una
segunda vez, se declara el abandono, se extingue el derecho.
La resolución que declara el abandono es apelable con efecto suspensivo; pero únicamente
se podrá fundamentar en un error en el cómputo o en causas de fuerza mayor. La
resolución que desestima el abandono es apelable sin efecto suspensivo.
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8. LA SENTENCIA
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CONCLUSIÓN
La Postulación se afilia a varios objetivos, así, pretende impedir que la validez de la relación
procesal sea el tema que los jueces resuelvan cuando deban sentenciar; pretende también
que el proceso se sanee en la forma, en sus aspectos periféricos (cuestiones probatorias) y
en sus situaciones anormales (conclusión del proceso), para que se conduzca firme a un
pronunciamiento sobre el fondo.
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REFERENCIA BILIOGRAFICAS
QUISPE CHÁVEZ, Gustavo (s.f.). La Extinción del Proceso Laboral en la Nueva Ley
Procesal del Trabajo”.Manual de la Nueva Ley Procesal del Trabajo. Lima, Perú:
Gaceta Jurídica.
Jessica Pizarro, las actuaciones procesales en la nueva ley procesal de trabajo 2012,
editorial fredek.
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