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Prácticamente la mayor parte de la crítica al Capitalismo se basa en que este sistema explota
la fuerza de trabajo del hombre, ya que constituye el trabajo como una mercancía más.
Esto es lo que contradice al mismo capitalismo, porque los medios de trabajo son colectivos,
mientras que la riqueza es privada.
La crítica marxista
Para el marxismo, el capitalismo es un modo de producción. Esta forma de pensar deriva de
una síntesis de la economía clásica inglesa, la filosofía idealista alemana y el movimiento obrero
de la primera mitad del siglo XIX (conocidos por Marx como socialistas utópicos). En esta
síntesis se critica lo siguiente:
Capitalismo como religión: Capitalismo como religión es una obra póstuma del filósofo
Walter Benjamin en el que se critica al capitalismo como un dogma inhumano, ya
que se identifica el pecado y la culpa religiosa con la deuda impuesta por el
capitalismo.
La crítica ecologista
Los ecologistas aseguran que un sistema basado en el crecimiento y la acumulación
constante es insostenible, ya que terminaría agotando los recursos naturales del planeta,
de los cuales, gran parte no son renovables. La crítica se hace aún más severa cuando el
consumo de estos recursos es desigual entre los países y en sus respectivas clases
económicas. Hasta hace algunas décadas, se pensaba que los recursos naturales eran
virtualmente inagotables y que la contaminación, pérdida de la biodiversidad y de paisajes eran
costes que se podían asumir a favor del progreso.
Socialismo
El socialismo es un orden político que se basa en la apropiación de los medios de
producción por parte del gobierno para luego distribuirla y manejarla a juicio absoluto
del mismo, el control político absoluto colectivo dictatorial y centralización de la economía por
parte de un régimen. También se define por socialista a toda teoría, doctrina o movimiento que
aboga por su implantación y a su vez se deriva de la esencia política del comunismo. El
socialismo tiene dos formas, la no-estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido
amplio) y la estatal (a través de la nacionalización y la planificación económica de la producción).