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Asignatura:

Psicología General I.

Participante:

Darianny M Acosta.

Matricula:

17-0914.

Facilitador/a:

Ilusión García Castro.

Santiago de los Caballeros, Rep.Dom.

Julio del 2017.


Introducción a la psicología, Neurociencia y comportamiento

Explica el objeto de estudio de la psicología y los temas fundamentales de


controversia actualmente.

La psicología tiene como objeto de estudio el comportamiento del ser humano y


los procesos mentales que este puede experimentar en su vida. Los psicólogos
recopilan datos científicos a fin de entender, describir, predecir y controlar la
conducta del ser humano contribuyendo con esto a la salud humana.

La controversia que gira en torno a muchos de los problemas psicológicas


fundamentales se basa en las diferentes formas en que los distintos psicólogos
ven la naturaleza misma de los seres humanos. En este campo han surgido agrias
y violentas disputas, como ocurre en cualquier empresa llena de creativos,
brillantes y obstinados innovadores. Aunque algunas de estas controversias fueron
eventualmente resueltas con el predominio de un punto de vista comúnmente
aceptado, otras han continuado durante años y no dan muestra de llegar a ningún
acuerdo universal.

Menciona los métodos de investigación en psicología y para qué se utilizan.

Investigación descriptiva: la cual abarca varios tipos de investigación como son


la investigación documental, la observación naturalista, la investigación por
encuestas y los estudios de caso. Se utiliza para estudiar sistemáticamente a una
persona, a un grupo o patrones de comportamiento.

Investigación documental: esta se utiliza para poner a prueba las hipótesis


planteadas por el psicólogo sobre un tema.

Observación naturalista: Este método permite que su uso suministre alguna


información sobre las estructuras del pensamiento, las relaciones sociales, el
comportamiento afectivo y motivador del ser humano.

Investigación por encuesta: Este método se utiliza para el estudio de


determinados aspectos de la vivencia y de la conducta humana.
Estudios de casos: esta se utiliza para el estudio exhaustivo y profundo de una
sola persona o de un grupo pequeño.

Investigación correlacional: es el método que se utiliza para encontrar la elación


de dos elementos de estudios.

Investigación experimental: para establecer relaciones de causa y efecto en una


investigación.

Elabora un esquema de las principales áreas de la psicología

Psicología del desarrollo.

Psicología cognitiva.

Psicología experimental.

Psicología social.
Psicología.

Psicología forense.

Psicología clínica.

Psicología industrial.

Psicología escolar.

Psicología de la salud.

Psicología educativa.
2. Neurociencia y comportamiento

Ver a Serena Williams lanzar un revés intenso, a Dario Vaccaro realizar una rutina
de ballet compleja o a Derek Jeter lanzar una curva con una pelota de béisbol,
posiblemente le hayan maravillado a usted por la complejidad y capacidades
maravillosas del cuerpo humano. Pero hasta las tareas más cotidianas, dependen
de una compleja secuencia de sucesos en el cuerpo que ya de por sí es bastante
impresionante. El sistema nervioso es la ruta de las instrucciones que permiten
que nuestro cuerpo realice esas actividades tan precisas.

2.1 La estructura de la neurona.

Para que los músculos produzcan los movimientos complejos que conforman
cualquier actividad física significativa, el cerebro tiene que proporcionarles los
mensajes correctos y coordinar tales mensajes. Esos mensajes se transmiten por
medio de células especializadas llamadas neuronas. Las neuronas, o células
nerviosas, son elementos básicos del sistema nervioso. Su cantidad es
sorprendente; es posible que en el control del comportamiento participen hasta un
billón de neuronas en todo el cuerpo (Boahen, 2005).

Muchas de las neuronas del cuerpo reciben señales del ambiente o transmiten los
mensajes del sistema nervioso a los músculos y a otras células meta, pero la gran
mayoría de las neuronas se comunican solamente con otras neuronas en el
complejo sistema de información que regula el comportamiento. Sin embargo, en
contraste con la mayor parte de las otras células, las neuronas poseen una
característica que las distingue: la capacidad para comunicarse con otras células y
transmitir información a distancias relativamente largas.

Si su mano toca una hornilla caliente, por ejemplo, la información referente al


dolor se transmite a través de los axones en la mano y el brazo que tienen una
cobertura relativamente gruesa de mielina, lo que acelera el mensaje de dolor al
cerebro para que usted pueda reaccionar instantáneamente. La vaina de mielina
también sirve para aumentar la velocidad con que viajan los impulsos eléctricos a
través de los axones.

La mayor parte de los axones están aislados por una vaina de mielina, una
cubierta protectora de grasa y proteína que envuelve al axón, como los fragmentos
de un chorizo. Para impedir que los mensajes generen entre sí un corto circuito,
los axones de alguna manera deben estar aislados (del mismo modo en que se
aíslan los cables eléctricos)

Cómo se activan las neuronas


Antes que una neurona se dispare —es decir, cuando está en estado de reposo—,
tiene una carga eléctrica negativa de aproximadamente –70 milivoltios (un
milivoltio es una milésima de voltio).Esta carga se debe a la presencia de más
iones cargados en forma negativa dentro de la neurona que fuera de ella.

Justo después de que el potencial de acción ha pasado por una sección del axón,
la membrana celular de esa región no puede admitir de nuevo iones positivos
durante unos cuantos milisegundos y, por tanto, la neurona no puede dispararse
de inmediato una vez más al margen de cuánta estimulación reciba.Cuando la
carga positiva alcanza un nivel crucial, se activa el “disparador” y el impulso
eléctrico, conocido como potencial de acción, viaja por el axón de la neurona.

Después de que el impulso ha pasado por una determinada sección del axón, se
expulsa a los iones positivos de esa sección, y su carga vuelve a ser negativa
mientras el potencial de acción sigue desplazándose por el axón.

Por ejemplo, en la última década, los neurocientíficos han descubierto la


existencia de las neuronas espejo, neuronas que se disparan no sólo cuando una
persona manifiesta una determinada conducta, sino también cuando una persona
simplemente observa a otro individuo manifestar el mismo comportamiento (Falck-
Ytter, 2006; Lepage y Theoret, 2007; Schulte-Ruther et al., 2007).Además, las
neuronas espejo posiblemente sean la raíz de la empatía —los sentimientos de
preocupación, compasión y simpatía por los demás— y hasta el desarrollo del
lenguaje en los seres humanos (Oberman, Pineda y Ramachandran, 2007;
Triesch, Jasso y Deák, 2007).

En concreto, las neuronas espejo pueden dispararse cuando vemos que alguien
hace algo, lo que nos ayuda a adelantar cuáles son sus objetivos y qué puede
hacer a continuación.

El espacio donde se conectan las neuronas: cómo salvar la brecha.

La sinapsis es el espacio entre dos neuronas donde el axón de una neurona


emisora se comunica con las dendritas de una neurona receptora por medio de
mensajes químicos (Fanselow y Poulos, 2005; Dean y Dresbach, 2006) Cuando un
impulso nervioso llega al extremo del axón y alcanza un botón terminal, éste libera
un mensajero químico llamado neurotransmisor. Los neurotransmisores son
sustancias químicas que transmiten mensajes a través de la sinapsis a la dendrita
de una neurona receptora.

Aunque los mensajes viajan en forma eléctrica dentro de una neurona, se mueven
entre las neuronas por medio de un sistema de transmisión química. Cuando un
neurotransmisor entra en un sitio en la neurona receptora, el mensaje quí- mico
que entrega puede ser básicamente de tipo: excitatorio o inhibitorio

Neurotransmisores: mensajeros químicos superdotados.

Los recuerdos al parecer se producen por cambios químicos específicos en ciertas


sinapsis, y el glutamato, junto con otros neurotransmisores, desempeña un papel
importante en esos procesos (Riedel, Platt y Micheau, 2003; Winters y Bussey,
2005; Carvalho, 2006).El mismo neurotransmisor, pues, puede actuar como
mensaje excitatorio para una neurona ubicada en una parte del cerebro y puede
inhibir el disparo en neuronas ubicadas en otra parte.

Varias sustancias comunes, como el tranquilizante Valium y el alcohol, son


eficaces porque permiten que el AGAB opere en forma más eficaz (Ball, 2004;
Akirav, Raizel y Maroun, 2006).(En la figura 5, se describen los principales
neurotransmisores y sus efectos.) Uno de los neurotransmisores más comunes es
la acetilcolina (o ACh, su símbolo quí- mico), que se halla en todo el sistema
nervioso.Se ha descubierto que más de cien sustancias químicas actúan como
neurotransmisores, y los neurocientíficos consideran que a la larga pueden
identificarse más (Penney, 2000; Schmidt, 2006).

Hay un conjunto cada vez mayor de investigaciones que señalan que la


serotonina desempeña una función mucho más amplia, pues sugieren que
participa en conductas tan diversas como el alcoholismo, la depresión, el suicidio,
la impulsividad, la agresividad y el afrontamiento del estrés (Zalsman y Apter,
2002; Addolorato et al., 2005; Montgomery, 2006).El ejercicio y tal vez el dolor
relacionados con una larga carrera, posiblemente estimulen la producción de
endorfinas, lo que genera en última instancia lo que se ha denominado el “júbilo
del corredor” (Kolata, 2002; Pert, 2002; Stanojevic et al., 2007).

Los fármacos que bloquean la recepción de dopamina reducen los síntomas que
manifiestan algunas personas a las que se diagnostica esquizofrenia (Baumeister y
Francis, 2002; Bolonia y Kerwin, 2005; Olijslagers et al., 2006)

El sistema nervioso y el sistema endocrino: la comunicación dentro del


cuerpo.

Sin embargo, las conexiones entre las neuronas no son los únicos medios de
comunicación dentro del cuerpo; como veremos, el sistema endocrino, el cual
secreta mensajes químicos que circulan por la sangre, también comunica
mensajes que influyen en el comportamiento y muchos aspectos del
funcionamiento biológico (Kandel, Schwartz y Jessell, 2000; Boahen, 2005;
Forlenza y Baum, 2004).

El sistema nervioso: conexión de las neuronas.

Cualquiera que sea la cifra real de conexiones nerviosas, el sistema nervioso


humano posee lógica y elegancia. Procedamos ahora a analizar sus estructuras
básicas.

Sistemas nerviosos central y periférico.

La médula espinal, que tiene aproximadamente el grosor de un lápiz, contiene un


haz de unas neuronas que desde el cerebro descienden por toda la espalda. Las
neuronas sensoriales (aferentes) transmiten información desde los perímetros del
cuerpo hasta el sistema nervioso central.

Aunque el cerebro finalmente analiza y reacciona a la situación (¡“Ay —hornilla


caliente—, suéltala”!), el retiro inicial lo dirigen solamente las neuronas en la
médula espinal. El sistema nervioso central (SNC) está compuesto por el cerebro y
la médula espinal.

La médula espinal es el principal medio de transmisión de mensajes entre el


cerebro y el resto del cuerpo. Las neuronas motoras (eferentes) comunican
información desde el sistema nervioso hasta los músculos y las glándulas. El
sistema nervioso está dividido en dos partes principales: el sistema nervioso
central y el sistema nervioso periférico. Mientras usted lee en este momento, la
división autónoma del sistema nervioso periférico está bombeando sangre por todo
su cuerpo, tensando y dispensando sus pulmones y vigilando la digestión de los
últimos alimentos que ingirió.

Hay dos divisiones principales —la división somática y la división autónoma— que
conectan el sistema nervioso central con los órganos sensoriales, los músculos,
las glándulas y otros órganos. Por otra parte, la división autónoma controla partes
del cuerpo que nos mantienen con vida: el corazón, los vasos sanguíneos, las
glándulas, los pulmones y otros órganos que funcionan involuntariamente sin
conciencia de nuestra parte.

La división somática se especializa en el control de los movimientos voluntarios —


como el movimiento de los ojos para leer este enunciado o los de la mano para dar
vuelta a esta página— y la comunicación de información hacia y desde los órganos
sensoriales. Al estar constituido por neuronas con axones largos y dendritas, el
sistema nervioso periférico abarca todas las partes del sistema nervioso, excepto

el cerebro y la médula espinal.


Como su nombre lo indica, el sistema nervioso periférico se ramifica a partir de la
médula espinal y el cerebro y alcanza las extremidades del cuerpo.

Fundamentos evolutivos del sistema nervioso.

Podemos entender mejor las complejidades del sistema nervioso si consideramos


el curso de la evolución. El precursor del sistema nervioso humano se halla en los
primeros organismos simples en tener médula espinal. En la actualidad, el sistema
nervioso está organizado jerárquicamente, lo que significa que regiones del
cerebro relativamente nuevas (desde un punto de vista evolutivo) y más
sofisticadas regulan las partes más antiguas y primitivas del sistema nervioso.
Conforme ascendemos por la médula espinal y nos adentramos en el cerebro, las
funciones que controlan las diversas regiones se volvieron progresivamente más
avanzadas.

¿Por qué deben interesarnos los antecedentes evolutivos del sistema nervioso
humano? La respuesta proviene de investigadores que trabajan en el ámbito de la
psicología evolutiva, la rama de la psicología que busca identificar la influencia y
los efectos que la herencia genética de nuestros antepasados ejercen en nuestro
comportamiento. Los psicólogos evolutivos sostienen que el curso de la evolución
se refleja en la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso y que hay
factores evolutivos, en consecuencia, que ejercen una influencia significativa en
nuestra conducta cotidiana.

Genética Conductual.

Nuestra herencia evolutiva se manifiesta no sólo por medio de la estructura y


funciones del sistema nervioso, sino también mediante nuestro comportamiento.
Según un ámbito de estudio cada vez mayor, la herencia genética influye en parte
en la personalidad y los hábitos conductuales de las personas. La genética
conductual estudia los efectos de la herencia en el comportamiento. Los
investigadores de la genética conductual están descubriendo cada vez más
evidencias de que los factores genéticos determinan en cierta medida las
capacidades cognitivas, los rasgos de la personalidad, la orientación sexual y los
trastornos psicológicos (Reif y Lesch, 2003; Viding et al., 2005; Ilies, Arvey y
Bouchard, 2006).

Genética molecular y trastornos psicológicos. Pese a que el campo de la genética


conductual está relativamente en ciernes, ya ha hecho aportaciones sustanciales a
nuestra comprensión del comportamiento. Una rama de la genética conductual, la
genética molecular, busca identificar genes específicos que se asocien con el
comportamiento y, en particular, con los trastornos psicológicos. Los genes que
están físicamente próximos unos de otros en un determinado cromosoma suelen
vincularse y heredarse juntos.

Genética conductual, terapia de genes y asesoría genética. La genética conductual


también alberga la promesa de desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico y
tratamiento para deficiencias genéticas que generan dificultades físicas y
psicológicas. En la terapia de genes, los científicos inyectan, en el torrente
sanguíneo de los pacientes, genes que se supone curan una determinada
enfermedad. Cuando los genes inyectados llegan al sitio donde están los genes
defectuosos que están produciendo la enfermedad, desencadenan la producción
de sustancias químicas que combaten la enfermedad (Lymberies et al., 2004;
Rattazzi, LaFuci y Brown, 2004; Jaffé et al., 2006).

El sistema endocrino: sustancias químicas y glándulas

Es el sistema endocrino, una red de comunicación química que envía mensajes


por todo el cuerpo mediante el torrente sanguíneo. Su labor consiste en secretar
hormonas, sustancias químicas que circulan por la sangre y regulan el
funcionamiento o crecimiento del cuerpo. También influyen en el funcionamiento
del sistema nervioso y viceversa. Aunque el sistema endocrino no forma parte del
cerebro, se vincula estrechamente con el hipotálamo. Como mensajeros químicos,
las hormonas son como los neurotransmisores, aunque su velocidad y modo de
transmisión son bastante diferentes. Si bien los mensajes nerviosos se miden en
milésimas de segundo, las comunicaciones hormonales pueden llevarse minutos
para llegar a su destino.

Un componente medular del sistema endocrino es un órgano diminuto llamado


glándula pituitaria, que se halla cerca del hipotálamo, y a la que éste regula. A la
glándula pituitaria se le ha llamado a veces la “glándula maestra” porque controla
el funcionamiento del resto del sistema endocrino.

El cerebro

No tiene mucho que vérsele. Suave, esponjoso, moteado y de un color gris


rosáceo, difícilmente puede decirse que posea gran cosa en el sentido de la
belleza física. Sin embargo, a pesar de su apariencia, es la mayor maravilla natural
que conocemos y posee una belleza y sofisticación propias. El objeto al que se
aplica esta descripción es el cerebro. El cerebro es responsable de nuestros
pensamientos más nobles, y de nuestros impulsos más primitivos. Es el supervisor
del intrincado funcionamiento del cuerpo humano. Si alguien tratara de diseñar una
computadora para imitar las diversas capacidades del cerebro, la labor sería casi
imposible; de hecho, ha resultado difícil siquiera llegar cerca de eso. Sin embargo,
no es la cantidad de células lo más asombroso sobre el cerebro, sino su capacidad
para permitir que el intelecto humano florezca orientando nuestro comportamiento
y pensamientos.
Estudio de las funciones y estructura del cerebro: una mirada al cerebro.

El cerebro ha constituido un reto continuo a quienes lo estudian. Durante la mayor


parte de la historia, examinarlo sólo era posible después de que moría un
individuo. Solamente entonces podía abrirse el cráneo y cortarse el cerebro sin
provocar un daño grave. Aunque este procedimiento era descriptivo, difícilmente
podía indicarnos mucho sobre el funcionamiento de un cerebro saludable. En la
actualidad, sin embargo, las técnicas de exploración cerebral constituyen una
forma de observar al cerebro vivo. Con ayuda de estas técnicas, los investigadores
pueden tomar una “foto” del funcionamiento interno del cerebro sin tener que abrir
el cráneo de una persona. Las técnicas de exploración más importantes son: el
electroencefalograma (EEG), la tomografía por emisión de positrones (TEP), la
imagenología por resonancia magné- tica funcional (TRMf) y la imagenología por
estimulación magnética transcraneal (EMT).

El núcleo central: nuestro “cerebro primitivo

Aunque las capacidades del cerebro humano rebasan con mucho las del cerebro
de cualquier otra especie, los seres humanos comparten con los animales más
primitivos algunas características básicas, como la respiración, la alimentación y el
sueño. No es de sorprender que esas actividades las dirija una parte relativamente
primitiva del cerebro, conocida como el núcleo central. Al núcleo central se le
llama a veces el “cerebro primitivo”, pues su evolución se remonta unos 500
millones de años a estructuras primitivas que se hallan en especies no humanas.

Si ascendiéramos por la columna vertebral desde la base del cráneo para localizar
las estructuras del núcleo central del cerebro, la primera parte a la que llegaríamos
sería el metencéfalo, el cual contiene la médula, el puente y el cerebelo. La médula
controla muchas funciones corporales, el puente que une las dos mitades del
cerebelo. El cerebelo se halla justo por encima de la médula y detrás del puente.
Sin ayuda del cerebelo seríamos incapaces de caminar en línea recta sin
tambalearnos, pues la labor del cerebelo consiste en controlar el equilibrio
corporal. Constantemente vigila la realimentación de los músculos para coordinar
su ubicación, movimiento y tensión. La formación reticular se extiende desde la
médula hasta el puente, pasando por la sección intermedia del cerebro o
mesencéfalo hasta la parte frontal del cerebro, llamada prosencéfalo.

El sistema límbico: más allá del núcleo central

Que consta de una serie de estructuras en forma de donas que comprenden a la


amígdala y el hipocampo, bordea la parte superior del núcleo central y tiene
conexiones con la corteza cerebral. Las estructuras del sistema límbico controlan
en forma conjunta diversas funciones básicas que relacionan las emociones y la
preservación personal, como la alimentación, la agresión y la reproducción. Una
lesión en el sistema límbico puede producir cambios asombrosos en el
comportamiento. Por ejemplo, una lesión en la amígdala, que tiene que ver con el
miedo y la agresión. La cualidad extraordinariamente placentera de ciertos tipos de
estimulación también la han experimentado los seres humanos que, como parte
del tratamiento
de ciertos tipos de trastornos cerebrales, han recibido una estimulación eléctrica en
ciertas regiones del sistema límbico. Aunque sean incapaces de describir con
exactitud lo que se siente, estas personas informan que la experiencia es
intensamente placentera, similar en algunos aspectos al orgasmo.
El sistema límbico y el hipocampo en particular desempeñan una función
importante en el aprendizaje y la memoria, hallazgo que se ha demostrado en
pacientes que padecen epilepsia.

El sistema límbico, entonces, participa en varias funciones importantes, entre las


que se hallan la auto conservación, el aprendizaje, la memoria y la experiencia del
placer.

La corteza cerebral: nuestro


“nuevo cerebro”

La corteza cuenta con cuatro principales secciones llamadas lóbulos. Si tomamos


una imagen lateral del cerebro, los lóbulos frontales se encuentran en la parte
central frontal de la corteza y los lóbulos parietales se hallan detrás de ellos,
mientras que los lóbulos temporales pueden localizarse en la parte central inferior
de la corteza y los lóbulos occipitales, detrás de ellos. Estos cuatro conjuntos de
lóbulos están separados físicamente. Estos cuatro conjuntos de lóbulos están
separados físicamente por profundas hendiduras llamadas surcos. Aprecian
también las regiones especializadas dentro de
los lóbulos relacionadas con funciones y áreas específicas del cuerpo. Se conocen
tres áreas principales: motoras, sensoriales y de asociación.

EL ÁREA MOTORA DE LA CORTEZA

Área motora; esta parte de la corteza es responsable, en buena medida, del


movimiento voluntario del cuerpo. Cada parte del área motora corresponde a un
escenario corporal específico.

El mapa del área motora está tan bien delimitado que los investigadores han
identificado la cantidad y ubicación relativa de tejido cortical que se utiliza para
producir movimiento en partes específicas del cuerpo humano. En resumen, el
área motora de la corteza constituye una guía del grado de complejidad e
importancia de las capacidades motoras de partes específicas del cuerpo.

EL ÁREA SENSORIAL DE LA CORTEZA


El área sensorial de la corteza comprende tres regiones: una corresponde
principalmente a las sensaciones corporales (incluidos el contacto y la presión),
otra relacionada con la vista y una tercera relacionada con el sonido. Los sentidos
de la audición y la vista también se representan en áreas específicas de la
corteza cerebral. Hay un área auditiva ubicada en el lóbulo temporal que es
responsable del sentido del oído. Si esta área se estimula eléctricamente, la
persona escuchará sonidos como chasquidos o zumbidos. El área visual en la
corteza, ubicada en el lóbulo occipital.

LAS ÁREAS DE ASOCIACIÓN DE LA CORTEZA.

Área de asociación, la cual en general se considera el sitio de los procesos


mentales superiores como el pensamiento, el lenguaje, la memoria y el habla
(Rowe et al., 2000).Las áreas de asociación constituyen una gran parte de la
corteza cerebral y constan de secciones que no participan directamente en el
procesamiento sensorial o la dirección del movimiento. Las áreas de asociación
controlan las funciones ejecutivas, las cuales son capacidades relacionadas con la
planeación, el establecimiento de metas, el juicio y el control de los impulsos. Las
lesiones en las áreas de asociación del cerebro pueden producir afasia, problemas
con el lenguaje. Con la afasia de Broca, el habla se vuelve entrecortada, laboriosa
y a menudo agramatical, y el hablante es incapaz de hallar las palabras correctas.

La neuroplasticidad y el cerebro.

En los últimos años, los científicos han aprendido que el cerebro se reorganiza
continuamente en un proceso al que han denominado neuroplasticidad. Aunque
durante mucho tiempo, la sabiduría convencional sostenía que no se creaban
nuevas células cerebrales después de la niñez, las investigaciones recientes han
descubierto otra cosa. La capacidad de las neuronas para renovarse durante la
edad adulta tiene repercusiones significativas en el posible tratamiento de los
trastornos del sistema nervioso. Por ejemplo, podrían utilizarse los fármacos que
producen el desarrollo de nuevas neuronas.

Especialización de los hemisferios:


¿dos cerebros o uno?

El desarrollo más reciente, al menos en términos evolutivos, en la organización y


operación del cerebro humano, probablemente ocurrió en el último millón de años:
una especialización de las funciones controladas por los lados izquierdo y derecho
del cerebro (McManus, 2004; Sun et al., 2005).El cerebro se divide en dos mitades
aproximadamente simétricas. Así como tenemos dos brazos, dos piernas y dos
pulmones, tenemos un cerebro izquierdo y un cerebro derecho. Por la forma en
que están conectados los nervios en el cerebro con el resto del cuerpo, estas
mitades simétricas izquierda y derecha, llamadas hemisferios, controlan el
movimiento en y reciben sensaciones del lado del cuerpo contrario a su ubicación.

Pese a la aparente semejanza entre los dos hemisferios del cerebro, éstos son
ligeramente distintos en las funciones que controlan y en la forma en que las
controlan. Es más probable que ciertos comportamientos reflejen actividad en un
hemisferio que en otro, o estén lateralizados.

El cerebro dividido: exploración


de los dos hemisferios.

La paciente V. J. ha sufrido varios ataques. Al cortar su cuerpo calloso, parte


fibrosa del cerebro que transmite mensajes entre los hemisferios, los cirujanos
esperaban crear un contrafuego para impedir que se extendieran los ataques. La
operación disminuyó la frecuencia y gravedad de los ataques de la paciente; pero
desarrolló un efecto colateral inesperado: perdió la capacidad para escribir a
voluntad, aunque podía leer y deletrear las palabras en voz alta.

En un procedimiento experimental, a pacientes con los ojos vendados se


les hacía tocar un objeto con la mano derecha y se les pedía que lo nombraran.
Dado que el lado derecho del cuerpo corresponde al lado izquierdo del cerebro,
que tiene una orientación hacia el lenguaje, los pacientes con cerebro dividido eran
capaces de nombrarlo. Sin embargo, cuando los pacientes con los ojos vendados
tocaban el objeto con la mano izquierda, eran incapaces de nombrarlo en voz alta,
aun cuando la información se hubiese registrado en su cerebro: cuando se retiró la
venda de los ojos, los pacientes pudieron identificar el objeto que habían tocado.
La información puede aprenderse y recordarse entonces, utilizando sólo el lado
derecho del cerebro. (Por cierto, a menos que a usted le hayan practicado una
cirugía de división cerebral, este experimento no funcionaría en su caso, pues el
haz de fibras que conecta a ambos hemisferios en un cerebro normal, transfiere
la información de un hemisferio a otro).

A partir de experimentos como éste queda claro que los hemisferios derecho e
izquierdo del cerebro se especializan en el manejo de diferentes tipos de
información. Al mismo tiempo, es importante darse cuenta de que ambos
hemisferios son capaces de entender, conocer y ser conscientes del mundo, en
formas ligeramente distintas.

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