Professional Documents
Culture Documents
Lección 1) Introducción
Pilates, es un método que refuerza y tonifica los músculos, mejora la postura y aporta
flexibilidad y equilibrio.
También le ayuda al cuerpo a alcanzar un estado de paz y armonía para que sus
partes se ejerciten como una sola unidad, y a lograr una esbelta figura.
1. Alineamiento
2. Centralización
3. Concentración
4. Control
5. Precisión
6. Fluidez
7. Respiración
Los ejercicios están compuestos por movimientos controlados y muy conscientes los
cuales se coordinan con la respiración para crear un cuerpo armonioso, coordinado,
musculoso y flexible.
Es considerada como una actividad física muy técnica, donde la correcta ejecución de
los distintos elementos que comprende cada ejercicio es más importante que el
número de repeticiones o series.
Otros dos puntos muy importantes que se deben tomar en cuenta son:
1. La Respiración y
2. el Concepto de "Powerhouse"
Lección 3) El powerhouse
Todos los movimientos se inician y se sostienen desde esta zona, cuya utilización
deberá permanecer siempre presente durante la práctica de los ejercicios.
Lección 4) La respiración
Se practica una respiración intercostal, al inspirar se debe notar como las costillas
se separan.
Al espirar, que suele coincidir con la mayor intensidad del ejercicio, se cierran primero
las costillas y después se hunde el "powerhouse", con la sensación de pegar el
ombligo a la columna.
La respiración tiene que ser siempre y en todo momento: lenta, continua y, debe
procurarse realizar inhalaciones y exhalaciones de la misma duración, para permitir un
óptimo intercambio gaseoso.
Una de las razones por las que este método ha incrementado radicalmente su
popularidad es porque pueden ser practicados con facilidad tanto en el gimnasio
como en el hogar.
Si bien, realizar los ejercicios una vez por semana, es mejor que no hacer nada, lo
ideal sería poderlos realizar tres veces por semana para obtener mejores beneficios y
excelentes resultados.
No sólo ya no utilizamos escaleras sino que ni siquiera vamos al banco, utilizamos los
servicios bancarios por internet, sólo por mencionar un pequeño ejemplo.
Hay miles de ejemplos de cómo cada día nos tornamos más sedentarios.
Una de las formas de eludir este mal, es a través de la actividad física y el método
Pilates puede ofrecernos una serie de beneficios para contrarrestar estos males y
ayudarnos a mantenernos en una buena condición física.
Todas estas ventajas hacen que en la vida diaria de quien practica Pilates, se noten
mucho más los cambios que produce en su cuerpo, que los cambios que producen
otros deportes.
Por eso te invito a practicarlo y lo compruebes por ti mismo.
Lección 7) Otros beneficios del Pilates
Tu cuerpo no está preparado para hacer cosas tan naturales como correr o saltar.
Los ejercicios de Pilates aumentan tu libertad, y te facilitan el poder hacer cosas que
antes no eras capaz de realizar, no porque estuvieran prohibidas sino porque tu
cuerpo no te lo permitía.
Ya que unos músculos tiran más que otros y al final alteran la constitución normal de
las curvas de la columna vertebral.
Desde sus orígenes, el método Pilates vio la importancia de trabajar los músculos que
normalmente no se trabajan, no sólo los abdominales como en otro tipo de disciplina.
Por ser un ejercicio en que cual se trabaja la mente como el cuerpo, con el tiempo el
alumno llega a tener un conocimiento muy alto de su cuerpo, así como de sus
sensaciones.
Tonifica los grandes grupos musculares, así como los músculos pequeños y
profundos.
Fortalece los músculos sin incrementar la masa muscular, esto es óptimo para
aquellas personas que desean estilizar su cuerpo sin incrementar los músculos.
Asimismo, podemos decir que Pilates aumenta las repeticiones de los ejercicios y la
cantidad de los mismos en forma paulatina, por lo cual casi no produce dolores
musculares.
Cabe mencionar que la pérdida de peso se produce por el incremento del gasto
energético a través del ejercicio aeróbico y Pilates no es en absoluto, un ejercicio
aeróbico.
Sus niveles de estimulación permiten una buena tonificación muscular sin llegar a la
hipertrofia muscular.
Este método puede ser practicado por todas las personas: desde jóvenes,
mayores, personas que realizan algún deporte o para aquellos que llevan una
vida sedentaria.
Ejercicio#1
Acostada, con las piernas elevadas y los brazos extendidos, mueva los brazos
rápidamente hacia arriba y abajo, con la columna siempre bien apoyada en el piso y
los músculos de los glúteos contraídos
Ejercicio#2
Acostada en el piso con la pierna derecha extendida, no deje que ésta se apoye.
Ejercicio #3
Con el abdomen contraído y la pierna extendida, fortaleciendo los glúteos, tome la
otra pierna con ambas manos.
Ejercicio #4
Sentada en el suelo, tome las piernas con ambas manos, mientras balancea el cuerpo
hacia atrás y adelante.
Ejercicio #5
Sin dejar que el abdomen tome contacto con el piso en ningún momento y
manteniendo la cabeza un poco elevada, suba levemente el torso extendiendo los
brazos al máximo.
(Efectuar de 6 a 10 movimientos).
Ejercicio #6
Apoyando sobre el piso la nuca, hombros, espalda, cintura y cadera, eleve las piernas
en ángulo recto, mientras lleva los brazos hacia atrás.
Levante los hombros y lleve los brazos adelante, hasta cruzar por fuera las rodillas
(Repetir 10 veces)
Ejercicio #7
De pie, lleve una pierna hacia atrás, con los brazos hacia adelante, casi a punto de
perder el equilibrio.
Realice con la pierna movimientos cortos hacia arriba, sintiendo el trabajo en los
glúteos.
Comienza acostado sobre una colchoneta y sobre tu espalda sujeta tus piernas a la
altura de las rodillas y estabiliza tu abdomen y caderas en el suelo.
PASO 2
PASO 3
PASO 4
3. Mantén la pierna extendida a una altura que te permita tener la espalda recta y la
zona lumbar apoyada en la colchoneta y no la bajes por debajo del nivel de cadera.
Para mantener la posición de la pierna de un modo más fácil, contrae tus glúteos al
extender la pierna.
Para poder marcar los abdominales, se necesita cierto esfuerzo, aunque con el
método Pilates verás que los ejercicios no son tan complicados ni difíciles y te
ayudaran a conseguir un abdomen marcado sin necesidad de estar haciendo series y
series de ejercicios.
La separación de éstas tiene que ser (más o menos) como la de tus caderas.
Después se dan dolores de cuello y contracturas por hacer mal el ejercicio y sin el
asesoramiento adecuado.
Una vez que te encuentres en esta posición, tienes que tomar aire y expulsarlo.
Al finalizar tu primera repetición, vuelve a tu posición original, sin olvidar tomar aire.
Sobre una colchoneta, acuéstate boca arriba con las manos estiradas hacia atrás.
Tienes que presionar tu espalda hacia abajo como si quisieras aplastar la colchoneta.
Comienza a elevar la cabeza al mismo tiempo que despegas vértebra por vértebra de
la colchoneta, presionando en todo momento tu zona lumbar contra la colchoneta.
Lleva tus manos adelante como si quisieras tocar algo frente a ti.
Comienza la vuelta atrás lentamente al mismo tiempo que inspiras y sientes como
cada vértebra se va apoyando sobre la colchoneta.
Sobre una colchoneta, acuéstate boca abajo, elevando una pierna hasta formar un
ángulo de 90º con respecto a tu tronco.
Flexiona tus rodillas y sujeta tus tobillos con tus manos por delante de ellos.
Al principio puedes sentir que te cuesta realizarlo pero con el tiempo lo lograrás y lo
sentirás más fácil.
Inspiras y llevas la pierna derecha al pecho y la sujetas con tu mano derecha sobre tu
rodilla y con tu mano izquierda sobre el tobillo.
Sobre una colchoneta, acuéstate boca arriba con las piernas separadas.
Eleva los omóplatos, los brazos y el tronco hasta formar un ángulo de 90º con
respecto a las piernas.
Flexiona el tronco y lleva un brazo extendido hacia la pierna opuesta, intentando tocar
con la punta de los dedos, la punta del pie opuesto.
Tienes que espirar al realizar la flexión del tronco e inspirar cuando retornes a la
posición inicial.
Debes tomar en cuenta que 1 repetición consta de la realización del ejercicio con
ambos brazos.
Sitúa tus manos detrás de la nuca entrelazando tus dedos y eleva tus hombros.
Extiende una pierna al frente formando un ángulo de 45º con respecto al suelo.
Al realizar la elevación del omóplato llevas tu codo hacia la rodilla opuesta, mientras
exhalas y dirigiendo tu mirada hacia el otro codo.
Despega los pies del suelo y tómate con las manos de los tobillos.
Una vez logrado el equilibrio, mediante el apoyo de los glúteos, extiende ambas
piernas levemente separadas una de otra, a la altura de los hombros.
Lleva tu mentón al esternón, contrae los abdominales y comienza a rodar hacia atrás,
manteniendo la misma posición corporal que adoptaste anteriormente.
Sobre una colchoneta, acuéstate boca arriba con las piernas formando un ángulo de
90º entre el tronco y las extremidades inferiores.
Ten en cuenta que las caderas deben permanecer inmóviles durante toda la ejecución
del ejercicio.
Siéntate sobre una colchoneta con la espalda recta en un ángulo de 90º con
respecto a las piernas, que permanecerán separadas.
Lleva dicha pierna hacia arriba hasta llegar a la vertical mientras realizas la inspiración.
Sobre una colchoneta, eleva las piernas buscando la vertical y ayúdate con los brazos
para fijar la cadera y mantener el equilibrio.
Inspira mientras separas las piernas, una hacia adelante y la otra hacia atrás.