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Inicialmente debo aclarar que para hablar de amnistía tributaria, hay que hablar de la
DIAN, pes en la entidad encargada de garantizar el cumplimiento de las obligaciones
tributarias, de la fiscalización. Ante esta entidad se deben presentar las diferencias entre el
ESFA y la declaración de renta. Contrario a los que comúnmente se cree (que la DIAN solo se
basa en los principios de contabilidad generalmente aceptados en Colombia, COLGAAP) la
DIAN también debe remitirse a la contabilidad financiera (marco técnico), como medio de
prueba fiscal.
Partiendo de esto, pienso que entonces debo dejar el ESFA sin modificar, y se corrige la
declaración de renta, en parte es así, pero, si el ESFA tiene errores de ejercicios anteriores se
debe corregir en las respectivas declaraciones de renta.
Entonces, ¿Qué debo hacer si hay una diferencia en los activos (o pasivos) de la
declaración y el ESFA?, Juan Fernando Mejía, en su artículo “Los estándares internacionales
no son una amnistía tributaria: diferencias deben explicarse a la DIAN”, para la página
actualícese.com, argumenta que el sobrante, para el caso de los activos, o el faltante, para el
caso de los pasivos, deben ser soportados en una estimación contable, de esta forma, no habría
sanción tributaria, y la diferencia debe ser contabilizada. También la diferencia debe
informarse a la DIAN al grupo al que se pertenece, con el fin de planear aspectos de
fiscalización, como el Plan Piloto, visitas de inspección contable y tributaria, así como cruces
de información fiscal con lo reportado por cada empresa a las superintendencias en el proceso
de adopción.
Mejía nos explica que según el Consejo Técnico De La Contaduría Pública (CTCP), que la
forma de contabilizar este ajuste o diferencia, bajo normas internacionales es registrándolos
como partidas conciliatorias en los libros oficiales que se venían llevando con el Decreto 2649
de 1993, el cual fue tomado de los estándares internacionales.