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Indican que alguien está llevando a cabo una acción sobre sí mismo. Por lo tanto, el
pronombre reflexivo concuerda siempre con el sujeto. Los pronombres reflexivos son: me,
te, se, nos, os. Se usan con los verbos reflexivos.
Ejemplos:
La abuela de Lucía se tiñe el pelo en casa una vez al mes.
Cada semana me corto las puntas.
Siempre te peinas como una verdadera profesional.
Nos miramos en el espejo cuando usamos el secador.
La atraje hacia mí con suavidad
Tú solo piensas en ti mismo
Ejemplo:
Lucía tiñe el pelo/ le tiñe el pelo.
Cada semana corto las puntas/ le corto las puntas
Siempre peinas como una verdadera profesional/ la peinas como …
Formación
El verbo se conjuga con el pronombre reflexivo correspondiente.
peinarse
yo me peino
tú te peinas
él/ella/usted se peina
nosotros nos peinamos
vosotros os peináis
ellos/ustedes se peinan
delante del imperativo en forma negativa (pero directamente detrás del imperativo
afirmativo)
Ejemplo:
¡No te peines!
¡Péinate!
En el último caso, es la única forma posible
Verbos pronominales
Los verbos reflexivos que no existen sin el pronombre reflexivo se denominan verbos
pronominales. Los más importantes son:
acurrucarse
adentrarse
adormilarse
adueñarse
amodorrarse
antojarse
arremolinarse
arrepentirse
desinteresarse
dignarse
suicidarse