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LA MEDIACION COMO NUEVO PARADIGMA

DE ACCESO A LA JUSTICIA EN BAJA CALIFORNIA

ELÍAS MERAZ BARAJAS

DOCTOR EN ESTUDIOS LEGALES POR LA AMERICAN ANDRAGOGY


UNIVERSITY, HAWAII, USA. DIRECTOR DEL CENTRO ESTATAL DE JUSTICIA
ALTERNATIVA DEL PODER JUDICIAL DE BAJA CALIFORNIA
(PERIODO 2009-2014).

eliasmer2104@hotmail.com

CONTENIDO: 1. Introducción. 2. El acceso a la justicia como derecho fundamental. 3.


Los costos del acceso a la justicia. 4. El nuevo paradigma constitucional. 5. Los
mecanismos alternativos en Baja California. 6. Conclusión. 7. Bibliografía.

1.- Introducción.

2.- El acceso a la justicia como derecho fundamental.

Hemos de señalar que, el Estado es quien tiene entre sus facultades la de administrar

justicia. Es una facultad excluyente y exclusiva, que se encuentra al margen de los

intereses particulares, corresponde a éste como facultad y obligación, procurar seguridad

jurídica, establecer y vigilar el ejercicio efectivo de las reglas de juego en sociedad,

impedir los abusos, estando al servicio de todos sin distinción alguna y brindando los

mejores servicios esenciales a los gobernados.

Sin la presencia de un órgano capaz de restituir los derechos de los ciudadanos,

enfrentaríamos la inevitable degeneración de la sociedad y regresaríamos a los tiempos

en que la justicia se ejercía de manera arbitraria y en forma de venganza privada, baste


recordar que en un principio, aquellos abusos trajeron como modificaciones al orden

jurídico de la época, la ley de talión, “ojo por ojo y diente por diente”.

Pero que debemos entender por acceso a la justicia: Horacio Lynch, citado por Alejandra

González Rodríguez y Santiago del Carril en Foros de estudios sobre la administración

de justicia, septiembre de 2005, la ha definido como “un acceso de todos a los beneficios

de la justicia y del asesoramiento legal y judicial, en forma adecuada a la importancia de

cada tema o asunto, sin costos o con costos accesibles, por parte de todas las personas

físicas o jurídicas, sin discriminación alguna por sexo, raza, posición económica o

religión”. Se trata de un derecho fundamental, que debe garantizarse sin lugar a dudas.

Mauricio Rossi Gerard, señala que “este derecho tiende a aliviar una de las expresiones

más dramáticas de la pobreza, la pobreza legal producto de la ignorancia de sus

derechos de amplios sectores de la sociedad, que les impide hacer uso material de la ley

y de sus instituciones. Este derecho exige, en su concreción, que no sólo se proporcione

una asistencia judicial que garantice un debido proceso por la vía de la igualdad de las

partes en el ejercicio de sus derechos, sino que además, se entregue un servicio integral,

formativo e informativo, que permita a los ciudadanos el conocimiento jurídico necesario

para comprender el alcance de sus derechos1.

Tal situación, obliga a hacer una reflexión consistente en determinar si el poder público,

por medio sus órganos jurisdiccionales, es el único medio de acceso a la justicia o si es

1 Rossi Gerard, Mauricio. Acceso a la justicia. Publicado en: http://www.monografias.com

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posible la utilización de medios alternativos como una herramienta eficaz para la

resolución de conflictos, y que ayude a la superación de la crisis por la que, a decir de

algunos sectores de la sociedad, a traviesa la Administración de justicia.

3.- Los costos del acceso a la justicia.

Los costos del acceso a la justicia en nuestro país, está determinado por una serie de

factores que tienen que ver con el contexto social en el que se resuelven los conflictos

jurídicos en particular y los conflictos en general. La inequitativa distribución de la

riqueza, se presenta como uno de los factores que al generar una sociedad polarizada,

determina las deficiencias en el acceso a la justicia, ya que no toda la población es capaz

de asumir los costos que representa acudir a los tribunales en busca de solución a sus

conflictos.

Esta dificultad, que tiene que ver con múltiples factores, presenta dos vertientes: la

primera, se refiere al análisis de la manera en que el entorno social permite o dificulta el

acceso a la justicia; la segunda, examina el posible efecto del sistema de impartición de

justicia sobre la estructura social.

El principal costo en un litigio son los honorarios del abogado. Estos se rigen por las

leyes del mercado: la asesoría jurídica de alta calidad tiene un precio elevado, ya que

hay una oferta insuficiente que se enfrenta a un exceso de demanda. La hora de trabajo

de un buen abogado se cotiza aproximadamente entre 300 y 600 pesos, dependiendo

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de las características del asunto. En términos de salario mínimo, esto significa que el

costo de una hora de trabajo del abogado equivale entre 21 y 42 salarios mínimos diarios

o entre 168 y 336 veces lo que perciben los trabajadores más pobres en una hora. De

ahí que en la práctica muy pocos tengan acceso real a estos servicios (véase Clemente

Valdés S. "El acceso a la justicia en México", en La Jornada, 3, 10, 12 y 13 de marzo de

1993, pp. 35, 21, 39 y 13, respectivamente).

Sin embargo, además de estos abogados de excelencia existe una amplia oferta de

titulados en derecho. Esto significa que casi siempre se podrá tener acceso a algún tipo

de asesoría jurídica de acuerdo con las posibilidades económicas del cliente, aunque

debido a la creciente tecnificación de los procedimientos judiciales, los abogados

litigantes no necesariamente tienen la preparación adecuada. Esta situación se ha

traducido en graves desigualdades en el sistema de impartición de justicia.

La asesoría jurídica a la que tiene acceso el promedio de la población es entonces

bastante deficiente. Es común que los abogados no reúnan las capacidades necesarias

para elaborar con profundidad y sagacidad la defensa del cliente. En la práctica se

pierden muchos juicios por descuido o ineficiencia de los abogados. En algunos casos

extremos, existen abogados que aceptan la defensa del cliente, cobrando una tarifa

relativamente pequeña, pero no se ocupan mínimamente del asunto. En estos casos, las

probabilidades de éxito son invariablemente nulas.

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Por otro lado, el hecho de que exista diversidad en la calidad del servicio que prestan los

abogados, rompe un principio fundamental de todo sistema de impartición de justicia: “la

igualdad real, y no solamente formal, entre las partes”. Como señala Mauro Cappelletti,

la forma de asegurar un efectivo acceso a la justicia depende sustancialmente de que

las partes en conflicto tengan "igualdad de armas" (equality of arms), de modo que el

resultado final del litigio dependa exclusivamente de los "méritos" o aciertos jurídicos de

cada parte, y no de factores externos como la mayor disponibilidad de recursos

económicos de alguna de las partes que le asegura una mejor asesoría jurídica que a la

contraparte. Asimismo, dicho autor señala, que si bien las diferencias entre las partes no

pueden erradicarse por completo, todo sistema judicial que pretenda ser realmente

efectivo, deberá implementar los mecanismos que vayan aminorando tales diferencias.

Lo anterior, sin considerar los obstáculos tradicionales que impiden a los gobernados el

acceso a la justicia pronta y expedita: Económicos, temporales, físicos y técnicos.

4.- El nuevo paradigma constitucional.

Históricamente el manejo de conflictos en las sociedades ha respondido a dos modelos

aparentemente excluyentes, pero que en otras ocasiones se han complementado. En

uno, quienes tienen el conflicto lo manejan y tratan de resolverlo por sí mismos. En el

segundo modelo, una autoridad resuelve los conflictos.

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El texto constitucional, previo a la reforma, adoptaba el sistema de que los conflictos

deben ser resueltos por autoridades, estableciendo la prohibición de que nadie puede

hacerse justicia por propia mano y que serán los tribunales quienes administrarán

justicia. Sin embargo, con la reforma al artículo 17 de la Constitución de 2008, al

establecer que “las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de

controversias”, da paso a un nuevo paradigma de acceso a la justicia, al permitir que las

personas puedan resolver sus conflictos sin la intervención de las autoridades, vistos

como un mecanismo complementario al servicio de la justicia tradicional.

5.- Los mecanismos alternativos en Baja California.

En Baja California, preocupados por contar con una administración de justicia moderna

y eficaz, acorde a las necesidades actuales de los ciudadanos, el 19 de octubre de 2007,

se promulga la Ley de Justicia Alternativa para el Estado de Baja California, considerada

de orden público e interés social y de observancia general. La cual, tiene por objeto

regular y fomentar el uso de los medios alternativos a la justicia ordinaria, para la

prevención y solución de controversias entre personas físicas o morales, cuando estas

recaigan sobre derechos de los que puedan disponer libremente.

De tal forma que, el acceso a la justicia a través de los medios alternativos de resolución

de controversias, se cristalizó con la inauguración el 20 de abril de 2009, del Centro

Estatal de Justicia Alternativa, cuyo objetivo principal es el desarrollo y la administración

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de un sistema de medios alternativos de solución de conflictos, a través de la mediación

y la conciliación, en los términos del artículo 22 de la Ley de Justicia Alternativa para el

Estado de Baja California, así como la prestación del servicio de orientación sobre las

instancias jurisdiccionales competentes para resolver los conflictos de carácter privado

que se susciten entre las partes, cuando no obtengan un arreglo satisfactorio mediante

los medios alternativos y toda actividad tendente al desarrollo de la cultura de la justicia

alternativa. Unidad, que se erige como un órgano auxiliar del Poder Judicial del Estado.

El Centro Estatal de Justicia Alternativa, es competente para conocer de las solicitudes

que de actos controvertidos hagan los ciudadanos, en las materias familiar, civil y

mercantil, y en general, todos aquellos planteamientos que no constituyan delitos graves

o bien se trate de asuntos en los que sea viable la mediación o conciliación.

6.- Conclusión.

Los medios alternos de solución de conflictos, se erigen como el camino hacia una cultura

de la paz, en la que los ciudadanos aprendamos a formar parte de la solución de nuestras

diferencias, sin que ello implique una confrontación violenta.

La mediación y conciliación, se materializan a través de procedimientos en los que las

partes son los protagonistas y co-protagonistas de los mismos, y la figura del mediador,

aparece como guardián del procedimiento, quedando en manos de los protagonistas la

solución definitiva del conflicto. Estos medios tienen la ventaja de la celeridad, la

inmediación, la especialización y conllevan un enorme ahorro en la actividad

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jurisdiccional del Estado.

Los métodos alternativos de solución de conflictos constituyen una eficaz ayuda para

lograr que la justicia se administre pronta y cumplidamente, con lo cual, se refuerza la

democracia, la paz y la convivencia social. Además, el empleo de los medios

alternativos de solución de conflictos contribuye, como ha quedado señalado, a

fomentar una cultura de la paz, del diálogo, del arreglo, lo que permitirá una disminución

en el uso exagerado del litigio.

Por último, creo oportuno retomar las palabras pronunciadas por el Papa Pablo VI,

cuando reflexiona sobre la paz: Es difícil, pero es también indispensable, formarse el

concepto auténtico de la paz. Difícil para quien cierra los ojos a esa primera intuición que

nos dice que la paz es una cosa profundamente humana. Este es el mejor camino para

llegar al descubrimiento genuino de la paz: si nos ponemos a buscar dónde nace

verdaderamente, nos damos cuenta de que ella hunde sus raíces en el auténtico sentido

del hombre. Una paz que no sea resultado del verdadero respeto del hombre no es

verdadera paz. Y, ¿cómo llamamos a este sentido verdadero del hombre? Lo llamamos

justicia.

6.- BIBLIOGRAFIA

1.- DIAZ, LUIS MIGUEL, ¿Artículo 17 de la Constitución como opción al orden jurídico?

IIJ, UNAM, 2008.

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2.- GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús. El derecho a la tutela jurisdiccional, 3ª ed., Madrid,

Civitas, 2001.

3.- ROSSI GERARD, Mauricio. Acceso a la justicia. Santa fe, Argentina, 2005.

4.- SANDRA Elena, Alejandra GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Y Santiago Del CARRIL. El

Acceso a la Justicia en América Latina. Fores – Foro de Estudios sobre la Administración

de Justicia – Septiembre 2005. Extraído de:

https://foresjusticia.files.wordpress.com/2016/02/acceso-a-la-justicia-en-amecc81rica-

latina-2005.pdf

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