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CONTRI BUCIQN ES A U NA

Presentamos aqui uno de los textos más iníluyentes del


siglo XX. Publicado en los alias 1901 y 1902, y leído
con admiración porJamesJoyce, $or Sãmuel Beckett, y
por anarquistas como Gustav Landauer (bnflüztcülm
a na aüica &Z Ze7zW#enega hasta la demolición del
lenguaje practicada por el Grupo Vienés a partir de los
aííos 1950.Fritz Mauthner(1849-1923)pone en doida
de maneta radical la capacidad del lengu4e pam el
conocimiento, para ref]çjar de manera cabal la reah-
dad. EI lenguaje deforma nuestra percepción, engen-
dra fãlsedadesy supersticiones,crea dioses e ídolos y
cerce, a todo esto, un poder. Para Mauthner, es peren-
torio y liberador enâ'enxame a este hecho con lucidez.
La traducción del presente texto, publicada original-
mente en 1911, fue realizada por el poeta espafíoljosé
Moreno Mima,muerto en el exílio mexicano en 1955.

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'l SBN 84-2S4-21 65-9

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Fritz Mauthner
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© Contribuciones a una
crítica del lenguaje '..J
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'H'aducción:
José Moreno Villa
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índice
Versión espaãolade JosÉ MORENOVILLA de la obra de FRITZMAUTHNER
Beitrãge zu einer Kritik der Sprache: Wesender Sprache
Felix Meiner, Leipzig 1901

Fyitz Mauthner 9
EI traductor !5

Í7
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BibliograHa

PRÓLOGO A L.ASEGUNOA EDICIÓN ORIGINAL (1906) 21

ÍNTRODUCClóN
'''-~.-'

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Z)isejio de/a cub/errcz. ÂMBAR COhdUNICAC{Ó VISUAL 1. Esencia de! lenguaje
11. Lenguaje y socialismo
67
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111. Realidad del !enguaje


n. '

lv Errores a causa de}lenguaje 73

--«-..+''
V Valor del lenguaje 89

'..n,/'
w. Arte de la palabra 109

WI. 161
Poder del lenguaje
wil. Superstición de la palabra 165

lx. 183
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Pensar y hüblíu'
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© 200}. En\presa Editorial Herdei. S.A . Barcelona
\...,..' © 2001 de ia traducciõn. Josê Moreno Nieto

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La reproducción total o parda! de esta õbm sin el consentitniento expreso
'-...P' de ]os titularesdel CapyrlgÀ/ está i)íohibida al amparo de la legislación vigente

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'L' Imprenta: LinFKI)ÚpLEX


Depósito legal: B- 6.673 -2001
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Prihted iti Spain
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Fritz Mauthner

PI'csentamos aqui uR texto de un pcrsonajc po]iracético, HJ]Ósofo,crí-


tico, periodista, novelista y dramaturgo, que vivia al margen del mundo
académico y, sin embargo, ejerció una enorme inHuencia en e] campo
de la literaturay la filosofiaen el transcursodel sigla xx. Nacióen
Horice (Bohemia) e] 22 de noviembre de {849, mijo de un fabricante de
tejidos judia. La família se traslado en í855 a Praga, donde l+itz
Mauthner cursa estudios de primaria en una escuela judia, ingresó lue-
go en el instituto de enseõanza secundaria de los piaristas y más tarde
en ei instituto de la Mole Strana. Estudió jurisprudencia en la universi-
dad de Praga, pera no [erminó sus estudios y empezó a trabajar en 1874
en un bufete de abogados. Por estas fecham,decidia dedicarse a la litera-
tura y escribió una primera versión (desaparecida) de la C'dlica de/ /en-
õnua/e.En 1874,trás la muerte de su padre, se pubjicaron sus pi'iilleros
textosperiodísUcos y narrativos y se esü'enó su obra ,4na en el Z)eülscAes
Kõnlg/ic/zesLa/zdeslAealerde Praga. En 1876se traslado a Berlín, donde
trabajó como crítico tear'al y contrajo matrimonio con Jcnny Ehrenbtirg.
Publicó pal'odiar (S({gú/}nzode/osce{/abres),relatos, ensayos, ia novela #/ ''.....P'

nuzeuo ,4/za.quero,
fündó la«Sociedad de los no Inconvencionales», a la que ' -q...Hr

pertenecieron Maximilian Harden, Otto Erich Hartleben y Gerhart


[[aupt.mann. Pai'ticipó en }a jtinLa dil'êcUva dc ]a/'} cie /yii/i/l.cy c]c ki /Vede
\n..,r

J Pele b/AsbüãneEn í889 entabióamistadcon Custar Landauer,quien ,,P"

seria su colaborador. En 1892 empezó a escribir las ConlNóuciones a üna '-»../""

cdfica deZ/ezzgiz(#Dos nãos más tarde publico la novela policíaca


,6bema A partir de í 896 (aõo en que murió su mujer y é] pasó a ser crítico
'"h. ''

tear'al del BerZiner7Zzgb/all),se concentra en el trabajo en la CN#ca deZ ''h.d':

Ze/ZWyaEn 1901se publicaron los volúmenes primero y segundo de esta '''-b...r..'

obra y en ] 902, el terceto. Escríbió un ensayo sobre Spinoza, editado en


'........./

1906. Conoció a Hedwig !!:el1l, con quien ]rabajó en e],aigCÉ929dg.de./i-


/os(z/ya.Con dia se ü'asladó a Meersburg, a ori.lias del lago Constanza, y '-- j''

con e]]a contrato maü'imonio en {910. En í9]2 pubiicó }a novela La zZ/fí- '-n "

/}mmoer e de Gczulcz/7Ziüda La Primera Guerra Mundial provoca una ':;b''.

importante cona'oversiacon Gustav Landauer: Mauthner apoyaba la po-


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9
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Mauthner es, por cierto, uno de los pocos filósofos citados en el


Iftica bélica de atlsb'cacosy alemanes, mientras que Landauei era pro' H'actaluzs zogico'phi/osophÍcus de Witlgenstein, concretamente en 4.0031
fundamente contrario a la guerra. La cona'oversia acabo en ruptura en («Toda Hilosofíaes "crítica del lenguaje". Eso sí, no en el sentido de
] 919, cuando Landauer participo en la República Soviética de Múnich. Mauthner.»). Desde luego, la objeción de Wittgenstein no es gratuita, ya
Mauthner publico en 1920 el primer tomo de E/ czreúmoy sü hfs/oNa en que las diferencial son proíllndas. Según Mauthner, el lenguaje se mues-
Decide/zze(hasta 1923 aparecieron tres tomos más). Murió el 29 de judo tra incapaz de ser imagen de la realidad. Wittgenstein, en câmbio, deli-
de 1923en Meersburg. Dos altos más tarde se publico su obra póstuma, mita el espacio del lenguaje, quiere salvado para la ciencia y dec]ara ]a
ires imdgenes del mundo. imposibilidad de hablar con propiedad y precisión de lo otro, lo «mís-
Mauthner, judío, nació y se crio en un ambito marcado por los con- tico». Para Mauthner, e] lenguaje de la ciencia no ;acierta a reílejar la
flictos nacionales. Se consideraba perteneciente al «pueblo alemán'-, cuya realidad y la língua solo serve,a lo sumo, para la poesia por su poder de .-'l:-i':i

cansa apoyíiba cn cl conllicLo, aun(luc ci'a lambién conscicnLc dc (luc evocación. Aun así, los paralelismos enü'e los dos filósofos son notables
este «pueblo- jamás lo admitiria plenamente en su seno. Esta situa- en mu caos aspectos.
'..-' ción se rellejó igualmenteen su interés por el lenguaje. «No entiendo EI pensamiento de Mauthner viene de Mach y de Nietzsche. Com-
--doce--quc un judío nacido en una región eslava de Ausb'ia no se vie- partía con Mach la oposición a todo universalismo y esencialismo; solo
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ra ímpulsado a investigar el lenguaje. En aquella época aprendia-. u'es aceptaba lo fenoménico y la mesma deüinición que Mach utílizaba para
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[enguas a] mesmo tiempo: el alemán como lengua de los funcionários, los cuerpos, las cosas y el yo («complejo de sensaciones,), por ejem-
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de la cultura, de la literatura y del trato cotidiano; e] checo colmo]engua plo, él la aplicaba al lenguaje. También en su concepción de los «senti- .'':;:ei:

de los campesinos y de las criadas, como lengua histórica del glorioso dos accidentales»se observa la impronta del físico austríaco. Por obra
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reino de Bohemia; y un poço.4e hebreo como lengua sagrada del Antiguo parte, Mauthner füe un gran lector y admirador de Nietzsche, quien anü-
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Testamento y como fundamento del A/ouse/zeZdeüZsch que hablaban cipó muchos de sus pensamientos. Frases como las que encontramos
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los judíos vendedores de trastos viemos,pero también algunos comer- en EZ crepzZscü/ode ZosMolas podrían peifectamente halJarse en Mauthner
ciantes bien vestidos de su ambiente y~ciertos miembros de la parentela.»
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'-......../ («EI lenguaje, por su origen, pertenece a la época de la forma más rudi-
Podría decirse que Fritz Maüthner dedico toda ]a vida a su proyecto mentaria de ]a psicologia-. -Esove agentes y acción en todas partes:
principal, la crítica del lenguaje. En 1874ya escribió Z)er Spray/zscArec# eso cree, en general, en la voluntad como causa; cree en el "yo", en el
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~..,/
[EI espanto de la lengua], texto desaparecido, y su obra póstuma, H'es yo como ser, en el yo como sustancia y proyecta la fe en la sustancia-
'-.../' im(!ge/zesdel mundo, también está dedicada a estetema. Pese a los rece- yo sobre todo las cosas-. Mucho me temo que no nos desprendemos
ios que despertaba en el mundo académico, no se encontraba solo en su de Duos porque aún creemos en la gramática-.»)-
interés y en sus dudas hacia el lenguaje. Por las mesmas mechasen que Las Conlrtbucíonesa üna cólica deZZerzgu(de constan de tres volú-
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publicaba su (Jrífica, aparecia también la Cada de Hugo von menes (y de más de dos mil páginas en total). EI primer volumen está
Hofmannsthal. La problemática del lenguaje se convirtió en uno de dividido en dos partes(.Esencía deZZerzgzzaye
y Sobre psicologia) al igual
los ejes centrales de la literatura y del pensamiento en Austria: está pre- que e] terceto(Lelzgua#ey gramdüca y Le/zgzzaÜe y lógica) La presente
sente en Kart Kraus, en Musil, en Wittgenstein, en Ingeborg Bachmann,
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traducción corresponde, de hecho, a la primera parte del primer tomo,


en Peter Handke y en muchos otros. Sin embm'go,el influjo de Mauthner o sea, a Esencia deJ /engua/e,un texto que estab]ece]as ]íneas princi-
no se ]imitó a Ausü'ia o a] ambito de habla alemana: Joyce, por exemplo, pales del pensamiento de Mauthner.
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se sentia atraído por su pensamiento, pedia a Beckett que le leyera en Mauthner considera que la crítica del lenguaje no es un análises lin-
voz alta nagmentos de ConlHbücioizesa üna cHlíca deZ/e/zgüa/ey plas- güíslico, sino la puesta en duda radi(nl de ]a capacidad de] lenguaje para
ma algunas de los postulados mauhnerianos en su /Innegans }maÀe.A renejar ]a realidad. En su Z)iccíonaHo de./ÍZos(zHía,
seõala: «La üilosoHa
su vez, e] propio Beckett, inlluido por Mauthner, menciona, por ejemplo, es teoria de] conocimiento, la teoria del conocimiento es crítica del len-
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a nuestro autor en un texto titulado radio /l.


11

10
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realizada por Mauthner abre el camião para e! nuevo misticismo y para
guaje, y la crítica del lenguaje es U'abajar en ]a idem]iberadora de que
una nueva acción fuerte.» En e] discurso fúnebre pronunciado u'as la
las personas, con las palabras de sus lenguas y con las palabras de sus
muerte de Landauer, Julius Bab resaltó esta relación enu'ecrítica del
Hnósofos,nunca irán más alia de una representación irónica del mun-
lenguaje y anarquismo: «La mass de los seres humanos está empobre-
do.» Hemos heredado el lenguaje, estamos sometidos al poder de las
cida por la injusticia de la economia capitalista. Esta solo vive gradas a
palabras. «Nosotrosvivamos en nuesüo lenguaje así como una escuela
la violencia del estado que la protege. Pelo équién protege, quien man-
en una iglesia vieja-.» Nuesü'o conocimiento del mundo a través del len-
tiene, quien anima la violencia del estado? Nada, esa es la respuesta
guaje está distorsionado, deformado. Los dioses son meras palabras y de Landauer, nada más que nuestra locura, nada más que la supersti-
las palabras actúan como dioses. Su poder es fuso. EI lenguaje solo vene-
ción de los hombres, que la adoración absurda de palabras altisonan-
ra superstición. «Nuestra presente concepción del mundo-. no es para tes. La ]iberación del yo humano de esta superstición es, a juicio de
nosotrosreligión solo porque esta concepción del mundo, la nuestra, es
Landauer, lo primero que hay que haver. Por eso fue Fritz Mauthner,
la actual...» EI lenguaje es una maldición: «La idea de que el lenguaje
el destructor crítico de la superstición lingüÍstica, un aliado tan inesti-
sea ineficaz para cualquier esfuerzo mayor havia el conocimiento nos
mablepara él-. Este era el anarquismo de Gustav Landauer: liberar al
debería haver más precavidos en su uso-. E] nos ha vendido descara- hombre de ia locura de la idea del estado...»
damente; ahora ya le conocemos-. EI lenguaje es el látigo con que se Todos estas aspectos de la obra de Mauthner influirían luego de
füstigan los hombres mutuamente para el irabajo. Cada dual es colchete
maneja decisiva en la práctica y el pensamiento del Grupo Vienés, que
y vasallo. EI que no lleva el látigo y no grita bafo sus golpes, se llama se formo en los nãos cincuenta y marco durante décadas la literatura
perto mudo y malhechor y será descartado.» ausü'caca.Pertenecíana dicho grupo los autores H. C. Artmann, Gerhard
De la demolición del lenguaje practicada por Mauthner solo que- Ç\-«,-

Rühn, Konrad Bayer, Oswald Wiener y l+iedrich Achleithner. Dos filó-


dan, a la postre, la poesia y el silencio. «Retener el contenido de concepto
sofos desempeíiaron un papel determinante para su evolución (en par-
de la palabra es imposible a la larga; por ello es imposible el conoci- ticular, para la obra de Oswald Wiener) :..hudwig Wittgensteiny Fritz
miento del mundo por medio del lenguaje. En câmbio es posible reLe- Mauthner.
ner el contenidode sentimienLOde la palabra, y por ello es posible un
Para el Grupo Vienés, «ocupasse del lenguaje es la forma funda-
arte por medio de la palabra, una arte de la palabra, la poesia., Y: .'Los
mental de ocupasse del ser humano» (Gerhard Rühm). De ahí tam-
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lenguajes culturales han perdido la facultad de servir a los hombres para bién los intentos de «obligar al lenguaje a una aproximación óptima a ''h ./

comprender fuera de quatro rudezas. Seria tempo de aprender a calçar.»


la realidad, (Oswald Wiener). EI grupo llegó hasta el limite de conside-
Así como Mauthner ocupaba una posición marginal en el ambito de
rar que desembocarían en una mera presentación de objetos para eli-
la Hilosofía,tuvo a un defensor acérrimo en ]a persona de Gustav Lan-
minar cualquicr ambig(lcdad en el lenguaje. Por OU'aparte, sobre Lodo
dauer (1870-1919),e] anarquista, escritor, pensador y miembro del gobier-
Oswald Wiener llega a la conclusión de que el lenguaje ejerce un domí-
no revolucionário que se estableció ftlgazmente en Múnich en .[919. '1Fas
\

nio y resu]ta un instrumento de] todo ineHlcaza ]a hora de reflejar la rea- '"Ç; .'

la derrota de la revolución, murió de maneja aü'oz el 2 de mayo de ese


lidad. La crítica del lenguaje es el elemento central de su novela La /nze/o- "'.:.''
mismo aõo: acabo linchado, pisoteado a muerLe por los soldados.
ra de Cena'oeüropa «EI lenguaje es incomprensible», sefíala allí Wiener.
Landauer fue un gran divulgador de la obra mauthneriana.En '- ..'

No es capaz de expresar un hecho: «En mi lengua falta una palabra para


Esceplícísmoy míslíca seõala to siguiente: «EI hombre a quien la crítica expresar lo que hace una cinta elástica tensada cuando uno la tape en
/
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del lenguaje fundada por Fritz Mauthner ha cautivado y liberado sabe el centro de su extensión longitudinal-.». Criticando a WiUgenstein, seóa- '-h.P/

que sueca quando intenta arear una imagem del mundo. éY no saben
ki: «y sí algtiicn di('c quc cl significado dc un palabi'a cs su uso cn el lcn-
todos quienes han inventadoexplicar sus suefios con palavras quc lo guajc, es muy simpático de su parte y sin duda está dicho con toda la
". .:

menorse derretey se diluye en las manos quando pretende concentrar- buena intención, pelo nosotros aíiadimos a voz en cue]]o: ]as palabras
ão en e] ]enguaje?- .Para mí, ]a gran obra de escepticismo y negación

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junto con su uso están inseparablemente ligadas a la organización polí- EI traduz:tor
-::bi.
tica y social, son esU organización-.» Por eso, la «rebelión contra el len-
guaje es una rebelión cona'a la sociedad». No hay manera de escapar de
este «nudo inexü'icable de lenguaje, estado y realidad, de esta sagrada
Uinidad,. «-. cuando se consegueacuííar una "opinión" en el lenguaje,
[a "opinión" sirve a] estado».Quien se expresa a través de] ]enguaje
es un «pensador estatal». rosé Moreno Villa (1887-1955),poeta, ensayista, articulista y pin-
La saladano es el silencio como en el caso de Mauthner (o Witt- tor, amigo de Luas Cernuda y de OctavioPaz, se formo entre dos gene-
genstein), sino e] acto. De a]]í ]a re]ación de W]ener con e] anarquismo, raciones, ]a de] 98 y ]a del 27. Era, en e] findo, cercano a ambas. Para
su reivindicación del acto anárquico, del acto surrealista, que se plas- Cernuda, la lengua espaüola moderna se inicia precisamente con la
ma luego en su relación con el accionismo vienés. Uno de los momen- publicaci6n de Garça en 1913,por cuanto rompe con la retórica moder-
tos cumbre de esta asociación se produjo en judo de 1968,en plena efer- nista. Gran conocedor del romanticismo alemán y de la poesia de
vescencia de[ mayo ]rancés. La ]?ederación Socia]isLa AusLi'faca de Mombert, por ejemplo, Moreno Vida pemlaneció vários alias en Alemania
Estudiantes organizo en la universidad un acto que provoca un enorme a princípios de signo.Otras obras publicadas en su época espaõola fue-
escandalo: participaron, enu'e otros, Otto Muehl, Peter Weibel, Günter ron Jacinla ZaPelín'o/a (1929), .f'uenlesgeleno acabam(1933), SaZón sín
Brus, el masoquista Laurids y Oswald Wiener, quien pronuncio una con- muros (1936). En 1937se exilió en México, donde destaco como uno
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ferencia, inaudible debido al alboroto,sobre conciencia y lenguaje. EI de los autores espaüoles que más escribieron sobre aquel país. Dedico
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ajunto acabo ante ]os tríbuna]es. A]gunos de ]os actores fueron conde- textos a la arquitectura y a la pintura, a ]a artesanía y a ]as costum-
nados, otros represaliadQS en sus puestos de trabajo, la organización bres, a la lengua mexicana: Corvzucopiade Mézíco, ]VEieuacora!zcoPia
estudianUI acabo diguelta y Oswald Wiener se marcha a Berlín y se reti- mexicana, Z,o mezíccznoen !as anos pZ(ísücas,etc. Enb'e sus traduccio- ;'i

ro de la vida literária. nes es preciso nombrar Lücinda de F. Schlegel (1921), Corzcepfos/un-


'-...,/
E[ silencio, ]a poesia y ]a acción revo]ucionaria son ]os ü'esvectores damenZaZes de Za hísloNa deZ erre de WõlMin (1924), SeãoNla ÉIJse de

\-...''
que emergen de ]a obra de li'r'itzMauthner, un autor empeílado en poner Shnitzler (1945), Charro poemas de Goethe (1948)
en duda de madera radi(nl uno de }os fundamentos aparentemente intan- La revisión de su ü'aducción de ConfHbüciones a üna cHfíca deZZen-
'\.-';
gibles de la vida social humana. La línea iniciada por él llega hasta gEla/e(publicada en 19t l por Danie] Jorro, Madrid) se ha limitado a eli-
'\....,/' Oswald Wiener, quien, a su maneja, también hizo realidad esta tríade. minar errores y a introduzir algunas correccíones de carácter sobre todo
\,....,' conceptual, pera sin tocar los rasgos característicos del estilo de José
Moreno Villa, que responden a una época y, en particular, a una época
--.,'
de la traducción. rosé Moreno Villa seguecon enorme Hldelidadel texto
'--...,/
dc Frita MauLhncr, forzando a veces la sintaxis casLellanapara acomo-
\M.''
daria a la alemana. Algo similar ocurre con el uso de ciertos términos,
uaducidos con total literalidad. Por otra parte, también se han retocado
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los nombres de autores cxtranjeros (que Moreno Villa siempre «caste-
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llanizaba», como era habitual en su época), así como los signos de pun-
tuación.
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14
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esp. Alianza, Madrid 2000).

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alar'ksima Pünceps, Maa;imum.ft'ucturT}percipi scHptorum. qual ante-
hclc in tecem edidi, quod ea perlegeredignava sis; quodque eorum occa-
síone fn nofíZiam zzmmadmissm, fazesdores luas essecognouerim, ür e re
gentis huríwnae essepunem,eas secutis in eacemplumproporti Non dece-
Í
ret me uel aduLari uel aliquid non satis perspectum ctffimLare praesenim
hoc in Loco, in que ueritatis.fundamenta jacere corLaturus sum; et seio,
non c\Bectatum aicsimples Phitosophi judicium generosas modestiae tuas
grafia.s/ore, qüan magia ezomalas bZandíor7zmADmiRam Zaudaüones.
Quapropter ea tantum scribam, qual Dera esse,ratione uel ezpeHentia
connosco, et hic in ezordLo modemmodo, ac irt loto reliquo !abro, phito-
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sophabar-.
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Cumque considero Zannadam efpageclam rer'zlmomníüm cognifio-
\.../.-
:q'. llem nora esse in aliquo Gymnosophista jant serie, qui multas anhos ad
\.W/." corLlernplandum [tabueri[, scd irt ]'rinc]pe puella, qual.forma et aetate

.../''
non caesiam Mlnteruam, aut aliqunm e= Musas, sed potius Ctmdtem rdert;
.-:«
/zonpossam ín stzmmam admírutíonem non rapé. Z)enique non lanfüm
'-.--"" .-...:;.
e= pal'Lecognitiones, sed eLium e= parte uotuntutts, nihtt ad absolutas et
'-../' szzblimemsapíenliam reqüirí, quod non in moríbüs füfs e/uceal, ani-
'"-b".../
maduerto. Hpparet enim in ilLisexímia quaedam cum majestadebenig-
nitm et mansuetudo, perpetuislortunae injuüis taccesita, sed nunquam
eJJerata nec Jracta. Haecqueita me subi deuinacit,ut non modo
'-.n.,/

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Phitosophiclm hanc mean sapientiae, quem in te suspicio, dicandam et
\....,/ consecra/zelam p lêem (guia nempe Ipso ní/zíJ a/í ld est qüam sfudium
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sapientiae), sed etiam non magia Phitosophus audire selim, quem.
Clarbsimae Clelsitudinis tuas.

\.,.- DeuoEksimus cultor,


DESCARNES
(Principia Philosophiae: Epístola dedicatoüa)

ê
"' .a/

.......,."
19

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::K./'
l)i-r)logo ii lii s(.gtiii(lit (-(li('ir)ii (l(\ (-stc loiilo

He puesto honrado empeno en mejorar lo que se me antojaba deüi-


cienLe y capaz de enmíenda. En más de cien lugares he buscada la pala-
bra gráfica o el término suave, la expresión más sencilla o más con-
\ incente. A más de cien lugares han acudido frases inadvertidas de
clásicos pensadores y resultados de modernos investigadores.
Adiciones de importância se encuentran en las páginas 63 (Lenguaje
dualista), 105(Eufemismo), 152(Arte de la palabra), 168(Música),
235 (Oratória), 289 (Mas Müller) y 303 (Pensar y hablar)
Como las adiciones y modilicaciones están repartidas en todo el volu-
men casa por igual, podrá seguirse, consultando el índice que acampa'
fia al tercer volumen, con solo aõadir 1-2 por pliego.
Yo confio en haber escogido un justo camino para una Hllosofia.Para
una crítica del conocimiento, ]a cua] es crítica de] lenguaje. Sigan otros,
prueben otros, el construir una vía regia en la mesma dirección havia la
crítica del conocimiento, que no puede ser otra .que crítica de] lenguaje.
O êesque para la nllosofla,como para las matemáticas,no hay una
tal vía regia?
La aparici6n de la segunda Usada seflala que muchos valerosos soli-
tários siguen ya mi incómoda dirección.
Enu'e la labor de esta segunda edición y la impresión de la prime-
ra mcdian sí)lo cit\co aços. Sin cmbai'go, ctlU-t'la hont actual y la época
en que fue escrita, o si se quiere la concepción de machas deducciones,
media lm período macho mayor; con fi'ecuenciu un período dc más de
u'einta aços. Algunos juicios, alguns serie de palabi'as, del primer ori-
ginal permanecieron invariables, con lo que yo eslava descontento.
Así considero como un respiro esta ocasión de recompostura, para poder
revirar aqui una imagen y anular allí una palabra fuerte contra ciertas
personas. Solo en el pensamiento fundamental me muestro incondes-
cendiente; en mi meteria, en la representación impersonal de mi ense-
ílanza cl'ético-linndlística,voy siendo, por e] cona'ano, cada vez más tenaz. "' ':

En la grau cantidad de disertaciones sobre mi obra, encuentro sola-


mente cinco o seis escritos, en los que sus autores restablezcanuna rela- '':b...,.

...r

21
ción con n)i pensamiento. Como es natural, completamente apai'te de si sional. Más aún. De muchos eruditos, cuyos uabajos ouveque evacuar,
esta !'clación ci'a an:iisLosa o {lo. l .a nulyot' })ai'Le de los ti'abalos pasaban no sé verdaderamenLeyo, pobre autodidacta, en qué universidad viven,
de] pensamiento capital de }a obra. no sé de este o de] otro si es que viven todavia o si es aún digno de «con-
Hasta la pequena circunstancia de que la crítica del lenguaje sea una sideración». EI signo marcadísimo del díZelantismo.Pues un cííletantees
ayuda para la teor'íadel conocimientoy una obra Hilos6Hcaescapoa la aquel que hace su trabajo por amor, por amor a] ü'abalo, a] ü'abajo, pre-
nluyoría dc los ci'íti('os. Ast nii obt'a, })ot'quc ('n cl Lítlilo llcv:i lii palabta cisamente, quc él hacc.
«lengiiaje», se encuenLi'aen bibliotecas y catálogos gajo la inscripción Subo un poco más, me torno más serio y continúo. Sin duda, no soy
«lllología».Algtmos ci'éticospt'olesionalcs, que bai'i'unLai'onuli conteni- experts en muchas ciencias a las que, para fundamento y ejemplinica-
do íjlosófico, porque no comprendieron capítulos enteros, demostraron ción de mi pensamiento, debí recurrir. No soy profesional en los ramos
con su HilosóHica crítica que elmos,en sus fllosóHicosestudios, no habían de la lógica, matemáticas, mecânica, acústica, óptica, asü'onomía, biolo-
falido de ]a usual ocupación con el pequeno Schwegler. gia de las plantas, fisiologia animal, historia, psicologia, gramática, lin-
Para aquellas explicativas, censuradoras, circunspectos indicacio- Élilistica índia, românica, germânica, eslava, etc. Tlace muchos af\osfoice
'"".--
lics dc los hombi'cs que esLabuii en rni ten'eno o le pisaban, estaca yo un cálculo. Yo necesito para mi u'abajo conocimientos de 50 hasta 60
"-..... ''
sinceramente obligado. A aquellos que no quieren o no pueden com- disciplinas, en las cuales hay actualmente diluídos conocimientos del
prender mi lenguaje, me seria imposible darles una i'espuesLadai'a. mundo. Para cada una de estas disciplinas precisa una cabeza acondi-
"%-n/
ùnicamente a dos reproches quieto ya contestar aqui: para aquellos cionada lo menos cinco afíos para asimilarse solamente los ftlndamen-
"'\-h...P.' que ]een solo el prólogo y no êl libro. Pues ambos reproches se debili- tos de un saber profesional. Yo necesitaría, pues, unos trescientos aços
' ."
tarían más con ]a ]ectura de] ]ibro que con ]a de aHrmacionesintro- de incesante trabajo antes de poder comenzar a escribir mis propios
ductivas. Los dos reproohes: que yo no soy un profesional y que yo no pensamientos; pues mis pensamientos tienen la incomodidad de no ob-
ofrezco un positivo y teórico sistema del conocimiento, sino solo nega- servar la posibilidad del conocimientodel mundo por el microscopio de
'\.....,/'

'~b ..#
ción y escepticismo nihilista. una sola disciplina. No soy tímido ante el ü'abajo. Yo hubiera ocupado
A la observación de no ser profeiional, deseo custoso, subiendo poço en ello custoso los trescientosaííos, no íntroduciendo, como se acos-
a poço, contestar como desde unü altura creciente de dos o trempisos. tumbra, ante un prob]ema de ta] magnitud para nada ]a medida de la
\-#'
Só[o que me tendo que detenei' en é] más bojo, para amortiguar ]a rasa vida humana. Pelo yo me decía: la suestede las disciplinas científicas,
'\-.,,'

que quiere romper sonora y soberbia. He oído precisamente también excluídas algumaspagas -es que sus mesmas leyes y verdades no duren
"\

esta observación, de que no soy pronesiona], de parte de unos jueces pro- uescientos alias; así pues, trás los trescientos aços de trabajo hubiera
fesionales que encuentran preciosa, útil e ínteresante mi investiga- sido siempre y únicamente experto en ]a última esEudiada disciplina, un
ción, adregando casaingenuamenteí«iPero es lástima que no sea un pro- díletanle en las disciplinas cuyos estudios quedaran unos diez o veínte
fesional!» En el concepto de rales seííores no soy verdaderamente un
'\h...r'

aços atrás y un ignorante en las demás. Por tanto, me tuve que decidir a
\-b../' profesional. No tengo empleo académico alguns. No tendré por mi tra- renunciar al profesionnlismoen todas las ciências que intewenían en
bujo ULulo ni nolnl)i'alniento. En esii prácbca cienUíica que se usa y no mi trabajo; tuve, humildemente, que circunscribirme a apropiarme de
es exclusiva en las universidades ãlemanas dedicadas a estudios lin- todas estas ciencias-ayudas, tantos conocimientos, en tres vedes nueve
güíslicos, no tendo yo cü/7Ícü/um uitae en regia trás mí, ni varrera ante
\....-''

dilTcilcs aflos, como crer precisos para la consecución de mi problema.


'\...P"'
mí. IZncl cottccpto dc t.unbondndosaincnte compasivos sciüol'cs,no soy, Mi problema. Yo tema uno. No soy ningún experto. Un nuevo y gran-
en verdad, profesional. No conozco las locales condicionemde cada una de problema, de propia elección: la crítica del lenguaje. Y otra vez vuel-
de las universidades en este ramo de habla germana ni de sus faculta- vo a subir en mi respuesta y quieto ser completamente serio. AI que-
des. No conosco de práctica ta politécnica de las tmiversidades. No hc
'b#'

rer prcscntar y desarrollar cl pcnsamienLu alia, dc que el conocimiento


''~-..#'

cstudiado nada dc este, no Luvatiempo pai'a ello. )lo no soy un pi'oí'e- del mundo por medlo del lenguaje es imposible, que una ciência del
: :í:l:l

''-.''
22 23

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':hi. .,f''
escolar de] Dr. Busse (Berlín, 1844, Real Gymnasium), está así registra-
mundo no existe y que e] ]enguaje es un chisme inútil para e} conoci-
do: «Sobre crítica del lenguaje». Un ensayo muy digno de ser lendo(casa
miento,lo quite haver de un modo concluído y convincente, claro y vivo,
no lógica y palabreramente, y para elmodebía S'o,como crítico del idio- un libro) de R. llaym (articulo «Filosofa» en la enciclopediade Ersch
ma, conocer el lenguaje eD sus profundidades y altlu'as, debía poder oír- y Gruber, 1848),trae bacia el final la siguientefrase: «Mientraslasfor-
mas de la especulación crezcan sobre su sueco (e] lenguaje), se han de
lo en boca del pueblo y poder seguir al investigador en su lucha por
los Conceptos científicos. En todos los ramos de trabajos cientíHjcosteria
aclarar por êste y reducirse a êste. EI lenguaje, por ello, se convierLe
t:ll (:l (!i-ilci'tt)íii:is (:('l'('iilit) l)iit'ii leis t:íilt'goi'Íris (l(. lii cs})(:(:tilii(.i('iii. l.ii gt'ii-
que poder compl'cnder los princípios dei u'abajo, dc} método y de lu lé)Bi-
ca o idioma especiales. Y ningún conductor, por pequeno, de uno cual- máUca comparada será para la nueva filosofia el compaílero de la lógi-
ca en ]a antigua, y ]a crítica de ]a razón se convierte en crítica del idio-
quiera de estas ramos especializados de Irabajo ha sentido en su seme-
inil». tlttn tcsis dorloi':il dc Si('gmtiitd T.{vy(13nnn, 1868). sc lilliln: «l.a
janza divina l:nní'ucr!.cmcnt.ccHIascr sac:id)ncomo yo. l,os princit)ios y
ci ÍLica dc la i'azóli pui'a dc Kaiil en su i'clacióii con la ci'laicadcl len-
el especial lenguaje de cada disciplina no son totalmente comprensibles
sin trabajar a rondo e] campo tota] de trabajo. Sin una sonrisa más, ouve
guaje».En Busse y en Leva no encontrará nadie un viso de lo que mis
lectoies y yo entendemos gajo «crítica dcl lenguaje». La sorprendente
quedecirme diariamente, con !a más amarga resig:nación,que yo no res-
It'ase dc l la)-lll sc ackti'ü poi' su pt'olundu ocupación con l kinlantt, l lcr-dct'
tava gostoso en los princípios, que con placer penetraria más alia, y que
no queria dar un mero paseo por las ciencias. Pero no me era permiti- y Humbold.
No tan seguro me encuenU'o en la refutación del segundo reproche:
do detenemie si queria executarmi trabajo. Junto a ninguna disciplina
quc yo no ofrezco un sistema positivo y redondo y que yo presento sin
podia yo permanecer como profesional. No tendo que dar cuenta algu-
made si isto se me hizo fácil o difícil. sistema. Pues mi insuperable y doloroso sentimiento me dice que, al
Ahora bien; me quiere parecer que estemi propio trabajo y también menos, la segunda parte de esta observación no es injusta. Esmotiene,
mi problema no füeron completamente inü'untuosos y que, por lo menos,
sin dada, conexión con las verdades precisamente ciladas hace poco-
Una mejor cabeza, cuyo saber no fuera parcial, que hubiera hecho el b'a-
de él ha salido, para agregasse a las oü'as disciplinas en las que no soy
bajo de estudio de trescientos aços sin envejecer ni morar, y que pose'
profesional, una disciplina más. Crítica del lenguaje. Aumentan los escri-
yera como saber actual, no envejecido, el tinto de este trabajo, --una Lal
tos en los que se habla de la crítica del lenguaje como de un nuevo ramo
cabeza no se hubiera repetido, no se hubiera contradicho, ni hubiera
científico. Y es una cosa completamente ajena a esta cuestión hablar de
hecho jamás un rodeo; hubiera dista'ibuido fina y ordenadamente todo
que uno de los nuevos expertos en esta nueva disciplina Lomó para sí la
documento en su obra paragráHtca.Aqui soy un poço irónico solamen-
prioridad, porque una vez escribió;
@

te. Conozco las ílaquezas de mi obra que, probablemenLe,son las fra-


@

-iSÍ, sí, el lenguaje» --o que otro coloque la crítica del lenguaje muy
g quezas de mi forma de u'abajo. De mi subjetiva forma de trabajo, quizá
alta y a mí me tape bajamente.
objeüvamente necesaria para mi tarea. Me reconozco mucho más lebre
Yo creo, sin embargo, caber trabajado afanosamente en esta nueva
del lenguaje que puede serio mi libro. Me había propuesto la consüuc-
profesión y en este no trilhado camíno. Y si yo fuera ambicioso, expre-
"'b..,...,'

saría el deseo de ser considerado como experts en esta nueva discipli- ción de una gran casa, de nuevo material y Dueto estilo.Cada línea del 'lh..

suevo estilo la tema que dibujar yo mesmo, cada piedra la tema que rom-
na que yo he criado. Pelo es muy justo y, en realidad, casa teleológica-
per yo mesmo de la roca. Yo sé, yo sé menorque nadie, que con ello ha
..,-P

mente empleable, que lo primero vendrá después.


sufrido bastante la arquitectura del conjunto; que un feliz continuador '4'qb -

W Y ya que he tocado una vez marcadamente la pregunta de la prio-


ridad, quieto en seguida citar escrupulosa y casa pedantementealgunos aproveche e] ]egíümo material y el nobre dibujo para una construcción
simétrica. Ahí --los donosque exigemlos ballenatos profesionales.
escritos, en los cuales se encontraban ya el pensamiento, o, al menos,
l\enuncio, puas, a la limpia presentación sistemática. Paro no con-
el término «crítica del lcnguaje». En esta mesma obra se hacen ya deci-
cedo la obligación de dar un sistema en la ci'íLica del lenguaje.
das indicaciones sobre Hamann, Fritz, Jacobi y Hebbel. Un programa
25
24
esta fhe la trágica maldición de grandes filósofos que, guiados por «Aquellos estudiantes cuyos libros están siempre colocados recta-
Ihlsos modelos, quisieron aportar un sistema en las ondeantes llamas mente, en cuyas habitaciones se ve siempre todo ordenado y limpio,
de sus ideal. Una maldición que se hízo visible en el esfuerzo de los de modo que cada cosa tenda su lugar, tienen un cierto tipo de fantasia
escritores históricos de Hilosofía,en los hombres ordenados que qui- que les es muy perjudicial a ]a razón y a ]a memoria.» EI gran conoce-
sieron sistematizar los sistemas. Los vedes no ofrecen ningún sistema. dor de hombres, Huart, escribió esta frase, y e] joven sábio Leasing la
ZOriente? Platón, el griego, no ofrece sistema alguns. ZExiste un siste- tradujo así en la casi desconocida ya ,f)rté/Ulzg der -KõRde.
ma en el mundo que nuestros lenguajes quieren comprender y descri- Segun su esencia, no puede ser, por lo tanto, la crítica del lenguaje
bir? Quizá. Pero quizá no, también. Y lo que es indudable es que el mun- un sistema. Solo la exposición de mi pensamiento pudiera ser más orde-
do no encierra un sistema humano, científico o lingüísüco. Todavia no nada, si yo dispusiera de una mejor cabeza, como ya he dicho.
se han ordenado ni las plantas ni los animales según un sistema natu- También hubieran quedado fuera mucho mejor, algunos términos
ra[, sino según uno artinlcia], humano o ]ingüístico. Si en ]a unión de engreídos. Pelo no dispongo tampoco de otro corazón más puro que
todas las maternas y fuerzas existiera un sistema del mundo humano y el mío.
'h+nF#

pudiéi'amos con los conceptos y juicios del pobre lenguaje humano acer- }lubo horas de arrogância en los meses de recomposici6n de mi tra-
carnos a ]as fuerzas y maternas de ]a naturaleza, acercarnos casa hasta bajo, en las que senti la fuerza de ligar la mística sujeta y próxima a la
cogerlas, de modo que pudiéramos aprisionar los fenómenos en las tena- berra con el escepücismo lebrey lejano del cielo, en las cuales Grei haber
zas de nuestras palabras, entonces poseeríamos un sistema adequado resuelto mi problema: la imposibilidad de ensef\ar el humano conoci-
del conocilniento univet'sal a 1lavós del lcnguajc. Pei'o!a irlvcsUgación micnLo dc] mundo. I'ues nuesU'o cacareado domínio de la naLuraleza no
"\...,.''
que quiera y haya ][egado a probar ]a eterna inaccesibí]idad entre ]a pala" es más que explotaci6n de ella, pelo nunca comprensión. Algo así como
"\,..P.//
bra y la naturaleza, la invêstigación que no puede ver un sistema huma- la explotación que la antiguedad hacía del escravo sin reconocer lo huma-
no o ]ingtiístico en e] tlniverso, no puede ol'tecer ui} sistema del cono- no qtic en él hal)ía. ltubo dc vcnir im maestro a predicar compasión para
\,../P

l.iitiit-tifo iiiiiv-t't'slil, iio l)tidit'itd{) l)i)i' cito tii l)c(lit' sitltiit't'lt si.stcrliutisiiio t:l Itt)iill)i'c(ltic st: lititlcrtliil)it.Nlit)sLT'ii(It:uliií-iicir)rt(lctgrlnt'iiíiciíicrise
\-.,./
cil [a pi'csenLación de ]as re]aciones. ííará consideración ante la muda naturaleza.
\....'
Cada cuàl gene las faltas de sus ventajas. Feliz bastante yo, si he temi- Hubo horas de desconfianza en las que todo trabajo desarrollado en
do las prei'rogativas de mis faltas. problemas crítico-linguísticos aparecían con un valor pobre, atente a la
'-...... '
Aqucl qtic quiei'a llacei' ci'íLica lingiiísLica sct'ia y iu(tical, set'á con- actividad de hombres que luchaban en la vida, frente al esfuerzo de
hq-..+..r duzidopor sus estudios a una ínexorableignorância. EI investigadorde las ciencias naturales por procurar a ]a humanidad más alegria de vida,
-..../
una reducida especialidad debe entregarse a los resultados de las inves- un buen pedazo de pan untado de manLeca a un pobre niíio.
tigaciones de las especialidades adyacentes. Pero uno no puede fiasse Y yo no podia devir siquiera si las horas majores eramlas de enva-
precisamente de los conceptos fundamentales, de los princípios o ele- necimiento o ]as de desconnianza.
\.,..-'

mentos de [os grandes âmbitos de[ saber. Desconocidas son ]as ]eyes Yo no podría, trás aquellas horas serias y excitantes de experiencia
'...../' superiores de [as matemáticas y de ]a mecânica, de ]a química y de ]a y contrición, de justicia personal y confesión, descender a las proftlndi-
biologia. Indefinidos, todos los conceptos superiores. Y con estas leyes dades de una personal anta-crítica. Las contestaciones serían muy fáci-
y conceptos superiores tiene que ü'abajar la crítica lingilística; de aqui les. Un erudito sin consideración, que no ha expuesto todavia un pen'
'\nH'

puede provenir el que los hombres que mostraron primero intuiciones samiento propio, que ha ido componiendo sus libras sistemáücamente,
'--../ crítico-lingüísticasen sus visiones universales no fueran sistemáticos. según los libros de respetablesinvestigadores,me reprocha el que
\.../'
Viço y Wilhelm von llumboldt no fueron sistemáticos. EI genial crítico muchos de mis juicios sobre modernas personalidades sean negati-
linguista Hamann odiaba y despreciaba la vanidad «de haver en segui- vos. NO quisiera repetirle de nuevo que criticar no es tan fácil como
da sistema».
copiar.

26 27
--..'

\..#

-\.....:!f-'
Un profesiona] concienzudo, al dual re(lucría un colega se ocupara Escncia del lenguaje
en el pensamienLode mi crítica lingüística, exclamo en humano y con-
cebible enojo: «Entonces, Zdebo yo quemar mis cuadernos de apuntes?»
A esto no quiero contestar con un sencillo «sí».
A llegar a este lugar, donde han venido a cuento cosas personales,
quieto haver expresivos mis agradecimientos a dos personas sin cuyas
füertes y sinceras ayudas diHlcilmente hubiera soportado algunos aços Tan difícil es exponer los vagos sentidos y las imperfecciones de las
de trabajo y enfermedad. A uno de ellos no haré más que nombrarle, mi palabi'as, cuando no se cuenta más que con ellas.
hermano Gustav, quien, si viviera, me prohibiría el agradecimiento tan- LOGRE, 11{, 6, párrafo 19.
to público como privado; pera face quatro aílos que murió. Y el oiro
reconocimiento que enuncia en mi primer prólogo quieto renovado líomo non intelligendo fit omnia.
aqui.
Viga, /Vuopa Scíenza, 11, cap. 7.

FREI'Z MAUTHNER ZComprendesahora, pues, mi principio linguístico de la razón, y que


l+iburgo de Brisgovia verano de 1906. haja, con Lutero, de toda la Hllosolíauna gramática?
Hamann a Jacobi.

àPodré devir al nin, me será permitido decir que con la historia de la


HiJosolTa
se desarrolló más de un drama en los que la razón y el lenguaje
hacían dc .l/crl.fc/nos?
àTiene este drama exu'aordinario una solución, una caLásti'ofe,o no
consiste más que en la suma de episodios suevos?
Un hombre(Kant), a] cua] todos ]os hombres que üenen ojos llaman
grau(l(., y quc cn su Hrnndcz.asc ci'Ruía. ('on lin adclimto dc vcinlicin('tl
aços. entre la mültitud --este hombre creyó encoilh'ar la solución a este
drama y haberle dado fin. Hay muchos que creen en que el anal se ha
enconli'ado y cs conncidn. Tal vez con rnzón. Y no lkilln ya más (luc una
ci'íli('il dt'l lcnHllajl' tlut! sci'ín iiiin mclii('i'llicü {3i-lii i'az(Iti. })nia llciiii'nos *\,.,/'

iitl scliti(lo sul)I't! tit{.litl'ísicn.

[-'. ]A( ot ], (:o]cccir)it dc cíu'!íis (lc Allw il!.

liidée vicnt en parlant.


"-E../-

] J. v. lÇi..i.:is't' "\ .FP'

..P

u..J'"

28 29
Introducción

«En un principio era la pa]abra'. Con ]as palabras se encuentran los


hombres en el comienzo del conocimiento del mundo, y allí permane-
cerían si en las palabras permanecieran. EI que quieta seguir adelante,
siquiera sea un pequeóísimo peso que puede significar el trabajo de pen-
samiento de toda una vida, ése deberá librarse de las palabras y de las
bqb:Hb.."

«n./r
supersticiones de la palabra, ése deberá intentar liberar su mundo de la
tirania del lenguaje.
Pero aqui no ayuda la inteligencia, aqui no ayuda ningún ateísmo
crítico lingüístico. En e] abreno puede hacerse alto. Hay que subir por
gradas y cada grada es una nuev3 ilusión, porque ella no flora libre-
mente. En cada grada, aunque sea muy bala, aunque el que suba solo
se detenga por un fugaz instante, aunque solo le toque con las puntas de
los pies, no flotm'álibremente en el momento del contacto, sino que esta-
rá sujeto al lenguaje de ese instante, de esa grada. Y aunque él mesmo
hubiera construído ]enguaje y grada para ese momento.
É[ se ]]amaría, pues, a engano, trás los largos aços de ü'abalo, cada
vez que creyera poder acabar su obra de una maneja regular y gra-
duada; él, que queria tomar sobre sí la redención del lenguaje. No es
\h.H ..#
un hombre lebrequien se llama un ateo, un enemigo de aquéma quien
\\...=F' mega.
\-....'
La obra que redime del lenguajeno puede hacerla aquel que prin-
cipia a escribir un libro con hambre de palabra y vanidad y amor de ella,
\\- -.-'

y lo hace en el lenguaje de ayer o de hoy o de maííana, en el lenguaje


...../' que ha cristalizado en una determinada y firme grada. Si quieto yo tre-
''.. par en la crítica del lenguaje, que es la ocupación más importante de
la humanidad que prensa, debo, pues, acabar con el lenguaje que hay
trás de mí, junto a mí y delante de mí; paso ü'as paso, debo, pues, des-
''m..'

-...-' truir, al pisarle, cada peldaõo de la escala. EI que quieta seguir, cons-
-...J truirá unos nuevos peldaííos para rompermosa su vez.
En esta inteligencia descansa la renuncia a la equivocación de escri-
bir un libro contra el lenguaje en un lenguaje cristalizado. Por tener vida
\..,./

'........r'
el idioma, no permanece invariable desde el comienzo de una frase has-

../
tasu final: «En un principio era la palabra»;pues al pronunciar la sex- 1. Esencia del lenguaje
ta palabra varia ya su sentido la primera «en.un principio»
Así es que la decisión debía maduras, o para publicar este fragmento
como ta] o para entregaria a] más radical de los redentores, al fuego. EI
füegohubiera apontadola cabra. EI hombre, sin embargo, mienü'as vive,
es como el lenguaje vivo, y cree tener algo que decir, puesto que habla.
Lo que mat.a las chinchcs maU también al pope. 1,;iilaitLocltic}'o mc pi't'paro pai'a cmpicndct' tina cí'ílica clcl lcngliajc,
Era una vez un pope, ]o bastantepope como para tener chinches en debo depurar los conceptos con mayor precisión que en cualquier obra
su cama, y lo bastante espíritu lebrepara considerar sus chinches como ('irctmstancia. plicsto que e] objelo de mi invesLigación y e] media con
algo feo o extraóo. En cano empleó cien médios, uno U'as otl'o, para extei'- qtir'cucitLo [)ai'a la mioma se dcsignan con igual dcnominación, calo ('s,
minadas. Pera un día ü'ajo de la grau ciudad, donde está la univei'sidad, con la palabi'a «lenguaj e».
unos polvos que debían libertarle sin engano alguns. Los extendió y se En el conceplo «crítica», no necesito deLenerme mucho más. Crítica
acostósobre ellos. A la magana siguientehabían muerto las chinches se flama de antiguo la acLividad de la humana razón de separar o dife-
todas, pera el pope también. Lo que mata a las chinches mata taml)iéii I'cll('liil'. l.il iiLc'i)tiiobsct'xríici(3iidt' (it)s i'('itltditd('s s(:ill('jiiillcs t'oti(Iti('c.
al pape-. necesariamenLe, a la percepción de sus características distintivas quan-
Más de una vez he inLent.adoemplear esta antigua y verídica histo- do ]a diferencia es lo bastante grande para que nuesü'o órgano la apõe'
ria como sátira contra la «popería» de querer transformar los pueblos. cic. ptics no sr dan nlinca dos h('('hos idóiilicos. EI qti(' pi'amei(', paios.
Pera cada vez me amedrentaba}a idemde que }a sátira podia hei'ir, no ]a crítica de un fenómeno, no promete ni más ni menos que una con- '\. '

sujo a las iglesias, sino también a las Hilosofías,y ninguna más triste que cienzuda observación o examen de estefenómeno. Esta puede hacerlo 'Sq=.+F

la que se propone redimir el mundo del lenguaje, contando para ello ctialqtiict'a con bticna (onciencia, y cl Trsliltado de su invcstigacíón nn
con las pobres palabras. dept:nde después de su volunlad, sino de la í'eülidad observada y de la
"''h..,.,.

En estas sonrientes horas de la determinación y el Êlnal, en contac- Hlnura de !os órganos de sus sentidos.
to con e] pe]daõo acabado de destruir, sobre e] dual me he librado del '.n# '

hambre de pa[abra, de] amor a e]]a y de su vanidad, dirijo ]a punha tran-


-.......d

quilamentecontra mí mesmoy digopreparado: lo que mala a las chin- «.EZ /e7zgüaya) Pero, Zqué es el lenguaje, que es lo que me he pro-
ches mata también al pape. puesto y he prometido a los sectores observar atentamente? Yo no quie-
to fijarme, como el autor de un diccionario, en palabras aisladas de un '\'.,,,'

determinadoidioma. No quiero agrupar, como un gramática, las dife- :'-


''q+...P"
.

rentes formas de un idioma. Pero tampoco quieto escribir la historia de


:;'- :'

un idioma, y menos la historia de una fbmilia hngüística, problema indes-


cifrab[e como e] que se ha propuesto ]a ciencia del lenguaje compara' "+#''

do, atendiendo pl'imero al grupo a que pertenece nuesU'oidioma, y dcs- ..P."

pués a todos los lenguajes de la Lierra. Yo quiero, pues, evidentemente


examinar aquello que es común a los idiomas de los hombres, lo que
'\...'

beljamente pudiera llamarse, en abstracto, algo como la esencia del len- "'.....?'

guaje. Aqui sorprende pot'vcz primera que «el lenguaje-, en este sen- '....:,#"

tido, cxprcsa algo totalmente direi'entede un lenguajc o de «}os lcn-


guajes», a los cuales, en último caso preciso, se les puede dar lm valor
"' 'h .>P#lJ'

32 .+:
.!

Veremos e] sentido de la abstracción llamada «ellenguaje» más cla-


real, aunque esta realidad, por ser un pasajero sonido, casano puede ser
contadaentregas cosas matei'ialcs. Sitacmbat'go, Zqtteçicalid:id cs al rnmenLe cuando hayamos experimentado primero lo abstracto y falso
Hn y al cabo más que fugitiva forma? Y cuidado que no nle ente'cgoaqui que es, en realidad, aquello que al presente consideramos de buena fe
a la sutileza. Si se ha llamado lenguaje a los monumentos arquitectóí] i- como algo real, eito es, los distintos idiomas. ZQué son estos idiomas
dosy a las petrificadas ruinas de los primeros tiempos, en los cuales nos que dan el objeto a la ciencia lingílística, a la ciencia de sangre moza
hablan las primitivas cultura y naturaleza, no por elmodela de ser una que en esteaflo (1896) cumple ochenta aços? Si se prensa que esta cien-
nueva expresión simbólica. Si recordamos los jeroglínlcos y las leu'as cia se ha puesto por problema la separación de los diferentes lenguajes
cuneiformes en los que un pueblo antiguo solo con signos gránlcos,esmo humanos según las razas, pueblos y, dentro de éstos, según los idiomas,
es, pólo con signos visibles, buscaba hablarnos, tendremos que, trás cada etc., deberemos reconocer que la ciencia lingüística puede partir s61o
uno de estoulenguajes descifrados, existia un lenguaje hablado. Aun provisionalmente y con reservas de las lenguas particulares. Su objeto
el mismo lei guaje de las manos de nuesü'os mudos no es Rias que la es más bien la cantidad extraordinária de todos los sonidos humanos
\...,..-'

expresiónvisible de un lenguaje nacional apropiado a las circunstan- que se han pronunciado o escrito en cua]quier parte de ]a berra con el
'\' ..'
cias, y deja ver ]a existencia de un lenguaje hablado, tanto como nues- Hinde que los hombres se comprendan. La ciencia lingüística se ha pro-
'"-h.#.' u'a escritura usual. Pertenecea OU'oorden de ideas --loque no impide puesto el problema de ordenar, según el «parentesco»más lejano o más
la dependencia de los hechos-- el que nosoU'os,hombres dados a los próximo, todo ese enorme caudal de palabras y formas. La vulgar divi-
q-nU...'

libros, podamos, por medio del ejercicio no interrumpido de la lecLu- sión según el idioma nacional y segun los dialectos, sirve solo para una
orientación momentânea, como hemos dicho. Puede descubrirse un día
ra, conseguir separar el lenguaje hablado en nuesü'a conciencia. Sin
'''qi.... ,'

embargo, el:susodicho centro del lenguaje hablado ü'abala inconscien- que e] ]enguaje de los antiguos índios tiene un parentesco próximo con
temente también cuandb ]ee e] hombre de letras. el nuestro, y puede descubrirse también que está más pejos el dialecto
''"..,,.,'

Los [enguajes individua[ês son, pues, ]os grupos de son]dos extraor- del bajo alemán respeito al alto alemán de lo que un hablante de Mec-
dinariamente complicados, f)or los que se comprenden finos con oü'os klemburgo puede creer. En el ramo de idiomas de Afia oriental se suce-
\\. ...

'\..../-
los grupos humanos. Pera, équé es «el lenguaje» que a mí me ocupa? den tales sorpresas casi diariamente.
ZCuá] es su esencia? ZEn qtié relación está «el lenguaje» con los len-
guajes?
Le7zguqe i dluícZu(zZ De esta sit:uaci6n de ]a ciencia linguística se
'\h. '

La contesLación más sencilja seria: no existe «el lenguaje»; esta pala-


\\.#.'
bi'a no es más que una tan pálida absu'acción que casa no coi'responde saca en claro que sus diferentes idiomas no son tan seguras y deílnibles
-..../" a nada real. Y si el lenguaje humano y, en particular, mi lengua matei'- unidades como se pudiera creer. En realidad, el conceptode lenguaje
na roera un instrumento poÉiLivopara el conocimiento,vendi'íayo que particular no es más que una absti'acciónpara el gran número de seme-
'\.
abandonei' de antemano este iitLenLode ci'nuca,poi'que el objeLode mi janzas, de las grandes semejanzas que ofrecen los lenguajes individua-
invcsLigación sei'Ía una abstf'acción, un concepLosin icalidad e incom- les de un grupo humano, de lo que se ljama pueblo. Aralzlra sana nario-
'...../'
prensible. Y con esmome encuentro ante el primei' enU'istecedordilema. nes non creaf sed indipidua. (Spinoza, Tract. theol. pol. XVll). Eito rege
Lllli('iiiiiclit(- sl t)l It-liglliljtt lltliiliiiio, y) Cll ('SI)CClill, llti It'llu.Llill)iittCi'ini. pane cl dcrccho, la lcy y las cosLumbres, como para c] ]cnguaje. Debemos
-..'
lio cs scgtit'o ni lógico, })odl'é dcsctil)rii' alguma icalidad Lt'asla al)sLi'ac- íljar desde luego, lo que después se dará más detalhado,que el idioma
qq»...../

ción: «el lenguaje»; pelo entonces, debido a la falta de fiabilidad del ins-
individual de un hombre nunca será igual completamenteal de oiro
trumento, no podre comenzar la investigaclóntan fundamentalmente cualquiera, y que un mismo hombre no hab]a e] mesmolenguaje en épo-
coma deseo. Pct'ocolho yo nn recojo estas pt'oT)osicioncsptimci'as al cas diferentes de su vida, aun excluyendo las particularidades de su idio-
ma infantil. La diferencia de los lenguajes individuales no puede pasar
principio de mi observación, sino después de aços de fadigas,sé ya que
desapercibida a una mediana atención. Todo escritor original es de cono-
:\--.#'
este entristecedor dilema me ha de seguir peso a paso.
35
\-..- 34

'h- ,,'
cer por su lenguaje individual caracterísUco a cien pasos, como la pin- vocablo índio antiguo barman (en griego /zi/m), la modiHicaci6n se ha
tura de un pintor característico.EI que carece de estilopropio no es un [[evado a efecto por un pau]atino empa]idecimiento de] sonido; pera
escritor de nacimiento. SolamenteDuos (en la Bíblia) no tiene estilo pro- mientras menos acusada sea la modiHlcaciónde una generación en OU'a,
pio. Spinoza nos ha dicho eito sonríente (Tract. theol. pol. ll): «Deram mienU'as más firmemente área y espere transmitir cada generación la
nuLLumhabere stylum pecutlarem dicertdi. sed Larttumpro erudttione et palabra heredada, sin falseamiento, tantomás interminable tiene que
capacitaLe Prophetae eclLertmesse etegantem, compendiosum, seuerum, ser el río de estasvariaciones para que de ça/77mnsalga ,fíelnrze
Cien afíos
r'idem, pro/izüm ez obsc lrüm.» Es decir, lo mesmo que un periodista representampara esta tan poco que //e/m, por ejemplo, era aún pro-
complacienLe con su público. En los grandes escritores salta a la vista nunciable, cuando los prusianos reorganizadores del ejército, a prin-
el fenómeno de] lenguaje individual. Pero también la diferencia de un cípios del signo xlx, inLrodujeron nuevamente el vocablo (con la cosa),
lenguaje individual en períodos de vida diferentes es mayor de lo que después de caber descansado en un uso permanente poético histórico
comúnmente se cree. En general,puede admitisseque el indivíduo segue durante doscientos altos. Los mojinos del lenguaje muelen también des-
la evolución lingüística de su tiempo, aun cuando le resten manetas pacho,pelo con seguridad. Así --pat'ano apartarnos del ejernplo de la
arraigados de su juventud, como le quedan lambién los modos de su dia- corriente- cada gota es tan parecida a la anterior, que ningún micros-
lecto local en el extranjero. copio poda'ía enconLt'ar una direi'enfia; y, sin embai'go, no es imposi-
Representémonos a un alemán que hubiera nacido el mesmo aóo ble que el agua de una corriente mude en el transcurso de siglas las com-
que Walther von der Vogelweidey viviera aún setecientosaços, siem- posiciones disuelLas en él, porque han sido anotados los acarreos
pre en plena juventud de espíritu y de cuerpo. Algunas hipóLesis cientí- minerales o por la tala de los bosques de un monte, o por caber tenido
Htcasde nuesU'os investigadores presuponen más fantasia. Así como lugar modihcaciones de terrenos, etc. Lo quc en una cora'lenteliene una
nosotros tenemos que ayudarnos de un diccionario especial para com- mínima posibilidad o probabilidad, tiene en el lenguaje una rcalidad
prender las poesias de Walther, y así como éste, para entender nuesU'os positiva. Continuamente vürían ]os ]enguajes e] signiHlcadode ]as pala'
libros y periódicos, necesitaría de un penoso estudio (porque tendría bus, y en e] enorme comercio de] ú]timo signo;:en]a enorme necesidad
que aprender muchas más realidades), así sostengo yo que mi hombre, de nuevos concepLos, casa no podia acudir e] lenguaje a responder a los
el de los setecientosaços, hablaría nuestro lenguaje actual y se veria câmbios de significado exigidos. Así, por ejemplo, dentro del gran gru-
agradablemenLeimpresionado al leer, por exemplo,a Lessing, que le po de conceptos ferroviários, no se ha efectuado por completo hasta hoy
hablaría de las costumbres del signoxvni; pelo para comprender a su la variación de sentido. Se prensa en la palabra PZalz, en P/aZz#arfe.
contemporâneo Wa[ther tendría que recurrir a] auxilio de ]a ciencia O en el concepLOSltinde enU'e los berlineses («naco f7amburg sina es ' ""....P

como nosotros. Si encontrara a Walther no se comprenderían mutua- vier Sztinder») y entre los montafíeses («Cale vier Sfund'óÍs hina@») ' '..

mente. Continuamente muda también el sonido, basándose principalmente


en la única necesidad de la comodidad fisiológica. Pues, aunque de una
parte es generalmenLereconocido que este câmbio de sonido se pro' '-..../'

Cazzce deZ Zengüí:zye Así, pues, podemos devir que ]os diferentes len- dure en la mayor parte para ahorrar Lrabajoa los órganos vocales, ".. ..

guajes con los cuales está acostumbrado a ü'abajar la ciencia lingüísti- así es también una comodidad para el sistema nervioso aquella mu-
cq semejan corrientes, en las cuales, desde una perspectiva temporal, danza en ]a forma de construcción que aponta al aumento y al afán
cada gota es desalojada sin lesar por ou'a en un prantoconcreto y, des- innovador de expansión de las analogias; por ejemplo: en alemán, la -.......;'

de un punto de vista espacial, cada gotafluye en media de otras. La sen- sustitución de ]a conjugación fuerLepor la débil, como Z?ac#leen lugar
tencia griega de que «no se puede entrar dos vedes en el mesmo río», se de bü/í, como en el idioma infantil frin#le en lugar de trama Los ejem- ' «. ...J'

hace extensiva para e] lenguaje. Sus vozes y formas han variado cons- plos eslán casade más. En alemán se ha formado de la singular palabra
batinadecadeJILe,parauerédüs, ]a palabra /?Ãerd;además, se pronuncia
'-..,.--P

l.antemente. Si nuesu'a voz HeZ/n (ye]mo) procede verdaderamente de]


..../"

36 37
.J"
}

muy corrientemente Rerd, de modo que una ortografia futura tal vez muy fiel y un conocimiento completo de todas las situaciones aconlpa'
fíanLes,hast.a el más pequeno detalle, cada aislado caule como e} erec-
suprimira la «p». De la voz griega e/êêmosyrze(alemán, ,4/mole/z) se for-
mo la inglesa a//ns, que se pronuncia a/ns. Podemos observar esta ocul-
}
to de sus propias masas de agua. Las propiedades físicas y químicas
conocidas del agua son las únicas causas de] actual caule o fecho que,
ta acción a favor de la pronunciación fácil de quando en cuando en el É


a su vez, muestra de nuevo el camino a las nuevas masas de agua. Estas
trabajo. Así hoy todavia escribe cada maestro de escue]a y co]egia]alde-
conocimienLosson tan simp]es como ]os espinos. Cualquíer pastor los
ano se/zeny ge/zen.Actores y oradores, y sus iguales, se esfuerzan en pro-
nunciiir c]aramente ]a «e» muda. En e] ]enguaje coLidianono se pro- comprende y los conoce sin preguntar. Mas hubo un tempo en que, ele-
vada la humanidad por una necesidad mitológicaviva, suponhasenta-
â.

nuncia más esta «e» muda, que entre los godos fue «a» (sai/íman),
dos en los nacimientos de los rios dioses cualquiera, ya la figura de un
}

y los lingüisLas, perplejos, no saben qué regras dictar. No hace mu-


hombre o bien de una doncella, el dual duos,guiado por una idea ocul-
chos altos escribía un investigador que la omisión de la «e» en la sílaba i

final en õnese/zn
era vulgar. Desde entonces he visto lnuchas vedes esta ta, desabacorrer mucha o poça agua, saliente o fria, buena o mala, del
omisión. ;: mnnantial o eil cl caucc. lJn T'estade esta mitologia encontramos hoy
aún cn términos como Parti'el\in o cn las ridículas doncellas que sobre
}

Ahoi'it,si cs macho más complicada y fina la variación Lcmpoi'ü]de


ridículos pcdestales representan rios ademanes con ânforas griegas, Foco
[a pa[abl'a, quedo que ]a direi'enchade ]as sucesivas gotas de agua han
mostrado hasta ahoi'a, así tampoco es evidentemente tan grande la dife- prácticas, en las manos. No pensábamos en nada, docela gente excu-
sándose.
t'cncia de las gotas de agua que mal'chan juntas en el fecho de la corrien-
te como las diterencias de los lenguajes individuales en u'e coterráneos. }

He comparado ]a lengua particular al río eterno y mudable, y siendo


[a corriente de] ]enguajémucho }nás tenta, me parece tambíén relati- 7t/iroZogí(z en eZ Zengüaye En las ciencias del espíritu, especialmente
en las inluicioncs del lenguaje humano, existe todavia sin debi)itación
vamente macho más gt'andesu inaccesibilidad o inconsistencia en un
esta necesidad mitológica. Aquello que sostienen no solamente el cura
momento dado. Estai'íamos fnás en lo justo si pudiéramos, por ejemplo,
pensar en cora'lentes de abre regulares y en caules aéreos. Y si no que- y el pueblo acerca del lenguaje, sino también casa todos los lingüistas,
uno trás otro, esmoes, que el idioma sea un instrumento de nuestro pen-
remos reconocer como una falsa abstraccíón la lengua particular no nos
restará sino comparada con la inmutable forma del lenho mesmo, por' sar (un admirable insü'umenlo, además), me parece una mitologia. Según
que a] íin y a] cabo êste se modifica con bastante ]entitud. esta representación, aun hoy comúnmente aceptada, está sentada en un
A] ponerme yo como problema, no la continuación de la forma y de lugar cualquiera del caule del lenguaje una divinidad, figura de hom-
[a historia de [as [enguas particu[ares, sino ]a observación de aque]]o
bre o de mujer, el clamadopensar, y bajo las inspiraciones de una divi-
que les es común, tendré que describir parecidos entre ellas. Si no hay nidad análoga, la lógica, domina e] ]enguaje humano con la ayuda de
u na tercera divinidad sirviente, la gramática. Yo lo tendría como e] más
entre ellas otras semejanzas que las existentes en la definición, de que
\...#''

sirven para la comunicación de unos hombres con otros, entonces mi orgulhosoresultado de mi investigación si pudiera convencer a la huma-
nidad de lo falso e inútil de estas ü'es divinidades, pues e] servido de ]os
invesügación verá pronto su término o, al menos, no apostará un resul-
dioses falsos exige siempre sacrilicios y, por consiguiente, es nocivo.
'\,...' tado positivo. Sin embargo, auü así, será útil destruir algunas supersti-
Sospecho que «el lenguaje», cl lenguaje en general o ]a esencia del
ciones que la gramática y la lógica han ligado al lenguaje. Espero, a pesar
de todo, poder dar un pequeno paço adelante. Si comparamos los len- lenguaje, en observación exacta no querrá saber nada del imperio del
guajes particulares unos con otros, así como la geografia descriptiva pensar, de la lógica y de la gramática. «EI lenguaje» se presentará, en su
'b. .P#
compara enu'e sí los diferentes caules, según su situación, sus líneas y maior parte, como una absU'acciónvacía. Pero quando nosotros descu-
ou'as analogias, me parece que de ello no podrá salir más que una cien- bramos verdadera identidad entre ]os ]enguajes particulares, que, sin
cia superllua. No obstante,seria posible explicar, con una ousei'vación duda, también son abstracciones; quando «el lenguaje»sea una deno-
'b.,..'

39
\..' 38
':. ."
'\W''
minación de un verdadero modo de la acción humana, entonces no ten- sus danes illnatos y adquii'idos,es obra de l)ios.» rales cumplidospara
e[ qual'ido ])ios pticdcn sei' hil)oci'csfüvo]tltl]üt'iü(cit ]os (ltic, y cn ]uga-
dremos jamás ncccsidad dc volver, corno al oi'iélcii,sol)r'c cl l)ctisar, lii
!es iwlâ\og€1s (lc la !ft.tro( tcci(}n (!e {a ci.enfia de !;a í'exigi(}n compíirüda,
lógica y la gramática. Es más; encontraremos quc cl pcnsai', la lr)Bica y
yo no quiei'ocreer gusLoso); pero pueden ser también inconsciente cor-
la gramática son características del idiom a, que estar en cierLO modo,
menu'odel lenguaje y han sido sacados ún.icamente por ociosos fanáti- tesia, adaptación a la comunión popular, y entonces pertenecenya al
i'amo de las vat'iacionessignificativas. Pelo nos libraremos de creer que
cos del orden. Así, no hay en la naturaleza oiro azul que en los fenó-
menos azules. Estaria hmbién allí si el lenguaje no se hubiera tomado todas estas aHrmaciones, preguntas y respuestas, han gozado del mes-
mo sentido en todo tiempo. AI progreso del lenguaje corresponde, como
la molestia de absu'aer el adjetivo azul. Como estaba allí la electrici-
circunstancia accesoria inseparable, que también padezca la palabra una
dad antes de descubrirla, eito es, antes de que sus erectos pudieran ser
variación de sentido alH donde nosotros lo ignoramos. Y Guardo lo sabe-
percibidos por nuesü'os sentidos. Como en la naturaleza están ya todos
los elementos que nosoü'os no conocemos todavia. mos, no somos siempre conscientesde ]a mudanza.
Así unían indudablemente los griegos al pensamiento de que un
legislador había hecho el lenguaje la representación infantil de que
.f'or7zzació deZ Zengüaye AI final, esta crítica no querrá más que to este legislador ha hecbo el único lenguaje exacto, naturalmente, el grie-
go. Un caballo no se llamó simplementeilnnoç,era también un ilnaoç.
que toda ciencia ]ingüística quiso siempre: aclarar los fenómenosdel
lenguaje. En esta le superaron, por el contrario, los cristianos, que en su teoria
sobre e] origem divino del }enguaje, inü'odujeron al cismo tiempo la
iExp[icar e] ]enguaje! Ya ]os ingenuos griegos intentaron algo seme-
representación de una cierta voluntad. La voluntad de Dias es, eo ipso,
jante, al discutir si el lenguaje füe formado por la naturaleza o debió su
origen a un legislador.La formación por medio de un legislador debe casualidad. La voluntad de Duos file la que dio más de un }enguaje, poro
dio vários ]enguajes con igua]es derechos. A] cristianismo internacio-
ser la respuesta más antigua, la teológica. Por lo demás, esta contesta-
ción füe dada más razonablemente por los poco dogmáticos griegos que nal debieron ser extraãos los caprichos naciónales. A la idea laca de
derivar el lenguaje etimologicamente del hebreu, $e }legó más tarde por
por los cristianos de la Edad Media; pues los griegos pensaron media-
namente en un legislador humano, en un .f7eros,en un descubridor, el camião de la âilología. No fue dogma teológico.
según su costumbre de venerar en sus divinidades a los descobridores
de trabajos culturales. Dentro de esmomesmo eran preferibles a los cris-
(p'U(Jet quando a la suposición de que el lenguaje ftlera creado 8éaet
tianos, puesto que en el lenguaje veían una cosa concreta, esmoes, su "'''- #..-

(por un legislador) se opuso la nueva doctrina de que fuera (púaet(natu-


propio idioma paU'io, el griego. Los crisLianos --para abarcar bajo este
ralmente) formado, se unieron asimismo al pensamiento verdadero oü'as
nombre los pueblos del moderno desarrollo occidental-- llegaron muy inocentes rcprcscnLacioncs. Por calo scl ía complcLamcntc falso con- '\...,'

pronto a la concíencia de la existencia dc machos lengliajcs con igua-


liai' ya a los sucesores de [leráclito la actual concepci(5nde un des-
les títulos, concibiendo así el lenguaje, por prlmera vez, como una abs-
arrollo natural del lenguaje. No nos podemos introducir en el celebro
tracción que contiene aproximadamente la idemde una «capacidad lin-
de personas que negaban la formación arUHicialdel ienguaje, pera no
güística», a] decir que Duos había prestado e] lenguaje al hombre. Este prescnLían lo inconsciente del suceso y, además, dejaban formar a la
pensamiento, a nuestra maneja de ver, monstruoso, se encucntJ'a toda- natui'aleza un lenguaje «justo». Los que la fot'mación q)úaetenseóa-
via, frailero y sin debilitar, en un estudio por lo demos excelente como ban, al mesmo tiempo preguntaban siempre por el origem del lenguaje
son las conferencias de Whitney, sobre ]os resultados de ]a ciencia lin-
g!'lego. Ntlesti'os liilgtiistas cnseítail !ítnibién cl despi'l'alia })oi' el calní-
güística hasta el presente. Doce aqui: (/.a ciência de/ /cngllaJÍc,rcvisado no naLui'al; pci'o conocen desde Leibniz el carácter' inconsciente de la
por Folly, 1874,pág. 555): «EI origen divino del lenguajc puedc soste- actividdd llu mana quc produce tal eleito, y ellos tomai} como fechos a
nerse en el sentido de que la naturaleza humana en general, con todos
:'......>
41
40
'E

los lenguajes. Sus preguntas no van, pues, dirigidas al origen del único güística, seria idéntica a la pregunta sobre el origen de la facultad
lingüística. Lo que parece ser un disparate.
y exacto]enguaje, ya ni aun siquiera havia el origen del lenguaje en
Parece solamente.Tenemos que contar precisamente el lenguaje
gcnet'al.Su pl'cglintasueca Dias bica humildemente así: Zpot'qué dcs- entre las demos actividades del hombre, como el andai' o el respii'ui'.
ün'o]]o ]list(Si'icohemos alegado(por ejemplo, los habitantes de una aldeã
Para un biólogo no es un pensamiento descabellado que el hombre no
en el Altmark) a hablar como hablamos y que hablen los negros ban-
ande porque tenga piernas, sino que tenda píernas porque anda; que el
túes del modo que }o hacen?
hombre no respire porque gene pulmones, sino que tenga pulmones
Esta pregunta se deja conLesEai',) a poi' dos o ires, ya por cinco, has-
!

porque respira.
ta por cien generacionespanadas.Así como hay famílias que, a lo más, Más exactamente: el desarrollo del instrumento y el crecimiento de
conocen el nombre del abuelo y su ocupación y hay oU'as orgulhosas
la actividad van para]e]os e] uno al otro. Si tenhamos ahora el verdade-
que tienen noticias de sus terceros abuelos, así hay vielas y nuevas
ro insü'umento del lenguaje (bajo insU'umento del lenguaje entiendo yo
}'

historias del lenguaje. Pelo detrás de estas autênticas evoluciones, se !:

el aparato acústico y todos los músculos y nervios que le ayudan), efec-


encuentra cada vez la paleontologia del lenguaje. Y la pregunta de la
tivamente como la expresión para una somadacapacidad lingüística, así
lingüística moderna es tan htlmilde, porque se contenta con noticias
es posib[e que e] desarro]]o de] ]enguaje humano haya marchado para-
pobres y acepta agradecida las hipótesesvagas que deben aclarar ]a pre-
]e[o a] desarro]]o de ]os órganos vocales.
'\h~. ./

historia.
Si contemplamos atentamente estepensamiento, veremos, como es
Así, pues, mientras los antiguos no pudieron abarcar la absü'acción,
""'-..--''

de esperar, que --aunquepersigamos el orlgen del lenguaje en períodos


«e] lenguaje», como nosotros, porque no pensaron füera del icHomapátrio
,......../
i.

infinitos- no llegaremosnunca a un moHento en que tengamosque


(en estolos romanos tantocomo los gregos), no pudieron tampoco comer
abandonar la representación de los concretos sonidos lingüísticos, en
\.Wn/"

lo concreto del lenguaje como nuesu'os investigadores, que, en verdad,


':\..,,,"
que tengamos que preguntar por el origen de la abstracción idioma.
han penetrado casa hasta lo más concreto, la onda del sonido. EI ganido
EI valor de este aspecto de la cuestión estriba, a mi parecer, en la
del lenguaje, como abreen movimiento, no se podre deter'minar mate-
\'+ b..=

nueva expulsión de ajgunas abstracciones del uso científico. «La capa-


'-....,''
maticamente, pet'o si concébir ÍTsicamente.
cidad de lenguaje» o «el don del lenguaje» estará de más, definitivamente,
si se llega a conocer claramente que el uso del lenguaje, a esmollama-
ÇH'h. '

mos aqui cl cjercicio dc la actividad lingüística, constituyó cl instru-


Crzpa(:/díl(/ (/c/ /c/zg'l/(z/(; giit civil)ai'gt), la idolall-ía cs iitttitta cn cl
''h....../'

"-«-'

lloillbi't'.Sicillpi'e iillcnla dc liuc:vo el salto soft'e las dos o Li'cso civil mento dcl lenguajc. l:nLonccs encontraremos igualmente absurdo el
concepto "capacidad de ]enguaje» como la «capacidad de marcha» o
gerei'aciones que conoce, hasta }as inconLables que desconoce.Sieinpi'e
«capacidad dc respii'ación». Sin duda, hay en ]a actividad de ]a mar-
\.».. '

tot'naa l)I'cgiilltiii'pot-cl ot'igctiKdcl»lcngliajc. Cottio él. si cs lin iiilt'li-


c:hli, l)t'o})in (lcl utiinial, It'ente n lu pusividad de la planta, in prol)abili-
gcttlc liiiHilistil, iio l)ttc(lc l)i'i'giililui' l)ol' cl ot'igcii (It' liiiii i':iíllii (lcl lcxi-
Ü' dad dt: uiiii colho(lida(l tnayor';sin crnl)arfa, cl insLruíncnLodc movi-
gliiiic (ltic sca lliibla(lo altos'a, l)itcs pl'cgliiltiti' l)ot' cl ot'igcti, l)oi' t'jcin-
mienLOse ha desaii'aliadopor la marcha. Asimismo, hay mayor
'-*...,/' plo, por las raíces del sánsci'iLO,en las cuales deben caber comenzado
nuesLrosidiomas indoeuropcos, suena vei'dadcramentc como una cllan- perleccionamiento en la respiración pulmonar del abre,que en la bran-
\'+.«.,

zíi, iist t'tiiil(ltiici'itlvcstigacir)tisol)t'c cl ot'igcn dcl lcngliiijc il{) cs ya uiln qtiial, quc neccsita dc la disolución dcl gire en el agua: sin embargo,
ocupacióit con algo concreto, sino --cosa quc no ha cnU'ado aún cn las para nadie pesará inadverLidoel «desarrollo»paulatino de este «don»
cabezas-- un retorno a la abstracci6n, «el» lenguaje. En este sentido, que ofrece cada una.
"'-..+./

«e]]enguaje» viene a ser aproximadamente lo que la viela psicologia lla-


maba «]a capacidad de ]enguaje». Luego ]as preguntas sobre el origen
''q,;
del lenguaje, isto es, sobre la primera manifestación de la facultad lin-
43
42
*..;
Z,(z /7z(zrc/z(zy e/ /zczÓ/(z La semejanza enu'e marchar, etc., y habjar, un duosparlante, que regalada a los hombres un lenguaje, por primera
se harpamás noLol'iasi, desde ahora, pudiéramos suplantar, con clara vez. O seria como el usuario en una grau red de teléfonosque no tuvie-
penetración, la abstracción «ienguaje» por la palavra activa «hablar». ra un segundo usuãrio. Sus dirigidos esfuerzos no serían lenguaje. Y lle-
Este punhode vista nuestro es tanto más estimable cuanto que con garían a ser lenguaje estas esfuerzos solo por medio de las propiedades
él pierde su viejo sentido la pregunt.a sobre «el» origen del lenguaje. Esta suyas que superan a ]os individuos y sobre ]a rea]idad, que son ]as mes-
pregunta hace retroceder cada vez más e] origen y que e] examen de ]as mas en un grupo de hombres, que los hace comprensibles y que son úti-
raízes de} sânscrito bale a ser la historia linguística de los dias pesados. les. Solo como factor social será una realidad el lenguaje, el cual, antes
Allí donde yo mesmo --siguiendo }a invencible costumbre lingiiística-- del descubrimiento de }a imprensa, ni siquiera estaba recogido en un
hable igualmente de un origemde! lenguaje, no lo bago pensando en diccionado. Una realidad social es, desde luego; y f\lera de eito, solo una
el verdaderamente inaccesible origen, sino en un prantomás o menos abstracción de determinados esfuerzos.
lejano de la corriente, en un punto de calma, que no tiene obraexistên- No necesítaré aõadir que los usados conceptos de volición y volun-
cia que en mi represenl.aci6n. tad son, a su s'ez,absü'acciones, a }as que no corresponde nada real. Así
Los movimientos convenientes, que abarcamos bafo el nombre }en- tornan los esfuerzos lingüísticos, finalmente, a un instinto de parücipa-
guaje o mejor bajo e] verbo «hablap (cada verbo es un concepto de ordem ción que podrá contassejunto a los instintos de respiración, de ali-
bojo el punhodc visto liun ano dc un [llt), ]lnccll c] cittniltocl)lti 'ii}.(]t's- riit'iilltcir)ii ((lt'l ctiul seria pl (It' t'cs})it'ítcirltisolo liiin sul)t'liist'). itl bits
de cl movilnienLo irlcoilscicllLc, poi' }ü volitiltad coi sciciltc', a lit iilcolis- tililo st'xtial((lcl (.tial sci'ln t'l dt' uliillt'iitnci(bii iio ttuls (ltit: iiil ct'iii(lo), nl
ciencia de retorno; y eito, lo mesmo en el desarrollo lingüístico gene- instinto de juego y al de observación. E! instinto de obsen'ación se dela
ral que en el lenguaje individual. Idasexteriorizaciones (tc dolor o de clivi(ttt', íi sll vc'z, igtiítlltletitc, ci tlil iiislittto (l(' v('!'} (lc oíi', ct(:. Pci'o iit
alegria no pari.en dc una voluntad consciente: ellas vicilcil, valia.ti(donos l\)n i (.ióit dc todos calos instiillos s( (l(.i)(. al insliltlo htln ano (tt' (.iasi-
(le la cxllrcsir)il usual (le los psicólogos IT'iitlccscs, (lc kt v{)ll(:ir)it, íio (le It(:it(:i('itl (jtl(' l('s t's (liÉiil{), ('slo ('s. l)oi' iiit:(ito (l(: lii (.('oill)lllÍii (l(! lii llit'iiloria
la voluntad. EI apreitder a Itablar de los mãos, está ligado con ia con- a humana. 'l'ampo('o cn la i'calidad psicológica hay oti'o instinto, luc-
ciencia lo mesmo que ei aprender a andar; también en el desarrollo gené- ra dc ki individuo)}voluntad de vivi!', para ia que, como es natal'al, se l;ta
tico de] lenguaje tememosque sostener que cada enriquecimiento, cada enconü'ado el nombre de instinto de conservación.
nueva aguda metáfora, estaba ]igada con ]a conciencia. Pera a] Hlnal;se
comiatan automático e] hab]ar col'dente, que a] principio se le hace diHi-
ci] a] lego ver en los movimientos la única realidad del }enguaje. Y es .En p(zrle ningzzn(z Zengü(z /nafer/z(z No hay dos hombres que
que él se guia solo por }os efeitos de estou movimientos, }os donos, y no hab[en e] mesmo ]enguaje. En un momento de hondo ma] humor, cual-
por [os movimientos mesmos. A] querer, inconsciente o consciente, que- quiera habrá pensado que ningún otro puede comprender precisamen-
da siempre ligado el pensar o el rabiar, y todo con;tecer,porque todo te su lenguaje particular. En imagen cualquiera comprende esta frase.
conocimiento vuelve a la atención despertada por el interés individual Pelo no se concede tan facilmente que ella encierre una sobria verdad
y a la atención heredada por el interés predecesor. científica. Una verdad que también dejaría deHinirse así: cada cual «domi-
Si los hombres no hubieran aprendido a hablar, y solo uno entre na, una parte diferente de la común lengua madre. La elección de la pala-
duospudiera bacerlo, el fenómeno podrÍa abarcarlo un obsen'ador como bra «domina» me füe difícil. Diário es el caso de que comprendamos un
una serie de esftierzos, y casa no pensaria en danes a estouesfuerzos un trozo diferentey más grande de nuesü'a lengua materna y de que pode-
nombre común. Así al niíío !e flama la atención palpablemente los esfüer- mos hablar oü'o más pequefio, así como también podemos comprender
zos que face el buey berreando. Pelo los esherzos }ingüÍsücos que hicie- algún dialecto vecíno, pelo no podemos hablar más que el nuestro.
En esta reflexión descansa a findo e} concepto de un lenguaje común
',......#'

ra un solo hombre dotado de habla entre mudos no seria lenguaje. Un


hombre tal entre conciudadanos mudos es tan pago representable como a un pueblo, la lengua materna. éDónde está la realidad de este lenguaje? ''\h..,/'

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'ih.W*Ü./"
Pero entonces todo ]enguaje es recuerdo de conocimiento o saber, cada
ZDónde en todo el mundo? No en uno. Pues no comprende más que una
parte de] tesoro de formas y palabi'as; no emp]ea más que una porción palavra tiene su historia, y al conocimiento íntimo de un lenguaje per'
de aquello que comprende. No en los libros. En ese caso, antes del des- tenecerá, pues, el conocimiento de su historia total. Pera eito es com-
cubrimiento de la escritura no hubiera habido lenguaje. En los libros pletamente desconocido a la mayoría de ]os hombres. Y ]o que los filó-
mesmos no hay más que una colección de palabras y regras a lo sumo, logos saben de ello es super'Hcia],algo parecido a lo que sabe una lombriz
terrestre sobre el interior de la berra. O, por mi parte, tanto como sabe
así como literaturas surgidas accidentalmente;pera en ninguna parte
de elmoun minero.
ni la probabilidad de un lenguaje reunido. éDónde está pues, la realidad
del absü'acto «lenguaje-? En el gire. Entre los hombres, en el pueblo. Se me podría argüir que el lenguaje vivo, tal como sin comparación
se nos presente hoy en el uso, es un todo y no necesita su historia; como
Así es que nadie puede alardear de conocer su lengua materna. EI
mesmo Jakob Grimm no observo siempre sus propias reglas. Un Goethe lo prueba el empleo que de él hacen las masas incultas. Pelo con esta se
empleó inseguro algunas palavras, hizo «faltas de lenguaje». En resu- aülrmaríü que el uso fino y matizado de la gente culta y aun erudita no
men, ninguno conoce tan a rondo el lenguaje alemán, como para estar pertenece ya a este lenguaje. Sin embargo, con frecuencia se fructiüica
seguro de cada forma o como para no encontrar de tiempo en tiempo el lenguaje por media de conocimientos históricos, como podemos obser-
palabras que nunca empleara, que todavia no oyera, ni leyera. var especia]mente en e] alemán, bajo e] inílujo de Grimm o (ya en cír-
culo más reduzido) de Richard Wagner, en donde, sin duda, la palabra
Siemprc que se junLan U'es alcmanes de diferentes regiones y con
corriente del lenguaje viejo prece con nuevo sentido en el lenguaje usual,
grados de formación muy desiguales (también podían elegirse de ü'es
edades diferentes), sucede que uno de ellos expresa una palabra o una guardando, rara vez, el primitivo. En casi todos los arcaísmos se escon-
de un sentido modificado. Halle (desde Ramler introducida de nuevo
forma que no entíenden los oiros, o que entiende uno y cl oLt'ono. Eito
con inclinación al /}a//inglês) es cn las palabras 7Urnha//ey A4a/ülÀa//e
'*\.i..,r''

puede Ilegal ü LaitLO,que cestakt coi'l'espondencia cnLtc los intel'locu-


''\....,r'
tores o eJ material de comprensión (o ambos); la igualdad o la liíüiLa- ou'a cosa que el viejo aHmez (Horbau); meio,Mago (desde Wieland usa-
da ou'a vez en el noble sentido) tiene al mesmo tiempo un donopoético
ción de los tremhombres puede también ser tan grande que sus lenguajes
sentimental.
'--. : no se deshagan más que en maUces. Pei'o nosotros sabemos qué clave
de correspondencia es est.a que es la característica del lenguaje. La len- Si el lenguaje de un pueblo está, por decido así, en el abre, sí el len-
guaje no se puede colocar como se coloca visiblemente una casa en el
gua materna es común a ]a maneja que ]o es el horizonte; no hay dos
hombres que tengan el mesmo horizonte; cada uno es el punto medio espacio y el tiempo, si es imposible aun para los mesmos conciudada-
nos conocer bastante a rondo el habla que les es familiar, la lengua mater-
"........,/'
de] suyo.
na, podemos formamos una idea del conocimiento que podemos pose'
er de otros idiomas. Los vocabulários que traen los cultos o vulgares
R"'= ==

':....,,''
/l/islorícz de /(z p(zZczór Pero completamente aparte de este dudo- viajeros de pueblos salvares, o sea de extraídaslenguas, abundan en los
errores más crasos. Los Ht16]ogos modernos han [enido que fabricar una
so conocimiento: precisamente nadie conoce su idioma por completo;
por [o mesmo, «e] ]enguaje»no existeen ninguna parte; completamen- técnica especial, según la dual, uno de estas viajeros debe hacer la pre-
te aparte de ello, nos queda bastante para el verdadero conocimiento gunta de una pa]abra a] «sa]vaje»;y ]a colocación de la trama de pre-
también de nuestra ]engua materna. En la ciencia es evidente que solo guntas del procedo inquisitorial no era más diHlcilque preguntar en len-
su historia puede prestarle claridad a un concepto. /lun términos técni- gua exü'aõa, por ejemp]o, cuá] es el vocablo pal'a 'mano». Si la interrogada
cos tan corrientes como «oxígeno» se muestran más inteligibles cono- expresión, mano, signiHlcamano derecha o dedos, cinco dedos, cinco, o
ciendo su historia; toda la cahddad de descubrimientos que anularon la yo juro, o suplico paz, o te quiero matar, etc., eito solamente por un cui-
doeu'ina flogísLica, y que Leníaíl como punho de partida cl aumento dc
dadoso método en preguntar puede saberse. Y en la naturaleza de la
peso con ]a combustión, descansa en ]a historia de ]a palabi'a oxígeno. cosa está que el sentido de formación de sílabas o formas análogas y que

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la ftinción de las regras dc sintaxis meanaún bucho irás clifTcilcsde ílvc- l('xto (}l'iglt íil (lc tiilii })olfglotii, (}slo s(' i'('(Iti(:(} [l li11 jt!(:go I']'Ídolo. Puas
riguar que los vocablos de cosas concrçLas; y que }as abstracciones, a cn aqucl iugaJ' dcl texto gi'iego (lue posou'os entendemos casa como los
menudo, sean irresoivibles por ser }as representaciones de un pueblo cuentos de hechícería, en e] que e} autor uhió no verdades, sino ùnica-
diferentes a las del ou'o. Antes de que los misioneros cristianos apare- mente concepLosa ]a moda de su pobre neopiatonismo, a! Jogosy a las
cieran a }os cafres, no tenían éstos nuesti'a idemde Dias, como nos- oU'aspalabras, allí solo un cafre puede corresponder, consU'uyendofra-
oü'osno temíamospaiabra para «Bolha»ant:esde haberla conocido. Un ses hotentóticas. Pêro como el crisbanismo --tal como !o enseíían estas
lenguaje tan cercano y tan cercano en representacionés como el fran- misioneros-- es sóis una hilera de paiabras, como ellas no sabemintro-
cês, no es para el aiemán de un aprendizaje completo (esta quiere dccii', ducir !'cln'ese11taciones
cn el cei'abrodc sus salvajcs más que con pala-
no tanto como e] alemán conoce su idioma), a pesar de que hablan des- bras, este exemplode psicologia misionaria permite descia'ar también,
de hace siglas muchísimas personas ambos lenguajes, de modo que pagomás o menos, de quién puede ser mijoespiritual el cristianismo
no puede asegurarse la falta de errores en la elaboración del vocabu- extendido por ellas.
lário. quanto menos exacto será nuestro conocimiento de un idioma
exü'aõo o totalmente «salvaje». Y, sin embargo, descansa en este cono-
cimiento, resü'ungidoen }a }engua materna, mezquino en los idiomas G/'a/ áfíc(z Así como se falsea ruinmente por rales cooperadoresel
disünciados y ridículo en ios completamente extraõos, todo !o que tra- material de conocimiento de lenguas extraóas, así está expuesta la gra-
ta de enseõar la lingüíslica. E} conocimiento de} lenguaje seria, sia duma, mática a correr otros pe]igros. Anterionnente, quando ]os términos téc-
también conocimiento del mundo, si fuera una pósibilidad. nicos de la gramática latina se b'aducÍan simplemente en categorias que
Naturalmente, nuestro conocimiento grainaã(nl de un lenguaje extra- careciam por completo de semejanza con las latinas, no se hubiera com-
ão es muy inferior a] conocinlientomaestrode sus doces.Tan ma] no estás prendido la esencia de esta diílcultad. Los linguistas modernos conocen
las cosas como hace cincuenü aços, en que había que encajar en las cate- la diHlcultad,pelo no la han solucionado. Se han aumentado espléndi-
gorias de la gramática latina idiomas tan pobres como el índio o poline- damente [os términos de la gramática latina, qe.han recogido de] sâns-
sio; era como si, por ejemplo, se nombrara como muestra de flor e} lírio crito las iéyes de Sandhi y el Dvandva para las formaciones de palabras,
y se quisieran ordenar y denominar cada planta, cada rama y cada árbol, se han acaparado de todos los ídiontas posibles nuevas designaciones
según las partes del lírio. Como si una rosa, un helecho o una palma tuvie- de casos de} nombre y nuevas modalidades del verbo; pero siempre nos
ran que darse a conocer con un bulbo y con una valha de tremarestas. encontraremos sin ayuda con las formas concluídas de las lenguas lle-
EI pecado confia el espírita santo del }enguaje es todaMa maior quan- xivas maleabies h'ente a las fluidas categorias de las no flexivas. Así será
do el cura se mezcla en el asunLO.Como quando (para permanecer cn sl('tttPi'c v(:t'(lii(l (]li(: lit gl'iiitlilti(:ii (l( tlilii lc iigttii 110ptit)clt'sci' c's(:i'ilíl
la mesma comparaclón) se reproduce, en una escultura o lienzo, el lírio más que en aque]]a }engua, de modo que e] valor de }a gramática coin-
sin sus órganos masculinos, sin los estambres, porque seãores y artis- cide , finalmente, con e} valor del }enguaje cismo. Las palabras solo üe-
tas cristianos lo eligieron para emblema de pureza. De todos modos, la 1lensentido para aquel que posei ya sus contenidos de rep!'esentación;
signinicaciónde ]a pa[abra Lcndrá (luc scr consu]]a(]a ii] ]]na](ii iio scl' y, usiillistllo, la g!'niliilticn dc uiln lciigtin cs comi)IT'!ililicnlc ii!!,cligiblc
que toda la raiz primitiva reconozca el errar del distinguidoeuropeo), solo pai'a aquel que no la necesita, porque comprende el idioma. Lo que
como sucede, con h'ecuencia, aceptando el falso empleo. generalmente se entiende por gramática de una lengua exU'anjera es
Puede que la gramática sea difícil de aprender con sus impertinen- -pai'a nosoLi'os y })al'a los (]ue con :tosotros picltscn-- como u11 inlci Lo

tes términos latinos, pelo ella no entorpecerápara siempre el camião para ascender cómodamente al Himalaya con la ayuda de un mapa
deluso del lenguaje. Pera si los misioneros son tan necios como para del Tiros. Ciertamente que algo concordará. Los rios correram monte
tomar como fundamento de una ü'aducción el primer capítulo del evan- abalo y }os caminos seguirán ordinariamente el curso de }os rios; pelo
qÜ'Sln-

gelhode Juan (como ha sucedido) o (como ha sucedido igualmente) el e[ que ha descubierLO esta no neces]La en e] Hima]aya e] mapa de] Tiros.
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'b.::.s#'
11. Lenguaje y socialismo

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Lengüa7e y su üso Y, precisamente, la enorme bufonería del len-


guaje estriba en que el rondo y la seílal de su lamentable pobreza es con-
siderada como inmenso tesoro, y considerada con razón por la maça =

humana y por el hombre de mass: por ser e] lenguaje un objetousual,


que con ]a extensión del uso gana en valor. E] mi]agro es fácil de acla-
rar. Todos los demos objetosde uso o son consumidos, como el alimento,
o son csLiopeados,como instrumentos y máquinas. Si el lenguaje fue-
ra un instrumento, se agotaría o se estropearía también. Pelo única-
mente las palabras pueden devaluarse, desgastarse o consumirse. Con
elmo,no obstante, se tornan preciosas para ]a masa. Pera el lenguaje no
es un objeto de uso, ni un insU'umento tampoco; sobre todo, no es un
objeto, no es más que su propio uso. Lenguaje es uso de lenguaje.
Y así no es ya un milagre que el uso crezca con el uso.
A esta verdad, que no podia pasar desapercibida por completo, se le
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ha dado tantas vueltas desde Hegel, que el lenguaje se sumaba a las lla- ':i

madas creaciones del espíritu objetivo, con e] arte, ]a re]igión y ]as orga-
nizacjones del estado.Propiamenteespíritu es lo subjetivo en el hom-
bre; ahora, en cuanto este subjetivo se lance sobre los individuos y se :Í.

llame objetivo, se crer un nuevo duos, con el que se debían satisfazer los
socialdemócratas. Pues este espíritu objetivo prensa, quiere y hace, lo
que prensa, quiere y face la masa. En realidad, el hecho que tan apa-
ratosamente aparece como espíritu objetivo,no es más que la depen-
dencia del individuo del idioma que él heredó de las sucesivas mesas ..f

de sus antepasados y que solo posee para él un valor de uso, por ser pro' 'j!

piedad común de los conciudadanos. Los objetos de uso permanecen


invariables cuando no los altera el uso humano o una fuerza natural.
Por e] contrario, el lenguaje, como no es objeto de uso, sino uso exclu-
sivamente, muere sin uso. Y es de capital importância que todas las par-
tes del lenguaje estén en uso siempre, en el pueblo, sea donde sea. EI
individuo emplea, quizá durante afíos, no más que la décima parte de
las palavras que el lenguaje pane a su disposición y solo una parte míni-
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ma de las combiilaciones que con ellas pueden hacerse. EI individuo no

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domina su idioma materno --como hemos dicho. Sin embargo, en oiro E/ /e/zgüaye no es obr(z (zrlís/Íca Se ha dicho del lenguaje tantas
lugar hay en uso oü'a décima parte, y al oído del individuo suenan, de veces que es una obra artística, que la mayoría de los hombres verda-
tempo en tiempo, tantos cena'os de asociac:ión del }enguaje de las déci derame1lteticnen esta mass nebulosa por tal en un concepto incohe-
mas partes no servidas, que queda, ninalmenLe,en perpetua disposición, rente. Solo que el uno \ e en esta obra el paisaje de un prado; el segun-
por ejercicio pasivo, una muy major parte del lenguaje total. do, un temp]o antiguo, y e] terceto, la tiene por un reü'ato de su abuelo.
E] lenguaje no puede ser tma obra artística, aparte de obrascausas,
por no set' ct'eacióllde un individuo. Como hemos dicho, )o no puedo
.EZ Ze/zgz/aye zz (z regZcz de7zzego EI comunismo ha podido Lener imaginar, pera puedo pensaria con palabras, que la humanidad hubie-
rea[idad en e] campo de] ]enguaje, porque êste no es cosa sobre la que ra vi\ ido míies de aços sin paiabras ni conceptos, sin dudas ni menti-
puída sostenerse una propiedad; la propicdad común es posible, sin r'as. como cl I'Giro animal, y quc uri día. dc i'epcnte, sc it'guiera lm gigan
alteración, porque el lenguaje es precisamente la afinidad o comtmidad [e, tm ])onlbre de dos brazas, etlti'e hombi'es de una vara, )- que êste fugi'a
en [as visiones de] mundo. Las masas humanas y ]os hombres de mesa un poeta. Puas el lenguaje nunca fue una obra de arte, pelo slempre el
se alegramatónitas ante esta propiedad y no presienten que es una ilu- media artístico de la poesia. ÉI sólo, y por sí solo, como si hubiera que-
sión. La ]uz y e] abreson también comunes, pera son algo, y cada rayo !,idodesça!'gal'en un u'ucilo toda la tensíón, hubiei'a visto descubiei'to
de luz o cada átomo de abreque el uno utilice le será robado al oü'o. Luz ) formado el lenguaje. Entonces hubiera sido una obra de arte. La obra
y abreson valores todavia. EI ciudadano tiene que pagarlos caro. EI len- de uno. Pelo Lambiénun mon(5]ogo.Los hombres c]euna vara no ]e
guaje no es más quc un valor aparente, como tina regia de lllego. que tlubieran entendido. EI lengtiaje. falido de lma npccsidíid momontánca.
[ambién será Unto más auLoi'olaria,mientrüs más jugadoí'es liaya; pci'o hubiei'a podido sei' obi'a de arte. EI idior})a falido de una necesidad común
que ni puede variar ni comprender el mundo de la realidad. En el majes- de comunicación e$ ma} trabajo de fábrica; amontonamiento de millar-
tuosojuego social de] ]enguajese alegra el indivíduo cuando, siguien- dos de asalariados.
do las mesmas reglas dcjucgo, picnsa cnn nlilloncs a la vcz; criando, l)or' I'ci'o iis! ('oillo cl l(liigliiljc 110ptlc(lc sc'i' linii ol)t'ii (ie i11'lc,por'(ltic
ejemplo, ha aprendido la moderna conLestación: «evolución» a los enig- no la compuso un llombre solo, así tampocoes una obra de arte, por-
mas viejos; cuando la palabra naturalismo se ha puesto de moda, o quan- que no está fecho para la gran necesidad de los hombres de dos braças,
do le impresionan militarmente las palabras: libertad, progreso. Las sino para las pequenas necesidades de todos. EI }enguaje se ha forma-
naturalezas fuertes que levantan la voz, en este mundial juego social, do como una gran ciudad. Câmara por câmara, ventana por ventava,
a las masas humanas, hacen historia. Peganen el mundo. La historia habitaciónpor habitación,casa por casa, caulepor caule,bardo por bardo;
espiritual es fecha por hombres extraordinários, que no cuadran en el y todo esta se ha encajado, se ha unido y se ha pintarrajeado, por medio
mundo, que del otro lado del juego contemplan el mundo de tetramane- de cubosy a]cantarí]iados, y si de]ante de todo esta colocamos a un boto-
-....... /

ja que ]o ha contemplado la masa de sus antecesores y de como lo exi- cudo y le decimos que aquello es una joya, lo cree el muy asno, que, sin
ge el lenguaje heredado por hombres que, desheredados y solos, creen embargo, tiene en su casa libré la quadra. X -PIU#

conocer de nuevo el mundo y apenas pueden declarar que tampoco ellos, .-..J'

aun con las ofrendas de sus vidas, han podido inventar obra cosa que
pequeíias modiHicacionesen las regras del juego social mundano. Z,o coma/z de/ /enbnlz(7/e Si el lenguaje no es una obí'a at'tísEica,para
También se les nuede considerar como pequenas variaciones, que rom- eso es hasta ho); }a única organización social, la que verdaderamente
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pen el sólido derecho hereditário de ]a especie y que quizá contribuyan descansa ya sobre fimdanlento socialisM. Es cierto que también tiene la
a una libera variación de la especie. Ellos no saben qué cosa empren' ciudad. como eJ lenguaje. sus tubos de gas. que lle\an a las habitacio-
dcr con la herencia común al lenguaje, y la sociedad, la común, no sabe nes luz en\ enenada=sus tubos de plomo. que aportamagua subia en
qué cacei' con elmos. las colinas. } sus canales por los que corre en admirable simetria: cha-
''h.......'

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poteando jocosamente bojo la üen'a, la inmundicia del millón, que podre bres, desde entonces debía haberse au'ibuido la lógica también a la psi-
ser útil a la humanidad futura para sus campos. Pelo el numa de bulia, cologia popular y reconocido el pensamiento como agua corriente que
e] cieno y el estiércol no son en todas partes propiedad comtln. EI eje- sepai'a los hombi'cs, o como puenlc quc conducc a ellas, pera nunca
cutor de los impuestos tiene la clavey pedia'ádinero. E!] eito ei lengua- como igual a [ierra firme. :!

je es algo más divei'tido.Para pintado vivamente: por sus oxidados tubos Claro que en el concepto de que el pensamiento o el lenguaje es algo
correm mezclados luz y veneno, agua y enfermedad, y de todas las jun- de creación propia, una colección de seõales evocativas para no per'
turas salta graus en media de los hombres; toda la sociedad no es más desse en el contenido de ]as impresiones, está adido a] individuo el len-
quc una al'(luitc('tul'ahidi'ílti ica gi'alaspat'aesta tnczcolat za; cada ilt(ti- gliajc, a mi cct'caio y al Luyo. I'ei'o esta es la parte más pequcíía del len-
viduo es un curtidor de agua, y de boca en boca salta la turbia frente guaje, ]a más va]iosa para ]a persona]idad, ]a menos pl'eciada en la bolsa
y se mezcla pujante y contagiosa, pelo infructuosa y ruía, y aqui no del comercio humano: pues ella no es vendible, es intransFerible, incom-
hay propiedad, ni derecho, ni fiierza. EI lenguaje es propiedad común. prensible, imparticipable.
I'odo pel'fenece a todos, todos se baõan denU'o, todos lo bebem y todos io Naturalmente, que mienU'asel individuo recita en su celebro, como
devuelven. conceptos deHlnitivos de una nodriza de la ensefíanza, los deHlnitivoses-
Los utopistas creen y enseíían que toda ia naturaleza será un día tan critos impresos en e] periódico, e] lenguaje(en el instante de ponerse en
común como el }enguaje, cuando, como éste, sea la propiedad cosa movimiento recebe e] nombre de pensamiento) se pane en contacto ca- .;

común y barata. lladamenLe,por medio de estes signos, con cada cerebro particular; poro
su propia vida vibrante y lucida la tiene ehb'e los hombres. ÉI toma de la
tradición sus conceptos, y deja acuí]ar su va]or en ]a bo]sa de] comercio.
o/'ónarzls/Jzo Sc ha ublisado inucho de la imagcn dc qtic cl lengllaje Por esmo,cl que luera bastante osado, como para desenredarse de esta
:i

-:1

sea un organismo. EI lenguajé no puede sei'un organismo, pães aun- enmaraõada red de comunicaci6n del lenguaje común y saltar sobre el
qtlc Itix-ict'ii('slit paliil)t'it llrl st:illido, 1o qti(' qtti('i'c s('r' llii ot'giirtisitto, ptc('ipicio dc nucsLi'a ignorância, no observando, sino pensando o ha-
de!)et'ía sci' unidad con existeíícia pt'o})iity vida aislílda. blando con sli cet'cl)io individual, ése, sin duda, se equivocaría en el
Pei'oel lengLjajenunca pucde existia'solo, sino únicanlente enh'ê los [amaõo del salto. Por lorEullasuya, no podre ]ibrai'se nada de] lenguaje
hombi'es. É] es para ]os hombi'es ]o que el fabuloso éter para los cuer- común; a é] Lambién]e han sido impresos los signos comunes: también
pos hnl'aves, elécti'ecoso luil idosos. Algo que tt'admitelas vibt'ac'lonas:tas prensa él su pcnsat' tablado en parte fuet'ade su cabeza, enb'e ]os hom-
vivi'acioncs cei'ebralesde unok a oti'os. bres. Y así como los nervios simpáticos, que sirven a la vida inconscien-
Como para e] ]enguaje se necesitana] menos dos, pudíera peniar- te de la respiración y de la nuü'ición, están, a pesar de todo, en comuni- :

.1:

se que é} uíle a ]os hombres, como ]a cópula, y que así, a] menos, lÍ{'o- cacíón con el sistema cena'a! nervioso, así pende de] lenguaje que se
du('e la unión dc dos ornnanisrtlos.el acto dc la pt'o('t'caca(Irtcspii'ittial. foi'móentre los hombres el hombre más solitário, en Quantohable.
E] oi'ganismo es f\'tlctuosó,procreadoi perenne. Pei'oel lengtiaje
es infrucLuoso. É] aponta só]o ]as nueces vanas de la tauLología. No pro-
crea nada, y lo más que hace ês el oHlciode comadrona. Y si tienelos Lengzz(Üe dü(zZ Y así se recUHlcatambiénla opiniónde que no hay
dedos impttt'os,manai'áa la parida. lin lcnguajc general, sino únicarnentc lcnguajcs individualcs. Bien obser-
vado: quedamos en que el lenguaje individual es el más próximo a una
realidad posible. Pera como el leóguaje solo tiene existencia entre los
ZCn[re /os Aor ares Desde que se ha aprendido a ver e] ]engüaje hombres, es social, no puede existir tampoco en un individuo solo. EI
como todas las demos psicologías populares como cosa que no existo en que observe este hecho notará pronto que se podría hab]ar, aparte de]
mi cabeza ni en !a tuya, sino que se agita como el éter entre los hóm- [enguaje individual, de] ]enguaje individual enh'e dos personas. quando

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se habla con un amigo --vibrede cortesias y amaneramienLos--se hace género humano, y e] clamado saber no más que esta missa memoria
en oü'o ]enguaje. A] que esmono le sea tan ostensible en un modelo vivien- en e] orden económico individua], para nosoLrosno puede haber entre
Le,lea la correspondencia de dos hombres célebres. iCómo cambia el lenguaje y conocirniento más que ligeras diferencias. Ambos son memo-
[enguaje individua[ de Goethe con ]os aços y con ]os corresponsales! Y ria, ambos tradición. Solamente que dentro del lenguaje, diferenciamos
en la chusma y extraordinária correspondencia entre Vo]taire y e] rey entre ciencia y [radición, según que ]a obsen'ación que sirva de base a
li'c(lc't't(!o)ptic(l(\scgtiii's(:, illlllo il (Ins itliit'('ii(1osl('r)giliil(}s iit(livi(Itiiil('s, lii lli(:illoi'i:i pti(:(lii l)i'o1):ii's(:,calo cs, pticdii rcpcLirsc o 110.Cotrio calo cs
oü'o terceto: el entre los dos. EI sello «ecr. I'inf.» alega a pertenecer a especialmente difícil en e] campo de ]as religiones y en sus creencias
los ires lenguajes. A sus lenguajes propios y al común a ambos, al len- e$peciales: se han cultivado bien en él los concepLosde Iradición y fe,
guaje dua!. qile casa temeuno deécubrir]os en e] ramo de] conocimiento.Y, sin
embargo, inllexibles e indiferentes, tenemos que reconocer y enseõar
qüe también }as percepciones cientíHlcas, cuando descansam en sentidos
Conocimien to social accidentales. sociales ) heredal)les, solo ptieden sel' anta'opornoí'kis,con
vencionales y {l'adicionares.
.ética Si e] concepLOy Ja pa]abra, e] ]enguaje y el pensamiento son
una mesma cosa, y más aún, si el lenguaje históricamenLe y en el empleo
de ]os hombres no pudiera lormarse más que socialineiiLe, debei'á sci' /çs/é/íríz Pcr'o,epal'lílndonos momentaneamente de la pr'cglinla d(. si
también de acLividad común el conocimienLOde la rcalidad. 'l'o podiía ei conociilliento es algo i'eal, quer'erros seguir adelante y aciai'ar oü'a
ir más alia en deducción: y como esta comunidad es una abstracción, vez, y ésta de una maneja inductiva, por qué ljamamos ai conocimíento
así es también imposibje que el conocimiento sea una realidad. EI i'esul- len(5nlenosocial. l.as pcrsonas matvíldas no aceptan !os juicios éticos.
tado es concluyente; pera sucumbiría a la superstición de la palavra, Dicen que la ética no contiene conocimiento seguro. No nos ii'á de ma-
si esta conclusión expresada con palabras me tranquilizace. EI i'esul neja muy direi'sa si chora mostramos e} factor'soda! bojootro juicio de
Ladoinspira más conHlanzacuando lo vemos confirmado en un ramo valor, el de Ja estética. Nadie dudai'á del hecho de que los juicios indivi-
especial que desde tiempo inmemorial fue Lenidocomo la manifesta- duaíes del gueto dependeu necesariamente del gasto dominante en
ción del más alia, este es, por el conocimienLOmás seguro. Este ramo aquclla época, lo qtic se cxprcsa con la voz moda. («Moda», usí como
es el de la ética. EI individuo, silo encontramos sin conexión alguna con «moderno», de modo: }o actual, ]o de hoy.) Todo artista se deja inflttirpor
los demos hombres, carece de ética. La ética es un fenómeno social. e[ gllsto de su Liem})o,e] corriente artista industrial según su ordinário
l La ética, como el lenguaje, solo entre los hombres es algo, porque ella sentido indllsti'ipso, !)el'o tafllbién cl altivo al'lista, })ot'quc cl homo)t'c iio
Í'l='. no es más que lenguale, precisamente. La éLica es el fecho de (luc enLi'e cs capaz de desat'Foliarsin interaccióny sii} su ambiente.Un artista
'" l los hombres se han formado concepLosde valores, que se presentan cualquiei'a del viajo Egiplo o del Japón que sobresaliera en su tiempo
como juicios en la obscrvación dc las accioncs humaníis. poi' ('} i'ii(ii('ítlisilt(} litiis i! 1( liso, ('ilt})l('iil)ii, slll ('ttlt)itt'go, lias lk)i':ttíts (f(

' Pelo con estejuicio de valores sucede lo que con la r la)oí'ía de los jlii- [enguaje de su tiempo y se con2peneU'abatanto coi] é] que só]o ]a agude- ./"

cios. Ellas no se fundan en la experiencia individua] de] juez, sino en ]a za de un investigador iluesh'o puede notar !as diferencias entre él y sus
experiencia de ]os anLecesores y contemporâneos; la cual experiencia es contemporâneos. Lín pintor, un músico o un poeta cóntemporáneos
tradición y creencia, no solo en la religión y en las costumbres, sino pre' ptieden oponet'sc ctianln qtiif'ran al iiiflulo de su épocas pelo no l)ot' eso :W'

cisamente en cada conocimienLOdel mundo real. Y la ü'aclición no se apo' decai'áde podéi'selos]'econocer como tjn fenómeno de su década, si no
ya só]o en e] ]enguaje, sino que ella es al mesmo tempo lenguaje. e$ que imüan, con un extremo refinamiento, un pesado, falseándoio. Si 'h«nJP

Me he adelantado, con esta última frase, a la investigación. Para nos- esta influerlcia de] media. sobre el gusío de! que ti'al)aÍí!.no fitei'a tan
OLros,para los (luc cl lcnguajc iio cs Rias (luc cl cr)nlo(lo lcctici-(l(}(lcl gi'ali(tc. n{) sal)t'íai} los llisiot-iatloi cs ({t' ilt'lc' c'olot'iii' ('it(tit obi'it (le iti't(' eii
a"....#'

56 57
co a] lenguaje, si el lenguaje no es ou'a cosa que la memoria de la huma-
su lugar y tiempo con la segui'idaclinstintiva que lo hacen. Y la influen-
{' :

nidad, y si, finalmente, no existemen ]a rea]idad de] mundo, ni una memo- .ll:

cia sobre el ju leio artístico del público es mayor aún.


ria abstracta, ni una abstracta humanidad, ni un lenguaje abstracto tam-
Se argüirá que la crítica del gusLo tampoco ofrece aquello que lla-
mamos comúnmente conocimiento. Por mi parte. En la crítica de valo- poco, sino doquiera solamente individuos humanos, con actos de
recuerdo y movimientos ]ingüísticos, entonces el conocimiento es, como
res de la ética y de la estética solamente se han dado ejemplos de cimo
el lenguaje humano, un fenómeno social, o, si se quiere, una ilusión
en el proceso espiritua] de] juicio en esta exteriorización soberana del
::Ê

::.

socia[, algo entre ]os hombres. En este sentido nos adherimos a las, en
pensamicntol)limiano,pucdc hal)lar un kictoi'social.
muchos sentidosy en su fbrmación lógica, falsas pajabras: sociely!s prior
lo man. Nada sabemos sobre si los hombres fueron, desde un principio,
sociables. Aqui, como en cada una de las demás aíirmaciones sobre pre-
K(znt Los juicios estéticosme son importantestodaviapor tetrarazón.
historia, ha olvidado Spencer agregar e] conceptode] diferencial.
Y es pot' caber prol)adn en ellas Kart tina ctíiica (ltie dcjó de píobar en
Soliiiill'iilc cli c:i(lít l)c(ltit'õo iílsLaillc sc a(lcliinLa al dcsat'rolão del indi-
€l'

.../"

los iiiicit)s {'ii Ht'iicliil. 1::1 iio iitlnlizt\, t'íi sli ( i-Ílicit (lt'l })o(lct (lc inicio, lu
viduo la influencia de la sociedad o de! media. Esta relación pudiera ser,
l)cllcz.ii pci'soiiillcit(lii o lo l)t:llo; ('l sc t:iõr} itiils bit-tl il irlvt'stigai' los jlii-
..'

en realidad, algo así: el individuo genial precede siempre a su rebaílo o


cios Loujes, esta es, los conceptos y palabras de alcance de lo llamado
:.

a su sociedad en un diferencia] de saber, y siempre ade]anta ]a sociedad


''-.W«'

bello. Así, pues, su Crítica de/Juicío es una crítica del lenguaje. La pri-
a sus individuos en el diferencial de UH concepto, de un juicio, en un
''\. .-

mera; cuando escribió la C'ríZica de /a razón pllra, no pensaba todavia


en la interrogaci6n de como son posibles los juicios estético sintéticos a pretendidosaber, para abreviar. Como la una cara de la verdad puede
reconocerse ùnicamente la palavra de Spencer.
pdorí. Hasta poço antes de emitir la segunda edición no se extendió a
:\ ,.:'

elmo.Si él hubiera heéhà est(i en su obra principal, en la CríZíca de /a Ahora, dondequieta que nosotros hagamos la prueba para descu-
brir la esencia del conocimiento, allí se mostrará, al igual que el len-
::.,,.

razón ptzra; si también aqui hubiera renunciado a una inteligencíade


la razón personificada y:hubiera analizado solamenteJos conceptosy guaje, ya como un fenómeno social o quizá como una social ilusión. No
\X :';

]as palabras de ese círculo --círculo que hubiera sido e] mesmo leHgua- nos es aún permitido hablar mucho sobre las diferencias entre len-
guaje, pensamiento y conocimiento; a pesar de los esfuerzos que duran-
-*... je- poseeríamos un crítica de] ]enguaje por Kart, ]a dual, dado lo incom-
te miles de aços han fecho las mejores cabezas, no han logrado trazer
\.-'' parablemente penetrante y profundo de su espíritu, no hubiera sido una un limite claro aun entre los mesmosfáciles conceptos de este amplio
simple aportación, sino ]a crítica del lenguaje, el hecho redentor.
grupo: de] lenguaje, del pensamiento y del conocimiento (o entre la fra-
Pei'o quizás este fecho no suei'a posible todavia, aun después de
''(eqq..HFP...'

\:.." se, el Inicio y la verdad).


Locke y l lume, porque, a pesar de existir los primeros impulsos, no esta-
'\..,.--' ba vivo todavia el concepto de la evolución ni en el mesmo Kart, y por-
que sin la representación de un origen común del organismo y de SUS
Z,ógic(z La parte que nosoü'os ]]amamos ]6gica y que acostumbramos
'%*.#'
órganos sensitivos parecia inconcebible la generalización o el carácter
a considerar como el fundamento granítico de nuestra ciencia puede
\;&...b.#/

social del pensamiento. No me reHieroa la «evolución»en el concepto


derrumbarse lo más calçaday prontamentecomo un castillo de naipes.
':,:.#-' donnmâLico con sus arreigadas supeisticiones lingilísticas--sobre lodo
en Alemania--, sino solamente al conocimiento de que el lenguaje y la Bien puede ligar la ]ógica los espíritus humanos; pero no porque posea
una ignorada y sobrenatural fuerza, sino porque ella, con juicios y lla-
\-.:..*''
memoria de los organismos y ]as costumbres y ]a razón no existiamy se
ves y métodos, se encuentra denü'o completamente hasta en el más pri-
:.

\~.-''
han fecho. Kant estaba todavia muy inmediato a 'çVolH.Así, no tuvo la
i\: :;;:.r'' [entaci6n o cl fin de \ma fundamental ci'ítica del lenguaje, ni la espe- mitivo concepto o voz, y porque estas vozes y estas conceptos sólo lle-
I'ililza, t)i ('l pciisiinli('fito dc po(It'i' pt'obiii' la })osibiliditd ({cl coitos:iitlit'illo gan a lcilci un valor Guardo corlen cnLi'ela gente, quando ligama la
k.#'
oil PI lciigllaic. Si {-l {'i)liociiiii('fito }illitiiirlt) o {'l llt'ns:iiiiit'silo cs i(lt\nli gente

59
\., 58

\
Bajo la influencia de las ideas reinantes tememos que alegar a haver Será cosa de invesLigacionespsico]ógicas e] demostrar' como ]a cre-
responsabie a ia lllcha por ia exisLenciade }a necesidad diária para la eilcia en un sal)cí', (ltie es solo lma ilusiótl social, pude forLalccerse por
formación de [a pa[abra y, con c]]o, de] dcsarro]]o dc] ]cnguajc o dc ]a llti(: 11o 11os (lti('(1(1 oIt'ii soIti(:i(')ti (lti(' ('ill('ii(It-i- (.l itittii(1o iilill'oPoilir)I'll
razón. Y a] ]]egar aqui viveremose] aparente milagro de que nada en camenLe.EI saber es Lambiénuna creencia, una trüdici6n. Así colho el
el mundo podrá convencemos de qtlenuestras percellciones scan {lelcs lciigliiijc o (-l siil)(.r. s(' 1'oI'lnóctllt'(- 1os liontl)i'('s dt: lllodo (lti(' (:ii(lii lÍtIo
imágehes de un mundo real fuera de nosotros; evidentemente, t.idos los ptidicra c(]r llnt-sóis imprcsioiies o árias voltinlai'ios al vacina, iisí con-
honlt)I'cs rifa'ílinl(?s l)os( (:n lias iiiisillns l)(:i'(:(tl){:lotit\s y ('íl('ll (.ll lli iiiis littttr l iiill)ii'.ít t'illt'{. l{)s tit)iiil)t't's ). lii tiilllit'illt'zii. l)tit's t'l tioítil)rt- It- ini'i
ma dada, dcspués dc illgúi} csi,udio. l.u obsci'vaca(}ticlc los galos dc ilucs- l)tiy('. 11o
sóis (li'gítttt)stlt: s(.iilitlt)s, l)('1'osl slls iic'lus tlt' vt)lliiilii(l; iisí lltHr
tros sentidos nos cnseóará quc nuas!.ras dudils críln !andadas; (iuc cl Hr) ii los ('oít('('})los t)l)loto ) stijt'to, (\alisii y clc(-lo, clc., (-oiitiiiliaiido
inHnito de los movimicnLos dc la realidad solo })uedc cltll'iir' ci! !iosoli'{)s ci tolices cl lllcgo soda dcl sal)ci' comiátl)ol('s ) attimalcs.
por }as esLrechas puerLas dc los sentidos uccidcntalcs; quc Lodo a(luc- N/It-tiil'r)i'i('t)
l)t)(lcítios lliiíliitl' laiiil)if.ii ii csl(, sul)ci- aitli'ol)ottt(5t'l'ico,
iJo que no gene dirección bacia estas pueris debe quedar' fuera; que nos ) vcicnios y podicntoscottccbii inejoi'cii esta conexión cuáii mcLatóli
hemos orientado en nuestras cercanias con la a) uda de estes cirlco o co es el lenguaje. La metáfora, como manancial de Lodo desan'oito lin-
seis sentidos accidentaiês. meroreconoceremos que e] valor general de güísLico, conduce de nuevo, presto que pal'tede la sensibilidad, bacia la
las leyes que debemos a nuestros órganos sensoriales, esta es, ei valor psicologia, ) une a ésLa con la fiJología, que es la ciencia cleaquello
general de todas las leyes cienüíicas, se comprende porque nuesb'os cin- que acha entre los hombres. Esmonos ocupará todavia mucho más. Por
co o seis sentidos accidentales son íos mesmos para todas las perso- ahora, solo una palabra sobre el sentido lingüísLico de la infantil frase \\.+.#

nas, por media de la herencia. Entonces se convertirán las ienesde las «el azúcar es dulce», que acabamos de utilizar. EI que lograra interpretar "" ..Í
ciencias naturales y espirituaies en un fenómeno social, en }as regiam las pocas palabras de esta sencilla frase, cada una en sí, en su historia
natura[es de[ juego social, de] humano conocimiento de] mundo; e]]as lingtiísLicay en su valor gramatical; el que entonces pudiera comparar
'-....../
son }a poética de }alabZe co/zz;ergueo de la cieücia. la expresión total de la frase nlsiológicamenLecon las representaciones
delas que ella es expresión abreviada o loquaz, ése podría vanagloriar ''.....;
se de caber conduzido la nHologíaa una crítica del lenguaje. Como ejem-
.... .:'
«EZ açúcar es dz.l/co La frase «el aztlcar cs du lcc» («der Zuc/cerfs{ plo provisinniil, solo algurtas seitas snl)t'cla tarei\ dc liíi análisis sc
sóis») es, aunque pequena, una parte de nuesü'o conocimiento de] mun- mejan [e.
"q...ÜPF"'

do. Y, sin embargo, estepequeno conocimiento se puede considerar de Der fue en sus princípios demostraLivo,y así podia sustiLuir a cada
dos modos distintos, según que yo haya pensado con esta frase el hecho momentâneo contenido de conocimienlo aun sin sujeto. Da:s da isl süss. ''bW..P
.'

subjetivo de que ia porción de açúcar ha despertado en mí la sensación :: Esta c$ dulce. EI cainbio dc sentidodc cslí} palavra, dc demostrativo
hasta ai'Lículo,va perlecLanlenteparalelo al fecho de quc posou'os sen
-... ../

dulce, o que, según mi experiencia y la de toda la humanidad, el azúca!'


provoca sensaciones du]ces, en general u objetivamente. En el segundo limos primero una cosa sin poderia nombrar, hasta que la usamos Hnal- \b.,-/

caso, es regia de la humanidad IJamar azúcar a la materna y dulce a la mente como un conceplo en el juicio sin necesidad cle representárnos- :q&...P :''

sensación:pera lucra dc lo enunciablc híly una (ondici(5ndcl organis- l;t. (( oinPai'csc l l l).

mo humano, la de notar especiales y diferentes sensaciones agradables, Un conceplo lal es ZllcÀe/; Lan ptonLo como pi'onunciemos ]a sen-
a[ poner en contacto esta materna con ]a ]engua o e] pa]adar. La frase «e] cilla frase como una sabiduría objeLivao general. Si inventamos,no obs-
azúcar es dulce» en el sentido subjetivo, primero, es solo í.ma especial tante, defiiiit' el concepLo: entonces esta meteria, que cada niõo cl'ee -.;::
apiicación de la regia. Si me he dejado enganar y hc p!'obado at'fénico, ('olho('('l'. s(' loi'ttíi 1111 ('iiigiti;i (ltit: los llttiitit('os, ('ii sll t(It{)iit:t st'(-i'('1o.
';''..#
entonces soy demasiado tonto para jogar; si he mentido, lle cometido colocamgajo el enigma mayot dc llidi'aLOde carbono. mieltU'aslos logos
fu[[erías en e] juego, entonces no me es permitido lugar. y los niõos tíenen realmente que restringia' su deülnición de] azúcar a R«Ú';

P'

60 61
: '."
algo que sabe dulce. A esta lógica interrogación se agrega aún la cir- sidad de] organismo humano: en la compasión. Y así nos es permitido
cunstancia de que Ztlc#er, en nuestra sencilla frase, es finas vedes una usar, como ]a más corta expresi(5nde esu teoria, una palabra de Richard
palabra concreta y oü'as abstracta. Wagnet', claro que en una hiLenciónmuy distinta a la que él penso, varian-
Todas ]as di6icultades de las formas verbales, todas las diflcultades do, místicamente, la doctrina de Schopenhauer. «EI cándido puro sabe
de la cópu]a, se apiõan a]rededor de ]a pa]abra isZen nuestra frase. Si ]a por ('nmpasión.»Dejemos a Wagner el conocimientoy la pureza, tales
pa[abra signiHlca]a existencia de] azúcar, o so]amente ]a rea]idad de la coiiio él los comprende. Para nosotros es un puro cándido, en e] senti-
rejaciónentre dulzura y azúcar; si es la propiedadde un fenómeno del do usual, el hombre que sabe solo por su compasión.
pasivo objeto azúcar o un erecto de los movimientos atómicos del obje- Esta crítica del lenguaje quiere, también, agregar una pequena modi-
to, todo esta pide aclaración en la pajabra ísl. Además, tiene un sentido ücación a] juego social del conocimiento, una pequena y nueva regia de
muy diferente la forma de presente de la palabra ís!, según exprese la juego. Ella es la más nula de todas; es, mientras permanezca propiedad
B'ase un juicio objetivo o subjetivo. mía única, un sueco alienado del juego de un mal jugador. Real será
EI adjetivo siiss incita, finalmente, al análisis de si e11Lodocl com- criando oiros jugadoi'cs acepLcn la regia, cuando Oiros se apropien las
plejo, derZüc#er íst süss, encontramos en nuestro conocimiento alguna direcciones de pensamiento de esta crítica lingüística.
obracosa que la sensación dlllce, de maneja que la frase total fuera para
los metaHsicos solo un rumor vacío sobre esta sensación. Vacío para
nuestro conocimiento de ]a rea]idad de] mundo, y valioso solo como un So/edczd A pesar de todo, celebra una rumiada doctrina que el len-
media para dejar ir la observación de acá para alia entre los hombres guaje une a los hombres. Y todavia no ha sanado el lamento de que toda
'-.,#' que juegan, una pequena aportación a la comunicación social de los la misería de }a soledad viene solamente del lenguaje.
hombres. Y, Htna]mente;]a probabilidad de que la sensación siiss es la Cinicamente en el rebafío hay bienestar. unicamente en la vida de
mesma en todos los hombres, no es más que el fundamento de toda sócie- rebafio existe ]a convicción muda, de que todo lo que sucede, sucede así
dad, e] parentesco de ]os sentidos accidenta]es; como cuando ]os hom- mejor que de ninguna otl'a manera. A este estado de sorda felicidad le
"'b./'' bres se ajegran de sus acombasados relojes, mienn'as, no obstante, esta tlamamos instinto. Los animales slenten este placer besta:a}.Y también
!intlk)t'tnid:ti!:.sc l :l logo'n(lo {)I'li it I'(} !)OI' media (tt' ta cotlvcti(.it'ltl (tc bit 1{)s iilsllillr)íliiillos, (ltit' llt'vitii liliii vt(lii (l(: r'('1)iiijo, y cttlt'o los(lti(' cl lciigua-
liempo igua[ centroeuroPeo, y ]uego por ]a convención más amplia de je y el pensamiento no han ido nunca más alia de la convención de
que del movimiento de la berra, alrededor de su eje y alrededor del sol, accíones gregárias. Ya se arrodille ante los comunes ídolos una tal pia-
í'a dp hon llt'rs ('i niiittla('onf\)I'midad, yí} cubntn sus clébiles espia:das
':1

hemos hcclin titicstt'amedida dp licml)o.


uitiltlilticlttt ilLc comili} iilisina capuc1la las !ntljei'cs dc la piora, ya ar're-
metan a} mismo grito de guerra ]os hombres, o ya coman a ]a mioma
C0/7zp(zslÓ/z Todavia podemos avenüirar un pequeno peso hacia ade- hora, rumiet} y vayan al agua, de todos modos es un placer bestial incons-
lat)tc. I'ai'a nosoLI'osel lcngunjé, o el pensanliento, (} et coilociitlicnto, cs (:ieil l.('

un f'en6n)eílo social, un algo entre }os.hombres. Antes, para los hom- Pero aque] para e] cua] el lenguaje se ha diferenciado tanto que com-
. t, -

bres, eran solo sociales o altruístas los fenómenos mordes, que luego prende de otra maneja la voz de mando del insUnto que los de la pia-
han venido a parar, traídos por Schopenhauer, con ]a desesperación a da, y que los ídolos de esta no son para él Duos,y no se deja enganar por
la compasión. chora, que queremos basal la evolución de todo pensa' las forradas espaldas del capuchón, y que comprende el burra de los
miento en la lucha por la existencia, en la necesidad biológica, en la indi- enemigos y no participa, y que come Guardo siente hambre, sin atender i:

gencia del individuo, bien podemos devir que la afinidad de los sentidos al toque del mediodía, êste ha llegado a aislarse por medio del lengua-
accidentales se debe bisar en el parentesco de todos los organismos, y je, y como último consuelo le queda solo su Pisa para el berreo de la pia-
la aflnidad o el valor común de nuesQ'o pensamiento, en la común nece- da. Pelo la berreanLe piada tiene razón sobrada al declarar erróneo su

62 63
lenguaje único y propio Yerra aquelque, alejándose de la piara y sus Lo que erróneamente persegue el lenguaje de los amantes está en
abrevaderos, se exb'avia. parentesco, pl'obablemenle, de alga'mmodo, con lo que Schopenhauer
Tan pago serve de objeLOa la crítica el lenguaje piaresco como el gor- llamó mitoiógicamenLela voluntad de la natui'aleza, y con lo que, [lnal
leo de los pájaros. Ambos esLánhaja la crítica. EI no une a los hombres, mente, se llama en la mitologia darwinista, evolución. EI proceso no
pelo es un signo de la unión. A este lenguaje pertenecen los sonidos [o sabemos. Para e] fiel sentimiento amoroso de ]os pacíH]cosobserva-
de campana que invitan a la iglesia, el tambor en los campos y el tim- dores no da aciaración suficiente tampoco Darwin, y Schopenhauer, con
bre que en ]os hote]es ]]ama a ]a cena. Y será erróneo cuando no con- su amor a la generaciónfutura, no ofrecemás que un trasuntotauLo-
tentándosecon estar entre }os hombres, con acompafíarlos en sus nece- IÓgico.
sidades y cuando sobre ]os hombres y sobre sus cuidados se liberta y Y, sin embargo, sentimos algo así. Sentimos como nuestro carrua
quiere satisfazer sus deseos espiritua]es enervados y a]ejados de ]as nece- je va tirado por dos animales diferentes: un jabalí y un caballo alado
sidades humanas. están enganchados. No queremos separar de la lanza al puerco- Pera
Así como el océano entre los continentes, se mueve el lenguaje cnh'e queremos sul)ir al mundo de las ideas o de los niõos con el caballo solo.
los hombres aislados. Se dize que el oceano une los continentes, porque Sentimos en nosoü'os la bebida que llena U'ansparenle y pura la milad
de él se sirven los barcos para un lado y oiro y para abordar, a no scr superior' dcl ci'istal, y que en el rondo se espesa en un líquido Lui'bio,
que antes se pierdan en é]. E] agua separa, y só]o ]a ola de flujo movi- venenoso y euloquecedoi'. Quem'errosLrasegal' todo el caso, pei'o las
da por extraídas fuerzas bate, ora aqui, ora alia, en las exü'anjeras cos- madres de nuestro futuro -que son como nosotros- no deben vermos
tas y escupe las algas y las arenas. Solamente lo vulgar lleva así dc tiros bebei' ntils quc la pal'te dai'a },... ellas inismas c'htipat' dc clla. Nos ali'as-
a oiros el idiomíl. Y en rncdi{) (lc li ínasa, cttaii(lo vct)tcii y It'tl('na, y la !i'iililos l)oi' iit !i(}i'i'i}, l)('i'o s(:illilttos I'tios'zii l)ill'il X-oliii-.

vana espuma sul)e al ciclo, viveu IraLcrnalnlcntc tiliidos y stt)at'aços (It- Uno solo ilo lo puctlc. l)cl'o ci'ccnlos, lcneinos ki ilusié)iitlc (!uc po
los domínios de los hombres la poesia y el mareo de mar. dríamos velar si llegásemosa Lenerun punhode apoyo en los demos que "-h..r'

Í'íistt'('íiit )- (ltii('t'('ii voliii', ) íi los (-tiiil(.s s('l'vllilos il lii v('z (lc iiPI)yo pib'it
su iltisiÓlt. '\...,

,4m,o/" En parte alguna se ve más claro que en el diálogo de dos ena- Y no ilusión a secas. Lo que el lenguaje nuestro no consegue cuan '+.. .#

morados, como el lenguale es un media, algo enu'e los hombres. Pelo, do, alzado por el calor de la afición, busca queda y murmurante el alma
dejando toda poesia a un lado, aqui llega a ser realmente una regia de del OU'o,lo pueden los vivientes redes, los lan menospreciados cuerpos
Bri[[anLe en e] ca]or de] p]acer mira e] ojo e] bri]]ar de Oiro, despacho
' ' \+..,

juego. Para la cópula de dos espíritus no es, puas, el mejor medio el idio-
ma, porque o es muy tímido o muy burdo para ]os íntimos abrazos. se unen lábios y lábios y en la postrera unión se consuma el milagro de \VW., P'

ùnicamente el pueblo africano efectua esmoabierlamente a la luz del sol que las dos pasiones se pi'olonguen en un ser suevo, en cuya lanza no ':h.,''

aparece ungido animal repugnante alguno, cuya bebida no gene rondo


y del lenguaje.
venenoso y que en sueflos ruela con su fantasia infantil.
\"-..,..'

Pelo no hay que ignorar que hombres capazes de procrear --que


Êste es nuestro sentimienLO a la vista de un sano nióo, esU nuesU'a 'l'h..:
según el pensar de los pequeno-burgueses son los que más contribuyer]
a la degeneración, porque moditican la especie, que hombres especial- nostalgia por la inocencia del nióo. Luego el niõo se hace un hombre, y \....'

mente deseados, sementales espirituales, tienden también a una unión el nobre caballo se estremecequando ve junto a él por vez primera al ''' -..

con e] querido sexoopuestoa través de] lenguaje. La unión es imposi- puerco. Y la eterna pregunta de la humanidad es, si su desarrollo por
medio de] amor será Landesencantados e insuHlciente como sus inten-
b[e, e] cráneo demasiado espero, no hay pensamiento que pueda unis-
se a oiro. Coma un loco instinto, trepa más y más el lenguaje de los tos de unión por media del lenguaje. \-.W

amantes y suefía con un abrazo en el éter, para crer tanto más abatidos
a la berra.

65
64
/' ''''~.

111. Realidad del lenguaje

/9o(/cr (/c /(z /)(z/(z/)ra Por scr cl lengliajc tina lucrza social enu'c los
lio! 1l)i'('s, ('l('t'('(' llttT)!)t(trliiri l !'licr'zii sol)r-c (:l p(:risíliTli(trllo (l(tl iri(Itvt-
''

(Itio. l.o (ltic cii iiust)IT'osl)icitsii cs cl lcriÉ;uajc, lo bluecíi nosolros vcr-


sillca es el lenguaje. La sensación tantas veces ü'andaen palabras, de «yo
no pienso: algo prensa en mí» --esta sensación de coacción, de fuerza, es
completamente justa.
[C[poder dc [i\ pa[abra so]nc c] ais]ado celebro humano ha ]]egado
'\. -'

' "-......P.''' a la enorme expansión que podemos observar en los tiempos históricos
'kU.:.,,-'
por e] ]argo transcurso de] ]lamado desarrollo o evolución. EI hombre,
en el estadosemejante al animal, hubiera tomado este poder por una
enfermedad, por una enfermedad epidémica que en nosotros dejó la dis-
'--..,''

:-.''
posición al hablar. Esta fuerza la vemos a menudo en los suecos. Una
\+b...F/ impresión cualquiera, por ejemplo, el golpe de un reloj, penetra como
el aguijón de un insecto en el espeso velo de los sentidos; no puede vol-
ver a falir, y tal vez sea otra forma de la conservación de la energia
que la impresión recebida salta entonces en el celebro de recuerdo en
recuerdo, tendíendosiempre a buscar la falida, y conserva tan íntegra
su primitiva fuerza, que despierta a] cuerpo en e] momento en que con-
segueau'avesar de nuevo el velo por un lugar distante cualquiera. Este
pasivo desvario de] sueílo, que nos enseóa la velocidad casa inabarca-
b[e de [as asociaciones, se deja imitar en e] desvario momentâneo y arti-
Hlcialque provoca ]a hipnosis. Aqui no es una impresión la que liberta
la serie de asociaciones, sino una pajabra. Esta es, un signo, una seílal;
aunque, en el sueíío, la impresión Lambién era un signo para el irre-
glamentadojuego de ]as asociaciones. Pensemos en las ínnumerables
series de representaciones que tendrán que pasar por el cerebro de un
hipnotizado para que, por exemplo, beba tinta a la voz de vida y al mes-
mo tiempo pombauna cara sonriente.

\.. .

'\..J

:«.J
':i

67

'\.../ '

'--.....,''
esencia(]e esta diferencia si vemos queda reacción del macho la oca-
.1:7ilp/zosís Hay grupos de dementes que hacen lo mesmo sin la influen-
siona el órgano del olfaLO(esmo es, corporal), al percibir la disposición
cia exterior de la pa]abra. Paro todas ]as personas estás en una relación
dc }i! hcnil)t'a,y cnii'c los homo!'cs })i'o(tucc:ki !uislna i'eacci6itla vista
mutua dc hipnoLizador c hipnotizado; toda pcrsorça sc dcja rccípí'oca
de la hembra --respectivamente la del macho-- esmoes, el sentido ópti-
mente sugerir forzadas representaciones por meditede la palabra, y no
co, el más in corpóreo.
es para mí una duda que eITono solo seã en momento de arrebato popu-
lar como en las guerras y persecuciones de hechicería, en los que la hip-
nosis logra enajenar artificialmente toda una mesa de hombres, sino
Z,ile/"(zlür(z Si el recuerdo vivo y la presencia obran sobre la inclina-
que Lodoel comercio espiritual de los hombres entre sí no es más que ción d(-] homo)]'ecn general. ei] cl lloml)!'(' clilto (.sta inclinaci(5n scril
una no inLcrrurnpida y complica(lísima r'cd d(- intcrilos )- li)gradas hip-
despeitada poi uii l odeo nlucho nla)-oi, como son los soniclos de las
nosis, que hacen uso de la heredada propiedad evasiva de las asocia-
representaciones, la palabra. Por este, de siglo en siglo irá pesando a
ciones, y en ]os que ]e toca a] lenguaje e] triste papel de ser agitador y
único medio de esta locura artificial. la palabra, también de maneja artificial, más y más el concepLOde la
desvel'gilenza,aun síendo la palabra mocho más inocente que las i'ept'e"-
Psiquicamente, esmoes, de forma imponderable y grátis --ya que lo
sentaciones humanas. Este erecto de la palabi'a sobre la afición sexual
imponderable es siempre lo más barato-- obra e] ]enguaje como HJsio-
debeser una nueva adquisición de la humanidad(una nueva degene-
lógicamentelo face el ajcohol. Las palabras embriagan, ]as palabras
ración, si se quiere); de tetramaneja no hubiera hablado y escrito Lutero
aturden, y los que se entregan a ellas pueden ser conduzidos por las
todaviatan ingenuamente de fales cosas. (Ni ingenuo ni sencillo es el
palabras al suicídio. Y mientras que entre los hombres son pocos los
retorno «moderno» de tempo en tiempo }a grosería literária, como en
alcohólicos, hay innumerables enfermos que no pueden resistir a la ten-
el Stürm und Drang) en el Naturalismo; la porquería de moda es per-
tación de ingerir masas de palabras y de devolverjas. Pudiéramos cla-
mar a esta enfermedad logismo, y e] que ]a palabra significa ya tanto versa.) Y actualmente se hallan de Lalmanera las cosas, que los nervios,
esencía[mente[os de una pob]ación muy ]eída como ]a nuestra, han ]]e-
como razón no es motivopara buscar tetra.También pudiera llamárse-
gadoa estab]ecer una re]ación ta] entre ]os sonidos y la pulsión sexual
le silogismo o simplemente lógica.
como quizá antes la bacia la unión nerviosa entre el odor excitantey ''q...P'

la pulsi6n sexual; y Lalvez esta unión mesmase pudiera tomar como


una enfermedad de los nervios, si pudiéramos haver sujo una distin-
p(zZ(zbr"(zy püZsíózz se#ücz/ Muy digno de aLención me parece para
ción más clara entre degeneración y desarrollo y entre enfermedad y
'h..=#

la fuerza de la representación y de la palabra humana la diferencia enü'e


vida. Innumerables novelas se leen hoy inocentemente por muchachos -q...&,,"

la pulsión sexual del hombre y la del animal, aunque la causa esLéreal-


y ililliis, sr)lo (:{)ii t'l (It's(:o (l(. 1111 ('ft'L-lo tiil, t' iiis('iisil)l('ilic)ittc' sola c'sc'i'lias
mente --casaindudablcmenLc--cn una cicrLa dcgenci'ación dcl Itoml)rc, "-...../

las para este erectopor los escritores;por lo que yo no quiero hablar


en su independencia del atractivo inmediato. Parece que entre los ani-
nada sobre Ja producción de ]a voluntária literatura puerca, y así tene-
'\"bh....r.

males decide la disposición de la lembra, que el macho reacciona por


mos de suevo un ejemplo de cómo la palabra, considerada como una '.Ü

la agudeza del alar al presentarse este raro y retornante período de dis-


fuerni cspii'itllalsol)te la vida i'cal, iiilei'vicne ('ii Ins il('xos ('atisal(.sdc
posición, y quc todo queda slijcLo, puas, a períodos. Scmcjanie agude-
'-....J'

la vida.
za sensual para la disposición de la mujer han observado y desci'iLovia- qq..,...,

No se confunda con este fenómeno eJ hecho de que también los ani-


jeros europeus entre los habitantes humanos de las islas del PacíHco.
males modulan voces de reclamo en el Liempode cela, que lan clara-
En câmbio. en los hombres esu acción no va unida a período algu-
tllctitc l)(iil(-itios t)l)s(-t'v:tl'('li los l)itlitt'os.Si cl itiitcllo í'oit'cioiiii l)i)I' lit
ns, y calo sc siiv(: n inciiti(lo (}oíllo sigilo dil'(:i'cti('iiilt-!ilt'c(.l Itliiltl)i'cy
''..hP"

dlspost('ir)ii (It: lit lit'illl)t'ít y t'slii i'clip('civil sct(-xlct'ioi'izit pi'ittit'i'o cii llíi
el animal. EsU inclinación se provoca, no póloen los vai'odes, sino tam-
donodeterminado, este Lona,grito o canto, son ya las exterior'izaciones
bién en las hcmbras, por simple presencia. Pera nos havemosdai'aja
(j{) ' \. : ::'
68
Lerzgü(z/e y díbuyo E] ]enguaje es un poda. Entonces, es algo real.
clela puJsión sexual. Entre las personas es frequente la voluntária selec-
Puestoque só]o ]o real puede obrar. Pelo lo que actua como poder no es,
ción de ]a palavra y la imagema ella unida, y hasta la imporlüncia de
sitacmb:it'go, r]i]n('a r]i lamas «cl»lcngliajc, sino una palabra. Esta pala'
una palabia casual que dcspici'ta lhas pi'onlo y scgtiiaíncnte la })ulsión.
EI reclamo del animal HOcot'respondeal concepLOde ]engua; enU'e]os bra cJaío que no está scJ)brada de sus complementam'ias,así como flsio-
lógicamente no se da un I'enómeno químico sin mutuas dependencias
hombres, e] ]enguaje de los conceptos llega a ser reclamo.
de sus conexos (sangre y nervios cerebra]es). A ]as conexiones mutuas
se puede apellidar «el alma», /'inZ/-otéuaó/e. EI lenguaje es «el alma» de
}''!Nüosos Un defensor de] lenguaje podría afirmar que su poder esti- la oratoria --«podría decirse».
mula también a la bondnd. Cura, como la hipnosis, la enfermedad ima- Si queremos comparar ellenguaje, que no siendo una realidad, es
fuerza y obra, con algo semejante, pensamos en los dibujos, que por
i«+A"'

ginativa, esmoes, remedio, no la enfermedad, sino la imaginación. Así


su negrura destacan sobre el branco papel y no son más que signos, sin
puede contrarrestar la palabra por medio de su fuerza socia] a ]a incli-
embargo; realidad ülsica (como pequeíías partículas de graflto) y real y
nación melancólica bacia la maldad.
\-.,-

efectivamente sólo medias de representaciones, signos, imágenes antro-


Para mi sentido ]ingtiístico persona] tiene la palabra «virmd», o menor
'\....,:' pomoifas. Los animalcs iio accpLanlos dibujos(llusiones no son dibu-
aún, cl paul'ul «vii'Lides,', la tendência clealcanzar lm riluliz ai'casco, como
'\qÇ.F.' lo han alcanzado los nombres de los viemosdioses y como obran en nos- los) como verdades. Y la doutrina de que jamás será posible obtener
conocimiento alguno por medio de una operación o trabajo o tirania de
'b#,' otros los de las personiflcadas diosas de las abstracciones justicia, sabl-
duría, industria, etc. Esta sensación deja íntegra ]a mot'a]; con esta sen- la palabra --estadoutrina aparecerá más clara si se la compara espe'
ciillincnLc comilos dibujos quc ilusuan un texto cientíllco. Así tendría-
sación se distingue cóino se disUnguen los hombres l)ucnos de los maios.
"\q.b .'

'\...."'

Se tiende siempre a buscar palabras nuevas, y hay que reconocer que mos por mentecatoal individuo que quisiera hacer un viaje de investi-
gación por África, no sobre el terreno, sino sobre un mapa, y le diríamos: i
los nombres viejos de las virtudes son efjcaces en el sentido moral, mien-
«Con la lente más poda'osa no podres encontrar en e] mapa más de ]o
U'asque las palavras, como mediou de conocimicnlo, apat'ecenIneH-
caces. Es solo un reír suave to que el espíritu del lenguaje deja sonar que descubrieron o creyeron descubrio [us predecesores».Asimismo,
como si fuese de !ejós.
nos reiríamos de aquel que quisiera proseguir investigaciones cere-
bra[es está(fiando ]os dibujos de} celebro.
Tomcntos, ptlt' elctllplo, la bondad conto tipo d(' vit'ttid llnmana y
descul)i'it-en)ossolamcnte contados llombi'cs quc senil Bentos de bon- b;l lenguiije, ptics, ilo es más que una loLalidadgránlca y esquemá-
dad en este sentido virtuoso. La mayoría de los buenos son buenos sola- Uca babada en Jos sonidos percebidos por los antecesores hasta hoy. Y
ya podemos examinar las palabras con la lógica más armada; nunca sal-
mente, porque existe el concepto de bondad, y pot'que en elmos.obra una
da'emosde su contenido, pues no son más que una colección de mate-
inclinación a adquit'ir' este apelativo de«bueno» como una orden. Ellos
i'ial viajo o antiquado, precisamente.
obi'an bica, i'enuilcian ü maios actos y ejeiciLan l)ondas, pol'(luc quie-
ren llamat'se buenos. En la práctica hay entre ellos y el hombre natu- Y soba'eesmohay que observar que Lododibujo(del ojo, del cere-
I'almenLebueno solo uha pequena diferencia. Si elmosvivieran en un bro, elc.), alm siendo ]o más naturaly fiel, nunca pasa de ser un esque-
ma; poi'que nucsLios conocimientos de ]as conexiones son esquemáti-
pucblo que no hubiel'a loi-rnadoanil el concepLOdc la bondad ilo sen-
Lii'ían, o casa no sentir'ínn, el estímulo de ser buenos. En este caso son cos, posou'os vemos de dos suerLes: primero lo que comprendemos y
las palabi'as un suscitante motivo moral. Los animales mudos no cono- segundo ]o que no podemos asegurar.
cen todavia este motivo y, por elmo,no son ni buenos ni maios. De una ]otografía de] objeto natural podría el investigador crear
un nuevo conociiniento, pelo en el círculo de los Lodos no correspon'
dería la mecânica fotografia más que con tomosnaturales inmediatos y
sus fijacioncs. Nunca podre ser e] lenguajefotografia del mundo, por-

71
70
que el celebro del hombre no es una câmara oscula verdadera y por- IV. Errores ocasionados por el lenguaje
que en el celebro se albcrgan llnes, y cl lenguajc sc lia loimado scgún
razones de utilidad.

Z)eiZiS EI lenguaje no es, pues, solo algo real fisicamente, como ondu-
laciones del gire. Es real, además, como lo es un dibujo, un signo. Como Nuesu'a especu]ación sobre ]a esencia de] lenguaje nos ha condu-
signos, como sefíales auditivas, debemos imaginar los princípios. cido a la primera aparente contradicción; el lenguaje (ya sea conside-
Y aun hoy mismo, en sus grados más bajos, es el lenguaje todavia rando [a absü'acción o un ]enguaje determinado y hasta un ]lab]a indi-
deícüco. «l)éme usted embutidos». EI mudo obtiene resultado tan feliz vidual) no es una cosa real y, sin embargo, es algo efectivo, un arma, un
indicando con el dedo el embutido. Y el perto aspira a este resultado poder. Ya volveremos al lenguaje como causa activa de OU'osfenóme-
más rapidamente. chora, en sus alturas, es el lenguaje un media artís- nos. chora nos deUene ]a idea de que ]as cona'âdicciones en e] pensar,
tico. Goethe ponhapajabra trás palavra como Rafael colar sobre calor. esta es, en e] uso lógico del lenguaje, son posibles. Eito se nos mostra-
En e] comercio humano, en e] ü'ato, como en e] restaurante, en ]a gue- rá en su total crue]dad a] alegar a la crítica de la lógica. Aqui, al princi-
rra y en la buchaamorosa, el lenguaje tiene una sencillez de embuti- pio, no queremos suponer aún ]a neCesidaddel erros; queremos ocu-
do. En un salón distinguido de escogida conversación y personal apre- pamos exclusivamente de la mala ínLcligencia de los hombres enU'e sí
ciado, se acerca a la obra de arte. En media de eito está la parlería, la y hasta del hombt'c consigo mesmo. «/Vouzs
sornnles»,dccía Flaubel't, «Zous
charlatanería insustancial que practican males de millones de personas, dons un pesem.Personne comprend personne.»
horas y horas diariamente. Aparte de la charlatanería, algunas ciencias "h+

se han servido dc las palas)ras[)ar'a tililizatlas colho signos alHcbi'bi- '"+.

cos en fórmulas. Una idea nueva no puede surgir de elmo;tan irnposible Fkz/Z(zde compre/zsiÓ/z Enu'e las i'azones poi' las que no se enLien-
como aumentar en un átomo el valor del mundo por media de las varia- den los hombres unos con oiros, se encuentra, en primer lugar, el cons-
dísimas comhinaciones y permuLacionesde las dica cifras significati- tante atiment:o de palas)ras, esta es, la historia de ('ada lcnguajc.
vas. SÍ un creador hubiera ordenado nuesU'osistema solar, lo Itubict'a \' cs cl caso luc, cotiLi'u Lo(lulógica, las palabi'its cni'i(lucccn, u uii
arrojado al espacio sin un cálculo matemático anterior. Y la naLurale- mismo tiempo, sus contenidos y sus abarcacíones. Compárese ]o que
za es enteramente muda. Y mudo se quedaría también quien ]a com- bajo la palabra «esü'ella» entienden el dão o el campesino y un astró-
prendiera. nomo. Así como ilo se ha roto }a conLinuidad, e] recuerdo y ki persona- *\ ::.

lidad poi' liabcisc convci'Lido la niíta quc Desaba IO libt'asen uii ama dc '\....+

más de 200, así ha habido inLerrupción en la vida de la palabra. Y como


la palabi'ava de lin hombre a oiro, podemos devir que nueslras pala-
''.n=''

vras tienen trás sí un crecimiênto de malesde siglas. Como la vid que ''ikUh -

hoy aparta sus frutos, en los liempos primitivos creció en Persia; des- ....J'

pués, recorriendo, quién sabe qué países cultos, llegó como estaca a
Ttalia;de allí, por el capricho de un imperador, pasó al Rin, y de aqui
vuelta tetravez al /7ard!, así, pues, lo que no puede deninirse,pelo es la
vida de esta vid, así u'abaja incesanEee inmorhlmente cada palabra que ': ...'

i8ê::' empleamos. Pera así como cada sarmiento no tiene más que cien aflos
@ de vida y el primitivo sarmiento persa [iene que comenzar a brotar en

72 73
ãi.
clásico del envejecimiento de las palabras y de las imágenes es, para
cada individuo suevo, así la palabra, creciendo pacíHlcamentea través {

mí, ]a frase primera de ]a Bib]ia. «En e] principio crer Duos e] cielo y la


de los signos,tiene que empezai a gei'minar de nuevo en cada ii)dividuo berra.»
humano.
Y así como en las innumerables vidas de una misma clase, con sus
mi] vedesmás innumei'ableshojasy fi'usos,no haydos lojas, ni dos uvas
«.Zç/zeZprÍ/zcàpio)> «En e] principio", esta quiere decir precisamente
íguales; así lü palavra aislada, que tuvo que germinam'millones de veces }

en el principio de la eternidad, o más aún, quando el mundo, esta es, la


en Jos miJlones de paisanos, no tiene en dos de ellas e! mesmo contenl- eternidad, principio. Una fantasia poética. La metáfora es más palpable
do, el mesmo alcance y el mesmo valor. en el hebreo. En el principio --en la testera. EI mesmo Lutero traducía
Respecto a ]as hojas, nadie aLiende a esmoquando murmuran con el algo vagamente «al principio», mientras vertia ya a la moderna el co-
viento, y tocante a las uvas t.ampoco importa para ]a práctica con ta] que mienzo de] evangelhode San Juan (év àpxtl) «en el principio». Con el «en
den en e] lagar un potingue posible de beber. Pai'a ia pr'ácticabasta tam- el principio» queria él pensar en el principio de la eternidad, y con «al
bién el lenguaje humano, probablenlente poi'que cada cual se preocu- principio» en e] fjna] de una eternidad y el comienzo de una época nueva.
pa aisladamenLede sí mesmo. tinicamenLe ]os locos que quieren enten- EI «en el» o «al principio» de la Bíblia nos emociona poética y eter-
der y darse a entender sienten la insuficiencia del lenguaje. nalmente.Y de esta ha salído la idea archiburguesa de un tempo lar-
!
guísimo que en el principio principio y termina el día del juicio HJnal.
No es necesaria para nadie una prueba de que el nexo causal, que es
.fçnu(#ecí/rzíenlo de /à pa/abra Así colllo los pol)res y los ricos para nosoU'osel mundo, no tuvo principio. «En el principio» es, pues,
no se entienden enU'e sí, así [ampoco se enUenden los seóores de ricas .çi

prosaicamente un disparate. - «:}

y de pobres palabJ'as. Efta es obra semejanza que tienen los idiorüas y «Crer». EI verbo «arear» ha pasado del lenguaje infantil y nodrizo
sus pa[abras con ]os ]lon:lbi'es,de modo que e]]os(Í)alabt'as y hombres)
.'-C;

del puebjo a nuestro caudal. Una preciosa palabra de fábulas y poetas.


se [ni'nan t'idos y viejos al misto Liempo, cmpobt'ecicndo pdr la edad, La palabra mágica de la fe. Más tarde, imagino realmente el burguês j!:

empobreciendo por el gasto de la i'iqueza. A menudo se ha plantado ai anciano de arriba como un brujo panadero que fabricaba e] pan sin
la atención sobre la edad de la palabra y del lenguaje. Es cui'iodo que hai'ina. FToyha babado tanto el concepto de arear que ya solo la mez-
pt'ecisai letttc las nnl'andespítlabi'as pot' las que milcs dr ct'ánóos sc han quindad prédica contra la conservaciÓíJ de la materna (o como se ape- -g

qtiebl'ado en la paz y u'itiii'ado en la guciia, liam Lcnido, visiblemente, [[ide a ]a verdad u'as estas pa]abras de moda). En nues]ro concepto de]
sus ires períodos. Estas grandes absLracciones:Duos,eternidad, crea- mundo, arear es un disparate.
ción, fuerza, etc., en sus orígenes fueron producLossimbólicos de poe- «Duos».En el primitivo texto hebraico sé decía dioses. Los dioses eran
tas. Con)o inetáfoias son algo, y algo relativamente agudo, fi'enteal gé- Hlgurasperfectas de poetas realistas. Y Duos es algo no menos hermo-
nero mortal de la palabra. Así Ditesfrente a la chusma de dioses que so, pelo sí más negativo, descubrimiento de un poeta idealista. A Duos
se ha vuelto insulsa. Eh el segundo período la gran palabra se abur-
se abraza todavia e] débil, especialmente cuando tiene mucho dinero !

guesa. Se hace cosa de costumbre. Nadie duda en elmo,porque nadie cree


!

o grandes dolores. Por esta flama el burguês a aquellos para los cuales
eii ello taíllpoco. En el tercer pet'iodo ha sido taíl resta'egada la ptllabra êste es un conceptovacío, con un nombre negativoy aversivo. Les lja-
.;

por e] aburguesamiento, ha quedado tan pálida, que se la llama hloso- man ateos a los sin Duos,como si el [eísmo füera lo más natural por estar
[ia. E] primer símbolo era buCHo para e] juego, anota la palabra es con- tan difundido. Algo así como si en una casa de ciegos llamáramos no :g

-....J
siderada literalmente. Se ha perdido su sentido y, sin sentido, se le toma ciegos a ]os médicos y guardianes por tener vista. '.-!;

'i:
-......,f
cn serio. Algo así como si la rnujel' de lm matemático tomara por una «Cielo y berra». Pudiera creerse que estas dos términos debieron ..i

cuenta del mercado las cifras de una fórmula anotadas por su marido.
-.,.../'

quedar fuera, puesto que son ]os que salLan a la vista a cualquier polli-
O como si los curas acLuales discutieran sobre la 'llinidad. Un exemplo
\....,..':

75
'-.. '/
74
(;lia'H:il», ) t s liiiíi siltli'il ii lii vi('Jii (,oitsltLti(-ir)it l)i'ttsiíiitíi (ltic ll(.i'i- voei
g to recién nacido; Iti Licrra, quando él picolca, y cl ciclo, cuail(lo l)cl)c.
Poro si observamos más Relmente, veremos que de estas conceptos no Gcilach(Chcrgal) quciía coilscr\ar. Chci'gal poscc lin ft'achcrcditíliio
primitivo y legitimisLa, que quem'ía conservar a Zoül pri.q esmo eleva a
han quedado más que las palabras y no el sentido. Para los viejos escri-
«que el susodicho frac, con Lan continuas modiflcaciones y remiendos,
tores de la Bíblia, eJ cielo era algo abarcable, una cúpula abombada, una
deje de ser el mesmo; pelo, sin embargo, sea visto como la relíquia más
@:

vivienda para el dios amado, desde donde, descorriendo un cerrojo,


intangible y elevadacon orgullo». Justamente lo mesmo me parece que
podia devir: êste es el principio, y con sus aparatos comenzar a fabricar
acontece con las palabras antiguas. Trás corto tiempo, cada fase de sus
pan sin harina. Pollitos y personas hay que siguen creyendo en un cie-
sonidos y de sus significados, se trueca por algo nuevo, y solamente
lo semejante. Pelo lo calculado por los astrónomos es ya de una gene-
un abandonado aristotélico se podría consolar con que se haya con-
g
ralidad tal, que para cualquier escolar esa gran cúpula no pesa de ser servado la !arma.
una Hicciónóptica, sin un átomo de realidad. AnLiguamente podia pre-
guntarse donde habitaba pios antes de arear el cielo; hoy, cada mucha-
cho conLestaría: el cielo es una ilusión. Este mesmo escolar tiene hoy,
PO/ÍZÍC(z Después de lo dicho no debe sorprender que una chanza que
de [a berra, otro concepto que ]os escritores bíblicos, para los que, Infan-
fue acuflada para situaciones políticas, se ajuste también admirable-
til y poéticamente, era un jardim en medio de] mundo. Bien observado:
la berra como el Todo. Por ]o demás, «Tierra» significa só]o e] sueco, en
mente para el lenguaje. Políticano es más que una expresión para las
relaciottcs más visibles, de mayor calibt'ey más pi'ecisüs eilu'e los gi'ti-
el que se cae y se es enterrado. La evolución de sentido (a la que no han
pos humanos que se llaman estados. Los concepLosmás sagrados de
atendido los eruditos) alcanza en su mayor parte a «la berra» como Todo.
estados enteros, de grandes partidos políticos y de tiempos de revuelta
Hoy e]]a es un granito de arena en un lugar cualquiera del bondede flJer-
son, precisamente, entre las palabras, los de vida más corta; el descu-
za de un so], que nota en cua]quier parte. A] cielo y a la berra se los ve
briinicnLo de quc una kil sonora palavra se tt'ueqtic sicmpre al poco l.tem-
como antiguamente, pelo sus viajas imágenes han quedado vacías. Y no
po en un h'ac hereditário, que ya no siga sierJdo el rnismo, puede hacei'
hay que olvidar que en muchos lenguajes asiáticos, «llerl'a y cielo» corres-
se más prontamente en estas claros ejemplos que en conceptos más
g ponden unidos como una sólida expresión o locución, y que así, el len-
insignificantes.
guaje prescribió al duosque crer la berra la creación también del cic- Si se deja a un lado la curiosidad histórica, serán hoy los libt'osde
lo, en donde él vivia ya u'abalando.
Aristóteles sobre ciencias naturaies sosamente risibles y las frases del
Y ya no quedan ]ibres, de ]a primera y monumental base de la Bíblia,
g grau Alberto simplezas. Pelo también los libros de Platón, Galileo, Newton
más que las palabras «en el» e «y». Nuestra crítica Htlológicano se arre- ''h.

y Kant, tan admirab]es en su origina]idad, no pueden ]eerse sin perci-


dia tampoco más adelante ante el análises de estas palabras Jogadoras,
bir paso a peso lo envejecido. Y ellos fueron espíriLus que precedían a
g reconociendo sus orígenes y muertes y la ímprecisión de sus sentidos.
su tiempo, esmoes, a los eruditos de su Liempoen una enorme distancia,
Y tal como la primera frase de la Bíblia, dejaría demostrar su enve-
en dos generaciones, lo menos, en ü'einta a setenta afíos.
jecimiento e imposibilidad de representación cada página de cada libra Suele decirse en tules casos que sus lenguajes se han envejecido. 't'
anterior a nuesu'a generación, si alguien se tomara la molestia de escri-
esmoes Lan falso como que el lenguaje griego murió poco después que
"'qq3P=N,

bir en sentido inverso ]a historia cu]tura].


Arist(5teles,y por lo tanto,no pude envejecer más, y los libros de All)erro
y Newton füeron escritos en lenguas muertas, invariables por ende.
Poro el envejecimiento de estas obras esü'iba en que sus ('oncepLos
.ZÇZ/rac de herenciCZ Una bella imagen del envejecimiento de los generales fueron entonces tenidos por claros y seguros conocimientos,
conceptos daria una pequeíia historia de Wilhelm von Merckel, un dile- '.....#/
y más tarde se han abandonado como a miserables ídolos o se han con'e-
tante de la cuerda de 7bnneJ íióer der Spree. Theodor Fontane habla en
gido poi' sei i'epresentaciones incompletas. Así vino, naturalmente, que ';'h:..
sus memorias de Merckel. La historia se ljama: «EI frac del seõor de
'"" : :.:.,-
77
76 Hb..A.V
las palabrus pet'dieran su sentido o lo cambiaran, y que aquel que no sento --yo personalmente--algo así como un talode unos veinte aíios de
sepa que precisamenteen las palabras vielas está encerrado el saber edad, e] oyenteta] vez un abeto o una encha milenária. Y estas son los
anüguo, ]o tome por lm lenguaje envejecido. Así tales escritos clásicos conceptos más sencillos. Las pajabras para los enter'foreslênómenos psí-
nos intel'csancn machas ocasion('s colho naoncdasdc países dcs:apa- quicos dependeu, nítLui'alnicnte,de muco)os valores o concepciones de
recidos. Son valiosos paul los coleccionistas, pelo valor' de câmbio no contenido, y por eito no son nunca iguales para dos personas, t.anpron-
[ienen. to como una de e]]as no se represente de modo idénlico a] otro uno s61o
de [os valores de contenído. Mientras más espiritual ]a palabra, más
seguramente pi'evocará dilerenLesimágenes en los diferentes hombres.
/.tyes l-cyes y lcgiskidoi'es (si observamos deLenidamcnLe notaremos, De aqui, las disputas frequentesenb'epersonas de condición pacíHcay
a nlenudo, que solapei'soniJlcaciones, esmoes, activos legisladores, lo que razonable. Las personas de }enguajes diferentes tienen por ftierza que
llamamos en las ciencias naturales leyes) pueden obrar sobre nosotros disputar, si son tan tontasque quieran hablar umascon atrás. La pala-
micnU'as criamos t'n ellas. /\sí('limo a tina mtijcr amada la lcncmos por vra más abstracta es la de más facetasy significados. Si quisiéramos
una ciosa, cn tantoquc cl'cyenLcsla arnalnus, así estas elevadas pala- obrigar --ilo a todos ios hombres-- sino ùnicamente a los de una confe-
bras son para nosoü'os sobFenaturales y metaHisicas,mienU'asles some- sión, a que dieran de s{ lo que, por ejemplo, se representarambajo su
tamos nuestro pensamiento. Un día estas palabras, leyes o legislado- Dios, saldrían a reluzir las fantasmagorias más desatinadas de todos los
res serán ]luecas como amorcillo abandonado o rey sustituido. Durante tiempos y pueblos. Y ésLa es, sin eíHbargo, una palabra sobre la que
"\......,''

males de afíos file Dias, el duosde ]a teo]ogía cristiana, e] legislada)rdel creen estar en armonía. Valor, am:or, sabiduría, libertad, son igualmen-
'b-....." mundo o su ley. Desde face dos siglos la ley más alta se llama grãvita- te palabras quebradizas. Los hombres, con el lenguaje, han conseguido
ción. Y la graviLación la arrojaremos, una vez, como una cáscara, quan- no poderse conocer nunca unos a ob'os.
\...#..."

do la reconozcamos como una manifestación casual de una fuerzã más


comprensible.
'\.....,/'

'... '
Los historiadoresqlic prócuian abri'car cíln uii mesmoamor lmpo' Lengüa/e caro/z]/ Que yo sopa, cnU'e todos ]os pueb]os de ]a bei'ra
'\..P#P
tente, la atomística de loi epiCúreos, e} duos cristiano, e] rezo de Descartes, en uno só]o se ha observado que ]os hombres de tina tribu hablaran un
eLcétera,me recuerdan a los simples tenorios que coleccionan las foto- lenguaje diferente que las mujeres de la mesma tribu. Generalmente
se acepta la explicación de fenómeno tan raro diciendo que, en tiempos
"-......'

grafias de todas las nióas amadas y creen orgulhosamente series fjeles


'\«+"

a todas. [ejanos asa]tó una horda de caribes ]as ísias en cuestión y mataron a !

'-..../
todos los varones, como también era costumbre en el derecho de gen-
tes del Antíguo Testamento. Se aíiade que las mujeres de los conquis-
Z,üc/za erÓ(zZ Los hombres, con sus palabras viejas y nueVasse
.J''

tados dieron hinos a los conquistadores, pera no aceptaron su lengua- :ã

encuenü'an ü'ente a n'ente, como locos ancianos y locos jóvenes. Ningún je, antes bien, en e] harem ]as hembras ejercitaban su idioma y lo .-Ê

hombíc conocc al nLio. llet'mimos, padres y nií\os no se conoccn muttla- siguieron transmiLiendo a sus hajas y delas. Tales divisiones de heren-
menLe.Un iecui'se principal de la incompi'ensiónes el lenguaje. cia según el sexo no contradicen en sí muchos de los generales y cono-
lgnaramos, unos de oiros, si â nuesU'oconcepto corresponde en el oyen- cidos fenómenos naturales. Que el galãose parezca siempre al gallo y la
le una representación igual a la nuesU'a. Cuando yo digo verde, tal vez gallina a }a gallina, es cosa tan corriente que ya no nos admira. Que el
l)ictisc cl (lttt' inc cscticha t'll ull v('i'd(' nz.tiladt),il vci-dc amai'illo y iiim gaita«cante» (!c oLT'amanar'aque la gallina, no nos extrafía. Así como
l ojo. Ligeras dilerencias hay enLi'eel mi de un músico y el mi de oU'o. tampoco que entre ]os pájaros catlLofessó]o e] macho sea e] que ejer-
Lüs cvocaciotlcs proflindamcnte dcsigualcs dc tina missa palavra pt'o' cite e] arte de] canto y lo herede. La semejanza del sexo y }a herencia de
dttcen. sin dudit, lill oloi' a alnlizclc. Criando yo (ligo át'l)ol.nic rcpre' las pr'opicda(lcs scgt'incl sexo es liin general, (llic (luizá pudiera sor-
:-.,'

78 79

\. ..r
&

prender la observación de si no se ocultará en ello precisamente uno de


#

parada poço en elmo.Solo quando los papeles de damas empezaron a


los porLentosnaturales mayores. De todos modos, la distinción del len- represenlarlos regularmente las mujeres, per'Lenecióa la técnica del dra-
guaje según el género, como se ha observado en estas mujeres cari- ma el dar a !a mtljer su lenguaje. La comedia de salón trajo entonces ia
bes, establece una analogia con uno de los fenómenos naLurales más $

mujer emancipada que domina también e] ]enguaje varonil. Con debi-


corrientes. lidades femeninas (Hedda Gabler). La vida familiar y el comercio de
Nosoüos úo somos caríbes, pera paga atelnciónse necesita para notar prostiLución de las grandes ciudades ofrecen más ricos ejemplos aún
g que también cnLrc nosoLros,cspccia]men]c cn c] círcti]o cli]]o dc ]os paí- qtt(' ('l t('iilt'o. li,sl)('('iitlíll(-itl(: iilsll'll('lix-iis, So1)I'(:t'slt' ptittlo, soir bis (l(.ilo
ses culturales, existe una sensible dilerencia enU'eel lenguaje del varón minaciones de las l)ecesidades naturales de! hombre y las palabras para
y el de la Lembra. Malesde vedes se escucha la observación sobre el libra la prostituta.
de una escritora, dc (]uc sc rcconocc cl lcnguiljc (lc la inu)cr'. 1,{1dilc-
rencia cs inayor aún cn la convcrsacirin, no Laritocii la chat'la (lc honi-
bres y mujeres sencillos, pero sí enU'e el dono en que se dista'aenlos caba- .fçl#Ae/ni.s/nO Pai'a las necesidades naLui'files del hombre tiene el len-
$-

Eg. }leros en un salón de fumar y el tona que frente a eixossostienen }as guajc, además dc tas dos ya citadas. tina clave más, cl lengtiaje de los
damas. E] expresar claramente esta diferencia es dilTcil; depende, por cuai tos de niüos.
otro lado, tanto de la desigualdad de la educación escolar como de la Para e] mundo de ]as prostitutas, e] de] mercado mundial de París
experiencia mundana, que se necesitan estudios preparatórios especia- es el más característico en su lenguaje. Una vez más podemos observar
@: les para separar cientificamente uno y otro lenguaje. En tanto que las el mesmocaso de que una inocente palabra cualquiera se emplee eufe-
g
opresiones socia]es han co]ocado bajo e] ]enguaje de la mujer, en tan- místicamenLe en cierto concepto, de manera que las damas en salón pue-
to servetambién de espero del estado de las cosas públicas. Dentro del dan usaria, hasta que un día la expresión eufemísüca se emporca por el
círculo obrero, donde son iguales para los dos sexos la educación esco- uso y se arroja otra nueva e inocente al cenagal. Este caso, que semeja
lar y la experiencia de la vida, casa no queda en pie de todas las dife- a una corriente, se repetetanto que nosotros hemos conocido ya más de
rencial más que aquella que motiva la pudicia de los oídos femeninos, uno. Hace poços aços comenzó a emplearse en París el nombre de ces
ya se base este pudor en su naturaleza o descanse en tradicional hipo- damas para [as prostitutas. Un eufemismo hecho como para e] ]engua-
:

cresía. En e] trabajo es patente ]a oposición entre ]os lenguajes del hom- je femenino. Hoy ha perdido su doblez y no se permite en el salón. Ob'a
ã bre y de la mujer solo por obra de la pudicia. EI hombre emplea a menu- nueva caliHicación, que se fbrmó en nuestros dias, se introdujo como un
do palabras fuertes e indecentes; la cosLumbre permite a la mujer chiste, y por ello aspiro a ser acogido en el léxico de la curiosa mujer de
escucharlas y hasta sonreírlas, pelo les prohíbe su empleo. sa16n.A ]as pobres mujeres se las llamó«las horizonLales»;la expõe'
De muy distintamaneja separa a los lenguajesla castidaden los sión«oHlciohorizontal» existia ha('e liempo. lloy sc ha oividado Id chis-
salones. Aqui --se puede asegurar para todo aquel círculo social que se peante de la expresión, se ha hecho palavra desnuda y prohibida por
w:
esfuerza en temer salón-- entra en el lenguaje de los hombres el doble lo tanto.
sentido a ocupar el lugar de las palabras sin doblez, pudiendo ser unas No necesiLOrecordar que ]as palabras alemanas relacionadas con "'b: :..

vedes timidez y otras frivolidad la causa. Esmotiene por secuela que se tal asunto tienen la mioma historia, aunque el desgaste de ellas no sea
esLablezcaprecisamente sobre temas sexuales un paulatino intercâm- tan grande. Df/'rze(nifia) es hoy todavia en muchas bocas alemanas efu-
bio de lenguajes y que ]a más viva dama del salón pueda llegar a ser- siva como la francesa/i//c. Luego comenzó a emplearse literariamente
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@!.
visse del lenguaje doble del hombre, hasta que la dobre y eufemística en el sentido de puta, y realmente solo en literatura situe temendo
expresión pane a ser simple y con ello le sea prohibida al lenguaje de este significado. ''Ht..#...:'

mujer. Los griegosy los romanos no reparaban, naturalmente,en sus Y así con muchas vices de humanas necesidadesy «lugar'esdc nece-
comedias sobre esta distinción de lenguajes. EI mesmo Shalçespeare sidad».(EI sigilo inglês \V.C. sc lia inU'oducido Rias quc la cosa; en
"'i;U"V"

80 81
"'--.::W"
mente porque fueron desfigurados por el miedo religioso, se conserva-
Noruega enconü'é yo una estaca puesta sobre una piedra horadada que ron permanentes. Por esmocreo seguro que un saj6n gritará todavia, des-
temia la cali6caci6n W.C.).
pués de la sustitución del cristianismo por ou'a religión nueva, su .lle/v7eh
Nuestro /{acÀen fue, probablemente, durante los síRIos xv y xvija
o ,4ch .r7enjeh;porque él no reconocerá dentro ya el nombre de Jesús;
palavra fina de salón, para drrii'ltt allí donde la palabra sc/z.Case/zpodia así como posou'os usamos hoy nuesU'os nombres semanales ademanes
litstimai' los oídos. (La palal)ta vicio del laLín caco'rz/r.) /lsí Lutei'o lü o ingleses, sin pensar en ]os nombres de dioses germanos que contie-
empleó: «Golf Êac#e! ünd bísselníc/zt.»La procedencia de la también nen; lo mesmoque el francês pronuncia sus dias semanales sin un vis-
gazmofia palabra píssen (para scíc'/zen= mean) no se ha aclarado. lumbre de la verdad, de que se llaman así por ]os dioses latinos a los que
De modo semejante acontece con las caliHlcaciones de partes cor-
}

estaba consagrada su pretendida relación planetária.


porales pudorosas y ocultas. Viven muchas personas en Alemania y en La diferencia citada hace pago entre los lenguajes del varón y de
H'anciã que, después de mochos aços de casamiento, emplean palabras la hembra, en tanto que expresa solo la distancia social, podia ser una
especiales y diferentes para las correspondientes partes del cuerpo, y demostración más del fecho de que no hay dos grupos humanos que
quc en toda intirnidad nlinca han hal)lado sobre tal cosa umas con Oiros. hablen el mesmo lenguaje. Lo que llamamos lenguaje de un grupo es,
SA.='

poço más o menos, un círculo trazado desde un punhomedia inseguro


con un radio inseguro también. Así como nuestras mujeres, sobre todo
'h.....''

\U....Pr
//nprecacíones En esta parLicularidad limita el etlfemismo en el caso las damas de salón, han aprendido menos que los buscados hombres de
de las irnpt'ecaciones. En tln principio, estas fueron InvncacioTICSa divi- csLc salrin, los estudiosos, los bien dotados, así puede encarar aproxi-
ril(lii(l(-s (lti('q st'gt'lii lit (-l'('('ll('lil l)t)l)ttliit' (1oitllilittllt- t) lit (lo('li-iít:i (l(' l:i m:i(liiíllt:ritocl cííctilo (lc la cuILtira media corrienLc con el círculo del
"k......,"

~.,;:g: l-t'illiiiilc iÉilt'si:i, (lcl)Íiiti castiHitt' bits{'(tttli'itvclit'i(iitcs (It- (lcl)t't-cs. 1.:1ttiis-


It-ilgllujcI'emciliitt).Sc:gt'tiinti ol)scrvüciriti cs, por CJcmt)lo, característi-
ílio l)iz.itlitiitisttit).(ltt(' }iíl(''t'il los itt(lit)s (l('l sill- \-ii tiosolt't)s l{)s ('lit'o
$

co piini cslc lcriguujc, cli Alcmania, cl uso inútil clc la palavra clcorigcn
ocos occidentales encubi'i I' bafo toda clave cle caLegol'íasi'evct:cnLcsel extranjero. EI lenguaje de] Lembre cu]to ]o evita, y el pueblo no lo cono-
rloln]lrc de] kiwis('r,llexrátíimbién a la gpnlo a 110emplent con ligel'('za.
/1

-©:' (:t!. l.zi ]l]il]('l' tl(: siil('lti llit (lti(:(lii(lo liiii iitt'iis cola (:1 oíilPI(}o dc Í)íilitl)réis
it ltt) lllvo('iil' «('ll vinil(l» los ilotttl)t't's (l(' stls v('ilt-t'ii(1os(11os('s.t'ottto st'
«-..' .i$1
;: t-\tt'iinit'r:isiliticccsitt'iitscom(} t:oil bis (lc (lol)lc senti(lo. l.a mtijcr dc
tlic(' ('íi titit'sli'ii l\il)Ini \ t'illt't' l{)s iitilt't)l)tlgt'itf't)s{lt' los illiii't's (It'l Stli-.
'-..,,..®"" cultura media ignoi'a todavia que un cierto uso de modismos france-
Pelo esmoproducía la diHlcl:iltadde que el hombre religioso debía, por un
ses puede ser un signo de incultura.
lado, invocar el nombre de su Dites como protesta de ]a verdad, y por
''--.,'
':!

o[t'o ]adí) ]t' ci'ii pt'oliil)itl(j. [-:]l iiltic]it)s ]tit'iiii]t'tidos (('s])t'ctiiltiit'iitt' cll

'-V .'
los del soldado, quizá porque enü'e ésLosei'a algo digno de alabanza y, Si los hombres se malentienden es, pues, porque esü'iba en la esen-
según el estatuto de los oficiales religiosos, censurable), se hacían des- cia del ]enguaje y no en la tan cacareada sinonímia. Si fuera entendida
conocidas al principio las palabras por media clemodiíicacionesparo'
.../

la sinonímia como la entendia ArisLóteles, seria justo. Para él había sino-


--.-' dísticos convenidas. De Go/lí's se hizo raiz (hoy general aún) Bola, KoZz;
nim ia, por exemplo,cuando se abarcaba bojo el concepto de animal, tan-
de sacro nom de Z)ieu, el conocido sacro b/ezzy hasta sac-d papier. A estas to al hombre como al toro; si el concepto se emplea en el hombre y lue-
variaciones fonéticas tuvíeron después -por errónea analogia-- que some"
go en un animal (en un «verdadero'» animal puede decirse), entonces
verseuna serie de imprecaciones que no eran nombres divinos; así, ambos conceptos de animal no son idênticos, sino ùnicamente de pare-
'u''
Z)o/znerlederpor Donner efler (éQuién examina la pregunta de si las cidos signmcados. Y cosa muy diferente es cuando se entiende baia sino-
''-..J muchas imprecaciones que tienen Dorz/zerysu câmbio por BZilzo Hage/ nímia ]a igualdad signinlcativa de diversas palabras de un idioma.
no obedecían a que en aque] tempo todavia Donner jtrueno] era un hom-
bre divino?) A esto se agrega la ü'iatecircunstancia de que las religio-
nes cambian a] Jjn, que ]os dioses mueren; pelo sus nombres, precisa-
'--.,'
83
82

-....../

.i
*-..:#'
Si/zÓ/zi/zzOS La vcrdad soft'c esta sinoiliinia cs posiLivail)cEILc
tluc lluii' /ju/;. ili cl dcl Noi'Lt!al ./u/lé;'c,piilabt'us tlcl lciiguajc collll'lil. Eil t:l Noi'lc,
ca, ni en parte alguna, ha habido sinónimos en el mundo. En el diccio- Büb (BuZ)e),tiene un sentido despreciativo, y Knabe, el matiz de la inma-
durez. Si ./urge llegara a ser la expresión única, general y escrita (bacia
nario sí existe, y, por ]o tanto, también en aquello que puede llamarse
lo abstracto del lenguaje de un pueblo, su lenguaje en una época deter- la dual parte una inclinación desde Berlín), entonces dejarían de ser
minada. Pera el lenguaje concreto no conoce sinónimos ni los puede sinónimos Knabe y Büó. Por fortuna para el lenguaje, así ocurre siem-
conocer nunca. Como e] ]enguaje concreto no es más que la palabra pre. E] emplea las palabras como seõales para recuerdo. posou'os sabe-
hablada, el lingüista puede dudar entre análogas expresiones (él lo hace mos que las impresiones en que se basan, no son ya exactas; que los
quando es algo así como un literato), pera preliere una sola finalmente, recuerdos flotan y vacilan, y si las sefiales no ftleran sólidas y distin-
eito es, é] la habla y con e]]o prueba que ]a ha elegido. En el lenguaje guib[es, ]as pa]abras serían tan inúLiles como boyas que [lotaran, sin
individual, esta es, en el lenguaje medio de una sola persona, no exis- anelar, en un mar movido.
ten siquiera los sinónimos que se otan en el diccionario. EI individuo, De maneja semejanteacaece quando qna palabra extranjera quie-
quando no es un literato,un virtuoso de la palabra, o, fuera de esmo,
un re suplantar a la del país. De lo llamado casualidad dependeque ven-
za una a la obra o se maticen. Es muy inLeresanLeque en tules cuestio-
presumido, un culto, no puede elegerabsolutamente. No solo en sus-
tantívosy verbos es menor su conociinienLOactivo que su pasivo, é] com- nes no puede decidir ni siquiera un decreto de Estado.
prende más de los que emplea. Entiende los sinónimos, pera no los usa.
Entiende lo que son las palabras joven, mozo y niõo, pelo no hace uso
Z,(z esc'üe/(z No niego la utilidad y la necesidad del Estado en atención
más que de una de ellas. Entiende ver, mirar, contemplar, comprender,
ir, andar, correr, pero siempre face uso de uno no más. Y así [ambién a la pobre naturaleza humana. EI hombre aislado es tan duelo, tan indi-
con ]as partes de oración de menor ranho. En la gramática están, aun- vidualista, que el Estado debe existir y ser lm peco conservador. Y en el
corriente mundo de la realidad, no importa tanto si continúan u'aba-
que, no obstante, sin embargo; una persona activamente no conoce más
que una de ellas. La gramática ofrece la elección vibre entre pera, jando decadentes instituciones o máquinas medio gastadas un peco de
solo que, mas, etc., e] ]enguaje individual empeno (sin embargo, no obs- tiempo todavia. Pelo es inaguantable quando el Estado, entrometiéndo-
sc cil cl campo dcl pcnsamicillo,cn cl quc no lc va nada, quicrc hacci'
tante) desconoce la elección.
tll)r'acnnscivadot'a Guardo quici'c sosLcnct'con vida ai'till('ial c(in('colos
.-/

EI estado de aparecer formados los sinónimos lIcEU a ínosLrarse


quando se ve el lenguaje cultivado y erudito. Entonces estás a la dis- envejecidos. En este caso a lo que cae dele empujársele. \ la loi'mación
posición del hombre, que casa sele así del pueblo, las palabras de lm sen- qtic sc proporciona cn nuesLrascscuelas eslatalcs, en ntieslros«con-
s('i'Xriiloi'it)s)}. ('s 1111 t'slti('i'Z.t) ('l('t'lio })ili'ii s:tlviti' (l(. lii ttiti(-i'lt' ('oil('t'l)ll)s
'L "U.,HP '

tido idêntico (lc los diversos dialectos, y, adcinás, lal vcz. alHtitla (ltic oli'a
t ilx,'clc('t(los.
cxLranjcra; calo cs, paliibi'us (lc uii vccilio distaiilc. No cii t'l lcttHtiiijc
St' lla (li(-li{) (ltic ('l ciisllHO illiis Itt)i'i'tl)lc tlti(' sc l(.s ittil)otiÍit cii bits
individual de los conLcmporáiiCos, pcr'osí cii cl lciiguajc c:oinl'iii(It: los
-.. ../

literatos (que de modo semejante puede caber obrado face siglas, bien cát'colos a algtinos ci'imina]cs cl-a c] Li'abalo sin resultado, como (-l dc
como preste, rapsoda, mercader, o, breveinenLe, como un hombi'c quc cxu'a('i' agua dc lin ['ío y volvci a v('i'lci-la cil cl cismo. La inilología gi'ic
ga ticnc tina sei'ic de símbolos pal'a talk:s pcttas; así cl tonel dc las
'\'»bH.FF

vive de la unidad de un gran todo) puede buscar su vida, durante un


Danaidcs. /\nacoielas peiiiLcnlt:sdcl siglo lv se ptopusici'on cslt' hoi'iot'=
tiempo, una expresión junto a tetra.Pelo la Leiidenciudel lcnguaje será
'H...#-"

[rasladar hiena del desierlo de un lado a oU'o. Para in u'oducir semejan-


siempre desüuir la sinonímia. Unas vedes por media de abreviaturas de
la expresión y otras por matizaciones del contenido conceptual. Así es tes castigos, es hoy demasiado economista e] Estado.
como no se ha llegadoa mijaraún en A]emania ]a palabra generalpara Pelo el Estado sujeta al nióo a la mioma horrenda pena, encerrán-
un varón de unos doce afíos de edad. EI lenguaje escrito es cierto que dolo forzosamente en su escuela y verLiendo en el tonel de Danaidcs de '"-»W:#,:

su memoria, bojo la pena de azoLes, palabras incomprendidas. Es ver-


aceptaKnabe,pelo el alemán del Sur no renuncia a la sensación de su "'::*,.

85
84
'\....#
dad que también sin ]a ob]igación de ]a escue]a, se re]]enaría ]a cabeza de una época de fermentación, en la que el mundo della'6teológicamente
de] pobre niõo, por sus mesmos padres, con toda clave de nintasmago- dlii'ante lin par de signos,y signos jeroglíncos, cuyas soluciones hoy solo
rías y cosas endiabradas. Imaginémonos excluídas todas las escuelas; el son entendidas por un par de docenas de esbirros. Los hijos de los acro-
aldeano aportaría a su hijo entonces sus necias reglas atmosféricas, finas batas, a los que se les rompen las conyunturas para hacer números de
deieznables zoologia y botânica y las aldeanas bejlas fábulas subi'c circo, sc a(licstran pata una forma dc Incha por la exisLencia.Enlas
Bismarck, santos y lobos. De tai !nodo llegaría el i)ióo a túnel'buchas escuelas se desU'uycn los cérebros de nuesU'os nifios para nada, para el
ideal falsas en su mo1lera;pera, sin embargo, solo }as que }a capaci- oHcio de Mo[och de [os símbolos ]ingüís]icos muertos.
dad de esta y e! contenido de su vida de trabajo soportara hasta cónlo- Entre los cerebros humanos hay muchos verdaderos Lonelesde
"'b\++q.A damente. Pera el Instado, por esencia peculiar, todo lo que abi'aza }o reca- l)anaidcs cn los que las imágenes menos imaginables quedar prendi-
ia cspii'itualmctlte. emita a los i'ell'ares aLmosl'épicoscl encanto clela das hasta e] exames y ]uego resbalan como por un tamiz. Para éstos,
rima, y a las leyendas,la magia de la fábula. Estruja los aforismos has- el dado no consiste más que en perdida de tiempo y algún aumento en
H

ta dejar]os conformes con e] estado actual de ]a ciencia, y dela que e] necedad. Pelo, precisamente ]os mejores cerebros, o retienen fuerte- -:

pi'este osi]]que ]a hel'mosa fábula y la convierla en catecismo. No tene- mente los conceptos vacíos y son enloquecidos artificialmente para toda
'"\bb# ,'
nlos compasión ninguna de nuesu'os nióos; de otro modo, su indigen- la vida, o buscam deshacerse de los cuerpos exu'afíosy entonces tienen
cia espiritual nos hubiera llevado, hace tiempo, a una revolución de la que suprir]a enfermiza calenLurade la duda. Y para someter al niõo a
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escuela. Somos más cobardes que los padres que ofrendaban a Moloch
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este martírio horrible, se unen los padres y el Estado. Este entrega al


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sus hijos, que, sin duda, lo haêían creyendo cumplir un deber. Pelo nos- maesU'oel bastón y la censura, y si e] niüo es todavia tan ]ozano que
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otroslos dejamos martirizar, âsí, martirizar con el arma sutil de la pala-


'-./-
se deüiendede los reyes romanos y del catecismo, entonces en su casa
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bra contra nuesü'a convicción y conocimiento. Emprendemos más fácij- será torUirado con azotes y ayunog hasta que se Finda. Estas crueles pre-
mente una revolución por la cerveza --cuestión de ochavos- que UTIÜ
paraciones son llamadas, por gente que tiene duros términos para la
~--..41Ü-.
revo[ución en ]a escue]a -cuêéUón de sa]vación de] nífío--. Ail tes de que
Inquisición, fundamentosde nuestra cultura. En verdad que no envidio ê

"-. ../
e] inocente niõo pueda habef faltado, ha de aprenderse mecanicamen- al que frente a rales cosas, si las êonoce, puede permanecer ü'anquilo.
''... "'
te los nombres de los reyes judíos y romanos. Esta no es cosa de Pisa; Un reposado estudio enseüa sup]etoriamente cimo ]os hombres que
pães es e] principio de lo llalnado formación: conoce las palabra$ sih a base de un ]enguaje común se han unido al Estado y a sus tareas, no
sus i'epí'esenlaciones. De igual modo poda'ía Itacérselc api'endel' de
hh+.'

se entienden ni siquiera en los punhoscapita]es de] Estado. En ninguna


memoria a la juventud de Múnichla guia de Kõnigsberg, y quizá cota parte son [an llamativas las incomprensiones como aqui: en moral, en
mejor reslijtado. Antes de que el nifio presienta la cosa, aT)r'endecon cl
''\..,P{
política, en la vida del derecho, en temas culLurales. iCómo ríen furti-
sexto illaiidariiicxlto la idca dcl adulteiio. Antes de quc un niõo llaya pei' vamente todas estas palavras!
dadola inocencia de sus (concretasrepresentaciones, se }e trepara el crá-
neo, y con ]a segunda parte capÍta] de] catecismo }uterano, se le intro-
(Iticc11eli st'gtltdit liiiii do('('tlii ({(' ti'i'('})i'('s('iltiibl('siltti g('li('s: lli
i\ ..../

//lcorlzPT'e/is/ó/l de sí /cismo También al lhas agudo pensador le


omnipotencia, lo innato, la concepción por el Espíritu Santo, el desceH- han demostrado sus críticos, de vez en cuando, que aqui y alia se ha
dimiehto al infjerno, la resurrêcción de los muertos, el assento a la dere- entendido mal a sí mesmo. Y esto set'ía cosa completamente imposible
cha del padr'e, el juicio parlt los defuntos, el pei'dón de !os )ecados, la
si cl pctlsai I'tlcraalia cosa qtlc el habla.Sin embargo, lÇanlnunca hubie-
t'cslii't'c'(:ct(llt (lc l:t (:iii'il(' y lit vi(iit p('t'(Ini'iibl(:. [)til'íiít]c lii} ]ai'go })éi'ío-
ra podido malinLerpretar casualmente sus propios luicios de a priori, si
'\h.../"

do se remachan en el pobrecito cerebro, por todos medias, los llamados


su concepto hubiera sido anterior a la palabra.
conceptos, con los que ya no sabemqué haver }os maestros de }os maes-
'.....,#'

Poro porque el pensará el hablar es unoy lo mismo; porquela acti-


ü'os, nuesti'os célebl'es sábios. Co!}('e})tos, cáscai'as hue('as. sedimento
vi(lii(l {'sl)ir'illinl (lc los mclorcs pcnsudorcs nn sc base cn aLFacosa quc
'i..''

86 87
en la corregida deHinición de las absU'actas palabras usadas por él; por- V. Va]or de] lenguaje
que,así como ]a rigorosa producción de] vigoroso pensador es efecti:
va a menudo pólo porque ha diferenciado un viejo concepto, matizán-
dolo con un contenido más rico o con un conLenidomás pobre, porque
ellos también emplean solamenLe en momentos de la mejor agudeza el
concepto viejo con e] matiz suevo y por }o demos como es cosLumbre
entre sus contemporâneos: de aqui que las malas interpretaciones pue- U/i/Idas c/ /enónüa7e Soba'ela uLilidaddel lengtiajese lla esciiLO
dan surgir de ellas mismas, lo que pudiera ljamarse, para ser más pre- durante muchos siglas, antes y después de Herder. Se ha ponderado casa
cisos, inseguridades del lenguaje. con pasión, pelo, sin embargo, de maneja análoga que la uLilidaddel
No sito los homo)rcs (}x(c})(:1oniil( s :l(:íi(tl} (\l l)ii(lo (l(. lt{) ('oi i})i'(:líd- I'tt('gi)o lii (It' iiit(bit' (l('i't'('ltt).(:oit lii iitisittit iiiz(Itt l)t)(IÍ:itt t'titt)íiiit'st' l\t)}'
er siempre sus propios ienguujes;'l'ai11biéi}
c{ ílo111ln'e
cot'i'ic11Le
y scn- citilcioncs lal!(latos'ias a} dcscti!)I'ilnicnLo dc la tclegl'alia ) de la loco-
cillo se malentiende por culpa de} lenguaje. Porque terlemos la pala- motora. l.a lelcgialTa solo ha mcjoi'ado cn inticho los medias de como
bra «lebre»,nos imaginamos lebres. Porque podérnos devir «querer» nicación entre los homo)res. y la locomoloi'a ha aumentado la movili
crecmos querer. Yo (lui(}i'o, ]it l)i(t(]!'ii (1('1)(:. Po}'(:ll(' po(l(:silos (lc('ii' «yo»! (lit(l }' lii })t)sil)ilitlit(l (It- (lisa)t)itci' {lt' los tiiit'till)i'os. lias iiiiii t'ii'ctttistitíi('iit
creemos én nosoLros. Y équé llombre seria lo bastante Juerte para pelt- acccsoi'ia tluc rio se hayati dcsai't'aliado los t'tLilcsliilgüísLicos ni los huc-
sar el concepto «muerte» que él prensa al decir «su muerte» en el caso sos humanos(como al hablar y al laminar derecho)con estasdescu-
de «mi muerte»? Naturalmente, «su muerte» es algo que yo vivo y la iria bi'imicnlos, sino qti(' s(' tnt)lat'anm(.di(is ('\tri'ini'(.s dc iiytida. Así (.s tÍlIa
no. ZY qué es esta de viver una cosa? éLo que entra por las puertas de ('ti't'tiitslilii('t:i iiccl'soi'lii litiill)i(\íi qti(' (:l Itoitll)i'(' llc'\ (- t'l (.stlttt'l(.lo ('il (:l

nuestros sentidos? iOh, nol Sóis aqueilo que puede unisse con pala- intet'ior de su ceei'po y e] cangrejo y e] escarabajo ]os ]leven exLei'dor-
bras a nuesb'o yo, a una palabra más. mente.
Darwin doce en e] capítulo 2] de E/ o/lken de/ AomZ)ru «l-fechosequi-
vocados son altamente embarazosos en el progreso de la ciencia; pelo,
punhosde 'ç'iscafalsos que estén sostenidos por pruebas pueden haver Ze/eo/og/(z Esta analogia deJ lenguaje con oiros prácticos «descu-
pagomal, pães cada dual encuenU'aun sana deleiteen probar sus fai- briínienLos»humanos se exterioriza ya en que se hab]a siempre de ]a
sedades».Muy inocentemente dejó correr aqui Darwin que puntos de utilidad del lenguaje y de su valor solo en momentos especiales y enLu
vista falsos puedan sostenerse con pi'Bebas. En realidad, rales pontos siásticos. En rales momentos, los lingüislas son siempre, involuntaria-
de vista no son más que palavras, y con e] tempo ]a abundância del pen- mente, teólogos; Larnbién llcrdcr, con toda su liberLad espiritual, nunca
samiento o de la hemorÍa humana se aumenta o disminuye tanto con dejó de ser un teólogo cristiano. EI mesmo VVhimey sienta aquella tris-
las palabras como e} mar por medio dei sopro füerte de la tempestad que te frase (SpracAmissensc/zM!,pág. 599): «En general, se deja expresar
sopra sobre él aqui y alia. la utilidad del lenguaje diciendo que él pone a los hombres en disposi'
ción de vivia juntos sus correspondienLes destinos naturales-. en unión
amistosa. Sin lenguaje no habría pueblo, ni historia, por lo tanto.» Esta
frase expresa con [al descaso la corriente opinión de todo el mundo y la
de los filósofos de [a [engua también, que vale ]a pena contemplada dete-
nidamente.
W/hilnc) no llette idem,seguramente, de que dc sus palabí'as vulga-
res y adocenados pcnsamienLos emergem nada menos qtic dos fantas-
mas a la vez: la sombra de Leibniz y la de Hegel. O mejor dicho, el vie-

89
jo fantasma de la teleología en estas dos vestiduras. Seguramente, las .EdzzcacÍÓn Adora bien; es indudable que el individuo posee en la
palavras «destino natural» fueron empleadas inocentemente; pelo lo que herencia de sus abuelos un tesoro, que le permite viver como vive actual-
b'as ellas se oculta, no puede ser tetracosa que, para nosoU'os,el inal- mente. La educación, esmoes, ]a participación de su lenguaje popular,
canzable conceptode la causa fina!, coracuya acuda Duosha sentado con coloca al hombre tan lejos en poços aços, como se coloca su generación
anterioridadsus destinos a los hombres. Y se oculta mejor aún, por ejem- después de miles de aços. La particípación de ]os tesoros que poseen ]os
plo, b'as la igualdad entre ptiebio e historia, la concepción de ki lüstoria adultos de cada generación, se facilita por medio del lenguaje. Y como
de Hege[. Sobre e] destino de] hombre se rió Schi]]er en su Epigrama estos tesoros consisten en recuerdos y como ]a enorme masa de estou
«Anuncio de librero». recuerdos casi no podrían recopilarse sin el registro del lenguaje, así el
«Nada es más importante para el hombre que conocer su destino: lenguaje no es de una uülidad enorme solamente para la comunicación
' \. .. .f# Por doce centavos puede comprasse aqui.» del saber heredado, sino también para la herencia mesma, para la memo-
Este barato conocimiento de las causas Hlnalesno vale más [ampo- ria. Fue un descubrimiento de los que hacen época verdaderamente el
co. Y si Whitney abade que, sin lenguaje, no hay ni pueblo ni historia, de la unión de !a memoria al lenguaje.
=b....r#

'\. .'

entoncesdeseo [ener a mi dadoun par de conformes compafierospara


\\. .- saborear con ellas la flana frase. Nada iguala al Hno IL'lbilocon el que
b. '
sttt'l{, solli'('Íi'ill(' ('l iiivolltiitiil'io litiilloi' cl(' tli}o (lc ('elos lil'íii{)s«l)ti('s». //lsliri/ru Si el dal'winismo quer'aalgo más que una hipótesesrevolu-
Bien se podría Lelierpor itnposible, pei'oWhiUley equívoca en esta oca- cionária, si nos diei'a conocimientos senos, sin dada advertiríamos que
sión la historia verdadera, esmoes, la evolución verdadera, con nuesU'ó la evolución de los animales tiene también su codificada historia. Así
conocimiento de la evoJucióü, eito es, con la ü'adición o escritura de lá conseguiHamos, tal vez, saber que en las alas de un pájaro y precisamente
historia. Bica se pedi'ía ienes pot iinposibley, siii cmbai'go, vemos cn en [a anatomia de ]as partes de ]as alas, en la construcción ligera y prác-
oiro [ugar que también Hege], e] gran virtuoso de ]as ideas, cuya pro- tica de los huesos, en la construcción de las plumas, etc., está registra-
ducción más imponente fue su Hilosoliade la historia, haya equivocado do menor aún el tesoro de recuerdos de innumerables siglos, que la suma
o cambíado l)urdamente estou dos senados de la palavra hisLoi'ia. Las de la cultura en el lenguaje de un pueblo. Que los recuerdos de la es-
ideas no se mueven eh:la vérdadera evolución, se mue\ en solo en la pecie se observan más visib]emente en ]a forma del instrumento de
cabeza del construyente historiador. velar que en la dirección del vuelo y son más comprobablesen la con-
Si queremos pies('illdil' dc la tclcnlogía }-dc la abstiacci(lii y pi'p- fot'nlación del instrumento dcllenguaje que en el câmbio de soni-
"'h....#'

'''-.- '
guntai' poi' unia utilidad concebible del lenguaje, hemos de abandonar do o en el câmbio de sentido. Pei'oe] darwinismo no es más que e]
''.......' conceptos como ]os de] destino natura! e historia. Tanto sabemos de] principio de una hipóteses,y para huestra inteligencia segueen pie la
n n.=..f+F
punto de partida y meta de viaje de la humanidad como de los del indi- vieja antítesesentre la perceptible y progresiva evolución humana y
viduo. A ]a postre, ]o útlicamente rea] es el individuo. y solo lo qtic al la cultura estacionária(por ejemp]o: ]os estados de ]a abeja y de la
individuo le aporLa pi'ovecho es pi'ovechoso. Espei'o no se lla de ci'eer
\,...''
hormiga) que seguimos clamandoinstinto. Clon seguridad completa
aqui que yo tengo ante la vista solo el provecho vulgar y que no Lenho no lo sabemos; pelo a las abejas y a las hormigas les rali.a, probablemen-
\.../:
en cuenta para nada ]a uU]idad pura. Toda ]a investigación de este libi'o te, una invenci(5ncomo la del lenguaje humano, un aparato ner-
está consagt'ada a lii pl'cgllnta dc si cl lengliaje Itumaito cs un inslitt vioso lan sensib]e que a ]a tal memoria o instinto se le pudieran
''-..'
mentoútil para el conocimienLo del mundo, esto es, para una aspira- agregar, rápida y còmodamente, las experiencias de las memorias indi-
ción a la que es ajena toda utijidad vu]gar. La uti]idad vulgar e impura viduales.
del lenguaje humano nadie la desmiente. Nuestras observaciones son todavia muy tempranas y deficientes
como para saber si las hormigas y las abejas han hecho progresos des-
de [iempos inmemoriables. EI concepto de la adaptación dela deducir
\,..r'

90 91
de ello únícamenLe,y por lógica, que las experiencias personales bien bra perto; más adelante encuenü'a la palabra animal y después las vozes:
pueden ser conservadas útilmente en la memoria. orejas, pies, pelo, pardo, grande, correr, ladrar. Aunque tàmbién es cÍer-
to que cotos signos le iibran de la obligaciói) de haver cada vez depen-
dientes sus imágenes de !a cosa que obra momentaneamente sobre sus
.,4breu!(zció/z de/ des(zero/Zo Sin embargo, no queriendo hablar más sentidos. Pero jamás podrá el hombre adulto evocar una imagem eü un
de una abstracción metafísica de nombre lenguaje, ni queriendo olvi- niõo solo con la palabra; nunca en ningún lugar ni ocasión. Tampoco
dar que hay, como algo real, a lo sumo, lenguaje individual, hemos de el lenguaje es ui] embudo de Ntlrnberg. SolaMente el trabajo irltelectuai
volver a considerar detenidamentelo que significa, al fin, la frase: el de un tiempo ]arguísimo se ]e puede abortar:a] niõo si é] recebe en su
individuo aprende con e] ]enguaje en poços altos las experiencias de primera juventud convenientementerepartida }a red del lenguaje. Ya
siglos o mílenios. vei'emos lo que después coge con ella. Una abreviación de la intermi-
Según las presentes interpretaciones naturales han transcurrido nab[e evo]ución ]ingüísüca üéne lugar; oü'a coça más, no. E] niõó apren-
mi[es de signos antes de que ]os seres vivienLes desarro]]ab]es, que a] de a hablar, pelo no aprende e} lenguaje. Eito, si pe entiehde aqui por
principio, tal vez, no podían más que nadam'o trepar, aprendieran en su [enguaje [a suma de ]as experíencias huhanás.
forma humana el paso vertical sobre las dos extremidades posteriores.
Transcurrió mucho tiempo antes de haberse empleado el ftJego para
la cocción de los manjares. Hoy día, cualquier cocinera puede servir Le guia/e de /OS ni/Íos La abreviación deJ desarrollo del habla se
patatas.Hoy cada niõo aprende a marchar en quanto sus músculos y efectua ya en el niõo, indudablemente, en la microscópica construcción
huesos se lo permiLen; abrevia tanto la evolución de miles de afios que, del instrumento ]ingiiístico y, bien observado, tambíéi} de} cerêbro.
n'ecuentemente,aprende a correr en pagos dias. Parece como que, úni- A éssege }e liamaría con más razón instrumento de} lenguaje que ins-
ca y exc]usivamente, escriba e] progreso de ]a humanidad en ]a posibi- trumento del pensar. Cierümente, auh Quandoinapreciable para nues-
lidad de esta abreviación. tra borda obsen'ación, es esteórgano corpora] de} nifío actua] muy otro
Para el hombre fue de una extraordinária irnporUncia el aprender quc cl dcl lcgcildario niíio pl'imiUvo.Un nióo, a la edad dc un aõo, tai-
a correr y poder utilizar los brazos pma ou'os descubrimientos. Asimismo tamudea ya casa todas las agrupaciones sonoras de su idioma. Pera no /'

fue de gran interés para él aprender a engarzar sus imágenes y recuer- ha aprendido a hablar aún, porque no sabe todavia desarroilarias arbi- ....dPH

dos a los movimientos sumamente fáciles y cómodos del insu'umento trariamente. Más tarde, hasta los tres aços, más o menOS,aprende a
de[ hab[a. Pero, todo e] mundo yerra si cree que e] niõo aprende con e] hablar, y pesado este período puede articular, claramente, !a mayol'ía '"-....,-

idioma de su pueblo las experiencias de éste, su saber y su cultura. La de }as frases de las personas adultas. Los padres encuentran su alegria ''-'.

causa es de una claridad solar y, sin embargo, hay que describirla con quando el niílo parlotea imitando los cclnceptoscomplicados y a menti- 'bq.W."#

claridad si la fe supersticiosa en el secreto poder del }enguaje ha de des- do casa en su justa aplicación. Yo he oído de uno que no tema aún ires
truirse tàmbién en este pranto nãos: «Das / z'fc/iadio/ül /iic/zb («lló }lago eso de ningún modo»); se habÍa
"h+H-'

EI lenguaje de un puebla no es una construcción acabada; no posee acostumbrado a emplear la palabra aóso/ul como una anirmación, de qhH"

en absoluto ningún catálogomundial claro y; ordenado. (Compárese igual manei'a que. poço antes, /)onner el/erma/.
li, 2). EI querer inventar un catálogosemejante no es más que urnauto- 4' BI iliõo api'ende su lenguaje, ya imit,ando mecanicamente priineio
pia, a pesar de Ramón Lula, \$Ukins y Leibníz. Pães nuesU'o lenguaje no la forma y ]a materna del lenguaje y llenándolas después, o aprendien-
'"'-...-

precede a nuesti'o conocimiento del mundo, sho que cojea deü'ás. Aunque do a conocer un objeto suevo con su nonlbre. En e} último caso, est.ri- '\h .a

es cierto que el !enguaje oh'ece a !a experiência del adulto el media de ba el aumento de conocimiento en el objeto suevo; el nombre es impor- '-;U.P;

poder agntpar }' cohpai'tir sus imíígenes. Relaciona los múlüples recuer- tante solo para retenerle en la memoria y para hablar de él si el objeto
está ausente. En el primer caso, no puede hablarse de aumento de cono-
I'''Le-.. ;

dos de los diferentes perros que ha \ isto. superficialmente. con la pala-


' .....W -

93 '-...,:"
cimienLohasta que la matei'iu linguística y la forma estén inlladas de menLación de elmo,pei'Lenecerá siempre a uno de los más diHicilese inLe-
contenidoreal. Este hecho es claro respecto a la maternalinguística. resantes problemas de la psicologia. Nosou'os debemos evitar presupo'
Independientemente de todo aprendizaje mecânico, nunca penetrará en ner en ]os nifios nuestras categorias de lugar, tiempo y causalidad, aun
la memoria del niõo nada que no haya peneU'ado antes poi' la puei'La de quando hayan sido aprendidas las expt'esiones lingüísticas de estas cate-
sus sentidos. Si no hubiéramos perdido e] recuerdo de nuestros afíos gorias. Yo descubrí una vez, en el mismo nióo de ires afíos, que acos-
infantiles, sabríamos cuán irrepresentables nos eran la mayoría de las [umbraba gi'aciosamente a expresar su pequeno o gran amor junLan-
paliibi'as api'ctlclidas.Si cl piidi'c hnbla dc liii lobo siil itiostiai- la iina- (lo t) st'pai'íiiitlt)
sus r lallos una de oLi'a,yít pago,lucro idas y más, de
gen, el nifio se representará siempre un gran perra amarillo. Esto se modo que él pensaba siempre en grandes o pequenos pedazos de tor-
nota especialmente en los cuentos y fábulas que con tanto placer oyen. ta, ]o cual es cierto que incluía la categoria del comparativo, pero que,
Sc lorjan tina cosa rnuy distinta, llegan a poelizal' ellas mesmos. Y esta en canibio, no comprcndía el superlativo, pues cuando separaba, todo
maia inLei'pretación i'al'a vez se descubi'e. Averigüé una vez que un nifío lo más posible, un brazo de oU'o, imaginaba que esmoera el preâmbulo
de ires aços se había forjado bafo ErdZ)eZ)en(terremoto) la idemde un de un abrazo no más. Este mesmo nióo, al que debo los ejemplos de abso-
hombt'c quc sacudia la berra; esmoes, algo asÍ como cl Seismos en r&lly Epal)cberz,mc permiLió observar en su celebro, en olha ocasiÓn, ]a
la segunda pur'tedt:l /.hus/r)dc Goclhc. l.a utilidad dc la matei'ia lin- conlusión más encantadora. A una herMana suya, de anos siete aços,
la prohibieron llamarme Frita, como falta de consideración. EI peque-
\h+.+.'

guística no es cosa qut: ensanche, pues, el conocimiento del nióo en


un principio. no Dorchen, que también hubiera hêcho custoso e] atrevido, oyó que la
'L.. . ,,/

:. .'
La utílidad que=garantiza el aprendizaje de la l.orma linguística es expresi6n«OnAeZh'itz» era permitida. Temiala costumbre, como la te-
nían antes Lambién ]os esLudíantes, de devo]ver ]as palabras ásperas y
h\qÜ..l"'" de obraclave; as{ sê graban signos linguísticos, no para cosas coHcre-
[as sino para las pl'opiedades, para los estados, actividades y ielaciones ofensivas; así, /üu/pe/= jholgazánl con un «seZóslFbüZpe/a,.llacía poço
que había contestado a «tú, pequeno fullero», con un «tú eles un fulle-
"\....H'

de estas cosas. Pera también de este grupo puede decirse que su ejer-
cicio no puede ensanchar los conocimienLos del niíio. y que dc las cate- I'o». Y yo le dije una vez: «TÚ eres un (Jaspe/z/ünõne»= granujilja --Entonces
'\. ,

\Un. ' goi'ías del lenguaje íjo lléõnatampoco nada al alma sin pasar poi' la puer- cayó en que a su hei'mana nomeei'a permitido decirme Fritz, pelo sí
ta exterior de ios sehüdoé. Onde/liY'itz= tío lilritz--y me contesto: «éPuedodevir OnÃz/Gassenjunge?»
Aqui hay que anotar la circunstancia, que solo puede llamarseuna Probab[emente, para é], ]a pa]abra On#eZhabía ]]egado a ser una cate-
casualidad, que en nuestro idioma se expresen las más importantes rela- goria, lma especie de diminutivo, una categoria de atenuación. Y todos
ciones de las cosas j)oi' medio de desinencias (casos del susLantivo,por nosoU'osposeemos en e] ]enguaje que hab]amos con ]os nióos una seme-
ejemplo, y además los tiempos verbales). Por el contrario, en otros idio- jante categoria de atenuaci6n que se basa en el dono caridoso con el que
mas, hubo y hay palabras especialespara las categoriasde tiempoy trocamos palabras de reprimenda en palabras de lisonja (Lümp = tunan-
espacio, de comparación y de número; y los lenguajes românicos, por te, y oü'as).
:'h,-' expresar sus casos por medio de preposiciones, tal vez hayan tornado No se me arguya que una ta] categoria de ]a atenuación no está a igua]
\.../' a[ cstac]o primitivo. Fina]mente, a]gunas ca]egoi'ías(como e] manc]ato, altura quc oLnis categorias clc lcnguaje que encuenLi'an sti expresiÓn en
e[ ruego, eLC.),se dejan expresar por media de ]a co]ocación de ]a pa]a- ]as par'tesde ]a oración de ]a gramática. Es lo más vário en los vários idio-
mas. En italiano, por exemplo, juegan un tan gran papel estas categorias
\k,.... .'

bt'ao por un acento especial. AI nióo que aprende a hablar debe serie
'-....,''
todo esta completamente indiferente. No conoce diferencia enU'e acen- de atenuaci6n y abulLamiento (expresadas por las terminaciones --ino,
'-....,/
to, sintíaxis,desinencia y palabra; aprende despacio las manetas de hablar -one, etc.), que bien puede decirse que perLenecena la gramática tanto
'" '' de ios adultos con todas sus matizaciones, y distingue a un tiempo ]a como las categorias de comparación del adjetivo. Y hay lenguajes en
pregunta de la afirmación quando él no puede ni preguntar'ni afirmar. los que estas categorias subjetivas están representadas más ricamente.
Lo que conscientemente tiene lugar en un celebro infantil, y la funda- Pero, al final, êqué es lo subjetivo y qué lo objetivo en las categorias?

94 95
(;ríz7 aZIa(z También las categorias dc la gramáLica (luc sc ha for- gi'amáLica especial, no hall jurado tambíén sup papeles, a merludo, los
mado en el tempo inHlnitode la historia linguística y que el niíío apren- intereses parLiculaies (de las escticlas lllosóhcas o eclesiásUcas). Spinoza
de en poços aços en las formas de su lengua materna, son ùnicamente debió sentir isto vivamente, ya que una vez exclamo iracundo (Com-
el registro de un catálogodel mundo, que el lenguaje tiende a alcanzar pend. gramm. longa. hebr. VII): /Vam, [ll meo ueróo digam, p/[&

utópicamente; en cierto modo, el alfabeto según el cual ha de ordenas- res suBI, qui Scüpturae, at nutus, qul tinguaeHebraeae Grümmaticam
se e] catálogo real de] mundo. Seria muy antiHilosóHicocreer en la obje- scÜPsit.
tividad de este alfabeto. Las categorias del espacio, dcl tiempo y de la
causalidad sirven solo de orient&ciónal hombre en sus domínios. Si la
planta quisiera orienlarse en los mesmos domínios, tendría que dividir //z e/ZCÍÓn E] lenguaje tiene todas las excelencias y faltas de atrás
las categorias de muy distinta manera; así, por ejempjo, tendría que invencioQes humanas. Indudablemente, hay que distinguir con crude-
reclamar para sí una memoria de tempo, sin concepto de tiempo. Y si za enU'e el descubrimiento y las invenciones accesorias, que procuram
un duoshubiera fabricado los domínios, [endría también un distinto aKa- la extensión del descubrimienLO capital. La escritura, la irnprenta, el
beto del catálogo mundial. Más humanas, más para servido de los inte- fonógrafo, que conservan, por el momento, el lenguaje, y el telégrafo y
reses humanos, se han formado aquellas categorias que se expresan en e] telefono que facilitan la comunicación a distancia de la voz huma-
la gramática. EI hombre, en su lenguaje, ha ordenado el mundo según na, son algumasde estasinvenciones accesorias. Ellas miomas son tam
sus intereses. Yo no tendría por un intento sofístico reconocer el interés bién utilizadas, mecanicamente, por los hombres; los menos de los que
humano en sí mesmo,esmoes, el provecho personal como germen de te[egraÍ[an o te]efonean comprenden e] aparato. E] aparato vivo, que une
todo desarro[[o de [as categorias. E] sustantivo designa ]as cosas, eito a }as sensaciones de sortido,la memória de la cosa y hasta la memoria
es, todas aquellas causas que el hombre está acosLumbrado a deduzir, de las referencias a las pei'donas, es todavia menos comprendido por los
según [as impresiones sobre su yo. De su yo deduce é] ]a unidad de hombres, que lo han heredado y lo uLilizan diariamente. Ya sé que, con
muchas otras cosas; partiendo de su yo forma el concepto de la unidad, esta, di]aLOe] concepLOde ]a invención; pera no tenemos mejor palabra
que, por un lado, conduce a las categorias matemáUcas y, por otro, a la para el aprendizaje del uso de las fuerzas naLurales. EI uso del fuego
singularidad y pluralidad de la gramática. Con su yo viviente, se encuen- descansa sobre urnaserie de invenciones; pero también la respiración,
ü'a en cada momento entre un pesado y un futuro, llegando así a la cate- como [a actividad útil de quemar e] carbono de ]a sangre con ayuda del
goria del tiempo. La aLenciónde su yo la permite captar, más Htelmen- oxigena del gire, es una especie de invención. A estas invenciones del
te que su unidad, ya esta,ya aquella propiedad, ora este ora aquel erecto, organismo humano perLenece también el lenguaje de los hombres. EI
dándo[e así ]os concepLosde ]a propiedad y de ]a actividad, e] adjetivo es unâ invención útil.
y el verbo. En la naturaleza, que carece de Hines,no hay un solo verbo;
el verbo es un resumem de los Hineshumanos. Finalmente, los pronom-
bres son de una naturaleza completamente personal. Así, pues, si el nióo ZI/Zi/Idas de/ /erga(z,/e chora ya comprcndci'amosmejoi'la pre-
aprende el manejo de la red de las categorias lingüísücas en pocos aços, gunta sobre ]a utüidad de] lenguaje. La enunciación de la pregunta deno
red en cuya malla ha Lrabajadola humanidad innumerables malesde La que el interrogador ve en e] ]enguaje una natura]eza superior cua]
aços, no ha hecho más que recibir en las manos un instrumento que quieta, lma divinidad inaccesible, a la que se inquiete clemencia para
estaca destinado a servir los intereses de {nnumerables millones de indi- los hombres. En este sentido, difícil seria preguntar por la uUlidad del
feJ'rocarri]. Es evidente que una tan útil invención es útil. Escribir tópi-
Í'
viduos, no ha hecho más que aprender a hacer uso de una invención É'

útil de manera provisionalmente mecânica. cos sobre su bencHicioseria tema de una t'cdacciórl para li} ciílse dc alc-
A todo esta, me absLengode plantear obra pregunta })ara cuya con- l íi)iln. A lo sismo, cl cálculo nttméi'iro y económico dc la lililidad tcndr'la
un sentido científico. l)e esta maneja no es el lenguaje lampoco una
ã

testación faltan preparativos: si en la exposición de la Lan indubiLable


Ê

$)7
96
ã

oü'os por el mesmo lenguaje; daülno, tan pronto como, movidos por el
naturttleza sobrehumana que aponta utilidades accidental )- casualmente;
Ü

anhelo, queramossuperar esta orientaci6ny alegara un conocimiento


antes bien, él es, pol' escncia, filia invención Útil. La utilidacl es una pro'
objetivo.Así, aun aquel concepto sencillísimo de la utilidad personal
piedad del lenguaje y no un regalo que nos da. será fluido y oscuro. Tenemos que reconocer, sin remedio, que el len-
Pet'o.así como cll la histot'ia de los dcscubiimicnlos no liampieci-
guaje va forzosamente también en el desconsiderado mundo de la evo-
samenle t'evoluciones, sino que los grandes logo'osson, casa siempre, lución necesaria, y que es una atrevida debilidad humana si queremos
s(')1o I'('sllltii(1os (It' l)t'(lti('Íiits tlto(lill('itt'ioÍit's, iisÍ s(- o('tillíitl ('ll ('l l(-ttgliaj-
{

ponei' la medida de la u tilidad sobre esta íbrma de evolución. Preguntar


e lluinaiio --y de manei'a más iitsepai'able que ell OLi'asci'eacioiies por la uülidad del lenguaje es tan necio como preguntar si el tigre es, en
nsuales de] hombre-- las formas envejecidas gajo la foi'ma actual. Ntmca
sí, bueno o maio. Se volvia tigre, así sin más.
está el lenguaje de una época completamente a la altura de su tiempo
EI csftleizo de una cabeça HilosóHlcase funda siempi'e en querem'libi'ai'-
se, en parte, de esta red de las viejas categorias. Pues lo más singular en Se/zfidos (zccidenfaZes Podemos subir un peso más, si recorda-
este artefacto es que e] pescador acaba con su cabeza en ]a malta. Por mos que las categorias de nuesü'o lenguaje están en una dependencia
esmoel lenguaje nunca es lo útil que pudiera ser.
'lq. ÜP

necesaria respecto a nuestros sentidos, y que éstos --como se verá más


Yo haré notar en mucllas ocasiones que las categorias de nuesti'o adelante- son sentidos accidentales (Z@aZlssinne).No es un accidente,
'....... ":

'"-n......' lenguaje no están conformes ya con nuestro actual conocimiento del una casualidad, que nosotros distingamos en el mundo, según la cons-

mundo; que, por ejemp]o, ]o que la física ha crendoreconocer como movi- trucción de nuestros órganos sensitivos, nuestro yo de las cosas, y en las
nlientos. nosotros lo distinguimos todavia en verbos y adjetivos. Êste es,
cosas, ]as l)ropicdades de ]os movirüientos, y en las propíedades, el calor,
\qU...f-'
sin doida,e] misto lenóinbno (]uc cl datwinismo llalna i-udii)lenLny (ltic tino, etc. Pera sí es un accidente que todoslos animales de la berra, has-
hemos podido obserÚâr eh atrás conocidas invenciones. Nuestra mane- ta el hombre, hayan desarrollado precisamente los sentidos para los
ja de haver fuego contradice todo nuestro conocimiento científico sobre donos,bolores, etc. EI inanimado trozo de hierro es, a su vez, muchísi-
el proceso de la combustión. EI arreglo de nuestt'os vagones con sus mo más sensible para todas esas, para nosotros, desconocidas catego-
comportamientosseparados y su gran acomoda nos fuerza a recordar rias de la química y ]a electricidad. En este punho,ya un poço más ele-
que hace dos generaciones, cuando se invento el ferrocarril, soJamen- vado y pobre de abre, se nos presenta ]a disputa de ]a utilidad del lenguaje
te se ponha sobre raíles el viejo carruaje de correm. Es el mismo caso que casa como una discusión sobre ]a utilidad de nuestros sentidos, esta es,
si hablamos de la falida dcl sol. Nosoti'os podemos ho) scrttitl sobre i'ue- soba'clas conveniencias e inconveniencias de nuestro edifício corporal
clíiscoito('(loi'('s,dol'llliloi'ios, sitloit(.s y (ic'Jiii'losXrolitt'
(IT's(it)Nt'w \'oi'l( MienLt'asse creyó en un Duosque todolo hacía perfeitamente,las par-
liasla Satl l-'iaitcisco; llt)s podemos imaginei' la t'dali\u qliictlld dcl Sol, tes placas de nuesu'a organización nos llevaban a creer en un diablo que
lo cismo que sabemos desde cl pi'inc:ipio dcl viaje maiino la quieLlldde hiciera las faltas. EI acatamiento de la chegaevolución nos enseíia la
la cosia; })ei'oel pasaclool)I'a cnnlo lantasnia tantosol)te rlueslia vicia i'esignación t'última,cl cnrnljdecimiento de la pregunta sobre bohdad y
('t)illo so1)i'(- ilttt\slt'o l('tit..tiitlt'. y st'Htiiitios sl'lll:itlos ('li t'sli't'('llt)s ('ollillol ttinl(liitl, ac'vivi(lii(l y diilüo. l-;l lcngliajc llcHa {i scr' lü mcinoi'ia del orga-
llol'liiÍllil'silos ) li:il)littti(ts (It- li\ siili(lit llt'l sol. lilsillo (lttt!st: lliittiltlioltil)I't',y t:slt: iiiisrilo oí'gíirtisrtlocs, litl it)iétl solii-
/lsÍ ttt)so11'os it(.ttti)S Itt-i't'tliitlo (It: los l)t't'(It'('t st)I'('s t'l lc'ltHtiit)t' (:oli
mente, memoria de su propia evolución. La vida y el lenguaje se juntan
todas sus excelencias y delbcLos. Ya nliremos cle un lado o de oU'o, esta- en una indisoluble unidad. Se puede devir: lo mesmo que la memoria
mos inclinados a mostramos, o como deudores, o como acreedores como «capacidad»,como función cerebra], y la memoria como acto indi-
dcl pesa(lo, uilas vcccs ngt'a(lct'idos y oli'its (liiclosos. ICI lcilgllajc r'cc:i- vidual (recuei'do), confl\iyen en unü palabra, así también aqui, el orga-
bido, quc uno solo cai ecc dc suei'zas pai'a inodilicai'. sc nos plcscnla, nismo es la memoria de toda natura]eza viviente y e] ]enguaje es la mes-
entonces,según nuestro punhode vista, útil o dafíino; útil, si con su ayu- ma memoria, obravez, desde la posibilidad de recuerdo --y l:útili.:
da queremos orienLarnos en el conocimiento del mundo tí'andoa nos-
99
98
posibilidad de recuerdo (Erinlzerüngsmõg/ic/z#eZI).Y la pregunta de la .lilC#(Zr! Mucho más beIJa y profundamente habló MeisLer Eckart sobre
utilidad del lenguaje, este es, de si yo me soy útil, se diluye en un nue- la grandeza del silencio:
vo esUdo de animo, cn el senLimicnlo general, qttc lambia de un momen- «Si tú pudieras ignorar, particularmente,todas las cosas; más aún,
to a oU'o,de si me alegro o no de mi vida. si pudieras alegar a una ignorância de tu propia vida-. el espíritu habría
recogido en sí todas las fUerzas, de modo que se olvidaría del cuerpo,
y no obrarían ni la memoria, ni el enLendimienLO,ni los sentidos, ni
.EZ si/enfio Del Lemplemomentâneo o del temple general del hom- lag füerzas-. Así debiera el hombre ruir a los sentidos todos, volver bacia
bre, esmoes, de su carácter, dependerá que preniera hablar o preniera adentro todas sus fuerzas y llegar a un olvido de todas las cosas y de sí
callar. i)lisilio. 'to(lii x/(}!'(li!(l (it!(' l(}s tilíi(:sl.t'os t:ilsclliil'oll (:oil slls })!'oPlíls i'iizt)-
Dos clases de bestias son las más idiotas. l-ils que no puedcn hablal' nes y sus en]endilnientos, o que enseüei} en e] futui'o flash el día del jui-
nada, como, por ejemplo,puede suponerse de las ostras, y las que no cio Hlnal,no comprendieron nunca lo más mínimo de esta ciencia y de
pueden callar en absoluto. A ambas les está negado comunicarse. Ins este secreto. Aunque se le llame, a eITo,ignorância y desconocimiento,
unamson inudus y las ot.i'assolo haccn r'lido. l)c a(ltit (ltic l)iti'czcacil li(}tit' ('ll sll iiltci'ioi' iiitl('llo iilíis(ltt(' lo(!o (ti siil)c!' y cl (:oito(:itiliciito ( c
sociedad, de quando en quando, que hablan muchos a la vez c indcll- afuct'a; puas esta ignol'anciã colei'na te cepa!'a y a!'i'anca de toda cosíi
nidamenLe. No Lienennada que decirse umas a OLt'osy no Lia\c impor'' sal)ida ) aun dc ti misto. ISsLocieía Ci'isto {ll dccit': c! quc no se nie-
tangia que el ruído se produzca con sonidos articulados. gt e a sí mismo ) no abandone padre, madre y todo lo que es extei'no,
Casa sorprendenLe es que ya el ordenador lógico, esmocs, lin somc- no cs digno de mí. Como si dize!'a:el quc 110abandonít todits ias exLc-
tido al lcnguaje, Spinoza, se coloque al Inda dc los silenciosos, criando t'io!'idíid(:s d( !íis ci'iílttil'iis, ésc ilo ptic'dc ill s('i' (:ntl(:('1)ldo (-l} t-stc })içi'lo

llxcc Ç'j'racl. tt col.-pol. XX). «Natlt l cc llcrLLI.sslilLi,


lic (Itc(tlt l)lt'l)t'ltt.Itt(-c- (Itvlilo lit sci' iiíici(lo. St, si it't l(' (icsPolits tlt: li !itisitio, y (it) lo(lo il(lii('llo
re sciünz». Indudablemente, en este mesmo escrito sobrado en osadía que cs exl,ci'no, lo encuenLt'as ei} vel'dad.» (cdició/l (!e G. /,íz/l,dazzcrl}
oculta, seõaló en son de mol.a(XIV) que la filosofia sc luncla cn lu nalu h/iástlilameute aún que por Spínoza y pot' Eckarq es ya ensalzado cl
raleza y la fe solo en el lenguaje y en la revelación. Y: Duos (o la natura- silencio en e] Upanishad. A Bâhva ]e fue pedido aclarar e] Brahman, e]
leza, pues) se ha comunicado a los profetaspor medio del lenguaje, pelo principio del mundo. Bâh\ a caltó. Cuarido el interrogador' pregtmtó por
a Jesucristo inmediatamente:«7bm ením rn Inle//igiZür,cüm ípsa pura segunda y por tercera vez, digoBâh\ a: «Yobien lo ensejo, pera tú no le
mente a=Lra 'verba el tmagtnes perciptLur.- ÇXM comprendes; este J /nan es silencio (2/man es lo propio, la esencia de
La historia de los buscadores de tesoros, que a la primera palabra la cosa)». Y los sábios índios forman todavia el concepto de un supra-
pronunciada veían éstos convcrLirse cn hajas secas o cn ccnizas o hun- sílcncio. I'ara hncs pl'ácLicosdcl voga, su asccLicismo. l,a voz divina O//l
dü'se malesde pies bajo la berra, se repetediariamente. EI pensador y el puede ser nuesü'osilencio. Aun así es una pa]abra. A ]a mayor unidad
poeta se esconden en el mejor conocimiento del mundo y del hombre. de destrucción se ]]ega por medio de ]a no-pa]abra(das ]VÍcãZluorZ).
Mientras permanece mudo, mienu'as e] deleite de] hallazgo no le deje Silencio es una palavra aún. Lo que el silencio signillca, el O/n, es algo
ljegar a la comprensión, creerá tener oro en la mano. Pelo si quiere así como una «carretera que conduce a la altura donde está !a senda del »Bi;:#'

expresarlo,si quiere darle un nombre al hallazgo, si quiere comunicar supra-silencio.» (véase Deüsserz, //, -i,í/)
'\h...H

el conocimienLO,entonces experimenta que o no se ha acertado nada al


conocimiento, el dual está hundido malesde pies bajo la oscuridad, o '!'-..'.

el oro que creyó tener en la mano y que no queria soltar se trueca en Se crie comtlnmente que lo difícil es apl'andei'a habiar. 'l'odo lo con-
hojarasca o ceniza. Y el bolor del pensador, el dolor de ver quc el delei- U'at'io.A hablar se apt'ande, no en la escueia, ni gajo la tutela del padt'e;
te del encuentro es [ambién una ilusión, no será menor, aunque la gen- pera sugando con la madre, sí se aprende la lengua materna. Aprender
te tome por oro la ceniza y la envidie. a calçar es lo diHici}.La mentira pasivü más importante es no reaccionar

Í(D 10]
irimediaUmenteante una quer'Uimpresión, con su correspondienLechar- rar de nuestras convicciones. Y aqui creo yo, que ]a mayoría de las pei''
Ja. Este no ]o logra ningún animal. EI índio y el japonês tienen por cosa sonas abogarían más por sus sensaciones que por palabl'as de gente
de honor suü'ir mudos los martírios. AI nióo espartano se educaba de extraía. Tan mezquino no es facilmente un hoinbre, que llame azul lo
maneja que, si robaba, nunca se dejase arrancar ]a confesión. Estas son que ve blanco.
Lambiénlos dos puntos capitales para nuestras clases cultas. No gritar Aparte de esta,a mártires que, como, por ejemplo, el creyente maho-
en seguida si duele y no traicionarse si se es un bribón. En poder callar, metano, mueren valerosamente por un premio ulterior, no se les pue'
de contar entre los confesores; son atrevidos especuladores que com-
en ]a mentira pasiva, está nuestra diferencia capital de la bestia. Y al ani-
mal que no está domesticado, adiestrado, se ]e distingue muy bien en su pran hasta ]a muerte, porque especulan al alza.
mentira activa y común. De otro modo, seria el hombre el mentiroso
animal, lo mesmo que es animal capaz de hacer fuego. De cualquier
manera es, por su lenguaje,el menorembusterode los animales. /nSO/encha de Za paZczbra La falta de atención frente a la palabra
Rollsscnli(al ai zol)ispo Chi. d(' 13oaiimont):«/Vr].s/a/ixr/r.{ .ço/i/ /'flui)rrzgc lítio rlolamos sicitiÍ)rc cn los aHc:nLcsy ulrnaccncros del especulativo
des }tomnws, el les hommes some boí'rtés. Nos Langues sorte I'ouutage des comercio inLejectualserá más perdonable, si atendemos al descaso con
/za/lz/l es, et /es homr7zes $orz1 7zze/zletórS.» que la palabra, como un desvergonzado viajante de comercio, trás cada
deneHaciónvuclve de suevo a enü'omeLerse. .::

l-a l)alal)r'a más dcscocada cs, scgtinlmcnLc, lu viaja plaLóíiica«idem».


#/'

Z,(z /nenZlra Se me hn sosLenido sin temb]ar que ]a mentira dela de Ella ha empenado la fundamentación del realismo verbal.
..:.-.f ;
ser inmoral si se ha recohocido al lenguaje como un mal instrumento La «categoria» es insolente.
Uit cit:r'Lo dosear'o llttnloi'ísLico play, por' cjcniplo, cn las palavras
"-....,.,''
'ã .,

llt\l (.t)iio('lllli('isto; si r-it(lli' I't'ítst' t's I'ttlsit, ?.(jtl(\ lilll)oI'lÍI )il liil l)o(:o (It: I'ítls-
eamiento más? «e] mejor de todos ]os mundos» («díé óeslea//er /HeZlem,).
Ya el formar un -.é

Sobre esta dirá, primêro, que 3o aqui no tendo n'n(ti!qlir: vrF con ]a plui'al de mundo es una insolencia, pot'cine1luncani janiás ha habido
historia de [as costumbrei humanas; que ]a tacha de inmoralidad o de más de uno y, por lo mesmo, es impósible la comparación. Por ello tam-
bién es exu aordinariamenLedescarado el superlativo óes/e(el mejor),
}'

dtii'eza itttpoi'ta tanto al pensamiento como la tacha de inmot'alidad


o de dureza puede importar[e a] diamante; que ]a mentira en sí perte- aunque llegara a ser posiblela formación de un superlativo de gul («bue-
nece tan pago a ]a mordi como ]as otras armas, y que s61oel uso de la no»). Yo creo que la voz der benzeno gene otro sentido que el de seÀrgüt,
mentira como el uso de àtra arma cualquiera cae bajo el concepto de pera que este superlativo se ha llegado a formar porque la gramática
\.,,' uso o de costumbre. tema algo así entre sus formas. Es de observar que, en la mayoría de
Pera así, e] carácter, que inflexible se obstina en su idea, llegnrá a nuesü'os lenguajes, der beslees irregular, que, por lo tanto, el superlati-
ser verdaderamente caprichoso, si se le descobre el lenguaje colho el vo de gzzZno está formado analógica ni HllológicamenLe.Y que quién sabe
' V J'-r

'\.,.-'
sistema de signos más precário para precárias y sabidas emociones. Qual fue el primitivo sentido de óesle.
EI confesor antiguo que se desaba quemar por su idea de la Trinldad, Quizá la última gran duradera insolencia de la palabra estuvo en el
caería seguramente en e] horrible pensamiento: «ZYsi mis enemigos tie- imperativo categórico.Desde enLonceshan renunciado las mejores cabe-
zas a hablar cientificamente de la ética y de la religión.
\: ..

nen razón?»ÉI moría por palabras que estaban basadas en una autori-
dad, en ]a de ]a Bib]ia, en una enseõanza, en ]a de la tradición. EI már-
-.....,.P
tir de entoncesmorta, pães, por no querer desmentir su fe en oü'os.
\...D''
Según nuestra idea, todos nuestros conocimientos son, finalmente, JMaldicíón deZ Ze/zgüqe La idea de que el lenguaje sea ineficaz para
]as consecuencias de nuestros propios sentimientos. Nosotros tendría- cualquier esfuerzo mayor hacia el conocimiento nos debería haver más
mos, pães, que desmentir la fe en notou'os mesmos, si quisiéramos abju- precavidos en su uso. E] ]enguaje nos elevaal odio, a la lisa burlona por
'«-.#-

103
102
$'

media de su innata insolência. ICInos ha vendido dcscaradamclllc; ano ciadcl icrlguíllc cs igiiíllmcíltc inll'uctttoso--ilo cs cl I'intimocl int(-ntodc
ra ya le conocemos. Y en el instante lúcido de este }30rribleconocilnienLo, Bacon dc estai)lccci' i'egkts })ar'a cJ desc:ub!'lnlicnLo colho las icgías que
despoü'icamos contra el lerlguaje como contra cl prójirno quc cn nties- Arislf)tolos csta})l('('i(5}Jar'a('ompi'cndcr. Así como hay prcsticligilado-
tra fe, en nuesU'oamor y en nuesü'a esperanza aos ha enganado. res que prometemal final de sus juegos aclaración de los medios usa-
EI lenguaje es el }áügo con que se íüstigan los hombres mutuamente dos, pero que luego dan explicaciones falsas para extraviar a los copis-
para e] trabajo. Cada cua] es colchete y vasaJ]o. E] que no ]]eva e] láLigo ms, y así como todo elmono se funda ruas que en presteza y agilidad --así
y no grita bajo sus golpes se llama perto mudo y malhechor, y será des- dieron ArisLÓLeles y Bacon (inconscientemente) aclaraciones igualmente
cartado.EI }enguajees e} perro de tiro que arrastra ei tambormayor falsas de sus juegos, y no han logrado todavia colocar a ningún hombre
en las bandas musicales del ejércitohumano. E} }enguaje es el mono, en circunstancia de ser criador, con todas sus agudas reg]as. Ni e]
el prostituido, del que se abusa para los tres mayores apetitos del hom- Organon, ni el Novum Organum, han produzido algo orgânico.
bre; e] que gruõendo se unce a] arado, como Lrabajadorpor e] ham- E] filósofo, que quiere alegara nuevas percepciones por los caminos
bre; el que vende a su família y a sí mesmo, como tercera para el amor, del Jenguaje (lue vuelven siempre al mesmo, no se qsemeja siquiera al
y e] que se deja morar en toda su fealdad como alinde de la vanidad, y ordinário burro de la nona que va anteponiendo una pata a la otra aü'aí-
el que, finalmente, serve de apetito de fujo y hace como mono de circo do por el pienso y empujado por el látigo; él se asemejaría únicamenLe
sus piruetas, para que e] mono recibo una manzana o un beso tirado, a[ burro sábio de] circo que, ]]egando a ]a ]ibertad humana, e]igierasu
y llamarse con ello artista a sí mesmo. ÉI es maesU'o del vicio. ÉI ha con- campo de activídad, eligiera concretamente la nona donde luar su m'Le,
duzido a ]a humanidad hasta ia altura patibuiaria de Babijonía, Paras, y que trabajara en esta meda elegante y ágil como un equilibrista, en
Londres y Berlín; el lenguaje es el diablo que ha tomado a los hom- apariencia adelanLandosiempre, pera, en realidad, no sajiendo de un
bres e] corazón, prometiéndo]esfrutos de] árbo] del conocimiento. EI lugar mesmo y con menos resultado que el que obtiene cualquier asno,
lenguaje ha roído el corazón como una enfermedad cancerosa; pelo, en pues la Horta del lenguaje no tiene muda alguna.
lugar de conocimientos, ha regalado a los hombres palabras para las
cosas, etiquetaspara botellasvacías, sonoras rechiflas como contesta-
ciones al lamento eterno,de igual modo que oiros maesü'os logran calçar Pesa/nis/no En toda la historia de la HilosoHta,esmoes, en la obra pen-
con azotes a otros nifíos. Los fantasmas del paraíso prometieron cono- sadora de los grandes hombres, se nota la sorprendenle conlradic('ión
cimiento a la humanidad quando enseõaron el !enguaje. EI !enguaje de que Lodos los cei'erros de pi'imer ranho han penetrado la nlisel'ia y
arrojo del paraíso a los hombres. Pelo si, en câmbio, la humanidad hubie- el horror de la vida, y que desde Homero hasta Schopenhauerrepiten,
ra rega]ado e] ]enguaje a los monos o a los piojos, Lendrían estos que de algema manei'a, la frase dc Sólocles: que menor hubiera sido no habcr
aguantarlo, y no seríamos los únicos enfermos envenenados cn la cxlr'ailr- nactd{); }', poi'ott'itpai'lc. líts nlisnias ('ítbczas n mtlcslt'aii ii t'ccníni('nt-
dinariamenLemuda y sana naturaliza. lait liílu scictii(lad suPci ioi' dc cspíi'ilu. /.Cóttiu pticdc condticil' cl cono-
cimienlo pi'oftindoigualmcilLCal pesirnismo que al opLimismo--como
'r.. .l

se doce vulgarmente al dolor del mundo y a la pacíülca serenidad? "''b=; ; ;1'

Nor'ias Macaulay ha comparado una vez la ocupación de los [llóso- EI enigma se aclara algo si se obsen'a que, quien más se esfuerce en \+..=.P'

[bs esco]ásticos (en oposición a Jos pensadores naEura]es) con e] andar conocer a findo el mundo, también penetrará mejor el impostor len-
de una nona; y yo no sé siquiera sí él tuvo el traMeso pensamiento secun- guaje. Y aqui no puede faltar que cada rápida mirada a través del velo
dário de que en la mayoría de los casos son asnos los quc Irabajan cn la de ia vida nos llenc del tcn'oi'. del eno! me {en'or de ta vestia en noso-
nona, haciendo el movimiento de cominar y no adelantando nunca. Esta Iros; pera que este conocimienlo mesmo puede aclararse en serenidad,
comparación contiene una injusticia contra la vieja lilosofía, en tanto si sabemos que este conocimienLOno es obracosa que el lenguaje, un
sopro del recuerdo.
+hh..P

que cada intentode todoslos tiempos de avanzar marchando en la rue-

104
i05
"'\«U'
ã

A t'slt) l)al't:ct:ct)iill'iil){)titlt'sc(luc l)ticdu hui'lii'iz.iii' la perspectiva dc


1-1s,
cil cl't'clt), t'l li{)i'l'ot' tlc lit vi(la, [.l (loloi' l)ot' rl ttttitl(lo t) t'l l)t:si-
un dolor futuro (miedo) y que ello provoque rondas modiflcaciones fisio-
mísmo osar demostrarlo seria, después de Schopenhauer, superfluo y $

vano. como E. von Hat'ünann-- es el terror ante lo comi'ln de las tremfuer-


Ê lógicas. Pelo entonces se suprimen seguramente imágenes iilarticula-
das que coi'loco de ta] mancha ]a vida, y que son, podo tanto, una pena
:}
zils ll)l})lllSot'ilS. lço pi't'('tsiittl('tll(' tittii('ottil)i'('itstllit, slrit) 1111
ittitliz (lc
Ê pi'csenLc;así el animal tiembla en las garras del azar, aunque no pien-
scnlirilicillo, lin estado d(' ániino (lti(' cncoitli'Hinos cll los nlejni'es })cn-
}

Ê se mucho en el futuro. EI hombre corJ'lente «pierde e] senado» si el ver-


sadorcs(alln en los autores dc Leodiceas), porque la capacidad para tan
cnoi'me li'abajt) intplcctual nuns'a pucdc cxistii' sin Itiet'tcexcitación dugo le amenaza con un arma o con el fuego; pierde precisamente el
Ê lenguaje, esmoes, el pensar: no prensa más en el futuro, lo ciente como
de ou'o gi'upo nervioso. Existe en el presente, donde el hombre supre
à presente. chora, el llamado filósofo, en su virtuosismo del pensar, pue'
siempre, si gene sentidos Hinos: por ]a pobreza de ]a naturaleza huma-
de seguir discurriendo en tales circunstancias, esta es, puede presentar
.#
{

na(también la suya propia), por eJ do]or de ]os ou'os(también de ]os


con pajabras el futuro como futuro; e instantaneamente, lo que pare'
anima[es), ]a eterna insaciab]]idad. Êste es el presente que siempre está
cía un dolor, será un libero sopro de viento, el sufrimiento será empu-
aqui, y por esta descansa sobre la vida del pensador el dotar por el mun-
jado como con fuerte prazo del presente al futuro y Giordano Bruno sube
Ç

do, el dolot'cn lot'iioy a liavés dcl mundo, como una ilude oscur'a.
""-:::,-

sonriente a] cada]so y Sócrates espera ]a muerte entre amistosa oLarIa.


Así gana ya e] ]enguaje su magia como medio artístico o, mejor dicho,
el arte se exterioriza elevándosey se hace un hechizo que dela ver como
.-/' $

Serenidczd Así, pues, lo que surge de esta nube, a manera de arco íris
\ ."
instrumentos de arte a los mesmos grandes hombres en las horas más
.';;H.

y de modo que cada persona sea el centro de su arco, es la serenidad


amargas. EI dolor más crude no se percibirá, porque es pensado.
de espíritu que todo gran cerebro, desde Sócrates a Kant, ha predica-
'--...'-'

esta es la majestuosa serenidad de los poços grandes; el lenguaje


.;g

\....' do. Solo que era falso quem'erga enseóar, porque ella se desprende dê la
les forja esta serenidad. Antes de las amargas horas el lenguaje fue para
comprensión mesma. La càmprensión es siempre serena, porque la com-
'\. ,n# ."

ellas una riso más malvada.


prensión, el conociniiento, la Hllosofía,el pensar o como quiera llamár-
se[e, se basa siempre só]o en e] ]enguaje; pera e] ]enguaje no es más que
'\.. ..."

e[ recuerdo, ]a suma de ]os recuerdos de ]a humanidad, y e] recuerdo es


'\b ..r/ sereno, aun el basado en b'istezas.
Esta bien puede sonar paradójicamente, pera es una experiencia
diária. ùnicamente la vida causa dolor, la presencia (dle Gegenmcz/'0. La
'\q....P'

'\lh#P/

penetl'ación mioma en este dolor ha de adoptei' la lotma de lengunje, y


\-...-" así e] ]enguaje esja]iberación de] do]or poi' meditede] iecuerdo. Y aqui
-....M.'
vemos ya al lenguaje emparentado con las lágrimas.
Como findo de serenidad está también considerada !a penetl'aci6n
'.../
de t'uturosdoloi'es, en tanto (ltic es pcneti'a('ión; nlicnlt'as !)cnscnlos cn
L .-' dolores futuros, esLdes, mientras que con palavras los pintemos, Lên-
'hhU....P
dremos que ecoar mano del insh'umento del recuerdo y será indiferen-
te si el dolor es panado o futuro. Y por esto podemos, sín mayor esfuer-
'\..+#.
.r
zo, lorjarnos mai'Lírios que no hemos conocido; así como los JiiÍlos
:u''
imaginampor placer, en cierta edad, haber sido empalados o enfadados,
etc. Elmono es precisamente recuerdo de experiencia, sino recuerdo de
lecttira. Así es el !nás hoí'i'il)lc dnlor vcnidc!'o cl deleite !)ul'o.
!07
106
VI. Arte de la palabra

.4rle de /cz pcz/czar(z La relación entre el lenguaje y la realidad se


encuentra honda y bellamente en Rigveda, si comprendemos con fide-
lidad cl pasaje(qlje }'n cito según Detissen. Cescã. d. P/z//.T, 118). LFnica-
tllctilc los (loct{)s c{)iloccn it)s ctt:tlt'o ctií!(il'liitlt's (lt' lii ot'iic'irlit.«'l\'cs (ltit'-

dan inmóviles en el secreto; la quarta parte es la que hablan los


hombres-- Los poetas llaman de diversas manetas lo que es uno.»
Para ver claramente cuán pequeno es el poder del lenguaje como
instrumento de conocimienLoy cuán grande como medio arUsüco, com-
párese una poesia cualquiera de Goethe con una frase cualquiera tam-
bién de sus disertacjones cientíHlcas.

Füttest lieder Bunch und Tal


Sttlt mit Nebelgtanz.\

Aqui no tenemos un concepto que no ofrezca distintas interpreta-


ciones o deHiniciones «fuera del contexto» o en una frase puramente ins-
tructiva. Se nota bien que no solo las pocas palabras casuajes (Ztl-
JaZZsü'arie)que cita la gramática (como: aldeano, blanco) tienen más
de un sentido; antes bien, cada concepto, cada palabra de cada lengua-
je humano, es un signo nemotécnico de imágenes flotantes, desiguales
y vecinas, y que por esta, cada palabra tiene más de un sentido «fuera
del contexto».Nótese l)ien para no tomar por engaflo mis observa-
ciones.

PZzz/'aZidczd de senado Las palabras de nuesü'o ejemplo no son ü'a-


viesamente escogidas, y, sin embargo, muestran todas ellas tal plurali- '"

dad signiHlcatlva.
FU//en. ELimológicamente quiere decir uo// mac/zen (llenar); pelo
recibo oiro significado si e] arte de ]a jardinerfa /za/ gç/iil/l los claveles,

í. Vueives a }ienar el vale y el bosque en silencio con el brilhode la niebla

l oç)
Zqué significa, en suma, esmode que el sentido de una palabl'a sea cla
si ]a cocinera./!i///]a sustancia de ]a sopa. (En ü'ancés se dize «emplir» por
ro solo por su contexto?
«cllupar») Sefne Jtzgen/UZ/e/z = satisfacer (be/redige/}.) /H//en - bl/farei
re[be/z (término de g]otonería, a]go como ]]enar ]a panza). La ]uz y e]
canto ]lenan la sala, aunque ya sea metaforicamente. Llenar lm valle
abierto recuerda casa al .l;U//enen sentido de cobrir. Poesia y Zógíc(z Hasta ahora hemos creído que el sentido de la fra-
Mzeder Esta palabra puede signinlcar abe/ 7za/s (obra vez), (2/ZmaZs
se, el pensamiento, surge o, mejor dicho, se forma de la lógica agru-
pación de palavras o concepLos. Nosotros hemos atribuído al lenguaje
(con frecuencia), zu/'ück (vuelta). Pero aqui tiene, segui'amente, el sen-
[a fhcu[tad de intermediar o hasta enriquecer e] pensar. ZCómo es así, si
tido de la siLliación: ho), en este lugar', vuelve a lucii' la lura.
ahora averiguamos que la palabra solose aclara por su relación y depen-
Bmch. Con ella se designan, una mata de presa,una rama, un ramo,
dencia, esmoes, por el sentido, por el pensamiento, por la t+ase?ZNo es
mechón de pelo, plumero de yehno, un árbol, lm bosque pequefío.
esmouna prueba de que todo es y debe ser una pura tautología, que nos-
Za/. /\pane de su indeterminado sentido, de hondonada enU'e mon-
OLT'os
no podemos ni comprender ni dccir' nada fuera de lo que ya sabe-
tes, tambicçnLiene cl dcl movimienLo descendente dcl agua fluvial o cl
mos, que el Lodoestá aqui antes que la parte y que la H'ase fue primero
de bajar de un buque. «Síc/zzü Zod lznd Za/ bege/n.»7Zz/doce pues o espa'
'\X..=/'

'tX- '
cio enU'e montes o un movimiento cuesta abajo. A] Za/ de Goethe no le que la pajabra? ZQue ]a vieja lógica pone la verdad patas arriba? Estou
maios pensamientos Lenderán a retener al sector, cuando en jornadas
cot'i'esponde un monte precisamente. Nlejor' le ajusm una colina. Y amc#
posteriores de este largo y común camino pese a ser la crítica del len-
ÇYlbd\..nr

tina 7b/no es ni/iusch, ni ZaZ,sino aproximadamente un frondoso vaJle


\--H../
guaje una críUca de la lógica. Aqui, sin embargo, s61oquieto haver hin-
(Zlüschíges Za0.
capié cn qtic este dcsciibrimicnLO realmente cnicl ayuda nambién a acla-
'-«.a'

.s////.l .a l)anil)i'a pti(.dt' sigtiihcat': silo)cio iil)sollilí), t-t'liiliv:iIt'nlt-


I'al' por'qué cs el lenguaje un admirable medio artístico y un miserable
""\../. ' (lttilidacl(('allc silctlciosa), vinilcei'cnioiiia sirt acoinpaílaiuiciiLo dc can-
instrumento de conocimiento. Pães el poeta solo quiere comunicar siem-
to (sZiJ/e /Messe), la soledad (slí//er SIÜH, la calma (der st///e Ozean, eí/z
'l-\ r

7;)/r/'lsf rf/l s/l//f/-/V/í7/z//).


Etl nti('slt'o cjcrlll)lo sp vcr'ía cl gi'íinláll('o crl pre lm calado. Su siLliación dc animo. Lo que hay de lendo en este esta-
''hH. . '
la dada dc si .ç////ccoi'r'cspoitdot'ía coilio lln iidvct'l)io (ít./}l//rn) o como
do, la imagcil í'cal, sostienea la poesia como la armazón a una corona
tle I'ocas. Aunquc(con)o acontece a menudo) se aloja falsamente o se
'h'.V«!P liil atljcLivo (a Itiiia = /t/o/i(0. EI Lítioiio cs gi'Hidático ilo ericuc'ilu'a dill-
traduzca según ]a situación de animo del leitor o del oyente, no impor-
cultad alguma.
\ : ,"

/Veóc/.En i'eajidad, es el vapor de agua en una cierLa pi'oximidad a ta. Lo que ocun'e se captará, en realidad, musivamenLe por medio de la
represenlación sensible; el estado de animo puede marcarse con la pri-
-h..... '
la berra; Inego, ciialquiet'cosa que vela una pei'specLiva,y ademásel
mera palabra. En el poeta podrán, pues, aclararse las palabras siguien-
'HhU.+ '
vago de lejanía e!} los montes.
tes por la primera.
G/anz. La palabra puede significar la mesma luz clara, luego la pro-
piedad de un cuerpo de reflejar una luz La}. f'inalmente, la pompa de
'-«-''
tina prcsciitación. En ft'ancas significii ér/íi/ también cstaínpido, i'toldo.
''.,,' Seria imposible deduch' logicamente, de rales palabras, un ignol'a- EI terLguaje no es instrumento de conocimiento e oUO mo o
acaece en la investigación cientíülca.Aqui no debe existir situación de
do conocimiento. Y vuelvo a repetir que quien tome por entretenimien-
animo ni impresionabilidad. La doblez de cada palabra aislada ni se
"' -..'

to engafioso mío esta inseguridad de sentido, se encuentra fuera toda-


via del umbral de mi pensàmiento. atenuará ni se atenuará antes con un todo,y así no puede surgir a] üna]
Si un francês me pregunta como debeti'aduar éc/aZ,me veria obri- un todo. Lo que en la lectura de uno de estos libros o disertaciones nos
face creer en un adeianto, en una claridad y visíón del todo, es, con ü'e-
gado a responderle quê según el contexto. \' entonces el que lo toma por
bioma mía me al guye sorlrienLe: «ZEnlonces el sentido de una palavra cuencia, el conocimiento de! üin perseguido. Y siempre nuestra cos-
[umbre de tener al lenguaje por un guia fiel. Caminamos en error y no
se aclarara solo por su conexión con las demás?»Naturalmente. Pera
111
110

'-..' ''
lo presentimós. Nieblas cubren las palabras todas y Lodoslos grupos de lidad descripUva que esta palavra persegue.Que la palabra sea clara y
palabras --y la locura espia el discorrer de estevelo nebuloso. precisa es indiferente para la comunicación del senUmiento poético.
Voávamosa ]as pa]abras de nuestro ejemp]o.E]]as nos han de ayu- Es una coincidencia grata para nosoLrosque en el ejemplo enU'e en
dar todavia a conülrmar de tetrasuerLe la impoLencia del lenguaje (como cueslión, precisamente, un concepto de óptica, ya que Goehe era algo
instrumento dc conocimiênto). experts en la meteria. Y en conexión con ellp, es curioso que Goethe,
/Vede/y G/anz no tienen un solo sentido. que tan delicadamente pradoversificar sobre lírios blancos, parte, pre-
NeZ)eZg/a/zz es, pues, un concepto que quizá aquella noche en que cisamente, en la /ürZ)onze/zre(teoria de los colares) que desconoce el
Goethe enconU'óesta palabra fue necesaria por vez primera desde que O/anz, dç que es exUaordinariamenle difícil poderse hacer cargo de lo
hay hombres bafo la luna, porque por vez primera percibió ambos erec- que se entiende al üin por «blanco». EI poeta lo sabe; el sábio, en câm-
tos de luz a un tiempo un ojo humano en tal hora. bio, no.
Seria, por ]o tanto, completamente imposible deducir logicamente A la buena de Ditesescogí, para sólida, los versos «,4n dera/Wonó. La
un conocimiento ignorado con la ayuda de esta palabra. Seria difícil tam- diferencia enü'e e] lenguaje cientifico y el poético, entre el instrumen-
bién comunicar una idea acabada de concebia. Pelo para comunicación to burdo y el más fino, puede aclararse mejor eR otros pasajes de Ja líri-
de un sentimiento artístico se ajustan de tan perfecta manera, que cien ca de Goethe. «Z)er du uo/zdem Himme/ bisa (con el único en belleza
altos después de su escritura se coloca todo aquel que comprenda ale- «der Schmerz und Lusa»). «So tassl mLch scheinen, bis ich werdo., «»'er
mán y Lendacorazón para el estado de animo de Goethe en aquel enton- sicã der .Eínsam#eif ergiób. Nuesu'os mejores Oóer/ebrer (equivalentes
ces. Lo experimentara, pero no lógicamenLe,sino por experimentado a prolesores de segunda enseõanza) encuentran bien que los manua-
en sí, porque él mesmo lo vive. Y luego ríe de los comentaristas de Goethe les, a los que han de atenerse ellas, no contengan todavia esta frase: una
que dispuLan sobre si los versos «,4nden A/ond»("A la luna»), expre' poesia no puede ac]ai'asse con e] ]enguaje de ]a prosa.
san líricamenLe el estado de animo de Goethe o dramaticamente el de
Frau von Stein.
Precisamente todas las relacionei turbulentas de los sortidosy pala- Est/echeces deZ conocinztíenlO La diferencia enü'e el lenguaje como
bras escogidos por Goethe evocan en el celebro del JecLor o del oyenLe médio artístico y el lenguaje como instrumento de conocimiento hay
todas estas vibrantes emocionem.Es como si Goethe hubiera habla- que buscaria en que el poeta emplea y posse signos para ia sensibilidad
do ante un fonógrafb hace cien aços y hoy escucháramos su voz emo- y e] pensador debiera tener signos de va]or y no ]os encuentra en ]as
cionada. palabras. A esta se agrega, todavia, algo que casa no ha sido estimado,
cil stl lil poi'líili('iíl. por lii li:ií))it(lii logo('il:tii ('sli'(-(:llt'z (!c lil coilc'l('ll-
cia. 'lk)iticinos,oli'a vcz. ('oíiio CJcin )lo la«Oda a la Itiiti\».
Z11Z
Ze/zgüayees ü/&media ar-Z/sZico Y alloi'asc isola(lticcslc iiial-
FiilLest. t{»icdcl' lju$cll t{.nd 'í'al
canzable artista de la palavra o poeta, que al mesmo Licmpo hino inirni- '-...,,..'

tablespregunUS objeLivas en prosa, sc nota que GocLhc no sopa lo (ltic S!.i.t l ú! Ncbctglcin .
"N'+»+

es GZa/zzni como se pudiera defina. ]ndudab]emente ]o desconocía, pues


no pudo ni aun presentir la hipótesesque Dove sento cincuenta aços E] psicólogo que experimenta consigo mismo puede llegar a conse-
más tarde, así como tampoco conoció la experiencia en la que ayuda- guir ver juntas, a traí'és del ojo dei momento, dos o ires de estas pala-
dos del estereoscopio se obLiene G/anz de supernicies blancas y negras vras; pei'osu frei'za conlpi'ensina ilo al(.anzíit'áa más. I'ara i)orou'os ncl
(eito es verdaderamenLe goethiano). GoeLhe no supo, pues, lo que era tienen importância ninguno de usos experimentas (cuya fuente errónea
-'.-
GZa/zzy pudo, no obstante, emplear tan admirablemente la incierta pala- está en la aLención precisamente) con sus pequenas diferencias resul-
bra, precisamente porque basta si reproduce en nuestro cérebro la ülna- tantes. E] ]ecLor o el oyenle ingenuo y naEui'alno reLiene,sin duda, más

112
que una palabra en su ínEelígencia; a lo sumo dos o ü'es, las que ya no de la otra, no tenemos fuerza para comparados, porque no podemos
estai'án presentesa] ]eer ]a pági)}a siguiente. Y, sin embargo, él com- imaginárias a un tiempo, porque no es como en geometria.
prende la poesia y el todo evoca el estado de animo total. êCómo es posi-
blc calo? Ptirs d(' igual modo qtic lc ci'n posiblr a Goctli(- dc('íi' o psct-i-
bid su poesia, con hilación, no guardando en su conciencia, a lo sumo, La poesí(z es arie de p(z/ br'a Retener el contenido de concepto de
más que dos o ires palabras a lm Lienipo.Porque es lm Lrabajode incal- la palabra es imposiblea la larga; por elmoes imposibleel conocimien-
culable complicación el que realiza, en este sentido, el cei'eito al hablar to del mundo por medio del lenguaje. En câmbio es posible retener el
o a] oír. Lo mesmo que a la vista aparece como un no interrumpido cír- contenido de sentimiento de la palabra, y por ello es posible un arte por
culo de fuego el descrito por un ascua que gira, así une el cerebro las medio del lenguaje, un arte de la palabra, la poesia.
sucesivas imágenes en una imagen OI'denaday completa. Bien. posou'os La caliüicación alemana Z)íchf#ünsi es de ma] Busto. Se oye al pro-
concebemos cimo se disue]ve en ]a t'ica pa]abi'a de] poeta el bi'illo }' la nunciaria, que se puede aprender como oiro oficio manual cualquiera.
ondulación de un estado psicológico y, a la vez, cómo estas palabi'as evo- Se escucha salir de ella a Gottsched. Z)ic/zlerno tiene para nosotros ese
\b...,P/
can cn el oyenle el misto br'illo y la mioma nndulación anímica. /\damas, sentido, porque ya no sentimos etimologicamente su procedencia (casa
]a memoria establece entonces el nexo, temendo en cuenta que no que- indudable) de díczare;porque no sabemos, sin un estudio especial, que
\..J'
dan siempre presentes más que dos o tres palabras, y que la memoria hasta en el sigla xwl signiHicaba en general HeMmser (BN ádicÀler). EI
completamente individual no retiene más que un par de los punhos capa' sentimiento para con «la forma interior del lenguaje» lambia tan facil-
rales del discurso(ya sea cót'ta o pequena la composición, una êpope' mente, que Adelung pudo contar que Dic/zler vinte a susUtuir al venido
ya o un idílio). Lo que permanece siempre y en cada momento es, pri' a menos Post. Poeta signifíc6 ]14acAer (creador); en el francês antiguo
mero, de una a tres palabras, segundo, el sentimiento total, tercéro, uh fue u'aducido porluZisle, así como los poetas provenzales se llaman/Z/a-
nexo superficial según el interés subjetivo. bres (qüilail des /abres). Ãalísle,Jaifísre ylacZísZe se han apoyado, tal vez
ZQué saíamos nosotros de estas ti'es cosas, si se [i'aLa de uri enri- por etimologia popular, enlaífise (elegância) ; pera, evidentemente, pro-
quecimiento de conocimierito, quieto devir, de un adelanto o prõgresü cede en línea recta desaire, como noLvlxÚçde noeiv. Una vez llamaba
en el pensar(no así por medio de la observación natural)? Las pecas una mujer a su insuficiente marido un /dchelacfisle.«Poesia»quilo devir,
palabras que puedan verse a través del ojo de aguja son oscuras y total- pues, en algun tiempo, actividad artesanal; pelo ya se ha olvidado el sen-
mente incompt'ensibles sin ün contexto. EI sentimiento total es un encan- tido y vale la exu'anjera palavra.
to en ]as poesias, pei'o en lk)sesct'nos de et'udicióil llo cs mias que un La poesia perLenece a ]os más elevados encantos sensitivos que se
ingrediente poético. En exposiciones históricas y filosóficas es, a menu- pueden provocar por media de la palabra, esta es, indirectamente. De
do, ]o más valioso. E] nexo siipernicia] según subjetivos ptmtos de recuei'- maneja más ]acónica podría decirse: poesia es deleite por la palabra. La
do es insuficiente para lma precisa y justa vigilância del cul'se del pen- poesia del propio poeta puede exista' sin palabras; es un deleite por medio
samienLO. Es como si ios güardagujas de una línea lén-ea lliciei'an su de una fantasia, un deleite vicioso. Y si él quiere comparLirsu gole de
oficio provistos de gusani[los de ]uz, a] tiempo que e] expi'eso se apro' fantasia con los demos para satisfazer el sueldo de amor, hambre o vani-
Rima en la negrura de la nóche. dad, [endrá que recurrir a ]a pa]abra, como e] músico a] tona y e] pintor
ZCómo es posible, pues, que un filósofo piense un sistema coheren- al colorido. La poesia es sensualidad por medío de la palabra.
"--PP .«

te n pesar de la esu'echez de la conciencia, y que el lecLoi le siga?


bh . ..fr

./.'
Yo no tendo más que uha respuesta: es imposible. Y para decir lo
más terrible: nosotros no podemos probar, en absoluto.si el pensador L(zs (urzes son senso(z/íd(zd AI que no le agrade esta explicación,
ha utilizado de igual manera su concepLOempleado en fi'ases diferen- piense una vez en qué grado son sensuales todas las artes y oiros delei-
'-.....,-'
tes; pães aunque posou'os mesmos coloqucmos las dos It'as('s una al lado Les.Un hombrc sistemático podría construir cinco artes de los cinco sen-
'\«n"'-'

115
1 14.
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tidos, de ]os cuales, cada uno podría obrar solo por medio de repre- Ê'
Entre elmoshay ya Larnbién nat'ices modernas que aprecian e] aLracLivo
sentaciones específicas. La poesia seria, enLonces, el arte abarcador, por- dc ]as dist) nancias.
que ella, con su caudal de paJabras, podría incitar a la reproducción Era preciso mosLi'at',ùnicamente, que esLossentidos son aptos para
de imágenes a todas las específicas energias de los selaLidos.Solo que a Í una elevación artística. Pelo seria una inocente paradoja querer des-
estasseis ares suelen llamaries de oU'omodo. mentir }a tetraclave de las realmente llaMadas artes. Sin embargo, un
E] sentido más gajo cs eljlamado sentido del tacto. Es halo porque pí11'chlcsco (.xisto cntr(' ellas.
diferencia muy pago todavia. En los homo)rcs está sf)lo más dcsat'r'olea-
do que en los moluscos. EI se ha desarrollado correlativamenLe a la impe-
netrabijidad de los cuerpos Esta es, un ser viviente hubo de palpar, en PinZüra EI ai'te dcl colos' o la pinltira no stii'gió, indudal)lcmenLe, del
quantodio con un objeto sólido, para poder volver sobre su camino. EI colos',sino del dibtljo de coiiLorno. Pelo la decadencia de la pintura se
tacto dize: nl no puedes perlbrar la pared con la cabeza. Expresado moral- inclina, decididamente, hacia la sinfonia del calor, como se observa en
mente: tú no debes perfurar la pared con la cabeza. Amorabien, esta mis- grupos enteros de esa nueva corriente que se flama momentânea y timi-
ma sensación baja puede llegar a ser un arte en personas lujuriosamente damente Sezessíon,aunque mucho más indecisa ya en Makart. Cuando
organizadas, y perfeccionarse en una sinfonia. Las refinadas parisien- una tal sinfonia de calores quieta no presentar realmente nada objeti-
ses y Richard Wagner, que equipaban sus quartos de baço y sus dor- vo, tendríamos algo que casa pudiera colocasse junto al arte de colina.
mitorios con refinada atención, según ]os diferentes deseos de ]a píel; Esmodicho sei'lamente. Pera la pintura cora'lentey exlendida es obra cosa
que prererían una determinadasuavidad de tela para cada parte de completamente. Así.
sus cuerpos, y que descubren determinadas formas mobiliarias para Los u'es sentidos pr'imeramente citados no despiertan ninguna o solo
sentasse, acostarse o reü'eparse, son }os artistas de} tacto. Y yo temo, dada accidcntales i'cpt'cscntacioncsol)activasdel mundo. Los dedos que Lo('an
la proximidad dc parentescoentre el arte y el vicio, quc también aqui el lci'ciopclo, ('l Filia(lai' que sal)oi-ca la I'i'csuy la iiat'iz (ltic llticl(. la vio-
sea muy difícil establecer e} limite. leta, en realidad, no Uenen más que una específica sensación agradable,
g;:
Si, en câmbio, hablo también de sinfonias del olfato y del gusLO,ya e Incluso cuando se generan las imágenes del terciopelo, de la presa y
sonará a cosa más conocida. Ambos sentidos fueron en sus princípios dc la vinlela, qiicdan ('omplclamenlc aisladas. /\ lo m:ls, por media dc
vasallos de una mioma bestia: el estômago. No Lenían más misión que la api'oximaciótt de un t'ecuel'doajcno, puede cmcrgci' eii un nuLutal
devir cada uno desde su cena'o: estome sienta bien, esta no me prueba. lírico a]go así como ]a imagen de ]a mujer del vestido negro de tercio-
© EI Busto inculto no podia decir más que: esto es bueno, eito es maio. pelo, con la que füimos a caber presaso violetas. Con la visión es total-
E[ o]fato delicado: eito hue]e bien, esta aperta. Pera e] hombre, en su mente distinto. EI olo humano en su primitiva forma no veia ni más ni
obra contra la naturaleza, ha enviciado su estômago [ambién, ha per- menos que lo que la nariz en relación olha,esLabadesprovisto de leiiLe
mitido [a degeneración de [os a]ímentos y mediou de] Busto, según su y de sus otras invenciones ópticas; el dobre Lelescopiode hoy abraza
enfermizo y propio antojo, y así, poço a poco, han ]legado a ser posibles en cada giro de la lujosa cabeza humana una imagemimportante del
@
y hasta casa corrientes ]as sinfonias de] gueto y de] olfato. La diferen- mundo siempre y quando la luz pueda interpretar el rmindo. EI arte de
cia individual de una sinfonia de paladar (preparada por el arte de la la pintura, la excit.aciónsensitiva por meditedel colar y de la luz, se ceóía
cocina, esta burda prostituta) puede verse si se compara, por exemplo, antes a evocam']a imagen de ]as cosas por medio de ]a forma y del bolor.
una giesta bávara con una BoüiJ/aóüisse, una ortodoxa boda judia de P('i'omás adclante se lIeD.arosa reproduzir senso('ioncs de la natut'a- "''' :

Lemberg con una elegante comida parisién. Dondeqtiiera hay un esti- leza, estados de animo, se aprendia a diferenciar colores que antes no
lo especial. Y entre los comensajes hay, como en todo concierto, algu- se veían. Y para mí es indudable que el aparato de la vista se irá afinando
gi. '\..-'

nos excertos y muchos giotones. cada vez más, lo mesmo que se ha afinado a ü'avés de millones de aços.
:ã}.'
Los expenos en sinfonias de Dilata son aún más raros, pera los hay. l)iií'it llií (.s iiltltl(litl)It' (ltt(' los l)lliloi'c:s ii('ltiiilt's vt-li liii'is ílti(' los iiitl('-

}17 i;
.qUP.#P
e

cesores y que, asimisrno, acostumbran a sus contemporâneos a ver más. también algo de esta virtud. En él se agitan la a]egría de] mundo o e]
dolor del mesmo. Sobre estas dos emocionem,que pueden, aparte, estar
Aqui(en Alemania), intentan así mejorar el aparato visual humano,
inüuidos por los franceses, enLi'eelles Uhde y Liebet'maná, aunque fundidas y ligadas, no aroma la absu'acción aquella de qué es lo que al
sus experímenLosvayan en menoscabo de sus propias vistas. Pera eito Htnexpresa la música. quando e] lego o el músico de programa sujetan
es cosa accesoria; a nosotros la pintura, como las demás artes, no ã un trozo de música a una determinada imagen, el erecto será debido a
tiene más que iluminamos sobre e] arte de ]a pa]abra, o sea sobre e] la sugestión, a la casualidad. A los compositores mesmos puede aConte-
}enguztje. cerles. Yo puedo aportar, al oír la sonata a Kreuzer, como imágenes
encauzadoras (LeiZuorsZe//üngen)los conceptos de tormenta, batalha,
amor, fortuna o montada; el programa se varia, ]a música y e] deleite
/\4Úsíc(Z Hubiera sido posible que los hombres dieran, a fín de com- quedan. Las palabras de cita no importan nada.
prenderse, signos visibles en lugar de signos acústicos. Entonces la poe- Lo que Beethoven descuido una vez file erros fundamental en Richard
sia o el arte de la comunicación tendría más semejanza aparente con la Wagner con sus JellmoZíu.Wagner no supo, realmente, lo que era músi-
pintura, que hoy con ]a música. Ta] vez ]os jeroglíncos ftleron, en su ori- ca pura. E] une cada /eílmoZiua una determinada imagen, casa saem
gem,u n lenguaje visible semejante. pre a una imagen verbal, y frequentemente s61oa un nombre propio-EI
Eso de que los colores sean sensaciones producidas por la vibración ha degradado ]a música pura de Beethoven a] nive] de] lenguaje, al menos
del éter no es más que una hipóteses. Y una hipóteses que, a pesar de al de la poesia, y especialmente a] de ]a poesia de Wagner.
"\\H."

su aceptación general, iio es comprendida casa más que por cien perso- EI media de que se vate ]a poesia, en el lenguaje,son las imágenes
''"V.. ."
nas de las que habiLan la bei'ra. duelos donosmeangolpes convertidos en las palabi'as. En la música, para .querer tomar un vuelo mayor, hay
en sensaciones es una vêrdad que comprende hasta el ciego sordomundo. que retroceder un paso. No todo huele o sabe; casatodo puede percibir-
La f.ísica,en ]a música, ha alegado,pues, inmediatamente,a ser estéti- se con ]os ojos. No tenemos más que pensar sino que la pintura ha apren'
ca. Muy medianamenteserás los donosun arte en la poesia. Así como la dadoa copiar el abre.Pelo sonar es propiedad universal apreciablepara
\"......,."

poesiase encuenU'asobre ]ag demás artes imitativas, la música sé ele- todo oído, si el objeto se ha colocado en disposición de sonar. Con la par'
va sobre la poesia por medlo de su elemenLalfuerza emotiva. Y esta lo ticularidad de que, lo que para el ojo es cosa capital, el tono local, el colo-
rido individual, es para el oído cosa secundaria. La nota do es eterna-
hV,» "

ha olvidado Beethoven en el lugar decisivo de una de sus más podero- '.

sas obras. mente do, ya suene en e] abre o en ]a cuerda de violín, en el metal del
""-+.# '

'"RqVPV/
É] ha pl'etendido sobrepujar en la última parte de la novena sinfo- trombón, en las gotas de una catarata o en el ruído de ]as arenas en ]a
"\..,,/ nia con ]a introducción de] lenguaje hablado a la incomparable bélleza playa. Yo temo que ]a cargazón de colos en nuesü'a orquesta, este es, la
y a la suei'za de la pt'amei'a.«O /}c zrlde, níc/zl diesc 7?i/ze./sorzdc/'n /asse cargazón del vibrante material de los donos,se ha de reconocer un día
colho cosa bárbat'a. l ,a mt'isica pura descansa en algo completamente
' "hW' .'

ltRS {títgl'nl:ltittpi'c (iilsliinllit' il. iiit l.ft'cttdt' li t\oll('t'r. Fí't- ti(it- h


'*-.-
ll:l l)itst) lo (.ii('oiçli'r} ('t)ll lit itytitl:i tlt' 1111
Élt'iiit(ciosoIttirliot' (ltlt', Ittt't'it (listiiilo: t'il bis i't'litcit)fios ittiitlf-i-it:iis(lc bis vil)niciories sonoras, rclíiti-
'\.. ...' dc la nlúslca, 110se liubict'a conseguido con al Lellinn-'ullil.Per'opat'a vanlenLesimples y láciles de apreciar por medio del aparato revisor del
un Beethoven este Últimomovimiento significa una renunciacíón de su oído. Lo mesmo que los sentidos del bajo vientre (UrlzerZeíbssínne),
el
oído nos da ùnicamente representaciones unilaterales y no una imagen
-k.,./.'

elevado arte, un descendo servia a] arte de] ]enguaje, al arte del len-
glialc dc St:ltillt'i'. coillo los ojt)s. I't:i'o t'l oí(lo p(:ntltt'itmós pr'ol'lindaíncnLe cn el secreto dc
Precisamente,el no ser hablada es lo que hace suei'Lea la música. la naturaleza, enconü'ando directamente bello y dejándonos gozar las 2

Las canciones más belgasno son música pura. La música pura es en el vibraciones objetivas, mientras el ojo trueca las correspondientes vibra- ,f

.h..-/
órgano de[ compositor genia] ]a ttatui'a]eza, en e] órgano dct músico pro' ciones luminosas de maneta más subjetiva. Esmose cernía ante Scho-
:-«./'
fesíona] la física elevada a estética. EI no iniciado gtisLador, cl lego, nona penhauer quando en su estética filosófica natural (casa de Schelling) lla- i
-i!

119
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]
mó a la música algo así como «dle We/Zmocae/n/mzb (el mundo oü'a vez, donosni con palabras. La verdadera música tampoco, ni con colares ni
o de nuevo). Su teoria del mirar le extravio. No tema razón mienü'as aHu- con palavras. quando {as composiciones y los quadros pretender refe-
maba que cada sentido nos devuelve Obravez el mundo desde su pun' rir ulla historia, sus músicos y pintores son finos burros mudos, y quan-
to de vista, esmoes, según su energia específica. SÍ es verdad, por supues' do el literatoqtiiere contar una sinfonia o un paisaje es un burrojcn-
to,que la música no proyectade nuevo las sensaciones subjelivas como guaraz: una burra de Balaam, un asno divino; pera, al Hln,un asno.
la pintura. También una sinfonia de bolores es el mundo de nuevo, como E] }enguaje no puede haver más que despertar representaciones. Un
se puede ver en cada arco íris, si no se es ciego para su lenguaje visual. razonable lenguaje no pretende más. Sobre todo para el arte de la pala-
bra o poesia es tan ímposible un lenguaje que no sea concreto, como
para }a pintura un co]or que se mude en e] !ienzo o para la música un
Le/zgzzaye /2erc(?pfibZe La vista nunca, o solo momentaneamente, instrumento que no se deje remir.Nada de hablar de palabras sin senti-
sirvió al arte de comunicación. EI oído, en câmbio, se muestra apro- do y de colores {llvisibles, Así, pães, lo qiie aqui se solicita pal'a el len-
piado. Como quiera que se suponha la formación dei lenguaje humano, guaje de] trato y de la ciencia era siempre natural y lógico en }a poe-
como quiera que se suponha el enlace natural entre el sonido y la ima- sia. E] que no puede recabar en e] findo cromático de nuestro alterado
gen correspondiente, e] lenguaje se ha formado, en tanto que ]as imá- y enloquecido iengllaje está incapacitado para p('nsar o escril)ir alia sola
genes asentadas cii la mcinot'ia se dispai'iii'oil pot' iiit:dio dcl sotti(lo pcr- pitgiila poética.
cepüble. EI lenguaje humano, que no dispone más que de los resultados En esta regia de pensamienlo es natural que el cuento sea la primera
de ]os cinco sentidos y que, por esto, es incapaz para el enriquecimien- } más impor'tarte especie de poesíít. IC!poeta obLiene pot' médio de las
to de representaciones, o ]o que es igual, para el enriquecimienLOdel palabrns cl ruas elcx adn encanto sensible de las imágenes. EI r'eliet'e
saber, el lenguaje humano puede, y êste es su único u'abajo, rcproducir lo que ha visto y oído desde cl pt'in('ipsodel mundo hasta su conclusión.
imágenes; es un medio artístico adequado, porque puede reproducir las EI tiene la palabni. la cpopeya.
represenuciones de los cinco sentidos, porque esta le es posible hacer- En esta !ínea de pensamiento se muestra el di'ama como una total-
[o indirectamente, por e] camino de la fantasia y sin presencia del obje- mente rara especie de] arte de la palabra. Gustav Landauer la ha com-
to, y por él hace de suevo el mundo, e] mundo en e] espejo de] lengua- parado una vez, basándose ên e} ideal wagneriano, a la plástica. Pelo la
je. EI tacto, el oHato,el paladar y el oido (por oído no entendemos aqui semejanza con e] arte p]ásLicoa]canza mucho más ]ejos. E] poeta de uü
el oír de palabras pronunciadas) perciben siempre ùnicamente sus pro' cuento despierta, indirectamente, las represehtacioneS por media de }as
pios objetos específicos; la vista ya puede ser incitada a gozar indirec- palabras. Pera quíen face representar un drama, produce las imágeneg g

tamente, pelo en la pintura no por medio de signos, sino mediante una de Goetz, por ejemp]o, o de ]a Datna de ]as Camélias directamente, de
especiede Htcción.EI arte de la palabra ya no cingemás, sino que pro- modo más directo aún que el artista plástico, pães hace movêrse las figu-
duce las imágenes por medio de signos, que bien pueden haber [enido ras ajustándose a lo prescrito y hablar justamente según lo debido.
semejanza con la Hicción,alia en el origen; pera que chora son con- Lo que comúümente se abrazà bojo lírica, puede ser poesia épica y
vencionales y están a la orden del porquero, lo mesmo que a la de los dramática y, por su contenido, no es oü'a cosa. Innumerables pasajes y
presidentes de gobierno, aunque no sea en la mesma medida. monólogos teatrales son, por su rondo, poesia lírica. Pera quando se habla
de lírica, generalmente lo prímero en que se prensa es en la forma.

Especies deZ (arte de Z(zp(z/(zÓ/'u Las artes se distinguemsegún los


diferentes mediou artísticos de que se valen. Las investigaciones de ScAÍ//er En la epopeya me parece completamentesecundaria la inte-
Lessing habrían sido inútiles si los artistas no hubieran inventado siem- rrogación sobre la forma. En un tiempo, en que los oyentes no tomaban
pre trabajar con material falso. Un quadro fiel no puede expresarse con por afectado el adorno del riUno o de la rima, el I'itmo y la rima eran un

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{:

no só]o ]os românticos supieron menor lo que es poesia. También F. Th.


lenguaje natural. Para nuestra conciencia de la realidad, el verso no es
Vischer dize (Es éücq 111,1.218): «SchiJler, en su brilhante corriente yám-
natura] en eJ drama. EI drama antiguo fue drama musical precisamen-
te. En nuestra líi-icano es so]amente un aditamento ]a música, sino que bica, delata una íntima pobreza de su don poético, allí donde no está
es activa en la formación de la buena lírica. Es cosa completamente fal- movido por una fogosa energia en un contexto especial.»

sa devir que una buena poesia debe cantarse. Una buena poesia debe
sonar como cantada. EI verdadero arte de la palabra evoca representa-
A/azar(zZísm.o En una oposición contra ]a afectación de Schiller des-
ciones por media de los signos convencionales del leilguaje. Pet'oestas
cansa la evolución moderna de la literatura alemana; en una oposición
signos son oíblcs, p('iccpLiblcls,y así ticnc n junto a slls viilot'csdc icPt'('-
con el clasicismo total descansa la moderna literatura, en general. Poro
senLaciónsóis valor es d(- sonido adcntás. Ycndn míls tolos: las palabras
lo que lcs ha pesado a los pintores quc pintan a] abrevibre, que han per-
son Itoy sigitos cotivctlciollalt's,y cii cl ot'igcn I'tict'oii,scgut'atlicillc,sím-
bolos claros de sus imágenes. Un poeta lírico es el (luc nve todavia sanar judicado su propia vista para enriquecer la vista humana, les acontece,
l It'itvr's (It- lit ll-:iiist{)i'lli:i(qr)ii tlt' it)s stHli)s lias t'('bit-it)iit's s('('t'('bits(ltit' Itiiy iitirl(lti(' cii na:iyoi' Ht-il(in,n los l)c(Inntcs y cnnsccticntcs pt)ctas naLura-
listns. l)tios cl piillor' sc uLc:nfaal rii'giino dc sli aí'lc y [)udo, a f'ucrzu dc
t'iilt'(' bis ('osiis y los iii)itil)i't's y t'l (lttt', I'ttt-l'it(It- lotlo t-sto. 1)ttt'(It'st'tilil'
mucho mirar', quedar cicio, a ]o sumo; no seria, puas, más que dis-
y I'cLcnt'i-lu ai lnoriía tluc Licrtcitlos toiros de las palabi'as llunlitiiüs jun-
pendiador de su propio caudal. Pera los l)oetas naturalistas están hon-
to a los sentidos vulgares en que ]as emp]ea e] camarero. Ta] belleza no
damente empefíados para con el órgano ajeno, pues toman de la músi-
se deja reconocer nunca en las poesias de unjenguaje extranjero. Las
ca y dc la [)inLura en lu aspiración falsa de competir con las inmediatas
u.aducciones son pucitlcs pat'ajuntciltos. EI jumento del conLcnidócs el
impresiones de los sentidos. Han olvidado, o no sabido nunca, que su
que paga por él. Lo mág valioso, lo que proporciona deleite, se pierde.
Nosotros tenemos a Bíirger, á Goethe y a Heine, por ejemplo. Pera el que
arte es un arte de la palabra: que no puede producir con sus conven-
cionales signos vocales más que conocidns representaciones, y solo por
quiera conocer claramente cluéoídos más bordos teremos para el arte,
este camino obtener sus imágenes de fantasia.
coja en la mano lin ejehapkir, de los millones que hay, de las poesias de
Schiller y se pruebe según nLiestrapropuesta. En lugar de que cada paja-
bra evocara una imagem, el hoble, ambicioso e ingenioso poeta se con-
sumia trabajando con los abstractos fantasmas de pensamiento y riõen- Lengüaye deZ post(z EI poeta no puede haver otra cosa que partir
del lenguaje cotidiano. Lo que en ricas ímágenes hay en las palabras,
do con ]as pa]abras, prímero con ]a pá]ida y aburrida careta de] más alia
histórica o simbolicamente contenido, eso es lo que puede utilizar. Pero
de K[opstoc[(, y a] fina] con ]a hueca e hinchada tripa de ]a transcendencia
kahtiana. En lugar de sentirei simbo]ismo eufónico de] propio ]engua- lo que nota acá y alia, innominado todavia, en recién descubiertos acor-
des y disonancias, lo que relumbra y destella en matices de bolor sobre
je, cree poder tomar por asalto el altamente apreciado cielo, primero con
las nuevas imágenes y es innominado todavia, así como también lo que
reunidas y prestadas monstruosidades vocales y luego con abstraccio-
nes eruditas, esmoes, de sonoridad muerta, cuyo sonido no nos diria nada, la ciencia presume vagamente, todo eso no está todavia en sazón para
el lenguaje del arte de la palabra, porque no es todavia material del len-
aunque el concepto füera vivo. Y en lugar de escuchar la eufonía de nues-
guaje y porque la representación no se ha unido involuntariamente toda-
tro lenguaje, de nuesti'o lenguaje alemán, que objetivamente puede no
ser, tal vez, más agradable (jue el de los hotenLotes,pero cuya armonía via a la onda sonora de la palabra. Aqui está el dilema, la antinomia:
ùnicamente el lenguaje común es material para el poeta; pero poeta es
íntima es para mí más sonora que cualquier música, por ser mío, enrugar
de saborear y hacer gustat'esta música, casano se esfuerza más que en ùnicamente aquel cuyo lenguaJe individual es más rico, más fuerte o
verter la bien tacada medida en la forma osiHlcaday queda satisfecho si más profundo que el lenguaje común.
Así, el propio poeta naturalista se hace, a menudo, por desgracia, un
ofrece una medida movida y sacudida. La hipocresía quiere haver
virtuoso del lenguaje que se cansa en devir lo indecible. Rara vez logra-
crBer que una crítica como esta es nueva y, por lo mesmo, inaudita. Pelo
]23
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rá enriquecer el lenguaje en; una palabrita. E} mayor poeta de nuesU'o fue Lambién en esmosupcí'ior a los mudei'nos. Y l)ien puede sei' que vuel-
t.lcrllpo $(:1'ííl íi(lt}(tl (lti(: 1)ll(ll(:!'il sí'ril:ir', {'li l)iiliil)i';is (útil' l)ti(Ití'i'iiit s('i' vil liii lit'ili})o ('il (lti(' lii l)ililtit'it l-t'(.il)itiiíiii sli(-tillitllitlt' iiil l)iíil{)i' l)i't''s
rapidamente del lenguaje poético, }as nuevas representaciones de la bits, mienu'as aflora los col'Losde vista son los que muestran el camião.
música, de la pintura y de la ciencia. Con ku'tamudear y balbucir y simu- Pelo, de Lodosmodos, los poetas no tienen razón, cuando descono-
lar sortidosno se conseguemucho. t.a claridad debiera ser la primera cenlan l)tlrdamenle el limite entre la poesia y la pintiira. A las razones
exigencia a todo leriguaje, al leilguajc dcl calllai'cro, al dcl 111ólogoy al dil'ci't'itciitlcs (lc los líillitcs, (ltic l t'ssiiig llíi cxlJ-aÍtlo csl)t:cialillciiLt: dc
del poeta. Pera con la claridad solamente no se face una palabra apta la maternay del moUvo de tiempo (Zeílmoliu), bien puede unisse toda-
todavia para la poesia. Así como el hombi'e u'ae consigo toda la heren- via, como ]a más importante,]a diferencia del mediteartístico.
cia de sus abuelos inconscientemente,así está enriquecida cada paia- Si mis pensamieitLos fundamenLales son exactos, enLonccs la pala-
bra del }enguaje de} poeta con su propia historia y con los símbolos de vra es, sin lhas, Lan brillanLey oscilante, tan vacilante, que no otrece en
[a historia. E] ]enguaje de }a poesia y e] de }a prosa se diferencia, en su absoluto ningún pernilduro. Cada concepto aislado es una mera apto
rondo más profundo, en que ]a poesia emplea las palabras en la pleni- ximación, y esta falta aumenta, naturalmente, de modo incalculable, por
[ud de su riqueza histórica y la prosa en la sequedadde su valor diá- las combinaciones del lenguaje en frases. quando Goethe docede
rio. Y por isto no puede ser creador o aumentados del lenguaje poético, Mahadõh en la más bella de las poesias aiemanas:
más que aquel que encuenU'a, para las nuevas sensaciones, nuevas pala-
bras, palabras especiales de quão aparentemente histórico, palabras de «,{Ís er nun heraulsgegangeít,
cóiitenido simbólico. wo die !etzten Hàuser sind...»t
Así es que los consequentes naturalistas tienen demostrada su pobre-
za. Ellas renuncian al lenguaje convencional y son incapazes de crear dize él, con su médio artístico del lenguaje, Lodolo que es expresa-
uno nuevo; y así muchas de las sinfonias de olores, Bustos y vistas del ble. Pera en e]]o queda tan indeterminada ]a imagen, que e] ]ecLor o e]
naturalismo de transición tan admiradas hoy, serás algumavez objeto oyente puede Hlgurarse libremente Unto las última! casas como el comi-
de lisa como creacioncs de una época en la que la poesia quiso dejar de nar de] dites,dentro de la sensación indicada. Y si cien pintoresquisie-
ser un arte de la palabra. ran ilustrar (horrible palabra) este pasaje, Lendríamoscien diferentes
interpreLaciones, de las que ninguna debería ser falsa.
Adora, si un moderno quisiera superar a Goethey pino.arvagamen-
Poesí(Z y PinlZZra Por esmoel Z,aoconlede Lessing seria de nuevo un te con palabras sin contorno, por ejemplo, lo holgazanesco o contempla' .#

libro realmente oportuno. Después de que los pintores durante decentes uivode[ cominar de] duosy ]a fa]]a de precisión en e] ]ímite enu'e la ciu-
se han entrometido en la poesia y han retêrido en innumerables qua- dad y cl campo (r/zc/cl Zc/l//(!mcr), obi'ai'lü complcLamciiLc sin scEILido.
dros de género unü agudeza cualquiera, una aventura o, abreviando, Nuesu'as más precisas palavras son hn vacilantes que la poesia, preci- -...=/'

algo expresable, copia ahora oü'a vez la poesia, la de los más modernos, samente por media de su único medio artístico, llega por sí mesma a "«V'

la pintura realista, especialmente desdibujando los contornos con lin lan completo acorde como criando la pintura sc serve dcl í\r'tet'eHinado.
extraordinário cujo de palabras. Así como los piíiLores se esluerzan en N'liC'l)tl'iislít Pot'síii sal l)ot'sÍii lc-ii(It-ilt-ottlot'ii{)sitis('gtii'os- l.ii l)t)c'
reproducir el brillo y la oscilación de la luz desliendo los duros peillles, sía pucdc ti'ansfoi'mito'sc
acLuillmcíllt:,dc manei'a tttás bonda que poi'
asÍ los poetas, como monos de moda, quieren crear figuras sin contor- n)edil del naturalismo, del simbolismo y de }as demás pequenas nove-
nos y especialmente compcl.ir con los pintores cn las dcllnicioitcs dc pai na(lcslét'lli('as. l)ot' nlt'dio dt-los illitvos mal(.i'ial(-sdc qtic sc lla i'obus
lajes y siLuacioilcs dci alma. It-l'i(lo. l)t- bis li't's I'tit't'/.iis(lti(' aios gt)l)il-t'iiati, liittiil)t't-, iiilit)i' y viitti-
Los pintores Lienen razón er] lo de querer imitar con indetermina-
das impresiones de colos las deHicienciasde nuesLra vista; l\embi'ande {. Luego cuaildo salió, allí doiidc estar las últin)as casas.

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dad, eram solo cotlocidas las ilttsion('s a in nnLigti:\poesia, csl)ccialmcnLC caincilLc soiiiclos i'cllcjos (ltic arrancíin las criaturas a líi(!sLétlca.(1)uién
las ilusionesdel amor. Si se quiprc cn('erma'cn una i6i'mula el u'abnjo sal)c cuánlos bellos colos'escxpi'esa cl gr'iLOdcl povo real. EI dicciona-
i.i
de Zela, etc., se vendi'á que decir: estas u'es suei'zas se han despojado de rio enciclopédico más pequenodel hombre encuentra espacio s\ülciente
sus ilusiones y, en especial, el amor ha dejado de formar el punho media para llamar horrible al mandril. Tal vez sea bueno para nuestras belle-
de ]a fantasia poética. La lucha por la existencia da lo trágico, y el mer- zas de oficio que los mandriles no posean un diccionaHo enciclopédico
cado de las vanidades el material ridículo, o menor dicho, cómico, del
tempo moderno.
PoesÍ(z y corzcepfo Si a un escolar o a un maestro de escuela se le
pregunta lo que es concepto, responderá algo así: una imagen general
Poesía y (z/?zor En su origen fue, sin duda, la poesia, con frecuencia, «abstraída» de una imagen aislada. Tenemos --según ecos maestros--
la danza nupcial del hombre bípede, como así lo ha admitido Scherer innumerables representaciones ais]adas de ]os árboles; conocemos el
en sus leccionei sobre Poética, inspirado tal vez por Platner o indirec- abeto,la encha, el nogal, etc.; conocemos machas clases de abetosy,
tamente por Flogarth. Y tan ciertamente son naturales los colores nup' a su vez, de cada clase innumerables individuos. Y según esa vaga doc-
ciales de muchos animales, el traje nupcial de pájaros y peões,como trina, sacamos to accidental de estas imágenes: el [amaíío, el bolor, la
son igualmente naturales los enamorados saltos del galãoy las danzas forma de ]as hajas, etc., y de esta maneja formamos la imagen gene-
nupciales del hombre. Solo qüe no se ha observado aún por nueStros ral, el concepto- .. ..
sábios que el lenguaje poético del hombre tiene palabias precisamen- Que esmono acaece así en nuesU'océrebro, lo ha sostenido ya el fan-
''\'V«+'" te para los bolores nupciales de la naturaleza. tásticoBerkeley contra Locke, y muy agudamente, por cierto. É] no se
Es verdad que para elmotendríamos que olvidar nuesü'a sensibili- puede representar un U'iángulo que no tenda una forma determinada,
dad humana por un momento y tendríamos que dejar de ver humana- sea rectângulo, agudo u obtuso.
[+w'' mente, para i'econocer que log colos'es que nos subyugan cn el cuet'po y Eso de que nuestras representaciones generales o conceptos se for-
h.....PÜ a ]a vista de la amada son colares nupciales de la naturaleza, tan raros man por medio de abstracciones puede decírsele a la gente si se trata
y extravagantes,vistos desde un ponto de vista no humano, como las de nueces vacías como: inocencia, inmortalidad y otl'as de este orden.
Pel'o así coillo se canil'onU la l ealidad del mundo, así debiera brilhar sin
"hq.../

p[uinüs dc [a itladuicz st'xuü] de] ave o ]as na]giis dcl tilaiidt'il. EI hci'c-
dado }enguaje de los poetas no se avergüenza tampoco, en nada, de hablar demostración alguna que no hay representaciones generales en abso-
''qU.., '

''": :;;;,,'
de talles de lírio, de mejillas üe rosa, de lábios de coral y de flotantes luto, que en nuestra memoria no hay más que imágenes semejantes,
ci'cnchas dc oio. Es cia'to qttc esLosleçt'muitos
estar hoy fticr'ade moda; dcslavadas qtic alluyen unamen obras, que permaneceu en reserva trás
pelo nadic pi'esienLeque ei'al) extel'iot'izacionesatávicos dcl Busto pi'i- el concepto y de las cuajes la imaginación extrae las que necesita en un
determinado momento o aquellas que la asociación insconciente le pro-
"'-.,...."'
mitivo de un Liempoen que el hombt'e era arrastrado por los encantos
'\-.,' (11-1os (.t)loi't's iittl)('iiilt's il lisa(liçtiz.its(1(' 1)o(1it. liliitgírt('s(' tlll iititit(It'tl Ê)o1'('1o11il.
lit.tttl)i'it ('{)li srs ('itlzits ítztitt'g ('ii11tiili(1o i} los (,o1ot'(-s (l(' sli Ítiit('11o. l\t:sl)('('lo ii lt) (:tiitl liii llity (ltit: t)lvi(bit' (lti(: so111)o(:iis bis p(:r'soriiis
..:..../"

que reconocen necesario, en el uso de la palabia, sacar de la reserva a


cada concepto parhcularmente y alimentarle y darle vida. EI vulgar sec-
"-.,..#

'.:...,/' .Esférica de Zos artím(zZes Por lo dêmás, si Dará'in tiene razón en lo tor de novelas (como el sucio escritor) trás una frase como: «Los caba-
'.h/
de que la apariencia actual dé los animales está taínbién ajustada a la llos uoUn poi el matorral,', no se representa nada, y si cree entender las
selección sexual, es fácil de resolver la viela incógnita sobre la estética para él conocidas palabras, es porque deü'ás de los conceptos se encuen-
'-:...,../
de los animales. EI modo de entender la belleza los animales lo cono- tra la reserva de representaciones, como la infinita melodia de la orques-
':-...:/'
ceremos por como ellos son. Las palabras de la estética son umbién úni- ta wagneriana deuás de las palabras cantadas, y porque junto a «caba-
Í27
''-..,../'

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~-.,.:,-

-:.,.'''
llo», «ü'otan y «matorral», suena insconscienLemente algo nebuloso. De qué haver con el conceplo de los sentidos accidentales. Pera habrá apro-
aqui las inocentes ü'ases de las novelas que hacen reír a cualquiera. «Ella bado que se insinuara, sin alejarse deJ punhode vista de Lessing, la sobre-
cubrió su cara con ambas manos adelantando al conde su fina y aristo- saliente situación de la poesia en oposición a las otras artes posibles y
crática diesU'a.»Esmolo escribe únicamenLeel embadurnador, porque ]a falsedad de la apreciación exagerada del drama. Pelo chora apren-
emplea los conceptos sin representación alguns. Y además es induda- deremos lo que sacude toda la teoria de las artes: nosotros enseftamos
ble que gene más fantasia aún que su sector, que fulano o mengano. que nuestros cinco sentidos son sentidos accidentales, y que nueslro len-
La ciencia emplea sus palabras igualmente sin representación, solo guaje, formado por los recuerdos de estos sentidos accidentales y enten-
que ella, con una conHianza vacía de pensamienLO, las emplea como sig- dido a todo ]o cognoscibJe, por medio de las conquistas metafóricas, nun-
nos matemáUcos invariables. «EI caballo es un mamífero», se dize casa ca ptiede dar una visión de la realidad.
sin represenuición. l.ii iittl('l'ioi' llllilÉ;L'lçlo(liivÍii piii'it(1o)íil, dt: (lti(' ittit)sli'os s('ini(1os sob
isto ]es sucede a ]os charlatanes y a los eruditos en el corriente sentidos accidentales, deja asomar más claramente el alto valor del arte
empleo de ]as palabras. Muy de otro modo acontece quando la investi- de la palabra. Así como, primeramente, la palabra o el concepto abraza
gación filológica o una duda nos obriga a dejar crer lllz viva sobre un sustanlivampntc las di\-rt'saspt'opiedad('sqtic los sentidos han })('i('i-
conccpLo n una palas)ia; enlonccs sciilimos qtic iinlc cl olo dc iigiija de bl(lo l)i'('llistr)i'i(';i t) l)i'('ltttitlítitítttt('iil(-. ('ll t'i('i'lt) isto(it) ('olii{) t'll.(-los. l)ot'
nuestro conocimiento se aprieta una abundância de imágenes aisladas, ejemplo, del iuiseóoi', y así como la palavra ruiseóor presta más a la
dispuestas a pesar y dar vida al concepto. EntorJces podemos percibir fantasia que el recuerdo de una de las observaciones cuja causa es ella,
mucho sucesivarncnlc y lcncmos la iltisirpndc tina iinagcn gcrt('t-al. iisí lii l)o('sht l)i'l'stii llliis qti(' ('it(lit iiiiii(It' liaso1l'iisiii'l(-s \- liliis tlti(-l(l(bis
Ast (:{)itlo ol i'(:(:ii(!i'(1o (:(: li11ii t'(tl)i'('s('itlil{.i(lii iiislít(lii l)i(.il l)il('(l(' (lÍ'l)ilit- illlltils. I'tit's iist ('t)lill) iitit-sti'ololiil {.l)iit)t'llllit-lili)íl('l ttittíitlost' liii I't)t-
iií sc y d(}síipíit'c(:(}r', l)(}!'o illlil(:ii il !tli'sc i'(:(:tiii»(:i)l(' il o11'ii,iisf l)iii'(:(:c iiiíi(1o. lio l)i)i' (it (Itt('('il\ii. sillt) poÍ' lit(Itlt( lr)ll. l)i)t' lliiii lli('oílll)ll-lii iti(Iti('-
ilnposiblc una anal)ada y llcl iiniigcn g('nci'al o coiiccl)l{). iiq)ur'cs, pucsj cir)ii, )- ilsí (-oíllo no I'tia'oii ttiils (ltic l)i'ti(,bits (lc lii i'ealilliitl (lcl iilttii(lli
lo que fuera de nosoü'os conocemos como palavra y dentro de nosoLt'os dc las qtic nos contpusinlns la inuigcii clclnluildo, así c'olcctlona cl ai-Le
como idem general o concepto? de la palabra los datas de los sentidos accidentales en una forma, que
Una mezcla, como la que se forma en los suefios, y que en la vigí- con su conformidad consigo mesma, eito es, por medio de la posibilidad
lia solo es posible con el concurso de la fantasia, de la fbnLasíapoética, de su repeli('ión sin Ferro, puí'ccc sci' m:ls quc un accidcntc.
que tanta semejanza tiene con el sueco. Sin esta cooperación, no seria
posib[e ni ]enguaje ni concepto a]guno. E] que en ]os Liemposprimiti-
vos pudo unir sus ideas aisladas de los abetos, encinas, eLC.,en el sig- /)(z/(z/)/"(zs si/z i [ülc'ió/t Pera esta e]evada acLividad dc] arte de }a
no sonoro «árbol»,f\ie un gemo poético, y solamenle una fantasia poé- palabia, que, como quadro del mundo real, supera además todos los
Uca une hoy a }a palabra «árbol» imágenes vivas. intentos de un conocimiento científico, Liene su limite en la capacidad
Y esta se encuenlra en conformidad con mi doctrina de que el len- del lenguaje de dar intuiciones. No solamente la viela estética, desde
guaje se formo con metáforas y prece con ellas, si fantasias poéticas AristÓLeleshasta Leasing, creyó poder conseguir la imitación de la natu-
reconstruyen y animam ]as palabras constantemente. raleza por medio del lenguaje; ya no se emplea la palavra imiLación,
pelo ningún poeta ni esteticista parece dudar de que imágenes de] mun-
do real puedan ser evocados claramente con la palabra. En verdad decía
PoesÍ(z y meti:Ífor(z Esta deHiniciónno puede tener, desgraciada- Vischei'(111, 93):«EI que identitlca el at'te con la imiLación de la natura-
mente, en consideración ninguno de los resultados posteriores de esta leza, le define como un juego»; después juega é] un pago con ]a palabra
crítica del lenguaje. EI leitor que no ha leído por segunda vez la obra -juego». Pelo nosotros hemos experimentado que las palabras no dan qühh..-P

-seria lm libra vacío cl que no se leyera dos vedes--no sabre tampoco imágenes, sino imágenes de imágenes de imágenes. En la vida coLi-
''-:. .,'

128 129 'i...


$.

digna. ante el camarero, nos manejamos bien con las palabras del len- je de escuela: «Hay una poesia sin tropos que es un mero n'opo-" Debiera
creerse que él había predicho la enU'ada de ]a poesia ]lamada simbolis-
guaje, de modo que olvidamos con frecuencia lo inepto que es para alcan-
zar sus flnes últimos. Cada palabra está pregada de su propia historia, ta que es, en verdad, un mero trapo sin ü'opos. Esta poesia del estado de
animo, en la dual ningún moderno ha dado tan hermosas pruebas como
cada palabra lleva en sí una inllniLa evolución de metáfora en metáfo-
el mesmo Goethe, es al presente la última pa]abra de] arte, y aparece por
ra. Si cl que cmplea la palavra tuviera presente solo una parte cle esta
evolución metafórica de] ]enguaje, no hab]aría por ]a cantidad de visio- elmoa algunos como una caída, como la decadencia,y a oü'os como la
cima más elevada, como el Renacimiento de la poesia. Pelo nosotros, en
'{

nes que tenda'ía; pera como no la tieile presente emplea cada palabra
nuestro examen, indagamos si este arte de la palabra es capaz de des-
sega'insu convencional valor dias'io,como liclia de juego, y con esta incha
ã.
;g'
de juego da solo un valor Imaginário, nunca una intuición. pertar imágenes fuera del arte de los sentidos.
;#-

JMaeferZI/zc# Esta investigación encontraria en este lugar su Hlny su


Goel/ze Antes de pasar adelantequieto mostrar con algunas maTli-
{

â
$

fesLaciones de Goelhe lo cerca que esLuvo de una concepción semejan- resolución, si nos quisiéramos confiar a la conducción teorética de
te. En una de sus sentencias en prosa (951) doce:«EI lenguaje en sí y por Maurice Maeterlinck.
sí no es e] exacto, e] diesü'oni el elegante,sino el espírito que en él se EI divino silencio ha sido festejado por otros pueblos en refranes y
encarna; y así no se trata de si uno quiere prestar a sus cuentas, a su en versos de poetas solitários. En Alemaniü aprendieron a comprender,
chatla o ii sóis l)ocsías las cbndicioiics deseadas: la l)lt'gunLa es, si la primero Ins místicos y luego más tarde los românticos(Novalis), la
voz seca'etadel silencio. EI integro JusLinus Kerner, romântico y niís!.i
j. ".:...:' natura[eza [e ha presta.do a é], para e]]o, las condiciones espiriLuales y
mordes. Las espirituales: el poder de ver y peneü'ar; las mordes: que co a la vez, ha sentado en versos realmente bellos el sentímiento.
!-, "'-..-.'

-...,/
é] esquivo los maios demonios quere puedan impedir el i'endit'honor a
« P€1esie {st Liçks Sêttlner'zett
lii \-ct'(lit(l.»/\ ilií ilic: piit'ccc (ltic ptic(lo i'cclitiiiiit' pib'it iiií (:slit pi'ol'tittdii
Und es kommt daisechteLied
$."""'-' sentencia, a pesar de !a sevef'a palavra «espíritu»; evidentemente, lo que
Einzig aus dem Menschenherzen
'-.. "' GoeLheprensa es: la cosa nd está en las palabras que cada dual ehplea
cil sus«cuciitas, cliai las o póüsías» (esta b'iplc divisi6il cs d('liciosu), sitio Das cllt !ides l.cid dul'ctlglillLt.
'''-.'
Doer die hõchsten PoesieK
en los procesos psicológicos que hay en el rondo de las palabras, que
Schweigen wie der üelste Schmez;
nosoU'osno tenemos ya que dividir en espirituales y moí'ates, sino en
........F.'

Ntlr !ote Geisterscttatteh zieheít


t'xP('t'i(-it('iii ii(l(ltiii'i(lil y cii ('itt'il('tci'iilliiilo.
SLumm ste duí'ch ê;ebrochencllerz».\
Si GocUlc (pal'a bicha nuesb'a) ilo hubiei'a sido Lodo poeta, si l)tibie-
za podido meditar este pensamienLO hasta el nnlal, abstracLamente, sobre
''\Ç+V/'

la l)ase de la psicologia de Locke y de la concepción del mtmdo de liant, H. v. Kleist es más apasionadoy, en ocasiones,un cleroenemigo del
'-..W.'' llubiei'a tenido que alegar a nuestra repi'esentación del carácter' meta- racionalismo. Escribe en su época desesperada de periodismo: «Si yo
fórico del lenguaje. Léanse sus Será/e/icíüserzp/'osa. É] se pi'opine ]a dis- pudiera asaren mi pecho, cogermis pensamientosy con mis manos, sln
oü'o contacto, deposiUrlos en las tuyas --se llenaría, para coMesar la ver-
'qhb../"

tinción que Schiller hace enü'e ]a cândida poesia antigua y ]a sentimental


moderna, cuando con suave ironia proclama ]a igualdad de derecho
'-\ .,-'

de la nueva poesia, que presença siempre con pi'eferencia lo apacible de


~'--.,.-'

1. Literal y verso por verso: poesia es dolor profundo/ y la verdaclera canción fale /
qq,,,,#P la vida interior a lo universal de la vida del mundo y que «es una poe' únicament.e de] corazón humano / que inflama un bando sufrimiento. / Pelo las poesias más
sía sin tropas». Aqui imagina la expresiónen e] sentido que tiene en ]a elevadas / callan como el dolor más mondo; / solo como figtlras e?pectrales crt.izan / mudas,
a través del cluebrantadocoraz6n.
hh.,,...P

poéUca.Pelo poço después (número 235) agi'egavendendo el lengua-


'-.....#"

131
''v..P ] 30

..,f."
dad, lodo el anhelo ínUmo de mi alma». (Aqui suína un ânsia más hon- Y tan pronto como hablamos, algo nos delas que hay un lugar donde se
da quc cn cJ lcriguajc dc Schillci' sobre cl aliiui.) Dcs(It: Itacc iilgúil licm- cia'l'iin })tit-i'tais diviiius. Adetllás, so11ios ;!iltiy avíii'os comi cl sllcitt:io; y

po también los franceses, esos cé]ebres caulsetirso char]at.anes de ]a be- los menos avisados de entre nosotros no callan ante e} primero que
rra, han aprendido a sentir la divinidad del silencio, al parecer bafo la llega-. Aqui no pienso más que en el silencio acbvo; pelo hay, además,
influencia de los escritores ingleses y escandinavos, a los que ellas con- un silencio pasivo que no és más que el realejo de} sueco de la muerte
cedendespués de [a grau derrota una gran eHicaciasobre e] carácter y o del no ser-. Tan pronto como se encuenü'an dos o ires personas, pien-
sobre e] aumento de la nación. En franceses sanguíneos y refinados san en ahuyentar al invisible enemigo, pues la mayoría de las amisLa
como Maupassanl no es más que un estado pasajero esa devoción por des no [ienen ob'o fundàmenLO que e] adio a] si]encio... En quanto los
el silencio. En Maeterlinck êsu devoción se face una religión, y porque [abios duermen, se despiertan ]as almas y vap a ]a obra, pues e] silen-
es un poeta y, no obstante, coloca el silencio a más altura que la pala- cio está plenode surpresas, de peligros y de dicha-. Si LÚquieres entre-
bra, surge esa característica poesia que es tan pronto patética y tan pron' gaste reaimen te a una persona, caiba; y si tienes miedo de estar calçado
to cómica, como el silencio durmiente o el interrumpido tartamudeo de ante ella, huye; pues tu alma sabe donde está-. No nos conocemos aún,
un niõo. me;esctibía quien yo más amaba, todavia no nos hemos aventurado a
La poesia de Maeterlinck es, para mí, un sintoma de que el conven- calçar juntos-. Las almas se pesamen el silencio, como el peso del oro y
cimiento del nulo valor del lenguaje está en el ambiente, como suele de la plata se prueban en agua pura; y }as paiabras que emitimos deben
decirse, y que cabezas nada HilosóHlcas
e independientes umas de otras su sentido ùnicamente al silencio en que se baõan.$
principian a presumir que ]os hombres no pueden decirse nada más, Siempre vuejve a tornar e} pensamierlto de que dos seres humanos
con todo el enorme Lesorode palavras, de lo que puede expresar una no se pueden decai'nada esencial con ayuda del lenguaje. Maetel'liilck
mü'ada, un suspiro o un gesto. Lo que en el fecho hay de raro y de cómi- no va más alia de esta observación ético-poética del lenguaje; nunca se
co es que ]a poesia no es nada fuera del arte de la palabra y, sin embar- le ocorre, ni remotamente, que tampoco pueda expresarse conocimien-
go, íluicrc rciiiinciiii' al lciiHtiajc tistiiil tlc las l)ci's{)iliis ii(llillns. l.:li iin }o comi a) ti(]a (ic! i(]tt)!tla.(volt in (.ilit(li(in cottllittlzn (lt' ui! }){)útil (lt'sl)i'c-
poet.acomo MaeLerlinck, es siempre digna de admira' esU poesia muda; uja e] ]enguaje, denU'o de] cíi'Guio donde tiene que {uchar con é}, pero le
él ciente, precisamente, más de lo que a su lenguaje le es permitido expre' concede toda c]ase de capacidades para ]os oiros ramos del saber. No es
sar; pelo en sus pobres imitadores,que soloafectanun sentimientofue- un pensador'clat'o. Y así no es ningiln milagre que en su propio domínio
ra del lenguaje, se hacc esta Lartamudez inlbnLil una visible conlusión cometa él la l lesma íktlta,pot' la dual ci lenguajc humano se lla llccho in-
de la moda. capaz para e] conocimiento; y no quieto decir se ha hecho incapaz en el
sentido de que haja habtdo tm rnejor estado anterior, sino se }la llecho
desde ui] pi'iElcipio.Así conhoei le1]guaje11acióei} !as im:lgcnes, se 1]izo
SIlenCiO Maeterlinck ha descubierto, en un pequefío u'abajo sobre el de {mágenes, ) así como en la ciencia especialmente la apariencia que
silencio, tanto ]o profundo de su devoción como ]o limitado de su pen' notou'os ]lamamos ley, causa, etc., está por nosou'os personificada en la
sar, De él tomo algumasfrases que expresan bellamente su convicción realidad, así alegaa ser para Maeterlinck el silencio mesmotma personi- '~'.....,/

sobre la nulidad del lenguaje. «No debe creerse que el lenguaje sirvo nlcación,algo i'eal, una fuerza positiva. EI lenguaje se vença, sonriente,
siquiera para la verdadera comunicación de los seres. Las palabras pue' en su despi'eciadordejándole la única palabra en la que un no poeta
den representar al alma, como por ejemplo,una cifra sefíala una ima- nunca puede ver nada personüicado, y permitiendo, además, que el si- L".-.

gen en un catálogo; pera tan pronto como tenemos que decirnos algo, [cncio sea para é] como a]go místico, como una divinidad. Esta proviene
nos vemos obrigados a ca]]ar... Hab]amos únicamente en ]as horas que de que MaeLerlinck no tiene el suficiente orgulho para callar lealmente, y '~-... -/

no vivamos, en los momentos en que no queremos reparar en nuesU'os en câmbio, es lo bastante vanidoso para hablar sobre el silencio. éVani-
:*- ,
hermanos y en que nos sentimosa una gran distancia de] mundo real. doso?Tan vanidoso como estas frases. No fanfarrón, sino más bien inútil.
"" =:

{t

132
Píit'aeste víiiii(luso cirlplco clcl I'itlsolcilgtialc, ilo cttcticilti'o Inclor guienLc,el lcclor o el oyenLcencontrará s61oen raras ocasiones «suge-
i'ida» en él la idemde un quadro determinado y no podrá, por lo tanto,
ejemplo que una frase (en el drama Jg/auairze J SéZyselle)que, según e]
temple del sector, puede moverle a i'ecapacitar o a reír: «// n$' a riemde probab[emenLe,seguir ]a poesia. Lo que se conseguedespertar en él es
uilu intlclliii(la scnsiicióii; sf)lo a la palavra lago se ha unido ya, por el
p[tts bt-(ttt (ltt' lll]c (']<1', t(itt] (]it'lltt ] c s(iit pais {'t' (]tt't'll 0111 r'c.» \.(\ ll\üs \\cl'-
uso de muchos siglos, un estado anímico; la palavra no provoca la idea
mofo del mundo es, pues, u na llave, mierlu'as se ignore lo que ella abre. !:

No se podia pintar más p]ásticamente e] lenguaje de h'laeterlinck,no de lago, sino --sobre todo en la situación anímica de la interpretaci6n
l)udtíi liiln i'oii'sc illiís (lcli('ii(l:iíll('lll(' d(' él. l)i'(.dt(':t pl sil(:tl('!o. l)('i'o sll poética -solo tina scnsaci/)n dc lago, quc es tina aplicación metafórica
tlc [il ittiagcii t]c] ]iigo a ]il sciisibi]ic]ad huiiiarui, y (]ue únicamcnLe se
.1

pi'cçtligacs, iiiiltit-alia)ciilc, lcligtiajt'. Eiiscl\it lÍtIo cl lciiguajc scPai'a a los


I'"'-.,,.,..

hombres, en lugar de unidos; que está entre ellas, pelo no como puen' podrá diferenciar a] unisse a ]a metáfora más precisa «JàcheZr».Lo mes-
te, sino como valia. Muy bien, y yo apegoque su reparo soba'eel lenguaje mo que cuando Goethe principia su cantata dela primera noche de
:i.......... }'

('ollll('iiz.ii il I't)i'tititi'llllil s('('tit, Pot' sii ('ttll)it. Sita t'ilil)iit'gt). ('ii l:t pi':l('li- ValPtii'gti is: «/(.ç /ar/i./ r/f/' /Vai.»
lii(lll(lill)lciiit'iilc nos t)lvi(laiiios (It1laiilt'ol)Oltiot'llsli)o t:n Lalcs fra- -i

t'ii l)(it'-lll'ii liitl)lii t'-l,( {)silo l)it'iisii, t-iitt't' bits l)itlitl)I'iis, l)('i't) it)s l){)t'bits tlc)
todos los Liempos han dejado oíi' o leer sus nlejores cosas enU'e las pala- ses, completamente banajes a] parecer. «E] hombre no comprende nun-
bi'as. Y así volvemos a la interrogación primera: anos otorgan alguma ca lo antropomórnlco que es». (GoeLhe, Sprüche in Prosa, 216.) Solo la
intuición las palavras, aun en el lenguaje de los poetas? Abarquemos crítica del lenguaje puede aclarar este punho diciendo que hasta una fra-
con una mirada ]os dos casos extremos: e] poeta puede, por una parte, se tan lisa y flana como «es ruuschz das ]Mee» (brama el mar), que corres-
querer expresar ]o más inexpresable: una sensaci6n de paisaJe; de otro ponde, naturalmente, como expresión de carácter descriptivo a la «es
/dc/leJZder Seo, no devuelve tampoco verbalmente ninguna impresión
lado, }o más deüinible: un objeto concreto.
sensual vcrdadera; quc las iínágenes /Weery razzscãenhan sido pensa'
das dentro de ]a naturaleza por el celebro humano únicamenLe.Esta
/)a/(zÓr7z.ssín í/zZuícíó/} Pensemos, para el primer caso, en el comien- nos elevaal otro exu'emo del lenguaje poético, a las más simples pala-
zo de la poesia de Schijlet': «EÉ /dc/ze/[de/'See.» («EI lago sonríe.») Que vras para las cosas concretas.
-#.'
la sonrisa de] ]ago es una metáfora, nos ]o dirá cualquier checo de la
escuela: lo que se quiere indicar es una cierta apacibilidad del paisaje.
Estado de ã frito En toda clase de poesia debemos prescindir de lo
La retlexión más pequeíía hos doce que la serenidad cisma es tam-
bién una metáfoi'a; la natul'alózano es sel'ella, ni apacil)le;el hornbre material. Lo material no es poético, y a nuesü'a teoria del conocimiento
es el que puede set'lo. La sonriia no significa, por tanto, más que clari- perLenecela comprobacÍón de que el lenguaje no es apto ni aun para la
clad.Sin embargo, con la claridad únicamente no hemos hecho nada. comunicación de lo material. No es apropiado para el conocimiento del
imaginemos estar a ]a ori]]a de] mar gajo el sol rabioso de un día de mundo y, por lo tanto, doblemente más inapropiado para la comunica-
ju[io, y no sentei'erros ]a sensación de serenidad, poi'que el calor se ción del conoci rniento. Lo poético en ]a poesia ha sido y será siempre: el
encuenLramás cerca de nuestra sensación que ]a claiidad. chora bien, estado de animo, e] sentimiento,]a ]uz, ]a intuición subjetiva que une al
ãquénos doce la palabra «lago,; (See9?Ante todo le ha de sugeria'a cada poeta con ]o material. Para la comunicación de estos elementos subjeti-
vos se ha de círcunscribir el poeta, según la época, a ciertas palabras; y
uno lo que de él haya vivido. Puede ser un lago en la planície, un lago
sin desUuir el estado de animo, no puede uti]izar obras.E] círculo de este
entre las altas montadas, un lago pequeiío o un lago grande, un lago en
el bosque o vibre de toda arboleda, un lago verde o azul, el lago negro ]enguaje poético cambia de generaci6n en generación; hoy subirá el es-
dc I'JõclçensLein,etc. Pei'o«es /dc/ze/tder Sep anos da una de estas posi- tado dc animo con papal)rasque face u'Cintaaços la hubieí'an desU'lido,
\..'
bJes percepciones? Crer que no. Si el poeta mesmo poseyei'a esta viva y al contrario; pei'onadie negará que e] poeta no puecledisponer de todo
fantasia pictól'ica hubiera IJegitdo a ser pintor' y no poeta. )", por' consi su prosaico [esot'o lingüís]ico. ZQué palabras son, pues, las que ayudan a
\q..PP

135
\.. 134
produzir eJ eshdo de animo? Shakcspcare pr'oducía u n estado dc animo pala uli btieii lccLor'indono bis ncccsiLo.\' en algo más creia: enLi'elas
con palavras como Morte y Venus, y a mí me producen la mioma sensa- viejas y hei'cdadas metáforas era super'flua la partícula comparaUva;
ción que el raer sobre una superfície de cristaJ. La mesma sensación se mientras más nueva y aguda era la metáfora, tanto más enèrgicamente
habría tenídoen Europa hace cinquenta aços, si un poeta,con trágica había de sei' provocado el sector con un «como», «igualmente», «así» y
intención, hubiera tablado de los charcos de agua en la calle en el que otros semejantes a un esfuerzo de su fantasia para enlazar al pen-
se espejan, a ]a ]uz de las lámparas, las feas siluetas de las mozas samiento de una imagem intuitiva. lURa {magen intuitivas No es un pJeo
que cruzan a toda prêsa. ZCuáles son las palavras poéticas? nasmn. [)enLi'o descansa cxpt'usado e] barninto de que e] concepLo no se
ProbablemenEe aquellas palavras o grupos de palabras que hemos reduce a una inEuiciónreal, sino a la bejla apariencia de una intuición.
heredado en conformidad con un estado de animo o aquellas que son
aptas para unirse con novedad a un estado de animo. Los imitadores
son los que expresan tradicionales estados àníihicos con tradicionales SÍm.Óo/os /nüerZoS chora bien, esta observación de que se dan metá-
vocablos, y son genroslos que buscan nuevas palabras para nuevos esta- foras que se han vuelto inconscientes, que han surgido inconsciente-
dos anímicos. Pero, iiqué es la enLraílablerefundición de la palabra y mente y que luego se han vuelto inconscientes, doce generalizando lo
e] estado de animo sino la conquista de la metáfora más aIJá del con- que yo acabo de observar precisamente: este es, que cada época posei
cepto, y }a obtención de valores emotivos? su trozo peculiar' de ]enguaje que utiliza para uso poético. E] fecho es
siempre que ]a masa de la poesia imitativa emplea metáforas emotivas
que evocam con e} sonido vocal la disposición de animo deseada. Un ü'o-
Azul(Morar co/zzpar'ución Mientras la metáfora se maneje en retó- zo linguístico de metáforas emotivas más aõejo aún ha perdido enU'e
rica y gramática y no histórico-lingüíslicamente, no se pensará jamás tanto su valor y ha descendido al prosaico arte oral. Y así hay siempre
en este punto que, sin embargo, es definitivo. Lo que nos impulsa a la modernos que descubren nuevas metáforas emotivas, que parecen al
comparación, eito es, lo que nos obliga en un principio a la ampliación principio poço poéticas, porque el pueblo no siehte todavia sus valores
conceptual o creaclón de nombres es, antes de la ampliaci(5n concep- de sentimiento, que se hacen después términos poéUcos generales, para
tual, algo innominado, algo desconocldo, un sentimiento.Aqui deben morar al íãnal como ü'ases mechas. Tules perecederas metáforas de la
coincidir la poesia y el origen del lenguaje. EI conocimienLO de la com- poesia han sido llamadas por mí «símbolos muertos», y con elmopensé
paración expresado por media de palabras como «igual que» o «como» primeramente en los símbolos muertos de la mitologia griega.
dele ser una reflexión posterior. Es una ocurrencia tan jovial como fal- Deseo haver notar aqui que Goeüe, el cua} después de su viaje a
sa la de Steinthal atribuyendoa tales partículas comparativas un alto íta[ia animo por desgracia nuevamente, con su gemia,e] agonizante
sentido, cuando en su preferencia por la poesia orient.al llama «infantil», Renacimiento en Alemania, fue Capazen su juventud de eliminar }os
-..../
quando no «pueril», a la comparación inconsciente de la mitologia grie- símbolos muertos. En el ekquisitó séptimo libra de /)oaíay uerdad cuen-
ga que personiHlcaal sol en Helios, en tanto que llama poético al salmís- ta, con e] tomozumbón más reflexivo, como en Léipzig compuso para '\........,'

ta, porque doce (por ejemplo, 19, 6) del Sol: «EI sele como un novio de su un tía suyo el Carmen nupcial y reunió todo el olimpo para deliberar '"....,....'

câmara.» La comparación expresa un sentimiento; aqui, que el sol ríe sobre e] casamiento de un jurista dê F+áncfbrt; y cómó e] prof'esor de
poética, a qttien Gellel't envió los estudiantes jóveiles, le enseíió, soba'c
'q....P+ '

feliz, como la primavera en la sala. «Como un novio» es bello, pera no


por el «como». Yo mesmo me he sorprendido, frecuentemenLe, al escri- e] pai'liculai', que aquellas divinidades no eran más que huecas ntguras "\....-'

bir, cuando me detenía ante el empleo de una metáfora, ignara ndo si de- apaj'enter. Goe he lanzó pejos de sí todo el mítico Panteón, «y desde aque- ''q.=..P

bía o no emplearel«como» o el«igual que», y hn a menudo como mecni lla época, /Xi]ao]'y ]i a sola las tlttícíisdi\ unidades que apai'ccen sieíll- ". .J ''

conocido el halodcmi pcnsamicnLo, mecha claro lambién qtic la coloca- lJrc cn !nis l)c(lttcõas })o(.sins». l.a mala concicncia ci} cl uso d(' ('elos
ción de a(luellas partículas comparativas cra para los nccios; paul mí y símbolosniuctLosclcbif)sei' muy viva aun en cl más i'ico pci'iododel ''HU,.-

- ..:

Í36 137
se travouna vez por ciencia, se han unido co]] nuevos valores emoti-
Renacimíenlo, en el sígJo w i. Quieto cacei' recai'daz' aqui la cui'cosa cir-
vos, y que después, hechas locuciones muertas, como «Napole6n siguió
( instancia de que Shakespeare: en sus pasajes bui'lescos(por exemplo: su estrella», «usLedno ha tenido ni felicidad ni esü'ella»,no ofrecen nin-
en ]a ü-a:adia de P/rar/zo.}-rzjót') utiliza poi' soi-nalos mesmos siml)olos
guna intuición más, y sí ùnicamente todavia e] último resto de una dis-
muertos que en obras ocasiones debieron por él misnlo produzir lm sen-
posición poética. Es conocida la célebre ü'ase de Kant (Checa de la rzuón
tímiento trá=aco ) con\ encional: de idêntica planeia üal)ajó el oU'o gemo
práclíca, conclusión) : «Dos cosas llenan el animo de siempre más y más
de la época, Ceia antes. con los mesmos perecederos símbolos que él saEi- }
creciente admiraci6n y respeto, mientras con más frecuencia y deteni-
r\z6 en Don Quijote de ta \lancha.
miento se ocupe en eito la meditación: sobre mí el cielo estrellado y en
La Incha contra estas «símbolos mueHos» de la anügtledad la empren'
mí la ley moral». Kart prosigue: «Yono puedo ambas-. únicamente con-
dí ya liact' aços ('n ensal'os slicllos y sin concxióti comicl pcnsamiento jeturar; yo las veo ante mí.» ÉI quiere, pues, robustecer la nitidez de la
de mi crítica de la lengua («Símbolos muertos», 1892). Catedráticos de
ley moral con la comparación del cielo estrellado. Yo lo arriesgo: tam-
instituto hubo que se horrorizaron sobre la encuadernación y especial-
'\. .="
poco e] cielo es intuición, es s61opoesia, religión --es ùnicamente moral.
mente sobre el lema: «Ceterum censeo, Romam esse delendam», que yo Nos acercamos, si e] ]ector segueinteriormente la línea de nuestro
i'
fui Lar}libl'c dc ponei' en boca de /\níbal. Toda esta lucra conLI'a la anti-
'"bq« "

pensamienLO, al conocimiento de que esta penul'ia del lenguaje poético,


".

gualla, esta convicción tnía criticada de tantas nlaiiel'as, de que el sus u'aspiés en imágenes falsas, su pobreza en intuición real, no es más
Renacimiento poético está acabado (esta con toda veneración por sus
'\.....-'

que una justiflcación más de que el lenguaje no puede ni expresar, ni


servidos históricospara la.cienciay el humanismo), todoeste impor- comunicar siquiera, un objeLOtrivial. Tomemos la palabra Zod (muer-
tante ramo aparece aqui solo como un punho deslucido en la filosofia te). En nuesü'o lenguaje poético tiene el poeta casa vibre la elección, si
crítica del lenguaje. Puesto que los dioses son palabras, las palavras son
\ ..''
"'-#ê=.

;: quiere representar corpora]mente ]a imagen de ]a muerte como e] pue'


."-.. ..,I' dioses, y la griegá ào es la:.única religión que record'e, en las palabras
'\ blo la imaginaba face quinhentos,mil o dos mil aços: bien como gemo
del lenguaje, el eterno curso circular que elevade metáfora en metáfo- con ]a antorcha invertida, como repugnante esqueleto o como digno an-
ra, de apariencia de intuición a obraapariencia, para acabar en expõe' ciano con ]a guadaõa. Hasta el accidente de la caliHlcaciónsexual, ya sea
siones trlviales, que alcanzan, con la conquista de nuevos estados de ani-
masculino, como en alemán, o femenino, face un papel muy importan-
\...."' mo, nuevos valores emotivos obravez. De esmoofrece infinidad de te en la creación fantástica. chora bien: Zofrece e] empleo poético de la
exemplosla historia del lenguaje poético. Muy en contacto está con la petsoninlcación de ]a muerte algún conocimiento? Indudablemente no.
mitoloõ"íaanLiguay, en geftei'al,con la aslionomía viela. De las t'epre' La personiHlcación en la poesia casa toca ya ]os ]inderos de ]a expresión
senta('ion('s ot'ientalps soft;o la i'elación dc la Licii'a (.on las csti'ellas haí3
muerla. llaupLmann,en su J/acne/e,se servetodaviadel ángel de la
pesado imágenes a los Salinos, y de aqui a nuesU'os cânticos t'elogiosos muertc, y hasta muy bellamente, poro surgiendo de ]a fantasia febril de
y a nti('sli-oIt'llgliajo po})ttliii',itnilgcncs qttp jí\miasbati dado tília iíitui- lm niõo. MaeLei'lince desea en su /nt/'lisa personinlcar también la muer-
ción t'eal y que lloy se etlctlentt'aiien el limite de' 1osdescolotidos valo- tc. pcr'n 110enctlcntra ya imagcn para elln. EI dias, o el ángel, o el espec-
i'cs t'ttti)livtis )- (lc las c\l)i't'kiotit's ítittct'bis. l-:Slt)viilc l)iit'a bis illli) ii(liili- li'o tlt-lli itittt't'tt: --(:ollln llt)s llHtii'(\itlos-- liiiii (Itlsiil)iit'(tt:l(1o(1('11olçgtiíilc
I'ittliis v I'iilsits ilititr..('ílt's, (lti(' bit(-('it tlt- lit lit-l'i'ii ('sL'ill)('l (It' l)tt)s; l)t'l'o
moderno y estás subi'e ]a parte vieja de la poesia, donde se refugia siem-
~-........''

valeu tambiéi), a Lodo oído alento, pata todas Ins palitbt'as quc, con el
......./'

pre la bejla apariencia de la vieja intuición. Pelo si escuchamos atenta-


pabellón de ]as estrellas, con los podem'essobre las esLrellas y hasta mente, notaremos qne se encierra, sin embargo, en el concepto vulgar
c(lll li\ tliisniit l)vital)t'a(-iria. oxo('iiiliilgtinn disl)osi('ií)tt t'cligi(isii. l,a «('iil'(.I'tii('tlit(l» lit ttiisttiii l)t:i'st)iilll(::it:lr)ri, t:l (nos, (:l íl tig(11o (:1 (:sPcclr'o, u
visa(5it (lc bits csLi't'llils (('l «ci('t'tltlt) t-slt'litt'" sci'iii yíi llllii locttcil')ti liltlcl'-
pesar de que Virchóv le podia liaber destes'ratiodel mundo.
..../

''\..P ta) despierta en el espíritu relativamente indepencliente disposicíones


*...../'
de muy otro género, que, por mi parte, pueden ser llamadas religiosas
igualm( nlc. l.as misnuts cslt-(.lias son. ptics. las (ltií' rii la asLíología, blue
139
\-....:./

\... t38 -ã;

..:;:l:
tZ/ares e/VzoZiUos Sabemos que dependió única y exclusivamente bra h'admitidacon un valor emotivo o quando une una palabra a obra
del paso fortuito de la historia del mundo, que [ue un fenómeno ]in- imagen para obtener cera vez más nuevo y ftierte el valor emotivo. Según
güístico secundário de Ja historia universal humana eJ que las viejas la situación anímica del leitor, }a palabra o el grupo de palabras pro-
$ :.' metáforas conquistaram o no suevos valores emotivos. E} accidente his- voca la deseada disposición, o es una expresión ü'ivial o una palabrería
tórico de que nuestro pensar ha sido inHuido por las represenLaciones sueca. Una inhiición real no hay en el mondo.No prensa, ni por acaso, el
griegas, romanas y judaicas Lrae consigo que nos«podemos imaginar poeta remitirse a la experiencia con el lenguaje poético heredado, a in
algo» bajo los dioses griegos y las hipérboles judaicas, esmoes, que aju- sumo, a la experiencia literária de} lectol'.NuesLro }enguaje poético
demos con las palabras de los Salmos y con los mitos de los dioses un tiene una grau cantidad de palabras que no dicen, en absoluto, más que
valor emotivo estético. Algo así no puede oü'ecer el trabajo de un peque- nuesb'o se/zr(mucho, muy), el cual a su vez, un día (en inglés safe) recor-
íio círculo, como, por ejemp]o, ci trabajo cspecia]is]a dc ios doutos cn e] dada los dolor'cs vivos. Ciclo e in11ei'nose ponen cn 1110vimieitlo})íli'a
sânscrito a la iengua común. Los vedes índios no oírece11piores mitos cllo. //i/7z/llc/sc/i(J/z
(//í//z/ne/=ciclo; sc'/i,Zi/i
= bcllo) no cs ntás que sf/z/-
e hipérboles que [os escritos de ]os judias y de ]os griegos; pera no pode- sc/zõn; zodsic/zer (7bd -: muerte; sicAer = seguro), no es más que
mos, por exemplo,en la metá&)rarelacionada con la vaca, pensar nada, se/zrsíc/zer,sroc/@nsler(deSZoc#= G /zgnis= prisión), no más que se/zr
y es que no unimos a }as imágenes índias ningún valor emotivo. Las J'irtster, HesenH"rosé(Risse = gigal\\e}, grosa= grande = schr grosa, scltlau
hipérboles de los Salmos hacen en posou'os una impresión elevada, por- ic (/er' HeWb/ (sc/z/au = listo; 7&zdb/ = demonio), no es más que scãr
que hemos heredado con ellas el valor emotivo de la sublimidad; las schtau\y coTílo eXTeWetse usa t-ieide:: pagaxxo.Heidengeid. lletdenangst
hipérboles de los Vedes que han alegadoa nosoQ'ossin la tradición direc- = inuchísimo dinero, muctlísimo miedo. En estas ejemplos es comple-
ta, o no hacen impresión alguíla, o la hacen ridícula. tamente ihntiaisi se cree Q no en el cielo o en e! diablo, ) o si se conoce
o no li! etinlología de Sloc'/f.l.tltet'oacosLu!\lb!'abaa i'clbrii' que un kiwi':ic
É
go, que a causa de sus imprecaciones füe reprendído, aseguró que no
ã había pensado eii l)ios dul'ailLc lodo cl aõo; qtic lio Iludia im})i ccado,
@. /14eZ({/Or(Ze /Zi/)(írÓOZe Desço aclarar en esta ocasión pot'qué he
empleado aqui, sin ardeu aparentemente, ora la expresión metáfora o puas. EI maldicicntc no pieiisa cn Dias, cl poeta no Licne intuición algu ". ...r

bien la de hipérbole para todas las imágenes del lenguaje. Hipérbole na. Solo un suave valor emotivo distingue al ÀímmeZschõndel seArschón.
Este soar, que gene asimismo solo el valor emotivo de la violencia,
@ \\».=

quiere decir precisamente exceso,temendo su justo sentido en el empleo


matemático de la palabra. Pelo también me parece que cada compara- está en el rondo de toda hipérbole, tanto en la convertida en tópico, como '\-.-P'

ción figurada de la retórica surge de la intención de hacer más viva la en la recién surgida. (EI valor emotivo de la violencia en se/zrseha per-
intuición de }a palabra simple o flana con el espoleamiento de un exce- dido; esü todavia completamente fresco en arg aljí donde regionalmente
se usa en cl sentido de sc/lr, como, por cjeínplo:i cs /zízl/rzzí-/z
rz/ggçÁ/fu/,
'b..../

so de sentimiento. Es corriente }]amar hipérbole [an só]o a ]a exagei'a-


ción; ]as exageraciones seriamente pensadas de la poesia oriental ([am- se a/g güt ar dais/'ZeiscA níc/z{.l Todavia en tiempo de Lutero erü a/g; -....-/

bién en Víctor Huno y en el joven Schiller) ya no nos agradan; en que primitivamente füe tal vez #arge oleíge, el más mínimo valor moral, q'q.. '

$'

Shakespeare chocar a vedes las exageraciones seriamente pensadas, en [o peor; más tarde ]o más fuerte.) Es un accidente de ]a historia de] ]en "'.......'

tanto que las burlescas nos encantam.La hipérbole, en e} sentido estric- guaje que las hipérboles heredadas [engan o no una disposición poética.
to, no pertenece ya a nt3estrasimágcnes. l.a hipérbole, en el sentido Si décimos a un niõo: «Este tc lo hc pt'ohibido ) a mitos dc vc('cs», 110 'q....P'

amp[io, ]a demasia, e] surf/m, se encuentra siempre a] findo de ia be]]a hay violencia más que en la hipérbole, pera ni huellas de la disposición 'i\....P

apariencia de la intuición que busca el lenguaje poético. Se ha asocia- poética que por ejemplo, los Vedes parece que unen al uso de grandes -.-- .;

do constantemente en el poeta un valor emotivo con una determinada '-. ..='

palabra; ejlago sonríe, la estrella es prometedora dc fclicidad. ÉI pue- t. l\'lc }i l alcgi'a(to cxtt'aol'dillnt-inmctltc,tatl exiraordinai'ia icnlc btlcita 1 0 hi sido la
carne.
de comunicar esta asociación suya ùnicamente quando emplea la pala- ' :'-bbU..PF

Í40 14}
do del ]enguaje, ]a calificación de metáfora es la mejoi'; el que se haja
cantídades. E] superlaUvo, como es empleado hiperb61icamente,sobre
lodo en ltalia, y como Goethe imita gustoso, aunque sin êxito, es tan apropiado completamentede esta intuición de lü pl'opta historia lin-
giiística, no podre dudar de que cada peso en la historia de la evolución
pronto expresiÓn corrienLe como poesia.
significativa fue la mesma acLividad espiritual que toma en la poéti(n
}.
el nombre de metáfora. Siempre, cada primera evolución de signiHlca-
do debi6 tener en el rondo un juego del donaire, una imagen, en suma,
]vel( Áo/.(z e/z /(z poesí(z Creo que, aunque con rodei, he llegado a
el observar agudo de una semejanza. Pelo pertenece a la esencia del len-
mi objeto; queria mostrar que e] ]enguaje poético no guarda tampoco !.

guaje que la observación aguda, que file necesaria para el primer empleo
jamás intuición,sino siempre imágenes de imágenes de imágenes. He
(It' lit N\tLál'oi'a,desaparezca de la conciencia, y que la palabra recuerde
indicado al pr'incipio que el lct)g iítl ' l)bélico ljl:::tl - Ita-"c:;':::nSiót] FIuna Por el momen-
cosa inenarrable, como, por ejemplo, una armonía de paisaje, solamenLe
i. paulatina e inconscientemente su nuevo abarcamiento.
desde cierta distancia; chora hemos visto que incluso lo aparentemen- }m son supernuos los exemplos.Búsquese en un diccionario manual
cualquiera una palabra, mienü'as más corriente mejor, y se podre seguir,
te narrable en la poesia será expresado cada vez con una incomproba-
8

ble disposiciótl dc animo, Êilta de inLliición, independiente de la expe- por exemplo, en' la parte alemán-francês la evolución eürnoióTca en ale-
mán,'y en la parte francês-alemán la evoluci6n cn francês; y ver clara-
iiencia y continuadora del accidente de la historia linguística. Y con esta
mente después, con ]a comparaci6n de ambas historias etimológicos, lo
no tengo más que afíadir sino que esta torpeza del lenguaje no es algo
casual en este pi'obeso.
pecttliai'de la poesia, antes bien, quc lit poesia Licnealgo dc vcntaja por
E
\Ln.+..-

la violencia de las sensaciones provocadas, y que la falta de inLuiciÓnen


.,?.- cl lçnguajccot'r'lentey ell cl cicnLíllcoes más aves'gonzaiiLc
que eil la
/b/eZãfor(z lnec'ária(z La metáfora poética se distingue de este pro'
poesia. M;ls adclanle,.cn nli os Ittgarcs de csli\ ci ÍLica, Lcndl'ilpeca ci\bi-
ct:st) cll (ltic cllii --tttic:ini'i\sno con(Iticc, como nciiccc con IT'ccucncia, a
dit lo tlttc'sc I't-llcrt'a cstii i-clip(:iótttlcl lcilgiiiljct PO('lic'o)- (lcl pi'osaico.
una evolución eLimológica--permailecc cn la conciencia como donaire,
.i:ç l."'

~-<.1:: Aui+queexpeiirneiltal'finos que la histoi'iu del lellguaje es una atei'na


imagen o agudeza, bien del poeta o del lector.
'.~.,,::;ê':
. coza de la imagem, que int]udab]emeiILe ]os hombi'es que quiet'en decir
De lona metálora poética puede exigisse siempi'c que ]a comparación
algo ilucvo ('azail imágenes piíl'a este objeto, tai lbién es cict'to que las
,.../'
inliígcitc's,a sli vez, t:onlo si Itietan iiidependicnlcs, cilzaii tilc'csatllc- tIRe hay cn su mondoexista realmente en ]a idemdel poeU, que haya sur-
menLe, con espíriLU con(juistador, nuevas representaciones y nuevos gido naturalmente de una actividad de espíritu individual. La metáfora
se torna mecânica en e] desarro]]o de] ]enguaje, porque la comparación
conceptos. Esmose desprende de tal maneja de la sol)ria consideración
desaparece de la conciencia y parece que la palavra gana precisamente
lógica, como si las metáforas conquistei'an nuevos conceptos de gene-
un nuevo sentido. En ]a poesia, donde ]o imaginativo no debe desapare'
ración en genes'ación.Pera lo suevo no llega a ser conceplo hasta des-
cer de la conciencia, es siempre una insulsez y un mal gusLO tal mecani-
pués de la conquista; solo después de la conquista habla el pueblo ven-
cismo. Por esmoobra sobre nosotros tan repulsivamcnte el tesoro de imá-
cido el lenguaje deJ conqílishdor. Durante el tiempo de la conquista es
muda todaviala nueva idea. Un sentimiento, una disposición, ha con-
duzido a [a nueva asociación. Así, toda ampliación metafórica de con-
cepLOy, por ]o tanto, toda evo]ución ]ingüística lleva en el rondo siem-
no nos puede reconciliar con su total tesoro Hlgurado,porque muchos
pre valores emotivos; y así, ]a poesia, queriendo comunicar disposiciones
de ellos son «símbolos muertos» tomados mecanicamente de] latín.
de animo, tiene frente al lenguaje del día y al científico, que pretenden
Para elmoléase el prólogo a la segunda parte de ElnNqüe /K donde
comunicar conocimientos, lma gran ventava.
Para e] camino por el cual conquista una palabra determinada nue- aparece hablando el símbolo mueNO de la fama «pintada completamente
con la lengua».
vos significados, para cada peso especial en ]a evolución de signiflca-
143
142
/f'C/(/(/ ICsLíiI'íillii d(: HIJsl{) sc sisa(:ítiiz.:i (:li los lil)t'os It-tlt'i('(}ssol)t'(' lii yo ii(':tl)i1l)ii (l(' ('tiilil)Itt'». I':tt'ii
t'íití'it(lit (-íl Seis rtpi('v(' ;lll(}s, (lti(' t'itloi}('t's
meLálora. Cusi [io liuy [)aru nosoLi'os poética inils dcsubtidu quc la de los conLcnlpol'áiicos cult.os de Dente, que Lei)ían con él una común situa-
Ja Edda en prosa, la llamada de los escaldou, en la que el arLesano poe- ción anímica y, entre OU'ascosas, una mioma asü'onomía e igual cálcu-
ta se educa en no clamar a cosa alguns con su nombre natural. E} autor lo de] tiempo, no era tan incomprensible como para nosotros este cir-
debió ser un admire LerriblemenLe pedante. Cuando se oblígaba al escal- cunloquio; pelo falto de Busto fue, sÍn embargo, ya face seis signos.
do a decir, en vez de Sc/zÉ#'labesLia del mar, en lugar de BJüZ el agua del
puíía}, Guardo para una idea corriente como isla conUba con una colec-
ción de más de cien metáforas, entonces se conseguia precisamente lo Le/zgü(z/e beZ/o EI público heterogéneo qpe acostumbra a sostener
opuesto a !a poesia; pães e} poeta se forma su metáfora de su idem o conversaciones literárias como preparación p rejleno para sus frivoli-
represent.aciónpresente, y la saca de su disposición individual. Lo mes- dades, no es tacaíio con el término laudatorio de lenguaje bello. Schiller
mo que no puede construir una poesia de citas, lampoco puede repetir tiene un beIJo lenguaje y Heyse, pero hmbién Pourget y la Marlitl Gustav
mecanicamente metáforas, aunque no se hayan vulgarizado. A estepro- lü'eitag tiene, especialmente en ,4nfepmados, lln bello lenguaje. Los artí-
pósito recuerdo que, en nuesü'as escuelas, quando se juntan maios maes- culos de rondo de todas las horas políUcas se reputan de bello lenguaje
ü'os y aplicados discípulos, se confeccionan de maneja análoga las redac- por [os partidários po[íticos. ZQué es un beIJo ]enguaje? De ninguna
ciones de alemán; allí ha) que devir reglamentariamente «el buque del maneja podre pensasse que su sonoridad acústica. Para ello se Liene
desperto»en vez de camelio. otros caliHicatix-os,y por otro lado, enb'e los extranjeros, se elogia tam-
bién un ienguaje de] que no conocen más: que ia traduccíón. Entre nos-
otros se elogió a Lamartine, y ahora a Anatole France, por lo bello de
Z)ame No se crer que la comparación con un poeta que componga su sus [enguajes. He creído durante mucho Liempoque be]]o]enguaje sig-
obra de citas es una pura fantasia. Cuando se tema a Virgilio por el niHicabasencillamente riqueza de pensamiento. Se oye innumerabíes
primero de los poetas y por ul} mago se crearon er] ia Europa erudita veccs, ('on ocasión de un excelentepcnsamiettLOdc Schillcr o dc tília
poesias J.armadas únicamenLe de combinaciones hechas con palabras cita útil, elogiar su bello lenguaje. No hay que retener aqui una pala-
de Virgilio, a pesar de ser la meteria o cristiana u obramás moderna. bra dura, porque los imitadores de este respetable hombre han refor-
[,éase siquiera, ]ibre de prejuicios, ]a célebre ]]la nüoua de Dente, que çado, en canLidad peligrosa, los dados que él soba'eeste particlilar ha})ía
\b.,P'

naci6 poças décadas después de la /cada en prosa. No parece sintoque causado. "-h '

el arte de los escaldos dominó a un mismo tiempo en el norte como en


ltalia. EI joven Danceno había aprendido todavialo que después supo
tan grandemente: exPresar sus ideal con las paíabras más vivas. Sc'/iz//(ir Cal'aclci'ísti('o dc la sli})ei'slicir)n dc (lti(' las piiliil)ias o cl pt:il
"b\,..#"

Prisionero en el fanatismo lingüísLico de los escolásticos busca laLigo- $ar scun algo suRGI'ioi' al ücLo, son cspccialinente !os \ei'sos (como en ''h. .../

samentedescribir lo sencilio ardsücamente, y dize, por ejemplo, al i)ün- general la Campina de Sclliller) en los que él aclara, y quizá excusa has-
cipio, en lugar de: «Yocontabanueve aços quando vi por vez primera
"U....,.-'"

ta cierLo pLmto, la fot'ma de esla poesia. Un poeta menos pensador hubie-


a la niüa de ocho aços, BeaQ'iz»,lo exü'aordinario que segue«Nueve vedes ra conseguido los elêcLos doseados, dejando sonar la campana de la igle-
'\b....?

desde que yo naciera, había dado una vue]ta total la ésferâ celeste,;quan- sia. Schiller, muy concienzudo y sin huecos, ofrece, en lugar de una
do por vez primera se presentea mi vista la gloriosadama de mis pen- presentación, el relato de la fabricación. Y el extraõo fundidor Liene que "'q.VPF

samientos, a la dual díeron en llaüar Beatriz, por no acertar a desig- reílexionar a }a manei'a de Schiller durante la fimdición, en }a ctial debía
naria con oiro nombre. No había aún u'anscurrido del tiempo de su vida reconcenU'ar su atención. EI poeta es tan amable que nos da en segui-
\b. .Ü

sino lo que tarda la mioma celeste bóveda en andar havia Oriente }a duo- da el asunto de su poesia, y no en una seca noh de pie, sino en rimas. Y
décima parte de un grado, y, por tanto, quando la conocí aun no era doceal principio: para la ovni, que nosoLros preparamos seriamente, -ii
"' 'BÜU?n

144 145
.+'
convicnc una pakibi':i sci ia; criando sc aconlpaíla dc l)tici} habla, lluye Coelho. l(SLoparece conlradeclr la melancólicacreencia que se formo
sonriente el U'abajo. en mí más taide, de que el lenguaje bello no era más que una cadena de
Aqtií habí'ía qti(' cotivcnit', involiirilariai lento. lo qtic ps. ('n t'cnlidad, pensamienLos dc todo el mundo, de pensamientos sábados, de pensa'
(-] i!'ii])iil{)(]('l P(.lisiiít)i('litt) o (i('l llitl)lii ('!} lii vitlii o cli los :i('tos. ili)il (.liisc
ttlicittos (lc scHtiíi(la rníino. A Schillci' lc ctiadru esta aclaración. Nadie
sc' (:(' ii('oi:tl)iti\iiittit-t lc) illtisit'iil. N(} (.oilio t'tiitli(lo t'iillliiri it)s 11iíll'lilt'l'os iillciitui'á lluitiiit' IJcllo iil UPclniüdo estilo saj6xi dc Kuiil cil su menor épo- ';

al azar las velas. Pues esta seria ajuste perlecto entre trabajo y ritmo, !o ca, a pesar de que Kart, según el tema --precisamente por amor a la cosa--
ctial (s('gún bcllíis inv('slig{ ('ion('s dc 1< . :3íi(,} ci') coltstittty($ 1ii pl'iíllili- podia scr, ora pcctiliarmente Lrenzadoy abstracto, ora raro y ameno.
\rii })o('síii })opttliii'. N(}, llil ii('ottll)iitliitlii('isto 11111sl('ill s111 !'itrlio, (:olho cl Scliillci' Itie (luicn llcgó a haver un bcllo lenguaje dc los pensamientos
soldado al maldecit' o exclamamhui'r'a, cuimdo dispai'a )- ali'opclla, y, de l(anl, no viendo o no comprendiendo lo profundo, y moviendo lo .ã

flnaJmente, como graznaban con derecho laslavanderas de Schiller supernicia] con grada y dignidad. Así, pues, lo que la gente flama bello
e[[ Loscl[witz durante el traliajo. Pera entonces dize Scl]íller s]] propia ]enguaje no es, realmente, mós que una continuación de pensamien-
crcencia en los versos siguienles: tos bai'aios, que, poi' la aproximación a la moda [llos6flca del día, pare'
cen tener el valor de los más elevados pensamientos.
«l)en schtechten Maná musa man verachlen, Quiçá la cosa esLé igual para Shakespeare y GoeLhe, en lo que al
Der nle bedachl, wm er uotlbrlrLgt.»\ público toca. EI contemporâneo erudito de Shakespeare encontraba
en é[ todos ]os nuevos valores científicos y conocimientos nuevos del
EI poeta pensador, al (jue su pensar ha conducido de la pompa dra- RenacimienLO, cambiados en monedas de imágenes y juegos de pala-
mática de Z,os Z)ardidos hasta e! lenguaje de mascaradas de La movia de bras. EsmogusLaba a ]a gente. ]loy nos enconU'amos maravilhados ante
y[#êssína,encuentra be]]o]ó ]jevado a cabo cuando se ha pensado mocho, su ftierza de caracterización, y havíamos bien en extii'par de raiz, median-
esta es, Quando se ha predicado y tablado mucho. Puede verse aqui, al te una nueva y atrevida traducción, el bello lenguaje de su [iempo. S

mesmo tempo, como el et'ror teórico de considerar como saber supe- En Goethe, por su parte, el público encontraba expresado, con fuer-
rior e] pensar y e] habiar es temidopor esencial también por Kant y gus za pasional, el nuevo egoísmo anímico: la revolución del individuo con-
discípu[os, ya desde e] ]ado práctico o desde e] ético. tra lo general. Y así se enconü'aba un bello lenguaje, tanto en }HEnAer,
No hay que pasar por alto (jue, según Schiller, el habla debe acom- como en }H//lem /14eisler,a pesar de que el uno está escrito como un dra-
pafiar (óeg/ei/en9 y el hombre plebe reílexionar (pede/z#en). La sílaba «be» ma arrebatador, y el ou'o es frio, como el litro doutrinal de un irónico.
anota ya aqui Jo secundário, significa (como podrían devir los niõos ber- Hoy día apartamos la vista de los sollozos del egoísmo anímico, y nos 'l.-;

lineses) lo Z)nzmrz/m/gf (lo accesorio). unimos a lo pasional y a lo irónico.


Así bello lenguaje parece significar siempre que el público encuen-
tra bellos los pensamientos del poda; que estas pensamientos son comu- '!i

/,í?/zgü(z/e beZ/O
Los pensamieiilos agudos no ptieden. Duos. pnr sí nes aios del pt'lblico,y después que, cuando a ]os pensamientos de un
saios, ]taccl' ])t-]]o c] ]c-ilgtiajc. ]C] ]c'1lgliitjc' c-pigt'ai li Lit'o y ]]ciio (]c incas LlsPÍI'illisul)ttt'ioi'sc lcs llutitalcnguajc bcllo, cs por'quc,a pcsut'dc (luc
su valor verdadero será comprendido solo por el mundo futuro, posee
-i

de Leasing no ha sido clamado nunca «beIJo».Tan poço «bello»se encuen-


tra hoy el tesoro figurado de Shãkespeare o la sabidul'ía de Goethe. Pei'o esteespíritu superior algo de común, en su debilidad, con sus contem-
1os (.o!\t('ítlPot':itl('os ('ii('oilli'íil)iiit l)t'('('lsiiiti('itt(' !)('llii líi ilt('Íttisiit)l(- ('íi('('- 1)0Í-ililcos.Así pti('(lc ii(\onLcc:cr(luc píiseari(loun niõo por un jardin botâ-
ría que Shal(espeare hizo de las imágenes y la ü'anquila objetividad de nico perfecLaJnentedispuesto, enmudezca, y de repente le llame más la
atenci6n una margarina que vc sobre el prtido, únicamenLe porque esta
lloí' l(: (:s lníis (:oliocl(líi.
1. .1)cl){' {tcsl)t'{.('iílt'st' {ll liolitl)t'l' ttilili)
(lttt' l iillt'li l)tct sll l{) (ltlt' llcvli n cita){).

]47
146
Go //ze La doctrina de que el lenguaje es un insu'umento inútil para principio {'uela palavra», y después de distintos ensayos para encontrar
el conocimienLO, aunque un excelente, uno de los mejores para el arte, el justo sentido del griego À.(5yoç;
escoge, ülnalmente, la aguda ü'aducción:
precisamentepor no ser las palabras de la poesia capaccs de dar una «AI principio fuc la acción». l)e rara manchaestar imprcsas cn cursiva,
intuición segura, esta doutrina tiene su major justiHicación en las incom- la palabra y la acción.
parab[es poesias de Goethe. Pera e] Bento ülio]ógico de Goethe veia, más [[asta qué punho este reconocimiento havia ]a acción y e] despre-
a[[á de [a labor poética de su.vida, toda ]a penuria teórica de] ]enguaje cio de la palabl'a estaban fundados en la esencia de Goeüe, daria mete-
con admirable precisión, y así me es permitido llaülarle a este lugar ria para un estudioespecial sobre é]. Yo no quieto hacer mención aqui
como testigopara mi crítica. Todo lo más valioso se encuentra ya en más que sobre dos puntos, y, a] mesmotiempo, hacer algo de filologia
él, aunque su feliz natural le retrata de querer devir lo inexpresable. gocLhiana, por lo poco quc ha sido obset'lindaLodílvía.
Goethe ignoraba lo grande de: su desprecio por la palabra, y lo que [Cn pí'imci' fuga!', ]a cé]ebi'e poesíítde ]os epigiamas venecianos:
iníluyó este desprecio, esta genialidad de una crítica filológica intuitiva,
en su vida y en su pensar. InHlnitos son los lugares en que se burla de la «Nlucho he intentado: dibujé, grabé ell ('obl'e.
palílbf'íi; i1lgtJliOSSC liittl 11(:(:10 iiXiOiiiáli(:oS, (:{)i lo IOS Ç-(:i'SOSS{)l)I'C lit l)iilti'-al rllt'(l, llc l todclitdo algo cii ai'villa.
teologia en la encena de los escolares: iuconstanLemente,sii} embargo, y sin aprender
ni produzir nada;
«Pues precisamente donde faltan conceptos, Solo una disposición conduje cerca de lít nla('stt'ía:
allí se coloca a tiempo una paiabra. esci'ibid'alemán. 'l' así esU'opepyo, poeta desdichado,
Con palabras es fácil disputar. en e] material peor, vida y arte por desgracia.»
Con palabras consüuír un sistema,
en las palabras se cree facilmente, Este epigrama ha causado muchos dolores de cabeza a los comen-
de una palabra no se puede quitar una jota.» taristas. éPodían dejar decír a] gran Goeüe nqestros germanistas que é]
tíene a! lenguaje alemán por }a peor materna?Adora bien, quando se
EI valor de autoridad de estas célebres palabras es pequeno para mí, argüía que ]a meteria pésima no es el lenguaje alemán, sino el objeto
indudablemente, porque ellas giram alrededor de la teologia y porque h'ívolo de la mayoría de los epigramas, el juego de} amor, entonces se
Goeütehace aqui, reilriéndose a la observaci6ndel discípulo:«Sin embar- evitaba la diíicultad, y se daba una pequena lección de moral al propio
go, algún concepto habrá en las palabras», mofa ùnicamente de las pala- Goethe. Pera Goethe se lamenta después en e] Epigrama 77 expresa-
bras, no tocando a ]a idea. Estas pa]abras: estás, por ]o tanto, muy dis- mente:
tanciadas del punho de vista de la crítica Hiloiógica.
Como eco desvanecido de la intuición nominalista, de que los con- «Formal' un poeta, la idem Lendría para ella (mi fortuna) éxilo
ceptos o las palabras no meanmás que./Zalüsuocls,sueca, por el con- s} ei lenguaje no se mosü'ara inexpugnable.» '\

ü'ano, cuando Egmont, en su gran diálogocon A]ba, concJuye con ]a fra-


se: «EÜ balde he tablado tantos he movido el abre, no he conseguido No; Goeüe se referia ya a] ienguaje y [uvo, é], e] maesü'o de los maes-
más». Y de nuevo es como un retintín de esta frase, cuando Egmon{, tros, algo que arguir contra la llexibilidad dei lenguaje alemán. Escribió
en !a escena próxima, interrompe e} discurso agitado de Klãrchen: «iY esteepigrama no muchos aços después de caber dudado Lessing sobre
así cambiamos palabras, son ociosas, le traicionanl» En ambos casos se si escribir su .Laoconle en francês.
presentan a} espírita de Goethe, en oposición, la paiabra y !a acción, y Como palabras duras para el lenguajealemán füeron temidastam-
recordaremos aqui como, cuando Fausto trata de traduzir !a priinera bién poi' los conLciliporáncos. lClopsLocl(face decir, cn un acerado epi-
frase de] evange]io de San Juan, escribe mecanicamente primero: «A] grama, ]o siguiente d ]enguaje alemán: «GoeLhe,[ú te condueles de escri-

Í48 149
birme. Si me conocieras, no seria pena para ti: Goethe, tú me condue- ü'as representaciones teatrales del Fausto se presença al espíritu terre-
les también». Ou'os versos de Klopstock nos servirían de guia si füese nas como una maça amorfa. Goelhe, que no penso en la tontería de la
necesario aún. En su oda «EI lenguaje»se muesü'a toda ia sobreestima
escena, imagino primitivamente, bajo el espíritu terrenas, el bullir de
convencional del lenguaje. «La melhza del pensamíento, la pajabra, pare- la vida, la eterna fusión y sucesión de nacimienEOy muerte, el eterno
ce el ganido solo, que vuela poi' el aii'e.» Auilque el so1lidosea vivo. existir y mot'ir: «En ]os t]ujos de ]a vida, en ]a tormenta de la acción,
Kiopstock apostrofa entusiasmado al lenguaje: me anito arriba y abajo'-.En el sentidode este espíritu Lerrena],del
espíritu trabajador, cerca del dual se ciente él y al que no comprende,
«odiosa del lenguaje, ni el colos ni la gravedad vulnerabie del
sin embargo, porque el lenguaje humano ha llegado a la altura del
jmármol te igualar! ser pelo no del suceder,en este sentido comprende Fausto la palabra
Poço nos forjam ellas:
primera del evangelho de San Juan. Y así la traduce: «AI principio fue
y se nos muestran de una vez. la acción». E inmediatamente después contesta MeHlstófeles,el cual
AI desclibridor, que por tí mueveel alma iio iiitctvit11iccil la acci(in, iií)nicamcnlc a la pr'cglinta:«ZCómo Lella-
'\- :::/- dc los oyctltcs, ésc }c abi'ió kt t:tcación?» mas tú?»

FI'ciltc a esta stipet'abundilncia sentia Gocl! c ct limite (lct lcngtla e; «l.a pi'cgui)La ínc parece pc(lucõu
y poi' senti!'lo, y po!'que la cot'rie-nLC de la época y su pt'opto d//e/a/ztis/rzo
'\L-. '

Para uno que tanto odia ]a palabra,


\'\.a//
le hacían colocar }a pintura y lii escultura }o más alto como creíldot:as EI cual, muy distanciado de toda apariencia,
\-,.,''
de obras artísticas, como son realmente, por esmoveia él en c! lenguíije Mií'a s(51ncn ]a prnftindidad dc ]a cscncia.»
('1)g('ii('t'ill, íio t'li ('l It:itgtiiil(' itl('ilt:itl, lit })(.oI' tiliilt't'iíi, llrl:l ttliit('!'iii l)(;ot'
tino cl colei', la ai'cílla y cl l ái-iilol. Dista mucho de mi intención pretender que este espíritu terrenal
\~...,..,''

«signifique» e] conocimiento intuitivo de la realidad o cosa parecida. No


'h.H..# '

.../'
quieto sostener más sino que en la primera cabeza de todos los crea-
Ftzüsta Pel'o atmque el Epigi'ama 29 venecíano no da al final m:ós dnt'cs de] aí']c (]c la palavra l)rilló, no circunsunciajmente, sino también
que la expresiónde lln estadocasual, en câmbiola u'aducciónde
''b. .'

en la concepción de su obra capital, el pensamiento de la carencia de


\....../'

/üu.sfo6AJ principio fue ]a accíón») nos doce de una intuición de] valor del lenguaje y de] conocimiento humano, y hasta de la inutilidad
\.. ' mundo, que quizá llenó más hondanlentee} primitivo pian de Goeüe de[ [enguaje para e] conocimiento.
que el que nos deja ver unã obra tan trabajada y corregida en tan largo
....../,' La relación de odio y amor hacia el lenguaje atraviesa toda la lar-
espacio de tiempo. Yo quigiera sentar como tesesque ]o mesmo que e]
ga vida de trabajo de Goethe. En el exuberante impulso de su juven-
"\...PP '

prólogo en e] cie]o es también material posterior ]a apuesta entre e] se-


tud poética prensa de otra manera sobre el valor del lenguaje que en su
'--...- niory el demónio (eito, por otrá parte, nadie }o mega, aunque sobre ia vejez; pera la duda brilhasiempre.
evidentecontradicción entre ia apresta y e} pactono se ha mostrado lo En la pequefía poesia «Die Sprache'-declara como cosa indiferente
suficiente), y que en la concepción juvenil de} RausZo, en lugar del se-
../'

que e] ]enguaje sea pobre o rico. La desenterrada panza de un ânfora no


flor Duosy del Satanás, mayor solamenteel espírita terrenal y un pe-
"\U..../.'

es rica, ni el machete en el arsenal es duro. Han de cogerse el oro y el


"\,rP. .'
queno demónio llamado MeHlstófelesse disputaban a Fausto. chora machete para conquistar fama sobre ]os vecinos. Esmosuena de OU'a
bien, équién es este espíritu te]'rena] que Goethe extrae de! vocabulário maneja que lo escrito por él veinte aííos después sobre la peor materna.
de ios viejos alquimistas, donde era algo así como la fuerza de la vida, Sin embargo, a] comienzo de los aços setetILa,al dual corresponde esta
que gobierna en todas ias cosas de la berra, esmoes, la füerza de }a na-
\l.. *-F

"\..>
poesia, surgia también e] primitivo .l.'aüslo,en el dual se expresa con
Luraleza inorgânica [ambién? (soez/ze JaATZ)üc/z, 17, pág. 124). En nues- fuerza su burla sobre e] lenguaje como instrumento de conocimiento.
:'./'
150 151

Í.
Aqui se le\ anta ya la declaración goethiana: «Senümiento es lodo. Nombre «Nunca se considera lo bastante que un lenguaje es cosa únicamenLe
es sonido y humo, arreboJ ensombrecido.» llelo aqui en su primitiva y simbólica: flgtlrada y que cxpresa los objetns pnr rcllexi(3n y nun('a inm('-
fuerte concepción. diaLamciiLc.lestoligo cn pat'Liculai',cuaítdo se habla tle escncias que no
hacen más que penetrar en la experiencia y que más bien pueden lla-
«EI que quieta reconocer y narrar algo viviente marse actividades que objetos, que estão siempre en movimiento en el
tiene que desalojar el espírítu, primero, imperio de [a teoria de ]a natura]eza. No se dejan coger y, no obstante,
entonces le quedar lãs partes en la mano. hay que hablar de ellas; se buscan toda clase de tórrmilas, para seguir-
Pero, por desgracia, ]e fa]ta ]a cinta espiritual que los una.» les al menos en igual modo.» Algo superficialmente pesa por encima de
fórmulas metafísicas, matemáticas ) mecânicas que, en realidad, le son
En todo esta oímos al impetuoso Goethe, que, en realidad, no hace repugnantes. «Por el contrario, las fórmulas mordes, que expresan indu-
diferencia ninguna entre la poesia y la ciencia, y que grita, dolido y de- dablementemás sutiles relaciones, aparecemcomo simples parábolas y
sesperado por el lenguaje, que no podemos saber nada. EnU'e tanto tor- a Ja posa'e llegan a perdesse en juego de chistes.» --Y aun más: «si se sos-
na a sentisse completa y únicamente poeta, se ve por encima de Jos tuviera uno lebre de parcialidad y recogiera en una expresión viva un
pobres, qué han de ca]]ar en su dojor, mienLras a é] un Duos le otorgó sentido vivo, nos seria permitido comunicar algo agradable. Sin embar
poder comunicar lo que supre. Pero los versos que se reHieren a la mate- go, icuán difTcíles no colocar el signo en lugar de la cosa, tener siempre
ria pésima pertenecen ya a los aços en que Goethe comienza a ser el viva ante sí }a esencia y no mataria con la palabra!»
espíritu reHexivo que admiramos después en el anciano. En 1790cierra ã'
GoeLhe prensa en el bolor, que ya desde Locke, o, mejor dicho, des-
su juventud puramente poética con la edición de sus esci'idoscoleccio- de Descarnes,fne reconocido como algo no real, como algo en e} objeto,
nados; en 1790principia él su cientíHlco-teórica
obra vital, la Teoria de por ío tanto,como algo movido. Si no hubiera temido Goethe tanto a las
[os calores, y escribe su ]ibro cientíHlco genia], ]a A/Clamo/ybsis de Zas abstracciones, hubiera tenido que reconocer en esta línea de pensa-
p/Unia:s.En el mesmo aíío se crean los Epigramas ucnecíanos y se da a miento que stl fi'ase servia })ara ]a total rcalidad del mtlndo, quc todo es
luz }a primera parte del .líbüslo. únicamenLe acta\idad o movimiento, que «todo{luye», que su aperçu da
Veinte aços más tarde publica GoeMe su ZeoMade /os co/ares,y aqui, en e} corazón de la cosa.
en [as partes más profundas, no puede reprimírse y enU'a en e] eterno Veinte aços más tarde, cuando Goethe escribe a Sulpiz Boisserée sobre
problema del lenguaje. No hubiera sido Goethe el espírita libré, si no se {
su 7borírz de /os co/ares. llega (po('as semanas antes de sll mttct'te) a la
hubiera llccho, alguns vez, tília pl'cgunla scn cjattlc: Ztlii licl'i'ailllcillü, l)olntlc li':tsc: «l ,o siiitplc sc {)cliltii cii lo coiill)lcl{),y a(liií os (loil(lc cllli'ii
qué valor tiene? éEs comunicable, comparlil)le o imaginable de verdad? en nlí la tb, que es, no el principio, sino el íln de toda sabidui'ía.»
EI espinozista no ve [an claro el problema, pero se acerca extraordina- Después de todo eito, bien puído I'aclamar a Goethe como testigo
riamente a la pregunta, y la causa es muy rara. clásico dc mis lííts('s y no d('1)ocxli'amai'ni(.si cii('ticnlt'oviu'bitsx('('cs {'it
Goctlic (liiici'c llcviir itl (-olol' {.l t'oitccl)lo (lc lii l)olat'izncii'Pit (lc lii Ittz. } t\llitciiti l (l{.l!-sccl)licislii). cl (ltt{.rn lit liisloí'iil(lcl cspí:'iln tittliliiii{)sc
Qulcre, pue$ hacei' a(lucllo delILi'oclclo dual sc consiguc tudo pi'ogrc- clilii s[c'i]]})i'(' ]']t]](:íi ]] ( !il( ol)st'i'xríi('ioi]es, (ZP( /'C'z]s,P('t'o ]]o l('l'c's, J Li]('iOS
}'

ê'

so en e] ljamado conocimiento, quieí'c h(}cct' creccr unia })dai)ra por !ii li'itscs.si yo, rc})ito, ('ncuci ti'ocxf)t'(.fadopoi'ól Rias dc tina vcz esta "',.-''
media de su emp]eo metafórico. Antes que é] ]o }licieron Lodos los in- doca.i'inacomo estado de i'esígnaci(in.
vestigadores,y él mesmo,sin cortedad alguna, lo probó, cuando crer En ei be]]Ísímoapartado8.' de] u'abajasobre e] hueso intermaxilar, 'U.»

la imagen de la metamorfoses de las plant.as:aqui, en media de la ZeoMa dize él (y yo ü'assado aqui ín negro e] pasaje): ..p-P

de Zosco/aresle sobrevieneun pensamienLo,se arredia instintivamen- «Un -. aperçu, u n tal descu bi'imiento, ill teJ'pretación, representaci6n,
te ante ]a pobreza del lenguaje, y sobre elmoescribe (Zearía de /os co/a- concepto,idemo como quieta llamársele. conserva siempre, acLÚecomo
res, parte didáctica, párrafos 75 1-757) : se desee, una propiedad esotérica; en conjunto se deja expresar, pera
Í-:

152 153
"'hWP'
{'
nunca demosU'ar, y en particular bien se dela ensefíai', pelo nunca se /ngeizíoso EI hombre Ingenioso puede ser, además, casualmente bue-
consigtic dc manei'a terminada y redonda. Dos pcrsonas (liic sc útil)ic- nn, o luerte o avisado, o todo esta a un mesmo Liempo.Y por elmoser un
i'an compcilc:Li'adobien cil cl pcnsainicnLo, sc utlii-íiin,no obsLalltc,dill- homo)renoLable.Sin embargo, únicamente ingenioso lo puede ser cual-
cilmente acerca del empjeo del mesmo en un caso aislado; y es más, quier JVam'(bufón, o también necio). SÍ, quando había bufones de oHlcio,
podemos sostener que el particular, el solitário, el silencioso observa- /Van' e «ingenioso» eran sinónimos. Los bufones de Shakespeare son tan
dor y amigo de la naturaleza, rlo concuerda sicnlpre consigo mesmo, insoportablemente ingeniosos que Vischer (Zlsléüca, 1,430) hizo e} inten-
y lin día pot oll'o pi'ocedc más dai'a o llcl)ulosilmcnLcIt'cnLcal pro- to de hacer pesar esta cosa insoportable por una filosofia. «Elles quie-
blemático objeLO,según el grado de pureza y plenitud de su suei'za espi- ren ser diHlcultosamenteretorcidos a fuerza de errores interesantes, para
ritual.» que cada dual con quien se u'opieza llegue a saber que no debe hacer-
Pelo en ]a /VisIoNa de /a rcona de /os co/ares, cuando hat)]a de Galilei, se demasiadas i[usiones sobre e] orden casero y corriente de los con-
cliccdc liii modo ini})cr'sinal y gcnct'alisado:«I';n la ciência d('pende todo certos, sobre la sabidui'íu y sei'iedad del pensar y del obrar metódico.»
de aque]]o que se ]jama un aperç;u, de un descubl'imienLo de aquello que Ingenioso es quien es rico en conceptos preparados, en preparadas pala'
hay en e] rondo del fenómeno.» bi'as. Ingenioso es tanto como rico en palabras. Solo que el cabeza pele'
'\....../"

Para servirme de todo lo que Goethe ha dicho, tomándole como tes- zona, cuando es rico en palabras, acumula frases sinónimas, y el cabe-
''b«..,'''
tigo para mi ci'ítica filológica, sei'ía preciso un libra; para terminar esta za viva y rica en palabras salta y brinca entre heterogéneos conceptos.
digresión citaré aún dos pasajes de Importância. Si el hombre ingenioso es tonto de remate, docechisEes.Wippchen es
'"..«'
Escribe desde Venecia, 1786 (t)riginariamente a H'au von Stein): «AÁÍ, chistoso. Su chiste se llama chiste pajabrero insoportable, y el necio chis-
'-«.-/'

gradas a Duos,Venecia no ês ya'para mí sólo una palabra, un nombt:'e toso no hace, al principio, más que oír el sonido de las palabras y las une
\\....."'
sueco, que Lan frequentemente me ha atemorizado a mí, enemigo mor- después, jurando, según e] sonido. Por el contrario, el ingenioso las jun-
tal de las huecas palavras.» ta según ]as ]eyes de ]a tautologia y al mismo tempo se alegra en el jue-
11

En Pois/ayz;erdad (]ibro 12), nombra como principio a] que se pué- go de la armonía. Si el hombre ingenioso es poco objetivista, cuelga sus
--b..'

dc11t'emitir todas las manifestaciones de lla! lann, esta: «'j'actolo que ailtíLcsisy asonanciasa una vieja Mbuja, y Lalvez aleguea poeta,como :i

''-.......,-'
e] ]lombr'e emprende, ya se sirva de la acción o de la palabi'a, ha de sut'- lo fue Schiller. Pelo si es un fundamentalpedantelo cuelga a una viela
gir de todas las fuerzas unidas; todo lo aislado es recusable. Esta es una sentencia y se flama un Hi]ósofosistemático, como ]o fue Hege].
nobl(-máxima, pera dífí('il dc sé'gtiit\»PotesGoelh(' ailad(' así: «.-\lai'le Un bucn ejemplo de lo aU'ayenley peligroso del chiste lo da en las
y a la vicia ptiede aplicar'se iildudablenlenLe; poi' el conbal'io, en cada matemáticas e] empleo de la palabra o signo mero.Por ejemplo, a una
\......../'
[radición por medio de la palabra que no es precisamente poética se [ínea recta puede ]]amárse]e, con chiste cientíHlco,una elipse. Mientras
'''\- ' encuentra una gran diflcultad; pães la palabra ha de desasii'se, ha de más pequeno se suponha e] pequeno eje, tantomás aplastada será su
aislat'se pai'a dccii', pat'a sigllitlcal' algo. EI hombt'e, micntias habla, lla ílguta. Si el eje es igual a O, [endremos una ]ínea recta. Eito causa mucha
de ser unilateral poi' el momento; no hay comunicación, ni ensefíanza alegria a los escolares y da ocasión a bellos juegos. Pelo es que cada vez
''''b., '

sin disgregación. Pelo, ahora bien; como Hamann se opuso de una vez que el cera se incluye en una fórmula, será chisLosoel colegial solo por-
para siempre a esta separación, y así como él sintió e imagino y penso que olvida el valor del signo y hace de él lo que de otro cualquiera, sea
en esta unidad, quiso hablar también y exigió de los OLt-oslo mesmo, A, B, o C. Aun cuando equívoca ùnicamente + 0 y -- 0 uno con on'o, esta
''b.,."
entrandoasí en oposición con su propio esü]o y con Lodo]o que los demás es, quando olvida el origen del signo, alegaa resultados descabellados,
podían produzir.» Tanto de Goethe, aunque tan poco como en ]a prueba conocida de que sea 4 = 5.
'"....,/'

Y así funciona e} chiste en general, no solamente el chiste burdo


dc Falai)ia. No sc preocupa dcl valor sincero dc sus palavras, descono-
ce u olvida la historia de ellas y hace con las mesmas un juego que toma :!i

155
pronto e] peligroso encanto de la í'bisa moneda. EJ;célebre chiste clási- [ouiç/bis.» A ]o cua] se espei'aba, poí' oLt'o tudo, c] gesto vivo y c]egar]tc,
co: «quando Pitágoras dêscubrió su célebre axioma, oíreció una heca- que es todavia común a los oradores de nos pueblos }a!.mos.
tombe a los dioses. Desde entonces tiemblan los bueyes, síempre que Los retóricos, cuando no hablan por pura y desinteresada vanidad,
fale a la luz una nueva verdad»; este chiste lleva el nombre de Bõrne, son mercaderes de palavra. San Agustín, que temiaantes de su conver-
pera es de Kãsuer --estechiste no es más que un fino chisLe de palavras; sión una cátedra de retórica, se despidió de este cargo con la exclama-
redacLado por Bõrne es inLeligiblesolo para el sabedor de que el beze- ción: los seãores debían procurasse a oU'o mercader de palabras (uen-
rro o el buey, que entre nosotros (alemanes) es simbólico de personas dílorem uerborüm a/ium, Cona IX, 5).
necias, sc cncicrra cn la ctimnloghldc liccalornl)c(Í3ovç).

P r o(Z sZ(zs EI cfcclo de los pi'oleLaspuede aclaraise diciendo quc


Orago/'Í(Z Ya P]atón dijo (en eJ Core/as) Lodo]o que había que devir fueron gente entusiasta, que sugerían a Sus retratados contemporâneos
del arte dc la oratoriit. Quc no cni al'Lc,cn al)soltiLo. Qtic cia lo lilás lnu'c- lill llllcvo ('otlc'('pto pot' itic'(tio (It: lit xrtc)l(-tt(.ii}({(! Bits oi'ii!oI'lias. A cil{)s
uido a] arte de ]a cocina (] 7). Que ]o capilar e]] e]]a ei'a ]a ]isonjería. Lo corresponden con bastante justeza nuesü'os poetas, en tanto que elmos
que el arte de Ja cocina es a la terapéutica,así es la retórica a la jusLi- se oponen a las fuerzas conservadoras y ejerciLan una oratória eleva-
cia (noción de la cocina debía decirse, según 55). Aqui no será excluído da en un estado de sublime locura. Pera así como junto a los grandes y
ni Pericles (58). Un soHlslay un retórico Licnenventa cl uno junto al OU'o pequcóos pi'areias niarchalt !os vulgar'cs y pi'esbílci'os quc gailatl su pan
(75). Con tules ideas, hace devir Platón a su SócraLes (77), será él siem- chapoteando en palabrerías afíejas, con pensamientos que l\leron sue-
pre condenado; como seria condenado el médico enü'e nifios, si la coci- vos face males de aços, así se hallan la mayoría de los periodisEas h'en-
nera ]e acusara. te {i ]os l)netas 111icnli'íls
ilo sc ('ii't:unsci'tt)ailal serio s('tvi('lo de ltoiicias.
La oratória es, con demasiada Irecuencia, solo calor ílngido. Puede Las noUcias son un género querido, y su comercio no es peor ni mejor
acontecer que un hombre tenda que hacer una comunicación que para que otro cualquiera. EI parloteo del periodista alrededor de }as noti-
el interlocutor o para el oyente sea de imponancia o que determine a los cias no face más que falsear el género, sin embargo. Los pericidisüashan
oyenLcs havia algo. I'ero no puede acaecci' (lue un holnbi'e, poi' natu- susLiLuido a los ['eL6i'icesen el con]et'cio de la palabt'a. I'!'incipalmeiILe,
ral, por solo su voluntad,pueda alterar su temperatura. Los llamados quando el poeta se convierLe en periodista por necesidad es cuando fal-
buenos oradores, bien de cancillerías, asambleas populares, parlamen- sea más. Lo que él no escribiría por amor a la cosa, lo que }e avergon-
to y de conferencias públicas, me hacen con trecuencia una impre- zaría devir entre sus contertulios de café, no se ruboriza escribiéndolo
sión, como si temendo que pedir a un mozo la comida lo hicieran en para el pueblo, que custa tomar su diário y dulcemenLe templado baço hU: : .."

versos. Si rea]mente tienen ajguna vez algo que devir, que ]o hagan con de palabras. Nuestra literatura periodística es en su mayor parte una -...P
claridad, pera no bellamente. charja empresa, y como la mayoría de los hombres, exceptuando curas
quando surgia el lenguaje, la formación de cada palabra fue acom- y oradores de bati'io, en ]a char]a real al menos carecem de inLerés, así
paóada de arte y calor. Y solo quando estuvo terminado, empezó a usas- :1.

puede decirse que [a char]a empresa de ]a gente ingeniosa está por deba- bb+fdU'

se con calor artiHlcial. lo de la charla hablada de la gente necia. ,."

Por esmoacertó perfectamenle el viejo Agrippa de NetLesheim, al sen- A)er estuvo lodo el mundo presenciando la comitiva del carnaval
o del rey de los iJegros o de la pareça nupcial principesca, y hoy quiere
'qH..d-

tar el capítulo «De RheEorismo» deU'ás del «De Histrioníca» y comenzar i'

asl.\«Eram et saLLaLiorhetorica, histrionicaerton dissimilis, sed remissior» , leer todo el mundo una descripción del paço Descartando los diez mil '\-..,./

lo dual un antiguo traductor í)ancés lo da casa más burdamente: «[/ne


i.
infantiles o vanidosos que desean verse nombrados en grupos o perso-
nutre m,adere (te Bat se praticoit ancieun,em.en.!,, qtt'i,Ls a,ppeitoient nalmcntc, des('i;ii'tardo los cnn('ienztldos qtlc dosear ('n('('l'i'ai' cn tinas
!..

Í'

colttittiias sus utopias y i'cducidtts ompi'esiones de la liesLa, es, pues,


''"

13.héLorisme,
á peu prós semblabLe(l celuydes bulsLeLeui's,
un peu paus posa
'}

156 157
general e] deseo de ]eer ]o que se sabe, esmoes, e] suceso diário que se En devir lo ya exercitado, lo comprensible por sí mesmo, está el pla-
sabe tan bien como ]o sabe el que lo notifica. EI Itombi'e de incansable cer de la charla. Un hon)bi'e bien educado preguilU y contesta (aun como
pico, el barbero, la comadre, etc., han quedado reduzidos a un club len- escritor) no de tetramaneja que como espera el oü'o hombre bien edu-
guaraz mudo, a causa de la altura actual de la técnica de imprensa. A la cado. Esperado es siempre ]o ejercitado, e] perogru]]o, ]o banal. Dos bien
hora tempo'onerade] café se reúne toda ]a población en espíiitu y se educados suicidas que se toparan en el úlUmo paso, dirían aún: «éCómo
clnc(Imoditrncttlc a cstc vicio pincel dc lí\ch:il'ln, qtic anotasc llaítta lcc{- va?», y«l)it'íi, gí'actas.» l\calmcnLc, tal mancm dc hat)lur no es más que
urã de la prensa. un sacudo. Así de los esparcimientos de la educación no safe al En más
que del esparcimiento de Ja necedad.
La recepción de una imagemen el cerebro debeser objeto de un cier-
P/ater de /a c/zar/(z Este placer no es más que un juego con el len- to esft)erzo, de un cíerto dolor mínimo. La apertura violenta de una nue-
guaje, uno de ]os juegos que por sus pobrezas espirituales se recomiendan va vía nerviosa es, quizá, la desfloración de una célula ganglionar. Si
a los enfermos y a Jos ancianos. Este enonne uso del lenguaje como pla- el microscopio ftJera capaz de mosb'ar aumentados, en el celebro de un
IF

gi:

"b +

cer de charla me parece que tiene (ya verbalmente o en la leitura) una niõo pequefio, la apertura de males de células ganglionares y la rotura,
\. gran semejanza con e] juego de] dominó. en e] cua] Todoel ü'abajo espi- robustecimiento y a]]anamienLo de una red de ]íneas nerviosas, seria
ritual consiste también en aãadir, en tantoque se pueda, a la Hlchadel horrible su vista. Si después viene una impresi6n, que encuentra una
vía ajlanada y una bien ordenada célula, comprendo,justamente, que
\n,,'

cona'ano una que ]]evee] mismo número. igual que en una de las lajes
l\lh../"
conversaciones. debe provocar un placer corporal dejarla ir suavementesobre la vía y
'\..,/" Junto a estohay que notar que casatodojugadol'de dominó practi- recogerla en la célula acomodada. Como un tranvía que después de
'~....,''
ca al mesmo tiempo otro juego aêcesorio, haciendo con sus fichas supér- un descarrilamiento traquetea,rechina y chirría sobre el pavimento,y
puestas un dibujo de artística ]ibertad. Este juego se da Lambiénen la que de nuevo se desliza suavemente sobre el raíl.
char[a y en ]a escritura periodígtica; hay junto a] orden de] pensamien- Naturalmente que sirven ]as palabras de este cómodo arreglo. êPero
\-:.+,'

--.../ to un ordemde las palabras para la diversión, lo cual es permitido lla- qué función desempeíían? éSon ellas conceptos de câmbio respeito a las
q'-H..,.r '
mar después ingenio o estilo. Tatnpoco los libros cientíHlcosestán siem- células ganglionares del celebro? (Caso de que meanen algún lugar resi-
pre lebres de estou dos fenómenos deporti'ç'osdel placer de la charla. A dencial Hisicasredes las células ganglionares.) éSon las seííales en los
[a ordenación secreta de ]as fi(lhas de] dominó se ]e ]]ama e] sistema. cruzes de la red? ZO no son más, a} nln,que el bordo material rodante
''-b. '

\-..P'
l.os llombt'cs sc liam acoslliinbrado al pcnsat'. no pot'qticcs lltil, sino quc c'i)i'ic acil y allíl, soba'elos tersos raílcs, y que nos proporciona pla-
'\..,., .' pot'qtle es un placei'. La conseivación del individuo y la pt'opagación de cer como un viaje en trem?
'\.#"
la especic descansa en una semejante e incxtJ'icablc confusi6n de cau-
sa )- efe('tn.anos causa placcr la comida, pai'a qtic nosolros comamos
para nuesü'a conselvaci6n o p(irque comemos pa!'a nuesU'a conselva-
'\-...,-'

ción? EI que supieni esmolo subi'ía lodo.


Piii'(:('(' (lti(' il llii lti(' })lii('(- (tj p('ilsiit'; dc oti'ii rllíir)('i'íi iio lll(' i'oltlPe-
i-íala cabcza solilal'iiiincnlc. Y a nlí inc causa pincel'cl Itablat';dc ob'a
maneta no charJaría. La misma impresión puede observasse ya en el
'q'h "

\..../-
niõo que ha aprendido las primeras palavras. Tan pronto como ha acer-
\...../
tado con el som(to você!, encuellLra alega'ía en el }labla. I'cto Rias se ale-
gra aún quando ]]ega a formar e] primer «juicio» rectamenLe, quando en :i'

presenciade un perto puede decir por sí mismo gua, gua.-


h.. ...#

--.,.,{'

158 ]59

-b../
V[[. Poder de] ]enguaje

Z,czsp(z/czar(zs ün poder Resumamos brevemente:no hay «el»len-


guaje, e] ]enguaje individual no es nada real tampoco; las palabras no
engendran nunca conocimienLO,no son más que un instrumento de la
poesia; no dan intuicíón alguna real y ellas mesmas no lo son. Y, no obs-
tante, pueden ser un poder. Destructor como viento de huracán, que es
gire como la Falai)ra. Con facilidad puede ser la papal)í'a más ftierle que
la acci(5n; poro la palabí'ü iio pi'on)uex-cnlinca la vida.
Así, la presencia t'eal, el real sua'imienlo y la obra de JesucrisLO pue-
de caber obrado religiosamente en un par de cienLos o un par de males
de testigos presenciaies; pera solamente Quando el hino del hombre estu-
!''

vo muerLo cn la cl'uz, y su nombi'e se hizo palavra, fue su nombre un


poder religioso. EI nombre tuvo nás füerza que la persona. A} hombre
se someberon una dócêna de pescadores y un par de mozas; al nombre,
a líi píilítllt'íl, al cvíli g(:ito, s(' s(}tllcttcl'çlttpill'lcs ('tlt('i'íts d(- lít ticr'l':i.
Y OLt'avez, quando sui'gió Mahoma de [emple rnuy distinto, rindió
con epilepsia y valor la Arabia y un par de províncias adyacenLes. Pelo
quando é[ se u'ocó en pa]abra, en e] Corán, tomo a ]a pa]abra cristiana
nada fenos que casa toda la costa inéditen'ánea.
Parece como que la Revoluci6n Francesa fue obra de hombres san-
guinários y no de la palabra. Sea como fuereü las palabras que fueron se-
fíoras de uü l\óbespierre, Napoleón no {'ue una simple palavra. Y équé
consiguió? Estuvo durante veinte aços con el ejército fuera de la frontera
francesa, para ser repelido de nuevo. No quedaron más que las palabras
de la revolución. Las paiabras: libertad, igualdad y fraternidad, fueron
conquistando adictos como el cristianismo, y hoy; son e} Sc/}íóoletA de la
berra. Y lan ricas en sentido son las palabras, que una de ellas, libertad,
signihca: en 'nti'guia. la inclinación de los muy civilizados a pedir sus
U'ajesa los sasu'es parisienses; en Áh'ica, el U'abalo de los sacerdotes cris-
tiailos para acostum brar a los negros al aguardiente de patetas; en R usia,
la pasión de la culta gen te jovem por haver saltar en el aire at zar y a }os al-
tosfun cionarios; en Prusia, el esfuerzo de las mujeres obreras por conse-
guir más pan en el mercado por el mesmo dinero; en Franzia y en

161
abreen sus vibraciones las palabras tonto o trasto, el zumbido se llamará
InglaLerra, la facilidad de los oradores, que hacen de la sabidutía un pro'
delito de lesa majestad. Y será castigado justamente por todas las per-
ducto de las masas humanas, algo así como e] hedor o ]as enfermedades;
sonas, cuyas honras caemcuando suena. La ordempenal debía devir: La
en Norleamérica, e] comercio de ]os amos de minas argcri Líreras, que, por
media de enormes cohechos, quieren alcanzar ganâncias enormes. majestad es ofendida quando la toca la sombra de un látigo. Y el casti-
go debería consistir en que el promotor del zumbido desagradable fue-
Estamos [an gajo el domínio de ]a pa]abra ]iberUd, que )a no ]o notamos,
ra conduzido por la sombra de una borga o de un presídio.
como lalnpo('o tt'ncmns en iin nada, in mismn qttc l avoisict'y Piiestley,al
Una U cclia hacc cl conccpLo dc ofensa quando el estampido suena
ill'(' t'll llttc t't'sl)it'iirilos. llli('íltl'ils (ltit' pita'iilos pt'('('s sll iigttii t's ini(líi,
ante las orcjas de Duos. Con picardia aldeana se llama este, no ofensa dig-
l)ct'o cl ini't: c's liii algo cttaíitlo cnLt'an cii él, lili algo liot't'iblcy palpable.
na, sino blasfemia. Pera el estado se ha fecho tan moderno que ya no se
aU'eve a emprender ]a asnada, de haver de duelista en representación del
ol\:ttdi(lo totlopodei'oso. Como si el Duos amado, débil y viajo, no pudiera
//z/l//'/íl ll('/'/)(J/ No (.itl)t-il (Itittit (It' (lttt' lias l)iilitl)iiis l)tit'(l('ti o('iistoilíii'
liirtlbicçilcoiiio bis al'lilás tília lcsióil o una Itci'idü. l)u ts leispalabt'as des- ya sostcnei' poi' sí mesmo la pistola. Esmoes, se pi'eLende despertar la apa-
.=/

riencia, como si se quisiera defender de rales grupos de palabras maldi-


picltan i(loas y las idcas pucden cnndticii' la voluntad a la ol)ra, que hie
"X.q. ."

"....' i'c o lcsionn. Ctlaítdo ini illgcnict'n toc:i lin l)ol(in (ltic tl:tcc cxplolar tina cientes, no a las personas a quienes van dirigidas, sino a los testigos impre-
sioitatlos dcsi\Hi-aclal)lcrncnlcÍ)or cl cstarnÍ)ido. Poro cito no es cierLO.Si
ltiiiiil ii liiilcs (lc ltlcli'tls(lisliitlciit(lit,cs lit clccti'icl(lu(l lit ci111sa
iilci(lcti-
te eDIl'esu inLencióny ]a iM]amãción de ]a pólvora; la máquina está ajus- se quisiera casUgar el escandalo, entonces la aclaraci6n de que Duosno
existe seria un escandalo mayor aún. Pera esta teoria la consiente el esta-
tada de tal manera que provoca ]a exp]osíón por medio de ]a electrici-
'"\.../"

do, en parte porque él se avergüenza de sus mejores espíritus, y en par-


'\W/' dad. Cuando el comandante ordena fuego a su bien insti'uidatropa, la
te por(ltic las ciências iiaLuri\lcsaplicadas aportan un bonito mont6n de
ttlil(ltiitiil t:slil ajlisla(la' paiii st:i' ilicitadii pot' la piilitl)t'iiy tiliilbiéil iiilür'-
\.,..#.-'

cuartos. EI que quieta aposü'othr a] Dias amado, tiene que forjárselo como
viene algo así como la elecU'icidad. Puede ser también un comandante
ser real; pertenece, por ]o tanto, a ]os piadosos y no puede dar ningún
de ladrones. Los disparos caemy el plomo taladra agujeros en la car-
\. ..

hh...,P' ne. Tules erectospueden temerlas palabras en for'made mentiras, calum- gran escánda]o. Só]o ]os creyentes aposü'otan o afrentan a Dias. EI cri-
minal de los Abruzos, que abofetea a ]a Virgen porque no le ha ayudado
nias, dilbmaciones, manifestaciõnes, etc. Las palabi'as pueden ser armas
en su postrer negocio, es un hombre devotoy no un ofensor de Duos.
\'-. '

o también partes mecânicas de un arma complicada.


'.:: ;,,/
Y, según esmo,un estado c]erica] ]e tratará como a buen ciudadano.
Pelo se cuenlan, entre las hêridas por media de la palabla, las ofen-
sas, y esmoes tan tonto, que jarhás hubiera caído en ello un animal de
"h-P»rFP '

sencillo Jenguaje. En tales Lonteras se pavonea solamente el sobreceba-


Í.

Z,OS leonês de ]Marco .,dure/ío EI emperador Marco Aurelio fue un


/.'

do lenguaje humano. Las ofensas son disparos con cartuchos de pólvo-


h,...+ '
filósofo y conocía, por lo mesmo, el valor del nombre. A muchas accio-
ra. Suenan, porque hacen vibrar el aire, pera no vuela ningún plomo del
nes de los romanos las llamó virtudes y a atrás muchas las llamó vícios=
caõ6n. Las herídas perLenecen a ]as fantasias en la sociedad europea,
]os romanos siguieron ejercitando ambos, pagaban tributos por las accio-
indudablemente a las fantasias,: pera que no son impotentes porque [ie-
nen curso obligado, como el mal papel moneda. Como branco de los car- nes, que por eso se llamaban vícios, y se enconLrabanbien con eito.
Solamente las guerras no cesaron bajo e] Hlosófico emperador.
bl..P:'

tuchos de pólvora sin bala se halla enfrente el fantasma de la honra. Y


cubo una vez guerra contra los marcomanos que vivían enLonces
estasmáscaras se conocen tan bien entre sí, que el fantasma de la hon-
''...../'

en Bohemia y eran célebres por su fuerza corporal- «Yoquieto danosmis


ra cae tan pronto como suena. En realidad, este es cobardia por parte
'\W'/

leones», dijo Marco Aurelio, y los soldados partieron alegres a ]a lucha


del fantasma, pelo valor en los portaestandartes del fantasma.
MienLras más honor ha almacenado el individuo, tanto más vale la con sus leones. Pues elles sabían solo por e] nombre que ]os ]eones
\.../
-4

son fieííls dc fuerza invencible.


lesión del eslaml)ido del car'Lucllo. Si al oído de un piírit:ipc aporLa el
-:-.

''.-'
163
162

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Cttiln(lo llego líi })ílliillíi, vi(ti'oí) (\oil (tsltil)(:f'it(.('trpt}
l{)s lliii!'Í:{)illiilios Sul)( t'sli(-ir)ii (It' lii l)iilitl)i'ii
salMr bacia ellas las amarillas flenlg.
-'éQué es eito?», dijeron ellas.
EI jefe de los marcomanos no estaba instruído en las ciencias natu-
ra!c$, poro era {irnl)ién lln 111íisol'o
y coiioc:ía cl valor' dcl noiil!)i'c y clc
las paiabras.
«peso? Ecos son perros, perros romanos.» Y como los marcomanos Sü/2ersllczo/z (Í / 0/7tóre EI nt)ml)i'e dc idolall'ía sc lc da sipmpr'c
sabiam que los perros se matam quando son rnolcsLos, apor't'cai'on llas- a una idolilLiía dc oU'ztépoca y oU'os pucblos. I'ucs a la piopia idolaLlía
ta matar con sus mazas a !os enormes y amarillos canos romanos. se Je clama oficio divino, Jo mismo que se llama derecho a nuestra pro
ã

Si [os marcomanos hubieran [enido cu]tura y conocido e] concepLO pia fuerza y amor a nuestro Gelo. l lay pueblos en los que está prohibido
%
de Ícones, hubieran sabido también io füertes que son, se hubÍeran deja- seguir prontmciando el nome)re de un defuntoo el de los pacientes que
@
do morder hasta morar y hubiesen perdido la batalha. llevan el mesmo nombre. Esmopodría ofender a los dioses, dicen estos
No se puede girar una ]ínea segura entre ]a fuerza rea] de ]a pa]abra antropófagos. Aqui corresponde también la idea de algunos pueblos,
8 y la supuesta. EI negro curandero de Án'ica, como el mejor médico de según la dual la unión con una mujer del mesmo apellido está consi-
nuestras universidades, puede obrar cJonpalabras como un hipnoüza- derada como una especie de incesto. rales costumbres son ajenas a pos-
dor, como un mago. E} peso de las sóbrias consideraciones sobre el len- OU'os.Pelo cuando se ha pretendido alentar contra un anciano empe-
guaje a la mística se encuenU'a expresado mejor que en nadie en Agrippa rador, enLonces la docena de Locayosdel asesino depone el nombre, como
de NctLcsheim. (Odre mágica, 1, 327; es verdad que Agrippa mesmo se entre los anLropófagos los supervivientes toman Oiro, a fln de enganar
Í
mofo después de sus escritos cabalísticos.) ÉI dica aqui, después de una a la dívínidad sobre la identidad. Otros pueblos salvajes tienen leyes que,
g ü'anqui]a exposicíón de] procedo linguístico: «Las palabras son el media como e] tercer mandamíento de ]os judias, prohíben la pronunciación
K más adequado de comunicación entre aquel que habla y aquel que oye; dcl noml)re dc sus ídolos. l.os juclíos ortodoxos no dicen hoy todavia
y ellas conducen consigo, no solo el pensamiento, sino también la fuer- Jehová, sino Schem, que quiere devir «el nombre,. Esmonos admira; pelo
@

za del que habla, la cual va a Jos oyenLes con una cierta energia, a menu- e] habitante de u n estado monárquico que dirigiera la pajabra a su sobe-
do con una violencia que modiãca, no solo al oyente,sino también a rano, pronunciando simplemente su nombre de pita, aventuraría una
oü'os cuerpos y objetos inanimados.» EI oiro capítulo io comienza Agrippa acusación por delito de lesa majestad. Los máhometanos beatos evit:an
8
g con las palabras: «Los nombres propios son muy necesarios en las ope- el pisar una haja de papel porque podría elevarel nombre de su Dias.
raciones mágicas, como aseguran casi Lodos los magos.» [.os judíos devotos y íos nióos c!'isUanos besan [a Bíblia si cae casual-
mente a] sueco, y todos los leitores de periódicos deberían mirar escru-
b...#/

{
pulosamente sienpre, a üin de evitar un procedo, si sus respectivos ü'o-
i zos de papel no contienen el hoillb!'e del sabei'ano, antes de destinam'les "b/

a sus naiurales desígnios. Hace algunos aços se iíevó a cabo realmen- '\.+

te un pi'obesoasí, por lesa majestad; verdad es qlie era patente la inten- "'.....,'

ción dc olcnsa, poi'quese oil'ecióa la venta ltn esct'itoimpel'iíll ompi'e-


}
so en brando papel.
EI poi mí [aitlasl:e('escitado,\gi'ippa,que pat'amí muestt'asu picar-
dia incluso cn sus c-s('i'idoscabalísticos, }la obsel'fiadouna vez en su "HqÜ«'Ü.':

/,y/os(!/}'a (')ci///a (lit)t'o 11t, ca})ílulo 26) una t'ilz(in })t'ii}(i})al de la sti})('!'s-
ticiól} dcl ilonlbl'e: «Los nonll)I'es babados eu el ciii('uio de las csll'ellas
.' &U;P -

164 165
'H'lb....
Lienen,aunque sean ignoradas su importância y sonoridad, más fuer- Stlpe/'sZiciórz de Zczp(z/(zbr(z Platón y oiros buenos filósofos de la
za en anil obra mágica, según Ins princípios de la filosofia, (luc }os nom- anligilcdad sc ícmiLíím con frecuencia a los versos de Flomero, como si
-li

bi'es que tienen un sentido, ya que deb'ás de su iiicompi'ensibilidad cree el poeta fuese una autoridad para la realidad. Los versos no son, para
el alma maravilhada presentir algo divino en ellas.» Nosob'os estamos elmos,citas de adorno ni apodos mordes de sus pruebas, sino algo como
por encima de la asu'ología y la cabala y no estamos inclinados a equi- sentencias realmente. Hoy nos hemos hecho más ütnos.Pero las pala'
paradas con la superstición del nombre, quando millones de contem- bus que el pueblo ha descubierto en sus necesidades o en sus supers'
porâneos creen en e] inf]ujo de un nombre casual, el nombre de sus ticiones se manejan todavia como si la existência de ellas fuera una
patronos, sobre sus vidas. En el catolicismo el santo protege a su ahi- demosü'ación de la realidad de aquello que ellas denominan.
jado. Y yo no conozco más que un caso en el que el pau'ón haja sido pro- La universal palabra bedeülen(significar) nos interesa como paro'
tegidopor e} ahijado. EI gran crítico práctico de} ienguaje que era dia de la formación de} lenguaje. Del sentido primitivo «incitar a algo
\. .,.'
Napo[eón fue bautizado con e] nombi'e «Napo]eone»; e] nombre no ]ucía por media de la irldicacióti» («duro/l JVlr2dezzmrzg
el as eram/assen.«),por
ya en el calendário, de modo que Bonaparte no conocía el día de su san- exemplo: insinuam'a alguno a haver algo, se ha hecho con el [iempo una
to patr6n. Después fue tan amab]e e] Papa, que ííjó de nuevo al santo caliülcaci6n para todos aquellos casos en que se quiere haver mención
'~h ,-'

\\...-

Napoleón en el caiendario, en honor del emperador, y hasta en la fecha de otra cosa, extrafía o indeHlnida. EI lenguaje se ha desarrollado con la
'Hh-...,./
15 de agosto, cump]eaf]os de] mesmo. Y el Papa hubiera declarado san- metáfora, esta es, de tal modo que una palabt';t çigniHicaba a vedes algo
to a un clérigo antecesor de Boóaparte, si Napoleón hubiera temido giis- que no signiHlcaba. Hoy se entiende bafo ]a palabra bedeülend algo que
to en elmo.La anécdota es históFicamente auténüca. es de importância; Goethe, que amaba mucho esta palabra, entendia
'$

'\W'/'

La extendida supersüción, de que e} propietario de una imagempiie- aún bojo be(Zeüe/zdalgo así como demostrativo,cm'acterístico.Seria bue-
\b,,..#" de ocasionar daííos alorÍginal Êolpeando y lesionando la imagen, está no limitar [a tan ma] emp]eada palabra a la explicación de metáforas;
emparentada; con este terror de} nombre y esta sumisión a la imagen del por exemplo, en la frase Sie zd/l/ze síebzeAn Lente, l,onze [primaverasl
nonlbre. Nosoti'os estamos por encima de estas niõel'ías. Pelo también signillca aços.
'\,W.r/ '

'\U..P-''

creemos padecer dados cuandó vibra en bocas daãínas el !eve sortido Pelo ]a superstición humana poseía en bedeüZenuna excelentepala-
"-.....P-
dc ntiesti'o nombre. Nosotros ctbí'mos poder nlantenet' ]os Rlntasrnasde l)t'apiiia indicar'tina scõal dc iin sliceso fuuiro o de una verdad ocul-
illlcsli'c)s cc)ll(:cPtt)s cii Bits iiPill'c'lllcs exisLciiclits cotisei'x/iiilcio sóis llolll- ta; y poi'que la poscía, la usó. l)cu'ás clelos fenómenos naLur'atessc ocul-
bl'es. Y si lln ta] nombl'e suei'e;a pesei' de ]os cuidados y no se !e puéde
-.,./

tada cl T)odorde los dioses que con seõales y milagros anuncian lo futuro
st)Pot'l:tt' illiis. l)ot'(ltt(' ('oiillt'llz:l íl tll('t', ('{)lllo. Poi' (')('illl)lo. c'l l)t)iilto llolll- v lo ociilto. lo iilisíttotltic los pt'csLcsdcscmbozari lo I'ttLtir'o
y lo oculto
"hh./'

\..../ l)i'(' I'tt('i'zi! (lÍ' \-i(lit(/,r'/)r'/l.s/I'/rl/7), {'íitoti('t's s(' I'('liii('!i los l)oti/.os (l('l ('tillo t'{)ii l)jiliil)í'iis. St' l)i't'É1111ili'i, l)ii(:s: ê(lti(\ siH1lill('ít(ríJr/ç /;ílr/(Tlll('1) ('st(: l(}r'r'(:-

"\bq...+/
lo I'cspc'c'Lido y dali a los allcgados dc la I'tia'ni de vida. a bis ou as I'uei'- moto? éQué signillca este mal pat'Lo?éQué signillcu csLc cometa?
zas anímicas, un nonlbre suevo; por ejemplo, el nuevo y bonito nombre: ] loy estamos horriblemente desengafíados y cedemos a ]a investi-
racultad(Jze/rnõgen). Y comienàan a pedi'ii'se las hculLadcs, y hay que n-aciónnatui'al los tear'emotos,]os cometas y ]os abortos. Pelo quando
bauLizai'ics d(' lllicvo, y sc alar!\üi'ilrl: 1lincioiics. /\sí sc llanian a:('ttial- cita:otllinltios (.n cl lcllgttalc usual tina palavra dcbi]ilada, cnvejcci(]a,
'hh;. ./
illt:itlc. l)cs})tios dc cictt illüos liill)i'a pt'i'tltdo t)l iloili!)i'c Ittc!'zitstl tllill (luc 110se compt'cit(lc tuas, nos pt'eguriLanios con la rilisma sul)cí'sLicir)n:
odor, y se volverán a llamar fllerzas las fünciones. êqué significa alma? ZQué slgniHca razón? éQué signmca materna? Cuando
Las abstracciones recuerdan a un judío polaco, un hombre moder- la geologia enseííaba aún que Duos había crendo las rocas y en éslas las
no que no gustaba de su nombi'e, Moisés. Cuando estuvo en Carlsbad, huellas de plantas y animales, nos preguntábamos: ZquésigniHicanestas
donde nadie !e conocía, se preséntó con el nombre de ltzig. No se esfbr- maravilhas naturales? Hoy se aclarar estas huellas de plantas y de ani-
z6 demasiado.
\....../

males con la formación de la berra y la historia de la evoluci6n de las .ã

especies, y nos decimos: Zqué significa evoJuci6n?


'-...../

167
\.../ 166

~....,.''
ãebzn La mayoría de ]os hombres suõ'en esta debilidad espiritual que /'eZic/zes de /(z pa/(zÓra Todavia más que en el lenguaje corrienLe
consiste en creer que, quando existe la palabra, la palavra debe existir se hace en ]as ciencias un fetichismo con palabras; tantoel teólogo,el
también por algo; porque hay palabras, deben ellas responder a algo dual construye o lleva adejante un sistema sacado del lanlasma de la
real. iComo si cada alteFación o descomposición en una piedra hubiera superstición popular, hace reLichism(Zirritante, como el simple aldcano
de ser la huella de una planta! iO como si los garabaLos trazados casual- que cree ùnicamente en e} fantasma.
mente por un bufón hubieran de ser siempre un /teZlüsdescifrable! Así como estamos más inclinados a tener por más sisLematizadores
SÍ, el lenguaje se usa, por lo general, así. No s61ola gente vulgar y de un saber muerto a ]os teólogosde Ja Edad Media o a ]os teólogosde
los -como es común llamarles-- //a/ógéól/deen (mediocultos o medioi- los antropófagos que a los actuales profesores de teologia, así vemos
niciados) recogen nuevas, exU'abase incomprendidas palabras con que también claramente que en la historia de las ciencias se ha ti'abajado
engalanary adornar la muestra de su bordadopalabrero, sino Lam- con ideas ahora envejecidas, con embrollos e idolatrías; pelo no quere-
bién sábios e investigadores y pensadores se revuelven entre sonidos mos admitia'fáci]mente]o mesmodedos más e]evadosconcepLosde ]a
aõejos y descompuestos, buscando la solución a un enigma que elmos momentânea ciencia. Y, sin embargo, la personinlcación o la deiflcación
mesmos se propusieron. Se ha creído una vez hallar y solucionar enig- es hoy la mioma que en los Liempospesados. Las«ftici'zas» aisladas jtie'
mas en los dibujos de flores aisladas y en los esqueletoscranianos de gan lio) el mesmo papelque un día lus«qua/fla/csoccu//aa, y aunque
los peões-Pelo, al nln, estas fueron disü'acciones semiconscientes. Se ha los eruditos [ambién, quando se ]es ]]ama ]a atención, niegan e] erros de
pretendido descobrir el significado de líneas ornamcnlalcs amor'icanas la l)oi'sontHcaci(Itt. stgii('n p('nsíindo. siil pn)l)íirgo, rii ciini lo ('elos sc
pr'llnil.ivils co11 :iyti(lfi (J( (:iit'il(:l,(tl'(:s li(:i)!'c{)s. lt:gtils; I'il('i'oit tit'c('(lit(lÍ:s. t'l'ccí} ittít(l\ (.i'ti(los, (l(' la tttisill l li)I'ilillil !iiilil( I'it. l)ilt'il (.l titó(ii(.i) Ins
1)(:1'0(l(:s(l( iiriliHtio, y }ioy lo(líivííi, s(' Ini t'iiil)It'ii(1{) t-l ítiils t'sll)l-zit(lo l){'!isar citlt-l ítit'(in(lcs si)il Ittt'i'/-iis})t'i'st)íiiilt's, ii l)('siit' (ip Vii'cltow . pci'sotiili
sar del homo)re,esmoes, las asociacioncs de sus experiencial vivas, en caciones quc él combate. Par'a el naLui'alista serás personillc'aciones las
restos verbales de generaciones muertas hacc Liempo;sc ha pretendido cs})ccics, a pesar'dc Dai'vçiii. aiinqtic lama)o('osc qui('i'ii n(Iniilii'. N'líls
desde hacc Licmpocnnvcr'Lir cri nlicvo alirncnlo Itls ex('i'cincrilos (lc los \ isil)lc ;li'llt s i';} la I'itliii illlt {l{)tl(i(' la l)t'ílpin l)cl'c('1)('i(3li ol't'c(.c iit('i)i}
fIIII(:1)ÍISII(1oH, (:oI1 1oS lItRoS (11: 1oH I')I'HIIIII)H (IIH(.SIIVt)S IIIIIIIIIItII)S. \' I'S ttII(: ll'ítslitl)it.ittt'lit(' iiis iiiii'ig('iit's liiit(liilii( itliil{.s. l,ii l)st('1)Itlgiit iil)tttt(in (.ll
no se hacc olha cosa quc querer r'csolvcr a toda cosia un r'cülls,(lue no pci'sortillcaciolics. AI alma sc lc ücomodai'íln, poi' ejcmplo, pies pet'so-
es reóus o cuyo lenguaje no se comprende. Como por ejemp)o, cuando niHlcaciones: el entendimiento, la razón y la fantasia. Atm cerebros gene-
investigadores muy modernos intentan todavia definir el alma, el nin, el ralmente ]ibres no pueden --a pesar de caber manifestado ]o cona'ano
organismo, la vida, la muerte, o bien el lenguaje, las categorias o las raí- en un prólogo o epílogo o en ob'a apropiada ocasión-- hacerse lebres con
ces, ùnicamente porque las palabras existen. facilidad de estas imágenes, de que cada una de estas pseudodivinida-
Por último, debe haber sido un necio decidido el que introdujo des dirige una determinada actividad del alma, como los negociados en
en nuestras revistas de recreo el entretenimientode los enigmas. los ministerios. Es precisamente el mesmo proceso que hacía a los grie-
Indudablemente, seria beIJo hablar con hechos en lugar de palabras, gos erigir divinidades defensoras especiales para cada ramo del vivei', y
reóüs en lugar de ueróls. Pero el charadisLa no face más quc simplificar después pei'soniílcaban especiales ninfas para divisiones más peque
e] cómodo sistema de la escritura de letras. Seriamente crer que deben ãas, como Dríadas y Oreades.
ser enfermos de espíritu los que componen nuestros horribles Heómse La idea de un Dios panLeísLicono es en nada más metafórica que
(excluídaslas biomas), y que son unos niflos los que se entregana las el concepto de un Duos monoteístico o de un Dias politeístico. Así en la
obras de rales necios.
vida del pueblo la idca de la sabei'imía ha buscada como conducLor pi'i
mero ai caudilhode }a tribo, después a} rey y después la totaiidad del
pueblo; pero la soberania no fue, pues, más que Ja necesidad de todos
de defendessecontra ]a bestia]idadde] individuo. E] patriarcado, ]a

.168 169
por vez primera unos viajeros poilugueses a las ülguras hechiceras aíh-
monarquia y la democracia (panal'quía) fueron formas diversas de una canas. En latín,JaclícÍüs quiere decir artiüicia] (en oposiclón a natu-
mioma iJccesidad. EI ei'ror grande del anarquismo está en que no ve la
bestialidad humana, en que mega ]a necesidad de la coacción, en que
cl'eehaver vencido esta necesidad porque ha sacudido los cimienLos
lógicos }' la legilimidad de las difererltesformas de domínio. En la pri-
mera democracia(panarquía) itiodernasurgió también el panteísmo
sistemático.

Z,os djoses son p(zZaó/'us Pero a la evolución de la idemde Duos res-


./
pond(' tnticho más la evolución de la idem de alma. 'l'ambién en la psi-
t-olnÊIÍii
st' iil't'l)liil)iiittil(-s ini iilíiiii sllsliili('i:il, l)t't'snltitl;iiltt)t-iis(' lit:tt(l(}
rn:ls a conccbir el organismo animado cornúnmenLe, sin clejai por cso
'h....,''

\'h++++ '

(le ser cl alma tina pcrsonillcacirln. I'ambién a las más vielas mitologias,
"'\;.n. ' t'ttVos iiil'lllil)It's (liost's stií'Ht('t'oti (It' lias it vt'li(bis, (It' lias {.llílioloHÍiis l)t)pti-

'"- :::.,,:
lat'cs y, It'ccucitlcinctILC, siii dttdit, dc los mitos Liibalcs, comi'cspondc un
estado de la psicologia que asignaba diferentes almas, como directoras,
''....,..''
a las diferentes {unciones.
' \.».,.r"
Pr-iinci'o tlcl)pinos lil)ci'líii'nos dc algtinas I'cpl'('st:lltacioncs iil)oi'fa-

''\h- "
das, si queremos sentir el significado o la importância total de esta intui-
ción, de que los dioses no sdn más que palabras. Una ilustrada historia
de la religión creyó suplantar los dioses comparándolos a las palabras,
\b\.../ /

'B* M'4

a pesei de que las histoi'ias de la religión forman. a su vez, verdaderas


-J supersticiones verbales. Ella doce: los dioses son palabras no más. Pera
h#../
nosotros queremos haver ]o más convincenLe nuestra pequena opl'
ni6n acerca del valor de las palabras humanas, comparándolas, a su vez,
'....../.' con los ídolos. Y diremos: las palabras son dioses no más.
Ante todo, hemos de dejàr caemla u'admitida representaci(5n de que
existe una diferencia egencial entre el fetichismo de los puebjos negros
ra la religión.
más mudos y tma depurada, y si quereis üllosónlca, religión. Un fetiche es
una cosa perceptiblea cuja presencia sensible cree unida el creyenLe
'\...,.' una fuerza sobrenatural y socorredora. Es cierto que el negro arroja
':-.,.../
lejos de sí el fetiche de modera tablado pot'él, cuando no le a)udó en la
demattdn. 1(1bandolct'o ilaliailo abolcLea a su Vir'gt'n tallada en made-
i'a, criando le lalió lm golpe o intento, y la vez próxima vuelve a pesar la
*-.../

abofeteada ímagen. Lo esencial en ambos casos es una cosa, un obje-


to, en el cua] hay una fuerza sobrenatural que ayuda. EI que aqui acaez-
l It'J'ct'cP
c:i itlgo (:oillt'it llilllll'íil(.zii sc v(' yii (11i cl itoit)l)t'c <<1?(-Liclltt» (lti(' c)toi'gnr'oii
.J'
17Í
.....:Fr
170
/l/ci:r J /ü//(i/' l.a dcpcii(l(:ii(}ia (lc la iiiiLolt)gíii (ltíPí)OÇ:: l):iliil)t'a, solo 1){'ltsst ii : (;cs( /l/'r/z/c (/(:/ /)/zl'/o.soP/i,i'c, 1, 1)0, 1't.7). Sr)lo (lut: ocitsioilal! elite
más tarde leyenda y más tarde aún Jeyenda poéUca), la ha reconocido se face tetravez a] Vâc imitador de] entendimiento y su subordinado.
e] mesmo Max Müllen EI dce (Ei@ i d. ne/@iomt«üse«.;c#.W, pdg. i / 7) Zeus ha sido desü'onado por la asu'onomía; ella }e ha talhado su cie-
muy bien: «Mitologia en el sentido más elevado de la palabra(él quiere ]o. /\sí tomai'á ]a psico]ogía su vivienda a ]as virtudes, e] í]]ma.
dccir prudentemente: cíi(la i'cligirlit) cs la I'tia'zii CJci'ci(la l)oi-cl lciigualc (;il:indo !os dioscs auniclilni'oii y {'tlt:l'ol} tiilít:il(:s clc !'ctcltt:i', sc abs
sobre el pensamienLo y precisamente en cada poslble esfera de acUvi- traía de ellas la divinidad, en la que éreíah aún, por ejemplo, Voltaire y
dad espiritua].» Esta suena a fuerte críUca ]ingüísUca. Pera Max M(iller Leasing. De }as absü'acciones sin culto se han extraído conceptos cada
coritinúa: «Y yo no Laí'do cn liam ir a l.oda la histoi'ia dc ki filosofia una vt'z tliíls Liceus.Itasta (]uc st: iicgi l)a a k! i1111aitutda
aboli'ilcci(}iiclclscl
no interrumpida lucha contra la mitologia, una continua protesta del o de !a esencia.quando Robespierreproclamo, en lugar del Duossupri-
pensamientocontra e] ]enguaje.»É] ve que ]os dioses son pa]abras, é] mido, el «Ser Supremo», no hizo, en realidad, oU'acosa que cambiar una
no ve que las pa:a})ras no son más (ltic dioscs, q11cla filosofia taltlbién ítl)slt'it('t'!oii sc(:íl })oI' oLi'íi clt' igtiiil villa'tt('iit. )' (:! «S(.t' SttPt'cJtilo» c:llc:oiitr-
es solo mitologia. ó, como sus antecesores, el peco tiemPO que Luva a]gún valor, sus
curas, sus abracadabras, sus comedias de U'ajey sus camÍceros y carni-
cerías.
/,(ZS /2aZ(zb/"(zsSO/Zdíoses La tacha de leLichismo quc sc alzü aqui Lippci[ se ]iii dado \ crdadci'o Lrubajo (//is/o/ ia (/c /a c z/]EZ/a.] 1,438
repetidamente contra el abuso de la palabra es, desde luego, más que y ss.) para absolver de la sospecha a los adoradores de fetiches, dicien-

B una simp]e imagen. Parece como si ]os dioses hubieran surgido del mis-
mo modo que las abstracciones, que los dioses no son más que cosas
do que elmosveían a Duosen las mismas cosas palpables.EI fetiche no
debeser una irnagen de Dias, sino más bien su morada, su templo. EI
abstractas, como, reciprocamente, las cosas abstractas no son, en realí- intenta probar esta Hna distinción en los negros, egípcios e índios. Yo
dad, nada valioso, sino simplemente dioses. dejo alia lo de si }os negros, los egípcios, los índios y, Hlnailnente, e} cré-

B Se observo del aparente cielo que ya era azul y claro, ya oscuro y llu-
vioso; se empleó una unidad para las diferentes exteriorizaciones del
dulo aldeano de culto estado europeo distinguem tan finamente. A mí
me toca probar, sobre esmo,que ]a dominante supersLici6n de la palabra
sujeto aparente y se ]e ]lamó, por ejemplo, Zeus. ÉI azulaba o tronaba y también en ]os mejores cerebros, que (para decido br('xcttiente) nues-
era un duos. tro acostumbrado pensamienLo ha de haver e] mayoi' t'\l'ttCFZO tam-
Se observo en las aparentes almas humanas(que a su vez como bién fuera de la religión para distinguir tan finamente. éQué es, pues, !a
. .../

un dites,como un yo, e} yo de diferentes exteriorizaciones, se había inven- más común idemespecífica, como árbo] o perra, cn el sentido de Platón \.#-'

tado en el individuo) semejantes disposiciones fundamentales, propie- y del realismo medieval, en el sentido de todo el mundo, sino un fetiche, ',-../'

dades que se creían útiles a los demás: bondad, valentia o virtud prolí- una fuerza sobrenatural, que en la formación de cada individuo-árbol
fica. Se tema ]a necesidad de ]a unidad y se ]lamó a aquello que entonces o de cada inda\-iduo-perra ayuda sobrenaLuralmenLe? Ningún ojo ha vis-
../

supuestamcnLe ge agia osLcnsible: virLud. Mucho luas palpar)lcmenLe outodavia liii íli bol o cl ái'bol, ull pci'i'oo cl pct'i'o;iii liii i'oblc o cl i'oblc, ». :

que en ]a Europa de] norte, donde las viejas initologías han sido des- un caniche o e] caniche. Tampoco se ha dado todavia el ojo o un ojo. Y 'Í"q.a. -

truídas hasta [o inconcebibJe, y en Greda, donde e] ]enguaje antiguo se porque cada fuerza oculta o divinidad viven en cosas cualesquiera sen-
encubrió con }a mitologia, puede seguisse entre los i ndios ia deiüicación sil)lcs y peiceptibles, lla do t'slilr nítida a algo i'edil,lkpoi'qtic pat'ii lal(.s
bb. ..#

dc las [)anal)ras.l.a ínisinii lil)acióii(.víi//la)llcgu n sci' tília (liviiii(lad. ttl(.iis t's})('cÍllc'iis llo })ost't'lili)s liii(lii lliils st)itsil)It: tlti(' slls piiliil)i'iis, l)ot'
EI rezo (brahman), que primero se materializa y fue, como la libación, eso estas divinidades esLánprecisamente encadenadas a las palabras
un medio fortiHlcadorde ]os dioses, ]legó a ser duos, Brahmanaspati, y, como a sus mol'idas. Y los homb!'es y pueblos que dLjrante siglas han
''..'
finalmente,el supremo Brahman. No cs, puas, más que consecuencia, crcído cn las idcas Flui($niras, calo cs, cn la vii'luulidad subi'cnalliial dc
cuando a] Vâc, al discurso sagrado, se lo naco principio dcl mundo(V. [as ideal especí]]cas(sobre cuyo socosentido posib]ea ]a ]uz del dai'- ';'..V#

Í72 173
winismo hemos de hablar todavia) nos parecen, desde estejunto de vis- Or(zciones Para nuesLra situaciÓn seria una bt'oma barata pense'
gtiit-al It:tichc dc la palavra cn su virLualidad desde los primeros Liem-
ta gana(lo i'ccicnlt:mciitc, simples I'l'lichistas. l.a teologia t'acionalisLa
que como el negro de Lippesl despiecia el fetiche palpable y reconoce pos hasta el día. Pel'oes, i'ealmente, digno de notar como se manillesta
en el interior de tantas religiones e] brutal fetichismo de la palabra en
ùnicamente el espíritu que en él mora, que [ambién ha vencido a los
nuevos dioses y que espera ayuda solo de la religión desarrollada de la el sentido de conceder un valor especial a la justa invocación del Dias.
razón, nos aparece como ]a fe en ]a fuerza de] pensamiento usual, en la «La divinidad no hace oídos a un ]lamamiento cualquiera; ella debe
fuerza de la lógica, la cual espera de la encadenación de las palabras conocer a ]os suyos en ]a pa]abra y en e] tino.» Esta vale tanto para la
una explicación sobre la conexión del mundo no observada jamás aún. imagen como para la palabra. Las obras de Fidias no tenían en Arenas
Y aunque yo mesmo he arrojado, enü'e otros mal parados y quema- la mayor aceptación religiosa, sino las anLiguas, groseras,«apropia
dos fetiches, cl fetiche de la palabta, y me imagino st'l' líbio, cspt'r'o ristie- das» im;lgcncs divinas; asimismo pat'a los beatos es hoy todavia justa
fio a] homo)i'cmás fuerte que lla dc indicar' con el dedo dóílde está el y apropiada la irnagen anLiguay no la pintada siguiendo los métodos o
[endencias más incide)nas. No solo en Romã se dio una regia prcsct'ita
#

nuevo lêtiche hasta en mis preguntas mesmas. Presiento también la dü'ec-


q"h-.»/ "

'\\U..,.,r
ción de su dedo. Pues aunque he mirado atentamente las palabras como y justa para recitar las oraciones; hoy todavia e] dono acústico en las igle-
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simples signos recordaLorios para la similitud de representaciones, creo, sias católicas y griegas y en las sinagogas judias se cuida de impóner el
sin embargo, saber que esta mesma aparente similitud objetiva me es modo justo de invocar a Dias. Así se ha conservado en la Índia el sâns-
\'q'.n+'"

soprada desde el lenguaje heredado y que, por lo tanto, el fundamento crito y e] hebreu ente'e]os judíos europeos. En la curaci6n de enferme-
ordenador para mis grupos de representaciones descansa en el último dades está fielmente prescrita ]a frase, y el pastor evangélico que quie-
\ fetichismo, que bien puede constituir la esencia de la inteligencia huma- re sanar a un enfermo por media de la oración dirá la fórmula sílaba
na. Sin una sombra de estou burgos de ideal se ha hecho notar ya que por sílaba, como consta en la luterana traducción de la Bit)lia. La ora- .}'

"\m.

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los antiguos ci'eían descubrir el alma en el cálido y húmedo aliento que ción vibre, la creencia en una uni6n personal con Dias, es pieUsmo, es
escapa de la boca al respirar y al hablar. Así el aliento, el a/lí/ zus,podia casi media herejía. Desde el punho de vista de la fe no hay nada que
llegar a ser el fetiche del alma humana; la palabra, feUche del Dias crea- argüir contra el empleo mecânico de la fuerza mágica en la palabra. Es
dor de almas. conocído que los budistas lamaístas poseen mácluinas de orar o mol-
hos, por decido así, cilindros en los cuales está grabada inHlnitasvedes
'b.. .,/

Apor'tede esmo,los antiguos tienen ya también el pensamiento de que


'-\.PP'

[as pa[abras podían ser dioses, que e] Xóyoç puede ]]egai' a sei' üt:óç, bas- la sentencia mágica: «E] premio en e] Loto Ámen'-, y que son movidos
tante inocentemente modelado en el extraõo culto de su dias Ajus- con la mano o con fuerza hidráulica. En oiros lugares no se han intro-
Locutius, del Dios del lenguaje. Léase lo que Diderot observa ironica- ducido todavia estas máquinas.
'\.,'"

mente sobre elmo.Pero ya Cicerón había usado la bioma definitiva: este No cabra duda de que la antedicha curación, como todavia se prac'
dias hablaba mientras no se supo de él; pera quando cubo sido dias, y bica bastante en las principales capitales europeas, se baça en antiguos
"'"'n...:

tuvo templos y altares, entonces ehmudeció. Indudablemente. Las pala- usos religiosos, y que el exorcismo, por lo tanto, es una adeja invoca- 'i.

bras son dioses;pues los dioses no son más que palabras. ción de una divinidad. La ayuda sobrenatural es claro que sewía siem-
De miedo ante esta verdad, la religión ilustrada huyó face cien aços pre y ùnicamente para los males del hombre; y como la enfermedad es,
enü'e todos ]os males, e] más modesto, así pudo conservarse más en este
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al senümiento mudo, al sentimiento de la «simplicísima dependencia»


'\. ; ;P/
(Sc/zZe/e/mac/zer).En aquel tiempo podo escribir Bõrne, que contaba die- ramo el fetichismo de la palabra. En el Hendidad se doce una vez que las
'-h.... .M
ciocllo aços, a llenriette l lei'z Iti !rivialidad : «Duosestá solo allí donde enlcrmedadcs pucden ser cul'idas con el bisturi, con las hierbas o con
b' no hay lenguaje» (13. 11.1804.) la palabra. Ésta es hoy día aún la situación de nuesü'os enfermos; a lo
más ha cambiado el orden, ya que hoy primero se açude al médico, des-
ptlés al climao al exorcista y solo al final vamos al cirujano.
175
174
''..'
No fue más que lógico por parte de los brahmancs colocar cl poder el fcticllc Li'acaba,el pr'cslc lo digcr'ía. Los iinLigiiosfetiches han dcs
de sus rezas sobre el poder de sus dioses. No Leníanmás que colocar aparecido. I'a no se eleva, por ejemplo, a }os querubines, ni a las aladas
obrasílaba u alfa acentuación en lugar de la verdadera, y dias y los invo- cabezas de bueyes ninguna ofrenda material. En su lugar, han entrado
cadores eran bur]ados. «Los dioses están (por media de] rezo) en ]a juris- [as «verdaderas» pa]abras de ]a Bib]ia, y ]a lógica ta]múdica transformo,
dicción de los sábios brahmanes.» Y ba.io estepensamiento no se sabe, por ejemplo, la frase de que no es permitido asar el cabrito en la leche
realmente, si los brahmanes, que ya habían llamado a los hombres ani- de su madre, en todo un sistema de leyes gastronómicas. La ofrenda
males domésticos de los dioses (comp. Deussen, 11,58), no veían más de la inteligencia se elevaal nuevo fetiche linguístico, y ya no hay nadie
bien en los dioses los animales domésticos de los brahmanes. que io digiera.
Se comprende por sí mesmo que el fetichismo de la palabra no pude
más que ser alentado con eJ descubr'imiento de la escritura, pues un folia
j'

o un escrito perfecLamente claro es siempre mucho más palpable que e/igÍÓn y cíe/zci(z He tenido que haver recordar esta evolución de
un a]iento ]'ugaz. Por esta e] amu]eLo, un trozo de pape] en una cápsu- ?'

la relígión judaica, por(iue aqtií, en tul hecho histórico, podia, por casua-
la, es un extendidísirno médio mágico, especialmente en los países del lidad, i)anel'se visto dai'amente el peso del fetiche a la palabra. EI saca'i-
lslam. Nuesu'os aldeanos desprecian a los turcos, pelo escriben sobre nicio de los templos ha alegado a ser cu]LO verba] de ]a sinagoga en un
las puertas de sus establos: C t M t B, lo dual ha de haver bien a las bes- tiempo histórico y de maneja clara, y hoy vive el íabino tanto de la
tial. EI judío ortodoxodesprecia,a su vez, al aldeano,y colocasobre superstición iingüísUca de sus feligreses como un día el }evita de las
su ftenLe o en el brazo filacterias con pasajes de la Bíblia según des- ofrendas apontadas. E] «aprender» de ]a comunidad judia ortodoxa en
cripción justísima. }
Polonía se círcunscribe al texto divino de la Bíblia. «Aprender» quiere
devir, en su corrompidoalemán, orâ el rezo o }a leitura, en altavoz,
de la Bíblia, ol'a la investigación teológica, esta es, la apiicación de la
/üd(zís/7zo Precisamente entre los judíos se ha desarrollado el feti- lógica a las palabras de este libra. Este ortodoxo y judaico aprender se
chismo de la palabra en una dirección que, para nuestro punhode vis- diferencia del pensar cientíHlcosojamen te por la limitación teológica. Y
ta, es rico en enseõanzas. ÉI conoce justamente la prescrita invoca- por esta me parecia que seria un buen ejemplo para la demosU'aciónde
ción del duosjudaico según el texto y Ja melodia, y conocc hasta csa que en todo nucsLi'o pcnsat' o l)abiai' está oculta la t.eología,y (}ue las
variante de la superstición de la palabra, que no osa, a su vez, pronun- palabras son dioses, sencillamente. Este pensamiento es hoy tan exü'a-
ciar el nombre de Dias bojo pena; pelo ha consumidotambién la corres- fia que debo detenerme para hacerio más concebible, a pesar del ries-
pondiente oposición muy agudamente, dando la religión revelada como go de la extensión y la repetición. Yo quiero devir, por lo tíanto,que nues-
la auténüca palabra de Duos. Aflora bien, como }a desü'ucción del esta- tra le en la lógica, nuestra fe en que con lógicas operaciones sê aumenta
do judaico acabo con el viejo culto, con sus ofrendas, etc., el judaísmo nuestro conocímiento de] Inundo, es una Fe teológica. Yo quieto decil':
se hizo finalmente una religión de palabra, una ocupación con la pala- [a conciusión lógica de ]os:rabinos ortodoxos se dif'erencia de ]os resu]-
Ê'

bra de Duos.Y esta ocupación esco]ástica con ]as palabras de la Bíblia y tados }ingÍiísticos de }a ciencia ùnicamente en e] punho de partida. EI
del Talmud, esta devoción religiosa por aprender y enseííar, es hoy toda- rabino parte de la idemde que Yahvéh ha prohibido a los judias asar el
via una particularidad de} judaísmo. Quizá eito ha contribuído a una crivo en la feche de la madre, y ha;querido expender con ello simboli-
cierta agudización unilateral del espíritu judaico, quizá procede de aqui camente la prohibición a toda mezcla de carne y leche. Alara, si Yahvéh,
i'

!.

una cierta inclinación literária de tantos judias. Pera nosotros vemos


b':,i;

ã' e] dias de] pueblo de lsrael, hubiera dictado a Moisés estas palabras,
aqui bafo una nuevã forma el fetichismo lingüístico. EI feUche-objeto demosh'ablemente,y hubiera pensado con esta prohibición en todos los
del templo recibía los regalos que le llevaban y ayudaba de una mane- manjares análogos,entonces los ralhos tendrían razón, y !a mujer judia
ra sobrenatural,tanto en Jerusalén como en el interior de Áftica. Lo que oriental seria obligada frente a Yahvéh a atclrmentarseun tiempo de

176 177
:'
sli vida, eil provccho dcl t'abitio, con la disLincitlndc:«valillii dc cai'nc y te Licmpo, abandonado por el protestantismo consecuente, como ]a vene-
de leche». NosoU'os reímos de rales cuidados, pera no pl'esenlimos toda- ración de Duos-trás la anulación de su personalidad semejante a la
via que nuesü'a conlianza en los i'csuludos intelectualesfabricados por humana-- no puede ser ya más que una expresión Hlgurada para el sen-
nuesLra lógica $c debc llrlalincntc {l la s\lpci'sLici6n cn trios fetiches, a timicnto de respeLo ante el universo todo, esta deHlnición de la religión
las palabras. sonará por lo tantoasí: la re]igión es ]a manera de reconocer con res-
Para haver, por último, más poderoso este presentimiento,he de peto la causa del mundo. EI respeto no puede asirse naturalmente más
ahondar algo más con dos palabras. Si la ocupación Lalmúdica de una que al conocimiento real, no a simples hipóteses.Si poseyéramos cono-
comunidad judaica ortodoxa, en medio de un estado cuyo círculo cul- cimiento del mundo, elmoproduciría justamenterespeto, así como los
tural vive pago más o menos en las intuiciones de Kan L Darwin y Gohu jefes del futuro estado socialista gustan de sentar con atentas palabras
StuartMil], nos aparece, no como ciencia, sino como mero ejercicio reli- las hipótesesde la explicación materialista del mundo en lugar de la vie-
gioso de pensamiento, es simplemente porque el lenguaje de este «apren- la religi6n. Solo por esta no es ya una relígión nuesu'a concepción del
der» ha quedado retratado en uno o dos siglas respecto al lenguaje de mundo: porque somos escépticos, porque nuestra intuición del mundo
I'\ \PF"

nuestra ciencia. La lógica del Talmud fue científica en su tiempo, tanto es para notou'os solo una hip6tesis, que no puede, por lo tanto, reque-
'V\ .+. ' como lo !:ue la aclaración de} Coram y la dogmática crísüana por aquel rer sumisi6n o respeto.

'...,....'
tiempo. Toda religión es ciencia para los creyenLes.Solo que los esco-
lásticos no supieron que ellos empezaron a ser increídos cuando divã
''~-" (i.:.
diel'an las doeu'idas de !a iglesiá en religión naüiral, o de la razón, y rêli- neZigión cíe/zci(z fiel/(z Y así crer poder arriesgar el peso adora y
gión.revelada. La iglesia Lema razón completa desde su ptmto de vista, poder decir cuán literalmente comprendo yo que nuestras palabras son
$ã'.
citando no qtiiso colei'aresta disLinción. I'ues desde cl monlcnto t:n que simples dioses. NucsLra presente concepci6n del mundo, nuestra mane-
ja de reconocer y venerar a Duos,esta es, de explicamos el mundo con
\\ n... /

':ti;-
una parte de su doctl'ina se apoyaba en la, aparentemente, tan conoci-
\...P '

da I'azón. }' la alfa pai'te en ta rlo tan dcmosti'al)le t'cvclaci(}n, se opuso calosas pt'imct'as, no cs pata nosoLros rcligión solo porque esta con-
. iêÊ';: involunLal'iamenLe la í'azÓn a la i'evelaci6n, y se lundó ya cnLonces, real- cepción del inundo, la nuesD'a, es la actual. La rejigi6n y la ciência deben
mente, con cautela la crítica. Llareligión revelada no existe ya actual- - desde el punho de nuesU'a crítica-- estar por esta en una inabordable
mente para aque]]os grupos de po])]ación a los que se dh'ige ésta como oposición, porque ]a religión, cada véz y para cada generación, no es
'Lhl .'

toda oü'acrítica seria. Pera entbnces, Zquées para nosoLi'osla r'eligión oLT'acosa que la vencida concepción de] mtmdo de ]a generación ante-
nat.ui'al o de kt i'azón? éÇ)ué es pai'a glosou'os el consccuc111e pt'otestnn- l ior o de un tiempo luas pasado. Religión es la concepción del mundo o
Usmo?Aqui no podemos ser lo bastantereflexivos. La religión natural el lenguaje que ya no es ]a concepcióh del mundo o el lenguaje del pre-
"\..P'"

de] consequente protesüntismd o del racionalismo, como fue ensebada sente Pelo no se muda de intuíción del mundo ni de ]enguaje como de
en Alemania con la mayor cláridad, y quizá con la maior agudeza, por camisa o como ]a culebra su pellejo. Un pueblo se cubre de nuevas intui-
'\\'b...-

lç.anty pot' Leasing (yuFvaattxóç), cs moral de una pai'tc y conocimicn- ciones del mundo y de lenguajes como un animal de pelaje suevo: poco
-.../' to del mundo por tetra. a poço. Y esmoda de nuevo una falsa imagen. Pues las nuevas concep'
La mora] ]a dejó a un lado, gustoso, en este libro, a íin de no car- clones o lenguajes pueden deformar solo inapreciab]emente e] signifi-
gas demasiadola crítica de !a lialabra. Pera la religión, como intuición cado y el sonido de las vielas concepciones o lenguaJes. EI edifício total
\'b--.

de] mundo, es para }os deístasj éstó es, para aquellos que se han des- de nuesU'a concepción del mundo actual o del lenguaje se compone de
qb.././ viado de la religiói} revelada, «él modo de reconocer y honrar a Duos». un material que fue la concepción o e] ]enguaje viejo, y por eito ha ale-
'-....../
Sirl embargo, como Dias es para todos íos dellnidos dcísLas solo }a hipó- gado a sei' hoy religión. Nosotl'os vivamos cn nucslt'o lcnguaje ast como
tesesde una persona] causa de] mundo, como la personalidad de Duos una escuela se instala en una íglesia vieja; a pesar de toda la acomo-
'.......,/'
semejante a] hombre, e] antropomorllsmo cravo,:ha sido, face bastan- dación estás los bancos ante las imágenes de las capillas, asoma la luz

179
178
de] cicio por las coloreadas vidrieras y modesta desde arriba el dobre de la Ética,la idcit específica cn cl iilicvo pai'cuido. Y si eiicucilU-a algo par'c-
ía campana. Aqui no hay jamás una palabra en el lenguaje suevo o con- uido, pelo que no corresponde a todas las propiedades del fetiche o de
cepción del mundo, que no tuviera su imborrable historia, que no tuvie. ]a idea «árbol» o «perra», por exemplo,una palma o un chacal, enLon-
ra un sentido conservador, envejecido, religioso. Por esta, solo la críU- ces se tortura el espirilu humano religioso, esmoes, ordenador, en orga-
ca del lenguaje puede conseguir alguna claridad sobre nuestra propia nizar arquitectÓnicamenLeel nuevo grupo de cosas más o menos seme-
concepci6n del mundo. Sin la crítica lingüístíca será siempre posible jantes, y a esmole flama ciencia. Y a mí, que no veo nada sabibJe ftiera
deducir por la existencia del nombre la existencia de lo nombrado, así, de la crítica del lenguaje, todo el Lrabajo espiritual de nuestro tiempo
por ejempjo, por }a palabra dem la existencia de l)ios. No siempre vive me parece ser el extendidopresentimiento de que la cosa no puede seguir
un Voitaire para dar la buriona respuesta (Zad&g;cap. 4): Zoroasü'o ha así, que e] ]enguaje se ajusta a ]a rea]idad so]amente en ]a concepción
prohibido comer grifos. «CommenZdéáendre/egrWon, disaierzZ/esü/zs, del mundo de la generación pesada, que en las palavras actuales se ocul-
;
si ce{ animal ii'existe pas? !tlaui bica qu'it existe, disaienl tes auLres, puis- [an [os vicjos c]ioscs, quc ]a rca]idad cs una cosa y c] ]cnguaje aLFa. ]CsLe
que Zoroa.stre ne ueut pm qu'on en monge». presentímiento se ha hecho lo más vivo aílí donde enü'an en cuestión
nuestro cuerpo y nuestra vida, a1lídonde (cuestión social) está ame-
nizada la existencia de los grupos humanos o(en la medicina) la exis-
CrÍllc(z deZ /e/zgzzqe A este reflexivo resultado debía alegar la cien- Lencia del individuo. En esmose ha empeflado valerosamente la crítica
cia comparada de ]a religión, sí en vez de buscar curiosidades pudiera y ha demostl'ado como mitológicos los más corlocidos conceptos, con)o
unisse con la ciencia comparada de} lenguaje para una críbca de ésse. el de] derec})o y e] de ia enfermedad. Pagará mucho hasta que lleguen a
La ciencia comparada de la religión ha pretendido retrotraer las lla- ser reconocidas también como Hlgurasmitológicas las ideas específi-
madas grandes religiones(en las que el fetiche no b'aga ya lo que el pres- cas de }a \ ujgar charia cientÍHJca.
te digiere) a] demostrable feüchismo de }os puelbos «salvares». Estas vie-
las religiones pueden í:undamentarse còmodamente en dos motivos: la 'i
veneración de Dias por e] miedo y e] conocimiento de Duos por la nece- Si/ oientes en Za pa/aór'u Los curas protestantes se llaman, con sor-
sidad de explicasse el mundo. prendente conocimiento propio, sirvientes en ia palavra. Ellas se forjam
EI temor de Duos,por ejemplo, la veneración del rayo por miedo a algo en ]a foi'!na antiquada de ]a expi'esión. Sirx lentes de la palabi'a ílo
la muerte, pertenecea la vida práctica, por lo Unto, a }a moral. Pera e} seria para eixoslo bastantemísbco. Y, realmente, descansa la verdad en
conacimiento de Duosdel antiguo feüchismo me parece que estribo,pre- la inusua] preposición. Ellas no puedei} ser en absoluto sirvientes de la "" '\...P

cisamente, en }a uni6n del fetichismo y ia nomenclatura. Y este feti- paiabra; pues entonces,trás esta, debería ocultarse algo que vive y es
chismo continúa sublimado }o más altamente en nuestro lenguaje. Un seóoi'.Elles son siivic! Lesen algo sin vida.
día se veheró una piedra determinada, un determinado animal, porque Estas escravos pegados a los remos y bancos de las galeras de la pala-
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se ati'ibuían las própiedadês de} árból, de la piedra o del animal a una bra son pebgrosos todavia,pero solamentepara la grau mesa. Para nues- \- -. '

divinidad moradora en elmos;y así me parece que la ceguera {etichista tra posición cultural media, resultan embotadas sus armas. EI ha acu- I'".Ü '

de[ arquitectónico cariõo a] orden o e] desço de comprender una orde- ííado nuevas palavras: el derecho, la costumbre, la felicidad. Y 11tiesLt'os
nación universal, constituye io esencia] del espírito humano, el cual, ministros, nueslros deputados,nuestros periodistas, son }os suevos ser-
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ante la vista de la abigan'ada realidad, no se ha tranquilizado hasta que vidor'es en estas {luevas })alabí'as, se!} los hilüros cuí'as. 'qüh.M.r '

ha visto al l)ios, al espíritu, en cosas naturales semejantes y }a bobo uni-


do a una palabra como por médio de una clavede Salomón. Así encon-
tro él entonces una especie de nuevo fetiche, una cierta idea específi-
ca: «perto'- o «árbol»; y si veia algo semejante, buscaba el Dias, el espíritu, '#H=+1«

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seer la verbosidad. Los hombres habjan para mostrar su verbosidad aproximada al usar la palabra lenguaje. Pelo la esencia del pensar es
(para pensar). tan inabarcable, que cada vez se }a forja uno de Dirá maneja, según se
EI erros se formo por haber cubierto e] pensar, ]a verbosidad, etc., dé al pensar este o aquel predicado. Si se doce«el pensam'es e} lengua-
con algo fantásUco, divino, sobrehumanc,, como diademas sobre cuer- je», nos representamos inmediaLa o medianamentegajo el pensar pre-
pos sin cabezas. Entonces, las -ades, -eles, -ones y con ellas, natural- cisamente el lenguaje.
mente, el pensar, habían de ser algo extradecente.Pelo, generalmente, Durante un tiempo Grei falir adelante con la agrupación de palabras
el lenguaje no es otra cosa que un parloLeo,y a lo sumo, lma ordema un sigliicntes: quc cl lenguajc Itlet'ai(léí li(.o a la i'az(5í}.})('l'ono al (.nl(':l-
camarero o una noticia. I'or lo LuitLo,LT'ascl llabla illoccilLcy siiilplc lla tliiniciiLo. Con esmo11olabaante nlí a(lucl lavorilo distingo (lue tan agu-
de erguirse e] pensamienLO, ]a abstracción sin cabeza con la diadema damente fue expuestopor Schopenhatier. l .a explicación de que la razón
real. Suína extraordinariamente disLiíiguido: poisar-. l-ll(ltic l)iciisn, s('íl tiíl P('tisilt' ('ii ('ott('('Pios o })iilitt)i'iis ini('i'('sii !ititlo ttiils ('ititltlo (ttit' li}
habla. Y, al conLnirio: el (ltic hal)la, pi('nsa. l)c lo(lut' s(} dcsl)i'cii(lc (.linii r-az.{'lil (/ i'/'rll//l/}) st' (lct'ivii (lc llí'/71c/l//if/l (cscti(.llni'), y ltr'/-llí /l//icrz :: /n';/-r'/r
vulgar es el pensar. (oíl') })ai'ccc' iiidit'ai' liil al)i'('sut' })oi' itlt'dio clt: la co11ttiiiic'at:i(}n (tc ictt-
gLtaje.Pei'o,ítllora bien: zierrze/zrzz.erl, en el idioma anliguo. no significa
oti'it ('osíl (ttl(' //rr/lr/i('/l//z('/l (}}('!'('il)tí'). ilsí ('s (ltt(' ( síii })!'('('tosíi ('íiniolo-
Si lu palavra dc l)laLóii,según cl dual cl l)ciisai' cs tin llitl)lai'i:ilci-- gíi} nos (teia l)lançados.
no, conLuvicni un juicio sobre dos concc})Losdai'os y pi'coisos, la i(lcn
tidaddel pensar y del hablar seria una suposición muy vieja; puas de-
pende muy poco de la relativa cualidad del alto o del gajo, desde que /t(ZzÓ/z e i/zZe/iÕné?/tci(zSi, no obstante, nos agimos suei-tementea la
han sido conHlrmadoslambién los sentimientosde movimientoen eJ cómoda distinción que aunque no es, ciertamente, e} común uso lin-
hablar mudo o en el pensar articulado. Pelo la equiparación del pensar güístico, pelo sí el científico uso lingiiístico de muchos pensadores, a
y el hablar es siempre todavia un pensamienLOtan arriesgado, que saber, la disünción: de que la razón abarca Idg actividades mentales exe-
también en este libra, tan pronto como fue identificado e] pensar con el cutadas en conceptos o palabras, pera }a inteligencia aquellas activi-
hab[ar, ]a conciencia ]ingüística se previno ante esta igualdad. La críti- dades menhles que lieDeR cada vez como objetivo una órientación en
?g.!j!!g11ja!!ca
eê.suicida..pggq!!! la crítica proviene de a razón, esmoes, [a rea]idad de] mundo actua] o en ia actuaiidad rea], parecerá factib]e,
del lenguaje Ya en 1784escribía Hamann a Herdei: «Aunque yo fuera a primera vista, el idenüHlcar la razón con el tenguaje, dejando, sin embar-
tan orador como Demóstenes,no tendría que repetir más que l.res go, trabajar }a inteligência sin é}. Esta seria una beija deHlnicióndana-
veces una palabra: !.g4é&.eslenguaje --À,óyoç.llggta la médula roo, da o encarrilada, si la cosa se presentase tan sencilla.
y roera hasta la muerte, este huglp.» Y no es modesLiasimplemente Pera junto a esta distinci6n de razón e inteligencia también {nter-
quando Hamann hab[a de su «hueso medu]ar», y ]uego Dirá vez de su viene, por desgracia, la vieja supersücíón de las facultades anímicas per-
AdlslhazMen («estiércol») (en contraposición al Lüslgarle/z de Herder; al soniHlcadas.Para imaginar esta diferencia, hemos de ver en la residen-
devir «hueso medular» prensa, sin duda, en el os médü//abredel prólogo cia a} espírita humano como soberano, [eniendo por mkiislros del exterior
de GarganllZa,y al mesmo tiempo en el filosófico perto de Platón). Hay y dei interior a la inteligencia y a la razón. Adora bien, si se ha recono-
más. La crítigq lingüí!!!çg es máê árdua que otra cualquier disciplina cido ai espíl'itti, junto con la razón y la inteligencia, como algo deveni-
cientíHjç!.E] instrumento, e] lenguaje, se subleva y quiere hablar a su do (mejor dicho, como una palabra que designaun devenir eterno, así
vez. Aun en ]a frase misma: razón es ]enguaje. Y la cosa es tan difícil como la historia designa un eterno suceder), como una palabra que
porque no poseemos hoy todavia una clara deíinición ni del lenguaje, designa las combinaciones de datas que se desarrolltln a partir de los
ni del pensamlento.La incerLidumbresobre la esencia dcl lengliaje sentidos quc !ai it)ién se c]csat ! o]]an, cntonces ]as ('om})ctc!}('iíls dc cslils
puede pesar, porque para los llncs prácLicos sc Liencal menos unu idca lltcultadcs i)síquicüs cambian de exlraõa manei'a.

184 185

Entonces la actividad mental en palabras o conceptos puede identi-


Hlcarsetodavia con el lenguaje; pelo cuando nosotros hayamos reçg!!g-
ado el lenguaje como memoria de la humanidãtlDiiiazón en este sen-
ã

tido no será para nosotros más que e] empleo de la memoria individual,


que ha heredado y conquistado la memoria de la humanidad. Aqui la miento.
fisiojogía, aun la más moderna, nos deja saios. Se ha definido }a memo-
ria, en este caso ]a memoria índividua] adquirida, como la disPosición
de determinadas partes nerviosas de reproducír impresiones i'exibidas.
La memoria heredada debe ser igualmente una tal disposición; pera
que, sin embargo, como retrocediendo al origen en la humanidad, debe
descansar en otra sucesión que la memoria individual adquirida. Sea
Çb.W"
como sea, ningún hombre recopilaría para sí solo las experiencial sufi-
cientes para poder consU'uir con ellas el enorme Unglado de su lengua
maLetna (en cubas latentes clasiflcacio!!S!.gEÊDçjeLlan a pried.!p.Ü
:...........,,-H--.

.sus cop.qçlmiegtos dçl mugçlQ.y !Q.das.SNS.dedo.ççiones; esta.ç$-todQ$y..


pçnsamieptçlb pues [a mayor parte de su ]enguaje, que é] [iene por memo-
ã
i'ia conaiiislada, la ha heí'cilild(it por' calo, li!!Di ad dc l:i $cnlc eles!!çg-
lan inlpcnsadameiiLC su lcnguajc; puas pai'a nada vale tanto como para
e[ [enguaje e] aforismo: «Lo que tú has recibido de [us padres gána]o
pat'ii post'('t'lo». S(. cncicr!'il. {)tios, cn cl uso (lc la lcrlgtiii nlat('!'nii tina
!

gt'iin (lcsl)t'op{)t'{.iotul(in itlnsii (ft' l)icttcs Ittn'c(in(los, ii(i n(l(itllt'i(los 1lit:on.'


IronLadosdespués, que se usampor üidelidady creencia. Flaciendo uii
'\«...-'

'-..+'
1} chiste histórico-HilosóHlco podríamos devir que e} hombre pensante solo
'\.. . debería emplear conceptoS adquiridos, poro qtle inconscientemente
t'xpi'csa conccptos hlllíitos con macha más í\ecueilcia. No quiei'o I'falei
Firme con esmo,naturalmente, a los conceptos innatos de la psicologia
\q-.,.'

'..#./
antigua, sino a los que se ehcierran en nuestras palabras diárias here;
\\-,.-.../ dadas y en nueslras cjasiílcaciones y abstracciones no contrastadas.
Aque] que vea esmoclaro, HO dudará que nosoü'os, doctoies de filosofa,
empleamos palavras como planta, animal, cielo, luz, hablar, pensar,
raléli:.:jQlçligencia, vida, muerte, salud, enfermedad, etc., solo porque
\...-F'
....4.....,.S«-'"U-h -'"W'-'-w '-a -n=,.........

'-......,- 'las hemos heredado, por la mesma"razón que el miolo consb'uye su nido.
''.h../'
'Lã'aêtíçiããã" rriénta] de los animales, ordenada por debajo de la inLeli-
gencia humana, la llamamos instinto; la actividad mental en palabras,
...-./
ordeiladã por encima de la inteligencia humana, la llamamos razóh.
'\...:./' Pêro ya hemos visto en }a primera indicaci(5n, como en esta razón hay
-«..../' oculto un material heredado, no adquirido índividuallnente, no post-
cdntrolado, esmoes, una actividad mental instintiva. No se me arguya
187
\Êm ..'

18(j
'"-n.,'
cÍón, por ser demosh'ãdaincesantemente.Cluandocomemos, efectua- tes».Ta} sabiduría de cuaderno escolar se lee en su /rzt/-odücción
erzZa
mos siempre ]a prueba dique el mundo exterior ptiededcvénir en mun- r/í'/i('ir/ r'ri//z/)a/'a(/rl dc /a /'c/lg/íi/l (ll'íidii(:('ir)ii alcttiitiia, 2." cdicirlrt, piigs.
do interior. La actividad intelectualnos parece vacía, porque no hay nin- 1] 2 y 330), ei} donde precisamente, colmoramo limítrofe de distintas dis-
guna mirada ni movimiento de dedo sin que el concepto de espacio, etc., ciplinas, no debía hablarse de clasiHtcaciónen absoluto. Su Pensar a /a
se ejercite a] mesmo tiempo. Si la zanga que el hombre ha de saltar tiene /uz de/ /engzzí4/e
es, ajlí donde uno no está obligado a agradecerle su cono-
de anchura una vara, esta es, poço más de] paso corriente ejercitado in- cimiento del sânscrito, mucho más rico en banaiidad y cosas peores En
finitas vedes, entonces el hombre salta sin pensar; su inteligencia traba- e] prólogo reconoce que para él fueroh ui} fuerte impulso las órdenes y
ja automaticamente. Si la'zanja es maior de lo corrien te, entonces pren- tíhilos para pl'oducir obras remuneradas coil órdenes y títulos. Así nuij-
sa el hombre antes de saltar, y el perra tal vez ladre. Si ia distancia es ca podo llegarle el pensamiento crítico linguístico: de que el pensar sea
de cien, metros y el ingehiero no está muy entregado en esta anchura, tan miserable precisamente como el }enguaje. Se había hecho lo bastan-
como para saltaria automáUcamenLe, enLonces la inLeligencia deja ya de te inglês, como para reconciliar su qüeridã ciencia ülJosóHlcacon una
trabajar sin ruído: e] ingeniero prensa y escribe ciü'as. «Fazonable» teologia, y así enseõaba: el }enguaje es tan divino como el
Só[o [a natura]eza nó tiene inte]igencia, ni ]'azón, ni ]enguaje. E] que pensamiento. Semidivino, por lo menos. Por esmoestá dedicada la mayor
pudiera tomar por maestra a la naturaleza seria sábio sin lenguaje. parte del iibro a la polémica contra el darwinismo, contra la igualdad
«]Varüru(dize Spinoza en el 7}ucl. zheoZ.-=poZ.
1) noóis diclal, no cuidem entre hombre y animal. Por esmolas decJamaciones contra la doctrina
zierbís,sed modo Zangaeíz;ce//enfiara.»
Pera posou'os ho podemos copiar de la e't'oiución. Terribles tiradas como: «EI lenguaje es maestro Rubicón;
a la naturaleza. y ningún animal intentarapasarle»(pág. 162). iCluángran humor en
}a pequena ü'ase! Y su comiquería se sobrepuja aún quando Mtliler
(pág. 49) dize, justamente, que el francés no tiene palabra para s&eAen
iWcz 7MÜ/Zer Solamente los envidiables fHósofosy retóricos que, sabe- (estar de pie), aunque sí e] concepto de eito, pera aúadiendo sabiamen-
dores de todo, pueden devir lo que es el pensamiento y lo que es el len- te: «Particularmente si conoce el término lata.nosZa/P. De }o conta'aria
guaje, conocen también la relación entre el pensar y el hablar. Se han caería al sueco. Max Müller no fue pensador; su libra no intenta finalizar
fecho muchas frases sobre elmo.Nosoü'osqueremos limitarmosa con- en nada los conceptos lenguaje y pensamienLo; en realidad, no fale roe-
templar detenidamenLela relación de las dos palabras. ra de la vieja patas'atade qtle cl lenguajey cl pcnsamicillo son insc})a-
Las opiniones de los envidiabies seõores son o})nestas u lias a obras. i'ablcs. l.o tllucllo (luc le deão iil ci'udilo Max N4illict',a pcsili cíc nti inlp!'o-
Los unos enseõan que e] pensar y e] hab]ar son una y ]a mesma cosa:. pta rifa, puede mosü'aria e} segundo tomo.
los Olhos,que son cosas distintas. Aunque yo he de lleuar a decidirme
#P P nW FUUÜ]UP3nÜPnRIHUn-'fn--Mhr n

poi' líi pi'iria('i'ii opiiilriri, rlo 1)iir'rt liiíiis líts l-iiz.oíi('s (l(- li)s (l(.l\.risos't's; l(-iidi
di'é, probablcmcnLe, unu rcprcsenLación muy disLiiiLude la vei'darei'a /)/'(»-e/' Un clclcnsoi' Lan enéi'Bico comia poço clür'o del pulItO de vista
situación. Especialmente Max Müller me parece que alega a su amplia opuesto es Preyer, que separa el lenguaje del pensamienLO, porque de lo
presentación de ]a identidad entre e] pensar y e] hab]ar, porque é] sobre- contrario no podría contar nada tan amable del pensar del niõo que
taxa e} valor del }enguaje extraordinariamente, mienU'as que por e} pen- no lla;api'endido a hablat' todavia. Pai'a i11ípertenece elmoa }a coiec-
sar ciente un natural rechazo. Y precisamente porque nota, sin embar- ción de] más Hinoe involuntário humor, cuando Preyer, gajo el aplau-
go, las miserias del lenguaje, sienta maliciosamente la igualdad. Max so de [os Hl[osofasU'oscontemporâneos, escribe y hasta subraya ]a fra-
Müller no fue un pensador. Saio file un elegante erudito. Siempre que se (E/ a//na dc/ /z,i/io4.' edición, pág. 248): «No el lenguaje produce la
se trataba de preguntas teóricas del conocimiento, l.ue pobre, a pesar de inLejigencia, sino la inLeligcncia es la que inventó en su día el lengua-
su ocupación con Kant. «Toda ciencia verdadera descansa en la clasiHi- je...; no porque ha aprendido a hablar, prensa el hombre, antes bien,
caci6n» y «todaciencia dele permanecer dentro de sus propios lími- aprende a rabiar porque prensa.»

!88 189
rabi'itcadal)tal Vcr'amos (luc I'r'cyct'cqtiivoca los coElccpLosy lüs rcpre-
sentaciones.
1-;tt tiitiln (lttc liiil)lcitit)s nl)sli'uclanltliilc (It'l l)cílsiti' ) (lcl liablat' sci-á
iiilt'ttt'lttosiitília ('{)1111)al'a('itlll.
('t)ilio lo st'i'fii liilii ('otttl)itiii(.iritl cillt'c cl
nnLiguo'l'ái'lüi'oy nuesU'o inliciilo. Quc a(luí Itay alguiia ligazón lo ve
cualquiera. Si esta ligazón debe responder a algo en la realidad, enton-
ces la unión debeser de naturaleza real, entoncesdebe existir, caso de
qtic no exista idcnlidad alguns, tília conexi($ttcausal. )' colho aqtit no
liay ulla accióil icclpi'oca, a pcsai' dc (luc la pulabia cs dc uso, dele ser
una conexión causal de naturaleza histórica.

\+..,/ '

\hn.W..P" .f)e/}sczr Ni en la realidad, ni en la historia, hay un pensar abstracto ni ã


'h-. un abstracto ]enguaje. A ]o sumo, hay aqui una suma de representa- ©

ciones de un casa cerrado grupo humano, de recuerdos, conceptos y cos-


h\. lr../'

[umbres, que nosotros, bien o ma], podemos llamar la cultura de un pue-


blo; a lo sumo, hay aqui la suma de palavras y formas de palabra que
\ ."

'''M. ' nosotros ]lamamos el lenguaje de este pueblo. Probablemente se tapar


'Ü../
mutuamente la cultura y el lênguaje de un pueblo.
E[ espero más ]ie] de ]a cii]tura es e] ]enguaje. ZQué posición toma,
pues, el pensamiento entre lá cultura y la lengua de un pueblo? ZQuées
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e] pensamiento, sí ]a cultura total es la realidad y el lenguaje la suma de
'\.H+N'
los signos memorísticos de esta realidad? Un negro de Australia que no
''...,'
ha visto ni ha oído rabiar dé un ferrocarril no posee ia palabra, por-
que no conoce el objeto: ZCóiho se le aportaría, pues, el concepto ferro-
'\'...., '
carril? Yo he sentado aqui, involuntariamente, en lugar de un pueblo,
'-h\.,./.' a un individuo, a un único negro ausü'aliado. Involuntariamente,por-
'''-...J
que antes no me fue tan palpable como en este momento que yo tenro
por cultura y lenguaje algo representable quando abarco una suma de
fenómenos; pelo que para el pensamiento me es imposible ir más alia
k-' dcl cci'ebt'oindividual. EI quc sc conlenlasc con jugal a la pcloLacanjas
'--+..'
palabras podría gritar ahorn triunfalmente: el lenguaje es la concíencía
común de un pueblo, algo entre los hombres, el pensamiento es la par-
[icipación personal de cada uno en esta conciencia. Esta, quizá, seria
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'"-h. .'
una bonita frase.
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191
190

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tos, y declara consecuentemenLe que estou concepLosde los niíios tie- to que también aqui únicamenle la insuficiencia del lenguaje filosófico
nen un contenidomás estrecho y, por consiguiente,un alcance mayor ]leva la culpa en un daõino embrollo de concepto.
que los nuestros. Si esta maneja de decir de la lógica estuviese bien Es, en efecto, perfeitamente cierto, según los actuales y valederos
empleada, deberían los niõos poder operar con concepLos muy abs- usos lingüísticoi, que tampoco nuesü'as más pequeiías sensaciones pue-
tractos. Pera, en realidad, el alcance mayor de los concepLos infanUles den formasse sin nuesü'a actividad intelectual. Descarnes ha presentido
estriba solamenteen una íncontrastable y síempre cambiante ambi- este pensamiento, Locke lo ha supuesto,Kant lo ha formulado genial-
güedad. EI entrecho contenido no es matemáLicamenle esLrecho. sino mente, Schopenhauer lo ha defendido convincentemente y tleimholiz
lo ha tiec:ítopiopicdad comúi} dc los nledio cultos con su pi'eseuLación
que e] niõo cnsaiicha cl alcaiicc y disininuyc cl conLcnido scgún el impul-
so deJ momento. É] junh una pa]abra o un concepto a ]a representación popular. Con terminologiamás fina que los demás, ha nombrado
concebida momentaneamente, porque no domina el lenguaje todavia. Schopenhauer precisamente a la inteligencia maestro de esta acLivi-
dad entre las diferentes potencias anímicas. Y chora, aquel que se repre-
Los conceptos del niõo están muy cerca de los del animal. Y Prcyer equí-
voca siempre, una y oU'a vez, las representaciones inmediatas, con los senta bajo la inteligencia !a esencia divina o semidivina, que al servido
recuerdos que se fijan conceplualmente. Algunos ejemplos de Preyer de una divinidad superior --el alma- precede a la ocupación mental, ése
hablan muy en su contra. Encuentra lóglcamente pensado qtic lm niõo, está en su derecho, si explica cón Preyer la orientacíÓh eh el espacio
antes dc porei' usar el lcnguaje, examine si una puer'Laestá cei'i'ada o como ul] acto de petlsamiento. }'ei'onosoti'os, los que ilo sabemos nada,
no. Pelo enLonces debería sostener del perra, que con intención más los que estados casa decididos á bótfar de nuestra terminologia el con-
maniüiesta arara la puerta con la pata, que prensa «]ÓgicamenLe»sin ]en- cepto intebgencia, vemos, precisamente, en las deducciones de tales psi-
guaje. Taml)ién cncucnlra Prcycr adminiblcmcntc lrigico (lti(' iin niõo cólogos de nif\os, cuán peligroso fue atl'ibuir a la inEeligcncia la for-
mación de las impresiones. Lo que nosotros sabemos realmente de esta
inLenLeregar unas macetas con su regadera vacía; y doceexpresamen-
te que, para el nifio, el concepLo «regadera» es idéntico al de «regadera es solo la verdad negativa de que nuestros órganos sensitivos sin un cen-
llena». Un adulto no seria de envidiar por este arte de lógica. E] proce- tro (digo «cena'o»solo por repugnância, COnmala conciencia; «centro»
do mental, según el dual debe caber agua necesariamenLe en una rega- es solo una especie de palabra decorosa provisional para «alma») serían
dera, porque en la palabra se encierra el concepLOde verter, recuerda tan inadequados para percibir e} mundo, como un microscópio sin
excesivanlente las insoportables agudezas de los escolásticos. Si el nifío el ojo humano. Nosotros tenemos, pues, por probable que las sensa-
hubiera sacado esta conclusión seria tan sonisticadamentesábio como ciones recogidas por lo órganos sensitivos se asocian en un lugar cual-
Anselmo de Canterbury y sus sucesores, los cuales, en sus célebres quiera del celebro y que, de la regüiaridad de estas sensaciones y de la
posíbi[idad de nuesü'as reacciones, se forma ]a imagem casual de] mun-
demostraciones onLológicas,deducen la existencia de Duosde que en e]
do, en e! que nos movemos con algumaseguridad. Na(he puede saber, si
concepto de la perrección se oculta también el concepto de la realidad.
Pelo tan necio no es el niõo. ÉI no ha operado ]ógicamente con ]a rega- no sueca esta imagen casua] de].mundo. Pelo si }a intelígencia es ei
dera, sino que ha jurado a ]a maneja infantil. De una maneta que no miüisü'o diç'ino, que prensa en nuesü'a cabeza, no puede depender de
aclara lo consciente que el niõo es de su juego. Niõos de esta edad tie- su resortê la orientación de nuestros: sentidos; pues la elaboraci6n de
}às impresioheg en el;cérebro tiênê úsegún Manêras de devir psicológi-
nen también por una ocupación seria el juego del escondite. Lo que
Preyer ha tenido por una lógica anterior al lenguaje, por una deducción cas--pago que ver con lo que }lamamos generaimente el pensar. Pera
muda, es pura fantasia, pura poesia. si recogemos bajo e} concepto de pensar e] ver, e] oír, etc., habremos
Mucho más peneu'amosen el pretendidopensar mudo del niõo, si enganchado e} alcance de este concepto, como si fuésemos niííos. A

H observamos que el niõo forma concepto del espacio antes de Lodocono- mí me parece que la heredada propiecladde orientación, nuesU'a com-
cimiento de] lenguaje; que tiene noción del espacio a los pagos meses, prensión de lo visible, de lo escuchable, de lo gustable, de cosas du-
ras y blandas, pesadiis y ligct'as.cLc., por lo Unto, la adaptación del mun
y que, por lo Unto, en este asunLo, prensa sin lenguaje. Pera vemos pron-

192 193
{

do de }a realidad a nuestros ót'ganas sensitivos adaptados antes al


mundo de la realidad bebe macha más semejanza con la actividad ins-
tintiva de nuestro respirei'y con }a a ella unida acüvidad de! corazón, i:

donde tambíén deter'minadosnervios producen y conservamnuestra


vida bafo ínfluencias químicas y quién sabe cuántas más. Si e! niõo pren-
sa cuando ve y oye, prensa también quando respira.

Sarda/nüc/os Desde oti'os ptmtos han pai'tido investigadores más


cautelosos para llegar a suponer un pensam'sin lenguaje en niõos y en
adultos. Sin dada, piensan los sordomudos, aun aqueilos que no han
estado en asilos especiales o han aprendido un ai'te de hacerse y poder
contpt'ender. Antes cle collocei' colapiecísión la psicologia de un sor-
domudo, deberíamoshablar, sin dada, solamentede un pensar sin oír.
Un ta] pensar sin oír no es fenómenotan extraõo. E] pensar con afasta
sensórica es, indudablemente, mucho menos que un pensar sin õíl', por-
que es un pensar sin ]enguaje; en oposición a nosoü'os,]a mayoi'íade
[os anima]es estás cardados de esta afasta sensórica. Aunque é] expê-
l im(.nto no sc ha hectlotodilvía, (jnict'o cl'cel'que !a opina(5ngene\r'alUê-
lic r'azóil quando(ligo: lili ht)ntbi'c coxllplctiiillcntc aislatlo olvida Rti idio-
ma matenlo; un niíio no aprende a habiar si está aislado y sola eu su
desarro[[o. Los experimentos hue]gan en este caso, porque e] estado
de los soi'(!omudos nós cnscõa co11sttflciencia lo pi'eciso (lue es el oído
})ai'a e! uso de iltiestt'o lenguaje. Los soi donludos so11mudos, portltie
soir sot'dos. Se han observado, con bastante pi'ecisión científica, casos
en los que niõos de cüatro y cinco aços perdieron e} oído, sabiendo ya
el idioma, y quedarorl tah bordomudos como los as{ nacidos. Es cosa
conocida que pei'soltas qtle }la11quedado sol'das con alguna edad hablan
con muy paga claridad.
àQué prueba todo isto para íluestra pregunta? Pães únícamehte que
iiucsli o leiigiiajc, cl cómodo lcngliajc hablado, dcpcítclc intimamente
de nuesU'o oído, ]o dual HO podia sêr demosü'ado al principio. Tal vez
hay en e] cerebro un distrito en e] que se asocian nuesü'as sensaciohes
acústicas y las sensaciones de movilniento de nuestl'o idioma, tan ÍhU-
maincnLt quc hasta hacc tttuy poco ticmpo iio sc ha apt'ci)dadoa sepa-
rar estas dos sensaciotles. Pero con elmono se ha demosü'ado, en abso-
luto, que los sordomudosl mientras piensan, no tengan un idioma llamamos un pensar sin lenguaje, no es más que una consecuencia
particular. Se ha provado qtle }os tales individuos de todos los países, del uso del lenguaje. Entonces decimos que es muy estrecho el concepto
195
Í94
«lenguaje»para deduzir de esta falta la posibilidad de un pensar sin len- no», la dual debe poseer una especie de perfección íllosótica, de la que
guaje. Y así se encuentran los representantes de ambas partes, frente a hasta se podia extraemuna gramática HilosóHlca.ZPero qué hay sobre estas
frente, como en un duelo, sin resultado; ambos descargan sus pistolas cosas?EI lenguaje humano en sí es --como se ha dicho-- una absb'ac-
sin bala y solo conmueven el abrepronunciando palavras. EI viento, que ción, una sombra inabarcable como las viejas potencias del alma; el len-
sopla enU'c ellos, no cumple menor'cs scrvicios. Las palavras pucdcn, aJ guaje humano no posee gramáUca en sí, y menos, por lo Unto, una gra-
mesmotiempo, evocar imágenes belgas,como, por ejemp]o: e] ]engua- mática filosófica. Los aislados idiomas de los pueblos, que son
je es el vesUdo del pensamiento, como el cuerpo es el vestido del alma. abstracciones algo más palpables y útiles, no son más que la suma de
Pelotambiénla discusiónsobre la relación entre el cuerpo y el alma es los lenguajes individuales de sus paisanos, somas en las que los dejec-
asimismo un duelo en el que los contrincanles descargan pistolas sin tos de los lenguajes individuales aumentan o disminuyen, se fOJ'talecen
bala
o se compensan, según las circunstancias. A grandes rasgos, es posi-
ble la gramáhca de un lenguaje popular aislado; para el uso está muer-
to. Lo que ha alegadoa ser impropio a causa del lenguaje de los indivi-
/)P/zscz/"yA(zÓZ(zr Los sefíores que no x,enen el lenguaje más que una duos y de pequenos grupos, lo que resta de ün Liempo pasado, como
vestidura del pensamiento, y, por cierto, una vestidura fea y no adecuada ruina, se llama excepción. EI lenguaje de un individuo no es una ima-
(mientras Max Müller ve en el lenguaje una vestidura que sienta admi- gen falsa de su pensamiento, sino una imagen falsa de su mundo exte-
rablemente al pensamiento, como un guanLea la mano, com/nzeün gana), rior; expresa lo que prensa individualmente; pelo su pensamiento sobre
alegan que es imposible una completa inteligencia entre dos hombres, el mundo de la realidad es individual y, por lo tanto, falso. Su pensar es
una comunicación de pensamienLOsin resto. Esta verdad nos será cada el Lesou'ode sus expei'iencias adquiridas o heredadas; la i'azón por la que
vez más familiar. No hay más que lenguajes individuales, y no solo ningún hombre comprende a los demás es que cada individuo entien-
hay diferencial en los lenguajes de dos hijos de una misma lengua, sino de tan individualmente como sus propias experiencias las experiencias
en los mellizos de una mesma madre, lo que elevaa pequeíías incom- acumuladas de un modo uniforme, al parecer, Fn la lengua materna. La
prensiones de lenguaje. Adora, si sobre estas deHiciencias propias, nece- culpa no está en el lenguaje, sino en el pensar. EI pensar es lo que, como
sariamente, de cada lenguaje individual, porque es imposible que las una defecLuosavesLidura, síenLamal al mundo de la realidad. EI len-
innumerables y distintas imágenes reflejadas de un mesmomundo sean guaje se diferencia [an poco de] pensar, como ]a tela del vestido. Si un
idénlicas --si sobre esLosmal sentados pliegues del lenguaje flotara un U'ajeme va mal, la culpa no será del papo.
pensamiento de validez general, entonces estaria establecída y demos-
Uada una abierU dilêrencia entre el pensar y el hablar. Y las hasta el día
usuales intuiciones sobre nuestro conocimiento del mundo deberían Pe/zs(zmíe/zlo y reaZíd(zd EI puenLe hay que Lenderlo, no enLi'e el
llevar, neccsariamente, al rcconocimicnto dc tina dilbreiicia tal. Si se ve l)clisaiilic'fito )- cl lcilgliajc, sitio c'illt'c t'l pt:ilsaxnit'silo )- la i't'ítlida(l.
cn el mundo de la realiclad algo compleLanlcnLc dado, si sc ve en nues- Cuattdo sc dirá'(inaiit:t'a x:ulgat'dc dc('ii') (ltic ilo s(' citctlcnU'ailFalai)i'its
tro pensar o en nuestro conocímiebto del mundo de la realidad un reale- para los senLimientos, generalmente no signillca ou'a cosa sino que la
jo fiel, aunque incompleto, entonces cada lenguaje individual es, cier- expresión fuerte o grosera que ofrece el lenguaje no se quiere emplear
tamcnLe, una dcscncajada imagem dc cspcjo, tina irnagcn i'cpr'odticida pOI' UIIII C'OIISI(IT'I'IIL:Ir)II
('LIIII(ILIICI'II.I)t11'0CIIÍIII(IO, I'CIIIITI{'IILC,I'11111111
pIIIÍI-
por subjeüvos espetos côncavos. Y se pasea tanto, aun a las cabezas menor bras para un senLimiento,se dele a que el sentimientoha sido produ-
organizadas, el espectro de un pensar absoluto, que inconsciente y oscu- cido por una impresión no corrienLe, no se ha ejel'citadoel estadode
ramenLe, pelo siempre junto a Ja exisLencia de lenguajes indivicluales ílninto de un scnlirnienLo lal, no sc ha fecho aún hciencia dc la httma-
defectuososque no debcn scr de nobreza igual a la cxcclcncia dcl pen- nidad; {.íltott('cs Inltíl la paliibt'a. pot'qtic hillii cl l-c tia'do y la cottcit'Íl-
samienLO,se supone una absü'acción especial llamada «lenguaje huma- cia de un sentimienLosemcjante. Así, hace doscienLosaços, no exis-

!96 197
!

Liampalabras para ciertas emociones ante la naLuraleza (como, ante el


mar o en la montafla), palabras que hoy estás en boca de cualquier sas-
U'edul'ante su viaje estival. La relacióit enU'e el pensamienlo y la rea-
lidad es ]a defeituosa, no ]a re]ación enu'e e] ]enguaje y el pensamien-
to. E] caso es el nlismo, quando en un análises científico nos vemos
[orzados a buscar ]a pa]abra. E] caso es diário; en cada ü'ase de estelitro
puede ocurrirme el tener que buscar la palabra; con frecuencia la cau-
sa no es más que un simple olvido, otras una pequefia perlurbación lin-
güística que no necesariamente ha de pertenecer al ambito de la per-
Lurbaciónpsíquica. Según la frescura momentânea del espírito, se ..i

presença con más o menos frecuencia esta ]]amada busca de ]as pala-
bras. Poro cuando es necesario, alia cn la menordisposición de Lraba-
jo, buscar' pai'a una pálida expz'esiónob'a mejot, encontrei'la palabra
l)rillanLc, clilonces no se ílporta suplemcntai'lamente al pensamíenLa
una pa[abt'a, sino e] pensamiento mismo es e] que no era todo ]o bri-
lhante.Y lma profunda invesl.igación personal mc ha demostr'ado --lo que
er'a de esperar- que este itlvesLigar U'as los pensamiellLos brillahtes a
precisos no es obracosa que c] esfuerzo incesantementerepetido de que-
rer pasat' de ]a pa]abra o e] concepto que brota primero en la concien-
cia a ]a imagen mía del mun:do de la realidad, y probar de este modo si
la palabia que surgia al pi'incipio o el concepto prepai'ado correspon-
den a mi imagen de ]a realidad. Yo no me detengo a recapacitar sobre
mi lenguaje quando busco tma palabra, sino sobre mi conocimiento.
esto es, sobre mi imagen subjetiva de ]a realidad. Un caso hay, sola-
mente, en el que la palabra 9 el pensamiento no están todavia en coh- 'ij

';:

sonaricia; un solo caso, en el que hemos de buscar la palabi'a pal'a nuos-


\--«-,./"
tro pensamiento, y esta porque hay que crearla: esta acaece cuando lJn
hombre extraordinário, UH inventor feliz, ve algo nuevo, ha obsewado
\...../'
o descubieilo algo nuevo, üsLOes, cuando se encuenU'a cn el momento
\'--.. .'
de eni'aquecerel número de Ihs experiencias, recebidaso adquiridas, con
::b-'" un aperfu. Entonces une, indudablemente, el recuerdo a la observación
nueva, o el nuevo descubrimienLo a una pa]abra, va]iéndose de] câmbio
\..../

fonéticoo semântico, esmocs. une el dcscubi'imientoa una papal)rafor-


mada o a una condoída. Pelo enlonces se enriquece, antes que nada,
KUe.-r

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nuüstro conocimiento de la realidad; con esmoenriquece el recuerdo ül
b...,./'
pensamiento y a} lenguaje dé una vez.

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199
i 1)8
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ello. ÉI ha conseguido unir los conceptos a los signos legibles, de [al de aços se importam a Europa lajes cosas. De maneja que, para mi alma,
modo que no ha menester de ]os signos fonéticos o palabras. Entonces lo rlucvo 110ei'an ni !íis pitkil)i'ils ni bis inlílgettcs I'calos, s110 soiatttcn-
se anudan inmediaLamente el leer y el )ensar, y no sabemos hasta qué lc una i11cxl)local)lcscnsí cióit dc paisiijc. /\$í i'c('ogí intpi'csioltcs (l(, lii
punLq con qué fuerza y con qué duración coopera cl cslübón inLerme- vida arábica: vi(denU'o de la inabarcable scnsación dc paisaje) las mez
dio del lenguaje oíble. Y así no sé tampo.=o,hasta qué punto servemi len- guitas, ia lÇasba, los ATssahona, las giestas del Ramâdán. Estas cosas
gua materna de eslabón intermedio en el ínsconciente, quando después no podían scr introduzidas cn Etii'opii o nle cl'an l)ictt po('o coiioci(bis
de una permanência en l?rangia dc dicz dias, picnso cn li'ancas, esta es, dada la siltiiici(lít dc mi cultut'a. l)csdc cHIacoi'lii pci'inaít(.ncia cli Ai'Folia
hablo en francês sin pensar en una palavra ajcmana. Es indudabJc que sc cnl'i(lticció nli alma, )- ai inis11ioLicnlpo iui lcllguaje, poli las cosas y
la eliminación del eslabón inLermedlo de la lengua materna puede con- las palavras Kasl)a, Alssa-boda, etc., lo misto quc un día sc {:itriqtie
duzir hasta [a c]esaparición Lotam de dicho eslabón; dc oiro modo no cicl'ol} !os i'oiliíiilos comi!íis cosiis y bis piilitl)t'íis'itlotto) piilittíi, cl('. Ctiiiit(lo
llegaría a darse un olvido completo de lü lengua materna, lo dual acon- en Ueillpos pesados ) desconocidos virló a la Europa occidenLal de un
tece con regularidad a los niÊos que emigran a otro país. país de monos, la especie y la palabra We (mono) (palabra advenedí-
Si un alemán, en su juventud, ha conseguido, mediante una larga za, indudablemenLe,quien lo desee puede creer en el origen vulgar ger-
permanencia en Francia, haver del francés su lengua materna y olvi- mano o en el germana-eslavo); cuando la lglesia crisüana inü'odujo para
dado el alemán, habrá cambiado paulatinamente su lenguaje individual, los flnes del culto la cosa y la palabra «palma»; quando en el signoxw nos
su abstracto lenguaje individual. Pelo, asimismo, si yo, después de una llegó de Pera ]a cosa y ]a pa]abra «ananás», ]e sucedia ü ]a gente, al prin
estância de diez dias en ]ü'anciã, comienzo a pensar en francês, he modi- copio,como a mí con Kasba y Alisa-huna. Pudiera decirse que al hacer
ficado mi lenguaje individual; no el abstracto lenguaje individual, sino uso de ]as palabras Kasba, eLC.,pienso en árabe momentaneamente. Y
1.:i.' el verdadero y único lenguaje, el lenguaje del momento actual. Es absur- durante aquella estância en África hablé francês constantemente, si no
do servirse de esta como argumento para una distinción entre lengua- se toma en cuenta la leitura de alguila kart.a aleíhana; y pensada en h'an-
je y pensamiento. De igual maneja podría decirse: cuerpo y alma no lie- cés. Esta de pensar en francês habla Lanpeco en pro de una oposición
nen que ver el uno con el otro, porque mi alma no se modifica, mientras entre el pensar y el hablar, que casi no hace más que cercionarnos de
que mi pellejo lambia el colos después de pasar unos aços en trica. la identidad entre ambos. Hay manjares y costumbres francesas que no
Tampoco es verdad que el alma no suite câmbio, estando viviendo bojo puedo denominar más que en fi'ancas, y de ningún modo en alemán.
el sol africano o pensando en francês. Entonces mi pensar se ha modi6tcadomomentaneamente; pelo ùnica-
mente porque mi imagem de la realidad ha sido enriquecida, }as pala-
bras han pesado a formar parte de mi lengua materna, }o mesmo que
Jvü/z(ío e.rlr(z#o, Ze/zgüaye e///"aão Como para tules investigac- ctlanclocn Alernania longo ocasiói} dc conoccl' ui} nucvo guisado o ull
iones nos abandona eJ mundo de los conceptos de la psicologia en la nuevo aiúmal. Pera donde enb'a única y exclusivamente el lenguaje â'an-
actualidad, quieto describir simplemente un ejemplo, para probar que 'i

:'
cas en lugar del corriente para mí, aljí, siguiendo un üso popular, }o que
el alma lambia al haljarse en un mundo exü'aõo, y la existencia al mes- he fecho es vestir e] frac y aprender a moverme dentro de él. Las dos
mo tempo de un pensar en lengua extraía. Yo esLuvepor algunos dias o ü'es palas!'as ái'ages agregadas son como el fez tui'co que alia se colo-
en suecoafricano, en Arrelia; alia vi los monos trepar por los árboles camen la cabeza por necedad o por inteligencia.
del bosque lebre,vi palmeras largadas de frutos y maduras los ananás
en los campos Estas cosas fueron enriquecimiento de mis impresiones
de la realidad, de mi alma por lo tanto,bien que yo, como hombre cul- Le/zgüaye es /nouírrzie/zZo Con estasconsideracionesnos hemos
to europeu, conociera ]as pa]mas, ]os dátiles, los monos y los ananás. acertado insensib[emente a nuestro b]anco. Las opiniones sobre ]a re]a-
Las palabras mesmas me eran comunes, porque desde males o cientos ci6n entre el pensar y el }lablar nos parecían una disputa de palavras,
"q4U$#.'

200
201
mientras no supimos lo que eran, en realidad, el pensar y el lenguaje.
Pei'o los ejemplos aporLados nos hicieron recordar' la dellnición a que
habíamos llegado mediante atrás conexiones. EI lenguaje, aun el mes-
mo concreto lenguaje indívidua], no es más que una abstracción; rea]
es únicamente el sonido produzido por el movimiento del momento,
e] cua] es ul] signo de un recuerdo cua](lutei'a adquirido o heredado. «EI
sonido produzido por el movimiento» es, a su vez, algo completo. quando
Digo, no atíendo más que al sonido; pero cuando hablo, ignoro, gene-
ra[mente, e] sonido. Y no siempre es un sortido e] signo. Puede ser otro i

signo de movimiento, como aque] por e] cua] los nií\os de un maesU'o


ing[és de sordomudos podían observar, por ]os movimientos de ]os dedos,
en qué pensaba el padre mientras caminaba por el quarto. EI movia los
dedos, porque el lenguaje de los dedos había devenido costumbre para
él, aunque solo tan corriente como a una aldeana que no puede leer sin
mover los lábios, el leer. Toda exteriorización real de lenguaje es un
movimiento. Cuando un hnmbre prensa (nótese que he de devir «pen-
sar») clara y distintamente'unapalabra, unido a elmoirá un sentimien-
to de movimiento --como veremos más exactamente-- que en un Pensar
muy consciente puedê intehsiHtcarsehasta el punhode que resulte pal-
pable esta sensación de mo+imiento. Si los órganos de lenguaje no estu-
vicnin oclillos, lcs vcr-íamoscncogct'sc caractci'íslicanlcillc, al hacci' iin
esfuerzo de pensam',como sé encogían los dedos de aquel maesU'o de sor-
domudos. Repiumos: cuanão el lenguaje es real, está compuesLO de sig-
nos mov ibles.

Sigrzos de /a me/ orí(Z También aqui seremos recordados sobre lo


tlttcps cl l)pnsat. l-'l})cllsíll'il)icti s('ii cn vozaltii {) cli silcil('io, cs sillnlp-
i'e tília conipar'ación it)tcrioi' dc calos siõ"nosdc i'ectleido. Podemos
adquirir impresiones de los sentidos sin tules signos; nos podemos orien-
tar en el mundo presente éin fales signos; y si a estas adquisiciones y
ot-it'itlaciotlcs las clttt't't'mosllatnat', íi toda cosia, iin p('nsai', lio hay dill-
cultad en elmo.Mi terminologia, que yo heredé de Schopenhauer, llama
a isto «inte]igencia»,y gosta separar ]a ínteligencia del pensar. La ter-
minologia ha proporcioníldo ya otras confusiones. Pelo, por el Momen
to, no se flama pensar a esta apropiación de impresiones sensitivas, ni
a ]a orientación en el mundo de la realidad presente. Por el momento,
se entiende por pensar la comparación de los signos de recuerdo, a los
203
202
como una igualdad entre una impresión antigua y una presente; a todo Cona(Z/" EI caso de más l)ulLO,en eJ dual las alteracioncs más leves del
esmo,una de ambas, la antigua o la actual, ha de ser una copia, para la pensamienLOno son posibies sin modiHicaci6ndel lenguaje, me parece
que tendremos otra vez el nombre de recuerdo. La hasta chora poço que descansa en e] simple acto de contar. Yo puedo contar desde el uno
observada nebulosidad de este concepLoaumenta, temendo en cuenta hasta la cifra mayor que quieta, tomar entre dos unidades las partes más
que la pretendidaigualdad tiene todavez unida una falta de memoria, pequenas, esmoes, ]os quebrados, y sietnpre tendré, en el lenguaje, para
por pequefíaque sea. Dos casos son posibles. O bien comparo una impre- cada uno de los inHinitivosvalores un término especialísimo,y en la
sión actualcon una copia o imitación, por ejemplo, tropiezocon un cono- escritura, un signo determinado. En el findo de este lenguaje de cifras
cido en la cauley le reconozco; entonces paso por alto los pequenos câm- y estos signos de cifras hay, no obstante, todo un determinado sistema.
bios que ha sufrido en comparación con su apariencia última. O bien se Antes del descubrimiento o de la importación a Europa de este siste-
alza en mi recuerdo una copia en la dual se han unido gran número ma decimal, esta senci]]ísima acLividad menta], de] sumir, no pasaba
de impresiones análogas, aunque no iguales. Un recuerdo tal es enton- enll'e posou'os más alia de un cierto limite. Hoy cualquier checo de escue-
ces un concepto, y en la comparación de Lajes conceptos se base lo que la sabe que 756.318 + 1= 756.319; é] puede seguir contando una canti-
llamamos muy especialmente nuesü'o pensar. éQué hay, pues, de real dad de seis cifras del mesmo modo que aprendia a contar desde el uno.
en un [al recuerdo ais]ado? La actividad comparativa es una abstrac- Estoy seguro de que la suma elemental, que precede a la multiplicación,
ción para a]go que no conocemos. A] rondo de la acLividad comparativa hubict'a costado sus diHI('tiltadcsa alga'tnsal)io dc Gt'ceia. Eit t:sl(' caso,
;l ilil
..:.:. descansan, al menos, dos impresiones, que jamás son completamente lo único eil que ha pi'acedido cl pensar' al hübla es en qtic una docena
idénticas y que, por lo mismo, no pueden, en realidad, confluir en una. de los mejores cerebros presenlían, antes de la inLroducción del siste- ' \nnn../f

Por lo tanto, el concepto de recuerdo individual no pticdc captam'sel)ien ma de('imal, qtic cl mundo iio podia estai-limitado('on valias dcs})tios
cienUflcamenLe.Y si, por lo tanto, hemos escogido('omo posLrerasilo de dcl nl'lmelodica mil. I'('ro cantai' ilo ptidiei'onnlinca, ni iiun d(' cal)c
nuesLra igiioríinciii la nicntoi'ia y sóissignos; si llantailios al pcitsai' una zíl, llíistii tlttt: iit) Itivic:i'oit cl sistt'itiii clc (:il'i'iis) o sai ('l ii(lc(:tiii(1o 1t'iigu- -n. /'

comparación de recuerdos y a] ]enguaje e] uso de ]os signos de] recuer- aje. Esmopuede observasse todavia enU'e aquellos pueblos que no pue ..J

do; si lanzamos la pregunta de si había una memoria sin signos de memo- den conLal',a lo sumo, más que hasta veinLe; lo quc pesa de esta cifra cs
ria, así nos enconü'amos ahora casa en la triste situación de poder acep- para elmosuna pJuralidad incierLa. Tal vez ArisLótelesse hallaba después
'H../

tar, de todos estou conceptos, como medianamente redes y conocidas del diez mil como hoy el indígena de la Patagonia deb'ás del U'es. -h../

verdades, solamente los signos del recuerdo. Por lo demás, nosotros La desigual habilidad que moeu'aron los diferentes pueblos y épo- \..,../

hemos de poder operar con el conceptomemoria solo como con una cas en el simple arte de la suma nos pondrá en ocasión de poder echar
incógnita, pera hemos de operar mucho. una mirada, aunque libera e inconU'astable, trás las bambalinas de esta
\b..../'

Lo que nos parece ya una cosa indudable es que el pensar y el len- manifestación del espíritu. Se sabe, desde face [iempo, que hay ani- -...../

guaje confluyen en el concepto de la memoria, y que para aquel que males que pueden contar hasta ires, como las personas. Y siempre se
hubiera reconocido la naturaleza del recuerdo, no existiria ya una opo- vue[\e a referir ]a anécdoLade la corneta que sabia utilizar piácLica-
sición entre el pensar y el lenguaje. Pelo como en la idea de los hom- mente su talento matemáUco. quando hay tremcazadores en el aposta'
bres, en su lenguaje o su pensar, existe siempre una diferencia enU'e deão y solamente dos de ellos han salido del puesto, se pretende que la
el pensar y el lenguaje, y como siempre se resucitará la objeción de que corneta sabe que 3 - 2 es 1, y no hay bebo que le haja acercarse al pues' '\'n.,-

el pensar se ensancha sin enganchar e] ]enguaje, por eito quieto aco- to. a una distancia de tiro. Con esta anécdota quiere demostrarse en el :.....,.'

meter la demostración, con dos pequenos exemplos, de la escasa inde- latín de los cazadores, esmoes, con aparente sabiduría, que la corneja
posei los fundamentos del conUr (lo mesmoque nosob'os reconocemos,
.)'

pendencia del pensar respeLo al lenguaje, ya se modiflquen las palavras


exteriormente, o no. sin necesidad del hablar, solo con la vista, la diferencia entre dos y ." ":= L- '

tremmanzanas, nueces, pedazos de azúcar, etc.), que ella está impedida :'. .;'

204 205 '"lqPdÇP


ùnicamente por la carencia de }enguaje de ser una profesora en cuen- ã

tas; y que Hlnalmente,en este caso, está atado al habla el elevado pen-
samienlo. No adepto este apoyo de mi intuición, porque me falta una
conHlrmación segura sobre }a contabilidad de la corneja. Si la cosa fue-
ra verdad, entonces ]a corneta podría sentarse en e] misnlo bzmcoque
ol iildíg( lli} (l(, lil t)itl;igolliii ) /\l'isl(\lt'l('s. ('l ciiiit l o l){)(Ifi ('o111iit' illils

ttlil'i (It' {lit'z. iiiil, st'})illlil'íii ii lli t'oi'tit'jn.


No crer en }a historia po!'que se cona'adoce, en algunos punhos deci-
sivos. coi] e} talento de contar de oiros animales. Es de todos conocido
tIRehay caballos, jumentos y eleltlntesque, dejándose amaestt'ai',cuen-
liiii y llÍislil (:oi)tPi'cit(It'i} lias ('tl't'iis (lttt' ('1 1}o11il)i'c l('s \-íi (ll(.it't}(lo, iiltllt[- ':'i

uc ci cn cil c(]uivocaciones. Lo (]tiedil'et'enfiael cantai' dc estos ani-


males del conLai'Jlumano, estrita en que los animales no han caído
nunca, probablemente, en la idea de servil'se, para sus intereses, de aque-
"h=n..r '

t[os números. Así como e] papagatjo no«hab]a» en tanto que nodo face
"\.+,;'
por su interés y no expresa su propio pensamiento. (Montaigne, 11,12, :';:

\l.......-''
cuenta de unos bueyes, bueyes en Susa, que al darle a la nona la cen-
tésima vuelta, no había.füePza que les hiciera seguir; pelo la historia .es
:L,.-:
incontrastab[e, histórica y psicoiógicamente.) En e] ü'atohumano ]e ]ie-
\..../'' va ventaja e] buen ca]cu]ador a] maio; é] puede no s6]o ser ingeniero,
'\.h#. '
en tanto que el oiro queda eh simple operário, sino que si es uh vivo
\
arZ)ílrageurpuede también àlcanzar una enorme ganância en la bolsa
y puede comprar mejor en el mei'Gado. Si un europeo compra ovejas a
:'-...'
un hombre de la Pahgonia, puede ljevarse doce y pagar pólo diez, por-
~.... ; que el patagonés no conoce bien la diferencia entre diez y doce. En câm-
''...,.,/'
bio, nunca se ha oído que un asno amaestrado engafiara a su compar-
tidor de pesebre con ayuda de ]os números. Lo que ]e fa]ta, pues, a ]a
\.....''
contabilidad de los animales amaestrados es el enlace de sus conceptos
-..../''
numéricos y sus intêreses. Poro los hombres han temidosiempre un gan
''-.
interés en !os números, y avánzando de ulüdad en unidad han alegado
a[ descubrimiento ãna[ de [as quatro especies y de] sistema decima], con
a) uda de lo cual todo muchaêho puede contei' hasta el infinito. En rea-
''- .

lidad, las matemáticas no son más que un desarrollo no interrumpido


....../" de esta línea de categorias. La multiplicación es más que una abrevia-
\h...../
ción de ]a suma, el logaritmo es una abreviación de la mulUplicación, y
desde el álgebra al más elevado análises, una abreviación del cálculo sin
cifras. Se ha dicho que la corneja no puede contar arriba de ares porque
'k...-P

\...,.,' le falta la aytida dct lcngliitjc Í)al'a dcsmcntizar los valor'cs numéricos
207
(]

'.u'"'
206
'-....#'
&

rente aços, entendia por «}ámpara» üna de aceite, luego unã limpara de
elemental de contar la cuestión se circunscribe alrededor de un con-
peü'óleo y ahora luz incandescente o }uz eléctrica? Para el nombre es
cepLOúnico, alrededor del cómodo concepto humano de la unidad; mejor
umas vedes más importante e} objeto, e] artefacto, y obras el: selvicio pro-
(licito. ali-t'(lc(lot' (lc lit t'clitciilii ciilt'c liiio ) (it)s. Y yt) l)tic(lo iiliiiHiiiat'i)it:
ducído. i'or lo quc toca al moderno alumbraclo, le liamamos prel'e-
un lenguaje en el que las diez primeras palavras para contar hayan sóli-
rentemente (Lic/zl) luz: luz incandescente (OZüh/ichZ), luz de arco
do también de una, en e] que desaparezcan ]as palabras especiales para
(Bogen/ic/zZ),etc. AI aparato, sobre todo quando recuerda en su figu-
ciento, mil, etc., y en el que todas las palabras de las cifrass surjan de
ra a lajámpara de aceite, le llamahos lámpara: limpara de Nernst
la tiili(lii(l (ittcloi' (licito, (lc la t-cluciilii 1: 2). 1,t)s roilcc )los (lc li)s tlottií'ts
(]Verrzsz/ampc), látnt)ur'a dc arco (/Bege/l/a//zpc). A l niismo Licrilpo la clu
idiomas no penniLen un desarrollo tan esquemático. Innumerables impõe
ridad es cada vez mayor. Las lámparas de aceite no podían comparas-
siones sensibles se esfuerzan y se golpean en nuesLro cerebi'o, y nos
se al sol. A las nuevas comienzã a llamárselas Sonnenórenner (algo así
damos poí' contcnlos, si conseguimos ordc'nai'lus, cn cict'Lo modo, dcn
como, ardedores de so]), y pensemos ùnicamente e] papel que en esta
Lro de nuesU'o caudal lingüísLico. La memoria formal para las catego-
desempeõa la memoria.
En [a suma, en que ]a menor modiHicaciónde idea tiene por conse- rias gramaUcaleses de una gran comodidad al hablar; pera la memo-
ria de las cosas, esto es, la memoria para las palabras que abarcan las
cuencia una modiHicacíón de expresión, ]a memoria solo tiene que rete-
ner, aparte de las diez primeras cifras y, tal vez, una docena más, las impresiones de los sentidos, son las que formamel verdadero funda-
denomiüaciones del sistema decimal. La extraordinária comodidad de mento del lenguaje. Y ahora podemos planLearla pregunta: écómo es
posible que estas palabras abarcantes, que tan poca alteración sufren en
estesistema consiste en que bastan estas poças cifras para expresar, por
medio de combinaciones y permutaciones, inHlnitasprobabilidades. sí, puedan experimentar un câmbio t.anextraordinário en su significa-
ción? Como «berra», por medio de los adelantos de la astronomia; como
La memoria retiene ]os medias de expresión de ]as categorias, de modo
«[ámpara», con ]as mejoras de ]a técnica del alumbrado. Si creemos en
análogo que en el lenguaje se retienen las categorias de la gramática,
la absu'accíón de un pensar que progresa y llota objeüvamenLesobre los
las sílabas, con ayuda de las cuales pueden formarse los casos del sus-
cerebros individuales y al mismo [iempo en la éêtabilidadrelativa del
tantivo, las fobias de conjugación, y otras agrupaciones. Estas catego-
lenguaje popular en el que progresa este pensar, entonces existe, indu-
rias del cálculo nos son tan familiares que para el fin momentâneo dc
dablemente, una sorprendente oposición entre el pensar y el lenguaje.
una cifra determinada tenemos siempre a mano su expresión determi-
Entonces el pensar es una divinidad sin cuerpo y el lenguaje su ins-
nada también. La antedicha canüdad de seis cifras, 756.318,pertenece
U'umento corpora]. Entonces e] pensar se hace el alma y el lenguaje la
a[ tesoro lingüísüco de igual modo que ]a Forma de un tempo cua]quíera
meteria de esta alma.
de] verbo contar, por ejemplo: «Vosoü'oshubierais contado». Ni esta for-
ma de tiempo, ni aquella cifra pueden busca'se en un diccionario. Ambas
pertenecen al lenguaje del momento. La memoria no necesiLa cargas
:'

Carnblo de siõn/t{/icacíó/z Si queremos debilitar esta objeción, dcbc-


con [as infinitas cifras ni con ]as inú]tip]es formas de ]as;paiabrüs.
mos analizar, con más agudeza aún que hasta aqui, la naturaleza del
câmbio de signiüicación. Es cierto que, en general, puede uno ayudar-
s(' con la !an i'apelida vct'dad dc qtic, eil i'culidad. no hay lcngtialc pnpti-
A/er Orl(z l.a memoria no rclicn(' lhas quc cl cs(lticma rniitcmáLico.
lai' conct'eLo,sino únicamenLc semcjanzas de lcnguajes individuales, y
Y tiene preparado este esquema para el Momento preciso. Para el uso
además, que el lenguaje individual es, a su vez, una absti'acción de la
del resto del lenguaje h'abaja la memoria --decido a la:brevedad no pue-
do prescindir de la abstracción-- igualmente con categoi'ías, con;aque- vida de un hombí'e, y que el único real y concreto es el lenguaje del
iiloill('iil(i. \' ('itloii('('s, ('l t'oll( ('Plo (l('l ('iittil)io (l(' slr..itili(':t('t(lit s(' ('ollvci
:las dc lít gríimál.i(:íi; poro cl L(!$or{) llílgliíslico ill)ili'(:ii il llttiiatn(!í Lc más
r' vci'Lii'ilcli una cttlbi'ollii(ki iiluigcii (lc uii })i'ocaso cii cl cci-t:bi'o iiidivi-
palavras que }as diez primeras ciü'as. Naturalmente, pues en el U'áflco
dua[, de un proceso real y, por lo tanto,momentâneo. Pelo así no pue-
208
de reftJtarse ]a corriente maneja de pensar. Whitney (Sprachmíssensch(!/t
pág. 195) ci'ee poder demosu'ar, poi' medio del câmbio de signincación,
que el pensamiento es anterior al lenguaje. Con toda la inocencia equí-
voca Whitney, en seis renglones, las expresiones «representación», «pen-
samiento»y «concepto».Es tan corriente hasta hoy esta equivocación en
la Hllología,que quando se encuentra uno con un hombre de tanto méri-
to, agarraría gusLosoel libro y de cabia lo arrojaría a la cabeza que no
sabe distinguir [a represenLación de] concepto. Whitney doce en aquel
pasaje, con ]a mayor ignorância, que ]a inseparable conexión del con-
cepto y la palabt'a es de techazat' pot'que cada iepi'csenLación existia ya
de poi' sí, antes de ser vestida con signo especial. Ci'eo que êste es un
buen certillcado de lo arriba dicho, esta es, que las difeiencias no estás
cnlt'c cl pcnsailticiiLo y cl lcilguajc, sino cnU'c tlucsLT'opcnsamienLo y
nuestras impresiones del mundo de la realidad.

Halos/{ZirzZge/z Whiuiey combate,de antecipado,nli inLuición(por


la parte histórica de pu obra vemos las doutrinas que íloLabanante él)
sirviéndose de] exemplodàl galvanismo: ésse fue reconocido como una
luct za llatuiul, antes dc qtic slls dcsctibiidoics sc pttsici'attdc achei'do .!

sobre e] nombre que le habían de Galgar. La cosa será más clara si en


vez del gajvatlismo --la historia de cuyo nombt'e nos llevaría muy lejos--
acepLái'amos el cjernplo dc los t'ayos llõntgen. EI pr'obeso psí(itiico es
colllplclainciilc idtçiiUco. EI pi'ol'csoi l\iiiilgclt aclvil'Lió liil tlíii (luc cn pl'e-
sencia de ciertos fenómenos elécü'ecossurgían sombras que una corrien-
te conocida no había dado nunca. Recibió, por lo tanto, en sus sentidos,
tília nlit'va inll)i'esióti. l Inl)ía hc('ho liilii nbs('tvarióíl nlicva, lin suevo
ripa/'<-1/.
l.=st:iol)st rvac'i(lii st' cottvii'litl t'ii dcsclibi-illliclito, (liclll) sca de
paso, porque la descripción de la nueva ompi'esióncondujo a introduzir
una nueva causa origintil, desaLelidiendolas causas naLurales conoci-
d&shasta enLonces.EI pt'ofesorRõntgense vío tan sorprendido ante el
cspccLácliloillicvo, como lo [uc, sitadoida,]lacc nii]cs dc aços, e] ]iom-
bre que vio fuego por vez primera, o vio caemuna piedra, o brotar san-
gre de un ser humano herido. También ésLosfueron descubrimientos ':

un día. chora bien, el profesor Róntgen quiso comunicar su observa-


ción. EI es un cerebi'o tan moderno que penso menos en una aclaraci6n
que en una descripción. Para la descripción había de usar el lenguaje.
Pera e] lenguaje no es sino rectierdo de las impresiones anteriores de

210

...!". i' :
de que aclara falsamente los fenómenos y a pesar de la oü'a más justi- realidad sin signos. Los hombres se inclinan a diferenciar el signo de la
ãcada denomínación del voitaismo, que hubiera honrado al mejor obser- fuerza que lo cl'eó. No admitimos que el explorador polar, que antes de
vador y narrador de aquellos fenómenos. su muerte haja apitado piedras sobre piedras en una isla apüi'Uda, como
Si se doce que la observación de }os elbctos de los rayos Rõntgen pre- tesümoniode su presencia, sea idêntico con estemonumento de su vida.
cedió a la palabra, es mecanicamente justo, en der'to modo; pera prece- Pera los signos o seõales del lenguaje se han puesto sin medias de ayu-
dia ùnicamente }a observación, no el concepto. Y aun la mioma obser- da exteriores; para estas seííales no hacen falta piedras. EI formador de
vación, e] nuevo descubrimiento, surgia en e] a]mã individual de] profesor los sonidos lingüísticos no es como el arquitecto, que necesila material.
Rõntgen en el momento en que apercibió por vez primera los ef'ectos EI lenguaje del hombre dotado de palabra se compone de signos que
luminosos, eito es, quando obgervó el erectocomo ef'eitoluminoso, o lo son una parte de su vida, una parte de los movimientos de su vida. Así
que es lo mesmo, quando lo comparó en su memoria con los afectos de [os signos de] ]enguaje pertenecen más intimamente a su yo que, por
oü'as causas originárias desconocidas, con oü'os rayos. Devíamos face ejemplo, al pobre explorador polar su osamenta mioma , que en un aüo
poço: el lenguaje es siempre y ùnicamente recuerdo, y no puede utili- y oiro continha oculta en la deve de la isleta y que, sin embargo, es un
zarse, para la descripci6n de una observación nueva, sin un câmbio de signo más positivo de su presencia que el montón de piedt'üsdispuesto
signiHicación.En el momento de la comparación se ensanch6 para por él un día.
Rõn[gen e] concepto de ]os rayos (]o que se extendió después a] lenguaje),
y si a} enganchado concepto ha de llamársele rayos X o rayos Rõntgen,
es cosa tan individual y momentânea corno la pregunta, si Ita de decir- Z,e/zgl/ayc csc/'ilo Sin dcjai'iiic l)ct'lui'l)ai',i'apito ttli toda ocasioil qut:
se BÍ(yc/e o ãad (nombres ambos para bicicleta o biciclo. N. del T.). En el pensamiento y el lenguaje indican una y la mesma actividad de] espí-
realidad, solo ha temidolugar un acto de }a memoria. E} recuerdo de eito ritu y, no obstante, sé que estas dos conceptos no son completamente
es, a su vez, un enriquecimiento de nuestro pensar y de nuesü'o len- idênticos. Constatar lo idêntico en ambos concepLosllegará a consta
gtlaje, bica t,cngfi]iigar cs]c cní'i(lticcim]cn]o v:t]i(\il(]llsc(]c] cuinl)io {jc Ittii'sc (-li (li't)cl- I'i'ctilt n lii rtpi'iia iit'llttlosillit(l ililp {ltiit't't' vi'i' cil cl !{.ii

signincación o de una rlueva consLrucción. guajc, dcs(It: Ititcc ttiilcs (lc uõt)s, t'tiiit:unicttlclln ilisti'liilicnl{) iiicciliii-
Lo mesmo aqui que en oü'as ocasiones se me dirá: eso lo dicen ya co del pensamiento, y en êste, una fuerza sobrenatural. Frente a rales
otros, el mesmo Max Müller. EI mesmo Max Müller adepta, en un momen- supercherías, creo de obligación hacer hincapié en la idenLidadpara
to de claridad, un paralelismo entro cl pcnsainiciil.o y ci !cnguajc, algo dciliosli'ai' pi-ittcil):ilitt('ill(' (lti(' liii liil l)ci\sailli(.silo siit lciiHllnic. ilu'is (ltit
así como la relación entre cuerpo y alma. Tanto menor si hay oU'os que sobrehumano y divino, es prehumano y bestial.Esta consideración para'
diceü lo mesmo. Pelo es el caso que a mí no me saüsface el paralelismo. dojal será mejor comprendida, cuando compare la relación entre len- hX./"

La imagen es falsa en su base. Yo puído decir «cuerpo», y representár- guajc y pcilsainicnLo con la t'claci6n eillí'c lcilguajc llablado y lcnÉ;la- '...,.P'

mele y abstraerle completamente de su faz interior. Igualmente puedo je escrito. La escritura que es hoy psicológicamenLe, en libros ompi'estes, -..../

pensar en el alma o representarme los procesos espirituales, separada- con frecuencia, durante muchas hoi'as, el lenguaje único de los hom-
bres cultos, no es más que oU'a forma de ]enguaje ora]. E] ]enguaje sono- -........P/'

mente del euerpo. Bien puído pensar en el pensamiento separadamen-


ro gene sobre el escrito la ventaja de la inmediación, la gran lacultad de
te del lenguaje; pelo no puedo representarme un «lenguaje» sin su faz
b.WH '

interior: el pensamíento. adaptación,la rápida mudanza; pelo no solo tienesus ventajas el len- LH«'P

EI pensamiento y el lenguaje no pueden separasse, por lo tanto, lo guaje escrito en ]a más fácil comunicación en el espaclo y en el tiempo,
sino también en las elevadas formas del pensamiento absu'acto. Los sig-
mesmoque, con oiro câmbio de signinicaciónmuy distinto, sucede al
calcular. E} lenguaje es siempre recuerdo. Y la pregunta inmediata no nos escritos, visibles y, por lo mesmo,más duraderos, permiten rete- 'U.......'

seria, indudablemente, si es posible una memoria sin signos de memo- ner los conceptos por más tiempo y con menos variación que los signos ''«..-'-"

ria. Antes bíen, seria si es posibje un recuerdo de kls impresiones de ia fugitivílsoralcs. Así cs quc la escritura Lienesóisventajas y sus conlras
213
212
":-n -

-'qh.â#:"
ã'enteai lenguaje; pera siendo en el findo la mesma acüvidad espiritual.
De mesmomodo podemos suponer que el pensamiento animal, anterior
a[ [enguaje, por ]o cua] preferimos no ]]amar]o pensamiento, es más
inmediato y más adaptable que el pensamiento en el lenguaje sonoro,
el Qual, a su vez, no solo es insustituible para la comunicación, sino que
precisamente es útil para }a retención de los conceptos. Si los anima-
les tuvieran mejor memoria, poseerían }enguaje oral, }o que puede inver-
tirse, diciendo que los animales tendrían una memoria mejor si pose-
yet'an lenguaje sonoro. EI lenguaje sonoro es !a memo!'ia de la bestia
humana; la escritura no es más que la forma durable de }os signos de la
memoria; la escritura es una mejora artíHicialde ia memoria, como la
fotografia una mejora del órgano de la vista.
En este procedo mental se da un exemplo de como ei lenguaje tan
pronto identifica los conceptos pensamiento y lenguaje, como los sepa- !

'"-=-'

ra por medio de maüces conceptuales. Pera en este proceso mental, como i

'Vb.. ./'
se ve, no está e] pensamiento co]ocado sobre e] lenguaje, sino que el len-
guaje es el conceptomás rico, él es el pensamiento más los signos so-
ê

V.....,P

noros, ]o mesmo que ]a escritura es e] ]enguaje más ]os signos de la es- i


critura.
'\.:.../'

'::/

'-..J'
JWa/Íz(zcÍÓ/z de ZoS co/Zc?Pios Si se analizan atentamentelas fra-
ses generales y ricas de peiisamiento, como suele decirse, en las que
se habla de pensamiento y de lenguaje, se enconb'arán siempre mati-
ces conceptuaJes que o precbden a las frases o son inü'oducidas en las pensar o devir algo nuevo-
''h....P'

''...../
pa[abras por medio de ]as frases. Si oímos, por ejemp]o, e] aforismo:
«Hablar es fácil, pensar es difícil» --en seguida produce la antíteses,en
nüestra representacióó, pequenos matizes de concepto, para el len-
'\U..../'

':.J guaje y para e] pensamiento.- Y lo ingenioso de la frase está en que estos


\.....,; matizes no han de ser expresados especialmente, sino que están implí-
citos. De OU'omodo no habría antíteses.Seria banal decai':«Repetir es
fácil, pensar poí' sí mesmo es difícil.» Y, sín embargo, exisLen, dentro de
''-........,''

ambos corjceptos, los matizes quando los tmimos así. In oposición engen-
:-. ': dra los maLices. Es este un delicado proceso psicológico que aprende-
.J remos a conocer en su mayor amplitud como influencia del presente
total, dcl estado anímico o del conlcnido de pensamienLOexistente
momentaneamente en el concepto cada vez expresado. Si comienzo la
-L. ../

\....J frase: «]lablar es fácil, pensar es dilTcil»,el contenido de esta frase está
--../
215
214

'k./"

a cada peso se claría un nucvo pensamienlo y una nueva cxpresión. Así, guaje ha surgido del peilsamienlo, y que cl pcnsamicnlo implica, sín
por ejemplo, un hombre primitivo poseía ya una palabra usual enLrcjos t:iiibíii'go, 1111 IL-i)gliiijt: iiitl(-i'ioi'. P('ro (:slt ('Ít'(:talo (:xisl(: st)liiillt'iilt:, {:lliill

de su estirpe, que signinicaba aproximadamente lo que nuestra «legu- do, con la vieja psicologia, se representa uno el pensamienLOcomo la
minosa» o que Lemasimplemente el sentido de aJimenLOvegetal. chora achviclad de una fuerza mental especial y sol)rehumana. Para nuesLra
bien; un día, guiado este sujeLopor la necesidad, o por su olrato, o por intuición no ofrece diHicultadalguma, aunque queramos para este üln
las palabras de un mercader extraõo, probó granos de arroz y los encon- separar los dos concepLos, lenguaje y pensamiento, comprender Lam-
tró custosos y de buen provecho. Cuando volvia después a sus compa- bién los llamadoserectosrecíprocos. He aqui un efeito recíproco aná-
õeros y les trajo el nuevo alimento, otorgándole el nombre que antes sig- logo al que existe entre lenguaje y escritura. EI proceso no tiene en el
gi . nHcaba algo así como leguminosa o alimento vegetal, por ftierza pensaria celebro el carácter de un efecLOrecíproco, sido el de una ascensión pau-
y hablaría de un modo nuevo. Naturalmente que el ejemplo es inventa sada. EI pensamienLOanterior a la expresión es un observei', un colei
do, pera no podemos imaginar de oü'o modo la evolución lingüística de clonar poco a pago ]as semejanzas, un enü'enamientode la memoria,
los primeros [iempos.
que se prolongará hasta tanto que el nuevo conocimienLO produzia ]a
necesidad de ser retenido por un signo. Si el signo se utiliza y se con-
@
ülrma por el contei'cio, solo sucede que se produce m:ls rapidamente la
/)Z(z/zt(zs comeslló/es Si continuamos con este fantástico exemplo, apropiación de ]os nuevos conceptos o de los nuevos conLenidos con-
veremos como la psicologia del hombre primitivo no se diferencia de la ceptuales, porque existe para elmosun signo sensible. Esta comodidad
actual. Su pensamiento obraba sobre su lenguaje, pelo su lenguaje obra- en la apropiación, esta obligación de quedarse con el signo escogido,
ba también sobre su pensamiento. Una observacíón nueva, una nueva nos parece enLonces un erecto del lenguaje sobre el pensamiento.
experiencia de los senados, le había hecho expenderla palabra hasta los .q..'

granos de arroz. EI pensamiento incluía sobre la lengua. Mas ahora,


aquella palabra que oscUaba entre leguminosas o alimento vegetal, segun S ber sí/z ZenWge in cruz está en ]a contradicción de que todo nues-
L"-=..

la ocasión, debía percibir una inclinación havia el concepto más amplio. i:.

tro pensamiento no es nada más que lenguaje y que, no obstante, es posi-


Por medio de la posesíón de la pajabra que había ampliado concep- b[e sin ]enguaje un b'abalo cerebral, que con ]os mediou de nuestro len-
tualmente, debió estar más cerca de é] ]a idea de que debía existir una guaje no podemos llamar de otra maneja que pensamiento. quando un
clase de cosas que se pudieran clamar plantas comestibles. Y debió lle- niúo de un aõo, que JIO puede hablar aún, y (iue indudablementeno ha
@
gar el tiempo en que, queriendo, por ejemplo, comunicar a sus niiios, oído ni de Nesq'tonni de la gravitación, retiene fuertemente, con la mano, "'... ..- -

desde lejos, la agradable noticia, encontrara una palabra especial, un un dulce, para que no se le caiba al suelo, este nióo ha reunido ya la expe'
adjetivo distintivo para leguminosas. Si hasta entonces no conocía más riencia por medio de muchas observaciones, de que los cuerpos sin apo-
que chícharos y lentejas, y más tarde conoció ]as judias, ]a palabra para yo caen al soCIo; y así ha generalizado esta experiencia y ha preparado
leguminosas se veria nuevamente en acUvidad para la Formación de un sus manos siguiendo una ley natural. La retención del dulce por el niõo
nuevo concepto de clase. Así obr(5el lenguaje sobre el pensamiento. es una acción de su cérebro. ZEn qué se distingue esta acción cerebral
Todavia en el siglo xvii, quando se comenzaron a ordenar en sistemas del pensamienLo, que está unido al lenguaje y que es lenguaje? En la fal-
las 6.000 clases conocidas de plantas, no se temiapor acientíHicotratar ta de comunicabilidad parece que no esü'iba la diferencia esencial; pues
en separaciones especiales las plantas útiles, las plantas comestibjes. el más profundo y último pensamiento es [ambién diíTcilmentecomuni-
© Y el lenguaje común no se verá nunca lebre de un concepto de género cable. Entre tanto, nos ayudamos con la aclaración de que estesupues'
antisistemático como OósZ(finta).
:iãl@.:

to pensamiento sin lenguaje no es más que un saber; pelo dará lugar a


Los psicólogos se rompen la cabeza, desde hace muchísimo tiempo, más de una reflexión representamos sin pensamiento un saber, o, ]o que
buscando el medio de evitar este peligroso círculo que dize que el len- es lo mesmo,una colección de experiencias ordenada por ]a memoria.
216 217
Pera esmoprocede de que, en nuesU'oplano de evolución, nos repre-
sentamos el saber como una cosa general, como un saber abstracto; ade-
lnás, pi'oct:dcdc quc nn ('álamos inclinados a dcnorninar saber al cla-
mado instinto en el actuar de las bestas, y a }o clamadocostumbres cn !

el de ]os hombres sencillos o a las primeras adaptaciones del niíío. Podría


decirse, el saber alega a ser pensamiento mediante su expresión gene-
i'a], y c] pensamiento es posib]e só]o pol'lnedio de] ]cilguaje. Pelo ]a cos-
tumbre lingüísUca no es consequenteen estas cosas, porque la masa,
que crea el uso linguístico, no se ha ocupado jamás de Lajes problemas.
Contra est:aterminologia podría argiiirse nuevamente que el saber
del niúo acerca de la caída del dulce es ya también una generaliza-
ción. Los conceptos f]uyen ]os unos en los otros, como siempre. Contar
es siempre cantai', yalo baga un negro con ayuda de sus dedos o un
asU'gnomo con ayuda de signos algebraicos. Mienü'as más agudamen
te se generalice el pensamiento, mienü'as más abstractos sean los sig-
nos del pensamiento, tanto más clara será, para el investigador, la Iden-
i';;''
"qH '
tidad del lenguaje y del pensamiento. Lavoisier, el suevo fundador de
-:w
'H:-:'*
'ns--...- la química, digouna vez: él álgebra, que es a un tempo mesmo UHlen-
guaje y un método analítico, es la maneja de expresión más sencilla,
: ,,
más justa y más útil.«EI arte de pensar no es, en realidad, otra cosa que
un ienguaje bien ordenado».
?. '

1l!.,.,
-Le/zgzzaye de /(z psíco/ogícz La crítica del lenguaje no encontrará
'\.....:
nunca [a última pa[abra si)bre ]a re]ación entre e] pensamiento y e] ]en-
'h-n-#
guaje, porque ]a crítica ]ingüística ha de dudar, tanto de ]a constância
''-..' de significado de los conceptos o palabras por comparar o por aclarar,
como de ]a utilidad cientíHlcade los conceptos psicológicos o palabras
imprescindibles para la ãclaración o comparación. Es la viejà cruz de
'qb..P "

'-«..'
mi problema: deseo refonnar ]a psicologia de] ]enguaje, y siento a cada
*'.../' paço que hay que reformar primero e] ]enguaje de ]a psicologia. Es impo-
sible haver lo uno antes de lo oü'o. E igualmente imposible emprender
ambos trabajos a un tiempo. ùnicamente un pequeno burguês puede
:\. .''
ci'cci', pot'que no ve más (]uc una cai'a de kls cosas, qtle })a pi'anunciado hsiología.
'k...../ la úILimitpalavra. l.as comadi'cs dispuladonls consclvan así la i'lILima
'\.-
palabra cuando cede e! más avisado.
La demostración lógica y casa matemática de la idenLidadentre el
pensamiento y el lenguaje seria la cosa más sencilla del mundo, si nos
'\q...#'

', #'
2Í9
218

'u'
.44emor'Ía También [endremos que amp]iar, más a]]á de] uso corrien- entre los hombres de una comtmidad más esü'echa o más ancha, o ùni-
te de[ [enguaje, e] concepto memoria, estirar]o o encoger]o, si queremos camente en ]a cabeza de] vivo organismo humano.
poder en lenguaje el pensamiento que sobre ello tenemos. En el len- Y, ahora bien, por encima de toda objeción, creo que en el campo de
guaje vulgar, la memoria es un fantasma, una facultad psíquica, una la psicologia social no hay asomo de una diferencia entre el lenguaje y
f\iérza personificada. En esteramo encontraremos como realidad úni- el pensamienLO. La memoria, como función de ]a matéria organizada,
ca los actos aislados de la memoria o los recuei'dos, quc cnLonccs lla- no cs })osiblc iii iinugiiiablc ttiils(luc!cn cl individuo. Eit la psicologíit
mamos imágenes de recuerdo o represenl.aciones. Pera la verdad axio- social, entre los hombres de un puebjo o de una comunidad cultural, los
mática superior de nuestro conocimiento,la asociación de estas fenómenos de la memoria sin signos de la mesma son un no/zsens,una
representaciones, es, a su vez, Lrabajo dc la memoriít, porque no hay Í'iiltis (l(. s(.iilt(to. })í)i'(lti(' ('slí)s ft:ilriílt('nos (l(' lii ill('111oi'líl 11o pti('(l(-il s('l'

recuerdo que no csté unido a Olho,y por(iuc la ultir)i}, })i'ccisaltlcnLe,es I't:tltlitict)os(It: la cona:iciicin, silvo lítio dcscaiisail cii díGItos, cil aPt't:
también recuerdo. No podemos pagar sin el espectro "memoria», como ciaciones, suposiciones, etc. Aun donde la hei'enfia está en el findo, que
en oü'os silos no podremos privarnos de] especü'o «voluntad» o del espec- dan Ja religión, las costumbres y el lengnaje cona fenómenos de memo-
ü'o «representación». E} lenguaje nos sujeta con sus paiabras. E} ien- i-ia incoilcicnLcs no sicndo, pot' lo tanto, actos dcl i-ccucido. EilLi'c los
guaje co]oca a] cue]]o de] anarquista ]a soba de ]a ley. Y aun el más vibre hombres no hal' religión abstr'acU sin mitos, ni moi'al abstracU sin deter-
de [os HJ[Ósofos prensa con ]as pa]abras de] ]enguaje ]i]osóHico. minadas costtmlbres, ni pensamienLOabstracto sin lenguaje.
Así vacilamos sin acuda alguns, para ser sinceros, entre los con- Para aquel quc no quicra ceei' en las fantasiasridículas del ocultis-
ceptos psicológicos, y hemos de conceder que también la fórmula antes mo y, especialmente, de la Lelepatía,es un axioma necesario que, enU'e
enunciada: «ZCómo se re]aciona ]a memoria con ]os signos de la memo- los hombres, es imposible un pensamienLOsin lenguaje; que, enu'e los
ria?», no resuelve el problema de la relación entre el lenguaje y el pen- hombres, el pensamiento y el lenguaje son apreciaciones diferentes de
samiento. Pero, quizá, nos facilite un poço el camino en el laberinto una misma cosa. quando un individuo quiere comprem.derla natui'a-
de} uso del lenguaje. leza y compartir con ella, la naturaleza permanece relativamente pasi-
va; y es una aguda metáfora hablar aqui de un ]enguaje de ]a naturale-
za. Sin embargo, cuando un hombre quiere entender a oiro y tratarle,
"b..., /'

/)sicoZogícz de Zos pzzeZ)Zos Si poseyéramos, como desean los ana- entonces no quedan ambos pasivos (a no ser que uno de ellas quieta
Lomistasdel celebro, una mirada penetradora de las modificaciones examinar al oiro como a un objeto cualquiera), entonces se compren'
moleculares, cuyos erectos o fenómenos de conocimiento son las imá- den uno a Oiro por un movimienLOcualquiera de expresión; ast, son
genes del recuerdo, sabríamos lo que son los actos de la memoria; y «la metáforas muy corrienLes los movimienLos de expresión: los gestos, los
memoria» mioma seria una palabra desütuida, o seria el pensamiento, ejercicios de culto y otros usos bajo e] concepto común del lenguaje.
o seria el lenguaje, o seria la suma de todas las leyes de las modiHlca- La dificultad es solamenLe para la psicologia individual. Es claro que
ciones moleculares en las células cerebrales. Pera no poseemos una tal entre las actividades en la cabeza del organismo individual humano
ciencia, aunque tememosiibros manuales que se llamen así o analoga- es imposil)le el lcnguaje sin pensamiento, pucsto quc una palavra o lma
mente.Más claro que en ninguna obra anterior está expresado, índu- frase sin sentido no es lenguaje para nadie. Sin embai'go, en el celebro
dablemente, con demasiada credulidad en la Zi%zrspsyrho/agia
de Wundt de un organismo individual humano tiene lugar, con frecuencia, lo que
(l., 1, pág. 23): «La psicologia experimental y la psicologia de los pue- desde Platón hasta el día siempre se llama un pensar sin lenguaje, un 'kb+'

blosson, no solamentelas únicas partes, sino además las únicas auxi- pensar mudo o un pensar inconsciente.
liares de ]a psicologia.» Si aceptamos la caliHicaciónque Wundt trata
q \b.rb-

de emp]ear, tendremos una psico]ogía individual y tetrasocial. Los fenó- 'h..,/

menos psíquicos (si es permitido ampliar así la palabra), o se producen

220 221
'.
/)Bico/ogÍ(z Í/zdi idü(z/ La dificultadno debiera existirpara los con-
secuentes representantes de la psicologia fisiológica. Ellos deben mirar,
como nosotros, ]as expresiones técnicas rales como pet'cepción, i'epre
senLacióny asociación como fantasias incontrastables de una psicolo-
gia subjeliva y anterior a la ciencia, y pueden retirasse a la esperanza,
indudablemente enganosa, de que los adelantos de los anatomistas cere-
brales contestarán un día a la interrogación de la esencia o naturaleza
del pensamíento. Pera en esta dirección ha mosü'ado muy beljamenLe
Ziehen (Psico/agia./ísío/ógica,2.' edición, párrafos 170y 173), que entre
el pensar[[eno de esfuerzos y pretendidamente arbitrário y e](como es
costumbre llamar) pensar inconsciente no existe ninguna diferencia
importante. En uno y OU'ocaso se encadenan, movidas por una suges-
tión cualquiera, asocíación ü'as asociación, hasU que cesa el movimiento
iitlct'ioi'monte, bica pnt'qtic la ]'ilLima r'cp]'cst'nlaciói] dcspier'ta nuesLra
('nncicitcia(si se It'aladc pcllsami('nto itl('onsciciitc), t) bii'ii poi'quela
I'iltilli:i i'('1)i'('s(-illii('lr)il ('s, llÍiitlíti(-ttl(-. iitltlt'lliÇ (ltt(' liiil)i:titlos t('lli(1o ('rl
})ct'sl)c('liv:i ct)silo l)liitit't)(It' lo(lit lit sct'ic dc iisociit('i{)íit's(si sc lt-filadcl
pensamiento preténdldamenLe arbitrário). IYatemos de haver clara la
''q,#>-

'"k: cosa valíéndo110sde llRàtinl:tgen. Si l)ascaínos dtl!'ílnlc tina hot'a por tíi
::--!á:;;i;: In)siltt(' }'. vit st'il l)ui' lít l)t't'st'iit'lit tli' llil t'ittiiitit) li'illii(it) c) l)lt'ÍI l)tlt't'l
'\-- r t'íicüttlo(lt- liil:i t's})cslit'ii,nos tlcjiillios dcsviat' llri:ls vrt{.s liaciii acá y
':;?'
ott'ashavia alia, o si eb esa hora hemos de alcanzar un punhodetermi-
\h...Pa
.;#.j..' :nado, en ambos casos habremos fecho los mesmos movilTlienltls,des-
q\'". 4 i.'-i
l)lírio t) (It'l)i'isit,ititirtlti(loso st)Õoliciilos, llci)t)s tlc t'iittisiasllio o siii (1l.
;'--.: . pelo en ambos casos hemos andado. Y si recapacito l)ien, veo que lo
dicho, más que una imàgen, es un exemplo;pues también desde el pun-
hode visa.ade la psicojogía fisiológica caen bajo el mesmo concepto supe-
\...,:..,.'
t'ior'dc tno\iinienLo cl il' )- c l poisar. 't'avei'caos ínlil' pt'otlto, que sin
\' ."
la superstición de la palabra dedos fisiólogos podemos dar un paso ade-
....../'
[ante hmbién, equiparando e] pensar con e] ]enguaje y recordando haber-
lo interpretado como hovimiento.
'l. ''
"qW'

''..

L- .f)sigo/ogí(z ce/'eór(Z/ De la psicologia nlsiológica queremos aceptar


'-.......
la crítica de los antiguos conceptos psicológicos; no queremos, sin emba'-
go, entregamos a su dirección y menos aún ponernos en manos de la
'-- -
últimamente muy aplicada fisiologia del cerebro. Los senioresque escar-
ban, buscando Lesorosfisiológicos, gastan toda su agudeza en la nega-
...#

222 223
/''

\(Ü"-;-
pct'ccpcioitcs con iepi'escnlaciones, o l)icll i'epl'cseiILacionesentre sÍ,
no dan descripciones del hecho, sino solamenLe la hipótesesesquemá-
entonces no ha) que hablar de un pensamienLO sin lenguaje. Pues la
tica de una aclaración; la asimbolia no es más que una imagen esqui
I'cl)i'(-s('iitii('1oil t's llllíi titl:ig('íi (lo í'('('ti(:i'(1o )- s(' (llsllilgll(' (l('l í'('('ti('t'(1{)
mágica para la suposiciÓn, corrienLc desde Kanl, de quc es Lambién nece-
de una sencilla sensüción precisaílaenLe pot'que es una iniageit, un sig-
saria ]a inLeligenciapara llegar a las percepciones.
no para ]as relacionei de los diferentes recuerclos. Sin la imagem de imá-
Tampoco nosotros podemos uti]izar ]o datas de la fisiologia del cele-
genes o de signos no podemos seguir adelante. No es posible memoria
bro más que para escoger una imagen más adecuada para nuestra inte-
sin signos de memoria; y los signos son actos linguísticos en el más
rrogación, la cual no deja cogerse con ]os mediou de nuesu'o ]enguaje.
amplia sen tido.
Sabemos que, entre los hombrcs, en la psicolnHía social, no cs imaHí-
Si alguieíl repiLier'achora lii propia ol)jeción de (luc, scgún riucsLru
nable ni expresable un pensar sin lenguaje. Sabemos que eJ individuo
sensación instintiva, existe una diferencia entre e] pensar y el hablar,
no posee un lenguaje sin pensamiento. Ahora bien, éhay en e] celebro
podré contestar que esta diferencia se encuentra solo en nuesU'o pensar
del individuo un pensamienLO sin lenguaje?
o hablar, porque uno y oiro no pueden ver simplemente la simple reali-
dad. Así ha exisLidopara los hombrcs, durante muchísimo Licmpo, una
diferencia entre el peso de la piedra inmóvil y la velocidad de la piedra
Her'dcz(ZeroPe/asar Hemos de recordar aqui, que al principio de nues-
en caída; quizá se nos levante un día un Newton de la psicologia que re-
tra investigación se aparLÓ e/ lenguaje como algo que es irreal; que se
conozca la simplicidad del fenómeno de movimienLo quc ora llíimamos
desterro, adcmás, cl mismo lcnguajc individual como ií'real, (lticdíiii-
pensar, ora hablar. La disposición en las células ganglionares dcbe Lc
do como verdad única eJ sonido del lenguaje momentâneo, en tanto que
ner una analogia con la gravilacióli lateílLede la piedra inmóvil, antes
es movimienLo. Exactamente lo mesmo pesa con el pensamiento, lo que
de que el pensar o el llablai se lit)erten por medio de una incilación.
no es de maravi]]ar siendo idéntícos pensamiento y ]enguaje. E] pensa- #./

miento es un concepLo cientíHlco y la ciencia perLenece a la psicologia


social. EI individuo sabe cosas varias; la ciencia es una construcción
C'o/isc/'oa(:/l( /i (/C /(l c/&c/'H'Z'(/ l.iis actiialcs ci('iiciíis tiaLtti'alt-s Ititi)
separada y íuera del individuo. EI individuo no posee una íbcuILüdabs-
ensebado a compi'ender el universo, tanto rTlaLerialcomo espiritual, á

tracta de pensamiento, siílo que conoce el hecho de que en él se pro- -.h ./

en parte como movimicnLo ) en pai'te gajo imágenes dcl movimicnLo.


ducen actos de pensamiento. EsLos actos de pensamienLOson lo único
Lo que oímos son vibraciones de los cuerpos elásticos, lo que paladea
real y me niego a entender lo «real» en sentido aLomíslico; los fisiólogos
rins nos sci'íl d(.scrilo ('omo lin sistcína dc rtpi)vilui('mos(lttítlli('os,lo - .."
quellaman únicamcnte verdadcras a las hiÍ)oléllcas mndiílcaciones
moleculares en los gânglios no encuenLraneJ camião de vuelta bacia la (lti(' v('silos sc' lliililit tllovitl)it'silos t) x/tl)I'ii('ioiit's (l(.l (It'l'. l .o (lti(' Ititl)lit .../

lhos s(' pi'o(Iti('(-})oí' llliil s('ilsii('loii (l(' Íilovlllli('silo; lo (lti(' pt'ilsitÍtios ll('
psicologia. Solo nucsu'os aislados actos dc pensamienLo son verdaderos, /

]l(' 1)oí' ('ot't'('litlivos liilos ill(l('s('i'iPlll)lc-s lllovlliii('lhos íliol('('ttliti-('s t'll ('l


a pesar de (lue se les llaman procesos rnciiLalcs.
coi'('1)t'o. ÓI)OI' (lti(\ lliiÍt (l(, s('i' Íiti('slt'o l)t'ilsitt' y tttit'sli'(l liitl)bit' iiliis (lttt'
Nos enconLi'amos, puas, anLc la aÍ)remianLc intcr'r'ogación:Zhay actos
./

un sitiiplc laílct' dc íllo\ itttit:altoscil {'l tiitivcí'se?


dc pensamienLOsin actos de lenguaje? IndudablemenLe,se trata solo de
Subi'e cl pai'ticlilal-ha mostrado l,onze que cii el sortido })i'ndttcido
una muy humana y arbitrária deílnicif)n dc los cora('cplos pcnsamicnlo
Pt)i' íltt(-sll'ít l)t){'il sli('llilll bis oiitliis (ltit' lo('ini il titi(-slí-{)s t')t'gititossl'll
y [enguaje. Casatodas ]as sensaciones y machas de ]as pcr'cepciones las
siLivos. leste pciisanlicillo ptit'dc loiliat'sc d(' lin riiodo lhas l calislu dc lo
recibimos sin ayuda del lenguaje; y como las sensaciones y percepcio-
que sc cr'ce. Ta] l-cz.cl llonibi'e lcngi\ que abiii' la boca pai'a gí'irai o par'a
nesnos impulsan facilmente a un actuar razonable, lo que de una mane-
Labial' después de Itaber t'ecibido suei'tes golpes de las ondulaciones que,
ra imprecisa puede retroLraerse al pensamiento, hay aqui algo como
por exemplo,han focadostls oídos o sus ojos, lo mesmoque el artillero
pensamiento sin ]enguaje. Pera si entendemos por pensamiento aque
ticne que abrir su boca al disparar, a fín de no ensurdecer. Ta] vez sea
[[os procesos en nuestro celebro en ]os que se asocian sensaciones o
225
224
[ai] ]uerte realmente ei !novimiento de !as ondas que pudiera el movi-
miento químico despertado por ellas en los nervios, etc« gastartoda su
('ilt't'gíii. 'l'iil vt'z. lit sul)t't'iil)tiii(litit('lit (It' t-lit'i'gíii {'s lii tlti(' 1)I't)(Iti('(' bis

asociüciones eii el cci'cbi'o y las dcja salit poi' la boca en coima de ondas
sonoras. De un modo experimental no podiiqdemosbalse esmomienLms
ilo sc:iíl itlclot' cona(,i(it)s it)s l)I'o('caos (ltliniicos y (lcitti'is (ltic ticíit'n Itigar
t'l} it)s lit'i'v i{)s.
Pelo aunque se rechace la hipóteses, aunque la erlergía influyente
de los movimientos moleculares externos, se detenga y equilibre sus
fuct'zascn aqtielloque LieneItigar cn tluesLrocci'cblo, taítlbiénenLon-
ces debería deducirse, valiéndose de la ley de la conservación de la ener-
gia, que no queda sin un pensar consiguiente ninguna percepción nue-
va o de algún modo diferenciada; que este pensar no tiene lugar sin una
dei'La inoditlcación psicológica; que --ya que esta nueva percepción se
aferra a la memoria-- elja se asocia a la suma de !as percepciones ante-
riores, eito es, que foMiará cuerpo con la memoria o con el tesoro lin-
güísüco, y que, por lo tanto, tampoco es posible sin lenguaje él más sim-
:'':'q;.:: p[e proceso mental, e] cua] es idéntico con e] movimiento del lenguaje,
...../. ... que es siempre, al fnlsmo tiempo, ejercicio lingüístico o creciHiento. :'

Quizá seria fructuoso aplicar la ley de la contei"/ación de la energia


no só]o a] ]enguajéde ]as pa]abi'as, sino [ambién a] complensib]é ]en-
guaje de las lágrimas y dela Pisa. Ciertas medidas pi'oLecLorasdel oído
y de Jos ojos(]a más coriocida es e] encoger la pupila ante la macha luz)
permiten conocer que el organismo teme a la eneí'gía demasiado gi'an
de de las ondas e\Let'lotes. Si a pesar' de ellas p('nt'Unri: r'ccui'ie al des
mayo y, finalmente --fot'zadopor la desesperación si no puede seJ'de
OU'omodo, a] suicídio, a lo que se clama muerte.

k..-,'
Suicídio deZ ZerzÉu(Z/e Se ha comparado ftecuentemeillc,y con razón,
\-,,;' rtpi('slí't) ti('iiil)o ('oll lii itíiliHi'll-(liitl (l('(':l(It-íllt'. .-\sí (-nltjo lÍI sot't('(lii(l (li' lii

Ç ,; t''l)o('ii tiiil)t't'titl l-t)liiiiliii ) ii 110tt-íiÍii tinir.tiltit t't)íll't'l)('ltlll it('itl)ii(lii (It-l


mundo, pot'quc tcitía a sli disliosit'ión todas las coitrcpcioncs posiblcs,
'b.;
así hoy nadie cr'ee en nada taiTlpoco Las religioncs }' líts Hlosofías se
vi)('li't'i':ttt i't'vttt'lliis (-il bis l)iti'!'it(';is (lt' I't't'iit, lo ltlistllo (iti(' {'l} bis tl('li
\i.,,#'

'\;- '.,' tias dc mtit:l)lcs l)ticdt:il compt'ar'sc rilalei'ialt's )- loi'rn:ts (lc lodos los esti-
los y épocas, que alia se encuenU'an en conlusión. Y así como los hom-
bres de entonces crearon e! cristianismo a partir de la }eyenda de Jesús,
*i...,
227
22(j
facu[Lad de servir a ]os hombres para comprender fuera de cuab'o í'ude- se concenü'a]], quando se dirige la aLención sobre el procreador de\ ver-
zas. Seria tiempo de aprender a callar. bo, el hn. Lenguaje y pensamienLo exisLen mienlras que la acción huma-
na o bestial se facilite con los signos de la memoria; por lo tanto,siem-
pre. En el uso lingilístico cienLÍHlcose amplia unas vedesel concepto
Ninguna de estas consideraciones sobre la relación enu'e el lenguaje pensar y oLi'asel concepLohablar, y entonces no se cul)ren los dos con-
y e] pensar me parecen inÚLi]es.Pelo, realizadas antes de] último Lra cepLospol' un instante. En el lenguaje, no. EI pensar discursivo es idên-
bojo crítico-linguístico, son decibles y pensables. Por esta suenan en la tico al lenguaje. Pera el pensar se hace algunas veces saltarín y enLon
U'ágica desesperacióri, üri vez de sonar en la resignada y sonrienle dada ccs abandonít las nlulctas del lcnguale. Colmo el salLal soba'c las zangas.
dc la libcraci6n crít,ico-lingilísLica.A l llnal dcl calilillo nic dcl)cl-íaestar ('olho cii cl a( Itiiii' t'itzi)ital)It'dcl Itoitil)i'c) lit l)cstiil. l\t'iilillciilc iisÍ. l .ii
ac'ción com'ot'inc a la inLcligelicia cac dellll'o dcl cnsanclla(lo ('otlc'opto
permiUdo preguntar simplemente: êqué me irnporLaa mí que las pala-
bras pensar y hablar tengan un origen casual? ZQué que ambas se enlle de perlsai'.
cl'liccli y sc solnl)cii (lc liiiiiici-ii ii'i'l'Httliii'cll cl lisa) (It'l It'iiglliijc!'ti(.)tiÓ Nt) (It' t)ll't) bit)(it) l)otli'Íit t'tisittt('ltitis( lílilil)li'-il t'l t-oit(-t-})it)+liitl)litt'»
lítio stls Í)(!í-ílticlr'i)s iio t'('sl)n:}(l:in il liili {-ii'('tttill.t'{.ll('in i)tltéil) \' t:ílo (1(.1)íii
li:islil ('it(lii t-1111)It'l)
tl(. li)s slHllt)stlt' lii 1111'lii(il'i:i.t't)ll('ilvíi itvtltliisi' t)i'li'li
tlabcí' alializudo Lal}cxLclisalncnLc:y a c(}itcicltcia cia'tas lclacioiics atul- lit t-l iitiittiiil t'll t'l titiiii(it). Siilliil'ilizls si'l'lilll t'ttlotit't's bitsil('t'lt)lit's llls
lintit:as en el hombte y eil cl animal.
logas, fales como Duos y mundo, energia y maLeria, vida )- oi'ganismo,
1.;1 11it cs itc('t'sita'io t'ii cl \{,i'l)o l)at'a tina intiltia ('nmpt'rnsi(in. Pni'
habjar y comprender? ZNo debería })ítbcr rcctii'rido sicmpi'c, ('s(-olílsli-
camenle, a [a oposición entre ]o objetivo y }o subjeLívo? t:slo t's liiil L's('ilsii lii Pt)stl)tlt(lii(l tlt- (-ottitttitt'iit'ttltt('ttli'(' it)s ittlittiiil('s. ' i:..
'\!h.../

Poi' eito no se compl'enden facilmente el hombre y el animal. EI hom


bre dize: «I'opienso y hablo; el perto ladra.» EI perto ladra, qtiizás: «Yo '\'L.H./. "

Pe/zs(zry /z(zó/(zr son Dermos se/cz/7ze/zle Pera al llnal del camino picnso y hablo; cl liotnl)t'c la(li-a.»EI llonlbi'c:«'l'o hablo; cl Pittzói rali -«..f'

bien pudiera, con más atenciónsi cabeque hastaaqui, u'amai'de aclarar ta.» EI pinzón: «Yohablo; el hombre caíiLa.»A dize: «)'o pienso; B ha])]a., '«.*-/ '

por qué he de sentar siempre ]a igua]dad entre e] hablar ) el pensar B doce: «Yo pienso; A habla.» . . ..
Un exemplomias})aia haceí' la i-clacióneitLi'ccl pensar y cl hablai
\h....,/

como dos conceptos de igual valencia para la suma de la memoria huma-


na y, además, por qué adepto los diferentes mahces de estas concepLos Lanclara como una sonrisa. Así como en la acción de hablar no siem- ;- ...:.

en el uso lingüístico. En este lugar he de antecipar brevemente lo que pre se toma conciencia de la ünalidad inherenLeal verbo, así umpoco
en la acción de il. EI movimiento de marchar, sin dirección fila, se lIn-
]uego será menoracjaJ'adoen la crítica del verbo (Libro 3', 1' parte, 2'
Ha «ir» o también coi'i'ei' o saltar. (An:llogamente pal'a hablai': convem'
cap ): que no hay un verbo en el mundo de nuesLras represenlaciones;
que las representaciones de la acción, en general, se forman mediante sar o decir). Pelo si e] perto o e] hombre con'en deb'ás de la fiel)re enLon-
un ljn oculto, mediante el lin en el verbo, ftiera de la naturaleza, median-
ces cazan la liebre. Aqui [enemos dos palabras, bazar y correr, que se '''-... ;

Leja humana represeíltación teleológica. No hay en ningún sitio nada sepai'an tanto ]a una de ]a tetracomo hablar }' pensar y que, sin embar- ../'
;

que sea «cavar» o «marchar», no hay más que innumerables movimien- go, coinciden, confluyen hasta en sus diferenciaciones de movimienLo.
tos o diferenciaciones de acción que nosob'os concebemos como «cavar» EI fin crea el verbo; el adecuado lenguaje humano con sus concep' .....P

o «marcham-,según el ülnde la acción. EI «comprendep no existe en nin- tos y categorias área el pensamienLO.Tal vez esta intenLada exposición
de la relación enU'ehablar y el pensar no está muy distanciada de la más
gún lado, no hay más que innumerables movimientos microscópicos o - /'
-::.#"

variaciones que nosoü'os entendemos o abarcamos como «comprender'-. profunda doctrina de Kant, de su verdaderamente revolución copernl ;-.- .i'

('ílilii. «I'iii'ii lii t )CP('t'i('ti('tit lit' t'('(ltti('t't' (-itl('it(liittt('tllt).)> \''i'ilzoll. Pll('sto ',bits.,.Ó"

Verbos de esU índole son klmbién pensar' y }la!)lataltcsún)cilt:s dc inovi-


mientos humanos bacia un HiQ.Acciones que se disgregan quando e] que el mundo objetivo vlenc dc nuesLt'omundo concepLllal)-cl comi %.. ..
*'-..â#e-

lugar de la acción cae en el ponto de vista de la aLcnci(in. Acciorics que quisLado mundo del pensamicnlo, del lenguaje heredado.
f'mis

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