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Jhon Larry Flores Panaifo DF.

TEMA 8: LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓN:


PENITENCIA Y UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

1. La Penitencia en el AT y NT: fundamento bíblico del sacramento de la


reconciliación
1.1. AT: Nos muestra al hombre pecador frente a Dios, y la actitud de Dios frente al hombre
pecador. Además contiene elementos de práctica penitencial que van a ser en parte
recogidos en el sacramento cristiano.
a) En los orígenes de las liturgias de penitencia: Ya en la época antigua, en la perspectiva
de la doctrina de la Alianza, el vínculo de la comunidad con Dios puede romperse por culpa
de los hombres, ya se trata de pecados colectivos o individuales que comprometen en cierto
modo a la colectividad entera. Para restablecer el vínculo con Dios y recobrar su favor debe
la comunidad castigar a los responsables, además se implora el perdón divino con prácticas
ascéticas y liturgias penitenciales: se ayuna, se rasgan los vestidos o se visten las gentes de
saco, etc. Se recurre a ritos y sacrificios expiatorios. Sobre todo se hace una confesión
colectiva del pecado, y se recurre a la intercesión de un jefe o de un profeta.
b) El mensaje de conversión de los profetas: el mensaje de conversión de los profetas,
se dirige al pueblo entero, Israel ha violado la alianza, ha abandonado a Yahvé y
despreciado al santo de Israel, Yahvé tendría derecho a abandonarlo, a menos que se
convierta. Así el llamamiento a la penitencia será un a aspecto esencial de la predicación
profética.
1.2. NT: En el umbral del NT el mensaje de conversión de los profetas reaparece en toda
su pureza en la predicación de Juan Bautista. Jesús ha venido a llamar a los pecadores a la
conversión (Lc 5,32), el hombre que toma conciencia de su estado de pecado puede
volverse a Jesús con confianza, pues, el Hijo del Hombre tiene poder para perdonar pecados
(Mt 9,6). Lo que cuenta es la conversión del corazón que hace que uno vuelva a ser como
un niño pequeño (Mt 18,3). La conversión implica una voluntad de transformación moral,
además es un llamamiento humilde, acto de confianza. La conversión es una gracia
preparada siempre por la iniciativa divina, por el pastor que sale en busca de la oveja
perdida (Lc 15,4). La respuesta humana a esta gracia se analiza concretamente en la
parábola del Hijo pródigo, que pone en estupendo relieve la misericordia del Padre (Lc
15,11-32). Después de la resurrección Jesús manda a proclamar en su nombre el
arrepentimiento a todas las naciones con miras a la remisión de los pecados (Lc 24,27), los
pecados serán remitidos a los que ellos los remitan (Jn 20,23).
1.3. Fundamento bíblico del sacramento de la Reconciliación
_ Promesa del poder de las llaves y de la potestad de atar y desatar (Mt 16, 19)
_ Colación del poder de perdonar pecados (Jn 20,21ss)

2. Sacramentalidad de la penitencia antigua


La penitencia canónica era considerada como un verdadero sacramento, es decir, como
signo e instrumento de la reconciliación con Dios, y no sólo como el reconocimiento
público de dicha reconciliación, aunque no tenga aún el sacramento como tal. La penitencia
es llamado sacramento en sentido amplio: signo sagrado, manifestación de un misterio. La
naturaleza sacramental de la penitencia eclesial está expuesta en dos afirmaciones de los
padres: comparan la penitencia eclesial con el bautismo. Refiriéndose al efecto afirman que
es el mismo, perdón de los pecados y salvación del hombre. El Espíritu Santo recibido en
el bautismo y perdido por el pecado se recupera por la penitencia.

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3. Historia de la modalidad de la penitencia
En la Iglesia primitiva todo pecado atenta contra la esencia santa de la Iglesia. La Iglesia
aleja a los pecadores, pero les promete al mismo tiempo el perdón de los pecados mediante
la garantía de una nueva comunión con ella. Forman parte de este proceso: el
arrepentimiento o contrición, la conversión, la confesión y las obras de penitencia como
renovación del amor. A partir del s. III se percibe ya la forma básica del procedimiento
penitencial de la Iglesia. Entre sus elementos figuran la imposición de las pertinentes obras
de penitencia, la confesión de los pecados, la comprobación del cumplimiento de las
penitencias impuestas y la reconciliación mediante la imposición de las manos del obispo
y de los presbíteros. Este procedimiento penitencial, llevado a cabo una sola vez en el curso
de la vida, es un proceso salvífico distinto del bautismo. A partir del s. IV pudo difundirse
fácilmente, también en el continente, la forma penitencial irlandesa y anglosajona. Su
diferencia era la posibilidad tanto de repetirla como de confesar en secreto (privadamente)
los pecados al sacerdote Tras el cumplimiento de las obras de penitencia (igualmente
privada) impuestas siguiendo el esquema establecido en los libros penitenciales (penitencia
según tarifa), seguía la absolución personal impartida por el sacerdote.

4. Doctrina escolástica entre la contrición y la absolución


4.1. Los primeros escolásticos: Admiten que la contrición por sí misma obtiene el perdón
de Dios reconcilia con él. La absolución otorgaría un reconocimiento de la conversión del
penitente y una readmisión oficial de la Iglesia y a la comunión eucarística.
4.2. Santo Tomas
a) El penitente se acerca con un acto de contrición: esta contrición es ya efecto del
sacramento.
b) El penitente se acerca nada más con un acto de atrición: en este caso recibirá la
remisión del pecado en el mismo sacramento, que produce en su alma el cambio de la
atrición a la contrición.

5. La penitencia en el concilio de Trento


La penitencia es un sacramento instituido por Cristo, para reconciliar a los fieles con Dios
cada vez que caigan, después del bautismo, en el pecado. El sacramento debe ser realizado
de forma secreta. El sacramento produce el perdón de los pecados y nos reconcilia con
Dios. Los ministros de la absolución son el presbítero y el obispo. Menciona los actos del
penitente: La contrición, confesión de los pecados y la satisfacción.

6. Constitución interna del sacramento


6.1. Materia: ex qua (son los actos del penitente), circa quam (son los pecados cometidos,
arrepentidos, confesados y absueltos)
6.2. Forma: Las palabras del sacerdote: “yo te absuelvo…”
6.3. Efectos: La reconciliación con Dios, y la remisión de los pecados.

7. Contrición, atrición, satisfacción


7.1. Contrición: es el dolor del alma y la detestación de los pecados cometidos, con el
propósito de no volver a pecar más en el futuro. Es el principio y fundamento de la
conversión cristiana y de ella depende su sinceridad y eficacia.
7.2. Atrición: o contrición imperfecta, es toda contrición que procede de un motivo inferior
al amor de caridad para con Dios.
7.3. Satisfacción: Es la pena que se impone por el pecado. Una vez recibido el perdón de
los pecados a través de la absolución, queda por satisfacer la pena temporal

8. Ministro
Son ministros de la penitencia el obispo y el presbítero

9. Indulgencias
Es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a
la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediación de la Iglesia, la cual como administradora de la redención, distribuye y aplica
con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos.

10. Institución del sacramento de la unción


Fue instituida por Jesucristo el Señor como verdadero y propio sacramento del NT.
Insinuado ciertamente en Marcos (6,13), y por Santiago (Stg 5,14-15) recomendado a los
fieles y promulgado.

11. Sacramentalidad y estructura simbólica de la unción


11.1. Sacramentalidad: las palabras y acciones de la vida de Cristo, los “misterios” de su
vida preparaban y anunciaban la potencia de su misterio pascual. Estos misterios de la vida
de Cristo son el fundamento de lo que ahora Cristo dispensa en los sacramentos mediante
su Iglesia. Jesús durante su vida terrena no dejó de ocuparse de los enfermos, por los cuales
mostraba una especial solicitud, y con los cuales se identificaba.
11.2. Materia: remota (el aceite de oliva bendecido o consagrado), remota (la unción con
el aceite en la frente y en las manos)
11.3. Forma: son las palabras que acompañan la unción: “Por esta santa unción…”

12. Ministro y sujeto de la Unción de los enfermos


12.1. Ministro: El presbítero
12.2. Sujeto: toda persona bautizada, que haya alcanzado el uso de razón y se encuentre
en peligro de muerte por una grave enfermedad, o por vejez acompañada de una avanzada
debilidad senil.

13. Gracia sacramental


13. 1. Efecto y finalidad eclesial: la finalidad del sacramento no es sólo el bien individual
del enfermo, sino también el crecimiento espiritual de toda la Iglesia
13.2. Efecto y finalidad personal, la gracia: es la gracia santificante, que en este caso está
dirigida a la sanación integral del enfermo. Esta es la gracia sacramental propia de la unción
de los enfermos.

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