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UP 3 FECHA: 04/11/2016
TEMA: ENVEJECIMIENTO Y MUERTE.
DOCENTE: Dominici, María Alejandra
Guichón, Laura
Morabes, Sabrina
Sañudo, Graciela
ENVEJECIMIENTO
Sin embargo, LA VEJEZ despierta miedo. Se asocia a ella la idea del deterioro y la muerte. Este
temor carente de "función realista", opera en el sentido de negar – y por lo tanto mantener en el
desconocimiento – el proceso evolutivo natural del sujeto humano.
El sujeto que ha entrado en la vejez asistió y asiste a numerosas pérdidas: sus padres – ergo, el
lugar de hijo -, también los roles parentales, el cuerpo de la mediana edad (y concomitantemente
la adquisición de una nueva representación de sí, esquema e imagen corporal), el rol de trabajador
– para ingresar en la categoría peyorativizada de ‘pasivo’. (El lugar ocupado en la cadena
productiva es condición para la valoración social, su pérdida, puede favorecer el despliegue de
aspectos profundamente depresivos. Jubilarse es un hecho crucial en la vida de las personas y la
desvinculación laboral cobrará diversos significados de acuerdo al sentido subjetivo que cada cual
le confirió al trabajo. Quienes cuentan con recursos psíquicos que lo anticipen a ‘metabolizar’ el
cambio, vivirán de modo menos traumático esta etapa y apelarán a la creatividad, en el sentido de
transformar la realidad activamente, conciliando las vivencias penosas). Toda pérdida requiere
elaboración: proceso de duelo.
Sin embargo para todos, la muerte – como afirma Salvarezza (1988) – se "personaliza", y aunque
siga conservando su carácter enigmático y misterioso, ya no es una abstracción lejana.
INCREMENTO DE LA INTERIORIDAD:
Énfasis en la introspección y balance vital con intentos de revaluar el sí mismo, movimiento del
mundo externo al mundo interno. Salvarezza considera que si bien el aumento de la interioridad
planteado por Neugarten debe considerarse un fenómeno universal, hay que verlo como el
resultado de la disociación que produce el conflicto de envejecer, o ciertas situaciones vitales
dentro del proceso de “ser viejo”. Este repliegue podrá tener las características de
REMINISCENCIA, en cuyo caso se conseguirá la INTEGRIDAD del sujeto, o adquirirá la forma de
NOSTALGIA, y al no poder establecer la integridad se transformará en desesperación.
La persona comienza a pensar el tiempo, su tiempo, desde una perspectiva distinta: comienza a
medir el tiempo más en función de lo que falta por vivir que de lo que ha pasado desde el
nacimiento, surge la conciencia de que el tiempo es finito. Neugarten señala la dificultad para
situarse en la propia edad.
PERSONALIZACIÓN DE LA MUERTE:
La muerte de pares y amigos la hace una posibilidad real para uno mismo. Jacques (1966): La
muerte – en el nivel consciente-, en lugar de ser una concepción general o un acontecimiento
experimentado en términos de pérdida de algún ser, se convierte en un problema personal, la
propia muerte, la propia mortalidad real y actual.
Freud (1915) nos dice: “Estábamos preparados para sostener que la muerte es el resultado
necesario de la vida… Sin embargo, nos comportamos como si fuera de otra manera.
Desarrollamos una inconfundible tendencia a “archivar” la muerte, a eliminarla de la vida.
Tratábamos de ocultarla, se trataba de nuestra propia vida… nadie cree en su propia muerte… En
el inconsciente todos están convencidos de su propia inmortalidad”
Para el viejo resulta fácil hablar de muerte, incluso la propia. El tema está presente en el discurso
cotidiano, no significa que se acepte o se niegue, pero puede abordarlo con naturalidad porque
tiene mayor conciencia de que ha de morir. (Salvarezza 1998)
El proceso de envejecer, para quien no lo ha vivido es percibido desde afuera, como un conjunto
de creencias e imágenes recibidas de sus referentes concretos: los ancianos. Para estos las
percepciones de la ancianidad se construyen desde dentro, a partir de la propia vivencia y de lo
que ven en ellos mismos: autopercepciones.
Acercarnos al trabajo con los viejos implica: tomar contacto con el devenir mismo del sujeto, la re-
actualización de la propia conflictiva edípica (la dolorosa aceptación de la sexualidad de nuestros
padres) y la proximidad del acto de morir – que si bien no es patrimonio de ninguna "edad" en
particular – se patentiza, es decir se pone de manifiesto en este momento del eje evolutivo.
Los obstáculos para una escucha no–prejuiciosa se acrecientan si el profesional ignora sus
dificultades personales al respecto.
(Utilizando como disparadores dos videos de Youtube se recogerán los comentarios grupales)
A partir del debate fue cambiando la percepción de los alumnos al pensar el derecho a morir
dignamente:
Tras plantear la pregunta ¿quién decide?, se atraviesa por un proceso que inicia con las opciones:
el médico, la familia?, luego se logra pensar en lo doloroso de tomar esa decisión para cualquiera y
el aporte de “alivio” a familiares y profesionales cuando en este proceso se escucha y participa el
paciente activamente. Pueden finalmente pensar al paciente, como actor y dueño de su vivir y su
morir.
¿ CURAR O CUIDAR ?
CIERRE:
Se incluye en el debate los artículos de la Ley 26742 Ley sobre los derechos del paciente, historia
clínica y consentimiento informado.