Professional Documents
Culture Documents
Todas las personas tienen derecho a ser feliz y esto implica ser libres e iguales,
también ante la ley. Las leyes deben ser para todos y no debe importar ai alguien es
heterosexual o no.
La ley de adopción vigente no exige ser heterosexual para adoptar. Actualmente
mucha parejas homosexuales crían a sus hijos adoptados, por uno d sus integrantes,
o concebidos a través de métodos de fertilización asistida.
Los niños y niñas hijos de gay y lesbianas deben tener los mismos derechos que los
de las parejas heterosexuales.
La familia al igual que toda otra institución es producto social sujeto a
modificaciones. Las relaciones humanas están atravesadas por la cultura, por eso las
normas y leyes se modifican con el objetivo de acompañar los cambios culturales.
Ofrece una opción legal y virtuosa para los homosexuales. En lugar de vivir en los
márgenes de la sociedad a merced de encuentros furtivos e inestables pueden
enmarcarse en un modelo de estabilidad (afectiva, social, emocional, sexual, etc.)
con todo lo que ello implica.
Sin duda lo mejor para un niño es tener un padre y una madre. De hecho todos los
niños tienen un padre y una madre, aunque algunos niños tienen la desgracia de
quedarse sin uno de ellos o de ambos. Es aquí donde la adopción, aunque sea por
parte de una persona soltera o de una pareja (heterosexual u homosexual) puede ser
beneficiosa aunque no sean, biológicamente, su padre y su madre.
o El Estado define desde las herencias hasta los permisos laborales de las
parejas según su estado civil. Sin el Estado sería algo que podrían definir
libremente las empresas con sus trabajadores pero al estar todo
hiperlegislado es necesario que se reconozca este tipo de uniones para cosas
tan sencillas como poder a ver a tu cónyuge en su trabajo o cuidarle en el
hospital en calidad de “familiar”.
El Estado no debe tener la iniciativa creando situaciones artificiales sino positivar
realidades que se dan en la sociedad, recoger y reconocer la costumbre. Y la
realidad es que en sociedades más libres como la americana, ya hay muchas iglesias
que no solo reconocen el matrimonio homosexual sino que lo santifican.
o Todos estos beneficios no solo favorecen a los homosexuales sino a la
sociedad en su conjunto pues suponen ofrecer un acomodo a los
homosexuales sin excluirlos. De una situación de marginación y exclusión
se les ofrece sentarse en la misma mesa sin condenarlos al gueto social.
Siguiendo la terminología del spot, los civiliza.
o Todos estos beneficios no solo favorecen a los homosexuales sino a la
sociedad en su conjunto pues suponen ofrecer un acomodo a los
homosexuales sin excluirlos. De una situación de marginación y exclusión
se les ofrece sentarse en la misma mesa sin condenarlos al gueto social.
Siguiendo la terminología del spot, los civiliza.
No es una cuestión de “promover la homosexualidad” sino de evitar que la
discriminación real haga que los homosexuales se encuentren a sí mismos exiliados
en su propia tierra.
Las subvenciones públicas y el adoctrinamiento estatal debería eliminarse, en todos
los sentidos. Quienes critican el secuestro de sus hijos para que no se les inculquen
valores ideológicos en la escuela deberían promover la libertad de los padres para
educar a sus hijos en lugar de exigir el derecho a inculcar sus valores a los hijos de
los demás.
El mérito de la tolerancia no es respetar a los iguales sino a los diferentes. Una
sociedad abierta es aquella en la que lo excepcional tiene cabida junto a lo
mayoritario. Usar expresiones como “natural” puede inducir al equívoco pues la
homosexualidad aunque minoritaria no deja de ser algo natural. Que una sociedad
cien por cien homosexual no tiene futuro es algo tan obvio como que tampoco lo
tendría una sociedad integrada únicamente por mujeres.
La misma tenacidad que tienen los homosexuales por lograr que se les permita
casarse entre ellos indica que el nombre les importa o que para ellos es más que un
nombre lo que está en juego. Si el nombre es irrelevante, debería serlo también para
cambiar la ley actualmente vigente.
Admitir el matrimonio entre personas del mismo sexo no afecta en nada a los
matrimonios heterosexuales. El Proyecto de ley del Gobierno permite que se acojan
a esta institución otras personas, pero no cambia en lo más mínimo la regulación del
matrimonio heterosexual. Y nadie ha demostrado que este cambio pueda afectar a
ningún matrimonio concreto que ya se haya celebrado o se vaya a celebrar en el
futuro
En este punto, no es una minoría con fuerte presencia en la sociedad (la cristiana) la
que pretende imponer su concepción del matrimonio a una mayoría no cristiana (o
que no se considera tal) de la sociedad. Más bien, lo que ocurre es que una minoría
mucho menor (la gay) pretende imponer su propia concepción de matrimonio a la
abrumadora mayoría de la sociedad (tanto creyente como no creyente). Dicho de
otro modo: también los heterosexuales que apoyan el matrimonio homosexual
tienen una concepción heterosexual del matrimonio.
Ellos sabrán por qué están dispuestos a ceder en esto. Probablemente piensen que es
lo más moderno, mayoritario, tolerante y progresista, pero no es descartable que
influya la falta de reflexión. El análisis de las respuestas de la gran mayoría de los
que apoyan el matrimonio homosexual apuntan en ese sentido