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Conducción popular de los toros al toril antes de la lidia
desbocaba por el pueblo eran considerados afortunados... era bastante la emoción.
Al final, el toro se convertía en un festín disfrutado por todos."
"¿No podemos hacer eso aquí?"
"Habrá heridos, y si eso no fuera suficiente el toro embestirá las casas y causará
graves daños."
Los viajeros hallarían las celebraciones locales mucho más divertidas si estuvieran
acompañadas por el peligro. Por supuesto, Holo ahora era dueña de un edificio y
sabía cuánto trabajo llevaba mantenerlo, por lo que ella mostró la clase de
expresión dudosa que uno debía usar mientras imaginaba a un toro acometiendo
su casa y la despedazaba.
"Eso... sería problemático."
"¿Cierto no?"
"¿Hay algo más?"
"Bueno, hay esta otra: durante el festival, divides a la gente en equipos basados
en su diócesis2, y marchan alrededor del pueblo pateando una pelota de cuero."
"¡Eso suena interesante!"
"Pero la cabeza de todos generalmente termina ensangrentada en la lucha por
mantener la bola. Y si eso no fuera suficiente, la gente de por aquí no es muy
joven. Muchos de ellos probablemente se agotarían pronto después de que
comience el partido."
Las orejas de Holo se inclinaron como si ella hubiera recordado todas las barrigas
panzudas de los posaderos, y estuvo de acuerdo totalmente con Lawrence.
"Últimamente te has estado agotando también... o debería decir engordando."
"Ejem. Bueno, eso sólo haría que nuestro festival parezca más grande, pero por
desgracia la idea no es lo suficientemente convincente para comenzar."
"Es en verdad un predicamento."
Holo salpicó otra vez mientras chapoteaba como perro lejos del borde de la bañera.
A ella parecía realmente no importarle, dado cómo dejó a su cabello y cola ondular
en el agua, pero si ese fuera el caso, no habría sacado el tema para comenzar. Era
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Distrito bajo el cuidado pastoral o arzobispado
su manera de cuidar la casa de baños y los aldeanos. Si a ella no le importaba
entonces no se molestaría en inspeccionar la nieve cada noche o aceptar
tranquilamente sus labores de costura.
"Hmmm."
Mientras Lawrence reflexionaba sobre el problema, Holo se subió al islote en el
manantial con un salpicón, escurrió el agua duramente de su cabello, y movió su
cola.
"¿Por qué no te vienes también?"
Holo lo llamó con esa sonrisa suya, la cual era más inocente que la de Myuri.
Lawrence en derrota sacudió su cabeza mientras consideraba todo el trabajo que
aún tenía que hacer, pero se rindió cuando ella le mostró un semblante solitario, y
se sacó su ropa.
***
"Una vez que uno ha vivido la alegría de ser perezoso como estos, es obvio que
van a estar desmotivados para idear algo para las festividades de primavera."
Así habló Lawrence mientras miraba el cielo claro con un licor helado en su mano.
Últimamente había pedido a Hanna llevarles bebidas, sólo para terminar
perezosamente sin hacer nada. El saber que las otras casas de baños
probablemente estaban haciendo lo mismo justo ahora sólo lo hizo aún más
perezoso.
"En cuanto a mi, sería de mi preferencia dormitar en las praderas que recorrimos
como comerciantes."
"Por supuesto que te sentirías así, si no hacías nada más que roncar fuerte en la
carreta, mientras que alguien más sostenía las riendas."
"¡Yo no roncaba!" Ella se había vuelto bastante complaciente para no refutar el
hecho de que ella había holgazaneado en la parte posterior de la carreta. "Ah...
pero aun así, esta agua caliente es algo maravillosamente relajante. ¿Quien dijo
que no existía el paraíso en la tierra? Francamente me sorprende que todo el
mundo no se haya mudado aquí todavía."
"Tú dices eso, pero es cierto que este lugar ha sido alegre desde que puedo
recordar."
Holo se había sumergido en las fuentes termales de Nyohhira cientos de años
antes de que naciera Lawrence.
"Sabes... sería una buena idea que tal vez podríamos hacer que la iglesia declarara
oficialmente este lugar como un paraíso terrenal."
"¿Quu?"
Aun cuando los ojos de él decían "esto podría funcionar", los de Holo parecían
estar diciendo "allí va ese tonto, soñando despierto otra vez."
"Mira, personas vienen aquí en peregrinación todo el tiempo, ¿cierto? Hay lugares
de culto donde santos populares milagrosamente curaron ciegos y cosas
semejante, por lo que este lugar debe calificar."
A pesar de su tono apasionado, Holo simplemente vertió más licor mientras se
sentaba junto a él, como si lo ignorara. Después de diez años, ella probablemente
estaba demasiado acostumbrada a cómo sus planes para enriquecerse
generalmente terminaban metiéndolos en líos.
Por supuesto, eso no significaba que él podía guardar silencio sobre ellos.
"Todo el mundo sabe que las fuentes termales son buenas para ellos, así que sólo
tenemos que obtener la cooperación del clero que las visitan para que declaren
este lugar sagrado. ¡Sí... sí! Incluso puede encajar con las enseñanzas de la
iglesia: enfrente de la tierra está el infierno, y entre ellos un punto de referencia
llamado Purgatorio, donde las personas que serían condenadas tienen la
oportunidad de ir al cielo en su lugar. Así que por qué no también tener un lugar
entre la tierra y el cielo, llamado Nyohhira."
De repente su boca fue llenada de carne seca por Holo. "¿Mmuffh?"
"Entonces como este así llamado Purgatorio es donde uno confiesa sus pecados
para llegar al cielo, ellos vendrían a tu así llamado paraíso para beber y llegar al
infierno, ¿no?"
La cara de Holo se había vuelto muy roja por el agua caliente y el licor, por lo que
junto con sus ojos rojos ella podría pasar como el diablo.
"Uh... hmm..."
¿Y con los clientes que ya se han estado quejando de que está demasiado
concurrido? Dudo que deseen ayudar en empeorar ese problema."
"...ugh."
Ella tenía razón.
"Parece que tú, tonto como eres, ya has olvidado que sólo aspiramos aumentar
nuestros visitantes durante la temporada baja, ¿no?"
"Sí, lo sé, ¿eh?"
El licor muy fácilmente iba a la cabeza de uno al mismo tiempo que se sumergía en
aguas termales. Lawrence extendió su mano y agarró un puñado de nieve al lado
del manantial, presionándolo a su frente.
"Hmmmm... pero esa idea sobre la brecha entre el cielo y la tierra todavía parece
una línea decente de pensamiento para mí."
"¿Esa brecha no está ya llena por mi angelical yo?"
Ella se rió desde lo más profundo desde su garganta mientras desplazaba su
cuerpo más cerca al de él. Su piel blanca de perla y forma elegante eran signos
innegables de un ángel. Dicho esto, el pedacito de carne seca colgando de su
colmillo era también un signo innegable: uno para evitar ser lo suficientemente
tonto para ser el juguete de tal criatura.
Pero viéndola llegar hacia él como si ella quisiera decir que era cierto, Lawrence no
pudo evitar sino sentirse como un tonto al querer ser ese juguete.
"La brecha entre el cielo y la tierra... un festival... hmmmmm..."
Mientras gemía con Holo junto a él, ella mordisqueó la nieve todavía pegado a la
frente de él, como si ella sintiera que estaba empezando a hervir. Un momento
después ella levantó su cabeza y saltó fuera del agua.
"¿Cuál es el problema?"
Ella apuntó su barbilla hacia el edificio principal mientras apresuradamente se
vestía con una túnica.
"¡Señor, tiene un invitado!"
Hanna tenía un visitante al lado de ella mientras llamaba. Nadie sabía sobre el
secreto lobino de Holo en el pueblo, y ella quería mantenerlo así.
"¡Ahh, sí! ¡Voy en camino!"
Lawrence salió de la fuente termal, sólo para ser sorprendido de ver quien estaba
de pie en la entrada al pasillo que llevaba al edificio principal.
***
Ya que sería grosero servir a este invitado especial algo alcohólico, Lawrence dijo a
Hanna que caliente para ellos algo de leche de cabra con unas gotas de miel.
Parecían perdidos en pensamiento, teniendo todavía que moverse a sus sillas
mientras miraban sus manos. La cola de Holo, ahora seca e hinchada de estar
cerca de la chimenea, se agitaba bajo su túnica mientras se acercaba a Lawrence y
le daba un toque en el estómago. El rostro de ella le preguntaba qué estaba
sucediendo, pero al no tener idea él se encogió de hombros. El comedor vacío
estaba en silencio salvo para los sonidos que Hanna estaba haciendo mientras
preparaba la cena para Lawrence y Holo. Holo observó a su invitado con gran
interés, pero los dejó para sentarse cerca y comenzar su trabajo de costura. A este
ritmo no llegarían a ningún lado así que Lawrence abrió su boca.
"¿Has venido hoy para transmitir un mensaje de tu padre?"
Lawrence habló respetuosamente a su visitante; a pesar de ser todavía joven, él
ya se había unido a la fuerza laboral.
Sin embargo, los hombros del muchacho decayeron aun más y sacudió su cabeza
gravemente. Él era el segundo hijo de la casa de baños cercana, alrededor de la
edad de Myuri. Había poca gente tan joven como Myuri en el pueblo, por lo que
Lawrence lo conocía bien debido cómo a menudo los dos habían jugado juntos.
Kalm era su nombre, y Lawrence le había gritado muchas veces cuando Myuri se le
había unido para hacer travesuras. Los dos jugaban menos ahora, habiendo
crecido y estando ocupados con las tareas del hogar, pero seguían siendo tan
buenos amigos que se arrojarían bolas de nieve o ranas mutuamente cuando se
reunían en el pueblo.
"Por favor, toma esto antes que se enfríe."
Kalm se estiró para coger la taza a la insistencia de Lawrence. Él entonces de
repente levantó su cabeza, como si hubiera recordado algo.
"¡Ssr. Lawrence, vine a preguntarle algo!"
Lawrence estaba sorprendido no por su volumen, sino más bien por su tono serio.
Kalm era del tipo que se sentía ofendido y se alejaba cada vez que Lawrence lo
regañaba por las diabluras de él y de Myuri, sin embargo aquí él estaba mirando a
Lawrence con una mirada de sinceridad extrema.
"Si está en mi poder, estaré feliz de hacerlo posible."
Lawrence no tomaría a la ligera al niño sentado recto y ante él.
"Bueno, um, uhh..."
Lamentablemente Kalm se había quedado sin ímpetu; su boca permanecía abierta
pero no salían las palabras. Su rostro estaba rojo y parecía estar teniendo
dificultad para respirar. Kalm pronto cerró los ojos y apretó sus dientes. Justo
cuando Lawrence estaba apunto de colocar su mano sobre su hombro, él
finalmente habló.
"¡Por favor déjeme casarme con Myuri!"
Las palabras resonaron en el comedor vacío como un vendaval que había sido
convocado desde todo el poder en su alma. Lawrence estuvo sorprendido por un
breve momento antes de que el significado de esas palabras lo penetraran.
¿Casarse con... Myuri?
"Um, incluso si me preguntas eso..."
La mente de Lawrence había sido lanzada al caos; él luchó para juntar sus
pensamientos. Los ojos de Kalm permanecieron fijos todo el tiempo. Eran los ojos
de alguien preparado para la muerte.
"... Myuri... ¿pidiendo su mano en matrimonio?"
Lawrence se recuperó lo suficiente como para aguantar la determinación del
muchacho.
"Ssí."
Ahora que sabía que Kalm no estaba bromeando, Lawrence rápidamente comenzó
a pensar como propietario de una casa de baños.
"¿Y tu padre qué tiene que decir sobre esto?"
Kalm parecía preocupado por la pregunta de Lawrence, y sacudió su cabeza. Las
conexiones entre las familias en un pueblo pequeño como el suyo eran un asunto
muy serio. Para empezar, si fuera un lazo de sangre entre dos famosas casas de
baños, podría formar una facción dominante. Así que aunque no había ninguna
regla formal contra casarse con otros aldeanos, una que no estaba escrita era
casarse con alguien de otra parte, como Svernel. Dada la población pequeña,
también era una precaución para evitar que los lazos de sangre se vuelvan
demasiado íntimos.
"Hmm." Kalm se inclinó hacia adelante mientras Lawrence suspiraba, sin saber qué
hacer. "¿Pppuedo preguntar una cosa?"
"¿Que es?"
"Myuri...¿Umm, está en una fuga de amantes...?"
"Ugh."
Lawrence dejó escapar un profundo suspiro, sabiendo muy bien que Holo estaría
riéndose de él mientras observaba. Al menos él podía entender finalmente por qué
Kalm había evitado hablar de esto con sus padres, y había venido aquí como si
estuviera preparado para morir.
"No estoy... realmente seguro de que se fugara. Pero parece que hay una buena
probabilidad."
Incluso ahora Lawrence sabía que estaba tratando de evitar en aceptar esa
posibilidad, aunque fuera un esfuerzo inútil suyo. "Aunque eso sólo significa que
aún tiene que ser confirmado."
Él podía manifestar eso claramente sin que sea una ilusión. Era para mostrar
respeto a Kalm por haber reunido el valor para venir aquí y preguntar.
"Esa Myuri siempre hace locuras antes de que las piense bien. Ella también se
aburre fácilmente."
Kalm asintió de acuerdo, recordando sus propias experiencias con Myuri.
"Sabiendo eso, ella podría volver pronto después de tener una gran pelea."
Si eso no fuera suficiente, Cole quería ser un clérigo tanto como para jurar un
juramento de celibato.
Él no había flaqueado incluso después de estar aquí el tiempo suficiente para
rechazar los avances de muchas hermosas bailarinas.
"Así que cuando llegue ese momento, podrás ser capaz de hacer tu pregunta otra
vez. No me pondré en tu camino."
La cara de Kalm se iluminó brevemente como si un rayo de sol por fin había
perforado un cielo nublado oscuro, sólo para aumentar moderadamente una vez
más.
"Pero... mi rival... es Cole, ¿no?"
Todos se conocían entre sí en un pueblo pequeño como este. La expresión traviesa
del niño se volvió sombría cuando Lawrence asintió con la cabeza. Seguramente su
espíritu se decayó al confirmar simplemente contra quien se medía. Lawrence
sonrió entre dientes mientras recordaba haber tenido una experiencia similar
cuando todavía era un vendedor ambulante aprendiz. El niño ante él podía ser una
persona rencorosa aspirando por su encantadora hija Myuri, pero también era lo
suficientemente valiente como para haber venido aquí por cuenta propia.
"¿Lo que no entiendo es por qué estás aquí de repente?"
"¿Eh?"
Lawrence se inclinó más de cerca al ver la reacción de asombro de Kalm, como si
tratara de evitar que Holo los oyera.
"Pensé que te fascinaban las bailarinas."
La cara de Kalm se puso roja y susurró como si los dos hombres compartieran
secretos. Un resort de fuentes termales necesitaba canciones y danza, lo que
significaba mujeres atractivas. Y estas eran chicas que habían vivido la vida libre
de un artista; ellas no serían mal vistas aunque fueran toscas en una corte real de
castillo. La belleza de alguien tan despreocupada era más brillante que un prado
verde en el verano que haría a uno taparse los ojos.
"Bueno, eso es..." Él sólo dudó un momento antes de continuar. "Bueno, me di
cuenta que esas chicas... no son iguales a Myuri."
Escuchar eso hizo que Lawrence pensara en su hija. Holo y Myuri parecían
similares exteriormente, pero interiormente eran tan diferentes como podrían serlo.
Si uno quitara la serenidad y la astucia como de zorro de Holo, entonces
obtendrías a Myuri, quien podría convertir un pesimismo desenfrenado en rayos de
sol como una fuente desbordante de alegría. Cuando ella era joven, ella había
perseguido a un conejo tan rigurosamente que se había caído de cabeza en un
arroyo y terminó sangrando.
Sin embargo al día siguiente ella se fue a la montaña a perseguir ciervos. No había
duda que desde su núcleo, ella no era similar como las bailarinas que habían atado
su cabello, usaban perfume, cuidaban de sus figuras, y mostraban sonrisas
deliberadas. Lawrence tuvo que admitir que ella era más como Holo.
"Supongo que... es como la diferencia entre gatos que viven en una mansión y...
un lobo que vive en las montañas, tal vez..."
Pensó en el mundo de su más linda y adorable niña, pero no podía negar que tenía
sus bordes ásperos. Kalm casi se ríe al escuchar la amarga afirmación de Lawrence,
sin embargo, sacudió su cabeza de lado a lado.
"Ah, no... No quise decir eso." Empezó mirando sus manos otra vez. "Es cierto que
me solían gustar las bailarinas, pero... ellas siempre dejan la montaña durante las
temporadas bajas, y nunca me pregunto si las veré otra vez."
"¿Oh?"
"Sin embargo cuando me enteré de que Myuri había dejado el pueblo, sentí...
sentí..."
Él parpadeó como si doliera tanto como para derramar lágrimas.
".. .¿que no podías soportar mantenerte aquí y preguntarte razones?"
"..."
Él no podía decir nada y tan sólo asintió con la cabeza mientras sus labios
temblaban. Tenía la misma edad que Myuri, y había estado siempre a su alrededor
como si fuera parte de la familia. Había un refrán, que la gente no se daría cuenta
lo que tenía hasta que lo perdía. Lawrence no era una de esas personas. Durante
sus viajes como vendedor ambulante, raramente capaz de permanecer en un lugar
por más de un mes, pudo ver claramente como la ciudad y los habitantes se
sentían en ocasiones así. Grandes eventos no sucedían a menudo en pueblos y
ciudades. Las cosas eran lo mismo hoy como lo eran ayer, si uno estuviera
enfermo o no, año tras año tras año. Por lo tanto tenía sentido para un niño que
había llegado a la pubertad y desarrollado sentimientos por su inseparable amiga
de la infancia mantenerse callado al respecto.
Si se confesaba y era rechazado, la gente en el pueblo seguiría sacando el tema y
nunca lo dejarían olvidarlo hasta que se lo llevara a su tumba. Desde esa
perspectiva este valiente muchacho era digno de respeto. Sobre todo porque su
rival era nada menos que Cole. Lawrence estaba mirando a Kalm y viendo a un
hombre.
"Así que sé lo que debo hacer... lo que ya debería haber hecho." Las manos de
Kalm se hicieron como una pelota en sus puños apretados mientras lágrimas caían
de sus ojos. "Justo como supe lo que debería haber hecho cuando mi hermano
murió de esa enfermedad."
El hermano de Kalm había sucumbido ante una enfermedad de rápida
propagación; Lawrence lo conocía también. Aunque dudó por un momento,
Lawrence puso su mano en el hombro de Kalm mientras el chico sollozaba.
"Las cosas que deben decirse... deben ser dichas tan pronto como sean posibles...
o nunca tendrás la posibilidad de decirlas... Ya había aprendido eso... y sin
embargo..."
Lawrence golpeó el hombro del muchacho y usó ese brazo para alcanzarlo y darle
un abrazo.
El olor de su sudor y la forma de su torso eran completamente diferentes a los de
Myuri, pero Lawrence sospechaba que si fuera a tener un hijo propio entonces así
es cómo podría sentirse al abrazarlo... el pensamiento conmovió a Lawrence
profundamente. Holo, después de haber leído la situación, trajo una toalla de
mano a Lawrence, y Lawrence golpeó a Kalm otra vez en la espalda.
"Sabes, Myuri está todavía viva." El niño siguió llorando. "Si dependiera de mí, yo
con gusto echaría a todos los que vinieran tras de mi hija."
Kalm se estremeció un poco a pesar de saber que Lawrence estaba bromeando.
Holo seguramente meditaba sobre cuan adorablemente infantiles los dos estaban
siendo, pero Lawrence sabía que era un buen dueño de un negocio sin importar lo
que otros puedan decir.
"Preguntaría por qué no vas tras ella ahora, pero eso sería francamente
irresponsable de mí." Lawrence sujetó a Kalm para evitar que se ponga de pie de
un salto en ese mismo momento, y le entregó la toalla.
"Sin importar como pueda parecer Myuri, ella es una frívola, por lo que es probable
que volverá después de vagar por todos lados con Cole."
Él podía imaginar la cansada sonrisa que estaría en la cara de Holo al escucharle
decir eso, pero había una parte de verdad en sus palabras. Especialmente ya que
era muy poco probable que Cole pusiera su mano sobre ella sin el permiso de
Lawrence.
"Así que sólo tienes que seguir convirtiéndote en un hombre de bien para cuando
llegue ese momento. Y entonces... y entonces... "
Él no podía atreverse a decir "puedes volver y pedir su mano otra vez," pero Kalm
agarró la toalla firmemente y lo hizo.
"Volveré otra vez para pedir la mano de Myuri."
Él podía saber que la determinación de Kalm era del tipo que no tambalearía
aunque le dieran un par de golpes. Y así que dejó que sus tensos hombros se
relajen y se rió entre dientes inclinando la cabeza.
"Estaré esperando. Estaré practicando mis golpes hasta entonces."
Lawrence estaba sonriendo, pero Kalm no apartó la mirada aunque si fuera a estar
temblando. "Pues bien, límpiate las lágrimas y termina tu bebida."
"¡Ssí!"
Lawrence colocó su codo sobre la mesa y descansó la barbilla en la palma de su
mano, viendo a Kalm mientras hacía lo que le mandaron. Sentía que no sería tan
malo tener un buen chico como él como su propio hijo.
"No dudes en lavar tu cara en el manantial. No queremos que tu perspicaz
hermano menor averigüe las cosas, ¿cierto?"
"NNo, no queremos... gracias."
Si un hermano mayor actuaba duro y presumiera sólo para volver a casa con
lágrimas en los ojos, sería como un ciervo herido rodeado por una manada de
lobos. Kalm se puso de pie y se inclinó antes de salir del manantial. Lawrence
siguió sonriendo mientras veía al muchacho alejarse, momento en el que Holo
entró a su campo de visión y sin palabras se sentó en su regazo.
"¿Qqqué?"
"Hmmm... jejeje." Holo se reía alegremente mientras su cola se agitaba debajo de
su manto. "Mi tonta mula, montando un acto tan soberbio..."
Ella tomó su mano, claramente queriendo evitar que respondiera.
"No te menospreciaré por manejar tal cosa de una manera muy inteligente."
"Supongo que sólo tendré que tomar eso como un cumplido."
"Tonto."
Sus orejas ocultas frotaron contra su capucha mientras se dejaban caer
cariñosamente. Los hechos que habían tenido lugar deben haber tocado una fibra
en el corazón de ella. Lawrence la abrazó un poco más firmemente mientras sus
pensamientos se esfumaban.
"Puede que no haya una próxima vez, ¿eh?"
El hermano mayor de Kalm había muerto demasiado joven, y la memoria de eso
todavía estaba fresca en la mente de Lawrence. Y aun sin eso hubiera sentido la
profundidad del concepto, al ser un ex mercader ambulante que había vivido sus
días atesorando cada encuentro como si fuera su último.
"Para un muchacho tan joven ser ya consciente de eso significa que él crecerá
hasta ser un hombre de bien, en efecto."
"Estoy seguro que te das cuenta de que soy consciente de eso también."
Él sentía que partir incluso una vez con Holo significaría nunca verla otra vez, así
que él siempre estaba extendiendo su mano hacia ella. Sin embargo, Holo se
movió lejos de él mientras lo miraba fijamente a los ojos. Su mirada acusadora lo
decepcionó.
"¿Qué? Sólo digo la verdad."
"Tontamente siempre presentas eventos pasados de tal manera sólo para revelar
tu lado bueno."
"¿De qqué estás hablando?"
"¿Cuánto tiempo te tardó para que declares abiertamente cuánto realmente,
realmente, realmente, me amabas, hmm?"
"..."
Sus juguetonas mordeduras siempre picaban. Incluso dejarían una marca fea si él
se resistía y trataba de descargar la culpa, justificada o no. Aun así, sin importar
cuan duramente ella lo miraba, su cola siempre se meneaba como un perro
queriendo jugar. Podía ser algo doloroso amar a alguien tanto, él reflexionó como
un poeta, pero cuando abrió su boca para decir las palabras que ella tanto quería
escuchar, él cambió de opinión.
"...¿incapaz de decir lo que realmente quieres decir...?"
"¿Hmm? ¿Eh? ¿Qué estás balbuceando?"
Holo usó una expresión mostrando que esperaba comer fresas picadas con miel,
sólo para obtener pimienta negra en su lugar. Lawrence estaba mirando justo por
delante de ella mientras su mente conectaba todos los puntos en su cabeza
mientras su mano se agitaba de aquí para allá. Él recordó haber oído algo hace
poco que era muy similar a lo que él había dicho. No ser capaz de decir lo que
querías decir, excepto en un momento cuando no tenías ninguna opción sino ser
honesto. ¡Una confesión final! ¡Claro! Uno diría todo cuando estaba al borde de la
muerte, sólo con el tiempo suficiente para confesar por completo sus pecados para
que pudiera ir al cielo. Y sin embargo justo ahora, él y Holo habían demostrado
que no siempre era algo malo abstenerse de decir lo que uno realmente quería
decir.
Si ese fuera el caso...
"Si ese es el caso..."
"¿Hey, tú? ¡Heeeeeeeey tttúuuuuu!"
Él tomó la mano de Holo, que había estado abofeteándolo en la cara, y la envolvió
como una princesa mientras se ponía de pie. Todos los puntos se habían
conectado. Una idea había florecido en su mente de cómo podrían ganar más
clientes durante las temporadas bajas.
"¡Eso es! ¡Sólo necesitamos hacer una pista de baile que haga que la gente se
acerque un poco más al cielo!"
Él gritó mientras Holo miraba hacia atrás estupefacta, aún sostenida en los brazos
de él.
***
Los funerales son ceremonias de despedida.
Una vez que se cierra el ataúd, y una oración dicha mientras se pone en el suelo,
esa será la última vez que el de adentro será visto alguna otra vez. Mientras su
ataúd es llevado para su descanso, será bañado con despedidas finales de otros.
No era el momento para mentiras, vergüenza, o contenerse. Las despedidas
pueden forzar a sacar las cosas que son normalmente demasiado difíciles de
admitir; hay algo verdaderamente poderoso en ellas.
"Holo..."
Lawrence llamó a su nombre, pero no pudo reprimir la sonrisa irónica en su rostro.
A pesar de todos los preparativos y la consideración de todos al dejarlo solo en el
granero, esto todavía era difícil para él.
"Ugh... incluso este ángel tiene un límite a su paciencia."
Desde dentro del ataúd vinieron los quejidos del difunto. Lawrence suavemente
tosió y se asomó dentro para verla reír, y luego habló.
"Fui bendecido desde el momento en que te conocí."
"...¿Fuiste?"
Ella le robó una mirada con un ojo, haciendo lo que ella podía para encontrar fallas
en sus palabras.
"Sabes, esto se supone que es un funeral."
"Hmph."
"Aunque en este funeral, el difunto será revivido gracias a los efectos milagrosos
del agua de la fuente termal."
Él sumergió su dedo en el agua aun caliente que intencionalmente había traído en
una copa de plata, y lo aplicó en la frente de Holo.
"Entonces, ¿cómo se siente ser resucitada?"
Holo abrió ambos ojos para mirarlo, su rostro todo retorcido como si estuviera a
punto de romper en risas.
"Me siento feliz, sabiendo que tengo más tiempo para estar contigo."
"Hng..."
Él estaba sin palabras; no esperaba eso de ella. Ella reveló un colmillo como si
fuera a decir "¡Te tengo!" Así como siempre, él realmente no era rival para ella.
"Es un honor." Él la ayudó a levantarse mientras continuaba. "Así que, ¿qué opinas
de esto para el festival?"
"¿Hmm?"
"Nunca escucharás alguna de las cosas agradables que los otros digan en tu
funeral cuando realmente mueras, y no tendrás otra oportunidad de decir lo que
realmente quieres decir. Así que ¿por qué no celebrar un funeral antes de que
mueras y dices lo que piensas, en una ceremonia que te acerca al cielo?"
"Hmm. Hmmmmm. Bueno," ella le escudriñó con un ceño. "Viniendo de ti, eso no
es malo para nada."
"¡Jajaja, eso es un alivio! Y ahora sabemos que no necesitaremos ninguna
preparación extraordinaria, ni provocar ningún alboroto, así que esto valió la pena
en probarlo."
Los demás propietarios de las posadas habían estado inquietos y asustados cuando
Lawrence primero había propuesto este plan, pero como les explicó en detalle se
pusieron emocionados. Todos ellos tenían una o dos cosas que querían decirle a
sus seres queridos, sin embargo, estaban demasiado avergonzados después de
que había pasado demasiado tiempo, por lo que también comprendieron el valor
de decir las cosas tan pronto como sea posible. Ahora sentían que tenían una
excusa para seguir adelante y decir esas cosas.
Además de eso, las probabilidades eran buenas ya que el mundo estaba lleno de
hombres tan obstinados como lo eran. Y por lo tanto, en este lugar apartado tan
cerca del cielo como era posible, las personas podrían llevar a cabo un funeral
mientras aún vivían como una excusa apropiada. Todo según el plan de Lawrence.
"Las velas van a costar mucho, por lo que tendremos que echarle un ojo ahí...
también los participantes necesitarán ropa apropiada para el evento, lo cual
tendremos que gestionarlo en los costos... pero es factible... sí, es completamente
factible."
Él de repente se dio cuenta de que Holo lo había estado viendo mientras ordenaba
sus pensamientos. Una vez más se había hundido profundamente en pensamientos
de negocios sin tomarla en consideración; él se recobró mientras Holo reía y
extendía su mano como una chica soñolienta para tirar del borde de la camisa de
él.
"Verdaderamente... estoy... "
"¿Eh?"
"Feliz de seguir con vida."
Ella todavía estaba sonriendo, pero una lágrima rodó por su mejilla. De forma
nerviosa, Lawrence quitó la lágrima.
"Esto significa que nuestro viaje continuará, ¿no es así?"
Todo cambiaba con el tiempo. Holo también se había convertido en una hoja
flotando en el río del tiempo. Un día inevitablemente tendrían que darse su
despedida final, y el momento que pasaron juntos se perdería en la eternidad.
Pero eso era un futuro que aún no había llegado. Lawrence envolvió sus brazos
alrededor de Holo y la abrazó, como si tratara de protegerla lo mejor que pudiera
del flujo del tiempo.
"Sí." Un momento más tarde, él continuó. "Nuestro viaje continuará, incluso si es
sólo por un rato más."
Holo levantó su cabeza en risas. Los dos luego torpemente cambiaron de lugar
hasta que encontraron una posición natural, con ninguno de ellos dirigiendo al otro.
Se sentía como la vez que los dos habían decidido abrir su propia tienda juntos.
Ante el altar, bajo la atenta mirada de Dios, ellos compartieron un beso. Cuando
sus ojos se abrieron, vieron que incluso después de todos estos años, todavía se
habían ruborizado. Había muchos negocios que todavía querían terminar en esta
tierra. La primavera estaba a la vuelta de la esquina; era la temporada para que
las cosas se descongelaran.
** El Fin**