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Spice and Wolf

Una prórroga del viaje


Bitácora del Manantial
Autor:Hasekura Isuna
Ilustración:Asakura Jyuu
Editor: BashZeStampeedo
Traductor: (Japonés-Inglés): Riolis (t: @moonlightcube)
Traductor (Ingles-Español):
PPK17(https://todoentuidioma.wordpress.com)
Los nevados árboles de coníferas permanecían quietos como soldados en atención.
Todo era tan tranquilo que ni siquiera el canto de los pájaros era demasiado
ruidoso. Si hubiera habido cualquier nube muy por encima, él podría haberse
envuelto profundamente en pensamientos, pero hoy de todos los días el cielo
estaba tan azul como el fondo del mar. Él estaba incierto si la expresión que
llevaba era la apropiada, por lo que bajó los ojos a sus pies.
"Bien, procedamos."
Al oír la voz, él volteó y vio que se habían completado todos los preparativos. El
sacerdote principal con la expresión pétrea se encorvó en una reverencia. Detrás
de él, dos figuras sostenían barras de la altura de un hombre adulto. Las crestas
de hierro en las barras parecían especialmente pesadas. Detrás de ellos había
otras seis personas, divididos a cada lado de un ataúd que llevaban sobre sus
hombros. "Que el Señor y el Espíritu Santo nos bendiga."
Con ese canto solemne el sacerdote comenzó a dar un paso deliberado en un
momento, y después de un breve momento de vacilación otros empezaron a
emerger por debajo de los árboles coníferos a ambos lados de la vía.
Algunos se habían vestido adecuadamente para la ocasión, mientras que otros se
habían apresurado allí desde el trabajo antes de que tuvieran tiempo de cambiarse.
Como tímidos cervatillos evitando a una persona en el bosque, se acercaron al
féretro ante la suave urgencia del sacerdote y susurraron sus despedidas. Sin
importar cuan breve sus declaraciones, él podría saber que todas eran
sinceramente desde el corazón. Eso lo hizo retroceder un poco; se sentía como si
realmente ellos estuvieran dirigiendo sus palabras hacia él. No, estaba bien para él
aceptar sus palabras.
Se dio cuenta de eso mientras llegaban a la curva en la vía y miró instintivamente
hacia atrás al lugar donde había comenzado su marcha. Allí estaba un edificio.
Cuando fue construido, casi se sentí como si tuviera un espíritu de lucha propio,
pero el tiempo había lijado sus asperezas y ahora se sentía como si fuese una
parte del paisaje natural. A pesar de toda la ayuda que habían recibido para
construir este lugar, ellos fueron los que lo habían protegido durante todo este
tiempo; eso le había dado el derecho a sacar con orgullo su pecho.
Y Io, como si la conclusión que había llegado a su corazón hubiera sido oída en
voz alta, los dos hombres frente al féretro sostenían sus crestadas varillas y el sol
del invierno irradiaba su luz opaca en el letrero.
El grabado sobre ese letrero era "La loba solitaria y -".
"Es con la ayuda del Señor que hemos llegado con seguridad a este lugar, y así
también nuestra amiga será guiada a su descanso eterno."
Así lo proclamó al sacerdote, de pie ante la improvisada "iglesia" que había sido
elaborada apresuradamente de un granero ubicado aquí entre las montañas en el
campo. Todos los presentes bajaron respetuosamente sus miradas. Luego
asintiendo con la cabeza, el sacerdote señaló a los portadores del féretro llevar el
ataúd dentro. Sin embargo, él permaneció fuera por un tiempo; una vez que por
fin él entró, el féretro ya había sido colocado ante el altar. Todos los demás
pasaban por cualquier lado suyo en su camino hacia fuera, como si le dieran su
espacio. Cerraron las puertas detrás de ellos, dejándolo con la pregunta si era su
forma de mostrarle compasión.
Lentamente se acercó al altar y se sentó al lado del ataúd.
Allí, acostada en una cama de flores, estaba una cara que incluso ahora
sospechaba que podría roncar suavemente si escuchaba bastante de cerca. "Quién
habría pensado que iba a ser yo quien asistiría a tu servicio fúnebre..." Lawrence
acarició suavemente la mejilla ligeramente empolvada en el ataúd mientras
hablaba.
"Holo."
Una campana de melancolía se podía escuchar claramente tocando desde el otro
lado de esas puertas. Después de todo, era un día claro y soleado de invierno.
***
Los olores de la comida todavía persistían en el comedor mientras el relajante
sonido de un laúd entraba desde el baño al aire libre.
Él había estado trabajando sin parar desde antes del amanecer, y sólo ahora en la
tarde era capaz de respirar un suspiro de alivio.
"Nyohira, ¿la tierra de aislados termales, eh? Bueno, creo que eso es cierto, pero
sólo los clientes llegan realmente a disfrutar de este paraíso."
Crujidos audibles fueron producidas mientras Lawrence, el propietario de la casa
de baños "Spice and Wolf", estiraba su cabeza hacia atrás. Nunca había final al
duro trabajo por aquí.
Por ejemplo, los clientes eran todos los mismos; no importaba cuan altamente
calificados eran los clérigos, simplemente eran egoístas al final. Querían orar
cuando querían orar, y sin importar qué hora ridícula de la mañana era, Lawrence
no tenía opción sino estar de acuerdo. Eso significaba preparar el libro Santo,
cortar velas para que igualaran las alturas precisas en sus candelabros, y cubrir el
suelo con una sábana de lana, para que los clérigos no dañaran sus tobillos
mientras se arrodillaban para sus oraciones extensas, mientras oraban, ajeno a sus
adversidades. Luego tenía que dirigirse hasta las fuentes termales y comenzar a
limpiarlas. Recoger los platos y los utensilios dejados por los clientes anteriores
que habían estado remojándose en la fuente hasta muy tarde en la noche,
descartando sus restos de la basura, rastrillando las hojas que ahora flotaban en el
agua, y verter agua caliente en el ahora camino congelado del edificio principal
hasta la fuente. A veces incluso necesitaba ahuyentar a animales que se habían
colado para remojarse.
Después de que todas esas tareas eran completadas, el humo comenzaría a
verterse de la chimenea de la cocina, señalando el comienzo de otra batalla: la
batalla para preparar el desayuno. Uno esperaría que el clero prefiriera un
desayuno modesto, pero no había tal suerte. Comían y bebían hasta quedarse
dormidos, e incluso después de eso esperaban un cordial desayuno después de
despertar. Lawrence fervientemente lavaba platos al lado de su gran talentosa
chef Hanna, quien hacía el trabajo de tres personas. No tenía sentido en quejarse
por el hecho de que el dueño de una posada no debía ser quien lave los platos.
Los dos asistentes que solían hacer estas tareas se habían ido, y los mendigos no
podían ser selectos. Cuando todo eso se hacía, todavía estaba la repetición
incesante de entretener a los clientes que habían llegado para el desayuno,
entregando toallas y batas de baño para los que ahora iban de camino a la fuente,
e incluso dirigir a los músicos y bailarines cuando llegaban. Había baños más
pequeños y de mayor tamaño, cada uno generaba diferentes ingresos, por lo que
él tenía que seleccionar que músicos y bailarines irían sin causar disputas.
Si eso no era suficiente también tenía que preparar las decoraciones como arreglos
florales y de follaje para el bordado de la tienda que hiciera parecer a su posada
de fuente termal aún más lujosa. Ser tacaño sobre tales cosas sólo causaría una
disminución en ingresos de los clientes, y con una disminución de ingresos los
músicos y bailarines irían a otras casas de baños. Nada era más solitario que una
casa de baños privado de canto y danza. Por supuesto, los bailarines no podían
bailar en pisos de piedras fríos y húmedos, lo cual significaba secar las alfombras
de lana junto a la chimenea interior con un día de antelación, y luego extenderlas
otra vez cuando estén listas. Además de eso, mientras terminaba de lavar los
últimos platos que fueron utilizados para el desayuno, inmediatamente tenía que
comenzar a prepararse para el almuerzo para los clientes que les gustaba comerlo
temprano. Todo se sentía como ser inundado por fuertes lluvias mientras tenía que
recoger hasta la última gota, y uno no podía evitar sino a veces sentirse como si
todo era en vano. Y sin embargo, si uno corría por todas partes como un pollo sin
cabeza, era posible terminar todo a tiempo.
Él sólo tenía que ser paciente por un corto tiempo hasta que el alboroto llegara a
su fin.
"Parece como un trabajo bien hecho, señor."
Mientras Lawrence suspiraba en alivio y se sentaba en un rincón del comedor
ahora silencioso, Hanna, una dama (sería grosero llamarla una chica), se le acercó.
A pesar de no tener un gran físico, y después de haber trabajado toda la mañana
en ese alboroto, ella valientemente estaba de pie sin mostrar la menor señal de
fatiga. Si uno dijera a otros que ella podría criar una docena de niños a la vez por
si misma, ellos no lo creerían. Ella trajo una bandeja consigo, con una generosa
ración de frijoles al horno, cortes gruesos de carne, y hasta vino. La carne
ahumada todavía chisporroteaba en aceite, acompañado de un montón de ajo y
semillas de mostaza, oliendo tan tentadora que casi parecía pecaminoso. Lawrence
tragó saliva que había producido, de repente recordando que no había tenido la
oportunidad de comer nada toda la mañana.
"Y gracias por tu duro trabajo también, Srta. Hanna," respondió el dueño de la
casa de baños.
Él no se olvidaría en darle las gracias antes de comer. Ella intencionalmente omitió
sus cumplidos, colocó la comida sobre la mesa y vertió el vino en su copa. Su
cuerpo cansado se sentía rejuvenecido el momento en que puso los granos muy
salados en su boca.
"Realmente no me preocupa el trabajo, dado que los otros dos se fueron tan de
repente, pero todo sería en vano si llegaras a colapsar, señor." El vino lo llenó de
calor ya que depuraba el sabor salado, y fue seguido inmediatamente por un
pedazo de carne ahumada que él había cortado y había comenzado a masticar.
Señor... él recientemente se había acostumbrado a esa etiqueta finalmente.
"Oh, sin duda voy a contratar nuevo personal, pero esta conmoción no durará
mucho más tiempo. Es casi primavera para los que viven más abajo de la montaña,
después de todo."
"Oh cielos, ¿es casi esa época del año ya? El invierno dura tanto tiempo en la
montaña que es fácil perder el cambio de estación."
"¿No esperas la llegada de la primavera, Srta. Hanna?"
El invierno siempre es sinónimo de perseverancia para los que no vivieron en un
lugar como éste en las montañas, donde la nieve se amontona profundamente. El
hombre, el animal, y el árbol juntos se sentían impotentes mientras soñaban por el
día cuando la primavera finalmente llegara para liberarlos.
"No es que no lo esperara, pero cuando la primavera llegue todos se irán de aquí y
descenderán la montaña hasta el verano, ¿no? Me hace sentir tan sombría al
considerar eso."
Una sonrisa irónica apareció en el rostro de Lawrence mientras Hanna cruzaba sus
brazos y colocaba sus manos en su mejilla, contemplando a la distancia. Para
alguien que encontraba el propósito en la vida en mantenerse ocupado, era algo
que compartían en común, sin embargo ella lo tomó al siguiente nivel. Ella era una
presencia tranquilizadora como empleada, pero sus palabras punzaron a Lawrence
un poco; le hicieron sentir como otra persona que no podía esperar que la
primavera llegara para que pudiera descansar sus huesos cansados.
Por otro lado, como un ex mercader ambulante con una aversión por perder el
tiempo, ese tiempo que tenía que esperar ociosamente para que el invierno ceda
al verano era como tener una piedra en su zapato. Al menos él podría ganar a
algunos clientes durante ese tiempo y descansar mientras ganaba algunos ingresos,
pero eso nunca iba como él esperaba.
"Por cierto, ¿está la señora aun durmiendo?"
Era bien pasado el mediodía ya, sin embargo la dueña de la casa de baños
permanecía en paradero desconocido. Lawrence se recompensó comiendo más
frijoles, bebiendo más del caro vino importado, y masticando más de la carne
ahumada con mostaza antes de que respondiera.
"Ella es del tipo que no puede esperar para la primavera, después de todo."
"Oh cielos."
Hanna se permitió una pequeña sonrisa antes de regresar a la cocina, declarando
"Entonces voy a comenzar los preparativos para la cena."
Lawrence lentamente terminó su comida antes de lavar sus propios platos,
llenando una pequeña barrica con vino, y dirigiéndose rumbo hacia el segundo
piso de la casa de baños, donde se encontraba su dormitorio.
La mayoría de los huéspedes estarían en el baño a esta hora del día, por lo que el
edificio estaba más o menos silencioso. No fue hasta que abrió la puerta a su
dormitorio que finalmente escuchó los sonidos que ellos hacían débilmente por la
ventana abierta.
"Hey, ¿cuánto más planeas seguir durmiendo?"
El bulto en la cama no se molestó en responder a su convocatoria. Ella
seguramente estaba acurrucada en una bola como de costumbre, probablemente
demasiada perezosa para que incluso vaya a cerrar la ventana por si misma. Con
un suspiro irritado, Lawrence puso el vino en la mesa con su papeleo y pluma,
pero cuando ella no pudo responder incluso a eso, él sintió un poco de
preocupación.
"¿Holo?"
Ni siquiera su llamada preocupada la hizo ceder. Él llegó hasta la cama y levantó
suavemente la funda. La cara de una chica en su adolescencia yacía allí, ahora
expuesta. Ella normalmente maquinaba su manera para aparentar más edad al
cambiar su peinado y ropa, pero justo ahora ella también podía haber sido una
niña. Con el pelo lo suficientemente largo como para competir con nobleza, y sin
signos de la edad en su rostro, su piel de perla era la imagen de una persona que
nunca había trabajado un día en su vida. Ella yacía allí silenciosamente con los ojos
cerrados, inmóvil, como si estuviera completamente libre de dolor o preocupación.
Era el tipo de expresión relajada que una persona quisiera dejar cuando muriera.
Fue sólo cuando Lawrence recorrió con su dedo por su mejilla que sus orejas
finalmente se crisparon. Largas y puntiagudas orejas. De forma triangular, y un
tono más oscuro que su pelo de color castaño. En otras palabras, las orejas de un
animal, saliendo desde su cabeza. De hecho, ella también tenía una cola gruesa y
espléndida saliendo de su espalda. A pesar de aparecer como una joven doncella,
su verdadera forma era la de un lobo lo suficientemente grande como para tragar
entera a una persona; ella era un espíritu que había habitado en el trigo durante
siglos.
Por algún extraño giro del destino ahora ella era su esposa, y Lawrence no podía
dar gracias a Dios lo suficiente por ese favor. Aun así, su vida cotidiana estaba por
lejos de lo que uno podría leer en un cuento de hadas. A pesar de su cara que
permanecía inmóvil, sus orejas estaban ahora girando a uno y otro lado, y la señal
hizo que Lawrence suspirara una vez más y hablara.
"Si es comida lo que quieres, entonces levántate ya y baja al comedor."
Esa fue la declaración que finalmente causó un cambio en su expresión. Sus ojos
se cerraron aún con más fuerza, su cuerpo se contrajo en una bola aún más
pequeña hacia los lados, y sus orejas temblaron encima de su cabeza. Él no tenía
que ver su cola para saber que también estaba temblando debajo de la manta.
"Fuaaa ~" Con un perezoso bostezo, sus ojos se abrieron lentamente. "No quiero
despertar..." Así que ella lo dijo, egoístamente como una princesa que vive una
vida apartada, antes de continuar. "Cada noche últimamente... no me dejas dormir
hasta altas horas de las madrugada, ¿hmm?"
Ella centró su mirada en él acusadoramente. Ella tenía todo el derecho de hacerlo.
"Bueno, eso... aprecio bastante tu parte en eso." Por lo que él respondió, antes de
inclinarse y llevar su cara más cerca de ella. "Entonces supongo que esta es la
forma correcta de despertar a una princesa durmiente, ¿no?"
Mientras él la besaba en la mejilla, sus ojos se cerraron una vez, y sus orejas
reaccionaron como si sintieran cosquillas.
Después de más de diez años viviendo bajo el mismo techo, uno esperaría
volverse enfermo de ese tipo de cosas, y aún no había siquiera la menor señal de
que se cansaran de eso. Él se rió ante esa dichosa idea, y ella pronto se incorporó.
"Oh, que tontos que somos."
"Me doy cuenta que estás agotada de tener que salir todas las noches, pero
levántate ya... hay un montón de costura por hacer."
Ella finalmente se dio por vencida mientras él llevaba la conversación de vuelta a la
tierra. Con un bostezo final ella se arrastró fuera por debajo de la manta. Asignar
otro trabajo para ella sólo resultaría en quejas sin fin, pero ella más bien tomó algo
inesperado como la costura; su obra demostraba cuánto cuidado ponía en ello.
"¡Eek, hace frío!"
"Aquí, usa esto."
El cuerpo entero de Holo se estremecía mientras se ponía su túnica de lana,
entonces él vertió el vino y se la entregó a ella.
"¡No es suficiente!" Ella estaba siendo tan brusca con su discurso como de niño.
"Si quisieras más de beber, entonces come primero. Daría una mala impresión a la
tienda si la dueña de la casa estuviera borracha a mediodía."
"Siempre tan chapado a la antigua..."
Holo se quejó mientras atendía su vino.
"Así que, ¿cómo fue anoche?" Lawrence envolvió respetuosamente su brazo
alrededor de la espalda de ella mientras preguntaba, antes de llevarla fuera de la
habitación. "Últimamente estás siempre durmiendo antes que yo."
Ella lo golpeó ligeramente con su hombro en señal de protesta. Lawrence tosió
mientras se desplazaba para esquivar su ataque.
"Eso no es de lo que estaba hablando." Él continuó rápidamente. "Pero, ummm,
bueno... no es que mi espíritu está indispuesto, es sólo que-"
"Oh joh... es sólo que es la temporada alta, ¿eso quieres decir?"
Lawrence podría saber que ella estaba siendo por mucho más suave con su queja
de lo que podría ser, por lo que él suavemente la abrazó a su vez, como si
prometiera que lo decía en serio.
"En cuanto a mi inspección del lado de la montaña ayer por la noche, bueno, me
atrevería a decir que fue lo suficientemente bien. He tenido que lidiar con la nieve
que sospeché que supondría el mayor peligro."
"¿Es eso así? Gran trabajo."
Había estado nevando constantemente últimamente, y con la llegada de la
primavera habría más luz del sol, que elevaría el riesgo de una avalancha. El
aumento de viajeros en las carreteras de la montaña se incrementaba en esta
época del año. Como tal Holo se había estado transformando a su forma de lobo e
inspeccionando áreas clave de la montaña durante las últimas noches. Lawrence
sabía que no podía hacer nada para ayudar con esta tarea necesaria, por lo que
soportó su vergüenza y confió plenamente en el poder de ella. Al menos para ella
era una agradable excusa para relajarse corriendo en su forma de lobo. Y como un
bono, siempre podría saltar en uno de los baños y revitalizar su cuerpo congelado
después, desde que regresaba al amparo de la noche.
"Las noches seguramente serán agotadores hasta que todo el mundo haya dejado
la montaña. Estaré contando contigo."
"No me molesta. El principal punto de venta de una casa de baños es que te vas
con la misma sonrisa que pones en tu cara cuando llegas."
Era imposible para una persona hacer funcionar todo el negocio de una posada de
aguas termales, sin embargo con alguien a tu lado todo ese arduo trabajo podría
transformarse en algo muy agradable. Holo se rió como una niña pequeña
mientras Lawrence asentía con la cabeza hacia ella con una sonrisa.
Después de descender las escaleras, Holo incómodamente se puso una pañoleta
de lana fina. No importaba mucho, ya que sus clientes tendían a estar borrachos
todo el día, pero no obstante era una costumbre sabia ocultar sus orejas; las
únicas personas en Nyohira que sabían el secreto de Holo eran los empleados de
su casa de baños. Hanna probablemente había oído sus pasos, mientras ella
entraba al comedor al mismo tiempo que ellos lo hacían, sirviendo su comida a
Holo con sincronización perfecta. En comparación con su comida, la cantidad de
alimento total en el plato de Holo era el mismo, pero él aún sonrió irónicamente
mientras se daba cuenta de cuánto más suya era de carne en lugar de frijoles.
Lawrence se consideraba todavía bastante joven, pero alguien que no sea ella
lucharía por comer tanta carne justo después de despertarse.
Eso era algo con lo que hacía tiempo había llegado a buenos términos, junto con la
diferencia en su tiempo de vida, y el hecho de que ella era la encarnación de un
lobo que habitaba dentro del trigo. Y sin embargo, momentos como éste hacían las
diferencias entre ellos aún mayores. Comprender tales consecuencias era una cosa,
pero sentirlas en tus huesos era otro asunto completamente. Cada vez que tal
pensamiento cruzaba por su mente, fortalecía su determinación de atesorar el
tiempo que pasaban juntos aún más.
"Oh, y por cierto, tú..."
"¿Hmm?"
Porque él estaba viéndola disfrutar de su carne de forma fea, ella dijo sus
siguientes palabras con un tono memorable.
"¿No eres tú el de aquí que tiene más dificultades? ¿Ser enterrado hasta ahora por
todo ese trabajo, sin ningún tipo de ayuda a la vista?"
"¿Oh, eso? Lo manejaré. La temporada alta no durará mucho más tiempo, y no
puedo dejarme abusar de la buena naturaleza de Cole. ¿Quién soy yo para
detenerlo, si él dice que quiere ir en un viaje?"
Habían sido más de diez años desde que Lawrence se había envuelto en varios
conflictos con Holo, y conoció a Cole en el camino. En ese entonces Cole era un
estudiante vagabundo que deseaba estudiar teología, a pesar de parecer ser
incluso más joven que la virginal Holo.
Cole era ahora un hombre joven no muy diferente de cómo Lawrence había sido
todos esos años atrás; Lawrence no podía evitar sino sentir el aguijón de la flecha
rápida del tiempo en esa realización. Atar a una persona que todavía quería
convertirse en un miembro del clero, a pesar de todo lo que había visto, no le
sentaba bien a Lawrence. Cole había pedido inmediatamente licencia para ir en un
viaje después de haber escuchado la historia de un cliente que los visitó
recientemente, y Lawrence sentía que no había nada que hacer sino animarlo.
"Aunque lo reconozco... Tenía la esperanza de que hubiera esperado hasta la
primavera..."
"Mhm..." Holo estuvo de acuerdo, continuando entre bocados de su comida,
"Bueno, ese Cole sin duda se mantiene fiel a sí mismo. Si él fuera a permanecer
pensando en el momento adecuado para partir, él titubearía indefinidamente. Por
lo tanto siento que no hiciste ningún mal por enviarlo el momento en que se
presentó la oportunidad."
"Bueno, escucharte ponerlo de esa manera me hace sentir mejor. Por encima de
todo, yo no obstruiría a un joven con un futuro brillante todavía por delante."
Holo se rió con disimulo de su deliberado intento de actuar más sabio que sus
años mientras él volvía a rellenar su copa con vino.
"Aunque me atrevería a decir que ninguno de nosotros habría esperado que usen
eso como pretexto para una fuga de amantes."
El ruidoso "clang" que se oyó inmediatamente después de eso, era la misma copa
de lata y la barrica de vino derrumbándose, derramando el vino encima de la mesa.
Lawrence se estiró para agarrar los objetos en un intento desesperado de
mantener que su propia vergüenza no se derrame como el vino, pero no se podía
deshacer lo que ya había hecho. Hanna corrió rápidamente por un paño de cocina
al escuchar el alboroto, mientras Holo aullaba de risa.
"Oh joh joh.. ¡que tonto eres! ¿Todavía no puedes aceptarlo?"
"¡¿Aceptarlo?!"
Lawrence respondió rígidamente mientras ayudaba a Hanna a limpiar, y espiándola
tratando de mantener que su sonrisa se propagaba a través de su cara también.
Después de que Lawrence había limpiado el desastre y se sentó en una silla, Holo
giró la hoja de su cuchillo en el aire y se volvió para encararlo.
"Ese Cole es un hombre correcto, ¿no es así? Todo un candidato para heredar este
lugar, ¿no?"
"Ugh..."
Lawrence no pudo encontrar culpa con su razonamiento; de hecho era innegable
que tenía razón. Era sólo que entender la realidad de una situación no era lo
mismo que tener que aceptarlo.
Él había sido recordado dolorosamente de aquella verdad diariamente. Además de
eso, cuando llegaba el momento para hablar de su hija, no había manera de que
Lawrence pudiera mantener la calma. Después de todo, no estaban tan ocupados
últimamente simplemente por tener una buena reputación entre sus clientes. Era
porque los dos jóvenes que habían estado ayudando se habían ido de repente, y él
no tenía a nadie para llenar sus puestos de trabajo. Uno de esos jóvenes era Cole.
La otra - que él no esperaba que se fuera - era su hija con Holo, llamada Myuri.
Ella había huido de la casa de baños para seguir a Cole en su viaje.
¿Su razón? Bueno, había más de una razón, pero sólo una de ellas pesaba tan
fuertemente en la mente de Lawrence, y no era una que lo había tomado por
sorpresa. El pueblo era pequeño, después de todo, y la casa de baños incluso más
pequeña. Estaba claro como el día de quien se había enamorado.
"¿Pero matrimonio? Es demasiado pronto para ella."
Él había utilizado todo su poder mental y eso era todo lo que podía ofrecer; incluso
Hanna ahora se estaba riendo junto con Holo. Los hombres eran tontos sin
importar cuántos años cumplieran, era lo que claramente se decían una a la otra.
"¿Y a qué edad sería apropiado para ella?"
"Uh... Ugh..."
"Jefe, no deberías tensionarte tanto."
Él brevemente agonizaba sobre si Hanna había dicho eso para burlarse de él o
animarlo, y optó por cubrir sus oídos al final. Pensando en que ir más lejos no lo
ayudaría ahora. Él sabía eso. Él realmente lo sabía. Él había sabido que este día
llegaría incluso desde que había nacido su hija.
"Oh ho~. Bueno, al menos es reconfortante que aquel con quien decidió fugarse
para casarse sea Cole."
"¡¡Ellos no se están fugando!!"
Lawrence sintió la necesidad de protestar fuertemente este hecho. Holo y Hanna
reanudaron su risa. En ese momento, Lawrence nunca había sentido más
fuertemente las ganas de tomar algo extra fuerte con los demás propietarios de
posadas.
"Para comenzar, ¿yo no veo el por qué ella deba contenerse al confesarse a quien
le gusta? Si nada más que agregar, mi hija no debe ser tan lenta."
Parecía que era la versión de Holo de "estar celosa".
Aun así, él sentía que ella no tenía derecho a juzgar a los demás así, recordando
su propia incapacidad para decir lo que pensaba en su viaje hace más de diez años.
Y sin embargo él sabía lo que sucedería si fuese a decir esa objeción, así que
mantuvo su boca cerrada.
"Sin duda es la influencia de esa gente de la iglesia, dado cuántos de ellos nos
visitan."
"¿La gente de la iglesia?"
Holo giró su cuchillo en respuesta, como si tambaleara en un largo hilo de
pensamiento en su mente.
"Oh sabes, esa cosa... ¿esa extraña costumbre que comparten de nunca decir las
cosas más importantes hasta su último aliento?"
"Ah. ¿Te refieres a su confesión final?"
"Ciertamente, esa cosa."
En su lecho de muerte, ellos se reunirían con un sacerdote para la confesión de
sus pecados finales a Dios, y para declarar su última voluntad y testamento. Sin
embargo, era cierto que, por ejemplo, un anciano terco diría al sacerdote un
secreto para pasar a su familia después de su muerte, como la admisión de una
relación amorosa ilícita; eso era lo que Holo estaba tratando de decir, que era una
mentalidad equivocada.
"Digo que es inútil decir tales cosas importantes después del momento cuando
deberían decirse."
Ciertamente, Lawrence estuvo de acuerdo. Especialmente al tener edad suficiente
como para sentir estremecerse de cuan rápidamente el tiempo había pasado por él.
Los jóvenes debían correr para que la vida no los deje atrás. Y sin embargo ese
hecho no le ayudó a estar de acuerdo con Holo; para él era aún demasiado pronto
para que Myuri persiguiera el romance. El momento en que su mente llegó a esa
conclusión, Holo cambió de tema.
"Realmente deseo ver la cara de mi nieto pronto también."
"¿Eh? ¡Qu-!"
Lawrence estaba tan desconcertado que no podía respirar adecuadamente. Sus
nietos sin duda serían adorables, pero Myuri era todavía una niña. No importaba
cuan normal era para las niñas de su edad estar casadas en estos días y eso pero,
¡aún era demasiado pronto para ella! ¡Era lo definitivo! Si el resto del mundo
saltaba de un acantilado, ellos no tenían que seguirlos. Holo bebió su vino sin
importarle nada, a pesar de que Lawrence, haciendo su mejor esfuerzo para
resistir la fuerza de la realidad que lo estaba invadiendo. La falta de preocupación
de Holo podía haber sido simplemente debido a la diferencia en sus edades, o tal
vez la diferencia de ser la madre en lugar que el padre. Ella todavía podía
mantener la calma a pesar de saber que Cole había decidido ir en un viaje, y había
empacado y descendido de la montaña, con esa hija suya que siempre habló de
querer ver el mundo exterior, huyendo de casa a escondidas en su equipaje.
Los viajes siempre fueron compañeros del peligro, y tan preocupado estaba
Lawrence sobre la seguridad de su única hija que había escrito una carta
exigiéndole volver inmediatamente, sólo para ser reprendido por Holo y detenido
de enviar un trineo por ella lo antes posible. Todo estará bien, había dicho Holo.
Dejando que su niña linda se vaya y se divierta, ella había dicho. Lawrence
simplemente no podía conciliar si eso era lo correcto por hacer, incluso después de
considerar las opiniones de Holo; era demasiado para tragar. Él estaba quejándose
constantemente, a pesar de Holo sentándose al lado suyo con los ojos cerrados
como si se sumergiera en las aguas termales.
"En cualquier caso, todo estará bien mientras ella disfrute de su primera aventura."
No había manera de que Holo no estuviera preocupada, si actuaba como un padre
irresponsable o no. Lawrence fijamente la miró tristemente, sin apreciar que ella
estaba tratando de robar el papel de buen padre de él enteramente. Ella le dio una
maliciosa sonrisa y avanzó junto a él con un suspiro.
"Todo lo demás puede cambiar con el tiempo, sin embargo siempre permaneceré a
tu lado." Ser más corto que él le permitió a ella alzar la mirada apasionadamente
con sus hermosos ojos. "¿No es lo suficientemente satisfactorio para ti?"
No había nada que podía decir después de que ella utilizara esa táctica. Para
alguien que había vivido durante siglos como ella, todo ante ella ahora no era más
que un capítulo solitario en su propio relato. Este hecho era tan doloroso para ella
que había intentado dejarlo una vez antes en sus viajes. Era inevitable que ella
tendría que verlo partir algún día, y así que ella había querido irse antes de que su
partida se convirtiera en algo muy dolorosa de soportar. Y sin embargo en última
instancia eligieron soportar ese doloroso futuro para vivir algo de felicidad en el
presente. Todo lo que Lawrence podía hacer era darse por vencido y dejar caer
sus hombros tensos.
"Nada me complace más."
"Oh joh~"
Con una sonrisa, ella puso su cabeza sobre el hombro de Lawrence. A su vez él
puso su mano sobre la cabeza de la persona conocida como la loba sabia, notando
una vez más que era pequeña y lo suficientemente redonda que naturalmente
cabía en su palma. Él sabía que la felicidad más grande que siempre podía esperar
estaba limitada a esto, lo cual podría caber en la palma de su mano. Y, a decir
verdad era más que suficiente para él.
"Entonces, ¿más vino?"
Ella respondió al instante, como si supiera lo que él diría.
"Sólo si me acompañas."
Lo único que él podía hacer era reírse de cuan pequeña era su oportunidad de
ponerse en contra suya. Hanna movió sus ojos mientras Lawrence le daba la
barrica de vino ahora vacía y besaba la parte superior de la cabeza de Holo.
Ocurrió entonces que era la noche de la reunión mensual del pueblo. Lawrence se
estremeció de frío mientras llevaba un plato y una jarra de cerveza por el camino,
con la luna saliendo detrás de los árboles como si lo espiara. Cuando él había
llegado aquí por primera vez no podía quitarse la idea de cuan extraño era vagar
por los caminos de la montaña durante la noche, pero ahora ya no le amedrentaba.
Incluso si lo hacía, todavía había un montón de clientes en el área en esta época
del año, por lo que el pueblo estaba lleno de cálidas luces, risas y el sonido de la
música. Era así como algo de un cuento de hadas que era difícil de creer; él
incluso traería a Holo y así ella podría compartir el espectáculo. En el camino
cruzaría caminos y saludaría a los bailarines populares mientras hacían sus rondas
entre las diferentes casas de baños. Habían pasado diez años desde que se había
asentado aquí, y ahora por fin se sentía como si se hubiera mezclado en esta
sociedad.
Pero eso vino con sus propios méritos y desventajas.
"¡Oh! ¡Parece que finalmente estamos agraciados por la presencia del Sr.
Lawrence!"
Fue recibido con aplausos mientras entraba en el edificio marcado por una
antorcha elevada, donde se celebraban las reuniones. Todo lo que Lawrence podía
hacer era permanecer allí perplejo mientras varios de los posaderos de caras rojas
se le acercaban y lo golpeaban en la espalda.
"Buuueeennooo Sr. Lawrence, ¡esta noche vamos a beber hasta el amanecer!"
"¿Qu...?" suspiró Lawrence.
Aunque tuviera diez años viviendo aquí, y la mayoría de los posaderos que
llevaban sus negocios tenían alrededor de su edad, había algunos que eran más
viejos. No tuvo ninguna otra opción que complacer a sus mayores, incluso si él no
actuara con bastante aprecio hacia ellos; después de todo, eran sus rivales de
negocio. Hubo momentos cuando tuvo que entrar en conflicto con ellos por
materiales de construcción, así que tales tensas interacciones sociales eran la
norma. ¿Era esta alguna ocasión especial? Justo como la pregunta cruzó su mente,
uno de los hombres sosteniendo una copa de vino habló.
"Te dolerá por un tiempo, Sr. Lawrence, pero ese dolor no durará para siempre."
"¿Eh? ¿De qué hablas?"
"Está bien, está bien. Tener que dejar ir a tu hija es un dolor con el cual estamos
demasiado familiarizados."
"Hmm... ah, ya veo."
Ahora tenía sentido para Lawrence por qué había gente alineada para ofrecerle
una copa. La mayoría de ellos eran padres con hijas propias.
"Pero no, no creo que haya sido decido si esos dos-"
"¡Cierto, cierto! ¡Totalmente entiendo por qué no quieres admitirlo!"
Otro hombre se rió ansiosamente mientras se obligaba a ese intento de consolar a
Lawrence. Y sin embargo, Lawrence aún se estaba diciéndose a sí mismo la misma
cosa varias veces: no es una fuga de amantes, no es una fuga de amantes.
"Hey, caballeros, lamento arruinar su diversión, ¿pero pueden por favor esperarse
hasta después de la reunión?"
Cada uno tomó asiento mientras el presidente aplaudía, como si los hubiera
despertado de un hechizo.
Lawrence no se sorprendió al ver a algunos de los hombres sollozando mientras
recordaban el momento que cuando también tuvieron que entregar a sus hijas
para el matrimonio; él les mostró una mirada empática. Aunque compartían una
rivalidad civil sobre las ganancias, todavía eran todos amigos que viven en el
mismo pueblo.
"Ahora bien, esta probablemente será la última reunión que tendremos este
invierno. Lo que significa que el próximo mes la nieve se habrá derretido, las
personas se habrán ido, reparaciones necesarias de edificios y preparaciones para
el verano habrán comenzado, y empezaremos a debatir acaloradamente una vez
más sobre el reparto de las importaciones."
Los posaderos sentados en la mesa larga sonrieron inquietos. La carretera que
conduce al pueblo de Nyohhira era estrecha, y ellos sólo podrían dependen de las
importaciones procedentes de Svernel, por lo que era en efecto inevitable que
todos debatieran acaloradamente.
"Oh, hablando de eso, he escuchado algunos rumores interesantes." Un hombre
levantó su mano mientras se entrometía en la discusión. "He oído decir que habrá
un nuevo pueblo de fuentes termales enfrente de nosotros en el lado occidental de
la montaña."
"¿Oh, eso? He escuchado lo mismo."
"¿Eh? ¿De veras?"
"¿En el otro lado de la montaña dices? ¿Qué va a pasar con nuestro flujo de
clientes?"
"¡Orden, por favor!"
El presidente declaró su mandato para callar la conmoción, provocando un silencio
repentino en la sala. Lawrence también había oído la misma noticia de los músicos.
Mencionaron estar en duda que pudieran llegar a Nyohhira la próxima vez.
"También he oído eso, y parece ser verdad."
La ansiedad se arrastraba sobre la sala como hormigas arrastrándose sobre los
pies de uno. El aumento de la competencia no era más que malas noticias, y lo
más importante a considerar ahora era de donde ese nuevo pueblo de fuentes
termales importaría sus recursos.
"Además de eso, es probable que también adquirirán sus recursos de Svernel."
"¡Santo cielos!" vino un grito. Del mismo modo que había tanta agua que podía
fluir a través de un río, bastantes bienes podrían llevarse a las profundas de las
montañas.
Además, si ellos también estaban importando sus bienes desde Svernel, eso
significaba que sus clientes también estarían tomando el mismo camino de Svernel
hasta sus fuentes termales: estarían compitiendo por los mismos clientes.
"Hace una década, nos alzaríamos en armas y cruzaríamos la montaña ahora
mismo." Las palabras del presidente los llevó como una ola, convirtiendo su
ansiedad en una ronda de risas. "¡Pero somos gente orgullosa de Nyohhira, el
altamente reconocido resort de fuentes termales! Nuestros baños pueden derretir
cualquier contienda. No tendremos ningún problema captando clientes dada
nuestra reputación."
Gritos de "¡aquí aquí!" resonaron en aprobación.
"Pero, aun así, ¿cómo vamos a proceder sobre esto?"
La sala se quedó en silencio a la repentina pregunta. El presidente mostró una
pequeña sonrisa y tosió antes de girar la mirada hacia Lawrence.
"Ya veo. A continuación, me gustaría sugerir considerar seriamente la propuesta
del Sr. Lawrence de hace un tiempo atrás."
Lawrence se tensó un poco mientras todos depositaban sus ojos en él;
inmediatamente supo a lo que el presidente se refería.
"Hmm, ¿te refieres a llevar a cabo nuevas funciones sociales en el pueblo?"
"Sí, eso."
Lawrence había propuesto unos años antes que debían acoger eventos durante los
momentos de calma en el negocio en primavera y otoño. Ésas estaciones siempre
estaban atiborradas de festivales, mercados especiales, y reuniones religiosas, por
lo que no se molestarían en dirigirse a un aislado pueblo de fuentes termales.
Como resultado, las posadas estaban tan tranquilas que era una pérdida enorme el
seguir pagando a los empleados que habían contratado para el invierno;
despedirlos haría difícil el recontratarlos cuando el verano se diera, pero con tan
pocos clientes era simplemente anti-económico retenerlos. Si hubiera eventos en
primavera y otoño que superara el interés en las personas de permanecer
recluidas en su propia ciudad natal, entonces podrían contar con suficientes
clientes para sobrevivir.
"¿Por qué desechamos esa propuesta la primera vez?"
Uno de los participantes murmuró así.
"Porque es un fastidio, sospecho. Más bien descansamos durante las temporadas
bajas."
Antes cuando Lawrence hizo su propuesta, pensó que los posaderos estaban
tratando de desmoralizarlo al desechar esa idea, pero ahora simpatizaba con sus
puntos de vista. Obtener una ganancia a través de constantes viajes era una
experiencia diferente a la rutina repetitiva de dirigir una casa de baños.
"Y justo así, que nuestra actitud relajada nos ha dejado sin una base segura. Así
se debe de sentir la iglesia."
Escuchar al presidente hablar profundamente esas palabras hizo que todos
cruzaran sus brazos y asienten con la cabeza en acuerdo. Lawrence no entendía
completamente los detalles, pero lejos de las montañas parecía que la iglesia había
llegado a una importante encrucijada en el camino. Ya habían perdido suficiente
poder durante la última década que tuvieron que poner fin a sus guerras contra los
paganos, y sin embargo, del mismo modo que Lawrence pensó que la paz estaba a
punto de echar raíces, noticias habían llegado que villanos estaban brotando
dentro de la iglesia en su lugar.
Cole había sido incapaz de permanecer después de escuchar las noticias de un
cliente. Él dijo que se lamentaría por el resto de su vida si se perdía el momento
crucial de su época.
"Todos sabemos que con la guerra contra los paganos terminada, Nyohhira ha
perdido su encanto de ser un lugar encantado en territorio enemigo, por lo que
hay que darnos prisa hacer la próxima jugada."
El presidente podría haber nacido aquí, pero de joven había sido aprendiz en una
enorme compañía comercial del sur, y así había llegado a pensar como un sureño.
A pesar de todo, lo que dijo era la verdad; nadie expresó objeciones, y en su lugar
todos ellos aplaudieron para demostrar solidaridad. Y sin embargo solamente
estaban aplaudiendo para ganar tiempo, mientras sabían lo que seguiría.
"Así que, ¿qué haremos?"
Él extendió su mano a la barrica de vino sobre la mesa larga.
"Vamos a unir nuestras mentes."
A pesar del temor inminente de la crisis, no había ningún plan de acción.
Incluso si lo había, una vez que el pueblo se iba a por todas en algo, muchos
problemas prácticos inevitablemente estallarían sucesivamente y probablemente
quien había hecho la propuesta sería dejado a cargo de todo el lío. La reunión
naturalmente se convirtió en una fiesta de bebida mientras todos intercambiaban
ideas, y nadie los culparía. Era una reunión celebrada después del momento más
concurrido del año, y se hizo además como un medio para que se relajen después
de su trabajo. Además de eso, Lawrence estaba presente entre todos los padres
con hijas que habían escuchado que Myuri y Cole habían "huido de casa," por lo
que nada se lograría esa noche. Y sin embargo, las palabras de Holo habían estado
pegadas en su mente desde que las había oído de ella por la tarde.
Todo cambiaba con el tiempo. Uno lamentaría no tomar acciones que se
pretendían tomar. En ese aspecto, Myuri también daba su mayor esfuerzo. Al
llegar a ese punto, Lawrence tragó a la fuerza algo de vino para hacer desaparecer
el sentimiento.
***
Él había logrado terminar todos sus quehaceres diarios, aunque sentía como si se
estuviera desgastando por el esfuerzo (especialmente su resaca de la reunión).
Pero una vez que un cliente se iba, dos más le seguían, y así casi todos se habían
ido. Gracias a la ayuda de Holo no había accidentes por avalanchas, y así Nyohhira
podría dar la bienvenida a la primavera sin incidentes.
"Hmmm... no hay nada más bueno como bañarse bajo el sol."
Ese mismo día un cliente indispuesto a irse había sido arrastrado por la fuerza por
su sirviente, y Holo había saltado a la piscina como si ella hubiera estado
esperando ese momento. Con los músicos y bailarines que también habían
descendido la montaña a su próximo trabajo, ella y Lawrence podían descansar
sus cuerpos maltrechos, sin la atenta mirada de los demás.
"¿No te me unirás? Tu fatiga de invierno será borrada del mapa."
"¿Hmm? Umm... "
Lawrence respondió evasivamente mientras dejaba la carne ahumada y el licor que
ha sido enfriado para Holo, junto con el queso glaseado con miel que un cliente
recientemente recomendó, el cual se había convertido en su favorito. En lugar de
mirar su piel reluciente, sus ojos estaban dirigidos en otra parte.
"¡Tonta mula!"
"¡Whoa!"
Él saltó hacia atrás mientras era salpicado con agua del manantial. En pánico miró
para confirmar si la carta que sostenía estaba seca, sólo para descubrir que ya
había sido arrebatada por Holo mientras ella repentinamente emergió del
manantial.
"¿Cuánto tiempo piensas seguir leyendo esa carta como una doncella? Ellos ya han
confirmado que estaban bien, y aunque fueran a estar envueltos en algo
imponente, si son ellos estarán bien."
"Umm, ah, uhhh..."
Sus ojos permanecieron fijos en la carta de su mano, como si se le quitara una
golosina al perro de un pastor de ovejas. Fue enviada desde Lenos, el lugar que él
mismo había estado hace mucho tiempo atrás, atrapado en una disputa sobre
pieles.
Había sido enviada por Cole y Myuri. La primera página fue escrita por Cole, luego
Myuri, y la segunda página había sido escrita por ambos. La parte de Cole decía de
cómo él había descendido de la montaña sólo para enterarse que las cosas
estaban cambiando en una escala incluso mayor de las que había oído, y cuánto
quedaba por aprender. La parte de Myuri estaba plagada de errores ortográficos
que hablaba de cuánta gente vivía en el sur, cuan animado era, cuánta comida
había, y cuántas cosas interesantes estaban ocurriendo. Lawrence estaba
sonriendo de oreja a oreja mientras leía la parte de Myuri, pero su cara se puso
triste cuando él comenzó a leer la segunda página. Recordó los problemas que
ellos habían encarado en gran detalle. Cada vez que Cole intentaba expresar con
calma algo, Myuri se entrometería para hacerlo más colorido; Cole estaba tratando
de no preocupar a Lawrence mientras que Myuri quería embellecer las cosas, y
claramente lo había hecho bastante.
Últimamente habían sido atrapados en un gran revuelo pero habían salido ilesos,
con el vientre de Cole reduciéndose por la ansiedad mientras que Myuri disfrutaba
de cada segundo. Por un lado, Lawrence sentía lástima por el serio Cole, por otro
lado sentía dicha por la alegría de Myuri, y entre eso casi se relajó y se permitió
sonreír, detenido sólo por su temor y preocupación de que algo les podría
sobrevenir. Era la misma experiencia que él y Holo habían compartido, un viaje
arriesgando su integridad física pero había más que eso.
"En total, pareciera que los dos se han vuelto más cercanos."
Holo se rió entre dientes mientras volvía a leer la carta que había arrebatado de la
mano de Lawrence. Cualquiera que la leyera sería capaz de saber lo cercanos que
se habían vuelto. En la misma habitación, bajo la misma luz de las velas, con sus
frentes muy de cerca, hombro a hombro, en la carta, mientras luchaban...
"Sí, ese Cole... el hace por mucho como el hermano mayor, de hecho." Lawrence
tosió mientras decía esa sentencia, habiéndose decidido con el fin de mantener la
calma. "De hecho, ellos han sido más como hermanos que lo otro desde mucho
tiempo atrás."
Holo no respondió. Lawrence se mantuvo firme, a pesar de la exasperación de ella.
"Bueno, no te detendré si es así como lo quieres ver."
"Este ha sido un tonto desde hace mucho tiempo ciertamente," ella estornudó en
voz baja.
Ella le metió de vuelta la carta mientras se estremecía, luego puso un poco de
carne ahumada en su boca y saltó en el agua de nuevo. Lawrence enderezó la
carta arrugada que ahora llevaba una huella de los dedos de ella; él sonrió
mientras veía la torpe escritura de Myuri, pero su ceño similar a un dolor de
cabeza regresó mientras recordaba realmente lo que la carta contenía. Aun así, era
la primera carta que alguna vez había recibido de su hija, así que la dobló con
ternura hasta que oyó la voz de Holo.
"¡Oh, y por cierto, tú. ¿Te has decidido sobre el entretenimiento de primavera?"
"¿Hmm?"
"Estás pensando en cómo hacer este lugar más animado para que los recién
llegados al otro lado de la montaña no se roben nuestros clientes, ¿no?"
Su expresión se volvió sombría mientras se daba cuenta que ella estaba hablando
de lo que se discutió en la reunión.
"No exactamente... Estoy teniendo un momento difícil pensando en algo."
"El festival del santo ya se celebra cada año."
Todas las ciudades y pueblos tenían una patrona de algún tipo, para quienes
tienen un festival anual. El festival de Nyohhira se celebraba en la primavera,
aunque era realmente más una fiesta privada para que se recompensen por su
arduo trabajo a lo largo del curso del invierno.
"Aunque no es realmente nada especial."
"Bueno, si te satisface podríamos tener un festival para hacer ofrendas de comida
sabrosa para una loba bastante grande... No me importaría."
Mientras hablaba, Holo colocó sus codos en el borde de la bañera y puso su
cabeza en sus manos, salpicando el agua con sus pies. Si fuera a envolver su
cabello y actuara un poco más refinada, sería la imagen viva de la virginal Myuri.
"No serías capaz de terminar nada más de lo que ya están ofreciendo."
El queso glaseado con miel era casi un manjar de lujo. Holo incluso gruñó para
mostrar un colmillo a Lawrence mientras él arrancaba un pedazo de queso.
"Mhm. Pero tú eras un comerciante que viajaba de pueblo en pueblo, ¿no?
Seguramente has visto uno o dos eventos interesantes. ¿Hay alguno que podemos
copiar?"
"Hmmm... bueno, el festival del encierro1 era uno divertido."
"¿Oh?"
"Sellaban todos los caminos secundarios y bajaban corriendo un toro al camino
principal. Todos los que lograban golpear la parte trasera del toro mientras se

1
Conducción popular de los toros al toril antes de la lidia
desbocaba por el pueblo eran considerados afortunados... era bastante la emoción.
Al final, el toro se convertía en un festín disfrutado por todos."
"¿No podemos hacer eso aquí?"
"Habrá heridos, y si eso no fuera suficiente el toro embestirá las casas y causará
graves daños."
Los viajeros hallarían las celebraciones locales mucho más divertidas si estuvieran
acompañadas por el peligro. Por supuesto, Holo ahora era dueña de un edificio y
sabía cuánto trabajo llevaba mantenerlo, por lo que ella mostró la clase de
expresión dudosa que uno debía usar mientras imaginaba a un toro acometiendo
su casa y la despedazaba.
"Eso... sería problemático."
"¿Cierto no?"
"¿Hay algo más?"
"Bueno, hay esta otra: durante el festival, divides a la gente en equipos basados
en su diócesis2, y marchan alrededor del pueblo pateando una pelota de cuero."
"¡Eso suena interesante!"
"Pero la cabeza de todos generalmente termina ensangrentada en la lucha por
mantener la bola. Y si eso no fuera suficiente, la gente de por aquí no es muy
joven. Muchos de ellos probablemente se agotarían pronto después de que
comience el partido."
Las orejas de Holo se inclinaron como si ella hubiera recordado todas las barrigas
panzudas de los posaderos, y estuvo de acuerdo totalmente con Lawrence.
"Últimamente te has estado agotando también... o debería decir engordando."
"Ejem. Bueno, eso sólo haría que nuestro festival parezca más grande, pero por
desgracia la idea no es lo suficientemente convincente para comenzar."
"Es en verdad un predicamento."
Holo salpicó otra vez mientras chapoteaba como perro lejos del borde de la bañera.
A ella parecía realmente no importarle, dado cómo dejó a su cabello y cola ondular
en el agua, pero si ese fuera el caso, no habría sacado el tema para comenzar. Era
2
Distrito bajo el cuidado pastoral o arzobispado
su manera de cuidar la casa de baños y los aldeanos. Si a ella no le importaba
entonces no se molestaría en inspeccionar la nieve cada noche o aceptar
tranquilamente sus labores de costura.
"Hmmm."
Mientras Lawrence reflexionaba sobre el problema, Holo se subió al islote en el
manantial con un salpicón, escurrió el agua duramente de su cabello, y movió su
cola.
"¿Por qué no te vienes también?"
Holo lo llamó con esa sonrisa suya, la cual era más inocente que la de Myuri.
Lawrence en derrota sacudió su cabeza mientras consideraba todo el trabajo que
aún tenía que hacer, pero se rindió cuando ella le mostró un semblante solitario, y
se sacó su ropa.
***
"Una vez que uno ha vivido la alegría de ser perezoso como estos, es obvio que
van a estar desmotivados para idear algo para las festividades de primavera."
Así habló Lawrence mientras miraba el cielo claro con un licor helado en su mano.
Últimamente había pedido a Hanna llevarles bebidas, sólo para terminar
perezosamente sin hacer nada. El saber que las otras casas de baños
probablemente estaban haciendo lo mismo justo ahora sólo lo hizo aún más
perezoso.
"En cuanto a mi, sería de mi preferencia dormitar en las praderas que recorrimos
como comerciantes."
"Por supuesto que te sentirías así, si no hacías nada más que roncar fuerte en la
carreta, mientras que alguien más sostenía las riendas."
"¡Yo no roncaba!" Ella se había vuelto bastante complaciente para no refutar el
hecho de que ella había holgazaneado en la parte posterior de la carreta. "Ah...
pero aun así, esta agua caliente es algo maravillosamente relajante. ¿Quien dijo
que no existía el paraíso en la tierra? Francamente me sorprende que todo el
mundo no se haya mudado aquí todavía."
"Tú dices eso, pero es cierto que este lugar ha sido alegre desde que puedo
recordar."
Holo se había sumergido en las fuentes termales de Nyohhira cientos de años
antes de que naciera Lawrence.
"Sabes... sería una buena idea que tal vez podríamos hacer que la iglesia declarara
oficialmente este lugar como un paraíso terrenal."
"¿Quu?"
Aun cuando los ojos de él decían "esto podría funcionar", los de Holo parecían
estar diciendo "allí va ese tonto, soñando despierto otra vez."
"Mira, personas vienen aquí en peregrinación todo el tiempo, ¿cierto? Hay lugares
de culto donde santos populares milagrosamente curaron ciegos y cosas
semejante, por lo que este lugar debe calificar."
A pesar de su tono apasionado, Holo simplemente vertió más licor mientras se
sentaba junto a él, como si lo ignorara. Después de diez años, ella probablemente
estaba demasiado acostumbrada a cómo sus planes para enriquecerse
generalmente terminaban metiéndolos en líos.
Por supuesto, eso no significaba que él podía guardar silencio sobre ellos.
"Todo el mundo sabe que las fuentes termales son buenas para ellos, así que sólo
tenemos que obtener la cooperación del clero que las visitan para que declaren
este lugar sagrado. ¡Sí... sí! Incluso puede encajar con las enseñanzas de la
iglesia: enfrente de la tierra está el infierno, y entre ellos un punto de referencia
llamado Purgatorio, donde las personas que serían condenadas tienen la
oportunidad de ir al cielo en su lugar. Así que por qué no también tener un lugar
entre la tierra y el cielo, llamado Nyohhira."
De repente su boca fue llenada de carne seca por Holo. "¿Mmuffh?"
"Entonces como este así llamado Purgatorio es donde uno confiesa sus pecados
para llegar al cielo, ellos vendrían a tu así llamado paraíso para beber y llegar al
infierno, ¿no?"
La cara de Holo se había vuelto muy roja por el agua caliente y el licor, por lo que
junto con sus ojos rojos ella podría pasar como el diablo.
"Uh... hmm..."
¿Y con los clientes que ya se han estado quejando de que está demasiado
concurrido? Dudo que deseen ayudar en empeorar ese problema."
"...ugh."
Ella tenía razón.
"Parece que tú, tonto como eres, ya has olvidado que sólo aspiramos aumentar
nuestros visitantes durante la temporada baja, ¿no?"
"Sí, lo sé, ¿eh?"
El licor muy fácilmente iba a la cabeza de uno al mismo tiempo que se sumergía en
aguas termales. Lawrence extendió su mano y agarró un puñado de nieve al lado
del manantial, presionándolo a su frente.
"Hmmmm... pero esa idea sobre la brecha entre el cielo y la tierra todavía parece
una línea decente de pensamiento para mí."
"¿Esa brecha no está ya llena por mi angelical yo?"
Ella se rió desde lo más profundo desde su garganta mientras desplazaba su
cuerpo más cerca al de él. Su piel blanca de perla y forma elegante eran signos
innegables de un ángel. Dicho esto, el pedacito de carne seca colgando de su
colmillo era también un signo innegable: uno para evitar ser lo suficientemente
tonto para ser el juguete de tal criatura.
Pero viéndola llegar hacia él como si ella quisiera decir que era cierto, Lawrence no
pudo evitar sino sentirse como un tonto al querer ser ese juguete.
"La brecha entre el cielo y la tierra... un festival... hmmmmm..."
Mientras gemía con Holo junto a él, ella mordisqueó la nieve todavía pegado a la
frente de él, como si ella sintiera que estaba empezando a hervir. Un momento
después ella levantó su cabeza y saltó fuera del agua.
"¿Cuál es el problema?"
Ella apuntó su barbilla hacia el edificio principal mientras apresuradamente se
vestía con una túnica.
"¡Señor, tiene un invitado!"
Hanna tenía un visitante al lado de ella mientras llamaba. Nadie sabía sobre el
secreto lobino de Holo en el pueblo, y ella quería mantenerlo así.
"¡Ahh, sí! ¡Voy en camino!"
Lawrence salió de la fuente termal, sólo para ser sorprendido de ver quien estaba
de pie en la entrada al pasillo que llevaba al edificio principal.
***
Ya que sería grosero servir a este invitado especial algo alcohólico, Lawrence dijo a
Hanna que caliente para ellos algo de leche de cabra con unas gotas de miel.
Parecían perdidos en pensamiento, teniendo todavía que moverse a sus sillas
mientras miraban sus manos. La cola de Holo, ahora seca e hinchada de estar
cerca de la chimenea, se agitaba bajo su túnica mientras se acercaba a Lawrence y
le daba un toque en el estómago. El rostro de ella le preguntaba qué estaba
sucediendo, pero al no tener idea él se encogió de hombros. El comedor vacío
estaba en silencio salvo para los sonidos que Hanna estaba haciendo mientras
preparaba la cena para Lawrence y Holo. Holo observó a su invitado con gran
interés, pero los dejó para sentarse cerca y comenzar su trabajo de costura. A este
ritmo no llegarían a ningún lado así que Lawrence abrió su boca.
"¿Has venido hoy para transmitir un mensaje de tu padre?"
Lawrence habló respetuosamente a su visitante; a pesar de ser todavía joven, él
ya se había unido a la fuerza laboral.
Sin embargo, los hombros del muchacho decayeron aun más y sacudió su cabeza
gravemente. Él era el segundo hijo de la casa de baños cercana, alrededor de la
edad de Myuri. Había poca gente tan joven como Myuri en el pueblo, por lo que
Lawrence lo conocía bien debido cómo a menudo los dos habían jugado juntos.
Kalm era su nombre, y Lawrence le había gritado muchas veces cuando Myuri se le
había unido para hacer travesuras. Los dos jugaban menos ahora, habiendo
crecido y estando ocupados con las tareas del hogar, pero seguían siendo tan
buenos amigos que se arrojarían bolas de nieve o ranas mutuamente cuando se
reunían en el pueblo.
"Por favor, toma esto antes que se enfríe."
Kalm se estiró para coger la taza a la insistencia de Lawrence. Él entonces de
repente levantó su cabeza, como si hubiera recordado algo.
"¡Ssr. Lawrence, vine a preguntarle algo!"
Lawrence estaba sorprendido no por su volumen, sino más bien por su tono serio.
Kalm era del tipo que se sentía ofendido y se alejaba cada vez que Lawrence lo
regañaba por las diabluras de él y de Myuri, sin embargo aquí él estaba mirando a
Lawrence con una mirada de sinceridad extrema.
"Si está en mi poder, estaré feliz de hacerlo posible."
Lawrence no tomaría a la ligera al niño sentado recto y ante él.
"Bueno, um, uhh..."
Lamentablemente Kalm se había quedado sin ímpetu; su boca permanecía abierta
pero no salían las palabras. Su rostro estaba rojo y parecía estar teniendo
dificultad para respirar. Kalm pronto cerró los ojos y apretó sus dientes. Justo
cuando Lawrence estaba apunto de colocar su mano sobre su hombro, él
finalmente habló.
"¡Por favor déjeme casarme con Myuri!"
Las palabras resonaron en el comedor vacío como un vendaval que había sido
convocado desde todo el poder en su alma. Lawrence estuvo sorprendido por un
breve momento antes de que el significado de esas palabras lo penetraran.
¿Casarse con... Myuri?
"Um, incluso si me preguntas eso..."
La mente de Lawrence había sido lanzada al caos; él luchó para juntar sus
pensamientos. Los ojos de Kalm permanecieron fijos todo el tiempo. Eran los ojos
de alguien preparado para la muerte.
"... Myuri... ¿pidiendo su mano en matrimonio?"
Lawrence se recuperó lo suficiente como para aguantar la determinación del
muchacho.
"Ssí."
Ahora que sabía que Kalm no estaba bromeando, Lawrence rápidamente comenzó
a pensar como propietario de una casa de baños.
"¿Y tu padre qué tiene que decir sobre esto?"
Kalm parecía preocupado por la pregunta de Lawrence, y sacudió su cabeza. Las
conexiones entre las familias en un pueblo pequeño como el suyo eran un asunto
muy serio. Para empezar, si fuera un lazo de sangre entre dos famosas casas de
baños, podría formar una facción dominante. Así que aunque no había ninguna
regla formal contra casarse con otros aldeanos, una que no estaba escrita era
casarse con alguien de otra parte, como Svernel. Dada la población pequeña,
también era una precaución para evitar que los lazos de sangre se vuelvan
demasiado íntimos.
"Hmm." Kalm se inclinó hacia adelante mientras Lawrence suspiraba, sin saber qué
hacer. "¿Pppuedo preguntar una cosa?"
"¿Que es?"
"Myuri...¿Umm, está en una fuga de amantes...?"
"Ugh."
Lawrence dejó escapar un profundo suspiro, sabiendo muy bien que Holo estaría
riéndose de él mientras observaba. Al menos él podía entender finalmente por qué
Kalm había evitado hablar de esto con sus padres, y había venido aquí como si
estuviera preparado para morir.
"No estoy... realmente seguro de que se fugara. Pero parece que hay una buena
probabilidad."
Incluso ahora Lawrence sabía que estaba tratando de evitar en aceptar esa
posibilidad, aunque fuera un esfuerzo inútil suyo. "Aunque eso sólo significa que
aún tiene que ser confirmado."
Él podía manifestar eso claramente sin que sea una ilusión. Era para mostrar
respeto a Kalm por haber reunido el valor para venir aquí y preguntar.
"Esa Myuri siempre hace locuras antes de que las piense bien. Ella también se
aburre fácilmente."
Kalm asintió de acuerdo, recordando sus propias experiencias con Myuri.
"Sabiendo eso, ella podría volver pronto después de tener una gran pelea."
Si eso no fuera suficiente, Cole quería ser un clérigo tanto como para jurar un
juramento de celibato.
Él no había flaqueado incluso después de estar aquí el tiempo suficiente para
rechazar los avances de muchas hermosas bailarinas.
"Así que cuando llegue ese momento, podrás ser capaz de hacer tu pregunta otra
vez. No me pondré en tu camino."
La cara de Kalm se iluminó brevemente como si un rayo de sol por fin había
perforado un cielo nublado oscuro, sólo para aumentar moderadamente una vez
más.
"Pero... mi rival... es Cole, ¿no?"
Todos se conocían entre sí en un pueblo pequeño como este. La expresión traviesa
del niño se volvió sombría cuando Lawrence asintió con la cabeza. Seguramente su
espíritu se decayó al confirmar simplemente contra quien se medía. Lawrence
sonrió entre dientes mientras recordaba haber tenido una experiencia similar
cuando todavía era un vendedor ambulante aprendiz. El niño ante él podía ser una
persona rencorosa aspirando por su encantadora hija Myuri, pero también era lo
suficientemente valiente como para haber venido aquí por cuenta propia.
"¿Lo que no entiendo es por qué estás aquí de repente?"
"¿Eh?"
Lawrence se inclinó más de cerca al ver la reacción de asombro de Kalm, como si
tratara de evitar que Holo los oyera.
"Pensé que te fascinaban las bailarinas."
La cara de Kalm se puso roja y susurró como si los dos hombres compartieran
secretos. Un resort de fuentes termales necesitaba canciones y danza, lo que
significaba mujeres atractivas. Y estas eran chicas que habían vivido la vida libre
de un artista; ellas no serían mal vistas aunque fueran toscas en una corte real de
castillo. La belleza de alguien tan despreocupada era más brillante que un prado
verde en el verano que haría a uno taparse los ojos.
"Bueno, eso es..." Él sólo dudó un momento antes de continuar. "Bueno, me di
cuenta que esas chicas... no son iguales a Myuri."
Escuchar eso hizo que Lawrence pensara en su hija. Holo y Myuri parecían
similares exteriormente, pero interiormente eran tan diferentes como podrían serlo.
Si uno quitara la serenidad y la astucia como de zorro de Holo, entonces
obtendrías a Myuri, quien podría convertir un pesimismo desenfrenado en rayos de
sol como una fuente desbordante de alegría. Cuando ella era joven, ella había
perseguido a un conejo tan rigurosamente que se había caído de cabeza en un
arroyo y terminó sangrando.
Sin embargo al día siguiente ella se fue a la montaña a perseguir ciervos. No había
duda que desde su núcleo, ella no era similar como las bailarinas que habían atado
su cabello, usaban perfume, cuidaban de sus figuras, y mostraban sonrisas
deliberadas. Lawrence tuvo que admitir que ella era más como Holo.
"Supongo que... es como la diferencia entre gatos que viven en una mansión y...
un lobo que vive en las montañas, tal vez..."
Pensó en el mundo de su más linda y adorable niña, pero no podía negar que tenía
sus bordes ásperos. Kalm casi se ríe al escuchar la amarga afirmación de Lawrence,
sin embargo, sacudió su cabeza de lado a lado.
"Ah, no... No quise decir eso." Empezó mirando sus manos otra vez. "Es cierto que
me solían gustar las bailarinas, pero... ellas siempre dejan la montaña durante las
temporadas bajas, y nunca me pregunto si las veré otra vez."
"¿Oh?"
"Sin embargo cuando me enteré de que Myuri había dejado el pueblo, sentí...
sentí..."
Él parpadeó como si doliera tanto como para derramar lágrimas.
".. .¿que no podías soportar mantenerte aquí y preguntarte razones?"
"..."
Él no podía decir nada y tan sólo asintió con la cabeza mientras sus labios
temblaban. Tenía la misma edad que Myuri, y había estado siempre a su alrededor
como si fuera parte de la familia. Había un refrán, que la gente no se daría cuenta
lo que tenía hasta que lo perdía. Lawrence no era una de esas personas. Durante
sus viajes como vendedor ambulante, raramente capaz de permanecer en un lugar
por más de un mes, pudo ver claramente como la ciudad y los habitantes se
sentían en ocasiones así. Grandes eventos no sucedían a menudo en pueblos y
ciudades. Las cosas eran lo mismo hoy como lo eran ayer, si uno estuviera
enfermo o no, año tras año tras año. Por lo tanto tenía sentido para un niño que
había llegado a la pubertad y desarrollado sentimientos por su inseparable amiga
de la infancia mantenerse callado al respecto.
Si se confesaba y era rechazado, la gente en el pueblo seguiría sacando el tema y
nunca lo dejarían olvidarlo hasta que se lo llevara a su tumba. Desde esa
perspectiva este valiente muchacho era digno de respeto. Sobre todo porque su
rival era nada menos que Cole. Lawrence estaba mirando a Kalm y viendo a un
hombre.
"Así que sé lo que debo hacer... lo que ya debería haber hecho." Las manos de
Kalm se hicieron como una pelota en sus puños apretados mientras lágrimas caían
de sus ojos. "Justo como supe lo que debería haber hecho cuando mi hermano
murió de esa enfermedad."
El hermano de Kalm había sucumbido ante una enfermedad de rápida
propagación; Lawrence lo conocía también. Aunque dudó por un momento,
Lawrence puso su mano en el hombro de Kalm mientras el chico sollozaba.
"Las cosas que deben decirse... deben ser dichas tan pronto como sean posibles...
o nunca tendrás la posibilidad de decirlas... Ya había aprendido eso... y sin
embargo..."
Lawrence golpeó el hombro del muchacho y usó ese brazo para alcanzarlo y darle
un abrazo.
El olor de su sudor y la forma de su torso eran completamente diferentes a los de
Myuri, pero Lawrence sospechaba que si fuera a tener un hijo propio entonces así
es cómo podría sentirse al abrazarlo... el pensamiento conmovió a Lawrence
profundamente. Holo, después de haber leído la situación, trajo una toalla de
mano a Lawrence, y Lawrence golpeó a Kalm otra vez en la espalda.
"Sabes, Myuri está todavía viva." El niño siguió llorando. "Si dependiera de mí, yo
con gusto echaría a todos los que vinieran tras de mi hija."
Kalm se estremeció un poco a pesar de saber que Lawrence estaba bromeando.
Holo seguramente meditaba sobre cuan adorablemente infantiles los dos estaban
siendo, pero Lawrence sabía que era un buen dueño de un negocio sin importar lo
que otros puedan decir.
"Preguntaría por qué no vas tras ella ahora, pero eso sería francamente
irresponsable de mí." Lawrence sujetó a Kalm para evitar que se ponga de pie de
un salto en ese mismo momento, y le entregó la toalla.
"Sin importar como pueda parecer Myuri, ella es una frívola, por lo que es probable
que volverá después de vagar por todos lados con Cole."
Él podía imaginar la cansada sonrisa que estaría en la cara de Holo al escucharle
decir eso, pero había una parte de verdad en sus palabras. Especialmente ya que
era muy poco probable que Cole pusiera su mano sobre ella sin el permiso de
Lawrence.
"Así que sólo tienes que seguir convirtiéndote en un hombre de bien para cuando
llegue ese momento. Y entonces... y entonces... "
Él no podía atreverse a decir "puedes volver y pedir su mano otra vez," pero Kalm
agarró la toalla firmemente y lo hizo.
"Volveré otra vez para pedir la mano de Myuri."
Él podía saber que la determinación de Kalm era del tipo que no tambalearía
aunque le dieran un par de golpes. Y así que dejó que sus tensos hombros se
relajen y se rió entre dientes inclinando la cabeza.
"Estaré esperando. Estaré practicando mis golpes hasta entonces."
Lawrence estaba sonriendo, pero Kalm no apartó la mirada aunque si fuera a estar
temblando. "Pues bien, límpiate las lágrimas y termina tu bebida."
"¡Ssí!"
Lawrence colocó su codo sobre la mesa y descansó la barbilla en la palma de su
mano, viendo a Kalm mientras hacía lo que le mandaron. Sentía que no sería tan
malo tener un buen chico como él como su propio hijo.
"No dudes en lavar tu cara en el manantial. No queremos que tu perspicaz
hermano menor averigüe las cosas, ¿cierto?"
"NNo, no queremos... gracias."
Si un hermano mayor actuaba duro y presumiera sólo para volver a casa con
lágrimas en los ojos, sería como un ciervo herido rodeado por una manada de
lobos. Kalm se puso de pie y se inclinó antes de salir del manantial. Lawrence
siguió sonriendo mientras veía al muchacho alejarse, momento en el que Holo
entró a su campo de visión y sin palabras se sentó en su regazo.
"¿Qqqué?"
"Hmmm... jejeje." Holo se reía alegremente mientras su cola se agitaba debajo de
su manto. "Mi tonta mula, montando un acto tan soberbio..."
Ella tomó su mano, claramente queriendo evitar que respondiera.
"No te menospreciaré por manejar tal cosa de una manera muy inteligente."
"Supongo que sólo tendré que tomar eso como un cumplido."
"Tonto."
Sus orejas ocultas frotaron contra su capucha mientras se dejaban caer
cariñosamente. Los hechos que habían tenido lugar deben haber tocado una fibra
en el corazón de ella. Lawrence la abrazó un poco más firmemente mientras sus
pensamientos se esfumaban.
"Puede que no haya una próxima vez, ¿eh?"
El hermano mayor de Kalm había muerto demasiado joven, y la memoria de eso
todavía estaba fresca en la mente de Lawrence. Y aun sin eso hubiera sentido la
profundidad del concepto, al ser un ex mercader ambulante que había vivido sus
días atesorando cada encuentro como si fuera su último.
"Para un muchacho tan joven ser ya consciente de eso significa que él crecerá
hasta ser un hombre de bien, en efecto."
"Estoy seguro que te das cuenta de que soy consciente de eso también."
Él sentía que partir incluso una vez con Holo significaría nunca verla otra vez, así
que él siempre estaba extendiendo su mano hacia ella. Sin embargo, Holo se
movió lejos de él mientras lo miraba fijamente a los ojos. Su mirada acusadora lo
decepcionó.
"¿Qué? Sólo digo la verdad."
"Tontamente siempre presentas eventos pasados de tal manera sólo para revelar
tu lado bueno."
"¿De qqué estás hablando?"
"¿Cuánto tiempo te tardó para que declares abiertamente cuánto realmente,
realmente, realmente, me amabas, hmm?"
"..."
Sus juguetonas mordeduras siempre picaban. Incluso dejarían una marca fea si él
se resistía y trataba de descargar la culpa, justificada o no. Aun así, sin importar
cuan duramente ella lo miraba, su cola siempre se meneaba como un perro
queriendo jugar. Podía ser algo doloroso amar a alguien tanto, él reflexionó como
un poeta, pero cuando abrió su boca para decir las palabras que ella tanto quería
escuchar, él cambió de opinión.
"...¿incapaz de decir lo que realmente quieres decir...?"
"¿Hmm? ¿Eh? ¿Qué estás balbuceando?"
Holo usó una expresión mostrando que esperaba comer fresas picadas con miel,
sólo para obtener pimienta negra en su lugar. Lawrence estaba mirando justo por
delante de ella mientras su mente conectaba todos los puntos en su cabeza
mientras su mano se agitaba de aquí para allá. Él recordó haber oído algo hace
poco que era muy similar a lo que él había dicho. No ser capaz de decir lo que
querías decir, excepto en un momento cuando no tenías ninguna opción sino ser
honesto. ¡Una confesión final! ¡Claro! Uno diría todo cuando estaba al borde de la
muerte, sólo con el tiempo suficiente para confesar por completo sus pecados para
que pudiera ir al cielo. Y sin embargo justo ahora, él y Holo habían demostrado
que no siempre era algo malo abstenerse de decir lo que uno realmente quería
decir.
Si ese fuera el caso...
"Si ese es el caso..."
"¿Hey, tú? ¡Heeeeeeeey tttúuuuuu!"
Él tomó la mano de Holo, que había estado abofeteándolo en la cara, y la envolvió
como una princesa mientras se ponía de pie. Todos los puntos se habían
conectado. Una idea había florecido en su mente de cómo podrían ganar más
clientes durante las temporadas bajas.
"¡Eso es! ¡Sólo necesitamos hacer una pista de baile que haga que la gente se
acerque un poco más al cielo!"
Él gritó mientras Holo miraba hacia atrás estupefacta, aún sostenida en los brazos
de él.
***
Los funerales son ceremonias de despedida.
Una vez que se cierra el ataúd, y una oración dicha mientras se pone en el suelo,
esa será la última vez que el de adentro será visto alguna otra vez. Mientras su
ataúd es llevado para su descanso, será bañado con despedidas finales de otros.
No era el momento para mentiras, vergüenza, o contenerse. Las despedidas
pueden forzar a sacar las cosas que son normalmente demasiado difíciles de
admitir; hay algo verdaderamente poderoso en ellas.
"Holo..."
Lawrence llamó a su nombre, pero no pudo reprimir la sonrisa irónica en su rostro.
A pesar de todos los preparativos y la consideración de todos al dejarlo solo en el
granero, esto todavía era difícil para él.
"Ugh... incluso este ángel tiene un límite a su paciencia."
Desde dentro del ataúd vinieron los quejidos del difunto. Lawrence suavemente
tosió y se asomó dentro para verla reír, y luego habló.
"Fui bendecido desde el momento en que te conocí."
"...¿Fuiste?"
Ella le robó una mirada con un ojo, haciendo lo que ella podía para encontrar fallas
en sus palabras.
"Sabes, esto se supone que es un funeral."
"Hmph."
"Aunque en este funeral, el difunto será revivido gracias a los efectos milagrosos
del agua de la fuente termal."
Él sumergió su dedo en el agua aun caliente que intencionalmente había traído en
una copa de plata, y lo aplicó en la frente de Holo.
"Entonces, ¿cómo se siente ser resucitada?"
Holo abrió ambos ojos para mirarlo, su rostro todo retorcido como si estuviera a
punto de romper en risas.
"Me siento feliz, sabiendo que tengo más tiempo para estar contigo."
"Hng..."
Él estaba sin palabras; no esperaba eso de ella. Ella reveló un colmillo como si
fuera a decir "¡Te tengo!" Así como siempre, él realmente no era rival para ella.
"Es un honor." Él la ayudó a levantarse mientras continuaba. "Así que, ¿qué opinas
de esto para el festival?"
"¿Hmm?"
"Nunca escucharás alguna de las cosas agradables que los otros digan en tu
funeral cuando realmente mueras, y no tendrás otra oportunidad de decir lo que
realmente quieres decir. Así que ¿por qué no celebrar un funeral antes de que
mueras y dices lo que piensas, en una ceremonia que te acerca al cielo?"
"Hmm. Hmmmmm. Bueno," ella le escudriñó con un ceño. "Viniendo de ti, eso no
es malo para nada."
"¡Jajaja, eso es un alivio! Y ahora sabemos que no necesitaremos ninguna
preparación extraordinaria, ni provocar ningún alboroto, así que esto valió la pena
en probarlo."
Los demás propietarios de las posadas habían estado inquietos y asustados cuando
Lawrence primero había propuesto este plan, pero como les explicó en detalle se
pusieron emocionados. Todos ellos tenían una o dos cosas que querían decirle a
sus seres queridos, sin embargo, estaban demasiado avergonzados después de
que había pasado demasiado tiempo, por lo que también comprendieron el valor
de decir las cosas tan pronto como sea posible. Ahora sentían que tenían una
excusa para seguir adelante y decir esas cosas.
Además de eso, las probabilidades eran buenas ya que el mundo estaba lleno de
hombres tan obstinados como lo eran. Y por lo tanto, en este lugar apartado tan
cerca del cielo como era posible, las personas podrían llevar a cabo un funeral
mientras aún vivían como una excusa apropiada. Todo según el plan de Lawrence.
"Las velas van a costar mucho, por lo que tendremos que echarle un ojo ahí...
también los participantes necesitarán ropa apropiada para el evento, lo cual
tendremos que gestionarlo en los costos... pero es factible... sí, es completamente
factible."
Él de repente se dio cuenta de que Holo lo había estado viendo mientras ordenaba
sus pensamientos. Una vez más se había hundido profundamente en pensamientos
de negocios sin tomarla en consideración; él se recobró mientras Holo reía y
extendía su mano como una chica soñolienta para tirar del borde de la camisa de
él.
"Verdaderamente... estoy... "
"¿Eh?"
"Feliz de seguir con vida."
Ella todavía estaba sonriendo, pero una lágrima rodó por su mejilla. De forma
nerviosa, Lawrence quitó la lágrima.
"Esto significa que nuestro viaje continuará, ¿no es así?"
Todo cambiaba con el tiempo. Holo también se había convertido en una hoja
flotando en el río del tiempo. Un día inevitablemente tendrían que darse su
despedida final, y el momento que pasaron juntos se perdería en la eternidad.
Pero eso era un futuro que aún no había llegado. Lawrence envolvió sus brazos
alrededor de Holo y la abrazó, como si tratara de protegerla lo mejor que pudiera
del flujo del tiempo.
"Sí." Un momento más tarde, él continuó. "Nuestro viaje continuará, incluso si es
sólo por un rato más."
Holo levantó su cabeza en risas. Los dos luego torpemente cambiaron de lugar
hasta que encontraron una posición natural, con ninguno de ellos dirigiendo al otro.
Se sentía como la vez que los dos habían decidido abrir su propia tienda juntos.
Ante el altar, bajo la atenta mirada de Dios, ellos compartieron un beso. Cuando
sus ojos se abrieron, vieron que incluso después de todos estos años, todavía se
habían ruborizado. Había muchos negocios que todavía querían terminar en esta
tierra. La primavera estaba a la vuelta de la esquina; era la temporada para que
las cosas se descongelaran.
** El Fin**

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