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William WALWYN; El Samaritano‘Compasivo: Afirmaéién de la Libertad de Conciencia y Vindicacién de los Separatistas. 1646. ne ci : Habiéoidoine topado con una nariacién apologética de Thomas Goodivin, Philip Nye, Sydrach Sympson, Jeremy Burroughs y William Bridge, con alegria de corazbn acometi su lectixra pues esperaba encontrar en ella razones generales para la justificacién de si mismos ante cl mundo ast como para la justficacién de toda ‘Separacién, y de tal suerte crei que ese solo discurso removeria los prejuicios ¢ incomprensiones que incluso tienen los hombres buenos respecto de aquella clase de gentes, inofensiva y bien intencionada, Pero al hallar, en contra de mis expectativas, que Ta apologia concemia sé6lo a sus autores y que su tolerancia se fundaba sobre una. demostracién de Ja cercania entre ellos y los Presbiterianos, por ser una misma la doctrina y haber muy poca diferencia en cuanto a la discipline; sobre el hecho de que hhubieran sido ya tolerados por otras iglesias Presbiterianas y favorecidos con mayores prvlesios que os separatists sobre todo cto los dsingv de fos sparta) que les ha permitido evitar cautamente las rocas y arecifes contra los cuales los separatistas, se han despedazado: -confirmando mediante tales palabras el rechazo del pueblo hacia Jos separatists, sugiriendo merced a esas frases que habria, entre estos tiltimos, ciertas tendencias peligrosas de opinién de las que nuestros autores escapan diligentemente, mena que ninguna mencién se ha hecho de lo que los ccpanivilontareardsd cosa que es el peor tipo de calumnia. ere Descubriendo asi, para dolor de mi coraz6n, que los separatistas han quedado abandonatios a las dificultades y probablemente expuestos a mayores peligros __ que munca por los empefios de aquellos hombres, mi corazin se liené de tibulacién al *"eGoncer la inocencia de las intenciones y la honestidad de las vidas de los’ separatists, es pues ellos se'ven necesariamente forzados a tener la opinién que tienen y, tras largo. examen de sus propios objetivos, conclul que ellos no desean sino que esos fines sean piblica e imparcialmente discutidos; conociendo de la misma maiera su afecto por la repiiblica (commonwealth), el largo alcance de su asistencia {0 caridad) en (la isposicibn} tanto de la bolsa cuanto de la persona; sabiendo que sus asambleas son por completo inocentes y estén tan lejos de la confederacién como del complot que (aan ‘cuando se muestran muy sensibles acerca de la triste y compleja condicién en la cual se encuentran) nada han dicho todavia en defensa propia, sino que se confian a la bondad de Dios, a la equidad del Parlamento, a la simplicidad e integridad de su modo de vida, Y gozan tranquilamente de si mismos y de su forma de adoracién, sin hacer caso de lo ‘que se trama contra ellos, pues estin resueltos, como Esther, a cumplir eon sus deberes y si cumpliéndolos perecen, pues entonces perecer: -Me parece que todd hombre est obligado por su conciencia a hablar y hacer cuanto pueda en beneficio de una gente tan inofensiva como ésta. Porqus, aunque uno no sea separatista (como yo no lo soy), el amor de Dios se manifiesta sobre todo en hacer el bien a los dems. pues el amor que se itige s6lo hacia si mismo y los esfuerzos que sblo procuran libertad para quienes los realizan pueden, en el mejor de los casos, ser Ilamados amor propio y egoismo. Todo hombre debe aspirar a la libertad comin, Ia cual es el derecho peculisr de cada cual en la medida en que no resulte perjudicial para el comin, » Entonces, dado que poco puede hacerse en favor de los separatistas a menos que Ia libertad de conciencia sea garantizada a todo ser humano o clase de hombres, para adorar a Dios y cumplir las ordenanzas de Cristo en el modo en que @ cada cual le parezca més acorde con la Palabra de Dios, y para que nadie pueda ser 4: castigado o meriospreciado por la autoriqad debido a 80 oyiniéti a menos que ella resulte peligtosa para el estado, yo me he empétiado en este discurso en demostrar {hacer ‘aparece; con Jas mefores-razones que pueda,-quo todo homibre debe tener libertad de ‘coriclencia, ‘de tildlquiet’ dpinidn que sea, con In iclén antedicha, Cumpliendo lo ue me propuse he tenido ocasién de remover todos los prejuicios del pueblo respecto de los separtistas de resarctlos de las falsas acusaciones que generalmente se les fzlgm con el propio de hactiosodlotos Delo ca eve que minal, sept jeclaro, apunta evidentemente a ta paz y unién de todos ya al pueblo y al Pariameato ol juco siguent, a saber, que es interés pancipa de a repitiica quo In futoridad tenge el mismo respeto y extienda igual proteccién a todos los hombres buenos y pacificos por igual sin que importen'sus diferencias de opiniOn, para que todos los hombres sean estimulados a prestar servicio {a la reptblica} por igual. La libertad de conciencia ha de ser permitida a todos los hombres por las razones siguientes: Primera razbn: Porque cuslquiera sea el juicio de un hombre, #1 no puede sino legir el tener un juicio semejante. Lo cual es por si mismo tan evidente que, yo supongo, ha de ser garantizado por todo el mundo, Cualquier cosa que la razén de un hombre concluye que es verdadera o falsa, agradable o desagradable a la Palabra de Dios, eso mismo constituye la opinién o juicio de tal hombre, y por ende él se ve obligado, por su propia razén, a tener la opinién que tiene, Luego, donde hay una necesidad no deberia de haber castigo, pues el castigo es la recompensa de las acciones voluntarias, Por lo tanto, ningin hombre deberta ser castigado por sus juicios. Objecién: Pero seré objetado que los separatistas son gente “impetuosa y * desenfrenada y que extraen sus conclusiones de su fantasia més que de su razonamiento. Que ellos tierien sus entusiasmos y revelaciones, sobre las que nadie sabe qué hacer, y que si fuesen gente que examinase racionalmente las cosas, los argumentos tendrian validez para ellos. Respuesta: Yo supongo que semejante objecién no pertenece al presente sino, mis bien, a los tiempos sin ingenio anteriores al Parlamento, cuando algtin obispo politico © Doctor Ignorante Universitario o bien poeta corrupto se hubieran empediado, mediante sugestiones semejantes dirigidas al pueblo, a desviar sus corazones crédulos hacia el odio de aquellos hombres buenos, a quienes los tales {obispos, doctores, pests) conor como alos peores enemigos de sus engalis. Pero dejemos que hoy los hombres tengan otros pensamientos y sepan por si mismos que los Brownistas y Anabaptistas son analistas racionales (rational examiners) de todas las cosas que tienen por verdaderas, polemistas sensatos y capaces de dar razones de cuanto creen. Quienes estén insatisfechos sobre el punto, si quisieran visitar sus reuniones privadas, que se encuentran abiertas a todos quienes acuden, obtendrin In satisfaccién buscada Es posible que aqui y alld exista entre ellos algin hombre quien, desbordado por el celo y Fr cepetied hc fo gus eats vyuiniro, ponds post > eaiealinieun 9 sobitic muchas debilidades en su discurso. Me extrafiaria que las mismas fragilidades © incapacidades"no se encuentren también en muchos de nosotros. Pero si los deslizamientos y extravagencias de unos pocos, tras cartén los més débiles, fueran un ‘argumento suficiente para el menosprecio dela Separacion y para apartar a sus hombres el favor del mundo, ruego a Dios que el mismo argumento nunca pueda usarse contra nosotros, entre quienes muchos, y no precisamente los més débiles, podrian dar : 2 ccasioines para iguales ctitides. Entré'tanto, yo qiisieia'con todo mi corazbn que todos pudiésemos cultivar el espiritu. de la sumisién (meekness) ¢ intentdsemos rectificar, “friediante ‘argumentos:y persuasibis, las-debilidades de los unos y los otros, antes que reprochii ‘a sis. poseedores, cob"%gbdb ‘vistble, que tales cosas redundan en gran desventaja para ellos. 5 “Oha Césiumbre que ellos cultivan y que los hace, en general, argumentadores, bibiles en defensa de lo propio, es, por un iado, el uso de a objecién contra todo cuanto se les propone y, por otro lado, el planteo {en piiblico) de cualquier duda que alguien quiera resolver, Io cual se realiza de un modo muy ordenado. Gracias a esos medios el is débil mejora muy rapido y cada cual se toma capaz de dar cuenta de sus ideas (sin descansar sobre los pastores, como hacen muchos hombres en nuestras congregaciones). Lo que puede’ i ar a ee cate aoe ea eaves tener esa misma costumbre entre nosotros. razbn: La incertidumbre del conocimiento en esta vida, Ningin hombre ni ninguna clase de hombres pueden presumir de poser un espiritu que no yerre. Es bien conocido -que los Padres, los Concilios Generales, las Asambleas ‘Nacionales, los Sinodos y Parlamentos cometieron, en sus tiempos, gruesos errores. Y aunque los tiempos presentes son mis sabios que los anteriores, al estar mucho més libres de la supersticion y al otorgarse una mayor libertad para examinar todas las cosas, subsiste sin embargo la posibilidad del error y, aunque munca hubiese una presuncién tan grande de lo contrario, ninguna clase de hombres debe de constrefir a otra, ya que podria suceder que quien estuviese en el error fuese el que obliga a quien esié en lo cierto. Objecidn: Pero la tinidad y 1a uniformidad en la religibn son cosas deseables y la ‘confusion debe ser evitada por encima de todas las cosas. Merced a Ja tolerancia aparecerian cada dia nuevas opiniones y, para escéndalo de In nacién, nos ‘convertiriamos en un auténtico mongtruo en materia de religi6n, una parte Presbiteriana, otra Anabaptista, otra Brownista y la cuarta Independiente, y tan variado segtin es la diversidad actual de opiniones o Jas que pudieran surgir més tarde. Respuesta: Contesto que esta objecién, en verdad, aparece como especiosa desde su primera manifestacién y muy influyente sobre el pueblo. Lo cual los obispos sablan ‘muy bien y asi la tomaron como el mejor precedente para la supresion de quienes, segin se temla, serian los supresores del resto. Como respuesta afirmo que la compulsion es, de todos los medios disponibles, el menos apto para conseguir ls unidad de opinién y la uniformidad en la prictca, Io cuel la experiencia hark evidente, Pussto que las mls, Is prisiones, las piootas, ete. usadas por los obispos como instrumentos de unién, més bien confirman a los hombres en sus juicios diferentes y producen Ia abominacién y el ‘odio que aquellos tiempos lanzaron sobre la jerarquia obispal, que fue tirdnica por ‘cuanto quiso lograr, mediante el castigo de una persona, Ia inclinacitn y sujecién de su conciencia. ¥ si se puede argoir que algumos se dieron vuelta opmo el viento, y fueron aterrorizados por el miedo al castigo al punto de ceder finalmente, contesto que es0s hombres estin muy lejos de ser ejemplos a seguir, que mis bien pocitan ser justamente ccondenados por veletas (inventadas para que los hombres supiesen de qué Indo sopla el viento) del favor, de la delicadeza, la faclidad y el favoritism En segundo lugar, la conciencia, al estar sometida sélo a la razbn (ya sea ésta lo s qiie es en'realidad 0 lo que's tino le parkzca haber old que ex), puede ser ‘tnicamente convencida o perruadida por aquella misma razbn, La fuerza la hace retroceder y luchar. ‘Beth exrla naturaleza de todo hombre poseer cualquier tipo de juicio con tal de.no haber * gldlo fordadd. Ha de predurhirse'que sdlo-debido ru fuaitento en la razén un hombre tostiene el julclo que sostiene, 2Quieres que ese hombre se pliegue a tu juicio? ‘Muéstrale tus funds /Aeja que unos y otros trabajen dentro de él hasta que veas Mat A Soa dons cednae. Eatonce ponblomants ccambie.de parecer y coincida en un mismo juicio contigo, Pero si uses la Ley del Garrote (the Club Law) en lugar del Sonvendmiena yi uid, amass toe tae hombres con el prejuicio, en contra tuyo, de que no estés poseer la verdad, Por lo cual habs de hacer uso de la razon y presumir su ‘Pino tucharks con armas de las que sabes (0 al menos debertas saber) que no son las armas dela verdad. Pero me temo que hay algo més en el asunto. No puedo creer que los bbispos, en su tiempo, emplearan tantas estratagemas, vejimenes y crueldades contra esa buen ents pera gan a a forma do pest No podian ignorar que, de esa suerte, frrojaban a los No-conformistas de todo tipo a un odio irreconcliable contra ellos mismos, No, su fin debié ser més bien el siguiente: Averiguaron quiénes se oponian « ‘us designios y, al encontrar que se tretaba de los Puritanos y de los Sectarios, su interés se centré en la supresién de éstos por todos los medios posibles, para poder luego ‘oprimir al pueblo sin oposicién alguna Y debido a ello, en estos tiempos, los hombres deberian de considerar bien lo que hacen. Porque, si acaso quienes se encargan de la proteccién piblica se conducen de la misma manera descripta respecto de los ‘Anabaptistas y Brownistas, o de cualquier otra secta que existe 0 pueda existr, de tal ‘modo que no son capaces de convenir con ellos en cuanto a los juicios ni las préeticas (tal: como tememos que harin por cémo han sido sus comienzos), qué podemos si mo pensar de ellos que sus fines e intenciones son idénticos a los de los obispos? Porque ‘por sus frutos (dice nuestro Salvador) los conoceréis. Tal vez nos engafien las palabras: Sus vueltas y contextos son tan infinitos que pueden presentérsenos de tal suerte que lo peor parezca biieno. Mas las acciones de los hombres son la mejor regla para el juicio de los demis, ‘Ahora, acerca de las acciones de los religiosos que estin hoy en el poder (of the divines that are now in favour), los hombres hablan de manera muy extrafia. Algunos dicen que Ja tiraia sobre las conciencias que ejercian los obispos parece haber ‘continuado bajo los Presbiteros, que sélo cambiaron los opresores pero que la opresion no ha sido suprimida Otros dicen que los Anabaptistas y los Brownistas han encontrado ‘amos mis duros, por cuanto los obispos hicieron de su castigo un asunto de deporte y de provecho para si mismos, y reservaron sus penas como formas de distraccién de las nentes det pueblo para que éste no tomase demasiado nota de los ataques que esos obispos haclan contra la ley y la libertad comén, soportando a pesar de todo que Permmediesen sus sociedades, aunque tan rebsjadas y oprimidas que nada pudiera temerse de ellas. Pero los Presbiteros, segiin se piensa, serén més violentos, tal como suele suceder cuando los esclavos se convierten en amos: y asl se expresan no tinicamente los Anabaptistas, los Brownistas y los Antinomistas (quienes se encuentran fen gran peligro), sigo otros hombres muy moderados © ingeniosos que no estin dominados por los intereses de los religiosos. Ellos también dicen que, asi como no es justo, tampoco es politico, que en los 4 ‘comienzds y en su primér despuntar, los religioscs ya establezcan los fundamentos de su ‘grandeza, riqueza y poder sobre las conciencias del pueblo y mezclen insensiblemente “su itferés con el del Parlamento, que si asi en la infancia de su tiranta se lz tan altos presuntuosed sobie Tor demiés hiomibres cbitie'lo haces, ello muestra que su sabiduria Zn este punto se aproxima a la de la serpiente, o bien, més todavia, que ellos son tan ee respecto del acuerdo con-otros hombres que rompen con éstos aun @ costa ‘ropio interés. Y bieo, otros dicen que"Yés'¥eligidsos hicieron muy bien en permaecer tan intransigentes con los obispos, esos zanganos y orugas de la repdblica, Eumdo mostraron al pueblo lo absolutamente odiosos que eran sus tribunales opresores, sus multas, censuras y prisiones. Pero aquellos mismos empiezan a temer que los Feligiosos tienen algunos malos fines, mis allé de la libertad del pueblo, de manera que flo han egado a us citedas ys han ansformado en un presbiterio gobemante, en ugar de los fores obispos, {o cual también se feme que traiga més rigidez y austeridad y ‘no menos ambicién y dominio que el {régimen} anterior. ¥ Ia razén por la que éstos han de temer consiste en el hecho de que nuestros religiosos no han actuado claramente con nosotros en muchos aspectos, sino {que continGan ciertos intereses de los obispos que ellos consideran ventajosos para progresar en el honor y en la estima del pueblo, y que por eso reproducen shora tantos rocedimientos de los obispos, de los cuales al principio ellos parecfan abominar, Puesto que el solo interés de los obispos en particular y ese tipo de prelados han desaparecido, pero los intereses generales del dlero, en la medida en que una nueva prelatura pueda ser erigida y el misterio de los religiosos conserve su crédito entre el pueblo, son preservados con los mayores arte e industria, Asumiré la tarea dificil de decirs cull son ls tales interess y qué puede decirse con razén en contra de ells, 1) Su primer interés es preservar en el pueblo la distincién que concieme al gobiemo de lo eclesidstico y de lo civil, aunque una consideracién del asunto demuestre que dos gobiemos en una tepiblica siempre han sido, y siempre serin, inconsistentes ccon la salvacién del pueblo, Pues al ser el fin del gobiemo promover la virtud, reprimir el vicio y conservar a cada particular lo suyo, un tipo de gobiemo, al cual lamaremos civil, es suficiente para esos fines, o puede hacerse suficiente gracias « Ia sabidurla del Parlamento. En el comienzo de este Parlamento, se aseguraba que. cra demasiado gravoso para os religiosos y demasiado azaroso para el estado que a los religiosos se les ‘confiase siquiera uma parte del gobiemo: su prédica y su instruccién del pueblo, si bien administradas, fueron ju tareas suficientes y completas. Pero los tiempos cambian los hombres con ellos. El designio muda y ahora se juzga necesario que los religiosos tengan ingerencia en el gobiemo. Y por consiguiente, la distincién se mantiene, In cuel fue sostenida en un principio por clérigas orgullosos' para fines ambiciosos, y hoy continéia para objetivos que, aunque no sean siempre los mismos, solo. presentan diferencias de grado més que de naturaleza, segin temo. No podemos decir qué otra ‘cosa pensar del asunto, tan s6lo que al querer nuestros religiosos alcanzar autoridad y jursdiccién, ellos juzgaron més poltco ganar una preeminercia menos evidente ¥ porposs, pr tn impeiosay tribe sobre los ros hombres come Jo fue la anterior. ‘cal, debido a que n0 es abiertamente fastuosa como la de los obispos, los reigiosos presumen que seré admitida més ficilmente y resutaré més duradera. 2. El segundo interés de los religiosos apunta a conservar en el pueblo la distincién entre clero y laicado, aunque no en esos mismos términos por cuanto han quedado infelizmente al descubierto, visto que las Escrituras han distinguido de manera Ss awe athe iy evident el clero df plieblo de Dios deTo8 démis tipos de ministros (1 Pedro 5:3), pero nunea distinguieron a los'ministros del pueblo Por lo tanto, del laicado o pueblo, ‘ue es lo gue le palabra significa: asl debo esperar que los ministros sean tan buenos <> got Galesquiera ots 96168 Reins. Abiora bien, 1a distinci6n mediante palabras no fs tan material como yma distinci6n real que los religiosos desean preservar. Ellos no + Guieren que nosotros pensemos que un ministro llega a serio de la misma forma en que Seite gos mercer, un Ubrero, un suse, ete. 0 bien por la intervencién Ge bs famigos de-una persona en su educacién, o bien por Ia propia eleecién del oficio que face’ el interesado, Pues no, ha de haber algo espiritual en el negocio, un fure divino debe ser involuerado y una sucesion a partir de los apéstoles. E inclusive, igual que Sigunos quieren hacernos creer que los reyes estin ungidos por Dios porque los reyes jsraelitas To fueron debido a érdenes {del Altsimo}, también deberiamos aceptar que, puesto que los apbstoles fueron ordenados por Dios para ser maestros del pueblo y premiados con dones a tl fin, existe una suerte de ordenacién diving, aunque: secrets Procedente de Dios, en la insthuci6n de nuestros ministre, quienes recibisian al mismo tiempo dones espirituales y otras cualidades. Porque, de otro modo, si no lo creyera as, el pueblo andaria examinando todo lo que se dicey no admitirta por mera confianza cualquier cosa de los ministros, come si aisodese que cumdo ellos hablan, es Dios quien habla en ellos. El pueblo trataria todos Tos asuntos y lo que encontrase verdadero lo adoptarta como Hlegado de Dios, porave Dios es el autor de la verdad. Y lo que encontrase ser de ‘otra manera lo rechazaria, ‘exitonces los religiosos también se abstendrian de muchos de sus ‘comentarios ¥ fepeliciones. para evitar que fueran descubiertos la ausencia de fundamentos de la docirina y lo fifvolo de la rligiosidad (divinity) que generalmente el pueblo escuche Eco’ teforla entonces familiarmente a sus ministros, como at semejantes, desembarazindose del-temor y del miedo que suele tener hacia los religiosos y con los Gales ha crecido en Ia ignorancia. Quien nos permite tratar sobre todas Ins cosss y decidir ncerea de lo que es bueno, ha de suponer que los hombres poseen facultades y hhabilidades por igual para dicha consideracién, o si no el conse habria sido dado en vano. Y por ende, aun cuando los ministros pueden, en razbn de su ejercicio continuo de la prédica y del discurso, debido a su estudio y lectura diarios, a su destreza en las aes 7 los lenguaies, 0 por causa del concepto de la estima que les dispense una eran parte del pueblo admrrador (en el cual se cumple verdaderamente la profecia de Se” Pablo. 2 dimoteo 4: 3-4), presumir que nos convencen ficilmente de que ello son més relgiosos (divine) que los dems hombres (como suelen hacerlo); aun as, sel pueblo ‘nguiere corgje por si mismo y no desconfia de su propio entendimiento, muy promio encontraré que el uso y la experiencia es la tniea diferencia, que todo conocimients sae ont te ec ficl de obtencr y adquirible por el mismo pueblo: y que corresponde al interés de los ministros, pues sus vidas jen de ello, erigir largos métodos y tuerpos de teologia (diviniy), llmos de dudas y disputas, que se hacen # propésite difdles de adquirir, para que sus alumnos estén siempre aprendiendo, nunca lleguen el cerstGecicato He la'verdad, tengan desazon e inseguridad de pensamiento, {padezcan) Controversias continuas, tristeza y, en muchas ocasiones, desesperaci6n. Todo lo cual Gee de perlas a los religiosos, porque en casi todas esas ocurrencias los hombres ecurren a ellos en procura de consuelo y satisfacci6n, los cuales, por mis débiles y breves que sean, han de considerarse vilidos por cuanto derivan de los religiosos. Las aves de la Iglesia (una prerrogativa que nuestro Salvador dié a sus apéstoles), ellos se & Jas arrogan. Nueva autoridad' de la cual hacen mencién en sus sermones y 2 la que Maman ministerial (aunque tal cosa no les correponda, ni les haya sido atribuida ni espero que les sea-jamés), Entonces,.su.interés reside ea transformarse en una tribu péculiar, de relaciories més estréchas'con Dios que el resto de Jos hombres: Los siervos Fis inmiediatos del Sefior, los trabajadores de Sus vifiedos, Sus co-Iaboradores y todos Jos otros titulos que éllos proclaman, dados a los apéstoles en la Escritura, ni por sus Jog otros sul que eos procamm, dado 21s se csiones 0 por cuquer ovo aspecto, ninguno de tales titulos les es debido. tercer interés consiste en persuadir al pueblo de que las Escrituras, aunque Js tenemos en nuestra propia lengua, no pueden ser entendidas por nosotros sin ayuda e interpretaion, de fal manera que nos encontramos en Is mismua condicién de aquellos por quienes hemos sentido listima debido al hecho de tener prohibidas las Eserituras en Bu lengua. Porque es lo mismo no disponer de ellas en la propia lengua que el hacemnos creer que no podemos entendgrias a:pesar de poseerias en nuesirs lengua. Fl gabinete esti abierto ante nosotros, jy todavia queresios une llave pera ingresar en él? Tanto trabajo se ha empleado, tantas traducciones existen, zy todavia debemos indagar? Permitaseme argumentar un poco con los religiosos: © bien las Escrituras estin correctamente traducidas o bien no lo estén. Si no lo estén, ;por qué no hemos sido informados de ello en todo este tiempo? {Por qué hemos sido engafiados con el error? Pero si estin bien traducidas, por qué no podrian comprenderias los ingleses? Las expresiones y propiedades de las lenguas hebrea y griega, que algunos juzgan imposible que sean transmitidas palabra por palabra en inglés, han debido de ser traducidas, en todo este tiempo, a tantas y tales palabras inglesas como fueran rocesarias para obtener correctamente su sentido. Nada hay en el hebreo y en el griego que no pueda ser expresido-ed inglés, aunque no lo sea en el mismo nimero de palabras (lo importante no es lo-material). Por lo tanto, aa de confesarse que o bien no hemos sido lealmente tratados en el asunto de la transposiciéa de las Escrituras (cosa que muy pocos sospechan), o bien somos capaces de entender las Escrituras cdmo To hari cualquier {Siguen consideraciones en tomo a la complejidad de los estudios de divinity, a su inutlidad prictica y cognitiva y al hecho de que los religiosos busquen fegitimer su distincién respecto del laicado en la diferencia intelectual que les pproporcionarian aquellos trabajos.) ‘Otros intereses diversos han alegado los religiosos para convertirse en los tinicos oradores piblicos y para condenar abiertamente aquello y « quienes les place, tensalzar o derribar lo que los favorece o los perjudica: Asi e= como efiquetan a los hombres con el nombre de herejes y cargan con los errores, que juzzan més aborrecibles para el pueblo, alos hombres que ellos tienen el propésito de convertir en ‘odiosos. Asi Tefutan todas las opiniones y con gran temeridad pueden hacerlo ya que ninguna réplica 0 reivindicacién en publico est4 permitida a nadie, cualquiera sea el grado de escéndalo {que los religiosos hayen imputado a una persona. Y para que los hombres tampoco uedm reivindicarse por medio dela escrtura, el siguiente interés de los religiosos es et de ser amos de la prensa, lo cual han logrado mediante una ordenanza sobre el oforgemiento de icencias para libros. La cual, concebida por el Perlamento con un fin ‘bueno y necesario, a saber, la proibicién de todos los libros peligrosos y escaridalosos respecto del estado, se ha convertido en las manos de los censgres, quienes son religiosos y atienden a su propio interés, en herramienta al servicio de.éstos (ya que los t libros estandalosos son todavia muy escasos) que ha ftenado los escritos de los hombres honrados, al extremo de que nada puede acceder ala consideracién del mundo salvo lo gue allo ple aso aug or al auc dee in, coma yo go shore manera que; en pablico, los relig is jen decir lo que quieren, jue quieren, pny ae quieren y no nt pommel decir neds en ta contra, Bis, entonces, presumen ellos de haberse transformado en los amos del pueblo, tras haber construide unos fundamentos semejantes y al creer voluntariamente el pueblo que los religiosos son hombres buenos. {...} ‘Tercera razén: Le tercera razén para la libertad de conciencia se funda en lo siguiente, que lo que no procede de la fe es pecado y que todo hombre debe de ser ‘completamente persuadido de la verdad del modo en el cual dl sirve al Seftor. Y sobre esos fimdamentos afirmo: Obligarme en contra de mi conciencia es obligarme en contra de lo que yo creo verdadero y, por lo tanto, en contra de mi fe, Ahora bien, lo que n0 viene de la fe es pecado. Luego, obligarme en contra de mi conciencia es obligerme & hhacer lo que es pecaminoso: pues, aunque la obligacién fuera algo bueno en si mismo, si no apareciese como tal ante mi conciencia, su prictica seria por ello pecaminosa en mi, por lo cual no debo ser compelido a realizatla. Nuevamente, soy exhortado por el apéstol a persusdirme en mi propia mente de la verdad del modo en el cual he de servir al Sefior. Por consiguiente, no estoy obligado a adorar a Dios de una manera sobre cuya adecuacién yo no me sienta persuadido, mucho menos entonces de una manera que est en contra de mi opinién. ‘Objecion: Nada es més peligroso para el estado, especialmente en estos tiempos, que Ia divisién y la perturbacion de los hermanos por diversos medios, cosas que han acrecentado nuestras miserias.~Y por eso para evitar la divisiOn, quienes no quieran acordar por-la voluntad propia, en beneficio de la paz del estado, deberin de ser obligados y castigados. 2 Respuesta: {...} A la objecién contesto que la diversidad de los juicios de los hombres .no es ocasién de su divisin, porque esta palabra sélo se refiere a un apartamiento de la causa comin. Pues, aumque las provocaciones ¢ incitaciones contra los Browmistas y los Anabaptistas y algunos Independientes han sido muchas, no obstante sus sentimientos hacia el bienestar piblico son tan fuertes en ellos y fundados sobre sanos principios de razin, que ninguna resolucién del sinodo puede hacer que ellos dejen de amar y asistir a su pais. Y es mfs que evidente, por la prosperidad de nuestros vecinos de Holanda, que varias corrientes de hermanos en materia de religion no perturban sino que son capaces de vivir pacificamente Ia una junto a la otra, y los, Espafioles pueden atestiguar hasta qué punto ellas estuvieron unidas lo,suficiente en la defensa de sus libertades comunes y en la oposicién a sus enemigos comunes. Por otra parte, es cosa muy material considerar que siempre ha sido prictica de quienes estén obligados por la autoridad el bregar por la supresién de quienes no lo estén. ;Quién est entonces en falta? jEl separatista tranquilo que, al estar persuadido en su conciencia. acerca de la verdad de cuanto él desea para servir al Seftor, hace pacificamente el deber al que piensa que esté obligado? 40 quienes, por fuera de cualquier disposicién def Seflor, no paran mientes en las injurias que cometen contra los demis, aiin a riesgo dela _ Repiblica? Para progresar, ellos y su gobiemo, los iiltimos difaman a la Separacién ‘mediante sus escritos y sermones, piden a los propios prosélitos que tengan cuidado de esas gentes, como si fuesen facciosas o peligrosas, les tapan la boca, les prohiben la imprenta, las provocan por todos los mecanismos posibles y entonces, como hébiles 3 politicos, las acusan de ser causantes de la division...) ‘ Objecién: Hay una objecién mis en contra de los Anabaptistas en particular, y ¢3 ‘que ellos no admiten el gobiemo civil y que, por consiguiente, ino deben ser tolerados ues sostienen una opinién directamente destructiva de la Replica. Respuesta: {Quién dice que ellos mantienen semejante opinién? Pues, los religiosos, generalmente desde sus plllpitos. ,Y qué fimdamentos tienen para decir tal ons? Los Cacucntran ex bros donde fos que esebieron sabre los Anabepistas dicen que éstos mantienen aquella posicién, Pero, ,cbmo, si sus sociedades en este reino son Jas mas celosas y racionales defensoras de nuestro gobiemo?) Por cuanto yo 36, los ‘Anabaptistas son, y a experiencia puede atestiguar en su favor, los hombres que han ido ‘mis lejos y de modo més constante en la asistencia del Parlamento en contra de quienes quisieron destruir nuestro gobiemo libre y Hevamos a la tiranta yComo es posible, fenionces, que los Anabaptisias sostengan la opinién seialada? Ob, sucede que los religiosos nos dicen que nuestros Anabaptistas son no Ansbeptistas. {..} La opiniGn anabaptista acerca del gobiemo es que, dado que el mundo ha evolucionado tan corrupto y vicioso como es, posiblemente no puede haber vida para el hombre honesto sin un gobiemo; que el fin de hacer gobiernos apunta a la paz y salud del pueblo, y cualquier cosa que no conduzca a elas es tiranfa u opresién y no gobiemo; aque el regimen de Inglaterra es, de todos cuantos los Anabeptistas conocen, of mis excelente ya que el pueblo hace y cambia {el gobiemo} por medio de los hombres que {mismo elige; y que por eso el parlamento es el poder supremo y el rey es responsable ante éste por su desempeti en el oficio, igual que lo son todos los dems oficiales de repiiblica; que el parlamento es el nico que hace y atera las leyes para fa regulacién y el ordenamiento del pueblo; que el parlamento debe ser convocedo segin la ley que él mismo se ha dado para ello y que se disuelve cuando le parece ‘bueno; que no ccorresponde al deseo 0 al placer del rey el aceptar o rehusar los bills que el parlamento prueba, sino que su deber consiste en firmarlos; que todos los grandes oficiales y rmagistrados del reino deben ser elegidos por el parlamento; que el rey ha de tener su residencia personal cerca del parlamento para que sus miembros puedan conferenciar con él segin les plazca acerca de las cuestiones pasadas de su oficio o el estado presente de la repiblica; que sélo al parlamento corresponde el disponer de los navios, de las fortalezas, depésitos y todas las demas fuerzas del rey, sean de tierra o de mar, le Citta hace Ia pay a germ, lleva des soldados, a acufacién de la moneda para la preservacién o recuperacién de la seguridad o libertad del pueblo, lo cual es para ‘cualquier otra persona una forma de traicién. Y asi, al conocer los fundamentos y fncipios de nuestro gobiemo, los istas no pudieron_ sino las Exorbltancias del rey y wide dni se tigen nes deine 7 amines sn, Pot eso mismo decidieron a sabiendas (no ignorantemente como otros, quizés) asistir al Parlamento sobre aquellas bases y seguirén haciéndolo hasta el final. {...)

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