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La ciencia clásica, continúa Morin, buscó definir la existencia, la physis, a partir de leyes
generales a las que todos los 'objetos' están sometidos y las unidades elementales que
los constituyen. Esto empujó a qué otras ciencias constituyeran también así su objeto de
estudio, completamente aislado de su entorno y de su observador, buscando encontrar
leyes generales que expliquen la realidad a la que los elementos más simples están
supeditados.
Nuestro mundo se organiza. Y esa organización desde lo más pequeño hasta las galaxias
hasta todo lo que percibimos en el universo se manifiesta en lo que Morin (2010) llama
"archipiélagos de sistemas en el vasto océano del desorden. O al menos así empezamos
a percibirlo porque qué decir de toda la materia obscura que intuimos, que reconocemos
que tiene que existir, aunque no la vemos, lo mismo que la energía oscura1. Que parece
estar también en interacción, al menos gravitacional, con la materia visible y que parece
de algún modo 'sostener' la existencia de la materia que conocemos.
La ciencia está pues caminando2, desde una visión clásica de realidad objetiva, ─con
elementos aislados como unidades indivisibles que pueden ser estudiadas de forma
independiente; donde reina una visión de orden y leyes universales y donde el desorden
es sólo ruido y entropía─ hacia una visión de realidad compleja, donde orden y desorden
se entrelazan y retroalimentan en una danza de interacciones; emergen realidades en
sistemas organizados, y donde la vida misma es un sistema emergente que nace de esta
danza orden-desorden-organización.
Aquí cobra sentido la teoría autopoiética (de auto-producción) que entiende a los seres
vivos como sistemas auto-organizados en un todo que no puede descomponerse en
1
Para conocer más y como referencia, ver el sitio: https://science.nasa.gov/astrophysics/focus-areas/what-
is-dark-energy/
2
Claramente éste no es un camino lineal ni único, pero no hay duda de que el paradigma clásico de la
ciencia está cambiando y hay ahora cabida para muy diversas posturas epistémicas.
3
Morin, E. (1990). Introducción al pensamiento complejo. Gedisa. Barcelona.
partes; en continua auto-creación y transformación y en continua comunicación con su
ambiente, es decir, se auto-eco-organiza, es abierto.
Evolución y desarrollo.
Lo cierto es que no hay una respuesta cierta y universal, fija, sobre el origen y sustancia
de la existencia. Cada vez más la ciencia reconoce el entramado de incertidumbre que la
sostiene. Y el pensamiento complejo propuesto por Morin nos invita a permanecer en esta
incertidumbre y dar lugar a la integración de posturas, en lugar de la disyunción o
antagonismo4.
García Azkonobieta (2005) presenta una síntesis de dos corrientes de pensamiento que
buscan entender las transformaciones en los sistemas vivos: evolución y organización.
Por un lado la evolución, desde una visión externalista e histórica, explica los cambios en
los sistemas vivos como resultado de un proceso de adaptación que surge de cambios
aleatorios en el código genético que permiten que los organismos más aptos subsistan
(podríamos decir una especie de feedback positivo que hace que el sistema especie
continúe reproduciendo los cambios genéticos ocurridos en individuos más aptos). Por
4
Característica esencial del pensamiento complejo para Morin (1990) es el reconocimiento de esta
incertidumbre y de la incapacidad de conocer la totalidad: "uno de los axiomas de la complejidad es la
imposibilidad, incluso teórica, de una omniciencia". p. 23.
otro lado la organización, desde una visión internalista, se centra en entender a los
sistemas biológicos en sus procesos organizativos aquí y ahora, es decir, los procesos de
constitución y cambio que ocurren al interior de los sistemas vivos y que no pueden ser
explicados en su totalidad en términos de una evolución por selección.
Y me hace mucho sentido ahora, después de leerlo, imaginar que hay mucho más que la
subsistencia por selección en la forma en que estamos los seres vivos organizados y
estructurados como sistemas. La capacidad de contemplar, de disfrutar, de emocionarse,
reír y llorar, amar, odiar, no parecen ser simples organizaciones 'aptas' para la
subsistencia.
Acercarme a tantos autores que están y han estado buscando entender las preguntas
más fundamentales como qué es la vida, de dónde viene, qué sentido tiene, y como
pregunta Jim Holt ¿Por qué es que existe algo en lugar de absolutamente nada?5, me
devuelve a mis limitaciones y mi incapacidad de comprender la totalidad de la realidad.
Me hace humilde.
Las leyes de la física que creíamos gobernaban todo lo existente, es posible que no sean
tan inamovibles y universales como pensamos. La ciencia comienza a reconocer que de
todo lo que hay por saber, parece ser que cada vez es menos lo que conocemos. Lo que
hace apenas poco más de un siglo llamábamos átomo –la partícula fundamental
indivisible de la existencia–, hoy son múltiples sistemas de combinaciones de partículas
subatómicas. Me remite a la metáfora de la lámpara del saber en la oscuridad absoluta de
la ignorancia, donde mientras más alumbra la lámpara, más crece la superficie de los
límites de lo desconocido6.
5
"Why is there something instead of nothing at all?". En: Holt, J. (Marzo 2014) Why does the universe exist.
TED, Ideas worth spreading. [archivo de video] Recuperado en:
https://www.ted.com/talks/jim_holt_why_does_the_universe_exist
6
No es una metafora mía, pero desconozco su origen.
El paradigma clásico de la ciencia está irremediablemente transformándose. La realidad
se fractaliza hacia lo más pequeño y hacia lo más grande y lejano. Vemos cómo nuestro
entendimiento se revienta, no alcanza a encontrar la esencia de lo que Es. Viene a mi
mente el recuerdo de mi madre al intentar explicarme el significado del nombre con el que
en la Biblia se conoce a Dios: Yavé: el que Es7, y cuyo nombre no podía ser nombrado.
Ese nombre –y el no nombrarlo–, me refiere a la incapacidad humana de abarcar o
comprender todo lo que Es; el entendimiento de que Dios es lo que Es; y rebasa todos
nuestros intentos por abarcarlo en el mundo de las ideas, las observaciones, las teorías y
las leyes. Y aún sin alcanzar a aprehender la realidad, desde la ciencia podemos
vislumbrar su constante emergencia y transformación, entre caos, orden y organización. Y
podemos reconocer que no es más que una aproximación, si acaso con menos
pretensión, al darnos cuenta de que, mientras más sabemos, cuánto más "crece" todo
aquello que desconocemos.
Sistemas complejos
Sistemas autopoiéticos.
7
Éxodo 3:13
8
A partir de la lectura de Morin ( 1990) y García, R. (2006).
La autopoiesis o (auto-producción o auto-creación) es una característica de los sistemas
vivos, aunque el uso del término para comprender otros sistemas complejos,
particularmente sociales, ha sido de gran utilidad.
De este modo, una organización o sistema autopoiético se puede entender como una red
de componentes que de forma recursiva construyen esa red que los contiene9. Es decir,
los elementos del sistema crean al sistema que los crea. Esta noción
9
A partir de la lectura de García A. T. 2005.
10
Navarro, P. (1990). Tipos de sistemas reflexivos. Suplementos Anthropos, 22, 51-55.
Epistemología de segundo orden.
Quizá por la propia naturaleza del tema, que tiene que ver con las diferencias entre
hombres y mujeres y sus opciones y posibilidades de participación en la sociedad, resulta
fácil caer en dicotomías.
Tal vez cuando el género no sea un tema —y no cuando sea el tema omnipresente—,
será un indicador de que estamos alcanzando una cultura de equidad, en cuanto a
reconocimiento de la valía de cada ser humano, independientemente de su sexo.
El artículo de Rodríguez (2008) habla de impulsar a que las mujeres contribuyan al
desarrollo del país a través de la tecnología y la ciencia, y no considera la posibilidad de
contribuir al desarrollo de un país en forma igualmente valiosa desde el vínculo familiar, la
formación inicial de seres humanos, la ética del cuidado, la reconexión con nuestro
entorno natural.
Me parece que un problema más fuerte que el que las mujeres estemos
subrrepresentadas en la ciencia y la tecnología es la visión dicotómica, reduccionista y
monetarizada de que el conocimiento más valioso es, primero, el generado por esta
misma visión (ciencia clásica), y el que a su vez se puede traducir en un desarrollo
económico.
11
Sigo aquí reflexionando sobre lo que he entendido hasta ahora que quiere decir el nombre de Dios en la
biblia judeocristiana: el que Es. Que para mí es todo lo que Es. Desde un enfoque de sistemas, Dios pudiera
ser lo que emerge de un sistema global que abarca todo lo que Es.
materia. Obsesionados con saber de qué están hechas las desbaratamos. Pensamos que
al estallar estas partículas vamos a lograr entender toda la complejidad de lo que Es.
Qué absurdo sería pensar que si yo quisiera conocer la esencia de una persona, de qué
está compuesta, lo que hago es acelerarla y estrellarla, desbaratarla y observar los
rastros que deja.
Veo en esta búsqueda todavía muy arraigada la visión clásica de la ciencia, no sólo del
observador externo, sino del estudio de elementos, más que de sistemas.
A ratos cuánto sentido hace la oración del hombre aquel del cuento de Anthony de Mello 12
que se sentaba diario en el templo a orar
Y un día el párroco le preguntó:
¿qué tanto le plática a Dios?
Nada, sólo escucho.
Ah, y Dios ¿qué tanto le dice?
Nada, sólo escucha.
12
Redacción personal a partir de un breve cuento en: De Mello, A. (1991) La oración de la rana. Sal Terrae:
Santander. p. 13.
- Identificar los niveles de sistemas y el sistema que quiero estudiar, reconociendo que
el sujeto participa activamente en la construcción teórica del sistema y su ubicación en
el nivel de análisis que decide adoptar: 13
- sistema, para todo sistema que manifiesta autonomía y emergencia con relación a
lo que le es exterior;
- subsistencia, para todo sistema que manifiesta subordinación con respecto a un
sistema en el cual está integrado como parte;
- suprasistema, para todo sistema que controla otros sistemas, pero sin integrarlos
en él;
- ecosistema, para el conjunto sistémico cuyas interrelaciones e interacciones
constituyen el entorno del sistema que está englobado en él;
- metasistema, para el sistema resultante de las interrelaciones mutuamente
transformadas y englobantes de dos sistemas anteriormente independientes.
- Reconocer las facultades autoorganizativas del nivel de sistema que quiero estudiar,
en sus componentes e interacciones entre los mismos.
- Identificar las fuentes externas e internas que alimentan la autoorganización del
sistema.
- Identificar las características emergentes del sistema que promueven su
autoorganización.
- identificar elementos de la estructura del sistema, particularmente sus
constreñimientos y emergencias, las características y relaciones entre sus partes:
antagonismos y complementariedades, así como procesos de retroalimentación
positiva o negativa.
- Identificar las condiciones de contorno14 del sistema, es decir, las interacciones, o
flujos, que ocurren en los límites entre lo definido como interno y lo externo al sistema.
13
El listado de niveles es cita textual de: Morin, E. (2010). El método 1 La naturaleza de la naturaleza.
(10a ed.). Madrid: Cátedra. p. 166.
14
Referirse a García, R. (2006).
Referencias