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Gilberto Jesús García García

Close reading de “Escoge antes el morir que exponerse a los ultrajes de la vejez” de Sor
Juana Inés de la Cruz

En la primera mitad del siglo XX, y a la par de los estudios literarios que tenían origen en
Rusia, en Estados Unidos surge también una tendencia a la perspectiva inmanentista. El
formalismo norteamericano comienza en la década de los 30’ y tiene su apogeo entre los 40’
y los 60’. Hay que hacer una importante distinción entre los dos tipos de formalismo, pues
aunque las dos líneas de estudio sigan el camino inmanente, a diferencia del formalismo ruso
que distingue en los textos la forma y el contenido, el norteamericano, o New criticism, como
se llamará oficialmente, considera los textos a analizar como una unidad orgánica sin
distinción entre la dicotomía forma-contenido. Hay que añadir que el New criticism se
enfocará enteramente al análisis poético dejando a un lado la prosa, incluso considerándola
inferior a la producción poética.

Esta nueva corriente de la teoría literaria, menciona René Wellek en “Historia de la


crítica moderna”, tiene algunas características definitorias: el rechazo a la crítica tradicional,
pues se comienza a cuestionar el tipo de análisis y crítica a los textos literarios que tienen,
aparentemente, una inclinación a tratar los asuntos biográficos de los autores dándole un
mayor énfasis a la vida del escritor en lugar de la obra en sí; otra tendencia es considerar los
efectos que provoca la obra en el lector como lo trascendente a la hora del escrutinio literario
relegando lo que importa esencialmente en la crítica literaria: el aspecto estético, verbal y
técnico que se encuentra en el poema. Estas dos posturas, biografistas e impresionistas, con
un carácter relativista, son expuestas y refutadas en el texto “La falacia intencional” y “La
falacia afectiva” de William K. Wimsatt y Monroe C. Beardsley, dando por conclusión que
ese tipo de tendencias alejadas del enfoque estético no son más que degradaciones del
lenguaje poético (2005). Otra característica es la concepción orgánica que tienen del poema
y la manera de análisis a la que se debe recurrir: el poema es una unidad viva y por tanto el
tipo de análisis debe ser cercano y se debe mostrar atención a todos los elementos que el
poema tiene prescindiendo de cualquier otro factor externo. A este método se le conoce como
close reading (Wellek, 1988).

Este método analítico de los textos literarios fue creado por el profesor británico I. A.
Richards y su estudiante William Empson; consiste en una lectura cercana al texto a analizar
Gilberto Jesús García García

poniendo énfasis en las estructuras verbales del poema, así como la comparación de los
elementos que se contrastan dentro de la obra y la identificación de los elementos formales
como la rima y el metro, y los recursos retóricos empleados, como la metáfora. El close
reading no sólo se enfoca en la exposición de todos los elementos anteriormente
mencionados, sino que después de la identificación y examen de ellos se llegará a plantear
un juicio valorativo que dará cuenta de la unidad que es el poema y por consiguiente sí es
bueno o no (Wellek, 1988).

En el presente análisis al Soneto 148 de Sor Juana Inés de la Cruz se realizará un close
reading siguiendo las características expuestas en el párrafo anterior: me basaré en la
identificación de tres elementos principales: la ambigüedad, la paradoja, la ironía y la
tensión, para posteriormente plantear una postura interpretativa que dé cuenta de la
organicidad y unidad del poema.

El poema de la monja mexicana está compuesto bajo la tradicional forma del soneto,
cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos, con versos endecasílabos. La rima es
consonante: ABBA en los cuartetos y CDC en el primer terceto y DCD en el segundo.

Miró Celia una rosa que en el prado

ostentaba feliz la pompa vana

y con afeites de carmín y grana

bañaba alegre el rostro delicado; (Cruz, 2013)

En el primer cuarteto, resalta el inicio del poema con el verbo Miró lo que proporciona al
texto una cualidad visual. El yo poético es el personaje que realizó la acción de mirar a una
rosa: Celia. Destaco la presencia de la rosa que funciona en este caso como un símbolo bien
conocido en la tradición de la temática que presenta el poema: la rosa como ejemplo de
juventud y belleza. A esto se le suma las cualidades que presenta la rosa, pues feliz ostenta
la pompa vana y con afeites de carmín y grana bañaba alegre el rostro delicado, todo esto
para resaltar la idea de la rosa como ente de juventud, belleza y delicadeza. Remite pues al
tema del: carpe diem. En esta primera estrofa se puede detectar la ambigüedad pues Sor
Juana utiliza una metáfora con la imagen de la rosa, sin embargo, al presentarse un personaje
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poemático, Celia, dotado de la facultad de interactuar en el poema, pues está mirando la rosa,
resulta ambiguo el sentido de los versos, esto se ve más elaborado en la segunda estrofa, ya
que abre más la posibilidad de función y significado del objeto poético:

y dijo: -Goza, sin temor del Hado,

el curso breve de tu edad lozana,

pues no podrá la muerte de mañana

quitarte lo que hubieres hoy gozado (Cruz, 2013).

Celia le habla a la rosa introduciendo la oralidad al poema con la conjunción y dijo: y profiere
un consejo al objeto poético. En esta segunda estrofa se desarrolla más el tema del poema: el
carpe diem, un tópico acuñado a Horacio que cobra importancia al convertirse en recurrente
en la literatura del Renacimiento, del Barraco y del Romanticismo; es una exhortación a vivir
el momento y la vida que se nos fue ofrecida sin tomar en cuenta las preocupaciones del
futuro: toma el día, es su traducción literal. Celia aconseja a la rosa, que representa la vida,
que disfrute el momento. Resalto el Goza en modo imperativo, pues está ordenando a la flor,
que es frágil, fugaz, bella y delicada, que disfrute sin miedo del tiempo presente: pues no
podrá la muere de mañana/ quitarte lo que hubieres hoy gozado. Retomando la idea de
ambigüedad, que presentó en el párrafo anterior, ya en este segundo cuarteto se ve con más
claridad la función verdadera del personaje poético (Celia) y el objeto poético (la rosa): no
es un vano proceso de comunicación, pues hay una voz poética femenina, y el escucha, como
objeto, en representación de un significado simbólico.

y aunque llega la muerte presurosa

y tu fragante vida se te aleja,

no sientas el morir tan bella y moza: (Cruz, 2013).

En el primer terceto hay una problematización del tema a tratar. Se encuentra un aspecto
negativo, que si bien en la estrofa anterior se menciona a la muerte no se hace con un sentido
dañino, sino referencial. Aquí la muerte se presenta como un hecho inminente, además se
expone que está ocurriendo en el momento: llega la muerte presurosa. La imagen es más
Gilberto Jesús García García

potente contrastado el primer verso y el segundo: y tu fragante vida se te aleja. El elemento


paradójico cabe en esta tercera estrofa pues están presentes dos actos contradictorios: la
eminente muerte contrapuesto al consejo que proporciona Celia: no sientas el morir tan bella
y moza. Reduce la importancia o el peligro que tiene la muerte y el inminente desgaste de la
vida joven.

Finalmente el poema cierra con una exhortación, pues debido a la naturaleza moral
del poema, Celia alecciona a la rosa en el segundo terceto, y al mismo tiempo resuelve la
problematización presentada en el primer terceto:

mira que la experiencia te aconseja

que es fortuna morirte siendo hermosa

y no ver el ultraje de ser vieja (Cruz, 2013).

Resalto, nuevamente, el verbo mira, pues se encuentra en forma imperativa igual que el Goza
de la segunda estrofa, remito a que el poema funciona como una lección moralizante sobre
el tema del carpe diem y los verbos en imperativo ayudan a dotarle de esa característica de
máxima didactista. El elemento de la ironía se ve presente en el consejo final: es fortuna
morirte siendo hermosa/ y no ver el ultraje de ser vieja. Considero esta exhortación como
irónica pues alienta a morir en una etapa temprana sólo por el temor, que dicta la experiencia
ajena, pues no lo ha vivido la voz poética, al envejecimiento: es preferible y mejor la muerte
que la experiencia de la vejez.

El elemento faltante, la tensión, está en todo el poema, en el diálogo que profiere


Celia a la rosa: las dicotomías como muerte-vida, juventud-vejez, belleza-fealdad, que son
tratadas en la lección de Celia, están trabajando en contraste continuamente para dar mayor
fuerza a la exhortación conclusiva. El poema es y funciona como una unidad, donde sus
elementos están dispuestos para la exposición de una idea en concreto: la valoración de la
vida presente sin importar el tiempo venidero. Esta idea principal es apoyada por las
dicotomías y el uso de los tiempos verbales para ponderar el aspecto positivo de la vida joven
y bella contra la muerte y la vejez.
Gilberto Jesús García García

Bibliografía:

Cruz, Sor Juana Ines de la (2013). Obras completas. México: Porrúa.

Wellek, R (1988). Historia de la crítica moderna. España: Gredos.

Wimsatt, W.K, Beardsley, M.C (2005). “La falacia intencional” y “La falacia afectiva” en
Teorías literarias del siglo XX: una antología. Madrid: Akal.

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