CAPITULO 1
Jesiis y su tiempo
1. Breve historia de la historia
En el siglo IV a.C. el mundo estaba por cambiar radicalmente: los
griegos se aprontaban para dominarlo militar y culturalmente. En el afio
336 aC. Alejandro sucede a Filipo como rey de Macedonia y, poco des-
pués, comienza su conquista épica, A su muerte, en e] 323, deja un impe-
sio enorme y atres generales con muchas ambiciones: Antigono, Ptolomco
y Antioco, que se reparten su imperio. El primero se queda con Macedo-
nia; el segundo con Egipto; y el tercero, con Siria, Durante un siglo, Pa-
lestina, sometida a los Ptolomeos, asistir§ a una serie de guerras entre és
tos y los seleticidas (sucesores de Antioco) hasta que, en el afio 198 a.C.
éstos derrotan en Paneas a los griegos-egipcios, pasando a controlar Pales-
lina, Poco tiempo después, los romanos vencen a Antioco III, en Magne-
sia, imponiéndole un tributo de quince mil talentos, que se reflejard en la
posterior biisqueda desesperada de recursos por los reyes seleticidas. Por
entonces, Antioco respeté los derechos de los judifos y fue liberal con ellos,
pero con Antioco IV la situacién serd diferente y compl
Por una década, 175-64 a... se asiste a la llamada reform nelenis-
tica, originada por causas politicas, econémicas y religiosas. Inicialmen-
te, se tensa la relacién entre el rey y muchos de sus stibditos judfos; des-
pués se llega a una guerra abierta y provoca la fijacién de los limites de
lo que es permisible a un judfo. La reforma comienza al comprar Jason el
cargo de sumo sacerdote, desplazando a su hermano Onfas, dado lugar &
tun acelerado programa de helenizacién que, entre otras cosas, comprende
el cumbio de nombre de Jerusalén, la supresién de muchas costumbres ju-
dias como la circuncisidn y la introduccién de otras nuevas de origen grie-
iLJESGS FOMO HISTORIA
go (2 Mac 4,1215), Al decir de Horsley, un ethos, una forma de vivir de
un pueblo, era suplantado por una polis,
Con otro sobreprecio, Menelao desplaza en el afio 172 a Jason del
sumo sacerdocio, radicalizando aun més la helenizacién y el alejamiento
de normas tradicionzles. ya que es el primer sumo sacerdote no-sadoquis-
ta, Aprovechéndose de tin segundo atague de Antioco Epifanes a Egipto,
Jason, creyendo que Antioco habia muerto, reconquista Jerusalén, pero
Antioco la recobra y reinstala a Menelao, destruyendo los muros de la ciu-
dad y saqueando el templo. Dos afios mas turde destruye los rollos de ta
Tord, prohtbe el sabbaz, la circuncisién, el culto del Templo, tratando al
mismo tiempo de imponer el de Zeus. El 25 de diciembre del aito 1672.C.,
tun cerdo es sacrificado en al altar del templo: un insulto directo a las tra-
diciones del judaismo, mientras en otras ciudades se levantan altares a dio-
ses paganos, se forzaba a la pohlacién a tomar parte en sus cultos. Todo
ello dard origen a la revolucién Macabea y a la dinastfa Hasmonea.
Matias, padre de los cinco hermanos Macabeos (asi lamados porque
a Jonatén se le apodaba macabeo, 0 sea, martillo}, se subleva contra las
imposiciones seleiicidas y comienza una targa lucha en ta que le sucede~
r4n sus hijos Judas, Jonatin y Simén, su nieto Juan Hircano y sus bisnie~
tos Aristdbulo y Alejandro Janeo. El esfuerzo inicial de Matias sera copro-
tagonizado por los hasidin o piadosos, a quienes algunos autores indiean
como el comienzo y base del posterior movimiento fariseo. La ticha de
los macabeos serd exitosa, y al cabo de tres afios, el 25 de diciembre del
afio 164 a.C., Judas retoma el Templo, que es purificado, y un nuevo fes-
tival, Hanukkah, lo celebraré en el futuro,
‘A.su muerte, en el affo 152 a.C., su hermano Jenatén es nombrado
somo sacerdote. Posteriormente, Simén sera reconfirmado como tal por
el pueblo, Farmalmente, en el allo 142 a.C., con la soberanfa impositiva
reconocida por los seleécidas y la toma de la fortaleza de Acra, el estado
judio serd auténomo. A Simén Ia sucede su hijo Juan Hircano que, cn el
afio 128, destruye cl templo samaritano del Monte Gerizim e invade Idu-
mea, convirtiendo a sus habitantes, entre ellos, la familia de Herodes. Le
sigue Aristdbulo, el primer hasmoneo en proclamarse rey, que afiade Ga-
lilea a} control de su sinastia. Después de 800 afos, ambos territorios vol-
vfan a reunirse, perrzaneciendo asi por cien atios, hasta el afio 4 d.C., que
es concedida aH. Antipas. Después de un afio, Aristébulo es sucedido por
su hermano Alejandro Janeo, que se casa con su cu‘ieda, la viuda Salomé
Alejandra, tomando el titulo de rey, agregando Idumea y Samaria a sus
dominios. Salomé lo sucede y, a su vez, es sucedida por el tataranieto de
Matias, Hircano II, a quien le disputa el poder st: hermano Aristébulo HI.
Al igual que con el enfrentamiento de los dos reinos y la intervencién de
Asifia, pedir ayuda externa por conflictos internos provocari la pérdida
de la autonom{a arduamente lograda y aceleraré el inevitable dominio ro-
mano. Desde e! afio 200, Roma estaba presionando hacia el «te, lenta pe-
12‘CAPITULO 1. 1880s ¥ SU TIEMPO
10 inexorablemente, » en el aio 63 a.C. aparece en escena Pompeyo. A
tdbulo e Hircano van en busca de su ayuda y al tomarse Pompeyo tiempo
para su decisién, Arist6bulo se impacienta, provocando su ira, Pompeyo lo
vence en batalla, entra a Jerusalén y Io leva prisionero a Roma, dejando a
Hireano como sumo sacerdote. La historia sigue su inexorzble curso: los
macabeos entran en el recuerdo y Roma en el presente.
En el aio 40 a.C. los partos invaden el Cercano Oriente y apoyan a
Antigono, hijo de Aristbulo, que incursiona contra territorio judfo captu-
ra Jerusaién y se queda con el poder y el trono, a la par que desfigura a
Hircano, haciéndolo asi inhdbil como sumo sacerdote (no podfan tener de
fecto fisico). Ese mismo afio Herodes visita a Antonio y a Octavio, obte~
niendo a los 33 afios ue el senado romano lo declare rey de Judea.
Herodes nunca iba a ser totalmente aceptado debido a su origen: tal
vez, esa es la causa de la resistencia inicial en Gatilea y de muchas actitudes
posteriores. Por tres afios, del 40 al 37 a.C., batalla con las fuerzas de Anti-
gono hasta derrotario, capturando todo el pafs, excepto la capital. En la pri-
mayera del afio 37 2.C. se casa con la princesa hasmonea Marianne, nieta de
Hircano. Poco después de ese casamiento, Jerusalén cae en sus manos y la
dinastfa hasmonea desaparecerd para siempre, iniciando su largo reinado,
Conocedor de las oposiciones. inicia una politica de espiongje interno
y de prohibicién de reuniones. Comienea la construccién de una serie de for-
talezas, para tener asf un férreo control de sus tertitorios y de sus habitantes.
‘También construird el Templo, magnifica obra, que hard que Plinio el Viejo
se refiera a la ciudad como longe clarissima urbium Orientis non ludaeae
‘modo ~por lejos. la mas famosa ciudad del este, no sto de Judea
En el afio 30, Antonio, derrotado por Octavio, se suicide junto a
Cleopatra. Herodes viaja a su encuentro, prometiéndole su lealtad, Io que
ésie acepta. Por el resto de su vida tendré una {ntima relacién con el em-
perador y su familia, Peco seguird despertando resistencias en muchos; no
era considerado jucio, violando lo dispuesto por Deut 17,15: no podras
darte por rey un extranjero. Su origen idumeninabateo inspiraba cecelos;
su eleccidn habia sido espiirea; su comportamiento que ignoraba leyes ju-
dias, 0 promovia otras costumbres ajenas, o su lucha contra Ja familia has-
monea, no podia dejar de causar resentimiento entre el pueblo, Sus iihi-
nos afios son agitados por permanentes intrigas familiares. Su hermana
Salomé y su hijo Antépatro conducen una campaiia de rumores contra sus
hijos Alejandro y Aristébulo, hasta que en el aifo 7 a.C. son ejecutados.
Los fariseos Judas y Matfas son muertos junto con cuarenta de sus discf-
pulos. El intrigante Antipatro, cinco dias antes de la muerte del rey. es a su
vez, ejecutado. Ese clima hace comprender otras reacciones que se darn
en ese aifo en Galilea, Perea y Judea.
Assu muerte, en el afio 4, Arquelao detenta provisoriamente el poder.
Enfrentado a un levantamientc, oopular, orden una fuerte represién, en la
1BJRSL'S COMO HISTORIA
cual mueren unos tres mil judfos. Cincuenta dfas mis tarde, los peregrinos
atacan a la guarnicién y el templo sufre una segunda desacralizactén. Mal
comenzaba su gobierno.
Herodes, desde que Augusto le concedié el poder de nombrar su su-
cesor, hizo siete testamentos nombrando a diferentes herederos, hasta que
pocos meses antes de su muerte, nomina a Arquelso como rey (entances
de 19 afios) y como tetrarcas a su hermano Antipas y a su medio hermano
Filipo. Ambos van a Roma a defender sus presuntos o seales derechos.
Mientras discutian la sucesi6n, en Pentecostés hay otro al.amiento contra
el magistrado Sabino que se extiende a todo ef pats. Judas, hijo de Eze-
quias, se apodera de Séforis. Simén se subleva en Perea y Antronges y sus
hermanos. en Judea. A pesar de su bajo origen, todos aspiran a la realeza,
‘Varo, gobernador de Siria, emprende una campatia militar contra ellos, al-
gunas ciudades son destruidas, dos mil rebeldes crucificados,
Finalmente, Augusto design a Arquelao como el sucesor, pero no le
da el titulo de rey, s6lo el de etnarca, con jurisdiccién en los territorios de
Judea, Samaria e Idumen. Antipas es reconocido como zetrarea, con domi-
nio sobre Galilea y Perea. Filipo, con el titulo de tetrarca, se le da poder
en los territorios de Batanea, Traconitide, Auranitide y Gaulanitide.
Arquelao tiene un gobierno brutal y tirénico. Para evitar vivir bajo
su régimen, José, al regresar de Egipto. se dirige a Nazaret. Tras nueve
afios de soportarlo, una deiegacién judta-saswaritana se queja ante Augu:
to, quien lo enjuicia y lo destierra en la Galia, pasando sus territorios a de-
pender directamente de Roma.
Antipas, casado con Ja hija del rey nabateo Aretas JV, al visitar a su
hermanastro Herodes (mal lamado Felipe por Marcos) casado con Hero-
dias, se enamora de la mujer de su medio-hermano, proponiéndole matri-
monio, que la ambiciosa Herodfas acepta. Ese boda prohibida por la ley
(Lev 18, 1) y declarada impura (Lev 20,21) genera escdndalo y es critica-
do por Juan Bautista, Muerto Felipe, Caligula designa rey a su amigo Agri-
pa, hermano de Herodfas. A ésta y a Antipas les provoca envidia tal desig-
nacién y en el afio 39 viajan a Roma, reclamando el titulo real, Por pedir
mucho, sin nada quedan, pues Caligula Jos destituye, desterrindolos a las
Galias, adjudicando su territorio a Agripa que, debido a una enfermedad,
reinara brevemente (41-44 d.C.). Claudio, entonces, designa gobemnadores,
ahora lamados procuradores, siendo Poncio Pilatas el quinto de ellos.
2, La poblacién: estimaciones
Evaluar la poblacién judfa, tanto en Palestina como en la Didsp3ra,
noes fécil. El trabajo de los mejores especialistas no lleva siempre a cifras
comunes, como lo deja en claro Fredriksen (Jesus of Nazareth, King of the
Jews), comentando que algunos estudiosos estiman 2.5 millones de judios
4CAPITULO I. JESUS ¥ SU TIEMPO
que vivian en Palestina en la primera centuria, mientras otros ponen la po-
Dlacién en | millon y unos terceros en 500.000.
Edmund, citade por Brown y Meier (Antioch and Rome} cree que la
poblacién total del Imperio Romano era de entre 54 a 60 millones, de los
cuales unos 4.5 millones eran judios. Leon (Jews of Ancient Rome) sostie-
ne que en la €p0ca habia entre unos 6 a7 millones de judfos en el Imperio
y un millén de judfos més en Babitonia. Penna (Ambiente Histdrico Cul-
tural de los Origenes del Cristianismo) afirma que en el imperio romano
del siglo T habfa entre 50-F0 millones de babitantes y un 7-10% eran ju-
dfos, viviendo en Palestina unos 500-600 mil. Jeremfas (Jerusalén en
Tiempos de Jestis) calcula la superficie de la ciudad y la densidad de la po.
blaci6n, afirmando que dentro de las murailas vivian unas 20.000 perso-
nas, con unas 5.000-6.000 més fuera de las misinas. La cifra de 25.000 a
30.000 constituirfa su tope maximo. En relacion a Palestina, su estimacidn
es de 500-600 mil habitantes.
Sterling (Judaism Benseen Jerusalem and Alexandria), en Collins y
Sterling (eds.) (The Hellenism in the Land of Israel), cita a Broshi y Wil-
kinson que, trabajando con diferentes criterios (dimensidn de la poblacién
yy su densidad; dimensién de la poblacién y suministro de agua potable) es-
timan la poblacién de Jerusalén en la primera centuria a.C. en 35.000 per-
sonas y alrededor del afio 70, en 70.000-80.000 habitantes.
3. Las viviendas
Las caracteristicas de las villas podfa variar, pero habfa aspectos, co-
mo las casas comunes. donde se daban muchas similitudes. Los tipos de
casas varfan segsin las épocas: asi en la edad de Bronce (3.500-1.200 a.C.)
la casa predomtinante era rectangular, de un solo cuarta. Oras, con varios
cuartos, se construyeron alrededor de un patio abierto que frecuentemen-
te tenfa un homo de uso comin, En cambio, en la edad de Hierro, (1200-
537a.C) la casa predominante era la llamada de cuatro cuartos, normal-
mente ocupadas por cinco o seis personas. La parabola en Mt 5,15 dice
que bastaba una {uz puesta sobre el eandelero, para iluminar toda la casa;
lo mismo Le 11,50 15.8.
El techo comtin en Palestina consistfa en vigas de madera que se
apoyaban en paredes de piedra o adobe.°El espacio entre las vigas se relle-
naba con ramas de espino entretejidas y mezcladas con yeso. Tenfan un
cierto declive y antes de la estacién de las Iuvias se alisaban. Lucas 5,19
hace del techo una azotea embaldosada, como eran las casas del Medite-
rrneo oriental en su “poca, no porque’ asf lo fueran en Galilea, sino para
mejor comprensi6n de sus lectores. Al techo se le daba varios usos adicio-
ales; secadero de ropa, depésito o dormitorio en las noches célidas
15JESUS COMO HISTORIA
Las paredes de piedra resguardabas: del frfo en invierno y del calor
cen verano. Las casas tenfan pocas verstanas, colocadas altas, cerca del te-
cho, demostcando preferencias por seguridad y privacidad, ademas de pro-
teccién conva el calor o el frio excesivo. Las puertas de madera eran do-
bles, abrigndose slo desde el interior y hacia adentro en dos etapas, per
mitienco ejercer el control de admisién a quienes llamaban. En la prime-
1a fase, se abrfan unos pocos centimetros, a lo sumo tres; en la segunda,
habfa que levantar la puerta desce abajo, para que se abriera totalmente. Si
alguien queria forzar la entrada, al agacharse para levantar la puerta, que~
daba expuesto a los golpes defensivos de los ocupantes.
Santiago Garrido (The Family in Fist Century Galilee), en Moxnes
(ed.) Constructing Early Christian Families, desarrolla un modelo segui-
do por los estudiosos. Destaca la casa simple, comin en las zonas rurales
y la casa-patie, mds frecuente en las areas urbanas, En el perfodo romano
bizantino surgen tres tipos de casas: la mansién (domus), la casa-granja y
la casa-negocio (tabernae).
La casa simple 0 de cuatro cuartos (con variaciones de tres y dos
cuartos) estaba hecha de piedra o excavada en la roca o con ladrillos de
barro secados al sol. Usualmente al fondo se encontraba el cuarto de la fa-
milia, donde se comia, entretenian y dormian, El resto del primer piso se
destinaba a establos y almacenaje. Parte de] segundo piso estaba techado,
y esa superficie se empleaba como secadero. En 2 Re 4,10, se menciona
como mobiliario tipica una cama, una mesa, una silla y una lémpara.
La casa-patio consistia de varias casas con un patio comtin, rodea-
das de una pared donde se abria una puerta de acceso al complejo. Es re-
sultado de una evolucién de las casas simples. Al casarse los hijos, con la
consecuente Hegada de nuevos nifios, 0 se agrandaba la casa simple 0 se
edificaban nuevas casas que se comunicaban por un patio comtin, En ese
patio se desgranaina el trigo, se cdcinaba, se lavaba, se tejia o se desempe-
‘aban labores similares. Casas de este tipo se encuentran en Cafernatn, en
Dor y en Betsaida. De acuerdo a los datos arqueol6gicos, tas familias que
las habitaban tenfan un mayor bienestar que los residentes de casas sim-
ples. De ahf provienen Pedro y Andrés y 1os hermanos Zebedeo (Mc 1,16-
20; Mt 4,18-22; Le 5,1-12). Si bien este tipo de casas sirvié de habitaci6n
a Jos campesinos, la mayor proporcién de las mismas era habitadas por
gente mds acomodada como oficiales militares, cobradores de impuestos,
funcionarios piiblicos de la época, en genvral por la clase de retainers que
Estos y otros similares formaban.
Las mansiones, domus, tenfan un patrio central (atrium) rodeado de
cuartos, comedor y varias habitaciones. Bajo la influencia griega, se agrega
el peristilo. déndole mas espacio y elegancia, Era la vivienda tipica de la 6li-
le, se encuentran restos en varios sitios de Palestina, Siria, Egipto, Turquia,
Grecia ¢ Italia. Pompeya, es una de las mas famosas, La gran diferencia en-
16CAPITULO |. JESUS Y SU TIEMPO
tre las casas griegas y romanas de este tipo es que las primeras estaban di-
sefiadas para guardar la privacta, mientras que en las segundas se exhibfa la
vida de sus ocupantes. Como lo sefiala Carolyn Osiek, no hay que pensar
siempre en mansiones, pues pueden ser modestas en su dimensién.
La casa-negocio (tabernae) junto con los apartamentos (insula) eran
los lugares habitados por los més pobres de \as ciudades, Poda darse, aun-
que no era to usual, como en Herculano, tres tipos de vivienda juntas: la
mansign, la casa-negocio y los apartamentos. En esos tiempos no eran co-
‘munes las zonas residenciales, y las mansiones se 1. vantaban al lado de las
casas-negocios 0 de los apartamentos o formando un complejo con algu-
no de ellos.
4, Las villas y ciudades
Tosefo sefiala que a pocos quilémetros de Séforis habfa unas cin-
cuenta villas y, er Galilea, unas 204 villas y poblados. Si hay unas treinta
ciudacles en Palestina, como lo afirma Riches en The World of Jesus, Ti-
berias y Séforis califican como las principales.
Cafernaiin o ciudad de Naum reviste 1a importancia de ser la ciudad
de residencia oficial de Jestis. En ella predicd y curé; de ella salia para dar
a conocer sus mensajes en pueblos y aldeas vecinos. Gozaba de una posi-
cidn estratégica, por estar cercana a dos rutas comerciales importantes.
Unia la ruta este-oeste, entre Tiro y Cesarea, y més allé, a Damasco y
Babylonia, La otra, la ruta norte-sur, que Hevaba a la Decdpolis y desde
allf, al valle del Jordan y a Jeric6. Por eso operaban allf los recaudadores
de impuestos de aduana como Mateo Levi (Mc 2,13-15, Mt 9,9-10, Le
5,27-29). También se asentaba una guamicién militar mercenaria, segura-
mente una centuria (Mt 8,59, Le 7,18).
Los habitantes de la época vivian del comercio y servicios, tos cul-
tivos y la pesca. Reed comenta que Cafernatin tenta alrededor de 610 hec-
tireas. Baséndose en esa extensién y en una relacién de 100-150 por per-
sonahectérea, estima su poblacién entre 600-1.500 en tiempos de Jesis.
Malina y Rohrbaugh, en Los Evangelios Sipndticos y ia Cultura Medite-
rednea det Siglo I, la estiman en 1,500; Crossan y Reeds (Excavating Je-
sus}, en unos 1.000 habitantes.
Constaba de una calle central, a cuyos lados se alzaban casas muy
pegadas, con ocasionales calles transversales. Las casas eran o bien gran-
des conjuntos edificados en torno a un patio interior, o pequeiias habita-
ciones, a veces conectadas entre si, que dan a la calle, La vida en esas
ssas era de muy poca privacidad. El suelo de las mismas estaba stecho por
piedras desiguales y sus paredes eran de piedra negra. Allf se descubrié,
segiin palabras de Corbe:
7JESUS COMO HISTORIA
Los restos de una sinagoga construida por el centurién romano {Le 7,5) en=
cima de un viejo asentamiento, Bajo e! piso de las primeras sinagogas y I:
casas adyacentes, se encontraron cerdmicas de los periodos persas, helents-
ticos y primero romano.
La llamada casa de Pedro, asi identificada por algunos arquedlogos,
entre ellos, Gonzilez Etchegaray (Anquevlogia), 0 por el propio Corbo,
(Capernaum), en ABD, data del periodo helenistico. Corbo cree que Si-
mon Pedro la debe haber adquirido cuando ally se asienta con su familia,
Una explanada se extiende frente a la casa, y aizunos quieren ver en ella
una referencia al pasaje marcano, que sefiala que un gran gentio se con-
ccentraba frente a la casa, Rousseau y Arav (Jesus and His World) dicen so-
bre este tema que los excavadores concluyeron que el largo cuarto era par-
te de la casu de Pedro, por varias razones:
1, Enel primer centenio, las sinagogas eran en lugares privados. Po-
dria ser que Jestis wviera su propia sinagoga en la casa de Pedro.
2. Los grafitis en arameo, griego, hebreo y latin en sus paredes de-
muestran que ese lugar tenfa especial significacién para Jos primi-
tivos cristianos.
3. En Ja antigiledad se constrafan nuevos santuarios sobre los anti-
guos. Allf hay una iglesia bizantina sobre la casa de Pedro.
4, Artefactos de pesca, ldmparas y monedas de Herodes demuestran
que la casa ya estaba ocupada al principio de Ja primera centuria
5. Ningtin trazo de actividad doméstica fue encontrado en el sitio,
Agregan que las conclusiones de los excavadores son ampliamente
aceptadas. Yo no me animarfa u llegar a tanto, la posibifidad no puede
constituirse en certidumbre,
Corozain, donde los evangelios no sefalan ningiin milageo, es obje-
to de las imprecaciones de Jestis por haberlo desafdo (Me II, 21-22; Le
10,13-14), Estaba ubicada a unos tres quilémetros al norte de Cafernats
las excavaciones descubrieron buena parte de la ciudad de) siglo TL
La Corozain de los tiempos de Jestis estaba en la parte norte, donde
las excavaciones continGan, Era una ciudad mas pequeria que Cafematin,
menos de 5 hectéreas, con casas también construidas de piedra de basalto.
‘Megido era un viejo poblado que controlaba uno de los pasos comer-
ciales estrdtegicos. Seguramente después de la cafda de Samaria se alter-
1n6 con Dor y Acco como un centro imperial de poder. Salomén levanta allf
‘sus famosas construcciones
Magdala, a doce quilémetros de Cafernain y a cinco de Tiberias, te-
nia en su seno fa importante industria de salaz6n de pescado. Maria Mag-
datena habia nacido en ella, Cuando Nerén se la asigna a Agripa IT la re-
18CAPITULO Jess y SU TIEMPO
nombra Tarichae, que quiere decir “pescacio salado”, Cerca de esta ciudad,
en 1986, al bajar considerablemente 1a matea, se descubrié un bote de pes-
ca de la €poca de Jestis. Junto con Tiberias y Cafernatin, era una de las tres
ciudades galileas edificadas sobre el lago. Sus exportaciones de pescado
se hacfan via Cafernatin o Betsaida al norte, empleando la via Maris para
Megar a los puertos del Mediterraneo o siguiendo hacia Damasco y Babi-
lonia, su oo destino alternative,
Séforis. a cinco quilémetros de Nazaret, construida sobre una colina
de 115 menos, fue inicialmente una ciudad-fortaleza. Su funcién adminis-
trativa probablemente Ia inicié durante el perfodo de los Ptolomeos y de
los Seleucidas, y lo seguiré haciendo bajo los hasmoneos y Herodes. La
muerte de éste fire motivo de revuelta, por lo cual es incendiada por los ro-
manos y posteriormente refundada por Antipas, para que “fuera el orne-
mento de Galilea”.
Estaba construida segiin los lineamientos romanos: se basaba en dos
calles perpendiculares: una de norte a sur, cardo. y otra de este a este, de-
cumanus. Su poblacién es muy discutida. Horsley cree que en la época de
Jesiis habria alrededor de 15.000 habitantes, mientras que Reed (Archeo-
logy and the Galilean Jesus}, después de un estudio comparativo, estima
que la poblacién en la primera centuria se situaba entre 8.000-12,000 ha-
bitantes. Predominé en ella la cultura griega y la poblacién mixta.
Tiberias. Conmunmente se asevera que estaba edificada sobre un an-
tiguo cementerio judio, to que impedfa a los observantes de la ley asentar-
se o simplemente ir ala ciudad. Promediando el segundo siglo d.C, Simon
ben Yohai putifica Tiberias, no precisamente un cementesio, sino un lugar
con algucas tumbas. Aunque probablemente la ciudad no tenfa muros,
igualmente se entraba a través de un gran portén, que daba directamente
al cardo, que atravesaba toda ta ciudad. Obviamente tenfa una gran rivali-
dad con Sefosis, por ser sede de la capital, del banco real y los privilegios
que acarreaban, Su pobiacién, segiin Reed, era similar a la de Séforis, en-
tre 6,000 y 12.000 habitantes,
Edificada sobre fos acantilados del lago o mar de Galilea, se vefa es-
plendorosa desde el seco y frido Golan, desde Gamla, 0 desde las ciuda-
des de la Decdpolis, o para los viajeras que llegaban desde Damasco 0 Ba-
bilonia, Por Ia noche brillaba, Negando sus destellos a notarse tan lejos co-
mo Betsaida o Caferndun. Antipas buscaba transformarla en un centro tu-
ristico, la entrada al valle del Jordin y a Jerusalén. Sawicki seffala bien que
la ambicién de Antipas de controlar y beneficiarse del trifico de peregri-
inos (y otros) al y desde Jerusalén, es lo que lleva a construir esta capital,
ya que Séforis era inapropiada para esos fines,
Nazaret era en esos tiempos una pequefia aldea de 400 personas que
ocupaba unas dos hectéreas, edificada sobre unas colinas a 343 metros de
altura sobre el Mediterraneo. Las investigaciones han encontrado s6lo si-
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