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Introducción
En la misión de la Iglesia, que es evangelizar y restaurar todo el orden temporal en Dios (los
bienes de la vida y de la familia, la cultura, la economía, las artes y profesiones, las
instituciones políticas, etc.), los laicos cristianos poseen un papel propio y necesario: son
auténticos protagonistas. Desde su inicio así lo demuestran los distintos pasajes de las
Sagradas Escrituras.
Los laicos
• ejercer un apostolado
• dar claro testimonio de Cristo
• ser administradores de la multiforme gracia de Dios
Para:
• La evangelización y santificación del mundo
• La edificación del todo el Cuerpo en caridad
• Restaurar todo el orden temporal
La fecundidad del apostolado depende de la Unión con Cristo, para la cual debemos tener un continuo
y exigente ejercicio (según lo ya dicho) de:
• Fe;
• Esperanza;
• Caridad y
• Meditación de Su Palabra
De esta manera el apóstol (cualquiera sea su estado civil, social, etc.) se comporta así:
• Hace el bien.
• No se abate por la escasez.
• No se engríe por la abundancia.
• No ambiciona la gloria vana.
Para eso
El laico vivirá todas las virtudes ayudado y apoyado en el modelo perfecto -la Virgen María-, a
quien debe honrar y encomendar toda su vida y su apostolado.
Capitulo II – “Fines que hay que lograr”!
Servidor
Aclarando, definiendo y aplicando los principios cristianos
En la Iglesia:
Buscando en todas partes y en todo, la Justicia de Dios.
En la Iglesia:
• En la administración de bienes.
• Como catequistas, ministros de la eucaristía, otros servicios.
• En la vida litúrgica (celebraciones de la Palabra, bautismos, comuniones,
confirmaciones, etc.).
• En distintas instituciones.
• Con una estrecha relación en el campo parroquial – diocesano – nacional e
internacional.
• Prestando auxilios materiales y/o personales.
En el mundo:
- Familia:
• Primeros educadores y predicadores de la fe.
• Indisolubilidad y santidad del matrimonio.
• Educación cristiana de los hijos.
• Defensa de la familia.
• Apostolado familiar.
- Juventud:
• Ardor y energía para conducir a sus pares.
- Medio Social:
• Trabajo y/o Profesión.
• Estudio.
• Distintas estructuras.
Comunitario
Formación
humana e • Espiritual.
integral, acorde • Sólida instrucción doctrinal,
Apostolado eficaz teológica, ético–social, y filosófica.
con la edad,
condición e • Cultura general.
ingenio.
Medios de formación:
• Sesiones;
• Congresos;
• Reuniones;
• Ejercicios espirituales;
• Asambleas;
• Conferencias;
• Libros.
Centremos nuestra mirada en el “mundo” (¿Qué es? ¿Qué problemas presenta?, etc.). Es
muy fácil, ver y juzgar al mundo, pero, desde nuestro lugar y dentro de nuestras posibilidades
reales ¿Qué hacemos para promover el bien común e instaurar el Reino de Dios?
Luego de ver nuestra realidad, revisaremos nuestro ACTUAR en el mundo:
• ¿Trato de estar unido a Cristo mediante la oración? ¿Me nutro en las Sagradas
Escrituras para conocer más a Cristo y su doctrina? ¿Me preocupo por conocer el
magisterio de la Iglesia?
• En mi familia que es mi “primer mundo”donde debo actuar ¿Cómo es mi testimonio?
¿Trabajo en la evangelización dentro de mi hogar? ¿Cumplo mis deberes de acuerdo
a mi estado (padre, hijo, etc.), acorde al mensaje de la Iglesia, o soy como los
demás?
• En el medio social donde me muevo (oficina, fábrica, club, colegio, etc.) ¿mi
comportamiento es el de un laico comprometido o soy uno mas para no desentonar?
• Si soy joven ¿me comporto como los demás para no quedar fuera de la moda aunque
esta vaya en contra de mi perfil de católico? o me juego por Jesús anunciando su
palabra con mi testimonio de vida, aunque muchas veces esto me cause dolor, o no
sea comprendido o aceptado por mis pares.
¡A TRABAJAR!
Podemos cotejar nuestra respuesta, con la constitución dogmática LUMEN GENTIUM capitulo
IV, o el Catecismo de la Iglesia Católica 897ss.
• “Lo que el alma es en el cuerpo, esto han de ser los cristianos en el mundo” (San Juan
Crisóstomo).
• “Los hombres de nuestro tiempo, piden a los creyentes de hoy no solo “hablar” de Cristo,
sino en cierto modo hacérselo “ver”. Nuestro testimonio sería, además, enormemente
deficiente si nosotros no fuésemos los primeros contempladores de su rostro.”(Cf. M.N.I.
16).
3- Ahora dentro de la Iglesia particular (parroquia, capilla, grupo, etc.) donde realizo mi
apostolado organizado:
• Revisemos nuestro apostolado, (estas preguntas solo son una guía, ya que en el
decreto están todas las claves para que nuestro apostolado sea eficaz, es conveniente
recurrir al texto para una mejor evaluación).
¡PARA RECORDAR!
La fecundidad del apostolado depende de, la Unión con Cristo, busquemos en la Palabra de
Dios Jn.15, 5 y meditemos sobre lo que Dios nos pide.