Professional Documents
Culture Documents
PALABRAS CLAVE
Resumen i
Abstract ii
Introducción 1
Materiales y métodos 1
Desarrollo psicomotor 2
Variaciones de la normalidad 10
El futuro 11
Agrupación sindrómica 15
Conclusiones 17
Material gráfico 17
Bibliografía 19
INTRODUCCIÓN buena calidad. De todos los recién naci-
dos vivos en el mundo, se considera que
La Educación Especial atiende niños con
un 25 % tienen un riesgo mayor a sufrir
alteraciones en su desarrollo neurológico
algún tipo de alteración en su desarrollo,
que determinan necesidades educativas
Vojta (2005).
especiales (NEE), como en todo campo
de atención se reconoce y recomienda un La importancia de poder detectar oportu-
comienzo temprano de la atención de la namente a estos niños, no admite discu-
diversidad, mientras más tempranamente sión; más aún si miramos la malla curricu-
se detecten los desvíos que pueden llevar lar de las universidades en donde se for-
a un desarrollo infantil alterado, más y man los futuros profesionales que van a
mejores serán las acciones encaminadas estar directamente relacionados con los
a su corrección y/o atenuación. El desa- infantes, al igual en donde se estudia E-
rrollo que no va por el camino correcto tie- ducación Especial; no es suficiente en te-
ne como posibilidad la aparición de tras- mas relacionados con el desarrollo psico-
tornos que pueden terminar en una dis- motor y su evaluación; esto motiva a bus-
capacidad limitante; ésta puede abarcar car de alguna manera disminuir estos dé-
un amplio rango desde los problemas e- ficits.
ducativos menores hasta la minusvalidez.
El objetivo del presente trabajo, es siste-
Los datos actuales nos señalan que un al- matizar la información existente en rela-
to porcentaje de los niños en riesgo de ción a los signos de un desarrollo infantil
desarrollar una alteración de este tipo, re- alterado en niños de 0-2 años de edad
conocen un origen biológico y de manera cronológica; recopilar información espe-
llamativa desde el período pre y neonatal. cializada sobre desarrollo normal y anor-
De aquí la importancia de estudiar con mal; caracterizar los signos de alarma,
mayor detenimiento y atención el desarro- clasificar los signos de alarma por meses
llo infantil y los signos tempranos de la durante el primer año de vida, y cada tri-
posibilidad de una desviación. Batshaw mestre en el segundo año; diseñar un
(2002). instructivo gráfico sencillo, para la detec-
ción.
En el Ecuador se afirma que aproximada-
mente de un 13 al 15%, de toda su po-
blación, presenta algún grado de disca-
MATERIALES Y METODOS.
pacidad, Conadis (2012), dentro de este
grupo, los niños ocupan un espacio por- Se realizó un estudio de revisión biblio-
centual muy alto, se carece de estadísti- gráfica acerca del desarrollo psicomotor
cas confiables pero la atención a niños en del infante, en los dos primeros años de
su desarrollo, cuidado y estudio, no se a- vida. Se realizó un estudio bibliográfico de
cercan a parámetros internacionales de las principales patologías de este período
de tiempo. Se identificaron signos preco- lógica la aceptación de que los términos
ces de la patología y se los clasificaron usados anteriormente como: desarrollo
por criterio de edad de aparición, mensual motor y psíquico, intelectual y afectividad,
durante el primer año; y trimestral durante representan la expresión del sistema ner-
el segundo. vioso central, a través de la conducta que
puede ser observada, medible y por su-
Se eligió un grupo de libros de texto, de
puesto que se amolda a las posibilidades
autores reconocidos en el ámbito del es-
cronológicas del lactante.
tudio del desarrollo infantil y específica-
mente en el área del desarrollo psicomo- El proceso de evaluación comienza con el
tor, se privilegió la especialidad específica relato de los antecedentes, el evaluador
del tema y se encontraron puntos de con- pregunta en forma ordenada sobre los tó-
cordancia. Se revisó literatura actualizada picos que cree importantes, surge enton-
y específica, se integró ambos aportes en ces una pregunta nueva: ¿cómo podemos
la descripción de las variables en estudio interrogar al sistema nervioso central?, y
y se sintetizó en la redacción del informe en consecuencia: ¿cómo indagamos el
final. sistema nervioso de un niño pequeño?
Pues la condición sine qua non es la de
Para referencia, los libros de texto se i-
un conocimiento exhaustivo por parte del
dentifican en la bibliografía con el siguien-
examinador de aquello que se busca, los
te signo: (*).
datos por él recogidos sólo tienen valor si
son interpretados correctamente en su
significado. “Una de las particularidades
DESARROLLO PSICOMOTOR. CON- de esta neurología es exigir el conoci-
CEPTO. miento de las principales etapas evoluti-
vas” Koupernik y Dailly(1981). Neurología
La definición original de Dupré en 1914 es
que años después recibió el nombre de
la que mejor representa la semántica del
Neurología Evolutiva gracias al trabajo
término psicomotor: “asociación estrecha
pionero y significativo del médico italiano:
entre el desarrollo de motricidad, de la in-
Adriano Milani Comparetti. En los adultos
teligencia y de la afectividad”, “en el lac-
el examen de sus procesos, se basa so-
tante, existe interacción entre el desarro-
bre todo en la interrelación entre el adulto
llo motor y el psíquico, intelectual y afecti-
y su examinador, mediados por el uso a-
vo”, “es preciso admitir que lo que se lla-
decuado del lenguaje; herramienta que en
ma inteligencia y afectividad en el adulto
el infante es insuficiente, entonces ¿cómo
difieren en general de la motricidad” Kou-
podemos entablar un diálogo enriquece-
pernik y Dailly (1981). Con esta definición,
dor con el niño?, pues aprendiendo y a-
guiaremos la descripción y comprensión
ceptando que el niño tiene un tipo diferen-
del desarrollo infantil durante los dos pri-
te de “expresión lingüística”, y es nuestro
meros años de vida. También es clara y
deber aprender su idioma; en el primer a-
ño de vida, nuestro sistema nervioso se - La actividad generalizada en ma-
expresa en la conducta observable, a tra- sa es sustituida por respuestas in-
vés de nuestra conducta psicomotriz, por dividuales específicas y localiza-
lo tanto aquel conocimiento exhaustivo das.
del que hablábamos se refiere a la pericia
- El niño se desarrolla en dirección
en la evaluación del desarrollo psicomotor
céfalo-caudal y próximo-distal.
infantil.
Vojta (2005), divide el primer año de vida, entre los dos lados del cuerpo en la res-
la separación de sus componentes, cada yo, puede erguirse y ponerse de pie sin a-
vez se van disociando más, van adqui- yuda, todavía se cae con frecuencia, no le
hemos dividido en trimestres. Los autores Valiéndose de sus manos y como medida
del período psicomotor hasta los tres a- rres de dos cubos. Come sin ayuda. Soli-
ños de edad cronológica; sin embargo cita objetos señalándolos. El uso del len-
también es conocido que teorías del de- guaje se hace más evidente.
sarrollo como las de Piaget, han sido ob-
TERCER TRIMESTRE: agarrado del pa-
jetadas sobre todo en los períodos de
samanos o ayudado tomándolo de su ma-
tiempo que marcaban sus diferentes es-
no puede subir escaleras, por supuesto
tadios, se considera que el segundo año
sin alternar los pies, sigue ejercitando su
de vida nos permite diferenciar los dife-
caminar al arrastrar juguetes tras de sí, se
rentes aspectos: motor, psíquico y afecti-
sienta sólo en una silla, construye torres
vidad.
de tres cubos, se alimenta solo con su cu-
desarrollo normal en forma detallada para casi todos los expertos del tema, la defini-
luego ir descubriendo aquellas pequeñas ción de desarrollo normal pasa por el te-
teración del curso normal o típico del de- media general, es decir mientras más ale-
que seguiremos, por supuesto el tema de en particular, de los valores medios espe-
tizar los signos de alerta, por lo que en el menos se podrá esperar a que aquel niño
caso del desarrollo neurológico típico, ha- sea considerado normal o típico, “no po-
remos sólo las necesarias descripciones demos trazar una línea divisoria entre lo
de referencia, se solicita que los interesa- normal y lo anormal. Todo lo que pode-
dos profundicen sus inquietudes, en la bi- mos decir es que cuanto más se aleje el
y el dedo medio.
- Desplazamiento independiente en
DISOCIACIONES DEL DESARROLLO:
forma de gateo, sobre las nalgas,
reptando (al respecto Robson, ci- Ciertos niños presentan otras desviacio-
tado por Lejarraga (2004), asegu- nes del desarrollo que consisten en un re-
ra que “sólo” el 80% de los niños traso cronológico en un área, con normali-
gatea en la forma considerada dad en las restantes. Es decir un retraso
“normal”; un importante 20% res- “localizado” que se recupera sin dejar se-
tante lo hace por medios alterna- cuelas aparentes. Ejemplos: disociación
tivos, que no tienen que ser con- del desarrollo motor, disociación del desa-
siderados patológicos. rrollo visual; en presencia de un niño con
desarrollo “disociado” es necesario des-
- Marcha sin fase previa de gateo.
cartar patología, pero también saber de
que existe la posibilidad de esta variante con riesgo neurológico, en PREVEDIS
sin anomalía neurológica. Póo (2008). (PREVEnción de neuroDIScapacidades),
nos permite asegurar que alrededor de un
Vale la pena mencionar una situación par-
70-80% de los niños en riesgo, presentan
ticular que se ve en los últimos años: a
esta conducta.
partir de estudios que relacionaban el
síndrome de muerte súbita del lactante, EL FUTURO
con la posición prona o boca abajo que
Aproximadamente desde hace veinte a-
adoptaban los niños al dormir; se exten-
ños, Prechtl viene trabajando en un méto-
dió desde el ámbito médico la preocupa-
do de screening para niños en riesgo de
ción y recomendación de evitar que el pe-
pertenecer al grupo que presentaría dis-
queño lactante no adopte esta posición
capacidades neurológicas. Basado en las
(al dormir); infortunadamente esta reco-
premisas ya expuestas por Milani-Compa-
mendación ha sido exageradamente se-
retti varios años antes sobre la valoración
guida por las madres, sobre todo las de la
de los movimientos espontáneos desde é-
ciudad, lo que ha redundado en la pre-
pocas prenatales, y gracias al mejora-
sentación cada vez más frecuente de un
miento de las técnicas de control obsté-
retraso localizado o específico del desa-
trico como la ecografía digital y en cuarta
rrollo de la postura en prono. No es infre-
dimensión (el tiempo), han logrado siste-
cuente observar niños que en la posición
matizar un examen basado en la observa-
boca abajo demuestran una edad de de-
ción cualitativa y cuantitativa de los movi-
sarrollo menor a la edad de desarrollo
mientos que de manera espontánea pre-
conseguida en la posición boca arriba;
sentan todos los niños a partir de aproxi-
por suerte la gran mayoría de las veces
madamente las doce semanas de edad
no representa ninguna clase de alteración
de concepción, hasta los cuatro o cinco
de importancia y en pocos meses y con
meses postnatales. Se han realizado va-
las indicaciones apropiadas, el niño logra
rios estudios comprobatorios por grupos
revertir esta discordancia.
de trabajo en diversos lugares del mundo,
Una de las razones por las cuales hay u- confirmando la utilidad de dicho examen.
na negativa para colocar al niño boca a-
Por considerarlo como un aporte positivo
bajo, suele ser porque no les gusta o llo-
al estudio de este tipo de niños, describi-
ran, recomendamos tener siempre pre-
rémos brevemente dicho método, al ha-
sente, que aunque no está reportada en
berse consolidado como el más actual y
la literatura se observa en la práctica dia-
el más preciso para realizar la prevención
ria: los niños con alteraciones en su desa-
secundaria de discapacidades (la prevén-
rrollo, tienen la tendencia a encontrar difi-
ción primaria, salvo el caso de los defec-
cultad y/o presentar molestias al colocar-
tos del cierre del tubo neural, no se ha de-
se en posición prona; la experiencia du-
mostrado efectiva). Además en medios
rante más de 15 años atendiendo a niños
como el nuestro en el que la disponibi- go estamos en camino de conocer técni-
lidad de acceso a medios sofistificados de cas que en un futuro cercano se harán
diagnóstico como la Tomografía Axial cotidianas, en el cumplimiento de nuestro
Computarizada TAC, la Resonancia Mag- trabajo: la detección oportuna de anorma-
nética RM, se vuelve problemática; la ob- lidades y en la intervénción precoz de las
servación de los movimientos en tiempo mismas.
real o diferido resulta económica, esta-
Pues bien, ¿cuáles son los movimientos
mos en tiempos en los cuales la propie-
espontáneos encontrados y que se pue-
dad de medios de registro visual como las
den considerar normales?, a continuación
cámaras de video, no son ya exclusivas.
describimos los tipos, su edad de apari-
Podríamos utilizar una cámara de video
ción y desaparición, y su implicación clíni-
registrando los movimientos no provoca-
ca; es de utilidad el observar el gráfico a
dos de los infantes, y luego revisarlos en
continuación y además recordar que en
horas más oportunas, o mejor aún llevar-
muchas ocasiones se tiene que seguir uti-
los a personas que conozcan sobre la
lizando nomenclatura técnica que se en-
técnica, sin necesidad de transportar y
cuentra en otro idioma. Estos movimien-
movilizar a los niños. Es menester recor-
tos se denominan internacionalmente co-
dar que es un método como otro cual-
mo General Movements o GMs.Einspelier,
quiera, no es la respuesta perfecta, puede
Christa, et al. (2004).
ser susceptible de presentar respuestas
falsas tanto en la positividad como en la Se distinguen dos grandes tipos de movi-
negatividad de sus hallazgos; sin embar- mientos generales: los movimientos “de
contorsión” o torsión (WM, del inglés wri- las excursiones del tronco y las extremi-
thing movements); y los movimientos “de dades no son repetitivas ni predecibles, y
inquietud” o agitados o nerviosos (FM, del la combinación y superposición de rota-
inglés fidgety movements). Los WM apa- ciones, flexiones y extensiones da la im-
recen durante la vigilia y durante el sueño presión de fluidez y elegancia, de comple-
MOR (movimientos oculares rápidos) des- jidad y variabilidad a la vez. Einspelier,
de el segundo trimestre de gestación (ob- Christa, et al. (2004).
servables por ecografía obstétrica) hasta
Los FM son movimientos más rápidos pe-
las 8 semanas post término; son movi-
ro menos amplios que los anteriores, apa-
mientos complejos que asocian flexo
recen en el cuello y en la región distal de
extensiones y rotaciones involucrando
los cuatro miembros, con morfología cir-
distintos segmentos del eje corporal y de
cular; se presentan constantemente du-
los miembros, con velocidad, amplitud y
rante el estado de vigilia en lactantes des-
topografía (lugar, parte del cuerpo) cam-
de los 2 a 4-5 meses post término; desa-
biantes. Su morfología tiene fluidez como
parecen si el bebé centra su atención so-
principal característica, elegante e impre-
bre un objeto externo, llora o se adorme-
decible; su presentación se realiza en o-
ce. Hay que descubrir estos movimientos
leadas crecientes que alcanzan un máxi-
en el trasfondo de otras actividades que
mo de actividad durante 20 a 90 segun-
se realizan a esta edad como son: pata-
dos de tiempo, para luego ir desapare-
leos, pedaleos, tocarse una mano con la
ciendo también paulatinamente hasta lle-
otra o agarrar la ropa, actitudes tónico a-
gar a la quietud completa, alternando de
simétricas, etc. Los FM van desapare-
esta manera períodos de movimiento y
ciendo progresivamente a partir del final
períodos de reposo; como están presen-
del cuarto mes pos término, a medida que
tes desde la edad gestacional de 12 se-
surge la motricidad propositiva o movi-
manas, es decir, del tercer mes fetal, pue-
mientos voluntarios, propios del niño en el
den observarse en prematuros en incuba-
segundo semestre de su desarrollo post-
dora, sin realizar ninguna manipulación
natal.
especial, en este caso y a diferencia de
muchos otros, no tenemos que obtener la Se distinguen diferentes patrones patoló-
edad corregida, los movimientos espontá- gicos o anormales cuyo valor pronóstico
neos no reconocen diferencias entre los se señala más adelante: así, los WM pue-
niños pre término y aquellos que han lle- den poseer un repertorio pobre (pWM) si
gado al final de su gestación. Después su variabilidad y fluidez son escasas; de i-
del nacimiento, durante la vigilia, los WM gual manera pueden estar ausentes o en
son interferidos por la atención que el ni- su defecto ser sustituidos por movimien-
ño presta a objetos del entorno o el llanto. tos sostenidos, continuos, en bloque que
La velocidad de los movimientos es cam- involucran todo el cuerpo a la vez, patrón
biante y no es continua, la dirección de espasmódico-sincrónico o CS (del inglés
cramped synchronized); o en otras pala- el desarrollo de una forma distónico disci-
bras: como si los niños estuvieran con ca- nética de parálisis cerebral PCI.
lambres o están hipertónicos o rígidos; o-
El seguimiento a largo plazo de niños con
tras variedades son las de movimientos
diversos grados de riesgo biológico, o el
circulares amplios de las porciones proxi-
estudio retrospectivo de videograbaciones
males de las extremidades, y la de movi-
familiares ha permitido confirmar que la
mientos caóticos, muy amplios, en todas
presencia de FM cualitativamente anóma-
direcciones, sin fluidez ni elegancia. Por
los en el lactante pequeño pronostica de
su parte, los FM pueden estar ausentes
forma altamente confiable, trastornos de
(FM–) o poseer características anómalas
la coordinación motora fina en edad esco-
por exceso de amplitud o de velocidad
lar y/o puberal. Por otra parte, se ha com-
(FMa). Einspelier, Christa, et al. (2004).
probado que en las formas típicas del sín-
Se encontró que la presencia de FM nor- drome de Rett (que se presenta en niñas
males a la edad cronológica apropiada con deficiencia mental y movimientos es-
(entre 2 y 4 meses post término) predecía tereotipados de las manos, que aparece
un desarrollo motor y mental normal a la luego de 2 a 3 años de desarrollo psico-
edad de 2 años, mientras que la ausencia motor normal) la aparición clínica no ocu-
de FM a dicha edad temprana se correla- rre al final del primer año, como se admite
cionaba altamente con parálisis cerebral corrientemente, sino que ya entre los 2 y
infantil a los 2 años; buena parte de los 4 meses post término existen FM anóma-
niños del grupo con FM– habían presen- los o ausentes. Einspelier, Christa, et al.
tado movimientos espasmódico-sincróni- (2004).
cos durante los dos primeros meses de
vida. En una evaluación posterior se de-
muestra que la sustitución de los WM por ANALISIS SOBRE LOS SIGNOS DE
un patrón de movimientos espasmódico- ALERTA.
sincrónicos y la posterior ausencia de FM
pronostica parálisis cerebral infantil PCI Se nota un cambio en la identificación de
(diplejía o tetraparesia) con una especifi- los signos de alerta de un desarrollo alte-
cidad cercana al 90%. La observación de rado, hasta la última década del siglo pa-
FM en un hemicuerpo anticipa, ya desde llos signos que tenían que ver con el de-
el primer trimestre pos término, una hemi- sarrollo motor, la percepción de los médi-
plejía congénita (en correspondencia con cos y demás personas que se interesan
sólo de los hemisferios). Por otra parte, vación de los hitos del desarrollo motor. A
un repertorio pobre de WM con excur- partir de la primera década del nuevo si-
siones circulares proximales amplias de glo, ha habido mayor interés hacia los
los miembros, correlaciona altamente con temas del desarrollo cognitivo y social de
los infantes, ha aumentado significativa- Segundo: la apertura de la mano, con mu-
mente el número de trabajos científicos, cha frecuencia descuidamos este signo
publicaciones, investigaciones que dan un que nos puede ser de gran utilidad; así
mayor realce a este tipo de abordaje; los mismo sólo durante los tres primeros me-
signos de alarma de este nuevo siglo van ses de vida la mano tiende a mantenerse
más hacia el campo de la detección opor- cerrada y casi nunca en puño rígido o con
tuna de trastornos del espectro autista y el pulgar incluido. La gran mayoría de los
su componente social y comunicativo, o- niños mantienen las manos abiertas la
jalá no se descuide el aspecto motor co- mayoría del tiempo y en todas las posicio-
mo medida del desarrollo. A propósito ci- nes al final del primer trimestre, salvo
tamos los trabajos de Prechtl en donde se cuando están lactando o intentan apre-
encuentra una alta correlación entre los hender.
movimientos anormales durante los pri-
Y el tercer signo al que le damos también
meros meses de vida y la presentación ul-
gran importancia, es la extensión de las
terior de cuadros como el Síndrome de
piernas durante la primera mitad del pri-
Rett.
mer año de vida; en este signo hay que
En los signos de alarma, es necesario a- tener cuidado porque en nuestra cultura
nalizar brevemente lo que la experiencia se ve con frecuencia la costumbre del pa-
nos enseña y sin llegar a la exclusividad o dre de jugar con su niño haciéndolo “pa-
a calificar de patognomónicos, señalamos rar” en la palma de su mano y sintiendo-
tres signos que merecen un comentario a- se orgulloso de que pueda mantenerse
dicional. En primer lugar el control cefáli- erguido. Debemos recordar que los niños
co: lo normal en el desarrollo es que a los no pueden mantener su peso en las
tres meses de edad el eje de la cabeza extremidades inferiores antes de los ocho
ha alcanzado al eje del cuerpo proyecta- meses de edad y que cualquier adelanto,
do desde el tórax, antes de esto la cabe- debería más bien ser tomado como un
za quedaba rezagada; en cualquier posi- signo de alarma de una posible espastici-
ción que se examine al niño, valga decir: dad (que podría ser la precursora de un
boca abajo, boca arriba, lateral o en sus- desarrollo de una Parálisis Cerebral Infan-
pensión; los tres meses de edad de desa- til PCI).
rrollo son marcados por el logro de poder
igualar los dos ejes: el cefálico con el cor-
poral. Sólo a partir del quinto mes de vida, AGRUPACIÓN SINDRÓMICA.
la cabeza se “adelanta” al tórax, igual-
mente en todas las posiciones. Por lo Como habíamos señalado, la mayoría de
tanto consideramos que este signo tiene los signos de alarma, nos orientan y nos
mos que el niño tiene una edad cronológi- mos mencionado anteriormente, en la úl-
de líneas verticales: la una regular, per- te por el tema, inclusive se habla de un in-
cremento en las estadísticas mundiales Como un aporte para el mejor conoci-
en la aparición, detección y atención de miento de ciertas características del desa-
niños afectados con esta condición. Re- rrollo infantil, se ha diseñado una repre-
cordemos también que en nuestro medio sentación gráfica del desarrollo postural
todavía no existen centros especializados durante el primer año; la idea es que sea
en la materia, por lo que consejos emana- algo fácil de visualizar, accesible, cotidia-
dos de la práctica diaria pueden ser de a- no, que rápidamente nos indique cómo va
yuda para la sospecha y/ o atención tem- el desarrollo psicomotor. La mayor siste-
prana; los signos de alarma que pueden matización y caracterización del mismo se
orientar hacia la sospecha de un desarro- realiza durante los primeros doce meses
llo autístico, son aquellos íntimamente re- de vida por lo que tomamos este número
lacionados con los mencionados para la y lo asociamos con algo de uso común
discapacidad intelectual (un porcentaje como es el reloj al cual estamos tan habi-
muy significativo del autismo, cursa con tuados y aprovechando esta feliz coin-
retardo mental), a estos podríamos añadir cidencia sobreponemos en cada número
algunos signos de alerta que son más es- del dial una figura de la posición que el ni-
pecíficos del autismo como es por ejem- ño debe haber adquirido al mes corres-
plo la falta de contacto visual y un deterio- pondiente:
ro más manifiesto de las conductas socia-
Hora 1: corresponde a la
les de interrelación, tanto con el medio
postura de un niño normal
que les rodea, como con sus cercanos y/o
de un mes de edad: bra-
cuidadores.
zos y piernas flexionadas, pelvis en fle-
xión y ligeramente levantamiento de la ca-
beza de la mesa de examen.
CONCLUSIONES:
No es redundante recordar que los meses (*) Fejerman, Natalio, (2010). Buenos Ai-
aquí citados, no son fechas exactas a res. Trastornos del desarrollo en niños y
cumplir, sino que en la mayoría de los ca- adolescentes, Editorial Paidós, 1era Edi-
sos, los niños considerados dentro de la ción.
norma los cumplen. La secuencia de de-
sarrollo representada en el gráfico, es de- (*) Gesell, Arnold, (1992). Buenos Aires.
cir la de las posiciones adoptadas por los Diagnóstico del desarrollo normal y anor-
niños, se puede dar a conocer más am- mal del niño, Editorial Paidós,3 era Edi-
La confección de relojes de pared que (*) Illingworth, Ronald S., (1992). Madrid.
puedan ser utilizados y/o “consultados” Desarrollo del niño, Churchill Livingstone
Bibliografía.
(*) Lejarraga, Horacio, (2004). Buenos Ai-
(*) Batshaw, Mark, (2002), USA, Children res. Desarrollo del niño en contexto, Edi-