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44a. cic EL COMERCIO CLASICO DE OBSIDIANA RUTAS ENTRE TIERRAS ALTAS ¥ TIERRAS BAJAS EN EL AREA MAYA M. Charlotte Afnauld M Charlotte Arnauld, chercheur associé, CNRS. UPR 312, 22 rue Pargaminiéres 31000 Toulouse, France. ABSTRACT Although the three major obsidian sources are located ia the Maye Highlands most trade models proposed so far for obsidian distribution in the Maya Loviands do sot consider the socio-political and historical factors which affected the Highlands polities, and hence, the long-distance trade systems, One approach to this broad question is to study and compare the mejor trade routes between the Highlands and the Lovlands, ie, the Alta Verapaz (land) route and the Motagua-Caribe (sea) route. from geographic, socio-political and historical points of view, Available data.on social structure and cultural history of Kaminajuyo and Quirigud, prominent centers located close to the obsidian sources. as well as of Verapaz centers, are tentatively reexamined and reevaluated in the contest of the Highland-Lowland Classic obsidian, trade, This allows to assess the effective supremacy of the Motagua-Ceribe route on the Alta Verapaz route, at least during those (Classic) periods when Kaminaljuys and Teotihuacen, then Quirigué, may have controlled long-distance obsidien trade. It appears that socio-political and historical factors resulted in a degree of instability in the Classic trade systems, as both routes competed for larger quantities of obsidian to be extracted, processed, and transported thraigh systems which logically differed in time and space. Against such a compler background, either Lowlands or Highlands quantitative date of obsidian distribution will have a limited predictive potential unless more precision is attained in the control of chronological aad functional contexts of obsidian samples when analyzed for source provenience. Such 2 goal requires that specific strategies of data recovery be implemented, which should give priority to socio-political and historical factors and include both Maya Highland and Lowland sub-areas. RESUMEN ‘Aunque las tres fuentes principales de obsidians se encuentran ubicadas.en las tierras altas, los modelos propuestos hasta le fecha para reconstrvir la distribucion de este material en las tierras bajas no suelen tomer en consideraciéa los faciores sacio- politicos e historicos que han afectado fas entidades mayas de tierres altas. Sia embargo, estos Factores son determinantes de los sistemas comercizies 2 large distancia. Al eraminar y comparar la ruta por tierra de Alta Verapaz ¥ la ruta fluvial- maritima del Motagua-Caribe en una perspectiva geografica, socie-politica, historica ‘que integra los grandes ‘centros de Kaminaljuyt y de Quirigua, asi como los centros de Verapaz, se concluye que la segunda ruta fue sin duda mas activa que la primera en el comercio de obsidiana, entre otros bienes. Pero, Ia complejidad de las secuencias histocicas de estas centros y la variabilidad de sus estructures socie-politicas sugierea que fa competencie entre las dos cutas fue intensa y provocd cierta inestabilided ea los sistemas comercialesy flujos de obsidiana, porunayotraruta, = bs 3 Este trabajo presenta algunas observaciones hipétesis acerca de tes rulas comerciales mayas que viaculaban {es tierras bajas del Peten y de Yucaian con el Altiplano de Guatemala, principalmente durante el periodo cldsico! El abjeto enfocado esel comercio de larga distancia. Entre tos diversos aspectos de este tema tan debatide ten los fos 70, ponemos énfasis en los que correspoaden a la organizacién sociv- de informacién cultural que sustentan todo sistema, comercial entre regiones o entidades distantes (Adams 1974: Flannery 1968; Freide{ 1986; MeVicker 1978; Price 1978; Renfrew 1975). De hecho, ningun sistema comercial de larga distancia, aun cuando poco institucidmalizado, puede operar de manera eficiente sin fz existencia de: (1) una base de orgenizacion para Ja obtencida. of procesamiento y el transporte de bienes intercambiedos, y (2) un flujo de informacién de indole “cultural” entre las sociedades involucradas en el sistema, sobre sus necesidades econémicas, Estas pueden ser expresadas en términos econsmicos, pero tambien en terminos sociales y politicos, por cuanto lo puramente econdmico ao es mds que una ficcion, econdmica y al intercem! En esta perspectiva, fa “arqueologia && patrones comerciales” abarca y al mismo tiempo rebasa. varios niveles de analisis. como son el andlisis cuantitativo y cualitativo de fas distribuciones espaciales de artefactos supuestamente intercambiados en el pasado (obsidiana, jade... por ejemplo, McKillop 1989, Sidrys 1976), el andlisis de los contrastes ecolégicos entre las regiones involucradas (por ejemplo, Thompson 1964, Rathje 1971) y fa investigacion regional a lo largo de rutas comerciales hipotéticas (McKinnon et al. 1989). Esta arqueologia retoma los datos resultantes en otro nivel de sintesis, situdadolos en lo politico y lo histérico, En to politico porque, en dltima instancia, le base or ganizacional, o institucionalizacién, del comercio de larga distancia, y el intercambio de informacién cultural que sustenta este comercio son componentes del sistema politico de cada sociedad comerciante. En to hhistdrico porque estes components, al igual que los demas, responden a dindmicas temporales, de tal forma que ua sistema comercial de larga distancia siempre fluctua, se molifica. y se transforma a través del tiempo, en la medida en que las sociedades comerciantes evolucionan (ver Zeitlin 1982). Este estudio enfoca esencialmente dos grandes rutas comerciales entre las regiones de Petéa-Yucatén y el Altiplano de Guatemala (Figura 1): la ruta fluvial- terrestre de Alte Verapaz y la ruta fluvial-terrestre-maritime del valle del Rio Motagua y del Mar det Caribe (llamada en adelante, “ruta del Motagua-Caribe") (ver Arnauld 1981, 1986, y Hammond 1972),Por definicidn estas rutas abarcan un tramo ea Uierras altas y otro en lierras bajas, 1o que plantes Ia cuestion de su articulacion eficiente 2 nivel fogistico, econémico, cultural... Esta cuestién, considerada generalmente desde fas tierras bajas, se trata en el presente ensayo mds bien deste fas 4 Uerras altas, En le perspectiva aqui propuesta, 2 las dos rutas correspondieroa, durante el Clésico. por lo menos dos sistemas comerciales. cuyes relaciones reciprocas pudieron adquirir un cardcter de competencia o de complementarieded, no solamente a nivel geografico, sino también en fos niveles “politico” (orgenizacién y flujo de informacién) e histérico (fluctuaciones temporales de los sistemas). Estos son tos elementos que merecen algunas refleriones, aqui brevemente expuestas. Mas vale precisar de antemano los limites de la discusi6n, Primero, siendo la obsidiana el mejor marcador arqueotdgico dg sistemas de intercambios a larga distancia en parte gracias ala fiabilidad de los andlisis de procedencia~ se discutira, en prioridad lo que se refiere a comercio de obsidiana . No hay duds que la obsidiana , fue un elemento muy importante, en términos de demands, oferta, volumen| transportado..etc, de los intercambios prehispanicos, aunque ciertamente noel taico. sal, cacao, algodéa..ete, también circulaben en cantided Segundo, en a discusi6n se postula que, de los intercambios a larga distancia, la mayor parte, o la parte econdmica © histiricamente més determinants, fue organizada por Jas élites socio-politicas y las élites econémicas (especulando que convergian los intereses de unas y otras). ¢ fb largo de rutas controlades. Tienden a. sustentar este postulado tas primeras evalvaciones cuantitativas del papel jugado por los grandes centros en la distribucion de la obsidiana (por ejemplo, Rice 1984, Sidrys 1977). Pero, tanto en el Preciisico como posteriormente en momentos de crisis de tos centros primarios, es probable que las transacciones no-elitistas y decentralizadas hayan manejado volomenes muy importantes de bienes a nivel de comunidades de base, por caminos mucho més diversificados (Arnauld 1981). Sin embargo, dejeré de lado este tipo de intercambios por la sencilla cazén que, para ideatificarlos © solamente discutislos, hace falte todavia cierto grado de precision en cuanto al contexto (doméstico/piblico, rural/central..) de las muestras de obsidiana analizades, AS DOS RUTAS: MODELCS AROUEOLOGICOS En los modelos comerciales construidas desde 10s asios 70 (ver una presentacion en Dreiss y Brown 198959-62), funcionen actualmente dos grandes patrones bésicas, uno geografico y otro cronologico. A nivel geografico, considerando fos multiples caminos potenciales entre tierras altas y tierras bajas, fo pertinente es Ie alternativa tierra/mar (Andrews et al. 1989:360; Hammond 1972; Hammond 1982Figure 1; Hammondet al, 1984Figura 1; Nelson et al, 1977), es decir (Figura 1): por un lado, fa ruta terrestre y fluvial a lo largo de los rios Chisoy, Pasién y Usumacinta, que aqui Hlamamos ta ruta de Alte Verapaz, por el otro lado, fa ruta del valle de! Rio Motagua y del Mar Caribe, aqui llamada "Motegua-Caribe’, En cuanto @ Ia distribucioa de obsidiana, la primera ruta corresponde a los yacimientos occidentales ~- Ft Chayal, 8 disteibucién de la materia prima: 1a proporcién de obsidiane de Rio Pixcaya (ruts de ‘Alte Verapaz) en relacion con la de El Chaya! (misma ruta) y de Intepeque (ruta del Motagua-Caribe) es mas alta durante el Clasico tardio en los asentamientos rurales que en Jos centros grandes, Esto sugiere la existencia de sistemas mas diversificados que {os derivados del modelo geogréfico (ver también Dreiss 1988; Healy et al. 1984). En particular, merece consideracién la hipdtesis de intercambios a nivel de comunidades de base, sin intervencién de las élites, entre Rio Pixcayad y el Petén por los caminos de Alta Verapaz (Arnauld 1981). Los aspectos de! contexto “social” son multiples pero un punto fundamental es el siguiente: como mercancia, [a obsidiana ‘ho tenia el mismo valor mercantil y cultural en fas sociedades mayas de Pettn-Yucatdn que en las def Altiplano, fo que en ‘Sltima instancia so debe al cardcter “ex6tico” (importado de Lejes) de 1a obsidians en las tierras bajas. En tal contesto, ta demanda de obsidiana en éstas Ultimas pudo variar mucho sega las dinémicas sociales que se dieron en los centros y alrededor. desde el Prectésico hasta la conquista (ver Santley 1983:93-94). Moholy-Nagy en Tikat (1976), Rice en los lagos del Petén (1984), Sidrys en ef Petén (1976) han aportado datos que tienden a confirmar fa complejidad y las fluctuaciones de la demands de obsidiane. Se necesitan otros estudios para poder situar cBrrectamente los sistemas de comercio de obsidiana en una *perspectiva def consumidor” (McAnany 1989), AS DOS RUTAS: CONTEXTO SOCTO- POLITICO Laimportancia dé la base organizativa, cualquiera sea su grado de complejidad, es crucial en Ia operacién de sistemas comerciales de larga distancia, Por consiguiente, en sus estrategias de investigacién, la “arqueologia de, patrones comerciales" en el area maya debe buscar el enfoque inter-regional més amplio, es decir, no limitedo a las tierras bajas 0 alias. También debe adopter fa perspective cultural més completa, es decir, no restringida 2 lo econémico, Quizds los tradicionales --e indispensables-- andlisis cuantitativos de distribucién de obsidiana, jade, pedernal... volverda a ser, no tanto los datos que inducen a priori las reconstrucciones de modelos comerciales, sino los indicadores que controtan a posteriori tales modelos, cuando éstos se consiruyan sobre 1a base de datos culturales cualitativos mucho més diversos y amplios. Sin embargo, tal diseio de investigacién no deja de presentar riesgos. ya que ‘no cualguier conjunto de datos culturales resultara de por si significative de uns relacién comercial. Se requiere abundancia, diversided, y coherencia interna entre tos datos; coberencia controlada en tltime instancia por el conacimiento estructural que tengemos de las sociedades mayas, en particular del estatuto asignedo a lo econémico. Los datos que se presentan a continuacion en forma esquemstica constituyen bases todavia preliminares tiempos coloniales, se desconocen las posibilidades de navegacién en el Rio Motague ‘Fampoco se ha estudiado la conerién de le excelente vie del Rio Dulce y del Lago de Tzabal con el valle del Motague: cabe observar al respecto que el “pueris fluvial” clésico de Quirigua (Sharer 1988.36) esta localizado justo al extremo def camino que atraviesa le Sierra del Mico en su parte més estrecha para comunicar el valle del ‘Motagua con el Lago de Izabal. Lo anterior parece indicar que el trafico prehispanico, entre el mar y el Altiplano, seguia el mismo camino que en los tiempos coloniates, es decir por el Rio Dulce, el Lago, y por tierra hasta Quirigué, para seguir de nuevo la navegaciéa por ol Motagua rio arriba (Gage 1979:35-39; Heefkens 1969:19, 27, 99, 2555, ver Sharer 1978: Figura 1) if La via de Alta Verapaz tambitn sigue ejes fluviales. Se menciona frecventemente la via fluvial del Chixoy-Usumaciats (ver, por ejemplo, Santley 1983: 101) pero en realidad el valle del Chixoy entre Cavinal y Salinas de los Nueve Cerros forma una via no navegable, Es una ruta dificil adn por veredas, por ser el valle muy encajonado entre altas sierras; presenta varias tramos aun intransitables rio abajo de San Cristobal Verapa2. Al norte de Coban en tierra més caliente y himeda, el sistema fivvial navegable es extenso (por Jos multiples afluentes del Rio de 1a Pasion, del Chixoy, y del Usumacinta) pero mucho mé& fragmentado que {a via de! Motagua: obliga a realizar frecuentes rupturas de carga entre rios y caminos. Ain en {fa parte ancha de! Usumaciata existen répidos peligrosos entre Yaxchilda y Piedras Negras. De menera general, fa ruta de Alta Verapaz es mds ardua que la def gran valle del Motagua. debido a fas sietras altas y himedas que atraviesa, y a los aumeroses rios que cruza, cuyas peligrosas erecidas son frecuentes en tiempo de Luvias (ver Sapper 1985). La documentacion de 6poca colonial sobre fas dificultades del camino entre la Verapaz y Yucalén es abundante y elocueate? , A pesar de ser la mds corta y directa entre tierras altas y bajas (ver Adams 1978: Arnauld 1986; Hammond 1975, 1978), esta ruta no habia de facilitar el transporte de mercancias pesadas. Més que en términos geografices, el grado de complementariedad o de competencia que hubiese existide entre los dos rutas se debe evaluar en el conterto_. socio-econémico. Como fo abserva el viajero Haefkens a principios det siglo XIX, es posible arreglar un camino arduo y/o orgenizar servicios asociados, siempre y cuando la importancia comercial del eje considerado en su totalidad justifique el esfuerzo y le inversién. La competencia entre varias rutas comerciales es marcada por factores organizativos més que geogréficds (Rathje et al. 1978:150). Al respecto, es interesante observar que los datos cuantitativos de distribucitn en sitios de Belize sugieren "2 cegree of autonomy of coastal sites from Tikal’s sohere of influence” (Dreiss y Brown 1989.62), esdecir, maccarian un factor de organizacitn. En forma andloga, interpretando datos cvantitatives més controlades de fos asentamientos clasicos de ios lagos dei Peten central, Rice (1984:191) observa el juego de un factor social en el acceso y Ia 5 Jilotepeque ahora ilamado Rio Pixcaya --, la segunda a los yacimientos orientales -- principalmente Ixtepeque--, todos localizados en las tierras altas, El patron cronolégico aparecio desde los primeros andlisis de procedencia (Graham et al, 1972; Nelson et al. 1977): en los centros de tierras bajes se importaba durante el Precldsico antiguo y medio 1a obsidiana de Rio Pixcaya, luego durante el Preclasico tardio y el Clasico vino a dominer la obsidiana de El Chayal y finalmente en el Postclasico, la de Ixtepeque, Combiner esta secuencia cronolégica con ef patron geografico es el objetivo fundamental de los modelos comerciales, en base a andlisis de procedencia, En particular, en los trabajos de Hammond (1976) y de Nelson (Nelson et al. 1977. 1978, 1983:217-218). se nota la construccién siguiente, aqui simplificada: durante e! Preclasico dominaba la obsidiana de Rio Pixcaya transportada por la ruta de Alta Verapaz, durante el Cldsico la obsidiana de El Chayal por la misma ruta, y durante el Postclasico la obsidiana de Ixtepeque por ta ruta del Motagua-Caribe. En alguna medida, los estudios mas recientes buscan validar, invalidar, y refinar esta construccién (ver un modelo muy elaborado en Dreiss y Brown 1989. a pesar de la fragilidad de los datos). En general, se da prioridad al patron cronoldgico sobre el patron geogréfico (por ejemplo, Dreiss y Brown 198965; Healy et al. 1984:414,416). Pero algunos analistas buscan corregir el cronolbgico por el geogréfico: Andrews y colegas (1989:360) aducen que la predominancia de la obsidiana de Irtepeque en el cuadro posteldsico se debe a que casi solo se han analizado materiales de sitios de 1a costa del Caribe, y que, al tomar en cuenta los datos de sitios localizados en 12 otra ruta --la terrestre--, se reforzaria la representacién de £1 Chayal. En otras palabras, quizas Ja ruta terrestre seguia funcionando durante el Postcldsico. De fa misma manera, otros sugieren que la ruta maritima existia antes del Postclésico (Guderjan et al. 1989; Healy etal, 1984; McKinnon et al, 1989), En estas construcciones. se toman en cuenta {os datos cuentitativos de distribucién, los parametros geogréficos, es decir, los puntos de partida y Wegada de la obsidiana, y fos itinerarios, asi como los parametros cronolégicos, es decir fas, secuencies culturales de los centros de tierras bajas, De las tierras altas, sblo se tiene en consideracién las fuentes, puntos de partida abstractos, localizados en ef centro de “zonas de abastecimiento” (" supply zoaes"), un concepto que define una zona de abundancia y abastecimiento facil en un rayo de 200-300 Km (McKillop 1989-43). De tal matiera que la cuestion del acceso y del control, ¢ nivel econdmico y socio-politico, de ElChayal, Rio Pixcaya, e Intepeque no tiene mucha pertinencia. al menos mas alla de Ia secuencia cultural propia del centro primario mas cercano, es decir Kaminaljuya (pero ver Rice 1984:183,192-193). Esquematizando, se considera cada uno de los tres grandes yacimivatos como el origen geogréfico puntual de flujos de obsidiena estables durante un lapso de tiempo dado hacia las tierras bajas. a lo largo de una ruta geograficamente determinada como Ia més conveniente entre el yacimiento ry et centro y-de distribucién del Petén o de Belize. Esta vision harménica, o “simbiética’, 6 resulta sin duda de la falte de datos precisos en cusato a la distribucion de obsidiane en ef Altiplono maya, Pero también se debe al hecho de que se da prioridad a los datos cuantitativos sobre fos cualitatives referentes @ [a organizacién y a la dindmica historica de tos sistemas comerciales, tanto en las tierras bajas como en as tierras alias. Fundamentalmente, lo que se pretende debatir aqui es precisamente esta, prioridad, y lo que se propone agregar a los modelos de intercambios a larga distancia es el elemento de complejidad (mas que de harmonia simbidtica) aportado por les secuencias crono-culturales del Altiplano maya. LAS DOS RUTAS:CONTERTO GEOGRAFICO Sin duda, la geografia tanto de fa localizacién de fos yacimientos como de fos grandes ejes fluviales, obliga a considerar la dicotomia de las dos rutas de Alta Verapaz y del Motagua-Caribe como efectiva para el acceso y el transporte de obsidiana (Figura 1): como es de esperar, I obsidiana de Intepeque esté bien representada en vn centro cldsico del valle del Motagua como Quirigué, y asi mismo en centros de fa costa de Belize (0 cercanosa la costa), mientras que 1a obsidiana de El Chayal y de Rio Pixcaya domina ea Jos centros de Alts Verapaz y-en Seibal (Cuadros 1, 2, 3).n principio, ls dos vias permiten un transporte iguaimente eficiente, la ruta de Alta Verapaz por ser corta y la del Motagua-Caribe por ser en su mayor parte de navegacién répida, A primera vista, las dos rutas se completan, considerando también que Ia primera vinculael Altiplano con 1a costa del Golfo, en tanto que Is segunda da acceso a toda le fachada opuesta. la del Caribe. Ea suma. coexistian una via occidental (Alta Verapaz) y una via oriental (Motagus-Caribe) Logicamente, las dos rutas y los dos sistemas comerciales correspondientes eran complementarios y competitivos, especialmente en la regién noreste del Petéa, cuyos centros como Tikal tenian salide por ambes rutas. Con fa distancia desde un centro importador hasta las fuentes de obsidiana, aumenta {2 probabilidad que existieran varios sistemas de obtencién a partir de dos o tres fuentes distintas (Seatiey 1983: 94-96). Entoncés,Tikal y centros ceccanos como Jos de fos Lagos del Peten central deberian tener, te6ricamente, tanta obsidiena de El Chayal-Rio Pixcaya como de Trtepeque, Los datos disponibles invatidan esta hipétesis (Cuadros 1.2.3). Pero, para su eveluscién precisa en Tikal, hace falta precisi6n cronolégica y contextual en los datos cusatitativos En todo caso, la realidad fue més compleja de lo que los pardmetros de distancia dejan entrever. La evaluacion comparativa de las dos rutas en términos geograficos (Figura 2) seguird presentando muchas dificultades, por lo menos mientras no se realice una investigaci¢n especifica que busque compsrsr las condiciones ¢el transporte, con tecnologia prebispénica, « Jo largo de Jos dos ejes (para la ruta terrestre, ver Adams 1978, Hammond 1978; para la navegacién maritima en el Mar del Caribe, ver McKinnon 1989), Rio arriba de Gualda, ef desembercadero utilizado en 9 Rice (1984) subraya la dificultad que implica todavia la investigaci¢a de sistemas de importacion y disteibucibn (especieimente para 12 obsidians) en las tierras bajas, cuando todavia fa base organizativa, social, econbmica, y politica es en gran parte desconocida en fas tierras alias mayes, Por ello, dicho sea de paso, se han discutido mucho més los intercambios entre tierras bajas mayas y alliplana mexicano (por ejemplo, ver Miller 1983a) que entre tierras baiss mayes y eltiplano de Guatemala, cungue estas Ultimas regiones estén geogrdficamente vecinesy vinculadas por dos grandes sistemas fluviales. Dos nexos organizatives para el comercio de larga disteacia han sido estudiados en Guatemala al sur del Petén, aunque lodevie quedan sin aclarar muchos aspectos de Los sistemas involuérados, Son: Kaminaljuyu (incluyendo el Valle de Guatemala) y su relacion con Teotihuacan y Tikal durante el Clisico temprano y medio (400-600 D.C; Browa 1977; Cheek 1977:450; Coggins 1979; Millon 1988:115-123, Sanders 1977:407-408; Santley 1983) y el y2 mencionado “puerto fluvial” de Quirigué (Sherer 1978: Jones y Sharer 1986: Sharer 1968: Stross et al. 1983) Kaminaljuyd esté localizado cerca de los yacimientos de E! Chayal y Jilotepeque-Rio Pixcaya (Figura 2; en realidad, son exiensos sistemas regionales de fuentes de obsidiana: ver Hurtado de Mendoza y Jester 1978). Quirigué tiene acceso ¢ las fuentes de Intepeque. La via mas corta desde Kaminalfuyd hacia el Petén es la de Alta Verapaz (ver Arnauld 1986:106), mientras que Quirigud esta estratégicamente situado, en su relacién con {es tierras bajasy a costa atldntica, en la ruta del Motagua. En alguaa medida, el desarrollo y la prosperidad de Kaminaljuya durante ef Preelésico y el Clésico resultaron de su capacidad efectiva por integrer las actividades de extraccién, procesamiento y distribuciin de varios bienes, entre los cuales la obsidiana parece haber desempedado un papel determinante:"the growing city gressively sought a monopoly on the lucrative regionel obsicien, fede, cacea trace networks” (Sidrys y Kimberlin 1979: 121), Por medio de un esquema cronologico relativamente preciso, Michels describe 1a organizacion social de las actividades de produccién de laminas prismaticas en el gran asentamieato, desde 200 A.C. hasta 1000 DC. (1978): estas actividades parecen haber sido relativamente ceatralizadas y controladas por les Glitest . Sin embargo, Michels no menciona el papel que Teotihuacan hubiera desempedado en esta estructura integrada; observemos por lo menos que, con el momento de [2 presencia teotibuacana (400-600 DC), corresponde cierto desplazamiento socio-poitico y espacial de Iss “fébricas” de laminas (1976:115). Ahora bien, en su estudio de la “influencia teotihuacane en Kaminaljuy®” Cheek por sv lado no menciona que fas actividades relacionadas con Ia obsidiana hayan podide atraer e interesar a 10s teotihuacenos en Guatemala (1977:450). Michels sefiala brevemente aque [as fébricas de laminas destinades a a exportacion a large distancia queden por descubrir afuera de Keminaljuyd ((1976:117); entre verios problemas, este L 10 sefialamiento plantes el que se Bayan exportado efectivamente lémines prismaticas mis bien que nucleos preparados y macroléminas (ver Sidrys 1979). Finalmente, en este contexte de datos todavia algo confusos, le corresponde a Santley sintetizar y aducir que Teotibuacan dejaba en manos de las élites de Kaminaljuyd, sino la extracciénd, por fo menos el procesamiento de los bloques traidos alas “fabricas” locales, pero si controlaba el treasporte y Ie distribucion comercial a larga distancia, tanto de obsidiana como de otras mercancias como cacao (1983:100- 101), Este autor utiliza los mismos argumentas etnohistéricos de Sanders en lo que se refiere a las caracteristicas de los mercadergs teotihuecanos comperados con los pochtecas de tiempos posteriores. También aprovecha los datos refereates. por una parte a la relaciSa politica que unia Tikal, Keminaljuya y Teotihuscan durante el Cidsico temprano-medio, por otra paris a {a abundancia excepcional de obsidiona de El Chayal y de Pachuca (verde) en Tikal, Estos datos supuestamente hacen de Tikal el tercer nexo de un sistema comercial triangular en el cual Kaminaljuyt controleba la fuente y ef procesamiento, Teotihuecan el transporte a larga distancia, y Tikal fa redistribuci6n local y en las tierras bajes. Admitiendo que este monopolio triangular haya funcionedo, queda por resolver el problema de ia ruta utilizade y"organizada por los teotihuacanos desde Kaminaljuyi hasta Tikal. Santiey menciona brevemente las dos rutas del Chixoy- Usumacinta y del Motagua , buscando huellas de une presencia teotihuacana més bien en la primera (Ja mas corta; 1983:101-102). Sin embargo, hasta donde sepamos actualmente, los datos al ‘respecto son muy limitades, tanto en Zacualpa (Wauchope 1948; 9% de obsidiona verde no necesariamente fechada del Clasico temprano-medio) como en Chujuyub (Brown 1985: 274; datos no especificados y aparentemente fechados del Clisico tardio). En La Lagunita-Grupo A, Ichon encontré pocos rasgos teotihuacanos: algunos artefactos de obsidiena verde, vasijas citindricas tripodes. " cream-pitchers”, concentrados en la tumba C44 ¥ en la gruta artificial C48, y Fechados del momento en que el Grupo A iba a ser abandonado (300-400 D.C; Iehon y ‘Arnauld 1985; pero el Grupo B, quizas ms tardio, no ha sido excavado). El mismo autor no sefiale tales rasgos e lo largo del Valle del Chixoy (Ichon 1988); tampoco los tienen fos tres centros del Clésico temprano-medio excavados en Alta Verapaz suroccidental (Arnauld 1986). Esta hipétesis queda por investigar pero parece que ef desarrollo mas maicado de redes de centros socio-econbmicos importantes entre Raminaljuyu y a orilla sur del Petéa datan del Protoclésico (o Preclisico final), es decir, antes de la presencia teotihuacana en el Altiplano. Al Clésico temprano-medio més bien correspondis un vacio relative. Por otro fado, si tomamos la obsidiana verde (de Pachuca) fechade del Clisico temprano-medio como indicador de una ruta comercial controlada por Teotihuacan entre Kaminaljuyt y Tikal (ver Santley 1983), observamos: cantidades minimas o aun ausencia en Kaminaljuyé, en centros de Verapaz, en Altar de Sacrificios, en Piedras Negras, y en centros de Belize central y rr meridional, pero una enorme proporcién en Tikal (1 a 2% de toda la obsidiana recogida: ver Hoopes 1985:149; Moholy-Nagy et al. 1984Cuadra 1; Stross et al. 193:335) y cantidades no despreciables en Becdn, Edzna y centros de Belize septentrional (Cuadro 1; Dreiss y Brown 1989:68; Nelson et al. 1983:216). Los datos negatives no invalidan ef modelo de una relacién comercial triangular entre Teotihuacan, Kaminaljuyv, y Tikal durante el Clésico temprano- medio, pero si hacen dudar de la importancia efectiva de la ruta de Alta Verapaz, aunque esta sea geograficamente la més corta entre El Chayal y Tikal. Hoopes present argumentes a favor de Is ruta del Motagus-Caribg paca tal comercia, lo que explicaria quizds el colapso de Seibal como centro importante sobre Ia otra vis. durante el Clasico temprano (1985:160; ver tambiéa Healy et al. 1984:416) i pee Quirigus, ceatro importante con caracteristicas cullurates derivades del Petén y de Copdn. ha proporcionado una serie de datos que sugieren claramente su importancia comercial en el valle del Motagua durante el Clasico tardio. Por una parte, en analogia con Kaminaljuya y Teotihuacaa, Quirigué parece haber tenido relaciones muy estrechas con une “potencia extranjera”, en este caso Tikal, desde un punto de vista @ la vez cronolégico y dinastifo (Jones y Sharer 1986:32-33; Sharer 197863-85). Por otra parte, fa focalizacién del centro de Quirigué a la orifla del Motagua, sus estructuras, y arreglos identificados como infraestructuras especificas de un puerto fluvial, asi como el medio ambiente del valle aluvial favorable para cultivos de cacao,’son datés que sustentan firmemente Ia hipdtesis de que Quirigué fuese un centro de comercio importante (Sharer 1988:56; Ashmore 1984:384), Ya he mencionado también su ubicacién cercana al camino que une el valle al Lago de Tzabal. Ademds, el estudio del origen, de la distribucién. y de las tecaologias refereal a [a obsidiana en Quirigud y sus alrededores, ofrece algunas bases para entender ef comercio lejano desde ef yacimiento de Intepeque: esta materia prima era esencialmente controlada por fa élite maya del centro, mientras que {a obsidiana de El Chayal presente en el sitio no corresponde tanto a un comercio de large distancia, sino més bien 2 una industria litica doméstica que explotaba bloques halledos localmente en aluviones (Sharer 198857-58; Sheets 1983; Stross et al. 1983). Finalmente, hay que recordar la. presenciaen el valle del Motagua, al oriente de Quirigua, de yacimientos de jadeita/ quizds los Yaicos del area mays, no lejos de los centros cldsicas estudiados por Smith, Kidder y posteriormente Walters, en la regidn de Acaseguastian (Smith y Kidder 1943; Walters 1980) ‘Aun asi, Ashmore aduce que ”...Quirigué’s role in trade of obsi¢ian or even jadeite is still difficult to assess conclusively, although [...] Stross and his colleagues have recently argued for Petén derived colonization of the Maye Southeast specifically for the purpose af controlling trade in Ixtepeque obsidian” ( 198438 1) 12 Aunque se cuente tadavia con pacos datos especificas que permitan reconstruir Jos mecanismos del comercio de larga distancia desde Quirigué (obsidiana, jadeita. cacao...), disponemos ya de un conjunto amplio de datos que presenta un grado satisfactorio de coherencia interna y que, como tal, sugiere el papel desempedado por Quirigué en 1a organizacién y el contro! de la ruta del Motagua-Caribe, por fo menos en su parte transicional entre tierras baias y altas, El auge cultural y economico de este ceatro, en relacién probable con el comercio alo largo del valle, corresponde al Clasico tardio, es decir despues del colapso del sistema comercial triangular entre Teotibvacan, Kaminaljuyo y Tikal, En cvanto gf papel que pudo desempedar entre Iepeque y el valle del Motagus otto centro primario relacionado con las tierras bajas, es decir Copdn, a le fecha solo hey conjeturas (comparar al respecto, en Ia. misma obra colectiva, las ideas de Demarest, 1988:382, de Hirth,1988:324, y de Urban y Schortmaa, 1988:255-256). Durante el mismo periodo se dessrrollaron también varios centros a lo largo de {a otra ruta, en Alta Verapaz, desde Iss cuencas semi-aridas de Baja Verapaz hasta las orillas del Petén: Salto, Los Eacuentros, Chighén, Chamé son centros importantes focalmeate (N" 8,11,12.13 en la Figura 2), pero sus dimensiones demégrafica y monumental son mucho menores que las de Quirigua, Escasas estelas lisas presentes ea Chichén y monumentos burdos de esquiste en Salto desde fuego no pueden indicar conexiones dindsticas con Tikal o con los centros vecinos de Ia zone de la Pasion y del Petexbatta. Los andlisis de patrones de asentamiento en el contexto geogrifico de la Alta Verapaz suroccidental -- regidn estratégica entre tierras altas y bajas -~ sugierea que ainguao de estos centros lleg6 a dominar Jos demés. Mas bien, cada uno de ellos controlaba na entidad socio-territorial y politica relativamente restrin gida, de tal forma que la ruta de Alta Verapaz atravesaba una sucesién de entidades yurtapuestas, autonomas o independientes (Arnauld 1986) _He avanzado la hipétesis que Ia ruta comercial estaba organizada por fas élites de os pricipales centros, 10s cueles formaban uaa cadena de relevos desde tas ‘cvencas y los valles de! sur (valle del Motegua incluido) hasta Chamé y més adelante hhasia el Petén y Belize, La base de este modelo 1a dan las conexiones especificas que enlazan Jos elementos mAs elsborados de los complejos cerdémicos propios del Motagua medio, y de Verapez hasta Chamé y el Peta (Arnauld 1981:13; 1986:118). Coggins utiliza, de manera aun mas especifica, las coneziones estilisticas entre ceramices de Copan y de Alte Verapaz (Chamé, Chajcar) para sugerir también intercambios (comerciales?) durante ¢| Clasico tardio (1988:103, 106, 113-114), Las relaciones cerdimicas no demuestren la existencia de este patron de intercambio, pero si aportan un primer indicio En resumen , la fragmentacin politica caracteristica de la Alta Verapaz clésica tenia como expresiéa, en el sistema comercial controlado por las élites, ua sistema de 413 relevos dificilmente coordinado, probablemente fragil y precario (para una situaciéa similar en ef Quiché, ver Brown 1985:280). En contraste con Ins élites de Alta Verapaz, Je de Quirigué parece haber desempefiado en 1a ruta del Motagua un papel central de coordinacién para la operacién del comercio a larga distancia: por lo menos en lo que respecta a la obsidiana de Intepeque. No hey duda que durante el Clésico tardio Quirigud tenia. con Tikal y varios centros del Petén y de Belize coneriones directas, cuyas expresiones epigréficas e iconogréticas aparecen profusamgate en el sitio (Sharer 1978:63-65). Ea cambio, las coneriones entre centros de Verapaz y centros del Petén. aunque existentes, son mds dificiles de apreciare interpretar (Arnauld 1986:117). Ademés, n0 hey datos para afirmar que Je centralizacién caracteristica en Quirigué de ta industeia y de ta exportacion de obsidiane de Intepeque (Sheets 1983) se haya dado de igual forma en los centros de Verapaz para la obsidiane de Et Chayal importada focalmente (Cusdros 1,2,y 3: de las 49 muestras analizadas para 13 sitios, 45 provienen de Ei Chayal; una del Protoctisico y otra del Clésica tardio son probablemente de Rio Pixcaya; una del Postelasico tardio es de Ixtepeque; Villiers-Fisher 1979; Arnauld 1986:288)6 f En otras palabras, aunque falte datos al respecta, el contraste aparente entre Quirigudy tos centros de Verepaz sugiere que le rula segmentada de Alta Verapaz no ofrecia el mismo grado de orgenizacién que le del Motagua bajo control de Quirigus. El | intercambio cultural, necesario para la operacion del comercio a large distancia, hubo de ser relativamente mas efectivo entre Quirigua y ins tierras bajas gracias a sus relaciones politicas, que eatre of Petéa y las pequesas entidades de Verapaz. No obstante, algunos dates iconograficos sustentarian Ia hipttesis de una relacién politica entre Alta Verapaz 7 centros de fa zona del Pasion (ver por ejemplo; te interpretacién de la vasija 58-104 de Alter de Sacrificios, Adams 1971:75 Figuras 92-94) De ser confirmada su existencia, esta relacién daria testimonio del empefio que las lites de estos centros ponian en organizar un sistema comercial a larga distancia Ladensidad de obsidiane durante | Clésico tardio es un paremetro que deberia permitir en alguna medida apreciar el contraste, quizds el grado de competencia que existia entre las dos rutas, Por ejemplo, en la ruia de Alta Verapez las densidades son (Sydris 1977-Cuadro 1, datos del Cldsico; Arnauld 1986:118 datos del Clasico tardio-final). 38.1 gramos por metro cubico excavado, en Kaminljuyd 19210 para tres centros seguadaris de Alta Verapaz suroccidental , menos de 10 pare Salto y Chichén, ceatros primarios de Alta Verapaz (contertos funcionaies n0 correctemente controlados) Len Seibal, O5.en Altarde Sacrificios 23en Ueractin 15.3en Tikal 14 Los siete sitios clisicos excavados en el Vaile dei Rlo Chixoy han proporcionado poce obsidiens y en ellos, 1a practica ritual de fos escondites de léminas era comun, (chon 1988:115). Estos datos indican que la ruta comercial de Verapaz no tenia ta misma eficiencia que la del Motagua-Caribe: pocas cantidades de fa obsidiana que transitabe por los centros del Chixoy y de Verapaz alcanzabea los centros de le Pasion, aunque fa ruta de Alta Verepaz aparece como la més directa y corta. En resmen, si bien es dificil evaluar el grado de competencia efective entre Jas dos rutas de Verapaz y del Motagua-Ceribe, debido 2 que Jos datos cualitativos y cuantitetivos son escasos y mal fechados. pos Jo menos varios conjuntos de datos coherentes sugieren que el conterto socio-politico del Ciésico tardio favorecia ta segunda via en detrimente de la primera, Parece aceptable Je hipétesis segia fa cual los grandes centros de Jas tierras bajas se empefiaron en organizar, quizas monopolizar, los intercambios de larga distancia privilegiendo 1s ruta del Motagua- Caribe de preferencia a la de Alta Verapaz. Sin embargo, en tal caso, la obsidiana de Intepeque (controlada por Quirigua) hubiera llegado en las tierras bajas en cantidades iguates o superiores a Ja de El Chayal (no controlada por Quirigud): la proporcibn registrada arqueoldgicamente es inversa dyrante el Clasico. En sintesis, el fendmeno de competencia seria doble: entre las dos rutas, y entre los dos polos de organizacion que eran Kaminaljuyé-El Chayal, con o sin el apoyo de Teotihuacan, y Quirigué- Intepeque, admitiendo que el primero utilizaba las dos rutas y que fs competicibn més aguda se dabs en la ruta del Motagua. Ahora bien, a este nivel de complejided, hay que insistir en 1a falta de datos cvalitativos y cuantitatives fechados con precisién ya que. sin ellos es dificil apreciar el impacto de otras variables: asi por ejemplo, no cabe duda que el factor histérico marcé también Is organizaciba de los intercambios durante el Clasico tardio ‘LAS ‘AS YL IS) COM AS! NAM] ISTORICA La mayor eficiencia econdmica de 1a ruta del Motagua-Caribe es un hecho explicable en términos geograficos y politicos del Clasico medio-tardio, pero no por ello representa una realidad permanente e inalterable desde el Preclésico hasta fa conquista en el drea maya, El énfoque discronico permite apreciar mas concretamente fo que pudo ser [a competicién entre las dos grandes rutas y los sistemas comerciales asociados que vinculaban fas tierras bajas ¥ el altiplano de Guatemala. Partamos de un esqueme diacrénico tentativo. Durante el Clasico temprano- medio, Teotihvacan intents, y posiblemente logré, monopolizar el comercio de obsidiana a través de su relacién politica con Kaminaljuyt y Tikal (entre 400 y 600 De, Cheek 1977). Simultdéneamente, Copan y Quirigué mantenian relaciones 15, reciprocas, y también relaciones aparentes con Kamineljuy4, con Teotihuacan, y con Tikal (Ashmore, Schortman. y Sharer 1983:58-60; Coggins 1986:100-102; Reise 1988), Hipotéticamente, fa ruta def Motagua-Caribe era mds activa que fa de Alta Verapaz durante este periodo, por fo menos en términos de sistemas comerciales elitistas: ‘efectivamente, los centros de le zona del Pasion y del Usumacinta no lograban competir con Tikal, Strossy colegas proponen que, al fundar o controler Quirigua ea e! valle del Motagua, Tikal busc6 romper lo que los mayas del Petén podian considerar como [a omensza de un monopolio sobre el comercio de obsidiana (de El Chayal) por parte de Teotihuacan desde Kaminaljuye ( 1983335: ver también Sheets 1986236). En todo caso, fa distribucion de la obsidiane de Intepeque es minima para este periodo (Cuadro 1). Posteriormente (alrededor de 600 y hasta los afios 750 D.C.), Quirigua eatro en competencia aguds con Copa (Jones y Sharer 1986:31), quizés para el control de los intercambios orgenizados (Linicialmente por Kaminaljuy0-Teotihuacan?) en fa via del Motagua. Fue solo después de su victoria sobre Copdn (737 D.C.) cuando Quirigué presents toda la prosperidad de un gran centro comercial, Pero en este mismo momento (750 D.C.) en las tierras altas, Kaminaljuyd seguia siendo un enorme centro de produccion de obsidiana, hasta posiblemente 1000 DC, y en las tierras bajas algunos centros ya iniciaban el proceso de colapso final. La obsidiana de! sistema Ixtepeque-Quirigud nunca pudo substituirse a 12 de El Chayal. tampoco parece haber desplazado Ja de Rio Pixcayaen ciertos sectores del Peten central (Cuadro 2), Para el lapso 700-850 DC. (antes, y sobre todo después de fa captura de 18 Conejo en 737), datos epigraficos, iconograficas, y estilisticos indican el desarrollo de relaciones entre las Hlites de Copa, de Alla Verapaz, y del Usumacinta, hasta de Palenque (Clancy 1988:204; Coggins 1988:109; Miller 1988:186; Reise 1988), asi como entre élites de Quirigua y de los centros del Usumacinta (Coggins 1988:109, Miller 1983b). Si se postula que habia en Ja sociedad maya convergeacia de intereses entre lites pollticas y élites econbmicas (pero ver McAnany 1989:342), entoncts estos indicios permiten deducir 1a existencia contempordnea de relaciones comerciales. Al menos sugieren que Copan y Quirigué quizés buscaban reforzar contactos que les permitieran diversificar sus rutas de acceso a las tierras bajas, en periodos en que la competencia de Kaminaljuys se hacia fuerte en el valle del Motagua. Al respecto es intéresante observar pequedas cantidades de obsidiens de Intepeque en Seibal af final del Clasico (Cuadras2,3) Aunque mAs duradera que Ja de fos centros del Petén, Ia prosperidad de Quirigud estuvo declinands entre 800 y 900 D.C.. y el centro pasd bajo el control de un grupo extranjero, procedente posiblemente de la costa este de Yucatdn (Jones y Sharer 1986.33; Sharer 1982): este grupo ." probably was related to the new ‘see-oriented Putun Maya merchent elite.” (Sharer 1988:61). Entre 850 y 950 D.C, y posteriormente, se 16 produjeron también intrusiones de élites extranjeres en algunos centros de 1a otra ruta, la del Usumecinta y de Alte Verapaa: en Seibal, Altar de Sacrificios, Chinaie hasta Los Eacveatros y otros centros del Rio Chisoy medio (Adams 1973; Dillon 1978, Tehon 1988:141-143; Ichon y Hatch 1992.92-96; Sabloff 1973). Al igual que en Quirigus, estos gruposestaban supuestamente relacionados con las nuevas redes comerciales de los putunes o mayas-chontates (Sabloff y Rathje 1975; Thompson 1970; Fox 1978; 20 estd claro si tal fue el caso de fas intrusiones en el Rio Chisny medio, que Ichon fecha de 900 a 1100 DC; pero hay indicios positives). Simultdneamente, el colapso de los centros del Petén se estaba geaeralizando, aunque de manera menos marcada en Ia region de los lagos del Peten y en Belize (Rice 1985; Pendergast 1985). Quirigud siguis ocupade durante el Postclésico temprano pero habia dejado de ser un contro politica y comercialmente importante. En un lapso de tiempo fechado del Cldsico final en Seihal y en Tikal, pero del Postclésico temprano en la regitn de fos lagos. la obsidian de Rio Pixcaye aument (Cuadro 3; ver también Nelson etal. 1583:216). Este dato, si es confiable, puede reflejar tun nuevo auge de intercambios deceatralizados por Ja ruta de Alta Verapaz (ver nota 3), durante el colapso y después. Sin embargo, no aparece esta obsidiana en Alta Verapaz. Por laotra ruta, en el mismo momelto, se estaba desarrollando un comercio maritimo mds eficiente, mientras se imponian centros poderosos como Chichén Itza y Lamanai (Andrews tal, 1989; McKillop 1989:49-51; MeKinaon et al. 1989). En la costa de Belize y haste ol Petén central, Ja obsidiana de Intepeque alcanz6 fuertes proporciones y una distribucién generatizada (Cuadro 3). Sin embargo, en cuanto ala situacién contemporénea imperaate entre Ixtepeque, el Motagua, y el sur de Belize, hhay escasos datos especifices. Fowler y coleges sugieren que una entidad pipil centradaen Asuaciba Mita controtata Ixtepeque (1987.159). En algun momenta, quizés en el Postclisico tardio, Nito reemplazb Quirigua en tanto que centro comercial importaate, localizaéo en {a boce del Rio Dulce (Figura 1) Estaba bajo el control de los mayas-choatales de Itzamkenat ¥ Ricalango (Costa det Golfo). No fejos estaba el centro andlogo de Naco (que habla reemplazado Copan”), en la costa de Honduras. Otro centro politico y/o econémico importante en el valle det Motagua pudo haber sido Acasaguastida, ten mal conocido arqueologicamente como Nito (Miles 1957:740). Del lado de la ruta de Alte Verapaz silo es conocido en detalle ef centro de Cavinal, en et cual la ebuadaate iconografia de Ia divinided Ek Chuah sugiere que el comercio.a lo largo del Chixoy no carecia de importancia para la élite local (Ichon etal, 1980-201). Finalmente, recordemas que Cortes viaj6 en 1524-1525 de Iwambanak haste Naco, no por fa via fluvial del Usumacinta-Chixoy sino por una via que unia directamente tos lagos del Petén 2 Nite y al Lago de Izabal, ruta terrestre que Thompson no considera active durante el Postelésico tardio (1970:132). aunque varios documentos coloniales seiialan 12 existencia de una ruta cercane por el territorio manché en el siglo XVI (Figura 2; ver Sapper 1985). 17 Laimportancie de le ruta maritime circum-caribe durante el Postclisico tardio es bien conocide (ver en particular Hemmond 1976, y McKinnon et al. 1989). Son varias las investigaciones arqueolégicas que pretenden o logran detectar una presencia putun-maya-choatal a lo largo de las costas desde el Postelésico temprano (aun antes en Tulum, Miller 1985; ver también Andrews y Robles 1985, Sabloff y Rathje 1975). La etaohistoria confirma que las élites de te costa del Golfo controlaban en gran medida este comercio maritimo tardio, desde Itzamkanak y Kicalango (poniente) haste por lo menos Naco (oriente; Scholes y Roys 1948). La ruta maritima se conecta directamente con el valle del Motagua, o indirectameate por el Rio Dulce y ef Lago de Izabel En cuanto a la ruta terrestre-fluvial de Alta Verapaz rio abajo de Cauinal varios autores enfatizan la importancia del tréfico comercial en el momento de le conquista (Feldman 1985; Hammond 1978; Arnauld 1981), Sin embargo no situan este tréfico en el contexto contempordneo general del dre maya, Ademds. de acuerdo con las primeras crénicas espafiolas, no parece que hubieran eristido muchos mercaderes entre las bites locales y tampoco que existiera una via de comunicacién permanente y organizade desde los confines de Cobén hasta Yucatta. En tio caso, se debe mencionar que las sierras de Verapaz tienen una conerién directa con la via Izabal-Rlo Dulce por el valle del Rio Polochic (Figura 2). Este vaile parece haber sido controlado durante el Postclisico por centros pokomchis importantes (Chacujal, visitado por Cortés) y ofrecia una via de comunicaciba comoda, parcialmente navegable, y muy utilizada ea el siglo XVI Tomando en cuenta este esquema didcrénico, a pesar de sus lagunas © incognites, conviene observar que el momento de age de Quirigué no duré mucho mas de un siglo (730-850 D.C). Para este periodo, 1a mayor eficiencia economica y politica de la ruta del Motegua-Carite en comparacion con fa ruta de Alte Verapaz, es una hipbtesis pertinente (aunque todavia poco sustentada por los datos cuantitatives de disteibucion de la obsidiana de Ixtepeque). Ahora bien, se podria identificar otros periodos de competencis mucho mds aguda entre las dos rvtas y fos sistemas asociedos. En tales momentos, ta ruta de Alta Verapaz hubiera adquirido cierta supremacia efimera, para ls prosperidad, igualmente efimers, de los centros del Usumeciata, de Is Pasion y del Petexbata.asi como de Verapaz. Estos momentos podrian corresponder, uno al ocaso del sistema comercial y politico de Teotihuacan-Kaminsljuyé-Tikal (550-650 D.C.), el segundo al periodo de competencia entre Quirigué y Copdn (aprorimadamente 600 hasta 750 DC), y el tercero a las intrusiones del Epicldsico a fo largo de las dos rutas (850-100-1100 DC.) Estos serian periodes cortos. no tanto de crisis sino més bien de inestabilided. durante Jos cvales tal o cual centro lograre captar la mayor parte de los intercambios y conalizerlos durante un tiempo por la ruta que controlaba, para luego ceder la 18 supremacia 2 otro centro.que reorganizara una aueva ruta comercial. Visto en esta perspectiva, después de 550 D.C, cuando el supuesto monopolio de Teotihuacan- Kaminaljvyé decliaa ( monopolio no demostrada en realidad, sino en forma general por Santley, 1983:108), ef comercio organizado a lorga distancia entre tierras altas y bajas mayas parece marcado por uaa inestabilidad inherente, ligade a las dindmicas politicas de los diversos “estados-ciudades’ y a sus alianzas politico-comerciales, Para cesumir, tendriamos la secuencia siguiente: -- 400-600 D.C. Estabilidad, centralizacion, sistema comercial trian gular Kaminaljuyt- ‘Teotihuacan-Tikal por la rute del Motagua. Doming {a obsidiana de El Chayal, aparece la obsidiana verde de Pachuca, México, -- 550-650 Descomposicidn gradual del sistema, Keminaljuyé mantiene cieria dominacion de fos circuitos. Domina El Cheyal, desaparece Pachuca. -- 600-750 Inestabilidad, decentralizacion, competencia entre Kaminaljuy®, Copan, Quiriguden la ruta del Motagua-Caribe y competencia entre esta ruta y fade Alta Verapaz-Usumacint®, Domine El Chayal, aparece Intepeque. -- 750-850 Estabilidad y centralizaciOn relatives del sistema Quirigué-Tikal por la ruta del Motagua-Caribe, Kaminaljuyt mantiene su red. Domina El Chayal, aumenta Intepeque, -- 800-1000 Inestabilidad, decentralizacion y competencia. Intrusiones mayas- chontales (7) a lo largo de las dos rutas. Intensificacion de Ja ruta, maritima, Compiten El Chayal e Irtepeque, también Rio Pixcaya, y reaparece [a obsidiana mexicana. -- 1000-1300 Iatensificaciéa de fa ruta maritima, dominio de Chichéa Iva. ({Estructuracion del sistema comercial Xicalango-Nito-Naco?). Ocaso de Kaminaljuyd. Compiten El Chayal, Ixtepeque, Rio Pircaya, y la obsidiana mexicana. 1300-1520 Estabilidad y centralizacién del sistema comercial maya-chontal por fa ruta maritima circumcaribe. Domina Ixtepeque(?). Obviamente, esta secuencia es una sintesis mas hipotética que interpretativa. Tiene por lo menos el interés de sugerir hasta que punto la perspectiva diacrénica podria modificar de manera sustancial toda reconstruccién arqueolégica de! comercio maya de larga distancia. En otras palabras, af tomar en cuenta les factores socio- politicos, fa interpretacioa correcta de distribuciones cuantitativas de obsidiana en el espacio requiere probablemente un contro! cronoldgico sobre Los datos del Orden de 19 100 2 200 ados. Dicho adn de otro modo, Ia “secuencia cronolégica del comercio maya” (en este caso, de obsidiana) debe alcanzar el mismo grado de precisiin que las secuencias culturales combinadas de todos los centros mayas implicados en este comereio, tanto de tierras bajas como de tierras aitas. Tal enfaque plantea de nuevo el problema de la insuficiente precisia con la cual se fechan los datos cualitativos, y sobre todo los datos cuantitativos referentes a 1a obsidiana (wer Dreiss y Brown 1989). Pero, ademés de la variacibn cronologica. fos datos de distribucién ocultan probablemente otra variacién, que ao ha sido discutida aqui, solo aludide en celacida con Ie obsidiaaa de Rio Pixcaya (ver nota 3): es el juego stas e intercambios a nivel de comunidades de base. Para poder esclarecer el impacto relative de los dos sistemas, y también para controlar fa varisciéa temporal, so requiere una caracterizacion contextual precisa de las muestras analizadas: 4 proceden de contertos de ocupacién primaria (basvreros. 0 pisos) 0 secundaria (rellenos)? de ocupaci6a de cardcter elitists 0 “popular’? cuales son las proporciones relativas de obsidians en {os diferentes contextos? Tal control es factible (ver Fowler et al. 1987; McKillop 1989; Michels 1976; Rice 1984, Sidrys y Kimberlin 1979) entre intercambios el: CONCLUSION En el drea maya durante el Cisco, fos sistemas comerciales elit distencia se han esicucturado en torao a les condiciones de organizacién econ: socio-politica més que @ 1a condiciones geograficas. Esto explicaria que la ruta del valle del Rio Motagua y del Mar Caribe fuera més eficiente y activa que Ia ruta terrestre-fluvial que atraviesa Alta Verapaz, aunque esta altima es la mis coria y directa entre tierras altas y bajas. Sin embargo, también conviene ser ateato al hecho que. en el marco temporal, las dindmices socio-politicas de los “estados-civdades” y otras entidades mayas han afectado fuertemente fos sistemas comerciales mayas durante el Clésico y el Postclésico, A tal grado que cierta competencia agude pudo darse entre las dos rutas asi como entre los centros de organizaciéa del comercio (en particular entre Kaminaljvyo y Quirigud), modificando Ia disteibucion de materias primas (tales como 12 obsidiana de varias fuentes) durante Jepsos de tiemoo telativamente cortos. Otro elemento que he ecompaiiado 1a competencia es la fluctwacion en los intercambios no-elitistas de larga distancia, elemento muy poco conocido a la fecha. En esta perspective, ua control cronolbgico y contextual preciso “sobre fos datos cuaatitatives y cualitatives, referentes a interrelaciones politicas y comerciales, es imprescindible si se quiere reconstruir fos sistemas comerciales ‘meyas, sus modalidades, rutas, y dindmicas ‘—~" “Se han dado, desde fos afos 70, muy importantes evances ea el conocimiento cuantificado de Ia distribucién, més que todo en las tierras bajas mayas, de obsidiana procedente de varias fuentes. Series de datos han permitido construir patroaes 20 gcogrificos y cronolégicos amplios. Conviene ahora dar prioridad 2 los factores socio-politicas e histéricos en el estudio de los sistemas mayas de intercambio. Es obviamente necesario estudiar la circulacién y la distribucién espacio-temporal de Jos bienes intercambiados, obsidiana u otro. Pero, como lo sugieren o Io sedalan cada vez mas analistas, fos modelos espacio-temporales construidos no alcanzan la precision suficiente y, ea todo caso, no guardan la ave de su propio significado. Hace falta analizar fa organizacion y la dindmica historica de los sistemas de intercambios, tomando en cuenta las estructuras socio-politicas, las secvencias culturales, y las trayectorias historicas de todos los centros implicados en estos sistemas: tales datos “cualitatives’ podrian tener un potencial de prediccién més preciso y efectivo que los cuantitatives, Esta meta reauiere estrategias especificas, para obtener nuevos datos cvantitatives de manera sistematica y amplia, rebasando los limites entre tierras bajas ¥ tierras allas mayas, asi como las problemAticas especifices de cada sitio arqueologico, Solo de esta manera podra epreciarse en qué medida el comercio elitista de larga. distancia fue un factor determinante de los auges y ocasos que evidencian, en forma ‘muy variable, las secuencias culturales de muchos ceatros mayas, desde Yucatan hasta EI Salvador. Kaminaljuyd y Quirigua podrian revelarse como casos ejemplares en tal perspectiva. Guatemala, abril de 1989 revisado en Toulouse, octubre de 1990 NOTAS 4 Este trabajo es una versin modificada de una ponencia presentada ea ef Segundo Simposio de Arqueologia de Guatemala, 18-20 de Julio de 1988, Ciudad de Guatemale. Deseo agradecer a P, Becquelin, FJ. Bove, V. Darras, P.M. Rice, M. Ruiz, D. Michelet, E.Taladoire, y a os coleges que han revisado de manera andnima el manuscrito, por sv ayuda, sus criticas y sus comentarios, Sin embargo, cualquier error es mi responsabilidad 2 En realidad, actualmente Ia nica via que comunica la capital de Guatemala con el Petén es Ia carretera del valle del Motagua, con entronque hacie el norte a faaltura del Rio Dulce. La carretera pasando por Alta Verspaz (Guatemala-Cobéa-Flores) na es més que Une secuencia de tramos de trénsito lacal, completados sélo en 1985. 35i bien esta relativamente demostrado que el acceso a las fuentes del Chayal estaba bajo el control general de Kaminaljuys (Michels 1976; pero ver abajo, nota 5).se desconoce la situacién de las fuentes de Rio Pixcaya (Sidrys y Kimberlin 1979:122), 21 Sugoniendo que el acceso a estas Ultimas haya sido “Libre”, se podria hipotetizar que este "sistema regional de fuentes’, llamado Jilotepeque o Chimaltenango (ver Hurtado de Mendoza y Jester 1978), fuera ei més utilizado por las redes comerciales comunitarias, an para exportaciOn a larga distancia. 4 Para el andlisis de las actividades artesanales ligadas a la obsidiana en Kaminaljuyu, ver también Hurtado de Mendoza 1973, 1977. 5 En fin, el control centralizado de las elites de Kaminaljuyé sobre las actividades de extraccién en las multiples fuentes de obsidiana que rodean el asentamiento (ver Hurtado de Mendoza y Jester 1978Figure 1) parece muy dificil de comprobar, por lo menos sin estudios especificos de patrones de asentamiento 6 Estos datos cuantitativos plantean de nuevo el problema del acceso, libre 0 controlado, al sistema de fuentes de El Chayal; ver notas 3 y 5. YUCATAN FIGURA 1:Las dos rutas entre tierras altas y tires bajas en el drea maya. La ruta de Alta Verapaz corcesponde al sistema de drenaje hacia la costa del Golfo, la ruta del Motagua, al sistema de drensje hacia el Mar Caribe. Varias versiones bastante similares de este modelo geogréfico general de rutzs han sido publicadas desde 1972 (Dreiss y Brown 1989 Figura 1; Hammond 1972 Figura 1, 1982Figura 84, 1984Figura 1; Healy et al. 1984:Figura 1). Las principales fuentes de obsidiana son: PI = Rio Pixcaye, CH + Ei Chayal, IX = Ixtepeque. Los principales sitios arqueol6gicos mencionades en el texto son: ! Keminaljuys, 2 Copén, 3 Quirigué, 4 Naco, 5 Nito, 6 Chama. 7 Salinas de los, Nueve Cerros, 8 Cancuen, 9 Lubeaatin, 10 Punta Placencis, 11 Altar de Secrificios, 12 Seibal, 13 Piedras Negras. 14 Palenque, 15 Tikal, 16 Uaxactin, 17 Lamanai, 18 Santa Rita Corozal, 19 Becaa y Caicanas, 20 Ficalango, 21 Edzna, 22 Chichén Itza, 23 Coba, 24 Cozumel, y 25 Isla Cerritos GOLFO DE HONDURAS MANCHE toe? ase 1 FIGURA 2: Caminos de Verapaz y del valle del Rio Motagua, rea maya meridional. Fete mapa esté basadv en informaciones etnograticas, etnobistiricas, geogrdficas y arqueologicas, publicadas ¢ ineditas. Las principales fuentes de obsidiana son: PI « Rio Pixcaya, CHl -E1 Chayel, IX - Ixtepeque Los sitios erqueologicas figurados son: 1 Kaminaljuys. 2 Copan, 3 Quirigua. 4 Asuncién Mita. 5 Papalhuapa, 6 Guaytan y Acasaguastlan, 7 Naco. 8 Salto. 9 La Lagunita, 10 Cauinal, 11 Los Encuentros. 12 Chichéa, 13 Chamé, 14 Salinas de los Nueve Cerros, 15 Nito, 16 Lubaantin, 17 Wild Cane Cay. 18 Point Placencia, 19 Seibal. y 20 Altar de Saccificios ‘Ademas, dos etapas importantes en los caminos de época colonial son:21 Cobén y 22 Gualan, que también marcan en las dos rutas la transicioa entre tierras altas y tierras bajas, Se observa que las dos rutes son en realidad dos sistemas de caminos, conectados por el valle det Polochic entre los cruces de Cobén-Chichen y de Quirigué. CUADRO 1:DISTRIBUCION DE LA OBSIDIANA SEGUN LAS FUENTES. CLASICO TEMPRANO ( 300-600 D.C.) SITIOS ARQUEOLOGICOS PIX. CHA SKT -MEX® FUENTES BIBLIOGRAFICAS 2 SITIOS EN ALTA VERAPAZ® o 9 0 0 Villiers-Fisher 79, Arneuld 86 SEIBAL Pee OHH. Nelson et al, 1978 TIKAL 4 41 0 22 Moholy-Nogy et al. 1984 LAGOS DEL PETEN CENTRAL 6 1% o tf Ricoet al. 1985 RIO AZUL o 3 0 0 (Asaro et al. nd)in Dretss y B89 BECAN Tere Heres (Rovner 196 1)in Dreiss y B.89 CHICANNA o 6 0 0 (Rovner 198 1)in Dreiss y 8.89 12 SITIOS EN BELIZE © eee Dreissy Brown 1985 OBA 0 3 OF 0 Nelson et al. 1983 EDINA OREO rete Nelson etal 1983 PIX- Rio Pixcaya, CHAE! Chayal, IXT- Ixtepeque, MEX= fuentes de México Notas: Este cuadro no pretende dar mas que una informacién aproximada (hay inconsistencias entre los datos publicados), que pueda servir de referencia general. Enel periodo considerado, a obsidiana de Intgpeque (datos en negrilla) parece escasamente distribuida en comparaci6n con fa de fuentes mexicanas. 2 —_Lapresencia de obsidiana verde de Pachuca (Mérico) no esté sistematicamente reportada aqui: esta obsidiana se identifica generalmente de visu y por lo tanto, no se incluye siempre en las muestrarios analizados b —_Canuty Sutin (suroeste del Departamento), También 9 muestras procedentes de 3 sitios (Valparaiso, Pasmol6n y Sutin), fechadas del Precldsico final, han sido analisadss: 8 son de El Chayal, | es probablemente de San Martin Jilotepeque (Villiers-Fisher 1979), © Santa Rita Corozal. Moho Cay, Cerros, Chan Chen. Caledonia, Point Placencia, asi como Colhé, Pulltrouser Swamp, Nob mul, Aventure, Pachacan.y Kakaiché Dreiss y Brown proporcionan a serie de datos (1989:Cuadro 1, con las fuentes bibliogrdficas), que permiten observar que, de los 12 sities, 3 no tienen mas que una muestra analizads, y que silo Los6 primeros del presente listado tienen obsidian de Intepeque. CUADRO 2:DISTRIBUCION DE LA OBSIDIANA SEGUN LAS FUENTES. CLASICO TARDIO (600-850 D.C.) ‘SITIOS ARQUEOLOBICOS PIX CHA IXTMEX® FUENTES BIBLIOGRAFICAS QUIRIGUA lotto eeaa erect Stross et al. 1983, 5 SITIOS EN ALTA VERAPAZ © 1 o3 9 06 Villiers-Fisher 79; Arneuld 86 SEIBAL o 6 1 1 Nelson et al, 1977 TIKAL ego tts tee Monoly-Nagy etal. 1984 TRANSECT TIKAL-YAXHA 13 4 2? (Ford $1) in Rice 84.191 LAGOS DEL PETEN CENTRAL 13049 «29 2 Rice al. 1985 UAXACTUN 0 3 0 0 Nelson et al. 1977 RIO AZUL o 3 0 0 (Asaro et al ndhin Dreiss y B.e¢ BECAN-CHICANNA 0 2 44 0 (Rovner 8 1)in Dreissy 8. 89 16 SITIOG EN BELIZE © o 6 47 1 Guderjan et al. 1989 PUNTA PLACENCIA o 3 8 0 MeKinnon et al. 1989 COZUMEL o 2 0 0 Nelson et al. 1985 copa 0 4 oO 0 Nelson et al. 1983 EDINA THEE Sdeeee OLE Nelson otal 1985 PIK- Rio Pixcaya, CHA» ElChayal, [XT-Ixtepeque. MEX« fuentes de Mexico Notas:Este cuadro no pretende dar més que une iaformaciba aproximads (hey inconsistencias entre los datos publicados), que pueda servir de referencia general. Para el periodo considerado, los datos en negrilla sefalan que las fuentes de Rio Pixcaya y de Ixtepeque son aparentemente excluyentes, salvo en Tikal. a Ver nota a del Cuadro 1 b De fas 6 muestras, 2 provienen de una fuente vecina llamada Puente Chetunal. Las Vegas, Sulin, Valparaiso, Xuj4y Chichén (suroeste del Departamen! to). Probablemente de San Martin Jilotepeque (Villiers-Fisher 1979). e Santa Rita Corozal, Nohmu!, Colhd, Frenchman's Cay, Wild Cane Cay, Poptun, Pusith4, asi como Pulltrouser Swamp, San Estevan. Caledonia, Kichpanhé. Barton Ramie, Ponce, Lubaanton, Pork Pointy Doughboy Point (Guderjan et al, 1989: 367). Dreiss y Brown detallan los datos para los mismos sitios (1989: Cuadro 2; pero la suma no equivale exactamente a la de Guderjan et: al. 1989), lo que permite observar primero que. de los 16 sitios, 7 no tienen mds que una muestra analizada, segundo que los 7 primers del presente listado tienen obsidiana de Ixtepeque; Wild Cane Coy y Nohmu! totalizan casi 40 muestras: de este fuente; los otros 9 sitios no tienen obsidiana de Ixtepeque. SITIOS ARQUEOLOGICOS PIX oT MEX FUENTES BIELIGORAFICAS 6 SITIOS EN ALTAVERAPAL © o 1 oO x villiers-Fisner 79; arneula & SEIBAL PetHEHE EHP ECE Nelson at el. 1978 TIKAL 4 1 2 & Meholy-Nepy etal. 1984 LAGOS PETEN 830-950 1 12 4 0 Rioeet al. 1965 LAGOS 950-1200 7 1 17 0 Rice etal. 1985 RECAN 0 % 5S 9 (Rovner 61) nDreissy 8 89 CCHICANNA 0 7 8 2 (Rovner 81) in Dreissy B. 69 6 SITIOS EN BELIZE © 0 59 33 2 Guderjan et al. 1989 P. PLACENGIA 900-1150 OHH EHHOPHEHO! MeKinnen et at 1989 P. PLACENCIA 1 100-1200 0 1 Ota McKinnon et el. 1989 FRENCHMAN'S CAY (Belize) OEE EEHOH HEE McKinnon et al. 1989 WILD CANE CAY (Belize) 1% 7% 7B X Mekillop 1969 PACHACAN (Belize) OLE HSH EHH EEO) (Neivens et al.83)Dreiss y B.8 PULLTROUSER 8. (Belize) CH HOPE THHHO in Dreissy Brown 1989: 70 AMBERGRIS CAY (Belize) o 31 4 It Guderjan etal. 1989 CoRUMEL Ot Hats Nelson etal. 1983 OBA, 0 4 9 0 Nelson etal. 1983 Ue o 9 o 4 Nelson et al. 1983 ISLA CERRITOS 750-1200 o 2 1 2 Andrews et al. 1989: Cuadro 5 ISLA CERRITOS 900-1200 oo7 1 3 Andrews et al. 1969: Cuatra 5 * PIK+Rio Pixcaya, CHA-ElChayal, IXT-Intepeque, MEX- fuentes de Mexico Nolas: Este cuadro no pretende dar més que uns informacion eproximada (hay inconsistencias entre los datos publicados), que pueda servis de referencis general Los lapsos de tiempo por sitio varian de un siglo a tres siglos. Para el periodo considerado, los dates en negrilla sedalan un aparente aumento de fa obsidiana de Rio Pixcayaen relacién con la de El Chayal en el centro del Petéa. y una presencia generalizada de la de Intepeque. a Vernota adelCuadro1. 1+ = cantidad minimal : X + presencia ulin, Patal, Canzui, Lutja, Chijod, yChichén (suroeste del Departamento) © Northern River Lagoon, Noh mul, Tipu, asf como Santa Rits Corozsl, Colhd, y ‘Aventura, Los tres primeros sitios listedos tienen obsidiana de Ixtepeque (32 muestras segtin Dreissy Brown, 1989: Cuadro 2;33 segin Guderjan et al, 1989 367). REFERENCIAS CITADAS ADAMS, REW, 1971 The Ceramics of Altar de Sacrificins, Papers, Peabody Museum Vol. §3 N*L Harvard University, Cambridge 1973 Maya Collapse: Transformation and Termination in the Ceramic Sequence at Altar de Sacrificios. 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