You are on page 1of 10

Vicugna vicugna

Para otros usos de este término, véase Vicuña.

Vicuña

Vicuña en el sur del Perú, Región Arequipa.

Estado de conservación

Preocupación menor (UICN 3.1)1

Taxonomía

Reino: Animalia

Filo: Chordata

Clase: Mammalia

Orden: Artiodactyla

Suborden: Tylopoda

Familia: Camelidae

Tribu: Lamini
Género: Vicugna

Especie: V. vicugna
MOLINA, 1782

[editar datos en Wikidata]

La vicuña (Vicugna vicugna), —del quechua wik'uña— es una especie


de mamífero artiodáctilo de la familia de los camélidos y del grupo de los camélidos
sudamericanos que vive en el altiplano andino, en el norte de Argentina, el oeste
de Bolivia, el noreste de Chile, sectores de los Andes de Ecuador, y en las alturas andinas
del Perú, país que posee la principal población de la especie.
La alpaca es una especie domesticada que deriva de la vicuña, con aportes genéticos
menores de llama.2

Índice
[ocultar]

 1Características

 2Ecología

o 2.1Adaptación y supervivencia de las vicuñas

 3Organización social de las vicuñas

 4Protección de las vicuñas

o 4.1Convenio para la conservación y manejo de la vicuña (extracto)

o 4.2Los camélidos sudamericanos extrandinos

 5Tipos de manejo

o 5.1Tipos de cautiverio

o 5.2Manejo en los países andinos

 6La vicuña y los símbolos patrios peruanos

 7Comercialización de la fibra de vicuña

 8Véase también

 9Referencias

 10Bibliografía

 11Enlaces externos
Características[editar]

Vicuña en el norte de Chile.

Las vicuñas son los camélidos más pequeños, pesan entre 40 y 50 kg y tienen una
longitud de 80 cm. Son silvestres. Su color es beige o vicuña (marrón claro rojizo) en el
lomo y blanco en la zona ventral y las patas, con variaciones dependiendo de las zonas
geográficas donde habitan. Las poblaciones norteñas son más oscuras y tienen un
mechón en la parte delantera de pelos largos y blancos (mechón pectoral). Las vicuñas
tienen las patas largas y delgadas, terminadas en almohadillas, aptas para caminar sobre
varios tipos de suelos, incluso los pedregosos. la fibra de su lana está entre las más finas
del mundo, midiendo 15 micrones de diámetro. El pelaje es denso, formado por fibras
delgadas que crecen muy juntas, con el objetivo de proteger al animal tanto del frío como
de la lluvia y el viento. Si las fibras fueran más gruesas y crecieran más distanciadas,
dejarían pasar el aire frío y el agua de la lluvia.

Ecología[editar]

Vicuñas camino a los géiseres del Tatio, San Pedro de Atacama, Chile.

Su distribución se limita a la puna, a más de 3200 m.s.n.m. Las vicuñas habitan


las altiplanicies andinas de clima frío y seco. Son herbívoros y se alimentan de las plantas
de las estepas altoandinas y altiplánicas de la Puna.
Adaptación y supervivencia de las vicuñas[editar]
Son notables las adaptaciones de las vicuñas (del resto de los camélidos también) a las
condiciones de la Puna. Esto es consecuencia del proceso de evolución de los animales
en su medio y de la coevolución de los camélidos y la estepa. Estas adaptaciones incluyen
aspectos que preservan al medio en que viven, como las almohadillas en que terminan sus
patas, que no erosionan demasiado el suelo del altiplano. Por su forma de alimentarse se
les ha denominado “pastoreadores de bajo impacto”, lo que significa la posibilidad de
rápida recuperación de las pasturas. A diferencia de los camellos, las vicuñas son
“bebedoras obligadas”, en todos los días, por lo que generalmente viven cerca de los ríos
o de lagunas.
Por otro lado, la vicuña forma parte de un ecosistema en equilibrio dinámico en el que
unos sirven de alimento a otros. Los sistemas prepuneño, puneño y altoandinos comparten
ciertas características de flora y fauna con variaciones de densidad y presencia de
especies. Estos sistemas son típicamente estepas y pastizales que poseen pequeños
parches más verdes y ricos (vegas o bofedales) en las zonas húmedas y zonas sin
vegetación (peladares y salares). Algunas de las especies más características son: la tola,
la yareta, el ichu y otros pastos.
Estos sistemas, de baja biomasa de vegetales, sostienen varias especies
de herbívoros entre los cuales se encuentran los camélidos silvestres, vicuñas y guanacos.
Otras especies silvestres que pastorean en la Puna son los suris Rhea pennata
garleppi y tarapacensis, las vizcachas, las chinchillas, los cuyes, los armadillos, etc.
También estas estepas son el recurso base para la ganadería de camélidos domésticos
(llamas y alpacas), ovinos, caprinos, mulares y vacunos. Dentro de los predadores
naturales se encuentran los zorros, los pumas y las jaurías de perros asilvestrados. Las
carcasas son el alimento del necrófago más grande de la zona: el cóndor.

Organización social de las vicuñas[editar]

Vicuñas en las cercanías de las Salinas Grandes, Jujuy, Argentina.

Las vicuñas son territoriales y su organización social se basa en grupos familiares y grupos
de animales solteros cuya distribución es muy variable siendo comunes las fusiones y
fisiones de los mismos. El número medio de animales por grupo familiar es de un macho,
tres a cuatro hembras y dos crías. La cantidad de vicuñas en las familias es muy similar en
distintas poblaciones, inclusive en distintos países. Los machos defienden su territorio con
peleas.
Al igual que los guanacos, la organización social de las vicuñas está basada en grupos
familiares y tropas de solteros, pero a diferencia de aquellos, las vicuñas son más
sedentarias, su organización es más rígida y se mantiene todo el año.
Los grupos familiares están formados por un macho, tres o cuatro hembras y, más o
menos dos crías. Estas familias ocupan territorios bastante fijos donde tienen revolcaderos
en los que empolvan su particular fibra generando así un colchón de aire que la vuelve
más aislante y evitando el afieltramiento (apelmazamiento) de la fibra.
En los límites de los territorios que ocupa cada familia hay varios bosteaderos
(acumulación de heces de vicuña), que sumados a la presencia de un macho territorial son
una señal que aleja a los intrusos. Estas señales tienen distinto significado si se dan juntas
(macho + bosteadero) que si aparecen separadas, veamos:

 Si un macho soltero ve un bosteadero solo, se acerca lo huele: no hay machos por


ahí.

 Si hay un macho pero no hay un bosteadero en la zona, significa que éste no es su


territorio.

 Pero, si hay un macho y un bosteadero juntos, los otros machos huyen.


La defensa de las hembras y del territorio por parte de los machos se da tanto
individualmente manteniéndose alertas y patrullando su territorio, o a través de
comportamientos agresivos directos con peleas. Los bosteaderos son también una señal
para la reproducción.
A través de ellos los machos reconocen si en su territorio hay hembras en celo (receptivas
para copular), ya que el orín de estas hembras tiene un olor muy particular. En estos
casos, luego de oler el bosteadero, los machos desarrollan un comportamiento que, a ojos
humanos, resulta muy gracioso: dirigen la cabeza hacia arriba, y abren y cierran la boca
varias veces. Esta conducta se denomina Reflejo de Flehmen, por el cual envían
las feromonas al órgano de Jacobson.
Las hembras de vicuña que viven en los territorios familiares se la pasan comiendo la
mayor parte del tiempo. Las madres quedan preñadas nuevamente a la semana del parto,
entonces mantienen dos crías simultáneamente ya que por un lado tienen una cría
gestándose en sus panzas durante 11 meses y por el otro, la ya nacida, continúa
amamantándose durante casi 8 meses.
Estas hembras están todo el tiempo transformando la energía del pasto en leche para las
crías ya nacidas en alimento y nutrientes, para las que están en gestación y para su propio
mantenimiento y actividad.

Protección de las vicuñas[editar]

Vicuña en las faldas del Chimborazo en Ecuador.

Los pobladores de la Puna aseguran que las vicuñas tienen dueño: ellas son el ganado de
la Pachamama, la madre tierra, y tienen su propio pastor, Coquena.
La fibra (lana) de la vicuña fue valorada desde tiempos preincaicos y aun hoy la obtención
de la misma se realiza mediante la técnica ancestral denominada chaccu o chaku
(vocablo quechua). Las prácticas indígenas tenían cierto límite en su uso basadas sobre
todo en sus limitados medios de caza. La caza se intensificó a partir de la introducción de
las armas de fuego por los conquistadores. Antes su población pudo ser de hasta de 3
millones de cabezas pero tras siglos de caza cayó dramáticamente. Esta caza
indiscriminada siguió intensificándose desde la época de las luchas por la Independencia
y Simón Bolívar dictó una de las primeras leyes conservacionistas de América. Desde la
independencia hasta aproximadamente 1950 se siguió cazando vicuñas sin límite ni
control hasta que la especie estuvo en real peligro de extinción y sólo quedaron 10.000
ejemplares en toda la puna de los cuatro países en donde viven.
Con las vicuñas en peligro de extinción, en el Perú se empezó a trabajar seriamente para
su recuperación y conservación. Se crearon leyes nacionales, provinciales e
internacionales.
Existen en el mundo instituciones dedicadas a la conservación del ambiente, como por
ejemplo, Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la
Cultura) y PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
Entre las organizaciones privadas, la más importante a nivel internacional es la UICN
(Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La UICN es la encargada de
escribir los famosos “libros rojos” donde figuran las especies en peligro de extinción. En
ellos las especies se encuentran clasificadas en categorías como: “raras”, “en extinción”,
“vulnerables”, “sin peligro”, etc., según su mayor o menor grado de riesgo.
En el último Libro Rojo, las vicuñas quedaron clasificadas como de bajo riesgo pero
dependientes de la conservación. Esto es lo que significa la sigla LRcd (del inglés: Lower
Risk: conservation dependent). Es decir que la vicuña no corre riesgo gracias a que está
protegida. Si esta protección cesara, el grupo pasaría a estar en una categoría de peligro
de extinción antes de los cinco años.
La amplia información disponible actualmente sobre el peligro de extinción de muchas
especies hace evidente la necesidad de protegerlas y controlar el comercio
internacional de aquellas especies amenazadas. Para ello existe el CITES (Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y FloraSilvestres),
que es un acuerdo internacional concertado entre aproximadamente 150 países, el cual
tiene por finalidad clasificar a las especies en apéndices de manera tal que el comercio
internacional de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para las mismas.
Otra organización sumamente importante es la red TRAFFIC (Trade Records Analysis of
Flora & Fauna in Commerce), que es un organismo que, manejando información sobre el
tráfico de animales y su clasificación de CITES, realiza operativos en las aduanas, entrena
a empleados de las mismas, y “decomisa” animales o subproductos que se están tratando
de contrabandear para ser vendidos en otros países.
Convenio para la conservación y manejo de la vicuña (extracto) [editar]
Los Gobiernos de las repúblicas de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, animados del propósito
de continuar fomentando la conservación y el manejo de la vicuña y en consideración a la
experiencia recogida en la ejecución del Convenio para la Conservación de la Vicuña
suscrito en La Paz el 16 de agosto de 1969, resuelven celebrar un nuevo Convenio para la
Conservación y Manejo de la Vicuña en los siguientes términos:

1. Los gobiernos signatarios convienen en que la conservación de la vicuña


constituye una alternativa de producción económica en beneficio del poblador
andino y se comprometen a su aprovechamiento gradual bajo estricto control del
Estado, aplicando las técnicas para el manejo de la fauna silvestre que determinen
sus organismos oficiales competentes.

2. Los gobiernos signatarios prohíben la caza y la comercialización ilegales de la


vicuña, sus productos y derivados en el territorio de su respectivos países.

3. Los gobiernos signatarios prohíben la comercialización interna y externa de la


vicuña, sus productos al estado natural y las manufacturas de éstos hasta el 31 de
diciembre de 1989. Si alguna de las partes alcanzara un nivel de poblaciones de
vicuña cuyo manejo permitiere la producción de carne, vísceras y huesos, así
como la transformación de cueros y fibras de telas, podrá comercializarlos bajo
estricto control del Estado. La comercialización de cueros transformados y de telas
se hará utilizando marcas y tramas internacionales reconocibles, registradas o
patentadas, previa coordinación con las partes a través de la Comisión Técnico
Administradora del presente Convenio y en coordinación con la Convención sobre
el Comercio Internacional de Especies Amenazadas en Flora y Fauna Silvestres
(Washington, 1973).

4. Los gobiernos signatarios prohíben la exportación de vicuñas fértiles, semen u otro


material de reproducción, con excepción de aquellas destinadas a alguno de los
países miembros para fines de investigación o redoblamiento.

5. Los gobiernos signatarios se comprometen a mantener y desarrollar los parques y


reservas nacionales y otras áreas protegidas con poblaciones de vicuñas y a
ampliar las áreas de repoblamiento bajo manejo en su forma silvestre
prioritariamente y siempre bajo control del Estado (…).
Los camélidos sudamericanos extrandinos[editar]
Hasta 1980 existían muy pequeñas poblaciones de camélidos sudamericanos extrandinos,
la mayoría de los animales en zoológicos, circos y en algunos pocos establecimientos
ganaderos. A partir de 1980 se inicia la exportación de llamas y alpacas a Estados
Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc. Si bien al inicio de estas exportaciones
estas especies eran utilizadas como mascotas, y actualmente dentro de un esquema de
comercialización de reproductores selectos (que algunos consideran una pirámide
comercial), en un futuro esta producción extrandina podría estar dirigida a la producción de
fibra para uso industrial y artesanal.
Más grave, para los intereses de los pobladores altoandinos, es que en los Estados Unidos
existe un movimiento de crianza de paco-vicuñas (cruce de alpaca y vicuña) con el objetivo
de crear una raza nueva de mejor fibra que la alpaca y más rendimiento de peso en el
vellón esquilado que la vicuña original. Todo esto sin contar con las autorizaciones o
licencias de CITES.
Para analizar la magnitud de este fenómeno se puede acceder a las cifras oficiales de la
Asociación de Criadores y Propietarios de Llamas y Alpacas de Estados Unidos de
Norteamérica (AOBA) que en diciembre de 1995 reporta más de 90.000 animales. Esto
significa que en 1996 los países que tenían más camélidos eran en el siguiente orden:
Perú, Bolivia, Estados Unidos de Norteamérica, Chile y Argentina. Si analizamos una
proyección de la población de llamas y alpacas norteamericana exclusivamente, vemos
que en el 2030, Estados Unidos de Norteamérica, tendrá más camélidos que Perú. A este
dato hay que sumarle los camélidos de otras partes del mundo, como Australia, Israel y
unos 2000 ejemplares exportados a China.
Esta situación supone un riesgo para la “economía pastoril” andina en las poblaciones
marginales de la puna de Latinoamérica dedicadas a la ganadería de camélidoscomo
única y principal fuente de ingresos.
Las poblaciones de vicuñas en la ecorregión de los Páramos es asilvestrada porque se
encuentra científicamente fuera de su hábitat natural que es la ecorregión andino
-patagónica llamada Puna para esta especie de camélido adaptado a zonas desérticas y
semidesérticas.

Tipos de manejo[editar]

Un ejemplar de vicuña en un zoológico.

Las vicuñas se pueden utilizar de dos maneras principalmente:

 Silvestres (libres): Se basa en la captura de vicuñas que viven en libertad. Se


utiliza una técnica llamada Chaco de origen ancestral (era la manera de capturar
vicuñas por los incas) que consiste en que numerosas personas sostienen unas sogas
con cintas de colores armando como barreras que van caminando por la puna y las
vicuñas caminan o corren por delante de estas barreras que convergen en una “manga
de captura”. Estas mangas son como embudos con aproximadamente 1 km de largo,
que se van estrechando y finalizan en un corral de captura y esquila. Los lados de
estas mangas están realizados con palos de 2 m de altura que tienen una red por
fuera. Estas mangas son, por tanto, desarmables y se pueden llevar a distintas zonas.
En el Chaco se necesitan muchas personas y sobre todo mucha coordinación entre
ellas para que no se escapen las vicuñas. Una vez capturados los animales, se
esquilan algunos (aquellos que tengan fibra de más de 4 cm de largo y no sean crías
ni hembras en avanzado estado de gestación), se toman datos biológicos para
investigación (muestras de sangre, peso, estado corporal, muestra de heces, etc.) y
luego se las libera nuevamente a su hábitat silvestre. En general, en estas prácticas,
los beneficios económicos son para las comunidades donde habitan las vicuñas y
sobre todo para aquellos que participan de la captura. Esta técnica lleva mucho trabajo
en el armado y desarmado de la manga y en la captura de los animales. Las vicuñas
viven en condiciones naturales y reciben un gran disturbio en el momento de la
captura. Esta forma de utilización de las vicuñas es la única posible en Bolivia, se
utiliza en algunas poblaciones de Perú, Chile y Argentina.

 En cautiverio (encerrados): Aquí habría que diferenciar los dos tipos de cautividad
en corrales grandes como los “cercos” peruanos de 1.000 ha o en pequeños corrales
de aproximadamente 10 ha en Argentina. Aunque algunos autores hablan de
“semicautividad“ para los cercos grandes, para evitar confusiones llamamos cautiverio
a cualquier clase de manejo que no permita que los animales se muevan libremente.
Tanto los cercos como corrales tienen un alto costo de las instalaciones ya que los
alambrados deben tener 2 m de altura. Cuando los animales están restringidos en sus
movimientos, las peleas entre los machos familiares y las tropas de solteros pueden
ser muy frecuentes y con un alto nivel de agresividad (en la naturaleza los solteros
pueden alejarse muchos kilómetros), por lo que en muchos de estos sistemas se
separan los solteros o se los castra. Por otro lado no siempre las zonas donde están
los encierros poseen las pasturas necesarias y muchas veces se debe suplementar
con alimento y agua a las instalaciones. Estos sistemas disminuyen el esfuerzo de
captura de un Chaco tradicional, pero interfieren en la biología de la especie.
Tipos de cautiverio[editar]

1. Corrales (Argentina): este sistema es fomentado por el INTA (Instituto Nacional de


Tecnología Agropecuaria) quien tiene una estación en Abrapampa en donde se
obtienen las vicuñas cautivas para iniciar criaderos. En este sistema aquellos que
quieren poseer un criadero deben emplazar un corral de entre 10 a 12 ha. El costo
del mismo puede ser cubierto a partir de un “préstamo” que realiza una empresa
hilandera a la cual se devuelve la inversión con la fibra esquilada de las vicuñas
(esto lleva entre 4 a 10 años, dependiendo del número de vicuñas en el corral). El
INTA dona una cierta cantidad de animales (12 a 36 vicuñas que incluyen machos
castrados no reproductivos) a productores individuales, las crías nacidas en
cautiverio se deben devolver al INTA para cubrir la donación inicial. La ganancia
económica es para el productor individual que es dueño del corral.
En todos estos tipos de manejo que incluyen la captura y esquila de animales, es
fundamental la utilización de técnicas de sujeción y extracción de la fibra que minimicen las
consecuencias de este uso, para los animales en términos de estrés y mortalidad posterior.
Por otro lado, algunos investigadores sostienen que los encierros no son el manejo que el
Convenio Internacional de la Vicuña fomenta, ya que en el Artículo 5º, especifica que, “los
gobiernos signatarios se comprometen a mantener y desarrollar los parques y reservas
nacionales y otras áreas protegidas con poblaciones de vicuñas y a ampliar las áreas de
repoblamiento bajo manejo en su forma silvestre prioritariamente y siempre bajo control del
Estado (…).
Manejo en los países andinos[editar]
En los cuatro países andinos (Perú, Bolivia, Chile y Argentina) donde las poblaciones de
vicuñas se han recuperado, comenzaron planes de utilización de las mismas. Todos los
planes se basan en la obtención de su fina fibra a partir de la esquila de vicuñas vivas,
pero ninguno de los países está libre de los problemas del furtivismo, o sea de la obtención
de fibra por los cazadores ilegales a partir de vicuñas muertas.
En Perú las vicuñas están bajo la propiedad y usufructo de las comunidades campesinas a
través de los Comités Comunales de la Vicuña (260). En Bolivia las comunidades no
tienen la propiedad sino el usufructo exclusivamente y en Chile y Argentina la propiedad de
los animales, es del Estado.
En relación a los países, Bolivia es el único país que sólo utiliza a las vicuñas en libertad.
El resto de los países tienen uso en cautiverio y en libertad. Hasta el inicio del proyecto
MACS en Argentina sólo utilizaban vicuñas en cautiverio.
Estos tipos diversos de manejo tienen sus ventajas y desventajas. Es uno de los objetivos
del proyecto MACS estudiarlos en profundidad para poder realizar sugerencias en función
de cuáles sean mejores desde el punto de vista de la biodiversidad y de la equidad social.
Las vicuñas están en Perú, protegidas por Ley y se sanciona a quienes de forma furtiva las
cazan. Pero existen personas que quieren obtener su fibra de forma ilegal. Por eso existen
cazadores furtivos.
Las vicuñas están en Bolivia, protegidas por Ley y se sanciona a quienes de forma furtiva
las cazan.

La vicuña y los símbolos patrios peruanos[editar]

Vicuña en el escudo nacional del Perú.

La vicuña es el símbolo patrio peruano que representa al reino animal o fauna autóctona
del Perú y se encuentra representada en el Escudo del Perú.

Comercialización de la fibra de vicuña[editar]


Estando prohibida la exportación de Perú de este animal, la comercialización internacional
de los textiles elaborados con esta fibra es promovida oficialmente así como la exportación
de su fibra permitida reguladamente.
Siendo excesivamente caro el metro de este textil, escasos son los particulares que
pueden darse este lujo que puede llegar a costar, según la calidad del textil, hasta tres
mil dólares el metro en el mercado especializado europeo.
Las compradoras son generalmente las grandes firmas de alta costura y prestigio
internacional tanto francesas como italianasque elaboran prendas exclusivas de este
material, llegando a ser por ejemplo, en el caso de los abrigos confeccionados, la tela de
vicuña la parte principal y el forro en visón.
Asimismo, ciertas industrias textiles italianas importan la fibra del Perú, la cual es
procesada en ese país mezclándola con otras fibras animales.
En Bolivia mediante el Decreto 28593 del 17 de enero del 2006, permite la
comercialización de esta fibra como bruta, pre-descerdada, descerdada, en hilo o tela, en
el marco del “Programa de Conservación y Manejo de la Vicuña”.
Para la producción con fines comerciales se debe tener cantidades industriales entre 500 y
1.000 kg, requiriendo contar con el apoyo económico o inversión inicial y la participación
de todas las comunidades manejadoras de vicuña.
El kilo de esta fibra puede llegar a costar 500 dólares (estadounidenses).

You might also like