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Vicuña
Estado de conservación
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Suborden: Tylopoda
Familia: Camelidae
Tribu: Lamini
Género: Vicugna
Especie: V. vicugna
MOLINA, 1782
Índice
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1Características
2Ecología
5Tipos de manejo
o 5.1Tipos de cautiverio
8Véase también
9Referencias
10Bibliografía
11Enlaces externos
Características[editar]
Las vicuñas son los camélidos más pequeños, pesan entre 40 y 50 kg y tienen una
longitud de 80 cm. Son silvestres. Su color es beige o vicuña (marrón claro rojizo) en el
lomo y blanco en la zona ventral y las patas, con variaciones dependiendo de las zonas
geográficas donde habitan. Las poblaciones norteñas son más oscuras y tienen un
mechón en la parte delantera de pelos largos y blancos (mechón pectoral). Las vicuñas
tienen las patas largas y delgadas, terminadas en almohadillas, aptas para caminar sobre
varios tipos de suelos, incluso los pedregosos. la fibra de su lana está entre las más finas
del mundo, midiendo 15 micrones de diámetro. El pelaje es denso, formado por fibras
delgadas que crecen muy juntas, con el objetivo de proteger al animal tanto del frío como
de la lluvia y el viento. Si las fibras fueran más gruesas y crecieran más distanciadas,
dejarían pasar el aire frío y el agua de la lluvia.
Ecología[editar]
Vicuñas camino a los géiseres del Tatio, San Pedro de Atacama, Chile.
Las vicuñas son territoriales y su organización social se basa en grupos familiares y grupos
de animales solteros cuya distribución es muy variable siendo comunes las fusiones y
fisiones de los mismos. El número medio de animales por grupo familiar es de un macho,
tres a cuatro hembras y dos crías. La cantidad de vicuñas en las familias es muy similar en
distintas poblaciones, inclusive en distintos países. Los machos defienden su territorio con
peleas.
Al igual que los guanacos, la organización social de las vicuñas está basada en grupos
familiares y tropas de solteros, pero a diferencia de aquellos, las vicuñas son más
sedentarias, su organización es más rígida y se mantiene todo el año.
Los grupos familiares están formados por un macho, tres o cuatro hembras y, más o
menos dos crías. Estas familias ocupan territorios bastante fijos donde tienen revolcaderos
en los que empolvan su particular fibra generando así un colchón de aire que la vuelve
más aislante y evitando el afieltramiento (apelmazamiento) de la fibra.
En los límites de los territorios que ocupa cada familia hay varios bosteaderos
(acumulación de heces de vicuña), que sumados a la presencia de un macho territorial son
una señal que aleja a los intrusos. Estas señales tienen distinto significado si se dan juntas
(macho + bosteadero) que si aparecen separadas, veamos:
Los pobladores de la Puna aseguran que las vicuñas tienen dueño: ellas son el ganado de
la Pachamama, la madre tierra, y tienen su propio pastor, Coquena.
La fibra (lana) de la vicuña fue valorada desde tiempos preincaicos y aun hoy la obtención
de la misma se realiza mediante la técnica ancestral denominada chaccu o chaku
(vocablo quechua). Las prácticas indígenas tenían cierto límite en su uso basadas sobre
todo en sus limitados medios de caza. La caza se intensificó a partir de la introducción de
las armas de fuego por los conquistadores. Antes su población pudo ser de hasta de 3
millones de cabezas pero tras siglos de caza cayó dramáticamente. Esta caza
indiscriminada siguió intensificándose desde la época de las luchas por la Independencia
y Simón Bolívar dictó una de las primeras leyes conservacionistas de América. Desde la
independencia hasta aproximadamente 1950 se siguió cazando vicuñas sin límite ni
control hasta que la especie estuvo en real peligro de extinción y sólo quedaron 10.000
ejemplares en toda la puna de los cuatro países en donde viven.
Con las vicuñas en peligro de extinción, en el Perú se empezó a trabajar seriamente para
su recuperación y conservación. Se crearon leyes nacionales, provinciales e
internacionales.
Existen en el mundo instituciones dedicadas a la conservación del ambiente, como por
ejemplo, Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la
Cultura) y PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
Entre las organizaciones privadas, la más importante a nivel internacional es la UICN
(Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La UICN es la encargada de
escribir los famosos “libros rojos” donde figuran las especies en peligro de extinción. En
ellos las especies se encuentran clasificadas en categorías como: “raras”, “en extinción”,
“vulnerables”, “sin peligro”, etc., según su mayor o menor grado de riesgo.
En el último Libro Rojo, las vicuñas quedaron clasificadas como de bajo riesgo pero
dependientes de la conservación. Esto es lo que significa la sigla LRcd (del inglés: Lower
Risk: conservation dependent). Es decir que la vicuña no corre riesgo gracias a que está
protegida. Si esta protección cesara, el grupo pasaría a estar en una categoría de peligro
de extinción antes de los cinco años.
La amplia información disponible actualmente sobre el peligro de extinción de muchas
especies hace evidente la necesidad de protegerlas y controlar el comercio
internacional de aquellas especies amenazadas. Para ello existe el CITES (Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y FloraSilvestres),
que es un acuerdo internacional concertado entre aproximadamente 150 países, el cual
tiene por finalidad clasificar a las especies en apéndices de manera tal que el comercio
internacional de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para las mismas.
Otra organización sumamente importante es la red TRAFFIC (Trade Records Analysis of
Flora & Fauna in Commerce), que es un organismo que, manejando información sobre el
tráfico de animales y su clasificación de CITES, realiza operativos en las aduanas, entrena
a empleados de las mismas, y “decomisa” animales o subproductos que se están tratando
de contrabandear para ser vendidos en otros países.
Convenio para la conservación y manejo de la vicuña (extracto) [editar]
Los Gobiernos de las repúblicas de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, animados del propósito
de continuar fomentando la conservación y el manejo de la vicuña y en consideración a la
experiencia recogida en la ejecución del Convenio para la Conservación de la Vicuña
suscrito en La Paz el 16 de agosto de 1969, resuelven celebrar un nuevo Convenio para la
Conservación y Manejo de la Vicuña en los siguientes términos:
Tipos de manejo[editar]
En cautiverio (encerrados): Aquí habría que diferenciar los dos tipos de cautividad
en corrales grandes como los “cercos” peruanos de 1.000 ha o en pequeños corrales
de aproximadamente 10 ha en Argentina. Aunque algunos autores hablan de
“semicautividad“ para los cercos grandes, para evitar confusiones llamamos cautiverio
a cualquier clase de manejo que no permita que los animales se muevan libremente.
Tanto los cercos como corrales tienen un alto costo de las instalaciones ya que los
alambrados deben tener 2 m de altura. Cuando los animales están restringidos en sus
movimientos, las peleas entre los machos familiares y las tropas de solteros pueden
ser muy frecuentes y con un alto nivel de agresividad (en la naturaleza los solteros
pueden alejarse muchos kilómetros), por lo que en muchos de estos sistemas se
separan los solteros o se los castra. Por otro lado no siempre las zonas donde están
los encierros poseen las pasturas necesarias y muchas veces se debe suplementar
con alimento y agua a las instalaciones. Estos sistemas disminuyen el esfuerzo de
captura de un Chaco tradicional, pero interfieren en la biología de la especie.
Tipos de cautiverio[editar]
La vicuña es el símbolo patrio peruano que representa al reino animal o fauna autóctona
del Perú y se encuentra representada en el Escudo del Perú.