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M. E. Cuter (2005), “¿Qué es un proyecto de comunicación?

” (Lectura y escritura en Primer


Ciclo) en: La educación en nuestras manos, Suplemento digital Nº 18, abril.

¿QUÉ ES UN PROYECTO DE COMUNICACIÓN?

Es un proyecto de trabajo donde efectivamente el grupo lleva adelante un propósito, concreta


una idea en la acción.
Pensamos en proyectos de dos tipos: a) continuos o sostenidos; b) de corta duración. Unos y
otros deben proveer oportunidades diversas de lectura y escritura en situaciones significativas
de comunicación.
Los proyectos continuos y los de corta duración conviven en la actividad diaria y no abarcan
toda la actividad prevista para la jornada escolar, es decir, que conviven con propuestas que
deben ser implementadas en el primer ciclo escolar y que no se contemplan dentro de la
estructura del proyecto.
Si bien muchas veces es posible que un proyecto breve organice coherentemente la actividad
en distintas áreas del conocimiento, no se establecen relaciones forzadas. En muchas
oportunidades, coexisten proyectos de áreas distintas en el mismo tiempo, manteniendo cada
uno su especificidad.
Proyectos continuos:
Pensamos para primer grado varios proyectos continuos: la biblioteca, la agenda, el
cancionero, los cuentos, los ficheros. Les dimos ese nombre porque su característica
fundamental es que se retoman de manera habitual -sistemática- en muchos momentos del
año. Algunos tienen tiempos destinados de manera fija todas las semanas. No interfieren
durante el desarrollo de situaciones de trabajo más específicas o acotadas; a veces, el
contenido del trabajo puede tener relación con el desarrollo de los proyectos breves. Por
ejemplo: si un proyecto continuo es "hacer ficheros" se puede comenzar a hacer un fichero
de animales si realizamos el proyecto breve "visita a una granja", y también se puede hacer
un fichero de recetas de cocinas fáciles o de instrucciones para preparar cotillón si el proyecto
breve es “organizar una fiesta". Las fichas son distintas en su estructura externa e interna en
cada uno de estos casos, pero en cualquiera de ellos trabajamos los ficheros.
Otras veces, el proyecto continuo no tiene puntos de coincidencia con el o los proyectos
breves que se estén implementando simultáneamente. Por ejemplo: la biblioteca, los cuentos,
el cancionero ocupan un lugar y un tiempo previsto sistemáticamente y las actividades que
se proponen mantienen entre sí coherencia interna a lo largo de todo el año. Cada semana,
los chicos se acercan a la biblioteca con fines variados: explorar el material, elegir un cuento
para llevarse a casa, seleccionar una poesía, leer el libro que quieran, recomendar algún libro
para el resto de la clase. Las propuestas son variadas pero su alternancia está prevista dentro
del proyecto "biblioteca", independientemente o sólo a veces relacionada con los proyectos
breves (por ej. cuando buscan datos concretos sobre un tema). Muchas veces se alternan
propuestas diferentes dentro del marco que proporciona el proyecto; otras veces la propuesta
de trabajo que se ofrece a los chicos es la misma, previendo que será diferente la respuesta a
la misma propuesta de trabajo a medida que los chicos avancen en su proceso de construcción
de la lengua escrita.
Nosotros planificamos algunos proyectos posibles. Esperamos que otros se incorporen a lo
largo del año como producto de la interacción real entre cada uno de los maestros y sus
grupos. Seguramente los que se vayan incorporando en cada aula tendrán que ver con
intereses específicos de cada grupo, temas que les atraían especialmente, situaciones
comunitarias o grupales particulares, etc.

Proyectos de corta duración:


Organizan la tarea alrededor de un propósito concreto durante una o dos semanas de clase.
Posibilitan el trabajo con tipos de texto variados y específicos pero no son una "excusa" para
la lectura y la escritura. Son proyectos de trabajo donde efectivamente se realizan
aprendizajes en áreas distintas y por lo tanto, los modos de abordaje didáctico específicos a
cada campo de conocimiento deben ser respetados. La lengua escrita aparece como
posibilitadora de este hacer y de la reflexión sobre este hacer. Algunos de estos proyectos
breves son:

- El álbum de la historia personal. Los chicos organizan con la ayuda del docente la historia
de su vida. Se "leen" documentos como la partida de nacimiento, se copian datos que
necesitan del D.N.I., se miran las cartillas de vacunación.
Las mamás escriben datos como el peso en el momento de nacer, la hora y el día de la semana
en que se produjo el nacimiento, cuentan sus recuerdos de ese día. Se preparan encuestas para
los abuelos, se escriben listas de juguetes preferidos y de las primeras comiditas. Se leen las
canciones de cuna preferidas para dormir. Se cuentan anécdotas del jardín de infantes y los
miedos de empezar la primaria. Ese álbum se escribe un poco "entre todos", escribe la
maestra, los chicos, las mamás, los abuelos. Se adorna, se dibuja, se pegan fotos y cada uno
es dueño de su propio álbum.

- Las visitas a... (un museo, un bosque, la reserva ecológica, una granja, el zoológico, el
planetario, una fábrica, un diario, etc.). Se envían cartas solicitando autorizaciones, se
escriben avisos para comunicar la salida, se leen presupuestos para resolver el viaje, se
recaudan fondos y se escriben planillas de control, se lee bibliografía que permita anticipar
qué vamos a encontrar, se escriben reportajes para no olvidar preguntar lo que nos interesa
saber, se preparan listas de los elementos que debemos llevar para el viaje, se registran las
cosas interesantes que se conozcan durante la visita. Cuando regresemos, se escriben
informes recuperando entre todos los que aprendimos. Puede surgir la necesidad de
profundizar en algunos temas y tal vez, debamos recurrir a la bibliografía para saber más
sobre aves de corral, esqueletos de animales prehistóricos, o contaminación ambiental. Es
posible preparar un escrito que comunique a otros lo que aprendimos a partir de la visita
(papás, directivos, cartelera escolar, periódico zonal, etc.). Según el tipo de comunicación
que nos hayamos propuesto y los destinatarios de la misma, elegiremos el tipo de texto más
apropiado para cumplir con el objetivo: afiche, revista, noticia periodística, fascículo, etc.

- La realización de una experiencia científica. (Los estados del agua en la naturaleza; las
máquinas: palancas y poleas; los fenómenos atmosféricos; la vida en el estanque, etc.). Se
observa, se registra, se formulan hipótesis, se argumenta, se experimenta, se comparan
resultados. Aparecen tipos de texto específicos: listas, esquemas, fichas, instructivos,
registros de diversos tipos, cuadros comparativos, etc. Se apela a libros de divulgación
científica, manuales, enciclopedias, diccionarios, revistas, diarios.
- La indagación de un tema que nos interesa (los dinosaurios, cómo era la escuela en la época
de mis papás, cómo vivían los indios, a qué jugaban mis abuelos, etc.). Para organizar algunos
de estos proyectos nos resultaron de mucha utilidad los artículos de los profesores Iaies y
Alderoqui que aparecieron en nuestra revista pedagógica (1). Se organiza la recolección de
datos, la búsqueda de bibliografía específica, se preparan reportajes, se graban y desgraban
conversaciones con invitados, se registra lo que se sabe, lo que se quiere saber. Se reflexiona
sobre lo que se aprendió cuando culmina la tarea. Se puede escribir una “monografía" sobre
el tema estudiado, preparar una exposición o "editar" un librito que dé cuenta del trabajo
realizado. Algunos grados trabajarán colectivamente sobre el mismo tema, otros -cuando los
chicos empiecen a manejarse de manera más autónoma- trabajarán sobre temas distintos
grupalmente de acuerdo a sus intereses personales.

- La participación en acontecimientos de la escuela o de la comunidad (periódico escolar,


feria del plato, fiestas escolares, viaje de egresados, la peña de la sociedad de fomento, el
centro de jubilados del barrio, etc.). Este tipo de proyecto posibilita diferenciar la escritura
para "adentro" y para "afuera". Para el “adentro" del salón, para la vida interna de este grupo,
aparecen las asignaciones de responsabilidades, las listas de tareas y responsables, la
organización de tareas en subáreas, los cronogramas y planificaciones para el "hacer". Se
leen y escriben instructivos (recetas de cocina, preparación de cotillón, moldes para hacer
disfraces, etc.) se agendan materiales necesarios, obligaciones personales, etc. En estas
escrituras "internas" las escrituras no correctas desde el punto de vista convencional son
aceptadas, por lo tanto, aparecerán las escrituras espontáneas de los chicos en las carteleras
murales o en los cronogramas del salón. En la vida interna del grupo el proceso de
construcción es conocido; los chicos saben que están aprendiendo y los maestros no creemos
que los "errores" ni, por cierto, las escrituras convencionales se "fijen". Sin embargo, distinta
es la situación con respecto a las escrituras que salgan del aula. Si los chicos tienen que
escribir un artículo para el periódico, un afiche para la feria del plato, una invitación a los
abuelos, un volante para promocionar un baile de los chicos de 7°, el maestro debe instalar
la preocupación por el cuidado de la escritura para que cumpla su función social. Esta
preocupación puede asumir formas múltiples, desde que no se omita ningún dato
imprescindible en la elaboración del texto o que las letras del afiche tengan un tamaño
adecuado para ser visto a la distancia, hasta la corrección ortográfica del texto terminado,
que es realizada por el maestro si los chicos aún no pueden hacerlo por sí mismos. La escritura
incorrecta es motivo de discriminación en el “afuera"; la práctica social dentro del aula debe
permitir que los chicos poco a poco vayan tornando conciencia de esta situación.

- El estudio y la toma de posición sobre un tema que nos preocupa (los accidentes en la casa,
en la calle, en la escuela; la basura en el barrio; el cólera; los piojos; etc.). Se opina, se
discuten modos distintos de enfocar el mismo problema. El aula se transforma en un foro de
discusión de lo público, de lo colectivo. Se invita a ,,especialistas" en los temas que nos
preocupan: la gente de la sociedad de fomento, el médico de la salita, la asistente social de la
escuela, la mamá que organizó el pedido del semáforo. Se toman apuntes, se consulta
bibliografía, se elaboran encuestas, reportajes, se escriben conclusiones provisorias, cartillas,
cuadernillos de prevención. Se realizan "mapas de riesgos" y alternativas para evitarlos. Se
leen diarios, revistas, cartillas comunitarias, informes.

- La organización de actividades para otros (una función de títeres para los papás, una visita
de los chicos del jardín, una fiesta de agradecimiento para los abuelos que vinieron a
contarnos su historia, etc.). Otra vez aparece en este tipo de proyectos textos específicos para
posibilitar el hacer. Se leen y escriben instrucciones, invitaciones, textos dramáticos, poesías,
canciones, tarjetas de recuerdos o felicitaciones.

La idea de tener planificados muchos proyectos posibles suponía múltiples posibilidades de


elección y no la intención de llevar a cabo todos los proyectos. Uno de los criterios que
considerábamos legítimo para orientar la decisión era el conocimiento que los maestros
tenían de sus propias condiciones y limitaciones para la coordinación de las situaciones en el
aula, el conocimiento del tema sobre el que se trabajaba, la mayor o menor experiencia con
el trabajo abierto con la comunidad, etc. Suponía también, la intención de aprender de la
experiencia de los otros al compartir las situaciones de planificación, las dificultades en la
implementación, la discusión colectiva de las decisiones tomadas en la realización de la
propuesta, el análisis de registros de clase, etc.

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