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¿Cuál es la estructura previa del sistema educativo?

¿Qué regula el sistema


educativo?
En primer lugar, antes de adentrarnos en el análisis y en una reflexión profunda sobre el
la educación, su contexto y su desarrollo, debemos acudir a la normativa, en función de
la cual se organiza a nivel estatal. Sólo a través de ella podremos conocer la estructura y
organización del sistema educativo, conocimiento básico para un ulterior estudio del
mismo.

Desde la Transición y a lo largo de toda la etapa democrática, si por algo se ha


caracterizado legislación educativa en España es por su continua transformación. Si bien
podríamos entender que el continuo derogar y aprobar disposiciones como resultado de
la actualización y la adaptación a los sucesivos contextos y tiempos, la
instrumentalización de la educación en nuestro país es un hecho constatado. No en vano,
siete leyes de educación se han aprobado desde los albores de la democracia española,
siendo la ley actual, la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa),
una modificación de la anterior (LOE: Ley Orgánica 2/2006 de Educación), cuyas
modificaciones incluidas no hacen sino ilustrar lo previamente afirmado.

De forma subsidiaria a la cambiante normativa estatal encontramos la legislación


autonómica, en la que se delegan “los contenidos de los bloques de asignaturas específicas
y de libre configuración autonómica” y diversos aspectos organizativos. Finalmente, en
el último peldaño, nos encontramos con las disposiciones de los centros docentes,
enfocadas, básicamente, a la adecuación de la normativa educativa al contexto de cada
institución. Por tanto, de todo ello deducimos que son tres entes jerárquicos los emisores
de la normativa legal: el Gobierno y el Ministerio de Educación (ente estatal),
Administraciones educativas (ente autonómico) y los centros docentes (ente local).

Respecto de la estructura del sistema educativo, es la legislación estatal la encargada de


organizarla. La LOMCE reconoce tres grandes bloques de enseñanzas: Educación
Obligatoria, Educación Secundaria Postobligatoria y Superior. Desgajada de esta división
se encuentra la primera enseñanza, la Educación Infantil, dado que no es una instrucción
obligatoria. A partir de esta etapa se inicia la Educación Obligatoria, integrada por la
Educación Primaria y Secundaria. Aquí nos detendremos en la segunda de ellas, dado que
es nuestro principal objeto de estudio. La ESO se subdivide en dos ciclos, abarcando el
primero los tres primeros cursos que conforman esta enseñanza. Al mismo tiempo, a partir
del segundo curso de ESO, se abre una vía subsidiaria al alumnado, como es la Formación
Profesional Básica, que consta de dos cursos, gracias al cual se puede obtener la primera
de las titulaciones, el Título de Profesional Básico, y que abre la posibilidad de acceder a
la Formación Profesional de Grado Medio tras superar la correspondiente prueba de
acceso. El Segundo Ciclo lo conforma 4º de ESO, el cual se desdobla en 4º de Enseñanzas
Académicas y el 4º de Enseñanzas Aplicadas. Ambos reportan dos títulos diferentes tras
aprobar la correspondiente evaluación final y permiten el acceso al Bachillerato y a la
Formación Profesional de Grado Medio, respectivamente.

Con respecto a la Secundaria Postobligatoria, tanto Bachillerato como el Grado Medio


están conformados por dos cursos cuya superación supone la adquisición de sendas
titulaciones, las de titulado en Bachiller título de Técnico. En último lugar, nos
encontramos con la Formación Profesional de Grado Superior, que da acceso a la
Universidad, junto con la cual conforman la Enseñanza Superior.

Por tanto, nos encontramos con un sistema de educación regido por la diversificación de
estudios, con una fuerte división entre la educación meramente académica y la profesional
pero que no son habitáculos estancos, es decir, que cuenta con mecanismos que permiten
al alumno la movilidad por diversas enseñanzas y la posibilidad de alcanzar la Enseñanza
Superior a través de diversas vías.

José Antonio Díaz Reina

¿Cuáles son los órganos unipersonales que conforman el equipo directivo?

El equipo directivo de todo Centro de Educación Secundaria será, según la normativa


vigente, “el órgano ejecutivo de gobierno”. Está conformado por tres órganos
unipersonales: el director, el jefe de estudios y el secretario. Cada uno de estos órganos
contará con una serie de atribuciones individualizadas.

Respecto al director, éste será el principal representante del centro de cara al resto de la
comunidad educativa y las diferentes Administraciones. Asimismo, será el principal
responsable de la institución. De ello se deriva su capacidad coercitiva (imponer
disciplina) y de mediador en los conflictos surgidos en el seno del centro, su potestad para
aprobar la normativa de régimen interno y en el plano económico (le corresponde la
ejecución de planes de gasto y la contratación externa para el mantenimiento del centro,
en colaboración con el resto de Administraciones públicas). Será, además, el encargado
de presidir no sólo los diferentes actos académicos, sino también los principales órganos
colegiados de la institución, esto es, el Consejo Escolar y el Claustro. Finalmente, podrá
proponer el nombramiento de los miembros del equipo directivo.

En relación con la siguiente figura en importancia dentro del equipo directivo, el jefe de
estudios, sus atribuciones no vienen recogidas en la LOMCE, sino en las respectivas
normativas autonómicas. Sus atribuciones son más relativas a aspectos organizativos y
de coordinación entre el alumnado y profesorado, así como ejercer de enlace entre los
órganos colegiados y el equipo directivo. De esta forma, es el encargado de organizar y
velar por el cumplimiento de los diferentes planes y actividades académicas, así como
competencias propias de recursos humanos (control sobre la actividad del profesorado),
y diversas funciones delegadas por parte de la dirección del centro.

Finalmente, nos encontramos con la secretaría del centro. Es el encargado de la gestión


administrativa del centro, de acuerdo con las directrices del director. A su vez, es el
encargado de variadas funciones como la custodia de los archivos y libros oficiales del
centro, de adquirir el material y el equipamiento necesarios para las actividades
desarrolladas en él y de ejercer la jefatura del personal de administración y servicios del
centro. También ejercerá como secretario dentro de los diferentes Órganos Colegiados.

Todos ellos deberán trabajar de forma coordinada y colaborativa, conformando un


verdadero equipo de gobierno dentro de la institución académica.

José Antonio Díaz Reina

Definición, miembros participantes y modalidades de tutoría

La tutoría es un canal de información que se establece entre la comunidad educativa y las


familias de los estudiantes. Es una herramienta, gracias a la cual, el personal docente de
una institución académica puede informar a los padres o responsables legales de un
alumno sobre su actividad y conducta en el ambiente académico.

En relación con los miembros participantes, los dos principales actores son el tutor, es
decir, el profesor responsable del curso en el que se inserta el alumno en cuestión, y el
padre, madre o responsable legal. Junto a ellos, en aras de lograr los objetivos marcados
para el establecimiento de la tutoría, podemos encontrar otros miembros docentes, como
profesores u orientadores, así como especialistas como logopedas, terapeutas o
educadores especiales.
Respecto de la diferente tipología de tutorías, éstas se pueden dividir, en líneas generales,
en tutoría presencial o a distancia, dependiendo si se produce un encuentro físico o no
entre los docentes y la familia del alumno. Dentro de las presenciales, en función del
número de familiares participantes, nos encontramos con tutorías individuales o
colectivas. Por otro lado, con respecto a las tutorías no presenciales, se puede distinguir
entre la postal, en la cual la comunicación es por vía escrita, o la telefónica, en cuyo caso
la información se transmite oralmente.

La posibilidad de incluir en la tutoría a diversas personalidades de la comunidad


académica, así como los diferentes tipos existentes, deben ser contemplados como una
forma de dinamizar la comunicación entre docentes y familiares, las personalidades
fundamentales para la formación académica del alumno. Incluso, la posibilidad de
establecer tutorías grupales también puede ser contemplada como otra vía de
acercamiento al contexto de cada aula, obteniendo un conocimiento global de la realidad
en la que se desarrolla la formación del alumnado. Asimismo, también podrá suponer otra
oportunidad, para las familias, de poder dinamizar las relaciones no sólo horizontales (con
los docentes) sino también verticales (el resto de padres o tutores legales). Por tanto, se
constituye en un elemento primordial para la coordinación de los esfuerzos de instrucción
y formación (institución académica) y de los esfuerzos de crianza (familia). Un elemento
a potenciar y a utilizar en beneficio del alumno, que no puede quedar acotado a un uso
esporádico del mismo.

José Antonio Díaz Reina

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