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EL PROYECTO DE MEIER.

Exhibiendo las ideas desarrolladas por el “Grupo de los 5”, el edificio de 4 niveles se asienta en
medio de una suave colina, frente a un campo de césped.
Vista posterior. Escultura de Roy
Lichtenstein, "House III."

En la fachada se expresa el típico lenguaje meieriano: volúmenes blancos cuyo juego se apoya en
una modulación geométrica claramente dibujada en paneles cerámicos y cuya rigurosidad se
alterna con elementos curvos casi lúdicos.
La composición geométrica del museo se inicia en un partido en forma de cuadrado, uno de cuyos
cuadrantes ha sido reemplazado por un cuarto de círculo. Posteriormente las esquinas serían
trabajadas también como cuadrados, articuladas por galerías intermedias.

Definido por un marco ortogonal, una


explosión de volúmenes se desparrama centrífugamente de uno de sus cuadrantes.Fotografía del Museo High en el 2002 y modelo
3D según Google Earth.

De este cuadrante se desprende una forma semi-orgánica, un detalle irreverente en medio de la


solemnidad geométrica del edificio, la que contiene la cafetería y una galería de arte chino.
El ingreso fue definido por una rampa que, enmarcada por un pequeño pórtico, ataca el cuadrante
de círculo a 45 grados, cuyo volumen se asoma entre las masas del auditorio y la cafetería.
Este juego de volúmenes constituye una de las fachadas más célebres de la arquitectura de Meier
y tal vez de la arquitectura contemporánea.

Precisamente el semicírculo contiene el aspecto más atractivo del edificio, un atrio luminoso por el
que ascienden unas rampas que distribuyen la circulación a las galerías. Una iluminación que, por
otro lado, dada la fuerte radiación solar en Atlanta, resulta a veces demasiado intensa y perturba la
contemplación de obras de arte.
El manejo espacial interior es trabajado también sobre la base de la trama geométrica, y un juego
de planos superpuestos bajo un amplio influjo de luz. Tanto el concepto de la circulación en rampa
como la propia cobertura de este espacio han sido francamente inspirados en el célebre Museo
Guggenheimde Nueva York de Frank L. Wright.

Blanco y negro. Este amable agente de


seguridad resutó ser un contrapunto ideal a la arquitectura glauca de Meier.

Este patrón de organización favorece, en palabras de Peponis,

“el movimiento procesional, marcado por los ejes de columnas y percibido a través de las ventanas
interiores y las ventanas internas. El movimiento se desvía en espacio de menor escala, la creación
de múltiples vistas cruzadas permite a los objetos ser vistos a una variedad de distancias y
ángulos, vistas más allá del espacio actualmente ocupado y que induce al visitante a establecer
patrones de exploración.
En todos los puntos los visitantes son expuestos a diferentes escalas de organización , desde el
atrio de múltiple altura hasta el íntimo cuarto de exhibición. El arreglo espacial sugiere
agrupamientos alternativos de objetos e invita a diversas perspectivas comparativas, variando
entre lo formal y lo procesional (en la rampa), la reunión casual (en las galerías de exhibición) y en
la momentánea intersección de miradas (en las galerías de periféricas principales).”

Efectivamente, las vistas no se limitan a la habitación en sí, sino que a través de marcos,
perforaciones y aberturas, se vinculan a otros espacios fomentando la dinámica relación espacial y
visual entre las galerías.
El edificio original albergaba además de las galerías, un auditorio, un café, una tienda de museo,
áreas para miembros y para personal.

“La estructura consiste en columnas de acero y vigas y losas de concreto. El pedestal de granito
actúa como una referencia horizontal par a las rampas y, en elevación, como un ancla para el
revestimiento de paneles de acero revestidos de esmalte de porcelana que cubren las galerías
debajo.
La luz, ya sea directa o filtrada, admitida a través de claraboyas, tiras de vidrio clerestorios o
perforaciones mínimas en el los paneles, es una preocupación constante en todo el edificio:
además de su aspecto funcional, es un símbolo del rol del museo como un lugar de iluminación
estética y valores culturales ilustrados. La intención primaria de la arquitectura es fomentar el
descubrimiento de estos valores y promover una apreciación contemplative de la colección del
museo a través de su propia experiencia espacial”.
Pero en su historia el museo ha sufrido renovaciones, que si bien han tratado de mantener los
principios de su creador, han llevado a modificar la forma cómo Meier concibió el espacio interior
de las galerías. En 1997 se llevó a cabo una reorganización del área de exhibición por Scolgin y
Elam, compartimentarizando las galerías, a la vez que algunas de las claraboyas y ventanas fueron
parcialmente cubiertas para evitar la radiación ultravioleta, nociva para las obras de arte.
Sin embargo, en el 2005, una nueva modificación diseñada por Lord Aeck y Sargent, intentó
devolver al museo a los principios originales de su creador, reabriendo el espacio y utilizando filtros
transparentes que permitían el paso de luz pero no de radiación.

Pegah Zamani y John Peponis, de la escuela de arquitectura del Instituto Tecnológico de Georgia
GIT, llevaron a cabo un estudio computarizado de los cambios del museo en tres periodos,
analizando el segundo nivel con el programa Space Syntax. El análisis se enfocó en patrones de
circulación, integración espacial y visual, enfatizando la discontinuidad que significó la alteración de
1997, tanto en la sintaxis del espacio visble y accesible, un cambio en los principios utilizados por
el curador y los principios de composición de las superficies.
Análisis en Space Syntax del segundo
nivel del museo y sus variaciones en el tiempo. Cortesía de Pegah Zamani y John Peponis: "¿Discontinuidad Radical o Variaciones
en un Tema? La Historia reciente del Museo de Arte High", Estambul, 2007.

Entre el 2002 y el 2005, el Museo High llevó a cabo una extensiva ampliación a cargo de otro
maestro de la arquitectura contemporánea, Renzo Piano. Ésta será materia del próximo post.
Hasta entonces.

Un puente vidriado conecta a esta zona


con la expansión dis

Primer etapa

Esta obra pertenece a la etapa madura del diseño de Meier. Aquí se ponen de manifiesto sus

recursos característicos: los planos blancos revestidos en aluminio, las amplias rampas, las

barandas metálicas que rematan los balconeos hacia múltiples alturas que unifican espacialmente el

edificio, los esbeltos pilotes utilizados por Le Corbusier, y los grandes planos vidriados que

proyectan al exterior el interior del edificio.


El planteo del edificio se basa en tres cubos ocupando las esquinas de un cuadrado, cerrándose en el

último cuarto con una curva de cristal.

Al diseñar el atrio central, Meier se inspiró en el Guggenheim de Frank Lloyd Wright. El Museo

High comparte el concepto de la larga rampa de entrada. Sin embargo, aquí la rampa resulta una

invitación a entrar mientras la vida del edificio se desarrolla en el interior, a diferencia del museo de

Wright en el que la rampa constituye el recorrido en sí del edificio.

El límite entre el espacio exterior y el interior se caracteriza por el tratamiento combinado de

grandes superficies ciegas y grandes superficies vidriadas las que permiten una total conexión con el

exterior o un cierre absoluto, según los sectores. El espacio exterior penetra en el espacio interior y

éste, a su vez, se manifiesta en el exterior del edificio.

El Museo incluye alrededor de 5.000 m2 de espacios de exhibición para trabajos que pueden ser

vistos desde puntos diferentes y un auditórium para 200 personas.

Este edificio pronto resultó insuficiente para la extensa colección que debía albergar. El exceso de

iluminación significó un problema para la exhibición de algunas piezas.

Segunda etapa

La propuesta de Piano para la ampliación del museo se basa en un planteo que respeta la estética de

Meier. La ampliación incorpora el ambiente natural al museo. Basándose en el concepto de Atlanta

como un gran jardín, la naturaleza se transformó en el elemento central de su propuesta.

El eje del proyecto es la plaza parquizada que rodea al edificio original. Se construyeron así tres

edificios que se conectan entre sí formando una U que le brinda un marco a la plaza pública que

atraviesa todo el conjunto.

La superficie de exposición se duplicó. Los nuevos espacios son el pabellón Wieland, que continúa y

amplía el edificio de Meier, el ala Chambers, de planta flexible dedicada a exhibiciones transitorias,

y un centro administrativo del museo.

La plaza central mantiene las vistas del edificio original hacia la ciudad. Este espacio central verde

funciona como nexo de las distintas alas del museo junto a las actividades artísticas y recreativas

que se realizan allí. Constituye un amplio espacio exterior suplementario. Además, se crearon
espacios abiertos para recreo, un café, comercios y una sala de exhibición especialmente preparada

para muestras en papel.

La ampliación del pabellón Wieland y el ala Chambers tiene cinco niveles, cuatro de ellos abiertos al

público. En el nivel de la calle se exponen las obras que necesitan ser preservadas de la luz. En el

primer nivel, se encuentra el lobby.

El segundo y tercer nivel están dedicados a las exposiciones. En el segundo nivel se exhiben las

muestras temporales, en un espacio libre y flexible. En el tercer nivel, cada espacio fue concebido

según la exposición destinada a albergar.

El arquitecto Piano trabajó con la luz, a la que le dio especial importancia. Mil tragaluces con viseras

cónicas de aluminio desplegadas en los techos fueron especialmente diseñados, de tal manera que

pudieran captar solamente la luz del norte, valorada por su suavidad y por permitir iluminar de

manera pareja las colecciones del tercer nivel. La iluminación controlada y artificial del primer nivel

permite una observación sin distorsiones de la obra. Esto apunta a corregir errores del edificio

anterior.

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