You are on page 1of 1

AEROLÍNEAS, RENTABILIDAD Y SOBRESINVERGONZONERÍA

Iván López Espejo

ivan@ilopez.es

Soy un trabajador andaluz. Sin embargo, resido y laboro compañeros finalmente se quedaron en tierra.
en el norte de España. Es por ello que aproveché las pasadas Este es sólo un ejemplo más de todos aquellos que de-
Navidades para volver a mi tierra, Andalucı́a, y ası́ reencon- muestran que los derechos del capital son en buena medida
trarme por unos dı́as con mis familiares y amigos. Lleno de superiores a los de la clase trabajadora. Y es que, aunque
ganas de volver a verlos me dirigı́ al aeropuerto de Bilbao. los afectados por la sobreventa de plazas (rara vez alguien
Era la primera vez que iba a viajar con Iberia y, al llegar al que vuele en primera clase) puedan recibir compensaciones
mostrador de facturación para recoger la tarjeta de embarque económicas como consecuencia de este hecho, se están des-
por la que ya habı́a pagado, me comunican que no dispon- preciando sus circunstancias humanas, como la importancia
go de plaza en el avión. Pero, ¿cómo iba a ser?, me pregunté de su tiempo, su salud psicológica, etc. Por tanto, frente a
indignado. Poco a poco caı́ en la cuenta de lo que ocurrı́a: so- la maximización de la rentabilidad de las aerolı́neas, la clase
breventa de plazas (más comúnmente conocida por el término trabajadora debemos reivindicar la nacionalización del trans-
en inglés overbooking). Con cara de circunstancias, la traba- porte aéreo tal que lo que prime sea la oferta de un servicio
jadora del mostrador hizo una llamada y, tras yo pasar unos público de calidad accesible para todos y todas. Algo que,
minutos de irritación e impaciencia, me dice que se solucionó por cierto, será muy complicado de lograr en el marco de las
el problema y me da la tarjeta de embarque. Aunque el enfado polı́ticas económicas impuestas desde la Unión Europea.
me duró un buen rato, tuve suerte.
De vuelta de vacaciones de Semana Santa, y de nuevo con
Iberia, ayer mismo volé desde mi tierra. Ya en la cola de em-
barque escucho rumores de sobreventa. Entonces veo a mi de-
recha cómo un miembro de la Guardia Civil, jugando el papel
de portavoz y efectivo de seguridad de la compañı́a privada
Iberia, defiende, frente a una joven e impotente pareja, la ley
que ampara a las aerolı́neas en caso de sobreventa. Y es que,
en otro caso más de discrepancia entre lo legal y lo legı́timo,
la sobreventa de plazas es una práctica comercial que en la
Unión Europea está permitida y se regula por el Reglamento
(CE) no 261/2004. Mediante dicha práctica comercial se es-
pecula con la posibilidad de que algunos clientes se ausenten
del vuelo o cancelen su reserva en el último momento. Ven-
diendo más plazas de las realmente disponibles las aerolı́neas
maximizan sus beneficios al asegurar la ocupación total de
sus aeronaves.
Aún en la cola de embarque ayer, otra muchacha que esta-
ba delante de mı́, y afectada por la sobreventa de plazas junto
con otros dos compañeros suyos, gritaba llena de rabia e in-
dignación, con toda la razón moral, ¡Iberia, corrupta! Ası́ las
cosas, en un alarde de poca vergüenza y alienación, la azafata
de embarque se limitó a proferir un irritante eufemismo: ((lo
que hay es lista de espera)).
Contagiado por el ánimo de indignación de los com-
pañeros afectados, accedo al avión y me quedo observando a
través de la ventanilla junto a mi asiento: solamente uno de
los cinco perjudicados pudo subir al avión, mientras que la
joven e impotente pareja ası́ como la muchacha y uno de sus

You might also like