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Al unificarse, la dirigencia sindical priorizó su supervivencia al La victoria legislativa del sindicalismo peronísta -pese al poco
frente de los sindicatos, aun en un contexto de crisis económica interés de sus bases .en el proyecto de ley-le ayudaría a sobrelle-
donde el gobierno regulaba los salarios por decreto. La Central Ge- var el desprestigio generado por la derrota electoral de 1983 y a
neral de Trablljadores (CGT) unificada organizó una movilización establecer una estrategia de defensa y acumuiación de beneficios
que convocaría entre 6000 y 15.000 personas ellO de febrero de institucionales, como el monopolio de la representación y la ne-
1984, cuando la Cámara de Diputados comenzó el tratamiento de gociación de cuotas sindicales por representación para los no
la ley (Gaudio y Thompson, 1990). Si bien su convocatoria tuvo un miembros, que dependen de la legislación y no del mercado de
éxito limitado, fueron más influyentes sus lazos con la Comisión de trab~o. A esta victoria inicial se sumarian subsecuentes concesio-
Trablljo, al definir una estrategia legislativa que continuaría durante nes radicales en la legislación laboral y de obras sociales. El radi-
el gobierno de Menem, como han descripto Etchemendy y Pa- calismo accedió a estas concesiones a fm de garantizar la paz so-
lermo (1998). Si bien el radicalismo impuso cómodamente suma- cial frente a una gran conflictividad laboral azuzada por la falta de
yoría en la Cámara Baja, en la Cámara Alta el Senador Oraldo Bri- lazos partidarios entre el sindicalismo y el gobierno. Al sindica-
tos logró que el tratamiento del proyecto se limitara a la Comisión lismo, dichas concesiones le serviríán para mostrar su capacidad
de Trablljo que él presidía. El oficialismo daba por descontados los de obtener recursos organizativos que compensarían su dificultad
votos de los partidos provinciales. Tal vez por ello, los funcionarios para mantener el poder adquisitivo del salario en un contexto in-
flacionario.
del Ministerio de Trabajo se resistieron a hacer concesiones frente
a dos infructuosos intentos de los senadores de dichos partidos por
negociar posiciones entre el peronismo y el gobierno. En conse-
cuencia y, ante la sorpresa del radicalismo, el senador Britos supo
obtener el voto clave del senador Elías Sapag del Movimiento Popu-
lar Neuqnino. Fue éste el voto que liquidó al proyecto.'
146 DISCUTIR bl.JiONSÍN de atacar al déficit fiscal, atender compromisos externos y promo- 1
!
En respuesta a la nueva política del gobierno, el sectOr hegemó-
Austral demostraba el reconocinúento de Alfonsín de )os límites
nico de la CGT, vinculado al peronisroo renovador, mantuvo la 1
externos -conúenza siiDultáneaiDente el proceso de renegociación
confrontación como estrategia por dos vías: la de Jos conflictos
de la deuda externa- tanto como de los iiDpuestos por las corpora-
síndicales, que incluyeron 14 huelgas generales contra la política
ciones económicas que no compartian su premisa de que la polí-
económica, y el aprovechamiento de los espacios de concertación
tica subordinaba a la econonúa en función del objetivo estratégico
de consolidar la transición democrática. Por ende, el grupo téc- para aunar críticas ala política económicajunto a los sectores em-
presarios.• Saúl Ubaldini, que representaba a los sectores más
nico que llevó adelante el Plan Austral experimentarla tensiones
~·combativos", encabezaría los paros nacionales que atacaban la
con el partido al incluir en su razonanúento estratégico no sola-
política económica de Alfonsín al llegar a la secretaría general de
mente las preferencias partidarias, sino también las de actores ex'
la CGT. Si bien estas medidas de fuerza buscaban la recuperación
ternos e internos que linútaban su accionar (J:leredia, 2006).
del salario frente a la erosión inflacionaria, no fueron muy efecti-
El Plan Austral-presentado en Plaza de Mayo por Alfonsín con
vas en ese sentido (más allá de una inicial recuperación salarial
una invocación a "postergar justaS reivindicaciones" y asuroir las
con la política expansiva de Grinspun). De hecho, hacia el final
exigencias de "una economía de guerra'- era un programa eco-
nónúco heterodoxo que creaba una nueva moneda, establecía del período la alta inflación haría imposible tanto la negociación
controles de precios (incluido el del dólar) y salarios, así como un,' colectiva como la indexación automática frente a la velocidad de
los remarcadores de precios.
novedoso sistema destinado a romper las expectativas inflaciona-"'
Insólitamente, el sindicalismo complementó esta estrategia
rias. Este programa, cuyo financianúento estaba fuert=ente
yado en las retenciones agrarias, también aceptaba la necesidad . combati\'a con una política de alianzas con el empresariado, pese
8 Según el ex secretario de Trab,Yo AnJ.1.ondo Caro Figueroa 9 En este volumen, el capítulo de Gerardo Aboy Carlés, "Raúl Alfonsfn
gobierno negoció a nivel individuo! con lo' ,;ndicatO' de<de la y Iafundaci6n de la 'segunda república'", provee un análisis del
ge<tión de c;asella. Es"' negociacion« incluyeron que directivas peronismo renovador que surge como resultado de la derrota
de<ignadu por lo' ro>dicato' tomaron el control de la< obT"' "'' electoral de este partido en 1983. ·
,icmprc y cuando alguno' ,;indicali<<>S aliado.< al gobierno fuc<an 1
a la diferencia de intereses entre ambos sectores. En 1984 (el año ¿LAs COR!>ORACIO:NEs 0 LOS VOTOS? 149
de la primera huelga general), y a instancias de la CGT, se inaugu- Un sector sindical más dialoguista, conformado por grandes
ran las conversaciones entre la central sindical y algunas corpora- sindicatos y vinculado a la ortodoxia peronista y a empresas pú-
ciones empresarias como la UIA (Unión Industrial Argentina) y la blicas o sectores dependientes de contratos del Estado, se iría se-
SRA (Sociedad Rural Argentina). EstaS organizaciones se unifica- parando de la estrategia de COnfrontación de la CGT y confor-
ban en su oposición a la política económica, pero tenían intereses mana el Grupo de los 15, que buscana canales independientes
contrapuestos: las corporaciones agrarias atacaban las retenciones de negociación con el gobierno. Este sector intentó un diálogo 1
a las exportaciones; las industriales, los controles de precios; y la que incluía a los sectores empresarios más concentrados, enca- 1
CGT, los techos salariales, mientras que reclamaba el control de bezados por los· denominados "Capitanes de la Industria", y al 1
las obras sociales, que era la principal fuente de financiamiento gobierno. Su oportunidad se presentó a principios de 1987
sindical. frente una conjunción de circunstancias: Alfonsín respondía a
El intento de Alfonsín por convocar a una concertación social un rebrote inflacionario con más congelamientos y una minide-
para controlar las variables macroeconómicas facilitaba la construc- ValUación, aparecía el fantasma de una intentona golpista, y sec-
ción de estos espacios de oposición y llevarla a la organización del tores del radicalismo buscaban constituir un tercer movimiento
Grupo de los 11 en 1985. El Grupo de los 11 reunia a la CGT, la . histórico que incluyera al sindicalismo peronista y perntitiera la
Unión Industrial Argentina (UIA), la Sociedad Rural Argentina del Presidente. El pacto con los sindicatos del Grupo
(SRA), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa 15, que por su vinculación con el peronismo ortodoxo ha-
(CAME), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Asocia- . Qran perdido poder en el Partido ante el auge de la renovación
ción de Bancos Argentinos (ADEBA), la Confederación Intercoope- peronista, fue gestado por el ministro del Interior, Enrique No-
rativa Agropecuaria (Coninagro), la Cámara Argentina de Comer- El acuerdo fue presentado como un pacto sociaJ para con-
~¡jnfrontación
cio (CAC), la Unión de Entidades Comerciales de Argentina !i'an-estar demandas sectoriales y restar poder a la estrategia de
(UDECA), la Cámara de la Construcción y la Confederación delCo- ubaldinista. Al mismo tiempo, el gobierno bus-
mercio, la Industria y la Construcción. Sus demandas se cristalizaron debilitar al Movimiento Renovador .Peronista liderado por
en la "Propuesta de los 20 puntos" que reclamaba la reducción del Ca.fiero -de creciente popularidad electoral- y espe-
déficit fiscal, un tipo de cambio alto, la eliminación de las retencio- · -In~
encontrar aliados
militares.l sindicales frente a potenciales conflictos
1
nes, el derecho sindical a administrar las obras sociales y creci- -:.1-' '
miento económico acompañado de mayor empleo y salario real,
Esta coalición dispar mostraba la capacidad de estas organizaciones ·•
de unificarse contra la política económica del gobierno radical
que un ol:?jetivo común, y por ello su estrategia coxyunta tenninani . 2006: 432).
Privado y permitir a los trab<!jadores escoger su afiliación <Aruguete,
disolviéndose por el peso de sus propias contradicciones."
Mientr>s que Gaudio y Thompson (1990) enhtizan los
condicionamientos económicos, Leopoldo Moreau (entrevista
personal, julio 2009) hace hincapié en los riesgos de nna rebelión
10 Especialmente conflictivas eran las demandas del sindicalismo por militar y sn alianza con el sindicai¡,o para explicar la convo<atoria al
aumentos del salario real y las de los empresarios de aceptar sólo Grupo de los 15. Por sn ¡>arte, Armando Caro Figueroa (2005)
aumentos que pudieran ser trasladados a precios o sujetos a subas· d~ ·• enfutiza los objetivos electorales en la explicación del pacto p que, al
productividad, así como la demanda sindical por el control que GaudioyThompson (199o, 176), nota que la CGTno firmó
""el Acta de Compromiso DetnoCJ"ático celebrada en ""Puesta al
obras sociales y el apoyo de la UIA.a pasar las obras sociales
rebelión.
cilevantam;ento de Semana Santa de 1987 hasta el último dla de la
¿LAS CORPORACIONES O LOS VOTOS? 151
150 DlSCU'l'lR AL'fONSiN más adelante) a aquellos sindicalistaS ortodoxos a quienes Alfonsín
El GI11po de los 15 respondió a la convocatoria y aceptó el ofre- había acusado de haber pactado con los militares para llegar a la
ciJlliento gubernamental del Ministerio del Trabajo a Carlos p,J.de- presidencia, especialmente, dadas subsecuentes concesiones a los
rete, en un pacto donde no se le pedla a =bio ;nás que partici- industriales y dada la percepción de la Ley de Obediencia Debida
pación. De acuerdo a caro Figueroa (2005), el acuerdo con el como respuesta a! levantamiento militar de Semana Santa. Es de-
G:r11po de los 15 tuvo tres puntos: 1) no cantarían la ;narcba pero- cir, la política de concesiones corporativas erosionó el apoyo elec-
nista en el Salón Blanco durante la asunción de p,j.derete, 2) apo- toral y, por ende, la capacidad de Alfonsín de contraponer la legi-
yarían al gobierno en caso de golpe ;niJ.itar, y &) defenderían el timidad de los votos a las demandas de las corporaciones.
Plan Austral· Sin. e;nbargo, Caro Figueroa señala luego que canta-
ron la marcha, que ante la rebelión Inilitar de seroana Santa Car-
los p,j.derete no pudo ser encontrado para la reunión de gabinete
de emergencia, y que como IninistrO de Trabajo declaró que el 'LAS CONCESIONES Y SUS CONSECUENCIAS: LA BÚSQ.UEDA
;ninistro de Econoxnía era el eneinigo estrUctural de la clase '·SlNDICAL DE RECURSOS ORGANlZATIVOS
elec~.
náJllÍCOS y en el sector público tuvieron un costo inflacionario, de salud motorizada por el ministro Aldo Neri y con el pro-
yas consecuencias contribuyeron a la erosión del apoyo reforma laboral impulsada por el secretario de Trab~o
del radicalismo. Este itnpacto puede haber estado magnificado Caro Figueroa.
el efecto sitnbólico de darles el Ministerio de Trabajo (y ;§s'.sindicatos fueron la principal oposición al proyecto del mi-
concesiones en la legislación de salud y trabajo, como se de Salud Aldo Neri de establecer un seguro nacional de sa-
~9.\',<:subordinase las obras sociales sindicales a un sistema uní-
proyecto limitaba el control que tenlan los
~catos de las obras sociales (al separar las directivas de éstas y
12 }Mete"' aval6 xnás de 70 acuerdos que sobrepasaron el [~J?,(sindicatos y establecer la elección de dichas dirigen cías
contrad¡ccio~~'
\Inpuesto por Econo!llía (Gaudioy'Thoropson,l990o ll
rell<"iones de JIDU1 Col'lOS Torre (s/f) sobre las
~í;m;¡..directa por los afiliados), reducía la discrecionalidad so-
política salarial entre Olllbos ministerios que generó el e- fondos de aquéllas, e imponía un criterio de redistribu-
de Alderete·
¿LAS CORPORACIONES O LOS VOTOS? 153
154 otscWlltALFONSÍN
Alfonsín supo darle una mayoría electoral a la UCR y mantuvo el
En consecuencia, la estrategia del sindicalismO -marcada por apoyo electoral en las elecciones legislativas de 1985 gracias al
su interacción inicial con el gobierno radical en función de la Ley éxito inicial del Plan Austral para contener la inflación. Además,
Mucci- eJ<¡>lica la supervivencia de la institucionalidad laboral se apoyó en ese capital político para justificar su interacción con
pese a la volatilidad que caracterizó a la Argentina desde 1983. las corporaciones. Sin embargo, las debilidades de la política
Para el gobierno radical, los recursos organizativos eran Jos más económica para controlar la inflación (acentuadas por las con-
fáciles de conceder por su :roenor costo frente a votantes más pre- cesiones mencionadas a las corporaciones económicas), así
ocupados por la inflación y la imagen de las huelgas generales como su impacto sobre la capacidad de consumo, afectarían la
que por la organización de las obras sociales o la interna sindical- popularidad del partido gobernante. Al perder su principal
Sin embargo, estos recursos fueron los de mayor importancia· :apoyo en la las urnas, Alfonsín perdió su principal escudo con-
1
para el sindicalismo, no sólo porque sus organizaciones concen- tra las presiones de los intereses económicos organizados. Si
tran Jos beneficios, sino tan1bién porque son recursos institucio-, ·bien las demandas sindicales no tenían tanta visibilidad para
nales de menor sensibilidad frente a los cambios del mercado lac
los votantes, sus consecuencias inflacionarias sí las tuvieron. ·Las
boral- Esta estrategia sindical se profundizó durante él gobierno ..
·consecuencias inflacionarias provocaron un traspaso anticipado
de Menetn, en un conteXtO de debilidad del mercado laboral: es-.
·del poder: si bien Alfonsín fue el primer presidente en la
tos mismos sindicatos lograron concesiones organizativas en el 1 historia argentina elegido de:roocráticamente que traspasaba el
proceso de privatizaciones, participación en el nuevo sistema de' ·· poder a un presidente de otro partido también elegido demo-
pensiones y de accidentes de trabajo (Murillo, 1997; Etchemendy,
cráticamente, este acto de consolidación democrática fue empa-
2009). Desde el fracaso de la estrategia radical, el sindicalismo se: 1iado por la crisis hiperinflacionaria que experimentaba la Ar-
concentró en obtener esta clase de recursos, tantO con el mismo, ·gentina.
gobierno radical o con el peronista que le sucedería, aunque • · 1 Quiero terminar este ensayo enfatizando dos legados de esta
intercambio de concesiones fuera en un caso por paz social y ···iÍlteracción entre el gobierno y los sindicatos en este primer go-
el otro~ por cooperación. del nuevo período democrático. Primero, tras el gobierno
;':de Alfonsín, el sindicalismo continuaría concentrándose en acu~
1
15 El ministro de T~bajo de De la Rúa, Alberto Flamarique, f~ Etchemendy, Sebastián (2009), "Mode!s of&onomic
de comprar votos en el Senado para obtener la aprobacion -I:L
por medio de una taijeta Banelco que habilitaba a retirar efect LiberaJization: Regime, Power and Compensation in
denuncia de este intercambio provoco la renuncia del vicepr~-~ Ibero-A.merica",
. Di Tel!a. inédito, Buenos Aires, Universidad Torcuato
y la crisis de un gobierno cuya campaña electoral había den~<
fuertemente la corrupción de su antecesor. ·' "'· '\
16 Un fallo de la Suprema Corte de 2008 cuestiona los monopóli~
legales de representación colectiva, pero al momento d~ ~~
yVicente Palermo (1998), "Conflicto y concertación.
articulo aún el Ministerio de Trab:<Yo no ha otorgado la .- ·· ·: Congreso y organizaciones de interés en la reforma laboral del
representaci6n en negociaci6n colectiva a organizacione~·.siri.1 ¡imergobiemo de Menem (1989-95)", DesanvJlo&onómico,
alternativas. ,,;~t 37, núm. 148, pP. 559-590.
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