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CANCER DE ESTOMAGO

El estómago es un órgano que se ubica entre el esófago y el intestino delgado. Mezcla los
alimentos con el ácido estomacal y ayuda a digerir las proteínas.

El cáncer de estómago afecta principalmente a las personas mayores, dos tercios de las
personas con este tipo de cáncer es mayor de 65 años. El riesgo de padecer cáncer de
estómago aumenta si:

 Tiene una infección por Helicobacter pylori


 Ha tenido inflamación del estómago
 Es hombre
 Come abundantes alimentos salados, ahumados o encurtidos
 Fuma cigarrillos
 Tiene antecedentes familiares de cáncer de estómago

Es difícil diagnosticar el cáncer de estómago en sus primeras etapas. La indigestión y la


molestia estomacal pueden ser síntomas de una etapa temprana del cáncer, pero otros
problemas también pueden causar los mismos síntomas. En los casos avanzados, puede haber
sangre en las heces, vómitos, pérdida de peso inexplicable, ictericia o dificultades para tragar.
Los médicos diagnostican el cáncer de estómago con un examen físico, pruebas de sangre y de
imagen, una endoscopia.

SIGNOS Y SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO:

El cáncer de estómago en etapa inicial pocas veces causa síntomas. Los signos y síntomas del
cáncer de estómago pueden incluir:

 Poco apetito  Acidez (agruras) o indigestión


 Pérdida de peso (sin tratar de bajar  Náusea
 Vómito, con o sin sangre
de peso)
 Hinchazón o acumulación de
 Dolor abdominal
 Malestar impreciso en el abdomen, líquido en el abdomen
 Sangre en las heces fecales
generalmente justo encima del
 Recuento bajo de glóbulos rojos
ombligo
(anemia)
 Sensación de llenura en el
abdomen superior después de
comer una comida liviana
Es más probable que la mayoría de estos síntomas sean causados por otras dolencias que no
son cáncer, tal como un virus o una úlcera estomacal. Éstos también ocurren con otros tipos de
cáncer. No obstante, las personas con cualquiera de estos problemas, especialmente si éstos no
desaparecen o empeoran, deben hablar con sus médicos para que la causa sea encontrada y
tratada.

Debido a que los síntomas del cáncer de estómago a menudo no aparecen hasta que la
enfermedad está avanzada, sólo aproximadamente 1 de 5 cánceres de estómago en los Estados
Unidos se encuentran en una etapa inicial, antes de que se hayan propagado a otras áreas del
cuerpo.

FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO

Raza/origen étnico. El cáncer de estómago es más frecuente en las personas de raza negra,
hispana o asiática que en las de raza blanca.

Alimentación. Una dieta con alto contenido de sal puede aumentar el riesgo de cáncer de
estómago. Esto incluye alimentos conservados con métodos de secado, ahumado, salado o
encurtido y alimentos con alto contenido de sal agregada. El consumo de frutas y verduras
frescas puede ayudar a disminuir el riesgo.

Cirugía previa o estado de salud. Las personas que han sido sometidas a cirugía de
estómago, anemia perniciosa o aclorhidria tienen un riesgo más elevado de contraer cáncer de
estómago. La anemia perniciosa es una disminución grave de los glóbulos rojos causada
cuando el estómago no puede absorber la vitamina B12 correctamente. La aclorihidria es la
falta de ácido clorhídrico en los jugos gástricos, que ayudan a digerir los alimentos.

Exposición ocupacional. La exposición a determinadas sustancias en polvo o gas puede


aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.

Tabaco y alcohol. El uso de tabaco y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el


riesgo de desarrollar cáncer de estómago.

Obesidad. El peso corporal excesivo aumenta el riesgo de que el hombre desarrolle cáncer de
estómago. No está claro si la obesidad aumenta el riesgo de la mujer de padecer cáncer de
estómago

Antecedentes genéticos/familiares. Las personas que tienen un padre o madre, hijo/a, o


hermano/a con cáncer de estómago corren más riesgo.
MEDIDAS DE DIAGNOSTICO

Para diagnosticar un cáncer de estómago se pueden seguir los siguientes puntos:

En la historia clínica se solicita información al paciente sobre los síntomas y posibles


antecedentes familiares.

Datos obtenidos en laboratorio: en la analítica se suele observar anemia. También se puede


detectar un marcador tumoral denominado CEA que, aunque no es específico del cáncer
gástrico, puede ser un indicativo.

Estudio del jugo gástrico: en fases avanzadas suele haber falta de secreción ácida.

Radiología: se realizan exámenes de tránsito intestinal que permiten detectar masas.

Endoscopias: mediante gastroscopias se pueden evidenciar pólipos y otros tumores. Además,


en el caso de tumores de pequeño tamaño, pueden extirparse durante la propia prueba. De
hecho, esta es la mejor prueba para la detección de procesos expansivos en el tubo digestivo,
pero se recomienda primero una radiografía por resultar menos invasiva.

Biopsia: la muestra también se toma por endoscopia y permite comprobar cuál es el tipo
exacto de tumor al que nos enfrentamos.

TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO

Una vez que se diagnostica y se clasifica por etapas el cáncer, hay mucho que considerar antes
de que usted o sus médicos escojan un plan de tratamiento.

Los tratamientos principales para el cáncer de estómago son:

 Cirugía
 Quimioterapia
 Terapia dirigida
 Radioterapia
 Inmunoterapia

Generalmente el mejor enfoque usa dos o más de estos métodos de tratamiento.

Usted tendrá que comparar los beneficios de cada tratamiento con los posibles efectos
secundarios y riesgos. Sus opciones de tratamiento dependen de muchos factores. La
localización y la etapa (extensión de la propagación) del tumor son muy importantes. Para
seleccionar su plan de tratamiento, usted y el equipo de profesionales que atiende su cáncer
también tomarán en cuenta su edad, estado general de salud y sus preferencias personales.
Resulta importante que un equipo de médicos de diferentes especialidades participe de su
atención antes de preparar los planes para tratar su cáncer de estómago. Es muy probable que
su equipo de médicos incluya:

Un gastroenterólogo: un médico especializado en el tratamiento de las enfermedades del


sistema digestivo.

Un cirujano oncólogo: un médico que trata el cáncer con cirugía.

Un médico oncólogo: un doctor que trata el cáncer con medicinas, como quimioterapia.

Un oncólogo especialista en radiación: un médico que trata el cáncer con radioterapia.

Puede que muchos otros especialistas formen parte de su atención, incluyendo enfermeras
practicantes, enfermeras, especialistas en nutrición, trabajadores sociales, y otros
profesionales de la salud.

Es importante que antes de comenzar el tratamiento comprenda el objetivo de su tratamiento:


si es tratar de curar el cáncer o mantener el cáncer bajo control o aliviar los síntomas. Si el
objetivo del tratamiento es curar el cáncer, usted también recibirá tratamiento para aliviar los
síntomas y los efectos secundarios. Si no es posible conseguir una cura, el tratamiento está
dirigido a mantener el cáncer bajo control por tanto tiempo como sea posible y aliviar los
síntomas, como problemas para comer, dolor o sangrado.

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO

Seguir una dieta saludable rica en frutas y verduras, y que incluya una cantidad adecuada de
vitamina C.

Evitar ingerir productos ahumados y en salazón.

No fumar y no abusar del consumo de alcohol

Realizar revisiones periódicas con endoscopias a pacientes con úlceras gástricas. Esta medida
no es realmente preventiva, pero permite la detección precoz del cáncer, aumentando así las
posibilidades de supervivencia del afectado.

Los pacientes que han sufrido algún tipo de cirugía gástrica y que además tienen anemia deben
seguir también un programa de revisiones periódicas.

Aunque se sabe que la infección por H. pylori es un factor de riesgo, no se ha demostrado si su


erradicación supone un factor protector
Cáncer de la Lengua
El cáncer de lengua es un tumor maligno poco frecuente que se localiza, sobre todo, en el
tercio anterior de la lengua. Los expertos creen que entre las posibles causas de este tipo de
cáncer están principalmente el consumo de tabaco y alcohol.

Se denomina cáncer o carcinoma de lengua al tumor malignoque se desarrolla en la lengua. Se


clasifica dentro del grupo de los tumores de cabeza y cuello. Los carcinomas en la
lengua pueden adoptar formas diferentes. Hay tumores planos que se encuentran en las
mucosas y tumores ramificados que sobresalen de ellas. Este tipo de carcinomas se extienden
por el conducto linfático tanto en los ganglios linfáticos del cuello como en los de la mandíbula
inferior. En otros órganos (por ejemplo, en los pulmones, el hígado o en el esqueleto) no suelen
aparecer tumores ramificados.

Los carcinomas en la lengua representan aproximadamente el 25% de los cánceres de boca.


Suelen aparecer entre los 60 y los 70 años y afectan con más frecuencia a los hombres que a
las mujeres.

Causas

Las causas del cáncer o el carcinoma en la lenguado siempre están claras. Tanto el tabaco como
el alcohol en grandes cantidades afectan a la zona de la boca y la faringe y, según los expertos,
constituyen un factor que aumenta el riesgo de desarrollar el cáncer de lengua.
Las inflamaciones crónicas de las mucosas bucales y linguales, por ejemplo, debidas a un mal
implanten de prótesis dentales, así como una higiene bucal deficitaria puede llegar a favorecer
el riesgo de padecer cáncer.

Síntomas

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de lengua? Al principio de la enfermedad no es muy
común que aparezcan síntomas o molestias. Si la enfermedad sigue avanzando, algunos de los
afectados experimentan una sensación de cuerpos extraños en la boca o la faringe. En una
etapa más avanzada se puede presentar dolor de garganta , que puede extenderse hasta
los oidos, y molestias al tragar o problemas al hablar. En la parte inferior de la lengua pueden
aparecer zonas sangrantes. Asimismo, pueden encontrarse a menudo ganglios linfáticos
inflamados en la garganta y la mandíbula inferior.
Diagnóstico
Para confirmar o descartar el diagnóstico de cáncer de lengua, el médico realiza un examen a
conciencia de la zona de la boca y la faringe. Las dos terceras partes anteriores de la lengua
pueden evaluarse a simple vista. Por último, con la ayuda de un espejo puede observar la base
de la lengua. Cuando se sospecha que existe cáncer de lengua, el médico toma una muestra de
tejido (biopsia) de las zonas de la piel alteradas, para así asegurar el diagnóstico.

Para determinar cuánto se ha extendido el cáncer de lengua, el médico emplea procedimientos


de exploración por imágenes tales como la tomografía computarizada (TC) o la tomografía por
resonancia magnética (TRM). De este modo puede determinar si en los ganglios linfáticos de la
garganta se encuentran tumores ramificados (metástasis). Sin embargo, a veces basta con
realizar un ultrasonido de los ganglios linfáticos.

La propagación (estatificación) del carcinoma en la lengua se clasifica según el sistema TNM,


siglas que en inglés representan la extensión del tumor primario (T), la presencia de ganglios
linfáticos regionales (N) y la presencia de metástasis distante (M). Esta clasificación es muy
importante para el médico, puesto que mediante esta información puede establecer el
tratamiento y evaluar el pronóstico de la enfermedad.

Tratamiento
Para elegir el tratamiento ideal para el cáncer de lengua es necesario determinar con exactitud
la extensión y la expansión del carcinoma. También es decisivo saber si existen tumores
ramificados (metástasis). Los tumores en la lengua se extienden preferentemente por el
conducto linfático en los ganglios linfáticos de la garganta y en los ganglios linfáticos de la
mandíbula inferior.

La primera opción para tratar el cáncer en la lengua es la intervención quirúrgica. Los tumores
pequeños situados en la parte anterior de la lengua (movible) suelen ser fáciles de de eliminar.
Para los tumores situados en la base de la lengua, la intervención quirúrgica resulta más
complicada, por lo que se aplica sobre todo en los casos en los que el tumor ya se ha extendido
y ha alcanzado, por ejemplo, la laringe. Si el cáncer ya está en fase de metástasis en los ganglios
linfáticos, el médico suele llevar a cabo la llamada disección de cuello. En estos casos e
independientemente de la extensión del tumor, elimina todos los ganglios linfáticos de la
garganta y otras estructuras como, por ejemplo, los vasos sanguíneos o los nervios. Al terminar
la operación, dependiendo de la extensión del tumor y de donde esté situado, es necesaria
la radioterapia. La quimioterapia o la radio quimioterapia (combinación de radiaciones y
medicamentos) solo son necesarias en carcinomas en estadio muy avanzado o cuando el tumor
no puede eliminarse mediante una operación. El objetivo del tratamiento ideal es conservar la
funcionalidad de la lengua y del resto de estructuras que hayan podido dañarse en la zona de la
cabeza y la garganta.

Evolución

Complicaciones

En las etapas posteriores del cáncer en la lenguapueden surgir complicaciones como molestias
al tragar y dificultades al hablar. Por lo tanto, este tipo de tumores pueden disminuir bastante
la calidad de vida. En la actualidad existe incluso la posibilidad de realizar una reconstrucción
plástica en la que el médico sustituye las estructuras corporales dañadas o eliminadas y
restablece funciones como la capacidad de hablar, masticar o tragar.

Pronóstico

En el cáncer de lengua, el pronóstico y la tasa de curación dependen considerablemente de la


extensión del tumor y de su expansión, así como de posibles tumores ramificados (metástasis).
El cáncer de lengua es un tumor agresivo. La supervivencia media, con los tratamientos
actuales, a los 5 años está alrededor del 55%. Sin embargo, la supervivencia está en evidente
relación con el estadio tumoral, siendo del 70 y 60% para los estadios I y II, pero cayendo hasta
el 40 y 30% para los estadios III y IV. De ahí la importancia del diagnóstico precoz.

Atención postoperatoria

La atención postoperatoria constante es muy importante una vez que termina el tratamiento
del cáncer en la lengua. De este modo, se pueden reconocer y tratar a tiempo los nuevos
brotes de cáncer (recidivas). Este hecho mejora claramente el pronóstico del cáncer de lengua.

Prevención

¿Cómo se realiza la prevención del cáncer de lengua? Por lo general, el cáncer de lengua no se
puede prevenir. Sin embargo, evitando el consumo de tabaco y dealcohol en exceso, disminuye
el riesgo de desarrollar cáncer en la lengua. Además, es importante realizar revisiones
odontológicas periódicas de las prótesis dentales y de los implantes.
Cáncer de Colon
El cáncer de colon es una enfermedad que se desarrolla debido a que la mucosa del
colon contenida en un pólipo existente evoluciona por diferentes causas hasta convertirse en
un tumor maligno. Normalmente las células malignas se localizan en la porción intermedia y
más larga del intestino grueso.

Este tipo de cáncer es uno de los más comunes a nivel mundial y también de los más fáciles de
diagnosticar. Además, las tasas de curación son elevadas si se detecta precozmente y tarda
mucho en desarrollarse.

El colon, junto con el recto (porción final del intestino grueso) es el lugar donde se almacenan
las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano. Al encargarse de esta labor,
acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la aparición de un cáncer.
Por eso es importante reducir el tiempo de acumulación al mínimo adoptando una dieta
equilibrada que facilite el tránsito intestinal adecuado evitando el estreñimiento.

El cáncer de colon puede crecer de tres formas:

Crecimiento local: En este caso el tumor invade profundamente todas las capas de la pared del
tubo digestivo. En primer lugar, el tumor maligno crece desde la mucosa, se expande por la
serosa y llega a las capas musculares. En el momento que el cáncer traspasa la pared del
intestino puede diseminarse a todos los órganos.

Diseminación linfática: Cuando el tumor va profundizando en la pared del intestino puede


llegar a los órganos utilizando la red de vasos linfáticos que permiten el acceso a múltiples
regiones ganglionares. Una de las características de esta difusión es que se realiza de forma
ordenada alcanzando primero a los ganglios cercanos hasta llegar a los más alejados.

Diseminación hematógena: Aquí el tumor se sirve del torrente sanguíneo paradiseminar las
células cancerígenas al hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro, principalmente.

Incidencia

Según datos de diciembre de 2014 de la Asociación Española Contra el Cáncer, en España el


cáncer de colon es el tercero más frecuente en los hombres, por detrás del de
pulmóny próstata; y el segundo en las mujeres, por detrás del de mama. En términos
generales, el cáncer colorrectal es el que tiene una mayor incidencia, un 15 por ciento.
Además, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de colon tiene
una incidencia de 32.240 personas al año en España y es el responsable de 14.700
fallecimientos.

Causas

Las principales causas que provocan esta enfermedad son:

Edad: La mayor parte de los casos de cáncer de colon se localizan en personas entre los 65 y
los 75 años aunque puede haber casos que se manifiesten entre los 35 y los 40 años. Si se
diagnostican antes de esa edad suele deberse a que el paciente tiene una predisposición
genética a padecer esta patología.

Dieta: El cáncer de colon parece estar asociado a dietas ricas en grasas y pobres en fibra. En
este sentido, actualmente se están llevando a cabo numerosas investigaciones.

Herencia: En el cáncer de colon desempeña un importante papel la genética, ya que existe la


posibilidad de que se transmita hereditariamente y predisponga a la persona a sufrir la
enfermedad. Sin embargo, esto puede detectarse y permitir tratar el cáncer de manera precoz.

Historial médico: Se ha demostrado que quienes tienen una mayor predisposición a padecer
esta enfermedad son las personas que tienen o han tenido pólipos (crecimiento benigno) de
colon o recto, colitis ulcerosa (enfermedad inflamatoria intestinal), cáncer de
mama, útero u ovarios.
Parientes de primer o segundo grado que también han tenido cáncer de colon.
Estilo de vida: Existen ciertos factores que dependen del estilo de vida y que predisponen a
la aparición del cáncer de colon, como, por ejemplo, la obesidad, la vida sedentaria y el
tabaquismo.

Síntomas

El cáncer colorrectal tiene una larga evolución y sus síntomas pueden variar dependiendo de la
localización del tumor en el intestino grueso. Las molestias más frecuentes aparecen en la fase
avanzada de la enfermedad. Sin embargo, estos síntomas no son exclusivos del cáncer de colon
y pueden producirse en otras patologías como las hemorroides o determinados trastornos
digestivos. Los especialistas recomiendan acudir al médico en cuanto aparezcan para facilitar
que el diagnóstico se realice de forma adecuada. Los más comunes son:

Cambios en el ritmo intestinal

Los pacientes que tienen cáncer de colon pueden, en algunos casos, tener diarrea y, en otros,
estreñimiento. La segunda opción es común en aquellas personas que previamente a la
enfermedad tenían un ritmo intestinal normal. Sin embargo, la opción más frecuente es que el
paciente sufra periodos de estreñimiento combinados con periodos en los que padece diarrea.

Sangre en las heces

El síntoma más frecuente de este tumor maligno es que el paciente presente sangre en las
heces. El color de la sangre puede ser roja o negra. La presencia de la sangre roja se da
principalmente cuando la persona presenta tumores de la parte más distal del colon y recto. En
el caso de la sangre negra, éste color aparece porque la sangre está digerida y procede de
tramos más próximos del colon dando lugar a haces negras que se conocen con el nombre de
melenas. Si este síntoma no se diagnostica pronto y el paciente no recibe el tratamiento
adecuado puede agravarse y dar lugar a la aparición de una anemia. En estos casos el paciente
puede sufrir mareos, cansancio o tener la sensación de que le falta el aire, entre otros
síntomas.

Por otro lado, el enfermo puede detectar que sus deposiciones cambian de tamaño y son más
estrechas. Esto se produce porque el intestino se está estrechando.

Si los tumores están situados en la parte distal del colon, el paciente también puede tener
la sensación de que no se completa la deposición y que la evacuación es incompleta.

Dolor o molestia abdominal

Las molestias y los dolores abdominales suelen ser muy comunes. Esto se debe a que el tumor
obstruye en parte el tubo intestinal y se produce un dolor y una situación parecida a la de los
cólicos. En algunos casos el cierre del tubo puede llegar a completarse y se produce una
obstrucción intestinal, en estas situaciones es necesario que el paciente reciba atención médica
quirúrgica urgente.

Pérdida de peso sin causa aparente, pérdida de apetito y cansancio constante

Al igual que otras enfermedades relacionadas con el estómago, el cáncer de colon,


especialmente cuando se encuentra en un estado avanzado presenta estos síntomas.
Prevención

En todos los tipos de cáncer existen factores de riesgo que hacen que las personas que estén
expuestas a ellos tengan más probabilidades de desarrollar un tumor maligno.

La investigación en cáncer colorrectal ha demostrado que en algunos tipos, los tumores se


originan a partir de pólipos (pequeños bultos benignos). La detección precoz y extracción de
estos pólipos puede ayudar a prevenir la aparición de la enfermedad.

Otra de las causas de la aparición del cáncer de colon es la predisposición genética que tenga la
persona. Esto se debe a diversas alteraciones en determinados genes por lo tanto, los
individuos con familiares que tienen o han tenido esta patología deben acudir a exámenes
médicos periódicamente.

Existen diferentes síndromes que predisponen a que aparezca el tumor maligno. Los más
comunes son dos:

Poliposis colónica familiar

Este síndrome sólo provoca el 1 por ciento de los cánceres de colon. La poliposis colónica
familiar aparece durante la adolescencia provocando múltiples pólipos en el recto y en el
colon. La causa de la aparición es la mutación del gen APC, que se transmite de padres hijos.
Este gen lo pueden heredar tanto las chicas como los chicos.

Cáncer colorrectal hereditario no polipósico

Este tipo de cáncer supone entre el 3 y el 5 por ciento de los tumores de recto y colon. La
principal diferencia respecto al síndrome anterior es que los pacientes no presentan pólipos.

Algunos hábitos poco saludables también podrían ser la causa de la aparición de la


enfermedad, de manera que seguir los siguientes consejos puede resultar muy beneficioso:

No abusar del alcohol, ni del tabaco: El tabaco aumenta el riesgo de desarrollar pólipos que
pueden ser precursores de la enfermedad. Respecto al alcohol, su consumo propicia que
crezcan las células de la mucosa del colon. Este crecimiento da lugar a los pólipos.

Controlar el sobrepeso: Se debe evitar la obesidad y el exceso de calorías en la dieta. Realizar


ejercicio físico de forma regular contribuye a que no se lleve una vida sedentaria y se favorezca
la aparición de la enfermedad.

Alimentación: Los especialistas aconsejan seguir una dieta equilibrada y recomiendan las
siguientes pautas.

No abusar de comidas ricas en grasas.

Disminuir el consumo de grasas de manera que no superen el 20 por ciento del total de
calorías de la dieta, consumir preferentemente grasas monoinsaturadas (aceite de oliva) y
poliinsaturadas (aceite de pescado).

Disminuir la ingesta de carnes rojas.

Aumentar el consumo de pescado y pollo.

Incorporar a la dieta alimentos ricos en fibra ya que tomar una cantidad de fibra de al menos
25 gramos diarios, en forma de cereales y pan integral, previene la aparición del tumor.

Incrementar la ingesta de frutas y verduras. Especialmente coliflor, coles de Bruselas, brócoli y


legumbres.

Edad: Este tipo de cáncer suele aparecer a partir de los 40 años y su incidencia aumenta a
medida que se cumplen años.

Por último, si la persona tiene algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, como lacolitis
ulcerosa o la enfermedad de Crohn, aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.

Tipos

En el 90-95 por ciento de los casos, el adenocarcinoma es el tipo de cáncer de colon más
común. Éste se localiza en la mucosa que recubre el interior del colon y del recto. Aunque éste
es el más común existen otros tipos menos frecuentes:

Linfoma: Es el cáncer de las células de la defensa del intestino y del estómago.

Sarcoma: Este tumor surge en la capa muscular del tubo digestivo.

Tumores carcinoides: Se produce en las células productoras de hormonas del aparato


digestivo.

Melanoma.
Diagnóstico

Una de las principales ventajas del cáncer de colon es que es de los pocos tipos que se puede
diagnosticar antes de que la persona presente síntomas.

La prueba más fiable es un test de sangre oculta en las heces que averigua si hay presencia de
sangre o no. Si sale positivo, a continuación se realizará una colonoscopia para ver el origen de
sangrado. Esta prueba sirve para conseguir detectar y extirpar los pólipos para evitar que se
desarrolle el tumor. El test lo puede realizar el paciente en casa y debe ser interpretada por un
especialista. Esta prueba se recomienda, como norma general, cada dos años a partir de los 50
años.

Una vez que se tiene la sospecha de que puede haber un posible problema o lesión en el colon,
el médico debe elaborar una historia clínica, realizar una exploración física y un tacto rectal.
Para detectar un cáncer de colon se utilizan varias técnicas:

Tacto rectal: Es una exploración física que el médico realiza introduciendo un dedo en el ano
para detectar anomalías en la parte inferior del aparato digestivo, como, por ejemplo, sangre,
bultos anormales o si el paciente siente dolor.

Sigmoidoscopia: Es una exploración que consiste en introducir por el ano un tubo que
transmite luz e imagen, y que se llama endoscopio. Con él se puede examinar el recto y la parte
final del colon (unos 60 cm), y detectar algunos de los pólipos que pudiera haber allí.

Colonoscopia: Es una exploración similar a la sigmoidoscopia, pero el tubo utilizado es más


largo y permite recorrer todo el colon. Facilita la toma de muestras de tejido (biopsia) en áreas
en las que se sospecha que pudiera haber algún tumor, y después se realiza un estudio con un
microscópico. Normalmente se realiza con sedación y el riesgo de que surjan complicaciones es
muy bajo.

Estudio genético: Si existen antecedentes familiares o se sospecha de la posibilidad de un


cáncer hereditario, es aconsejable realizar un estudio genético para detectar anomalías. En
caso de existir alteraciones genéticas en la familia, se deben iniciar las exploraciones de colon y
recto a una edad temprana (20 años) y continuarlas periódicamente.
Enema de bario con doble contraste: Consiste en una serie de radiografías del colon y el
recto que se toman después de que al paciente se le haya aplicado un enema (lavativa) con una
solución blanca calcárea que contiene bario para mostrar radiológicamente con detalle el
interior del colon y el recto.

Tratamientos

Para planificar el tratamiento adecuado, el médico necesita saber en qué etapa de la


enfermedad se encuentra el paciente. En la actualidad existen dos sistemas que se usan con la
misma frecuencia.

Elección del tratamiento

Tras realizar las pruebas que confirman el diagnóstico el especialista determinará el


tratamiento. Como en muchos otros tipos de cáncer, el de colon requiere una terapia
multidisciplinar para ofrecer al paciente las mayores tasas de recuperación. Los especialistas
decidirán cuál es el tratamiento adecuado en función del estado del paciente, dónde está
ubicado el tumor y la fase en la que se encuentra el cáncer.

Además, el especialista valorará si el paciente sufre otras enfermedades que puedan


entorpecer el tratamiento. Todo esto implica que cada paciente recibirá un tratamiento que se
adapte a sus circunstancias particulares. Los tratamientos más comunes son la quimioterapia y
la cirugía.

Cirugía

Mediante una operación en quirófano, se extrae la parte afectada por el cáncer. La cirugíase
utiliza en todas las etapas de la enfermedad. De hecho, en el estadio A, es el tratamiento
recomendado ya que en el resto de los estadios los especialistas aconsejan aplicar la cirugía en
combinación con otros tratamientos.

En esta en fase inicial los especialistas pueden extraer un pólipo mediante colonoscopia para
examinarlo y, según los resultados, se extirpará el cáncer y una parte circundante de tejido
sano y se extirparán los ganglios de la zona. Otra posibilidad es, tras extirpar parte del colon,
realizar una apertura desde el colon hacia el exterior (colostomía), en cuyo caso la persona
tendrá que usar una bolsa especial de uso externo donde se recogerán las heces. La colostomía
puede ser transitoria o permanente.

Radioterapia
Consiste en aplicar radiación de alta energía sobre la zona afectada con el fin de destruir las
células cancerosas. Sólo afecta a la zona en tratamiento y puede aplicarse antes de la cirugía
(para reducir el tumor y poder extraerlo más fácilmente) o después de la cirugía (para terminar
de destruir las células cancerosas que pudieran haber quedado).

Quimioterapia

Es el tratamiento por el que se administran fármacos con el objetivo de destruir las células
cancerosas. Se realiza insertando un tubo en una vena (catéter) por el que se inyectarán los
fármacos a través de un sistema de bombeo. Suele administrarse tras la operación quirúrgica.

Inmunoterapia

Consiste en estimular o restaurar las propias defensas inmunitarias del organismo. Para ello se
emplean productos naturales o elaborados en el laboratorio.

Otros datos

Pronóstico

Según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, aproximadamente el 54 por ciento
de los pacientes con cáncer de colon sobreviven más de cinco años. Aunque estas cifras varían
dependiendo del estadio. Así, la supervivencia a los cinco años en el estadio A es de entre el 90
y el 92 por ciento; en el estadio B, de entre el 50 y el 75 por ciento; en el estadio C del 25 al 55
por ciento y en el estadio D es menor al 8 por ciento.

Además, en los últimos años, el pronóstico de supervivencia para los pacientes en estadio C
con quimioterapia tras la cirugía ha mejorado bastante.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios varían según el tratamiento que recibe el paciente, pero la mayoría son
temporales. El médico debe informar al paciente sobre los que puedan aparecer.

La cirugía puede provocar dolor y debilidad en la zona afectada y diarrea temporal. Además, si
al enfermo se le ha realizado una colostomía puede producirse una irritación de la piel
alrededor de la apertura realizada.

La quimioterapia afecta tanto a las células cancerosas, como a las normales y puede
producir náuseas, vómitos, caída del cabello (aunque éste siempre vuelve a crecer), diarrea y
fatiga.

Por último, la inmunoterapia puede provocar síntomas parecidos a la gripe, como fiebre,
escalofríos, debilidad y náuseas.

Control y seguimiento del cáncer de colon

Tras finalizar el tratamiento, el riesgo de reaparición del cáncer disminuye con el paso del
tiempo. Durante los tres primeros años es aconsejable realizar revisiones trimestrales. A partir
del cuarto y quinto año estas revisiones se pueden espaciar a seis meses y a partir del sexto
año se pueden realizar anualmente.

Las pruebas de seguimiento incluyen un cuidadoso examen físico general y un examen rectal
más específico, una colonoscopia y análisis de sangre para marcadores tumorales como el
antígeno carcinoembrionario (CEA). Si los síntomas o los resultados de las pruebas comunes
sugieren una reaparición del cáncer, también pueden hacerse radiografías de tórax,
tomografías computarizadas y pruebas de imágenes por resonancia magnética. Ante cualquier
síntoma nuevo o persistente, se debe consultar con el médico de inmediato.

Marcadores tumorales

El antígeno carcinoembrionario (CEA) es una sustancia que se encuentra en la sangre de


algunas personas con cáncer de colon. La prueba de sangre del antígeno carcinoembrionario se
usa con más frecuencia con otras pruebas para el seguimiento de pacientes que ya han tenido
cáncer y han recibido tratamiento. Esta prueba puede alertar precozmente de la reaparición de
un cáncer. El antígeno carcinoembrionario puede estar presente en la sangre de algunas
personas que no tengan cáncer de colon. El fumar también puede aumentar los niveles de éste
antígeno. Por eso, no puede considerarse como una prueba específica para detectar cáncer de
colon.

¿Cómo disminuir el malestar tras realizar las pruebas de


diagnóstico?

Aunque las pruebas para diagnosticar el cáncer de colon no son dolorosas, sí pueden resultar
molestas para el paciente y llegar a ser difíciles de tolerar en algunos casos. Desde la
Asociación Española Contra el Cáncer dan estas recomendaciones para ayudar al paciente a
pasar las pruebas:
En primer lugar, recomiendan que el paciente vaya acompañado ya que hablar con una
persona cercana facilitará que el paciente esté más relajado.

A continuación señalan que el usuario le pida al médico que le explique bien en qué van a
consistir las pruebas para evitar que se imagine situaciones.

Antes de realizar las pruebas aconsejan que el paciente realice algún ejercicio de relajación.
Además, destacan que es importante que se centre únicamente en lo que está ocurriendo en
cada momento. Tras terminar la prueba también aconsejan que el paciente realice algún
ejercicio de relajación.

Por último, si está nervioso o presenta ansiedad es recomendable hablar con el médico para
comunicárselo y que le recete algún medicamento que pueda mejorar esa situación si lo cree
conveniente

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