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Interaccionismo

simbólico y el

consumismo

Integrantes: Daniela Cid


Katerin Muñoz
Juan Pablo Riveros
Valentina Silva
Carla Zapata
Psicología social II
Temuco, 23 de septiembre del 2014
Fenómeno a estudiar
La problemática de nuestro caso nace desde como las relaciones sociales han ido
transformándose en función de un proyecto que atiende a los intereses de agentes
de poder de esta modernidad. En la Modernidad, que desde sus inicios ha
expresado la constitución de una subjetividad privatizada, presentará un proyecto
en el cual el hombre es libre, implantando así una nueva organización social en
torno a la creación de un sujeto individualizado. Aun así detrás de este proyecto
de libertad no hay más que una profunda intención de control social mediado por
las aspiraciones e intereses de elites. Así “La modernidad constituye un proyecto
que tiene como objetivo compatibilizar el orden o control social y la libertad
individual” (Stecher, A 2008). Toda esta contradicción en la que nace la sociedad
moderna se caracteriza por desvanecer las relaciones sociales, valores
tradicionales, donde se funda el escepticismo y en donde el sujeto ya
individualizado debe ser administrado racionalmente. A raíz de lo anterior se crea
un sujeto desarticulado, con falta de herramientas; el sujeto moderno es individuo,
hombre, adulto productor, padre de familia, escéptico y desconfiado, emprendedor
y razonable, individualista, sujeto ante el dinamismo productivo, objeto ante la
“naturaleza de las cosas”; además es hedonista, término que se relaciona
directamente con el individualismo de este sujeto moderno. Esta individualidad
que lo conforma está restringida a su propio cuerpo, y así no posee más criterio de
felicidad que el bienestar corporal; limitándose sólo al placer inmediato y no al
trascendente. De esta forma podemos comprender cómo este sujeto moderno no
se sentiría completo sin consumir y sin los medios necesarios para tal consumo.
Todo lo relatado anteriormente será utilizado por sistema mercantil, así mediante
el objeto de consumo se ocupará de la inmediatez y la soledad del sujeto,
convirtiéndola en el pilar de su existencia (Ragnnedda, M 2008), utilizando
técnicas publicitarias como herramienta que modelaran al sujeto para ajustarlo a
los intereses verdaderos de esta época, adaptando al sujeto a los intereses
particulares de las elites.

Las personas consumistas la compra ha pasado a ser una actividad


personalmente relevante, como dice Jimenez, S: “El aumento del materialismo
como indicador de éxito social e, incluso, como señal de identidad y las facilidades
que cada vez más tenemos para comprar cualquier tipo de producto” son
facilitadores para incrementar trastornos de compra compulsiva. Por esto ya
podemos ver que el DSM-V la ha integrado dentro de sus patologías, si bien esta
toma en cuenta los factores psicológicas y conductuales para el criterio de
evaluación, hay otros factores del entorno y de la estructura social del sujeto que
condiciona a esta individuo para que su proyecto de vida se construya bajo las
opciones del consumo.
Dentro de esta estructura podemos identificar: los factores económicos orientada
a la producción de bienes de consumo efímeros, cuantificado mediante objetos los
valores del sujeto, convirtiéndose en objeto más que sujeto, además de ir
fragmentando e individualizando su vivir cotidiano y produciendo así el entorno
necesario para el control social de elites modernas. También estas los factores
políticos a la disposición del sistema económico, creando sistemas de
marginación y regulación para los fines consumistas dejando desvalida la
comunidad y dejar en libre albedrio el actuar económico. Aun así dentro de estas
dimensiones económicas y políticas los medios de comunicación cumplen un rol
fundamental, ya que son los ejecutores de dispositivos de homogenización del
sujeto, muestran imágenes y slogan que no dan espacio al actuar del individuo, y
utilizando los poderes de la estética, para responder a las necesidades inmediatas
de sujeto detrayéndolo y desviándolo a la búsqueda de una identidad más
genuina, imponiendo a objetos como mediador y gestor en la búsqueda de la
realización, de la felicidad de sentir y del vivir dentro de la sociedad. Provocando
ver como dice Pinto, M (2004): “el consumismo como uso social, como forma
concreta, desigual y conflictiva de apropiación material, y utilización del sentido del
objeto y los signos que se producen en el campo social”. Por otra parte los
sistemas institucionales son una herramienta que crea el marco social en función
del paradigma consumista, normando a constituir sujetos pasivos y acríticos ante
su cotidianidad. Ahora estos factores van dirigidos a las comunidades que es
donde se encuentra la experiencia social, donde se crean la realidad, significados
y símbolos de los individuos, constituyéndose dentro de estos. Para finalizar el
concepto de familia moderna a fin de cuenta es el que reproduce los ideales
modernos y crea al sujeto entregándolo ya con cierta formación a los fines de esta
época.

Problematización
Según Pons, X (2010): “el conocimiento de las personas es resultado de procesos
de interacción dentro de un marco histórico y cultural” y desde el interaccionismo
simbólico se centra en la comunicación y en cómo esta va construyendo un sujeto
que emerge desde la interrelación comunicativa mediada por símbolos y
significados que aparecen en lo social. Dentro de estas miradas sociológica de la
realidad es de donde aparecen reflexiones relacionadas con ¿Qué tipo de
significados han emergido o se han impuesto en la vida de las personas
actualmente?... o el interés por dilucidar los procesos que las personas utilizan
para describir, explicar o responder al mundo en el que vive. La modernidad en
sus inicios genero muchos significados relacionados con un mejor porvenir social,
todo esto mediado por estructuras y poderes que guiarían y regularían de mayor
forma este progreso social. Esta situación habría incidido de gran forma en como
las personas nos comunicamos y actuamos, desde significantes que aparecerían
de la relación asimétrica entre los ciudadanos y las instituciones. Esta realidad
habría generado como resultado a personas carentes de significados particulares,
ya que la realidad era regulada e impuesta por instituciones como el estado, la
ciencia., la economía, etc. Y son estas las que construirían la realidad de un sujeto
observador de un mundo que se le presentaba, donde este solo tenía que
adaptarse a lo que se le planteaba como ya conocido. Es aquí donde los
significados aparecen dándonos como resultado a un sujeto pasivo en el cómo
interactúa con los demás, tomando en cuenta que el poder de imponer y persuadir
por parte de la política, la economía y la mayoría de las instituciones, son los
mayores productores de significados. Estos no son más que la reproducción de
una regulación impuesta vacía de mayor trascendencia.

En lo particular, hoy en día ha emergido una realidad social que se relaciona


directamente con todo lo anteriormente mencionado, la cual es palpable fácilmente
al contextualizar el cotidiano de la sociedad occidental, esta realidad es la del
consumismo, el cual guiaría las relaciones, desde lo que es la adquisición de
bienes materiales, y como estos bienes atribuirán significados al individuo. No es
difícil encontrarse con personas interesadas de gran forma en el comprar y
adquirir cosas, donde la interacción con el entorno estaría significada por el valor
engañoso que tendrían los bienes materiales (el comprador compulsivo es el
mayor ejemplo de estos significantes, con los cuales interacciona la actual
sociedad). El sentido de esto estaría mediado por los símbolos que el mercado
impone y de los cuales aparece el consumidor como reflejo de las carentes y
mínimas formas alternativas de realidad e interacción. Todo este conocimiento
creado y en donde se asienta será analizado críticamente por la psicología social.

Dentro de lo descrito anteriormente, el sujeto aparece como resultado de la


regulación e imposición de significados que limitarían los procesos de
cuestionamientos y mayor reflexión, que apuntarían a una interacción basada en
otros significantes que no sean los que harían aparecer al consumidor como tal, .
En este escenario, una demanda social no sería un hecho tangible, ya que los
símbolos con los cuales las personas aprenden a construir su realidad, aparecen
de la necesidad de adquirir o satisfacer necesidades inmediatas y de adquisición
material, más que de la significación a través de símbolos que pudieran cuestionar
esa realidad simbólica de interaccionar (no existe mayor significación de la
demanda).
Intervención:

Primera intervención:

Esta intervención está enfocada a gestionar espacios de interacción desde las


minorías que ya han generado una demanda contra el consumismo y sujetos
pasivos que sean parte de un cotidiano reducido.

Concretamente se realizaría una actividad intercultural para la vida social donde


los actores sociales que participen serán la municipalidad en forma indirecta,
organizaciones sin fines de lucro, ecologistas, etnias, religiones, etc; produciendo
una dinámica relacional no dirigida donde estos diversos grupos muestren y
compartan sus alternativas de vida entre organizaciones y estas minorías y sujetos
que irían a informarse y conocer.

El objetivo es la creación de nuevos significados que se puedan compartir e


interpretar creando así nuevas formas relacionales para el surgimiento de un
sujeto más amplio.

Pronóstico: Según creemos el pronóstico de esta interacción tendría un impacto


positivo entre los participantes ya que se cumpliría el objetivo de la interacción y la
creación de nuevos significados.

Segunda intervención:

Generar espacios y talleres que enseñen acerca de la auto sustentabilidad,


teniendo por objetivo que a través del cultivo se divise una nueva alternativa de
vida, ya que es un proceso de desarrollo en la que se busca el bienestar humano
sin dañar el equilibrio del ambiente, ni comprometer el potencial de los recursos
naturales, pero también incorpora la dimensión cultural, en el sentido de preservar
y fomentar la identidad de las comunidades. En este espacio los participantes
serian los ministerios comprometidos (CONAMA, Ministerio de agricultura), la
municipalidad los ciudadanos. Pero igual es un concepto que se nos hace difícil
llevar a la práctica tomando en cuenta que nuestro actual modelo hegemónico nos
distrae y nos genera cierta dependencia ligada al proyecto que fue la modernidad,
lo que lleva a que se vea la auto sustentabilidad como algo difícil de llevar a la
práctica.

Pronostico: Esta puede ser una alternativa viable ya que tenemos una carga
cultural acerca de la agricultura.
La no intervención:

Se optaría por la no intervención ya que el consumismo forma ya parte de la


llamada sociedad de consumo, aun así podemos ver una amplitud en los
significados que están mediando nuestras relaciones interpersonales, estas
nuevas formas interpretativas que surgen desde minorías estables y desde la
marginación de los mismos modelos hegemónicos, nos vendrían a replantear
desde actitudes que son constantes como sujetos activos, generado una
dimensión alternativa, en donde se comienzan los cuestionamientos desde la
transformaciones de lo significantes. Además los orígenes de la intervención
estarían dentro del contrato social, siendo más bien un mecanismo de regulación
para construir un sujeto civilizado.

Pronósticos: Si bien no se realiza intervención de por medio, sabemos que en


chile ya existen minorías que están generando y actuando a favor de otras
alternativas de vida.
Bibliografía:

1.- Pérez. C (2009) Notas sobre la subjetividad moderna. En sobre la condición


social de la psicología. pp 65- 108. Santiago: LOM.

2.- Pinto, M (2004) Consumo, endeudamiento y sobreendeudamiento de los


trabajadores, Universidad de Chile, Chile.

3.- Stecher, A (2008) La psicología como proyecto de la modernidad: claves


sociohistóricas para interrogar la pluralidad de la psicología contemporánea. En A.
Kaulino y A. Stecher (eds.), Cartografía de la psicología contemporánea (pp. 49-
101). Santiago: LOM. (Disponible en Biblioteca UCT).

4.- Pons, X 2010. La aportación a la psicología social del interaccionismo


simbólico: una revisión histórica, EduPsykhé. Revista de Psicología y
Educación 9, 23-41.

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