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MANEJO DE LAS FINANZAS POPULARES

Autor(a): Angélica Arteaga


2017

En el manejo de las finanzas personales, es evidente que las personas no saben administrar sus
recursos de la mejor manera, las que son consideradas buenas inversiones, no son más que un
reflejo especulativo, esto debido al poco conocimiento popular o simplemente que no es
considerado de gran relevancia y no es impartido por las entidades educativas, que le ven más
urgencia a otro tipo de aprendizajes. En nuestra sociedad actual, se evidencia en verdad, que la
gente se interesa más por temas de salud, considerando que garantizan el bienestar y una vida
plena, descartando el hecho de que una buena administración de las finanzas también son un
coadyuvante a un bienestar general en todos los aspectos de la vida y que incluso la salud es
un bien adquirido con capacidad económica y muchas veces requieren una gran inversión
monetaria.

En mi corta vida, he visto como personas a mi alrededor invierten mal sus recursos y terminan
perdiéndolo todo o gran parte de su dinero, algunas veces por malas decisiones, en momentos
incluso evidentemente inapropiados para invertir o simplemente por el desconocimiento en
términos financieros, que no necesariamente tienen que ser a profundidad, porque basta con
un conocimiento básico en ciertos aspectos para enfocar las decisiones en un mejor camino y
no caer en errores claramente evitables, En el libro “Finanzas Personales – Cuatro Principios
Para Invertir Bien, de Juan Palacios Raufast”, se intentan explicar métodos claros con sustento
en análisis serios sobre el tema, pero que claramente tienen aplicabilidad en economías más
sobresalientes como las de Estados Unidos o de España y con un crecimiento más alto en
comparación con la economía de nuestro país, en donde opciones como las inversiones en la
bolsa, la compra de acciones y demás, no son del conocimiento popular y que el acceso a estas
también es muy escaso y limitado, las personas por su parte deciden simplemente acumular
sus ingresos como primera medida, en las cuentas bancarias como una salida fácil y confiable al
problema. Tal vez por la simple seguridad que brindan los sistemas bancarios o por la
practicidad en el manejo del dinero, siendo este el método más predominante en la cultura
económica popular, sin importar que las ganancias son realmente mínimas, muy por debajo del
1% mensual, en casi todos esos casos, las personas no tienen en cuenta el incremento de la
inflación anual, que reduce considerablemente esa ganancia y tampoco se tienen en cuenta los
cobros por transacciones, uso de cajeros, manejo de tarjetas débito y los cobros de intereses
por el uso de las tarjetas de crédito y demás.

Muchas personas con poco acceso a las redes bancarias, como campesinos y habitantes de
zonas rurales, por su parte encuentran en la inversión de inmuebles una buena forma de
mantener sus ganancias o ahorros con el pasar de los años, con la noción de que el patrimonio
está siempre consigo y que su valor incrementa con los años, ignorando el hecho de que el
incremento del valor anual en todos los casos es inferior al mencionado incremento en la
inflación que muchas veces en Colombia sobrepasa la barrera del 6% y eso sumado a que los
impuestos cobrados por el estado también reducen la ganancia anual, deberían ser incluidos
en sus cuentas para determinar de mejor manera si en verdad hay una conservación del capital
inicial, eso sin mencionar el hecho de que los predios rurales tienen un incremento del valor
mucho más reducido que los predios en ciudades en constante crecimiento, en donde por lo
menos se pueden hacer inversiones en terrenos de los cuales se sabe que incrementaran su
valor por el crecimiento en obras urbanísticas, como la pavimentación de calles, adecuación de
los sistemas de alcantarillados y la colocación de redes eléctricas que exponencialmente
incrementaran el valor.

Por su parte el campesino para poder incrementar las ganancias que no tiene su tierra en el
valor anual, puede hacer siembras o administrar su ganado, que pareciera ser un negocio 100%
seguro, pero hay que tener en cuenta las perdidas por muerte de una parte de los animales, la
sequía que obliga al traslado de estos a otros lugares en los cuales toca pagar por la
alimentación y tenencia de los mismos, esto hace que en resumidas cuentas se necesite una
cantidad de capital demasiado grande para una ganancia que aunque se considere segura para
muchos, la verdad es que es muy baja.

Para aclarar un poco mi teoría, traigo al tema el caso de un ganadero de la región, quien
adquirió un bien en $100.000.000 y luego de 5 años este decide venderlo, con la suerte de que
el predio incremento mucho su valor, cosa que no es muy común en este tipo de vienes en
zonas rurales, el valor final del predio ascendió a los 200.000.000 aproximadamente, si a esto le
agregamos un incremento del 25% de la inflación de esos 5 años, tendríamos que el bien
debería costar 125 millones para superar ese incremento quedando una ganancia de 75
millones de esos 5 años, todo esto sin agregar los pagos de impuestos, el costo de
administración a los trabajadores, adecuación y limpieza del terreno entre otros, que podrían
reducir fácilmente esa ganancia final a solo 40 millones en los mismos 5 años, si comparamos
con otro tipo de negocios como el del dinero al interés por letra de cambio o hipotecas en
donde la ganancia legal mensual no debe superar el 3%, tendríamos que 60 meses
correspondientes a esos 5 años, deben dejar una ganancia de $180.000.000 casi que sin ningún
gasto extra y que sumado al patrimonio inicial quedaría en 280 millones.

Esto es solo una pequeña muestra de lo equivocadas que pueden estar las personas en
términos financieros y como pueden desviar su atención en cosas que a la larga serán muy
poco rentables para su bolsillo o que les pueden hacer perder grandes cantidades en malas
inversiones sin ningún tipo de conocimiento y basadas únicamente en la especulación o el
conocimiento popular que no se basa en estudios concretos al respecto.

En consecuencia, vemos como las personas ven en las formas de inversión a largo plazo más
garantías de conservación de la inversión inicial y una pequeña ganancia anual resultante, que
aunque no sea mucha, movido por el hecho de que existen más garantías de lo que se tiene,
generan esa sensación de que se está invirtiendo bien. No es raro en nuestro entorno
encontrar a personas que invierten en viviendas para obtener posteriores ganancias por
arriendo y avalúo del inmueble, negocio para el cual demuestran mucha voluntad y decisión.
En cambio, hay muchas dudas cuando se trata de hacer inversiones con un pequeño porcentaje
de riesgo, aunque sea mínimo, las letras de cambio o hipotecas no son una opción tan tenida
en cuenta por muchas personas, en donde el hecho de tener que confiar o depender de la
buena voluntad de otra persona para generar pagos a su nombre, no se tiene como la mejor de
las garantías. Eso sin importar el tipo de documento que respalde dichas deudas.

Por otro lado, si mencionamos el caso de las jubilaciones, esos son temas tratados más que
todo por personas que dependen de trabajos pagados por entidades administradas por el
gobierno o trabajadores que simplemente residen sus sueldos del mismo. Quienes trabajan en
otro tipo de entidades o simplemente lo hacen de forma independiente no expresan esa
necesidad de tener ahorros destinados a un retiro del campo laboral sin mayores problemas
económicos, ese concepto de ahorrar para la vejes se ve más expresado en cosas como la
tenencia de vivienda propia, tal vez para sentirse en lo suyo o por la simple comodidad que
esto genera dado que esta actitud puede considerarse como un logro personal más profundo a
diferencia de vivir en arrendamiento y tal vez por eso muchos no contemplan que dichas
inversiones son realmente costosas y que supondrían un esfuerzo económico no muy fácil de
sobrellevar por alguien que devengue un sueldo no tan considerablemente alto, es claro que
en la mayoría de los casos es mejor optar por el arrendamiento, en donde un pago promedio
anual puede estar en los 5 millones de pesos y una inversión para vivienda en mi entorno
ronda los 100 millones en promedio.

En ese sentido suena más lógico hacer una inversión considerable con ese capital mientras se
obtienen ganancias suficientes que incluso pueden ser destinadas para ese fondo de retiro en
tiempos futuros, destinar ganancias para nuestra educación tampoco es una mala idea, dado
que nuestra mente es en verdad nuestra propia empresa y la fuente de generación de nuevos
ingresos. Podría asegurar que parte de esas decisiones son tomadas más por el miedo a lo
desconocido que a conocimientos concretos, en donde el miedo incluso puedo motivar más las
decisiones personales que la misma especulación.

En consecuencia, vemos como cada día son más comunes los casos de personas que pierden
gran parte de su dinero, en compra de bienes o en la toma de malas decisiones, con la
esperanza de invertir bien sus ahorros, como lo es también, la compra de vehículos, que al
tiempo valen hasta cuatro veces menos de lo invertido, eso sumado a la devaluación de la
moneda, lo hace aún peor.

Este caso es el común denominador en nuestro entorno, en mayor medida como mencionamos
antes, por la falta de conocimientos financiaros básicos, que a la larga no son más que un
detonante de la escasez de recursos económicos, que tienen mayor afectación en una
economía como la nuestra, posicionada en cuarto lugar en el mundo con más altos cobros en
impuesto, según cifras entregadas por el Foro Económico Mundial (WEF, en Inglés), que hacen
aún más difícil la situación para aquellas personas que no saben qué hacer con su dinero y ven
como cada día el costo de vida sube. En donde se destacan incrementos como el del actual IVA
del 19% y estar expuesto a perder todo o parte de ello, no es el mejor de los panoramas,
convirtiéndose así, todas estas condiciones en factores generadores de pobreza, conflictos
sociales y poco crecimiento económico de las sociedades.

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