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Las raíces del álgebra pueden rastrearse hasta la antigua matemática babilónica,7 que había
desarrollado un avanzado sistema aritmético con el que fueron capaces de hacer cálculos en una
forma algorítmica. Con el uso de este sistema lograron encontrar fórmulas y soluciones para
resolver problemas que hoy en día suelen resolverse mediante ecuaciones lineales, ecuaciones
de segundo grado y ecuaciones indeterminadas. En contraste, la mayoría de los egipcios de esta
época, y la mayoría de los matemáticos griegos y chinos del primer milenio antes de Cristo,
normalmente resolvían tales ecuaciones por métodos geométricos, tales como los descritos en el
Papiro de Rhind, Los Elementos de Euclides y Los nueve capítulos sobre el arte matemático.
Diofanto (siglo III d.C.), algunas veces llamado «el pádre del álgebra», fue un matemático
alejandrino, autor de una serie de libros intitulados Arithmetica. Estos textos tratan de las
soluciones a las ecuaciones algebraicas.10
Influencia árabe
Los babilonios y Diofanto utilizaron sobre todo métodos especiales "ad hoc" para resolver
ecuaciones, la contribución de Al-Khwarizmi fue fundamental; resuelve ecuaciones lineales y
cuadráticas sin el simbolismo algebraico, números negativos o el cero, por lo que debe distinguir
varios tipos de >jab.11
Edad Moderna
Durante la Edad Moderna europea tienen lugar numerosas innovaciones, y se alcanzan resultados
que claramente superan los resultados obtenidos por los matemáticos árabes, persas, indios o
griegos. Parte de este estímulo viene del estudio de las ecuaciones polinómicas de tercer y cuarto
grado. Las soluciones para ecuaciones polinómicas de segundo grado ya era conocida por los
matemáticos babilónicos cuyos resultados se difundieron por todo el mundo antiguo.
Siglo XIX
El álgebra abstracta se desarrolló en el siglo XIX, inicialmente centrada en lo que hoy se conoce
como teoría de Galois y en temas de la constructibilidad.12 Los trabajos de Gauss generalizaron
numerosas estructuras algebraicas. La búsqueda de una fundamentación matemática rigurosa y
una clasificación de los diferentes tipos de construcciones matemáticas llevó a crear áreas del
álgebra abstracta durante el siglo XIX absolutamente independientes de nociones aritméticas o
geométricas (algo que no había sucedido con el álgebra de los siglos anteriores).
Un número complejo es un número con la estructura x + iy. Aquí x es la parte real del número, y
es la parte imaginaria del número e i significa imaginario. El valor del cuadrado de i es igual a −1.
El número imaginario i es uno de los dos número que cumple con la regla (i) 2 = −1, el otro número
es -i. Formalmente, escribimos i =√−1. Un número complejo z se escribe como
z = x + iy
donde x e y son números reales. Llamamos a x la parte real de z y y la parte imaginaria y escribimos
x = Rez, y = Imz.
Dos números complejos son iguales si y sólo si sus partes reales e imaginarias son iguales. El
complejo conjugado de z = x + iy, denotado como ¯z, es definido como
¯Z = x - iy
El uso de números complejos comenzó mucho antes que estos se definieran formalmente.
La referencia más importante según los registros se encontró en el año 1545 por Cardan. Cardan
los encontró mientras investigaba las raíces polinómicas. Se dice que la ‘i’ se formó porque se
convirtió en el requisito de los matemáticos. Al principio, durante el periodo inicial de las
Matemáticas, la solución de un problema relacionado con la raíz cuadrada de un número
negativo, por ejemplo: x2+1=0 era considerado imposible de resolver. Después de un tiempo, los
expertos llegaron con el número iota para resolver tales ecuaciones.
L. Euler (1707–1783) introdujo la notación i =√−1,, y visualizó los números complejos como puntos
con coordenadas rectangulares, pero no dió un fundamento satisfactorio para los números
complejos. Euler usó la fórmula x + iy = r (cos θ + i sin θ) y visualizó las raíz de zn = 1 como vértices
de un polígono regular. Definió el complejo exponencial, y demostró la identidad eiθ = cos θ + i
sin θ.
Caspar Wessel, un noruego, fue el primero en obtener y publicar una presentación adecuada de
los números complejos. Wess utilizó lo que conocemos hoy día como vectores. El usaba la suma
geométrica de vectores (ley del paralelogramo) y definió la multiplicación de los vectores en los
términos que hoy llamamos adición de los ángulos polares y multiplicación de las magnitudes.
Existe una gran cantidad de aplicaciones de los números complejos, especialmente en la industria
eléctrica donde la misma definición de la fuente de corriente alterna se basa en sí en los números
complejos, ya que esta incluye una fase de campo que es un componente angular.
La formula Z . W = |z| . |W| (cos (θ + µ) + i sen (θ + µ)) puede ser utilizada para hallar la potencia
enésima de un numero complejo.
En los números reales, todo número posee una raíz de orden impar y dos raíces de orden par. En
los complejos hay una mayor abundancia de raíces . Concretamente, se tiene la siguiente
propiedad:
Todo número complejo tiene exactamente n reices n - esimas. Así por ejemplo 1 tiene 4 raíces
cuartas, pues:
A continuación damos una fórmula para hallar las raíces de un número complejo. Sea Z = |Z| (cos
θ + i sen θ).
Si representamos gráficamente estas tres raíces, veremos que se hallan sobre una circunferencia
con centro en el origen y radio 2 . Además todas ellas están a la misma distancia de las otras:
formando los vértices de un triángulo equilatero, tal como puede verse ne la figura siguiente:
con k = 0,1,2,3,4, y 5.
Si las graficamos en el plano complejo, vemos que ellas ocupan los vértices de un
hexágono regular inscrito en una circunferencia de radio 1.