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1. Origen del TIPO: Fue BELING quien descubrió el tipo penal (1906) al señalar que consiste en la
descripción del hecho punible1. Además, BELIGN tuvo el mérito de distinguir entre tipo penal
(descripción) y tipicidad (congruencia entre un hecho real y el tipo penal).
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Sin embargo, para BELING el tipo penal solo consistía en la descripción “objetiva” del hecho punibole, pues
los aspectos subjetivos de la conducta los ubicaba en la culpabilidad.
5. Relación entre la tipicidad y la antijuridicidad: Uno de los grandes méritos de Beling, además
de descubrir el tipo penal, es haber afirmado la independencia de la “tipicidad” dentro de la
teoría del delito. Antiguamente se señala que cada vez que existía un hecho real que calzaba
en la descripción de algún delito señalado por el legislador (tipicidad) entonces esa conducta
era antijurídica; es decir, la tipicidad implicaba la antijuridicidad. Sin embargo, gracias a la
teoría de BELING, se ha señalado que la tipicidad es un elemento distinto y autónomo de la
antijuridicidad, de manera que la tipicidad es tan solo indiciaria, y no constitutiva, de la
antijuridicidad.
La faz objetiva del tipo se encuentra compuesta siempre por una acción2, pero además puede
requerir la existencia de un resultado y de un nexo causal (delitos de resultado).
I. ACCIÓN:
a. Sujeto activo, agente o hechor: La regla general es que cualquier individuo de la especie
humana puede realizar una acción típica. Sin embargo, existen ciertos tipos penales en
que el sujeto activo debe reunir determinas cualidades especiales; por ejemplo, la de
“sentenciado”, “funcionario público”, “chileno”, “prestamista”, etc. En estos casos, se dice
que el tipo penal exige un sujeto activo calificado.
b. Objeto material: es aquella cosa o persona sobre la que recae físicamente la acción del
agente. El objeto material no debe confundirse con el objeto jurídico. Éste consiste en el
“bien jurídico” protegido por la norma penal. Así, por ejemplo, en el delito de homicidio el
objeto material es el cuerpo de la víctima, mientras que el objeto jurídico es la vida.
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Si la faz objetiva del tipo solo contiene una acción, estamos en presencia de un delito de mera actividad.
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El núcleo rector es fundamental, en cuanto su existencia cumple el mandato constitucional que reclama la
descripción de una conducta, mientras que sus detalles o complementos pueden estar entregados a una
norma inferior, siempre que el núcleo se precise en la ley.
c. Tiempo de la acción: El tiempo de la acción habitualmente es indiferente para el tipo
penal, pero en algunos casos adquiere significación constitutiva del mismo. Así ocurre, por
ejemplo, en el tipo del artículo 394 (“dentro de las cuarenta y ocho horas después del
parto”).
d. Lugar de la acción: Ciertos tipos penales exigen que el hecho punible sea realizado en un
lugar indeterminado. Ejemplos: “dentro del territorio de la república” en el art 106; “en un
lugar no solitario” en el art 349; en un “lugar no habitado” en el caso del artículo 442, etc.
II. RESULTADO
Los delitos pueden ser clasificados según distintos criterios. Una de esas clasificaciones distingue
entre delitos de mera actividad y delitos de resultado material, según si el legislador describe una
sola actividad o conducta, o bien, una actividad seguida de un efecto externo. Si el legislador se
limita a describir una acción o conducta entonces estaremos en presencia de un “delito de mera
actividad”; en cambio, si el legislador describe una acción seguida de un resultado, entonces
estaremos frente a un “delito de resultado material”. Es, precisamente, en este último tipo de
delitos donde encontramos -además de una acción- un resultado y un nexo causal.
En los delitos de resultado material el tipo alude expresamente al resultado, entendido como
“aquel cambio del mundo exterior, causado por una acción, en el que se concreta la lesión o puesta
en peligro del bien jurídico tutelado”.
Cabe señalar que si bien es cierto que la acción se encuentra vinculada al resultado por medio del
“nexo causal”, ello no debe hacernos perder de vista el hecho de que el resultado es independiente
de la acción. Que acción y resultado pueden existir separados es un hecho de la experiencia. Así
ocurre en la tentativa (acción sin resultado) y en el caso fortuito (resultado sin acción).