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PRIMER MOMENTO

Si el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el
cráneo, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también
seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario,
escribir nosotros mismos libros que nos hagan felices. Pero lo que debemos
tener son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala suerte y
que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien amamos
más que a nosotros mismos, como el suicidio. Un libro debe ser como un pico
de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro.

[Franz Kafka. Citado por Steiner, G., (1982) Lenguaje y silencio. Ensayos
sobre literatura, el lenguaje y lo inhumano. Gedisa, Barcelona, pág 101]

¿Has transitado la experiencia a la que alude el autor? ¿Qué libros o escritos


fueron significativos en esa experiencia? ¿Qué es leer? ¿Toda lectura (o toda
la literatura) tiene que estar al servicio de la formación? ¿Tiene que estar al
servicio de la moral, de la política, de la filosofía? ¿Tiene que ser “edificante”?
¿Posee riesgos? ¿Cuáles?
SEGUNDO MOMENTO

Después de escuchar profundamente el poema cantado de Miguel Hernández


les propongo que realicen con mucho detenimiento la siguiente lectura:

Hay algo en la literatura que parece intimidar. El poema es un caso ejemplar.


Como si el poema no debiera ser abordado desde la discusión: el poema no
afirma, expresa; como si, desde esa creencia, el placer atribuido a la lectura se
opusiera a la discusión de ideas. En efecto, entender la poesía como emoción,
como pura expresión de las emociones del poeta parece ponerla en el lugar en
el que la discusión es imposible. Pero la poesía establece una especial
relación con el lenguaje y en esa relación se emparenta con la filosofía. La
filosofía explica, argumenta, desarrolla, analiza una idea; la poesía la
condensa en algunos versos. Pero la idea sigue estando allí y permite también
ser leída desde la filosofía. La poesía invita permanentemente a ese sentido
descrito más arriba como “desnaturalizar la realidad”, las cosas son vistas
desde otro punto de vista. La metáfora como recurso privilegiado crea un
sentido antes inexistente: la impertinencia semántica que constituye la
metáfora no es una cuestión puramente ornamental, revela aspectos de la
realidad que permanecen ocultos al lenguaje descriptivo.

Kohan, W. y Waksman, V. (2000). Filosofía con niños. Aportes para el trabajo


en clase. Bs. As., Novedades educativas (pág. 141).

Desde la experiencia de tu escucha: ¿Qué emociones expresa ese poema? ¿Qué


emociones te suscitó? ¿Con qué ideas, preguntas o temas filosóficos se podría
vincular este poema? ¿Qué es “desnaturalizar la realidad”? ¿En qué sentido este
poema “desnaturalizaría” la realidad? ¿Podría vincularse lo que afirman estos dos
autores con la cita de Kafka?

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