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Pero que conste, que todo este atrevimiento empezó con la iniciativa de Ley General del
Servicio Profesional Docente (LGSPD), presentada al Congreso de la Unión por el
Presidente de la República el 13 de agosto de 2013. Ya que en dicha ley, que según dice en
su Artículo 1º, es reglamentaria de la fracción III del artículo 3º de la Constitución General
de la República, dispone en sus artículos 21 y 22, que, a partir de la aprobación de ese
ordenamiento, el ingreso al Servicio de Educación Básica y Media Superior, se llevará a
cabo mediante un “concurso de oposición”, con lo que se busca – dicen -, garantizar la
idoneidad de los conocimientos y las capacidades necesarias de los futuros maestro a
contratar. Pero además, en el artículo 52 del capítulo VIII de esta Ley, se ordena la
evaluación del desempeño del docente - ya con su nombramiento oficial - con carácter
obligatorio; quien, de ser identificado en la evaluación, con “insuficiencia en su
desempeño”, deberá incorporarse a los “programas de regularización” que la Autoridad
Educativa determine, y tendrá dos oportunidades de evaluación más, para alcanzar “un
resultado suficiente”, so pena de perder el “Nombramiento" correspondiente “sin
responsabilidad alguna, para la Autoridad Educativa”. Y es aquí, donde aparece la urgente
necesidad de capacitación, de todos los maestros, procurando salvar a como dé lugar, el
“Nombramiento” ganado y otorgado por la Autoridad Educativa, que es el que, casi
siempre, le da comer a ellos y a sus familias.
Muy bien, pero, ¿por qué los maestros agrupados en Antorcha Magisterial, tuvieron qué
organizarse y buscarse, solos y por su cuenta, un curso de capacitación, para hacer frente a
la “Evaluación del desempeño docente” ?, ¿qué acaso no es esta, según la Ley, una
obligación del Estado? ¡Sí lo es!, y para comprobarlo, invoquemos de nuevo la LGSPD,
artículos 54 y 59, en este último se puede leer lo siguiente: “El Estado proveerá lo
necesario para que el Personal Docente y el Personal con Funciones de Dirección y de
Supervisión, tengan opciones de formación continua. Las Autoridades Educativas […]
ofrecerán programas y cursos para la formación continua y el avance cultural del personal
en servicio”. ¿Cumple el Estado y sus Autoridades Educativas con la Ley referida, tal como
se dice? Sostengo que son cientos -o tal vez miles-, los maestros que desearían que en
realidad así fuera.
Pero hoy quiero referirme sólo a la situación que conozco bien, es decir, a la falta de Apoyo
en capacitación de los maestros de los Tele Bachilleratos Comunitarios (TBC) y de
Educación Media Superior a Distancia (EMSAD). De estas dos modalidades de
Bachillerato, ya he denunciado bastante sus carencias y falta de apoyo por parte de los
gobiernos; pero quiero repetir aquí, porque me parece significativo para lo que estamos
analizando, la actitud de franco menosprecio, con que “las Autoridades Educativas” tratan a
los maestros de los TBC.
Al día siguiente de concluido el curso organizado por los maestros antorchistas, apareció en
los principales medios locales, una misma nota que, por sus características, sostengo que
fue promovida - y seguramente pagada - por “Las Autoridades Educativas”; en ella se dijo,
no se cuántos -por que no los conté- los cursos, capacitaciones, actualizaciones, talleres de
microenseñanzas (sic), acompañamientos de tutores, y etc., etc,, que según la Secretaría de
Educación se le han impartido a todos los maestros de los TBC y EMSAD, “sin distingo de
asociación de grupos o ideologías políticas”; y al final, tal vez para impresionar a los
maestros poco informados, cierran con lo siguiente: “Por lo anterior, queda de manifiesto
que la Secretaria de Educación ha cumplido lo que mandata la Ley […]” Muy bien, pues
me da mucho gusto, y sinceramente espero que con todas estas capacitaciones, talleres
acompañamientos, microenseñanzas y demás, el maestro se sienta ahora, verdaderamente
mucho más preparado, capacitado y seguro para defender con éxito el “Nombramiento” que
le da el sustento.
Por lo pronto, quiero decir, que cuentan los maestros de Antorcha Magisterial, con todo el
reconocimiento y apoyo de la organización social que honrosamente represento en Colima,
para seguir promoviendo todos los cursos de preparación para la evaluación del desempeño
docente que hagan falta. Si fuera cierto o llegara algún día a ser cierto – cosa que
sinceramente deseamos -, todo lo que declara en su nota la Secretaría de Educación, los
antorchistas seríamos los primeros en alegrarnos por eso, pues ya no serían necesarios los
cursos que promueve por su cuenta el magisterio Antorchista, y con ello ahorraríamos
mucho en gastos y desvelos ajenos. Pero por lo pronto, compañeros y amigos maestros,
¡Adelante por la educación!