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Introducción:

El mercurio es el elemento no radiactivo más tóxico sobre la tierra, famoso por


su estado físico ya que es el único elemento metálico líquido a temperatura
ambiente. Este elemento y sus compuestos se han empleado en buena parte
de la historia humana, sus propiedades físicas y químicas lo convierten en un
metal atractivo para aplicaciones científicas e industriales. Entre los metales
pesados el mercurio es considerado el contaminante ambiental más peligroso,
no sólo por la gravedad de las enfermedades que causa en los seres humanos
sino también por el efecto acumulativo a lo largo de las cadenas tróficas
naturales. Se ha comprobado que este metal se absorbe y acumula a través de
la cadena alimenticia afectando al hombre.
Los mecanismos biológicos para excretar el mercurio son muy ineficientes lo
que lo hace extremadamente tóxico tanto para los animales como para las
plantas, aún en bajas concentraciones. Es así que el aumento de los niveles de
mercurio puede provocar daños en cualquier organismo expuesto. Los órganos
que suelen acumular mercurio son los riñones, el hígado y el sistema nervioso
central y la exposición excesiva a mercurio orgánico o inorgánico puede dañar
estos órganos de manera permanente.
Los seres humanos están expuestos a contaminación por mercurio de varias
formas. Por consumo de peces y moluscos provenientes de aguas
contaminadas, por inhalación de vapores de mercurio provenientes de la
incineración de las amalgamas en la minería, por inhalación de las emisiones
de industrias que utilicen catalizadores de mercurio u otros compuestos que
contengan dicho metal, por contacto directo con el mercurio proveniente de los
termómetros utilizados en casa y en algunos países existe un grave peligro
pues se siguen utilizando amalgamas de mercurio para los empastes dentales.
Una manera de estimar el grado de contaminación mercurial en el sitio de
trabajo, en el ambiente, por la utilización de amalgamas dentales y
principalmente por la dieta es mediante la determinación del nivel de mercurio
en varias matrices biológicas, en particular en sangre y orina. Para la
determinación de mercurio a niveles de trazas son requeridas técnicas de alta
sensibilidad que permitan determinar y cuantificar su presencia. Entre las
técnicas más utilizadas se encuentran la Espectrometría de absorción atómica
con vapor frio y la Espectrometría de fluorescencia atómica con vapor frio.
El mercurio metálico Hg (0) tiene una presión de vapor de 0,002 mm Hg/m3 a
temperatura ambiente, lo cual indica que debe almacenarse a bajas
temperaturas y en recipientes cerrados para evitar la evaporación. Otras
formas de mercurio, orgánico e inorgánico, han sido estudiadas por distintos
investigadores, explicando las propiedades que deben tener los envases en los
cuales se almacenen dichos compuestos. Por ejemplo, el cloruro de
metilmercurio fue encontrado como el más volátil de un grupo de compuestos
de mercurio.
El material de los envases utilizados para almacenar las muestras que
contienen mercurio es de gran importancia, pues es necesario que no sea
permeable, que no sea adsorbente y que soporte las condiciones fuertemente
acidas en las cuales se debe mantener la muestra. Los materiales más
utilizados para la fabricación de envases son el vidrio de borosilicato, el
policarbonato, el politetrafluoroetileno o teflón así como el polietileno. La
pérdida de mercurio por adsorción en las paredes de los recipientes puede
evitarse al acidificar la solución, y si además se coloca un agente oxidante se
puede prevenir la adsorción del mercurio en las paredes. Los materiales más
adecuados son el vidrio de borosilicato, el policarbonato y el
politetrafluoroetileno.
Tradicionalmente se ha empleado como técnica para la detección de mercurio,
la espectrometría atómica con vapor frío, debido a que este analito existe como
elemento neutro en fase de vapor a temperatura ambiente. Esto implica la
existencia de considerable número de átomos en fase vapor sobre la superficie
del metal líquido sin necesidad de suministrar energía térmica por una llama o
por otro sistema de atomización, lo cual dio origen al término “vapor frío”.
La generación del vapor frío de mercurio persigue reducir el mercurio presente
en la muestra líquida o disuelta, en cualquier forma que éste se encuentre, a
mercurio elemental por la acción de un agente reductor, por ejemplo, cloruro de
estaño (II). El vapor de mercurio elemental generado se transfiere, con la ayuda
de una corriente de gas inerte (argón), hasta el camino óptico del
espectrómetro. La cuantificación se puede efectuar mediante absorción,
emisión o fluorescencia atómica comparando con una curva de calibración
obtenida de forma similar con estándares acuosos de concentración conocida.
La absorción atómica es el proceso mediante el cual el átomo en estado
fundamental puede absorber energía de una radiación a una longitud de onda
específica y pasar al estado excitado. La espectrometría de absorción atómica
usa este proceso para cuantificar la cantidad de energía, en forma de fotones
de radiación, absorbidos por una muestra.
Descripción de la técnica:
1. Se utiliza un espectrómetro de absorción atómica al cual se le acopla un
sistema de generación de hidruros.
2. Se utiliza como agente reductor borohidruro de sodio en una solución al
3% en NaOH al 1%.
3. Se hace pasar el agente reductor por la muestra.
4. El vapor de mercurio generado se traslada al detector mediante el uso
de argón como gas de arrastre.
5. Se realizan las mediciones correspondientes.
La reacción efectuada es la siguiente:

Limitaciones de la técnica:

 Requiere gran cantidad de reactivos y patrones acuosos.


Aproximadamente 15 mL de agente reductor y 10 mL de patrón acuoso
por cada medición.
 Requiere la utilización de borohidruro de sodio que es un reactivo
altamente corrosivo, tóxico e inflamable.
 Utiliza argón como gas de arrastre lo cual incrementa los costos de las
mediciones.
 Es de difícil acceso la adquisición del generador de hidruros.

Diagrama de componentes:
 Fuente de energía:
La fuente de energía debe poder emitir esta longitud de onda específica,
esto hace de la absorción atómica una técnica analítica con pocas
interferencias espectrales. La lámpara de cátodo hueco es una
excelente fuente de energía discreta para la mayoría de los elementos
determinables por absorción atómica. El cátodo de la lámpara es un
cilindro hueco. El ánodo y el cátodo se encuentran en un cilindro de
vidrio cerrado y lleno ya sea de neón o argón. Al extremo del cilindro se
ha fundido una ventana transparente a la radiación emitida. Al aplicar un
potencial eléctrico entre el ánodo y el cátodo, algunos de los átomos del
gas de relleno se ionizan. Los iones cargados positivamente se aceleran
a través del campo eléctrico y colisionan con el cátodo cargado
negativamente, desalojando átomos metálicos individuales del mismo
proceso. Los átomos de metal desalojados son entonces excitados para
la emisión, por los impactos subsecuentes que tienen con más iones del
gas de relleno.
 Monocromador:
Dispersa las distintas longitudes de onda de la radiación que es emitida
de la fuente y separa la línea particular que se emplea para medir cierto
elemento en presencia de otros.
 Detector:
Es un tubo fotomultiplicador, que produce una corriente eléctrica que
depende de la intensidad de la radiación incidente. Finalmente esta
corriente será amplificada y procesada por componentes electrónicos.

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