You are on page 1of 23

Las infecciones dentales pueden llegar a ser muy serias, en ocasiones incluso se

desarrollan hasta poner en riesgo la salud general. Por eso es importante que
conozcas el tipo de infecciones que se pueden dar en tu boca.

¿Cuáles son las principales infecciones dentales?


Caries dental. Está causada por el ácido que producen las bacterias presentes en los
dientes. Con el tiempo, el ácido erosiona el diente y compromete su dureza. El mayor
culpable de esta infección son los dulces, pero también los alimentos ácidos (como los
refrescos) juegan un papel importante en la erosión al alterar el pH de la boca. Las
caries pueden allanar el camino a otras infecciones orales más graves.

La Pulpitis. Es una inflamación de la pulpa del diente. Ocurre cuando la caries


profundiza hasta alcanzar el interior la pulpa aunque también puede darse en dientes
fracturados. Sus síntomas incluyen un dolor moderado que viene y va, especialmente
fuerte cuando un líquido frío entra en contacto con la pulpa.

Periodontitis. Es una consecuencia de la gingivitis crónica que ocurre cuando la


estructura ósea de soporte del diente se erosiona, provocando que el ligamento
periodontal se despegue del diente. Los niños de entre 12 y 17 años y los adultos de
más de 30 tienen más posibilidades de sufrir este problema. En casos muy severos se
puede producir un absceso periodontal. Los síntomas más comunes son el
enrojecimiento, la sensibilidad y la hinchazón.

Pericoronitis. Es una infección que se produce cuando partículas de comida y


bacterias se introducen dentro de las solapas de las encías. Es especialmente común
cuando los terceros molares erupcionan. El síntoma principal es dolor en la zona de la
infección.

Absceso dental. Es una de las infecciones más serias que puede afectar a las
personas. Empieza en la base del diente, pero de no tratarse puede escamparse
rápidamente. Cuando está en fase severa, las bacterias se escampan rápidamente y
causa inflamación en la cara y un dolor importante.

La mejor manera de minimizar el riesgo de padecer cualquier infección dental es


practicar una buena higiene oral, asegurarse que ni la comida ni otras partículas se
quedan entre los dientes durante demasiado tiempo (hilo dental) y acudir al dentista
regularmente. A la mínima que notes algún síntoma de la infección, aunque solo sea
dolor, visita también tu clínica Propdental. Una intervención precoz puede frenar la
infección y evitar que se vuelva más severa, dolorosa y difícil de curar.
Absceso dental
Un absceso dental es una infección de boca, mandíbula, rostro o garganta
resultante de una infección del diente o una caries.
Cuando la caries no ha recibido el cuidado apropiado (no se trata), llega hasta la
pulpa dental.
El nervio o el vaso sanguíneo al centro del diente se infectan y mueren.
Las bacterias se propagan más allá de la parte final del diente y crean un absceso.
También puede producirse en un diente de leche de los niños o en un diente
reconstruido y encapsulado después del tratamiento de desvitalización.
El absceso dental no es contagioso.
Puede afectar a cualquier diente: caninos, incisivos, premolares y
molares.

Tipos de absceso dental


 Un “absceso periapical” se origina en la pulpa dental.
Esto ocurre especialmente en los niños.
 Un “absceso periodontal” comienza en el hueso que sostiene los dientes y los
tejidos. Esto es frecuente en los adultos.

Causas del absceso dental


La causa principal es una complicación de una caries.
También puede originarse a partir de un traumatismo en el diente que
causa una fractura (el diente se rompe) del que entran las bacterias.
El absceso también puede ser debido a la desvitalización de un diente.

Los factores de riesgo del absceso son:

 Mala higiene bucal,


 Reflujo gastroesofágico,
 Diabetes,
 Humo,
 Alcohol,
 Efectos secundarios de la cortisona,
 Cirugía dental incorrecta.
Síntomas de un absceso dental
El síntoma principal de un absceso dental es el dolor de muelas, que a
menudo se describe como agudo, grave y palpitante.
Otros síntomas de un absceso dental incluyen un bulto en la encía que
se parece a un grano en el lado de la mejilla o la lengua.
 Dolor al masticar los alimentos.
 Mal sabor en la boca.
 Los dientes son sensibles a los alimentos calientes o fríos.
 La mandíbula superior o inferior se hincha.
 Mal aliento.
 Sensación de malestar.
 Enrojecimiento e inflamación de las encías.
 Fiebre.
 Ganglios linfáticos del cuello agrandados.
 Plaga abierta con pérdidas en el lado de la encía afectada.
 El diente afectado se vuelve de color rosa o gris.
 Pus o sangre de color amarillento que salen de la zona inflamada.
Los síntomas del absceso de la muela del juicio son idénticos a los de los
otros dientes. Se observan especialmente en las muelas del juicio que
salen parcialmente.
Sensación de un diente que se despega de la cavidad y no puede cerrar
los dientes correctamente.
Si la infección alcanza una etapa avanzada, la persona también puede
sufrir de síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos, náuseas y dificultad
para dormir.

Posibles complicaciones del absceso dental


Al ignorar los síntomas de un absceso del diente, el absceso sin tratar
puede empeorar y provocar complicaciones.
Con un tratamiento rápido y eficaz, se puede tratar fácilmente la infección
y salvar el diente.

A continuación hay las complicaciones relacionadas con el absceso


dental:

 Pérdida del diente afectado,


 Sepsis o septicemia (puede causar la muerte),
 Infección que se propaga en los tejidos blandos, causando una celulitis
infecciosa.
 Infección que se propaga al hueso de la mandíbula.

Diagnóstico del absceso dental


Si después de apretar o masticar con el diente, el dolor local empeora, se
puede sospechar de un absceso dental.
Se utiliza la radiografía para detectar los pequeños abscesos dentales que
están presentes en la parte más profunda del diente. El dentista realiza
un examen físico para determinar si el absceso es drenable.
En caso de vómitos, fiebre, escalofríos, diarrea y nauseas, significa que la
infección ha progresado hasta un grado tal que todo es posible que todo
el cuerpo se enferme.
¿Qué hacer? El tratamiento para el absceso dental
¿Cuándo se necita el antibiótico?
Es aconsejable utilizar los remedios caseros hasta que funcionan; sin
embargo, cuando resultan ineficaces es el turno de los antibióticos.
Los expertos de los dientes prefieren no prescribir estos fármacos para
tratar el absceso, ya que el paciente puede desarrollar una resistencia a
los antibióticos.

Esto significa que la administración de antibacterianos para las


infecciones frecuentes, aunque son molestas, pueden reducir la eficacia.
Puede ser que no funcionen como se esperaba cuando se administran
para enfermedades graves y dolorosas.

Así que hay que saber que los antibióticos son necesarios sólo cuando la
inmunidad no es demasiado fuerte y la infección se ha extendido,
causando inflamación de los contornos de la cara y región cervical.

Amoxicilina
La amoxicilina (Augumentina) se utiliza para tratar y prevenir las
infecciones que pueden deberse a las bacterias.
No mata las bacterias, pero evita que se multipliquen y destruyan las
paredes celulares.
Está disponible en forma de comprimidos, capsulas, tabletas masticables
y en polvo.
Posibles efectos secundarios
 Diarrea,
 Vómito,
 Picor,
 Dolor abdominal.

La amoxicilina puede tomarse durante la lactancia.


Durante el embarazo hay que hablar con el médico antes de tomar
medicamentos que podrían dañar al bebé, pero éste no ha mostrado
daños en los estudios preliminares.

Penicilina
La penicilina se utiliza con éxito para tratar los abscesos dentales. Sin
embargo, es posible que las enzimas bacterianas presentes en el diente
puedan destruir la penicilina antes de que actúe.
Para resolver este problema a veces se utiliza la penicilina en
combinación con inhibidores de beta-lactamasa, que ayudan a proteger
la penicilina.
La penicilina actúa bloqueando las paredes bacterianas que se han
formado, así que aplasta los microbios.

Posibles efectos secundarios

 Diarrea,
 Sarpullido,
 Vómito.
Metronidazol
Se utiliza para el tratamiento de las infecciones causadas por bacterias
sensibles, como las bacterias anaerobias.
Bloquea algunas funciones de las bacterias que causan la infección
dentro de las células y provocan la muerte de las bacterias.
Está disponibles en forma de comprimidos, cápsulas e inyecciones.

Posibles efectos secundarios

 Náusea,
 Pérdida de apetito,
 Dolor de cabeza.
Cómo curar un diente con un absceso
Cuando se va al dentista para un severo dolor de dientes, él realiza un
examen físico golpeando suavemente el diente.
A continuación, se hace una radiografía para comprobar la gravedad de la
infección.
El primer paso del tratamiento es la eliminación de la infección con la
ayuda de medicamentos orales.
Se prescriben antibióticos para destruir las bacterias que causan la
infección.
El médico también puede prescribir medicamentos antiinflamatorios no
esteroideos para aliviar el dolor y la inflamación de las encías.
Cuando el dolor y la inflamación se alivian, no hay que dejar de tomar
antibióticos.
Hay que seguir con la dosis de antibióticos de acuerdo con las
instrucciones del médico, aunque los signos de la infección desaparecen.

El dentista puede realizar otros tratamientos para curar el absceso


dental.
Uno de estos procedimientos es el drenaje del pus que se ha acumulado
en el diente con el absceso.
Por esto se realiza una incisión quirúrgica sobre el absceso para librar el
pus.
Si hay una infección grave, los médicos extraen el diente infectado y
extraen el pus.
En consecuencia, se pierde el diente. Un absceso que se forma en la raíz
del diente puede reducir la estabilidad del diente y debe ser tratado con
la desvitalización.
El objetivo principal de este tratamiento es eliminar la pulpa infectada y
reconstruir el diente.
Durante este tratamiento, los dentistas hacen pequeños agujeros con el
taladro en la parte interior del diente infectado y eliminan los tejidos
muertos de la pulpa dental.
A continuación, se limpia y sella la cámara pulpar y los conductos
radiculares.
Finalmente se cubre el diente con una corona de porcelana o de oro.
Así el diente reconstruido puede resistir para toda la vida.

Cómo curar un absceso dental en casa


En realidad los remedios caseros para un absceso de un diente no
resuelven el problema.
Sin embargo, se pueden controlar los síntomas temporalmente hasta la
cita con el dentista.
Algunas opciones para el tratamiento casero de un absceso dental son
las siguientes:

Hielo: compresas frías pueden reducir la inflamación y prevenir el


empeoramiento de la hinchazón, pero no actúan sobre la infección.
Algunas personas me preguntan si es mejor el calor o el frío, en este
caso el frío en el corto plazo puede reducir la inflamación y el dolor, pero
no es un tratamiento.
En caso de infección el cuerpo reacciona aumentando la temperatura
(fiebre), por lo que no puede mantener el frío durante todo el día, ya que
se puede obstaculizar la defensa del cuerpo.
Agua salina: esta es un tratamiento de fecha para los abscesos dentales.
Ponga la mitad de una cucharadita de bicarbonato de sodio y un limón
exprimido en vaso de agua tibia y utilice este líquido para hacer gárgaras
2 o 3 veces al día.
Esta es una solución antiséptica que mata las bacterias en la boca y
controla la infección.
Si el diente absceso se rompe, se debe continuar con este tratamiento
con agua salada, ya que garantiza una curación más rápida de los
tejidos.
Enjuague bucal con carbonato de potasio: cuando el dolor muelas es
insoportable, se puede preparar en casa como un enjuague bucal de
carbonato de potasio y utilizar esta mezcla para reducir el dolor.
Disuelva un cuarto de cucharadita de carbonato de potasio en medio
vaso de agua.
Enjuague su boca con esta solución durante 3-4 veces al día y el dolor
pasa dentro de unas pocas horas.
Semillas de sésamo: semillas de sésamo tienen excelentes cualidades
para aliviar el dolor y pueden dar alivio del dolor de muelas. Añada 4
cucharadas de semillas de sésamo en una taza de agua que debe hervir
durante 5 minutos. Deje enfriar.
Sumerja un algodón en este líquido y frote el tampón alrededor de los
dientes sensibles durante varias veces al día.
¿Cuál es el pronóstico del absceso dental?
Si el absceso no se trata hay peligros graves e incluso puede causar la
muerte.
Con los antibióticos y la intervención del dentista se eliminan las
bacterias y el pus, por tanto el paciente puede curarse.

Absceso de un diente después de la extracción de las muelas del juicio.


Después de la extracción de un diente del juicio, el absceso dental es una
complicación poco frecuente. Sin embargo, se puede evitar
completamente esta situación siguiendo las instrucciones del médico
sobre el tratamiento y tomando algunas precauciones.

Las muelas del juicio son molares que suelen aparecer después de los
16 años y antes de los 25. Generalmente, un individuo promedio tiene 4
muelas del juicio, dos en la mandíbula superior y dos en la mandíbula
inferior.
Sin embargo, ha habido casos en los que algunas personas han afirmado
que tenían menos de 4 o incluso ninguna muela del juicio.
Como una muela del juicio aparece más tarde que los otros dientes,
puede quedarse bloqueado por los dientes vecinos, una enfermedad
conocida como muela del juicio impactada.

Esto puede causar:

 Entumecimiento,
 Dolor,
 Cara hinchada,
 Lesiones en los dientes y en las raíces adyacentes,
 Caries,
 Formación de quistes,
 Otros problemas dentales.

Para evitar todas estas complicaciones, los dentistas y los cirujanos orales
aconsejan la extracción.
Complicaciones después de la extracción de las muelas
del juicio
La extracción de las muelas del juicio es un procedimiento difícil que conlleva
algunos riesgos y complicaciones. Son relativamente frecuentes:

 Hinchazón,
 Hemorragia,
 Nausea,
 Vómito,
 Dolor, etc.

Estas complicaciones se pueden reducir en un día o dos después de la extracción.


Sin embargo, otras complicaciones (tales como alveolitis seca, fragmentación de
la raíz, abscesos, etc.) son más graves y requieren intervención médica inmediata.

Consejos para evitar un absceso después de la extracción


del diente del juicio
A continuación figuran algunos consejos que pueden ayudar a evitar un absceso
dental:

 Completar el ciclo de antibióticos prescritos por el dentista.


 No tocar el área después de la extracción ya que puede causar una infección.
Ni siquiera mover la lengua sobre la zona operada.
 Enjuagar la boca con agua salada tibia o un enjuague bucal (si prescrito por el
dentista) cada dos horas y también después de comer algo.
 Evitar totalmente de fumar y beber alcohol, por lo menos durante un mes
después de la cirugía.
 Mantener una higiene oral adecuada; lavarse los dientes dos veces al día para
que ninguna partícula de comida se deposite entre los dientes.

Artículos Relacionados
 Granuloma dental o apical
 Absceso perianal – síntomas e intervención quirúrgica
 Bruxismo dental en los niños
 Quistes en el hígado y absceso hepático
 Dolor en la mandíbula
Osteomielitis crónica supurativa en el maxilar superior:
reporte de un caso clínico

Chronic osteomyelitis suppurative in the maxilar


superior: report of a clinical case

Souza, L.N.*, Souza, A.C.R.A.**, de Almeida, H.C.***, Gómez, R.S.****, López


Alvarenga, R.*****

* Prof. Adjunto de Cirugía Buco maxilofacial, Centro Universitario Newton Paiva. Belo
Horizonte. Brasil.
** Prof. Adjunta de Anatomía de Cabeza y Cuello. Pacientes con necesidades
especiales. Centro Universitario Newton Paiva. Belo Horizonte. Brasil.
*** Prof. Asistente de Prótesis Removibles. Universidad Federal de Minas Gerais. Belo
Horizonte. Brasil.
**** Prof. Asociado de Patología Oral y Dental. Universidad Federal de Minas Gerais.
Belo Horizonte. Brasil.
***** Licenciado en Odontología por la universidad del Centro Universitario Newton
Paiva. Belo Horizonte. Brasil.

Dirección para correspondencia

RESUMEN

La Osteomielitis es una infección del tejido óseo que involucra a todas las estructuras
del hueso provocada por microorganismos. El cuadro clínico se caracteriza
generalmente por la presencia de fístula de drenaje, dolor intenso, inflamación,
movilidad de los dientes involucrados en la zona afectada, fiebre y edema. El
tratamiento consiste en medicamentoso y/o quirúrgico. En este artículo se presenta un
caso de Osteomielitis crónica supurativa en el maxilar superior, que acomete a un
paciente del sexo femenino de 82 años, en el cual se discuten los aspectos
diagnósticos e histopatológicos como el tratamiento correspondiente del caso.

Palabras clave: Osteomielitis, Secuestros óseos, Maxilares.

SUMMARY
Osteomyelitis is an infection of bone tissue that involves all structures of the bone
caused by microorganisms. The clinical picture is generally characterized by the
presence of fistula drainage, severe pain, swelling, mobility of teeth involved in the
affected area, fever and edema. Treatment involves medication and / or surgery. This
article presents a case of chronic suppurative osteomyelitis in the maxilar superior of a
female 82 years old patient, as well as a discussion of clinical and histopathological
aspects and the treatment employed.

Key words: Osteomyelitis, Osseous sequestrous, Jaws.

Introducción

La Osteomielitis se define como una inflamación extensa del hueso, implicando a toda
porción esponjosa, medular, cortical, periostio, vasos sanguíneos, nervios y epífisis. La
inflamación puede ser aguda, subaguda o crónica y presenta un desarrollo clínico
diferente según su naturaleza (1-5).

En el caso de los maxilares se considera la infección odontógena como la causa más


frecuente de osteomielitis. Se puede presentar a cualquier edad con un predominio
entre los hombres. Afecta principalmente al maxilar inferior. En el maxilar superior es
más raro, debido a una mayor vascularización (3,6).

Su etiología es variada pero se pueden citar algunos factores tales como las infecciones
bacterianas producidas por gérmenes piógenos, fundamentalmente estafilococos y en
algunas ocasiones por estreptococos, neumococos y enterobacterias, hongos como
actinomicetos, blastomicetos, coccidioides y criptococcus neoformans, traumatismos,
agresiones químicas, electrocoagulación, irradiación, enfermedad periodontal,
exodoncias, situaciones patológicas pulpares como caries y granulomas (2,5).

Algunas condiciones predispuestas también favorecen la instalación de esta infección


como: diabetes, anemia, leucemia, malnutrición, osteoporosis, enfermedad de Paget,
displasia cemento-ósea, disosteoesclerosis, osteopetrosis, fluorosis y alcoholismo
(2,7).

La osteomielitis se clasifica en tres tipos: osteomielitis Supurativa (aguda y crónica),


osteomielitis crónica esclerosante (difusa y focal) y osteomielitis periostitis proliferativa
(6,8).

La osteomielitis aguda supurativa se caracteriza por un dolor intenso, inflamación,


sensibilidad, aumento de la temperatura, movilidad de los dientes involucrados en la
zona de la osteomielitis y secreción de pus. La osteomielitis crónica supurativa es
similar a la aguda, la deferencia entre ambas es que en la crónica, los síntomas están
atenuados, se puede observar fístulas por donde salen el pus con los secuestros óseos
y generalmente es asintomática ya que el proceso infeccioso junto con el área afectada
esta encapsulado y separado del resto del hueso. Esta puede derivar de una aguda que
no fue diagnosticada correctamente o cuyo tratamiento no fue bien implementado.
Radiográficamente en la fase aguda no se observan alteraciones óseas. Al cabo de tres
semanas de iniciarse la infección se observa radiolucidez irregular con aumento de los
espacios trabeculares (3,6,9).

La osteomielitis crónica esclerosante focal es un fenómeno frecuente en pacientes


jóvenes y corresponde a una reacción focal del hueso a un estimulo inflamatorio de
baja intensidad, generalmente asintomática. La lesión se descubre en exámenes
radiográficos de rutina. Se localiza con mayor frecuencia en los ápices de los primeros
molares inferiores y un pequeño porcentaje en los segundos molares y premolares.
Radiográficamente se observa como una imagen radiopaca perfectamente definida
(3,6,10).

La osteomielitis crónica esclerosante difusa es similar la focal, solo que la etiología no


es perfectamente conocida. Este tipo puede ocurrir a cualquier edad, pero es más
frecuente en grupos de edad avanzada, parece ser que es debido a que el huésped es
incapaz de controlar una infección subvirulenta del todo. La radiografía muestra una
esclerosis difusa del hueso (3,6,10,11).

La osteomielitis periostitis proliferativa es llamada también de Osteomielitis de Garré y


se caracteriza por un espesamiento del periostio con depósito de osteoide y nueva
cortical del hueso. Clínicamente se caracteriza con una tumefacción facial de ligera a
intensa en la zona del maxilar inferior y la tumoración puede acompañarse de dolor
moderado a intenso y trismo. En las radiografías oclusales se observa un propósito
perióstico de nuevo hueso laminar que tiene un aspecto de piel de cebolla (3,6,12).

El tratamiento de las osteomielitis se dirige a eliminar la fuente de infección, a través


de la extracción del diente implicado, incisión y drenaje, fistulectomía,
secuestrectomía, antibioticoterapia o tratamiento de endodoncia cuando las
condiciones clínicas lo permitan (9). Podrá también incluirse en el tratamiento,
laserterapia, termoterapia, oxígeno hiperbárico (9,13,14).

El objetivo de este trabajo es la presentación de un caso clínico de osteomielitis crónica


supurativa en el maxilar superior, evidenciar la importancia de un diagnóstico correcto
y un tratamiento que mejore la calidad de vida de nuestros pacientes.

Caso clínico

Paciente femenino de 82 años de edad acude al Servicio de Odontología por presentar


una infección crónica localizada en el borde maxilar superior izquierdo con una
evolución clínica de 6 meses. Se han realizado exodoncias previas, sin mejora del
cuadro clínico.

En la anamnesis el paciente relata que hace 7 años se sometió a cirugía de by-pass


coronario, que padece de diabetes mellitus tipo 2 y que hace uso de una serie de
medicamentos como Sinvastatina, Amlodipina, Adiro, Valsartan, Atenolol, Metformina y
Glibenclamida. Ninguna cirugía previa de cuello o cabeza ni tratamiento radiante.

Al examen extraoral no se evidenció signos relevantes y la palpación de los linfonodos


demostraba una situación de normalidad.
El examen intraoral evidenció la presencia de dos fístulas localizadas en la región de
los dientes 2.2-2.3 (ausentes) y 2.4-2.5 (con movilidades). Presencia de reabsorción
de la tabla ósea vestibular y drenaje de secreción purulenta por la fístula a través de
una compresión en la zona (Fig. 1). Las hipótesis de diagnóstico clínico ueron infección
odontógena u osteomielitis.

Fueron realizados exámenes complementarios como radiografías (Ortopantomografía y


Periapicales); hemograma completo, coagulograma, glucemia (Dentro de límites
normales) y evaluación del riesgo quirúrgico (ASA II).

El análisis radiográfico revela una zona radiolúcida extensa de densidad alterada con
presencia de secuestros óseos en la región de los dientes 2.4 y 2.5 (Fig. 2). Fue
prescrito Amoxicilina (500 mg, vía oral) 1 cápsula cada 8 horas durante 14 días y
cirugía con cita para después de 7 días de haber empezado el tratamiento con el
antibiótico.
El tratamiento quirúrgico consistió en una curetaje, eliminación del tejido de
granulación, secuestrectomía, regularización ósea, exodoncia de los dientes 2.4 y 2.5 y
cierre primario de la herida quirúrgica (Fig. 3). Se remitió el material legrado en la
cirugía para análisis anatomopatológico.

Resultados anatomopatológico: Los cortes histológicos coloreados con hematoxilina-


eosina muestran fragmentos de mucosa revestidos por epitelio pavimentoso
estratificado no queratinizado con zonas hiperplásica y exocitosis. En la lámina propia
muestra tejido conjuntivo fibroso con vasos sanguíneos, edema, hemorragia y denso
infiltrado inflamatorio predominantemente mononuclear. Trabéculas óseas necróticas
completan el aspecto microscópico. El diagnóstico anatomopatológico fue de
osteomielitis (Fig. 4).

Cuarenta días después de la cirugía, el paciente regresó con una discreta secreción en
la región del diente 2.2 a través de una pequeña fístula. El examen radiográfico
realizado indicó una neoformación ósea localizada. Se insistió en tratamiento con el
antibiótico Clindamicina (300 mg, vía oral) 1 cápsula cada 6 horas durante 14 días,
pero al séptimo día fue suspendido, debido al malestar estomacal que presentaba el
paciente debido al tratamiento. La secreción purulenta estuvo prácticamente ausente,
pero hubo mantenimiento de la fístula y drenaje discreta por 2 meses.

La paciente fue sometido a dos más cirugías de secuestrectomía de 5 y 6 meses desde


del inicio del tratamiento. Se realizaron controles posteriores, observándose una
evolución favorable y seis meses tras el tratamiento no hubo ningún signo de recidiva
(Fig. 5).

Para el tratamiento restaurador se optó por una prótesis superior e inferior removible.

Discusión

Prácticamente cualquier microorganismos puede infectar el hueso, pero los más


frecuentes son las bacterias y las principales son estafilococos que produce cerca del
80% de las infecciones de osteomielitis (2,5).

El diagnóstico se realiza teniendo en cuenta la historia clínica, examen imagenológico,


análisis anatomopatológico, hemograma y leucograma con diferencial. En este caso
fueron realizados también análisis de coagulograma, glucemia y evaluación del riesgo
quirúrgico debido a la alteración sistémica y edad del paciente.

El análisis completo y detallado, así como la evolución del caso, permitieron confirmar
el diagnóstico de osteomielitis crónica supurativa.

Los hallazgos radiográficos pueden ser tardíos o secundarios, puesto que para ser
detectados debe haberse presentado una pérdida del 30% al 60% de la porción
mineral del hueso, lo cual ocurre entre 14 y 18 días después del diagnóstico clínico de
la osteomielitis (9).

Las manifestaciones clínicas pueden variar según el tipo de osteomielitis. Cuando


estamos frente a osteomielitis crónicas el dolor no es un signo frecuente, por la
general presentan fístulas que se activan por cortos periodos de tiempos.
El tratamiento depende del estadio de la enfermedad y del control que pueda hacerse
sobre el factor etiológico que la produjo. Generalmente se recomienda iniciar con las
penicilinas (siempre y cuando el paciente no sea alérgico) (14,15). En caso que el
tratamiento con antimicrobianos no sea suficiente se recomienda tratamiento
quirúrgico (incisión y drenaje, extracción del diente causal, secuestrectomía) (9). El
protocolo utilizado para el tratamiento de este caso particular, fue el uso de
antibióticos juntamente con una terapia de intervención quirúrgica. Los antibióticos de
elección fueron amoxicilina y clindamicina, debido a sus efectos de amplio espectro, a
sus acciones efectivas sobre los tejidos óseos y la no aparición de recidivas.

El diagnóstico diferencial descrito en la literatura incluye celulitis facial odontógena,


abscesos o adenoflemones, inflamación de las de las glándulas salivales, hipertrofia
masetérica, hiperostosis cortical infantil o Síndrome de Caffey-Silverman, Sarcoma de
Ewing, displasia fibrosa, hiperparatiroidismo, enfermedad de Paget, fibroma osificante,
granuloma reparador, condroma y osteoclastoma, tuberculosis, sífilis (6). Frente a un
cuadro clínico como el descrito anteriormente se pensó en una infección odontógena u
osteomielitis, sólo después de realizar el examen radiográfico que se pudo concluir el
diagnóstico clínico. El diagnóstico definitivo se obtuvo con el examen
anatomopatológico.

Con el advenimiento de los antibióticos se considera su pronóstico favorable de las


osteomielitis, aunque puede entorpecerse en pacientes con enfermedades sistémicas
debilitantes, alteración en la capacidad de respuesta a la infección y que se encuentra
bajo tratamiento con corticosteroides.

Conclusiones

La osteomielitis es una infección cuyo riesgo principal es la cronicidad con afección de


la función. El diagnóstico temprano y un tratamiento correcto es la base para asegurar
la recuperación y disminuir el número de recurrencias. A pesar de que su diagnóstico
puede suscitar dudas, por la similitud con otras entidades, es posible su detección
reuniendo todos los datos necesarios. El periodo de tratamiento puede ser largo, pero
se cuenta con varias alternativas para lograr la remisión de la enfermedad, basadas,
en primer lugar, en la antibioticoterapia.

PATOLOGIAS OSEAS DEL MAXILAR

Vargas Orosco María Lourdes1


RESUMEN

Las enfermedades que afectan al tejido óseo de los maxilares, pueden con frecuencia
afectar a la edad media de la vida, sin embargo la diversidad de entidades nosológicas,
abrirá un gran espectro de posibilidades de cambios histopatológicos en función al tipo
de lesión anatómica encontrada en estas regiones anatómicas.

Como se conoce bien, el maxilar superior es un hueso que se encuentra formando


parte de la cavidad orbitaria, fosas nasales y aparato masticatorio, por lo que la
multiplicidad de cambios en la patología de las lesiones, se relaciona al tipo de tejidos
con los cuales comparte su estructura, por lo tanto la presencia de tumores o quistes
en las zonas en mención variarán de acuerdo al sitio donde se localizan y la
agresividad del cuadro.

Las clasificaciones descritas en la mayor parte de la literatura, localizan las lesiones de


acuerdo al tipo de origen de los quistes y tumores, haciendo una descripción sucinta de
los cambios histopatológicos de cada una de ellas, por lo que la revisión presentada
intentara una organización global y específica de lo mencionado.

PALABRAS CLAVE

Displasia. Osteocementaria. Osteosarcoma. Patologia. Quiste. Torus. Tumor.

ABSTRACT

The diseases that affect the bone tissue of the jaws, can often affect the average age
of life, however the diversity of disease entities, opens a wide spectrum of possibilities
for histopathological changes according to the type of lesion found in these anatomical
anatomical regions.

As is well known, the upper jaw is a bone that is part of the orbital cavity, nasal cavity
and masticatory apparatus, so that the multiplicity of changes in the pathology of the
lesions is related to the type of tissue with which shares its structure, therefore the
presence of tumors or cysts in the areas in question will vary according to where they
are located and the aggressiveness of the box.

Classifications described in most of the literature, lesions located according to the


source type of cysts and tumors, with a brief description of the histopathology of each
change, so try the review presented a global organization and specifically to the above.

KEY WORDS

Dysplasia. Osteocementaria. Osteosarcoma. Pathology. Cyst. Torus. Tumor.


INTRODUCCION

El hueso maxilar es un componente importante del macizo facial y forma parte de la


estructura de las fosas nasales, cavidad orbitaria y cavidad bucal, último elemento
donde se implantan las piezas dentarias superiores las que junto a las piezas del
maxilar inferior serán parte del proceso mecánico de la masticación. Como en la
mayoría de los tejidos corporales presentará patologías propias o a consecuencia de la
extensión de las lesiones de las piezas dentarias y de los procesos periodontales
crónicos, para lo cual la estructura ósea de los maxilares deberá poseer una amplia
resistencia a la agresión bacteriana y otros factores que acometan sobre esta región.

La formación de masas tu morales en los maxilares, es reportada por Larson y Almeren


con una frecuencia de 0,31 casos por millón de habitantes,
afectando predominantemente a la edad media de la vida, sin diferencia de
presentación entre ambos sexos, afectando predominantemente al maxilar superior, en
la forma de ameloblastoma quístico o sólido, sin estas sean las únicas formas de
presentación, mencionándose también a: 4 a) Quistes de la región bucal, b) Tumores
odontógenos, c) Tumores benignos no odontógenos, d) Lesiones inflamatorias de los
maxilares, e) Neoplasias malignas no odontógenas de los maxilares, f) Enfermedades
metabólicas y genéticas de los maxilares.2

QUISTES DE LA REGION BUCAL

Los quistes son cavidades anómalas revestidas por epitelio que pueden llegar a
contener material líquido y semisólido en su interior. Gran parte de estos quistes son
de origen inflamatorio y otros tienen origen en el desarrollo.1,4,10 Entre estos se
encuentran:
TUMORES ODONTOGENOS

Son lesiones derivadas del epitelio, mesénquima o de ambas y pueden llegar


a producir varias alteraciones a óseo, ya que tienen la capacidad de fabricar tejido
blando, duro o una mezcla de los mismos.1,4,9
TUMORES BENIGNOS NO ODONTOGENOS

Los tumores benignos se encuentran compuestos por tejido epitelial y mesenquimatoso


y las lesiones de este tejido varían desde las proliferaciones celulares. 1,4
NEOPLASIAS MALIGNAS NO ODONTOGENAS DE LOS MAXILARES

Las neoplasias malignas son las menos frecuentes, y pueden ser primarias y
metastásicas que se forman en tejidos duros.1,4

ENFERMEDADES METABOLICAS Y GENETICAS DE LOS MAXILARES

Los huesos son órganos que regulan su funcionamiento gracias a la participación de


hormonas y vitaminas que facilitan la agregación y remodelación del mismo. Sin
embargo, las alteraciones en estos componentes, así como en la estructura genética
pueden llevar a manifestaciones de algunas entidades como: Los huesos son
considerados como grandes.4,5

You might also like