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La visita tenía como objetivo recorrer las instalaciones del lavadero de carbón El Batán
y de esta manera poder entender mejor y ver más de cerca el funcionamiento de los
equipos y procesos que se estudian en esta asignatura así como en la del curso anterior,
“Tecnología de concentración de menas”.
Por tanto el propósito del lavadero Batán, localizado en Mieres, no era otro que poder
acoger el grueso de la extracción de carbón de los distintos pozos asturianos, para lavar
dicho carbón y suministrarlo a las distintas empresas interesadas en comprar los
diferentes productos producidos. ENSIDESA o distintas centrales térmicas asturianas,
son ejemplos de clientes que consumían el carbón de HUNOSA.
El lavadero Batán tiene una capacidad de tratar unas 400 toneladas de mineral a la hora
Al contrario que antiguamente es además una planta muy respetuosa
medioambientalmente hablando, ya que cumple todas las regulaciones e incluso opera
en niveles mucho más estrictos. “El agua que se vierte al río está incluso más limpia que
la propia lluvia”.
Volviendo al ámbito de HUNOSA, es bien sabido que desde hace un periodo de varios
años hasta ahora, la empresa está inmersa en un proceso de cierre progresivo. Hoy por
hoy resulta mucho más rentable traer por barco el carbón extraído en grandes
yacimientos en Australia o Sudamérica. Sin ir más lejos el carbón asturiano contiene
porcentajes de hasta el 70% en cenizas frente a los carbones extranjeros de mucha más
calidad que solo tienen en ocasiones un 5% de cenizas.
Aunque el lavadero Batán pertenece a HUNOSA, si es cierto que esta instalación podría
seguir funcionando tras la clausura de la compañía lavando carbones para otros clientes.
El material comienza a circular por una cinta transportadora y el primer proceso al que
es sometido es la acción de un electroimán que retira todos los elementos metálicos
arrastrados con el carbón, los cuales es importante retirarlos por el daño que podrían
ocasionar al resto de equipos.
Este equipo opera tal y cómo se muestra en el esquema a continuación. El tambor gira
de manera constante y, aprovechándose de un medio denso que en el caso del lavadero
Batán se genera con magnetita y agua, las partículas de carbón flotan debido a la menor
densidad respecto al medio denso y sin embargo los estériles se hunden y son recogidos
gracias al mecanismo de paletas del tambor completando así la separación.
Tras la separación del estéril es importante recuperar la magnetita (proveniente de
suiza) utilizada en el proceso ya que es bastante cara y se deben minimizar todo lo que
se pueda las pérdidas de este material (la magnetita es un material caro). Hace años en
el propio lavadero Batán los procesos de recuperación de magnetita eran bastante
deficientes y eso provocaba unas pérdidas bastante elevadas de material que finalmente
se traducían en costes mayores, hoy en día el proceso se ha optimizado al punto de
consumirse un solo camión de magnetita al año, frente a los 5/6 camiones que se
empelaban en épocas pasadas.
Como resultado de esta primera línea de producción se obtiene como producto final lo
que se conoce como “Granza”. Este material, antiguamente, se vendía para su uso en
carreteras.
La pulpa es introducida al ciclón de manera tangencial, por el otro extremo del ciclón
saldrán los densos, mientras que los ligeros abandonarán el ciclón por rebose. El proceso
de recuperación de magnetita una vez separado el estéril del carbón sería el mismo que
se ha explicado antes.
Para terminar esta línea de proceso se extrae la humedad del carbón lavado y se obtiene
lo que se conoce como menudo lavado. Existen dos centrífugas de cesta para secar el
carbón, pero su operación es a veces problemática ya que pueden desmenuzar en
exceso el material y provocar la aparición de excesivos finos.
Merece también la pena mencionar qué ocurre posteriormente con todo el estéril
sobrante del proceso de lavado. Si es cierto que antiguamente dicho estéril conseguía
reutilizarse y venderse como un subproducto, pero en los últimos años cada vez es más
difícil de vender, y en la mayoría de ocasiones ha de ser acumulado en escombreras,
principalmente en la de Pumardongo, la más cercana al lavadero. En algunos casos
puede enviarse a la central térmica de La Pereda, que acepta carbones con contenidos
en cenizas elevados (hasta el 67.5%).
Depuradora, laboratorio y sala de control
El resto del tiempo de la salida se cubrió con las explicaciones en la sala de control donde
se comentó a grosso modo como está configurado el sistema de la planta para que de
forma automática pueda ser gestionado por los ingenieros. Mediante una interfaz
bastante visual y gráfica era posible configurar el funcionamiento de cintas, tolvas,
consultar mediciones, etc.