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Fernando Savater: “Ética para Amador”. Cap.

VI: El imbécil moral

¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida? Pues no ser imbéciles.
La palabra “imbécil” es más sustanciosa de lo que parece. Viene del latín baculus que
significa “bastón”: el imbécil es el que necesita bastón para caminar. Que no se enfaden
con nosotros los cojos ni los ancianitos, porque el bastón al que nos referimos no es el
que se usa muy legítimamente para ayudar a sostenerse y dar pasitos a un cuerpo
quebrantado por algún accidente a por la edad. El imbécil puede ser todo lo ágil que se
quiera, no se trata de eso. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su
espíritu el debilucho y cojitranco. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir:
a) el que cree que no quiere nada, el que dice que todo le da igual, el que vive en un
perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tengo los ojos abiertos y no ronque.
b) el que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo
que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentada, masticar ajos y dar
besos sublimes, todo a la vez.
c) el que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus
vecinos o les lleva la contraria porque sí, todo lo que hace está dictado por la opinión
mayoritaria de los que le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
d) el que sabe que quiere y sobe lo que quiere y, más o menos, sabe por qué lo quiere
pero lo quiere flojito, con miedo o con pocas fuerzas. A fin de cuentas, termina siempre
haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver su entonces se
encuentra más entonado.
e) el que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se ha engañado a sí
mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina confundiendo la
buena vida con aquello que va a hacerle polvo.
Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en
cosas de fuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias.
Siento decirte que los imbéciles suelen acabar bastante mal, crea lo que crea la opinión
vulgar. Cuando digo que “acaban mal” no me refiero a que terminen en la cárcel o
fulminados por un rayo (eso sólo suele pasar en las películas)m sino que te aviso de que
suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida. Y todavía siento más
tener que informarte qué síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos (…)
Por favor, no vayas a confundir la imbecilidad de la que te hablo con lo que a
menudo se llama ser “imbécil”, es decir, ser tonto (…) Uno puede ser imbécil para las
matemáticas y no para la moral, es decir para la buena vida. Y al revés: los hay que son
unos genios en los negocios y unos perfectos cretinos para cuestiones de ética.
Seguro que el mundo está lleno de premios Nobel, listísimos en lo suyo, pero que
van dando tropezones y bastonazos en la cuestión que aquí nos preocupa. Desde luego,
para evitar la imbecilidad en cualquier campo es preciso prestar atención y esforzarse
todo lo posible por aprender. En estos requisitos coinciden la físico a la arqueología y la
ética. Pero el negocio de vivir bien no es lo mismo que el de saber cuánto son dos más
dos. Saber cuánto son dos y dos es cosa precisa, sin duda, pero al imbécil moral no es
esa sabiduría la que puede librarle del gran batacazo.
Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia. Pero la conciencia no es
algo que le toque a uno en una tómbola ni que nos caiga del cielo. Por supuesto, hay que
reconocer que ciertas personas tienen desde pequeñas mejor “oído” ética que otras y un
“buen gusto” moral espontáneo, pero “oído” y ese “buen gusto” pueden afirmarse y
desarrollarse con la práctica
Bueno, admito también que para lograr tener conciencia hace falta algunas
cualidades innatas (…) y supongo que también serán favorables ciertos requisitos
sociales y económicos, pues a quien se ha vista desde la cuna privado de lo
humanamente más necesario es difícil exigirle la misma facilidad para comprender lo
que la buena vida que a los que tuvieron mejor suerte. Si nadie te trata como humano,
no es raro que vayas a lo bestia … Pero una vez concedido ese mínimo, creo que el
resto depende de la atención y esfuerzo de cada cual.
¿En qué consiste ese conciencia que nos curará de la imbecilidad moral?
Fundamentalmente en los siguientes rasgos:
a) saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien,
humanamente bien.
b) estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras
queremos o no.
c) a base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya
ciertas cosas que nos repugne espontáneamente hacer (por ejemplo, que le dé a uno
“asco” mentir como nos da asco por lo general mear en la sopera de la que vamos a
servirnos de inmediato)
d) Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por lo tanto
razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos.
Palabras como “culpa” o “responsabilidad” habitualmente se relacionan con la
conciencia. Hay otra que se vincula más, el “remordimiento”. Veamos un caso para
entender esto del remordimiento, a través del célebre villano de la literatura universal, el
Ricardo III de Shakespeare en la tragedia de ese mismo título. Para llegar a convertirse
en rey, el conde de Gloucester (que finalmente será coronado como Ricardo III) elimina
a todos los parientes varones que se interponen entre el trono y él incluyendo hasta
niños. Gloucester ha nacido muy listo, pero contrahecho, lo que ha sido un constante
sufrimiento para su amor propio; supone que el poder real compensará en cierto modo
su joroba y su pierna renga, logrando así inspirar el respeto que no consigue por medio
de su aspecto físico. En el fondo Gloucester quiere ser amado, se siente aislado por su
malformación y cree que el afecto puede imponerse a los demás… ¡a la fuerza, por
medio del poder! Fracasa, claro está: consigue el trono, pero no inspira a nadie cariño
sino horror y después odio. Y lo peor de todo él siento horror y odio por sí mismo. ¿Por
qué siente odio por sí mismo? ¿Acaso no ha conseguido lo que quería, el trono? Sí, pero
al precio de estropear su verdadera posibilidad de ser amado y respetado por el resto de
sus compañeros humanos. Un trono no concede automáticamente ni amor ni respeto
verdadero: sólo garantiza adulación, temor y servilismo. En vez de compensar de algún
modo se deformación física, Gloucester se deforma también por dentro.
Sus crímenes le convierten ante sus propios ojos en un monstruo más repugnante que
cualquier contrahecho físico ¿Por qué? Porque de sus jorobas y cojeras morales es él
mismo responsable, a diferencia de las otras que eran azares de la naturaleza.
Sin duda lo que amarga la existencia a Gloucester y no le deja disfrutar de su trono ni
de su poder son ante todo los remordimientos de su conciencia.
¿Y de dónde vienen los remordimientos? De nuestra libertad. Si no fuésemos libres,
no podríamos sentirnos culpables de nada y evitaríamos los remordimientos. Por eso
cuando sabemos que hemos hecho algo vergonzoso procurarnos asegurar que no
tuvimos otro remedio que obrar así, que no pudimos elegir: “yo cumplí órdenes de mis
superiores” así exclamó un comandante nazi al que se le acusaba de una matanza de
judíos. También solemos decir o escuchar “perdí la cabeza”, “vi que todo el mundo
hacia lo mismo”, “es más fuerte que yo”, “no me di cuenta lo que hacía” etc.
De lo que se trata es de tomarse enserio la libertad, o sea de ser responsable. Y lo
serio de la libertad es que tiene efectos indudables, que no se pueden borrar a
conveniencia una vez producidos. De modo que, llamaremos remordimiento al
descontento que sentimos con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad.
El mundo que nos rodea, su te fijas, está lleno de ofrecimiento para descargar al
sujeto de su peso de responsabilidad. La culpa de lo malo que sucede parece ser de las
circunstancias, de la sociedad en la que vivimos, del carácter que tengo (¡es que yo soy
así!), de que no me educaron bien (o me mimaron demasiado), de los anuncios de la
tele, de las tentaciones irresistible que nos ofrecen en las propagandas, etc.
Un gran poeta y narrador argentino, Jorge Luis Borge, hace al principio de uno de sus
cuentos la siguiente reflexión sobre cierto antepasado suyo: “le tocaron, como a todos
los hombres, malos tiempos en que vivir”. En efecto, nadie ha vivido nunca en tiempos
completamente favorables, en los que resulte sencillo ser hombre y llevar una buena
vida. Siempre ha habido violencia, rapiña, cobardía, imbecilidad (moral y de la otra),
mentiras aceptadas como verdades porque son agradables de oír… A nadie se le regla la
buena vida humana ni nadie consigue lo conveniente para él sin coraje y sin esfuerzo…
lo único que te puedo garantizar es que nunca se ha vivido en Jauja y que la decisión de
vivir bien la tienen que tomar cada cual respecto a sí mismo, día a día, sin esperar a que
la estadística le sea favorable o el resto del universo se lo pida por favor.

1. ¿A qué denomina Savater “imbécil moral”?


2. ¿Qué característica tiene este imbécil?
3. ¿De qué manera se relacionan los siguientes conceptos: libertad- responsabilidad-
conciencia – moral?

Conciencia moral
Muchas veces solemos escuchar frases como “tengo la conciencia tranquila” ¿Qué
quiere decir realmente?
Por ejemplo, se nos acusa de haber robado dinero, nos denuncia y hasta nos hace un
juicio por eso, pero como no lo hemos hecho, no estará afectada en nada nuestra moral,
porque tenemos la “conciencia tranquila” de no haber actuado en contra de las normas
morales.
Cuando somos chicos no sabemos en absoluto lo que debemos o no debemos hacer.
Nuestros padres nos indican todo el tiempo “compartí tus muñecas, devolvé el autito,
no le pegues a tu hermano” porque no sabemos poner un límite entre lo que deseamos y
lo que debemos hacer. Esto se denomina moral heterónoma, pues otros, desde afuera,
nos indican qué conductas debemos seguir. Por ejemplo, cuando un niño no roba los
lápices de colores de su compañero porque de lo contrario será castigado por su padre.
El niño hará caso sólo porque teme al castigo que le acarreará esa desobediencia, no
porque está convencido de que ese accionar está mal. En este caso estamos en presencia
de una acción regida por la moral heterónoma, es decir la voluntad impuesta desde el
exterior (padre – autoridad). Pero cuando crecemos, vamos aprendiendo que hay cosas
que están permitidas y cosas que no. En poco tiempo empezamos a dejar de necesitar
que otros nos digan qué hacer; es que ya aprendimos las normas, aunque no siempre las
respetemos. Nos hacemos más autónomos porque desarrollamos la conciencia moral,
que se nutre con las normas y los valores que rigen nuestra sociedad. Ya vimos que la
moral tiene que ver con lo que la sociedad aprueba o desaprueba. Alguien nos dice: Les
dije a mis padres que iba a la escuela, pero fui a encontrarme con mis amigos en la
plaza. Ellos no se enteraron de mi mentira, pero igualmente me siento mal por lo que
hice, ¿por qué? La respuesta es simple: porque en tu conciencia hay una norma que dice
que no hay que mentir y lo hiciste. Como la norma es interna, serás culpable, o mejor,
responsable por haberla violando, aunque termines tus días sin que nadie se entere. Los
ojos de los demás no cambian tu responsabilidad.

Un comentario: no siempre los seres humanos se sintieron responsables ante sus


acciones. En un principio se quejaban de sus desgracias, diciendo que los dioses eran
quienes disponían lo que les sucedía. Pero paulatinamente fueron comprendiendo que
cada elección personal tiene sus consecuencias, y que la conciencia moral prende la
alarma cuando actuamos en contra de alguna norma.

Resumimos: La conciencia moral, en lenguaje popular, es esa voz interior que nos
obliga a actuar de una forma y también nos dice si son correctas o no nuestras acciones.
Precisando un poco podemos decir que la conciencia moral es la capacidad de juzgar las
acciones, no solo las nuestras sino también las de los demás, como buenas o malas. Es
la que orienta nuestra conducta en la dirección que la persona considera correcta.
Para juzgar y dirigir las acciones la conciencia se sirve de principios, es decir, de la
moral con la que cada persona rige su vida. Estos principios que forman la moral
pueden venir impuestos desde fuera. En este caso hablamos de heteronomía, de moral
heterónoma o conciencia heterónoma. Pero puede ser la persona misma las que se los
imponga racional y libremente. En este otro caso hablamos de autonomía, de moral
autónoma o conciencia autónoma.

Ejercitamos:

 En grupo brinden ejemplos de situaciones que acontecen en su vida diaria en


las que actúen regidos por una moral heterónoma y por una moral autónoma.
 Indiquen si es posible que las acciones regidas por la moral heterónoma
puedan llegar a convertirse en acciones regidas por una moral autónoma.

Trabajo de aplicación de concepto. Grupal y evaluativa

Raskólnikov. La conversión de un asesino.


Leer el resumen de la obra “Crimen y Castigo” del escritor ruso Fiódor Dostoyevski
para resolver las siguientes cuestiones:
a. Comente brevemente de qué trata el texto
b. ¿Cómo se siente Raskólnikov luego de lo que ha hecho? ¿De qué manera entra
en juego la norma moral y la llamada conciencia moral?
c. Explique la siguiente frase: “Raskólnikov mató para demostrar que él podía
desconocer todas las reglas”. ¿Qué reglas o normas desconoció este
personaje? ¿qué castigo recibió de acuerdo a las normas que desconoció?
d. Según tu opinión ¿qué sucede con aquellas personas como Raskólnikov, que se
arrepienten sinceramente de lo que han hecho? ¿Es justo penarlos, es decir,
aplicarle una sanción legal, cuando su conciencia ya lo ha hecho? Argumenten.

Dilemas éticos y morales

Reflexionar sobre los hechos morales es pensar acerca de los actos de la interioridad
del hombre, las normas y los valores sobre los que se basan sus decisiones.
Vamos a reflexionar sobre la ética a partir del planteo de dilemas, que llevan a
explicitar los valores que sustentamos, las creencias que tenemos sobre esos valores y
las acciones que movilizan cuanto interactuamos con otros.

Vamos esto con un ejemplo. Leer dilemas y conflictos ética p. 16. Santillana Polimodal.

1. Identifiquen de cada personaje soldado, el principio moral o creencia y la o las


acciones que se derivaron de ellas. Hacer cuadro parecido a este entre todos:
Actores involucradas en Principio o creencia Acciones y
la matanza de civiles en moral – Valor consecuencias
Mylai, Vietnam
William Calley, oficial Cree que cumpliendo su Mandó y ordenó a los
deber está respetando a las soldados a disparar contra
autoridades. los civiles de Mylai.
Paul Meadlow, soldado Obediencia a las Disparó contra los
órdenes para evitar el civiles de Mylai
castigo
Michael Bernhardt, Se guía por principio No cumple con la orden
soldado morales y pensaba que los del oficial
civiles tenían derecho a
seguir viviendo

¿Qué es un dilema? En un sentido general, se llama dilema a dos tesis opuestas entre
las cuales es necesario decidir. Concretamente, un dilema ética se da al menos entre dos
posibles hechos, y el sujeto tiene que elegir lo que derivará en una acción.
Son tantos los factores que intervienen en la resolución de un dilema que muchas
veces asistimos a debates y discusiones sobre la mejor manera de dirimirlo.

Aprendiendo a resolver dilemas morales


Un dilema moral es una historia breve, en la que se plantea una situación que puede
ser real y que es conflictiva a nivel moral. El protagonista de la historia se encuentra en
una situación complicada ante la cual se puede actuar de dos formas distintas, pero
igualmente válidas y defendibles. Una vez que el problema ha sido planteado y bien
entendido, hay que dar una solución razonada del conflicto o hacer un análisis de la
solución elegida por el protagonista de la historia.
La resolución de dilemas morales nos ayuda a encontrar nuestros propios criterios
morales a la hora de actuar. También favorecen nuestra capacidad de reflexionar,
razonar y expresarnos con coherencia.

1. Lean el dilema ético propuesto por Lawrence Kohlbert (Santillana Polimodal p.


18) y piensen entre todos los dilemas planteados con pautas como estas:
a) ¿Heinz debe robar la medicina? ¿Por qué?
b) Si Heinz no quiere a su esposa, ¿debe robar la droga para ella? ¿Por qué?
c) ¿Debería Heinz robar la medicina si el enfermo fuera un extraño? ¿Por qué?
d) ¿Debería Heinz robar la medicina si el enfermo fuera un animal? ¿Por qué?
e) ¿Por qué la gente debe hacer cualquier cosa para salvar la vida del otro?
f) Lo que Heinz piensa hacer, ¿es un delito?, ¿es moralmente malo?

2. Se divide la clase en tres grupos. Cada uno analizará una situación diferente.
Luego harán el punto 4 que es común para todos los grupos. Por último, la puesta en
común donde deberán comentar a los otros grupos el caso que les tocó.

Grupo 1 Caso: ¿Denunciar o no denunciar?


Sergio es un joven de trece años muy tímido. Ha tenido que cambiar constantemente
de escuela a causa del trabajo de su padre. Ya es el segundo año que va a este colegio y
aún no tiene muchos amigos. En concreto, Luis, que es muy popular en la clase, se mete
mucho con él porque es muy callado y lleva unas gafas muy grandes. Durante la clase
de ciencias fueron al laboratorio. La profesora puso a trabajar juntos a Sergio y a Luis
con el microscopio. A la salida, Sergio vio que Luis lo escondía en su macuto. Por la
tarde dijo la profesora que faltaba uno de los microscopios y que ellos fueron los
últimos en utilizar el aula. Quiere que se devuelva el microscopio y que aparezca el
responsable. Espera un tiempo, pero Luis no dice nada. Entonces la profesora anuncia
que si el culpable no quiere salir y hay alguien que sepa quién es, puede escribir el
nombre en un papel y hacerlo llegar de forma anónima.

a. ¿Qué tiene que hacer Sergio? ¿Por qué crees que lo debe hacer?
b. ¿Si Sergio hablase con Luis y éste lo tratase mal, negándose a hablar con
la profesora, tendría Sergio que denunciarlo?
c. ¿Qué conflicto de valores se plantea en este dilema?¿Cuáles son los
valores que entran en juego?

Grupo 2: Un caso de asesinato


En el estado americano de California han sido asesinadas 17 jóvenes de edades
comprendidas entre 16 y 20 años. La policía logra detener al presunto asesino y es
sometido a juicio. El juez encargado del caso va descubriendo a largo de la vista oral
que los procedimientos utilizados para detener al sospechoso no se han ajustado a la ley.
El sistema judicial vigente en Estados Unidos dice explícitamente que toda prueba
obtenida por procedimientos no legales deberá ser considerada nula en el juicio. Los
policías entraron en la casa del supuesto homicida sin una orden judicial (forzando la
puerta) y en ella obtuvieron fotografías de las chicas y otras pruebas de culpabilidad.
Cuando llegó el dueño de la casa lo atraparon. Pero, dándose cuenta de que les faltaba
una orden de detención y de registro, uno de los policías logró conseguir de un juez que
le filmara falsamente una orden con fecha del día anterior. La sociedad y el fiscal piden
que se condene al acusado. El propio hijo del juez que lleva el caso presiona a su padre
para que dicte sentencia de culpabilidad, puesto que dos de las víctimas eran
compañeras suyas.

a. ¿Qué debe hacer el juez, aceptar las pruebas obtenidas ilegalmente o


declarar nulo el juicio? ¿Por qué?
b. ¿Qué conflicto de valores se plantea en este dilema? ¿Cuáles son los
valores que entran en juego?

Grupo 3. Caso: contratar a un gitano


"Manuel es el dueño de un taller. Últimamente tiene mucho trabajo y quiere
contratar otro mecánico para que le ayude, pero resulta difícil encontrar buenos
mecánicos. La única persona que ha encontrado que parece un buen mecánico es
gitano. Aunque Manuel no tiene nada en contra de los gitanos, teme que muchos de
sus clientes dejen de serlo si un gitano trabaja en su taller. Así que Manuel ha
decidido no contratarlo".

a. ¿Actuó o no correctamente Manuel? ¿Por qué? Razona la respuesta.


b. ¿Qué conflicto de valores se plantea en este dilema? ¿Cuáles son los
valores que entran en juego?

4. Relacionen el texto que se transcribe a continuación con los dilemas. Respondan:


¿Hasta qué punto están de acuerdo con el autor? ¿Por qué? ¿Qué ideas de Savater les
parecen más interesantes para profundizar su reflexión? ¿Para qué les sirve confrontar
sus ideas con las de otras personas, autores inclusive?

“Todo esto tiene que ver con la cuestión de la libertad, que es el asunto del que se
ocupa propiamente la ética.
Libertad es poder decir “sí” o “no”, lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis
jefes o los demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no
lo quiero. Libertad es decidir, pero también, […] darte cuenta de que estás decidiendo.
Lo más opuesto a dejarse llevar, como podrás comprender. Y para no dejarte llevar no
tienes más remedio que intentar pensar al menos dos veces lo que vas a hacer. […]. La
primera vez que piensas el motivo de tu acción la respuesta a la pregunta “¿por qué
hago esto?, […] lo hago porque me lo mandan, porque es costumbre hacerlo, porque
me da la gana”. Pero si lo piensas por segunda vez, la cosa ya varía. “Esto lo hago
porque me lo mandan, pero… ¿por qué obedezco lo que me mandan? ¿por miedo al
castigo?,¿por esperanza de un premio? ¿no estoy entonces como esclavizado por quien
me manda? Si obedezco porque quien da las órdenes sabe más que yo, ¿no sería
aconsejable que procurara informarme lo suficiente para decidir por mí mismo? ¿Y si
me mandan cosas que no me parecen convincentes, como cuando ordenaron al
comandante nazi eliminar a los judíos en el campo de concentración? […] Lo mismo
sucede respecto a las costumbres […]”

Fernando Savater, Ética para Amador


Actividades:

1. Relata una situación vivida por vos o por algún conocido, en el cual esté
presente un dilema ético.
Trabajo Práctico (FILEC I, Eggers-Brass pp. 77 – 78)

Normas jurídicas: las leyes


Hay otras reglas de conducta, a parte de las que ya vimos: sociales y morales, que de
alguna manera conocemos, porque regulan nuestra vida diaria en convivencia y
sabemos que si no las cumplimos, o las violamos, recibiremos una sanción. Y en este
caso, a diferencia de las normas sociales, las sanciones adquieren un peso significativo,
aunque variable, pueden ser desde una multa hasta la privación de la libertad
(dependiendo de la infracción o delito cometido) Hablamos en ese caso de normas
jurídicas. La norma jurídica es una clase especial de norma, ya que constituye una regla
de comportamiento obligatoria creada por autoridad competente para regular las
relaciones entre las personas de un Estado.
La norma jurídica es derecho creado por el Estado, obligatorio (coactivo) para todo
el grupo humano habitante en él. Así podemos citar las normas que forman el Código
Civil, el Código Penal, etc. Estas normas ordenan nuestra vida, nos dicen qué podemos
hacer, qué no y qué debemos hacer, y una de sus características fundamentales que son
COACTIVAS, es decir que debemos cumplirlas sí o sí porque en el caso de que no lo
hagamos, el Estado a través de sus órganos autorizados nos aplicará sanciones.
En un sentido muy general y de manera habitual al conjunto de normas jurídicas lo
llamamos ley. Así tenemos por ejemplo que la ley de adopción, está formada por
numerosas normas jurídicas que van regulando distintos aspectos referidos a la
adopción, como los derechos de los padres, de los niños, qué pueden y qué deben hacer
los padres adoptivos, etc. Al conjunto de leyes de un Estado lo llamamos Derecho
Positivo.

Norma jurídica----------ley------------------derecho positivo

Las normas jurídicas en un sentido específico son normas escritas, sistemáticas y


ordenadas jerárquicamente. En esa jerarquía hay una norma fundamental que ocupa el
lugar más alto en el ordenamiento jurídico y es la Constitución Nacional, denominada
norma primaria, así todo el resto de las normas jurídicas deben estar acordes a ella. Por
ejemplo, la Constitución Nacional protege la propiedad privada, por lo tanto no podría
existir otra norma, por ejemplo creada por la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos,
que permitiera que alguien se apropiara de la propiedad privada de otra persona.
Actividades:

1. El artículo 79 del Código Penal se refiere al delito de homicidio de esta


manera: “Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años al que
matare a otro, siempre que este código no estableciere otra pena”. Después de
leerlo, responde: ¿qué prohíbe esta norma? ¿Qué sanción se aplica, a quien no
cumpla con la prohibición?
2. De la siguiente lista de normas, señala las que consideras jurídicas
explicando por qué, para esto tener en cuenta las características de las normas
jurídicas.
 Todos los habitantes de la Nación tienen derecho a transitar libremente
por el territorio de la República.
 Según el Código Civil, los padres deben mantener a sus hijos hasta los 21
años.
 Los amigos están obligados a ser leales entre sí.
 El alumno que alcance las 25 inasistencias injustificadas perderá su
regularidad y deberá presentarse a rendir las materias en condición de libre.
3. Busque en la Constitución Nacional una norma y en grupo discutan y
escriban un ejemplo de otra norma (creada por el grupo) que iría en contra de la
norma elegida en la Constitución Nacional.

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