Pregunta 1: Realiza alguna aportación sobre el tema abordado

Tal parece ser que el Test del Árbol que hemos estudiado en este tema es una
prueba proyectiva interesante para analizar la personalidad, así como el
universo emocional subyacente a cada uno de nostros. Junto con el temario
estudiado anteriormente, he podido concluir que realmente las pruebas
proyectivas constituyen un tipo de instrumento bastante útil para recavar
información sobre cómo nuestros pacientes perciben, entienden y manejan su
mundo.

Por lo que he podido observar a lo largo de la lectura han sido muchos los
autores que han abordado este tema, cada uno con sus más y sus menos, y
quizá hoy en día no sea una prueba cien por cien fiable y exacta, por una
parte, por quedar siempre sujeta a una interpretación subjetiva del evaluador y
poder ser vista como algo obsoleto y sin significación, y por otra, porque para
poder interpretar este test es necesario tener un mínimo de conocimientos
previos de lo que significa el trazado y los diferentes elementos del mismo;
pero aún así con el transcurso de los años la gente – o mejor dicho los
entendidos en la materia – han sabido apreciar su importancia y han trabajado
e investigado para luchar contra este punto débil (la subjetividad) y conseguir
convertirla en un instrumento más fiable. Así mismo, por este motivo: porque
no la veo cien por cien exacta, no me atrevería a decir que fuera a utilizarlas –
o que se deberían utilizar – única y exclusivamente como único método de
evaluación. Sin embargo, sí me atrevería a decir que deben resultan muy
eficaces como pruebas complementarias que podemos usar junto a muchas
otras. A ello podemos sumar la justificación de que alguno de los autores, como
Buck, siempre señalan que la información que se extrae de este tipo de
pruebas debería ser siempre contrastada con otro tipo de información que
hayamos podido extraer de cada caso proveniente de la observación directa, la
entrevista y las anamnesis. Todo ello, nos puede llevar a algo interesante en
tanto que sin duda podemos llegar a los rincones más profundos de nuestros
seres y ver lo que allí se esconde; cosa que me temo, ni el lenguaje ni nuestra
conciencia no llegan a ahondar, quedarían muy limitados. Así, en esta línea,
entiendo que aunque el valor del dibujo puede subestimarse como test, un
buen lector puede tener información directa sobre la relación del paciente con
el ambiente y, a su vez, puede obtener información relacionada con su
desarrollo, con la manera de contactar con la realidad (si tiende a la fantasía o
es realista, etc.), sentimientos de equilibrio o tensión. Además, debo de
reconocer que este test en particular tiene una cosa muy positiva y es que lo
encuentro un instrumento con gran facilidad en su aplicación en cuanto al
terreno infantil y el coste prácticamente cero que tiene – aunque también en el
de los adultos.

En conclusión, aunque mis conocimientos sobre el tema no sean excelentes,

con estas pequeñas nociones la he llegado a considerar una prueba muy útil de
cara a mi trabajo y que sin duda, aplicaré en futuras ocasiones.