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Resumen del libro “Cien años de soledad”

La obra “Cien años de soledad”, escrita por el exitoso autor colombiano Gabriel García
Márquez, narra la historia de un pueblo ficticio desde sus orígenes hasta su desaparición; a
la vez que cuenta la historia de una familia, los Buendía, durante más de cien años de toda
su descendencia hasta la muerte del último de ellos. Durante toda la novela, hay una clara
soledad a la que están predestinados todos los pertenecientes de la familia Buendía, como
una característica innata de la misma.

José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, son un matrimonio con un parentesco de ser
primos entre sí, razón por la cual su matrimonio es perseguido por el mito de que su
descendencia nacería con cola de cerdo; temor que obliga a Úrsula a mantenerse virgen por
un año después de casada, lo cual provocaba la burla del pueblo. De manera que una noche,
en medio de una pelea de gallos, José Arcadio Buendía discute con Prudencio Aguilar
después de escuchar una burla por parte de él por su “poca masculinidad”, lo que incita a
José Arcadio Buendía, absorto por la furia, a matar a Prudencio Aguilar. Siendo perseguido
de esta manera por su fantasma y, empujándolo así a irse del pueblo y junto con un grupo
de leales amigos fundar Macondo: “una aldea de apenas veinte casas de barro y cañabrava
construidas a la orilla de un río.”

Es de esa manera como se inicia la descendencia de los Buendía; desde el día que el pirata
Francis Drake asaltó a Riohacha, provocando así que se iniciara la relación entre los
antepasados de José Arcadio Buendía y Úrsula, quienes fundan Macondo y ahí mismo
conciben a sus tres hijos: José Arcadio, Aureliano y Amaranta.

Desde la fundación de Macondo, cada año los gitanos recorrían la aldea, dando a conocer
sus descubrimientos de alrededor del mundo; introduciendo de esa manera el hielo a
Macondo (razón por la que habría de llamarse ciudad de los espejos, o de los espejismos).
Y es de igual manera como José Arcadio Buendía conoce a Melquíades, un gitano con
quien entablaría una amistad, cuya imagen habría de transmitirse de cierta manera durante
generaciones en la descendencia de José Arcadio (hijo).

Y con el surgir de esta amistad, se da de igual manera el surgimiento de la locura hasta


ahora inerte en José Arcadio Buendía. Esto provoca que se deje llevar cada vez más por los
artefactos de los gitanos, perdiendo así la conciencia de la realidad, volviendo a hablar con
el fantasma de Prudencio Aguilar; hasta el día que muere, bajo el castaño del patio de su
casa; desencadenando una lluvia de minúsculas flores amarillas, hasta llegar al punto de
inundar Macondo.
En tanto que Úrsula, su esposa, siempre fue la matriarca de la casa, razón por la cual vivió
más de cien años, llegando a conocer incluso a sus tataranietos. Vivió eternamente
preocupada porque algún día alguien de su descendencia se metiera con alguien de la
misma, naciendo sus hijos con cola de cerdo por lo que desterró de la casa a José Arcadio
cuando este se casó con Rebeca, su prima, quien llegó a sus apenas once años y, a quien
llego a adoptar como su hija.

Con la llegada de Rebeca, llega a su vez la peste del insomnio, acompañada de la peste del
olvido. Lo cual incita a José Arcadio Buendía a buscar una solución al problema,
catalogando así todos los objetos a su alrededor; hasta que la gente empieza a olvidar como
leer y, es justo en ese momento cuando regresa Melquíades (quien había muerto y regresó
porque no pudo soportar la soledad de la muerte) y es aquí cuando trae consigo la cura del
insomnio, devolviéndole a todos sus recuerdos. Motivo por el cual se queda a vivir en casa
de los Buendía, consiguiendo así su propia habitación, en donde comienza a escribir los
pergaminos que describen la historia de los Buendía, los cuales solo podrán ser descifrados
cien años después.

Pero mucho antes de eso, José Arcadio conoció a Pilar Ternera, una mujer mucho mayor
que él, quien lo introdujo en los placeres carnales de la vida y; fue por aquella misma época
cuando nació Amaranta, última hija de José Arcadio Buendía y Úrsula.
Mientras que Pilar Ternera se embarazó y José Arcadio, atemorizado por la paternidad,
huyo con los gitanos y, fue desde entonces cuando Macondo tuvo contacto con otras
civilizaciones, a la vez que los gitanos fueron desterrados.

El niño habría de llamarse Arcadio, en honor a su padre; sin embargo, él siempre pensó que
sus padres eran José Arcadio Buendía y Úrsula (quien al principio no lo acepto). Pero
después llegó a ser un profesor de escuela por un tiempo hasta que asumió el dominio de
Macondo cuando el coronel Aureliano Buendía se fue y, de esta manera, llegó a convertirse
en el hombre más temible y brutal que haya visto Macondo, levantándose incluso contra
Úrsula, quien al sentirse humillada se levantó contra él y desde entonces fue quien asumió
el poder. Muere asesinado por el régimen conservador, cuando esté asume el poder pero
poco antes de eso, Arcadio conoce a Santa Sofía de la Piedad, con quien nunca se llega a
casar pero si a tener 3 hijos: Remedios, la bella, y, los gemelos José Arcadio Segundo y
Aureliano Segundo.

Con respecto al coronel Aureliano Buendía, de joven era taciturno y meditabundo, además
de extremadamente solitario y, se dedicaba al oficio de la platería (fabricando pescaditos de
oro). Tiene un hijo, al igual que su hermano, con Pilar Ternera a quien llaman Aureliano
José, aunque pese a esto, se casa con Remedios Moscote, la hija de Don Apolinar Moscote
(el corregidor), quien muere con dos gemelos atravesados en el vientre. Poco después de
eso, organiza un ejército en contra de los conservadores, del cual se nombra coronel,
declarándose liberal y, peleando en 32 guerras civiles (las cuales pierde todas debido a la
tristeza y soledad que lo persiguen).
El coronel Aureliano Buendía, durante la guerra, tuvo diecisiete hijos con diecisiete
mujeres distintas, todos llamados Aureliano; pero siempre perseguido por el dolor
abandonó la guerra y firmó el tratado de Neerlandia, regresando así a casa y, dedicándose
nuevamente a la platería; evidenciándose así su incapacidad de amar. Muere de viejo un día
sin explicación alguna.

Amaranta, quien siempre tuvo celos de Rebeca, es quien se encarga de criar a Aureliano
José, su sobrino con quien mantuvo una breve relación después de haber rechazado a todo
hombre en su vida por un evidente miedo al sufrimiento, razón por la que muere soltera y
virgen, después de haber experimentado durante toda su vida la cruda soledad.

Aureliano Segundo, quien siempre tuvo las características de los José Arcadios, motivo por
el cual la familia siempre pensó que se habían intercambiado con su hermano gemelo José
Arcadio, se casó con Fernanda del Carpio, no obstante, siempre mantuvo una relación
extraconyugal con Petra Cotes con quien nunca llegó a tener hijos, a diferencia de con su
esposa con quien engendro tres hijos: Renata Remedios (más conocida como Meme), José
Arcadio y Amaranta Úrsula.

Finalmente años después, luego de la caída de la empresa bananera, empieza a llover en


Macondo, lluvia que durara cuatro años, once meses y dos días; afectando así a todos los
sobrevivientes de Macondo y trayendo consigo el principio del fin, muriendo de esta
manera Amaranta después de terminarse su pacto con la muerte, quedando solo en la casa
Aureliano Babilonia (el hijo bastardo de Meme con Mauricio Babilonia) hasta el día que
regresa José Arcadio, quien posteriormente es asesinado por unos niños con quienes
mantenía asuntos sexuales inapropiados, por lo que Aureliano Babilonia vuelve a estar solo
hasta el regreso de su tía Amaranta Úrsula junto a su esposo Gastón.

Durante su encierro por ser un bastardo, Aureliano, quien era el más sabio de toda la
estirpe, se dedicaba a leer los pergaminos de Melquíades (teniendo recuerdos de él previos
a su nacimiento), los cuales no lograría descifrar sino hasta después de tener un hijo con
Amaranta Úrsula, ignorando su parentesco. Razón por la que se enamoran profundamente,
siendo esta la única relación de sincero amor durante toda la novela, hasta que tienen un
hijo, el cual nace con cola de cerdo a la vez que provoca que Amaranta Úrsula muera
desangrada; mientras que Aureliano, absorto por la melancolía, sale y se emborracha, hasta
ser rescatado por una antigua amante.

Al día siguiente cuando regresa a casa no encuentra a su hijo, Aureliano, por lo que cree
que todo fue un sueño y que Amaranta Úrsula todavía sigue con vida; hasta que se da
cuenta que se lo habían devorado las hormigas y, es en ese momento en que recuerda el
epígrafe de los pergaminos de Melquíades: “el primero de la estirpe está amarrado en un
árbol y al último se lo están comiendo las hormigas”. Y es ahí cuando supo que en aquellos
pergaminos se encontraba escrito su destino, entendiendo así que Amaranta Úrsula era su
tía y descifrando de igual manera que “Melquíades no había ordenado los hechos en el
tiempo convencional de los hombres, sino que concentro un siglo de episodios cotidianos,
de modo que todos coexistieran en un instante”.
Mientras que Macondo comenzó a ser destruido por el viento, “porque estaba previsto que
la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la
memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los
pergaminos […] porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una
segunda oportunidad sobre la tierra".

El libro, al ser un clásico literario, intenta reflejar la realidad de nuestra vida cotidiana tanto
en Colombia (país del autor), como en toda Latinoamérica como tal. La disposición
narrativa utilizada por García Márquez, al no usar un orden cronológico y, de igual manera
la constante repetición de los nombres hace que de cierta manera sea una obra difícil de
entender pero esto mismo le da la esencia de la obra misma. Siendo así una obra que
debería ser leída por todo latinoamericano, al reflejar la realidad de nuestras vidas.

Bibliografía:

GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. (18). (1970). Cien años de soledad. Argentina: Editorial
Sudamericana

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