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Revista Española de Salud Pública

ISSN: 1135-5727
resp@msc.es
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad
España

López Casasnovas, Guillem


¿CAMBIA LA FISCALIDAD LOS ESTILOS DE VIDA? IMPUESTOS PARA LUCHAR CONTRA LA
OBESIDAD
Revista Española de Salud Pública, vol. 87, núm. 6, noviembre-diciembre, 2013, pp. 541-548
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17029591001

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Rev Esp Salud Pública 2013; 87:541-548. Nº 6 Noviembre-Diciembre 2013

EDITORIAL

¿CAMBIA LA FISCALIDAD LOS ESTILOS DE VIDA?


IMPUESTOS PARA LUCHAR CONTRA LA OBESIDAD

Guillem López Casasnovas


Universitat Pompeu Fabra. Barcelona.

El fat tax o impuestos sobre la ‘comida cisión individuales en beneficio del reforza-
basura’(en su versión menos sofisticada), y el miento de las responsabilidades colectivas.
propuesto igualmente como impuesto sobre
bebidas azucaradas se plantean como parte de IMPUESTOS Y ESTILOS DE VIDA
la nueva fiscalidad de lucha contra la obesi-
dad. Tanto esta como la relativa a las adiccio- Valoremos de entrada el propósito de los
nes (alcohol y tabaco) pretenden un cambio de impuestos que luchan contra la obesidad. Su
comportamiento que reaccione a precios com- éxito efectivo debiera consistir en que no
pletos con una disminución de consumo o recauden nada, ya que significaría que los
generar una recaudación indemnizatoria de los cambios en el estilo de vida han permitido
costes de las externalidades que dichos facto- abandonar aquellos consumos nocivos por la
res mutualizan hoy sobre todos los contribu- vía del incentivo económico. El doble divi-
yentes. dendo del impuesto radica en que los que no
respondan a la variación de precios relativos
En este texto pretendemos señalizar los as- acaben sufragando todo o parte de los costes
pectos principales del análisis que deberían que las enfermedades emergidas puedan oca-
acompañar su implantación, revisando el pa- sionar a los sistemas sanitarios. Aceptado lo
pel de la fiscalidad y su racionalidad, tanto anterior, reconozcamos que el efecto global va
para incentivar cambios en los comporta- a depender de los substitutos a los bienes gra-
mientos como para compensar las externali- vados, que en este caso es mucho mayor y de
dades sociales negativas que se generen y control menos fácil (en relación, por ejemplo,
constantando los factores que inciden en los con el de las adicciones).
cambios. Finalmente se discute lo que supone
esta forma de intromisión en las esferas de de- Consideremos también, como campo de
análisis intermedio, el hecho de que el supues-
Guillem Lopez Casasnovas
to de impacto de fiscalidad sobre precios fina-
les al consumo pasa por unas determinadas
Professor of Economics
Universitat Pompeu Fabra

hipótesis de incidencia tributaria que no se


Ramon Trias Fargas, 25-27
08005 Barcelona
guillem.lopez@upf.edu pueden generalizar haciendo abstracción de la
realidad, ya que sus efectos (elasticidades)
http://www.upf.edu/pdi/cres/lopez_casasnovas/
Guillem Lopez Casasnovas

dependen de las circunstancias, no sólo de la cias distintas según (1) la visualización que se
demanda sino también de la oferta, e incluso hace de sus efectos, (2) la intensidad de la
del comportamiento del equilibrio general de supuesta adicción racional que provocan, vio-
la economía. También conviene remarcar que, lada a menudo por la inconsistencia temporal
desde un punto de vista libertario, perseguir del ‘querer abandonar sin poder’ y (3) su
este tipo de incidencias es cuestionable, aun- correlato de dilación en el tiempo de las recti-
que menos si se acompaña del paternalismo ficaciones racionales generadas.
libertario1. Además, es discutible si el nuevo
equilibrio entre preferencias de consumo y Los supuestos de fallo de mercado en obesi-
precios relativos completos no se podría con- dad son, en cambio, mayormente de racionali-
seguir igualmente por otras vías, siendo estas dad limitada. Además, los vínculos epidemio-
la información (educación, cambios cultura- lógicos, aún afectando a más gente, son más
les,…) o la subvención de alternativas de con- tenues y heterogéneos en sus efectos entre
sumo saludables. Más aún, la evaluación de individuos en el caso de la obesidad que, por
dichas intervenciones parece mostrar una cur- ejemplo, en el del tabaco, por lo que esta refe-
va de incidencia logística según la cual la efec- rencia nos permite otorgarles un tratamiento
tividad de las medidas necesita de una cuantía diferenciado.
muy elevada para empezar a desplegar efectos
(impuestos elevados). Luego esta efectividad EL FAT TAX
puede tocar techo de modo relativamente rápi-
do, por lo que las medidas pierden impacto. En The ‘fat tax’: Economic incentives to
Impacto, por lo demás, desigual entre colecti- reduce obesity2, Leicester y Windmeijer anali-
vos, ya sea por las medidas reactivas a la infor- zan las posibilidades de nuevos impuestos
mación, a los precios, a la disponibilidad de para luchar contra la obesidad. Se trata de
substitutos, etcétera. Tampoco cabe obviar los impuestos sobre la grasa que injerimos con los
efectos renta y disposición a pagar como sus- alimentos (lo de fat conjuga bien con lo de flat
tratos generadores de potencial desigualdad -el impuesto lineal-, este sí por definición más
social a la vista de cómo se combinen ambos. ‘delgado’ y también regresivo). Los autores
introducen el tema por el lado de las externali-
Igualmente podría plantearse que el proble- dades: el impuesto de Pigou debería ayudar a
ma no está tanto en lo que se consume como en ‘internalizar’ los costes asociados a la obesi-
los estilos de vida que acompañan la ingesta. dad, que hoy no estarían soportando las perso-
De hecho, algunos autores señalan el cambio nas obesas (básicamente, los de su potencial
en las tecnologías de producción (menos tra- enfermedad). Los autores exploran distintas
bajo manual, forzado, de pie, en movimiento) modalidades de este posible impuesto que, en
y no el cambio en la ingesta calórica o de gra- principio, debiera suministrar incentivos para
sas como la causa de la epidemia de obesidad. reducir la gordura: gravar según el contenido
Por ello, los remedios debieran buscarse más nutriente de los alimentos (más grasa y/o más
por el lado del modelo productivo y contra el sal, más impuestos), por tipo de productos
sedentarismo de los estilos de vida que gra- (snacks, dulces,...) o con base imponible
vando los consumos, los cuales no son siem- según calorías.
pre complementarios para todos los indivi-
duos. Todas estas precauciones son legítimas y La motivación es clara: combatir la tenden-
no pueden ignorarse. cia a la obesidad, bien documentada en la lite-
ratura epidemiológica. Sobre dicha base se
En cualquier caso, los aspectos relativos a vinculan estimaciones de coste (a veces a par-
la obesidad (azúcares y grasas saturadas) res- tir de evidencias misceláneas de la literatura)
ponden a situaciones diferentes a las de las que no se llegan a cuantificar (el interrogante
adicciones. En estas se perciben consecuen- aquí no siendo sólo el de la incidencia de la

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enfermedad sino también el de su efecto sobre Los autores se dan cuenta de la heteroge-
la mortalidad) y sin prefijar un precio sombra neidad del ámbito de estudio para ‘recetar’
que se atribuya a los resultados. Estos son medidas fiscales desde su optimismo tributa-
algunos de los datos tomados para el caso de rio como elemento de afectación de conduc-
Gran Bretaña2 a efectos de motivar la impor- tas individuales. Así, acaban reduciendo su
tancia económica del tema tratado: 9.000 propia estimación a un ejercicio de simula-
muertes prematuras y 40.000 días de trabajo ción de resultados a partir del gravamen de
perdidos en 1998 directamente vinculables a cuatro contenidos diferencialmente nocivos:
la obesidad; 18 millones de días de trabajo impuestos sobre grasas saturadas, grasas
perdidos considerando enfermedades secun- monosaturadas, sal sódica y colesterol. Claro
darias (los vínculos no se especifican), con que los efectos de esta imposición van a
costes totales de enfermedad y muertes prema- depender de las reacciones de los consumido-
turas de 3.000 millones de euros aproximada- res (elasticidades precio). En su repaso de la
mente (2,1 billones de libras) en 1998. Dicha evidencia disponible recogen valores de -0,5
cifra se proyecta con un incremento del 50% para el queso; -0,7 para la mantequilla; -1,0
para el 2010 de acuerdo con las tendencias para la leche entera, etcétera. Parece irreme-
observadas, con unos costes puramente sanita- diable tomar cifras generales de otros contex-
rios que representan el 1,5% del gasto total del tos y momentos (sin elasticidades cruzadas,
National Health Service (NHS) inglés y un sin considerar sustitutos alimenticios no gra-
peso del 6% de las defunciones totales. vados, etcétera.), lo cual es sin duda discuti-
ble. Ello lleva a los autores a acabar el traba-
Tras aproximar la magnitud del problema, jo de simulación en la arena más segura: asu-
los autores analizan el papel potencial de la mir que el impuesto no cambia comporta-
imposición sobre el consumo supuestamente mientos, con lo que desaparecen de raíz las
relacionado con la obesidad. Del repaso de la motivaciones del artículo (recuérdese, incen-
evidencia disponible3-8 y de las estimaciones tivos a la reducción de la obesidad). Con ello,
precedentes los autores derivan un inusitado el interés del texto se centra en la comproba-
optimismo sobre el papel de los incentivos fis- ción de los efectos sobre la progresividad fis-
cales en este terreno, a pesar de que las medi- cal de un impuesto de aquellas características
das analizadas son muy diferentes. Por lo que (sobre grasas, sodio, colesterol), a la vista de
atañe al tipo de impuesto utilizado, puede tra- quién consume y de quién consecuentemente
tarse bien de un IVA recargado, un impuesto tributaría. Los resultados identifican una
especial sobre el precio final (IVA incluido), importante regresividad fiscal: los deciles de
sobre producto final o sobre sus ingredientes, renta baja soportan un gravamen por este
según categoría de consumos, según tipo impuesto entre 5 y 7 veces más alto que los de
impositivo efectivo, unitario o ad valorem rentas altas.
(este último más penalizador perversamente
de los contenidos de mayor calidad, a igualdad Todo ello tiene interés porque especifica
de contenidos que el unitario), sobre mayoris- muy bien los límites del terreno de juego de
tas, minoristas o puntos de venta (máquinas esta nueva, potencial, fiscalidad. No corres-
expendedoras). Sin embargo, no parece lógico ponde valorar aquí la validez epidemiológica
ignorar si no sería mejor actuar en el campo de las relaciones entre obesidad, consumos
fiscal por la vía de subvencionar productos sanitarios y muertes prematuras y sanitaria-
‘saludables’ en lugar de gravar los ‘nocivos’ mente evitables. Incluso sobre la base que
con una mayor discriminación de tipos a la hoy se conoce, las propias consideraciones
actual o simplemente a través de regulación tributarias de implementación y efectividad
(qué se puede vender en centros educativos) o y, sobre todo, sociales, dada su regresividad,
de información. dejan en stand by sus propuestas prácticas.
De modo que el fat-tax como propuesta de

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implementación parece tan verde como el que se pagará el exceso sin afectar las ventas.
color de las lechugas. En cambio, si el consumo es sensible al precio
incrementado, se reducirá uno de los factores
Y es que tanto en imposición directa como que más inciden en la obesidad infantil. Cier-
en tributos indirectos hay que andarse con cui- tamente no es éste el único factor, ni son sólo
dado si nos preocupamos de sus efectos sobre las sodas las causantes, pero sus equivalentes
la regresividad fiscal. Ello vale también para en cucharas de azúcar (entre 5 y 7 por lata
la fiscalidad sobre el alcohol y el tabaco: según el tamaño), con niños que consumen
impuestos claramente regresivos que tienen más de tres al día, no deja duda que son parte
que juzgarse más por los beneficios de freno del problema. Hay otros factores a los que
de nuevos ‘entrantes’, vistos los costes regre- también será necesario hacer frente, pero éste
sivos para los ya adictos. Claro está que si se es uno indudablemente.
utiliza dicha imposición no para frenar consu-
mos sino para recaudar, internalizando los Por tanto, es difícil desde la razón estar en
costes de la hoy ineficiente externalidad de contra, más allá de la oposición genérica antes
costes sociales supuestamente trasladados a la comentada a los impuestos o desde una filoso-
comunidad, se convierte en decisivo saber en fía libertaria, y de poder entender la reacción
qué se aplican dichos recursos. Se trataría de los afectados. Su implementación no es
como mínimo de conseguir mayor progresivi- fácil, tanto por la dificultad de especificar los
dad por la vía del gasto que compense la regre- detalles del impuesto como por aguantar el
sividad introducida por la vía de la recauda- embate inicial de los opositores. Forma parte
ción. Lo cual nos lleva a abogar por políticas de la responsabilidad y de la soberanía fiscal
selectivas de gasto (lo más redistributivo posi- de un gobierno que se considere tal. Los alcal-
ble) frente al universalismo de naturaleza des de New York, Richmondt, Philadelphia o
mayormente proporcional. Mississippi están en las mismas. En Dinamar-
ca no tuvieron tanta suerte y el impuesto no ha
El impuesto sobre bebidas excesivamente perdurado a causa de la presión de los afecta-
azucaradas dos. Pero créanme que pronto o tarde este será
un impuesto normal en nuestros sistemas tri-
No parece que aumentar la presión fiscal butarios, ya que es un impuesto razonable.
pueda provocar a estas alturas demasiado
entusiasmo y menos aún si recae sobre el con- Hagamos finalmente una lectura positiva de
sumo, ya de por sí suficientemente deprimido. ello. Penalizar el exceso es un incentivo a la
El escenario por lo tanto es otro que el desea- innovación de nuevos productos bajos en calo-
ble: el de la consolidación fiscal. Esto hace rías que relativamente mostrarán unos precios
que toda pérdida de bienestar individual vin- relativos inferiores y así posiblemente conse-
culada a los mayores impuestos se deba leer en guirán unas mayores ventas. Los grandes pro-
la clave suficientemente cruel de una bajada ductores tienen ventaja para conseguir esta
alternativa de gasto que puede afectar al bien- innovación desde sus mejores departamentos
estar colectivo. Puestos a tener que aumentar de investigación. Pueden aumentar su nego-
la tributación, un impuesto sobre el consumo cio. Las 4 Ps de su marketing juegan de mane-
específico de bebidas con exceso de azúcar, ra importante en los stands de los supermerca-
repito el término “exceso”, tiene sentido. Si dos: packaging, pricing, promoting y placing.
aceptamos que la demanda de estos productos Y hasta en una situación normalizada se
es poco elástica, los partidarios de la eficiencia podría destinar parte de la recaudación del
en la imposición ciertamente lo deberían apo- impuesto a la desgravación de aquella innova-
yar, ya que la distorsión generada por el grava- ción que cumple el objetivo de hidratación y
men será mínima. Si éste es el caso, las empre- da placer sin un coste tan elevado en la salud
sas afectadas tampoco sufrirán pérdidas, ya de la población.

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Reconsideración de las políticas fiscales y reconocer efectivamente el derecho al tras-


las responsabilidades en salud plante para quien se tiene evidencia que no
sigue comportamientos saludables, de manera
Muchas de las anteriores valoraciones se que se pueda condicionar el acceso al test de
inscriben en un contexto en el que se barajan un mínimo de tiempo en abstinencia como
responsabilidades individuales y colectivas en para garantizar su permanencia y así el buen
los comportamientos saludables y la legitimi- resultado de la intervención.
dad de intervenciones que subyugan al indivi-
duo como el mejor juez de su propio bienestar. La puesta en práctica de políticas de salud
Cuestiones de equidad y tutela pública de que favorezcan la igualdad de oportunidades
bienes socialmente preferidos entorpecen la necesita, por tanto, entrar en estos ámbitos
libre elección y la libertad individual. Las más personales sobre la base de haber identifi-
referencias de equidad y eficiencia, paternalis- cado primero la contribución de las circuns-
mo público y soberanía del consumidor no son tancias externas y los comportamientos endó-
fácilmente separables y mucho menos objeti- genos relativos al esfuerzo en su incidencia en
vables en la aplicación de los principios filo- resultados desiguales. Los esfuerzos son parti-
sóficos que las sustentan en el caso concreto cularmente difíciles de especificar ya que son
analizado. El menos obvio de los terrenos de complejos de observar y medir netamente:
discusión es el de la identificación de sobre estilos de vida tales como hacer ejercicio, lle-
qué estados de salud son legítimas y en cuáles var una dieta equilibrada, no fumar ni beber en
no las diferencias observadas. La respuesta exceso son factores aceptados ampliamente
teórica dominante es referenciar la legitimidad como ejemplos de lo que supone el esfuerzo
a la existencia de factores atribuibles a la res- en relación a la propia salud, no representan-
ponsabilidad individual. Desde la contribu- do, en principio, elecciones individuales ‘res-
ción de Roemer9, los determinantes de cual- tringidas por las circunstancias’. De aquí que
quier resultado de comportamientos observa- sea de interés analizar la correlación entre las
dos pueden separarse en dos componentes: los circunstancias y esfuerzos desde un punto de
que tienen que ver con las circunstancias que vista ético. Es interesante en ese sentido valo-
son exógenas a la persona (del tipo dinástico rar las distintas posiciones de Roemer y
familiar o gradiente social) y los que se deri- Barry10 al respecto: por ejemplo, de cómo tra-
van de los esfuerzos que están bajo el control tar la presión familiar y la cultura -‘lo que se
del individuo. Así, podría aceptarse que se espera como normal’- en el esfuerzo, ponga-
alcanza la igualdad de oportunidades (y de esa mos por caso, del estudiante en sacar buenas
forma quedan legitimadas las diferencias notas (caso de los alumnos asiáticos en gene-
observadas) cuando las circunstancias no jue- ral11). Para Roemer este entorno considerado
guen ningún papel en los resultados, por ejem- ‘normal’ no permitiría ‘premiar’ como ‘anor-
plo de salud, y que por lo tanto han de depen- mal’, por encima de lo esperable, el esfuerzo
der necesariamente sólo del ejercicio de la del estudiante (asiático). No lo consideraría
libertad individual estando, supuestamente, así Barry, valorando aquella presión familiar
suficientemente informado. como una circunstancia más que está fuera del
control del individuo. La falta de presión fami-
El debate tiene actualidad en la política liar en el estudio identificaría un esfuerzo pre-
sanitaria y en la priorización de recursos, en el miable en el caso general de los estudiantes
caso, por ejemplo, de los fumadores o alcohó- que superasen aquel handicap, pero no para
licos cuando se valora el derecho a un tras- Roemer en el de los asiáticos, que harían ‘lo
plante de pulmón o de hígado (con la cirrosis normalmente esperable’. En el campo de los
alcohólica como indicación controvertida). fumadores, el punto de conflicto sería el de si
Estando los órganos sólidos en fuerte limita- se debería considerar a los hijos de los fuma-
ción de oferta, la pregunta es si tiene sentido dores que fuman menos responsables que los

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hijos de los no fumadores que fuman. Barry han de proteger, ya que prevenirlas o evitarlas
diría que esta es una distinción irrelevante. implicaría según Swift12 violar la autonomía
Para Roemer, la parte del habito tabáquico de la familia.
que se puede atribuir al background familiar
es una circunstancia y no un esfuerzo. Se En la Teoría de la Justicia de Rawls, las
compensan circunstancias exógenas antes de libertades básicas (incluye la libre asociación
comparar resultados y así legitimar diferen- que supone la familia) tendrían prioridad
cias. Si el peor resultado es por menor esfuer- sobre la igualdad de oportunidades y del prin-
zo, no existiría nada a compensar y las dife- cipio de la diferencia en la compensación (al
rencias en resultados serían legítimas al haber que peor se encuentra). Como resultado,
considerado que los agentes tenían las mis- Barry considera las circunstancias como
mas oportunidades de consecución. Una variables del pasado y las variables a consi-
oportunidad lastrada por una circunstancia derar son las del esfuerzo que representa la
adversa sí que se habría de considerar, al no libre elección de la generación presente. Para
poder responsabilizar por un mal resultado en Roemer el vector de circunstancia incluye
la parte en la que ha incidido una circunstan- todas las variables pasadas, de manera que
cia condicionante fuera del alcance de la deci- los esfuerzos de los descendientes han de ser
sión del individuo, por grande que fuera su ‘limpiados’ de cualquier contaminación que
esfuerzo. Más compleja resulta la disputa si proceda de las circunstancias. Para Swift, en
pasamos a vincular características genéticas a cambio, el vector de circunstancias no inclu-
aquellos hábitos. ye las variables del pasado que no tienen con-
secuencias en los esfuerzos de los hijos. De
Por último, a la cuestión aquí tratada se esta manera resulta claro que ‘a priori’ la
añade la de las responsabilidades intergenera- aproximación de Roemer minimiza la mag-
cionales. Si consideramos que es responsabi- nitud de la desigualdad que se puede conside-
lidad de la familia dedicar esfuerzos a la edu- rar legítima en salud, mientras que Swift
cación de los hijos, el que la circunstancia minimiza la magnitud de la desigualdad ilegí-
deba ser compensada deviene menos obvio. tima si la correlación entre circunstancias y
La transmisión de valores en este sentido salud es del mismo signo que entre circuns-
‘quita mérito’: si de pequeño te acostumbran tancias y esfuerzo. Siendo buena parte de los
en casa a comer sano es más probable que estilos de vida conexos a procesos de dinastía
sigas esos hábitos cuando seas mayor. Desde (desde el feto para algunos), genéticos, entor-
un punto de vista de los antecesores, se debe- nos culturales, socioeconómicos,... Discernir
ría reconocer el mérito sea quien sea quien lo los campos que justifican la intervención
disfrute. Desde el punto de vista de los des- como circunstancias condicionantes y no
cendientes, no. Si se hace prevalecer la gene- reflejo del esfuerzo autónomo resulta un
ración joven en la aplicación del principio de debate inescapable.
compensación, deberíamos considerar que la
totalidad del bagaje inicial representa ‘cir- La priorización de los recursos públicos
cunstancias’, incluyendo los esfuerzos de los y comportamientos saludables exigibles
padres, a pesar del vínculo con el esfuerzo de
los hijos. Al contrario, si el orden de prioridad Una de las cuestiones que muestran la rele-
a considerar es a favor de las generaciones vancia de las anteriores consideraciones apli-
pasadas en la aplicación del principio de pre- cadas a las realidades inmediatas se refiere a
miar el mérito, los esfuerzos parentales debie- su traducción al policy making, en particular a
ran ser respetados sean cuales sean las conse- la priorización de los recursos sanitarios
cuencias que acaben aconteciendo a las futu- públicos. En el Reino Unido, el National Insti-
ras generaciones. Estas interacciones de tute for Health and Care Excellence (NICE) es
transmisión, en la medida que son valores, se quien más ha valorado estas cuestiones. De

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sus guidelines entresacamos algunos argu- cio a apartarse del criterio de que un año de
mentos: vida ajustador por calidad (AVAC) tiene idén-
tico valor acrezca a quien acrezca y sin depen-
Principio de no discriminación: No cabe der de la edad ni del estadio de salud desde el
discriminar de acuerdo con las causas de la que acrece.
enfermedad o como ‘merecedores’ de un trata-
miento. (Esto incluye las condiciones que pue- Criterio de información y tutela: Si se pon-
den haber sido contraídas o exacerbadas debi- deran las ganancias de salud de los pacientes
do al estilo de vida o la ocupación del indivi- más graves implicará que recibirán menor
duo). Sin embargo, si el comportamiento per- peso intervenciones preventivas de salud
nicioso es probable vaya a continuar y de este pública dirigidas a poblaciones relativamente
modo haga el tratamiento menos coste efecti- saludables. La justificación para ponderar
vo o clínicamente menos efectivo, entonces menos en términos de ganancia de salud a
puede ser apropiado tenerlo en cuenta. (Aun- aquellas poblaciones resulta lejos de ser evi-
que, comúnmente es imposible para el indivi- dente a partir de una perspectiva universalista.
duo decidir si la condición dependió de su pro-
pio comportamiento o no). Son, por tanto, amplios los márgenes de dis-
criminación en uno y otro terreno que permite
Preocupación por la desigualdad. El NICE el NHS inglés sobre la base de factores endó-
debería considerar activamente la reducción genos y exógenos a las realidades individuales
de las desigualdades en salud incluyendo como para cerrar el abanico de la discusión
aquellas diferencias asociadas a sexo, edad, que el tema analizado en este texto abre.
raza, discapacidad y estatus socioeconómico.
Sin embargo, el NICE no debería recomendar Concluyendo, la falta de evidencia sobre los
intervenciones sobre la base de los ingresos de efectos de la imposición en los cambios de
los individuos, la clase social o posición en la comportamiento individuales no significa su
vida (¡ni en positivo ni en negativo!). Tampo- ausencia. En la legislación reciente contra el
co deben los roles sociales en diferentes eda- tabaco, esta ha sido la tónica general (intuicio-
des afectar las decisiones en cuanto al costo nes y sospechas más que experiencias contras-
efectividad. Debe ser justificado en ciertas cir- tadas) y sin embargo no invalidar la posibili-
cunstancias aumentar la salud general de la dad de aplicar dichas medidas ha permitido lo
población, mientras relativas diferencias entre que se reconoce en nuestro país como uno de
grupos se mantienen igual (o ligeramente los mayores éxitos de la salud pública. Note-
peor). La aproximación utilitarista debería mos que la evidencia deseable implicaría
seguirse a expensas de aumentar las desigual- variaciones marginales en positivo y en nega-
dades en salud en algunas situaciones, como tivo a los ya consumidores, en muestras más
cuando el aumento global de la salud puede homogéneas, duración superior y seguimiento
compensar el deterioro de su distribución. continuado de efectos, exposiciones dietéticas
y neutralización de factores coadyuvantes que
Estas decisiones necesitan ser tomadas tras se confunden en los efectos.
estudiar caso por caso y aplicar las acciones
híbridas de ambos enfoques universales dise- Proponer nuevos impuestos con un consu-
ñados para producir una mejora general de la mo castigado por la crisis ciertamente no pue-
salud (centrándose en todos los niveles de la de entusiasmar. Tampoco resulta sencilla su
salud y de gradiente social) y apuntar a un determinación: sujeto pasivo (contribuyente o
enfoque orientado a los más desfavorecidos (a no), hecho imponible concreto, base imponi-
pesar de ser más difícil de lograr) partiendo de ble sobre la que graduar el impuesto, tipos
una política para la que ‘un AVAC es un para que tengan efectos significativos en con-
AVAC’. El NICE hasta ahora ha sido muy rea- sumo, deducciones que hagan falta (sobre

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Guillem Lopez Casasnovas

la base o sobre la cuota) y unos costes de trans- cuencias de la obesidad en los sistemas sanita-
acción (inspección) ciertamente no desdeña- rios), ya sea como elemento de recaudación
bles (según fase o fases gravadas, en origen o (incrementando ingresos afectables a la mayor
destino, producción o venta). Ello fuerza a financiación del sistema sanitario de modo
valorar muy rigurosamente todas estas pérdi- resarcidor).
das de bienestar frente a las ganancias poten-
ciales de salud y la gestión adecuada de las BIBLIOGRAFÍA
partidas de gasto que en su caso financien.
1. Thaler RH, Sunstein CR. Libertarian paternalism. Am
Sería óptimo construir esta política desde la Econ Rev. 2003;93:175-79.
evidencia, que hoy desafortunadamente no se
tiene. Pero ausencia de evidencia no es evi- 2. Leicester A, Windmeijer F. The 'fat tax': economic
dencia de ausencia. Buscando ventanas de incentives to reduce obesity. London: Institute for Fiscal
oportunidad de gravar consumos nocivos, el Studies; 2004; Briefing Note num. 49.
caso de las bebidas excesivamente azucaradas
3. OECD’s current tax agenda. OECD; 2012.
parece más adecuado dados sus efectos más
probables: su escaso o nulo nutriente, el juego 4. IPH. Proposed Sugar Sweetened Drinks Tax: Health
de la elasticidad precio con substitutivos Impact Assessment (HIA); Ireland: Institute of Public
alcanzables de coste nulo o reducido y una Health;2012.
menor regresividad fiscal esperable. Mientras
5. Mazzocchi M, Traill WB, Shogren JF. Fat Economics:
que los fat tax son problemáticos en el sentido Nutrition, Health, and Economic Policy. Oxford Univ.
de que pueden llegar a excluir otros nutrientes Press; 2009.
concurrentes para una buena dieta (leche gra-
sa, calcio,...), éste no es tanto el caso para los 6. Brownell KD, Farley T, Willet WC, et al. The Public
que graven bebidas excesivamente azucara- Health and Economic Benefits of Taxing Sugar Sweete-
ned Beverages. N Engl J Med. 2009; 361: 1599-1605.
das. Estas además pueden reducir consumos
complementarios igualmente menos saluda- 7. Farley T, Just DR, Wansink B. Clinical decisions: regu-
bles (pizzas o precocinados) y cuentan con una lation of sugar-sweetened beverages. N Engl J Med. 2012;
elasticidad de demanda probablemente más 367: 1464-6.
elevada para jóvenes que para adultos. Por lo
demás, la recaudación del impuestos sobre 8. Faulkner GEJ, Grootendorst P, Windmeijer F, et al.
Economic Instruments for Obesity Prevention: Results of
bebidas excesivamente azucaradas puede a scoping review and modified Delphi Survey. Int J Behav
incluso retornarse en forma de deducciones Nutr Phys Act. 2011; 8: 109.
fiscales a las empresas de bebidas que orienten
su producción, promoción de I+D a productos 9. Roemer JE. Equality of opportunity. Cambridge: Har-
menos nocivos, reforzando de este modo los vard University Press; 1998.
impactos negativos a corto y medio plazo en la 10. Barry B. Why Social Justice Matters. Cambridge:
salud poblacional. Sin objeción de eficiencia: Polity Press; 2005.
impuesto ‘pigouviano’ que internaliza una
externalidad y ajustado a la regla de Ramsey 11. Jusot F, Tubeuf S, Trannoy A. Circumstances and
que minimiza excesos de gravamen con tipos Efforts: How important is their correlation for the measu-
rement of Inequality of Opportunity in Health? Health
más elevados en proporción inversa a la elasti- Econ. 2013 Jan 24. doi: 10.1002/hec.2896. [Epub ahead
cidad de la demanda. Y con una menor regre- of print].
sividad global (beneficios redistributivos pro-
gresivos por la incidencia de los consumidores 12. Swift A. Justice, Luck and the Family: Normative
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ne el doble dividendo: ya sea como freno al 2002.p.256-76.
consumo reduciendo gasto (por las conse-

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