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Álvaro Zegarra Mulánovich
Doctor...
Descubrir el Derecho
Las nociones elementales del
Derecho Privado y del Derecho Público
explicadas en forma sistemática
Palestra Editores
Lima — 2009
--
Colección Jurídica
Facultad de Derecho - Universidad de Piura
Descubrir el Derecho
Las nociones elementales del Derecho Privado
y del Derecho Público explicadas en forma sistemática
Álvaro Zegarra Mulánovich
Primera edición, marzo de 2009
ISBN:
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A todos mis alumnos,
con —créanme—
verdadero cariño.
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Índice
Presentación...................................................................................................i
Introducción...................................................................................................1
I. El derecho............................................................................................................... 1
1. Los juristas y los diversos sentidos del derecho.................................1
2. A qué se llama derecho en sentido propio..........................................1
3. El reparto de las cosas.............................................................................1
4. El derecho y la justicia............................................................................1
5. Caracteres de la cosa justa......................................................................1
II. El Derecho como disciplina................................................................................ 1
6. El Derecho es un “arte intelectual”.......................................................1
7. El Derecho es “dialéctico”......................................................................1
8. Relaciones del Derecho con la Moral y la Política..............................1
9. Las “ramas” del Derecho........................................................................1
III. Las “fuentes” del derecho................................................................................... 1
10. Fuentes como “título” y como “medida”............................................1
11. El derecho natural y el positivo.............................................................1
12. La voluntad humana: ley positiva, costumbre, acto jurídico............1
13. Fuentes impropias o indirectas.............................................................1
IV. La ley en particular............................................................................................... 1
14. Noción de ley...........................................................................................1
15. Relaciones de la ley con el derecho.......................................................1
16. Teoría política y supremacía de la ley..................................................1
Álvaro Zegarra Mulánovich
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Índice
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Índice
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201. Recursos..............................................................................................1
202. Demanda contencioso-administrativa............................................1
Capítulo 3 Crimen y castigo........................................................................1
I. El Derecho Penal y la ley..................................................................................... 1
203. Noción de Derecho Penal y el principio de legalidad..................1
204. Otros principios del Derecho Penal................................................1
205. Vigencia de la ley penal....................................................................1
II. El delito................................................................................................................... 1
206. La noción de delito y la acción.........................................................1
207. El tipo penal........................................................................................1
208. La antijuridicidad..............................................................................1
209. La culpabilidad..................................................................................1
III. La pena y otras consecuencias del delito........................................................ 1
210. La pena................................................................................................1
211. Medidas de seguridad......................................................................1
212. La reparación civil y otras consecuencias accesorias....................1
IV. Delitos más importantes..................................................................................... 1
213. Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud....................................1
214. Delitos contra el honor y la familia.................................................1
215. Delitos contra la libertad y la intimidad.........................................1
216. Delitos contra el patrimonio.............................................................1
217. Delitos económicos............................................................................1
Capítulo 4 Hacer realidad los derechos.....................................................1
I. El proceso y el Derecho Procesal...................................................................... 1
218. Tres conceptos clave: acción, jurisdicción y proceso....................1
219. La jurisdicción como función pública.............................................1
220. El derecho de acción..........................................................................1
221. El Derecho Procesal en general........................................................1
222. Principios generales del Derecho Procesal....................................1
223. División del Derecho Procesal.........................................................1
II. Derecho Procesal civil.......................................................................................... 1
224. Los tipos de procesos civiles............................................................1
225. La dinámica del proceso civil...........................................................1
226. La prueba y sus sucedáneos.............................................................1
227. Medios impugnatorios......................................................................1
III. Derecho Procesal penal....................................................................................... 1
228. La acción penal y el Ministerio Público..........................................1
229. Garantías y principios del proceso penal.......................................1
230. Sistemas procesales penales.............................................................1
231. Etapas del proceso penal..................................................................1
Parte alfabética (Índice analítico)................................................................1
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Índice
Índice analítico..............................................................................................1
Breve noticia bibliográfica...........................................................................1
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Presentación
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Introducción
Sumario: I. El derecho.— 1. Los juristas y los diversos sentidos del derecho.
2. A qué se llama derecho en sentido propio. 3. El reparto de las cosas. 4. El
derecho y la justicia. 5. Caracteres de la cosa justa. II. El Derecho como
disciplina.— 6. El Derecho es un “arte intelectual”. 7. El Derecho es “dialé-
ctico”. 8. Relaciones del Derecho con la Moral y la Política. 9. Las “ramas”
del Derecho. III. Las “fuentes” del derecho.— 10. Fuentes como “título” y
como “medida”. 11. El derecho natural y el positivo. 12. La voluntad humana:
ley positiva, costumbre, acto jurídico. 13. Fuentes impropias o indirectas.
IV. La ley en particular.— 14. Noción de ley. 15. Relaciones de la ley con
el derecho. 16. Teoría política y supremacía de la ley. 17. Vigencia de la ley.
18. Interpretación e integración de la ley.
I. El derecho
1. Los juristas y los diversos sentidos del derecho.
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Introducción
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No está de más advertir que también se entiende por “cosa”, a veces, la mera
libertad externa de hacer algo y otras “cosas” no necesariamente corporales,
como expongo en los §§ 37 y 38, en las pp. 1 y 1, respectivamente.
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Introducción
4. El derecho y la justicia.
Llamar derecho a la cosa justa inevitablemente evoca la relación
del derecho con la justicia. Puede decirse que el derecho tiene como
finalidad el “orden social justo”, si no se entiende por tal una utopía
política o cosa por el estilo, sino el estado social en el que cada uno
tiene lo suyo y lo usa sin interferencias.
¿Qué es la justicia? La pregunta incomoda a los normativistas, con
razón. Tratar de definir la justicia desde la ley —como valor o dimensión
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Introducción
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Del latín alter, alterius, “el otro” (cuando se habla de dos cosas o personas).
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Introducción
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Introducción
7. El Derecho es “dialéctico”.
¿Es el Derecho una ciencia deductiva o inductiva (según la clá-
sica división de las ciencias positivas)? La respuesta es que no es ni
una cosa ni la otra. Entonces, ¿cómo es ciencia el Derecho? De modo
dialéctico. Pero aquí uso “dialéctico” en un sentido mucho más antiguo
y venerable (y también más verdadero) que el propio del idealismo o
del materialismo “dialécticos”.
Dialéctica, para los griegos, significa simplemente el arte de
dialogar, de argumentar. En ese sentido tomo aquí el término. En otras
palabras, quiero decir que el Derecho es argumentativo, no demostrativo.
Por eso, el procedimiento jurídico por excelencia, el juicio, ha consistido
siempre en una confrontación esencialmente verbal, racional, de los
interesados ante un tercero imparcial y especialmente fiable, sea por
su mayor ciencia o experiencia, sea por la especial autoridad de que
se hallaba investido, para señalar lo que es justo en cada caso. Y así
sigue siendo hasta hoy.
En parte por su carácter dialéctico, en el Derecho no hay apenas
afirmaciones indiscutibles. Hay posiciones a favor y posiciones en con-
tra de una solución, más o menos razonablemente fundadas, pero pocas
veces hay verdades evidentes. En parte, he dicho; como en todo, no pocas
divergencias se deben pura y simplemente a defectos del razonamiento
de unos, de otros, o de unos y otros. Porque decir que el Derecho es
dialéctico o argumentativo no significa que se pueda decir cualquier
cosa. Sobre todo, no quiere decir que se pueda decir de cualquier manera.
Hay unas reglas del arte que permiten llegar a conclusiones seguras.
Lo mucho que hay de argumentable en el Derecho no debe llevar
a una especie de relativismo; no digo que no haya verdades ni certezas
en Derecho, sino que las verdades evidentes, en especial en los casos
concretos, son pocas, mientras que la mayoría de las conclusiones
podrán con razón llamarse verdaderas, pero casi nunca por estar de-
mostradas apodícticamente; no darán una certeza física ni metafísica.
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Introducción
En griego, ἦθος, —εος, que dio Ética; en latín, mos, moris, que dio Moral.
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Introducción
10 Pero no puede ser absoluta, pues titular y deudor tendrán siempre en común, al
menos, la humanidad; tampoco puede desaparecer del todo, pues sin alteridad
alguna no subsiste ningún derecho: nadie se puede deber a sí mismo.
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Introducción
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Introducción
Por ejemplo, la vista para ver; pero también para multitud de hechos
culturales: escribir, pintar, esculpir o hacer cine... Por eso el hombre
inventa, no crea (salvo en sentido metafórico). Pretender que sólo existe
el derecho positivo contradice el más elemental sentido común, pues
si hay algo jurídico cultural, tiene que partir necesariamente de algo
jurídico natural. Por eso, la mejor demostración de que existe el derecho
natural es que existe el derecho positivo.
Junto a los derechos naturales y positivos puros existen derechos
mixtos, en los que el título es natural y la medida concreta positiva,
o viceversa. Por ejemplo, la naturaleza ha hecho libres a todos los
hombres, por lo que viajar —si uno quiere, por todo el mundo— es un
derecho natural. Pero las leyes humanas pueden regular este derecho,
poniéndole límites: un pasaporte, o visa para entrar en un país, certi-
ficados de vacunación, etc. Es un derecho de título natural y medida
positiva. También ocurre al revés: si uno presta gratuitamente una
cantidad de dinero (digamos, cien soles), adquiere frente a quien lo
recibe un derecho de título positivo (el préstamo voluntario), pero cuya
medida es natural, ya que prestar necesariamente implica devolver, y si
el préstamo es gratuito (sin retribución), es ineludible que deba darse
lo mismo que se recibió. Lo mismo de cien soles son exactamente cien
soles, ni más ni menos. Y no porque así le parezca a la mayoría, sino
por la naturaleza de las cosas. El ejemplo aclara dos cosas: primero, que
puede haber derechos de título positivo y medida natural, como ocurre
en él; y además que, a diferencia del título, la medida natural no sólo
puede ser la naturaleza del hombre, sino también la naturaleza (cantidad,
cualidad, sustancia, etc.) de las cosas.
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Introducción
12 Baste advertir que la ley positiva es fuente del derecho (positivo), mientras
que la ley natural nunca es fuente del derecho, ni siquiera del natural (cuya
fuente es directamente la propia naturaleza), sino más bien su consecuencia: la
existencia del derecho natural conlleva el mandato de respetarlo, que es en lo que
consiste principalmente la ley natural.
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13 Que, por ejemplo, es la noción que usa el art. 103 de la Constitución cuando
dice que la ley debe ser general, de modo que se justifican leyes especiales si lo
pide la naturaleza de las cosas, pero no por razón de las personas.
14 El art. 51 de la Constitución alude a esta organización lógica de las leyes: “La
Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de
inferior jerarquía, y así sucesivamente”.
15 Forma especial regulada en el art. 106 de la Constitución para materias deter-
minadas.
16 El Poder Ejecutivo (art. 104 de la Constitución) y la Comisión Permanente del
Congreso (art. 101 de la Constitución, inc. 4), pueden recibir facultades del
Pleno para dictar leyes delegadas. Sólo en el primer caso reciben el nombre de
decretos legislativos.
17 Regulado por el art. 118, inc. 19, de la Constitución, para ciertos casos excep-
cionales.
18 Según el procedimiento ordinario previsto en los arts. 107 a 109 de la Consti-
tución
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Introducción
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Introducción
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19 Como interpretación política que es, jurídicamente requerirá siempre una nueva
interpretación: en realidad es una nueva ley.
20 La interpretación privada tiene a su vez varias subespecies. Un jurista interpre-
tando genéricamente la ley como fuente de derechos, hará una interpretación
doctrinal, pero si la hace en defensa de una posición particular en un caso
concreto, será una interpretación de parte.
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Introducción
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Personas
Primera Parte
Algunos conceptos fundamentales
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Personas
Capítulo I
Personas
S egún los juristas romanos, todo derecho concierne o bien a las per-
sonas, o bien a las cosas o bien a las acciones. De esos tres puntos
de referencia el más trascendente son las personas, ya que la orga-
nización jurídica entera está destinada a la persona humana y halla
su fundamento último en su dignidad. Los romanos lo expresaban
diciendo: hominum causa omne ius constitutum est, “todo derecho se ha
constituido a causa de los hombres”. Esto da lugar a dos principios
sobre los que se basa el orden jurídico: todo ser humano, en cuanto tal,
tiene personalidad para el derecho; y todos los seres humanos tienen,
en principio, la misma personalidad.
Ontológicamente, “persona” es el individuo de naturaleza racional
(individua substantia rationalis naturae, según Boecio). Es el ser capaz
de poseerse a sí mismo en virtud de su naturaleza racional y, por eso
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mismo, capaz de tener como suyas ciertas cosas, con autonomía ante
los demás. La persona entonces, en el plano jurídico, se ha de entender
fundamentalmente como el “sujeto del derecho”.
Pero como la ciencia jurídica tiene necesidad de elaborar sus
propios conceptos, en Derecho, “persona” no significa exactamente lo
mismo que en su sentido ontológico. Sin embargo, las precisiones que,
con fines prácticos, aplica el Derecho a esta noción no pueden violar
—sería injusto— los derechos naturales de ningún ser humano. La
noción jurídica de persona nunca podrá tener como efecto privar de
su dignidad de sujeto de derechos a nadie.
Con estas precauciones, la ciencia jurídica reacomoda la noción
de persona para sus fines, tanto extensiva (hay personas que no son
seres humanos individuales), como restrictivamente (hay seres hu-
manos que no son personas, sin que por eso dejen de ser sujetos de
derechos). Para referirnos a los seres humanos (los concebidos) no
considerados jurídicamente personas (por cierto, en su propio benefi-
cio, como expondré más adelante), así como algunos otros supuestos
de personificación imperfecta, en Derecho se usa la noción genérica
de “sujetos de derecho”.
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Personas
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Personas
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6. Derechos de la personalidad.
A cada ser humano la naturaleza misma le atribuye algunos derechos,
llamados derechos de la persona. Ellos garantizan al sujeto los elementos
fundamentales de la vida y del desarrollo, físico y moral, de su propia
existencia. La Constitución y muchos tratados internacionales los recogen y
los reconocen solemnemente a toda persona. El tratamiento constitucional
de estos derechos influye en la interpretación de toda norma, pero también
pueden invocarse directamente, mediante las garantías constitucionales
de la libertad. Se dice que estos derechos son fundamentales, esenciales,
insuprimibles, imprescindibles, irrenunciables, eternos y sagrados. La ley
los califica de irrenunciables e incesibles (salvo la donación altruista de
órganos que no implique sacrificio de la propia vida).
Junto a estos derechos, que aseguran a la persona misma, se deben
considerar esenciales también otros derechos, que permiten a toda per-
sona distinguirse y ocupar una posición concreta en la sociedad. Son
los llamados derechos de la personalidad, entre los que están el nombre
y el domicilio.
La protección del nombre cuida un interés individual, pero también
de la sociedad. Tener un nombre es un derecho esencial de la persona,
pero también un deber.
El nombre, además del primero o “de pila”, incluye los apelli-
dos. Al hijo se le atribuye el primer apellido de cada progenitor. Si
el hijo es extramatrimonial y sólo es conocido uno de los padres, los
dos apellidos de éste. Al adoptado le corresponden, según la misma
regla, los apellidos del adoptante o de los adoptantes. Si se desconocen
ambos padres, se impone al niño un nombre adecuado, cuidando que
no resulte indecoroso, ridículo o contrario al orden público. La mujer,
mientras no se divorcie o se anule su matrimonio, puede agregar a su
nombre el primer apellido del marido. Igual derecho tiene la viuda,
mientras no contraiga nuevo matrimonio.
Ninguna norma formal indica el orden en que se deben imponer los apellidos, por lo
que en teoría es posible elegir como primer apellido el de la madre. Pero la costum-
bre universal en nuestro país —que, como sabemos, puede también ser fuente de
derecho— es que el primer apellido sea el del padre y el segundo el de la madre.
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Personas
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Personas
La representación legal de que trato aquí es diferente, aunque tiene en parte los
mismos efectos, que la representación voluntaria que es la que expongo más de-
tenidamente en el § 56, en la p. 1, infra, a propósito del negocio jurídico. Véase
también la representación orgánica en el § 35, en p. 1, infra.
Para más detalles sobre la patria potestad, vid. el § 168, en p. 1, infra.
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Personas
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Personas
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Personas
V. La persona jurídica
13. Noción.
La persona jurídica es un organismo unitario, considerado jurí-
dicamente como sujeto de derecho, es decir, como entidad dotada
de capacidad jurídica propia, distinta de las personas naturales que
concurren en su formación. Presuponen una reunión de elementos
de diverso orden para alcanzar fines colectivos que exceden, sea por
el tiempo o por las posibilidades de hecho, a la persona individual.
Pero en último análisis, el interés, que es de la esencia de toda relación
jurídica, está siempre referido a personas humanas singulares, aunque
sea indirectamente. En este caso, a través de la construcción jurídica
denominada “persona jurídica”.
14. Elementos.
La persona jurídica no se crea de la nada. Hay, antes, una realidad
que la ley reconoce: el fenómeno asociativo. Pero la ley también moldea
esta realidad al regularla. La persona jurídica está constituida por una
base sustancial —personas, bienes, objeto— y por un acto formal: el
reconocimiento público, sin el cual la primera no se constituirá como
sujeto de derecho.
1) No pueden faltar las personas. Ellas participan de la vida de la
persona jurídica siempre, sea como sujetos que forman su voluntad, o
como destinatarios, por cualquier título, de su actividad. Se entiende
que la pluralidad mínima para la constitución y continuación de toda
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Personas
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Presentación
Capítulo II
Cosas y relaciones
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Cosas y relaciones
2. Cosas y bienes.
Dentro del amplio universo de las cosas a que he hecho referencia,
ocupan sin duda un puesto preeminente los bienes, que son aquellas
cosas susceptibles, como un todo, de aprovechamiento patrimonial.
Son estas cosas las que constituyen los principales derechos de los que
me ocuparé en la mayor parte de lo que sigue.
Tratándose de bienes es menos desacertado decir que son im-
personales, aunque las conductas humanas con valor patrimonial (las
prestaciones, principalmente), en cuanto atribuidas jurídicamente, como
he dicho, sí pertenecen realmente a la esfera del sujeto (por ejemplo,
un servicio de asesoría contable).
Se dice además que los bienes deben tener individualidad propia,
sea por la naturaleza misma de la cosa (un animal, por ejemplo), sea
porque el hombre aísla, material o idealmente, una porción de algo que
en sí mismo es continuo (vino en una botella, un predio).
Como sólo son bienes las cosas susceptibles de aprovechamiento
económico, no entran en la categoría las que escapan al poder de do-
minación humana (como el Sol o las estrellas, o el propio hombre en
su integridad personal), ni las que son comunes a todos (como el mar
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Cfr. § 5, en p. 1, supra.
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Cosas y relaciones
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Por esa razón existe desde hace tiempo una propuesta para recoger
como nueva división fundamental de los bienes la que distingue entre
los bienes inscritos y los bienes no inscritos en algún Registro Público.
De acogerse este criterio, se simplificaría notablemente la regulación
legal de los derechos de garantía y la de su adquisición y transmisión.
Sin embargo, de todos modos sería necesario conservar, recuperando
su sentido natural, la distinción entre muebles e inmuebles para los
bienes corporales, pero con un carácter más limitado.
7. Otras clasificaciones.
Otra clasificación importante —según algunos, es la que está
realmente en la base de todas las demás— divide los bienes en consu-
mibles y no consumibles, según la naturaleza de su aprovechamiento. El
aprovechamiento por consumo (propio de los bienes consumibles) se
da cuando implica la desaparición física o jurídica de la cosa, mientras
que la cosa no consumible puede aprovecharse de modo normal sin
agotarse ella misma ni sus productos. Si el aprovechamiento normal
de la cosa es su consumo, la cosa es consumible, aunque es obvio que
también las cosas no consumibles pueden consumirse (destruirse, des-
gastarse, inutilizarse o enajenarse).
Suele ocurrir que las cosas consumibles, por su misma provisio-
nalidad, no se identifiquen sino por su especie y cantidad, y sean por
tanto intercambiables o sustituibles entre sí. Pero esta distinción entre
bienes sustituibles y no sustituibles (en lenguaje técnico jurídico se dice
fungibles y no fungibles) no coincide necesariamente con la anterior. Hay
bienes no consumibles que son fungibles (todos los autos nuevos de
una misma marca y modelo, por ejemplo) y viceversa (por ejemplo, una
concreta representación teatral, no fijada cinematográficamente).
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Capítulo III
Hechos
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Hechos
autonomía. Tal razón ha sido descrita como el fin práctico del acto, y es
su elemento justificativo.
Por causa ha de entenderse el fin objetivo, la razón y función econó-
mica y social de cada negocio, no el fin individual o impulso subjetivo
que lleva al agente a celebrarlo, y que se llama motivo. Los motivos son
indiferentes para la validez y eficacia del negocio si no se hacen constar
expresamente. La causa, en cambio, es una característica constante del
negocio, la función que éste, de por sí, es idóneo para realizar, inde-
pendientemente, en cierto modo, de las personas que lo lleven a cabo.
Así, puede comprarse una casa para invertir el dinero, favorecer al
vendedor que necesita liquidez, revenderla o habitarla (ejemplos todos
de motivos subjetivos); pero todos los que celebran una compraventa
persiguen la misma finalidad práctica, que es la de cambiar una cosa
por un precio. Tal cambio justifica plenamente el acto.
La causa se diferencia también del objeto. A veces es difícil dis-
tinguir uno y otro concepto, pero no deben confundirse. El objeto
también tiene cierto carácter de fin, pero no es fin último en su propio
orden, sino que se dirige precisamente a realizar la causa. El objeto, la
conducta jurídicamente regulada por el negocio, es resultado inmediato
de él. Es también, por tanto, su fin objetivo, pero inmanente. La causa,
en cambio, es el fin mediato objetivo del acto, fin trascendente, que se
aprecia realizada en el resultado externo que el cumplimiento perfecto
del negocio produce. Sólo de la causa se puede decir, en el contexto
del negocio jurídico, lo que dicen los filósofos del fin: es lo primero en
la intención y lo último en la realización.
9. La representación.
La representación es una figura en virtud de la cual una persona ce-
lebra, con la manifestación de su propia voluntad, uno o más negocios
jurídicos en cautela de los intereses, y a veces en nombre, de otra persona. El
fundamento de la representación es la solidaridad humana, pues se presta
una colaboración a quien no quiere o no puede hacer algo por sí mismo.
La representación puede tener su origen en la ley (representación
legal) o en la autonomía privada (representación voluntaria). Ésta última
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Según muchos autores, por sus efectos, los negocios jurídicos pueden ser:
constitutivos, si generan efectos propios como consecuencia de su celebración,
o declarativos, si sólo reconocen efectos jurídicos ya existentes. Ahora bien, en
mi opinión, los “negocios jurídicos declarativos” no son verdaderos negocios
jurídicos, precisamente porque no se proponen ningún efecto jurídico nuevo
conforme a su contenido ni, menos aún, lo producen. Si algún efecto producen,
es el que expresamente les señala la ley, como actos jurídicos en sentido estricto
(declaraciones de ciencia) que son.
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13 Esta norma se aplica, por ejemplo, a los contratos asociativos o con prestaciones
autónomas de que me ocupo en el § 101, en p. 1, infra.
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Presentación
Segunda Parte
Derecho Civil patrimonial
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Presentación
Capítulo I
El dominio de las cosas
I. La propiedad
1. Los derechos reales y la noción de propiedad.
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2. Atributos de la propiedad.
Acabo de enumerar los atributos de la propiedad que recoge el
Código Civil. En realidad, la reivindicación es la pretensión a que da
lugar la violación de la propiedad, para que su titular haga valer judi-
cialmente su persecutoriedad y preferencia. Entendida como capacidad
de fundar una pretensión jurídicamente amparable en la vía judicial, no
es algo exclusivo de la propiedad, sino de todo derecho real, e incluso
de todo derecho. A esta noción genérica de “cualquier medio de defensa
judicial de un derecho”, se llama en Derecho Civil acción, aunque los
procesalistas consideran inexacta esta denominación, pues tal como
ellos lo entienden, el derecho de acción es un único derecho subjetivo
público, general y abstracto, tal como expondré en su momento.
1) El uso consiste en la posibilidad jurídica de actuar sobre el bien,
de servirse de él, dándole la utilidad que pueda tener.
2) El disfrute es el poder de obtener beneficios del bien, adquirien-
do sus frutos.
3) La disposición es la capacidad de transferencia efectiva del bien
o, en general, de darle un destino definitivo. Incluye el poder de hacer
lo que se quiera con él, incluso destruirlo, con los límites que ocasio-
nalmente establezca la ley. El poder de disposición es tan esencial a
la propiedad que, salvo que la ley expresamente lo autorice en algún
caso particular, no se puede limitar contractualmente.
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El dominio de las cosas
3. Caracteres de la propiedad.
Se suelen enumerar como caracteres de la propiedad:
1) Su carácter real, es decir, que recae directamente sobre una
cosa, sin intervención de otros sujetos. Por ser real, la propiedad tiene
los caracteres propios de estos derechos: persecutoriedad, preferencia
y oponibilidad universal.
2) La exclusividad, por el que la cosa sólo puede soportar un dere-
cho de propiedad, que corresponde en principio a un solo titular. No
puede haber dos propiedades sobre un mismo bien. La copropiedad
consiste en que los copropietarios comparten entre varios una única
propiedad.
3) La perpetuidad, por el que una cosa que es de alguien siempre
será de alguien, en el sentido de que no caduca ni puede caducar.
El propietario concreto puede cambiar, pero el hecho de que la cosa
está en el patrimonio de alguien, quien quiera que sea, es perpetuo,
mientras la cosa no se destruya o la propiedad se pierda por un hecho
positivo. La perpetuidad de la propiedad es como la “inmortalidad” de
los elfos, según Tolkien: se les puede matar, pero no mueren por causa
natural. Congruentemente con esto, la pretensión de reivindicación
de la propiedad es imprescriptible, aunque lógicamente no la puede
oponer el que, por abandono propio o usucapión de otro, ha dejado
de ser propietario.
4) El carácter absoluto, por el que confiere al propietario todas las
facultades que es posible ejercer sobre el bien. Actualmente se ha de
entender el carácter absoluto de la propiedad dentro del marco de las
limitaciones intrínsecas y legales del mismo
4. Limitaciones de la propiedad.
El fundamento de las limitaciones de la propiedad puede resumirse
en la noción de bien común, el cual incluye:
1) La necesidad pública (incluyendo la seguridad nacional como
una necesidad pública particular), que hace referencia a las exigencias
que trae consigo la organización de la vida en comunidad. Invocar
una necesidad pública para limitar el derecho de propiedad significa
supeditar el interés del particular al interés común de todos (incluido
el del particular).
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El dominio de las cosas
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El dominio de las cosas
7. Pérdida de la propiedad.
La propiedad se pierde:
1) Cuando otra persona la adquiere, como cuando el Estado expropia.
2) Cuando el bien se destruye.
3) Cuando el propietario hace abandono del bien (derelictio). Si el bien
derelicto es un predio, el abandono se hace efectivo al cabo de veinte años,
adquiriendo la propiedad el Estado por disposición de la ley. En los demás
casos, el abandono es eficaz de inmediato, pasando el bien a ser propiedad
de nadie (res nullius) y, por lo tanto, susceptible de apropiación.
8. Modalidades de la propiedad.
En la copropiedad dos o más personas comparten un mismo derecho
de propiedad, que como tal es exclusivo, en cuotas partes ideales. Éstas
son porcentajes abstractos y definen los derechos de un copropietario
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Álvaro Zegarra Mulánovich
frente a los demás. Los beneficios y cargas del bien se reparten entre
los titulares en proporción a sus cuotas, que se presumen iguales si
no se prueba lo contrario. En la copropiedad no se puede determinar
la parte material que a cada uno corresponde en el bien, pues enton-
ces serían propiedades distintas. Como la ley favorece la propiedad
individual, siempre se puede hacer la partición del bien (dividirlo en
tantas propiedades individuales como copropietarios hay) a pedido de
cualquier copropietario, o de sus acreedores. La disposición del bien
debe acordarse unánimemente entre los copropietarios, mientras que
para la mera administración basta la mayoría.
La medianería es un caso de copropiedad con indivisión forzosa.
Son bienes medianeros las paredes, cercos o zanjas comunes situadas
entre dos predios para dividirlos. Tales elementos divisorios se presu-
men comunes (y por tanto medianeros) salvo prueba en contrario. La
medianería es estable, a diferencia de la copropiedad ordinaria.
En la propiedad horizontal un inmueble o conjunto de inmuebles per-
tenece a varios copropietarios, de forma tal que cada uno es propietario
exclusivo de ciertas partes del bien, o de ciertos bienes del conjunto,
pero otras partes pertenecen en común a todos (zonas comunes). Las
zonas de propiedad exclusiva pertenecen a sus dueños como propiedad
pura y simple, pero las cuotas ideales sobre las zonas comunes son
partes integrantes e inseparables de aquéllas. Hay, por tanto, indivisión
forzosa. Se someten a este régimen los edificios de departamentos u
oficinas y también las casas quinta.
Por la multipropiedad los titulares gozan de un derecho de copropie-
dad afectado al disfrute periódico y exclusivo de cada uno de ellos, no
por partes materiales, sino por periodos de tiempo. El modo concreto
de ejercer los derechos de exclusiva de cada copropietario se regula
en un contrato que deben acordar los titulares. El plazo máximo de la
multipropiedad es de treinta años, durante los cuales no procede la
partición. Luego la copropiedad se vuelve ordinaria, pudiendo reno-
varse la multipropiedad mediante un nuevo contrato.
La superficie permite poseer temporalmente un edificio sobre o bajo
la superficie de un predio en propiedad separada del suelo. El plazo
máximo del derecho de superficie es de noventainueve años. Al cabo
del plazo, el propietario del suelo adquiere lo construido, reembolsando
al superficiario su valor, salvo pacto distinto.
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El dominio de las cosas
II. La posesión
9. Nociones generales.
La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes
a la propiedad. Se reconoce por el comportamiento objetivo del sujeto
sobre la cosa: por el hecho o la posibilidad efectiva de contacto físico
con ella a voluntad, y por el hecho o la posibilidad efectiva de defen-
derla. Quien tenga un bien en esa forma es poseedor. En ello no entra
la intención, que es algo subjetivo. Al menos no el animus dominii, o
intención concreta de poseer como propietario, sino en todo caso el
animus possidendi, o intención abstracta que tiene todo poseedor, y
que se manifiesta por sí mismo en el modo de actuar sobre la cosa. De
este modo, todo el que ejerce poder sobre la cosa en nombre propio
es poseedor, independientemente de que reconozca o no a otro como
propietario.
Según esto no es poseedor quien conserva la posesión en nombre
de otro y en cumplimiento de órdenes e instrucciones suyas. Éste recibe
el nombre de servidor de la posesión, como el guardián de un predio, el
chofer o el depositario del bien. Sólo pueden actuar en defensa de la
posesión de su principal.
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El dominio de las cosas
13. Mejoras.
Las mejoras son las inversiones realizadas en el bien de modo
que, si las efectuó un poseedor inmediato o un poseedor ilegítimo,
generan para el poseedor mediato o el propietario la obligación de
reembolsarlas.
Las mejoras pueden ser necesarias, útiles, y de recreo. Son necesa-
rias las mejoras dirigidas a impedir la destrucción o deterioro del bien
(reforzar una pared ruinosa, reforzar los cimientos socavados por una
inundación o reparar las cañerías de un inmueble, por ejemplo). Son
útiles las que, sin ser necesarias, aumentan el valor y la renta del bien
(una nueva habitación, instalación de luz, etc.). Son de recreo las que,
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El dominio de las cosas
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18. Servidumbre.
La servidumbre es un gravamen sobre un predio, llamado por eso
sirviente, a favor de otro, llamado dominante. La peculiaridad de la ser-
vidumbre es que se atribuye a un titular (si no se atribuyese a alguien
no sería derecho) por mediación de dos predios, los cuales en cierto
sentido quedan relacionados entre sí. Es un derecho inseparable del
predio dominante y del sirviente, cualquiera sea su propietario.
La servidumbre es además perpetua, salvo disposición diferente;
e indivisible, de modo que cada poseedor del predio sirviente la debe
toda entera a cada poseedor del dominante. Si el predio dominante
se divide, la servidumbre subsiste a favor de los predios resultantes
que la necesiten. Los predios involucrados pueden ser del mismo o de
diferentes dueños, y no necesariamente tienen que ser contiguos.
Las servidumbres pueden ser:
1) Aparentes o no aparentes: según su uso deje una huella sensi-
ble en el predio sirviente (por ejemplo, la senda que deja marcada la
servidumbre de paso), o no (como la servidumbre de vista). Sólo las
servidumbres aparentes pueden adquirirse por prescripción, porque
sólo en ellas hay publicidad de la posesión.
2) Positivas o negativas: según permitan al poseedor del predio
dominante ejercer ciertos actos en el sirviente o impidan al dueño de
éste ciertas actividades en su propio predio.
3) Continuas o discontinuas, según se ejerzan continuamente, sin
necesidad de un hecho actual del hombre (acueducto, por ejemplo) o
no (la servidumbre de paso).
4) Legales o voluntarias, según su título sea la ley (como la servi-
dumbre de paso a favor de predios enclavados lejos de las vías públicas)
o un negocio jurídico. También habría que añadir que las servidumbres
aparentes se pueden adquirir por usucapión, según lo previsto para la
adquisición de inmuebles.
El propietario o poseedor del predio dominante no puede aumen-
tar el gravamen por hecho propio, ni el propietario del predio sirviente
puede dificultar el uso de la servidumbre unilateralmente.
La extinción de la servidumbre se produce por pacto expreso de
los propietarios y por el no uso durante cinco años. Las servidumbres
legales se extinguen además si dejan de ser necesarias, y las relativas
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El dominio de las cosas
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Álvaro Zegarra Mulánovich
21. Hipoteca.
La hipoteca es una garantía real que se constituye sólo sobre bienes
inmuebles. Por lo tanto, la hipoteca es accesoria, indivisible y especial,
pero inmobiliaria, a diferencia de la prenda.
Como la hipoteca se constituye por su inscripción en el Registro
Público, no es posible constituir derecho real de hipoteca sobre inmue-
bles no inscritos, aunque sí celebrar un contrato con el mismo contenido,
pero de eficacia meramente personal (en ese sentido, con poco valor
de garantía). De todos modos, el contrato de hipoteca (el título para la
constitución del derecho real) debe celebrarse en todos los casos por
Escritura Pública, bajo sanción de nulidad.
La hipoteca da al acreedor hipotecario el derecho de vender el
bien, generalmente sólo en vía judicial, si su crédito no es satisfecho a
su vencimiento. En la hipoteca está prohibido el pacto comisorio, que
es nulo.
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El dominio de las cosas
registro, sino por la entrega del bien al acreedor, pese a ser inmobiliaria,
la anticresis se parece más a la antigua prenda que a la hipoteca.
La retención es la garantía real más elemental, pues sólo confiere la
facultad de no devolver el bien de propiedad del deudor que se halle por
justa causa en posesión del acreedor, mientras el crédito que asegura no
sea cancelado o suficientemente garantizado de otra manera, y siempre que
haya conexión entre el bien que se retiene y el crédito. Por ejemplo, quien
recibe un bien para repararlo a título oneroso puede retenerlo mientras
no se le pague su retribución. La retención no da derecho de vender el
bien y hacerse cobro con el precio, para lo cual sería necesario iniciar una
cobranza judicial y embargar el bien retenido.
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Créditos y deudas
Capítulo II
Créditos y deudas
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Álvaro Zegarra Mulánovich
2. Estructura y elementos.
La estructura de una obligación simple o “nuclear” está constituida
por los siguientes elementos:
1) Un acreedor, que es el titular del derecho de crédito.
2) Un sujeto pasivo, o deudor, a quien incumbe el deber jurídico.
3) El vínculo jurídico, que enlaza los términos de poder y deber.
4) Una prestación, conducta debida por el deudor y contenido del
derecho del acreedor.
5) El acreedor tiene interés en obtener la prestación.
Las partes de la obligación en principio deben ser dos: una activa,
el acreedor, que tiene un derecho subjetivo, y otra pasiva, el deudor,
que tiene un deber jurídico, debiendo ser personas distintas la una de
la otra. Sin embargo es posible que la posición de acreedor o deudor sea
ocupada por más de una persona a la vez. También existen relaciones
obligatorias complejas en las que existen más de dos partes, en las que
todas pueden ser acreedoras y deudoras recíprocas entre sí.
La prestación es el objeto de la obligación, es decir, aquello que
es debido por el deudor y aquello que el acreedor está facultado para
recibir. El objeto de la obligación, por tanto, es siempre una conducta
del deudor. Los requisitos de la prestación son:
1) Posibilidad, porque nadie está obligado a hacer lo imposible.
2) Licitud, pues sería contradictorio que alguien quede legalmente
vinculado a realizar lo que la ley prohíbe, o lo que es contrario al orden
público o a las buenas costumbres.
3) Determinación, o al menos determinabilidad, pues si así no fuese,
el acreedor podría exigir al deudor cualquier prestación, y éste a su vez
podría pagarle con cualquier otra. La prestación se puede determinar
específicamente, o bien acudir a un procedimiento de determinación a
partir de elementos objetivos (como el precio de mercado) o subjetivos
(lo que diga un tercero).
4) Patrimonialidad, o sea, ser susceptible de valoración económica.
Las relaciones jurídicas de objeto no patrimonial no son propiamente
obligaciones y no siguen del todo el régimen previsto para éstas por
el ordenamiento civil patrimonial (por ejemplo, el deber de amarse y
respetarse mutuamente los cónyuges).
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Créditos y deudas
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Créditos y deudas
Las obligaciones de hacer son las que tienen por objeto una actividad
del deudor en provecho del acreedor. Se trata de un hacer distinto de
entregar un bien. La actividad se debe realizar de buena fe, del modo
pactado y en el tiempo establecido.
Las obligaciones de hacer pueden ser de medios y de resultados. La
obligación es de medios cuando el deudor cumple desplegando una
actividad diligente, de modo que la actividad en sí misma es lo que el
acreedor debe obtener (por ejemplo, un tratamiento médico no implica
garantía de curación). En las obligaciones de resultados se cumple con
un resultado concreto, que se integra en la prestación (como construir
un edificio, actividad que termina con su entrega).
En las obligaciones de no hacer la prestación consiste en un compor-
tamiento negativo del deudor, en la abstención u omisión de un acto
lícito, que el deudor tiene en principio libertad de realizar o no, pero
que se compromete a no ejecutar para proporcionarle un provecho a
su acreedor. En lo que les sea aplicable, las obligaciones de no hacer
se rigen por las reglas de las obligaciones de hacer.
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Créditos y deudas
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Créditos y deudas
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Presentación
Capítulo III
Tratos, acuerdos y daños
I. El contrato en general
1. Noción.
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2. El consentimiento.
Como negocio jurídico, el contrato tiene una estructura constituida
por la manifestación de voluntad, los sujetos, el objeto, la forma y el fin
o causa. Si la esencia de todo negocio es la manifestación de voluntad,
en el contrato, que es obra de varios sujetos, tal manifestación es común
a todos los contratantes, y se llama consentimiento. Para que exista,
las partes deben estar totalmente de acuerdo sobre la celebración del
contrato y sobre sus términos.
Normalmente, al consentimiento se llega con la oferta y la aceptación.
La oferta es la propuesta de contratar que se dirige a otro. Desde que
es recibida, la oferta liga al oferente a la aceptación que pueda emitir el
destinatario. Pero esa vinculatoriedad de la oferta no puede ser eterna.
Por eso caducará si, desde su recepción, transcurre el tiempo previsto
en ella misma, o en su defecto, el tiempo suficiente para responder,
sin que la aceptación llegue al oferente. La llegada al oferente de la
aceptación perfecciona el contrato e inicia su eficacia.
Pero las partes también pueden celebrar un contrato por adhesión,
en el que una de ellas, puesta en la alternativa de aceptar o rechazar
íntegramente lo estipulado por la otra, lo acepta (como ocurre cuando
se abre una cuenta bancaria). En tales casos, normalmente se usarán
cláusulas generales de contratación, estipulaciones redactadas previa y
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Tratos, acuerdos y daños
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Tratos, acuerdos y daños
6. Modalidades de contratación.
Los contratos preparatorios son “contratos para contratar”. Su ob-
jeto es a su vez un futuro contrato definitivo, que las partes se obligan
a celebrar más adelante (compromiso de contratar), o bien que una de
las partes, o ambas, tienen el poder unilateral de decidir que quede
celebrado en un momento futuro (contrato de opción). Los contratos de
opción se usan mucho en la actividad empresarial y bursátil.
Por el contrato en favor de tercero, una de las partes (el promitente) se
obliga ante la otra (el estipulante) a cumplir una prestación en beneficio
de una tercera persona, llamada beneficiario. El derecho del tercero
surge inmediatamente del contrato entre promitente y estipulante, pero
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Tratos, acuerdos y daños
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Tratos, acuerdos y daños
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Tratos, acuerdos y daños
13. La permuta.
La permuta obliga a las partes a transferirse recíprocamente la
propiedad de bienes distintos del dinero. Se rige por las normas de
compraventa que le sean aplicables.
14. El suministro.
Por el suministro, una parte (suministrante) debe entregar de mane-
ra periódica o continua bienes en favor de la otra (suministrado). Puede
ser oneroso o gratuito, pero en este caso debe constar por escrito, bajo
sanción de nulidad. La entrega puede hacerse o no en propiedad, que
es lo usual. El precio del suministro oneroso se determina por las reglas
de la compraventa.
En el suministro puede pactarse preferencia (quien la conce-
de debe comunicar al otro las condiciones ofrecidas por terceros
para nuevos suministros, para que quien goza de preferencia
pueda usarla), exclusividad (quien la concede no puede pactar
suministros semejantes con terceros) y promoción (el suministrado
en exclusiva debe además promover la venta de los bienes objeto
del contrato).
El incumplimiento de las prestaciones singulares sólo da lugar al
derecho de resolver el contrato si disminuye la confianza en la exactitud
de los sucesivos cumplimientos.
15. La donación.
Por la donación una parte (el donante) se obliga a transferir gratui-
tamente a la otra (el donatario) la propiedad de un bien. Es el contrato
gratuito por excelencia, y su régimen permite integrar el de los demás
contratos de liberalidad.
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Álvaro Zegarra Mulánovich
18. Comodato.
El comodato es un préstamo gratuito de uso: una de las partes (el
comodante) se obliga a entregar gratuitamente un bien no consumible
a la otra (el comodatario), para que ésta lo use temporalmente y luego
lo devuelva.
19. Mutuo.
El mutuo es, en cambio, un préstamo de consumo. Una de las partes
(el mutuante) se obliga a entregar a la otra (el mutuatario) cierta canti-
dad de dinero u otro bien consumible, y éste a devolverle luego otros
bienes de la misma especie y cantidad, más sus intereses, salvo que el
contrato sea gratuito. Como se entregan los bienes para ser consumidos,
el mutuatario se apropia de ellos al recibirlos.
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Tratos, acuerdos y daños
20. Hospedaje.
Por el hospedaje una parte (el hospedante) se obliga a prestar alber-
gue a la otra (el huésped), así como alimentación y otros servicios que
contemplen la ley y la costumbre, a cambio de una retribución. En el
hospedaje se mezcla el goce de bienes y la prestación de servicios, inclu-
yendo el servicio de custodia de los bienes que el huésped introduzca
en el establecimiento o confíe al hospedante.
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23. Mandato.
Por el mandato una parte (mandatario) se obliga ante la otra (mandan-
te) a celebrar negocios jurídicos por cuenta de ésta. Es una prestación de
servicios específicos: celebrar negocios en lugar de otro. Generalmente
es remunerado. Puede o no incluir el poder de representación. Si éste se
confiere, los negocios no sólo se harán por cuenta del mandante, sino
también en su nombre y con eficacia directa en su esfera jurídica. De
lo contrario, el mandatario se relaciona con los terceros en nombre
propio, obligándose a transferir después al mandante los derechos así
adquiridos.
V. La responsabilidad civil
26. Noción y clases.
La responsabilidad civil impone al responsable la obligación de
resarcir los daños injustos que haya causado a los derechos de otras
personas, ya sea incumpliendo una obligación asumida voluntaria-
mente (responsabilidad contractual) o fuera de esa situación (responsabi-
lidad extracontractual). Aunque sea criticable, en el Perú se regulan por
separado las dos formas de responsabilidad.
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Tratos, acuerdos y daños
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la común valoración social. De acuerdo con esto, hay una ruptura del
criterio objetivo de imputación cada vez que un evento extraordinario,
imprevisible e irresistible determina que el acto del causante tenga por
efecto un daño para otro. A estos sucesos aplica el Código Civil el
nombre de “caso fortuito o fuerza mayor”. La doctrina y algunas leyes
distinguen ambos conceptos y algunos otros como tipos de rupturas en
la causalidad adecuada: el caso fortuito propiamente dicho (un suceso
de la naturaleza, también llamado acto de Dios, como un terremoto), la
fuerza mayor (actos de la autoridad, o hecho del Príncipe, como la pro-
hibición de exportar ciertos productos), el hecho determinante de tercero
(sucesos producidos por otras personas) y la imprudencia de quien padece
el daño (de la propia víctima).
Es importante advertir que en los casos señalados, aunque algunos
hablen de “ruptura del nexo causal”, lo que realmente deja de existir es el
criterio objetivo de imputación, aunque subsista una relación de causali-
dad natural o efectiva entre el hecho analizado y el daño. Se da en cambio
una auténtica ruptura del nexo causal cuando se puede probar que el
daño tuvo de hecho otra causa, independiente de la acción analizada, y
por lo tanto se hubiese producido incluso sin mediar ésta. En tales casos,
por definición, no puede atribuirse ningún tipo de responsabilidad civil
aunque, juzgada en abstracto, la misma acción debiese ser considerada
como adecuada y previsiblemente causante de un daño de ese tipo.
Una precisión adicional es que tampoco se pueden identificar
las meras rupturas del criterio objetivo de imputación con la ausencia
de culpa. Sólo se rompe el criterio de imputación de causalidad ade-
cuada cuando el evento se sale de lo ordinario y previsible, es decir,
de los riesgos que son típicos a una determinada actividad, de modo
que, aunque se hallen fuera del ámbito de culpa por definición (nadie
puede ser culpado de lo imprevisible), aún cabe un área intermedia
relativamente amplia, la de los riesgos típicos, entre la falta de culpa y
la de previsibilidad del daño.
Al hablar del criterio subjetivo de imputación de responsabilidad
se hace referencia sobre todo a la culpa. Hay culpa cuando se omite la
diligencia o cuidado ordinarios exigidos por la actividad que se rea-
liza y por las circunstancias de las personas, tiempo y lugar. Culpar a
alguien implica tachar de injusta su conducta (y no sólo el daño que
ella haya podido producir). Se entra entonces de lleno en el ámbito
del acto ilícito.
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Tercera Parte
Derecho privado de la empresa
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Empresa y empresario
Capítulo I
Empresa y empresario
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2. Empresa y empresario.
El término “empresa” suele usarse en tres sentidos que conviene
diferenciar claramente: el sentido funcional, el sentido objetivo y el sen-
tido subjetivo. En sentido funcional o dinámico, la empresa es la misma
actividad (serie o sucesión de actos en el tiempo) de organización, cuyo
agente es el empresario, según lo he definido más arriba.
En sentido objetivo, la empresa (llamada muchas veces “ne-
gocio”, “establecimiento” o “fondo empresarial”) es el producto
de esa actividad, en cuanto se materializa en unas estructuras y
relaciones más o menos estables, que comprenden también un
sustrato patrimonial, y que permiten concebir al conjunto como
un “bien”, susceptible de valoración económica y atribuido al
empresario como a su titular.
Tomado el término en sentido subjetivo, “empresa” quiere significar
al propio empresario, al sujeto de la actividad, al titular del negocio.
En mi opinión, esta última acepción debe evitarse, a pesar de ser tan
común en la legislación, la doctrina y el lenguaje ordinario (especial-
mente referida a las personas jurídicas mercantiles), pues es incorrecto
confundir a una persona con su actividad o con sus cosas.
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Empresa y empresario
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Empresa y empresario
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Empresa y empresario
7. La sociedad anónima.
La sociedad anónima es la sociedad capitalista por excelencia (pues
en ella prevalece el capital sobre las personas). Todos sus socios limitan
su responsabilidad por las deudas sociales a su aporte, y su capital se
divide en partes alícuotas llamadas acciones, que son, a la vez, títulos
nominativos que incorporan la calidad de socio. La sociedad anónima
es el principal tipo societario en número e importancia económica.
El acto constitutivo comprende el contrato social y además el
estatuto, conjunto de normas internas que rige el funcionamiento de
la sociedad. En el estatuto se recoge la denominación de la sociedad,
su objeto social, domicilio, duración, capital, número de acciones, qué
derechos confieren, el régimen de los órganos sociales, los requisitos
para modificar el estatuto, etc.
Las acciones son títulos que incorporan la calidad de socio y con-
fieren los derechos inherentes a ella. Estos derechos pueden ser políticos
(el de votar en las juntas de socios, el de separarse de la sociedad en
ciertos casos, y el de fiscalizar los actos de los órganos de la sociedad)
y económicos (el de participar en las utilidades repartidas mediante los
dividendos, el de suscripción preferente o preferencia en la adquisición de
nuevas acciones cuando se aumente el capital y el de cuota de liquidación
o de participar en el patrimonio neto resultante de la liquidación al
extinguirse la sociedad).
Puede haber varias clases de acciones. Incluso pueden existir
acciones sin voto, que sólo confieren derechos económicos. Todas las
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Empresa y empresario
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Empresa y empresario
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Empresa y empresario
14. Cheque.
El cheque es un título valor que incorpora una orden pura y simple
del girador al banco girado para que pague determinada cantidad de
dinero a la orden del tomador, por cuenta del primero. Se asemeja a
la letra de cambio en su estructura triangular de orden de pago, pero
nunca documenta obligaciones aplazadas, sino que nace vencido o,
si se prefiere, vence siempre a la vista. Además, el cheque no sólo
no requiere aceptación, sino que no puede ser aceptado, porque en
él la obligación siempre compete sólo al girador, siendo el banco un
mero intermediario en el pago. El cheque también es transmisible por
endoso, puede avalarse y está sometido a la solidaridad y al regreso
cambiarios.
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El trabajo asalariado
Capítulo II
El trabajo asalariado
I. El Derecho Laboral
1. Origen y justificación.
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El trabajo asalariado
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El trabajo asalariado
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El trabajo asalariado
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12. Huelga.
Huelga es la suspensión colectiva y concertada de la prestación
de trabajo, por iniciativa de los trabajadores, de modo pacífico y fuera
del centro de trabajo. La Constitución la reconoce como un derecho
colectivo de los trabajadores, que presupone un móvil laboral. Es decir,
una huelga política o de otro tipo sería ilegal.
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El trabajo asalariado
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Presentación
Cuarta Parte
Derecho Civil de la familia
y las sucesiones
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La familia
Capítulo I
La familia
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La familia
2. El parentesco.
El parentesco es la relación familiar que surge de la procreación,
bien sea considerada ella sola, bien añadiendo a este vínculo biológico el
civil producido por el matrimonio. Así, el parentesco de consanguinidad
existe entre las personas que descienden una de otra o de un tronco
común. Por ficción del derecho, la adopción produce parentesco de
consanguinidad. El parentesco de afinidad es el que produce el ma-
trimonio entre cada uno de los esposos y los consanguíneos del otro.
Cada cónyuge tiene igual línea y grado de afinidad que su cónyuge
de consanguinidad con el pariente de que se trate. Los esposos tienen
entre sí una relación familiar (en cierto sentido, fundante de las demás),
pero no parentesco en sentido jurídico. La afinidad producida por el
matrimonio subsiste después de su disolución.
El grado de parentesco es el número de generaciones que median
entre dos parientes. La línea del parentesco es el conjunto de sus grados.
Es recta la línea de parentesco entre ascendientes y descendientes, y
colateral la que sin ser recta vincula a los parientes entre sí a través de
un tronco común. Para medir el parentesco se cuentan los grados que
median entre los parientes en línea recta, o la suma de los que median
entre cada uno de los parientes en la línea colateral y el tronco común.
El parentesco en la línea colateral es jurídicamente relevante, por lo
general, sólo hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de
afinidad.
3. Derecho alimentario.
Una consecuencia importante de los vínculos de familia es la
obligación de dar alimentos a los familiares que la ley impone cuando
éstos se hallan en estado de necesidad. Se entiende por alimentos lo indis-
pensable para el sustento (alimentos en sentido vulgar), pero también
habitación, vestido y asistencia médica, según la situación y posibi-
lidades de la familia. Para el menor de edad, los alimentos incluyen
también la educación y capacitación para el trabajo.
Se deben alimentos entre sí los cónyuges, los ascendientes y
descendientes y los hermanos. Se puede cumplir esta obligación me-
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La familia
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Álvaro Zegarra Mulánovich
8. Matrimonio anulable.
Hacen anulable el matrimonio los impedimentos dirimentes de:
1) Impubertad, es decir, inmadurez sexual (no simple minoría de
edad). No cabe la anulación si el impúber ha alcanzado la mayoría de
edad o la mujer ha concebido. Pueden pedir la anulación el propio
impúber y sus ascendientes que no hayan consentido el matrimonio.
Si éstos la obtienen, los cónyuges pueden confirmar su matrimonio,
con efecto retroactivo, al llegar a la mayoría de edad.
2) Sanidad, que vicia el matrimonio del que sufre enfermedad cró-
nica, contagiosa y transmisible por herencia, o vicio que haga peligrar
a la prole. Puede ejercer la pretensión el cónyuge del enfermo dentro
del año de conocer esa condición.
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La familia
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La familia
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La familia
13. Divorcio.
A través de la sentencia de divorcio la ley positiva pretende que
quede disuelto el vínculo matrimonial de manera definitiva y en todos
sus aspectos, de modo que los divorciados podrían casarse de nuevo vá-
lidamente, sin incurrir en poligamia. El legislador ha preferido ignorar
que estas disposiciones son totalmente opuestas al derecho natural, y
no sólo a la religión, y por lo tanto, absolutamente injustas e inválidas.
Por eso tiene poco sentido la salvedad que hace el art. 360 del Código
Civil: “las disposiciones de la ley sobre el divorcio y la separación de
cuerpos no se extienden más allá de sus efectos civiles y dejan íntegros
los deberes que la religión impone”.
La ley civil permite demandar el divorcio por las mismas causales
por las que se puede pedir la separación de cuerpos. Sin embargo, no
puede pedirse directamente el divorcio convencional, sino que para
ello debe obtenerse primero la separación de cuerpos y al cabo de dos
meses (plazo que, de tan breve, resulta francamente frívolo) cualquiera
de los cónyuges puede pedir la conversión de la separación convencio-
nal en divorcio. Lo mismo puede hacer cualquiera de los cónyuges en
caso de separación de cuerpos obtenida por “separación de hecho” y,
en caso de separación de cuerpos obtenida por otra causal específica,
el cónyuge inocente, y sólo él.
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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La familia
15. Adopción.
Como he dicho más arriba, la adopción es una institución por la
que se establece la ficción (es decir, se asevera para efectos jurídicos la
verdad de un hecho que se sabe falso en la realidad) de que el adoptado
es hijo del adoptante, dejando de pertenecer a su familia consanguínea,
salvo para el efecto de los impedimentos matrimoniales. La adopción
requiere el consentimiento del adoptado que sea mayor de diez años,
la de sus padres consanguíneos si el hijo está bajo su cuidado, y la del
Juez. Es incondicionada e irrevocable, y sólo puede ser realizada por
más de una persona cuando ambos adoptantes son cónyuges entre sí.
El adoptante debe tener al menos 18 años más que el adoptado.
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Herencias
Capítulo II
Herencias
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Herencias
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Herencias
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Álvaro Zegarra Mulánovich
9. Albaceas.
El albacea o ejecutor testamentario es la persona natural o jurídica a
la que el causante encomienda en su testamento el cumplimiento de
sus disposiciones de última voluntad. A falta de albacea testamentario
o si éste no puede o no quiere aceptar el cargo, hacen sus veces los
herederos de común acuerdo. A falta de acuerdo, el Juez nombra a
una persona idónea.
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Herencias
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Presentación
Quinta Parte
Derecho público
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Poder y Constitución
Capítulo I
Poder y Constitución
I. La constitución en general
1. Noción de constitución.
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Álvaro Zegarra Mulánovich
2. Clases de constituciones.
Según que las constituciones cumplan o no su finalidad propia
de limitar el poder político, se clasifican en constituciones normativas
(cuando la cumplen), nominales (no la cumplen del todo, pero se espera
que la cumplan) y semánticas (ni siquiera intentan cumplirla, de modo
que no son realmente constituciones, sino simples caretas o disfraces
de constitución).
Según su dificultad para ser enmendadas, las constituciones se
clasifican en rígidas (difíciles de cambiar) y flexibles (fáciles de cam-
biar). La rigidez de una constitución proviene del establecimiento de
un procedimiento especial de enmienda constitucional, o incluso de la
prohibición pura y simple de cambiarla al menos en algún aspecto,
mientras que las constituciones flexibles pueden ser reformadas por el
procedimiento legislativo común. Que las constituciones rígidas sean
más difíciles de cambiar no significa que de hecho cambien menos. La
experiencia demuestra lo contrario: son las que más reformas sufren,
pues suelen fundarse en un consenso social menos estable que las
flexibles.
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Poder y Constitución
4. Derechos fundamentales.
El ser humano es titular de unos derechos absolutos frente al
Estado y frente a todos los demás poderes terrenos. Tales derechos le
corresponden independientemente de su reconocimiento legal, e in-
cluso constitucional, por ser inherentes a su naturaleza. Estos derechos
deben prevalecer frente al Estado por ser absolutos.
Los derechos fundamentales son pretensiones, facultades e inmu-
nidades de las personas, individuales o asociadas, inherentes a su na-
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Poder y Constitución
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Poder y Constitución
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Poder y Constitución
8. El Poder Ejecutivo.
El Poder Ejecutivo comprende al Gobierno y a la Administración
central del Estado. Sólo el Gobierno es normalmente protagonista de la
vida constitucional. En castellano, Gobierno se refiere al conjunto de los
ministros superiores del Estado, como una agencia especializada colo-
cada al frente del Estado, pero mucho menor que él. Está conformado
por las personas que ocupan los más altos cargos, y ningún otro órgano
constitucional está situado por encima de él, en su propio ámbito.
El Gobierno peruano está conformado por el Presidente, que es a
la vez el Jefe del Estado y la cabeza del Gobierno, y por sus ministros,
reunidos en el Consejo de Ministros. Usualmente se define al Poder
Ejecutivo como el encargado de la ejecución de las leyes dadas por
el Parlamento, pero sus funciones no se agotan en ello: el Gobierno,
además, es el encargado de formular y conducir la política general del
país, que comprende tanto la interna como la exterior, la global y las
sectoriales.
La cabeza del Gobierno es el Presidente de la República, elegido
por el voto popular directo, mediante elecciones cada cinco años. No
hay reelección inmediata. Para ser reelegido debe transcurrir por lo
menos un periodo presidencial. El Presidente elige y nombra a los
ministros, especialmente al Presidente del Consejo de Ministros, quien
es, luego del Presidente de la República, el portavoz autorizado del
Gobierno.
El Presidente de la República se caracteriza por ser políticamente
irresponsable, es decir, no puede ser destituido del cargo por las deci-
siones que tome. Es por ello que todos los actos del Presidente deben
ir necesariamente acompañados del refrendo ministerial, por el cual la
responsabilidad política del acto en cuestión es asumida por el ministro
que firma junto al Presidente. En un presidencialismo puro, los minis-
tros elegidos por el Presidente sólo deberían responder de sus actos
ante el mismo Presidente, pero en el Perú responden también ante el
Parlamento, mediante el voto de censura y el rechazo de la cuestión
de confianza.
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Poder y Constitución
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Gestionar la cosa pública
Capítulo II
Gestionar la cosa pública
I. El Derecho Administrativo
1. La Administración Pública.
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Gestionar la cosa pública
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Gestionar la cosa pública
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7. Organización territorial.
Sobre un mismo territorio pueden establecerse una o varias ad-
ministraciones públicas. No es en sí mismo imposible que una sola
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Gestionar la cosa pública
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Gestionar la cosa pública
10) su competencia y
11) su investidura (esto es, que el titular del órgano que dicta el acto
haya asumido debida y formalmente el cargo y aún no haya cesado).
Los elementos objetivos son:
1) presupuesto de hecho, pues el acto administrativo es el ejercicio
de una potestad, que sólo puede verificarse cuando se da el supuesto
tipificado por la norma habilitante;
2) objeto, que, como el de los negocios jurídicos, debe ser cierto,
posible y lícito;
3) fin, que no debe ser otro que el que la norma creadora de la
potestad le asigna;
4) causa, que es la idoneidad del acto para servir a su fin (de modo que
este concepto y el anterior se distinguen en Derecho Administrativo);
5) motivación, o expresión racional de los elementos objetivos an-
teriores en el propio acto, requisito esencial para su control efectivo, y
6) la declaración misma o decisión, a la que le es aplicable, mutatis
mutandis, lo que he explicado sobre la intención, simulación y otros vi-
cios (error, dolo, violencia e intimidación) en los negocios jurídicos.
Los elementos formales son:
1) forma, que a diferencia de la del negocio jurídico privado, por
regla general, tiene que ser escrita;
2) contenido, en el sentido formal de “estructura declarativa” (en-
cabezamiento con identificación de la autoridad, fundamentos de hecho
y de derecho, resolución suficientemente precisa, etc.), muy vinculado
al requisito objetivo de motivación; y
3) procedimiento, que en cuanto cauce necesario para la adopción
de actos administrativos examino con más detalle a continuación.
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Álvaro Zegarra Mulánovich
11. Recursos.
El recurso administrativo es un acto del administrado mediante el
cual éste solicita a la autoridad administrativa competente la revoca-
ción o reforma de un acto administrativo. Los recursos encauzan ante
la propia Administración la facultad que el ordenamiento reconoce
a los administrados de impugnar los actos administrativos que los
afecten. En algunos países no existen recursos administrativos, y otros
son meramente opcionales para el administrado, que puede acudir
directamente a los jueces, si lo prefiere. En el nuestro, para acceder
a la garantía judicial, es preciso agotar antes los recursos ordinarios.
En este sentido, la vía administrativa constituida por tales recursos se
configura también como un privilegio para la Administración, que
impone a los administrados la carga de someter ante ella los conflictos
antes de acudir al Juez.
Los recursos los tramita y resuelve la propia Administración Pú-
blica productora del acto (aunque no todos, como es lógico, el mismo
órgano). Por tanto, pese a cierto parecido externo, cuando la Adminis-
tración resuelve las impugnaciones contra sus propios actos no ejerce
jurisdicción, sino un poder tan distinto que, contrariando el principio
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Gestionar la cosa pública
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Crimen y castigo
Capítulo III
Crimen y castigo
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Crimen y castigo
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Crimen y castigo
II. El delito
4. La noción de delito y la acción.
Dejando aparte las polémicas doctrinales (que son muy vivas
entre los penalistas), hoy en día prácticamente todos aceptan definir
el delito como “la acción típica, antijurídica y culpable”. Otra cosa es
cómo interpreta cada quién el significado preciso de cada elemento
de la definición. Por referirme sólo a un aspecto en el que la polémica
está casi superada, la culpabilidad a que hace referencia esa definición
ha pasado, de identificarse plenamente con la descrita en el principio
de culpabilidad que he explicado más arriba, a adquirir un significado
mucho más preciso y especializado. En el contexto de la estructura
del delito, dicho concepto deja fuera el contenido principal de aquel
principio (participación subjetiva como exigencia de dolo o culpa del
autor, temas ahora englobados en la doctrina del tipo), para centrarse
en la reprochabilidad subjetiva del autor del delito, según expondré en
seguida. Y es que quizás haya que ver en la teoría del delito algo evo-
lutivo, no estático, abierto a la sociedad y a sus estructuras, de modo
que una concepción excesivamente rígida e inmutable de sus categorías
no impida adecuarla a nuevos supuestos.
La acción es la base sobre la que posteriormente recaerán, califi-
cándola y precisándola, las demás categorías del delito. Más que una
categoría autónoma, está íntimamente ligada a la tipicidad, incluso
incluida en ella, ya que los tipos penales determinan qué acciones con-
cretas constituyen delito. En general, acción es toda manifestación de la
personalidad, entendida ésta como unidad psico-física. Esto implica que
la responsabilidad penal sólo se deriva de hechos en los la personali-
dad del sujeto se manifiesta realmente, incluida la omisión —dolosa o
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Álvaro Zegarra Mulánovich
5. El tipo penal.
El tipo penal es la descripción de una conducta prohibida por la ley
penal. Por tanto, no toda conducta prohibida será típica; mejor dicho,
no toda conducta prohibida (por ejemplo, el hurto de un lapicero)
será punible: sólo las que haya seleccionado el legislador como más
graves e intolerables. La exigencia de tipicidad es una manifestación
del principio de legalidad, ya que sólo las conductas descritas en la
ley penal (típicas) serán punibles. Pero también realiza el principio
de intervención mínima, porque sólo se tipifican los ataques graves a
bienes jurídicos importantes.
El tipo comprende tanto elementos objetivos como subjetivos:
1) El tipo objetivo describe los elementos de la acción que no depen-
den del estado interior del autor: la identidad misma del sujeto activo,
o autor, y del sujeto pasivo, sobre quien recae la acción (la víctima); la
propia acción (u omisión); y su vinculación con el resultado lesivo (si es
un delito de resultado).
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Crimen y castigo
6. La antijuridicidad.
La antijuridicidad es el definitivo juicio de desvalor jurídico sobre la
acción realizada, de modo que configura el injusto propiamente dicho,
al afectar injustificadamente los intereses jurídicamente protegidos de
otros (derechos). La combinación de tipicidad y antijuridicidad terminan
de configurar el hecho injusto, que, como tal, siempre requiere reparación
(responsabilidad civil); pero sólo al añadirse la culpabilidad o reproche
subjetivo concreto cabe decir que el injusto merece castigo (es delito).
¿Cuál es la diferencia entre la tipicidad y la antijuridicidad?
La tipicidad hace una valoración genérica del hecho delictivo. Por
ejemplo: “matar a otro” está penado por el tipo del homicidio. Pero no
basta realizar el tipo para que haya delito, pues el acto, así descrito en
general, puede no ser injusto en el caso concreto. Supongamos que
uno mata a un agresor injusto, usando una defensa razonable (dadas
las circunstancias) para repeler su ataque: el autor habrá actuado en
legítima defensa, y no incurre en la pena del homicidio. Como ésta, hay
otras causas de justificación que excluyen la aparente antijuridicidad de
las acciones típicas: el estado de necesidad justificante (sacrificar un bien
jurídico menor, como una cosa material, para salvar otro mayor, como
la vida propia o la ajena), el obrar en cumplimiento de un deber o en ejercicio
legítimo de un derecho (por ejemplo, allí donde existe la pena de muerte,
el verdugo quita la vida al condenado, pero no lo “mata” ni “asesina”,
sino que lo “ejecuta”), y el consentimiento de la propia víctima (sólo si se
trata de un derecho disponible, como son los bienes económicos).
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Álvaro Zegarra Mulánovich
7. La culpabilidad.
Curiosamente, la culpabilidad, como categoría de la estructura del
delito, no tiene nada que ver con la culpa que, como he dicho, es una
de las posibles configuraciones del tipo subjetivo (la otra es el dolo). Así
como la antijuridicidad es el reproche objetivo que merece la acción
típica (que por ser antijurídica es objetivamente injusta), la culpabilidad
es la posibilidad de reprocharla subjetivamente, y que permite atribuirle a
su autor la responsabilidad penal propiamente dicha (es decir, la pena
o castigo). Pero tal reproche tiene como presupuesto necesario ciertas
condiciones mínimas:
1) El sujeto activo debe ser imputable; son inimputables los menores
de edad y quienes sufren desórdenes mentales (permanentes o incluso
transitorios, si determinaron la ejecución del acto) que les impiden
conocer y valorar el deber de respetar la norma o dirigir sus acciones
según ese conocimiento.
2) Conocimiento del carácter antijurídico del hecho, que puede
faltar en el llamado error de prohibición invencible (el autor creía erró-
neamente que su acción estaba permitida o justificada). Errores de
este tipo pueden estar culturalmente condicionados, como cuando un
musulmán se casa teniendo ya otra esposa, porque lo considera del
todo normal, según sus propias costumbres.
3) Exigibilidad propiamente dicha de otra conducta en las cir-
cunstancias concretas, que falta, por ejemplo, en los casos de estado de
necesidad exculpante (caso de conflicto de bienes jurídicos del mismo
valor: mato a otro para salvar mi propia vida), y cuando el autor actúa
movido por el llamado miedo insuperable.
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Crimen y castigo
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Álvaro Zegarra Mulánovich
9. Medidas de seguridad.
La pena es ciertamente la principal forma de reaccionar contra el
ilícito penal, pero no la única. La pena presupone siempre, como he
dicho antes, la culpabilidad del condenado, y se mide conforme a ella.
Pero además de esa culpabilidad subjetiva, existe una peligrosidad del
infractor, que consiste en la probabilidad que tiene una persona de
delinquir en el futuro, y puede acompañar o no a la culpabilidad, y
ser mayor o menor que ella. Por ser también un medio de prevención
de la delincuencia, el Derecho Penal enfrenta la peligrosidad con la
imposición de medidas de seguridad. Cosa perfectamente legítima, si se
respeta la dignidad y el libre albedrío de cada persona, muy especial-
mente del presuntamente peligroso. Ello no es posible cuando se mide
la peligrosidad “abstracta” o a priori de las personas, antes de que de
hecho actúen de forma peligrosa o dañina. Por tanto, sólo es legítimo
reaccionar penalmente contra la peligrosidad “postdelictual”, esto es,
la de quien ya ha cometido un delito, o un acto que habría sido delito
de haber sido culpable.
La ley penal, pues, establece penas para los culpables (peligrosos
o no), y medidas de seguridad para los peligrosos (culpables o no). Por
tanto, si bien las medidas de seguridad son alternativas a la pena en el
caso de los infractores inimputables, también cabe su aplicación con-
junta a quien es a la vez culpable y peligroso (por ejemplo, un asesino
psicópata). Las medidas de seguridad sirven a la protección de la colec-
La inhabilitación para el uso de armas de fuego, y sólo ella, puede ser perma-
nente.
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Crimen y castigo
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Álvaro Zegarra Mulánovich
Del latín homo, que significa “hombre, ser humano”, y occido, occidĕre, que
significa “matar”.
Puerperio o estado puerperal es el conjunto de condiciones físicas y psicológicas
transitorias que afectan a la madre tras el parto, en el proceso de volver a la
normalidad desde el embarazo.
Sólo es atenuante si el propio enfermo, de manera expresa y consciente, ha
pedido que lo maten. También son delitos comprendidos en este capítulo la
instigación y la asistencia al suicidio.
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Crimen y castigo
7) el homicidio culposo.
Otros delitos contra la vida, el cuerpo y la salud son:
8) el aborto, que es matar al concebido aún no nacido;
9) las lesiones, consistentes en causar a otro daño en el cuerpo o
la salud;
10) la exposición o abandono al peligro de quienes están a cargo del autor,
y la omisión de socorro a los heridos y a quienes se hallan en peligro grave
e inminente, si es posible prestarlo sin riesgo propio o de tercero.
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Crimen y castigo
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Hacer realidad los derechos
Capítulo IV
Hacer realidad los derechos
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Hacer realidad los derechos
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3. El derecho de acción.
La acción es el derecho público subjetivo que cada uno tiene de que
la comunidad política ejerza su potestad para satisfacer sus intereses
jurídicamente amparados. En cierto sentido, es el derecho por excelencia:
el derecho general y abstracto de hacer efectivos y concretos todos los
(demás) derechos. Es un derecho:
1) público, porque pone en relación al ciudadano con la comunidad
política de la que forma parte, a través de sus órganos jurisdiccionales;
2) subjetivo, porque confiere a su titular unas facultades, a las que
corresponden ciertos deberes a cargo de los órganos jurisdiccionales; y
3) abstracto, porque su existencia no depende de la del derecho
material protegido.
El derecho de acción lo ejerce el demandante o acusador, lla-
mado por eso accionante o actor; el emplazado ejerce otro derecho: el
de defensa. La demanda (o acusación), por la que se ejerce el derecho
de acción, contiene pedidos concretos, llamado cada uno pretensión.
La acción no se ejerce contra el demandado (contra quien sólo se di-
rige la pretensión), sino contra el Estado (en la persona del Juez), que
ostenta la jurisdicción, e implica un pedido de tutela judicial efectiva:
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Hacer realidad los derechos
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Hacer realidad los derechos
11) El sistema acusatorio, que era el común entre los pueblos anti-
guos, incluidos Grecia, Roma y diversos pueblos bárbaros. Se llevaba
al imputado a la asamblea del pueblo y el propio agraviado lo acusa-
ba (actualmente suele hacerlo el Fiscal). Los propios miembros de la
comunidad o sus representantes escuchaban al acusador y al acusado
y decidían su suerte a modo de jurado (hoy sustituido, o al menos
dirigido, por un Juez profesional). Se trata de un sistema en el que los
roles están divididos: el Fiscal (o el agraviado) acusa, el Juez (con o
sin jurado) juzga y sentencia, y el acusado se defiende con auxilio de
su abogado.
12) El sistema inquisitivo: nace en la Antigüedad tardía y se conso-
lida en el proceso canónico inquisitorial del Medievo y la Modernidad.
El poder público, que es ya el principal afectado por el delito, se respon-
sabiliza por la investigación, persecución y condena del imputado. De
esta manera, el proceso no es trilateral (acusador-Juez-acusado), sino
bipolar (Juez-imputado), con clara preeminencia del Juez, que asume
casi todos los papeles: investigar, imputar, juzgar y sentenciar. La
prueba por excelencia es la confesión, a diferencia del sistema anterior
en el que sería la declaración de testigos.
13) El sistema mixto: surgió como producto de la Revolución
Francesa y se extendió a casi todos los países de tradición continental
(incluido el nuestro), intentando combinar las ventajas de los sistemas
anteriores. Se caracteriza por tener dos etapas con dos Jueces distin-
tos: la instrucción (investigación de tipo inquisitivo, a cargo de un juez
instructor) y el juicio plenario (de tipo acusatorio).
El actual Código Procesal Penal peruano ha cambiado nuestro
sistema procesal penal de un sistema mixto (con cierto predominio
de la instrucción) a uno acusatorio garantista, que reúne las siguientes
características:
1) Es acusatorio, pues separa las funciones de cada sujeto del pro-
ceso: la investigación y acusación están a cargo del Fiscal; la defensa,
a cargo del imputado y su abogado; y el juzgamiento y la sentencia a
cargo del Juez.
2) Es adversatorio, pues coloca a las partes, es decir, a Fiscales y
abogados defensores, en un plano de igualdad y en papeles opuestos.
El Fiscal se responsabiliza por los elementos de prueba necesarios para
sostener la acusación, mientras que el defensor se responsabiliza por
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Parte alfabética
(Índice analítico)
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Índice analítico
Índice analítico
(los números se refieren a los apartados; en negrita, los que incluyen
el concepto en cuestión en su título)
A
abandono (de los bienes) §65; §69
abandono al peligro §213
abogado §1; §2; §226; §230; §231
aborto §29; §30; §213
aborto eugenésico §30 (nota n. 7)
aborto preterintencional §30
aborto procurado §30
aborto sentimental §30 (nota n. 6)
aborto terapéutico §30 (nota n. 5)
abrogación §17
absolución §231
abuso de la posición de dominio §129
abuso de poder económico §217
abuso del derecho §16; §66
accesión §67
accesorio (bien) §44; §73
accesorio (derecho, deber, pacto, cláusula, medida o sanción)
§54; §62; §82; §83; §85; §87; §89; §161; §212
acción (material o sustantiva) §64
acción de inconstitucionalidad §190
acción interdictal §76
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Índice analítico
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Índice analítico
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Álvaro Zegarra Mulánovich
b
beneficiario §54; §103; §175
beneficio de excusión §106
beneficio de inventario §39; §170
bien (como fin de la acción) §6; §8
bien común §8; §9; §14; §15; §16; §66; §163
bien particular §16
bien total de la persona §8
bien (cosa) §3; §11; §18; §23; §26; §27; §28; §29; §32; §34; §38; §39;
§40; §41; §42; §43; §44; §48; §49; §50; §63; §64; §65; §67; §68;
§69; §70; §71; §72; §73; §75; §76; §77; §81; §82; §83; §84; §87;
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Índice analítico
§88; §89; §95; §100; §102; §105; §107; §108; §109; §110; §111;
§112; §113; §114; §115; §116; §117; §121; §125; §126; §127;
§130; §131; §135; §140; §146; §158; §161; §163; §168; §170;
§173; §174; §175; §176; §179; §192; §203; §216; §217
bien accesorio: vid. accesorio (bien)
bien ajeno §67; §78; §100; §108
bien arrendado §113
bien cierto §88; §108
bien compuesto §44
bien consumible §43; §116
bien corporal §40; §42; §82; §130
bien dado en garantía §82
bien de dominio público §41; §192
bien de lícito comercio §108
bien de nadie §41; §69
bien de propiedad industrial §130
bien de propiedad privada §41
bien demanial §192
bien depositado §73; §140
bien derelicto §69
bien determinado §81; §82
bien específico §82
bien eventual §82
bien fructífero §44; §64
bien fuera del patrimonio §41
bien fungible §43; §106
bien futuro §82; §87; §108
bien ganancial §161; §163
bien genérico §82; §88
bien hereditario §170; §173
bien incierto §88; §89
bien incorporal §40; §82
bien independiente §44
- 273 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 274 -
Índice analítico
C
caducidad §50; §59; §65; §96; §99; §101; §164
caducidad de término §101
calendario §51
calendario común §51
calendario gregoriano §51
calumnia §11; §214
capacidad de actuar: vid. capacidad de ejercicio
capacidad de ejercicio §25; §50; §55; §168; §226
capacidad anticipada §25; §26; §168
capacidad natural §11; §60
capacidad plena §25; §26; §168
capacidad de goce: vid. capacidad jurídica
capacidad jurídica §25; §28; §31; §39; §55
capacidad patrimonial §32; §39
capacidad para obrar: vid. capacidad de ejercicio
capacidad procesal §219
capital §33; §87; §116; §131; §132
capitalización de intereses: vid. anatocismo
caracteres de la cosa justa §5; §9
caracteres de la ley penal §203; §205
caracteres de la propiedad §65
caracteres del Derecho (como disciplina) §§6 y 7
caracteres del Derecho Administrativo §194
caracteres del matrimonio §153
carga (en sentido genérico) §2; §3; §37; §39; §141; §193; §218
carga patrimonial §46; §47; §67; §70; §130; §174
carga (requisito para gozar un derecho) §96, §192; §201
carga de la prueba §228
cargo o modo §54; §175; §176
carta de porte §140
casación §189; §225; §227
- 275 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
caseríos §197
caso fortuito §119; §123; §124; §206
casuismo §203
cauce procedimental §119; §218; §221
causa (de un resultado dañoso): vid. nexo causal
causa (judicial) §201; §222; §225; §231; vid. proceso
causa adecuada: vid. adecuación causal
causa de pedir §220; §229
causa del acto administrativo §199
causa del negocio jurídico §54; §55; §59; §60; §99
causa natural o efectiva: vid. nexo causal
causa petendi: vid. causa de pedir
causa próxima §123; §124
causa remota §123
causahabiente §49
causalidad adecuada: vid. adecuación causal
causante §18; §39; §49; §160; §171; §172; §173; §174; §177; §178; §179
causas de justificación §208
celebración de contratos y negocios jurídicos §9; §26; §54; §56;
§58; §60; §61; §62; §83; §87; §98; §99; §100; §102; §103; §106; §109;
§120; §141; §142; §147; §151; §163
celebración del matrimonio §157; §158; §159; §160
celebración del testamento §175
certificado de depósito §140
certificado de trabajo §146
cesión de créditos §94; §137
cesión de la acción reivindicatoria §68
cesión de posición contractual §94; §100
cesión del contrato §100; §103
chantaje §216
cheque §139; §217
chuponeo §215
- 276 -
Índice analítico
ciudadano §9; §16; §182; §186; §189; §194; §197; §203; §210;
§220; §226; §228; §231
ciudades §197
cáusula (de una ley o contrato) §10; §54; §62; §95; §108; §124;
§145; §156; §203
cláusula accesoria §62
cláusula de reajuste §108
cláusula nominalista §95
cláusula penal §124; §156
cláusula principal §62
cláusula valorista §95
cláusulas generales de contratación §99
clausura del negocio §212
coacción §160; §215; §216; §222
coautoría §206
cobranza judicial o coactiva §84; §87; §106
coerción §219
coërtio §219
cognición §219
cohabitación §162; §164
coheredero §172; §179
coherencia (de la sentencia) §225
colaterales §154; §159; §179
comiso de ganancias y bienes §212
comité §32; §33
comité no inscrito §36
comodato §104; §105; §115
compensación §97
compensación dolosa §61
competencia (económica) §129
competencia (procesal) §95; §212; §219; §221
competencia (pública) §11; §14; §18; §196, §199
competencias, conflicto de_ §196
- 277 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
cómplice §206
compra: vid. compraventa
comprador §68; §107; §108; §109
compraventa §10; §48; §49; §55; §60; §68; §82; §83; §84; §98; §100;
§104; §105; §107; §108; §109; §110; §111; §142
compraventa a prueba §109
compraventa a satisfacción del comprador §109
compraventa ad corpus §108
compraventa con reserva de propiedad o dominio §68; §109
compraventa de bien ajeno §108
compraventa de bien futuro §108
compraventa de cosa esperada §108
compraventa de esperanza §108
compraventa sobre medida §108
compraventa sobre muestra §109
compraventa, modalidades de la_ §109
compraventa, pactos de la_ §109
compromiso de contratar §103; §156
cómputo del tiempo §51
cómputo civil §51
cómputo natural §51
comunidad (política) §9; §12; §14; §41; §66; §180; §186; §218;
§219; §220; §221; §222; §228; §230
concebido §19; §20; §21; §28; §29; §30; §171; §213
condena §96; §159; §208; §210; §211; §222; §224; §230; §231
condena en ausencia §229
condición §29; §54; §104; §108; §109; §171; §176
condición negativa §29
condición resolutoria §29; §54
condición suspensiva §54; §104
condición de empresario §128; §129
condición de empresario, adquisición de la_ §128
condición de empresario, pérdida de la_ §128
- 278 -
Índice analítico
- 279 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 280 -
Índice analítico
- 281 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 282 -
Índice analítico
cosa §1; §2; §3; §4; §5; §6; §8; §10; §11; §15; §19; §37; §38; §39; §40;
§41; §42; §43; §44; §45; §46; §49; §55; §63; §65; §71; §78; §81;
§104; §127; §130; §193; §208
cosa afectada §81
cosa apropiable §38; §41; §42; vid. bien (cosa)
cosa atribuida §46; vid. derecho (objeto)
cosa común a todos §38; §41
cosa corporal §40; §130; vid. bien corporal
cosa de nadie §49; vid. bien de nadie
cosa justa §2; §4; §5; §8; §10; vid. derecho (objeto)
cosa material §40; §208; vid. bien material
cosa juzgada §13; §189; §222
costumbre §12; §109; §117; §118; §183; §203
costumbre contra legem §12
costumbre in bonam partem §203
costumbre praeter legem §12
costumbre secumdum legem §12
crédito §47; §82; §83; §84; §85; §86; §87; §91; §94; §96; §97; §102;
§130; §137; §138; §140; §161; §170
crimen §29; §159; §203; §213; §231
crimen, impedimento matrimonial de_ §159
crímenes contra la humanidad §213
criminal de cuello blanco §217
criterio de imputación §123; §124; §125
criterio objetivo §123; §124; §125; vid. adecuación causal
criterio subjetivo §123; §124; §125; vid. culpa
cuestión de confianza §186; §187; 188
cuestión de hecho y cuestión de derecho §24
culpa §88; §101; §123; §124; §125; §156; §164; §185; §204; §206;
§207; §209; §213
culpa inexcusable §123
culpa leve §123; §124
culpabilidad (en sentido penal estricto) §185; §204; §206; §208;
§209; §210; §211; §212; §228; §229
- 283 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
D
dación en pago §97
daño (indemnizable) §48; §66; §96; §122; §123; §124; §125; §212; vid.
daños y perjuicios
daño a la persona §123
daño al proyecto de vida §123
daño cierto §123
daño emergente §123
daño moral §123
daño no patrimonial §123
daño patrimonial §123
daño previsible §123
- 284 -
Índice analítico
- 285 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 286 -
Índice analítico
- 287 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 288 -
Índice analítico
- 289 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 290 -
Índice analítico
- 291 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 292 -
Índice analítico
Derecho público §9; §51; §180; §193; §194; §203; §221; §228
Derecho registral §9
Derecho supletorio §194
Derecho Tributario §9
Derecho, arte del_ §1; §3; §6; §7; §8; §9; §10; §13
Derecho, carácter argumentativo del_ : vid. Derecho, carácter
dialéctico del_
Derecho, carácter dialéctico del_ §7; §18
Derecho, carácter intelectual del_ §6
Derecho, carácter práctico del_ §6; §8; §30
Derecho, rama del_ §9; §17; §126; §141; §143; §180; §193; §202;
§203; §221; §223; §228
derelicción §69
derelictio: vid. derelicción
derogación §17; §18; §109; §180; §183; §190; §217
derogación expresa §17
derogación tácita §17
derogación total §17
desaparición §23
descendientes §154; §155; §171; §172; §176; §179
desheredación §172; §176
despenalización §30; §203
despido §148; §220
destino al mercado §126; §128
detención arbitraria §229
deuda §5; §9; §34; §47; §81; §85; §91; §93; §94; §96; §97; §132;
§162; §169; §170; §174; §175; §214
deudor §9; §18; §52; §81; §84; §85; §86; §87; §88; §89; §90; §91;
§94; §95; §97; §101; §106; §124; §138
deudor principal §81; §138
- 293 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 294 -
Índice analítico
E
Edad Antigua §141; §230
Edad Media §141; §230
Edad Moderna §141; §230
efecto retroactivo §29; §173
eficacia de los derechos §218
eficacia del acto administrativo §199; §200
ejecución §219
ejecución forzosa §87
ejecutor testamentario §177
ejecutoriedad, privilegio de_ §192
ejercicio de hecho §71
ejercicio de la empresa en nombre propio §128
ejercicio legítimo de un derecho §208
elementos de la obligación §86
elementos de la persona jurídica §32
elementos del acto administrativo §199
elementos del derecho de acción §220
elementos del fondo empresarial §130
elementos del negocio jurídico §54
embargo §84; §87
emplazamiento §225
empresa §126; §127; §129; §131
empresa individual de responsabilidad limitada §134
empresario §126; §127; §128; §129; §130; §131; §134
enajenación §108
encubridor §206
endoso §137; §139
endoso en garantía §138
endoso en procuración §138
enfermedad mental, impedimento matrimonial de_ §159
enriquecimiento sin causa §92
- 295 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
enseña §130
entidad asociativa §33; §35
entre vivos: vid. acto entre vivos
equidad §13
equivalencia de las condiciones §123
erga omnes §63; §81
error §61; §204
error de derecho §161
error de hecho §72
error de prohibición §209
error de tipo §207
error exculpante §204
error invencible §207; §209
error vencible §207
error judicial §229
escisión §68
espacio §50
especificación §67
espionaje §213
esponsales §156
establecimiento §127
Estado §187
Estado de derecho §180; §222; §230
Estado, poderes del_ §184
estado civil §166
estado de necesidad §155; §208; §209
estado puerperal: vid. puerperio
estafa §216
estatuto §132
estipulante §103
etapas del proceso §225; §231
etapa de investigación preparatoria §231
- 296 -
Índice analítico
F
falta §206
familia §22; §23; §25; §29; §79; §92; §96; §153; §154; §155; §162;
§164; §166; §167; §169; §170; §171; §172; §176; §213; §214; §218
feticidio §30
fianza §81; §106
ficción §94; §154; §167; §226
fijación de puntos controvertidos §225; §231
- 297 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
G
gananciales §161; §163; §164
garantía §81; §102
garantía inmobiliaria §83; §84
- 298 -
Índice analítico
H
habeas corpus §185; §223
habeas data §185
habitación §79; §155; §162
hallazgo §67
hecho del Príncipe: vid. fuerza mayor
hecho determinante de tercero §123
hecho jurídico §48; §50; §52; §59
hecho jurídico, circunstancias del_ §50
hechos jurídicos, clasificación de los_ §52
hecho propio del transferente §102
heredero §21; §22; §23; §26; §28; §39; §94; §98; §160; §170;
§171; §172; §173; §175; §176; §177; §178; §179; §224
heredero forzoso §23; §26; §176
heredero legal §179
heredero voluntario §176
herencia §39; §49; §169; §170; §171; §172; §173; §174; §175;
§176; §178; §179; §219
- 299 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 300 -
Índice analítico
I
igualdad (del derecho) §5; §9
ilegitimidad de ejercicio §16
impedimentos matrimoniales §158; §159; §160
impotencia, impedimento matrimonial de_ §160
impubertad, impedimento matrimonial de_ §160
imputabilidad (penal) §204; §209
imputación, criterio de §123; §124; §125
imputado §230; §231
in dubio pro operario §143
incapacidad §25; §26; §27; §61; §148; §159
incapacidad absoluta §25; §26; §60
incapacidad relativa §25; §26; §61
incapacidad, impedimento matrimonial de_ §159
incapaz §25; §26; §27; §60; §61; §96; §125; §128; §215
incesto, impedimento matrimonial de_ §159
incumplimiento de la ley §58; §60
incumplimiento de la obligación §87; §97; §101; §106; §111;
§114; §122; §124; §214
incumplimiento de los esponsales §156
incumplimiento del contrato §30; vid. incumplimiento de la obligación
incumplimiento del deber §129; §164
indemnización §48; §61; §72; §87; §92; §96; §114; §122; §123; §124;
§125; §156; §161; §212; §229
indicios §226
indignidad §171; §172
individua substantia rationalis naturae §19
indivisión §39; §70; §174
ineficacia §58; §100
ineficacia estructural §58
ineficacia funcional §58; §100
inexistencia del negocio §59
- 301 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
infanticidio §213
inhabilitación §210
inimputable §209
injuria §214
insolvencia §87
inspección judicial §226
instancia (judicial) §189; §225
instancia administrativa §196; §201
instigación al suicidio §213 (nota n. 6)
instigador §206
instrucción (procesal) §230
intangible §130
integración de la ley §18
inter vivos: vid. acto entre vivos
interdicto (incapaz) §96
interdictos (acciones posesorias) §74; §76; §77
interdicto de recobrar §76
interdicto de retener §76
interés §46; §86; §145; §220
interés actual §220
interés colectivo §32; §150
interés común §101
interés concreto §220
interés social §33; §66
interés (del dinero, etc.) §87
interés compensatorio §87
interés convencional §87
interés legal §87
interés moratorio §87; §124
interés usurario §62
interpelación (del deudor): vid. intimación
interpretación §18; §24; §203
- 302 -
Índice analítico
- 303 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
J
jornada §141
juez §2; §4; §95; §125; §164; §167; §168; §177; §185; §189; §190;
§219; §230; §231
Juez de la Investigación Preparatoria §231
Juez de Paz §189
Juez especializado §189; §185
Juez Penal Unipersonal §231
juicio §7; §219
juicio plenario §230
jurado §230
jurisdicción §189; §201; §202; §205; §218; §219; §220; §221;
§223; §224
jurisdicción, poderes de la_ §219
jurisdicción voluntaria §224
jurisprudencia §1; §6; §13; vid. Derecho (disciplina)
jurisprudencia (actividad judicial) §13; §125
jurista §1; §2; §4; §6; §7; §8; §10; §13; §15; §19; §22; §30; §37; §94; §96
justicia §4; §5; §8; §9; §11; §15; §18; §30; §46; §85; §144; §164;
§189; §192; §218; §219; §221; §222; §226
justicia conmutativa §9
justicia distributiva §9
justicia legal §9
Juzgado Penal Colegiado §231
L
laguna normativa §18
lavado de activos §217
legado §49; §171; §175; §178
legalidad del acto administrativo §200
- 304 -
Índice analítico
legalización §30
legatario §171; §175; §176
legislación §13; §127; §141; §186; §227
legislación laboral §141
legislación negativa §190
legislación procesal civil §227
legítima (hereditaria) §176
legítima defensa §76; §77; §208
legítima expectativa: vid. expectativa
legitimidad (del gobernante) §16; §183
legitimidad de ejercicio §16
legitimidad de origen §16
legitimidad (procesal) §220
lema comercial §130
lesión (del contrato) §100
lesiones (delito de) §213
letra de cambio §18; §54; §138; §139
letrado §1; §189
ley §1; §2; §12; §14; §15; §16; §17; §18; §30; §48; §92; §96; §98; §131;
§133; §141; §145; §147; §160; §164; §165; §166; §171; §176; §178;
§180; §183; §190; §203; §205; §206; §212; §215; §219; §220; §223;
§226; §227; §228; §229; vid. norma
ley cierta §203
ley civil §29; §30; §141; §165; §166
ley concursal §87; §128
ley de conflicto §17; §205
ley escrita §203
ley estricta §203
ley extranjera §17; §226
ley humana §14
ley natural §14; §92
ley ordinaria §14
ley orgánica §14
- 305 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
ley penal §17; §30; §203; §205; §207; §210; §211; §212; §218; §223
ley positiva §12; §17
ley previa §203
ley procesal §212; §224; §226
ley temporal §17; §203
ley, agotamiento de la_ : vid. agotamiento de la ley
ley, integración de la_ : vid. integración de la ley
ley, interpretación de la_ : vid. interpretación
ley, supremacía de la_ §16
ley, vacancia de la_ §17
ley, vigencia de la_ §17; §50; §203; §205
ley de circulación (de los títulos valores) §136; §137
liberalidad §4; §54; §112; §163
libertad de contratación §53
libertad sindical §150
libramiento indebido §217
lícito comercio §108
limitación de días libres §210
limitación del uso de la fuerza §229
línea de parentesco §154
línea colateral §154
línea recta §154
liquidación §34; §68; §87; §128; §131; §132
locación de servicios §104; §105; §118; §119; §141; §143
lucro cesante §123
M
mal gestor §26
mala fe §61; §67; §72; §73; §159
mala gestión §26
mandato §104; §105; §120
marca §130
- 306 -
Índice analítico
- 307 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
N
negligencia §96; §123
negligencia grave §123
negociación colectiva §144; §151
negocio (fondo empresarial) §127; §130
negocio jurídico §12; §16; §52; §53; §54; §55; §57; §58; §60; §61;
§62; §80; §92; §94; §96; §97; §98; §99; §100; §104; §123; §130; §131;
§168; §198
negocio jurídico anulable §58; vid. anulabilidad
negocio jurídico aparente §60
negocio jurídico bilateral §57
negocio jurídico constitutivo §57
- 308 -
Índice analítico
- 309 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
norma §4; §12; §14; §16; §17; §18; §24; §34; §42; §48; §52; §58; §59;
§68; §98; §109; §110; §128; §132; §143; §145; §146; §169; §170; §180;
§181; §183; §185; §190; §199; §204; §209; §225; §227; vid. ley
norma con rango legal §14; §190
norma concursal §87; §128
norma de orden público §34
norma dispositiva §98
norma especial §18; §128
norma fundamental §14
norma general §18
norma habilitante §199
norma informal §12
norma imperativa §58; §59
norma jurídica §12; §14; §190; §227
norma positiva §14; §18; §183
norma supletoria §98; §169
norma transitoria §17
normativismo §1; §4
notificación §225
notio: vid. cognición
notitia criminis §231
novación §94; §97
novación objetiva §97
novación subjetiva §97
nudo propietario §78
nulidad §14; §16; §54; §58; §59; §60; §62; §83; §99; §106; §109; §111;
§143; §152; §159; §169; §174; §175; §176; §178; §192; §199; §227
nulidad (de pleno derecho) del acto administrativo §199
nulidad del acto procesal §227
nulidad del matrimonio §159
nullum crimen, nulla poena sine lege §203
numerus clausus §63
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Índice analítico
O
objeto del acto administrativo §199
objeto del negocio jurídico §54; §55; §59; §60; §99; §199
objeto mediato e inmediato de la acción §220
objeto social §132
obligación §24; §28; §32; §36; §37; §46; §47; §50; §57; §63; §68; §72;
§75; §81; §82; §85; §86; §87; §88; §89; §90; §91; §92; §93; §94; §95;
§96; §97; §98; §103; §104; §106; §107; §108; §114; §116; §122; §123;
§124; §125; §130; §131; §133; §138; §140; §142; §146; §148; §156;
§169; §170; §173; §174; §183; §193; §199; §216; §224
obligación abstracta §138
obligación accesoria §85; §89
obligación alternativa §89
obligación alimentaria §92; §155; §168; §224
obligación aplazada §139
obligación autónoma §138
obligación cambiaria §138
obligación conjuntiva §89
obligación de dar §88; §95
obligación de garantía §124
obligación de hacer §88; §95
obligación de indemnizar: vid. indemnización
obligación de medios §88; §119
obligación de no hacer §88; §95
obligación de reparar: vid. indemnización
obligación de resarcir: vid. indemnización
obligación de resultado §88; §119; §124
obligación de saneamiento §102
obligación dineraria §87; §95
obligación divisible §90
obligación en moneda extranjera §95
obligación exigible §97
obligación facultativa §89
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Álvaro Zegarra Mulánovich
- 312 -
Índice analítico
omisión §50; §88; §123; §185; §206; §207; §213; §214; §217
omisión de socorro §213
omisión de asistencia familiar §214
oposición §227
oponibilidad absoluta §63; §65
orden de pago §138; §139
orden público §16; §24; §34; §60; §86; §96; §109; §205; §227
ordenamiento (jurídico) §14; §30; §42; §52; §59; §60; §86; §92;
§104; §123; §141; §169; §189; §190; §191; §195; §199; §200; §201;
§210; §213; §222; §226
ordenanza (municipal o regional) §14
organismos administrativos §195; §196
organización administrativa §195
organización territorial §196
órganos administrativos §195; §196; §199
órganos de la persona jurídica §35
órganos jurisdiccionales §219; §221
órganos públicos §219
P
pacto comisorio §82; §83
pacto de exclusividad §111
pacto de mejor comprador §109
pacto de preferencia §109; §111
pacto de promoción §111
pacto de retroventa §109
pagaré §138
pago §81; §87; §89; §93; §94; §95; §97; §102; §106; §124; §130; §136;
§138; §139
pago indebido §92; §96
pago por consignación §95
pago, dación en_ : vid. dación en pago
parentesco §154
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- 314 -
Índice analítico
peligrosidad §211
pena §203; §210; §211
pena intimidatoria §204
pena limitativa de derechos §210
pena privativa de libertad §210
pena restrictiva de libertad §210
pena, funciones de la_ §210
periculum est debitoris §101
periodo de vacancia de la ley §17
periodos del juzgamiento penal §231
pericia §226
peritaje §226
perito §226
permuta §68; §100; §104; §105; §110
persecutoriedad §63; §64; §81
persona §2; §3; §4; §5; §8; §9; §11; §12; §14; §17; §19; §20; §21; §22; §23;
§24; §25; §27; §28; §29; §30; §31; §32; §33; §35; §37; §38; §39
persona jurídica §20; §31; §32; §33; §34; §35; §36; §41; §96; §131;
§134; §146; §212
persona jurídica asociativa §33; §131
persona jurídica fundacional §33; §36; §39; §134
persona jurídica mercantil §127; §131
persona jurídica no inscrita §36
persona jurídica, constitución de la_ §18; §32; §33; §34; §39;
§126; §132
persona jurídica, elementos de la_ §32
persona jurídica, extinción de la_ §34; §68
persona jurídica, tipos de_ §33
persona natural §20; §21; §22; §35; §78; §128; §134; §146
persona natural, fin de la_ §22
persona natural, inicio de la_ §21
personalidad del concebido §28
personalidad jurídica §18; §32; §34; §35; §128; §131
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Índice analítico
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Índice analítico
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Índice analítico
- 321 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
Q
queja (procesal) §227
queja, reclamación en_ §201
querella §214; §228
quiebra §87
quod ad singulorum utilitatem (spectat) §9
quod ad statum rei publicae spectat §9
R
rapto §160
rapto, impedimento matrimonial de_ §160
rebeldía procesal §225
receptación §216
- 322 -
Índice analítico
- 323 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
- 324 -
Índice analítico
S
Sala §219
sanción §58; §60; §124; §203
saneamiento §102
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Álvaro Zegarra Mulánovich
- 326 -
Índice analítico
- 327 -
Álvaro Zegarra Mulánovich
subcontrato §118
subrogación §94; §97
subrogación personal §94
subrogación real §94
sucedáneos de la prueba §226
sucesión §23; §49; §68; §164; §169; §170; §171; §173; §174
sucesión a título particular §49; §94
sucesión a titulo universal §49
sucesión ab intestato §169
sucesión hereditaria §94; §169; §170
sucesión inter vivos §49; §68
sucesión intestada §169; §178
sucesión legal §169; §178
sucesión mixta §169
sucesión mortis causa §49; §68; §169; §171; §174
sucesión patrimonial §174
sucesión testamentaria §169; §175
sucesión universal §39
sucesión, apertura de la_ §173
sucesor §171
sucursal §131
sujeto activo §46
sujeto de derecho §19; §20; §21; §30; §31; §52
sujeto pasivo §46
suma de plazos posesorios §74
suministro §104; §105; §111
summa divisio rerum §42
superficie §70
superior jerárquico §227
supremacía §196
suspensión §96
sustitución §94
suum cuique tribuere §3; §4; §5
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Índice analítico
T
tacha §227
temor reverencial §61
tenencia §161
Teoría General del Proceso §223
tercero §55
tercero legitimado §219
terrorismo §213
testamento §22; §93; §169; §171; §174; §175; §176
testamento cerrado §175
testamento especial §175
testamento ológrafo §175
testamento ordinario §175
testamento por escritura publica §175
testigo §226; §230
tiempo §50; §51
tiempo continuo §51
tiempo hábil §51
tiempo útil §51
tiempo, cómputo del_ §51
tipicidad §207
tipo objetivo §207
tipo penal §207
tipo subjetivo §207
tipos societarios §133
titular (del bien, cosa o derecho) §9; §10; §11; §12; §20; §22; §23;
§25; §39; §41; §44; §45; §46; §47; §49; §55; §63; §64; §65; §70; §79;
§80; §86; §96; §126; §127; §134; §136; §137; §138; §169; §170; §173;
§174; §183; §199; §218; §220; §228
título §10; §49; §72
título de ejecución §224
título de liberalidad §163
título gratuito §18; §78
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Álvaro Zegarra Mulánovich
- 330 -
Índice analítico
U
ultima ratio §30; §204
ultraactividad §17
universalidad de bienes §39
universalidad de derecho §39
universalidad de hecho §39
universitas facti §39
universitas iuris §39
uso §64; §78; §79
usucapión §50; §65; §67; §80; §96
usufructo §78; §132; §158; §168
usufructo legal §168
usurpación §77; §216
utile per inutile non vitiatur §62
utilidad §132
V
vacancia (de la ley) §17
vale a la orden §138
validez del acto administrativo §199
valoración (conjunta) de la prueba §226
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Índice analítico
z
zonas comunes §70
zonas de propiedad exclusiva §70
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Breve noticia bibliográfica
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Breve noticia bibliográfica
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Álvaro Zegarra Mulánovich
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Breve noticia bibliográfica
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