You are on page 1of 13
PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN EL ESTUDIO SOCIAL DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGIA Y LA SOCIEDAD Pablo Kreimer Hebe Vessuri Léa Velho Antonio Arellano (coordinadores) we @il PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS EN EL ESTUDIO SOCIAL DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGIA Y LA SOCIEDAD coordinacion PABLO KREIMER, HEBE VESSURI, LEA VELHO Y ANTONIO ARELLANO por HEBE VESSURI + MAIKO RAFAEL SPIESS + MARTA CONCEIGAO DA COSTA + GABRIEL MATHARAN + ANDRES GOMEZ SEGUEL + JORGE CASTILLO SEPULVEDA + CLAUDIO. RAMOS ZINCKE + PATRICIA FACHONE + ANA SPIVAK L’HOSTE + CECILIA GARGANO * DANIELA DE FILIPPO + JORGE NONEZ JOVER + FRANCISCO FIGAREDO CURIEL + MARIA DE LOURDES ALONSO ALONSO + LUIS FELIX MONTALVO + ISVIEYSYS ARMAS MARRERO + MARIA DE LOURDES MARQUINA SANCHEZ + LUCAS BECERRA + PAULA JUAREZ + SYLVIE DIDOU AUPETIT + PABLO KREIMER + MARIANO ZUKERFELD + ALEXIS DE GREIFF A. + MARCELA SUAREZ + VERONICA PAIVA MOSCOSO + SEBASTIEN VELUT + MARIA SOLEDAD OREGIONI + MARIA PAZ LOPEZ + ANA MARIA TABORGA + MARIA GUILLERMINA D’ONOFRIO + MARIA MARGARET LOPES + REBECA BUZZO FELTRIN + BRUNA MENDES DE VASCONCELLOS + MARIA DE CLEGFAS FAGGION ALENCAR + HUGO FERPOZZI + LUCIANO LEVIN * MARIA BELEN ALBORNOZ + ANTONIO ARELLANO HERNANDEZ + LAURA MARIA MORALES-NAVARRO * HENRIQUE T. NOVAES + SUSANA EDITH RAPPO MIGUEZ * ROSAL{A VAZQUEZ TORIZ + SERGIO CORTES SANCHEZ + ELSA GONZALEZ PAREDES * GUMERSINDO VERA HERNANDEZ + RENATO DAGNINO + ALEXIS MERCADO + ISABELLE SANCHEZ + PABLO TESTA + ADRIANA FELD + ROSALBA CASAS + JUAN MANUEL CORONA + ROXANA RIVERA + BELEN BAPTISTA + AMILCAR DAVYT + RONALD CANCINO + LUIS ANTONIO OROZCO + CRISTHIAN FABIAN RUIZ + JOSE COLOMA + MAURICIO GARCIA + RICARDO BONILLA + JUAN PABLO ZABALA + ADRIANA MURGUIA LORES + NOELA INVERNIZZI + GUILLERMO FOLADORI + CAROLINA BAGATTOLLI + CARLOS GARCIA CRUZ + LEON OLIVE + MARTIN PUCHET + SANTIAGO GARRIDO + MARIANO FRESSOLI + FACUNDO PICABEA + ALBERTO LALOUF + ANDRE DE CAMPOS + JANAINA PAMPLONA DA COSTA + MARIA ISABEL PALACIOS RANGEL + JORGE OCAMPO LEDESMA + LEA VELHO + ENRIQUE MARTINEZ LARRECHEA + ADRIANA CHIANCONE * MANUEL FRANCO AVELLANEDA + IRLAN VON LINSINGEN + SIMON SCHWARTZMAN + VALERIA IRMA CORREA GARCIA ‘CONSULTIVO soon ® U siglo CIENTIFICO Y CYTED y Cc | TECNOLOGICO, AC Yanntun® aie Pag 20 eq grupo editorial siglo veintiuno siglo xxi editores, méxico ‘emo DEL AGUA 248, ROMERO DE TRENDS. 04310 wexco, oF siglo xxi editores, argentina GuNTOWNA 4824, ¢ 1425 WP tune nes, ancenTna wow sigoutedtorescom me ‘worn siglamiedtorescomar salto de pagina biblioteca nueva anthropos, ac 36, 28010 waco 38, 28010 ean 261,243 aon, Eakin MAOAD, PARA (00013 BARCELONA ESPAA worn satodepaginacom war biblotecanuevas wiewantnopesedioriacém QU75.5 P47 2014 Perspectivas latinoamericanas en el estudio social de la ciencia, la tecno- logia y la sociedad / coordinacién, Pablo Kreimer, Hebe Vessuri, Léa Velho y Antonio Arellano ; por Hebe Vessuri [y otros] — México : Siglo XI Editores : Foro Consultivo Gientifico y Tecnolégico, 2014. 603 p. — (Ciencia y técnica) ISBN: 978-607-03-0608-2 1. Giencia ~ Aspectos sociales - América Latina. 2. Tecnolo- gia — Aspectos sociales ~ América Latina. 8. Sociedad — América Latina I. Kreimer, Pablo, editor. II. Vessuri, Hebe, editor, autor. III. Velho, Léa, editor. IV. Arellano, Antonio, editor. V. Ser primera edicién, 2014 © siglo xxi editores, s. ade c. v © foro consultivo cientifico y tecnolégico, a. ¢ isbn 978-607-03-0608-2 derechos reservados. prohibida su reproduccién total o parcial por cualquier medio. impreso en litografica ingramex, s. a. de c. v. centeno 162-1, col. granjas esmeralda, 09810, iztapalapa, df, méxico. 412204D Sa ALS - ON -2A tscbellt Sauchez Roce Donac. INTRODUCCION. EL ESTUDIO SOCIAL DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA EN AMERICA LATINA: MIRADAS, LOGROS Y DESAFIOS PABLO KREIMER, HEBE VESSURI, LEA VELHO Y ANTONIO ARELLANO SOBRE EL LIBRO Este libro toma el desafio de mostrar algunas cuestiones importantes sobre el de- sarrollo de la ciencia y la tecnologia en las sociedades de América Latina mirados a través de los investigadores del campo de los estudios de ciencia, tecnologia y sociedad (cTs) de la region. Un cuerpo colegiado de cuatro editores, de diferentes origenes nacionales e intereses disciplinarios, se encargé de formular la convoca- toria y luego la organizaci6n, supervision y seguimiento del volumen. Se establecié una lista inicial de problemas a ser cubiertos y se propuso un esquema tentativo para lograrlo. Luego se consulté a la directiva de la Sociedad Latinoamericana de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologia (EsoctTE) sobre la propuesta y, una vez que se consensué una tabla de contenidos tentativa, se abrié una amplia convo- catoria en la regién latinoamericana, a través de las redes a las que la comunidad de ESOCITE se encuentra vinculada. Recibimos unas 120 propuestas bajo la forma de restimenes, entre las cuales fueron seleccionadas, con base en su calidad y la relevancia que tuvieran para el esquema propuesto, unas 45, prestando atencién a una adecuada cobertura geografica y disciplinaria, a la orientacién tematica y al género de los autores. Una de las preocupaciones constantes en el proyecto ba sido asegurar que investigadores de diversas orientaciones y generaciones (mas jovenes y mas experimentados) puedan encontrar expresién en el libro. Ademis, fueron invitados algunos autores cuyo aporte parecia significative en funci6n de sus trabajos en distintos momentos histéricos para el avance del campo de estudios. Aun asi, no todas las tematicas que queriamos incluir pudieron ser cubiertas en el libro. Algunos vacios fueron Ilenados con articulos breves, que he- mos denominado “destaques”, por autores que estan trabajando sobre esos temas. Finalmente, luego de una rigurosa evaluacion por pares, donde cada texto fue dictaminado por al menos dos evaluadores internacionales, llegamos a aceptar 32 articulos y 14 destaques, organizados en siete capitulos. Estructura y alcance del libro El libro esta dirigido, en primer lugar, a investigadores y estudiantes en el campo crs en la region y en el ambito internacional. Pretende asimismo interesar a los tomadores de decisiones y disefiadores de politicas, a las agencias que organizan, financian y evalian la investigacién en diferentes paises; a las organizaciones in- ternacionales y agencias de desarrollo que consideran cuestiones sociales ligadas 8 INTRODUCCION al conocimiento cientifico y tecnolégico; asi como también a asociaciones ¢ inves- tigadores de las ciencias sociales, cientificos y tecnélogos practicantes de la regiGn; y finalmente, a los usuarios de los estudios del campo crs (ONG, los medios, etc.), ya una audiencia general, preocupada por estas cuestiones. La intencién del libro es presentar diversos textos que cubren un conjunto de temiticas presentes en la regién, o que contribuyen a abrir nuevas perspectivas en los estudios sociales de Ja ciencia, Ja tecnologia y ¢l conocimiento en América Latina. Se pone el acento en el estado del arte del campo CTs en la regi6n latinoa- mericana, asi como en una revisi6n critica acerca de los enfoques disponibles para el estudio social de la cy desde nuestra region, en el contexto general de la globalizacién econémica y social. Cada capitulo contiene varios articulos escritos por un amplio espectro de au- tores. La decisin de aceptar extenso ntimero de articulos y destaques, redactados por un total de 99 autores, nos obligé a limitar el tamajio de los textos para dar cabida a una mayor cantidad de trabajos producidos como resultado de la actividad de investigacién en nuestra regién. E} libro comienza con un anilisis de la variada gama de problemas que plantean las disciplinas como objeto en los enfoques crs (capitulo 1). Se incluyen aqui trabajos que van desde el andlisis de Ja historia social de disciplinas particulares hasta la instrumentalizacién de las ciencias sociales en procesos politicos, la normatividad y nuevos enfoques que desarrollan y trascien- den lo disciplinario. El capitulo 2 presenta varias reflexiones sobre el campo crs, relacionadas con las trayectorias institucionales, la visibilidad internacional de la produccién cientifica en este campo, y el sentido y propésito del campo crs y cémo surgen nuevas areas de reflexién y andlisis desde este campo. El capitulo 3 analiza tensiones entre lo local, lo regional y lo internacional y aporta una visin de temas como la internacionalizacién y la circulacién de personas con credencia- les cientificas y técnicas, tensiones relacionadas con la explotacién cognitiva, los impactos de la investigaci6n internacional sobre la relevancia de la investigacion local en la regidn, y las facctas que adoptan asimetrias en las redes internacionales en el presente. En el capitulo 4 se explora un conjunto rico y variado de cuestiones emergen- tes, actores y problemas relacionados con la produccién de conocimiento. El ca pitulo 5 aborda un tema clisico en los estudios crs de la region, como es el de las politicas publicas en materia de ciencia y tecnologia, y por ello no sorprende que tenga el mayor numero de articulos y destaques. El capitulo 6 se concentra en el cambio técnico y Ja innovaci6n, ofreciendo también, como en las otras sec- ciones, un variado conjunto de perspectivas y enfoques. Finalmente, el capitulo 7 se refiere a las interacciones y convergencias de la ciencia, la tecnologia y la edu- cacién superior, asi como a posibles riesgos de quiebre de esas relaciones deriva- dos de la comercializacion de la educacién y Ja aplicacién de ciertos métodos gerenciales. Este libro constituye una coleccién Gnica de informacion sobre los aspectos institucionales y organizativos de las ciencias naturales y sociales en la regi6n lati- noamericana, resultado del dinamismo alcanzado por e] campo Crs en esta parte INTRODUCCION : del mundo, reflejando las orientaciones, enfoques y tradiciones que se fueron constituyendo en los tltimos decenios. Los articulos ponen en evidencia el rico y abundante crecimiento de la produccién de conocimiento en este campo, Ja in- fluencia dispareja y a veces contradictoria de la produccién crs en la sociedad y la definicion de politicas, y la amplitud de Jos temas cubiertos, si bien se observan brechas importantes y la continua fragmentacién del conocimiento. Esperamos que contribuya a enriquecer los debates y la comprensién del papel social de la ciencia y la tecnologia en nuestro continente. BREVE REFLEXION SOBRE EL SENTIDO DE ESTE LIBRO EN LA MADURACION DE LOS ESTUDIOS CTS EN LA REGION Si hoy podemos presentar este libro, que retine textos sobre diversas cuestiones relacionadas con las ciencias y las tecnologias vistas desde América Latina, ello se debe, en primer lugar, a que hace ya algunas décadas, estos temas fueron conci- tando Ia atencién de un mimero creciente de especialistas en los diversos paises de la region. En efecto, ello hablaria, en cierto sentido, de que el campo, denominado alterna- tivamente “estudios sociales de la ciencia y la tecnologia” (EScYT) o bien de “ciencia, tecnologia y sociedad” (crs), ha alcanzado, en su desarrollo, la madurez suficiente como para generar un conjunto de producciones cientificas ¢ intelectuales que, tanto por su calidad como por su diversidad tematica y conceptual, componen un mosaico de investigaciones y reflexiones de un gran interés para comprender una parte del desarrollo de las sociedades latinoamericanas. Ello es asi porque, a pesar de que los trabajos que se presentan aqui provienen de diferentes matrices disciplinarias y tedricas, asi como de paises diversos, se en- focan hacia un objetivo comtin, que es el de ofrecer elementos para reflexionar acerca de las propias sociedades de América Latina. En este sentido, ain si ch marco mas estrecho se define como el estudio de las relaciones entre “las ciencias, las tecnologias y las sociedades” (los plurales valen en este caso), entendemos que ellas no estan desvinculadas de las dimensiones culturales, ideol6gicas, idiosincra- ticas, politicas 0 econdmicas que atraviesan a todos los actores de la region. En consecuencia, este libro puede ser entendido como el trazado de un puente de didlogo, en diversos sentidos: en primer lugar, con los estudiosos y acadé- micos de otros campos de las ciencias sociales, que abordan cuestiones especificas de las sociedades latinoamericanas, pero sin prestar una atencion especial al desa- rrollo de las ciencias y las tecnologias, o a sus causas y consecuencias, sus historias y sus desafios hacia el futuro. En segundo lugar, también se ha pretendido tender un puente hacia otros actores, ademas de los propios sujetos, que a menudo son objeto de nuestras investigaciones: cientificos y tecnélogos practicantes, quienes crecientemente han ido reconociendo el valor de los estudios sociales de la ciencia y la tecnologia como un aporte para comprender sus propias practicas, y reflexio- 10 INTRODUCCION nar acerca de sus consecuencias. También con las diversas autoridades, “tomadores de decisions”, o “hacedores de politicas”, como se los suele denominar, que tam- bién en los tiltimos afios se han ido acercando a, ¢ interactuando con, quienes trabajan en una mirada analitica -usualmente critica acerca del desarrollo cien- tifico y tecnolégico. Finalmente, aunque no menos importante, este libro pretende tender un puente hacia otros actores, en principio menos comprometidos con la ciencia y la tecnologia, pero que pueden hallar en estos textos elementos que les permitan reflexionar acerca de sus propias relaciones con el conocimiento cYT y, sobre todo, con las consecuencias que ello tiene en el seno de nuestras sociedades, y las formas de poder intervenir activamente en las decisiones que podrian asumi se en forma més colectiva y participativa. Como veremos enseguida, la historia de los estudios sociales de la ciencia y la tecnologia lleva ya varios decenios de rico desarrollo en América Latina, y un in- dicador de ello es que existen diversos trabajos que dan cuenta, desde diferentes miradas, de este desarrollo. LA EMERGENCIA Y DESARROLLO DE LOS ESCYT © DE CTS EN LA REGION Algunos elementos de contexto Las definiciones y tensiones, como en la emergencia de todo nuevo campo de investigaciones, atraviesan cuestiones disciplinarias, luchas por la definicion de un objeto de investigacién “legitimo” (Bourdieu, 1976), dimensiones institucionales, vicisitudes historicas: a comienzos del siglo pasado, desde tradiciones bien diferen- tes, fueron surgiendo las primeras reflexiones sistematicas sobre la ciencia y la tecnologia: en el campo de la sociologia de la ciencia, con los trabajos de Robert Merton desde el fin de los afios treinta en Fstados Unidos (quien reconoce asimis- mo los aportes de Mannheim en Alemania), lo que daria un fuerte impulso a las investigaciones de matriz funcionalista-normativa. Por otro lado, una corriente de la historia proxima a la filosofia de la ciencia problematiz6 también, desde los aiios veinte de ese siglo, la cuestin de desarrollo cientifico, con los trabajos de Alexan- dre Koyré y Gaston Bachelard, entre otros. Una tercera corriente, que habria de estar siempre presente en este campo, fue la de cientificos practicantes que co- menzaron a reflexionar sobre diversas cuestiones vinculadas con Ia ciencia y el desarrollo tecnolégico. Posiblemente el caso paradigmatico haya sido el de John D. Bernal, cristalégrafo inglés que publicé en 1939 su célebre ¢ influyente libro La funcién social de la ciencia, desde una posicién marcadamente marxista. Hacia los aiios setenta se produjo un giro importante que habria de implicar Ia convergencia de diversas perspectivas sociolégicas con una mirada histérica, rom- piendo la férrea distincién existente hasta entonces entre “internalismo” (propio de las perspectivas hist6rico-filoséficas) y el externalismo (propio de la sociologia funcionalista), para dar origen a un nuevo y mas complejo campo de investigacio- INTRODUGCION 7 nes. Seguin Callon y Latour (1981), dos autores influyentes en este campo en la regién (en una perspectiva compartida por otros autores), el punto de inflexion estaria dado por Ia lectura de la obra cldsica de Kuhn, La estructura de las revolucio- nes cientificas, publicado por primera vez en 1962. Si bien esta interpretacion no es universalmente compartida (Collins y Restivo, 1983), se fueron dando cambios como la ruptura de barreras disciplinarias que aparece como una marca fuerte en el campo, el cual ademés se ird haciendo permeable, a diferencia de otros espacios de produccién de conocimientos, a estudiosos que no sélo se habian formado en las ciencias sociales, sino en campos “duros” como la fisica, las matematicas y las ingenierias. Ya entonces surgen las primeras tensiones por la definicién del estatus episté- mico y social de este campo (al que Derek de Solla Price habia llamado, en los aiios sesenta, la “ciencia de Ja ciencia”), entre una perspectiva que enfatiza el ca- ricter interdisciplinario en su sentido mas amplio, y otro que lo restringe a un subcampo dentro de las ciencias sociales. La primera definicién aparece por pri- mera vez en el libro de Merton (su tesis doctoral de 1937), bajo la forma de “Cien- cia, tecnologia y sociedad”, mientras que la segunda se puede rastrear en el Ilama- do proyecto “paREX” (contraccién de Paris y Sussex), y que reunia a socidlogos y economistas de ambas ciudades, que realizaban una reuni6n anual desde 1971. De hecho, algunos investigadores de Sussex, junto con colegas de Edimburgo funda- ron ese aiio la revista Science Studies que, cuatro afios mas tarde se convertiria en la actual Social Studies of Science. Confluyen aqui los anilisis sociolégicos, politicos € hist6ricos, con una matriz comin propia de la emergente perspectiva constructi- vista. En Estados Unidos también en los afios setenta surgi6 Science, Technology and Human Values, que acompaiié el desarrollo y dinamica del estudio social de la ciencia y la tecnologia en ese pais. En la actualidad las nociones crs y EscyT se han tornado practicamente equi- valentes, y se usan en forma indistinta, aunque vale la pena mencionar que la tensién con relacién a los origenes de los estudios de la ciencia, sus componentes disciplinarios, sus premisas epistemologicas, teorias, métodos y objetivos finales, nu se encuentra completamente resuelta, y los limites del campo -tanto en América Latina como en las otras regiones- siguen siendo porosos y se van redefiniendo en forma mas 0 menos periddica. a En América Latina, desde finales de los aiios cincuenta y comienzos de los ochen- ta, predominé en diversos sectores de la comunidad cientifica y tecnolégica, una orientacion marcada de orden politico, en la defensa del cardcter social del fené- meno tecnoldgico, que se hizo evidente cuando se plates criticamente el proce- so de transferencia de tecnologia como una manifestacién de la dependencia de nuestros paises (Dagnino et al., 1996). Diversos autores, como Jorge Sabato, Oscar Varsavsky, Amilcar Herrera, José Leite Lopes, Simon Schwartzman, Marcel Roche, Maximo Halty Carrere, Miguel Wionczek, Arturo Rosenblueth, Alejandro Nadal Egea y Francisco Sagasti, entre otros, argumentaron en favor de un desarrollo a2 INTRODUCCION endogeno, destacando el papel activo de los gobiernos en las trayectorias naciona- les de investigacién y desarrollo. En ese periodo predominaron las voces y escritos militantes de cientificos y tecndlogos. Los cientificos en esos afios intentaban ins- titucionalizar la actividad cientifica y tecnoldgica en sus paises y sus preguntas gi- raban en torno a cémo hacer que la ciencia y la tecnologia contribuyeran al desa- rrollo de sus sociedades. Eran actores piblicos que a menudo buscaban ocupar posiciones en la toma de decisiones como medio para protagonizar cambios socia- les.! Sus compromisos constituian un movimiento por la transformacién de sus sociedades y pensaban que con la CyT se podria lograr. A pesar de estas preocupaciones comunes, que la literatura sobre el tema ha identificado con una matriz comin de “Pensamiento Latinoamericano en ciencia, tecnologia y desarrollo”, habia entonces, al menos, dos corrientes bien diversas. Por un lado, una corriente radical, cuyo autor mas representativo fue Oscar Varsavsky, quien cuestionaba al mismo tiempo el nticleo duro de Ia ciencia (sus practicas, sus agendas, sus modos de financiamiento, sus métodos) y la organizacién de la sociedad. Por otro lado, una corriente mas moderada, asociada con ideas mas desarrollistas, sostenida por autores como Jorge Sabato, Alberto Ardoz, Fernando Fajnzylber y Miguel Wionczek. Posiblemente entre ambas perspectivas se situaba Amilcar Herrera, con fuertes cuestionamientos a la sociedad capitalista, pero no al conjunto de la “ciencia occidental dominada por un modo de produccién im- puesto por Estados Unidos y por la Unién Soviética’, segtin denunciaba Varsavksy. La confrontacién de ideas puso en evidencia un proceso de politizacién de la ciencia que implicaba cuestiones muy diferentes: para los “moderados” se wataba de una biisqueda de herramientas analiticas y normativas para la puesta en marcha de politicas publicas de ciencia y tecnologia; los “radicales” pregonaban la integra- cidn de las ciencias y la tecnologia en Ja politica tout court. A partir de esta politizacién, atrajeron la atencién de industriales, disefiadores de politicas, otros cientificos y tecndlogos, y otros miembros de grupos de interés ptiblico que buscaban la modernizacién por distintas vias, en un conglomerado heterogéneo. 1 En realidad habia todo un movimiento internacional de cuestionamiento de la ciencia: desde finales de los aftos sesenta, en los paises desarrollados, se habfa dado un proceso de “radicalizacién de la ciencia” (Rose y Rose [1976} 1980), liderado por cientificos de izquierda. Los cientificos europeos y estadunidenses, impulsados por la guerra de Vietnam y las protestas de Mayo del 68, crearon varias asociaciones, como Scientists and Engineers for Social and Political Action (SzspA) 0 la British Sociaty for Social Responsabilty of Science (BssRS) que cuestionaban el papel de la ciencia en el sistema capitalista. La critica se centr6 en tes puntos: a) cuestionar los usos de Ja ciencia y exponer sus abusos (riesgos am- Dientales, usos imperialistas de la cyT durante la guerra de Vietnam); 6] argumentar que la ciencia es tuna actividad que no es ideolégicamente neutral, sino que refleja las normas y la ideologia de un orden social dado; cuestionar Ja idea de la autonomia de la ciencia, destacando la existencia de barreras internas en el laboratorio (que producen una préctica cientifica individualista y elitista) 0 entre éstos yl resto del mundo (ibid., 38-36). Estos debates fueron transmitidos en diversas publicaciones, como la revista Science for the People, Organo de difusion de sesra, cuya consigna (ciencia para el pueblo) atraves6 a los movimientos similares en Europa y Estados Unidos y que ha sido adoptada por algunos actores en América Latina (Feld y Kreimer, 2012) iNTRODUCCION 3 Las politicas como impulsoras de la generactén de conocimientos En todo caso, y mas alld de las diferencias, resulta evidente que las primeras re- flexiones sobre la ciencia y la tecnologia en América Latina estén muy fuertemen- te ligadas a una preocupacién politica, y no meramente ~o solamente~ analitica, hasta bien entrados los aiios ochenta: en términos institucionales, desde los prime- ros decenios del siglo xx, varios paises latinoamericanos habian establecido insti- tuciones del tipo de las academias de ciencias, o similares, con el objetivo de promover la investigacién y obtener una cierta influencia en la estructura de poder. Las organizaciones internacionales, en particular la UNESCO y Ia £4 y, con menor intensidad, la CEPAL, desempefiaron un papel importante en esta decision. La definicién de los programas nacionales de desarrollo econémico era una de las condiciones que los paises latinoamericanos debian cumplir para obtener fondos del gobierno de Estados Unidos, bajo la denominada Alianza para el Progreso. Las nociones de “politica cientifica” y de “plan de desarrollo” fueron introducidas en el Programa para 10 Aiios de la unesco en la 11a. Conferencia General de 1960. Fue entonces que la UNESCO organizé la Conferencia sobre la Aplicacién de la Ciencia y la Tecnologia al Desarrollo de América Latina, conocida por las siglas CASTALA (en 1965 en Santiago de Chile), con la participacion de cientificos reco- nocidos hasta ese momento, algunos de los cuales se destacaban en el pensamien- to y en Ia accién de politica cientificas en América Latina, como Carlos Chagas Filho, Rolando Garcia, Maximo Halty, Amilcar Herrera, Bernardo Houssay, Manuel Noriega, Enrique Oteiza, Gustavo Pizarro y Marcel Roche, entre otros (UNESCO, 1965). En esta reunion se reafirmé la necesidad de que los paises adopten una politica cientifica explicita, con la participacién de cientificos y tecnélogos. También se decidié la creacién de la Conferencia Permanente de Ciencia y Agencias Nacio- nales de Politica de Tecnologia, que se reunié en Caracas, Venezuela, en 1968, en Vita del Mar, Chile 1971, en México 1974, en Quito 1978 y en La Paz, Bolivia, en 1981. De este modo, la UNESCO y otras organizaciones internacionales como la OEA, el Bip, el 1pRe, la ocDE, el BM, el PNUD, la OFT, la ONUDI, la OPS, Ia Junta del Acuer do de Cartagena, la Corporacién Andina de Fomento (car) y el (SELA) influyeron en las comunidades cientificas de la Region en materia cientifica y tecnolégica. Su actuacién no siempre estuvo libre de problemas y fue parte del aprendizaje y for talecimiento de las entidades nacionales de politica CTI navegar por las aguas procelosas de la cooperacién internacional en estas materias. Una de las vias para la produccién de conocimiento surgié como consecuencia de que la tarea de la implementacion de politicas nacionales de cyr implicaba la necesidad de producir conocimiento sobre el tema, bajo ta forma de recopilacion de informacién y estadisticas sobre las actividades y, sobre todo, un tema clave de la €poca, la formacién de recursos humanos calificados para hacerlo. Varios paises de a regién, ejecutaron en los afios setenta acciones concretas en estas direcciones y en cuanto a la recopilacién de informacién sobre cyr, intentaron cumplir con Ia solicitud de la UNESCO, organismo que sistematiz6 datos comparativos sobre el “potencial tecnolégico y cientifico nacional”. “4 INTRODUCCION Por otro lado, el ambito regional, y en particular impulsados por la OFA, se realizaron diversos estudios sobre los instrumentos de politica cientifica y tecnolé- gica adecuados para América Latina (stP1) financiado por el irc de Canada, y diversos relevamientos de recursos ¢ investigaciones sobre las capacidades necesa- rias para el futuro. Figuras clave de estos procesos fueron el peruano Francisco Sagasti, el mexicano Fernando Nadal, el colombiano Fernando Chaparro, el vene- zolano Ignacio Avalos, el brasileiio Fabio Erber y el argentino Alberto Ardoz, quienes coordinaron diversos trabajos en esta direccién. Institucionalizacion de los ESCyT Como seiialamos més arriba, existen en la actualidad diversos textos que han reflexionado sobre el desarrollo de los estudios crs en América Latina. Por ello, antes que intentar una nueva narraci6n, nos resulta oportuno basar esta seccién en algunos de ellos, como Vessuri (1987, 1983), Kreimer y Thomas (2004), Vac- carezza (2004), Kreimer (2007), Arellano y Kreimer (2011) y Arellano, Arvanitis y Vinck (2012). A partir del fin de los aiios setenta se produjeron dos rupturas claramente observables en el estudio histérico de la ciencia en América Latina. La primera de elas se refiere a la puesta en cuestién de un modelo llamado “difusionista’. El modelo —que, como veremos, excede largamente al campo historiografico- surge de la necesidad de comprender histéricamente el desarrollo de Ja ciencia en el mundo extraeuropeo, lo cual lleva, inevitablemente, a situarse en la tensién entre “la afirmacién del caracter universal y positivo del conocimiento cientifico, por un lado, y de la naturaleza contextual, hoy generalmente reconocida, de la actividad cientifica” (Saldafia, 1996:13). Asi como a comienzos del siglo xx, los historiadores marcados por un fuerte eurocentrismo, se concentraban en las contribuciones a la ciencia internacional hechas “desde” Latinoamérica, hacia los afios cincuenta se produjo un cierto “des- cubrimiento” de la ciencia Jatinoamericana, intentando explicarla desde las matri- ces sociales y culturales que les habrian dado lugar. Autores como Fernando De Azevedo, por ejemplo, en su As ciencias no Brasil (1955) intentan explicar de qué modo se desarrollé Ja ciencia en Brasil, en relacién con los parametros de desa- rrollo nacional, interrogandose sobre las causas del atraso relative que se consta- taba, en relacion con la “ciencia central”; es decir, de matriz europea. En México el libro de Eli de Gortari La ciencia en la historia de México (1963) es una de las pocas investigaciones generales tempranas sobre la ciencia mexicana. Es interesante sefialar que, a diferencia de lo que ocurrié en Europa y en Estados Unidos, en América Latina la sociologia funcionalista de la ciencia tuvo un menor desarrollo en los departamentos de sociologia, aunque esa tradicién tuvo una ma- yor presencia especialmente entre los grupos que hicieron estudios bibliométricos en la tentativa de producir indicadores (cf. Schwartzman, 1985; Velho, 1994). Como vimos, el estudio del desarrollo cientifico y tecnolégico era objeto, hasta los INTRODUCCION afios ochenta, fundamentalmente de abordajes de inspiracién hist6rica 0 politica. De modo que el giro que implicé el constructivismo no se asenté, en la regién, tanto sobre las criticas a los modelos normativos, sino mas bien sobre terrenos diferentes: el predominio de perspectivas hist6ricas “no sociales”, de perspectivas politicas mds que analiticas, y de cierta produccién de conocimientos cuya funcién no era su legitimacién o interlocucién académica, sino su posible utilizacin para el desarrollo de instrumentos de politica. Asi, lo que se plante6 entonces acerca de poner la atencién en Ja “ciencia mientras se hace”, y no sélo en sus productos, asi como sobre las practicas concretas de produccién de conocimientos, resultaba sumamente novedoso. De hecho, los escasos estudios sociolégicos o socic-hist6ricos emprendidos hasta los afios ochenta, se dirigieron a explicar el desarrollo de comunidades cientificas a escala nacional, o de algunas disciplinas especificas. Como resefia Hebe Vessuri (1987), es posible identificar en este sentido algunos trabajos pioneros, desarrolla- dos respectivamente por Edmundo Fuenzalida en Chile, Simon Schwartzman en Brasil y Marcel Roche en Venezuela. E] primero de ellos hizo un estudio sobre el comportamiento de la investigaci6n cientifica chilena, en relacién con un contexto internacional fuertemente estratificado y de la situaci6n en que se encontraban, en ese marco, los cientificos de los paises en desarrollo, mientras que Schwartzman hace una reconstruccién de la emergencia y desarrollo de la comunidad cientifica en Brasil, desde los comienzos y la herencia portuguesa, hasta los tiempos mas “mo- demos” de verdadera institucionalizacién de la investigacién cientifica en ese pais Roche, por su parte, se consagré a un “estudio empirico sociolégico de la comuni- dad cientifica venezolana”. Por medio de encuestas, se focalizé en el estudio de las caracteristicas psicosociales mas relevantes de la comunidad cientifica venezolana. A partir de los aiios ochenta se observa una institucionalizacién de los estudios sociales de ciencia y tecnologia, en diversas instituciones, ya sea a través de grupos especificos radicados en instituciones de investigacién mas general (como en el Colegio de México, o el 11s (Instituto de Investigaciones Sociales) y el cit (Centro para la Innovacién Tecnolégica), ambos de la UNAM en México o GRADE, en Lima, Peri o en instituciones dedicadas enteramente a estos temas, como el Area de Ciencia y Tecnologia del cENDES en la Universidad Central de Venezuela, el De- partamento de Politica cy en la Universidad de Campinas, el Departamento de Gestion de Tecnologia y el de Historia de la Ciencia, ambos en la usp-Sao Paulo, el Programa de Ingenieria de la Produccién (copre), en la UFRy en Brasil, el De- partamento de Estudios de la Ciencia del rvic, Venezuela y el Instituto Carlos Finlay de Estudio y Organizacién de la Ciencia de la Academia de Ciencias de Cuba ©, mas tarde, el Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologia en la Universidad de Quilmes, en Argentina, entre otros varios Las investigaciones se despliegan en dimensiones y disciplinas del medio acadé- mico y van conformando corrientes de anilisis y comprensién de la ciencia y la tecnologia, asi como de su relevancia social en los contextos de la regién latinoa- mericana. Una diversificacion originaria de disciplinas (sociologia, antropologia, economia, historia, filosoffa, etc.) se ha venido transformando en una mezcla in- 16 INTRODUCCION terdisciplinaria de disciplinas y enfoques, aunque todavia subsiste cierto peso dis- ciplinario relativo. Se empiezan a organizar grupos crecientes de sociologia, histo- ria social, antropologia y politica de 1a ciencia, asi como de la economia del cambio tecnolégico y de la innovacién, y muchos de ellos van convergiendo en espacios comunes de interaccién y debate. Asi, muchos trabajos incorporaron en sus marcos analiticos conceptos provenientes de diferentes matrices tedricas (una de las operaciones ms comunes es la triangulacién de elementos de sociologia del conocimiento y de la ciencia con concepwualizaciones de politicas piiblicas 0 economia). A lo largo de los tiltimos dos decenios del siglo xx, el campo de estu- dios sociales de la ciencia y la tecnologia se expandié tanto en términos cuantita- tivos -més publicaciones, mAs investigadores, més instancias de formacién y capa- citacién de recursos humanos-, como cualitativos -mayor diversidad tematica, la pluralizacién de abordajes tedrico-metodolégicos utilizados, institucionalizacin de la investigacién y de la formacién de recursos humanos-. Dos movimientos complementarios -y aparentemente parad6jicos- se produje- ron durante estos afios: por un lado, la emergencia, y “recepcién” (a veces critica, a veces “tal cual”) de los diferentes enfoques constructivistas fueron generando una difusién disciplinaria, en donde el “conocimiento” va atravesando, como ob- jeto, tanto a los estudios de la ciencia como los que se centran en la tecnologia. Esto resulta particularmente relevante, por ejemplo, en los trabajos con abordajes relativos al estudio de las “redes de conocimiento” (Casas, 2001) tanto como a la influyente perspectiva de la Triple Hélice. La produccién de trabajos en sociologia ¢ historia de la ciencia y la tecnolo- gia se desarrolla en los aftos ochenta y noventa paralelamente a la difusién en Ia regién de nuevos conceptos de sociologia constructivista. La adopcién de esta perspectiva dio lugar a una serie relativamente extensa de proyectos y programas de investigacién de base empirica. Frente a la produccién de caracter general ~y a veces ensayistico~ de la fase anterior, durante los dos tiltimos decenios se privilegian abordajes tedrico-metodolégicos basados en una profesionalizacién del trabajo de archivo y documentacién y en trabajo de campo: estudios de caso, diversas tecni- cas de entrevistas, reconstruccién de redes de actores, anélisis socio-institucional, estudios etnometodolégicos. Cambid, al mismo tiempo, la forma de recortar los objetos de andlisis. De los grandes temas de politica de cyT a escala nacional, se pas6 a la focalizacién de obje- tos discretos: grupos y lineas de investigacién, instituciones de 1+D, artefactos y pro- cesos de produccién, procesos de produccién de conocimientos. O, en otros térmi- nos, donde anteriormente se priorizaba —de manera casi excluyente- el espacio macro, ahora se privilegian los niveles de andlisis micro y meso. No deja de ser inte- resante notar una “coincidencia” entre el contexto social y politico y la preocupacién de los estudios con intervencién. El foco en los estudios micro, de caso, etc., por ejemplo, coincide con el periodo de “neoliberalismo” politico y la ideologia del “es- tado minimo” en Brasil iniciado en el gobierno de Collor en 1990. Paralelamente, el caracter normativo de la produccién fue desplazandose hacia el estudio descriptivo y el andlisis explicativo realizado a la luz de las nuevas herramientas conceptuales. pwTRODUCCION 7 Una excepcién, tanto en Ia orientacién “micro” de los trabajos como en el en- foque constructivista, la constituye una frecuente preocupacién por el estudio de algunos campos académicos especificos (comunicacién, educacién, quimica, etc.), usualmente emprendidas por investigadores cuya formacién inicial pertenece al campo estudiado. Al mismo tiempo, la preocupacién por el estudio de campos cientificos viene de la mano de la fuerte influencia que han tenido los trabajos de Pierre Bourdieu en América Latina desde el comienzo de los aitos ochenta, y no sélo en los referidos al estudio social de la ciencia (ciertamente marginales en los trabajos de este autor). ‘Algunas lineas de trabajo, en particular, asumieron el desafio del principio de simetria propuesto (en diferentes formulaciones, radicales y moderadas) por las teorias relativistas. Sin embargo, es necesario acotar que, en una significativa can- tidad de casos, estudios autodenominados relativistas-constructivistas no han supe- rado, en la practica, el alcance de estudios externalistas, focalizados en aspectos socio-institucionales. Aunque incorporan el producto de conocimiento (cientifico © tecnolégico), lo hacen como una cuestidn relativamente secundaria -o como mero “resultado” de un proceso social que, aunque complejo, es lineal- en el anilisis y la construccién de explicaciones. La adopcién de las nuevas conceptualizaciones constructivistas dio lugar a una serie de resignificaciones y desplazamientos tematicos. Por una parte, llev6 a la re- vision de tematicas abordadas previamente desde otras perspectivas. Se revisitaron asi cuestiones sobre procesos de constitucién de disciplinas cientificas, en el nivel local; interacciones intra y extrarregionales de la comunidad cientifica y tecnolé- gica, la relacién de los cientificos con el mercado, las relaciones entre procesos de produccién de conocimientos y produccién de bienes y servicios, las relaciones entre politicas de ciencia y tecnologia y estrategias de los actores, por ejemplo. Por otro lado, se plantearon algunos trabajos criticos, orientados a cuestionar Ia insuficiencia de los nuevos conceptos constructivistas como mecanismos expli- cativos de las dinamicas locales. Estos trabajos discutian, en particular, la limitacion de las conceptualizaciones de “actor-red’” y “redes tecno-economicas” como herra- mientas analiticas adecuada para abarcar fenémenos vinculados a situaciones re- gionales insoslayables en América latina: situacién periférica, transnacionalizacién y globalizacién de la produccién, debilidad politica estructural de los aparatos de estado, situacién de las unidades de 1+. Como sefialamos, la relacién entre las preocupaciones por una intervencién sobre las politicas y las necesidades de generacién de conocimientos, es un aspec- to que estard en tensién durante todos estos aiios. Con todo, un fuerte acercamien- to entre las politicas de G¥T y los conceptos ¢ ideas surgidos del campo crs se va a producir desde el final de los aiios ochenta y, sobre todo en los afios noventa. Sin embargo, ello no se produce en una direccién critica acerca del papel de la ciencia en la sociedad, sino por el contrario, en la adopcién, por parte de la ma- yoria de los gobiernos de la regién, de conceptos surgidos en la economia de la innovacién y en la necesidad de generar mayor productividad y competitividad en Jas economfas nacionales. Asi, nociones como la de Sistema Nacional de Innovacién 18 INTRODUCCION van a irrumpir fuertemente, en general de manera acritica ¢ instrumentalizada en el discurso, y en una buena porcién de las practicas de las politicas de cyt duran- te esos afios. Formacién en crs En paralelo con la institucionalizacién del campo, fueron surgiendo diversos pro- gramas para la formacién de nuevos investigadores, lo que podriamos encuadrar dentro de una estrategia de “reproduccién ampliada” del propio campo. Como mostraremos en el cuadro correspondiente mas adelante, a pesar de importantes asimetrias generacionales y etarias, una parte importante de quienes fueron con- formando estos programas de posgrado se habian formado fuera de la region, ya que alli no existian espacios para ello. Sin embargo, el panorama va cambiando cuando comienzan a establecerse espacios de formacién locales. Esta formacién se orienté hacia el posgrado, bajo la forma de maestrias y doc- torados. Sobresale, a lo largo de todos estos afios, la gran diversidad en las forma- ciones de grado de los especialistas que se van incorporando al campo, donde coexisten socidlogos, antropélogos ¢ historiadores con ingenicros, bidlogos o fisi- cos, entre otras varias profesiones. Desde hace mas de tres decenios se fueron creando numerosos programas, el primero de los cuales se establecié en el CENDES, Caracas (Maestria en “Planificacién del desarrollo, mencién Ciencia y Tecnologia”), unos pocos afios después de haber- se establecido los primeros programas similares en Europa (principalmente en el Reino Unido y en Francia), y luego Brasil, en Campinas (UNICAMP-DPCT), juntamen- te con Programas de Historia de la Ciencia y de Gestién de la Innovacién en la Universidad de Sao Paulo, la urry (Engenharia da Producdo, con especializacién en Politicas de Ciencia y Tecnologia, corre, Rio de Janeiro), la Universidad de Buenos Aires (UA, Argentina), la Universidad Autonoma de Yucatan (uavy), la Universidad Autonoma Metropolitana, Xochimilco, y varios mas. Hacia la segunda mitad de los afios ochenta, la Oficina Regional de uNesco para Ciencia y Tecnologia (orcyt), con sede en Montevideo promovié la edicién de un catélogo de cursos de posgrado en “Planificacion, gestién y estudios sociales de la ciencia y la tecnologia” (UNESCO/ oRCYT, 1990) y brinds el apoyo institucional y financiero para el establecimiento de una Red de Programas de Posgrado (red Post), que funcioné entre fines de los afios. ochenta y comienzos del nuevo milenio. Hacia fines de los afios noventa se habian relevado 11 programas de posgrado (en general maestrias y algunos doctorados), aunque su ntimero no dejé de crecer en los afios siguientes. Todo este movimiento permitié que, ya en el segundo decenio del siglo xx1, una importante cantidad de jévenes se haya formado en posgrados latinoamerica- nos, fortaleciendo tanto la investigacién en estudios sociales de la ciencia y la tecnologia como, en algunos casos (menos de lo esperable, por cierto), de proveer de profesionales capacitados para conformar cuadros del Estado en el campo de las politicas de ciencia y tecnologia. INTRODUCCION 19 Espacios de interaccién: revistas y congresos Desde mediados de los noventa se comenzaron a organizar en forma bianual los Congresos Latinoamericanos de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologia (jornadas Esocrre) y también tienen lugar seminarios permanentes, foros nacio- nales y latinoamericanos, que incluyen cada vez mas investigadores y grupos con trayectorias en investigacin y formacién de posgrado. Desde el afio 2001 se han comenzado a realizar, también en forma bianual, escuelas doctorales latinoameri- canas en CTS (en afios alternados con los congresos EsociTe), con una participa- ci6n creciente. Paralelamente, la Asociacién Latino-Iberoamericana de Gestién Tecnologica (avrec) ha realizado congresos periédicos, mayormente influidos por las cuestio- nes relativas a la economia de la innovacién, las cuestiones de gestion y las politi- cas tecnolégicas. También lo ha hecho Ia Sociedad Latinoamericana de Historia de la Giencia y la Tecnologia. Desde hace varios decenios existen revistas especializadas en diversos aspectos del campo crs en América Latina. En la historia de la ciencia debemos mencionar Ia revista QUIPU, que se editaba en la UNAM de México, Historia, Ciéncia, Satide, edi- tada por la Fundacién Oswaldo Cruz (Manguinhos), la Revista Brasileira de Historia da Ciéncia y, més recientemente, Eé Journal, Revista de Humanidades Médicas y Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologia apoyada por la Asociacién Argenti- na para la Historia de la Medicina (sarme). En particular, una revista acompaiia ese crecimiento, la revista REDES, publicada en Buenos Aires, por la Universidad Nacional de Quilmes desde 1995, que en la prictica funciona como el érgano de comunicacién fundamental de la actividad formal en los escyr-crs en América Latina. Desde hace algo més de una década se publica también la Revista Iberoamericana de cs, coeditada por la OE1, el grupo Redes y la Universidad de Salamanca. CRONOLOGIA DEL DESARROLLO DEL CAMPO CTS EN AMERICA LATINA En la tabla siguiente se puede observar el desarrollo del campo segin una organi- zacién de las sucesivas generaciones. Naturalmente, existen ciertas asimetrias en cuanto a los componentes de las diversas generaciones, pero en lineas generales se nota que, en los tiltimos decenios, el proceso de institucionalizacién fue acompa- fiando, también, el proceso de profesionalizacién, elementos centrales en el desarro- lo de todo campo (Salomon, 1994). Asi, la primera generacién corresponde, grosso modo, a los representantes del Hamado Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnologia y Desarrollo con figuras como las que mencionamos més arriba. Atin si algunos de ellos tuvieron una actuacin destacada en el proceso de institucionalizacién, como Amilcar He- rrera o Enrique Oteiza, entre otros, su preocupacién estaba més dirigida a explicar 20 INTRODUCCION el papel de Ja ciencia y la tecnologia en el desarrollo de las sociedades latinoame- ricanas y a imaginar diversas formas de intervenir. Algunos desarrollaron estudios més sistematicos mientras que otros tuvieron intervenciones més ligadas a los modos de intervencién, pero todos ellos contribuyeron a tematizar publicamente las cuestiones ligadas con las relaciones ciencia-tecnologia-sociedad, en particular en sus dimensiones politicas A partir de la segunda generaci6n se observa una mayor preocupacién por la institucionalizacién, a través de la creacion de programas especificos de formacién de nuevos investigadores (que hemos denominado més arriba como la “reproduc- cién ampliada del campo”), y de programas especificos de investigacién dentro de diversas universidades y centros de investigacién. Mas tarde, hacia los afios noven- ta, se comienzan a desarrollar mis activamente las publicaciones, al tiempo que se multiplican los espacios sociales de interaccién, en particular a través de la orga- nizacién periédica de los congresos EsoctTE, lo que dio lugar a la conformacion, en 2006 en Bogotd, de la Sociedad Latinoamericana de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnologia. A lo largo de este proceso las investigaciones se fueron “formalizando” cada vez més, en la medida en que ello fue fortalecido por un fuerte desarrollo de las maestrias y doctorados en las ciencias sociales en América Latina, generalmente acompaiiados por la accién importante de instituciones de estimulo, evaluacién y regulacién de dichos programas (como la CAPES de Brasil o la conzau de Argen- tina), asf como las diversas agencias de financiamiento que, por medio de sistemas de becas, establecieron estandares formales y plazos especificos para la realizacién de tesis de posgrado. Este proceso fue generando que los nuevos investigadores que se incorporaban al campo, en las generaciones tercera y cuarta, trabajaran con un importante rigor en sus investigaciones, aunque sus agendas de investigaci6n estuvieran un poco restringidas, orientadas en buena medida hacia los trabajos que ya habjan desarro- lado las generaciones precedentes. v por lo tanto los margenes de innovacién tematica fueran menores. Es normal en el desarrollo de todo campo, en la medida en que se va estabilizando, que los primeros tengan “todo un horizonte tematico inexplorado”, mientras que luego se produzca una especializacién y se vayan de- sarrollando tradiciones de investigacién que incluyen tematicas, conceptos y me- todologias propios. INTRODUCCION 2a GUADRO 1: ESQUEMA DEL DESARROLLO DEL GAMPO CTS EN AMERICA LATINA EN FUNCION DE LAS SUCESIVAS GENERACIONES ‘ADSCRIPCION a ViNCULOS RASGOS GENERACION INSTITUGIONAMIDA \TERNACIONALES _ PRINCIPALES DISGIPLINARIA Ta Generacion, _ Cientificos Baja En particular Principalmente _ Dimensiones mneros ¢ ingenieros se trata de intentos latinoamericanos _ politicas y principalmente _individualeso —_—facilitados por__—_originalidad en la (algunos de trabajosen el apoyo de formulacién de ‘economistas) instituciones onganismos un “Pensamiento no dedicadasa —_intenacionales.__Latinoamericano”. estudios crs. (UNESCO/oEA/ —_Importante DRC /BM) creatividad. Qa.Generacidn. En generalenlas Media Setrata —_Fuertes. Se El énfasis Formada ciencias sociales. de individuos trata de una “politico” se va principalmente —_Aquellos que que van creando —generacién que, _wansformando fen posgrados del tenian formacién grupos y espacios casi enteramente, (sin desaparecer exterior, en ciencias institucionales se formé en por completo} en naturales oen _especificamente _instituciones preocupaciones ingenierias. dedicados a académicas tematicas, tedricas realizaron desarrollar localizadas y metodologicas posgrados en investigaciones _en los paises ligadas a ta Ciencias sociales yformacién en —_cenurales, con ——_conformaci6n (dentro del campo temas de crs. cuyosreferentes del campo c7s y crs y economia mantienen. ala formacion de del cambio fuerteslazosde —_discipulos. tecnol6gico) colaboracién. 3a.Generacién. Normalmente Alta. Se uatade Medios. En la. Mayor rigor Formada en enlasciencias _investigadores. medida en que se académico que posgrados sociales, tanto con una base trata de discipulos las generaciones locales. en grado como, —_disciplinaria delageneracion _precedentes, enespecial, en —_amplia, que anterior, aunque una menor posgrados crs. en algunas muchos de ellos originalidad, en instituciones se __desarrollaron los __ los desarrollos. conceniré en mismos vinculos, te6ricos y menores tomoalasciencias perocon menor _preocupaciones sociales y la intensidad. politicas. economia, 4a.Generacién. Conunorigen Alta. Y Medios, pero Rigor académico Formada disciplinario “normalizada” — enaumento.A_—_ importante ‘en equipos variado, aunque atravesde las nivel personal () taubicsi consolidados. predominan las institucionesde sus referentes_—“normalizado”) cciencias sociales. _investigacion principales son los Agenda y de politica ideres crs locales internacional Gientifica locales, latinoamericanos, _incorporada con queamenudo ——peroentérminos menor criticidad. se formaron conceptuales/ _Re-descubrimiento ytrabajan en analiticos los de las dimensiones centrose institutos referentes son _“politicas’. dedicados autores europeos plenamenteo en _y estadunidenses, gran medidaa los en contactos estudios crs. intensificados via posdoctorados. Todo ello se fue dando en una tension entre la adopcién ~a menudo acritica~ de conceptos desarrollados por los representantes del campo CTs en los paises mas avanzados, frente el desarrollo de teorizaciones propias. Algunas conceptualizacio-

You might also like