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Concepción, catorce de junio de dos mil dieciséis.

VISTOS Y OIDOS

Comparece PAOLA ANGELICA BETANCOURT RECABAL., secretaria,


Cesante, Cédula de identidad N° 12.181.339-4, domiciliada en calle Los Acacios
N° 780, comuna Arauco; deduce demanda de tutela laboral por vulneración de
derechos fundamentales, en contra del FISCO DE CHILE, representado en la
persona del Abogado Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado don
GEORGY SCHUBERT STUDER, ( o quien sus derechos represente en efecto del
mencionado), todos con domicilio en calle Diagonal Pedro Aguirre Cerda N° 1129,
4to. Piso, comuna de Concepción, en razón de los siguientes antecedentes que
expone:

Ingresa a la institución Carabineros de Chile con fecha 26 de septiembre


del año 2006, mediante la modalidad a contratada por resolución (C.P.R.), en
calidad de telefonista grado 16° y se desempeña en la Central de Comunicaciones
de Carabineros (Cenco Coronel) y pese a que por normativa interna, una
funcionaría civil, como era su caso, sólo debía atender la línea telefónica nivel 133
y telefonista Institucional, sin embargo, por exigencias e imposición de sus
superiores, debió operar el sistema biométrico, ingreso de presuntas desgracias,
ingreso de encargo de vehículos, enviar a procedimientos a los funcionarios a la
población haciendo uso del equipo radial y a la vez ingresando cada
procedimiento policial a un sistema de cartillas y registrar las llamadas en el
sistema de Carabineros. Estas funciones se debían cumplir en un sistema de
turno, como sigue:

1er. turno 08:00 - 16:00


- 2do. turno 13:00-22:00

- 3er. turno 22:00 - 08:00

Por tanto, se debía cumplir 44 horas semanales, de lunes a domingo,feriados y


festivos los podían trabajar pero debían ser devueltos a la semana siguiente cosa
que nunca ocurrió, información que puede ser corroborada en los respectivos
libros de firma y los ingresos en el sistema AUPOL.
Al entrar a Carabineros ingresó con grado 16° y después de nueve años
ininterrumpidos, llegó al grado económico 14°, en cambio un operador de
emergencia ingresan con grado 14° y. además, le pagan asignación máquina, lo
que no ocurrió en su caso. Téngase presente que en la actualidad la diferencia de
sueldo entre un telefonista y un operador de emergencias, oscila entre los $
300.000 mensuales. Suma de dinero que jamás percibió pese haberlo solicitado
en reiteradas ocasiones.
Expone que además, se le designó y obligó a trabajar en la oficina de
órdenes judiciales y entrega de certificado de residencia (cuando lo hacía
Carabineros) en la oficina de partes ingresando la documentación electrónica, en
el consultorio tipo II con la Dra. Uribe entregando las fichas de los funcionarios
para atención médica ya que su asistente se encontraba con licencia.

También, se le designó a trabajar con el subcomisario administrativo


realizando las notificaciones a los funcionarios de los sumarios, kardex
institucional, digitalización de las hojas de vida (en cada carpeta de los
funcionarios de encuentra una hoja donde debía ser firmada por el Comisario de
la Unidad y por la persona responsable de la digitalización, es decir esta C.P.R.

Estas labores fueron desempeñadas hasta el año 2012, cuando el


Suboficial Mayor Bernardo Vidal Morales el cual le manifiesta que debe ser
trasladada a la Subcomisaria Lagunillas porque de acuerdo a la Lista Revista de
Comisario ella era de dotación de esa unidad menor.

En la subcomisaria Lagunillas se desempeñó en la oficina de parte,


ingresando y tramitando órdenes judiciales, llevando el libro de los vehículos
(repuestos), ingresando labor de los funcionarios (control de identidad, control
vehicular, control alcoholes al sistema aupol), ingresando documentación
electrónica siempre cumpliendo las 44 horas semanales,

En octubre del año 2013 cuando por documentación electrónica se le


ordena que tiene que presentarse en la segunda comisaria de Coronel para una
reunión en la cual se le comunicó que volvía a trabajar a esa unidad a la central
de comunicaciones ya que se había implementado el nivel 133 rural, en la
ocasión le expuso al mayor Comisario Eric Martin Castro que su traslado debía
hacerlo con documento, el cual se ofuscó y le dijo que yo pertenecía a la segunda
comisaria de Coronel y que si le gustaba bueno porque afuera había una fila bien
grande esperando su trabajo, a la vez le dijo que si podía entrar una hora antes
para poder retirarme antes ya que era de Arauco y tenía que tomar locomoción en
la ciudad de Lota sector polvorín y era peligroso, le respondió que ese no era su
problema que para que había buscado trabajo en Coronel.

Todo lo anterior, pese a que su contrato laboral, que corresponde a una


resolución, era específico en cuanto a la función que debía cumplir, y con la única
finalidad de conservar su empleo, se vió en la obligación de acatar y cumplir con
el cúmulo de tareas que se le asignaron. Todo esto en conocimiento del Alto
Mando de Carabineros de Chile en la zona, representado por el Sr. General Jefe
de Zona.
En la ocasión que se realizó una capacitación en el Departamento Tic de
Santiago para implementar el nivel 133 rural la Sra. Gema Montenegro a la cual le
manifestamos esta recurrente y otras funcionarías telefonistas que no eran
operadores de emergencia sólo telefonista y que no estaban percibiendo la
asignación máquina a lo cual les dijo que por intermedio de la oficina de parte
enviáramos un documento solicitándola el cual fue rechazado ya que esa
asignación es para los operadores de emergencia y no telefonistas, esa fue la
respuesta. Es decir, el Mando sabía que el cargo era telefonista y le encomendó
labores de Operador de emergencia, sin ni siquiera tramitar la solicitud de pago
de beneficios.
Cumpliendo con lo ordenado, empezó a trabajar en la central de
comunicaciones y a las dos semanas le llegó la comisión de servicio autorizada
por el Departamento de Personal P.5., hasta diciembre de año 2013 (realizando
las mismas labores antes mencionadas (contestar el nivel 133, biométrico, ingreso
de presuntas desgracias, ingreso de encargo de vehículos, enviar a
procedimientos a los funcionarios a la población haciendo uso del equipo radial y
a la vez ingresando cada procedimiento policial a un sistema de cartillas),
trabajando las 44 horas semanales y un solo domingo al mes libre no cumpliendo
con lo estipulado en la circular N° 1743, de fecha 28.SEP.2012, de la Dirección
Nacional del Personal, y que se refiere al Personal Contratado por Resolución,
imparte Instrucciones.-

Llega el mes de abril del año 2015 donde le comunican que debe regresar
a la Subcomisaria Lagunillas porque el Departamento Personal Civil P.5., se había
dado cuenta que le habían tenido sin ninguna autorización todo ese periodo (un
año y medio), en ese mismo lapso la sancionaron con una medida disciplinaria
consistente en una censura, justamente por reclamar sus derechos laborales,
donde sus Mandos, Comisario de la Segunda Comisaría Coronel y Prefecto de la
Prefectura Concepción, ambos dependientes de la Jefatura de Zona, envían un
documento electrónico al citado Departamento de Personal, para que no le
renueve el contrato, sin tener en cuenta que esta sanción no se encontraba firme
y ejecutoriada y además cuando esta ex -funcionaría recurrió a la Contraloría
General de la República por lo injusto de esta sanción administrativa. Carabineros
se vio en la obligación de invalidarla, sin antes realizar una investigación
administrativa.

A la vez sus Mandos, por las circunstancias que el Órgano Contralor


ordenó invalidar la sanción disciplinaria, de inmediato desarrollaron una serie de
hostigamientos y persecuciones en su contra, llegando incluso a solicitar el
cambio de contrato para poder trasladarle a la segunda Comisaria de Coronel
siendo aceptado el traslado y por circunstancias que no le explicaron hasta el día
de hoy, y con el único fin de perjudicarle, nunca se materializó este acto
administrativo y menos fue informada de este documento electrónico, sino que se
mantuvieran en la Subcomisaria Lagunillas, con la evidente mala intención,
abusiva, arbitraria y discriminatoria de sus Mandos (Comisario de Coronel y
Prefecto de Concepción), de no renovar más su contrato, esgrimiendo la causal
de que no eran necesarios sus servicios, situación que no es efectiva, ya que la
plaza se encuentra creada y vigente. Sobre este particular, siguiendo el conducto
regular, fue recibida en entrevista por el jefe de Zona General HERMES SOTO
ISLA, quien hizo causa común con lo resuelto, no dando respuesta ni solución a lo
pedido, pese a que entendió que se había cometido un acto administrativo injusto.

Agrega, que los informes de su desempeño siempre han sido óptimos, se le


ha evaluado con una calificación sobresaliente, resaltando su calidad de trabajo v
compromiso con las tareas asignadas, es decir, siempre ha estado en lista UNO
DE MERITOS.

Como pasa a decir, su despido ha sido con vulneración de derechos


amparado por el artículo 19° N° 1, 2 y 3, de la Constitución Política de la
República, señalados en el artículo 486 del Código del Trabajo, ello por cuanto su
empleador ha establecido de facto un trato poco igualitario. Lo que, a todas luces
constituye un acto de discriminación, ya que afecta su derecho de igualdad ante la
ley, pues los actos que determinan la no continuidad de sus funciones no respetó
ninguno de los criterios que la propia administración fijó para ponerle término a
una contrata y que rigen respecto de la generalidad de funcionarios en la misma
situación laboral. Tal como se argumenta en el Decreto 35 de fecha 13 de
noviembre de 2014, donde se establece que los criterios para la eventual no
renovación del personal a contrata deben estar limitados sólo a casos
debidamente fundados, que impidan discriminaciones arbitrarias y que ello debe
basarse en fundamentos objetivos obtenidos del proceso de evaluación de
desempeño de los funcionarios, lo que en este caso no ocurrió.

En relación a la posible duda que pudiere existir respecto de si procede o no la


aplicación del procedimiento de Tutela Laboral, efectivamente, es evidente que los
trabajadores del sector público también gozan de derechos fundamentales y son
dichos derechos fundamentales los que protege el procedimiento laboral. El
problema es que tal vez el legislador laboral jamás pensó que la acción de tutela,
establecida expresamente para garantizar la protección de algunos derechos
fundamentales específicos e inespecíficos de los trabajadores del sector privado,
pudiera también aplicarse a aquéllos y dirigirse contra organismos estatales. Es
así que en la regulación del procedimiento tutelar no se encuentra remisión alguna
a trabajadores regidos por el Estatuto Administrativo y otras leyes especiales, de
manera que la posibilidad de aplicar el procedimiento de tutela laboral a los
trabajadores del sector público dependía de la interpretación judicial de las reglas
generales de competencia contenidas en los artículos 1, 420 y 485 del Código del
Trabajo, en una interpretación que tradicionalmente les fallaba en contra.
Recientemente la Corte Suprema a propósito del despido de un trabajador
a contrata, le da la razón a los trabajadores. En fallo de 30 de Abril de 2014 (Corte
Suprema. Rol N° 10.972-2013). los Ministros Ricardo Blanco, Gloria Ana
Chevesich, Carlos Aránguiz, Andrea Muñoz y el Abogado Guillermo Piedrabuena
sostuvo exactamente lo contrario a lo que tradicionalmente venía sosteniendo la
jurisprudencia en tema de competencia, indicando y estableciendo que los
trabajadores del sector público si tenían derecho a recurrir vía procedimiento de
tutela. ¿La razón? En esencia, afirmaron que el Estatuto Administrativo no
contempla normas o procedimientos especiales para la protección de los
derechos fundamentales de los trabajadores (la reclamación administrativa ante la
Contraloría “se limita a los vicios o defectos de que pueda adolecer un acto
administrativo”) y tampoco se advierte cómo normas protectoras de los derechos
fundamentales de los funcionarios podrían ser incompatibles con lo dispuesto en
el estatuto especial que los rige. También afirmó que la expresión “trabajadores”
comprende a los públicos. Es decir, la mismas normas jurídicas, pero con una
interpretación distinta. ¿Mera casualidad? Con excepción del abogado
Piedrabuena (ex Fiscal Nacional y el único que votó en contra), los demás jueces
son todos miembros “nuevos” de la Corte Suprema, asumidos hace un par de
meses, que han cambiado el criterio a beneficio de los cientos y miles de
trabajadores que encontrarán por esta vía un procedimiento de defensa de sus
derechos.

La Cuarta Sala de la Corte Suprema en un hecho histórico ha determinado


que los funcionarios públicos también pueden utilizar el procedimiento de tutela
laboral para defender sus derechos ante un caso como el despido, esto en el
marco de los procesos que se siguen ante los Juzgados de Letras del Trabajo.
Los Juzgados de Letras del Trabajo son competentes para conocer las acciones
de tutela laboral ejercidas por un funcionario público que denuncia una conducta
de su empleador que, a su juicio, afecta sus derechos fundamentales.

Pero la Corte no sólo ha hecho aquello, sino que ha unificado la


Jurisprudencia respecto a las competencias que le caben a los juzgados laborales
en los procedimientos que están relacionados con los derechos fundamentales de
los trabajadores del sector público. La Corte ha fijado un criterio de interpretación
sobre esta materia, muy positivo para los trabajadores del sector público, en este
caso, la competencia de los Tribunales del Trabajo para conocer tutelas de
derechos de funcionarios públicos, lo que no limita a estos trabajadores ante un
despido vulneratorio, en el sentido de que antes debían conformarse con recurrir
a contraloría, que únicamente revisaba aspectos reglamentarios. AHORA
PUEDEN RECURRIR A LOS TRIBUNALES LABORALES.
La sentencia del máximo tribunal determina que los funcionarios públicos
no se encuentran limitados por el Estatuto Administrativo para acceder a los
procedimientos del Código del Trabajo reformados.

La relación entre el funcionario y la administración, corresponde hacer


algunas precisiones, primero establecer que es un vínculo estatuario de derecho
público, que en su sentido amplio, supone la sujeción de los funcionarios,
empleados o servidores públicos a un régimen de derecho público preestablecido,
unilateral, objetivo e impersonal, fijado por el Estado, cualquiera que sea el
nombre especifico que pudieran recibir los diversos cuerpos estatutarios que los
rijan y sea cual fuere la naturaleza del servicio en que se desempeñen. Significa
entonces que el vínculo se inicia con un acto unilateral de la Administración
denominado “nombramiento”, y no con un acto bilateral como lo es el contrato.

La contrata participa de la misma finalidad que el cargo de planta. En efecto


el artículo 2 de la Ley 18.834 sobre Estatuto Administrativo señala “Los cargos de
planta o a contrata sólo podrán corresponder a funciones propias que deban
realizar las instituciones referidas en el artículo 1”.

La contrata es un cargo público a través del cual se realiza la función


administrativa, de modo que se le aplican las normas que rigen el derecho
administrativo tales como la Ley 18.834, sobre Estatuto Administrativo y la ley
19.880 sobre bases del procedimiento administrativo.

La característica esencial de la contrata es su carácter transitorio. Según el


artículo 10 de la Ley 18.834 duran como máximo hasta el 31 de diciembre de
cada año. Esta duración es un límite que concuerda con la disponibilidad de
fondos establecida en la Ley de presupuestos del Sector Público. Si el plazo es
hasta el 31 de diciembre el nombramiento expira por el solo ministerio de la ley,
salvo que se hubiere dispuesto la prórroga y tal situación se haya notificado al
funcionario. Todos los funcionarios públicos plantas y contratas tienen derecho a
la función que consiste en que no pueden ser separados de sus empleos sino por
causa legal de expiración de funciones contempladas en el estatuto
administrativo. En este caso, sin lugar a dudas se cumple con el presupuesto legal
de cumplimiento del plazo, hasta el 31 de diciembre de 2015, sin embargo, lo
ilegal y arbitrario se verifica al usar sus Mando (el empleador), antecedentes de
una investigación administrativa que la Contraloría General de la República,
ordenó invalidar este acto administrativo, y además de la persecución laboral,
consistentes en hostigamientos y malos tratos, que llevaron a esta trabajadora a
desarrollar un cuadro depresivo que debió tratarse médicamente. Antecedentes
que serán presentados en la etapa procesal que corresponde.

Por !o anteriormente señalado, su empleador Comisario de Coronel y


Prefecto de Concepción, ambos dependientes del Sr. General Jefe de la VIII.
Zona de Carabineros Bío Bío, han lesionado sus derechos fundamentales, sin
justificación alguna en forma arbitraria, ilegal y desproporcionada, toda vez que se
le ha impedido, después de 9 años de servicios, de continuar en sus funciones
para la cual fue contratada, ocasionándole con ello daños de carácter psicológico
y moral, siendo ninguneada e insultada, se le dio un trato vejatorio e indigno y
esto sin justificación alguna, sólo por haber exigido sus derechos laborales,
además por su condición física, los Oficiales de su Unidad, se referían a su
persona como la “guatona comunista”, fue objeto de una persecución y
hostigamiento permanente e incluso se utilizó información de una investigación
que se invalidó con el único fin de perjudicar, además, no se le dio curso a un
traslado, para evitar la consolidación en su trabajo. Debe agregar que en la
calificación del año 2014 y años anteriores, se le calificó con el máximo de
puntaje de 48 puntos, Lista Uno de Méritos, y luego en el año 2015, el mismo
calificador con los mismos antecedentes le calificó con 36 puntos, conservando la
Lista Uno de Méritos, pero reduciendo notoriamente el puntaje.

Solicita, en definitiva; de acuerdo a lo expuesto a lo establecido en el


artículo 2, 485, 486,489 del Código del Trabajo, artículo 19 N° 1, 2 y 3, de la
Constitución Política de la República, Principios Generales de Derecho y Tratados
Internacionales, tener por interpuesta demanda en juicio del Trabajo por Tutela
Laboral por vulneración de derechos fundamentales efectuados por funcionarios
públicos dependientes y avalados por el Sr. General Jefe de la VIII. Zona de
Carabineros Bío Bío, don HERMES SOTO ISLA, en contra del FISCO DE CHILE,
representado en la persona del abogado Procurador Fiscal del Consejo de
Defensa del Estado don GEORGY SCHUBERT STUDER, ya individualizados,
acogerla en todas sus partes y, en definitiva, declarar que la circunstancia de no
renovación del contrato laboral, ha sido con infracción de las normas dispuestas
en el artículo 2 del Código del Trabajo y del artículo 19° N° 1, 2 y 3 de la
Constitución Política de la República, es decir, la demandada ha vulnerado su
derecho a la integridad física y psíquica, igualdad ante la ley, derecho a un debido
proceso y a la honra y/o dignidad y, además, la ha discriminado arbitrariamente.

En virtud de lo anteriormente expuesto, solicita que se condene a la


demandada a pagar las siguientes prestaciones o lo que este tribunal determine
conforme al mérito de los autos:

1. - La indemnización adicional establecida en el artículo 489 inciso tercero


hasta por un total de 11 meses de lo que debió haber sido su última
remuneración, en razón de su grado y sin descuentos arbitrarios esto es por la
cantidad de $ 583.424.- (Quinientos ochenta y tres mil cuatrocientos veinticuatro
pesos), lo que finalmente equivale a la suma de $ 6.417.664. (Seis millones
cuatrocientos diecisiete mil seiscientos sesenta y cuatro pesos),

2. - Por concepto de re-encasillamiento del cargo de telefonista grado 16° y la


función que realmente se le obligó a desempeñar, esto es Operador de
Emergencia, que corresponde al grado 14°, sumándole a este cargo la asignación
de máquina, que en la actualidad asciende a la suma aproximada inferior de $
250.000 (Doscientos cincuenta mil pesos), mensuales, y que en la actualidad a
diciembre de! año 2015, asciende a la suma de $ 27.000.000 (Veintisiete millones
de pesos)

3. - Por concepto de daño moral atendidas las vejaciones y humillaciones de


que fue objeto, la discriminación arbitraria, el hecho de que se haya afectado su
salud física y psíquica, como también la nula posibilidad que tiene de reinsertarme
en el sector público a estas alturas del año, solicita la suma de $ 20.000.00.-
(veinte millones de pesos) o la cantidad que este tribunal determine.

4. - Los Intereses y reajustes desde el devengo y hasta el día del pago efectivo
de las mencionadas cantidades adeudadas.

5. - Las Costas de la causa

Por su parte, comparece don GEORGY SCHUBERT STUDER, Abogado


Procurador Fiscal de Concepción, por el Consejo de Defensa del Estado, en
representación Fisco de Chife, persona jurídica de derecho público, en este caso
Carabineros de Chile, quien contestando el traslado conferido expone:

I. - EXCEPCIÓN PERENTORIA DE INCOMPETENCIA ABSOLUTA


DEL TRIBUNAL POR NO RESULTAR APLICABLES LAS NORMAS
LABORALES A LAS RELACIONES CONTRACTUALES DE LOS
SERVICIOS PÚBLICOS Y FISCO DE CHILE.

Que, previo a contestar el fondo del asunto debatido, viene en


oponer, en calidad de excepción perentoria o de fondo, la incompetencia
absoluta del Tribunal, en atención a las siguientes consideraciones:

No existe norma alguna que le atribuya jurisdicción ni


competencia a este Juzgado del Trabajo para conocer de los asuntos que
se relatan en la denuncia de autos, atendido que, la relación jurídica
laboral se encuentra regulada, íntegramente, por hormas de Derecho
Público y no por el Código de Trabajo.

La competencia del tribunal, para conocer de ios asuntos


laborales emana de los artículos 1o y 420 y siguientes del Código del
Trabajo. No obstante ninguna de dichas normas es aplicable en la especie
al FISCO - Carabineros de Chile; ello por cuanto el artículo 1° del Código
del Trabajo excluye de su aplicación, como cuerpo normativo, no sólo lo
referido a los funcionarios públicos, sino que también de ella se colige que
sus normas sólo son aplicables al sector privado, salvo cuando el Estado
actúa como ta!, que no es el caso de autos. Carabineros de Chile es un
servicio público centralizado que depende del Ministerio del Interior; es una
entidad estatal que forma parte de la Administración del Estado, según se
consagra en el inciso segundo del artículo I o del Decreto con Fuerza de
Ley N° 1/ 19.653, por lo que a su respecto, no resultan aplicables normas
contenidas en el Código del Trabajo, tal como queda de manifiesto en el
artículo 1° antes referido. En el caso de autos, el órgano que actúa es el
FISCO DE CHILE, por intermedio de Carabineros de Chile, entidad
que forma parte de la Administración Central del Estado; por consiguiente,
estamos frente a una entidad pública a la que no se le aplican normas de
orden privado, sino sus normas propias, que son de derecho público, Por
su parte, el artículo 420 del Código del Trabajo, en ninguna de sus
hipótesis, le atribuye competencia al Juez Laboral para pronunciarse sobre
las cuestiones que se susciten entre el ESTADO y sus servidores, por
aplicación de las normas laborales o derivadas de la interpretación y
aplicación de los contratos individuales o colectivos del trabajo o de las
convenciones y fallos arbitrales en materia laboral. En efecto, en primer
término, el concepto de empleador que el artículo 3o del Código del
Trabajo describe, no resulta aplicable al ESTADO DE CHILE, en atención
a que si bien es una persona jurídica de Derecha Público, no utiliza los
servicios personales, materiales e intelectuales, en virtud de un contrato de
trabajo, debiendo estarse, en esta materia, a la definición que el Código
entrega en su artículo 7o.

En segundo término, deberá tener presente que la relación


laboral entre su representada y sus funcionarios, reconoce su fuente
primigenia en la ley, y no en la voluntad de las partes, como sucede en el
ámbito del Derecho del Trabajo, por lo que dogmáticamente constituye un
error asimilar los contratos de trabajo a la ley y al acto administrativo que
sanciona la designación de una persona para servir un cargo público.
En consecuencia, el Tribunal de carece de competencia,
en forma absoluta para conocer y resolver la controversia de autos
respecto del FISCO - Carabineros de Chile, por no resultar aplicable a la
especie, las normas de Derecho Privado contenidas en el Código del
Trabajo.
Así lo ha sostenido jurisprudencia de tribunales superiores que cita.

De lo expuesto y artículos transcritos, resulta fácilmente comprobable


que el procedimiento de tutela laboral vigente, consagrado en el Código del
Trabajo, se aplica exclusivamente cuando en el marco de la relación laboral se
suscitan cuestiones o problemas por aplicación de normas laborales que afectan
derechos fundamentales de un trabajador regido por el Código del Trabajo.

Por último, constituye un hecho público y notorio la existencia de un


provecto de lev que busca hacer aplicable el procedimiento de tutela laboral del
Código del Trabajo a los funcionarios públicos y municipales. En efecto, existe un
proyecto de ley ingresado al Congreso, Boletín N°9476-13, iniciado por la moción
de los honorables senadores señora Allende y señores Urresti, Harboe, Lagos y
Letelier, por el cual pretenden hacer aplicable el procedimiento de tutela laboral a
los funcionarios públicos y municipales, lo cual refuerza nuestra tesis en orden a
que no resulta aplicable a los funcionarios públicos el procedimiento de tutela del
Código del Trabajo.
Aun considerando este proyecto, las Fuerzas Armadas de Orden y
Seguridad permanecen fuera de este tipo de normativa lo cual no significa que no
existe norma que proteja a los funcionarios, supuesto para el cual rige la
especialidad y las propias normas institucionales.

II-- EXCEPCIÓN PERENTORIA DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA DEL


DENUNCIANTE.

En subsidio de la excepción de incompetencia absoluta del tribunal, y


previo a contestar sobre el fondo, opone la excepción perentoria de falta de
legitimación activa de la denunciante para emplazar al Fisco- Carabineros de
Chile en este procedimiento, ya que carece de la calidad de trabajador, en los
términos que define el Código del Trabajo. En efecto, el literal b) del artículo 3 o del
Código del Trabajo, previene que “trabajador” es toda persona natural que presta
servicios personales intelectuales o materiales, bajo dependencia o
subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo.

Sobre el particular, cabe señalar que, los servicios que prestó la


denunciante para Carabineros de Chile no se rigieron por contratos de trabajo,
sino que los derechos y obligaciones de éste se encuentran regulados por la ley,
específicamente por la Ley N° 18.291, directamente relacionada con la Ley N°
18.961 u Orgánica Constitucional de Carabineros de Chile, el estatuto o Directiva
del Personal Contratado por Resolución. De paso por el Código de Justicia Militar
y la reglamentación interna de Carabineros. La denunciante no tiene la calidad de
“trabajador”, por lo que carece del derecho a accionar por esta vía, debiendo
rechazarse la denuncia, por esta sola circunstancia. En efecto, el artículo 3 o,
literal b), define “trabajador’ como “toda persona natural que preste servicios
personales intelectuales o materiales, bajo dependencia o subordinación, y en
virtud de un contrato de trabajo”; sin embargo, la denunciante no estuvo ligada a
Carabineros de Chile por un contrato de trabajo, en los términos definidos en el
Código del Trabajo, toda vez que los derechos y obligaciones de ella emanan,
como ya se indicó, de la ley, en donde la autonomía de las partes para configurar
la relación jurídico laboral no juega ningún papel; así las cosas, la remuneración,
jornada de trabajo, y otros beneficios, están expresamente señaladas en la ley.
Por lo tanto, la denuncia deberá ser rechazada, ya que uno de los requisitos
fundamentales para denunciar es, precisamente, que quien denuncie tenga la
calidad de “trabajador”, en atención a que el procedimiento de tutela laboral se
aplicará respecto de las cuestiones suscitadas en la relación laboral, por
aplicación de las normas laborales, que afecten los derecho fundamentales de los
“trabajadores”, situación, que como se ha dicho latamente, no resulta aplicable en
la especie.
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DEL FISCO DE
CHILE.

En subsidio de la excepción perentoria de falta de legitimación activa, opone la


excepción perentoria de falta de legitimidad pasiva del FISCO — CARABINEROS
DE CHILE para ser emplazado en el presente juicio, en atención a las
consideraciones que expone:
Como ya se ha señalado, su representada no tiene la calidad de “empleador”,
en los términos que define el artículo 3 o del Código del Trabajo. En efecto, dicha
norma, define al “empleador’ como toda persona natural o jurídica que utiliza los
servicios intelectuales o materiales, de una o más personas, en virtud de un
contrato de trabajo.
La relación de trabajo que unió a Carabineros de Chile con la denunciante,
no puede calificarse de contrato de trabajo, en los términos definidos en el artículo
1° del Código del Trabajo. Dicha norma previene que contrato de trabajo es una
convención por el cual el empleador y el trabajador se obligan recíprocamente,
éste a prestar servicios personales bajo dependencia y subordinación de! primero,
y aquél a pagar por estos servicios una remuneración determinada

Uno de los, elementos esenciales de las relaciones contractuales de origen


laboral es precisamente el reconocimiento de la autonomía de la voluntad de las
partes destinada a precisar los derechos y obligaciones por los cuales éstas se
regirán. Sí bien el Código del Trabajo determina el marco y límite de las
obligaciones recíprocas, son las partes las llamadas a determinar su contenido
concreto.

En la especie, la denunciante estuvo afecta a un régimen especial. A primera


vista, aparece como primera diferencia el marco regulatorio que rige a ambos
tipos de relaciones laborales. En efecto, mientras las relaciones jurídico laborales
reguladas en el Código del Trabajo, lo están dentro del marco del Derecho
Privado, las relaciones laborales entre el ESTADO y sus servidores, están
amparadas en el marco regulatorio entregado por el Derecho Público, es decir, la
Constitución Política de la República, la Ley Orgánica Constitucional de Bases
Generales de la Administración del Estado, las leyes orgánicas de los distintos
servicios públicos, y los estatutos especiales que se dicten.

Por lo tanto, el principio de autonomía de la voluntad queda


absolutamente suprimido, no siendo los derechos y obligaciones de los servidores
público objeto de ningún tipo de negociación, toda vez que es la ley, la fuente
primigenia que establece los derechos y obligaciones de las partes, determinando
su marco y contenido.

Así las cosas, y respecto de la situación que afecta al denunciante, desde el


punto de vista de la prestación de sus servicios, se encuentra regulado por las
normas que contiene la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros de Chile, el
Estatuto del Personal de Carabineros de Chile, las normas del Código de Justicia
Militar, en cuanto a los delitos que pudieren verificarse en el desempeño de sus
funciones, y la reglamentación interna institucional. Bajo ninguna hipótesis se le
ha dado aplicación supletoria a las normas de! Código del Trabajo. Por lo
expuesto, mi representada no tiene la calidad de “empleador”, en los términos que
utiliza el Código del Trabajo, ya que las relaciones de prestación de servicios entre
ésta y los servidores públicos no se rigen por contratos de trabajo, sino que por la
ley, por lo que el FISCO DE CHILE, carece de legitimación pasiva para ser
emplazado en este juicio, debiendo, por lo tanto, rechazarse la denuncia
formulada en su contra, por esta sola circunstancia.
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN.-
Independiente de lo anterior, alegamos también la caducidad de
la acción respecto de los hechos que a continuación detallamos: La denunciante
describe de forma dispersa e imprecisa distintas situaciones que podrían
subjetivamente calificarse de vulneratorias. En la parte petitoria de la demanda,
señala textual: “...acogerla en todas sus partes y en definitiva declarar que la
circunstancia de no renovación del contrato laboral de esta recurrente, ha sido
con infracción de las normas dispuestas en el artículo 2 del Código del Trabajo y
el artículo 19° N° 1, 2 y 3 de la Constitución Política de la República, es decir, la
demandada ha vulnerado mi derecho a la integridad física y psíquica, igualdad
ante la ley, derecho a un debido proceso y ata honra y/o dignidad, y además me
ha discriminado arbitrariamente. En razón de ello y en un intento por definir los
“momentos” a fin de centrar la discusión en lo pertinente preferimos acudir a
aquella parte donde pide -a título de indemnizaciones- tres conceptos distintos, a
saber: La del art. 489 inc.31° del Código del Trabajo, esto es, la indemnización
del art. 162, 163 con el recargo de art. 168 que puede variar entre 6 a 1| meses,
en este caso lo pedido es 11 meses, en suma una indemnización con motivo del
supuesto despido. Lo que describe como “re-encasillamiento” del cargo de
telefonista en el grado 16° y la función que se le obligó a desempeñar, esto es,
Operador de Emergencia, etc. Cuestión que, en su propio relato describe haber
ocurrido en tiempos pretéritos. Finalmente, solicita daño moral por las
vejaciones y humillaciones de que habría sido objeto, la discriminación
arbitraria, etc. Petición carente de precisión lo que nos lleva clara y derechamente
a su rechazo.
Ahora bien, el artículo 486 del Código del Trabajo, señala en su inciso
final que: “La denuncia a que se refieren los incisos anteriores deberá
interponerse dentro de sesenta días contados desde que se produzca la
vulneración de derechos fundamentales alegada. Este plazo se suspenderá
en la forma a que se refiere el articulo 168.”

A su turno el inciso 2o del art. 489 del mismo Código repite la obligación
para con la denunciante pero, atendida la especialidad de la figura, el plazo de 60
días se contabiliza desde la separación.

Pues bien, la actora concentra todo y demanda por hechos


supuestamente ocurridos durante su vinculación y, por otro, que habría sido el
motivo de su separación. De hecho sustenta su pretensión en el art. 485 que da
cuenta de la primera acción y en el art. 489 que da cuenta de la acción de tutela
con motivo de la separación.

En este contexto y de acuerdo a lo previsto en el art. 486 citado e inc.2°


del art. 489 la mayor parte de !a pretensión de la actora está caduca, motivo por
el cual opongo aquí la caducidad total, y en subsidio parcial de sus pretensiones.

En efecto, la acción que se sustenta en todo lo descrito -o su mayoría-


atendida la dispersión en la descripción de hechos, ocurridos a propósito de sus
labores desempeñadas en los años 2012, 2013, 2014 hasta noviembre del año
2015, se encuentran derechamente caducos.

Claramente están en esta situación los siguientes hechos:

Su reclamo por ser vinculada a la institución en el grado 16° y no 14°; La


imputación sobre una supuesta obligación a trabajar en la oficina de órdenes
judicial y otras funciones. O bien a trabajar con el Subcomisario Administrativo,
todo ello ocurrido hasta el año 2012; La imputación de una supuesta orden de
trabajar en la Comisaría de Corone! en contra su voluntad en el año 2013; La
sanción que, obedeciendo a un procedimiento disciplinario, se le impone en el
mes de abril de 2015 y que se encuentra actualmente firme, y que tiene por causa
su conducta o comportamiento; y,- Todo supuesto hostigamiento y supuesta e
inexistente persecución que de forma difusa se describe. En este orden, la
pretensión de la actora debe ser rechazada por lo siguiente:
No existe una imputación de acto preciso temporalmente considerado desde
el cual se puede contabilizar el plazo de caducidad, con excepción del aviso
de su desvinculación del cual toma conocimiento el 05 de octubre de 2015. Y
no existe descripción alguna de acto posterior que permita a esta parte una
defensa adecuada. Como sea que fuere, nuestros tribunales han sido
categóricos y el plazo de caducidad se cuenta del supuesto acto de vulneración;
por ende, la circunstancia de que ésta se haya reiterado en el tiempo no implica
un renacimiento o supervivencia del plazo, ni menos una suspensión, supuesto
para el cual el propio legislador establece las hipótesis al referirse al artículo 168
del Código del Trabajo. En efecto, en causa Rlt T-8-2009, del Segundo Juzgado
del Trabajo de Santiago, se resolvió que: “DÉCIMO: Que la demandante
fundamenta la denuncia por tutela laboral en la afectación al derecho consagrado
en el artículo de la Constitución Política, lo que se habría producido durante el
año 2008 a través de la modificación unilateral de su contrato, presiones para
que renunciara, afectación a su derecho para amamantar a su hijo, no entrega de
los elementos de protección personal, registro de asistencia en forma irregular y
no entrega del comprobante de su comprobante de remuneraciones.
Posteriormente agregó en su libelo que la situación se agravó en forma radical en
marzo de 2009, lo que motivó que efectuara una denuncia ante la Inspección del
Trabajo. De esta manera si se considera que la denuncia fue presentada con
fecha 08 de septiembre de 2009, se concluye que se encuentra caducada la
acción de tutela laboral respecto de los referidos hechos, aun cuando
considerando lainterposición de reclamo ante la Inspección del Trabajo, toda vez
que en ningún caso podrá interponerse la denuncia transcurridos 90 días desde
que se materializó la afectación a los derechos fundamentales. En virtud de lo
razonado se desestimará ¡a acción principal de tutela laboral. ”
Igualmente, en causa Rit T-96-2009 del Segundo Juzgado del Trabajo de
Santiago, señaló: “QUINTO: Que el inciso final del artículo 486 del Código deí
Trabajo dispone que la denuncia de Tutela Laboral debe ser interpuesta dentro de
60 días contados desde que se produce la vulneración de los derechos
fundamentales alegadas y teniendo en cuenta que la acción ha sido deducida por
la actora con fecha 28 de diciembre del año 2009, según cargo puesto por la
lltma. Corte de Apelaciones en el libelo de demanda, se concluye claramente que
a dicha fecha se encontraba caducada la acción de tutela laboral deducida por la
demandante para denunciar los hechos señalados en el considerando anterior. “
El concepto de vulneración contiene la idea de transgredir, quebrantar, violar una
ley o precepto; igualmente el de dañar o perjudicar (Diccionario de la Real
Academia) y, ante tal situación, está obviamente considerada la urgencia, es
decir, la necesidad de eliminar prontamente aquellas acciones dañosas o
perjudiciales, misma filosofía que el constituyente contempla para la interposición
del recurso de protección, el cual discurre sobre la base de un breve plazo para
acudir a la Corte de Apelaciones respectiva ante una privación, perturbación o
amenaza de un derecho.

b) En subsidio de lo anterior, la acción de tutela para el reclamo de


supuestos actos vulneratorios, inclusive lo relativo a su desvinculación se
encuentra caduco.
En efecto, primeramente, todo hecho anterior al 05 de octubre de 2015 se
encuentra caducado por aplicación del art. 486 del Código del Trabajo, toda vez
que han transcurrido en exceso los 60 días para reclamar.
No existe descripción de cualquier acto posterior. La acción por su desvinculación
o no renovación de su “contrato por resolución”, también está caduca pues más
allá del hecho que la separación del cargo o su desvinculación se produjera el 31
de diciembre, es y constituye un hecho cierto — y así se acreditará- que doña
Paola Betancourt tomó conocimiento de su desvinculación el día 05 de octubre de
2015. En efecto, como se dijo, producto del proceso de evaluación le fue
comunicada su desvinculación “por prescindencia del cargo” ante lo cual la propia
actora sometiéndose a la normativa interna interpuso un '‘Recurso Jerárquico”, el
cual fue resuelto en Comisión con fecha 02 de octubre y comunicado a ella con
fecha 05 de Octubre, ambos del año 2015, notificación respecto de la cual existe
un Acta suscrita por ella.
Así las cosas, no puede considerarse que la acción de tutela presentada sea
aquella del art. 489, es decir, la ocurrida con motivo de la separación pues larazón
de su desvinculación fue por una situación normada y durante el desarrollode sus
funciones, en un proceso normal como es el proceso de evaluaciones o
calificaciones de los funcionarios. Pretender considerar que la acción interpuesta
es la del art. 489 el Código del Trabajo es desnaturalizar la acción e intentar revivir
una acción y plazo que no corresponde. Lo anterior, también tiene sustento
jurisprudencial.
V.- CONTROVERSIA DE LOS HECHOS EXPUESTOS EN LA DENUNCIA.

Que vengo en controvertir todos los hechos en la forma en que han sido
expuestos en la denuncia, aceptándose solamente aquellos reconocidos en la
presente contestación, o que sean acreditados legalmente durante la audiencia
de juicio oral que se cite al efecto. Sin perjuicio de lo expuesto, debemos señalar
categóricamente que:
1.- No es efectivo que su contratación por resolución en un grado menor al
que corresponda -según la denunciante- obedeciera a un acto discriminatorio;
2.- No es efectivo ningún acto de hostigamiento y/o persecución en contra
de la denunciante, por lo mismo nunca existió trato vejatorio o indigno alguno para
con ella;
3.- Tampoco hubo cualquier destinación a la que alude o cambio de funciones sin
razón o fundamento y sin su consentimiento;
4.- No es efectivo que se haya puesto término a su relación contractual
con Carabineros de Chile vulnerando sus derechos fundamentales; y que tampoco
es efectivo que se haya decidido no renovar su contratación por Resolución, para
causarle daño y que además éste haya existido.

VI.- LOS HECHOS.


La denunciante Srta. PAOLA ANGELICA BETANCOURT
RECABAL, ingresó a Carabineros de Chile con fecha 27 de septiembre del año
2006, en el cargo de telefonista con destinación para !a Subcomisaría de
Carabineros Lagunillas dependiente de la 2da. Comisaria de Carabineros de
Coronel.
Con fecha 16 de octubre de 2013, mediante Resolución N°
584/13, de la Prefectura de Carabineros Concepción según la facultad conferida
tanto en la Orden General de la Dirección General de Carabineros DIGCAR N°
1484, de 01 de agosto de 2001 como la Directiva de Personal de las Personas
Contratadas por Resolución (CPR), normativas que contemplan las
atribuciones para disponer el desempeño de personal “en calidad de
comisionado”, autorizó a doña Paola Betancourt por la vía de excepción y como
caso justificado, para que desempeñara sus funciones profesionales en la 2da.
Comisaria de Coronel, y con fecha de limite el 31 de diciembre del mismo año
2013.
Así, la Srta. Betancourt Recabal, por razones debidamente justificadas, en virtud
del estudio que realizó el Sr. Comisario de la Unidad de la época, y vistas las
necesidades del Servicio, previa autorización de la Dirección Nacional de
Personal, la Prefectura de Carabineros Concepción determinó que podía y debía
desempeñar su función en otro lugar toda vez que la Subcomisaría de Lagunillas,
no tenía ni tiene plaza para telefonista de servicio, función que realizaba y realiza
el respectivo suboficial de guardia.
Lo anterior habida consideración del reducido o mínimo número de llamadas
telefónicas que ingresan, en relación a la alta demanda existente en el nivel 133
de la Central de Comunicaciones CENCO de Coronel con asiento en la Segunda
Comisaria de la misma ciudad de Coronel.

Con fecha 29 de abril de 2015 y mediante Resolución n° 33202886, de fecha 22


de abril de 2015 doña Paola Betancourt R., a voluntad y propia decisión de ella,
fue trasladada o devuelta a la Subcomisaria de Lagunillas para desempeñarse en
funciones inherentes a su cargo como telefonista, para cuyo efecto se le habilitó
un lugar de trabajo a cargo del teléfono de la guardia de la Unidad Menor, función
que hasta entonces, fue desarrollada por el equipo de guardia.

Independiente de lo anterior y como en toda repartición pública, Carabineros


realiza anualmente un proceso de evaluación o calificatorio, más aún existiendo
un sistema de grados al cual la denunciante -igual que sus pares- estuvo sujeta
como también ocurrió en los años anteriores. Su evaluador por normativa
institucional fue su Oficial de Fila que corresponde al Oficial donde la Contratada
por Resolución o CPR prestaba sus servicios, en este caso, el Oficial a cargo de
la Subprefectura de Lagunillas.

Para el proceso 2015, la entonces CPR telefonista Srta. Paola Betancourt


Recabal, fue calificada con 36 puntos, lo que permite y permitía renovar su
contrata, sin embargo, el calificador, en este caso, el Subcomisario de Lagunillas
de la época, Capitán Sr. Mario Rojas Rivas, “declaró y consignó por escrito su
cargo como prescindible”, situación que ella conocía y que además era
compartida por el mando de la unidad, en atención a que: la Subcomisaría no
mantiene plaza de telefonista pues se trata de una función que absorbe el servicio
de guardia de la Unidad Menor antes señalada.
De acuerdo al procedimiento regular la Srta. Betancourt interpuso un
Recurso Jerárquico en conformidad al art. 42 de la Directiva de Personal, el cual
junto a los antecedentes del caso fueron revisados en y por la Comisión
Evaluadora de Desempeño Personal Contratos Por Resolución de la VI11 Zona
Bío-Bío, oportunidad en que incluso fueron oídos los argumentos que ella expuso
en audiencia concedida al efecto. Aun así, los integrantes de la comisión
evaluadora, presidida por el coronel sr. Carlos Quintana Valenzuela, por
“unanimidad” de sus integrantes estimó que no existían argumentos valederos que
permitieran innovar a su favor, dado que sus propios considerandos no tienen una
base reglamentaria que los avalen, proponiendo la no renovación de la contrata,
decisión que se le notificó a ella firmando el acta de la notificación con fecha
05 de octubre de 2015- y, además, fue ratificada por el Departamento de
Personal de la Dirección Nacional, mediante D/E NCU N° 40799556, de 24 de
noviembre de 2015, siendo por ende, posteriormente liberada de los servicios en
la unidad menor para la cual estuvo vinculada.
Conviene apuntar que la denunciante mientras se desempeñó en la Segunda
Comisaria de Carabineros Coronel, en comisión de servicio, desempeñó funciones
de telefonista y no de operador de emergencia.
VII.- MARCO JURÍDICO AL QUE SE ENCUENTRA AFECTA LA
DENUNCIANTE.

La denunciante estuvo afecta en el desempeño de sus servicios a un conjunto


de normas de Derecho Público, constituidos por la Ley Orgánica
Constitucional de Carabineros Ley N° 18.961, el Estatuto del Personal de
Carabineros y la Directiva del Personal Contratado por Resolución, además de
normas reglamentarias internas de Carabineros de Chile.
En efecto, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 10 de la Ley N° 18.961, 9
Carabineros de Chile es una Institución policial técnica y de
carácter militar, que
0 integra la fuerza pública y existe para dar eficacia al derecho; su finalidad es
garantizar y mantener el orden público y la seguridad pública interior en todo el
territorio de la República y cumplir las demás funciones que le encomiendan la
Constitución y la ley. Agrega el inciso segundo que dependerá directamente del
Ministerio del Interior y Seguridad Pública y se vinculará administrativamente con
éste a través de la Subsecretaría del Interior.
Por otro lado, el artículo 5o, dispone que Carabineros estará integrado por
Personal de Nombramiento Supremo: a) Oficiales de Fila; b) Oficiales de los
Servicios; y c) Personal Civil.

Personal de Nombramiento Institucional: a) Personal de Fila; y b) Personal Civil.

Para la actora es aplicable en su figura de contratación la Directiva del Personal


Contratado por Resolución, aprobado por Resolución u Orden General N°001957
de 18 de agosto de 2010.

La normativa en comento trata de la contratación, desempeño, obligaciones,


comisiones, evaluación de desempeño, causales de término del personal del
“contratado por resolución.”

En lo puntual, en los artículos 33 y siguientes se describe la evaluación de


desempeño y entre otras cosas:

Que el proceso se realiza en septiembre de cada año. Art. 34;

Que el evaluador es el Oficial de Fila de la persona contratada por


resolución, bajo cuyas órdenes se desempeñaron los servicios. Art. 38;

La existencia de un recurso jerárquico del cual conoce la Comisión


Evaluadora de Desempeño. Art. 42.

La integración de la Comisión Evaluadora. Art. 45.

Finalmente las causales de término del contrato por resolución, en el artículo


57, se señala que -entre otras- son causales:

) El vencimiento del plazo de la contratación.

) No ser necesarias las funciones del contratado, que producirá sus


efectos a contar desde la notificación al interesado de la resolución totalmente
tramitada que así lo disponga. Esta causal será propuesta fundadamente por la
Alta Repartición o Repartición involucrada.
VIII.- DEFENSA: INEXISTENCIA DE ACTOS O HECHOS VULNERATORIOS DE
DERECHOS FUNDAMENTALES.
Como adelantamos, mi parte niega absolutamente cualquier transgresión a las
garantías constitucionales del derecho a la vida e integridad física y psíquica de
las personas, contemplada en el artículo 19 n° 1 de la Constitución Política de la
República. Asimismo, la igualdad ante la ley o la igualdad en el ejercicio de los
derechos, contempladas en los N° 2 y 3 del mismo artículo y texto constitucional.
Conforme lo previene el artículo 485, inciso 3°, del Código del Trabajo: “Se
entenderá que los derechos y garantías a que se refieren los incisos anteriores
resultan lesionados cuando el ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al
empleador limite el pleno ejercicio de aquellas sin justificación suficientes en
forma arbitraría desproporcionada, o sin respeto a sucontenido esencial'.
De acuerdo a lo anterior nunca ha existido por parte de la
Prefectura de Carabineros de Coronel, la Subcomisaría de Lagunillas, como
tampoco de los Oficiales a cargo de una u otra Unidad acto vulneratorio alguno y
aun cuando con los hechos que se describen en la denuncia se pretenda atribuir
tal carácter, tal calificación es falsa, fuera de contexto y, muy por el contrario, sólo
ha existido el legítimo ejercicio de la autoridad con pleno respeto a los derechos
de los funcionarios que se desempeñan en dicha repartición.
Sobre las tareas o funciones de la actora.
Efectivamente como lo señala la actora ingresó al Servicio para
ejercer labor de telefonista en carácter de funcionaría administrativa. Sin embargo,
y ni aun en la modalidad de prestación de “contrato por resolución”, ejerció sólo o
exclusivamente esa función, más aun cuando el cargo o sus servicios son
innecesarios.Ya está dicho que en la Subcomisaría de Lagunilla la función de
telefonista la asume y realice la propia Guardia de Turno en la Unidad, toda
vez que no tiene la necesidad de un cargo “sólo para ello” pues la central de
llamados a Carabineros no se concentra en ese lugar sino que en la Central
Cenco en la Prefectura de Coronel.
Ahora bien, en su destinación a la propia Prefectura de Coronel evidentemente
que apoyó la labor de Carabineros y realizó la labor de “telefonista”. Cualquier otra
actividad, fue pasajera y en tareas de apoyo a la actividad policial al interior de una
Unidad que nunca puede considerarse que desmerezca o menoscabe al
funcionario; por el contrario, lo dignifica como ocurre con aquellas labores que la
propia actora describe.
- Sobre los actos vulneratorios que imputa.
En lo puntual, la actora describió los siguientes hechos o actos vulneratorios:
La contratación en un grado distinto al que — según ella- correspondería;
- Actos de hostigamiento y/o persecución en su contra;

- Cambio de funciones sin razón o fundamento y sin su consentimiento;

- El término a su relación contractual con Carabineros de Chile vulnerando sus


derechos fundamentales; y,

- La no renovación de su contratación por Resolución, para causarle daño y que


además, éste haya existido.
a.- Por lo pronto, en la contratación de personal civil no tiene injerencia directa la
Prefectura respectiva sino que ello lo define y proponen las Altas Reparticiones o
Reparticiones a la Dirección General de Personal. (Art. 12 de la Directiva de
Personal Contratado por Resolución).
Y en cuanto al grado, este mismo cuerpo normativo señala.
"Artículo 24. El personal contratado conforme lo prescribe el artículo 36 del D.F.L.
(!) N° 2, de 1968, para efecto de sus remuneraciones, ingresará en los siguientes
grados económicos de la escala de sueldos del personal de Carabineros de Chile:
1) Profesional: Grado 12
2) Técnico: Grado 13
3) Administrativo:
a)Especializado: Grado 14
b) No Especializado: Grado 16
La Dirección General, podrá asignar un grado económico distinto de los
señalados, atendido el título profesional o técnico, el grado académico o la
experiencia del contratado, no pudiendo exceder, para los profesionales del grado
5, técnicos del grado 9 y administrativos del grado 11.
Este personal deberá cumplir una jornada de trabajo de cuarenta y cuatro horas
semanales, con excepción de los profesionales cuyas jornadas se encuentren
fijadas por resolución de la Dirección General, en conformidad a lo dispuesto en el
artículo 150 del D.F.L. (I) N° 2, de 1968.”Además, de acuerdo al articulo 10 inc. 4o
del Estatuto Administrativo, Ley N° 18.834: “En los empleos a contrata la
asignación a un grado será de acuerdo con la importancia de la función que se
desempeñe y con la capacidad, calificación e idoneidad personal de quien sirva
dicho cargo y, en consecuencia, les corresponderá ei sueldo y demás
remuneraciones de ese grado, excluyendo toda discriminación que pueda alterar
el principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres".
Luego, la definición del grado en e! sector público, tiene un sustento legal cuya
modificación habrá de hacerse conforme a la normativa y variables que ella
contempla en base a mérito, desempeño y acciones que ameriten considerarse
por la Jefatura, que en la especie no ocurrieron y que por lo demás, está caduco.
b,- Sobre la imputación de cambio de funciones, la normativa sobre Directiva de
Personal por Contrata, señala bajo el epígrafe 3o Comisiones, Artículo 29, que 2 0
“El personal contratado por este sistema estará obligado a desempeñar las
comisiones que dispongan los jefes de las Altas Reparticiones y Reparticiones de
las cuales dependan.
El personal comisionado tendrá derecho a viáticos y gastos de movilización, de
acuerdo con la ley aplicable al personal de la Administración Civil del Estado.
Artículo 30. Cuando las necesidades institucionales lo requieran, el personal
contratado podrá cumplir comisiones en el territorio nacional o en el extranjero, en
Carabineros o en organismos públicos, siempre que no excedan el tiempo de su
contrato y previo estudio de su utilidad para la Institución. Las comisiones en el
extranjero se regirán por el artículo 63, del D.F.L (I)N° 2, de 1968, y serán
dispuestas mediante resolución exenta de la Dirección General. Cualquier otra
función que hubiere realizado la actora, ya en la Prefectura de Coronel, ya en la
Subcomisaría de Lagunillas, en nada desmerece ni afecta la su dignidad y se
encuentra en todo caso en ia labor que hay que hacer al interior de una Unidad
Policial.
En todo caso, los hechos en que se funda esta imputación se encuentran
dentro del período de caducidad.- Luego, nunca existió acto de hostigamiento
alguno ni trato vejatorio o indigno alguno.

Tampoco existe un reclamo suyo o constancia alguna en los más de 9 años


que laboró en cualquiera de las unidades de Coronel. Más aun, el traslado de
la Prefectura de Coronel a Lagunillas se efectuó —además- en respuesta a su
requerimiento.
Por el contrario, sólo existe constancia de un comportamiento contrario a la
Planificación conforme a las necesidades reales de la Central de
Comunicaciones de Carabineros, lo cual motivó una investigación sumaria.
Tampoco se describe acto vulneratorio que se fije en tiempo, lugar y
circunstancias. La vaguedad de la aseveración unido a lo anterior, nos obliga a
situarnos en el tiempo de desempeño de sus funciones lo cual hace aplicable
definitivamente la caducidad del art. 486 ya citado.

Finalmente, tampoco existe acto discriminatorio alguno en la declaración de


prescindencia que motiva la separación o desvinculación de la actora con la
institución,

La situación de los “Contrato por Resolución” se asimila en algo a las personas


vinculadas en el sector público en la modalidad “contrata”, cuya cesación de
cargo puede ocurrir por varias razones pero temporalmente es un hecho que,
al 31 de diciembre de cada año termina, a menos que existe una renovación
que debe operar con 30 días de anticipación. Es decir, al menos al de
noviembre todo funcionario a contrata sabe de su continuidad para el año
siguiente, La misma Normativa - Directiva de Personal de Contrato por
Resolución- aludida señala en su TITULO IV, bajo el epígrafe EVALUACION
DE DESEMPEÑO, en el Artículo 33, que: “El Personal contratado por
Resolución será sometido a una evaluación anual de desempeño, por los jefes
de Carabineros que se señalan en el presente título, en la que se expresará la
opinión o juicio sobre la calidad de sus condiciones personales y profesionales,
atendidas las exigencias y características del cargo. Esta evaluación no
determinará la renovación del contrato Luego, el Artículo 38, agrega: “El
personal contratado por resolución será evaluado por el Oficial de Fila o de los
Servicios, bajo cuyas órdenes desempeña sus labores, Más adelante, el
Artículo 42 trata el Recurso Jerárquico, y señala que: (En contra de Ia
resolución que se pronuncíe sobre la reconsideración que regula el artículo
que precede, el evaluado podrá interponer en única instancia el recurso
jerárquico ante la Comisión Evaluadora de Desempeño, el que deberá
ejercerse por escrito dentro del plazo de cinco días hábiles, contados desde el
día siguiente la de la notificación respectiva Luego e! Artículo 51 que: “En la
Dirección Nacional de Personal funcionará una Comisión Revisora de
Evaluaciones de Desempeño, que tendrá por objetivo revisar los antecedentes
y plantear a la Dirección General de Carabineros, la proposición de renovación
o no renovación de los contratos por resolución que formulen las Comisiones
Evaluadoras de Desempeño de las Altas Reparticiones."
El Artículo 54, agrega que: "Finalizado su funcionamiento, la comisión
remitirá a la Dirección Nacional de Personal las actas y documentación de
respaldo, conteniendo la proposición de renovación o no renovación de los
contratos por resolución, para ser sometida a la consideración definitiva de la
Dirección General de Carabineros . El art. Artículo 55, que será facultad de la
Dirección General, aceptar o rechazar, sin expresión de causa, la renovación no
renovación de los contratos por resolución.
Por último, el Artículo 56, concluye que: “Aquel personal respecto de quien no se
renueve su contratación, será notificado de la decisión adoptada amás tardar el
día 30 de noviembre de cada año.”
En la especie la actora fue evaluada por su Oficial de Fila, esto es, el Oficial a
cargo de la Subcomisaría de Lagunillas donde ella estaba destinada, es decir por
el Capitán Mario Manuel Rojas Rivas, en un proceso desarrollado en el mes de
septiembre, conforme a reglamento.
No conforme con lo comunicado en orden a prescindir de su cargo por lo antes
dicho, la Srta. Paola Betancourt interpuso un recurso de jerárquico el cual fue
conocido y además, fue personalmente recibida en audiencia donde expuso sus
razones y de cuya Sesión ocurrida el 02 de octubre de 2015 emana el Acuerdo
N°2, del cual se levantó Acta.En ella la Comisión Evaluadora Constituida conforme
a Reglamento resolvió: Finalizados los argumentos esgrimidos en la audiencia
concedida a la CPR Paola Angélica BETANCOURT Recaba!, los integrantes de la
Comisión Evaluadora, por unanimidad, estiman que no existen argumentos
valederos que permitan innovar a su favor, dado que sus propios considerandos
no tienen una base reglamentaria que los avalen:
Consiga que para el presente proceso clasifícatorio y calificatorio,
fue evaluada por el Subcomisario de Lagunillas, Capitán Mario Manuel ROJAS
Rivas, lo cual se ajusta a lo contenido en la letra a), numeral 1., título II, del Oficio
Nro. 1343, de fecha 10.08.2015, de la Dirección Nacional de Personal, que señala
que la evaluación de desempeño debe ser efectuada exclusivamente por el Oficial
de Fila o de los Servicios, bajo cuyas órdenes desarrolla su función. En este
contexto, es importante detallar que la CPR Paola Angélica BETANCOURT
Recaba!, con fecha 29.04.2015 y en virtud del D/E NCU Nro.33202886, de fecha
22.04.2015, del Depto. Personal (P-5.), fue despachada a laSubcomisaria de
Carabineros Lagunillas, luego de que se estableciera que la Resolución Nro. 584,
de fecha 16.10.2013, de la Prefectura de Carabineros Concepción, que incide en
la autorización otorgada mediante D/E NCU N°16605436, de fecha 14.10.2013,
del Depto. (P.5.), de la Dirección Nacional de Personal, para que la mencionada
profesional fuera destinada en comisión de servicio “en calidad de agregada”, a la
Segunda Comisaria Coronel, hasta el 31.12.2013, no había sido renovada
conforme a lo contemplado en el numeral, Inciso Segundo, de la Circular N°
001743, de fecha 28.09.2012, para los años 2014 - 2015.Considerando lo antes
expuesto, es pertinente consignar que ante lo expresado en el Recurso Jerárquico
y en concordancia a las normas reglamentarias incoadas, no cabe ninguna
posibilidad que la profesional hubiese sido evaluada por otro Oficial, que no fuera
el Subcomisario de Lagunillas, antes individualizado, puesto que su destino y
dotación es la mencionada Unidad Menor.
3.2. Se refiere en su recurso, a la disminución de puntaje, efectuando una
comparación entre el proceso calificatorio del año 2014 y el correspondiente al
2015, en circunstancias letra c), numeral 1., título II, del Oficio Nro. 1343, de fecha
10.08.2015, de la Dirección Nacional de Personal, señala taxativamente que la
evaluación de desempeño no debe estar influenciada por las evaluaciones de
periodos anteriores, debiendo ceñirse a las funciones prestadas en el periodo
comprendido entre el 1a de septiembre del año 2014 al 30 de agosto del presente
año.
No obstante lo expresado en el párrafo precedente y considerando que la
recurrente hace referencia al proceso de evaluación del año 2014, es dable hacer
presente que en ese periodo no existían las circunstancias que a continuación se
detallan y que en esta oportunidad fueran consideradas por su oficial calificador:
Para este proceso calificatorio presenta 42 días de licencia médica por
Enfermedad Común o Accidente No del Trabajo, los que corresponden a fecha
posterior a su despacho desde la 2da. Comisaria Coronel, vale decir bajo el
mando del Oficial Calificador, el Capitán Mario Manuel Rojas Rivas, en su
anterior destinación no registraba licencias médicas.
En el contexto de las funciones profesionales desarrolladas, el Oficial Calificador,
resuelve calificarla con 36 puntos, vale decir Lista de Méritos, sin embargo,
registra en su opinión “Se recomienda no renovar el contrato de la profesional
para la actual destinación, toda vez que la función que cumple y para la cual fue
contratada (telefonista), la unidad menor a la que pertenece no requiere de
personal para este tipo de funciones, ya que son realizadas por el propio personal
de guardia y no existe central telefónica en el cuartel”.
1. - Finalmente, consigna en su recurso interpuesto, tener cabal conocimiento
del contenido de las instrucciones contenidas en el D/E NCU Nro. 38412912, de
fecha 18.09.2015, de la Dirección Nacional de Personal, relativo a la Modificación
de Empleos de Personal CPR, en el cual se consigna que de existir personal que
manifieste su intención de solicitar su cambio de contrato, en el sentido de prestar
sus funciones en otra dotación, los mandos respectivos cursarán esa solicitud a la
Dirección Nacional de Personal, por intermedio del Departamento Civil (P.5.),
quien en cumplimiento de lo establecido en el Oficio Nro. 1343, de fecha
10.08.2015, expondrá a esa Alta Repartición, lo que resulte procedente, sin
embargo, se equivoca al interpretar que debe ser el calificador quien debe
solicitarla modificación de contrato, muy por el contrario, es el profesional quien
debe presentar su solicitud, limitándose el jefe directo a emitir su opinión fundada
y elevar los antecedentes a la Comisión Evaluadora, adjunto a su respectiva
calificación, objeto en esta instancia sean revisados y remitidos al Depto.
Personal (P.5.), para su tramitación reglamentaria.
En consecuencia, conforme a Io establecido en el Art. 33° y siguientes de la
Directiva del Personal CPR, como igualmente, a los artículos 45° y 48° del mismo
texto Reglamentario, y a las instrucciones complementarias impartidas por la
Dirección Nacional de Personal,
Para adoptar este Acuerdo, se analizaron los antecedentes tenidos a la vista, tal
como carpeta de antecedentes personales remitida por la OPU de la Prefectura
de Carabineros Concepción, como igualmente, los descargos verbales expuestos
en audiencia otorgada para estos efectos, ocasión en que no aportó mayores
antecedentes respecto a su actual desempeño, por lo que se estima que su
descripción de cargo y contrato, no se ajusta a las reales necesidades en
intereses de la Subcomisaría de Carabineros Lagunillas, por lo cual sus servicios
son perfectamente prescindibles.
En consecuencia, los integrantes de esta Comisión Evaluadora, se han formado
la convicción unánime, de que la CPR Telefonista Paola Angélica
BETANCOURT Recabal, de dotación de la Subcomisaría Lagunillas de la 2da.
Comisaria de la Prefectura Coronel, no cuenta con los méritos ni argumentos
necesarios que permitan innovar a su favor en la presentación realizada, ya que
sus funciones, deberes y obligaciones profesionales, son prescindibles para la
Unidad Menor en la cual se encuentra contratada, por lo cual se sugiere la No
Renovación de Contrato, al Depto. Personal (P.5.).
Luego, hubo procedimiento reglamentario, fueron cumplidos todos los trámites
previstos por la Ley, en él participó la actora no sólo recurriendo sino también
siendo oída en audiencia y revisados sus antecedentes personales, todo lo
cual fue tenido a la vista para adoptar el Acuerdo, por lo que no puede
existir discriminación o acto vulneratorío alguno en su desvinculación.
INEXISTENCIA DE ACTO DISCRIMINATORIO. NO EXISTE VULNERACIÓN A
LA GARANTÍA CONSTITUCIONAL DEL N° 1 DEL ARTÍCULO 19 DE LA
CONSTITUCIÓN.

Cabe señalar que a falta de definición de los derechos fundamentales en materia


de tutela laboral y siguiendo las palabras del profesor Italiano Luigi Ferrajoli,
podría señalarse que son aquellos derechos subjetivos que corresponden
universalmente a todo ser humano y se incorporan a la relación laboral. A su vez,
y en conformidad al fundamento expuesto por la demandante en su libelo, cabe
señalar que la discriminación alegada no puede explicarse debidamente de
manera aislada, sino que debe hacerse a través del concepto vinculado a la
igualdad reconocida por la Carta Fundamental en su artículo 1° y artículo 19 N°1,
este último que contempla el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica.
En tal contexto, y tal como lo ha indicado el Tribunal Constitucional en el
pronunciamiento recaído en causa Rol N° 1,133-08-INA, considerando
decimoquinto, la tarea de determinar si en un caso concreto se produce o no una
vulneración del derecho a la igualdad ante la ley supone resolver, en primer
término, si efectivamente se está frente a una discriminación o diferencia de trato
entre determinadas personas y, sólo en caso afirmativo, corresponderá examinar
si ella importa una transgresión a la Carta Fundamental; para lo cual habrá de
considerarse no sólo que la diferencia carezca de fundamento razonable y objetivo
que pueda justificarla sino, además, que adolezca de falta de idoneidad para
alcanzar la finalidad perseguida por el legislador. Teniendo en cuenta esta
conceptualización, y subsumiendo los hechos planteados en el respectivo acápite,
solo queda por concluir que la decisión por la Jefatura de la Subcomisaría de
Lagunilla y la Comisión Evaluadora está adoptado conforme a derecho, está
provista de razonabilidad suficiente y no ha vulnerado garantía alguna.
La Jefatura no ha hecho más que: Gestionar los recursos humanos, Asignar
tareas, de acuerdo a los requerimientos diarios, capacidad e idoneidad de
cada uno de ellos;- Cuidar de los recursos económicos versus la
necesidad de cargos en un lugar determinado.
SOBRE LA INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS Y SU IMPROCEDENCIA.
La actora pretende se condene a la demandada:

“1.- La indemnización adicional establecida en el artículo 489 inciso tercero hasta


por un total de 11 meses de lo que debió haber sido mi última remuneración, en
razón de mi grado y sin descuentos arbítranos esto es la cantidad de $ 583.424.-
(Quinientos ochenta y tres mil cuatrocientos veinticuatro pesos), lo que finalmente
equivale a la suma de jAjZ.664, (Seis millones cuatrocientos diecisiete mil
seiscientos sesenta y cuatro pesos),
Por concepto de re-encasilfamiento del cargo de telefonista grado
160 y la función que realmente se le obligó a desempeñar, esto es Operador de
Emergencia, que corresponde al grado 14 a, sumándole a este cargo la asignación
de máquina, que en la actualidad asciende a la suma aproximada inferior de $
250.000 (Doscientos cincuenta mil pesos), mensuales, y que en la actualidad a
diciembre del año 2015, asciende a la suma de $27.000.000 (Veintisiete millones
de pesos)
2. - Por concepto de daño moral atendidas las vejaciones y
humillaciones de que fui objeto, la discriminación arbitraria, el hecho de que se
haya afectado mi salud física y psíquica, como también la nula posibilidad que
tengo de reinsertarme en el sector público a estas alturas del año, solicito la
suma de $ 20.000,00. -(veinte millones de pesos) o la cantidad que S.S
determine.
3. - Los Intereses y reajustes desde el devengo y hasta el día del
pago efectivo de las mencionadas cantidades adeudadas.
4. - Las Costas de la causa."
Por lo pronto, la pretensión de carácter pecuniario se encuentra absolutamente al
margen de la vinculación “a contrata” existente entre la actora v el Estado de
Chile, toda vez que la normativa aplicable para los trabajadores la Normativa
Institucional de Carabineros ya señalada, e incluso el Estatuto Administrativo no
contempla el pago de esta clase de indemnizaciones propias de aquellas
relaciones laborales regidas por el Código del Trabajo.
De hecho, la solicitud del pago de una indemnización, contemplada en normas del
Código Laboral, resultan del todo inaplicables en la especie, constituyendo un
intento por modificar en forma unilateral, y sin que exista causa alguna que lo
justifique, la naturaleza jurídica de la relación de la demandante para con la
demandada.
En segundo lugar, la propia actora refiere en su pretensión el inciso 4 o del art. 489
del Código del Trabajo, norma que trata y en su totalidad razona propósito de la
vulneración de derechos con ocasión de despido. En la especie la demanda da
cuenta de circunstancias a las que atribuye el carácter de vulneratorio durante “la
contrata”, por lo que resulta improcedente. En suma, la indemnización
contemplada en el Código del Trabajo no puede tener lugar y es expresamente
controvertida por esta parte.
En lo Que concierne a la indemnización por daño moral, también deberá ser
desechada, primeramente, por la incompetencia del Tribunal de US. Para conocer
de esta demanda lo que, incluso, en materia laboral se ve refrendado a propósito
del daño moral por accidentes del trabajo, en que la propia ley ordena a la víctima
reclamar este perjuicio "con arreglo a las prescripciones del derecho común” (Art.
69 ley N°16.744). La improcedencia del daño moral en sede laboral deriva
también de la circunstancia que esta indemnización no procede por haber el
legislador contemplado expresamente los resarcimientos específicos a que tiene
derecho un trabajador.
En efecto, la solicitud de reparación de daño moral es impertinente en sede
laboral, en atención a la existencia expresa y especifica de las indemnizaciones
contenidas en el Código del Trabajo, sin que contemple una retribución por
menoscabo extrapatrimonial con motivo del despido. La única excepción expresa
en cuanto a la procedencia del daño moral en el ámbito laboral está dada por la
Ley de Accidentes del Trabajo, de lo que se desprende que la regla general es la
improcedencia del daño moral.
A mayor abundamiento, estimamos que plantear en forma
conjunta la indemnización por daño moral con la indemnización adicional
sancionatoria por despido discriminatorio a que se refiere el artículo 489 del
Código del Trabajo, es absolutamente impertinente puesto que esta última
constituye en sí una indemnización por todo daño causado al afectado. Esta
indemnización adicional cubre o comprende expresamente el daño moral sufrido
por quien estima ha sido objeto de despido atentatorio a los derechos
fundamentales o discriminatorios graves, por ende, la solicitud conjunta, como lo
plantea la libelante, demuestra que su objetivo es obtener una doble
indemnización por un mismo daño. Ello, considerando, además que, en este, caso
la propia actora entiende, conforme a lo expresado en su libelo, que el daño moral
ha sido consecuencia e los mismos hechos en que basa la denuncia de tutela de
derechos.
Además, el artículo 446 n° 4 y 5 del Código del ramo precisa para
la demanda la exposición clara de los hechos y consideraciones de derecho y, la
enunciación precisa y clara de las peticiones.
En la denuncia no existe explicación alguna en relación con el daño cuya
reparación se pretende lo cual altera la bilateralidad en esta causa impidiendo ai
Fisco realizar una adecuada defensa sobre el punto.
Finalmente, porque para su procedencia han de concurrir los elementos de la
responsabilidad extracontractual, esto es, un actuar ilícito, doloso o culpable, que
en la especie no existe. Un daño que no se ha expresado y la necesaria relación
causal.
Tratándose de los reajustes e intereses que pide, ante la inverosímil hipótesis de
condena, éstos deben ser rechazados. En efecto, y a la luz de las mismas normas
recién citadas la imprecisión impide a este tribunal. un pronunciamiento toda vez
que no son los mismos los reajustes que los intereses y el tiempo del cual se han
de contabilizar unos y otros no es el mismo, cuestión que se encuentra en exceso
por nuestros tribunales, no correspondiendo a su parte mejorar aquí la demanda.
Finalmente, tratándose la pretensión de costas personales y procesales, dada su
accesoriedad, debe seguir la suerte de lo principal.
Solicita, en definitiva; en razón de todo lo precedentemente expuesto, y lo
dispuesto en las normas legales citadas y en el artículo 440 del Código del
Trabajo, solicita se sirva tener por contestada, en tiempo y forma, la demanda de
autos, rechazarla en todas y cada una de sus partes, con expresa condena en
costas.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la controversia fundamental en esta causa, según las
teorías del caso de cada parte, vertidas en la demanda y contestación, latamente
expuestas en la parte expositiva y cuyos contenidos se dan por expresamente
reproducidos en esta parte considerativa de la sentencia, consiste en determinar si
resultan procedentes las excepciones opuestas por la demandada de
incompetencia del tribunal, caducidad, falta de legitimación activa y pasiva, para
luego entrar al fondo del asunto controvertido y determinar si la demandada
incurrió en las vulneraciones de derechos fundamentales que se le atribuyen en la
denuncia intentada y si acogida, en su caso, corresponde la condena de la
denunciada a las indemnizaciones y prestaciones impetradas.

SEGUNDO: Que se fijaron como hechos no controvertidos los siguientes:


1.- El ingreso de la denunciante a Carabineros de Chile con fecha 26 de
septiembre del año 2006, mediante la modalidad de contrata por resolución CPR
en calidad de telefonista grado 16, desempeñándose en la central de
comunicaciones de Carabineros CENCO Coronel y que el término de dicha
relación se verifica el 31 de diciembre del año 2015, con ocasión del término de su
contrata.
2.- La remuneración para efectos del artículo 489 del Código del Trabajo, en
el caso que procediera se acuerda en la suma de $580.000.
TERCERO: Que se fijaron los siguientes hechos pertinentes, sustanciales
y controvertidos:
1.- Efectividad de los hechos contenidos en la denuncia, época de los
mismos. En específico, que la denunciante haya sufrido hostigamientos, a
agresiones reiteradas y progresivas y que estas hayan culminado con el término
de su contrata, que haya producido en ella un daño a su integridad síquica y/o que
dichos actos hayan constituido una discriminación arbitraria por parte de la
denunciada. Hechos y circunstancias que lo acrediten.
2.- Efectividad de que la denunciante haya sufrido daño moral, y en su caso
entidad y cuantía del mismo.
CUARTO: Que para el fundamento de su pretensión la denunciante rindió
las siguientes probanzas:
Documental:
1.- Copia de la Circular № 001743, de fecha 28.SET.2012, de la Dirección
Nacional del Personal, que imparte instrucciones respecto del personal contratado
por resolución.
2.- Documento Electrónico № 33221730, de fecha 23.ABR.2015, Se refiere a que
la C.P.R. BETANCOURT RECABAL, se encontraba destinada en comisión de
servicio en forma irregular por mas de 1 añoo y medio.
3.- Documento Electrónico № 32505570, de fecha 02.ABR.2015, Se refiere a
estudio necesidades de personal C.P.R., y solicitud de traslado de la C.P.R.
BETANCOURT RECABAL desde la Subcomisaria Lagunillas a la Comisaria de
Coronel.
4.- Documento Electrónico № 33903990, de fecha 12.MAY.2015, Se refiere a la
improcedencia de comisión de servicio de Paola Betancourt.
5.- Copia Resolución Exenta № 1029 de fecha 28JUL.2U15; que invalidó sanción
administrativa de la C.P.R. BETANCOURT RECABAL, antecedentes de sanción
que se usaron en forma ilegal y arbitraria para perjudicarla.
6.- Documento Electrónico № 38874043 del 01.QCT.2015 que se refiere a
situación que afecta a Paola Betancourt, y planteamiento de sus Mandos, con la
finalidad de perjudicar su continuación en su trabajo.
7.- Documento Electrónico № 39803694 de fecha 27.0CT.2015. Se refiere a
solicitud de audiencia de la C.P.R. BETANCOURT RECABAL, con el sr. Jefe de
Zona.
8.- Documento Electrónico № 40250872, de fecha 27.NOV.2015, Se refiere a que
la CРR. BETANCOURT RECABAL, reitera solicitud de audiencia con jefe de Zona.
9.- Copia de Pantallazo del sistema Intranet de Carabineros de Chile, de fecha
11.ABR.2015, que demuestra que Paola Betancourt, cumplia funciones de
Operador de Emergencia y no solo de telefonista, contando con clave del nivel 133
Rural.
10.- Documento Electrónico № 9419012 de fecha 31.DIC.2012, que se refiera a
instrucciones de las funciones que debe cumplir el Personal CPR.
11.- Copia de relación de servicios realizado en los meses de marzo y abril de
2015 de la C.P.R., BETANCOURT RECABAL, donde se evidencia el
incumplimiento de las normas de descanso del trabajador, con solo un domingo
libre en el mes con prohibición de pedir permiso, enfermarse u otras franquicias.
12.- Certificado Médico de Paola Betancourt, emitido por el Médico Psiquiatra Sr.
MARCELO FASCE VILLASENOR, de fecha 30 de marzo de 2016, con diagnóstico
de “Trastorno de Adaptación originado en lo que la paciente relataba como
estresores del trabajo”.
13.- Copia de la Circular 35, del Ministerio de hacienda, de fecha 13.NOV.2014,
que imparte instrucciones respecto del proceso de renovación del personal a
contrata.
Confesional:
Mediante mandato absuelve posiciones don Rodrigo Medina Silva.
Exhibición de documentos:
1.- Informe detallado de Calificaciones de la actora Paola Betancourt
Recabal cédula de Identidad № 12.181.339-4, de los anos 2010 hasta 2015, que
contenga observaciones y evaluación.
2.- Prórroga de las Resoluciones de renovación de contratos para C.P.R.,
de Paola Betancourt Recabal, desde la fecha de su contratación hasta el año
2015.
3.- Al Servicio Médico de la VIII. Zona de carabineros Bio Bio, a objeto
informe y remita copia autorizada de las licencias médicas que registra la C.P.R.
Paola Betancourt Recabal, Rut, 12.181.339-4.
4.- A la Prefectura de Carabineros Concepción, a objeto remita la relación
de servicios en base a turnos registrados en el sistema proservipol
correspondiente al año 2015, desarrollado por la C.P.R. Paola Betancourt
Recabal, en la 2° Comisaria Coronel y en la Subcomisaria Lagunillas de su
dependencia.
QUINTO: Que para el fundamento de sus alegaciones o defensas la
denunciada rindió las siguientes probanzas:
Documental:
1.- Directiva del Personal Contratado por Resolución C.P.R., consistente en
14 páginas, aprobada por Resolucion 001957 de 18 de agosto del año 2010 por el
General Director de Carabineros de Chile Sr. Eduardo Gordon Valcarcel.
2.- Evaluación de desempeño de la Srta. Paola Angelica Betancourt
Recabal para el año 2015 efectuado por el Capitan de Carabineros Sr. Mario
Manuel Rojas Rivas, el que contiene además la opinión del evaluador, la
notificación a la evaluada. Además del acta de comparecencia que da cuenta de
haber hecho uso de su recurso de consideración verbal, de fecha 5 de septiembre
de 2015, suscrito por ella y el acuerdo №2 de fecha 02 de octubre de 2015 de la
Comisión evaluadora de Desempeño frente a recurso jerárquico interpuesto por
ella, y suscrito por el Coronel de Carabineros Carlos Quintada Valenzuela, como el
acta de constancia de notificación personal de este acuerdo, efectuada a la
evaluada con fecha 05 de octubre de 2015. (11 paginas).
3.- Documento electrónico emanado del Mayor de carabineros Erick Martin
Castro, Comisario a la Prefectura de Concepción, mediante !a cual comunica la
nómina de funcionarios vinculados a la institución en la modalidad contrato por
resolución (C.P.R.), de fecha 25 de noviembre de 2015.
4.- Relación del Personal (C.P.R.) que se estima no ser conveniente
renovar su contrato para el año 2016 respecto de la Srta. Paola Angélica
Betancourt Recabal, de fecha 30 de septiembre de 2015 y suscrita por el Capitán
de Carabineros Sr. Manuel Rojas Rivas, y su correspondiente Acta de Notificación
a la Srta. Betancourt de fecha 24 de noviembre de 2015, tiempo en el cual fue
liberada y no obstante ello, mantuvo su remuneración hasta el día 31 de diciembre
de 2015.
Testimonial
1.- Claudio Ramírez Cubillos.
2.- Mario Rojas Rivas.
Otros Medios de Pruebas
Exhibición de grabación en formato electrónico.
Acompaña CD con grabación de video y audio, de conversación que habría
sostenido la demandante Paola Betancourt y don Ricardo Hernández Muñoz.
En cuanto a la excepción de incompetencia absoluta opuesta por la
demandada
SEXTO: Que, en primer lugar, ha quedado asentado por nuestra
jurisprudencia que en el sector público, si bien, el derecho aplicable a sus
funcionarios tienen algunas características o modalidades que son propias de la
regulación del ente público, no es menos cierto que la condición en que se
encuentran estos funcionarios en relación a los entes públicos o el Estado es
también, en lo esencial, una relación de trabajador a empleador.
El artículo 1° del Código del Trabajo dispone que sus normas rigen a los
trabajadores y empleadores y excluye de su aplicación -en su inciso
segundo a los funcionarios de la Administración del Estado, centralizada y
descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial, y a los
trabajadores de las empresas o instituciones del estado o de aquellas en
que éste tenga aportes, participación o representación, siempre que dichos
funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un estatuto
especial. Sin embargo, el inciso tercero de dicho artículo establece que:
"Con todo, los trabajadores de las entidades señaladas en el inciso precedente se
sujetarán a las normas de este Código en los aspectos o materias no reguladas
en sus respectivos estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a estos
últimos". Esta norma utiliza la expresión "trabajadores" para referirse a todos
aquellos que prestan servicios en las entidades señaladas en el inciso
precedente; y luego que usa la palabra entidades, que comprende no sólo
las empresas del estado, sino todas la instituciones referidas en el inciso
precedente, en una expresión omnicomprensiva. Es decir, la propia Ley
entiende que los funcionarios públicos son también trabajadores.
SÉPTIMO: Que, tal como ya lo ha sentenciado la Excma. Corte Suprema
en Recurso de Unificación de Jurisprudencia, Rol N°10.972-2013, haciéndoles
plenamente aplicable a los funcionarios de Estado este Procedimiento de Tutela
de Derechos Fundamentales contenido en los artículos 485 y siguientes del
Código del Trabajo. Ello porque, si bien el inciso segundo del artículo 1° del
Código del Trabajo excluye de la aplicación de sus normas a las personas que
indica, en la medida que se encuentren sometidas por ley a un estatuto especial,
lo cierto es que el inciso tercero de la referida norma prevé la posibilidad de que a
“los trabajadores de las entidades señaladas en el inciso precedente”, les sean
aplicables las normas del Código del Trabajo, si concurren los siguientes
requisitos, copulativos, a saber, que se trate de materias o aspectos no regulados
en sus respectivos estatutos y que éstas no fueren contrarias a estos últimos.
OCTAVO: Que, por su parte, tal como lo ha sostenido de manera reiterada
la Contraloría General de la República el artículo 7° de la ley N° 18.961, Orgánica
Constitucional de Carabineros, en concordancia con los artículos 10°, 36° y 37°
del decreto con fuerza de ley N° 2, de 1968, del entonces Ministerio del Interior,
sobre Estatuto del Personal de Carabineros de Chile, la Dirección General está
facultada para contratar en forma temporal y cuando las necesidades del servicio
lo requieran, a profesionales, técnicos, administrativos y trabajadores a jornal o a
trato, quienes quedarán sometidos a la jerarquía y disciplina de esa institución, los
cuales no integrarán la Planta Institucional. Consecuentemente, se concluye que
tales funcionarios, que reciben comúnmente la denominación de personal
contratado por resolución -CPR-, se rigen por la preceptiva indicada y,
complementariamente, por las pertinentes órdenes generales de la institución. Es
necesario precisar que a estos funcionarios no les son aplicables las
disposiciones sobre la materia contenidas en otros textos estatutarios, como
sucede con la ley Nº 18.834, sobre Estatuto Administrativo.
En consecuencia, en lo tocante al primer requisito antes indicado, no existe
norma alguna en el estatuto especial que regula la relación laboral existente entre
la demandante y la demandada, Ley Orgánica de Carabineros de Chile, el
Estatuto de Personal y el Código de Justicia Militar, sobre los efectos y
consecuencia de una vulneración de derechos fundamentales con ocasión del
despido del trabajador, en consecuencia, las reflexiones precedentes conducen a
sostener que se cumple el primer requisito previsto en la norma, cual es que
exista un vacío legal en el estatuto especial, respecto de una materia o aspecto
que sí se encuentra regulado en el Código del Trabajo, como es el procedimiento
de Tutela Laboral a través del cual se busca proteger al trabajador, por la vía
jurisdiccional, en el goce o disfrute de sus derechos fundamentales en el ámbito
del trabajo.
En lo tocante al segundo requisito previsto en el inciso tercero del artículo
1° del Código del Trabajo, que exige que las normas que habrían de aplicarse en
forma supletoria no sean contrarias a las disposiciones del estatuto especial, es
menester señalar que tampoco se encuentra en el cuerpo de normas antes
signado algún capítulo o precepto que pugne con la protección de los derechos
fundamentales de sus funcionarios y, es que no se advierte cómo normas
protectoras de dichos derechos podrían ser incompatibles con lo dispuesto en el
conjunto normativo signado, toda vez que es dable asumir que el Estado, en
cuanto empleador, ha de cumplir con el deber de asegurar el pleno respeto de los
derechos fundamentales de que también son titulares los funcionarios que
trabajan en la Administración del Estado. Por ende, satisfechos los requisitos
establecidos en el inciso tercero del artículo 1° del Código del Trabajo, no resulta
existir inconveniente para la aplicación supletoria de las normas que se consagran
en el párrafo 6° del Título del Libro V del referido cuerpo legal, respecto de la
tutela de derechos fundamentales, a los funcionarios que se encuentran sujetos al
Estatuto Administrativo.
Además, señala el Excmo. Tribunal que esta conclusión anterior guarda
armonía con lo dispuesto en el artículo 485 del Código del Trabajo, que establece
que el procedimiento de Tutela Laboral “se aplicará respecto de las cuestiones
suscitadas en la relación laboral por aplicación de las normas laborales, que
afecten los derechos fundamentales de los trabajadores. En efecto, el lenguaje
utilizado en el inciso tercero del artículo 1° del cuerpo legal citado, no deja lugar a
dudas en cuanto a que los funcionarios públicos son considerados también
trabajadores, toda vez que luego de enunciarse, en el inciso segundo, los órganos
a los cuales no se les aplicarán las normas del Código del Trabajo -entre los que
se menciona a los funcionarios de la Administración del Estado, del Congreso
Nacional, del Poder Judicial y de las empresas del Estado- se indica en el inciso
tercero,” “Con todo, los trabajadores de las entidades señaladas en el inciso
precedente se sujetarán a las normas de este Código”, sin hacer distinción de
ninguna especie en cuanto al tipo de entidad a que se refiere el inciso segundo.
Lo anterior está en concordancia, además, con la forma en que es concebida la
excepción a la regla del inciso primero del artículo 1° del cuerpo legal citado. La
regla del inciso primero es una de carácter general, por la que se sujeta las
relaciones laborales entre empleadores y trabajadores a las normas del Código
del Trabajo y la excepción contenida en el inciso segundo, se refiere a una
situación particular, que excluye a determinados trabajadores de la norma general.
Así, el inciso segundo establece que “estas normas no se aplicarán, sin embargo,
a los funcionarios de la Administración del Estado”, lo que quiere decir que, no
obstante ser éstos trabajadores quedarán sometidos en sus relaciones con el
Estado, a la ley especial que los regule. La expresión sin embargo, utilizada en
este contexto, es ilustrativa y permite reforzar lo que se viene diciendo, ya que
implica que aun cuando la hipótesis es la reseñada en el inciso primero -es una
relación laboral entre empleador y trabajador- se establecerá respecto de ella una
solución distinta. Entenderlo de otra manera, haría inútil la expresión en comento y
desde esta perspectiva, entonces, tampoco existe impedimento para aplicar las
normas de Tutela a los funcionarios de la Administración del Estado, en la medida
que su ámbito de aplicación abarca o comprende a todos los trabajadores sin
distinción, calidad que -como se dijo- también poseen los referidos funcionarios.
Así las cosas, debe concluirse que el Juzgado de Letras del Trabajo es
competente para conocer de la demanda de autos, toda vez que el artículo 420,
letra a) del Código del Trabajo, lo habilita para conocer las “cuestiones suscitadas
entre empleadores y trabajadores, por aplicación de las normas laborales” y la
acción de tutela laboral, ejercitada por un funcionario personal Contratado por
resolución por Carabineros de Chile que denuncia una conducta de su empleador
que, a su juicio, afecta sus derechos fundamentales es, precisamente y a la luz de
lo preceptuado en el artículo 485 del Código del Trabajo, una de aquellas
“cuestiones suscitadas en la relación laboral por aplicación de las normas
laborales”, que la referida judicatura está llamada a resolver, conforme a la
interpretación de la normativa laboral que aquí se ha venido desarrollando.
Se añade que no es baladí para la interpretación que se efectúa, el especial
significado que reviste la consagración de un instrumento de defensa de derechos
fundamentales al interior de la relación laboral, que el trabajador aprecie le son
desconocidos o lesionados por el empleador en el ejercicio de sus facultades,
derechos de aquellos consagrados en el artículo 19 de la Carta Fundamental, en
los capítulos que especifica el inciso primero y segundo del artículo 485 del
Código del Trabajo. Se trata en definitiva, como señalaba el mensaje presidencial
antes citado, “del posicionamiento de los derechos fundamentales como ejes
vertebradores de unas relaciones laborales plenamente democráticas”, para lo
cual ha de tenerse presente que “su vigencia requiere, como condición necesaria,
no sólo de un reconocimiento material, sino también y ante todo, de mecanismos
de tutela jurisdiccional eficaces e idóneos”.
Así las cosas, entiende, atendida la entidad y naturaleza de los derechos que por
esta vía se pretende proteger, los que según también se dijo, deben considerarse
“inviolables en cualquier circunstancia”, no existe una razón jurídica valedera para
excluir de su aplicación a toda una categoría de trabajadores, particularmente si
se toma en consideración que los elementos de subordinación y dependencia
propios de la relación laboral, se dan fuertemente en el contexto de las relaciones
del Estado con sus trabajadores, siendo éste un espacio en el cual la vigencia real
de los derechos fundamentales puede verse afectada a consecuencia del ejercicio
de las potestades del Estado empleador.
En mérito de lo anterior no queda más que rechazar la excepción de
incompetencia del tribunal planteada por la demandada.
En cuanto a la excepción de caducidad opuesta:
NOVENO: Que de la sola alocución de la demandada se desprende que
la relación contractual entre las partes se extendió hasta el 31 de diciembre del
año 2016, circunstancia que se ve refrendada con la liquidación de
remuneraciones acompañada por la actora que da cuenta de su emisión hasta el
mes de diciembre del año 2015 y acta de notificación de fecha 28 de noviembre
del año 2015 que le comunica la decisión de no prórroga de su contratación para
el año 2016.
El fundamento de dicha resolución radica en los artículos 56 y 57 N° 4
de la Directiva del Personal Contratado por Resolución (C.P.R). El primero de
ellos señala que“… Aquel personal respecto de quien no se renueve su
contratación, será notificado de la decisión adoptada más tardar el día 30 de
noviembre de cada año…”.Luego, el artículo 57 señala las causales de término
del contrato por resolución y su número 4 precisa, el del “vencimiento del plazo
de la contratación”.
A su turno, el artículo 1° de dicho cuerpo normativo precisa que la
contratación de los CPR se extenderá como máximo hasta el 31 de diciembre de
cada año.
El acta de notificación indicada da cuenta clara de la terminación de la
contratación de la CPR Betancourt por vencimiento del plazo, puntualizando que
si bien queda liberada de prestar sus funciones, toma conocimiento que mientras
subsista la liberación “y hasta el 31 de diciembre del año en curso, mantendrá
dicha condición, y por ende, las remuneraciones inherentes a su contratación”.
DÉCIMO: Que, de lo anterior se desprende que la separación de la
denunciante no se produce sino con fecha 31 de diciembre del año en curso,
debiendo contarse desde allí el plazo establecido en el artículo 489 inciso 2° del
Código del ramo, en la medida que la vulneración de derechos fundamentales
circunscrita a actos de discriminación sufridos por la actora en atención a lo
solicitado en el petitorio de la demanda y el acto en que ésta materializa no es
sino con ocasión del “despido” o no renovación de la contrata la que, según se
dijo, se mantuvo vigente hasta la fecha antes signada, no siendo óbice para dicha
conclusión la notificación pretérita del término de la misma en noviembre del año
2015, encontrándose, en suma, la denuncia de tutela deducida con fecha 29 de
febrero de los corrientes dentro del término legal para ello. De igual forma, no
resulta obstáculo para dicha conclusión los hechos pretéritos señalados por el
oponente, los que, no obstante, deberán analizarse en el fondo posteriormente en
relación a la regla de los indicios: En mérito de lo anterior se rechazan de las
excepciones de caducidad opuestas por la demandada.
En cuanto a las excepciones de falta de legitimación opuestas por la
denunciada:

DÉCIMO PRIMERO: Que, en cuanto a las excepciones de falta de


legitimación activa de la demandante y pasiva de la demandada, ha quedado
asentado por nuestra jurisprudencia que en el sector público, si bien, el derecho
aplicable a sus funcionarios tienen algunas características o modalidades que son
propias de la regulación del ente público, no es menos cierto que la condición en
que se encuentran estos funcionarios en relación a los entes públicos o el Estado
es también, en lo esencial, una relación de trabajador a empleador.

DÉCIMO SEGUNDO: Que, así, el artículo 1° del Código del Trabajo


dispone que sus normas rigen a los trabajadores y empleadores y excluye de su
aplicación –en su inciso segundo a los funcionarios de la Administración del
Estado, centralizada y descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder
Judicial, y a los trabajadores de las empresas o instituciones del estado o de
aquellas en que éste tenga aportes, participación o representación, siempre que
dichos funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un estatuto
especial. Sin embargo, el inciso tercero de dicho artículo establece que: "Con
todo, los trabajadores de las entidades señaladas en el inciso precedente se
sujetarán a las normas de este Código en los aspectos o materias no reguladas
en sus respectivos estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a estos
últimos". Esta norma utiliza la expresión "trabajadores" para referirse a todos
aquellos que prestan servicios en las entidades señaladas en el inciso precedente;
y luego que usa la palabra entidades, que comprende no sólo las empresas del
estado, sino todas la instituciones referidas en el inciso precedente, en una
expresión omnicomprensiva. Es decir, la propia Ley entiende que los funcionarios
públicos son también trabajadores y, por ende, la Administración del Estado es su
empleador, ya que ambos forman parte de una relación de trabajo.

DÉCIMO TERCERO: Que al ser la relación entre las partes, en lo esencial,


una relación laboral con algunos matices distintos propios del ámbito público lo
señalado en el artículo 485 del Código del Trabajo en cuanto a que este
procedimiento de Tutela Laboral se aplica respecto de las cuestiones suscitadas
en la relación laboral por aplicación de las normas laborales que afecten los
derechos fundamentales de los trabajadores, especificando que se entiende que
los derechos y garantías a que se refiere el articulado resultan lesionados cuando
en el ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador limita el pleno
ejercicio de aquellas sin justificación suficiente, en forma arbitraria o sin respeto a
su contenido esencial, pone de manifiesto igualmente que este procedimiento es
plenamente aplicable a todos los trabajadores y empleadores, incluidos los
órganos de la Administración del Estado, como lo es Carabineros de Chile,
denunciada de autos. Como lo explicamos, éste tiene la calidad de empleador del
demandante, que es a su vez calificado por la propia legislación como trabajador,
y, consecuencialmente, existe entre ambos una relación de carácter laboral con
características diferentes por el hecho de tratarse de un ente público, la cual
supletoriamente se rige por el Código del Trabajo, justamente al hacerle aplicable
este procedimiento de tutela de sus derechos fundamentales, con lo que
claramente en este aspecto el actor, funcionario de dicha rama, tiene legitimación
activa para deducir la presente acción y, a contrario sensu, la institución signada,
empleadora del demandante, también posee legitimación pasiva en la misma para
ser demandado al alegarse que en esta calidad de empleador lesionó los
derechos fundamentales del trabajador demandante, específicamente su derecho
a la igualdad y no discriminación, al supuestamente excluirlo de sus funciones por
un acto discriminatorio, debiendo ser rechazada ambas excepciones opuestas por
la demandada.

DÉCIMO CUARTO: Que entonces siendo legitimada activa para deducir


esta acción la funcionaria CPR, y siendo competente para conocer de la misma
este juez del trabajo, debemos tener presente que las partes están contestes en
que a la actora se le puso término a su contrato a contar del 31 de diciembre del
año 2015, por vencimiento del plazo, resolución que le fue notificada
personalmente con fecha 24 de noviembre del año 2015, acto administrativo que
ésta trabajadora califica de discriminatorio, buscando el amparo judicial a través
de la figura contemplada en el artículo 489 del Código del Trabajo, esto es,
cuando la vulneración de derechos fundamentales se hubiere producido con
ocasión del despido, entendiéndose por tal, según la profesora Gabriela Lanata
Fuenzalida en su artículo de la Revista Chilena de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Número 3,
Volumen 2, que la vulneración debe haber sido con ocasión del despido, y si bien
no se exige que sean simultáneas, deben estar relacionadas directamente con
éste, concluyendo que los hechos vulneratorios no se producen de manera
simultánea con el despido, sino que son su causa.

DECIMO QUINTO: Que el Código del Trabajo en su artículo 2 define los


actos discriminatorios como “distinciones, exclusiones o preferencias” basadas en
alguna de las categorías sospechosas que enuncia, incluida la opinión política.
Para estos efectos, las distinciones son “diferenciaciones en base a alguna
particularidad”, las exclusiones “se traducen en quitar a alguien el lugar que
ocupa” y las preferencias son “ventajas que se conceden a una persona sobre
otra”.

DÉCIMO SEXTO: Que, según sus propias alegaciones, corresponde a la


trabajadora acreditar que su separación del cargo constituye un acto
discriminatorio fundado en la categoría prohibida que denuncia, favorecida por la
regla de los indicios. En esta materia el artículo 493 del Código del Trabajo
estatuye “cuando de los antecedentes aportados por la parte denunciante resulten
indicios suficientes de que se ha producido la vulneración de derechos
fundamentales, corresponderá al denunciado explicar los fundamentos de las
medidas adoptadas y de su proporcionalidad”.

DÉCIMO SÉPTIMO: Que está claro que esta regla especial no se trata de
una inversión del peso de la prueba de conformidad con la regla general del
artículo 1698 del Código Civil, sino se trata, más bien, que la víctima debe
acreditar indicios suficientes de la existencia de la conducta lesiva, o sea,
mediante prueba directa debe ser capaz de acreditar fehacientemente los hechos
que llevan a crear en el juez la existencia de un escenario de violación del derecho
fundamental que se alega, el derecho a la igualdad y a la no discriminación
arbitraria.

Como ha sostenido el profesor José Luis Ugarte “no se trataría de un


riguroso caso de inversión de la carga probatoria (onus probandi). En efecto, no
es suficiente que se alegue una vulneración de derechos fundamentales para que
se traslade al empleador la carga probatoria, y por ello, en rigor, a pesar de la
confusión de algunos, no se altera el axioma de que corresponde probar un hecho
al que lo alega fundado en lo dispuesto en el artículo 1698 del Código Civil. Se
trata, en rigor, de una técnica más débil. La víctima o denunciante no está
completamente liberado de prueba: debe acreditar la existencia de indicios
suficientes de la existencia de la conducta lesiva, para que en ese caso, y sólo en
ese caso, aprovecharse de la regla prevista en el artículo 493 del Código del
Trabajo, correspondiendo al demandado el deber de probar que su conducta se
debió a motivos objetivos y razonables”. Por tanto, en aplicación de esta regla se
descarta la exoneración plena y absoluta de producción de prueba para el
trabajador. El indicio se encuentra a cargo del demandante y la prueba liberatoria
a cargo del demandado. Es el trabajador quien debe acreditar la existencia de
indicios que generen una razonable sospecha, apariencia o presunción a favor de
su alegato y, una vez presente esta prueba indiciaria, entra en juego el
demandado, quien asume la carga de probar que los hechos motivadores de su
decisión son legítimos o, aún sin justificar su licitud, se presentan razonablemente
ajenos a todo móvil atentatorio de derechos fundamentales.

DÉCIMO OCTAVO: Que en el ámbito de los actos discriminatorios, basta


que el trabajador demuestre un mero principio de prueba que exponga la
existencia de un clima discriminatorio, no debe acreditar ningún hecho directo de
discriminación, sino solo imbuir en el juez una sospecha racional de
discriminación. Apoya esta idea lo argumentado por Christian Melis cuando
sostiene que “por indicios, ha de entenderse aquellos hechos que generan en el
juez un principio de prueba, esto es, la convicción en el sentenciado de la
probabilidad de un hecho, la vulneración del derecho fundamental. No se requiere
entonces la prueba completa o plena sino sólo una cierta actuación del
denunciante en orden a formar convencimiento del juez, no de la existencia
necesaria de la vulneración sino de su posible ocurrencia en atención a los
hechos concretos (situación del trabajador en relación al tipo y forma de la medida
implementada), no bastando la simple denuncia de la vulneración. En algunos
casos se reduce a exponer la existencia de una esfera hostil al ejercicio de los
derechos fundamentales, como lo sería el caso de conductas discriminatorias.
Sobre la base de la verosimilitud del hecho alegado se produce un
desplazamiento de la carga de la prueba. En este sentido, se trataría más bien de
un análisis orientado a la aptitud o ineptitud del medio empleado para vulnerar el
derecho fundamental, pero siempre desde una perspectiva casuística. En
consecuencia, no es sólo una cuestión de potencialidad vulneratoria del medio
empleado considerado en forma autónoma sino de la posibilidad de vulneración
en el caso específico, considerando la situación concreta de los sujetos
intervinientes y de los medios empleados. Tres serían los elementos que
componen la norma de la prueba indiciaria: los antecedentes aportados por el
denunciante, necesarios para establecer el indicio; la obligación de justificación
del denunciado y el canon de proporcionalidad como medida de justificación”.

No se obliga al empleador denunciado a acreditar que no vulneró el


derecho fundamental del trabajador, lo que naturalmente sería complejo, sino
debe probar la racionalidad y proporcionalidad de la medida implementada. Lo que
supone entonces la prueba del hecho positivo. En efecto, en virtud de la regla de
la prueba indiciaria tocará al empleador denunciado, como autor de la medida
objetada, fundamentar la idoneidad, la necesidad y la proporcionalidad en sentido
estricto de la referida medida. Sin perjuicio, que obviamente pueda destruir los
indicios presentados por el trabajador con la acreditación del hecho positivo
contrario.

DÉCIMO NOVENO: Que, para establecer el posible clima discriminatorio y


vulnerador de su integridad psíquica, se desprende de lo expuesto por la actora
en su demanda dos grupos de hechos relacionados y unidos temporalmente: el
primero, relativo a actuaciones de sus superiores jerárquicos atingentes a la
asignación de funciones diversas a aquellas para las cuales habría sido
contratada desde el año 2006 al año 2013, inclusive, las que por su entidad
abusiva e impositiva respecto a la carga ordenada distribución de funciones y
jornadas serían elementos coadyuvantes en la desvinculación posterior y, el
segundo,. relacionado con la imposición de una medida disciplinaria por el
reclamo legítimo de sus derechos laborales, que habría devenido en el traslado a
la Subcomisaría de Lagunillas en el mes de abril del año 2015, sanción que, no
obstante, haber sido anulada por el Órgano Contralor, sirvió de igual forma en
argumento para que no se le notificare el ofrecimiento de cambio de contrato para
poder trasladarse a la Segunda Comisaria de Coronel, el que nunca se
materializó; ello con la intención, de no renovar más su contrato, esgrimiéndose la
causal de no ser necesarios sus servicios, situación que, a su entender, no era
efectiva, ya que la plaza continuaba creada y vigente.

VIGÉSIMO: Que, respecto del primer grupo de hechos, los testigos de la


demandada y el absolvente en autos, en sus dichos asientan como efectivos la
contratación primigenia de la denunciante en calidad de telefonista asignada a la
2° Comisaría de Coronel, circunstancia que se extiende hasta el año 2012, época
en la cual, por aparecer la actora en la dotación de la Subcomisaría de Lagunillas,
cambia desempeñándose en ésta última bajo la supervisión directa del capitán
Mario Rojas, deponente en autos, retornando posteriormente en calidad de
telefonista en la central de comunicaciones, Cenco, en el año 2013 hasta abril del
año 2015. La declaración de quien fuera su superior directo en la Subcomisaría de
Lagunillas asienta la asignación de funciones diferentes en dicha repartición de
carácter administrativo tales como el ingreso documentación, transcripción de
libros, redacción de documentos.

Por el contrario, por ausencia de prueba que aportare antecedentes al


respecto, la actora no acreditó que se le asignaran servicios diferentes a los
descritos durante la permanencia en la Cenco de Coronel desde el año 2013 a
abril del 2015; máxime si aquello fuere desconocido y negado respectivamente,
por el testigo Ramírez Cubillos y el absolvente en audiencia. A lo anterior, se une
la declaración conteste de ambos deponentes y el absolvente en el mismo sentido
relativo a la función de operación de la radio, la que de haberse efectuado por la
actora, de acuerdo a su teoría del caso, la habría hecho acreedora de la
asignación por operación de máquina, incrementando con ello su remuneración.

VIGÉSIMO PRIMERO: Que, con todo, respecto a este primer grupo de


hechos relacionados con la asignación de funciones a la CPR Betancourt desde el
ingreso en dicha calidad a Carabineros de Chile en el año 2006 hasta el año 2013,
así como la distribución abusiva de su jornada laboral y aquellas que
eventualmente habría efectuado ajenas a las descritas en su contrato mientras
prestaba servicios en la Cenco de Coronel, con posterioridad, hasta el mes de
abril del año 2015; por la distancia temporal de unos, ligada a igual condición y
ausencia de prueba que así los afincare, respecto de los otros; ambos ponderados
a la luz de la acción deducida al tenor del artículo 489 del Código del Ramo, y en
consideración a lo expresado precedentemente en relación a que los hechos que
pudieran subsumirse en esta causal son aquellos que si bien no se exige que
fueren simultáneos, debieran estar relacionados directamente con éste,
concluyendo que los hechos vulneratorios no se producirían de manera simultánea
con el despido, pero que sí serían su causa; respecto a los hechos antes
indicados, atendido lo expresado, obligan a este sentenciador, en consecuencia, a
prescindir de su consideración como eventuales indicios de la separación posterior
de la denunciante.

VIGÉSIMO SEGUNDO: Que, en lo tocante al segundo grupo de hechos.


relacionados con la imposición de una medida disciplinaria por el reclamo legítimo
de sus derechos laborales, es menester, ante todo, señalar, para su análisis, que
a su respecto confluyen temporalmente tres situaciones relacionadas con la
vinculación de la actora a su empleador:

La primera situación, dice relación con el levantamiento de información


relacionado con la dotación de CPR en las distintas dotaciones de Carabineros a
objeto de contrastarlas con los listados tenidos a la sazón y desde ahí ponderar
las renovaciones de aquellos atendidas las reales necesidades de las
reparticiones policiales pertinentes y la regularización administrativa y
reglamentaria de los contratos que adolecieren de estas últimas. En este
escenario la documental acompañada por la demandante consistente en la
comunicación o misiva electrónica remitida por el mayor Erick Martin Castro al
Capitán Mario Ulloa, con fecha 02 de abril del año 2015, y la verificación de la
situación administrativa en la que se encontraba la actora que recoge el
documento electrónico, de fecha 23 de abril del año 2015, enviado por don Carlos
del Valle Herrera, Teniente Coronel, al Mayor antes señalado, que reflejan que la
CPR Betancour se encontraba prestando servicios en la 2° Comisaría de Coronel,
no obstante, formar parte de la dotación de la Subcomisaría de Lagunillas, da
cuenta de ello. Dicha circunstancia refrendada por los testigos y absolvente en
audiencia, si bien detentaba el cariz de irregular en términos administrativos era,
empero, de conocimiento de la Unidad a la que estaba asignada; en efecto el
testigo Rojas Rivas, manifestó haber trabajado con la denunciante siendo su
superior directo en la Subcomisaría de Lagunillas, ocasión en la que la habría
evaluado en dos procesos calificatorios diferentes, a saber, el correspondiente al
año 2012 y el último correspondiente el año 2015.

En conocimiento de la contratación de la actora en calidad de telefonista en


la unidad a su cargo, la que no precisaba de dichos servicios, le asignó diversas
tareas, antes indicadas, hasta la destinación en comisión de servicio a la 2°
Comisaría de Coronel desde el año 2013 a abril del año 2015, la que, por su
parte, excedió materialmente el lapso máximo de un año de dicha destinación en “
calidad de agregada”, sin que se haya renovado dicho acto administrativo para los
periodos 2014 y 2015, tal como lo recoge la documental consistente en el acuerdo
N° 2 , de fecha 02 de octubre del año 2015, que se pronuncia acerca del recurso
deducido por la actora en contra de la última calificación a ella asignada en el
proceso respectivo.

En ese punto, es necesario destacar que más allá del error administrativo
respecto de la asignación de una telefonista en la unidad policial en la que no se
requería y la mantención de dicha circunstancia de hecho conocida por sus
superiores directos, que permitieron, como se señaló, la destinación en
consideración de ello a la 2° Comisaría de Coronel, así como su retorno en el año
2012 a la Subcomisaría de Lagunillas fundado en igual argumento, cierto es que,
según lo expresado por todos los examinados en audiencia, dicha circunstancia
de facto permanente a la época del retorno de la demandante a Lagunillas en el
mes de abril del año 2015; no fue óbice para que la ubicaren nuevamente en el
lugar del cual formaba parte de la dotación, con conocimiento pleno de las
necesidades de una telefonista en la Cenco de Coronel, en contraste con la nula
necesidad de dicha función en la Subcomisaría indicada.

La segunda situación, dice relación con la medida disciplinaria impuesta a


la demandante. Respecto de los hechos materiales de aquella es poco lo que se
pudo recabar de la prueba viva; el absolvente Medina Silva en concordancia con
lo expresado por los testigos Ramírez Cubillos y Rojas Rivas ilustraron respecto
de reclamos efectuados por la demandante, innominados para este sentenciador
por falta de mayores antecedentes, los que se habrían proferido por la actora sin
respetar el o los conductos regulares para ello. Es importante apuntar que
ninguno de éstos señaló los elementos constitutivos de la infracción, su entidad,
reiteración u otros elementos que permitieren aprehenderla en su completa
dimensión, refiriéndose en definitiva, en ese tópico, en similares términos que
aquellos recogidos por la instrumental acompañada. En efecto, el documento
electrónico ordinario acompañado por la actora bajo el rótulo de “Adición:
Comisario-Mayor Erick Martin- 2° Com. Coronel” recoge, a propósito de la
respuesta de dicho oficial al ordinario remitido por el Dpto. del Personal Civil, P5,
que más adelante se abordará, en lo que interesa, que la actora con fecha 08 de
mayo del año del año 2015, fue debidamente notificada de resolución N° 115, de
fecha 28 de abril del año 2015, de la prefectura de Carabineros de Concepción,
en cuya parte pertinente se indica que se ha resuelto confirmar la medida
disciplinaria consistente en Censura, impuesta por el mando de dicha unidad, por
“realizar comentarios improcedentes contrarios al sistema institucional
establecido”.

La medida antes indicada fue declarada inválida, así como la notificación de


ella, en virtud de resolución exenta N° 1029, de fecha 28 de julio del año 2015,
que es consecuencia de la solicitud de pronunciamiento anterior efectuada por la
actora ante la Contraloría General de la República: Dicha resolución considera el
informe jurídico previo que dicho órgano contralor solicita por medio de oficio N°
012482 y la providencia N° 505, de fecha 27 de julio del año 2015, de la VIIa Zona
de Carabineros de Bío Bío, a través de la cual dispone proceder invalidar al
resolución exenta N° 115, de fecha 28 de abril del año 2015, de dicha repartición y
ordenar como “ medida para mejor resolver, una Investigación de los hechos
referidos por la C.P.R. Telefonista PAOLA ANGÉLICA BETANCOURT
RECABAL”. Luego, en el punto C de dicha resolución se ordena la remisión de los
antecedentes a la Fiscalía Administrativa de la VIIa Zona de Bío Bío para que
proceda instruir una investigación ,al tenor de los hechos presentados por la
C.P.R, en su recurso presentado con fecha 17 de abril del año 2015 dirigido al
mando de dicha Prefectura.

La medida disciplinaria, al momento de la comunicación del término de la


contrata de la actora con fecha 28 de noviembre no se encontraba afirme, así fue
declarado, además, por los deponentes y el absolvente, en audiencia,

La tercera situación, consistente en la modificación del contrato de la actora


con el objetivo de que suscribiera uno nuevo como telefonista C.P.R., con jornada
de 44 horas semanales, para prestar servicios en la 2d° Comisaría de Coronel,
requería para ello de la renuncia a su empleo de telefonista C.P.R., con jornada
de trabajo de 44 horas semanales en la dotación de la Subcomisaría de
Lagunillas, a contar del 18 de mayo del año 2015.
Tal como lo señalare la actora en su libelo, fuere refrendado por los testigos
en audiencia y asentado, a mayor abundamiento, con la instrumental consistente
en el documento electrónico ordinario signado bajo el rótulo de “Adición:
Comisario-Mayor Erick Martin- 2° Com. Coronel”, la resolución emanada del
Departamento del Personal Civil de Carabineros, P5, en orden a suscribir un
nuevo contrato en los términos señalados- circunstancia coincidente, por un lado,
con la necesidad de un cuarto telefonista en la Cenco de Coronel, según declaró
en estrados el testigo Ramírez Cubillos, y ratificada por el Capitán Rojas Rivas al
expresar que en dicha repartición existía una necesidad urgente de telefonista al
momento de la destinación de la denunciante en el año 2013 y, por otro, la nula
necesidad de telefonista en la dotación de la Subcomisaría de Lagunillas- no fue,
empero, puesta en conocimiento de la funcionaria demandante, ello como
corolario de la medida disciplinaria impuesta, la que con posterioridad, según se
expresó, resultó invalidada para instruir una nueva investigación en los términos
recogidos.

VIGÉSIMO TERCERO: Que, al análisis de este segundo grupo de hechos y


situaciones concomitantes a los mismos señaladas en el motivo precedente, debe
añadirse aquella relacionada con la evaluación funcionaria de la demandante en
relación a la relevancia de éstas con la renovación de los contratos. La hoja de
vida de la actora refleja once renovaciones de contrato. A ello, se unen las
calificaciones de los años 2013, 2014 en las que se le califica en lista 1 de mérito
y con el máximo establecido de 48, existiendo referencia en la primera de ellas a
la correspondiente al año 2012, con 46 puntos, antecedente refrendado por el
testigo Rojas Rivas, superior y evaluador de la funcionaria en dicho periodo.

Las calificaciones, tal como fuere ratificado por los deponentes,


condicionaban directamente la renovación de todas las CPR para el año
inmediatamente siguiente. La historia funcionaria de la denunciante es reflejo de
lo anterior, ya que las calificaciones acompañadas no son sino una muestra de
anteriores que sí eran de conocimiento de al menos uno de los testigos y el
absolvente, que daban cuenta de la mantención de la actora siempre en Lista 1 y
un puntaje superior asociado a 4.

La última calificación efectuada en el año 2015, a cargo del Capitán Rojas


Rivas, mantiene su posición en Lista 1 pero ya no con los puntajes máximos sino
con aquellos inmediatamente anteriores sumando, en definitiva, la cantidad de 36
puntos.

Al respecto, cabe destacar que interpuestos los recursos correspondientes


por la actora, según refleja la instrumental incorporada, la comisión evaluadora
adoptó, en su oportunidad, la mantención de la calificación, la que si bien no era
idéntica a las anteriores permitía, de acuerdo a lo señalado por los testigos, la
posibilidad cierta de renovación del contrato.

Respecto de la calificación en cuestión, resulta de suma importancia el


examen del evaluador directo, capitán Mario Rojas Rivas, quien expresó no haber
podido percibir elementos que otrora si pudo evaluar en la actora, atendido que,
según se dijo, ésta desempeñaba una serie de funciones administrativas ajenas a
su cargo de telefonista que la hacían merecedora de las más alta consideración
por su superior, lo que no pudo verificar en la calificación del año 2015, dado que
se le habría restituido a la funcionaria en el cargo que primigeniamente estaba
destinada de acuerdo a la dotación de la unidad, esto es, como telefonista de la
Subcomisaría de Lagunillas, con la prohibición expresa de sus superiores para
asignarle tareas diferentes a aquellas propias de su cargo, a sabiendas, que
aquello significaría un trabajo menguado, de poca constancia, situación que no
obstante, reconocer no era de responsabilidad de la trabajadora, terminó
endosándoselo, de igual forma, en sus calificaciones.

VIGÉSIMO CUARTO: Que, si bien, en el ámbito laboral la Constitución en


su artículo 19 N°16 inciso tercero dispone respecto de la libertad de trabajo y su
protección que “Se prohíbe cualquiera discriminación que no se base en la
capacidad o idoneidad personal, sin perjuicio de que la ley pueda exigir la
nacionalidad chilena o límites de edad para determinados casos”. Tal como lo
propugna, Eduardo Camaño en su obra “El derecho a la no discriminación en el
empleo” (2° edición, Santiago, Editorial LexisNexis, 2007), lo que se hace por el
constituyente es fijar una regla fundamental, toda vez que se otorga rango
constitucional al principio de no discriminación en materia laboral y, por tanto,
todas las normas de nuestro sistema jurídico deben ajustarse a esta disposición,
sin perjuicio que, además, considera la discriminación laboral como un ilícito a
nivel constitucional. Sin embargo, contempla una excepción general y dos
particulares, siendo la general, la capacidad o idoneidad personal, que permite
efectuar discriminaciones lícitas en el ámbito laboral, y las particulares, como la
edad y la nacionalidad.

VIGESIMO QUINTO: Que se contiene, entonces, una prohibición amplia de


no discriminación, proscribiendo cualquier conducta discriminatoria que no se base
en la capacidad o idoneidad personal, sin perjuicio que se pueda exigir la
nacionalidad chilena o límites de edad para determinados casos. Con este
precepto se pone de manifiesto la estrecha relación entre la prohibición de
discriminación y el derecho a la libertad de trabajo pues aparece como una
protección de aquella libertad, siendo una clara manifestación del principio de
igualdad.
VIGÉSIMO SEXTO: Que así, aún cuando, efectivamente el precepto
constitucional prohíbe cualquier discriminación que no se afinque en la capacidad
o idoneidad personal, ello no desvirtúa que igualmente para calificar una conducta
como discriminatoria en el ámbito laboral, tal como lo establece la Constitución, es
necesario que exista una distinción fundada en la existencia de un criterio que no
sea razonable, ya sea prohibido o sospechoso. La norma constitucional hace
alusión, específicamente en materia laboral, a la capacidad o idoneidad para el
trabajo porque obviamente considera lícitas las distinciones fundadas en tales
categorías, pero igualmente hace alusión a que lo prohibido es cualquier
“discriminación” fundada en éstos, y al hablar de discriminación exige que estemos
frente a la existencia de cualquier criterio sospechoso, como elemento
configurativo necesario, considerándose como sospechoso o prohibido cualquiera
que no se funde en la capacidad o idoneidad personal, el cual será considerado
como discriminatorio, pero este criterio debe ser enunciado para poder analizarlo,
aún cuando no esté contemplado taxativamente en el artículo 2 del Código del
Trabajo, porque tal catálogo resulta sólo enunciativo y a modo de ejemplos,
pudiendo existir otros con que hacer la comparación entre iguales a nivel
normativo.

VIGÉSIMO SÉPTIMO: Que, en caso contrario, se dejaría en la indefensión


al empleador a quien le estaría vedado acreditar la legitimidad y proporcionalidad
de su conducta fundada en la razonabilidad de su medida, aún siendo el
trabajador capaz e idóneo para el cargo, ya que es el trabajador quien debería
acreditar con indicios que fue víctima de un acto de discriminación fundado en
algún motivo sospechoso y el empleador, por su parte, explicar el fundamento y
proporcionalidad de su decisión. Tal es el corolario y complemento en materia
laboral de la manifestación del principio de igualdad de las personas que nuestra
Constitución consagra en su artículo 1 al indicar que “las personas nacen libres e
iguales en dignidad y derechos […]”. Por su parte, el artículo 19 N°2 asegura a
todas las personas “La igualdad ente la ley. En Chile no hay persona ni grupos
privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre.
Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias”. La idea de discriminación conlleva en esencia
un tratamiento inadecuado que puede recibir una persona o grupo y siempre debe
entenderse, en general, como toda distinción, exclusión, restricción o preferencia
que se base en determinados motivos, como los que señala el artículo 2 del
Código del Trabajo, o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o
por resultado anular, menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de
todas las personas, según la Observación General 18 de 29 de marzo de 1996 a
propósito de los alcances de los artículos 1 y 26 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, suscrito y ratificado por nuestro país. Son, entonces,
sus elementos estructurales, según la profesora Ximena Gauché, (en publicación
“Análisis Crítico de la Ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación”,
Revista Chilena de Derecho y Ciencia Política, enero-abril 2014, vol. 5, N°1, pp.11-
58), “la desigualdad de tratamiento consistente en una distinción, exclusión,
preferencia, limitación o restricción; la desigualdad se basa en ciertos motivos o
criterios que se indican (las llamadas “categorías sospechosas”); tiene por objeto o
por resultado producir un cierto efecto y que consiste en anular, alterar o
menoscabar el goce y ejercicio de los derechos humanos y libertades
fundamentales (dando espacio a distintas categorías de discriminación según su
intencionalidad: directa e indirecta) y puede producirse en cualquier esfera de la
vida pública, sea política, económica, social, cultural o cualquier otra, pues no se
hace distinción al respecto”. Lo que siempre lleva a determinar para configurar la
discriminación si los criterios enunciados son razonables u objetivos y para ello a
lo menos deben ser enunciados, ya que no toda diferencia de trato es
discriminación.

En consecuencia se debe evaluar si la diferencia de trato fundada en


alguna categoría sospechosa persigue una finalidad legítima y después si la
medida impuesta es razonable en cuanto a la proporcionalidad entre los medios
empleados y la finalidad perseguida y para ello no basta alegar la existencia de la
capacidad e idoneidad del trabajador, sino que existe una discriminación fundada
en algún motivo distinto de éstos y que no resulta razonable. La regla es que se
encuentra prohibida toda distinción fundada en alguna categoría prohibida o
sospechosa y la excepción que se permitan es que tengan una justificación
razonable, que tiene que ser especialmente reforzada y sometida a un test de
escrutinio más estricto cuando se trata de tales categorías. Entonces, si no se
señala cuál es la categoría, no puede el demando explicar su medida en torno a
ésta, cualquiera sea, y demostrar su razonabilidad, descartando la discriminación
fundada en ésta.

VIGÉSIMO OCTAVO: Que, en este orden de ideas, teniendo presente el


segundo grupo de hechos que se desprenden del libelo pretensor y las situaciones
concomitantes señaladas precedentemente, se puede asentar claramente como
categoría sospechosa los comentarios proferidos por la actora, calificados de
improcedentes por su empleador al ser contrarios a su sistema institucional.

Lo anterior se asienta, en la serie de situaciones recogidas


precedentemente que constituyen indicios que reflejan hechos vulneratorios que
constituyen causa de aquél que termina con la no renovación de la contrata de la
actora.

En efecto, la destinación de la denunciante a la unidad policial de la cual


formaba parte en la dotación primigenia desde el año 2006, con claro
conocimiento que aquella plaza, aunque existente por información del oficial a
cargo, resultaba completamente innecesaria para su renovación en el año
posterior, situación por demás sabida por sus superiores al mes de abril del año
2015, al menos, con ocasión del levantamiento de la información de los CPR
necesarios en cada Unidad; la no notificación de lo resuelto por el Departamento
de Personal Civil, P5, a la demandante respecto de la propuesta de suscripción de
un nuevo contrato para ocupar el cargo de telefonista en la 2° Comisaría de
Coronel, con ocasión de la medida disciplinaria indicada, manteniendo el
empleador dicha actitud, no obstante, la invalidación de ésta y el conocimiento de
la sobresaliente historia funcionaria de la denunciante; la baja en las calificaciones
de la trabajadora en el periodo correspondiente el año 2015 por circunstancias que
naturalmente escapaban de su responsabilidad y dominio, endosándosela, de
igual forma, por esa vía su evaluador y la comisión conocedora del recurso
posterior; el reconocimiento, previa interpelación del tribunal, del absolvente
Medina Silva y el testigo Ramírez Cubillos en estrados, respecto de la renovación
indubitada de la CPR Betancourt para el año 2016, de no mediar la medida
disciplinaria aplicada, inválida, a la sazón, no constituyen sino manifestaciones
materiales, simultáneas o secuenciales que resultan corolario de la conducta
desplegada por la actora al manifestar comentarios calificados por su empleador
como improcedentes y contrarios a su sistema institucional establecido, quedando
sujeta su separación, en definitiva, a aquella situación de hecho.

De lo anterior, se desprende inequívocamente la respuesta


desproporcionada del empleador para que, prevaliéndose de una situación
anómala de carácter reglamentario y administrativo respecto de la contratación de
la actora en una repartición policial que no requería de las funciones para las que
fuere contratada, articulare cuidadosamente la restitución de la demandante en el
lugar de origen, pudiendo con ello fundamentar administrativamente la resolución
de no renovación de la contrata, enmascarando formalmente con ello la verdadera
motivación fundada en los comentarios por ella manifestados, decisión ajena, por
cierto, a su capacidad e idoneidad personal, resultando en suma, dicha
desvinculación como un hecho vulneratorio de la garantía establecida en el
artículo 19 N° 2 de la Constitución Política de la República en relación con lo
previsto en el N° 16 del mismo artículo, constituyendo un acto discriminatorio en
los términos que recoge y prohíbe el artículo 2° del Código del Trabajo.

VIGÉSIMO NOVENO: Que, respecto de la garantía señalada como


vulnerada por la denunciante recogida en el artículo 19 N° 1 de la Constitución
Política de la República, no se incorporó probanza suficiente que diera cuenta de
la vulneración de la integridad psíquica o física de la actora. El certificado médico
acompañado por la denunciante, expedido por el Médico Marcelo Fasce Villaseñor
el 30 de marzo de los corrientes, recoge los síntomas de Trastorno de Adaptación
originado en lo “que la paciente relataba como estresores del trabajo”, no
constituyendo, en suma, elemento de convicción suficiente por sí solo, a falta de
otros medio probatorios, para arribar a la conclusión pretendida en su libelo,
máxime si la extensión del mismo lo fue para la presentación en juicio, tal como lo
precisa el médico señalado en el siguiente tenor: “ Se extiende este certificado a
solicitud de la paciente para ser empleado en trámites judiciales”.

En igual sentido este tribunal no visualiza de qué forma el despido de la


actora habría vulnerado el derecho al debido y justo proceso señalado en el
artículo 19 N° 3 de la Constitución Política, entendiendo, en la especie, no
vulnerada dicha norma constitucional.

TRIGÉSIMO: Que habiéndose configurado la lesión de los derechos


fundamentales en la forma relacionada precedentemente este tribunal, teniendo
presente el tenor del petitorio de la denuncia incoada, unido al hecho no
controvertido entre partes respecto de la remuneración de la denunciante en la
cantidad de $580.000 pesos mensuales, se accederá al pago de la indemnización
adicional establecida en el artículo 489 inciso 3° del Código del Trabajo, en la
cantidad de once meses de la última remuneración mensual indicada, lo que
totaliza la cantidad de $6.380.000 pesos.

TRIGÉSIMO PRIMERO: Que, respecto a la solicitud de prestaciones


derivadas del reencasillamiento solicitado a este tribunal en favor de la
denunciante, fundado en la operación de máquina de radio eventualmente
efectuada por ésta; ante la ausencia total de prueba que avalare su pretensión,
unido a la negativa uniforme de los testigos y el absolvente en audiencia en este
aspecto, adoleciendo , en suma, este sentenciador de elementos para asentar y
luego ponderar la pretensión en la amplitud exigida, se rechazará la petición por
este concepto.

TRIGÉSIMO SEGUNDO: Que, en cuanto a la indemnización por concepto


de daño moral, es menester asentar que nuestra legislación no ha contemplado en
el ámbito del procedimiento de tutela de los derechos fundamentales del
trabajador concepto de indemnización por daño moral; tanto es así, que cuando ha
querido incluir dicho tipo de indemnización, lo ha expresado claramente, como
ocurre con la ley de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. Puede
concluirse entonces que el legislador ha pretendido que la vulneración de los
derechos fundamentales por parte del empleador, sea indemnizada conforme el
rango que ha dispuesto “no menos seis ni más de once remuneraciones”;
debiendo entenderse que este concepto sirve para resarcir el daño extra
patrimonial que pueda haber sufrido el trabajador, el que ha sido resguardado,
desde el momento en que se ha accedido a condenar a la empresa demandada al
pago de once remuneraciones, a título de indemnización adicional. En este sentido
lo ha recogido el autor Sergio Gamonal Contreras, en su obra “El Daño Moral en el
Contrato de Trabajo”, al señalar que “…Parte de la doctrina estima que la
indemnización adicional es una indemnización sancionatoria y que, por ende,
quedaría pendiente la indemnización del daño moral producido. Por el contrario,
opinamos que esta indemnización no es una simple tarificación por antigüedad,
sino que deja un margen de apreciación importante al juez de la causa, acerca del
daño producido, especialmente el moral. Es una tarifa abierta con un mínimo y
tope. De esta forma, el legislador fija un piso y un tope dentro del cual evaluar los
daños, recogiendo la experiencia de otros países en los que se ha evaluado el
daño moral laboral por medio de la tarifa legal por años de servicios. La norma del
nuevo procedimiento, en nuestra consideración, supera el test de
constitucionalidad y da seguridad jurídica al empleador”.

TRIGÉSIMO CUARTO: Que, habiéndose desestimado la procedencia del


daño moral, no se requerirá hacer mención respecto de la existencia de perjuicios,
naturaleza y el montos de los mismos.

En mérito de estas consideraciones, disposiciones legales citadas y


lo dispuesto en el artículos 19 N° 2 y 16 de la Constitución de la República,
artículos 2°,42,67, 73, 172, 445, 485 a 495 del Código del Trabajo y 1698 del
Código Civil; se declara:

I.- Que se rechazan las excepciones opuestas de incompetencia absoluta


del tribunal, caducidad, falta de legitimidad activa de la denunciante y falta de
legitimidad pasiva de la denunciada.

II.- Que se acoge la denuncia de tutela de derechos fundamentales


interpuesta por doña PAOLA ANGELICA BETANCOURT RECABAL., en contra del
FISCO DE CHILE, representado en la persona del Abogado Procurador Fiscal del
Consejo de Defensa del Estado don GEORGY SCHUBERT STUDER, en
representación de Carabineros de Chile, declarándose que el empleador lesionó el
derecho fundamental del trabajador de igualdad y no discriminación y,
consecuencialmente, su derecho a la libertad del trabajo con ocasión de su
despido, al ser éste un acto discriminatorio fundado en razón de los comentarios
que habría vertido la actora contrarios al sistema institucional establecido en
Carabineros de Chile, debiendo condenarse a la demandada únicamente al pago
de las siguientes prestaciones, rechazándose en lo demás:

- ) $6.380.000 pesos. Por concepto de la indemnización adicional


equivalente a 11 meses de la última remuneración mensual devengada, de
conformidad a lo establecido en el 489, inciso tercero, del Código del Trabajo.

III.- Que no se hace lugar a lo demás pedido en la demanda.

IV.- Que, la suma ordenada pagar deberá serlo con los reajustes e intereses
que señala el 173 del Código del Trabajo.

V.- Que no se condena en costas al denunciado por no haber resultado


totalmente vencido y haber tenido motivo plausible para litigar.
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 495 del Código del Trabajo,
ejecutoriada que sea la presente sentencia, remítase copia de ella a la Dirección
del Trabajo.

Regístrese y archívese, en su oportunidad.

RIT T-39-2016.

Dictada por don CRISTIAN RODAS RIQUELME, Juez Destinado de Letras


del Trabajo de Concepción.

Esta resolución se encuentra firmada con Firma Electrónica y el documento electrónico original puede ser
consultado en el Portal del Poder Judicial, ya sea directamente en la tramitación de la causa o ingresando el
código que se muestra a continuación.
LAB0004646445

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