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La constitución discriminativa

Por Patricio Rebollar

Una gran preocupación que debemos tener como estudiantes de derecho, radica
en que estudiamos un sistema jurídico compuesto, que desde su raíz, comienza
con una gran discriminación. Conocemos que el artículo primero de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos dice, en su tercer párrafo, que la
discriminación está prohibida, ya sea por origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones,
preferencias, estado civil o cualquiera que atente contra la dignidad humana y
tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

Después de conocer la opinión o condición que menciona el primer artículo del


documento, debemos entonces enfocarnos en materia de nacionalidad. Es el
punto en donde puedo demostrar que nuestra constitución es altamente
discriminatoria.

En nuestro país existen dos clases de mexicanos, los de primera categoría y los
de segunda. Los mexicanos de primera categoría son por nacimiento; los de
segunda por naturalización. Como sabemos, en materia constitucional, todos los
mexicanos tenemos derechos y obligaciones, no importa si uno es mexicano por
nacimiento o si se naturalizó, ambos tenemos que cumplir con las mismas
obligaciones, ya que el hecho de naturalizarse convierte en mexicano a la persona
y entra bajo el marco legal; al igual que nosotros.

Una pregunta que el lector podría llegar a hacerse es ¿Cómo se adquiere en


principio la nacionalidad?, fácil o difícil de entender, la Constitución nos marca los
parámetros bajo los cuales deberemos razonar los principios de nacionalidad, bajo
el siguiente artículo:
Art. 30.- La nacionalidad mexicana se adquiere por nacimiento o por
naturalización.

A) Son mexicanos por nacimiento:


I. Nacidos en el territorio nacional, sin importar la nacionalidad de los
padres.
II. Nacidos en el extranjero, pero con alguno de los padres mexicanos o
naturalizados.
III. Nacidos a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas.

B) Son mexicanos por naturalización:


I. Extranjeros que obtengan la carta de naturalización por la Secretaría
de Relaciones Exteriores.
II. La mujer o varón que contraiga matrimonio con mexicano y que
establezcan su domicilio dentro del país.

La constitución regula y define bajo que parámetros podrá una persona ser
considerada mexicana. Es lógico que un Estado nos enseñe e imponga las formas
en las cuales una persona podrá declararse mexicana. Bajo este orden de ideas,
una vez que sabemos que tenemos la autorización para ser declarados
mexicanos, es cuando entramos bajo el ordenamiento legal que emana de nuestra
constitución. Al ser mexicanos, adquirimos los derechos y obligaciones que ésta
manda.

a) Las obligaciones de los mexicanos

Al ser mexicanos, sin importar si fue por nacimiento o naturalización, entramos en


el ordenamiento jurídico, los principios se encuentran desde la constitución. Como
sabemos, los artículos constitucionales son generales y de ellos emanan leyes
específicas, un ejemplo muy claro está entre el artículo 27 y la Ley Agraria que da
todo el ordenamiento especializado.
Independientemente de lo mencionado anteriormente, la constitución establece
claramente cuáles son nuestras obligaciones como mexicanos:

Art. 31.- Son obligaciones de los mexicanos:

I. Que sus hijos reciban la educación obligatoria, preescolar, primaria y


secundaria.
II. Asistir en los días y horas designados por el Ayuntamiento del lugar en que
residan, para recibir instrucción cívica y militar que los mantenga aptos
en el ejercicio de los derechos de ciudadano, diestros en el manejo de
las armas y conocedores de la disciplina militar; breve paréntesis:
¿Alguien en su vida ha cumplido con esto?, ¿Conocen siquiera si
el Ayuntamiento de su municipio ofrezca esa instrucción cívica? La
verdad es que yo nunca lo he hecho y no conozco ninguna persona
que lo haya hecho, tal vez nuestra constitución no se cumple
después de todo….
III. Alistarse y servir a la Guardia Nacional;
IV. Pagar impuestos.

Gracias a estos incisos se hace efectivo las obligaciones, con excepción del punto
número dos y la crítica que le hice, los demás se deben cumplir, si no es así, el
estado tiene el poder para hacerlos cumplir.

Debemos también enfocarnos en que no son las únicas obligaciones que se tiene
como mexicano, si uno además es ciudadano, tiene otro tipo de obligaciones que
se suman a la lista. El artículo 34 de la constitución marca la pauta para saber si
una persona es ciudadano mexicano o no. Como primer punto debe haber
cumplido los dieciocho años de edad y tener un modo honesto de vivir (aunque la
constitución nunca marque ni especifique cual es el modo honesto de vivir). Una
vez que se sabe que un mexicano es ciudadano, entra bajo las siguientes
obligaciones:

Art. 36.- Son obligaciones del ciudadano de la República:

I. Inscribirse en el catastro municipal;


II. Alistarse en la Guardia Nacional;
III. Votar en las elecciones populares;
IV. Desempeñar los cargos de elección popular de la Federación o los Estados,
que en ningún caso serán gratuitos; y
V. Desempeñar los cargos concejiles del Municipio donde resida, funciones
electorales y las de jurado.

A lo largo de la constitución y las leyes que de ésta emanan, se siguen


incrementando las obligaciones que tenemos como mexicanos. Hemos visto ya
algunos de ellos, suficientes para demostrar la inconsistencia en nuestro orden
nacional.

b) Los derechos de los mexicanos

Comenzamos fuertemente con la discriminación, desde los primeros artículos en


materia de nacionalidad:

Art. 32.- Párrafo II

El ejercicio de los cargos públicos y funciones para los cuales, por disposición de
la presente Constitución, requiera ser mexicano por nacimiento, se reserva a
quienes tengan esa calidad y no adquieran otra nacionalidad. Esta reserva
también será aplicable a los casos que así señalen otras leyes del Congreso de la
Unión.
Comenzamos a darnos cuenta que la Constitución está discriminando a los
mexicanos por naturalización. Ellos tienen las mismas obligaciones que todos
nosotros, pero no tienen los mismos derechos. La constitución es incongruente, ya
que como se mencionó al principio, en el artículo primero, queda prohibida la
discriminación. Los casos en los que los mexicanos de segunda categoría son
discriminados son los siguientes:

Art. 55.- Para ser Diputado se requieren los siguientes requisitos:

I. Ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus derechos.

Art. 58.- Para ser Senador se requieren los mismos requisitos que para ser
diputado. (ser mexicano por nacimiento)

Art. 82.- Para ser Presidente de la República se requiere:

I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos,


hijo de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos
durante veinte años.

Art. 95.- Para ser electo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
necesita:

I. Se ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus derechos


políticos y civiles.

Nos damos cuenta cómo puede llegar a ser peyorativo para un extranjero que se
sienta mexicano, convertirse en mexicano. Deberá cumplir con las obligaciones
que todos los mexicanos tenemos, pero tendrá derechos selectivos para él. Ya
que por cuestiones de no ser mexicano por nacimiento no pude ocupar ningún
cargo de elección popular, o de importancia en alguno de los poderes de la
nación.

La discriminación que tiene nuestra constitución me parece grave e inconsistente.


La congruencia en un ordenamiento legal debe ser principalmente objetiva. En
este caso, podemos darnos cuenta que México no ha podido avanzar mucho
desde los inicios que dieron vida a esta nueva constitución de 1917.

Como sabemos, el sistema presidencial que tenemos, fue copiado de nuestros


vecinos los estadounidenses. No pudimos copiar el sistema que tienen ellos, la
cultura política que tiene nuestro país, es totalmente diferente a la de ellos. En
realidad, quedó demostrado que este sistema es malo, ineficiente e ineficaz,
Sartori dice que el sistema norteamericano funciona (a su manera) por que los
estadounidenses están decididos a hacerlo funcionar. Nosotros, en cambio,
hemos encontrado un conglomerado de normas a las cuales les hemos puesto
parches a lo largo de la historia para que pueda funcionar, ejemplo claro fue la
creación del amparo.

En Estados Unidos, no es necesario ser estadounidense por nacimiento, una


persona naturalizada necesita haber adquirido la nacionalidad siete años antes,
para poder ocupar un puesto de elección popular.

Como lo he dicho, son puestos de elección popular. Si un extranjero, que lleva


casi toda su vida en este país, se naturalizó y es ahora mexicano, sea popular y
aparte sea un excelente candidato a poder hacer un cambio en el país, no podrá
llegar a ningún puesto de esos porque la Constitución ya determinó que los
naturalizados serán discriminados para algunos derechos que como mexicanos
deberían de tener.

Debemos crear conciencia y darnos cuenta que si la primer norma, que como
Kelsen dijo está por encima de todas, y la SCJN lo ratificó en 2007 al decir que la
Constitución está por encima, incluso hasta de los tratados Internacionales.
Entonces queda claro que las premisas comienzan a perder el sentido. La primera
norma es incongruente, establece que queda prohibida la discriminación por
cualquier situación, pero ella misma es quien discrimina a los mexicanos
naturalizados para adquirir algunos puestos públicos, verbigracia, nuestra
Constitución es discriminatoria, incongruente, atrasada y medieval.

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