Professional Documents
Culture Documents
Una gran preocupación que debemos tener como estudiantes de derecho, radica
en que estudiamos un sistema jurídico compuesto, que desde su raíz, comienza
con una gran discriminación. Conocemos que el artículo primero de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos dice, en su tercer párrafo, que la
discriminación está prohibida, ya sea por origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones,
preferencias, estado civil o cualquiera que atente contra la dignidad humana y
tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
En nuestro país existen dos clases de mexicanos, los de primera categoría y los
de segunda. Los mexicanos de primera categoría son por nacimiento; los de
segunda por naturalización. Como sabemos, en materia constitucional, todos los
mexicanos tenemos derechos y obligaciones, no importa si uno es mexicano por
nacimiento o si se naturalizó, ambos tenemos que cumplir con las mismas
obligaciones, ya que el hecho de naturalizarse convierte en mexicano a la persona
y entra bajo el marco legal; al igual que nosotros.
La constitución regula y define bajo que parámetros podrá una persona ser
considerada mexicana. Es lógico que un Estado nos enseñe e imponga las formas
en las cuales una persona podrá declararse mexicana. Bajo este orden de ideas,
una vez que sabemos que tenemos la autorización para ser declarados
mexicanos, es cuando entramos bajo el ordenamiento legal que emana de nuestra
constitución. Al ser mexicanos, adquirimos los derechos y obligaciones que ésta
manda.
Gracias a estos incisos se hace efectivo las obligaciones, con excepción del punto
número dos y la crítica que le hice, los demás se deben cumplir, si no es así, el
estado tiene el poder para hacerlos cumplir.
Debemos también enfocarnos en que no son las únicas obligaciones que se tiene
como mexicano, si uno además es ciudadano, tiene otro tipo de obligaciones que
se suman a la lista. El artículo 34 de la constitución marca la pauta para saber si
una persona es ciudadano mexicano o no. Como primer punto debe haber
cumplido los dieciocho años de edad y tener un modo honesto de vivir (aunque la
constitución nunca marque ni especifique cual es el modo honesto de vivir). Una
vez que se sabe que un mexicano es ciudadano, entra bajo las siguientes
obligaciones:
El ejercicio de los cargos públicos y funciones para los cuales, por disposición de
la presente Constitución, requiera ser mexicano por nacimiento, se reserva a
quienes tengan esa calidad y no adquieran otra nacionalidad. Esta reserva
también será aplicable a los casos que así señalen otras leyes del Congreso de la
Unión.
Comenzamos a darnos cuenta que la Constitución está discriminando a los
mexicanos por naturalización. Ellos tienen las mismas obligaciones que todos
nosotros, pero no tienen los mismos derechos. La constitución es incongruente, ya
que como se mencionó al principio, en el artículo primero, queda prohibida la
discriminación. Los casos en los que los mexicanos de segunda categoría son
discriminados son los siguientes:
Art. 58.- Para ser Senador se requieren los mismos requisitos que para ser
diputado. (ser mexicano por nacimiento)
Art. 95.- Para ser electo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
necesita:
Nos damos cuenta cómo puede llegar a ser peyorativo para un extranjero que se
sienta mexicano, convertirse en mexicano. Deberá cumplir con las obligaciones
que todos los mexicanos tenemos, pero tendrá derechos selectivos para él. Ya
que por cuestiones de no ser mexicano por nacimiento no pude ocupar ningún
cargo de elección popular, o de importancia en alguno de los poderes de la
nación.
Debemos crear conciencia y darnos cuenta que si la primer norma, que como
Kelsen dijo está por encima de todas, y la SCJN lo ratificó en 2007 al decir que la
Constitución está por encima, incluso hasta de los tratados Internacionales.
Entonces queda claro que las premisas comienzan a perder el sentido. La primera
norma es incongruente, establece que queda prohibida la discriminación por
cualquier situación, pero ella misma es quien discrimina a los mexicanos
naturalizados para adquirir algunos puestos públicos, verbigracia, nuestra
Constitución es discriminatoria, incongruente, atrasada y medieval.