LA LUCHA A CIEGAS

CONTRA LA
ANEMIA

INFORME DEL INSTITUTO INTEGRACIÓN | Febrero 2018

Las lucha a ciegas
contra la anemia
La meta del Gobierno es reducir la tasa de anemia infantil de 44% a 19% para el
2021. Sin embargo, hoy el registro de niños peruanos que padecen esta enfermedad
está incompleto. La última campaña de detección y tratamiento identificó solo al
4.4% de niños anémicos menores de tres años.

La guardería Estrella de Belén está ubicada en el distrito
de Huaycán, a hora y media del Centro de Lima. En un es-
cenario de casas sin agua y desagüe, poco acceso a alimen-
tos y limitados recursos médicos, los niños de la zona son
más propensos a sufrir enfermedades nutricionales.
Este es el caso de Fabricio, que tuvo anemia hasta los
ocho meses de nacido. Su madre cuenta que tras recibir in-
formación nutricional, el tratamiento adecuado con sulfato
ferroso y el seguimiento para que se cumpla, Fabricio ya
superó la enfermedad a sus tres años cumplidos.
Esto fue posible porque la guardería pertenece al pro-
grama Cuna Más, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión
Social (Midis). En ese caso, los cuidadores garantizaron que
los padres lleven a sus hijos a los centros de salud y cum-
plan con el tratamiento. Desde el 2017, el programa obliga
a los padres inscritos a tamizar a su hijos; es decir, detectar
en un centro de salud si tienen anemia.
Pero el caso de Fabricio es atípico. Cuna Más no es
un programa masivo y no tiene como objetivo principal
reducir la anemia infantil en Perú. En realidad, solo incluye
a niños menores de tres años de edad en zonas de pobreza y
pobreza extrema. Además, agrupa menos del 10% de niños
peruanos, como explica Rommy Ríos, jefa de la unidad téc-
nica de atención integral de Cuna Más. Tampoco existe un
registro de cuántos niños del programa padecen anemia.
La anemia es una enfermedad que afecta la cantidad
de hemoglobina en el cuerpo. Esta proteína, presente en
los glóbulos rojos, es la encargada de transportar el oxí-
geno desde los pulmones hacia todo el cuerpo. Cuando se
presenta en niños menores de tres años, aumenta la morta-
lidad infantil y disminuye el desarrollo del cerebro, por lo
que afecta la calidad de vida del menor a futuro.
En la gestión de Alan García (2006-2011) esta enfer-
medad solo se redujo en 5%, cuando su meta fue bajarla en
15% en niños menores a cinco años. Durante la gestión de
Ollanta Humala (2011-2016), la anemia subió 2%, a pesar
de que la meta era reducirla en 20% en niños de entre seis
a 35 meses. Según la encuesta del Instituto Integración de
noviembre de 2016, para más de la mitad de peruanos, los
esfuerzos del Gobierno pasado para disminuir la tasa de

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 “Cada vez que los llevamos a su control, nos dan esas ‘chispitas’, para que la cuidadora les dé”, dice Lisbeth Sulca, madre de Huaycán. (Foto: C. Moreno)
anemia fueron insuficientes. En Perú, 44% de niños de seis
a 36 meses tienen anemia. En zonas rurales esta cifra se
eleva a 51%. El Gobierno se ha propuesto reducir la anemia
infantil al 19% para el 2021. Es la primera vez que se ha
propuesto una reducción tan significativa.
Para llegar a la cifra prometida en 2021, al menos
105 mil niños menores de tres años deberán superar esta
enfermedad cada año desde el 2018. A pesar de que se ha
reducido la anemia en relación a la década pasada, todavía
existe una tasa elevada en comparación a otros países de
América Latina. El 32% de niños hasta los cinco años su-
fre de anemia en Perú, lo cual disminuye a 20% en Chile
y 22% en Argentina. Cabe señalar que si la tasa de anemia
supera el 40% en un país, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) lo califica como un problema grave de salud
pública. Los efectos de esta enfermedad son más graves en
niños menores de tres años. A esta edad el crecimiento es
más acelerado, por lo que necesitan consumir más hierro
en su dieta.
En el informe “Costos de una mala nutrición infantil”
del Instituto Integración (2015) se concluye, a partir de un
informe del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade),
que la anemia le cuesta al Estado más de 2.700 millones de
soles (0.4% del PBI de 2016). Un niño anémico tendrá pro-
blemas a futuro en aprendizaje, atención y memoria, tanto
en la educación como en la vida laboral.
La política de reducción de la anemia infantil debe
ser emprendida principalmente por el Ministerio de Salud
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(Minsa), como ente rector y responsable de la salud en el
Perú. Para ello, tiene el Plan Nacional para la Reducción
y Control de Anemia Materno Infantil y la Desnutrición
Crónica Infantil para el periodo 2017-2021. El plan cuenta
con quince actividades o programas principales, de las cua-
les al menos ocho están enfocadas en prevenir la anemia.
| La ausencia de un mapa completo de la anemia
A través de la Encuesta Nacional Demográfica y de Sa-
lud Familiar (Endes), el Gobierno conoce el porcentaje de
niños con anemia infantil por regiones. Pero esta es un ter-
mómetro representativo, no un registro exacto. Está basa-
da en una muestra de 36 mil viviendas, donde se entrevistó
a los jefes del hogar sobre la situación de sus hijos.
Por otro lado, el tamizaje de anemia es una de las he-
rramientas para identificar la cantidad exacta de niños que
padecen esta enfermedad. En el 2017, el Minsa realizó tres
campañas gratuitas de tamizaje. En la última jornada (a ni-
vel nacional), participaron 123 mil niños menores de tres
años. De ellos, se les detectó anemia a 33 893.
Según la Endes, de los 1.6 millones de niños de en-
tre seis a 36 meses en el Perú, 743 mil tienen anemia. Esto
quiere decir que, durante la jornada nacional, solo se habría
identificado a un 4.4% de niños que padecen esta enferme-
dad. A pesar del bajo porcentaje de alcance y convocatoria,
el Minsa afirmó a Integración en noviembre de 2017 que
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 56% en el área urbana de niños de hasta 36 meses cuenta con el CRED, según la Endes 2017. (Foto: Minsa)
esta es una campaña masiva sin precedentes en el sector sa-
lud. Otra manera de tener un mapa de la anemia es a través
de la ficha CRED. Esta es una intervención de salud que
tiene como objetivo vigilar el crecimiento y desarrollo de
las niñas y niños de cero a cinco años. Dentro del CRED se
incluye una serie de evaluaciones para descartar enferme-
dades como infecciones respiratorias o diarreicas. Uno de
estas evaluaciones es el dosaje de hemoglobina, el cual debe
realizar a los cuatro, nueve y 18 meses, y una vez al año a
partir de los 24 meses.
A pesar de que los centros de salud públicos y privados
están obligados a realizar el CRED, solo un 58.7% de niños
de 36 meses cuentan con la ficha.
Otro factor que dificulta la elaboración del mapa es la
lejanía de los centros de salud. En 2016, el 27.2% de perso-
nas manifestaron no haber acudido a un centro de salud en
caso de enfermedad debido a las largas distancias. “En las
zonas más alejadas de las capitales recién se ha intensifica-
do la cobertura. Hasta hace pocos años no había medición
en las postas de salud”, dice Tamia Portugal, antropóloga e
investigadora del IEP.
| Una distribución inadecuada de suplementos
Uno de los objetivos del Plan Nacional es asegurar la su-
plementación de hierro en niños y madres gestantes. Desde
el 2012, el Minsa distribuye de forma gratuita los micro-
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nutrientes compuestos de hierro, conocidos como “chispi-
tas”, en todos los centros de salud del país. Estas ayudan a
prevenir que el niño tenga anemia. Mientras que para el
tratamiento de la enfermedad, el Gobierno brinda sulfato
ferroso en gotas y jarabe. Sin embargo, según la Endes de
2016, solo 19% de niños entre seis meses y cinco años con-
sumió suplementos de hierro.
Más aún, como indica un informe de la Contraloría de
2017, durante el 2015 y el primer semestre del 2016, 36%
de los establecimientos de salud a nivel nacional contaban
con un sobreabastecimiento de chispitas. Esto graficaría
una exagerada compra del suplemento para la poca capa-
cidad de distribución.
Puno, la región del país con mayor porcentaje de ane-
mia infantil (más de 60% de niños menores de cinco años
padecen anemia), tiene en el 93% de sus centros de salud un
sobreabastecimiento de “chispitas”. Es decir, el suplemento
de hierro no llega a los niños afectados por esta enferme-
dad. Por lo tanto, no basta con que se compre la cantidad
necesaria de micronutrientes. Hace falta asegurar su dis-
tribución. El producto debe pasar de la red de servicios de
salud a la madre o cuidador y, finalmente, ser consumido
por los niños. La cadena es ejecutada por los gobiernos
regionales y las municipalidades locales. El Minsa no ha
especificado ningún sistema de fiscalización, incentivos o
monitoreo de la entrega de estos insumos.
Además de garantizar la disponibilidad, se debe super-
visar que los niños culminen el tratamiento. Según el mis-
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mo informe de la Contraloría, solo 19% de niños comple-
taron la suplementación en el transcurso de un año, como
fue registrado en el 2015.
| Los programas que no reducen la anemia
Sumado a esto, las quince actividades seleccionadas en el
plan se encuentran en función al Programa Articulado Nu-
tricional (PAN) y al Programa de Salud Materno Neonatal.
Sin embargo, ninguno de estos dos programas tiene como
objetivo principal reducir la anemia infantil.
El PAN es un programa presupuestal orientado a re-
ducir la desnutrición crónica en niños menores de cinco
años. Está centrado en disminuir la incidencia de bajo peso
al nacer, las muertes por infecciones respiratorias o esto-
macales y mejorar la alimentación y nutrición de los me-
nores de tres años.
El impacto del PAN en la reducción de la desnutrición
ha sido tal que en un periodo de cinco años el país logró
pasar de 19% a 13%. Esto ha colocado al Perú como ejemplo
de lucha contra la reducción de la desnutrición infantil a
nivel internacional.
Por su parte, el Programa de Salud Materno Neonatal
está orientado a mejorar la salud materna y neonatal. Se
promueven métodos de planificación familiar y se diagnos-
tican enfermedades relacionadas con el embarazo. Además,
el programa facilita el acceso a centro de salud para las ges-
tantes a nivel nacional.
Sin embargo, el Minsa también ha implementado un
conjunto de campañas comunicacionales para la preven-
ción e identificación de niños con anemia. Con el fin de
fortalecer estas campañas se creó Nutri Wawa, proyecto
que enfatiza e implementa estrategias de comunicación y
“Acá mensualmente nos mandan a sacar hemoglobina a nuestro hijo, para saber cómo está creciendo”, dice Nataly Rojas, madre de Huaycán. (Foto: C. Moreno)
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propaganda orientadas a los temas de reducción de la des-
nutrición crónica infantil y prevención de anemia en niños
menores de tres años.
No existe así desde el Ministerio de Salud una política
o programa que tenga como objetivo principal la reducción
de la anemia. Cuenta con intervenciones que no atacan de
manera directa la enfermedad.
En Chile, para fines de la década de los noventa, el
porcentaje de anemia era de un 30% en niños lactantes y de
20% en prescolares. Dentro del marco del Programa Nacio-
nal de Alimentación Complementaria (PNAC) se cambió
la Leche Purita por Leche Purita Fortificada, alimento en-
riquecido con hierro, zinc, cobre y vitamina C. Esta leche
estaba destinada para niños hasta los 18 meses. Desde esa
edad hasta los 72 meses se entregaba la Leche Purita Cereal.
El PNAC es un programa universal. Se calculó su co-
bertura en 83% a nivel nacional. En las evaluaciones que se
realizaron sobre su efectividad, se descubrió que aquellos
niños que consumían la Leche Purita Fortificada de forma
regular solo mostraron un 2.6% de anemia, mientras que
aquellos que no lo hacían llegaban a un 21%.
El Minsa debe ser el ministerio rector en la lucha con-
tra esta enfermedad en el país. El Instituto Integración pro-
pone cuatro acciones que podrían ayudar en reducir la tasa
anemia infantil, que hoy no se cumplen a cabalidad.
1. Mantener un rango de edad constante en las políti-
cas de reducción de anemia infantil. Así se podrá combatir
la enfermedad de manera sostenible y se observará la evo-
lución de la anemia a lo largo de los años.
2. Crear un mapa de la anemia en el país, identificar
quiénes dentro del rango etario de seis a 36 meses tienen
anemia y en qué lugar del Perú se encuentran.
3. Implementar un programa a nivel nacional cuyo
objetivo principal sea la reducción de la anemia infantil. El
40% de niños en zonas urbanas de seis a 36 meses padecen de anemia, según el Ministerio de Salud. (Foto: Minsa)
caso del PAN en su lucha contra la desnutrición crónica es
un ejemplo a seguir.
4. Articular el programa dentro de las acciones del
Plan Nacional para la reducción y Control de Anemia Ma-
terno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil para el
periodo 2017-2021.
5. Capacitar al personal de salud con respecto a la ane-
mia infantil en las distintas regiones del Perú, con énfasis
en los problemas reconocidos por las diferencias culturales.
| Programas sociales insuficientes
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) es
el ente articulador dentro de la lucha contra la anemia in-
fantil. Este es el objetivo transversal en algunos de sus pro-
gramas ya existentes. De esta manera, en el 2017, el Midis
lanzó el “Plan sectorial para contribuir con la reducción
de la Desnutrición Crónica Infantil y Anemia en niñas y
niños menores de 36 meses, 2017-2021”. Este plan busca
contribuir a la lucha propuesta por Minsa a través del for-
talecimiento de las intervenciones intergubernamentales,
programas sociales, mecanismos de incentivos y fondos,
entre otras iniciativas que son promovidas por el Midis.
Dos de los siete programas sociales están enfocados en
la mejora de la salud de los niños de entre seis a 36 meses.
Uno de ellos es Cuna Más, que atiende alrededor de 160
mil niños menores de tres años en condición de extrema
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pobreza. Este programa busca dar cuidado a niños para de-
sarrollar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
No está orientado a reducir la anemia.
“La anemia no es solo un problema de los más pobres,
en zonas urbanas llega a tener una tasa de 30%”, explica
Rommy Ríos. Es decir, los niños que pueden acceder a
Cuna Más no necesariamente tendrán anemia. Además,
hasta noviembre del 2017, el programa no contaba con la
cantidad de niños inscritos que tienen anemia, por lo que
no se puede medir su aporte real o impacto potencial en la
reducción de la enfermedad.
Algo similar sucede con Juntos. Este programa del Mi-
dis brinda ayuda monetaria al 8.4% de madres de hogares
de escasos recursos económicos en el país. Tiene como ob-
jetivo reducir la pobreza mientras que mejora el acceso a la
salud y educación. Desde el 2016, se ha incluido el tamizaje
como parte del programa.
Ambos programas tienen 53 distritos focalizados a los
que se les brinda sesiones de prácticas saludables prioriza-
das para reducir la desnutrición crónica y la anemia. Sin
embargo, no se sabe cuál es el impacto de estos en la reduc-
ción de la anemia.
“He dispuesto que a partir de este año terminemos con
el tamizaje vigente para todos los niños (de Cuna Más y
Juntos). Hemos pasado de 20% de niños tamizados a 70%
(en los programas)”, mencionó la ex ministra del sector,
Fiorella Molinelli, en la presentación del informe Dando
la Talla del Banco Mundial y Midis, en diciembre pasado.
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 Asimismo, el Midis enfatiza su rol articulador con los
gobiernos regionales. Los 25 gobernantes firmaron el acta
de compromiso con el Fondo de Estímulo al Desempeño.
A mitad del 2017, ya se habían distribuido 76 millones de
soles por cumplimiento de metas.
No obstante, los compromisos varían según cada go-
bierno regional. En el caso del Gobierno regional de Lima,
solo dos de los catorce compromisos combaten la anemia.
No existe además un documento disponible sobre cuáles
son las metas logradas por región durante este Gobierno
(2016-2017). Esto a pesar de la creación de instrumentos
de monitoreo como Mi Región o MIDIStrito.
Otra iniciativa del Midis es Sello Municipal, donde se
brindan premios a aquellas municipalidades que cumplan
con las metas establecidas. En Perú, existen 1 851 munici-
palidades. De estas, solo 31% están alineados a la estrategia
del Midis, y solo 43% de estas cumplen las metas.
Además, las tres regiones con las tasas más altas de
anemia infantil no llegan ni a diez municipalidades que
cumplieron metas. Por ejemplo, en Puno, solo tres de 108
municipios cumplen la meta, a pesar de que 62% de sus ni-
ños menores de cinco años sufren anemia.
Finalmente, los fondos que premian iniciativas en re-
lación a la anemia aún no han financiado productos que
hayan impactado en la reducción de la enfermedad. Se trata
del Innovate Perú 2016 y la Hackathon de Arequipa 2017.
Recién se ejecutará un piloto en Lima e Iquitos ligado a un
sistema de diagnóstico de anemia usando smartphones a
partir del 2018, por año y medio.
En tanto el Midis tiene como función la articulación
de iniciativas, el Instituto Integración propone tres accio-
nes que puede trabajar para impactar en la reducción de
esta enfermedad.
1. El Midis debe ser el ente articulador de todos los
programas del Estado que tengan incidencia en la anemia
infantil. Así se tendrá un objetivo unificado con respecto a
la reducción de la enfermedad.
2. Organizar campañas nacionales de información y
consejería nutricional de forma continua en el tiempo. Es-
tas deben tener en consideración las diversas costumbres y
características de cada zona del país. Además, deben contar
con medidores de impacto para ver la evolución de la ane-
mia infantil en determinada zona.
3. Fortalecer los mecanismos de monitoreo y eva-
luación existentes, y crear nuevas formas de sanción por
incumplimiento de metas. Así como implementar nuevas
formas de control a otros programas estatales que estén in-
volucrados con la anemia infantil.

ENCUESTA DE INTEGRACIÓN
Encuesta Nacional Urbana elaborada por el Instituto Integración. Trabajo de cam-
po realizado por IPSOS Perú. Muestra: 2,2018 personas entrevistadas mayores de 18
años de todos los NSE residentes en las principales 16 ciudades del país.
Fecha de aplicación: noviembre del 2016. Margen de error +/- 2%.

CRÉDITOS
Redacción e investigación: Javier Wong, Suny Sime y Brenda Terrones. Revisión:
Cristina Moreno. Edición y diagramación: Fabrizio Ricalde. Fotos: Minsa e Instituto
Integración. Ilustración de portada: Eduardo Yaguas.

CONTACTO
www.integracion.pe

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