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POLÉMICA

MARÍA CRISTINA TENORIO


Psicóloga-Investigadora
Cali

Prof. ANTHONY SAMPSON


Psicólogo- Psicoanalis ta
Universidad del Valle - Cali

PSICOLOGÍA, CULTURAS
Y VALORES MORALES

INTRODUCCIÓN

ste texto somete al examen crítico algunos de los supuestos más


frecuentes en la psicología académica y que, coincidencialmente,
resultan también serlo en el discurso corriente con respecto a
los derechos humanos. Estos supuestos corresponden a un le-
gado filosófico e ideológico que ha sido transmitido de generación en ge-
neración en el mundo occidental. Cada generación, claro está, se ha apro-
piado de este legado, modificando progresivamente el dispositivo inicial.
Se pueden reconstruir las distintas etapas de esta historia, y comprobar la
incidencia de las encrucijadas socio-políticas en la determinación del con-
tenido transmitido a la siguiente generación.
En primer lugar, trazamos a grandes rasgos algunas de las mutaciones
más cruciales en la constitución de la noción occidental de individuo. Esto
es indispensable, porque es esta historia la que es responsable de la catego-
ría de individuo con la cual opera la psicología académica actual. La psico-
logía tiende a desconocer este desarrollo histórico y, por tanto, su noción
SARCóFAGO DE LETRÁN. ROMA rs, V) de individuo es aceptada sin cuestionamiento ninguno.
Consecuencia directa de esta primera noción fundacional, son las no-
ciones de "mente" y de la "neutralidad" de la psicología académica, que
enseguida examinamos. Tratamos de mostrar en qué prejuicios heredados
se sustentan tales nociones. Un universalismo de principio es invocado para
postular contenidos y mecanismos ahistórico s y aculturales. Esta ideología,
directamente derivada de las luchas sociales occidentales, es adoptada sin
reserva y sin crítica. Ella promueve, a su vez, la omnipresente noción de
"normalidad", aparentemente "neutral" en la medida en que su base es esta-
dística, pero que conlleva una insidiosa carga valorativa y deontológica.
Vuelve a surgir hoy día el eterno debate entre "nature or nurture", entre lo
biológico y lo cultural, bajo la forma de la sociobiología y de la reciente

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escuela de psicología "evolucionaría". Un innatismo gía académica para iluminar los dilemas morales contem-
pugnaz pretende abolir siglos de pensamiento reflexi- poráneos y sugieren que la psicología misma, en su ejer-
vo, reduciéndolo a la manifestación de módulos instin- cicio, no hace más que guiarse por la moral cultural
tivos universales. Un darwinismo tendencioso sirve de contemporánea, sin posibilidad de situarse en un punto
justificación para menospreciar la creatividad deslum- de vista privilegiado con respecto al quehacer humano.
brante de las ínnúmerables culturas particulares que
encuentran, cada una a su manera, "soluciones" para el EL si MISMO OCCIDENTAL
dilema constitutivo de la condición humana.
Luego, realizamos algunas consideraciones con res- La Psicología académica - la que se hace en las uni-
pecto a la reflexión ética occidental que inevitablemen- versidades y que proclama haberse emancipado de la
te comparte algunas de las nociones filosófico-ideoló- filosofía - nace a finales del Siglo XIX,ya bien entrada la
gicas características de toda la tradición metafísica desde Modernidad. No nos proponemos deshilvanar todos los
los griegos en adelante. Consideramos que, a partir de hilos entretejidos en la larga historia que antecedió a
su origen, el mundo occidental ha estado marcado por este nacimiento. Elegimos uno solo que resulta crucial
la necesidad de examinarse a sí mismo en un para nuestros propósitos: la idea del individuo que po-
cuestionamiento moral muy distintivo, sosteniendo así see la psicología académica actual. Ésta depende, en su
una tradición cultural no compartida por otras civiliza- existencia misma, de la noción moderna de un indívi-
ciones. Cada época histórica ha renovado esta indaga- duo libre, dotado de una interioridad absolutamente
ción, y en la actualidad, la "filosofía moral" es una disci- privada, pero al mismo tiempo conmensurable con la
plina académica particularmente próspera en todo el de todos los demás. Así, curiosamente, el individualis-
mundo occidental. mo más acentuado combina bien en la moderna psico-
En lo que concierne a los derechos humanos, estamos logía académica con la medición, la cuantificación y la
de acuerdo con ciertos autores que piensan que no re- estipulación de criterios de "normalidad".
quieren de fundamentación metafisica alguna. El mundo Como muchos otros modos de pensamiento, la psico-
occidental contemporáneo es una cultura muy singular, logía es una invención del Occidente. Su paternidad pue-
en la medida en que siglos de historia han producido una de atribuirse a Platón, pero desde él en adelante los filóso-
sensibilidad especial hacia el sufrimiento y la crueldad que fos de la tradición occidental, casi sin excepción, se ocu-
en otras épocas y en otras latitudes no se comprueba. Los parán igualmente de ella. Las concepciones académicas
derechos humanos no han sido conceptualizados, ni utili- actuales corresponden a una visión de la persona y de las
zados como arma política, sino en la reciente encrucijada relaciones interpersonales basadas, no sólo en este presti-
de la cultura occidental. No fueron logrados como dere- gioso legado, sino en la constante evolución de la noción
chos por los esfuerzos cogitativosde los filósofos sino por de individuo en Europa y Norteamérica l. Los estudios de
movimientos sociales y políticos, y obtuvieron reconoci- historiade lasmentalidades de lasúltimasdécadas, asícomo
miento legal por la fuerza. la antropología cultural, han permitido mostrar hasta qué
En un último punto, punto la concepción de in-
Esta es una historia bien documentada y la bibliografía es
esbozamos la posibilidad vasta. Señalamos por su particular importancia el libro de dividuo o persona, a la que
de considerar el ascenso Charles Taylor, Sources of the Self, Cambridge, Massachusetts, estamos habituados y que co-
de la doctrina de los de- Harvard Universitv Press. Igualmente, destacamos el ensayo rresponde a nuestra manera
rechos humanos al plano de Amélie Oksenberg Rorty, "A Literary Postscript:
Characters, Persons, Selves, Individuals", en The Identities
de pensarnos, no es univer-
de una superioridad mo- of Persons, Amélie Oksenberg Rorty (ed.), Berkeley, Los An- sal sino específicaa la cultura
ral como algo ligado a las geles, London, University of California Press, 1976. Rorty del Occidente moderno. li-
estructuras axiológicas muestra la sucesión de las distintas etapas en la constitución gada al racionalismo en el si-
virtuales de la narrativa. del individuo moderno, pero al mismo tiempo aclara que
pueden coexistir en una jerarquía inestable - particularmen-
glo XVII,a la Ilustración en el
Esto será apenas plantea- te en el momento actual. Esto hace que se pueda recurrir a :xvm, y al liberalismo y desa-
do porque su desarrollo una u otra versión de acuerdo con las circunstancias. Aclara- rrollo del capitalismo en los
exigiría la elaboración de mos, además, que en el presente texto no nos interesa dife- siglosXIXYxx, la noción ac-
un texto dos veces más renciar conceptualmente las ideas, afines pero distinguibles,
de sujeto, persona, individuo, sí-mismo. Por eso, nuestra
cidental de individuo se ha
largo que este. elección terminológica variará según el contexto. ido constituyendo en un lar-
Nuestras conclusiones, 2 Para no alargar la historia, omitimos toda referencia a la go proceso, algunas de cuyas
fundadas en todas las ex- civilización griega, la que inaugura la tradición occidental. etapas sucesivasconviene has-
posiciones anteriores, nie- Así mismo, nos vemos forzado, a evitar consideraciones res-
quejar para hacer resaltar al,
pecto a la contribución judeo-cristiana a la noción occiden-
gan un papel de alguna tal del sí mismo y, por decirlo así, abordamos el tren en gunos de sus principales corn-
importancia a la psicolo- marcha pero en una de sus estaciones más decisivas. ponentes- .

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1.) Descartes es considerado generalmente, con o dos figuras que encaman ejemplarmente esta posición.
sin razón' , como el pensador que configuró de manera
decisiva al sí mismo moderno. Su versión del dualismo 3.) El liberalismo de la Revolución Francesa y de la
mente - cuerpo ahonda y radicaliza la dicotomía griega Independencia Norteamericana reafirma los principios
original. El alma, o mente, es concebida como pura res de la Ilustración pero, además, eleva a la categoría de
cogitans en oposición a la res extensa. Mente y materia Derechos Universalesuna serie de anhelos que la lucha
son, así, las dos grandes divisiones, mutuamente revolucionaria e independentista había convertido en
excluyentes, en las que Descartes escinde el universo. leit motivo Lo que eran demandas de grupos ilustrados
Después de su exhaustivo dubito, que abarca la totali- contra una autoridad monárquica basada en los privile-
dad de la experiencia sensorial y la enseñanza tradicio- gios económicos, politicos y sociales de unos pocos, se
nal, la única certeza que le queda es la de un ego pen- convierten en reivindicacionespara todos los hombres
sante, capaz de reflexionar sobre sí mismo y plantearse (al principio, claro está, no se tenía en cuenta a las mu-
como fuente de sus certidumbres. El cogito, "pienso, jeres), para todos los tiempos y para todos los países 4 •
luego existo", hace del yo individual - que ya no se de- La emancipación de las colonias norteamericanas del
riva de la tradición colectiva ni de la Revelación - el dominio de una lejana corona inglesa, que prohibía el
lugar íntimo de las ideas innatas, "clarasy distintas", res- libre comercio, se convierte en el derecho ciudadano a
pecto tanto del mundo como del sí mismo. la búsqueda de la felicidad.
Como resultado de este origen -burgués (es decir
2.) La Ilustración desprende de la comunidad a un ligado a la victoria de una clase comerciante) y liberal-
individuo cuya existencia no depende de la pertenen- la noción occidental del individuo tendrá característí-
cia a una colectividad, sino de los supuestos convenios cas que corresponden al triunfo de personas indepen-
o contratos sociales pactados libremente. Los hombres dientes sobre agrupaciones socialestradicionales: la Igle-
son libres de elegir sus asociaciones y sus normas; no sia, la nobleza, la familia. Los ciudadanos, quienes han
están determinados ni por su filiación, ni por sus víncu- logrado imponer sus metas y fines por encima de los
los a ningún estamento corporativo. La monarquía del privilegios de pertenencia o de cuna, pactan los príncí-
antiguo régimen había instituido un sistema jerárquico pios que regirán de allí en adelante sus vidas y las de los
de privilegios y de excepciones. Cada cual ocupaba el demás. Los Derechos del Hombre y del Ciudadano son
lugar que por nacimiento le correspondía. El honor se decretados por la AsambleaNacional de 1789, en su ca-
heredaba y la valla personal no tenía que demostrarse lidad de representante del pueblo francés. Estos dere-
en hechos y acciones. La Ilustración, en cambio, reivin- chos son declarados naturales y se pretende que la
dicó la igualdad natural como el principio nivelador y lucha por conquistarlos no es más que la restauración
cada ciudadano pactaba con todos los demás - índíví- del orden natural de las cosas, que había sido tergiver-
dualmente - la norma social. Cada individuo autónomo sado por una monarquía corrupta y usurpadora. Care-
quedaba, así, investido de dignidad personal y la autori- ciendo de una base trascendental sobre la cual erigir el
dad legislativasólo era delegada en sus representantes. nuevo régimen, se sacraliza a la Naturaleza para encon-
Simultáneamente, entonces, al individuo se le con- trar la legitimidad anhelada. Curiosamente, la formula-
cibe como dotado de un sentido moral interno, una ción inicial reza así: Estos derechos son la libertad, la
competencia intuitiva para distinguir entre el bien y el propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
mal. Yano es simplemente el viejo cálculo de las conse- (A la propiedad, como derecho natural, se le dedica
cuencias, en este mundo o en el otro, de los premios y incluso un artículo especial, el 17, que la declara dere-
los castigos. La moralidad habla desde adentro, es una cho inviolable y sagrado).
voz interna a la que hay que prestar oído y que la natu- Esta idea de los derechos como algo inherente a la
ralezaha puesto en nosotros. ElRomanticismoenfatizará naturaleza humana, una íntima esencia en la que tarn-
la singularidadde cada in- 3 Existe una polémica con respecto a la lectura correcta de bién se funda todo orden
dividuo, pues la voz in- Descartes. Algunos sostienen que la interpretación del cogito moral -y no como resultado
tema es en cada caso úní- como intuición de un yo sustancial, como observación de sí, de lo que Norbert Elias lla-
ca y tiene algo propio es una interpretación errónea de las Meditaciones, de la cual ma "El Proceso de la Civili-
Descartes no es responsable. Es probable, en efecto, que sea
que decir. El individuo una mala lectura. No obstante, es la que ha influido enorme- zacióri'v- genera la falacia
debe seguir sus admoni- mente obre la psicología académica. naturalista en la que ciertos
ciones para ser auténtico 4 Christine Fauré, Las Declaraciones de los derechos del hom- sectores contemporáneos se
y. para realizarse a sí mis- bre de 1789, Fondo de Cultura Económica, México, 1995 apoyan para reclamar nue-
(Ed. original, Pavor, París, 1988).
mo plenamente. 5 Norbert Elias, El Proceso de la Civilisscián, México, Fondo vos derechos que también se
Rousseauy Herder son las de Cultura Económica, 1987. legitimarían en esta misma

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naturaleza humana 6. ésta es concebida en términos de la población moderna


En resumen, el hombre autónomo, dueño de su vo- occidental de clase media y alta - europea y norteameri-
luntad, sede de una moralidad de la que la naturaleza le cana - que ilícitamente se generaliza para todas las cul-
ha dotado, autor de actos legítimos que lo emancipan turas y épocas. y, a la inversa, los entusiastas de la cien-
de la opresión abusiva y separado de los demás por una cia "universalista", sin percatarse de ello, adoptan crite-
propiedad privada que le garantiza su intimidad y le rios estrechamente eurocentristas para definir los pro-
protege de intrusiones indeseadas, se constituye en el cesos cognitivos "universales"; y de este modo también
modelo del individuo occidental que la psicología aca- terminan por imponer subrepticiamente una visión del
démica adopta como suyo. Los hombres se reconocen mundo culturalmente circunscrita.
naturalmente libres de ataduras, libres de las En todo caso, lo novedoso de la psicología que nace
constricciones y coacciones de "contextos" que los de- con el Siglo XXes su aspiración a alcanzar una eficacia
terminan, pues ellos se autodeterminan. Agrandes ras- práctica. Tanto innatistas como desarrollistas comparten
gos, es éste el sí mismo con el cual opera la psicología la convicción de que la psicología "científica" - es decir
académica contemporánea. emancipada de la filosofía - posee una capacidad para la
formación y transformación de los modos de vida de los
LA "NEUTRALIDAD" DE LA PSICOLOGíA individuos, las relaciones entre los seres humanos a ni-
Y SU "MENTE" UNIVERSAL vel grupal y organizacional, y las modalidades de
interacción entre el individuo y la comunidad y las ins-
La psicología académica, desde su aparición en la tituciones de que se compone su cultura. Se puede co-
Alemania del SigloXIX,ha sido altamente controversial. nocer cómo se conoce, se puede pensar cómo se pien-
La polémica de inmediato se entabló entre las dos gran- sa; por ende, se puede formar para conocer y pensar.
des corrientes que escinden el campo de los estudios Nacen una técnica del desarrollo y una conciencia de
psicológicos. En gran medida, esta escisión correspon- los fines y metas hacia los cuales debe dirigirse el desa-
de a la polarización entre los partidarios de la "naturale- rrollo. Es apenas evidente que el telón de fondo de
za" y los que ponen la primacía en la "cultura". ¿Es la semejante concepción es el de una sociedad masivamente
psicología una ciencia de la naturaleza, o es una ciencia escolarizada e industrializada. Y tanto la escuela, como
del sentido? ¿Debe estudiarse la maduración - fundada la gran industria, serán justamente los primeros benefi-
en lo biológico - o debe estudiarse el aprendizaje - fun- ciarios de la nueva eficacia de la psicología. Luego, so-
dado en la experiencia? ¿Cúaldebe ser su meta: la expli- bre todo después de la Primera y la Segunda Guerras
cación o la comprensión? Wilhelm Wundt, el padre de Mundiales, también lo será la institución militar.
la psicofísica, es la viva encarnación de esta Spaltung Ahorabien, si Rousseau había propuesto precozmente
originaria: escribió tratados tanto sobre psicología fisio- un modelo de crianza y educación que pretendía mo-
lógica como sobre la psicología de los pueblos. La pre- delar afectiva e intelectualmente a los niños, sólo será a
ocupación constante ha sido la de determinar cuánto se mediados del siglo XX cuando los padres occidentales
debe, en el desarrollo, a la naturaleza y cuánto al apren- empiezan a sentirse concernidos por la inteligencia y la
dizaje, qué parte de nuestras conductas está predeter- conducta de sus hijos. Hoy en día, en nuestro Occiden-
minada por la biología y qué parte por la experiencia te escolarizado, resulta casiuna perogrullada afirmarque
del aprendizaje. Teorías y métodos tienden a contrapo- los niños adquieren la personalidad que sus padres les
nerse simétricamente: el atomismo al holismo, los me- confieren (sea por herencia biológica o por la vivencia
canismos a las intencionalidades, lo cuantitativo a lo infantil), y que la inteligencia se fomenta mediante la
cualitativo, lo físico a la historia, la cosa a la conciencia. estimulación temprana.
Sin embargo, esta re- Por otra parte, la prolife-
partición del campo de lo 6 Por ejemplo, se lucha actualmente por que se reconozcan los ración de las terapias en
derechos de los niños, entre ellos el de no tener que vender su
psicológico en dos extre- fuerza de trabajo. Nos solidarizamos con estas reivindicaciones,
nuestra modernidad occi-
mos no es tan nítida y ta- pero forzoso es admitir que no tienen nada de naturales y más dental lleva, cada vez más, a
jante. Pues una profunda bien todo de culturales. A lo largo de la historia, en todas las escudriñar en nuestra con-
ambigüedad es comparti- comunidades agrícolas y artesanales, los niños se han formado ducta y a intentar desentra-
a través del trabajo al lado de sus mayores, y no en la escuela.
da por ambos bandos. Esta preparación para la vida a través del trabajo ha sido en
ñar las secretas razones del
Aunque algunos rompen muchísimas sociedades la forma privilegiada de crianza. ¿Pode- corazón. Dostoyevskidijo al-
con la idea de una psico- mos hablar entonces de un derecho natural a vivir los años guna vez que todos los es-
logía "naturalista" y reco- infantiles en la escuela y en el juego? Estos reclamos claramente critores rusos de su genera-
son engendrados por las transformaciones sociales, familiares y
nocen la importancia de laborales de los últimos años, y sobre todo por la "universaliza-
ción habían salido de deba-
la experiencia cultural, ción" de la escolaridad, para ambos sexos. jo de "La Capa" de Gogol.

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Sepuede decir,análogamente, que todas las psicoterapias lo que efectivamente existe, y también designa lo que
occidentales han salido de debajo del diván de Freud. debe ser. Es decir lo descriptivo encubre lo prescriptivo,
En esto es preciso reconocer que la psicología ha pasando así de contrabando una reglamentación moral
logrado - para bien o para mal - independizarse profe- y altamente valorativa que no se enuncia como tal. Pues
sionalmente de la filosofía. Definitivamente, la terapia no hay normalidad sino sobre el fondo de una posible
le ha quedado reservada. Porque no siempre se recuer- anormalidad, una desviación de la norma, alguna forma
da que, desde sus albores, la filosofía occidental tuvo la de patología. Como lo anota Hacking, "normalmente"
íntima misión de ocuparse del alma y de su curación. no calificamos un pastel de "normal", un puente de
Las Escuelas antiguas de filosofía eran mucho más que "normal" o un lago de "normal"... a menos que estemos
meras academias para la enseñanza y propagación de pensando en un lago que no está polucionado, en un
sus distintivas doctrinas". Sobre todo, eran comunida- lago sano, no patológico.
des en las que se pretendía instruir en el arte de vivir, Este empleo habitual de "lo normal" es una clara ex-
en las que se enseñaba a curar las afecciones del alma y presión del grado al cual la sociedad contemporánea
alcanzar una plenitud de paz y sosiego. Esta vocación está permeada por fuerzas y agencias dedicadas a la la-
terapéutica ya no caracteriza a la filosofía, pero aun así bor de normalización, de regulación y de supervisión
muchos son los filósofos contemporáneos que prego- de la conducta. La angustia más corrosiva que invade al
nan que sus teorizaciones aportan el remedio, si no para ciudadano común y corriente es la de no ser clasificado
el sufrimiento inherente a la condición humana, al me- como normal, por una razón u otra. Para ser normal,
nos para las preocupaciones infundadas e insensatas" . hay que ser ortodoxo y conformarse a la normaw .
En cambio, muchas son las escuelas psicológicas ac- Debajo de la normalidad, entonces, se oculta un mo-
tuales que, al mismo tiempo que promueven la produc- delo ideal de funcionamiento individual, que se erige a
ción de conocimientos sobre 'cómo se modela la perso- partir de los resultados de investigaciones y medicio-
nalidad o la conducta, también propician activamente nes, en combinación con la teoría de la inferencia esta-
intervenciones ortopédicas para producir el tipo de adul- dística. Curvas y pruebas de inteligencia especialmente
tos que se estima deseable. Lo que explícitamente se diseñadas para obtener una distribución normal de re-
pretende es un control operativo, a largo plazo, sobre sultados; pruebas de personalidad y de aptitudes; clasi-
las así llamadas patologías y desviaciones. Todo proyec- ficaciones psiquiátricas; existe una auténtica manía por
to de ingeniería humana se funda en esa extraña e in- hallar el promedio, la medida precisa que fije el "perfil"
quietante categoría que ha prosperado de un modo in- deseado y descarte la desviación indeseable.
audito en la sociedad moderna: "la normalidad". Las La psicología académica se ha encargado de estable-
prácticas discursivas de los nuevos expertos que comen- cer estos patrones en todos los ámbitos de la vida: la
zaron a pulular (en des- relación conyugal,la relación
medro del médico fami- 7 Cf. Pierre Hadot, Exercices Spirituels et Philosophie Antique, padres-hijos, la relación pro-
liar y del consejero espi- París, lnstitut d'Erudes Augustiniennes, 1993; P.Hadot, Qu'est- fesor-alumno, la relación pa-
ritual) a partir del siglo ce que la philosophie antique?, París, Gallimard, 1995; [ackie trón-empleado, la relación
Pigeaud, La maladie de FOme: Etude sur la relation de FOme
XIX:psiquiatras,pediatras, dans la trsdition médico-phllosophique sntique, París, Les Belles entre los miembros de la or-
psicólogos, trabajadores Lettres, 1989; Folies et Cures de la Folie Chez les Médedns de ganización o institución.
sociales, fonoaudiológos, l'Antiqulté Gréco-Romsine, París, Les Belles Lettres, 1987; Una vez definidos los com-
sexólogos, demógrafos, J.Pigeaud, Aristote, L'Homme de Génie et la Mélancolie, portamientos "adecuados" y
Probléme xxx, 1, París, Rívages, 1988; Martha C. Nussbaum,
ortodoncistas - su núme- The Therapy of Destre, Princeron, Princeton University Press, funcionales para cada tipo
ro es legión - invocan de 1994. de relación, se diseñan téc-
manera constante y masi- 8 Wittgenstein, Gilbert Rvle y Richard Rorty son apenas tres nicas de intervención para
va la noción de "lo nor- cuyo recuerdo acude espontáneamente en este contexto, pero hacer que las conductas se
sería fácil encontrar citas en otros muchos filósofos para ilus-
mal". Es tal su imperio trar esta afirmación. conformen a la norma. Pero
que, según Ian Hackíng?, 9 lan Hacking, "Normal People", en Modes of Thought: el patrón mismo es determi-
la normalidad ha logrado Explorstions in Culture and Cognitíon, David R. Olson & Nancy nado en términos estadísti-
desplazar al ideal de la Torrance (eds.), New York, Cambridge University Press, 1996, cos, es decir que el diseño
p. 59-71.
Naturaleza Humana de la 10 "Los ortodoncistas enderezan los dientes de los niños, los me-
de la prueba presupone la
Ilustración. Pero lo insi- joran. Obligan a los dientes a ser como los de los niños norma- normalidad que se busca
dioso del término es que les, una estructura dental puramente descriptiva pero, por su- obtener. Es un movimiento
oscila sutilmente entre puesto, la que las bocas de los niños deberían tener. Las clases perfectamente circular. La
medias gastan una fortuna en frenos, y sus hijos soportan du-
dos acepciones simultá- rante años una especie de clitorodectomía o circuncisión oral, técnica antecede a la teoría
neas: designa lo que es, todo en honor al gran dios Normal". Op. cit. , p. 65. y a la reflexión que se con-

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vierten en justificaciones a posteriori, a menudo mo entre la dotación neurofisiológica y la dimensión


crasamente ídeológícas'". mental. Louis A. Sass, en su notable estudio de las rela-
Así, con el transcurrir del tiempo, las pruebas psicoló- ciones entre la locura y la modernidad" , ha mostrado,
gicas se aplicaron a poblaciones culturalmente diversas. por ejemplo, la extrema precariedad del diagnóstico de
Pero el interés, muy de acuerdo con la noción "esquizofrenia" (invención de la Escuela Suiza de psi-
evolucionista de un supuesto pensamiento primitivo pre- quiatría, en particular de Eugen Bleuler''") cuando se
lógico, era el de confirmar las desviaciones de estas po- ignoran, por petición de principio, las particularidades
blaciones con respecto a la norma: la de los individuos culturales. Philip Cushman, en su historia cultural de la
escolarizados occidentales que habían servido de patrón psicoterapia, no titubea en afirmar contundentemente:
para la construcción de la prueba. Un pertinaz prejuicio "No existen enfermedades universales como tampoco
racionalista impedía contemplar que podía haber modos existe un sí mismo universal"!".
de pensamiento distintos a los occidentales y organiza- Es preciso tomar un claro partido: no existe una men-
ciones psíquicas con sensibilidades y gamas emotivas am- te universal que contendría de manera innata los mismos
pliamente divergentes con respecto a la mentalidad occi- contenidos y los mismos módulos operativos. Muchos,
dental. aunque no todos, de los partidarios de la actual escuela
Pues toda la psicología occidental (expresión emi- cognitivista, seguidores, a sabiendas o no, de los postula-
nentemente pleonástica) se ha ido construyendo du- dos de Chomsky, no vacilan en resucitar el ideal del siglo
rante milenios sobre el supuesto de una universalidad de las luces, "la naturaleza humana", dándole nueva vida
de la mente (opuesta al cuerpo), de una uniformidad bajo la forma de la "mente humana". Un darwinismo, de
natural de los sentimientos, y de una tensión esencial discutible fiabilidad, sirve de caución científica para este
entre las "pasiones" y la "razón". Desde su nacimiento, empeño, como lo revela de manera palmarla toda la ac-
la psicología ha estado imbuída del desmesurado orgu- tual corriente de la llamada psicología "evolucionarla"
llo griego (bybris sería el término adecuado en este en la que Steven Pinker, discípulo de Chomsky, halla ins-
contexto) que atribuyó la diversidad cultural a la barba- piración para sus "instintos" universales. Era inevitable
rie o a la decadencia moral. que el innatismo chomskiano, y su supuesto "órgano del
Todo ello implica que se parta de una especie de lenguaje", condujeran, tarde o temprano, al moralismo
axioma indemostrado e indemostrable: existe una men- naturalista de Pinker'" y su "instinto del lenguaje". Se-
te universal normal que puede sucumbir ante afeccio- gún este último, también la "Justicia: el sentido de los
nes universalmente pre- derechos, las obligaciones y
sentes. En efecto, la me- 11 Uno de los últimos de estos ejercicios "académicos" es el libro el justo merecido, incluyen-
de Richard J. Herrnstein y Charles Murray, The Bell Curve do las emociones de ira y ven-
dicina -que en gran me-
(New York, The Free Press, 1994), que pretende demostrar
dida ha demostrado la estadísticamente que los negros son incurables y hasta
ganza", formaría parte de una
unidad neuro-fisiológica biológicamente inferiores a los blancos y asiáticos. especie de módulo o familia
de la humanidad- tam- 12 Louis A. Sass, Madness and Modernism, Cambridge, de instintos absolutamente
Massachusetts, London, England, Harvard University Press, 1994.
bién ha impuesto su mo- uníversales-" , Desde esta
13 Cr., Jean Garrabé, Histoire de la Schizophrénie, París, Seghers,
delo psiquiátrico de la 1992; Eugen Bleuler, Dementia Praecox ou Groupe des
perspectiva pinkeriana, en-
normalidad mental. Ma- Schizophrénies, París, E.P.E.L. - G.R.E.C., 1993. tonces, la milenaria discusión
nuales como el DSM, en 14 Philip Cushman, Construcdng the SeU; Constructing America sobre la justícía'? ha debido
: A Cultural History of Psychotherapy, Reading, Mass., Addison-
sus sucesivas versiones, es- zanjarse de un modo muy
Wesley Publishing Co., 1995, p. 25. Véase igualmente Arthur
tablecen el catálogo de to- Kleinman, "Do Psychiatric Disorders Differ in Different
sencillo: "haz lo que tus
das las enfermedades, Cultures?", en Tbe Culture and Psychology Resder, Nancy Rule genes te digan". Desafortuna-
síndromes y demás per- Goldberger & Jody Bennet Veroff (eds.), New York, New York damente, la jurisprudencia
University Press, 1995. moderna ha dictaminado
turbaciones psíquicas po-
15 Steven Pinker, The Language Instinct: How the Miad Creates
sibles (para cómodo uso Language, New York, William Morrow and Company, Inc., 1994; que "la ira e intenso dolor"
de las compañías de segu- y How the Mind UVrh, New York, w.w. Norton & Company, ya no constituyen móviles
ros). Esta gnoseología se 1997. aceptables para absolver el
16 Tbe Language Instincc How the Mind Creates Language, New asesinato. iO temporal (O
emplea para diagnosticar
York, William Morro"w and Company, Inc., 1994, p. 420.
y luego tratar, y asignar 17 ". ¿Qués la justicia?' No hubo pregunta alguna que haya sido
mores!
tarifa al tratamiento, a to- planteada con más pasión, no hubo otra por la que se haya En últimas, volvemos a la
dos los habitantes del pla- derramado tanta sangre preciosa ni tantas amargas lágrimas vieja controversia fundado-
como por ésta; no hubo pregunta alguna acerca de la cual ra de la psicología occiden-
neta. Sin embargo, la evi-
hayan meditado con mayor profundidad los espíritus más ilus-
dencia transcultural no tres, desde Platón a Kant", Hans Kelsen, iQué es h JUSdCÚl?,
tal: lo cultural versus lo bio-
confirma este isomorfis- Buenos Aires, Leviatán, s.f. lógico. Consideramos que

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BOGOTÁ, D.C.
• MARIAC. TENORIO-ANTHONYSAMPSON PSICOLOGfA, CULTURAS Y VALORES MORALES

esta discusión es vana y estéril. Nadie puede pretender, automático. De este modo, la gente en todos los luga-
hoy en día, que el recién nacido es una pura tabula res y en todos los tiempos siempre habría demostrado
rasa carente de toda predeterminación genética. La es- elegir "darwinianamente" las mismas opciones mora-
pecie humana no tendría por qué ser la única en esca- les.
par de su condición animal. La psicología académica ha Hasta jerry Fodor, uno de los mentores principales
demostrado, convincentemente, que el neonato viene de Pinker, ha tenido que tomar partido públicamente
~ mundo provisto de un repertorio supremamente so- con respecto a este desliz. En una reseña crítica del úl-
fisticado de dispositivos innatos que - si vienen todos timo libro de Pinker y de otro de Henry Plotkín'" , Fodor
intactos, y si todo va bien en el entorno - se activarán y se ve obligado a precisar que su tesis sobre la
funcionarán en un movimiento imparable de desarro- modularidad de la mente no lleva necesariamente a una
llo. En lo único en que hay que discrepar es en lo que confluencia con el darwinismo psicológico. El llamado
concierne al desliz que hace pasar de manera automáti- neo-racionalismo de cierta psicología cognitiva no con-
ca del nivel de lo que Vigotski llamaba las funciones lleva ineluctablemente, según él, al "producto" que
psíquicas inferiores al nivel de las funciones psíquicas Pinker quiere "vender" y que él, Fodor, no quiere de
superiores. Es en esta cuerda entre lo profundo (infe- ninguna manera "comprar":" .
rior) y lo superficial (superior) donde siempre se ha Una cosa es el encapsulamiento modular de los su-
balanceado la empresa chomskiana. puestos procesos automáticos y obligatorios de compu-
Tampoco es admisible que las escalas de valores y las tación informacional, y otra su integración para la gene-
preferencias morales corrientes en el mundo occiden- ración de sentidos. Sería muy lindo, dice Fodor, poder
tal contemporáneo sean erigidas en el telos al que ine- creer, como lo aparentan Pinker y Plotkin, que no nece-
vitablemente conduce la evolución de la especie huma- sitamos más que la noción de computación que nos dio
na. y es este el paso que algunos de los adeptos de la Alan Thring. Sin embargo, las limitaciones de esta con-
sociobiología y de la psicología evolucionarla efectiva- cepción se revelan dramáticamente en la psicología del
mente se permiten dar - sin percatarse de la cáscara de sentido común, que verosímilmente exige la globalidad
banano que pisan. El traspiés es tan infortunado como de la cognición. Si hay algo que el computador ignora,
inevitable. Pues se toma lo que es un resultado particu- es el sentido común. Un computador solo, frente al mun-
lar - la experiencia occidental que, con respecto a la do externo, no sobreviviría más de cinco minutos, pues
acumulación histórica de la vivencia humana, es cierta- es más inerme aún que un recién nacido.
mente un modelo muy parcial - y se lo eleva a la catego- En resumen, Fodor declara que "si..; hay una comu-
ría de lo que la evolución tenía forzosamente que alcan- nidad de computadores que vive en mi cabeza, tiene
zar. Habría que hacer un estudio de la forma degradada que haber alguien que esté a su mando; y, lpor Dios,
y tendenciosa como el darwinismo ha sido asimilado que seayo!". Ese "yo", indefinible, pero inevitable, es el
por la psicología académica. Pues el darwinismo no sólo que toma las decisiones, que integra las informaciones,
nació en una intensa lucha ideológica, sino que ha guar- que evalúa y que juzga. Pero evalúa y juzga, y discierne
dado desde el principio una íntima relación recíproca entre el bien y el mal, de acuerdo con las escalas de
con visiones del mundo ideológicamente muy sesgadas. valores y prioridades morales que su cultura le ha incul-
A los sociobiólogos y a los psicólogos evolucionarlos, cado.
ro que les preocupa es sobre todo cómo explicar la con- Estamos en todo nuestro derecho de preferir las elec-
ducta moral del hombre, particularmente el altruismo, ciones morales que nuestra sociedad pregona, porque
tan anómalo, según cierta interpretación del darwinismo. somos miembros de ella. Es por eso por lo que nos
Su explicación consiste, paradójicamente, en postular parecen los derechos humanos apenas naturales y ob-
un egoísmo a ultranza para dar cuenta de actos de auto- vios. Y podemos conceder, en gracia de discusión, que
sacrificio:el egoísmo del gen que computa "sus" posibi- esta concepción universalista quizá sea moralmente "su-
lidades de reproducción y "sabe" que, aunque sea in- perior" a otras concepciones morales menos generosas.
molado su portador, garantizará así "su" propia supervi- Pero no se puede olvidar que esta es una concepción
vencia, ya que el cercano parlente que lleva un genoma cultural e históricamente determinada. Por lo demás,
casi idéntico será el beneficiado por el acto de altruis- por más que intuitivamente nuestra visión universalista
mo. Así,la moralidad del animal humano, que nos satis- nos parezca superior, habría que demostrar en qué con-
face íntima y narcísís- siste esta supuesta superio-
ticamente, sería el pro- 18 Steven Pinker, How the Mind ll-brks, op.cít.; Henry Plotkin, ridad. En todo caso, si nos
Evolution in Mind: An Introductíon to Evoludonary Psychology,
ducto de una evolución parece preferible a modelos
Cambridge, Massachusetts, Harvard Universitv Press, 1998.
ciega, que no responde 19 Jerry Fodor, "The Trouble with Psychological Darwinism", The imperantes en otras civiliza-
más que a un programa London Review oi Books, Vol. 20 N° 2, enero 22 de 1998, p. 12. ciones y culturas, se trata de

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COLOMBIANA
DE PSlCOLOGIA 21
POLÉMICA

una adhesión y aprobación sentimental o afectivamente rizan a la experiencia afectiva de las culturas humanas.
determinadas. Dicho en otros términos, el intento de Estos estudios concuerdan con las investigaciones his-
fundar los derechos humanos en la "razón universal" es tóricas de civilizaciones pasadas en que la gama y sutile-
el desconocimiento de los motivos "írrracionales" que za de los sentimientos no pueden limitarse al reperto-
nos instan a promoverlos. Una educación sentimental rio de los afectos de la cultura occidental contemporá-
específicamente moderna es la que ha generado una nea (que también es una selección y sedimentación de
afectividad peculiar, no comunmente compartida por un largo proceso histórico). Es más, la imbricación del
otras culturas y no conocida en toda época en el Occi- sentimiento con el pensamiento hace insostenible la tra-
dente mismo. dicional división en facultades. Michelle Rosaldo, pre-
Pues, sin duda, los sentimientos occidentales no han maturamente desaparecida en un accidente durante una
sido siempre los mismos. Han sido históricamente trans- expedición de campo, pero póstumamente célebre por
formados y modelados para que los derechos humanos sus estudios sobre los afectos entre los Illongot, una
nos resulten no sólo un asunto de moralidad, sino, so- etnia de cazadores de cabezas en las Filipinas, escribe lo
bre todo, una evidencia. Lossentimientos, en otros tiem- siguiente:
pos y en otros lugares, no han sido socialmente mode- [...] el reconocimiento del hecho de que el pensa-
lados en esa misma dirección, y por eso allí las prefe- miento siempre es moldeado culturalmente e imbuido
rencias inmediatas no concuerdan con las que a noso- de sentimientos, los cuales a su vez reflejan un pasado
tros nos parecen obvias, racionales y naturales. Si hay culturalmente ordenado, sugiere que, así como el pensa-
algo que la psicología académica ha tendido siempre a miento no existe aislado de la vida afectiva,así también el
ignorar, es la historia cultural de la determinación de afecto está culturalmente ordenado y no existe separado
los senttmie ntos?". Pues su compromiso con el del pensamiento. En lugar de considerar a la cultura como
racionalismo dogmático la ha llevado a presuponer a una fuente "arbitraria" de "contenidos" que son procesa-
los sentimientos humanos una identidad constante y una dos por nuestras mentes universales, se hace necesario
continuidad ininterrumpida desde los simios hasta las preguntar cómo pueden los "contenidos" mismos afectar
civilizaciones más brillantes (de nuevo un darwinismo la "forma" del proceso mental. Y luego, en lugar de con-
re-interpretado para universalizar un producto históri- siderar a los sentimientos como un dominio privado (a
co particular). menudo animal y presocial) que es - irónicamente - lo
Por el otro lado, la primacía conferida a la racionali- más universal y; al mismo tiempo, lo más particular del sí
dad ha instituido un divorcio radical entre el pensa- mismo, sería más sensato pensar las emociones no como
miento y los sentimientos. Kant es la figura en la que algo opuesto al pensamiento, sino como cogniciones que
culmina este legendario repudio de la dimensión implican al "yo mismo" inmediato, carnal - como pensa-
afectiva para la regulación de los asuntos humanos, y mientos encarnados [...]. Los sentimientos no son subs-
específicamente morales. La psicología académica, que tancias que puedan ser descubiertas en nuestra sangre,
tanto le debe a Kant, ha fraccionado la vida mental en sino prácticassocialesorganizadasen narracionesque efec-
facultades, aislando a lo tuamos y que relatamos. Son
20 Alasdair Maclntyre, uno de los más importanes pensadores
afectivo en un comparti- contemporáneos de la moral, lo ha formulado con gran preci- estructurados por nuestras
miento sin conexión con sión: " ...en diferentes culturas los deseos y las emociones son formas de entendimiento!' .
lo cognitivo. Además, organizados de modo diferente y por lo tanto no existe una
psicología humana invariable. [...) en una etapa cualquiera del
como ya lo hemos señala- LA ÉTICA
desarrollo histórico de una cultura en particular los patrones
do, los sentimientos, en establecidos de emoción, deseo, satisfacción y preferencia sólo
la psicología se entenderán adecuadamente si son entendidos como expre- La ética es una indaga-
evolucionaria, se postu- siones de alguna posición moral y evaluativa distintiva. Las ción filosófica, de una vene-
psicologías comprendidas así expresan y presuponen moralida-
lan no sólo como rable tradición milenaria ...
des. [...) al conceptualizar y comprender a las pasiones de una
intraespecíficamente manera más bien que de otra, de hecho al tratar a las pasiones
pero exclusivamente occi-
constantes sino incluso como parte de la naturaleza definida independientemente de la dental. Con esto queremos
interespecíficamente con- cultura y no como una expresión de la cultura, ellos (= muchos decir que se trata de una tra-
filósofos morales modernos y sus ancestros los sofistas) ya adop-
tinuos. dición reflexiva que puede
taban un punto de vista evaluativo en particular, derivado de la
Sólo en las últimas dé- comprensión de la naturaleza de su propia cultura". Mose incluso, como muchos lo
cadas ha comenzado la [ustice? Mich Rationality!, Notre Dame, Indiana, Universitv han hecho, situarse en los
psicología cultural a ex- of Notre Dame Press, 1988, p. 76-77. inicios mismos de la filoso-
21 Michelle Z. Rosaldo, "Toward An Anthropology Of Self And
plorar y comparar la di- fía en la antigua Grecia. Pues
Feeling", en Richard Shweder y Robert LeVine (eds.), Culture
versidad de los registros Theory. Essays on Mind, Sel! and Emotion, Cambridge, se puede argumentar que la
emocionales que síngula- Cambridge University Press, 1984, p. 143. filosofía, propiamente di-

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cha, se inaugura con la interrogación moral de Sócrates. vida humana y por las metas que debe elegir una vida
Los pre-socráticos aún guardan un estrecho vínculo no digna de viviese. Preguntas, éstas, que en muchas cultu-
sólo con el iluminismo sino hasta con el chamanismo. Y ras simplemente son inconcebibles e innecesarias.
la pregunta por el recto camino que una vida humana Pues lo característico del mundo occidental es que
debe seguir para realizarse plenamente no era, antes de cada época histórica se ha visto obligada a reflexionar
Sócrates, la preocupación fundamental de los primeros sobre este conjunto de dificiles problemas, y cada una
cosmólogos. ha tenido que hacerlo a partir de su propia tradición
Por lo demás, aunque se quiera hacer admitir que la que es la que le proporciona el vocabulario, los medios
pregunta por el bien y el mal tiene que ser universal, técnicos y el marco conceptual para abordar las inquie-
todo estriba en la forma en que estas dos nociones son tudes generadas por el momento histórico-cultural. La
concebidas por las diversas culturas, si acaso son historia de la reflexión ética en Occidente, o lo que se
conceptualizados de alguna manera. De entrada, por llama modernamente la filosofía moral, es la sucesión
fuera del ámbito occidental, el individuo raras veces o de los capítulos escritos por pensadores insignes a par-
nunca es pensado en términos de un sujeto que se re- tir de las urgencias morales específicas de su propia en-
pliega sobre sí mismo en una actitud de auto-evalua- crucijada histórica y personal.
ción. Siempre es tomado en una red intrincada de rela- Desafortunadamente, la filosofía académica tiende a
ciones con otros. La perspectiva es transindividual y la descontextualizar estos sucesivos capítulos, y los trata
conducta personal es indisociable del conglomerado como contribuciones a un mismo debate con una temá-
social. A menudo, el Mal no es conceptualizado como tica de fondo esencialmente la misma, como si no hu-
tal, ni es asociado con el desgarrador conflicto entre biera habido ninguna variación durante años, décadas,
dos elecciones antagónicas, como ocurre en nuestros siglos, e incluso míleruos" . Platón, un aristócrata
tratadistas occidentales. El Bien tampoco es una instan- ateniense del siglo V antes de Cristo, un hombre desen-
cia trascendente y exterior a las situaciones concretas, gañado por sus fracasos en política, intrépido viajero
sino que, como en el pensamiento de Mencio (Meng- por mares infestados de piratas, es colocado al lado de
Tse), es un principio cosmológico de regulación que Kant, un solterón prusiano del siglo XVIll después de
rige el funcionamiento bipolar del Yin y del Yang, ase- Cristo, quien prácticamente nunca salió de su apacible
gurando la unión del Cielo con la Tierra" . Esto era de K6nigsberg natal; San Agustín, un africano del norte,
la máxima importancia en la antigua China, porque el súbdito del emperador romano, célebre converso al ca-
bien, o si se quiere el bienestar, del país entero depen- tolicismo, obispo de Hipona, es sentado en el mismo
día de esta concordancia. Una de las tareas esenciales pupitre con David Hume (1711-1776), un escocés for-
del Augusto Emperador era la de mantener armoniza- mado de acuerdo con los austeros preceptos de la orto-
dos el orden natural y el orden político" . doxia calvinista con la cual, ya a los veinte años, había
En cambio, en Occidente, la ética, desde los grie- roto para siempre, y para quien la religión cristiana era
•• gos en adelante, es una reflexión, una indagación, una una superstición odiosa. Lasuposición de que estos hom-
búsqueda que, para el de- bres tan dispares, y de mo-
22 Pascal Bruckner, Le Nouvel Observsteur; N° 1631, 8-14 de fe-
sespero de ciertos lecto- brero de 1996, reseña de Fonder la Morsle. Dialogue de Mencius mentos tan distantes entre sí
res, parece muchas veces avec un philosophe des Lumiéres, de Francois [ullien, París, en la evolución cultural oc-
nunca concluir, nunca lle- Grasset, 1996. cidental, están hablando de
23 Geoffrey LLoyd, "Scíence in Antiquity: The Greek and Chinese
gar a una respuesta nítida la "misma" cosa es un pre-
cases and their relevance to the problems of culture and
y precisa para las circuns- cognition", en Modes oE Thought: Exploradons in Culture and juicio universalista, el mismo
tancias contingentes de la Cognidon, David R. Olson & Nancy Torrance (eds.), New York, que hemos encontrado en la
vida cotidiana. ¿Qué debo Cambridge University Press, 1996. noción espuria de la "men-
24 Una muy notable excepción a esta tendencia es Alasdair
ser? y ¿Qué debo hacer? te universal" y la igualmente
Maclntyre, cuyos brillantes escritos han inspirado muchas de
son preguntas para las cua- nuestras reflexiones: A Short History oEEtbics, New York, Simon insostenible "naturaleza hu-
les no existe respuesta por & Schuster, 1966; Against tbe Self-Image.5 oE the Age, Notre mana". Lo que queremos
anticipado. Pero la inda- Dame, Indiana, University of Notre Dame Press, 1978; Alter dejar en claro es la determi-
VJ'rtue,Notre Dame, Indiana, Universirv of Notre Dame Press,
gación ética no concier- nación histórico-cultural del
1984; y especialmente WhoseJusdce! Which Radonality!, Notre
ne sólo al deber y a las Dame, Indiana, University of Notre Dame Press, 1988. pensamiento ético como tal;
obligaciones; se ocupa 2S No cualquiera se consagra a la reflexión ética. La inmensa ma- éste es siempre contingente
igualmente por la natura- yoría se contenta con seguir la moral social vigente e ignora por y concreto, ligado a las con-
completo los escritos de estos filósofos. Por qué algunos seres
leza del bien y por los bie- diciones apremiantes (socia-
humanos se ven compelidos a este género de indagaciones es un
nes que merecen buscar- problema que no abordaremos en estas páginas, pero es una les y personales" ) que lo ha-
se, por el sentido de la pregunta digna de formularse. cen necesario; nunca es una

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COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA 23
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gratuita expedición en pos del espejismo de una esen- les y la paulatina modificación de la opinión pública.
cia moral universal. No obstante, muchos académicos Pues los derechos humanos no son otorgados por un
hablan y escriben como si los problemas éticos fueran poder benevolente que reconoce la universalidad de
semejantes a los matemáticos, y susceptibles de solu- una sustancia o esencia humana universalmente la mis-
ción mediante la aplicación de algún algoritmo moral. ma. Los derechos humanos han sido conquistados por
Esto nos lleva a la situación actual, en la que la impo- la fuerza (lo cual no implica ninguna apología de la
tencia de la reflexión moral para modificar las injusti- violencia), en luchas sociales. Y conservarlos y hacerlos
cias socio-económicas y políticas va acompañada de una aplicar corresponde también al ejercicio de una fuer-
arrogancia compensatoria. Laética está conociendo una za?", mediante acciones de movimientos cívicos,
promoción y una difusión publicitarias inquietantes. Esto veedurías ciudadanas, defensorías del pueblo, oficinas
se parece, cada vez más, a una tendenciosa utilización de vigilancia, ONGs,partidos políticos, sindicatos, el pe-
ideológica de una necesaria y legítima indagación, a riodismo, cortes internacionales, etc. Y son los tribuna-
modo de distracción para apartar la atención de los pro- les nacionales e internacionales los encargados de casti-
blemas jurídico-políticos. A la ética, se le está atribuyen- gar sus violaciones.
do un estatuto desmesurado (otra vez el bybris griego); Discrepamos con respecto a aquellos que quieren
se le está otorgando un papel, puramente retórico eso fundar los derechos humanos en argumentaciones me-
sí, de policía, que no le corresponde. Ahora bien, es tafísicasuniversalistas para persuadir a los que los violan
cierto que la reflexión ética no puede jamás disociarse que atentan contra su propia humanidad. Esta doctrina
completamente del orden jurídico y político. De he- remonta hasta el Sócrates que afirmaba que nadie hace
cho, el programa de investigación platónico arranca con voluntariamente el mal. Semejante doctrina jamás ha
dos preguntas íntimamente asociadas: equé es la virtud? disuadido a nadie de ejercer la crueldad. Los
y equé es la justicia? , en las que la reflexión ética se torturadores saben lo que hacen, pero ninguna apela-
sitúa en relación con el orden jurídico-político de la ción a la razón y a la ética fundada en una universal
polis real y en relación con un orden ciudadano ideal. esencia humana servirá para que desistan de sus abomi-
Sin embargo, la construcción especulativa de mode- nables prácticas. Y los que mandan a los torturadores,
los utópicos por los pensadores de la ética, a lo largo los que tienen el poder para ordenar masacres y ejecu-
de los siglos, no es lo que ha hecho posible una cultura ciones sumarias, no necesitan clases de ética. Ellos no
de los derechos humanos. Pues se olvida demasiado a ignoran la existencia de los derechos humanos; simple-
menudo que los derechos humanos justamente son mente ni se sienten obligados a observarlos, ni nadie
derechos. Es decir, que por un lado, son un asunto ju- los obliga a respetarlos. Por eso reiteramos que los de-
rídico; esto es, que dependen de toda una concepción rechos humanos tuvieron que ser conquistados y tienen
legislativa y judicial de la condición humana. Pero, por que preservarse mediante acciones ciudadanas concer-
el otro lado, los derechos humanos constituyen un asun- tadas, para garantizar la ·vigilanciay el control sobre los
to fundamentalmente político, porque fueron conquis- que tienen los medios para irrespetarlos. Es una empre-
tados en sangrientos movimientos revolucionarios e sa vana intentar convencer mediante argumentaciones
independentistas. Son, pues, consecuencia de acciones filosóficas a los tiranos (recuérdese el retiro abrupto y
concertadas de movimientos y de grupos en una lucha airado de Calicles en La República de Platón, quien
con los representantes del poder. abandona la discusión sin la menor inclinación a dejar-
Los derechos humanos, así, son logros semejantes a se persuadir por los argumentos propuestos).
los derechos laborales logrados por los movimientos El proyecto de fundar los derechos humanos en al-
obreros, o como los derechos de las mujeres obtenidos gún plano supraculrural, suprahistórico, en una dimen-
en las batallas libradas por las feministas. El derecho de sión trascendente, no es más que el viejo proyecto me-
las mujeres a controlar la reproducción: la libertad de tafísico etnocentrista de Occidente. La esencia moral
decidir el número de hijos, el espaciamiento de los na- humana, supuestamente universal, un núcleo íntimo in-
cimientos y el derecho a adoptar decisiones relativas a variable, es la extrapolación de un modelo elaborado
la procreación - tales como el aborto o la estirilización - en una sola cultura. Esta maniobra es inaceptable por-
sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia, sólo que hace caso omiso de la innegable diversidad cultu-
han sido reconocidos en algunos países y esto en las ral. Está cada vez más claro que las sociedades no
últimas décadas. No son, por tanto, derechos universa- escolarizadas poseen modos culturales de pensamiento
les ni naturales; son derechos modernos que se han vuel- que escapan a los constreñimientos del modelo occi-
to realizables gracias a im- dental. Esto es particular-
26 Sobre esta noción de "fuerza", véase el estudio de Angelo
previstas innovaciones Papacchini, "Dignidad y Violencia" en Praxis Filosófica. Nueva
mente evidente en el terre-
tecnológicas, luchas lega- Serie. No. 5. Cali. Octubre de 1995. no de la formación moral.

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Las diversidades culturales, en todo lo que concierne a en la que incluimos a la "gente como nosotros". Los aje-
los cánones morales y los modos en que se concibe a la nos a nuestras costumbres, cuyas conductas difícilmente
persona y a la condición humana, imposibilitan todo comprendemos y que íntimamente nos pueden produ-
común denominador. Los ejemplos podrían multipli- cir repudio, han logrado penetrar en el círculo estrecho
carse con gran facilidad. Pero limitémonos a uno solo. de nuestros afectos. Según Rorty,son narraciones "tristes
No es cierto que en todas partes yen todas las épocas ha y sentimentales" las que han ablandado los corazones y
imperado el mandamiento "no robarás". Nuestra ideali- han hecho reconocer una común humanidad. La narra-
zación de la cultura ateniense borra el recuerdo de la ción canónica en este género es La Cabaña del Tío Tom ,
pluralidad de ciudades-estados y de la diversidad de las de Harriet Beecher-Stowe, que tuvo una enorme efica-
soluciones jurídico-políticas y morales que cada una tuvo cia, en su momento, para tocar la sensibilidad de los
que encontrar. En Esparta, por ejemplo, la rigurosa for- norteños y ganarles para la causa abolicionista.
mación militar de los jóvenes exigía una mínima ali- La globalización de los medios de comunicación, y
mentación, para obligarlos "a procurársela con astucia, especialmente la internacionalización del gusto en la
robando sin ser descubiertos, pues en caso contrario literatura, trae a los lectores (admitimos que son una
eran fustigados" 27 • Lo que se castigaba era la torpeza de relativa minoría, pero significativa) relatos y cuentos que
dejarse agarrar, mientras que el ladrón exitoso no sólo son muestras de la gran diversidad cultural. Los nom-
se alimentaba mejor sino que era social y moralmente bres de algunos de los autores de esta nueva ola de
aprobado por su ingenio. literatura evocan los lugares más exóticos del planeta:
Por lo demás, esta prédica de la universalidad de los Ismael Kadaré, Kenzaburo Oé, Naguib Mafouz,Tahar Ben
derechos humanos conduce muy pronto a una contra- ]elloun, Gabriel García Márquez, Tsitsi Dangarembga,
dicción. Porque al mismo tiempo que se habla del respe- Nadine Gordimer, Chinua Achebe, Salman Rushdie,
to, del reconocimiento de la identidad de lo culturalmente Patrick Chamoiseau, etc., etc. Incluso la industria del
divergente, de las etnias extremedamente variadas, se cine, dominada por la producción norteamericana, deja
pregona una pauta de universalidad en los derechos que abiertas ciertas grietas por las que pueden filtrarse las
ignora justamente cómo son concebidos los derechos en realizaciones de directores que nos muestran experien-
otras culturas. Esto crea, inmediatamente, el conflicto en- cias humanas insólitas pero conmovedoras. Alleer estas
tre lo particular y lo universal. En los centros urbanos se novelas y ver estas películas, se fortalece nuestra convic-
pretende proteger los derechos humanos de los reos y ción de que el reconocimiento de la dignidad humana
prisioneros, y así se proscribe el maltrato físico; pero se se sustenta, no en austeros principios metafísicos "supe-
permite que exista una legislación alterna para los res- riores", sino en narraciones "tristes y sentimentales".
guardos indígenas donde se prescriben azotes y pruebas Fernando Savater,a su manera, ya había comprobado
corporales dolorosas y crueles. Aquí se evidencia un cla- esta eficaciade la literatura en su libro La infancia recupe-
ro conflicto entre dos aspiraciones morales de la socie- rada . En el prólogo, declara su intención de "reconstruir
dad contemporánea: el reconocimiento del - evocar - el nivel ético de la narración, su importancia
multiculturalismo y la dignidad de todos los pueblos, y fundacional en la adquisición de una moral que no remita
la doctrina de los derechos humanos universales. Pues ante todo a la timorata corrección de las costumbres, sino
necesariamente tienen que chocar las costumbres y prác- a eso que alude la expresión española 'tener la moral alta,
ticas locales y el abstracto universalismo. tener mucha moral'" 29. Pero lo que conviene precisar es
que los relatos "tristesy sentimentales", de que habla Rorty;
ÉTICA Y NARRATIVA no son moralizadores. Savaterlo enuncia claramente: "En
la narración, los valores valen realmente, no se imponen
Estamos convencidos en nombre de ninguna exi-
27 Giuseppe Cambiano, "Hacerse hombre", en El Hombre Grie-
de la justeza de las tesis de gencia exterior. Nadie mora-
go, [ean-Pierre Vernant (ed.), Madrid, Alianza Editorial, 1993.
Richard Rortyen su artícu- 28 Richard Rorty, "Derechos Humanos, Racionalidad y Sentimen-
liza, sino que se efectúan ges-
lo "Derechos Humanos, talismo", en Praxis Pilosátice, Nueva Serie N° 5, Cali, octubre tos morales'"?. En últimas, las
Racionalidad y Sentimen- de 1995. De Rorty véase igualmente Contingrncy; lrony and narraciones son el medio
Solídarity, New York, Cambridge University Press, 1989. ejemplar para, en términos de
talísmo'?", Rorty compar- 29 Fernando Savater, La Infancia Recuperada, Madrid, Taurus, 1976,
te con Eduardo Rabossi la p. 15.
Angelo Papacchini, "justificar
idea de que estamos vi- 30 Ibid., p. 29. una aversión 'visceral', antes
viendo en una era de los 31 Op. cit., p. 68. Este tema de la competencia de la narratividad que radonal, haciatodas aque-
para la construcción de posiciones morales, como lo adverti- llas prácticas que degradan y
derechos humanos. He- mos en la introducción, no puede examinarse en este texto. Es
mos logrado ampliar con- un asunto que requiere en sí mismo un tratamiento extenso
pisotean la dignidad huma-
siderablemente la esfera que aquí no tiene cabida. na'?':

REVISTA
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COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA 25
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POLÉMICA

CONCLUSIONES cias en las que puede conve-


nir acelerarla. Son pocas las
Para terminar, équé puede personas que se ocupan de la
aportar la psicología académi- reflexión ética y de la elucida-
ca, no a un debate sobre los ción de estos cruciales, oscu-
derechos humanos (pues in- ros y conflictivos asuntos. Ave-
sistimos en que en esto no hay ces sus conclusiones tienen
nada que debatir), sino a la lu- alguna incidencia sobre la
cha ciudadana para hacerlos moral cultural, pero, por lo ge-
respetar? Consideramos que la neral, el razonamiento prácti-
psicología académica no ca de la vida cotidiana se con-
detenta ningún saber en espe- forma a lo convencionalmen-
cial ni sobre la ética, ni sobre te establecido en una cultura
la moral; no posee un punto dada.
de vista privilegiado; y cierta- De hecho, concordamos
mente no hace más ni mejor con Ludwig Wittgenstein en
que la filosofía al pretender que "lo ético no se puede en-
fundar los derechos humanos señar'?" . Las mínimas reglas
en una esencia universal. Di- deontológicas, que la práctica
cho en otros términos, la psi- psicológica ha codificado, no
cología no tiene ninguna lec- pasan de ser las normas de de-
ción moral para impartir. cencia que una cultura de los
Pero, como lo dice R. derechos humanos no puede
Zazzo: "somos psicólogos an- dejar de exigir. Estos compen-
tes de ser Psicólogos'?". Es dios de instrucciones morales
decir "el psicólogo lleva en sí mismo un rival del que o deontológicas (semejantes al juramento hipocrático
no puede líbrarse'?", pues es necesariamente hombre de los médicos) son corrientes en las profesiones que
de su época y lleva la impronta de su cultura específica, implican relaciones contractuales interhumanas. El or-
es decir la psicología y la sensibilidad que le son pro- den legal constituye su telón de fondo: cosa que se com-
pias. Todas las nociones del sentido común, e incluso prueba claramente en el recurso a la demanda jurídica
las ideologías de la modernidad, como las nociones de cada vez más frecuente, como en medicina. Todas estas
"normalidad", de "mente universal", de "naturaleza hu- profesiones se sitúan en la problemática zona de la con-
mana", de "esencia moral transcultural", encuentran en fluencia de exigencias morales, jurídicas y políticas con-
él un vocero quien, al ser investido del prestigio de un tlictivas. Los códigos deontológicos pretenden evitar las
"experto", puede contribuir insidiosamente a la perpe- posibles confrontaciones y morigerar las tensiones. Quizá
tuación del desconocimiento de los valores morales cul- sean necesarios - dadas las características de la sociedad
turales específicos y al mantenimiento del mito de un capitalista actual y su noción de contrato de servicios -
sustrato moral natural y universal. pero no son más que la expresión de la moral cultural
El psicólogo académico no ha sido formado para pen- vigente. Son de bien poca utilidad para el individuo
sar los difíciles problemas éticos. Sus años de aprendi- que se pregunta sobre el sentido de su vida y de su
zaje dejan poco tiempo para este tipo de reflexión. Por práctica. Es posible que la reflexión ético-filosófica tam-
eso, sus ideas y posturas morales tienden a ser confusas poco le sea de mayor consuelo, pero al menos su rigor
y ambiguas, pues son las mismas de su cultura. Así, es le puede ayudar a dar un paso más allá de la hipocresía
difícil pedirle una claridad mayor cuando su sociedad y ambigüedad morales que los códigos deontológicos
tampoco la tiene, especialmente en lo que concierne a irreflexivamente legitiman. La indagación ética es algo
esos puntos nodales de la condición humana para los para lo cual ninguna formación profesional (es decir
cuales ninguna cultura ha hallado una respuesta univer- técnica) puede preparar; pero, al menos en algunos mo-
salmente válida. Con ello 32 Citado en Michel Bernard, "La Psicología", Historia de la Filo- mentas y en algunas circuns-
nos referimos a toda la sotte, Tomo rv. La Filosotis de las Ciencias Sociales, Francois tancias, algunos se verán for-
serie de delicados proble- Chátelet (ed.), Madrid, Espasa-Calpe, 1982, p. 27. zados a concluir, con
mas de la sexualidad, la 33 Michel Bernard, op. cit., p. 28. Sócrates, que una vida no
34 Ludwig Wittgenstein, Conferencia sobre ética, Notas acerca de
familia, la reproducción, las conversaciones con Wittgenstein, Friedrich Waúmann, Bar- examinada no vale la pena
la muerte y las círcunstan- celona, Paidós, 1989, p. 49. vivirse '1'

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26 U. NACIONAL DE COLOMBIA
BOGOTÁ. D.C.

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