Año 10 Num 03 Mar-Abr 2017 PDF

Especial
CONSEJO EDITORIAL PROYECTO CULTURAL

“LA LETRA ESCARLATA”
Editores
1. Introducción – José Gutiérrez-Llama (5)
Ana Isabel Alvea Sánchez
Juan Barroso 2. Conversación con Mara Romero – José Gutiérrez-Llama (8)
Lourdes Bueno
Judy García Allende 3. ESPECIAL:
Ángel González González
José Gutiérrez-Llama CERESO FEMENIL:
Pedro Herrero - Antología del Proyecto Cultural “La letra Escarlata” – Mara Romero (21)
Carlos Hidalgo Villalba - Un pedazo de mi vida / Libre – Carmen García Duarte (25)
Elisa Luengo - Malasangre - Anónimo (30)
Emilia Oliva - De los más malos recuerdos – Anónimo (32)
Cony Pedraza - La chola sicaria – Anónimo (35)
Enrique Sánchez Sotelo
- Plegaria – Jaqueline Castillo Ríos (37)
- Mala cosecha – María Dolores Parra Montes (39)
Asistencia Editorial - La puerta – Ana Karen Rodríguez Paredes (42)
- De pendejada en pendejada – Lisbeth Anguamea (44)
Juan Pablo Varela - El diente maldito – Lisbeth Anguamea (48)
Víctor Cáceres A. - Las chavelas – Dulce Karina Herrera Hernández (50)
- Mejor sin memoria – Anónimo (53)
PORTADA
- Un abrir de ojos – Gloria Gabriela Nevarez Serna (55)
- Fue un sábado por la tarde – Clarisa Anguamea García (57)
- Panteón de vivos – Ana Belén Soto Morales (60)
- La gran partida – Carmen Eustolia Montoya Castelo (62)
- Otoño – Anny Villalobos (64)
- Un mal inicio – María Fernanda Montes López (66)
- Frutas rojas – Hilda Virginia Acosta (68)
- Labios de ungüento – Rosa Isela Chávez Martínez (70)
- El regalo de la noche – Ilse Elena López González (72)
- Esta vida no – Jannette Guadalupe Palma Gutiérrez (74)
Portada de la Antología CERESO VARONIL:

Enrique Vizcarra Piña - De lo único que no me arrepiento – Roberto Carlos Urías (77)
- Malos – Jesús Víctor Flores (79)
EDITADA EN - Todo distorsionado – Carlos Moisés Moreno García (82)
Alemania - Andorra - La mera neta – Eduardo Israel Campillo Hernández (84)
Argentina - España - El muerto / Me necesitan – Carlos Armando Fierro (85)
EEUU - Francia - Por buena onda – Fabián Esteban Gámez Valenzuela (88)
México - Puerto Rico
EN SENTIDO FIGURADO
Año 10 Número 3
- Querida amiga – César Cardiel (90)
Marzo/Abril - Muy mal rollo – Anónimo (92)
2017 - El enano – Adrián Robles Galaviz (94)
- Sueño – Eduardo García González (96)
Es una publicación de: - Sin título – Eduardo García González (97)
José Gutiérrez-Llama
Es una revista literaria de

publicación bimestral de ITAMA (Instituto de Tratamiento y de Aplicación
difusión vía red de cómputo. de Medidas para Adolescentes):
- La primera vez – Anónimo (100)
Blvd. Adolfo López Mateos
314, Colonia Tlacopac.
- Mala suerte – Anónimo (102)
C.P. 01049 México, D. F. - Sin título – Anónimo (104)
MEXICO. - Solo nueve años – Anónimo (106)
Tel: (52.55) 54.81.55.61. - Tres tiros – Anónimo (108)
www.ensentidofigurado.com - Cuando todo era tan bonito – Anónimo (110)
Reservas de Derechos al - Rita – Anónimo (112)
Uso Exclusivo No. 04– - Más malas noticias – Anónimo (113)
2011–082909412300- - Malas compañías – Anónimo (115)
203. ISSN: 2007-0071. Esta - Sin lección – Anónimo (117)
publicación se terminó de - Sin lástima – Anónimo (119)
editar el 03 de abril de
2017. - Nos lo merecemos – Anónimo (121)
- Agüitado – Anónimo (123)
Las opiniones expresadas - Unas por otras – Anónimo (124)
por los autores no - Mi sangre derramada – Anónimo (125)
necesariamente reflejan la
postura del editor de la - Todavía lo miro – Anónimo (127)
publicación. - Me agüita mucho – Anónimo (129)
El contenido de los textos es - Ni así entendí – Anónimo (130)
responsabilidad del autor. - Un día más que no entiendo – Anónimo (132)
EN SENTIDO FIGURADO los
incluye en apoyo a la
libertad de expresión y el
4. Galería de Fotos (135)
respeto a la pluralidad.
Queda estrictamente 5.- Contraportada

prohibida la reproducción
total o parcial de los
- Sin título – Janeth Guadalupe Palma Gutiérrez (142)
contenidos e imágenes de la
publicación sin previa
autorización de EN SENTIDO 6.- Bases del 1er Concurso Literario Internacional
FIGURADO. “Letras de Iberoamérica” (143)
Publicación sin fines de
lucro que no admite
patrocinios y es sufragada
con recursos propios.
PROHIBIDA SU VENTA.
MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR ESTOS
GRACIAS AÑOS
POR COMPARTIR ESTOS AÑOS
CON NOSOTROS
DIRECTORIO
Editor Responsable: José Gutiérrez-Llama Suscripciones:
en-corto@ensentidofigurado.com suscripciones@ensentidofigurado.com
PARA ENVIAR COLABORACIONES

Micros: Pedro Herrero Teatro: Lourdes Bueno
micros@ensentidofigurado.com teatro@ensentidofigurado.com
Cuentos: Cony Pedraza Traducciones: Elisa Luengo
cuentos@ensentidofigurado.com elisa-luengo@ensentidofigurado.com
Ensayos: Judy García Allende Fotografía: Ángel González González.
ensayos@ensentidofigurado.com fotografia@ensentidofigurado.com
Poesía: Emilia Oliva y Ángel González. Ilustraciones: Ángel González González
poesia@ensentidofigurado.com angel-gonzalez@ensentidofigurado.com
Poesía visual: Emilia Oliva Video: José Gutiérrez-Llama
poesía@ensentidofigurado.com jgllama@ensentidofigurado.com
Letras pequeñas: Judy Garcia Allende Artes plásticas/audio: ESF
ensayos@ensentidofigurado.com jgllama@ensentidofigurado.com
FACEBOOK BLOG
josé gutiérrez-llama
INTRODUCCIÓN “Uno tiene que ir muy lejos,

para saber hasta dónde se puede ir”
–Heinrich Böll–
Nuevamente la publicación de nuestra revista abre espacio

para disfrutar de un Especial, en esta ocasión sobre el
Proyecto Cultural “La Letra Escarlata”, que comanda Mara
Romero. Como más adelante podrán leer, dicho proyecto
está orientado a impulsar el arte en diversos Centros de
Readaptación Social (CERESO) de Sonora, su estado natal,
sito al norte de México y que colinda, entre otros, con los
estados de Arizona y California (EEUU).
No ahondaré mucho en esto pero los estados fronterizos

mexicanos presentan una problemática muy particular
vinculada en ocasiones al narcotráfico pero, mayormente a
las condiciones socioculturales prevalentes en un territorio
donde coexisten grupos indígenas, migrantes, crimen
organizado, desigualdad económica, diferencias culturales,
desempleo, divergencias de idiosincrasia e identidad,
turismo americano no siempre recreativo, etc. Esto sin duda
abona a que las características de la criminalidad tengan
distintos móviles y matices con relación a los que se pueden
encontrar en otros sitios del país. En fin, como prometí, no
he de profundizar en esto…
en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 5

Los textos incluidos en el Especial han sido seleccionados
por la propia Mara Romero, Coordinadora de este Proyecto
apoyado por el Programa Nacional de Prevención del Delito
(PRONAPRED).
Por otra parte, las ilustraciones de los textos corresponden

a la Colección compuesta por más de 80 pinturas del artista
colombiano Fernando Botero, respecto a la prisión iraquí de
Abu Ghraib.
“Hay que experimentar las pinturas de Botero, que son

impactantes imágenes de gran potencia. Los grandes
cuerpos de los prisioneros dominan los lienzos enormes y a la
vez claustrofóbicos. El dolor es palpable y tienen una
visceralidad que las famosas fotografías no captan, todo eso
acentuado por la degradación humillante y repugnante de su
cultura y de su propia persona. Sin embargo, estos hombres
transmiten una fuerza y dignidad que cala.”*
*Nota publicada en “Revolución”. Partido Comunista Revolucionario

de los Estados Unidos.
“Ayersalió Noé después de 5 años encerrado en el ITAMA

“El Niño malo”, el proyecto de hombre siente su libertad,
cumplirá los 21 apenas, y le duele ser libre sin su madre y sin
su hermana que lo esperan ansiosas de verlo, pero que están
encerradas el CERESO para mujeres.
Noé siente una culpa que le empaña el aire libre que ahora
respira, sabe que el crimen, que ahora ha saldado, deja aún
en deuda a su madre y hermana que todavía cumplen
sentencia por lo mismo.
Me dice con ojos llenos de esperanza que quiere ser
6 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Psicólogo para ayudar a los que como él, siendo aún niños,
tomaron el camino equivocado. Quiere trabajar para pagar
un buen abogado y ayudar a su familia. Quiere ser un buen
hombre porque siente que lo es... y me repite que quiere
ayudar a los que la regaron.
Dice Noé que la vida es buena porque te da oportunidades y

él ahora las ve claramente, tiene fe en él y en el mundo y en
los nuevos comienzos.
Me da las gracias por el Rap, la literatura y el teatro y luego

dice que sigue escribiendo cuentos.
Yo miro a Noé abrazado de su madre, el día de visita en el

CERESO femenil. Veo a la madre mover sus manos por el
rostro del niño, lo toca desesperada y sus dedos parecen
mariposas locas que nunca se cansaron de esperarlo durante
los 5 años que estuvo preso. Veo su miedo de estar
acariciando el viento, y veo su incredulidad y sus lagrimas
Me hago a un lado para disfrutar... y me digo:
La mejor primavera del mundo llegó hoy al CERESO, ¡no

cabe la menor duda!”**
**mensaje enviado por Mara Romero vía WhatsApp el 22 de marzo de 2017.
Esperamos disfrutes este Especial…
José Gutiérrez-Llama
Editor

CONVERSA-
CIÓN CON
MARA ROMERO
Coordinadora
del Proyecto
Cultural “La
letra escarlata”
José
GUTIÉRREZ-
LLAMA
Ciudad de
México
JGLL. Sé, porque felizmente nos conocemos de varios años

atrás, que además de una muy reconocida escritora, eres
una empresaria exitosa y mamá dedicada. Así que, ¿Cómo
surge este proyecto y por qué crees que merece la pena
hacerle un espacio (amplio) dentro de tu devenir cotidiano?
MR. Mi trabajo con los públicos de minorías se inició hace

10 años, con eventos de nuestro Encuentro de Escritores
Bajo el Asedio de los Signos, en donde tú nos has hecho el
honor de acompañarnos, y sabes que las cárceles forman
parte de las subsedes cada noviembre. Para mí siempre
fueron públicos muy importantes, así que también
esporádicamente trabajábamos durante el año como
Escritores de Cajeme A.C. a través de presentaciones de

libros y obras de teatro. Había ya algunos Escritores que
también apoyaban estos lugares, gente de mucho talento y
corazón como Abdul Machi, Carlos Sánchez, Christel
Álvarez. Yo me integro a dar un taller formal cada semana
como parte del Apoyo a Christel y se suma con nosotros
otro gran escritor y amigo, Jesús Noriega; así los tres
descubrimos día a día con asombro, como la literatura en
estos lugares adquiría otro tono, otra facultad, más allá de
la creativa, ya que las personas con su trabajo sanaban,
porque su letra tenía como base la honestidad y la
coherencia interna de sus textos reflejaban una realidad que
pocos queríamos voltear a ver. Se dejaban ir con el ritmo y
la cadencia que hacía arder la verdad de sus días hostiles en
un encierro que les quema, y utilizaban las letras como una
tabla de salvación para enfrentar sus errores; se
perdonaban a ellos mismos y a terceras personas, y hacían
confesiones de acontecimientos que los habían partido en
dos en algún momento de sus vidas, Nosotros como
maestros inventamos detonantes para apoyarlos en su
catarsis.
Leímos de todos los géneros y con el tiempo parecía un

milagro ver como aquellos grupos iban cambiando a
medida que se integraban. Después de un tiempo mis
compañeros se van, pero yo quedo prendada del proyecto,
y supe entonces que no podía irme, sabía que cada
semana ellos me esperaban atrás de aquel inmenso portón
de hierro, con su trabajo, como un faro que los guiaba. Así,
con nuestras lecturas decoramos sus vidas y cuando me di
cuenta habían pasado casi 7 años. El tiempo pasó y me
involucré más, hicimos cine-clubes y cuanta cosa se nos
ocurrió, y de vez en cuando tuvimos suerte que las
autoridades nos dejaran.
Vi cada vez con más claridad, cuan necesario era mi trabajo;

vi con fascinación cómo escribir se convirtió en una fuga, en
un viaje; vi modificar sus destinos con el arte y descubrí
como el humor en ellos cambió, como la esperanza de que
todo pudiera ser mejor.
JGLL. Más allá de los motivos filosóficos-conceptuales (u

otros) que expones, sácame del error si estoy en ese caso.
Entiendo que este proyecto originalmente (y no sé si aún es el
caso) estuvo financiado por ti. ¿Es esto cierto? Entonces, ¿por
qué, además del tiempo y la entrega que esto involucra,
invertir tus recursos económicos en algo así?
MR. Cuando me quede con los tres espacios, los dos

CERESOS: Femenil, Varonil e ITAMA, formé los que he
llamado desde entonces grupos “elite”, aunque parezca
broma. La idea fue conformar grupos que fueran
permanentes y cuyos miembros sintieran su trabajo parte
de algo especial; lo otro fue conseguir el material literario
para los talleres, puesto que las bibliotecas de los Centros
estaban conformadas por libros regalados, de los que
nadie quiere en casa. Todo fue muy difícil, pero con el
tiempo pude clasificar los grupos con músicos, pintores,
raperos y traté de conseguir el material para que pudieran
crear. Otro paso fue ser constante, instaurar horarios para
que los directivos de las cárceles como los internos vieran
mi seriedad y respetaran mi trabajo. En realidad no me
importó que no le importara a nadie, más que a mí y a
ellos, y desde luego no recibí ningún pago. En los Centros
me veían con curiosidad y a veces con enfado, así que lo
tomé como un trabajo formal cuando a nadie le interesaba
lo que pasara en los CERESOS; había en la sociedad una
idea muy errónea y cruel sobre la gente que está encerrada
(algo que ha cambiado mucho en la actualidad), así que
trabajé con lo que tuve y pude, y en ese tiempo gané

algunas becas (FECAS, FONCA, TRIPARTITA) y las dirigí a
mis espacios, ya que no podía parar. Debo decirte, además,
que los recursos no fueron el único problema, también los
fueron los directores de los CERESOS, ya que me tocaron
algunos nefastos, mediocres, corruptos y tuve que
aguantar, porque si rezongaba o señalaba algo,
simplemente no me dejaban entrar o me dejaban
esperando en el sol por 40 minutos, con tal de que me
enfadara y me fuera. Fueron muchos años así, pero los
talleres siguieron y aquello tomó forma.
En honor a la verdad, siempre conté con el apoyo del

Maestro Juan Manz, Presidente de la Asociación de
Escritores de Cajeme a la que pertenezco. Manz ha sido y es
un faro de luz para aterrizar muchas de las actividades y
necesidades de mis talleres. También he contado con la
ayuda de amigos preocupados por el bienestar de nuestra
comunidad, y que me han acercado a las autoridades
correspondientes para que reconozcan la importancia de
sembrar cultura en estos lugares; me refiero a Ricardo
Bours, Ex-Presidente Municipal de Cajeme, sin dejar de
reconocer a otros artistas, como la compañía de teatro
Zona Escénica Sonora, y escritores que nunca se negaron a
asistir para llevar su trabajo. Solo en algunas ocasiones me
tocaron directores de Cultura que contribuyeron, y aun así
me dediqué a gestionar lo necesario para llevar actividades
dentro del marco de La Feria del Libro, del Festival Cultural
Tetabiakte y de cuanto se pudo. Como ves, fue una doble
tarea; hacer que la gente de la comunidad conociera estos
lugares y se sensibilizara, y la otra que los internos se
sintieran parte de los festejos culturales que se celebraban
en nuestra ciudad.
JGLL. “La letra escarlata” sin duda nos remite a la famosa

novela de Nathaniel Hawthome, y nos lleva a pensar en la
estigmatización que con frecuencia una sociedad hace de
algunos de sus miembros. ¿De dónde y por qué razón el
proyecto lleva este nombre?
MR. Fíjate que este nombre lo tomé de un Proyecto de

Literatura que hace muchos años realizó en Sinaloa el
Maestro Elmer Mendoza, junto con Alfonso Orejel, un gran
poeta sinaloense también. Yo ya había leído la novela
muchos años atrás, y me gustó el nombre, la novela y el
trabajo de Elmer y Poncho. Así que cuando finalmente y
con la llegada de Mario Welfo, se dio la oportunidad (por
primera vez) de que las instituciones de Cultura por medio
del Instituto Sonorense y luego de Seguridad Pública de
Sonora, me apoyaran económicamente en mi trabajo, hubo
necesidad de entregar una propuesta formal, por lo que
diseñé un proyecto de Talleres de Literatura, Teatro, Música,
Cine-Clubes, Conferencias, Caravanas Interdisciplinarias
para los días de visita, es decir, un proyecto cultural integral
para la gente marginada de su libertad y sus sueños, para la
gente señalada... recordé el nombre de La letra Escarlata.
JGLL. No abundaré mucho en esto, porque algo de ello

explicas en el prólogo, pero es evidente que el arte, en
cualquiera de sus expresiones, es instrumento transformador
del ser humano. En un proyecto interactivo, la
transformación se da en ambos sentidos: en el artista y en el
espectador o beneficiario, en este caso, de la estela que deja
a su paso el proceso creativo. ¿Qué transformación buscabas
y crees que luego de este tiempo se ha dado en tus
discípulos?, y claro, no podría dejar de preguntarte si en ti ha
habido alguna transformación en el curso de esta experiencia
(me acordé de Coetzee cuando señala que: “quien enseña
siempre aprende más…”)

MR. Todo fue casual. Llegué a las cárceles primero a leer mi
trabajo o llevar mis performances y cuando conocí el
entorno, cuando vi aquella realidad, supe que el daño era
irreparable pero también vi como el arte parchaba vidas.
Con los talleres descubrí talentos inesperados, vi la urgencia
del papel y la pluma como una necesidad de dejar aquella
rabia; leía los textos cuando llegaba a casa y encontraba
confesiones insólitas, crímenes cometidos y que muchas
veces no eran la razón por la que estaban presos, secretos
de abusos infames en sus vidas, experiencias que los habían
llevado a ser desgraciados. Fui conociendo quienes eran y
también por qué la memoria en estos espacios se convierte
en un surtidor de nostalgias que se vuelven sus demonios, y
los sacábamos con tinta. Nunca he sido de las personas
que juzgan y ahora mucho menos, los talleres eran bombas
de tinta donde dejaban aquello que tanto dolía, que tanto
odiaban, y vi muy clara la importancia de mi trabajo.
Como es natural, con el tiempo todo se ha ido modificando

y a medida que ha madurado mi trabajo con ellos, he
madurado yo como ser humano. Ha sido difícil si
analizamos que la mayoría antes de entrar a los talleres
jamás leyó un libro completo, y de 50 personas que hay en
cada taller, únicamente 2 cuentan con preparatoria, si bien
va. No obstante, he sido testigo de conversiones
maravillosas.
Gran parte de mis alumnos, sobre todos de los CERESOS

Femenil y Varonil, son gente de largas condenas, es decir,
algunos tienen hasta 5 años conmigo, por eso son
excelentes lectores. En el proceso, hoy debo decirte que
tengo muy buenos narradores, algunos poetas y otros
músicos compositores, que han vencido el ocio; cáncer de
estos lugares.

Este año continuaremos con el proyecto pero los
integrantes de los talleres de CERESOS y el ITAMA (cárcel
de niños y niñas de 13 a 18 años) llevaran a la par la
Preparatoria, que considero indispensable como parte de su
formación educativa.
Con los años han empezado a salir los internos y ahí es

cuando me pregunto… ¿y ahora qué? ¿Qué les digo
cuando me buscan? Por años fui la maestra, la amiga, la
madre, la hermana, lo que necesitaran en el momento para
que tuvieran esperanza, pero ahora que están afuera, el
panorama de nuestro país no es tan distinto como ellos lo
son. A lo largo del tiempo he sido testigo del cambio en
muchos de ellos con los que mantengo una relación y me
he dado cuenta de las enormes dificultades por las que
cruzan para su reinserción en la sociedad. Por supuesto que
me siento feliz cuando veo que algunos han formado sus
familias y siguen con el gusto por la lectura o el teatro.
Entonces sé que hemos logrado algo… pero también, desde
luego, me ha tocado atestiguar grandes fracasos...
¿Yo? Ya nunca podría ser la misma. Sobre todo cuando las

cosas han sido tan difíciles y trabajé sin ningún apoyo. Mi
familia me decía que me olvidara de esos lugares, que
buscará algo que me diera dinero y sobre todo, donde no
corriera riesgos. Ahora sé que está es parte de mi vida, y
que no podría ser más feliz. Ellos me han ayudado a
encontrar una gran parte de mí y me siento mejor persona
gracias a ellos. Sé que este exceso de pasión que a veces
hasta lastima, se puede repartir en dosis y nunca sobra, y
eso me ha da una paz que nunca pensé tener, te lo digo
honestamente.
JGLL. Entiendo que este programa inicio de manera

experimental (corrígeme si estoy en un error) en Ciudad

Obregón (Cajeme) y de ahí decidiste ampliarlo a otras
territorios dentro de Sonora, tu Estado natal. ¿Qué te empujó
a esta decisión y con qué apoyos contaste para hacerlo?
MR. En 2016 fue la primera vez que este proyecto llevó el

nombre de “La letra Escarlata” y contó con apoyo
económico del Instituto Sonorense de Cultura a cargo de
Mario Welfo. Pero fue la Secretaria de Seguridad pública del
Estado, con recursos del programa PRONAPRED quienes
viendo los resultados en Cajeme, me ayudaron a realizar
un proyecto cultural completo: abracando otras 2 cárceles
en Guaymas y en 5 en Hermosillo. La Secretaria visualizó la
importancia de lo que estaba sucediendo y luego de un
trabajo titánico quedamos en incluir casi 20 maestros y
varias compañías de teatro, así como lograr una
coordinación de esfuerzos y trabajar dentro de las cárceles.
Como coordinadora en lo personal me ayudó la experiencia
de los años que llevaba trabajando en Obregón. Comprobé
que si por una parte, eran otros lugares y otras gentes,
nuestro trabajo era igual de necesario puesto que la
desolación, la tristeza y las circunstancias de los internos
eran siempre similares
Así logramos realizar en cada plaza una Antología; en la

actualidad los grupos de Teatro en Cajeme presentan su
trabajo a la comunidad, se ofrecen Concierto con nuestro
grupo de raperos los “ReoUbicados”, y con nuestro grupo
Norteño “Canto de Muro”, también se brindan lecturas en
voz alta. El Centro Penitenciario en Cajeme nos permite
abrir las puertas a invitados y así recibimos grupos de
escuelas que van a ver nuestro trabajo y donan a cambio
artículos de aseo de primera necesidad que se reparten
entre los internos a quienes nadie visita; esto, además de
ayudarlos, es muy importante para los internos puesto que
les inyecta seguridad, les ayuda a su autoestima, ven su

trabajo valorado y se sienten parte de algo único. Por otra
parte estas actividades nos han ayudado mucho para que la
gente de Obregón vea estos espacios de manera distinta, ya
que nos visitan desde preparatorias, universidades, artistas,
maestros y escritores… esto es un gran acierto gracias a que
el director del CERESO en CAJEME lo permite.
JGLL. He leído la Antología “La letra escarlata” y en el

prólogo tu misma señalas que los textos muchas veces están
llenos de crudeza (algo que parece inevitable dado el
contexto donde se generan). Tú, ¿cómo calificarías el texto,
como una crónica, un anecdotario, una reseña, etc.? ¿Crees
que existe una “necesidad” de los autores por comunicarnos
parte de su experiencia vital?, y en tal caso, ¿qué piensas que
impulsa esta necesidad? Discúlpame, sé bien que no eres
psicóloga, pero me parece que tu cercanía con ellos te
permite percibir con cierta claridad los móviles.
MR.-Sin lugar a dudas, para todos es una necesidad; con los

niños de ITAMA inventé ceremonias de sanación porque
ellos necesitaban escuchar que alguien los perdonaba,
hubo ocasiones en que llorando uno de ellos me dijo,
después de terminar su texto y entregarlo: “es que ya no
me vas a querer cuando lo leas”… recuerdo muy bien que
me dije: “Dios mío, que no vaya ser una violación o algo
así, y tomé el texto y lo doblé sin leerlo, le pregunté si
cuando todo había sucedido ¿andaba bien? Me dijo que no,
que traía 10 pastillas adentro, entonces le dije, ¡no eras tú!
¡Ese ya no eres tú! Recuerdo que también quise destruir ahí
mismo el texto y no me dejo... quería que lo leyera. Le dije
“está bien, me lo llevaré a casa, pero antes vamos a
enterrar este recuerdo”, tome el texto le pusimos las dos
manos encima y repetí en tono de conjuro: “aquí se queda,
se queda todo, aquí el viento se lleva todo, se olvida todo”,

mientras el jovencito lloraba, me miraba, y me creía, me
escuchaba atento y podía ver la certeza que tenían mis
palabras de que Dios lo perdonaba, porque lo decía yo.
Llegué a mi casa ese día y con miedo leí el texto. Narra un
crimen espantoso con gran detalle, y entonces fui yo quien
lloró y entendí la carga de aquel niño proyecto de hombre
de 18 años y todo lo que contaba cuando tenía 16. Te
cuento esto porque así como ese joven, las muchachas han
narrado las violaciones del Tío, del abuelo, del padre,
cuando nunca antes lo habían contado. Todos tienen una
necesidad de sacudirse de cargas emocionales que se han
emperrado en ellos y que sin lugar a dudas los han
definido para el destino que les tocó.
Tengo muchos textos del taller porque son muchos años. Y

si bien el proyecto no me exigía un producto, me propuse
editar una Antología. Cuando estaba clasificando los textos
encontré verdaderas confesiones de jóvenes que habían
cometido, no uno, sino varios crímenes… a medida que me
encontraba con material más que inflamable mi estado de
ánimo caía, dejé de dormir. Por una parte pensaba que lo
había logrado porque ahí estaban las historias y por otra
sentía que los traicionaba si las publicaba… me dolía, era
tanta la realidad. Después lo entendí. Por ejemplo, cuando
Carmen leyó por primera vez la historia que abre la
Antología de Cajeme donde habla del crimen de su
hermana, lloró, lloré, lloramos todos los que estábamos ahí,
y la segunda vez sucedió lo mismo, la tercera ella dijo
cuánto le dolía y cuán bueno había sido sacarlo, porque
sentía que había descansado y quería que esa historia la
supieran todos para que no volviera a suceder, es decir,
nuestro trabajo estaba funcionando, aun así omití muchos
textos, sobre todo los de ITAMA.
JGLL. Un par de preguntas más. He visto en el prólogo de “La

letra escarlata” (mismo que incluimos en este Especial) que
haciendo lo “políticamente correcto” has manifestado tu
agradecimiento a las Autoridades Mexicanas. Dime con más
detalle ¿cómo ha sido esta ayuda y en qué ha consistido?,
¿en verdad ha sido suficiente? Y, por último, puestos a
escoger, ¿qué más pedirías a estas Autoridades? Sé que la
respuesta es difícil si no quieres herir susceptibilidades pero
me parece que siempre hay algo que nos hace falta.
R.- Mira sé que a mucha gente le gustaría que dijera que en

las cárceles me hacían la vida imposible, que nos trataban
mal, no puedo decir algo que no es verdad. Batallé horrores
por muchos años, me ha tocado en Cajeme ver pasar a tres
directores en estos 8 años. El anterior me exigía leer todo lo
que las internas escribían y cuidado con decir algo malo de
él en la clase, nos mandaba hasta espías. Eso fue antes, en
la actualidad hemos logrado cosas asombrosas, porque el
actual Director, Enrique Chávez Sandoval, es parte del
equipo, hombre recio, estricto en sus reglas, pero que
entiende la importancia de este trabajo.
“La letra escarlata”, como tal, cuenta con el trabajo en 10

cárceles, en tres ciudades, donde hemos podido grabar 4
producciones discográficas (discos producidos por un
profesional) para las cuales metimos equipo de grabación a
las cárceles, con material compuesto por ellos mismos.
Hemos editado tres antologías con textos libres, sin
censura, y 10 puestas en escena. Todo esto ha sido posible
gracias a un gran esfuerzo de coordinación y apoyo por las
autoridades, nunca lo hubiera podido hacer sola ni con un
ejército de maestros.
El Problema no era solo que se pagara a los maestros, algo

que nos permitió elegir gente con un perfil muy bien
definido, talentosos sí, pero que podían brincar esa brecha

generacional y lograr conectarse con las personas que viven
encerradas. Ese fue el primer reto; pagarles dignamente nos
permitió también exigir resultados y responsabilidad; nunca
había existido para mí en todos estos años de trabajo, un
programa como PRONAPRED, que apoyara la cultura en las
cárceles (por cierto ya desapareció…!!!). Siempre era la
misma respuesta, “Mara, no hay dinero ni para la Casa de
Cultura, imagínate para los que han infligido la ley”… Otro
reto fue entrar a estas cárceles a trabajar, llegar puntual
cada semana… Trabajar y que te dejen tomar evidencia
fotográfica y video. Primero los directores, los guardias,
los comandantes, el circo de la revisión, la escolta que te
tienen que poner para cuidarte, el lugar acondicionado para
trabajar (recordemos los calores de Sonora). Al principio fue
un infierno sobre todo en Hermosillo, pero después fue la
misma Secretaria de Seguridad Pública quien puso a la
cabeza a su gente para lograr una coordinación perfecta.
Nunca hubo censura para los trabajos de escritura, algo
que si me había pasado a mí en Cajeme 3 años atrás.
Por eso es importante reconocer los aciertos, no podría

haberlo logrado sin un apoyo organizado ¿Suficiente?
Nunca lo será. El tema de la delincuencia es un problema
complejo, pero estamos haciendo cosas valiosas y eso casi
nadie lo sabe. Logramos trabajar en los ITAMAS, con un
80% de la población, en los CERESOS Femeniles casi el
90%... aunque hay mucho por hacer.
Ahora mismo con el apoyo de la Secretaria de Seguridad

Pública de Sonora nos han pedido darle seguimiento al
Proyecto, sumando la importante actividad de cursar la
preparatoria como requisito. Esto irá a la par de nuestros
talleres. Fue el mismo Secretario de Seguridad Publica de
Sonora, Adolfo García Morales, quien con la Antología de
“La Letra Escarlata” en mano, solicitó las becas de

preparatoria a la Secretaria de Educación Pública. Estudiar
preparatoria tiene un costo por materia y esto no tiene
precedentes. Para finales del año tendremos un valioso
porcentaje de internos e internas, con preparatoria
terminada, y algunos, estudiando carrera en línea… además,
claro está, de asistir a los talleres de nuestro proyecto y los
que tiene el Centro.
Así que te hablo de las cosas maravillosas que hemos

podido lograr, y lo digo agradecida en nombre de toda esa
gente que me espera cada semana para continuar… sé lo
que significa para ellos.
JGLL. Muy simple. ¿Cómo entiendes la responsabilidad social

del escritor? (si piensas que debe ser un imperativo)
MR. Siento que uno debe de ser sincero con lo que hace,
tantos años, tantos libros, tantas experiencias y ganas de
cambiar el mundo, tengo 24 años luchando por qué
Obregón madure en su renglón cultural. No veo tantos
cambios, sin embargo está el Asedio de los Signos como un
ejemplo de toda la garra de amar este oficio de locura;
pero es la primera vez que le encuentro un sentido a todo
esto que hago, creo que estoy donde finalmente debo
estar.

ANTOLOGÍA
DEL
PRYECTO
CULTURAL
“LETRA
ESCARLATA”
Prólogo
Mara
ROMERO,
Ciudad
Obregón
Ilustración: Enrique Vizcarra Piña

(Miembro de Talleres de Rap, Creación Literaria y Teatro)
Hacer cultura nunca será fácil, incluso a sabiendas de que

un país educado siempre será mejor. Pero a pesar de ello,
siempre existen almas motivadas por la fe en un mundo
mejor: son los seres sensibles, los que nunca duermen por
miedo a que la luna se olvide de ellos. Convencidos de que
el arte modifica destinos y redecora nuestro espíritu llega
un proyecto cultural e integral: “La letra escarlata”
orientado a los espacios donde la esperanza tiene el color
del vacío. Gracias a la Secretaria de Seguridad Pública del
Estado de Sonora, a través del Programa Nacional para la
Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia
(PRONAPRED), hemos trabajado por más de seis meses en
seis Centros de Reinserción Social y cuatro Institutos de
Tratamiento y Aplicación de Medidas para Adolescentes
(ITAMA) en Cajeme, Guaymas y Hermosillo, con una

propuesta de cultura que abarca teatro, música, cine y
literatura.
Las historias que ustedes leerán en este libro son el

resultado de un ejercicio de esfuerzo, disciplina y voluntad
colectiva, pero sobretodo de la esperanza de los internos e
internas, de estos lugares. Encontraremos relatos fuertes y
algunas veces crueles que nos harán comprender muchas
de las razones por las cuales estas personas llegan a estos
espacios. Habrá textos que nos ocasionarán tristeza y hasta
rabia, porque en todos ellos cohabita la verdad y, su valor
no sólo radica en ello, si no en la reflexión que viene
después de la escritura, de reconocerse en el reflejo de sus
letras enrojecidas por la aceptación de sus yerros, que
mueve al interno a creer que se puede retomar el rumbo,
que tienen el legítimo derecho a una segunda
oportunidad. Juzgar, para luego castigar nunca será el me-
jor método para cambiar el mundo, ni para ayudar a esta
sociedad que pide a gritos un golpe de timón; más sí lo es
la oportunidad que se brinda a estas personas de conocer
el arte, de tomarlo como un instrumento de sanación, de
educación, para un día poder integrarse de nuevo a la
sociedad, y poder decir que en ese espacio donde la luz
escaseaba: el arte fue como un sol.
Todo mi agradecimiento a nuestro Presidente de la

República Lic. Enrique Peña Nieto por su visión del
Programa Nacional de Prevención al Delito (PRONAPRED),
a nuestra Gobernadora de Sonora Lic. Claudia Pavlovich
Arellano, por su gran apoyo y por contar con un equipo de
trabajo que apostó por estos lugares. Gracias, Lic. Adolfo
García Morales, Secretario de Seguridad Pública del Estado
de Sonora, usted tenía razón, somos un equipo con sueños
firmes y gracias a todo su equipo de trabajo; Lic. Verónica
Gutiérrez Duarte, Directora de Prevención del Delito; Lic.

Roberto Vélez González, Director General de Participación
Ciudadana y Prevención del Delito; Lic. Juan Pablo Acosta
Gutiérrez, Coordinador Estatal de Vinculación; Doctora Ana
Dolores Quijada Chacón, Directora General de los
Institutos de Tratamiento y de Aplicación de Medidas para
Adolescentes (ITAMA); Lic. Pedro González Avilés
Coordinador del Sistema Estatal Penitenciario; Lic. Gustavo
Moreno Egurrola Director General de Prevención y
Readaptación Social; Lic. Enrique Chávez Sandoval, CERESO
Cajeme; Lic. Rodolfo Barceló Moreno (CERESO Guaymas);
Lic. Daniel Suárez Muñoz CERESO Hermosillo.
Gracias especiales al Lic. Enrique Chávez Sandoval Director

del CERESO Cajeme, te reitero mi cariño y mis sinceros
agradecimientos; todo mi respeto de nuevo a la Dra. Ana
Dolores Quijada Chacón y al Lic. Felipe Quintana Director
del ITAMA Cócorit, mi fe y confianza en ustedes, gracias;
Lupita Moreno, Coordinadora Cultural ITAMA Cócorit,
gracias eternas; mi agradecimiento especial para Diego
Cota por todas sus atenciones y por el apoyo en la
publicación de esta antología.
Mara Romero
Coordinadora
Imagen:
Portada de la Antología del Proyecto Cultural “La Letra Escarlata”.
Apoyado por Programa Nacional de Prevención al Delito
(PRONAPRED), Cd. Obregón, Sonora.
Puedes descargarlo en Biblioteca Digital Sonora:
http://isc.gob.mx/bibliotecadigitalsonora/antologia-del-
proyecto-cultural-la-letra-escarlata/

CERESO FEMENIL – CIUDAD OBREGÓN
Ilustración: Edna Ibette Loera Sotelo

Portada de la Antología del CERESO en San Germán Guaymas,
(Alumna de los Talleres de Teatro y Creación Literaria)

UN PEDAZO
DE MI VIDA
Y
LIBRE
Carmen
GARCÍA
DUARTE
Cd. Obregón,
Sonora
Un pedazo de vida
Recuerdo todo como si fuera ayer. Fue después de un

sueño con mi hermana: íbamos de la mano −vámonos
Carmelita, ándale vámonos− ella me decía despacito. El
lugar por donde caminábamos era muy raro estaba lleno
de taxis, pero ninguno nos quería abrir la puerta. En todas
partes había homosexuales, altos, muy maquillados. De
pronto me desperté asustada por los toquidos fuertes que
daban en la ventana de mi casa, me asomé y vi a un
judicial, su cara se me hacía conocida. Le abrí y el hombre
entró gritando con la voz exaltada: “hubo un problema con
tu hermana, acompáñanos”.
Yo asustada, busqué a mi otra hermana para dejar a mi

criatura de sólo un año con ella, y me fui con él, y con el
otro bato que venía en la patrulla.
Lo primero que se me vino a la mente es que a lo mejor

esta cabrona había llegado tomada y se había peleado con
algún vecino. Recuerdo que íbamos bien recio en una ca-
mioneta grande, ya no me gustó nada cuando pasamos de

alto por la casa de mi hermana y seguimos. Al llegar al
lugar lo primero que vi fue una camioneta de la SEMEFO. –
¿Qué pasa, qué sucede, a dónde me llevan?– Le pregunté
asustada al ayudante del Judicial, – no sabemos si sea tu
hermana – dijo como adivinando mi siguiente pregunta
Llegamos a una casa abandonada, era un picadero dijeron.

Me bajé asustada y despacio me asomé por la ventana. Lo
primero que vi fue un brazo muy blanco y una blusa roja
conocida para mí, luego un colchón viejo y a ella...
La pesadilla apenas comenzaba. – ¿Qué le hicieron a mi

hermana?– Grité al verla ahí tirada como si estuviera
dormida; nadie contestó nada. Le habían puesto un
pantalón que ni siquiera era de ella, me di cuenta porque
era de mezclilla y ella sólo usaba ropa de vestir. Tenía su
pantaleta enrollada por un lado: supe de inmediato que
habían hecho con ella lo que quisieron. Seguí gritando del
dolor de verla. Se me vino a la mente mi pobre madre. Salí
del picadero llorando, se me acercaron unos hombres muy
amables –estamos para ayudarte en lo que ocupes– me
dijeron despacito.− ¿Quiénes son estos? –pensé. Después
me di cuenta que eran los de la funeraria que por
desgracia no comprenden el dolor tan fuerte de perder un
ser querido, como gusanos estaban pendientes de ganar
dinero.
Un policía ofreció llevarme a mi casa, acepté. Llegamos y

mi hermano se asomaba por la cerca; me bajé de la
patrulla –la Juany está muerta– le dije, y soltó el llanto. Los
policías nos llevaron a la PEI para que me tomaran la
declaración, y yo les dije que quería saber quién había
metido a mi hermana a ese lugar. –Exijo que los que
estuvieron con ella se presenten– gritaba del dolor que
sentía en el pecho por mi pobre madre. Me pasaron a una

oficina y una persona me comentó que mi hermana había
muerto de forma natural –no hay nada que averiguar– dijo,
y delante de mi rompieron las hojas de mi declaración, ahí
en mis propias narices.
Nos fuimos al hospital y pasamos a la morgue, llegaron mi

hermano y su esposa. – ¿Es ella?–, pregunta mi hermano,
deseando que yo dijera que no. −Reynaldo sí es ella– susu-
rré. Con él venía mi sobrina, hija de mi pobre hermana,
tenía sólo once años, estaba desconsolada, hablamos con
ella. Le prometí que nosotros le íbamos a ayudar a ella y a
sus hermanitos. No sabía qué más decirle.
Mi hermana nos estaba dejando tres niños indefensos, esta

niña de once años, una de siete y su consentida bebé de
tan solo tres añitos. Lo que más me dio tristeza, fue que
cuando llegamos con el médico legista mi sobrinita le
decía al doctor que le pusiera otro corazón a su mamá
para que despertara, y mi hermano y yo nomás nos
mirábamos.
Llegamos a la funeraria del DIF, empezamos a ver los

paquetes más baratos. No traíamos dinero, hasta de raite
anduvimos haciendo los trámites. El paquete más
económico era un ataúd de madera forrado de tela negra.
No teníamos ni los 125 pesos que nos pedían para ir
preparando a mi hermana. Fue necesario ir a su casa por
ropa para vestirla y por los 125 pesos pues ella tenía
dinero guardado que salía de su trabajo, que como dicen
vulgarmente: “taloneaba”.
Mi madre siempre temía por la Juana. Esa noche cuando

pasó todo ya había salido a buscarla en los bares del
centro, un taxista le había dicho que no se preocupara que
ahí andaba la Juanita anoche bailando en el bar El

Mexicano… ¿Cuándo se iba imaginar mi amá que la Juana
ya estaba muerta?
Llegamos a mi casa y ahí estaba mi madre, yo le dí la

noticia... Me acuerdo que estaba sentada, nos vió llegar a
mi hermano y a mí. Se dirigió a mi hermano y le preguntó
que si qué pasaba. Él lloraba. –Madre siéntese– le dije yo –
tiene que ser fuerte pues mi hermana está muerta–. No
hallaba las palabras, le tuve que dar la noticia de sopetón.
Recuerdo también que mi hermano se enojó conmigo
pues mi madre preguntaba qué le había pasado y se me
salió decirle que estaba en una casa abandonada; tenía
que hacerlo.
La realidad de las cosas es que fue algo muy inesperado a

pesar de conocer a mi hermana. En esos momentos se te
cierra el mundo ante una tragedia de esa magnitud. El
velorio fue muy triste como todos lo son, pero éste más
porque era mi hermana, la más bonita de todas nosotras
cuatro. Y ahí estaba la Juanita, la más bonita, en un ataúd
de madera rústica forrado de tela negra. Mi madre lloraba
–mi muchachita tan bonita y mira dónde estás– decía.
Recuerdo que el ataúd estaba clavado por ser de madera.
Mi madre quería abrirlo. Se veía poquito de un lado, y yo
le repetía no se podía – ¿qué no ve que está clavado?– le
decía. Y mi madre en sollozos comentaba que tenía algo
muy feo en el pecho. Sí se alcanzaba a ver bien gacha la
cicatriz que le habían hecho cuando la prepararon y la
rellenaron de no sé qué fregados. Jamás olvidaré las
palabras que dijo mi madre ya para sepultarla: “hija, cada
paso que dé en este mundo me voy acordar de ti”.
Dedicado en memoria de mi querida hermana Juany María

García.

Libre
Soy libre hoy de mis adicciones a la metanfetamina,

psicotrópicos, mariguana y alcohol.
Libre para amar a mi madre que trabajó tanto, que se

jorobó para poder darme el sustento que tanto valoro en
estos precisos momentos.
Sé que hay un ser superior que está conmigo aquí donde

estoy.
Tengo el suficiente valor para guiar mis pasos a donde

tenga que ir.
Ya no hay tinieblas en mi mente, mucho menos en mi

corazón y por eso soy finalmente una mujer libre y aquí.
Carmen García Duarte originaria de Ciudad Obregón Sonora, 36

años. Me gustaría ser mejor madre, hija, esposa y una maravillosa
abuela
Imagen:
Colección Abu Ghraib. Fernando Botero

MALASANGRE
Anónimo
Mi mamá consiguió un solar después un año de mucho ir y

venir al palacio. La condición fue que tenía que habitarlo
rápido. Así fue que ella junto a mi padrastro, que era como
mi papá, levantaron una casita de madera. Les encargaron
mucho que al terminarla tendría que irse alguien a dormir
para que no se metiera nadie más.
No recuerdo el día, sólo que era entre semana. Como otras

veces ella decidió dejarnos con mi abuelo, yo no quería,
pero no decía nada. Antes de irse al solar mi mamá le dijo
que nos cuidara bien. Al momento ya de dormir yo hice el
tendido, acomodé a mi hermanita más chica en medio,
pues ya sabía lo que ocurriría al hacerse más noche, yo
prefería que me pasara a mí, y así fue. En la madrugada al
ya estar dormidas él me despertó con sus manos toscas
tocando mis piernas. Yo lloraba en silencio, gritaba en
silencio, quería que se quitara. De pronto tomó mi mano y
se la llevó a sus partes. Él sabía que estaba despierta, yo
jalaba mi mano y lo empujaba, deseaba que amaneciera y

que llegara mi má para esta vez sí contarle.
Nunca pude.
Imagen:

DE LOS MÁS
MALOS
RECUERDOS
Anónimo
Quizá nunca pensé abrirme tanto para compartir gran

parte de los recuerdos más tristes de mi vida. Yo siempre
tan tímida, tan callada ocultando todo, tantas cosas tan
pesadas. Hoy compartiré algo muy doloroso que por años
nunca me animé a compartir.
Cuando yo tenía tan sólo diez años vivía junto a mis otros
cuatro hermanos, mi mamá y mi padrastro. Mi mamá siem-
pre nos dejaba solos la mayor parte del tiempo, y mi pa-
drastro trabajaba en tres turnos diferentes. En cuanto se
iba a trabajar Martín (así se llamaba mi padrastro) mi
mamá se iba detrás de él a la calle, se olvidaba que tenía
hijos a quién cuidar, se le olvidó que éramos pequeños y
que teníamos que comer. Mi hermano Álvaro tenía trece
años, Pepe ocho, Paúl siete y mi hermana María cinco,
imagínense: solos sin qué comer, todo el día buscando en
las casas un taco. Mi hermano Álvaro nos hizo una carrito

con una jaba para meter a mi hermana más pequeñita y
nos llevaba caminando a las casas de los ricos; porque no
se los he dicho: hicimos un hoyo en la lámina de la casa
para salirnos, porque mi mamá nos dejaba encerrados; así
que para que no se diera cuenta poníamos un cartón para
que no nos descubriera. Así nos íbamos a pedir comida a
las casas de los ricos. Mi hermano Álvaro pedía barrer y
nosotros le ayudábamos a juntar las basuras, la gente nos
daba unas cuantas monedas y mandadito y nos regalaban
ropa, y regresábamos muy contentos. ¡Pero cuando mi
madre nos descubrió!, no se imaginan cómo nos fue, nos
dieron una buena pela con un cable de la luz, lo terciaba y
con eso nos daba muy duro.
Me acuerdo que mi hermano Álvaro escondía a mis

hermanitos más pequeños detrás de él para que mi madre
no los golpeara, pero entre más los tapaba, más nos
golpeaba a mi hermano y a mí, y así fuimos creciendo.
Cuando ya tenía trece años mi padrastro empezó a tocar-

me y yo se lo dije a mi madre desde el primer día. Se lo
dije muchas veces y en vez de hacerme caso o de
protegerme: me golpeaba. Jamás me creyó. Una vez me
golpeó tanto que me dejó sin caminar. Me acuerdo que mi
hermano me decía por las noches que cuando creciera lo
iba a matar. A los quince años mi padrastro se sale con la
suya... Ese perro me violó, me lastimó y mi bendita madre
no me creyó, sólo me golpeó y me encerró en la casa, no
me dejaba ir ni a la escuela. No me dejaba comer.
Mi hermano Álvaro se fue de la casa, se hartó porque se

desesperaba por todo lo que pasaba y porque no podía
hacer nada. Cuando se fue sólo me dijo: “algún día
carnalita algún día”.

Así pasaron dos años y mi hermano regresó, yo tenía quin-
ce años y él diecisiete, ya me había casado. Se molestó
mucho porque me decía que él no quería eso para mí, que
soñaba con que yo hubiera estudiado. Le dije que yo
prefería estar casada porque no podía haber soportado
más todo lo que mi padrastro me hacía, y los golpes de mi
madre por protegerlo.
Seguí casada, y al tiempo mi hermano regresó a la casa de

mi madre para matar a mi padrastro, aquel hombre que
tanto daño nos había hecho, porque mi hermano nunca
dijo nada, pero supimos que a él también lo había violado.
Lo mató con el cuchillo de la cocina, y se fue y jamás volví
a saber nada de él.
Mi madre nunca nos creyó, o más bien ahora pienso nunca

nos quiso creer, no le importó todo el sufrimiento, ni
tampoco le importa dónde está mi hermano, ni por qué lo
había hecho. Nunca se dio la oportunidad de valorar y
entender lo que es tener hijos... los hermosos hijos que un
día fuimos y que Dios le había dado.
Imagen:

LA CHOLA
SICARIA
Anónimo
Yo creía ser bien fregona cuando en realidad sólo era una

pendeja que pensaba que se las podía con todo. Era una
chola sicaria que decía dar todo por su gente y poner su
cuerpo como escudo para proteger a su morro, nunca
pensaba en mi hijo, la droga me tenía agarrada.
Esa noche me puse una de tantas loqueras. De repente

llega mi novio en bicicleta echando madrazos a lo pendejo.
Lo miré y al acercarme me di cuenta que lo habían mache-
teado, dizque por culpa de mi hermano, y que había sido
un compa mío que se hacía pasar por mi familiar.
Yo le pregunté dónde había pasado todo y le grité a mi

hermano que fuera a cerciorarse que el bato estuviera aún

ahí. –No pasa nada ahorita vas a ver qué le va pasar al hijo
de su puta madre – le dije luego a mi bato.
Me da risa, yo muy valiente con un puño de pastillas en el

cuerpo, cerveza y cuanta cosa que me apendejara. Llegó
mi hermano, me dijo que ahí estaba el bato en su casa, me
fajé un cuchillo y me tendí a la casa del bato. Me metí, le di
dos veces con el cuchillo y me fui.
Al día siguiente nos avisaron que el bato se había muerto,

me reí, creía que sería como siempre y que nunca me
harían nada.
Qué pendeja, ahora veme aquí encerrada con sólo diecio-

cho años, con mi niño de tan sólo dos que sufre porque
está sin su madre… Y el novio al que defendí ni siquiera se
acuerda de mí.
Imagen:

PLEGARIA
Jaqueline
CASTILLO
RÍOS
Nunca te lo dije, tenía miedo de que otra vez me golpearas

y de que me dijeras que yo era una ofrecida. Yo nunca hice
nada malo como para merecer todo eso. No podía ver a mi
padre a los ojos, contarle, porque yo no sabía cómo
reaccionaría al darse cuenta de que por tu culpa, mamá,
me hayan lastimado así.
Todas las noches cuando no podía dormir me daba un

baño y me tallaba todas las partes de mi cuerpo, metía el
jabón en mi boca, me sentía sucia, desde entonces siempre
me he sentido sucia...

Le doy gracias a Dios porque todo eso ya pasó pero nunca
dejaré de maldecirte: “¿porque no te mueres tío?”
Imagen:

MALA
COSECHA
María
Dolores
PARRA
MONTES
Nayarit
Soy Dolores Parra y viví los mejores años de mi vida en un

rancho muy conocido como: Ente J y K.
Para mí era lo mejor que había en todo el mundo. Eran

sesenta hectáreas en las que yo podía correr y cabalgar,
sobre todo tirarme en medio del sembradío a contemplar
cada una de las estrellitas. Pero lo más importante de todo
es que vivía con una vejecita gruñona que era un amor con
mis dos primos y conmigo.
−Chamacos, chamacos− se escuchaban sus gritos en cada

surco del sembradío y el eco retumbaba hasta lo más
profundo de la parcela, sus gritos eran como música para
nuestros oídos, sabíamos que nos esperaba la cena en
casa.

Siempre jugábamos a las carreras a ver quién llegaba pri-
mero a la casa. Podíamos oler desde el puente de la
entrada lo rico que estaba servido en la mesa, y la abuela
ahí con su carita de gruñona a un lado, muy seria pero
llena de amor. Ese amor que sólo ella nos podía dar se le
notaba en la mirada de sus ojos grises. Siempre nos
observaba y se veía que disfrutaba cada cosa que
hacíamos. Hasta aquí todo había sido bienestar y dulzura,
hasta el día que la viejita se enfermó y la tuvieron que traer
de urgencias a la ciudad, y nosotros los niños tiernos y
felices desaparecimos.
Desde ese día era como si todo lo que habíamos vivido se

hubiera vuelto negro. Desde el momento en que pisamos
esa casa en la ciudad todo cambió. Conocimos lo que era
el odio, la impotencia, el rencor por los abusos del padre y
el no poder dormir de noche. La pesadilla era insoportable
y el abuso... Yo tenía ocho años, mi primo seis, y mi prima
cinco. Vivimos como un año en la casa de mi tía y todos
fuimos violados por un primo de veinte años.
Para no hacerla tan larga mi viejita por fin se alivió, vol-

vimos al campo pero ¿qué creen? Nadie regresó igual. Nos
sentíamos a gusto por estar de nuevo en casa, pero
nosotros ya no éramos los mismos. El día que regresamos
a todos se nos rodaron las lágrimas y recuerdo bien que
nos pusimos a observar el campo. A pesar del tiempo que
habíamos estado lejos, seguía igual de lindo, pero eso ya
no importaba: todos llevábamos una semilla muy mala
sembrada en nuestro corazón. La semilla se quedó en cada
uno de nosotros. No podíamos olvidar lo que habíamos
pasado durante el año anterior. Por eso, aunque el campo
siguiera verde, lleno de vida, con ese cantar del cenzontle
que nos despertaba por las mañanas; aunque el agua del
canal siguiera abriendo las compuertas de la siembra y el

olor a madera continuara impregnando a aquella hermosa
casa en medio de los sembradíos: nosotros éramos otros.
Todo seguía igual, los que cambiamos fuimos nosotros y
hasta la maldita semilla que nos sembraron también
cambió, porque creció junto con nosotros. Al madurar
creció todo aquel daño que nos habían hecho. De las
personas que nos dañaron ya no queda ni una...porque lo
que sembraron cosecharon
María Dolores Parra Montes tengo 30 años soy de Nayarit tengo

10 años viviendo en Obregón. Tengo dos hermosos hijos que amo
más que mi vida y me gustaría seguir aprendiendo más en literatura.
Imagen:

LA PUERTA
Ana Karen
RODRÍGUEZ
PAREDES
Tijuana
Tu vida por los libros, ese maldito espejo y la vanidad te

está obsesionando. −Escúchame, o por lo menos
conóceme, ¿acaso ya me olvidaste? – me decía.
Se enojaba mucho conmigo y es que yo era su obsesión,

quizá no me entiendan: yo era su mundo, por eso me dolía
y de cualesquier modo todos los días reflexionaba: “¿a qué
hora dejaré de ser su sombra? ¿Cuándo dejaré de ser esa
mujer que vive en el espejo y que me esclaviza?”
Pero yo seguía y es que habitualmente estoy sentada

frente al espejo y es como otra puerta.
Estoy mala de mis facultades mentales yo siempre me lo

he notado, no sé si me entiendan, yo soy un objeto del
espejo.
Hubo un tiempo en que todos los hombres soñaban

conmigo y yo me perdí en mi alucinación. Desaparecí
como objeto original y no supe cuándo el espejo se

convirtió en mi naturaleza, soy y fui esa otra que vivía ahí y
me visitaba.
Ella tiene mi frente alta, mi sonrisa, mi expresión, pero está

muy rara y últimamente tan cambiada que parece que está
muerta. Viene y se va con el golpe de una puerta que se
cierra en mi cabeza, a veces me distrae y se me olvida que
existimos, pero luego regresa porque no sé cómo pero
hizo su aposento en mi memoria.
Entonces entiendo cómo la comprendo a ella, arrancada

de mi equilibrio. Aun así mi razón se resiste firme, pero
está extenuada, por eso me golpea con ataques de
violencia humana.
Y ya todo es inútil...yo estoy loca.
Ana Karen Rodríguez Paredes, 25 años Tijuana Baja California. Me

gusta mucho leer y escribir, me gustaría ser escritora.
Imagen:

DE
PENDEJADA
EN
PENDEJADA
Lizbeth
ANGUAMEA
Ciudad
Obregón
Nunca voy a olvidar el día que los morros se aventaron el

secuestro, no la pensaron ni yo tampoco porque a mí me
gustaba el dinero fácil, o sea: todo a lo pelado. No pensé
en las consecuencias, menos que me podían agarrar. No
pensé en mis bebés: mi güerito apenas tenía tres meses de
nacido y el otro un año. La neta cuando me enredé con el
bato que vengo, morro culón, yo sabía qué clase de bato
era, que todo le valía madres y que siempre andaba
tumbando gente. Yo tenía días de haber dejado al papá de
los niños, y es que teníamos muchos problemas, a cada
rato nos peleábamos, él se drogaba y el cabrón no quería
que yo me drogara, ¿cómo me iba a dejar? Preferí
abandonarlo y dejar mi casa, mis responsabilidades de
mujer, y me fui. Yo ponía de pretexto que estaba harta de
que me pusiera los cuernos; aparte todos los días nos

dábamos infierno, nos gritábamos, había golpes. La neta
yo también le ponía los cuernos, pero él más a mí.
El día que nos peleamos fue el día de muertos. Me pegó

mis cachetadas, y decidí irme a casa de mi mamá, él no
quiso que me llevara al niño de un año, el Matías, y pues
se lo dejé y me llevé al Luis. Me dio dos mil pesos para que
me fuera con mi amá al Tobarito; él pensaba que yo iba a
volver.
– Te estás una semana y ya que se nos pase el coraje te

vienes
–me dijo. – Ni madres– pensé. Agarré la maleta y empecé a

echar la ropa del niño y entre la ropa eché mis zapatillas,
las faldas, los vestidos, perfumes y mis pinturas para andar
de puta, y me fui.
Agarré un taxi y me fui para el Tobarito. En el camino le

hablé a un bato con el que yo había andado, nos pusimos
de acuerdo para vernos allá. Llegué y le dejé el niño a mi
mamá, y ella me preguntó que si me había peleado con el
Mario, le dije que sí. Bien encabronada me esperé un rato y
me regresé a Obregón. Le marqué a una amiga para ver si
estaba en su casa y le llegué con mi maleta. Había echado
como tres cambios. Nos pusimos a loquear y a tomar
cheve; y es que yo antes de juntarme con el papá de los
niños había andado de puta con otras amigas, éramos
puras morras, rentábamos casa entre todas y en las noches
salíamos. Y así ese día me cambié y quedé bien guapa: me
planché los pelos y me puse perrísima. Toda la noche
anduvimos tomando y taloneando, y ese día ya tarde bien
peda, loca y con dinero en la bolsa, le marqué a mi marido
para darle en la madre. Ya le habían dicho que andaba con
las plebes. El bato ya sabía cómo eran mis amigas y por

eso me decía que si para qué me había llevado al niño si lo
que quería era andar de puta en la calle. –Sí, sí, sí…– le
contestaba a todo. En la mañana fui con mi amá y le di
todo el dinero. Diez días me duró la soltería, el puro de
doce noviembre nos agarraron a mi hermana y a mí por lo
del secuestro.
Gracias a Dios mi madre no me falta a la visita. Al principio

dos de mis cuatro hijos se habían quedado con ella pero
como mi amá empezó a trabajar se los llevó su papá. A los
cuatro meses se juntó con una muchacha, pero aun así, es-
tando con ella se hace responsable de sus hijos. A mí, me
manda a veces mi dinerito, las tarjetas de teléfono, y todos
los días hablamos por teléfono, me dice que me quiere
pero que la regué al haberme enredado con esos batos,
que fui muy tonta, reconozco que él tiene razón. Él es
bueno con los niños paga hasta la guardería, leche y
pañales. Ya casi van a entrar al kínder y me da mucha
tristeza no estar. Cuando hablo con él, me dice que
siempre les habla a los niños de mí. Ya han pasado tres
años y no pierdo la fe de irme pronto y ver a mis hijos
crecer, verlos grandes.
Como dije tengo cuatro hijos, dos son de un papá y dos de

otro. Hace poco vinieron a verme el Tobías y la Lina ya
están bien grandes, dicen que ya quieren que salga para
vivir junto con sus otros hermanitos. La Lina y el Tobías
están con la abuela paterna, mamá de mi primer bato.
Espero pronto poder salir y tenerlos juntos, abrazarlos y

dormir con ellos. Yo sé que he cometido muchos errores
pero ahorita estamos en los tiempos de Dios, y yo no
pierdo la fe de que pronto voy a salir. Yo sé que tengo que
cambiar por mis hijos, por mí, porque no me merezco vivir
de esa manera, menos mis hijos. Hoy estoy dispuesta a

trabajar, quiero hacer las cosas bien, soy joven y estoy
bonita y con muchas ganas de superarme, qué gacho que
haya tenido que llegar aquí para darme cuenta. Sólo
espero el gran día.
Lizbeth Anguamea. Ciudad Obregón, 24 años. Me gustaría ser

mejor madre, hija y hermana.
Imagen:

EL DIENTE
MALDITO
Lizbeth
ANGUAMEA
Ciudad
Obregón
Recuerdo un día de tantos allá libre. A mí me gustaba ir a

un bar que se llamaba “Charros”. Cada vez que me venía
del Tobarito a Obregón me iba para el lado de la calle
Zaragoza, me gustaba ir a tomar y también a tumbar
borrachos y agarrar cura. El de la barra era amigo mío y el
encargado ni se diga, así que me sobraban pretextos para
ir.
Un día llegué bien guapa, me acuerdo que llevaba de ropa

unos shorts de mezclilla y andaba estrenando unos tenis
converse negros. Llegué echando relajo, saludé a mi amigo
Marcos, el de la barra, y miré a un joto también amigo mío
que me caía súper bien. El bato es flaco, prieto con un
corte de pelo de hongo, bien trompudo y feo el cabrón,
pero ya en la peda el joto era el bato más guapo de la
cantina. Nos empezamos a echar unos botes y la música
empezó a poner bueno el guateque, yo ya andaba bien
entrada y el joto ni se diga. En eso se me acerca un viejón
güero pedón y nos empieza a pichar la cheve a mí y al

joto. Y ahí estábamos cotorreando y el joto comenzó a
intentar seducir al viejón. Le cerraba el ojo, andaba bien
volado y bien pedo. Mi amigo el güero estaba tomando la
cerveza en vaso. Estábamos todos sentados en la barra. De
pronto miré que en una carcajada le sale volando algo
blanco al joto de la boca y que le caía en la mano al viejo,
me quedé atacada, no lo podía creer era un dientón del
joto parecía grano de mazorca. No podía dejar de reír, y el
joto bien agüitado, el viejo lo único que hizo fue alzar la
mano para que el joto agarrara su diente. El viejo con cara
de asco se levanta y se va al baño y el joto atrevido se
pone a llorar y llorar, de lo pedo que andaba se le quitó la
vergüenza y no paraba de llorar. − ¡Ya cállate perra no
llores!− le decía yo.
Lo bueno que el viejón volvió. Me lo llevé al cuarto lo tum-

bé con la feria y ahí lo dejé. A la perra ya no la volví a ver.
Lizbeth Anguamea. Ciudad Obregón, 24 años. Me gustaría ser

mejor madre, hija y hermana.
Imagen:

LAS
CHAVELAS
Dulce Karina
HERRERA
HERNÁNDEZ
Ciudad
Obregón
Tan sólo tendría yo diecinueve años. En aquel entonces era

una muchacha miedosa, ingenua. Ese día caminaba a mi
casa, recuerdo que estaba haciendo mucho calor, y traía
un short de mezclilla debajo de mi rodilla y una blusita
ombliguera, era la moda en aquel entonces. De pronto
observe una camioneta Explorer color rojo que me venía
siguiendo.
Me asusté y me paré, la camioneta también, por la ventana

escucho que me grita una mujer: “oye ven, ven, no tengas
miedo”, y veo que se baja una mujer muy guapa, toda
enjoyada y bien elegante, iba manejando un hombre. −
¿Qué se le ofrece?− le pregunté. Me preguntó que si me
gustaría trabajar fuera de la ciudad bailando y fichando a
batos. Me quedé seria, en esos días me sentía tan sola, sin
apoyo del papá de mi bebé y sin consejos de mi madre. La
señora guapa se bajó y me empezó a platicar cómo ella se
había hecho de muchas cosas, contando la camioneta, y la
verdad me impresionó, y le dije que lo pensaría. Me

preguntó dónde vivía, y me dijo que mañana regresaría.
Me quedé pensando toda la noche, yo no tomaba nada de
alcohol y ni fumaba en ese entonces, ni siquiera sabía
bailar, así pensando me quedé dormida. En la mañana
llegó la madrota, porque eso era la vieja, y yo tan ingenua,
incrédula y pendeja no lo sabía entonces, y pues me
convenció. Me acuerdo que me dijo: “vas a agarrar mucho
dinero porque estás muy bonita y joven”. Inmediatamente
el conductor del carro y ella me llevaron a dejar a mi bebé
de seis meses en brazos de su abuela. Lloraba con la carita
de angustia, como que sabía que no iba a volver.
Así fue esa muchacha ingenua ya no volvió. Hasta Tijuana

fui a dar en un bar table: “Las Chavelas”. Así se llamaba el
bar donde las nuevas eran la especialidad de la casa. La
madrota me vistió con una faldita de mezclilla una blusa
negra escotada de la espalda, yo estaba muy delgadita y
tenía pelo largo y café oscuro; me lo soltó y me maquilló.
Me prestó también unas zapatillas con las que apenas po-
día caminar. Al entrar al bar me presentó con un tal Jorge,
el gerente, todavía me acuerdo de sus palabras hasta el día
de hoy: “mira mami, aquí vienes agarrar dinero y a putear,
no a enamorarte recuérdalo”. Así empezó mi vida de puta
teibolera (así me puso una mujer celosa de la cuadra
donde yo vivía). Bueno, el mesero me llevó con el primer
cliente y le dijo que era nueva. Era un japonés o chino
joven, simpático. Le dijo al mesero en su mal español que
me trajera un tequila. Yo le dije al mesero que me llevara
un desarmador, ya me había dicho la madrota que pidiera
eso, si no quería probar alcohol, era jugo de naranja en
realidad. Después de eso pasó un vendedor de flores, y el
chinito me compró unas, estaba entendiendo por qué me
habían dicho que no me enamorara: me abrazaba, me
daba besos en la mejilla, como si me conociera de siempre.
Entonces llegó el momento de la verdad y nos fuimos al

cuarto.
Me sentía primeriza, nerviosa, el chinito me agradaba.

Cuando se desvistió me dijo que yo me quitara la ropa. Su
pene era más pequeño que el de mi primer hombre. El
solo se puso el condón y el momento fue tan rápido que ni
veinte minutos duró. La madrota me había dicho que
cobrara ochenta dólares y por adelantado, pero a mí se me
había olvidado cobrar, pero el chinito me pagó cien, fue
generoso y buena onda.
Así fue que me gustó agarrar dinero fácil. Pasó el tiempo y

yo ya sabía cómo la tenían los chinos, japoneses, filipinos,
gringos, negros, y los mexicanos ni se diga. Esa muchacha
ingenua de pelo largo color café, se quedó en “Las
chavelas”.
Años después volví a Obregón: ambiciosa, egoísta, des-

confiada y alcohólica y hasta la cárcel fui a parar.
Aquí estoy remidiendo mis faltas.
Dulce Karina Herrera Hernández. 34 años Ciudad Obregón Sonora.

Me gusta leer tengo una hija y me gustaría mucho viajar.
Imagen:

MEJOR SIN
MEMORIA
Anónimo
A veces pienso y creo que el haber sido prostituta ha

dejado secuelas en mi vida, como fracturas. Digo esto
porque me es imposible cimentar una familia; y es que el
haber tratado con tantos hombres de cualesquier
categoría me fogueó, me abrió los ojos para darme cuenta
de la sarta de mentiras que los hombres inventan para salir
de casa.
Recuerdo que cuando empecé a trabajar pensaba que sólo

los ricos podían pagarme y conforme me di a conocer me
llevé cada sorpresa. Como por ejemplo, me acuerdo que
un cliente pobre juntó su dinero por semanas hasta
completar el hotel y mi paga. Un cliente rico dice que
pagar una puta es como ir a comer al más fino restaurante
y pedir el mejor corte de carne, y saborear y paladear el
más caro vino.
Cuando me junté por primera vez fue un calvario ocu-

parme de los quehaceres de la casa, era un martirio tener
obligaciones, pero lo peor eran esas veces que él llegaba
tarde a casa y de pilón tomado, o no respondía el celular.
Mi mente me castigaba, se me venían los recuerdos del
pasado. Empezaba a atormentarme yo sola. Mientras él
dormía yo revisaba su ropa buscando algún olor extraño
como perfumes, manchas de labial, maquillaje o
cualesquier cosa que me dijera que había estado con otra
puta. En esos momentos me ponía en el lugar de esas
mujeres que se sentían como yo. Hacía conciencia,
comprendía que no es la misma ser la amante que la
esposa, y me gustaba más lo primero.
Como amante siempre se está dispuesta y de buen humor,

arreglada, bonita, impecable. Como esposa te sientes
cansada, y eso te pone de mal humor, prácticamente no
hay tiempo para nada.
Quisiera meterme a mi cerebro y hurgar hasta lo más

profundo y sacar todos esos recuerdos que no me
permiten vivir en paz, y aunque quede desmemoriada
preferiría mejor eso a tener que seguir cargando con ellos.
Imagen:

UN ABRIR
DE OJOS
Gloria
Gabriela
NEVÁREZ
SERNA
Ciudad
Obregón
Hoy es una noche en vela, como muchas otras más desde

que ingresé a este CERESO de Cd. Obregón un 19 de
marzo del 2012. Sólo que esta noche es diferente, está
acompañada de más sentimientos, nada gratos; cosas que
vienen a mi mente, un remordimiento y una tristeza,
nostalgia de todo lo que pude haber evitado para nunca
haber llegado aquí. Pero es curioso cómo es que aquí me
vine a dar cuenta de lo importante que es valorar la
libertad, los hijos, la familia y los amigos.
Cuántas noches puse en riesgo mi vida cuando tomaba y

manejaba, cuántos accidentes pude haber provocado. Des-
cuidé mucho a mis hijos y a mi familia, nunca tuve tiempo
para ellos. Cuando estaba en casa siempre estuve cansada,
desvelada. Sólo despertaba para comer alistarme y volver a
salir. Mi casa era como un hotel para mí, al que entraba y
salía a la hora que fuera; mi madre: mi niñera, y mis hijos
como huéspedes, porque a veces los cuidaba en su casa, y
otras veces se quedaban solos.

Todo esto por estar enrolada con mis amistades que hoy
sé que nunca tuve, sólo tuve compañeras de diversión y
desmadre, vagancia. Fue muy fácil confundirse e ignorar
los consejos de alerta de mis padres, es verdad que tiene
que pasar una desgracia para entender y comprender todo
lo que deja uno en el camino.
Hoy estoy aquí cumpliendo mi sentencia por homicidio

calificado por una decisión equivocada: abortar. Llevo
cuatro años y cuatro meses esperando la reclasificación del
delito, y mientras esto pasa, trato de que esta experiencia
en mi vida sea buena; al fin y al cabo siempre habrá
pruebas difíciles estando aquí o allá afuera, y el hecho de
estar presa no quiere decir que mi vida se acaba, al
contrario. Doy gracias a Dios por estar viva, por tener la
oportunidad de enmendar mis errores, porque debido a
esta desgracia me he reencontrado conmigo misma y
descubrí el talento que tengo, soy ahora una mujer distinta
y creativa.
Gloria Gabriela Nevárez Serna. 32 años nacida en Ciudad Obregón

Sonora. Crecí y viví en el campo 16 del Valle del Yaqui. Soy madre
soltera. Me gustaría estudiar la licenciatura en negocios
internacionales y estoy orgullosa de pertenecer al taller élite de Mara
Romero.
Imagen:

FUE UN
SÁBADO POR
LA TARDE
Clarisa
ANGUAMEA
GARCÍA
Ciudad
Obregón
Un sábado en la tarde salí de mi casa sin saber si regresaría. Me

alisté, me puse muy guapa porque hace varios años me dedico a
la prostitución. Yo vivo en un pueblo llamado Tobarito y para la
taloneada me tenía que venir a la ciudad.
Me venía en camión bien trasformada, vestida muy deportiva y

llegaba aquí a Obregón a un hotel de la 200, ahí me cambiaba los
tenis por los tacones y siempre me vestía de lo mejor para agarrar
muy buenos clientes. Recuerdo muy bien ese día me dijeron que
mi hermana me andaba buscado, para luego llegué a su casa y ahí
nos arreglamos las dos, nos pusimos bien perrísimas y ahí vamos
como a las 12:30 de la noche para el hotel donde ya había varias

putas. Luego luego llegando mi hermana agarró cliente y se fue
con él. Yo me quede ahí, andaba caminando a ver qué ondas,
cuando pasa un carro blanco y me empiezan hacer señas y se
paran. Venían dos batos y se meten en el estacionamiento del
hotel y luego me hablan. Les dije que si qué iban a querer. Me
preguntaron por mi nombre, les dije que me llamo “Lucero”
porque ese era mi nombre artístico, me dijeron que cuánto por un
trío y les dije $2,000 por los dos y se cerró el trato.
Nos metimos al estacionamiento y a la habitación y en un rato

llega mi hermana. Me propuso que los asaltáramos, ¿y para qué le
digo que no si sí? Y lo hicimos, los asaltamos los dejamos bien
ruinos, nos llevamos todo lo que traían.
Luego le llamé a un amigo para que fuera por nosotros; en ese

momento no me daba cuenta del broncón en el que nos
habíamos metido, “el jale” no lo aventamos ella y yo solas. Ya al
rato nos fuimos a esconder, mi hermana tenía un amante que por
cierto no me gustaba para nada, se miraba muy culón el bato.
Íbamos llegando a la casa de ella cuando nos dimos cuenta de
que la policía nos estaba esperando. Yo me fui para la casa de un
bato que tenía, le hablé y sin decirle nada me fui para su casa. Él
me notaba rara, no sabía nada que yo me prostituía, ese era mi
secreto, y como era “muy tontito” no se había enterado. Así que
llegué a su casa, le conté un sinfín de mentiras, ahí dormí, yo no
hallaba cómo contarle lo que había hecho. Más tarde le hablé a mi
hermana y me dijo que nos andaba buscando la policía que no
saliera, pero recuerdo que me propuso algo de lo que hoy tanto
me arrepiento: secuestrar a unos batos. Su amante se lo estaba
planeado, como a mí me gustaba mucho el dinero le dije que sí.
Yo no pensé que sería ese mismo día, ella sólo dijo que me iba a
llamar, y así quedo todo. La verdad yo tenía ganas de irme a mi
casa con mi hijo que en ese tiempo tenía 6 años y yo sabía que
siempre me estaba esperando. Como a las 2 de la tarde me habla
mi hermana y me dice que ya se había hecho lo de los batos y

que yo tenía que ir por el dinero. Y ahí voy como cochi a la mierda
sin importarme que ya me anduvieran buscando.
Llegué a la casa de mi cuata y ahí estaba esperándome para ir a

donde tenían escondidos a los batos. El Pancho, que era el
amante de mi hermana, me dice que le pase a ver a los batos, y sí
los miré, pero pensé que ellos no se habían dado cuenta. Luego
salí, me metí a otro cuarto, y no tenía 5 minutos cuando se escapa
un bato y ya no podíamos irnos, porque se oían sirenas que
venían por nosotros. Llegaron y nos agarran a tres mujeres y dos
hombres y directito a la PEI; ahí estuve ni supe cuánto, me
golpearon pero yo no dije nada porque estaba mi familia de por
medio. Ya me dijeron que estaba en un serio problema y luego
me traen para acá, a los 3 días de preguntas y golpes.
Ya tengo 3 años aquí en el CERESO y me dieron 10 de cárcel.
Hoy solo tengo fe en que pronto saldré, hoy estoy en este curso
donde se me da la oportunidad de ser mejor persona y de poder
salir adelante y por eso agradezco a Mara Romero por su gran
ayuda. Hoy solo espero cumplir mi sentencia del cual me faltan
otros 7 años para salir y enfrentar mis errores.
Clarisa Anguamea García. 24 años, Ciudad Obregón. Me gustaría

ser una mejor mamá como la que yo tengo.
Imagen:

PANTEÓN DE
VIVOS
Ana Belén
SOTO
MORALES
Ciudad
Obregón
Nueve meses encerrada en estas cuatro paredes me ponen

a pensar si en verdad tiene sentido mi vida. Ha sido duro el
encierro, me he sentido sola, he tenido diferencias con
algunas compañeras y me he dado cuenta que la cárcel es
un panteón de vivos. La familia al principio está contigo
pero poco a poco se olvidan de ti. He llorado mucho al
pensar en mi hijo, extraño llevarlo a la escuela, leerle libros
y jugar candy crush con él. Ver su carita y escucharlo decir
que me él me ama más cuando le digo: “te amo”. Se me
parte el alma cada vez que escucho su voz y me pide que
regrese, que me extraña, que quiere que le ayude hacer la
tarea, que ya no trabaje tanto que me quiere de regreso a
nuestra casita, pero no tengo el valor para decirle dónde
estoy, él espera que su mamá regrese pronto con muchas
sorpresas. – Mami los domingos voy a misa con mi abuelo

y le pido que ya estemos juntos pero creo que no me
escucha, le voy hacer una carta mami a lo mejor así me
entiende y pronto estás conmigo− me dice.
En ese momento me doy cuenta qué claro sentido tiene mi

vida, que tengo una motivación muy grande para
levantarme día a día, alguien por quien superarme y salir
adelante.
Ana Belén Soto Morales. 28 años. Soy de Ciudad Obregón Sonora

tengo dos hermosos hijos: Axel y Elker ellos son mi motivación para
salir adelante.
Imagen:

LA GRAN
PARTIDA
Carmen
Eustolia
MONTOYA
CASTELO
Ciudad
Obregón
Todavía recuerdo cómo sus manos recorrían todo mi

cuerpo, cómo me excitaba ver a los dos cómo se desvivían
por darme placer, sus dedos jugueteando con la parte más
íntima de mi feminidad, sus labios peleaban por ocupar la
mayor parte de piel.
En ese momento tú te alejabas para observar el espectácu-

lo, queriendo darle espacio a él, entonces yo podía ver en
tus ojos la incredulidad combinada con morbosidad y
excitación que me hacían que yo no fuera yo, sino
solamente un cuerpo lleno de terminaciones nerviosas a
punto de explotar.
Quizá eran tus celos los que te hacían volver a la faena con
nuevos ánimos para demostrar que tú valías mucho más
para aquel cuerpo que se ahogaba en gemidos.

La pequeña muerte que me ocasionó aquella aventura me
dejó llena de agotamiento del que aún no puedo recupe-
rarme. Muy seguido aún me veo recostada en aquella
cama entre sabanas arrugadas llena de olores y sabores,
distingo entre la oscuridad de la noche cómo se pierden
esas dos figuras que me dieron tanto gozo y vuelvo a
sentir aquella humedad y un orgullo alto por haberles
ganado la partida y un corazón roto por tu decisión de
compartir esto que alguna vez fue sólo de los dos.
Carmen Eustolia Montoya Castelo. 32 años Ciudad Obregón

Sonora. Me gusta bailar y en mis ratos libres leo, escribo y juego
voleibol.
Imagen:

OTOÑO
Anny
VILLALOBOS
Ciudad
Obregón
Las tardes de otoño sólo son tristes, y más en prisión,

¡chingada madre! Extraño tanto cuando los árboles
empiezan a mudar, extraño a mi querido padre debajo de
aquel árbol en donde jugaba de niña. Recuerdo muy bien
los campos, los cerros... Y ahora sólo veo y escucho el eco
de la soledad, tengo ganas de salir de esta jaula porque
siento que me come. Ya me siento bien pendeja hasta para
hablar por teléfono y me pregunto: “¿qué voy hacer ahora
que se acercan esas pinches tardes en que no quiero ni
vivir?” Pero chingue su madre, digo yo, nada ni nadie me
va derrumbar. Desde chica aprendí a que si en esta pinche
vida te caes te levantas porque te levantas o te pisotean.
Pero qué madres, aquí en presión también me quiero sen-

tir querida aunque sea un poco, me marchito cada día que
pasa, ayer hasta lloré porque tenía una cana. No quiero
que el cemento acabe conmigo, porque veo que se está
llevando lo mejor de mí, y hasta mis sueños.

Pero como decíamos yo y mi amiga Julia: “que se vaya a la
chingada la pinta y que ni crea que nos comerá”. A veces
nos tortura con pleitos y un chingo de desmadres, pero la
mando a la chingada. Ahora en la Jaula esta se me han ido
muchos amigos, pero ¿qué chingados voy hacer?
Aguantarme como las verdaderas hembras.
Pero pues todavía quedan reservas de amor en mí, pero

sólo por mi familia, la neta.
Pues así son las pinches tardes de otoño para mí, sin duda
muy bonitas y muy cabronas.
Anny Villalobos. Ciudad Obregón Sonora, 22 años. Me gusta la

lectura y a futuro me gustaría ser doctora
Imagen:

UN MAL
INICIO
María
Fernanda
MONTES
LÓPEZ
Ciudad
Obregón
Les escribo dentro de estas rejas donde estoy pagando mi

condena, ¿saben? he pensado mucho en por qué lo hice, en por
qué me arriesgué, en cómo toqué fondo y llegué aquí.
He pensado mucho en ti papá. He recordado que nunca tuviste

tiempo para mí. Siempre me dabas todo lo que quería, siempre
me traías a la moda, pero yo hubiera cambiado todo lo que me
dabas por minutos de tu tiempo, por poder jugar contigo, platicar.
No te imaginas la falta que me hiciste. Aún imagino tus palabras
cuando te dijeron mis primas que yo estaba detenida −si ella lo
tenía todo, ¿por qué lo hizo?− debiste de haber dicho. Sí papá,
tuve todo lo material, ¿pero tú dónde estabas cuando te necesité
en las noches de lluvia que tanto miedo me daban? ¿Dónde
estabas cuando necesité amor papá?, cuándo ocupé un amigo
para llorar, ¿dónde estabas tú? Siempre trabajando, nunca tuviste
tiempo para mí, menos para la familia pero en fin.
Recuerdo cómo empezó todo. Siempre me sentía sola; a los

dieciocho años me salí de la casa y me empecé a juntar con gente
que me hizo creer que me quería y ahí hice mi propia familia.
Todo en un principio era puro trabajo, después llegaron las drogas

a mi vida. Siempre creí que con las drogas taparía ese vacío que
sentía en mi corazón, pero no fue así, todo lo contrario:
empezaron los tropiezos.
Me encantaba hacerle daño a la gente, no importaba que no la

conociera, gozaba con el dolor ajeno. Aquella mañana estaba en
mi casa y me preguntaron que si me quería aventar un jale, que
había dinero de por medio −simón güey, fierro− contesté
rápidamente.
Pasaron cuatro horas cuando ya nos tenía todo el gobierno a

chingazos. −Habla pinche güerita, porque si no vas a valer
madres− aún recuerdo sus palabras.
El día de mi sentencia ahí estuvieron mis padres, aún veo el dolor

reflejado en sus miradas. Mi madre con lágrimas en sus ojos me
decía: “no te preocupes te voy a sacar de aquí a como dé
lugar”...Mi padre con un abrazo y una mirada me dijo muchas
cosas.
Hoy sólo les pido perdón por todas las tristezas que han pasado
por mi culpa. Gracias por estar conmigo, los amo.
María Fernanda Montes López. Ciudad Obregón Sonora. Vivo en

Tobarito y tengo 23 años.
Imagen:

FRUTAS
ROJAS
Hilda Virginia
ACOSTA
Un corazón de pétalos espera en la puerta.

En mi cama: tu perfume
impregnando mi armario de colores.
Elijo el baby doll que más te gusta,

sonrío e incluso pienso en tomar el nuevo.
Este cuarto pequeño guarda mis más inmensos antojos.
En la mesa la canasta de frutas rojas juega con mi

imaginación,
te espero inquieta,
juego con las cerezas
mi lengua aprende hacer nudos con ellas.
Llegas,
mi piel te ataca,
te recorro,
quito tu abrigo,
desabrocho tu pantalón.

Con voz suave y cálidos toques erizas mis sentidos,
mi cabello se vuelve nido entre tus dedos,
tu boca saborea el betún de mis fresas.
Loca con tu sudor, peleo con tu lengua entre mis piernas

y tus dedos que me escarban.
Tu aliento me detiene
y soy tuya en ese momento nuestro.
Te miro
y pido más
y tu respuesta muerde la manzana de mi sexo:
entras... lentamente,
me desbordo.
Tus labios sabor sandía se hunden en mí,

desapareces en esa otra realidad que me haces alcanzar...
Espérame con los ojos cerrados

y la canasta de frutas rojas,
espérame,
acompáñame de nuevo en este viaje
Imagen:

LABIOS DE
UNGÜENTO
Rosa Isela
CHÁVEZ
MARTÍNEZ
Ciudad
Obregón
Ojos de amanecer cubiertos por una ola de inmortalidad.

Labios de ungüento,
sanador de heridas,
de batallas,
batallas perdidas en el campo de la ufanidad.
Manos mariposas
estacionadas en mis pétalos de piel.
Besos líquidos que rocían las planicies de mi cuerpo

y fundan mis irregularidades en deseos,
tumulto y terminaciones que explotan
en la punta de tu lengua
cuando choca con la tuya.

Rosa Isela Chávez Martínez. Nací en Ciudad Obregón Sonora,
tengo 27 años me gusta la lectura y soy aprendiz de escritora y me
gustaría mucho volar.
Imagen:

EL REGALO
DE LA NOCHE
Ilse Elena
LÓPEZ
GONZÁLEZ
Te miro muy seguido en mis sueños y al despertar sólo

recuerdo tu rostro,
sonrisa que nunca imaginé que dejaría de mirar,
ojos que siempre me miran
demostrando su amor
amor limpio.
Ya han pasado muchos meses quizá demasiados para

recordar
y cada vez que regresas a mí en sueños
agradezco a Dios el regalo:
poderte besar,
poderte abrazar
aunque en un abrir de ojos desaparezcas.

Te amo y sé que algún día nos volveremos a reunir.
Espérame mi amor con calma,

que mi partida no tarda, sé paciente,
como cuando de niños nos buscábamos jugando...
Ahora espero la noche, sé que llegarás puntual en mis

sueños...
Imagen:

ESTA VIDA
NO
Jannette
Guadalupe
PALMA
GUTIÉRREZ
Ciudad
Obregón
En esta vida no,

tus tiempos no son mis tiempos
y cuando lo sean
quizá no recuerdes ni quien fui.
En esta vida no es posible

estar juntos,
aún no,
no por el por el momento,
simplemente no.

Ni siquiera importa que no me quieras
y yo sí,
porque sé que habrá otra vida.
Jannette Guadalupe Palma Gutiérrez. Soy de Ciudad Obregón,

tengo 23 años, tengo una hija de cuatro años y me gustaría estudiar
psicología. Me gusta mucho escribir, bailar y dibujar.
Imagen:

CERESO VARONIL – CIUDAD OBREGÓN
Ilustración: Carlos Fierro

Portada de la Antología del CERESO en Hermosillo
(Miembro de Rap, Creación Literaria, Música y Teatro)

DE LO ÚNICO
QUE NO ME
ARREPIENTO
Roberto
Carlos
URÍAS
Estábamos en una casa de seguridad esperando la noche.

Como perros hambrientos queríamos acabar con las ratas
asaltantes y violadores y más. Tú sabes, la barredora a toda
hora limpiando la basura.
Como a las ocho recibo una llamada del patrón, me dijo

que íbamos a ir por un violador. − ¡Vamos, vamos! − Los
perros sedientos. Y fuimos por el perro. Como a toda rata
de alcantarilla en la calle por la noche, lo levantamos y lo
llevamos con el jefe del cartel. Me dijo: “tortúrelo hasta
que hable, la neta si es él o no, de él depende su vida”.
Como comandante tenía que cumplir con el encargo.
Mis ayudantes decían: “¡yo, yo, yo lo torturo hasta que

vomite! − ¡No!, por supuesto que no, tráiganlo a la
oficina− les dije.
Y lo trajeron, al puto violador, amarrado con las manos

para atrás. Les dije que se fueran y se marcharon. – ¿Cómo

se llama? – le pregunté-. Dijo que Rubén. −Bueno, Rubén,
yo soy El Comandante, me dicen el letal, o como tú quieras
decirme, eso ya no importa, porque te vas a morir− Le
agarré la nalga, le di terror. −Te voy a violar antes de
matarte puto−le dije.
En la bolsa del pantalón del lado izquierdo, traía el short

de la niña que había violado el puto. Traía puesto un
calzón de mujer. Con tanta evidencia señalando, mandé a
ejecutarlo o “tirar la basura”. Un balazo en la cabeza fue
suficiente. De eso es lo único que no me arrepiento.
Imagen:

MALOS
Jesús Víctor
FLORES
Mi teléfono suena:
−¿Bueno. Que hay qué hacer? Le pregunto a mi primo al

reconocer su número.
−¿Dónde estás? Te ocupo con urgencia.
−Estoy en Providencia.
−Te veo en la Otancahui y Jesús García.
−Está bien, en 10 minutos llego.
Al llegar al lugar una camioneta azul cielo se me acerca,

baja los vidrios de las ventanas. Era mi primo. −Sube− me
ordena al instante en el que abren la puerta trasera para

poder subir.
Al subir, lo primero que veo son los rifles que portaba cada
uno. Y cómo no hacerlo ya que para mí era la primera vez
que miraba un arma, claro, con excepción de las que ya
había visto en televisión, hay mucha diferencia. Quedo
algo impresionado, pero traté de no mostrarlo.
Mi primo me da las indicaciones, son algo simples y muy

sencillas. Se detiene la camioneta frente a un sitio de taxis,
en la calle Michoacán entre 6 de abril y 200. −Apresúrate,
ya deben haber llegado−. Esas fueron las últimas palabras
que me dijo mi primo.
Subo a un taxi:
−Lléveme a la 200 y Otancahui, al oxxo.
−Eso es en la otra esquina de la cuadra− me contesta el

taxista.
−No importa.
Dos minutos después ya estábamos en el estacionamiento

de dicha tienda. Identifico el carro que me habían descrito
minutos atrás: un Honda color negro que se encontraba
sobre la calle Otancahui con dirección hacia el norte. Ellos
ya sabían que yo me dirigía hacia allá. Al verme me hacen
una seña indicándome que me acerque.
−No− le digo yo. −Ven tú−.
La camioneta donde se transportaba mi primo, y que mi-

nutos antes me había llevado a la parada de taxis, se
detiene suavemente detrás del Honda. Al detener su

movimiento se bajan los tres sujetos, casi al mismo tiempo,
entre ellos mi primo y el copiloto apuntan sus armas a los
tripulantes del Honda. Escucho cómo mi primo les grita
ordenándoles que se bajen del carro, intentan huir, pero al
primer movimiento les vacían los cargadores de sus armas.
Quedo algo impactado por las detonaciones. Al quedarse
sin balas suben a la camioneta y empiezan la huida. Yo, al
reaccionar unos segundos después, le aviento con un
billete de 200 al taxista y bajo del taxi.
Para retirarme distingo a una patrulla de la policía esta-

cionada a unos metros detrás del Honda, uno de los
oficiales se encontraba debajo de dicha unidad, el segundo
escondido dentro del oxxo, y continúo caminando.
En mi mente recorría todo lo sucedido y me preguntaba

cómo no me di cuenta, por qué acepté si ya presentía algo.
Tanto peca el que mata la vaca., como el que le jala la pata,

y así me siento, pero….
Mis órdenes eran; ve y compra 500 pesos de cristal, no te

bajes del taxi, haz que se bajen ellos, me dieron la
dirección y la descripción.
Imagen:

TODO
DISTORSIO-
NADO
Carlos
Moisés
MORENO
GARCÍA
Un día más y la escuadra tiene el tiro montado. Terminó mi

turno, voy directo a depositar o entregar la feria de la
venta con el mero mero. Ayer hablamos de otro
encarguito, van a echarse a otro al plato. Loco, trucha con
los polis. Te miran, te aprehenden y te hacen ver tu suerte
que por cierto, es lo que me sobra: suerte, para rafaguear
lo que es lo mío y me encanta que brille y que me vean
con ellas, pero siempre y cuando sean bellas. Pero sí el
precio de mi destino es muy cruel y los puercos tienen
mucho que ver. Por cierto, ahí vienen por su cuota, pero
también en eso suena mi cel. Es mi jefe y me ordena el
encarguito: que les cierre la bocota a los puercos. Le
tumbo el seguro al cuete y de repente pum, pum, unas
calacas más pa’l gordo.
Demonios y fantasmas rodean mi cuerpo, escucho pero no

veo y dan ordenes: “claven todo y con permiso, hasta
nuevo aviso”. Aprieto la Beretta, pero en eso pum ¡maldita

sea!, me dieron. Esto va por mi compañero, puto.
Abro los ojos, creo que estoy en prisión o en el hospital del

CERESO, estoy todo entubado. Perdí lo poco que tenía, mi
libertad. Al parecer lucho por mi vida, perdí también todo
lo que traía encima, más las broncas que de oficio me
seguían y me vine a la banca o al embudo (pinta), porque
con estos negocios, lo único seguro es la banca (pinta) o la
silla, pero de ruedas y tan, tan… todo está distorsionado.
Imagen:

LA MERA
NETA
Eduardo
Israel
CAMPILLO
HERNÁNDEZ
La mera neta, yo nunca he hecho maldades humanas. He estado a

punto, nomás. Toda mi vida he vendido drogas, envenenando
cabrones, morros y morras. He robado mansiones, pero de nada
me ha servido: dinero derrochado
Tenía 14 años cuando me ofrecieron una caja de rodinoles. Se me

hizo chilo y de ahí pa’l el real comencé a vender. Luego conocí al
Cables, un señor famoso por las pastillas. Luego, al hermano
Nicandro. Personas que movían recetas médicas. Después me
presentaron al doctor, sentía que el mundo era mío, y sí tenía todo
lo que quería. Llegué a ser el más mentado, sonaba en todas las
colonias: Cajeme, Machi, 410, 01 de Mayo, Ladrillera, INFONAVIT,
FOVISSSTE, Providencia, Severo Girón, quería abarcar todo. Y al fin,
nunca hice nada.
Imagen:

EL MUERTO
ME
NECESITAN
El muerto
Carlos
Armando Hoy me levanté y me percaté de que estaba muerto. No
FIERRO sabía qué hacer, no sabía si era un sueño o una pesadilla
de la cual, pensándolo bien, a veces me gustaría no
despertar, y seguir así, dormido (muerto). Así no pienso
nada, ni veo nada. Cuando despierto lo único que veo son
cadáveres por todo mí alrededor. Me veo caminando entre
espinas y muertos. Malos recuerdos que abren heridas
profundas que me matan lentamente y recuerdos bonitos
que traen la esperanza de felicidad que he buscado desde
niño, y que hoy me doy cuenta de que al caer el telón soy
tan frágil como la muerte de Aquiles, que murió por
amor… ¿y qué es el amor? Sólo una ilusión en la que nos
refugiamos como seres animados de caricaturas que son
creados por nuestras propias manos y sé que está en mis
manos el poder cambiar este mundo y hacer todo nuevo.
Es tentador tener tanto poder.
Lo irónico es que no quiero cambiar nada, no quiero a

nadie a mi lado…. Quiero seguir lleno de vida y alegría por
fuera, aunque por dentro me sienta como salido de una
película del Apocalipsis, como zombi, muerto por dentro. A
veces siento que no pertenezco aquí y que soy de otro
planeta o que vengo del futuro a expresar cosas que no

están bien como déjà vu que ya viví varias veces y esto
incluye a todo tipo de sectas.
Me necesitan
Permíteme presentarme: soy el primero, el último que

esperas que llegue, pero aun así, siempre me traes
presente Soy lo más inteligente, para mí todos son
inocentes y aunque mato a diestra y siniestra, no hay nadie
ni nada que pueda pararme, soy tan inocente cual niño, es
más, soy inocente…. No tengo necesidad, simplemente
existo.
Tu corazón me pertenece y en cierta forma se parece

mucho a mí, en cada paso que doy.
Y yo existo desde el principio de los tiempos, soy tu peor

enemigo y aun así siempre me llevas contigo. También soy
lo más preciado y codiciado del mundo, pero a mí nadie
me hace alabanzas como a los dioses.
A veces soy bueno, pero la mayor parte del tiempo soy

malo, según el punto de vista del lector, pues no me
importa nada, excepto seguir mi curso, de cualquier
manera, nada ni nadie me puede parar…soy lo que soy, no
lo puedo evitar.
El arma más letal del universo soy yo.
Me ves en el espejo, cada vez más viejo. Ando en todos

lados, gracias a mí el viejo se hace más sabio, él disfruta
más su tiempo y saborea cada día pues sabe que su fin
está por llegar

Si aún no sabes quién soy mira tu reloj, te doy un minuto
para pensarlo.
Imagen:

POR BUENA
ONDA
Fabián
Esteban
GÁMEZ
VALENZUELA
Una vez iba caminando tranquilamente hacia la parada del

camión. Había salido temprano de mi casa para ir a
caminar a la laguna del Náinari. Eran como las 6 a.m. y ya
iba en camino arriba de la ruta 6. Mientras iba observaba el
amanecer y todo parecía estar perfecto.
Mucha gente iba para su trabajo y los jóvenes a la escuela.

Tenía exactamente una semana de haber salido del
CERESO de Obregón y pues andaba lo más tranquilo
posible. Me bajé enfrente del Seguro. Y de ahí caminé
hacia la laguna, pero antes de llegar miré que a una
muchacha la estaba asaltando un viejo feo y barbón. Hice
lo posible por no tomar en cuenta lo que estaba pasando,
pero escuché a la muchacha llorar y pedir ayuda y no pude
evitar acercarme. Le dije con amabilidad al señor que
soltara a la muchacha y que no le hablaría a la policía, pero
el atacante no me escuchó y sacó un cuchillo. No me

asusté por el cuchillo, sino por mi adrenalina al ver mi
situación: mi cuerpo se puso pálido, pero no caminé hacia
atrás. El señor vio mi valor y como no quiso quedar en
ridículo se me echó encima y me atacó varias veces con el
cuchillo, una vez en la mano y otras más en la pierna. En
eso que estuvimos forcejeando le quité el cuchillo y se lo
encajé 13 veces en todo el pecho.
Ahora estoy esperando sentencia por homicidio calificado

dentro del mismo CERESO, todo por ayudar a la pobre
muchacha.
Imagen:

QUERIDA
AMIGA
César
CARDIEL
Qué difícil es ahora apreciar un amanecer.

Poder caminar por las sendas que forma la vida;
sentir las multitudes…
Hoy, aquí y conmigo está sólo el vacío,

vacío que me carcome un poco todos los días
hasta causar que mi corazón aúlle en silencio de dolor…
Qué difícil es sentirse abrumado de preguntas

que quizá nunca nadie podrá contestar
porque no existen respuesta buenas, porque las robó la
desesperanza.
Qué difícil es sentir alegría,

reír una mueca,

pretender vivir en esta celda,
donde hasta respirar tiene un precio,
donde tiempo y vida parecen existir sólo en otra dimensión.
Difícil es dejar de derramar estas joyas tristes que se hacen de mis

ojos,
agobiadas por no verte,
por no poder sentirte.
Todo mi cuerpo pregunta por ti,
mi piel y mis oídos sordos de ti me reclaman,
cada mañana, cada amanecer.
¿Dónde estás?
¿Cuándo decidiste marcharte con la esperanza?
¿Cuándo te olvidaste de que alguna vez fui tu gran compañero…
mi querida libertad?
Imagen:

MUY MAL
ROLLO
Anónimo
Estaba aburrido, ya era de noche cuando le dije a mis

compas, vamos por una pinche gallina y con gasolina le
prendimos fuego y nos pusimos a jugar fut con ella, ahí
mismo en el estadio de la colonia, la gallina corría como
los caballos, para alcanzarla era un pedo, pero me acuerdo
que nos divertimos mucho, hasta después pensé: qué
culero. Me gustaba corretearla, tenía apenas 11 años.
Después me acuerdo también que se me ocurrió subirme a

un mezquite. Me subía en la tarde-noche, y ya bien tarde
al que pasaba le tiraba piedritas. Me acuerdo que la raza
corría. Corrían, creían que el árbol estaba embrujado, que
ahí espantaban, pues. Algunos se cagaban de miedo.
Después se me ocurrió algo diferente. Colgaba perros y

gatos y los dejaba con un papel en la puerta de las casa. El
papel decía: “ahora sigue el dueño”. Pero se me quitó la
maña una noche que iba a la casa y me salió un gato
negro, con unos colmillos bien grandes, yo aún no conocía
las drogas como para haber alucinado y llegué a mi casa
corriendo y le conté a mi amá. Me acuerdo que me dijo:
“es el diablo, cabrón”. Pero ella no sabía lo que yo había le
hecho a los perros y a los gatos… y se me estaba
olvidando, lo de la gallina.
Me acuerdo que otra ocasión me salió un perro con unos

cuernos como de tres centímetros de largo y los pinches
ojos bien grandes, como los de los caballos. Esta vez no
pude salir corriendo, me paralicé y me meé en los
pantalones. Me acuerdo que no dormí en varias noches.
Ahora pienso que eso me pasó por abusivo. Los animales

qué culpa tenían, pero pues yo no pensaba, no me daba
cuenta, hasta que ocurrió esto: tuve un perro de mascota,
lo quería mucho y me lo envenenaron. Lo enterré en el río
a un lado del álamo. Cuando pasaba en las noches por ahí
el perro se me aparecía moviendo la cola, no caminaba se
quedaba ahí parado lejos viéndome de frente, no me
espantaba.
Yo quise mucho a ese perro. Pobre perro, pagó una de las

que yo hice.
Imagen:

EL ENANO
Adrián
ROBLES
GALAVIZ
Era sábado y todos los plebes queríamos cura. Bácum

siempre es aburrido. Agarramos rumbo hacia “La Bomba”,
un pueblo cercano. Teníamos que pasar por un puente
abajo el río, íbamos el Adrián, el Satán y yo. Caminábamos
por la orilla de la carretera. Todo era una buena cura. Pero
al regreso, yo no sé por qué pero venía nervioso. Nos
paramos a descansar tantito, ahí a un lado donde están
esos tubos para que los carros no se caigan, seguíamos en
la cura cuando escuché un río, volteé de volada y lo vi: era
un enano panzón que estaba de rodillas a un lado de los
tubos. Era muy blanco y traía una camiseta corta con rayas
rojas, le salía la panza, pantalón negro y tenía los pelos
parados y también rojos. Parecía que estaba rezando, tenía
las manos en el pecho, pero cuando volteó a verme y me

sonrió y vi sus colmillos. Yo grité y todos volteamos,
entonces salimos corriendo.
El enano nos seguía y pateaba la guarnición, era muy

bueno para correr, nosotros paniqueados corríamos
gritando y los perros ladraban bien recio… llegamos a
nuestras casas y nunca volvimos a platicarlo.
Ahora cada vez que ladran los perros afuera de mi casa,

mejor no salgo.
Imagen:

SUEÑO
Eduardo
GARCÍA
GONZÁLEZ
Despierto, miro al espejo y las veo: enormes, blancas, fuer-

tes… las siento en mi espalda, las quiero usar, las rejas no
me dejan, las rejas de mi celda…
Pasan las horas, se despierta un compañero y con sus

poderes mágicos abre las rejas.
Yo salgo disparado como una paloma volando a casa.
Imagen:

SIN TÍTULO
Eduardo
GARCÍA
GONZÁLEZ
Yo estaba trabajando cuando recibo una llamada de

alguien diciéndome que mi pareja estaba con otro, y por el
momento no hice nada de caso. Y de nuevo recibo otra
llamada, y otra y otra. Me puse a pensar: “¿será cierto?” Y
la curiosidad me ganó.
Y voy a mi casa, y me encuentro con la misma persona que

me había llamado por teléfono.
Él abre la puerta ya con un cuchillo en mano y me da un

tirón. Yo no sé cómo lo hice, no sé si por el miedo o lo que
sea pero se lo quité. Y cuándo me doy cuenta él se está
desangrando. Yo me entrego a la policía en el momento.

Por eso estoy aquí, preso, cumpliendo una sentencia por
amar mucho con los ojos vendados.
Imagen:

ITAMA – CIUDAD OBREGÓN
Ilustración: Enrique Vizcarra Piña

Portada de la Antología del CERESO en Ciudad Obregón
(Miembro de los Talleres de Rap, Creación Literaria y Teatro)

LA PRIMERA
VEZ
Anónimo
Recuerdo la primera vez que puse a una persona para que

lo mataran. Eran como las 6:40 de la tarde estaba con mi
novia esperando a que saliera de la escuela; cuando ya nos
íbamos sonó mi celular era “mi patrón” y le pregunté que
si qué se le ofrecía y es entonces cuando me dijo: “vete a la
primera y te paras en la esquina hasta que salga aquel
bato de su casa”. Le dije que llegaría en 20 minutos. Le dije
a mi novia que me tenía que ir, me abrazó, me persignó y
me dio un beso; me dijo que tuviera mucho cuidado.
Cuando llegué ya estaban en posición. Estuve un rato sen-

tado cuando salió un ruco y le puse cola. Fue, vendió
droga y se regresó a su casa. En eso suena el teléfono y me
dice mi patrón que le toquemos en su casa en ese mismo

instante, y así fue. Cuando ya iba, me di cuenta como que
el ruco les había hablado a sus patrones porque llegó un
carro blanco con dos hombres armados, me dio pánico,
pero no me importó seguimos adelante con lo planeado. A
las dos horas llegó una muchacha y se metió con el ruco,
me imaginé que era una puta. A la hora le hablé a mi
patrón y le conté todo, él ya estaba listo. En eso llegaron
unos compas y le tumbaron la ventana y le empezaron a
disparar, la muchacha corrió y salimos corriendo, no
supimos quién era, hasta la fecha toda la vida pienso que
esa muchacha puede decirle a la gente de aquel bato que
fuimos nosotros... y me da miedo.
A veces no entiendo por qué hacía esas cosas, la verdad

me siento mal cuando me acuerdo, la neta cómo me
gustaría no acordarme, cómo me gustaría ser otra persona,
tener otra vida.
Imagen:

MALA
SUERTE
Anónimo
Estábamos mi amigo Chuy y yo platicando en mi casa

sobre un pleito de unos días antes, cuando vimos llegar a
un camarada que se acerca nos saluda, saca un gallo, y se
pone a forjar. Seguimos platicando sobre el pleito y él ahí,
empezamos a fumar y le comenté que no tenía ni un cinco,
y nos dice el bato que el anda igual y le digo: “¿qué hay
qué hacer?” Y saca un cuete (3.80) hay que aventarnos un
jale dijo. Chuy aceptó luego luego, yo la neta no quería,
pero terminé aceptando. Se llegó la noche, la hora del jale.
Me acuerdo pobrecita que mi ama me dijo: “no te vayas” y
le dije ahorita que ahorita venía. Cruzamos por un par de
colonias, eran como las 11 de la noche, miramos a dos
morros, nos acercamos y mi camarada “El Tato” se les
acerca más y le apunta en la frente a uno, yo y el Chuy le
quitamos los celulares, tenis, dinero, salimos corriendo y
caminamos unas calles cuando miramos “un convoy del
gobierno”. Corrimos varias cuadras pero nos agarraron,
nos subieron a la patrulla. Cuando miré enfrente a los
morros que habíamos asaltado dije: “chale, ya nos tronó”.
Nos pegaron una chinga, cachetadas, zapes, coños,
patadas, y chicharronazos, llegamos a la 300 y no me
acuerdo más. Desperté en la correccional de menores.

Aquí estoy pensando en la vida, buscando estrategias
desconocidas que me lleven al arrepentimiento de mis ac-
ciones, que me ayuden a perdonarme.
Creo que a veces puedo afirmar que la vida no se hizo para

mí, sorpresivamente me ha azotado, sorpresivamente me
ha alegrado, y pienso en la distancia como un ser, como
una persona que vive en nuestro interior.
Casi siempre debemos dejar que nuestras emociones con-

trolen el momento, algunas veces para desahogar algo
doloroso como la pérdida de un ser querido y tenemos
que enfrentarlo con valor, así solos, aunque no lo
conozcamos, solo así seremos más fuertes. Soy un chico
con poca suerte, sus metas sólo son salidas, sus sueños:
ilusiones, sus deseos siempre quebrantados por
pensamientos del nunca poder... pero sigo.
Imagen:

SIN TÍTULO
Anónimo
Perdón… ¿a quién?
Mi celular sonó.
− ¿Qué pasa?
−Ve a cobrarle al César.
−Simón.
Y me dirigí hacia la colonia Estrellita, llegué a la casa de

unos tiradores donde vivía el Cesar, uno de mis mejores
amigos. Entré pues la puerta estaba abierta.

−César la feria.
−¿Cuál feria?
−La del patrón.
−¿Por qué te metes sin tocar?
Yo creo que andaba malilla por lo que me dijo. Me

sorprendió y me dio coraje.
−No tengo nada, ¿quién te crees?
−¿Quién te crees tú?
En todo el tiempo que vendí drogas jamás nadie me había

hablado así −ponte trucha− le dije, y me fui bien
encabronado.
Mi celular sonó y era mi jefe.
–Deposítame el dinero-
−Jefe este güey anda bien creído
− ¿Ah sí? Todo bien
Pensé mucho, eran como las 8 de la noche y vi muchas

patrullas, el celular sonó otra vez. −Bueno una cucaracha
rebelde menos – dijo la voz de mi patrón. Colgué. No sé
qué decir… perdón pero ¿a quién?
Imagen:

SOLO NUEVE
AÑOS
Anónimo
Tenía 9 años, me gustaba mucho pasear en el campo y ba-

ñarme en los canales, pero siempre me cuidaba de los
otros niños que me pegaban y me quitaban el dinero,
siempre me ponía muy triste por no poder hacer nada;
había uno que siempre encabezaba todo, me golpeaba
más fuerte, me escupía y me hacía las más grandes
humillaciones.
Un día fui a bañarme al puente del arco, iba feliz pues

tenía una semana que Óscar no me había molestado.
Cuando lo mire ahí sentado, se miraba triste, me acuerdo
que yo pasé con miedo y me dijo: “¿qué haces aquí
huérfano?” Me dio un trompón, un zape y me tiró al agua.
Me enojé, me enojé mucho y me dije que esta sería la últi-

ma vez que me golpeaba. Salí llorando, agarré una piedra
y me dijo: “¿qué pasa marica?”, y le empecé a tirar con

todas las piedras que podía, él se acurrucó y corrí a
empujarlo y cayó de panza al agua. Pensé decirle: “¿ahora
quién es el marica?”, pero jamás salió, no lo volví a ver
hasta que lo encontraron flotando en las compuertas.
Espero me comprendan yo solo tenía 9 años.
Imagen:

TRES TIROS
Anónimo
Quisiera contar un poco de mi vida, yo he sufrido mucho

quizá esa sea la causa de que me haya convertido en lo
que soy. Aún recuerdo la primera vez que le quité la vida a
una persona, ¿lo hice por dinero?, para ser sincero en ese
momento no era el dinero, era el coraje que yo sentía y
tenía hacia mis padres.
Me salí a la calle y me encontré a un camarada que se

dedicaba hacer ese tipo de jales, el sólo me dijo: “simón
aquí hay un jalecito pendiente, llégale al cantón”. Yo me
emocioné, y le dije: “ahí te caigo”.
Cuando llegué a su casa ya me estaba esperando con una

pistola en la mano recuerdo que era una calibre 40, me la
dio y me dijo: “vente, vámonos”. Lo seguí, llegamos a una
calle donde no había cholos y no se sentí maldad; mi
compa me mira y me dice: “qué, ¿ya estás listo? Le dije que
sí, seguro de mí mismo. Él se rio, y dijo: “ahí viene”. En eso

miro que llega una camioneta roja y se para afuera de una
casa, al quererse bajar le salí por un lado y le di tres tiros
en el pecho, sin siquiera verle la cara; al quererme asegurar
de que estaba muerto le iba dar el tiro en la cabeza y me
voy dando cuenta que era mi tío, sentí un nudo en la
garganta que no me dejó disparar me di la vuelta y corrí.
La verdad estoy muy arrepentido, estando en este lugar

me acuerdo mucho de eso, los sueño seguido, la verdad
no sé qué vaya ser de mí el día que salga de este lugar.
Imagen:

CUANDO
TODO ERA
TAN BONITO
Anónimo
Cuando yo era chico todo era muy bonito, yo era feliz se

puede decir. Todo cambió cuando yo cumplí los 11 años y
mi papá cayó a la cárcel, y yo sin saber cómo tomar las
cosas, lloré y lloré hasta que me cansé de llorar, hasta que
me harté y dije que así no solucionaría nada.
Me fui a la calle, al poco tiempo llegarían las drogas y para

mí solo ellas me hacían olvidar el que mi padre no
estuviera conmigo, pero se me olvidaba algo: mi familia.
Cuando quise recapacitar ya era tarde, ya había perdido la
confianza entre más cosas, pero lo que más me dolía era
haber perdido el cariño y la atención de mi madre, desde
ahí yo me di cuenta que le dejé de importar.

Solo quisiera que sepa que la amo y que me gustaría que
cambiara su forma de ser conmigo, que me ayudara a
cambiar, a ser mejor.
Imagen:

RITA
Anónimo
Rita me gustaría que dejaras el cristal, yo también soy loco,

está muy gacho que el hijo y la mamá se droguen. A veces
te miro y te miro y te quiero decir: “¿por qué no lo dejas?”,
y que lo entiendas.
Una vez me senté a querer platicar así cerquita para de-

círtelo, para que entendieras y te quedaste dormida. Yo me
di cuenta que empezaste a loquear más desde que llegó
ese hombre y te enamoraste, lo más malo es que él es bien
loco también y ahí cambió tu vida para peor.
Tengo mucho coraje Rita.
Imagen:

MÁS MALAS
NOTICIAS
Anónimo
Bueno pues esta es una crónica más de mi vida, todo

estaba bien, yo me sentía tranquilo iba mejorando al
transcurso del tiempo, a pesar de estar encerrado aquí, con
una madre que ha estado a mi lado, y sin embargo
siempre, siempre sintiendo que me faltaba algo.
Era un miércoles de visita y llegó mi tía −ven te quiero

hacer un pregunta, ¿quieres mucho a tu papá? –me
preguntó muy triste. Yo le pregunté qué si por qué y
entonces me dijo que había fallecido. En ese momento
supe lo que me hacía falta, en ese momento supe que eso
que siempre me faltó ya no iba poder obtenerlo nunca; a
pesar de que nunca conocí a mi padre.
Quería llorar, pero de mi rostro no salían lágrimas, quería

gritar, sentirme dolido pero no, yo estaba tranquilo ni
siquiera alterada mi respiración.
Ya llevo un año y tres meses en esta institución, el tiempo

pasa lento pero bueno. Después de 15 días me volvió a
tocar la visita, esta vez vino mi madre a verme, desde que
entró al comedor noté que estaba alterada, triste. Le
pregunté que si qué le pasaba y me dijo que nada, yo
sabía desde luego que algo estaba mal, pero ella no me
dijo nada.
A la semana estaba en mi celda, sentado en la cubeta,

viendo por la ventana que la visita de los otros había
terminado. En eso llegó un compa y me dijo: “¿ya te
dijeron?” Miré en su rostro una cara de pánico, mi corazón
se empezó a acelerar, le pregunté que si qué pasaba y me
dijo que habían encontrado a mi hermano muerto.
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MALAS
COMPAÑÍAS
Anónimo
Pues la verdad yo siempre estaba enojado con mi mamá

porque había veces que ella me decía enojada palabras
que me golpeaban muy feo, yo sé que ella las decía
porque estaba furiosa conmigo por todas las fregaderas
que yo hacía, y luego cuando me ponía hacer cosas como
limpiar la casa o lavar platos, yo la mandaba por tubo y
prefería irme de vago. Así fue pasando el tiempo hasta que
dejé de ir a la escuela, dizque para hacerle daño, resulta
que el daño me lo hice yo solo, comencé a salir con malas
compañías, y hacerle también daño a la gente, así duré
como un año hasta que me agarraron.
Ahora estoy aquí y me doy cuenta que fui un pendejo, en

pocas palabras he tenido tiempo para reflexionar, ahora

encerrado me doy cuenta que mi mamá siempre me ha
querido mucho y que ella es la persona que más quiero en
el mundo y no solamente por ser mi madre.
La neta como quisiera que ella leyera esto para que se

diera cuenta de lo que siento ahora, saliendo de aquí
pienso cambiar, cambiar por mi bien y el bien de todos en
mi casa.
Y es verdad eso que me decía mi mamá: “las malas

compañías nunca te dejan nada bueno”.
Imagen:

SIN LECCIÓN
Anónimo
Desde muy chico mi madre empezó a preocuparse mucho

por mí, siempre fui muy adelantado. Comencé a usar
drogas a muy corta edad, me acuerdo que salía a las
esquinas con mis camaradas siempre más grandes que yo,
y no todos eran camaradas. Nunca se me olvida uno que
era muy infame conmigo, le gustaba pegarme, hacerme
burla, se reía de mí y decía que era un mocoso que se la
quería jugar al cholo. Me acuerdo una mañana como me
dio gusto que me dijeron que se lo habían llevado, que lo
habían encerrado por ratero. Ese mismo día por la noche
me invitaron a robar y en caliente dije que simón, nos
fuimos a meter a la casa de un rico y empezamos a sacar
las cosas, cuando de repente sale un vecino y
abruptamente nos empieza pegar con un garrote.
Recuerdo que todos corrieron pero como yo estaba muy

chapito no alcancé la barda, y ese señor me fracturó el
brazo y le habló a las autoridades, y pues me iban a
trasladar al ITAMA pero tenía 13 Años y por eso no caí, y
qué gacho, ni así aprendí la lección y aquí estoy ahora.
Imagen:

SIN LÁSTIMA
Anónimo
Aún recuerdo aquel día que por primera vez me fui a

robar. Tenía sólo 12 años, tengo presente el miedo que me
daba pero quería el dinero para drogarme, no me gustaba
trabajar, ni estudiar, sólo andar en la calle con los que se
suponía que eran mis amigos.
Con el tiempo se me fue haciendo costumbre robar y de

eso vivía, y el dinero lo usaba sólo para cosas malas.
La verdad todo el tiempo que me metía a robar a una casa

me arrepentía yo mismo y me decía: “le estoy robando a la
gente que trabaja, a la gente que se compra sus cosas con

mucho esfuerzo”, por eso todo el tiempo que robaba lo
hacía drogado, para no sentir lástima por nadie.
Imagen:

NOS LO
MERECEMOS
Anónimo
Yo tenía días amanecido y loqueando con dos compas

cuando se nos ocurrió asaltar, y pues queríamos
aventarnos el jale locos y no traíamos dinero para la
loquera, y fuimos con un compa que vendía píldoras, le
dijimos que nos fiara seis píldoras y que al rato le íbamos a
traer el dinero y simón, nos la dio.
Nos fuimos al oxxo llegamos y estaba un bato barriendo y

en cuanto volteó para el lado que nos podía ver se le
tendieron mis dos compas, lo agarraron y lo metieron
adentro. El bato decía que no le hiciéramos nada, lo
amarraron y fue cuando me metí sobre el dinero, nos
salimos corriendo, nos escondimos un rato viendo que ya
no pasaran patrullas, le marcamos a un compa para que
fuera por nosotros y nos repartimos las cosas.

Y pues sí al mes y medio, torcí a la Parca, caímos yo, y uno
de mis compas, y pues aquí estamos pagando por un
delito que sí hicimos, y la verdad, la neta, es que no lo
merecemos.
Imagen:

AGÜITADO
Anónimo
No pues me siento bien agüitado porque no me ha venido

a ver mi mamá, no sé qué está pasando con ella, cada día
pienso en ella. Me siento solo sin que me venga a ver,
extraño mucho a mi hermano, ya lo quisiera ver, pues a él
y a mi mamá los quiero mucho.
Me siento bien atrapado, cada día me pongo a pensar que

estarán haciendo ellos. Chale, como quisiera ya irme de
aquí, estar con ellos para siempre.
Imagen:

UNAS POR
OTRAS
Anónimo
No pues yo estaba con la familia cuando pasa un compa y

me invitan a comprar drogas y le digo que sí, pero que me
espere porque voy a comer. Terminé de comer y me voy
sobres con el Cinco, y el Chana, para loquear; y de pronto
nos topamos a un bato y lo asaltamos con sus cosas, y nos
empiezan a corretear las patrullas. Yo me metí por la
ventana de una casa, pero nomás para esconderme y me
resbalé, me pegué con una taza de baño en la cabeza, y
quedé ahí desmayado hasta que llegaron los dueños y
pensaron que les quería robar.
Y pues estoy aquí, la neta, unas por otras.
Imagen:

MI SANGRE
DERRAMADA
Anónimo
Pocos saben lo que se siente, muchos se compadecen del

dolor, pero sólo el que lo vivió lleva presente esa ruptura,
ese recuerdo que todos quieren olvidar, pero pocos son
fuertes y lo pueden superar: vi mi sangre derramada.
No recuerdo día, mucho menos fecha ni hora, sólo que

tenía 4 años cuando unos fuertes impactos me
despertaron de aquellos sueños profundos y bonitos que
tienen los niños. Lo que todos los niños saben es reír y
llorar, más reír cuando están con las personas que los
quieren y se sienten bien. Pero cuando yo desperté no
miré a nadie y lloré, me sentí solo, me encontraba en un
carro y bajé esperando a las personas que nosotros
conocemos que nos calmarán y dormirán otra vez.
Cuando bajé del carro, yo lo recuerdo muy bien, vi muchas

personas pero ninguna de las que miré eran las que
buscaba para callar mi llanto. Dicen que la sangre llama y
eso es muy cierto, porque cuando yo regresé al carro sentí
algo y miré hacia abajo y ahí me encontré mi sangre

derramada, pero en un cuerpo diferente, y es cuando
encontré a la persona que buscaba, pero ella dormía, yo
dormía a su lado, y cuando me acosté empiné la cabeza en
su pecho, y cuando desperté una voz me dijo: “te voy a
esperar. Cuídate”.
Noticiera:
11 de octubre de 2002
Phoenix, Arizona.
Balacean a hombre cerca de un restaurant, que muere al

instante desangrado, a su lado encuentran a un niño
dormido, pobre niño no sabe lo que estaba pasando.
Imagen:

TODAVÍA LO
MIRO
Anónimo
Yo tenía 12 años, caminaba por la calzada que está

enfrente de donde yo vivo, ahí siempre hay mucha gente
pisteando. Me acuerdo que llevaba un costal de botes en
mi espalda y monedas en la bolsa, andaba dando la vuelta
porque me gustaba pedir dinero, aunque no lo necesitaba,
lo hacía para distraerme.
Me regreso a mi colonia y dejo los botes en mi casa, me fui

a la tienda que está en la otra calle, y estaba tranquilo ju-
gando en las maquinitas y comiéndome un yogurt de vaso,
cuando de pronto vienen la Chela y la doñita, su mamá, y
llorando me dicen: “David, tu hermano”… pensé lo peor.
Tiré el yogurt y salí en chinga corriendo a la casa. Crucé el
pasillo de la parte de atrás, y vi como a 15 personas

rodeando a mi hermano, 2 doñas que conozco estaban
haciendo todo lo posible para ayudarlo, le estaban dando
respiración de boca a boca.
Mi hermano se había colgado enseguida de la casa, lo mire

en el suelo, tenía en el cuello la marca de la venda, eso
nunca se me olvidará, nunca… todavía lo miro.
Se me acaba el tiempo. Adiós.
Imagen:

ME AGÜITA
MUCHO
Anónimo
Tenía 13 años cuando empecé a usar el foco. Un día mi madre

encontró mi foco, me acuerdo que era mi cumpleaños y me quiso
pegar; cuando me tiró el primer cintarazo, agarré un palo de golf y
se lo puse en el cuello para que no me pegara, y mi hermana
menor me empujó para que no le pegara a mi madre. Cuando caí
al piso me saqué el machete y le quise pegar a mi hermana con él,
y no me atreví. Empecé a llorar cuando vi a mi madre tirada en el
piso también llorando, no supe qué hacer en ese momento, así
que me fui corriendo de la casa, me sentía desesperado y empecé
a drogarme, de pronto me dormí y no supe nada de lo que pasó
en ese rato, y desde entonces mis hermanos me tienen miedo y
eso me agüita mucho.
Imagen:

NI ASÍ
ENTENDÍ
Anónimo
Recuerdo cómo fue la primera vez que caí para la

correccional. Fuimos yo y unos amigos para mi casa
porque yo los había invitado a drogarnos, tenía como unos
14 años aproximadamente. Y sí, nos fuimos para la casa y
le dije que no traía dinero y me empezaron a reclamar que
si para que los invito si no traigo para patrocinar y puras
cosas por el estilo.
Y no sé, creo que cayó toda la presión en mí, y me fui a

asaltar, caminé dos cuadras de mi casa y veo a dos morros
que vienen hacia donde yo estoy y les digo que se
tumbaran, y los morros me dan la gorra, el celular y el
dinero, y les digo que se vayan corriendo en lo que corro a
la casa. Y sí, ese día nos ponemos bien locos, hasta a cenar
los llevé, pero resulta que a los días venía caminando por
el ITSON y sin poder correr me esposan y me llevan a la
300, y me dice el policía que era su hijo al que asalté, no sé
porque no me pegó, me vio muy chico, yo creo. De ahí me

trasladaron a la correccional, no duré mucho, salí a los
meses para terminar la secundaria.
Qué gacho, ni así entendí.
Imagen:

UN DÍA MÁS
QUE NO
ENTIENDO
Anónimo
Pues es un día más de mi vida en la cual ya no sé qué pasa

conmigo. Todos esperan que yo sea una persona
bondadosa o más bien parte de ese círculo familiar en el
que yo no sé si esté interesado, o más bien no necesito, o
eso pienso yo, aunque es algo que no puedo expresar, lo
único que sí sé es que me siento vacío, y no sé cómo pasar
eso que me ahoga, que me dice levántate, come, duerme,
para el siguiente día hacer lo mismo, o para cuando pase
algo inesperado no cause reacción alguna en mí, ya sea
triste o feliz.
No sé qué es lo que me pasa, pero estoy cansado de ésta

vida que llevo, tal vez por eso me refugio con la familia de
la esquina, la que todos critican por ser malandrines, pero
esos malandrines son igual que yo, vacíos por dentro,
entonces: “¿eso me hace un malandrín? No lo sé, lo único
que sé es que cuando estoy con ellos mi rostro cambia,
pierdo la noción del tiempo y no me importa lo que
piensen o lo que se imaginen de mí.

Para: mi madre.
De: su hijo.
Hola mamá ¿Cómo estás?
Espero que muy bien, te quiero decir que muchas gracias

por todo lo que nos has dado a mí y a mi hermano y a mi
hermana. Yo sé que no es una tarea fácil sacar toda una
familia adelante, eres una mujer héroe para nosotros, el
pilar del hogar. Te quiero pedir perdón por las veces que
me enojaba porque no me dabas dinero, y por
desconfiado iba y te esculcaba la bolsa; perdón porque no
sabía que ese dinero era para la comida, y no nos lo podías
dar a nosotros, la verdad ya no sé ni donde se fueron los
tiempos donde me dormías haciéndome piojito, o me
preguntabas que si quién era tu osito.
Quisiera poder regresar el tiempo para poder estar igual,

en ocasiones pienso que porque estamos grandes las
cosas cambian, ya ves mi hermana ya ni vive con nosotros
y me da gusto que a veces pienso que la vida de niños era
la mejor, antes de drogarme, antes de ser lo que soy ahora,
Y quiero decirte que tú no tienes la culpa, porque a como
veo que son otras mamás con sus hijos, la neta amá, no te
cambio por ninguna de ellas; eres mi todo, la persona que
más quiero. Sé que en ocasiones nos mentías, pero era por
nuestro bien, hasta ahora caigo en cuenta.
También te quiero pedir perdón por el lugar dónde estoy

ahora. Se me partió el corazón cuando fue la primera visita
y veo que tú y mi abuela están llorando por estar otra vez
este lugar, pero vas a ver amá, haré todo lo posible por
hacer lo que más me gusta en este mundo, y tú sabes qué
es: componer música.

Trataré de ya no ser una molestia para ti, vas a ver, seré un
orgullo, ya lo verás. Te amo.
Atte.
Tu osito.
Imagen:

ángel gonzález gonzález
GALERIA Breve Memoria Fotográfica del:

FOTOGRAFÍA PROYECTO CULTURAL “LA LETRA ESCARLATA”
Coordinado por: Mara ROMERO
Taller de Teatro CERESO FEMENIL


en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3. mar/abr. 2017 135

Taller de Teatro CERESO FEMENIL Taller de Teatro CERESO FEMENIL

136 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3. mar/abr. 2017

Grabación Disco CERESO Guaymas
Grabación Disco CERESO Guaymas
Grabación Disco CERESO Guaymas Caravana Guaymas
Caravana Guaymas Caravana Guaymas

Caravana Guaymas Producción Disco Rap - Cajeme
Producción Disco Rap - Cajeme Producción Disco Rap - Cajeme
Concierto de Rap en Hermosillo

Producción Disco Rap - Cajeme

Entrega de Talleres PRONAPRED Entrega de Talleres PRONAPRED
Entrega Talleres Guaymas Entrega Talleres Guaymas

Portada Disco
San GerRap CERESO Guaymas Grupo RAP REOUbicados Hermosillo
Portada Disco Portada Disco

San GerRap CERESO Hermosillo ITAMA
Producción de Disco Hermosillo

Producción de Disco Hermosillo

Talleres CAJEME – PRONAPRED Talleres CAJEME – PRONAPRED
Proyecto Cultural La Letra Escarlata

Talleres CAJEME – PRONAPRED CAJEME – PRONAPRED

“Sin título”
Janeth Guadalupe PALMA GUTIÉRREZ
En el marco de su Décimo Aniversario, “En sentido figurado”:
CONVOCA
Al 1er. PREMIO LITERARIO INTERNACIONAL “Letras de Iberoamérica”,
EN LOS GÉNEROS DE POESÍA, MICRORRELATO, CUENTO Y ENSAYO LITERARIO.
Bases y Premios
1. La participación al certamen es gratuita.
2. Independientemente de su nacionalidad o lugar de residencia, podrán participar
todos aquellos escritores, mayores de edad, que cumplan con las bases de esta
convocatoria.
3. Las obras presentadas deberán estar escritas en castellano y no haber sido premiadas
en ningún otro concurso literario al momento del fallo (el carácter inédito de las obras
presentadas no es requisito indispensable).
4. La temática de las obras será libre y deberá apegarse en extensión a lo siguiente:
- Poesía: Extensión máxima de 30 versos.
- Microrrelato: Extensión máxima de 20 líneas.
- Cuento: Extensión máxima de 70 líneas.
- Ensayo Literario: Extensión máxima de 150 líneas.
5. Todas las obras deberán estar escritas con letra Times New Roman de 12 puntos e
interlineado de 1.5, y ser enviadas en archivo de WORD bajo un pseudónimo (no se
admitirá ninguna obra en otro tipo de archivo).
6. Cada participante deberá enviar, en otro archivo de WORD, sus datos personales
(nombre, apellidos completos, domicilio, código postal y dirección electrónica (email, es
indispensable) y número telefónico de contacto, este último es optativo), que
correspondan al pseudónimo bajo el cual participa.
7. Los participantes podrán presentar un máximo de 2 obras por género y podrán
concursar en todos los géneros literarios de su elección.
8. El envío antes descrito deberá de ser realizado a través de un solo correo electrónico a
la siguiente dirección:
en-corto@ensentidofigurado.com
9. Por el simple hecho de presentar alguna obra a concurso, el participante afirma que la
obra es original y de su propiedad, y en consecuencia se hace responsable respecto a su
propiedad intelectual y patrimonial por cualquier acción por reivindicación o cualquier
otra reclamación que en ese sentido pudiere sobrevenir.
10. La fecha de recepción de las obras cerrará el domingo 30 de abril de 2017.
11. El jurado será integrado por miembros del Consejo Editorial de la revista “En sentido
figurado” y otras personas relacionadas con el mundo de la literatura y el arte.
12. El jurado actuará con la máxima libertad y discreción y tendrá además de las
facultades normales de discernir el ganador y emitir el fallo otorgándolo o declarándolo
desierto, la de interpretar las presentes bases. El jurado no mantendrá ningún tipo de
comunicación, ni escrita ni verbal con los participantes y su fallo será INAPELABLE.
13. El fallo será comunicado a través de la revista “En sentido figurado” en su edición de
Julio/Agosto de 2017 y difundido a través de su página de Facebook.
14. Se nombrarán 3 ganadores por género (primero, segundo y tercer lugar), cuyo
premio consistirá en la entrega de un Diploma de Reconocimiento por parte del
Consejo Editorial de la revista “En sentido figurado”, y la publicación de la obra premiada
en la edición de Septiembre/Octubre de 2017, en la sección de los Especiales de dicho
número.
15. Las obras que se publiquen conservarán la propiedad intelectual de su autor.
16. El Diploma de Reconocimiento será enviado a cada ganador por correo postal.
17. Todas las obras presentadas quedarán en poder del Consejo Editorial de la revista
“En sentido figurado”, la cual se reserva el derecho a publicarlas en ediciones futuras de
la revista, notificando a su autor por correo electrónico y otorgándole el crédito y
derechos de autor correspondientes.
18. La presentación de obras a este certamen supone por parte de los autores la plena e
íntegra aceptación de las presentes bases, así como la decisión del jurado ante cualquier
imprevisto, no recogido en las mismas.
19. Ni el jurado, ni los organizadores del presente certamen se hacen responsables de
las opiniones vertidas por los autores en sus obras.
20. Ninguno de los organizadores de este evento podrán participar en el mismo.
Consejo Editorial
“En sentido figurado”
Enero, 2017

Año 10 Num 03 Mar-Abr 2017 PDF

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Especial

CONSEJO EDITORIAL PROYECTO CULTURAL

Portada de la Antología CERESO VARONIL:

Es una revista literaria de

Queda estrictamente 5.- Contraportada

PARA ENVIAR COLABORACIONES

INTRODUCCIÓN “Uno tiene que ir muy lejos,

Nuevamente la publicación de nuestra revista abre espacio

No ahondaré mucho en esto pero los estados fronterizos

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 5

Por otra parte, las ilustraciones de los textos corresponden

“Hay que experimentar las pinturas de Botero, que son

*Nota publicada en “Revolución”. Partido Comunista Revolucionario

“Ayersalió Noé después de 5 años encerrado en el ITAMA

Me dice con ojos llenos de esperanza que quiere ser

6 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Dice Noé que la vida es buena porque te da oportunidades y

Me da las gracias por el Rap, la literatura y el teatro y luego

Yo miro a Noé abrazado de su madre, el día de visita en el

Me hago a un lado para disfrutar... y me digo:

La mejor primavera del mundo llegó hoy al CERESO, ¡no

**mensaje enviado por Mara Romero vía WhatsApp el 22 de marzo de 2017.

Esperamos disfrutes este Especial…

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 7

JGLL. Sé, porque felizmente nos conocemos de varios años

MR. Mi trabajo con los públicos de minorías se inició hace

8 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Leímos de todos los géneros y con el tiempo parecía un

Vi cada vez con más claridad, cuan necesario era mi trabajo;

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 9

JGLL. Más allá de los motivos filosóficos-conceptuales (u

MR. Cuando me quede con los tres espacios, los dos

10 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

En honor a la verdad, siempre conté con el apoyo del

JGLL. “La letra escarlata” sin duda nos remite a la famosa

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 11

MR. Fíjate que este nombre lo tomé de un Proyecto de

JGLL. No abundaré mucho en esto, porque algo de ello

12 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Como es natural, con el tiempo todo se ha ido modificando

Gran parte de mis alumnos, sobre todos de los CERESOS

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 13

Con los años han empezado a salir los internos y ahí es

¿Yo? Ya nunca podría ser la misma. Sobre todo cuando las

JGLL. Entiendo que este programa inicio de manera

14 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

MR. En 2016 fue la primera vez que este proyecto llevó el

Así logramos realizar en cada plaza una Antología; en la

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 15

JGLL. He leído la Antología “La letra escarlata” y en el

MR.-Sin lugar a dudas, para todos es una necesidad; con los

16 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Tengo muchos textos del taller porque son muchos años. Y

JGLL. Un par de preguntas más. He visto en el prólogo de “La

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 17

R.- Mira sé que a mucha gente le gustaría que dijera que en

“La letra escarlata”, como tal, cuenta con el trabajo en 10

El Problema no era solo que se pagara a los maestros, algo

18 en sentido figurado. revista literaria. año 10 num. 3 mar/abr. 2017

Por eso es importante reconocer los aciertos, no podría

Ahora mismo con el apoyo de la Secretaria de Seguridad

en sentido figurado. revista literaria. año 10 num.3 mar/abr. 2017 19

Así que te hablo de las cosas maravillosas que hemos