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Agradecimientos, 9
Abreviaturas, 13
1. Benjamin y la crítica, 33
Crítica (de arte) y verdad, 38 • Las polémicas afinidades electivas de
Benjamin y Goethe, 54 • Epistemo-crítica del conocimiento, 62
2. Benjamin y el Barroco, 83
Benjamin y Lukács, 90 • Teoría de la alegoría, 108
Bibliografía, 199
Introducción
Ocurre con los autores recién incorporados al canon que cada año se
publican sobre ellos centenares de artículos de ensayo e investigación,
reseñas, monografías, libros colectivos, etc. Walter Benjamin no sólo
no es una excepción a la regla, sino que encarna perfectamente esta
condición de «nuevo rico» de la cultura filosófica contemporánea. La
recopilación bibliográfica más completa, que recoge casi todo lo pu-
blicado entre 1921 y 2003, es muy esclarecedora: 1971 es el año de la
explosión de la bibliografía secundaria sobre Benjamin.1 Su fama no
había hecho más que crecer desde 1955, fecha de la primera edición
de una generosa y controvertida selección de ensayos en la editorial
Suhrkamp a cargo de Gretel y Theodor W. Adorno. La edición de un
número significativo de cartas, a cargo esta vez de Scholem y Adorno,
tuvo lugar en 1966, estableciendo las bases de la edición de obras y
correspondencia completas en la editorial Suhrkamp (1974-1999),
cuya ampliación crítica se halla en curso en esta misma editorial. En
1967 tuvo lugar una importante polémica en torno al legado e inter-
pretación de Benjamin que, junto con el número especial de Text und
Kritik (1971), hicieron posible una recepción crítica.2 En 1990 la can-
cierto que la ordenación de Gesammelte Schriften es discutible, también que los edito-
res hacen algunas consideraciones que podrían disputarse, pero, ¿en qué edición de
este calibre no hay detalles pendientes? Benjamin no dejó indicaciones, como es ob-
vio, y la tarea de los editores R. Tiedemann y H. Schweppenhäuser, mientras la edición
crítica en curso no demuestre lo contrario, no tiene parangón. Para esta cuestión, así
como para una crítica de la edición de Benjamin, puede verse E. Wizisla, Benjamin y
Brecht. Historia de una amistad, Buenos Aires, Paidós, 2007, pp. 41-47. En 2004, fe-
cha de publicación del libro en Alemania, Wizisla todavía presenta el cambio de para-
digma en la recepción de Benjamin como deseable: «Las investigaciones e interpreta-
ciones políticas, sociohistóricas y de estética mediática sustituyeron a las perspectivas
dominadas por la historia de las ideas —aquí: las interpretaciones de orientación filo-
sófica o judío-teológicas de Adorno y Scholem» (E. Wizisla, ob. cit., p. 39). Sorprende
la benevolencia en la consideración de este giro, completamente pro-cíclico, en el que
se malinterpreta no solamente a Scholem, posteriormente recuperado por el nuevo con-
texto interpretativo teológico-político, también a Adorno, y no sólo en su vertiente de
comentarista de Benjamin, sino como filósofo. Adorno buscó siempre un análisis ma-
terialista más allá de la mera historia de las ideas, la cual practicó de manera sumamen-
te crítica. Se olvida que en este aspecto Benjamin se parecía más a él que a Brecht. En
el caso español, y en otros, habría que añadir que la fuerte diseminación de las inter-
pretaciones desde el punto de vista de la división social del trabajo intelectual —teoría
de la moda, teoría del cine, crítica de la cultura, memoria histórica, estética de los
medios de comunicación, teoría política, etcétera— ha ofrecido, como es natural, muy
desiguales resultados.
3. V. Gómez ha señalado que, considerado desde los comienzos de la recepción de la
teoría crítica en España (1962), «el carácter excepcional de la recepción española de
Benjamin es evidente: en treinta años de Teoría Crítica en España. Su obra sólo parece
haber merecido el artículo de J. Herrera “Hacia una estética de la mecanización (En
torno a Walter Benjamin)” (Revista de Ideas Estéticas, 1973), convirtiéndose en cam-
bio en 1992 en el autor más estudiado». Cfr. V. Gómez, «La teoría crítica en España.
Aspectos de una recepción», Anales del Seminario de Metafísica, n.º 30, 1996, p. 22.
Introducción 17
4. N. Carroll, Una filosofía del arte de masas, Madrid, Antonio Machado, 2002,
pp. 105-154. La recepción al uso de esta problemática es particularmente grave porque
reproduce los esquemas que Benjamin y Adorno quisieron evitar, de tal manera que sus
18 Las teorías críticas de Walter Benjamin
13. Este debate dejó huellas incluso en la prensa generalista. Cfr. Der Spiegel, n.º 16,
abril de 1968, p. 154. Adorno dejó pendiente su respuesta hasta que pudiera leer el
texto de Arendt. Nunca llegó a producirse, aunque las notas de Adorno sí pueden con-
sultarse. Cfr. Th. W. Adorno, Sobre Walter Benjamin, Madrid, Cátedra, 1995, pp. 94-
97. También puede verse la posición de Leo Löwenthal, testigo de los hechos en
disputa, en H. Dubiel, Leo Löwenthal. Una conversación autobiográfica, Valencia,
PUV, 1993, pp. 67-70. Para una visión general de la relación entre Arendt, Adorno y
Benjamin puede consultarse D. Claussen, «Im Spiegel eines Dritten: Hannah Arendt
und Theodor W. Adorno», en L. Weissberg (ed.), Affinität wider Willen? Hannah Are-
ndt, Theodor W. Adorno und die Frankfurter Schule, Frankfurt/M, Campus, 2011,
pp. 67-84.
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14. H. Arendt, «Walter Benjamin (1892-1940)», ob. cit., p. 177. Los pasos entreco-
millados son de Benjamin.
15. 2.400 francos de la época, unos 285 francos suizos, era una cantidad suficiente,
según Scholem, para llevar «el nivel de una sobria vida burguesa de hombre soltero».
Cfr. W. Benjamin, carta del 14 de marzo de 1939 a G. Scholem, GB VI, p. 236 [W.
Benjamin/G. Scholem, Correspondencia 1933-1940, ob. cit., pp. 250-251].
26 Las teorías críticas de Walter Benjamin
16. W. Benjamin, carta del 8 de abril de 1939 a G. Scholem, GB VI, p. 252 [W.
Benjamin/G. Scholem, Correspondencia 1933-1940, ob. cit., pp. 253-254].
17. Cfr. W. Benjamin, Briefe, edición de G. Scholem y Th. W. Adorno, Frankfurt/M,
Suhrkamp, 1966, p. 810.
18. W. Benjamin, carta del 8 de abril de 1939 a G. Scholem, GB VI, p. 252 [W.
Benjamin/G. Scholem, Correspondencia 1933-1940, ob. cit., p. 254].
19. W. Benjamin, carta del 25 de noviembre de 1939 a G. Scholem, GB VI, p. 358
[W. Benjamin/G. Scholem, Correspondencia 1933-1940, ob. cit., p. 261].
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Nouveau, el metro de París, etc. Por este motivo abundan entre los
escritos del joven Benjamin trabajos que podrían definirse como «pe-
queños diálogos sobre el presente». Se trata de aportaciones literarias
que apuntan siempre al problema de la vida espiritual y hacia la pro-
blemática de la vida inmediatamente vivida, a la incapacidad para la
fantasía, temas todos ellos intensamente generacionales. Un ejemplo
se halla en un texto titulado «Metafísica de la juventud» (1913/14), en
el cual Benjamin presenta el diálogo entre un genio, se entiende que
en la modalidad del genio creador, y una prostituta:
Todas las mujeres a las que acudo son iguales que tú. Me han parido
muerto y quieren concebir algo muerto conmigo.21
Y del tiempo que hemos pasado estremecidos nos queda una pregunta
en nuestro interior, a saber: ¿somos tiempo? La arrogancia nos sugiere
decir «sí», pero entonces el paisaje desaparecería. Seríamos bur-
gueses.22
23. Th. W. Adorno, «El funcionalismo hoy», AOC 10/1, p. 339 [AGS 10/1, p. 386].
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