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En el apartado anterior decíamos que la doble negación era un ejemplo de equivalencia lógica. Veamos, para
empezar su tabla de verdad:
Mismos valores
p ¬p ¬(¬p)
V F V
F V F
En la columna p aparecen todos los posibles estados de verdad de p (es decir, p tiene dos posibles
interpretaciones, verdadero o falso), mientras que la columna ¬p muestra los valores correspondientes a la
negación de p.
Los valores de la columna ¬(¬p) no son más que la negación de ¬p (que a su vez ya es una negación). De esta
forma, si ¬p es V, entonces ¬(¬p) es F, y viceversa. Lo notable de la tabla anterior es que las filas de los
enunciados p y ¬(¬p) son iguales para las dos filas (es decir, para las dos posibles interpretaciones V y F).
Es importante recordar que cuando tengamos que formalizar la doble negación, en el lenguaje formal de
la lógica siempre nos referimos a un enunciado positivo.
Procedamos a demostrar que las expresiones a ambos lados del signo son lógicamente equivalentes:
Mismos
valores
¬(p (¬p)
p q p q ¬p ¬q
q) (¬q)
V V V F F F F
V F F V F V V
F V F V V F V
F F F V V V V
Las dos columnas de los enunciados ¬(p q), y (¬p) (¬q) tienen los mismos valores de verdad y falsedad para
cada una de sus posibles interpretaciones. Por lo tanto, queda claro que son lógicamente equivalentes.
Fíjate que en lenguaje natural esta ley de DeMorgan se puede expresar de la siguiente forma: "La negación de
una conjunción es lógicamente equivalente a un enunciado disyuntivo en el que cada uno de sus
términos es negado"
Sea p: "Soy varón", y sea q:"Soy mujer". En consecuencia, ¬(p q): "No es cierto que sea varón y mujer". Esto
es lo mismo que decir: "O no soy varón, o no soy mujer, o ni lo uno ni lo otro", que se puede formalizar como: (¬p)
(¬q). Fíjate que esto no es lo mismo que "Soy varón o mujer", que se formalizaría p q.
Te invitamos a que rellenes la siguiente tabla de verdad para comprobar que, en efecto, ¬ (p q) (¬p) (¬q)
Mismos valores
VV
VF
FV
FF
Tabla de verdad que ilustra una de las leyes de DeMorgan: ¬(p q) (¬p) (¬q).
Leyes de De Morgan
Son un par de reglas de transformación que son ambas reglas de inferencia válidas. Las
normas permiten la expresión de las conjunciones y disyunciones puramente en términos de
vía negación. Las reglas se pueden expresar en español como:
La negación de la conjunción es la disyunción de las negaciones.
La negación de la disyunción es la conjunción de las negaciones.
o informalmente como:
"no (A y B)" es lo mismo que "(no A) o (no B)"
y también,
Antes de continuar con nuestra exposición, es preciso hacer algunas aclaraciones terminológicas. Recuerda que
utilizar el lenguaje con precisión es importante. Concretamente, fijaremos el significado de "validez" (corrección
formal de los argumentos), "verdad" (adecuación material de los enunciados) y "solidez" (corrección formal unida
a adecuación material).
Verdad
El concepto de verdad es uno de los más controvertidos de la Filosofía, pero nosotros limitaremos nuestra
discusión al contexto de una modesta exposición didáctica de la lógica de enunciados. En este contexto, se dice
que un enunciado (o una proposición) es verdadero, cuando hay una correspondencia entre la realidad y
el enunciado. Recuerda que los enunciados o proposiciones se definen como el significado de oraciones
declarativas que pueden ser verdaderas o falsas.
Muchas veces no es problemático determinar el valor de verdad de un enunciado: si afirmo "Esta mesa es de
madera", lo normal es que cuente con los medios para establecer su verdad o falsedad. Si afirmo que "Napoleón
viajó a Egipto en enero de 1800", "Los protones se componen de electrones y neutrones" me encuentro con unas
proposiciones que ha de recurrir a métodos más complejos para averiguar su verdad o falsedad. La lógica deductiva
que estudiaremos en Aprende Lógica no se preocupa por establecer los medios para establecer el valor de verdad
de las proposiciones (para ello ya están las ciencias, físicas, históricas, biológicas, etc. según sea la naturaleza de
los enunciados).
Lo que debemos recordar en lo sucesivo es que sólo los enunciados son verdaderos o falsos. Nunca diremos
que un argumento es verdadero o falso, sino diremos que es válido o inválido.
Validez
La lógica se ocupa principalmente de establecer una clara distinción entre razonamientos válidos y razonamientos
inválidos. Los razonamientos válidos son aquellos en los que la inferencia entre las premisas y la conclusión es
perfecta. Por tanto, lo esencial para determinar si un argumento es o no válido es analizar su forma o estructura
(independientemente de su contenido material). A continuación proporcionamos tres formas equivalentes de
establecer este criterio de validez:
Si las premisas de un argumento válido son verdaderas, entonces su conclusión también es verdadera.
Es imposible que la conclusión de un argumento válido sea falsa siendo sus premisas verdaderas.
En un argumento válido, la verdad de las premisas es incompatible con la falsedad de la conclusión.
En este contexto también consideraremos que las premisas, en tanto que conjuntos de proposiciones, son
verdaderas sólo cuando todas y cada una de ellas sean verdaderas, y que son falsas cuando al menos una de ellas
sea falsa.
Cuando un argumento no es válido, entonces es inválido; en este caso es posible que la conclusión sea falsa
mientras que las premisas son verdaderas. Incluso puede ocurrir que en un argumento inválido (la inferencia es
incorrecta) las premisas sean verdaderas y la conclusión sea verdadera o falsa. Fíjate que la validez de la inferencia
de un argumento deductivo es independiente de la verdad de sus premisas, pero que sólo podemos garantizar la
verdad de la conclusión haciendo una inferencia válida a partir de premisas verdaderas.
Solidez
Algunos lógicos afirman que un argumento es sólido cuando es a la vez formalmente válido y materialmente
adecuado (sus premisas y su conclusión son verdaderas).
Veamos resumidas en la siguiente tabla todas las posibles combinaciones de verdad o falsedad de las premisas y
la conclusión, y de validez o invalidez de las inferencias:
Ejemplo 4
Verdadera
Válida
Ejemplo 5
Falsa
Falsas
Ejemplo 6
Verdadera
Inválida
Ejemplo 7
Falsa
Validez (lógica)
En lógica, la validez es una propiedad que tienen los argumentos cuando
las premisas implican la conclusión. Si la conclusión es una consecuencia lógicade las
premisas, se dice que el argumento es deductivamente válido. Algunos consideran estas dos
nociones idénticas y usan ambos términos indistintamente. Otros, sin embargo, consideran
que puede haber argumentos válidos que no sean deductivamente válidos, como
las inducciones. En cualquier caso, de las inducciones a veces se dice que
son buenas o malas, en vez de válidas o inválidas.
Ejemplos de argumentos deductivamente válidos son los siguientes:
1. Si está soleado, 1. Si no es lunes,
1. Todos los planetas giran
entonces es de día. entonces es martes.
alrededor del Sol.
2. Está soleado. 2. No es lunes.
2. Marte es un planeta.
3. Por lo tanto, es de día. 3. Por lo tanto, es martes.
3. Por lo tanto, Marte gira
alrededor del Sol.
Nótese que para que un argumento sea deductivamente válido, no es necesario que las
premisas o la conclusión sean verdaderas. Sólo se requiere que la conclusión sea
una consecuencia lógica de las premisas. La lógica formal establece únicamente una relación
condicional entre las premisas y la conclusión. Esto es: que si las premisas son verdaderas,
entonces la conclusión también lo es (esta es la caracterización semántica de la noción de
consecuencia lógica); o alternativamente: que la conclusión sea deducible de las premisas
conforme a las reglas de un sistema lógico (esta es la caracterización sintáctica de la noción
de consecuencia lógica). Si un argumento, además de ser válido, tiene premisas verdaderas,
entonces se dice que es sólido.
No se debe confundir la validez (una propiedad de los argumentos) con la validez lógica (una
propiedad de las fórmulas). Se dice que una fórmula tiene validez lógica, o que es lógicamente
válida, cuando es verdadera bajo todas las interpretaciones posibles del lenguaje al que
pertenece. Por lo demás, el término «validez lógica» está cayendo en desuso frente al término
«verdad lógica» para designar a estas fórmulas.
5. Ejemplos Si Rocky entrena ganara la pelea, Como entreno, Entonces gano la pelea.
6. Tipos Reglas de Implicación Se aplican a uno o varios enunciados para derivar una
conclusión de ellos.
Reglas de Equivalencia: Son enunciados equivalentes que pueden ser sustituidos
unos por otros en una demostración. MPP SD MTT SH DC DD A C S Asociación
Conmutación Distribución Tautología Teorema de Morgan
Estos argumentos son válidos porque ambos tienen la forma de un silogismo disyuntivo, el
cual es un esquema de argumento válido:
1. O p o q.
2. No p.
3. Por lo tanto, q.
Para determinar la validez de un argumento concreto, entonces, alcanza con determinar la
validez su esquema de argumento, y esto se puede lograr por medios semánticos o por
medios sintácticos.
Método semántico[editar]
En el método semántico, se dice que un esquema de argumento es válido cuando es
imposible que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa. Para determinar si esto es
el caso, se supone la verdad de las premisas, y aplicando las definciones de verdad, se
intenta deducir la verdad de la conclusión. O también, se supone que las premisas son
verdaderas y la conclusión falsa, y aplicando las definiciones de verdad, se intenta deducir una
contradicción (reducción al absurdo).
En la lógica proposicional, un método alternativo es transformar un argumento en su
correspondiente fórmula, y construir una tabla de verdad. Si la fórmula resulta ser una verdad
lógica, entonces el argumento es válido. Esto se debe a que vale el teorema de la deducción y
su converso, pero también a que la lógica proposicional es decidible, y por lo tanto siempre
admite de un procedimiento algorítmico para determinar si una fórmula cualquiera es una
verdad lógica o no.
Método sintáctico[editar]
En el método sintáctico, se dice que un esquema de argumento es válido cuando existe
una deducción de la conclusión a partir de las premisas del argumento y
los axiomas del sistema, utilizando sólo las reglas de inferencia permitidas.
En un sistema de deducción natural, es como el conjunto de axiomas es vacío, un esquema
de argumento será válido cuando exista una deducción de la conclusión a partir de las
premisas, utilizando sólo las reglas de dinferencia permitidas.
Argumentos e inferencia
La principal tarea de la lógica es la de averiguar cómo la verdad de una determinada proposición está conectada
con la verdad de otra. En lógica habitualmente se trabaja con grupos de proposiciones relacionadas.
Un argumento es un conjunto de dos o más proposiciones relacionadas unas con las otras de tal
manera que las proposiciones llamadas 'premisas' se supone que dan soporte a la proposición
denominada 'conclusión'.
La transición o movimiento desde las premisas hasta la conclusión, es decir, la conexión lógica
entre las premisas y la conclusión, es la inferencia sobre la que descansa el argumento.
Los argumentos
Veamos un ejemplo de argumento que aparece de una u otra manera en todos los libros de introducción a la
lógica:
En este ejemplo las dos primeras proposiciones funcionan como premisas, mientras que la proposición tercera es
la conclusión.
Fíjate que las palabras "premisa" y "conclusión" se definen aquí sólo por medio de la relación que hay entre
ellas dentro de un argumento concreto. Una misma proposición puede aparecer como conclusión de un argumento
en una parte de razonamiento, pero también como una de las premisas en otra parte posterior del mismo
razonamiento. En nuestro ejemplo, nada impide que nuestra conclusión "Sócrates es mortal" puede utilizarse como
premisa para otro argumento.
La inferencia
Hay un cierto número de expresiones verbales del lenguaje cotidiano que marcan o indican si una determinada
proposición funciona como premisa o como conclusión (por ejemplo, la expresión "por lo tanto"se suele ir seguida
de la conclusión). Sin embargo, el uso de estos marcadores lingüísticos no es estrictamente necesario, ya que el
contexto puede aclarar la dirección del movimiento desde las premisas hasta la conclusión. Lo que distingue a un
argumento de una mera colección de proposiciones es la inferencia que se supone que las une.
Veamos esta idea con un par de ejemplos. Si yo profiero "Daniela es cirujana y el sol brilla, aunque la catedral de
León es gótica" lo único que tengo es un conjunto de proposiciones que no tienen ninguna relación entre ellas en el
sentido de que la verdad o falsedad de cada una de ella no tiene que ver con la verdad o falsedad de las demás. Sin
embargo, si yo digo: "Daniela es cirujana, por lo que Daniela ha estudiado Medicina, ya que todos los cirujanos han
estudiado Medicina", estoy empleando un argumento perfectamente válido en el que la verdad de la
conclusión "Daniela ha estudiado Medicina" se deriva inferencialmente de las premisas "Daniela es
cirujana" y "Todos los cirujanos han estudiado Medicina".
La premisa mayor siempre debe ser una premisa universal. Esto significa
que la premisa mayor, que será nuestro punto de comparación, debe ser
una idea que se sabe que es cierta y por ello tiene valor Universal.
Luis es mortal
Un gato es mortal
Conclusión: Luis es un gato
El amor es ciego
Dios es todo amor
Conclusión: Dios es ciego.