Professional Documents
Culture Documents
¿Qué diferencia a las personas con problemas financieros (deudas, bajos ingresos
en función de sus estudios, problemas para ahorrar) de aquellas que poseen la
inteligencia financiera suficiente como para tener y ganar cada día más?
Pero, por otro lado, están los que piensan que, con esfuerzo y perseverancia,
cualquiera puede ampliar su intelecto y habilidades, modificando positivamente los
resultados. Bajo esta mirada, gran parte del éxito tiene que ver con proponérselo y
buscar aprender algo nuevo cada día, teniendo siempre una mentalidad curiosa y
hambrienta en lo que se refiere a nuevos conocimientos y enfoques distintos a lo
establecido. Suelen aceptar los desafíos, son persistentes cuando quieren algo,
ven el esfuerzo como parte del proceso necesario para el logro de objetivos,
aprenden de las críticas y encuentran lecciones e inspiración en el éxito de otros.
Esto es lo que se conoce como mentalidad de crecimiento.
Carol Dweck, psicólogo y profesor de la Universidad de Stanford, Estados Unidos,
ha estudiado el tema y ha llegado a la siguiente conclusión: "Todo tiene que ver
con la manera de pensar. Las personas exitosas y de mentalidad en crecimiento
tienden a centrarse en el aprendizaje, la solución de problemas y el mejoramiento
constante de sí mismos a través de la educación que puedan adquirir, mientras
que las personas con mentalidad fija piensa en sus habilidades como activos fijos
e inamovibles y solo accionan para evitar problemas". Siguiendo esta línea de
pensamiento, veremos ahora 5 pequeñas acciones semanales para incrementar la
inteligencia financiera, aplicables en aquellos que quieran entrar en el mundo de
las mentalidades de crecimiento.
Dedicar los lunes una hora a reflexionar sobre nuestros ingresos. Para ello, la
primera distinción a tener en cuenta es que los mismos pueden ser lineales o
residuales.
Los ingresos que provienen de un sueldo son lineales. Los ingresos residuales, en
cambio, son los que se producen cuando se trabaja mucho de una sola vez y eso
desencadena un flujo de ingresos constantes durante meses o inclusive años. Uno
es recompensado una y otra vez por el mismo esfuerzo.
Asignar una hora los martes a reflexionar con respecto a nuestros gastos y
consumo.
Hay una frase muy interesante de Will Rogers que dice: "Demasiadas personas
gastan dinero que no han ganado, para comprar cosas que no desean, para
impresionar a personas que les caen mal".
Durante una hora los días miércoles debemos reflexionar acerca del ahorro. El
argumento de que hoy en día es imposible ahorrar en la Argentina no tiene ningún
sustento lógico. Sí se puede afirmar que requiere más astucia y dedicación que en
otros momentos históricos.
Una primera diferenciación importante nace de separar ahorro e inversión, que
muchas personas piensan erróneamente como sinónimos. El ahorro debe ser
incorporado como un hábito, y la búsqueda de posibilidades de inversión
atractivas es recién un segundo paso.
Dedicar una hora al tema de las inversiones los jueves es la siguiente acción
transformadora. El razonamiento de una persona con mentalidad fija es: ¿Por qué
voy a perder mí tiempo aprendiendo a invertir si no tengo dinero para hacerlo?
Una actividad interesante tiene que ver con la lectura de los suplementos
económicos de los diarios para ir aprendiendo la dinámica y comportamiento de
los indicadores bursátiles, de tasas de interés, divisas, etcétera.
Ese mismo espacio se puede utilizar para la búsqueda de cursos relacionados con
las inversiones, charlas, desayunos y conferencias a los cuales se pueda asistir
para escuchar y aprender.
Pero no solo interesa el dato cuantitativo, sino que es importante saber con el
mayor grado de exactitud posible la fuente de origen de esos ingresos. La
generación de dinero dependerá de la educación y las habilidades individuales de
cada persona, pero existen infinitas maneras de "hacer" dinero.
De nada sirve aumentar los ingresos si los gastos aumentan en igual o mayor
magnitud. Los mismos pueden calcularse por deducción entre lo que ingresó y lo
que quedó en el bolsillo o de manera individual.
Los dos grandes ítems sobre los cuales se debe trabajar son los gastos corrientes
(cotidianos y flexibles) y los gastos fijos (presupuestados e inflexibles).
Siempre hay variables sobre las cuales se puede "ajustar", y el primer paso es
saber en qué se va el dinero para luego separar entre gastos necesarios y no
tanto.