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RUIDO

P A R A L O S P O S G R A D O S E N
HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL

Lic. Juan C. Giménez de Paz


2007
RUIDO
P A R A L O S P O S G R A D O S E N
HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL

Lic. Juan C. Giménez de Paz


2007

nobuko
Gimenes de Paz, Juan Cruz
Ruido: para los posgrados en higiene y
seguridad industrial. - 1a ed. - Buenos
Aires: Nobuko, 2007.
176 p.: il.; 21x15 cm.

ISBN 978-987-584-105-5

1. Seguridad Industrial. I. Título


CDD 614.85

Diseño general:
solrajch@gmail.com

Corrección:
Cristina Álvarez

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina / Printed in Argentina

La reproducción total o parcial de este libro,


en cualquier forma que sea, idéntica o
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© 2007 nobuko

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CONTENIDO

Prólogo ............................................................................................................7
1. Introducción …………………………………………………………..............................9
2. Ondas ………………………………………………………………..................................10
3. Energía sonora ……………………………………………………..............................18
4. Sonido y ruido ……………………………………………………...............................25
5. Nivel sonoro y decibeles ......................................................................30
6. Espectros de nivel sonoro y valores índice .....................................40
7. Nivel sonoro continuo equivalente y dosis .....................................53
8. Leq: Comparación entre criterios (Excusa para un cálculo) .........64
9. Influencia del nivel sonoro de una banda en el global
(Excusa para un cálculo)...........................................................................68
10. Sistema auditivo ..................................................................................72
11. Pérdida de audición ..............................................................................74
12. Ruidos impulsivos ................................................................................82
13. Calificación de ruidos con perfiles ...................................................87
14. Protección individual ..........................................................................94
15. Campos sonoros .................................................................................100
16. Ruido comunitario ............................................................................109
17. Medidores de nivel sonoro ...............................................................115
18. Absorción sonora ................................................................................121
19. Aislación sonora .................................................................................132
20. Otros sistemas de control ...............................................................142

Apéndice A. Un comentario sobre sistema de unidades ...............153


Apéndice B. Plan de conservación de la audición.............................159
Apéndice C. Leyes de mURPHY en acústica........................................163
Apéndice D. Bibliografía .........................................................................165
Apéndice E. Normas IRAM e ISO ...........................................................169
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I7

PROLOGO

Desde comienzos de la revolución industrial, a fines del siglo XIX,


la sociedad occidental se ha visto permanentemente confrontada a la
polución. Actualmente, los medios de producción entran en conflicto con
la necesidad de equilibrar el crecimiento económico con el resguardo del
medio ambiente.

El ruido, como un contaminante atmosférico más, tiene cualida-


des especiales tanto en el ámbito subjetivo (percepción) como en el
ámbito objetivo (físico). En efecto, aquellos niveles de ruido que se
encuentran por debajo del límite de alarma de riesgo auditivo (digamos
unos 85 dBA de dosis diaria), pueden ser clasificados en grados muy dis-
pares de molestia por diferentes personas. Sin embargo, para aquellos
niveles de ruido que se encuentran por encima del límite de alarma de
riesgo auditivo, no habrá gran discrepancia en señalar que originarán
potencialmente una pérdida auditiva.

Por tal motivo, la obra cuyo privilegio tengo en prologar, repre-


senta un extraordinario aporte a la divulgación de conocimientos orien-
tados a la fiscalización y el control de la contaminación acústica. El licen-
ciado Giménez de Paz ha creado un texto claro y conciso, no exento del
rigor matemático allí donde es necesario. Y muy directo y concreto en
aquellos aspectos donde se requiere ser pragmático.

El texto recorre hábilmente, y con gran rigor, los fundamentos de


la propagación de las ondas sonoras. Junto con una completa definición
de niveles acústicos (de presión, de intensidad y de potencia), es posible
encontrar un análisis muy detallado de los fundamentos energéticos en
el cálculo del Nivel Continuo Equivalente (Leq). En su segunda mitad, es
posible encontrarse con un notable tratamiento de las distintas posibili-
dades en el cálculo e interpretación de la Dosis de Ruido.
8I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

En definitiva, la presente obra representa una notable herra-


mienta de trabajo para aquellos profesionales que deben realizar fiscali-
zación acústica. Especialmente en la aplicación de diferentes normas
orientadas a la mitigación de la contaminación acústica.

Dr. Ing. Jaime Delannoy Arriagada


Director de carrera
Ingeniería Civil en Sonido y Acústica
Universidad Tecnológica de Chile
Santiago de Chile, Mayo de 2007
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I9

1. INTRODUCCION

Es un hecho aceptado que el ruido constituye una de las agresio-


nes más generalizadas y difundidas en nuestro medio industrial y urba-
no, con efectos francamente dañinos, sobre los que debería tomarse más
conciencia. Para cuantificar los riesgos a los que se está sometido, deben
efectuarse mediciones bajo normas que permitan su evaluación. De
acuerdo con esa evaluación, se podrán realizar trabajos de ingeniería que
logren una atenuación apropiada.

Este escrito tiene por objeto apoyar el dictado de clases sobre


RUIDOS en los postgrados de Higiene y Seguridad Industrial o similares,
en las facultades de ingeniería de las varias universidades que las dictan
y de apoyo a sus profesionales.

Si bien con el dictado de una materia no se puede formar espe-


cialistas, la meta es que quienes la cursen y complementen con este
material, tengan ideas claras sobre los parámetros que caracterizan a los
ruidos, su afección sobre las personas que los perciben, las normas que
lo regulan y las técnicas disponibles para su control.

El desarrollo del trabajo toma a la legislación y normativa argen-


tinas como base. La Resolución 295/2003 es la herramienta fundamen-
tal; es la actualización del Decreto Nº 351/79, Reglamentario de la Ley de
Higiene y Seguridad en el Trabajo Nº 19587 que datan de los años 1979 y
1972 respectivamente. Ambos documentos fueron de avanzada en su
momento, aunque hoy pudieran estar superados por el mayor cono-
cimiento de los efectos nocivos de los ruidos, la formulación de índices
para evaluación y muy especialmente, por el desarrollo tecnológico en
equipamiento de medición y en el software específico incorporado a los
equipos y para la evaluación de las señales acústicas.
10 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

La organización del texto sigue el programa típico de la materia:


parte con una descripción formal de ondas sonoras y energía para deri-
var luego a los conceptos de ruido y el sonido. Se trata luego las variables
descriptivas fundamentales y los índices calificadores del ruido desde el
punto de vista científico y legal. Los temas posteriores dan excusa para
el manejo de los parámetros a través de un álgebra específica, ilustrado
con gráficos y tablas. Finalmente, se considera los conceptos de absor-
ción y aislación sonoras, protección personal y otras herramientas para
control del ruido. Se cita brevemente los medidores de nivel sonoro.

Se incluyen expresiones matemáticas para las definiciones, aunque


se evita manejos de mayor complejidad que desvíen la atención de lo concep-
tual. Se requiere recordar especialmente el concepto de logaritmo. Cuando la
aridez de algún punto frene el entusiasmo por la lectura del texto, puede sal-
tearse hasta las Leyes de mURPHY en Acústica y luego regresar al tema...

2. ONDAS
Se supone gas ideal (aire en condiciones usuales responde a esta
hipótesis) en estado de equilibrio al que se impone una perturbación
(plano infinito). Se produce una modificación en la densidad local. A su
incremento le corresponde un incremento en la presión local. La energía
acumulada se repetirá (en ambos sentidos) con un cierto desplazamien-
to hacia el medio produciéndose un proceso repetitivo.

Las ecuaciones básicas para el fluido compresible no viscoso son en


primer lugar la de continuidad y la de Euler, las que en conjunto regulan las
oscilaciones resultantes de las partículas que ejercen trabajo sobre sus veci-
nas. Tienen energía cinética, con disminución e incremento en la densidad.

∂ρ ∂
+ (ρ v ) = 0
∂t ∂x
∂v ∂v 1 ∂p
+v =−
∂t ∂x ρ ∂x (1)
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 11

Estas ecuaciones al no ser lineales, no admiten superposición. Se


harán luego hipótesis para cambiar estas condiciones.

Los elementos del gas están sujetos a efectos termodinámicos,


con su ecuación de estado.

RT
p=ρ
M (2)

(M: Peso molecular)

Se tienen cuatro variables (p, ρ, v, T) por lo que falta la cuarta


ecuación: conducción térmica. Por los cortos períodos de cada ciclo, los
procesos son muy rápidos, con gases que tienen baja conductividad tér-
mica, por lo que pueden considerarse procesos adiabáticos. Vale lo
siguiente (cuarta ecuación) para un proceso adiabático1:

γ
γ C p ⎛ ρ ⎞
p = Aρ ; γ= P ; =⎜ ⎟
CV p0 ⎜⎝ ρ 0 ⎟⎠

En las que Cv y Cp son respectivamente los capacidades calóricas


a presión y volumen constante. Cv = (5/2)R y Cp = (7/2)R, por lo que γ = 1,4.

Para operar con condiciones de linealidad, se supondrá aparta-


mientos pequeños respecto al equilibrio en procesos periódicos.

Por la simetría plana adoptada, será v = v(x,t) por lo que, conside-


rando además condición de fluido no viscoso, será para todo t,

∇ ∧ v = 0 ⇒ ∇φ = v (3)

∇ ∧ v : rotor ν.
1
Estos temas propios de termodinámica, pueden verse por ejemplo, en:
www.sc.ehu.es/sbweb/fisica/estadistica/termo/Termo.html
12 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Apartamiento pequeño significa en general que para la magni-


tud L, δL << L, siendo δL su variación y L, su estado estacionario. Para el
tipo de problema en marcha, la condición es a/λ << 1 (p.e. igual o menor
que 0,01), a corresponde a una coordenada lagrangiana mientras que x
a una euleriana. Periódico significa que para la distancia característica λ,
todo el proceso según x se repite. Según t, también se repite para un
tiempo característico T.

Como una guía de argumentos plausibles para linealizar las


expresiones, la condición anterior puede plantearse para el segundo
sumando de la ecuación de Euler (que da la característica no lineal a la
ecuación).

∂v a a
≤ = 2
∂t T .T T (4)
Además,
a a
v ∂v
∂x T λ T a
≅ = < 0 ,01
∂v a λ
∂t T 2
(5)

Por lo que la relación entre el segundo y primer sumando de


Euler, sería

a a
v ∂v
∂x ≅ T λT = a < 0,01
∂v a λ
∂t T 2
(6)

Pudiendo despreciarse y queda en consecuencia linealizada, de la forma2,


2
Lo que se acaba de hacer es darle contornos que limitan la validez de un modelo. En tanto no se satisfaga la con-
dición a/λ < 0,01, no será válida la expresión lineal de la ecuación de Euler. En todos los modelos se incluyen con-
dicionantes que deben conocerse para limitar su aplicabilidad.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 13

∂v 1 ∂p
=−
∂t ρ ∂x (7)

En lo que sigue se diferencian las variables del estado estaciona-


rio (constantes) de las que corresponden a la perturbación (variables).

ρ = ρ 0 + δρ
v = 0 + δv
p = p 0 + δp
(8)

De esta manera, la ecuación de Euler linealizada se escribe:

∂ 1 ∂
(δv ) = − (δp )
∂t ρ 0 + δρ ∂x (9)

y la del proceso adiabático,

δp = A γ ρ γ −1 δρ (10)

para las que se consideran los apartamientos como infinitésimos desde


el punto de vista matemático.

Puede jugarse con la anterior,

δp = A γ ρ γ −1 δρ =
Aγ ρ γ
δρ =
(Aργ γ
δρ =
)pγ κ
δρ = S δρ
ρ ρ ρ ρ (11)

donde κs = γp es el módulo de compresión adiabático en un gas ideal. κs


representa el elemento de restauración y p, el inercial. En forma general,
este módulo está dado por
14 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

∂p ⎞
κS = ρ ⎟
∂ρ ⎟⎠ S
(12)

Puede escribirse entonces como vinculación de los apartamien-


tos de equilibrio de p y ρ,

∂p ⎞ κ
δp = ⎟⎟ δρ = S δρ = c 02 δρ
∂ρ ⎠ ρ = ρ0 ρ
(13)

en la que

∂p ⎞ κS
c 02 = ⎟⎟ → c0 =
∂ρ ⎠ ρ 0S ρo
(14)

con c02 esencialmente positivo indicando con S, entropía constante, can-


tidad que depende de la naturaleza del medio y de su estado no pertur-
bado. c0 tiene unidades de velocidad (m/s).

Con ésto, la expresión de Euler linealizada queda como

∂ 1 ∂
(δv ) = − c 02 (δρ )
∂t ⎛ δp ⎞ ∂x
ρ 0 ⎜⎜1 + ⎟⎟
⎝ ρ 0 ⎠

c 02 ∂ (δρ ) 1 ∂
≅ = c 02 (δρ )
ρ 0 ∂x ρ 0 ∂x
(15)

teniendo en cuenta que como con la condición dada entre a y λ, es


RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 15

δρ << ρ 0 .

A su vez, la ecuación de continuidad se puede re escribir con la


misma notación:


(δρ )+ ∂ [ρ 0 δv + δv δρ ] = 0
∂t ∂x (16)

Como el corchete no es lineal, se verá la condición para lograrlo.


Agrupando,

⎛ ⎞

(δρ )+ ∂ ρ 0 δv ⎜⎜1 + δρ ⎟⎟ = 0
∂t ∂x ⎝ ρ0 ⎠
(17)

puede despreciarse el segundo sumando del corchete. Aplicando la deri-


vada de una suma (ρ0 = constante),


(δρ )+ ∂ (ρ 0 δv ) = 0
∂t ∂x

(δρ )+ ρ 0 ∂ (δv ) = 0
∂t ∂x (18)

Ambas expresiones iniciales ya linealizadas toman la forma:


ρ0 (δv ) = −c 02 ∂ (δρ )
∂t ∂x

(δρ ) = − ρ 0 ∂ (δv )
∂t ∂x (19)

Si en lugar de la simplificación de trabajar sólo en una dimensión,


lo fuera en tres, las expresiones últimas se escribirían formalmente,
16 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

du ∇p
= −c o2
dt ρ
1 dρ
= −∇ ⋅ u
ρ o dt (20)

indicando la condición de vector la notación con la raya inferior y con el


punto medio, producto escalar (del operador nabla con el vector).

Derivando las (19), la primera respecto de t y la segunda de x,

∂2 2 ∂
2
ρ0 (δv ) = −c 0 (δρ )
∂t 2 ∂x ∂t (21)
y
∂2
(δρ ) = − ρ 0 ∂ 2 (δv )
2

∂x ∂t ∂x (22)

Igualando por el miembro de derivadas cruzadas en ambas,

∂2 2 ∂
2
(δv ) = c 0 (δv )
∂t 2 ∂x 2 (23)

Procediendo de la misma manera pero derivando la primera res-


pecto de x y la segunda respecto de t, se llega finalmente a

∂2 2 ∂
2
(δρ ) = c 0 (δρ )
∂t 2 ∂x 2 (24)

A este tipo de ecuaciones diferenciales corresponde una solución


general de la forma:
δv = F (x − c 0 t )+ G(x + c 0 t ) (25)
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 17

con una familia amplia de soluciones.

Antes de seguir, se puede modificar las ecuaciones anteriores


teniendo en cuenta que la condición de flujo irrotacional (3) y que en
consecuencia v =∇φ, se puede llegar (sin efectuar aquí los pasos), que la
Ecuación de Euler y la de continuidad toman la forma más compacta,

∂φ δp
=−
∂t ρ
∂ (δρ )
= − ρ ∇ 2φ
∂t (26)

Se retoman las expresiones anteriores. Conociendo las condicio-


nes iniciales,

δv ( x ) en t = 0

δv ( x ) en t = 0
∂t (27)

tiene solución el problema particular que se trate.

Las funciones F y G representa la propagación según x creciente y


decreciente respectivamente.

Para (x – c0.t = a) se tiene F(a)=cte [lo mismo para G(x)]. Para otro
valor de x existe un t para los que se cumple x – c0.t = a, y por lo tanto el
mismo valor F(a). Lo mismo para G(x).

La periodicidad de la respuesta del medio a la excitación (pequeñas


amplitudes) se lo vio sin necesidad de encontrar la solución a la ecuación dife-
rencial, que se sabe que es una combinación de funciones senoidales. Estas
formas son esenciales ya que cualquier movimiento periódico se puede des-
componer en una combinación de ellas, a través de las series de Fourier.
18 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

La constante c0 que vincula a las variables x y t es la velocidad de


propagación de la excitación (sonido) en ese medio, que en un proceso
adiabático en un gas ideal, es

∂p ⎞ p
c 02 = ⎟⎟ → c 0 = γ 0
∂ρ ⎠ S ρ0
(28)

Como se ve, depende de propiedades del gas y de los valores de la


presión y densidad estáticas del gas. Con los valores típicos de presión y den-
sidad del aire ambiente, se tiene la velocidad del sonido en esas condiciones.

La expresión (28) se puede transformar en otra más práctica, si se


reemplaza la presión Po por la expresión (2), el cociente R/M resultante,
por su valor 287 J/K.kg. Finalmente si se reemplaza la temperatura abso-
luta (T) en kelvin por la temperatura Tc en ºC (Tc = T - 273):3

Tc
c(Tc ) = 331 1 +
273 (29)

3. ENERGIA SONORA
Por lo visto, El sonido es la respuesta de un medio elástico (en
particular, aire) a una Δx
excitación mecánica de
un elemento que está S
inmerso o en contacto
con él: voz, motor, par- ΔV = S.Δx
lante, instrumento musi-
cal, golpe, etc. los que
reciben el nombre gené- Figura 1
rico de fuente sonora.
3
Las unidades, valores de las constantes para el aire y gases ideales, pueden ampliarse en:
http://enciclopedia.us.es/index.php/Velocidad_del_sonido.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 19

Considerando ondas planas progresivas según el eje X, se puede


considerar un volumen elemental como se indica en la figura 1.

Este avance implica variaciones locales de presión (presión sono-


ra) lo que significa almacenamiento de energía y disponibilidad para la
compresión-descompresión y aceleración de partículas.

Para las energías cinética (Ec) y potencial (Ep) de elemento elásti-


co, las respectivas expresiones son4:

1
Ec = ρ v 2 ΔV
2
1 2 1 (kx )
2
1 F2
E p = − kx = =
2 2 k 2 k (30)
Donde F = pS es la fuerza externa y k es la rigidez5 ,

Y ×S ρ c2 ×S
k= =
Δx Δx (31)

donde Y es el módulo de Young, en N/m2 que, para propagación de una


onda elástica plana vale la igualdad6, Y = ρ x c2 (Ks). Con estas relaciones
se puede escribir para la energía potencial:

1 2 S × Δx 1 2 ΔV 1 p 2 ΔV
Ep = p S = p =
2 Y ×S 2 Y 2 ρ c2 (32)

Las dos últimas expresiones para la energía cinética y potencial


se reúnen, quedando,

4
El tratamiento sigue el libro de M.Möser y J.L.Barros (traductor), “INGENIERIA ACUSTICA Y APLICACIONES” Edición
de los autores (), 2004. Las primeras expresiones se dan como conocidas a fin de evitar tener que partir de consi-
deraciones más básicas. Acá se modificó la nomenclatura.
5
En el libro de Möser citado, se deslizó un error, dice: s = ES Δx = ρ o c 2 Δx cuando debe ser la (31), con cambio de
nomenclatura, E por Y.
6
J.J.Roederer, “MECANICA ELEMENTAL”. Eudeba (Buenos Aires, 2002) pg.222.
20 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

1 ⎛ p2 ⎞
E= ⎜⎜ + ρ v 2 ⎟⎟ ΔV
2⎝ρc 2
⎠ (33)

siendo el paréntesis junto con el factor 1/2, la densidad de energía D. La


energía E en un volumen V donde se propaga el sonido es E = D x V.

1 ⎛ p2 2⎞
D = ⎜⎜ + ρ v ⎟⎟
2 ⎝ ρ c2 ⎠ (34)

La densidad de energía tiene por unidad, J/m3.

Para un gas (en particular, aire) de densidad ρ y velocidad de pro-


pagación c de la señal sonora, se establece la relación entre velocidad v
de partícula y la presión p, debido a la impedancia característica del
medio (expresiones 37 y 38) p v = ρ c → v = p ρ c por lo que la última expresión
se puede escribir como,

1 ⎛ p2 p2 ⎞
D= ⎜⎜ + ρ ⎟⎟ =
2 ⎝ ρ c2 ρ2 c2 ⎠
1 ⎛ p2 p2 ⎞
= ⎜⎜ + ⎟⎟ =
2 ⎝ ρ c2 ρ c2 ⎠
p2 p2
= =
ρ c2 ρ c ×c (35)

Se puede observar que la densidad de energía es proporcional a


la presión sonora al cuadrado: D ∝ p2 que es lo que interesaba mostrar.

En forma más general, la densidad de energía D en J/m3 dada por


la última igualdad 35, se puede escribir como
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 21

p2
D=
Z ×c (36)

donde p es la presión sonora en Pa, Z es la impedancia específica del


medio (en general aire) en N.s/m3 y c la velocidad de propagación del
sonido en m/s.

Esta nueva variable acústica Z, es una propiedad (número com-


plejo) del medio de propagación, que relaciona a la presión sonora y velo-
cidad v de sus partículas vibrantes mediante la definición:

p
Z=
v (37)

La impedancia específica mide de alguna manera, la adaptación


o facilidad que el medio presenta a la fuente sonora para aceptar la
transmisión del sonido a través de él.

Afortunadamente para las ondas sonoras progresivas en espacio


libre, Z es un número real que depende de la densidad de ese medio (ρ) y
de la velocidad de la transmisión (c), pudiéndose calcular su valor
mediante la expresión:

Z = ρ ×c (38)

Para el aire a una temperatura de 20 ºC y presión atmosférica


normal, su valor es algo menor que 415 N.s/m3.

Se define también una escala en decibeles (cuyo concepto se verá


en el apartado 5) para la densidad de energía, nivel de energía sonora
(LD). Su valor de referencia es Do = 0,000 000 000 001 J/m3, o lo que es lo
mismo, Do = 1 pJ/m3.
22 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

⎛ D ⎞
LD = 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ Do ⎠ (39)

El nivel de potencia sonora LW, representa a la cantidad de ener-


gía que se emite en la unidad de tiempo. Está dado por,

⎛W ⎞
LW = 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ Wo ⎠ (40)

donde W es la potencia sonora en W y Wo = 0,000 000 000 001 W ó 1 pW.

Otra magnitud de importancia en relación con la propagación de


sonido, es la intensidad de energía sonora que indica la cantidad de ener-
gía que en la unidad de tiempo atraviesa un área de 1 m2.

Nivel de intensidad sonora LI de la forma,

⎛I ⎞
LI = 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ Io ⎠ (41)

donde I es la intensidad en W/m2.s e Io = 0,000 000 000 001 W/m2.s ó 1


pW/m2.s.

Nuevamente, los valores que entran en juego son muy reducidos


comparados con nuestra escala humana diaria. Por ejemplo, el paso de
un hombre corriendo representa una intensidad un millón de veces
mayor que la del sonido de una bocina de auto a 4 m de distancia.

No es casual por supuesto, que coincidan los valores de referen-


cia para LW y LI, ya que la intensidad que atraviesa 1 m2 coincide numéri-
camente con la potencia irradiada.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 23

Efectivamente, si se piensa que la intensidad que atraviesa 1 m2


que rodea completamente a una fuente sonora que irradia una potencia
W (energía por unidad de tiempo), la energía que atravesará esa superfi-
cie en cada segundo será igual precisamente a la intensidad I, luego vale
la relación:

W
I=
S (42)

donde W es la potencia en W liberada al medio por la fuente y S es la


superficie atravesada, en m2. Cuando S = 1 m2, entonces numéricamente,
I = W.

Razonamientos simples llevan a relacionar la densidad de ener-


gía D con la intensidad I mediante la expresión (ver figura 1).

I = D×c (43)

donde c es la velocidad del sonido en m/s.

Si una o más fuentes sonoras entregan en conjunto una potencia


sonora W en un recinto, se establece en el mismo una densidad de ener-
gía D igual a [ver (42) y (43)],

W
D=
S×c (44)

También puede deducirse otra expresión de utilidad para la pre-


sión al cuadrado p2 (Pa2), medida en cualquier punto de la superficie S
(m2) que rodee completamente a la fuente sonora que irradie una poten-
cia W en watt, en un medio como el aire con impedancia específica
Z= p x c (aprox. 415 N.s/m3). Hint: I = p x v, definición de Z y expresión (42).
24 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

W ×Z
p2 =
S (45)

De esta última relación, incorporando los valores de referencia


para p y W de la tabla 1, la expresión para la superficie de una esfera de
radio r, S = 4πr2, el valor de la impedancia Z = ρc = 415 N.s/m3 y con unos
pocos pasos algebraicos acá resumidos, se puede vincular nivel sonoro L
con nivel de potencia sonora LW, (lo que también se deducirá por otro
camino, ver expresión 85).

W×Z
p2 = =
S
p2 W Wo ρc
= 2 = × 2 × =
p o Wo p o 4πr 2
⎛ p2 ⎞ ⎛ W ⎞ ⎛W ρc ⎞
10 lg ⎜⎜ 2 ⎟ = 10 lg ⎜
⎟ ⎜W ⎟⎟ + 10 lg ⎜ 2o ×
⎜p 4 π ⎟ ( )
⎟ − 10 lg r 2 =
⎝ po ⎠ ⎝ o ⎠ ⎝ o ⎠
L = LW − 10,8 − 10 lg r ( )
2
(46)

Resulta finalmente que, para fuentes que emiten sonido que se


expande en esferas concéntricas con la fuente (medio isótropo en espa-
cio libre, fuente puntual), el nivel sonoro disminuye respecto del nivel de
potencia según una constante y el cuadrado de la distancia.

Tabla 1

DEFINICIONES DE NIVELES Y VALORES DE REFERENCIA

Nivel Definición Valor de referencia


⎛ 2

10 lg ⎜ p 2 ⎟
⎝ p ⎠
De presión o Po = 0,000 02 Pa
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 25

10 lg ⎛⎜W ⎞

De potencia ⎝ Wo ⎠ Wo = 0,000 000 000 001 W

10 lg ⎛⎜ I ⎞⎟
De intensidad ⎝ Io ⎠ Io = 0,000 000 000 001 W/m2

10 lg ⎛⎜ D ⎞⎟
De densidad de energía ⎝ Do ⎠ Do = 0,000 000 000 001 J/m3

10 lg ⎛⎜ E ⎞⎟
De energía ⎝ Eo ⎠ Eo = 0,000 000 000 001 J

4. SONIDO Y RUIDO
El sonido es de acuerdo con lo visto, la respuesta de un medio
elástico (en particular, aire) a una excitación mecánica de un elemento
que está inmerso o en contacto con él: voz, motor, parlante, instrumento
musical, golpe, etc. los que reciben el nombre genérico de fuente sono-
ra. En lo que sigue, se interpreta conceptualmente lo resultante del
manejo matemático.

Las capas de aire en contacto directo con la fuente sonora, reci-


ben los pequeños impulsos generados por ella, entrando en oscilación y
transmitiendo su movimiento a las capas siguientes y así sucesivamente
hasta hacer llegar este movimiento a capas más alejadas.

Se entiende así que el sonido sea un concepto dinámico: la trans-


misión de una información a través de un medio elástico, originada en
una fuente sonora y que será capaz de ser percibida a distancia median-
te algún detector específico (oído, micrófono).

Desde el punto de vista microscópico se observaría el mo-


vimiento de las “partículas” de aire oscilando alrededor de la posición de
equilibrio (ausencia de sonido) y chocando con sus vecinas transmitién-
doles de esa forma el movimiento que recibieron a su vez de las partícu-
26 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

las anteriores. Desde el punto de vista macroscópico lo que se observa es


la transmisión global de la información recibida de la fuente: su sonido,
como una nueva forma de energía. Se podría decir que es similar a la
caída de una fila de fichas de dominó: cada una recorre sólo su propia
trayectoria de caída pero el conjunto recorre la fila completa con su
información: “La primera de la fila se ha caído hacia este lado”.

El ejemplo más simple es el originado por un plano oscilante (pis-


tón) en el extremo de un conducto que en contacto con la “primera capa
de partículas de aire” le cede su movimiento y que en forma sucesiva se
transmite “de capa en capa” copiando el movimiento de las anteriores.
Para un tono puro (una única frecuencia), cada partícula tiene un movi-
miento oscilatorio armónico, pero la señal se transmite en forma pro-
gresiva (sonido) con la información: “el pistón se mueve de la misma
manera en que me voy transmitiendo”7. Las variaciones temporales en
cada sitio fijo en el que aumenta la presión de aire (mayor cantidad de
partículas) y disminuye (menor cantidad de partículas) se denomina pre-
sión sonora.

Sentido
Movimiento de
de vaivén avance
del pistón del
sonido

“Partículas” de aire en movimiento

Variación de la densidad instantánea del aire

Figura 2

Las expresiones resultantes en la ecuación de ondas, indican que


si se presta atención sólo a un pequeño volumen del aire, se “observaría”
el movimiento de vaivén de cada partícula. Si se “tomara una fotografía”
de todo el conjunto, se vería que el movimiento global del aire también
tendría una configuración de un movimiento global de vaivén, como se
ilustra en la figura 2, (en la que la onda corresponde a un tono puro y el
dibujo a un sonido algo más complejo).
7
Para visualizar estos movimientos, www.kettering.edu/~drussell/Demos/waves/wavemotion.html
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 27

Es importante considerar al movimiento simple de un tono puro,


ya que todos los movimientos periódicos resultan de combinaciones de
tonos puros. En las figuras 3 se muestran dos ejemplos de dos movimien-
tos periódicos resultantes (trazo grueso) de dos y tres tonos puros res-
pectivamente, que difieren entre sí en amplitud y ancho de la oscilación.

El juego de acercamiento y alejamiento de las “partículas” entre


sí, provoca zonas de exceso y reducción de la presión atmosférica en for-
ma alternada, llamada presión sonora”. Esta variable es un promedio de
las posiciones relativas de las “partículas” de aire entre sí: cuanto más
próximas se encuentren unas de otras (aumentando la densidad de ellas
en cada unidad de volumen) tanto mayor será la presión en ese punto.

Frecuencia f1
Frecuencia f2
Superposición

Figura 3a
28 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Frecuencia f 1
Frecuencia f 2
Superposición
Frecuencia f 3

Figura 3b

La presión sonora es entonces, la variación de la presión atmosfé-


rica con el paso de la señal acústica. La rapidez con que se producen es-
tas variaciones está dada por la frecuencia que indica el número de tales
variaciones por segundo. La interpretación subjetiva de la frecuencia es
la altura de un sonido: a mayor frecuencia tanto más agudo se lo perci-
birá (mayor altura).

Pueden considerarse para el sonido tres regiones de frecuencias


dentro del rango de interés en este trabajo: las bajas, hasta los 250 Hz
(nombre de la unidad: hertz; símbolo: Hz)8; las altas, por sobre los
2 000 Hz y las medias como las ubicadas entre esos valores. Para fre-
cuencias menores se está en el campo de los infrasonidos, mientras que
sobre ellas, se está en el de los ultrasonidos.

8
Esta unidad (por algunos aún mencionada como “ciclos por segundo”) como las otras que se emplean en este
texto responden al SIMELA (Sistema Métrico Legal Argentino) como lo establece la Ley Nº 19 511 y Decreto Regla-
mentario 1 157 del 2 de marzo de 1972, publicado en el Boletín Oficial de fecha 11 de mayo de 1972: “El SIMELA es de
uso obligatorio y exclusivo de todos los actos públicos o privados de cualquier orden o naturaleza. Las disposicio-
nes del presente artículo rigen para todas las formas y los medios con que los actos se exterioricen”. En el apéndi-
ce A hacen algunos comentarios sobre el SIMELA.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 29

El sistema auditivo de un ser humano otologicamente normal,


permite percibir sonidos con frecuencias entre 20 y 20 000 Hz aproxima-
damente. La edad contribuye a disminuirla por un efecto natural cono-
cido como presbiacusia, que afecta más notablemente al hombre que a
la mujer, disminuyendo la audición principalmente en el rango de las fre-
cuencias altas. A este efecto natural se le agrega como agente externo
para la pérdida de audición, la agresión sonora originada por ruidos, los
que además producen efectos indirectos sobre las personas, en particu-
lar, molestia.

Muchos sonidos son agradables o al menos no causan disturbios


de ningún tipo. Estas interpretaciones son subjetivas e individuales co-
mo es fácil advertir en el siguiente ejemplo: un sonido musical puede ser
agradable, pero cuando es necesario concentrarse en una tarea in-
telectual, tal fragmento musical puede ser considerado como molesto.

De esta manera, puede distinguirse un ruido de un sonido como


todo aquél capaz de causar molestia o daño. La norma IRAM 4 0369 defi-
ne al ruido en dos sentidos tomando la primera el carácter subjetivo que
aquí interesa:

Definición C107
a) “sonido desagradable”;
b) “sonido, generalmente de naturaleza probabilística, que no exhibe
componentes de frecuencias definidas”

Existen varias características que contribuyen a que un sonido


sea un agente molesto o dañino, siendo generalmente su “volumen” la
más relevante.

9
Norma IRAM 4 036:1972 “Acústica - Definiciones”.
30 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

5. NIVEL SONORO Y DECIBELES


La pequeña variación en la presión estática del aire durante el pa-
so de un sonido (presión sonora) es fácilmente detectable. Su rango de
variación entre los umbrales de audición y de daño auditivo, es enorme:
tanto como la que media entre 1 y 1013! Esta amplitud hace impracticable
el empleo de las presiones sonoras en forma directa para analizar a los
sonidos.

Para evitar este inconveniente, es que se han inventado los


decibeles. El decibel (símbolo: dB) es la décima parte del bel y cuantifica
una magnitud logarítmica conocida como nivel sonoro. De esta manera,
se reduce el amplio rango anterior a uno menor con una variación entre
1 y algo más que 102. Su interpretación subjetiva es la “fuerza” del sonido
o su “volumen”.

La introducción de los decibeles tiene además otra razón para ser


incorporados a la Acústica y es que su escala (logarítmica) es similar a la
sensibilidad del oído humano para discriminar intensidades relativas de
los sonidos, tal como se verá.

El nivel sonoro define una escala en decibeles en función de la pre-


sión sonora al cuadrado (valor rms) ya que como se vio en el apartado 2,
la potencia y energía sonoras son proporcionales a p2. Su expresión mate-
mática es:

⎛ p2 ⎞
L = 10 lg ⎜⎜ 2 ⎟
⎟ dB
⎝ po ⎠ (47)

que también se suele escribir (con ciertas limitaciones) como:

⎛ p ⎞
L = 20 lg ⎜⎜ ⎟⎟ dB
⎝ po ⎠ (48)
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 31

donde L10 significa nivel de presión sonora o simplemente nivel sonoro,


medido en dB, lg11 es el logaritmo en base 10 de la relación entre p, pre-
sión sonora de la señal acústica en pascal (Pa) y po es la de referencia
igual a 2 x 10-5 Pa ó 20 μPa (micropascal). Se dirá entonces, que un nivel
sonoro es de tantos decibeles referidos a la presión po. Normalmente no
se hace mención explícita a esa presión de referencia por estar su valor
normalizado internacionalmente.

A modo de ejemplo, si un determinado sonido tiene una presión


sonora p = 10 Pa, el nivel sonoro correspondiente es de aproximada-
mente 114 dB. En efecto, el cociente (10/2x10-5)2 es igual a
250 000 000 000 Pa2, por lo que le corresponde el valor L = 113,979 dB
que en forma más correcta, son los 114 dB mencionados. En aplicaciones
de ingeniería, los decimales carecen de importancia.

El valor de referencia po no aparece sólo porque el argumento de


un logaritmo deba ser adimensional, sino por un hecho más interesante:
surge de la relación entre estímulo externo (sonido) y la sensación sub-
jetiva (percepción sonora). Pertenece a un conjunto de relaciones simila-
res referidas a otros estímulos: peso, luminosidad, etc. conocidos como
Ley de Weber-Fechner12.

Esta ley expresa en términos generales, que la variación de la


percepción subjetiva R es proporcional a la variación relativa del estímu-
lo externo S, o sea,

ΔS
ΔR = k
S (49)

A partir de las variaciones infinitesimales para llegar a la relación entre


los valores puntuales de R y S, se obtiene:

10
Corresponde a la nomenclatura de las normas internacionales (L: Level) adoptada por IRAM.
11
“lg” representa a los logaritmos decimales; “ln” a los naturales y “logn“ en general, a los logaritmos en base n.
12
Ver esta ley en www.neuro.uu.se/fysiologi/gu/nbb/lectures/WebFech.html o más general,
http://dictionary.laborlawtalk.com/Weber-Fechner_law).
32 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

dS
dR = k → R = k ln (S ) + C
S
C = −k ln (So )
⎛S ⎞
R = k × ln ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ So ⎠ (50)

La constante de integración C, toma el valor de la segunda igual-


dad, al asignarle el valor umbral So para el estímulo, para el que recién se
tiene percepción.

El paso de la (50) a la (47) que define al nivel sonoro es inmedia-


ta, dándole a la constante el valor k = 10 x lg(e) = 10 x 0,4343, para el
argumento S/So = (p/po)2, como se puede verificar fácilmente. Para nues-
tra escala en decibeles, el valor de referencia So = po2 = (2 x 10-5 μPa)2 es el
umbral de audición (estadístico) para un tono de frecuencia de 1 kHz.

No debe perderse de vista lo hecho con esta definición: es una


forma de expresar la energía involucrada en una señal sonora en térmi-
nos relativos a otra tomada como referencia. El precio que se paga por
esta definición es generar un álgebra menos directa. No se trata por otro
lado, de una unidad genuina, no teniendo existencia física como sí lo
tiene, la energía a la que representa.

Lo que tiene sentido sumar o restar por ello, es la energía sonora.


El argumento de la expresión (47) es proporcional a esa energía, por lo
que es con lo que debe operarse. Debe recordarse primero que si,

Y = log x, entonces, x = antilog (y) o lo que es operativamente más útil, x = 10y.

En consecuencia, para efectuar la suma de n cantidades expresa-


das en decibeles, Li, siendo en forma genérica cada uno de ellos la dada
por la (47), deberán efectuarse los pasos siguientes:
p i2
1. Despejar los argumentos de cada sumando: 2
= 10 0,1×Li
p 0
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 33

2. Sumar las cantidades proporcionales a la energía a través de


los segundos miembros de las igualdades anteriores:

p2 n
p i2 n

2
p0
= ∑
i =1 p 0
2
= ∑
i =1
10 0,1×Li

⎛ n

3. Calcular el nivel resultante: L = 10 lg ⎜⎜

∑ 10
i =1
0,1×Li
⎟⎟

Resumiendo los tres pasos, para un conjunto {Li}, el nivel suma está
dado por:

L = 10 lg ∑ 10 0,1×Li
(51)

Es inmediata su generalización para la diferencia entre los nive-


les L1 y L2 (L1 > L2):

(
L = 10 lg 10 0,1×L1 − 10 0,1×L2 ) (52)

La multiplicación de L por el número n, es decir sumar n veces el


nivel L, puede deducirse de la suma, dado que la sumatoria de n niveles
iguales L se reduce a:

( )
n

∑ 10
i =1
0,1×L
= n × 10 0,1×L ∴ 10 lg n × 10 0,1×L = 10 × lg (n ) + 10 × lg10 0,1×L = 10 × lg (n ) + L

Sólo se han empleado propiedades de los logaritmos: el logarit-


mo de un producto es igual a la suma de sus logaritmos (propiedad fun-
damental para haber inventado la ya perimida regla de cálculo!) y el
logaritmo de una potencia es igual al exponente por el logaritmo de la
base (y que el logaritmo decimal de 10 es igual a la unidad).

Así, no se puede decir que “1 + 1 = 2” o “siempre que se incremen-


te en 1, habrá que sumar 1”. El resultado de incrementar en 1 dB difiere
según sea el valor que se va a incrementar. Lo que se mantiene constante
34 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

es el incremento porcentual de la energía sonora asociada. Cuando el ni-


vel sonoro se incrementa en 1 dB, la energía sonora aumenta en un 26%
de su valor.

Para el caso importante de un incremento en 3 dB, la energía


sonora asociada se incrementa en un 100%. Pasar de 90 a 93 dB, es decir
¡un incremento en “sólo” 3 dB significa un aumento del doble en energía!
Este mismo 100% corresponde al aumento tanto de 100 a 103 dB como
de 55 a 58 dB.

Estos cálculos pueden efectuarse a partir de una modificación de


la definición (47) válida para calcular la variación en decibeles debido a la
variación de energía sonora:

⎛ p12 ⎞
ΔL = 10 lg ⎜⎜ 2 ⎟ (dB )

⎝ p2 ⎠ (53)

donde ΔL es la variación en decibeles y p1 es el valor incrementado o dis-


minuido respecto de p2; L puede ser positivo si se trata de un incremen-
to respecto de p2 o negativo si es una disminución. Si p1 = p2 la variación
es nula, L = 0.

Lo dicho puede ahora expresarse formalmente con la expresión


anterior. Si una energía es doble de otra, p12 = 2 x p22, (recordando que la
energía es proporcional a p2), resulta que ΔL = 10 lg(2) = 3 dB, inde-
pendientemente de los valores de p1 y p2, por lo que una variación 3 dB
significa siempre una duplicación de la energía sonora.

Véase la inversa: disminuir en un 50% de energía sonora es redu-


cir a su nivel sonoro en “sólo” 3 dB.

Se concluye por todo ésto, que no puede hablarse de variaciones


en tanto por ciento en decibeles, como es lícito para las relaciones linea-
les, puesto que ese tanto por ciento se traduce en variaciones diferentes
de energía según a qué valor de partida se refiere.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 35

En la figura 4 se da un nomograma que permite efectuar las


operaciones de suma y resta y además, hacer algunas observaciones.
Como notación se empleará el símbolo “+” para indicar suma aritmética
entre números y “⊕” para la suma de decibeles o energética.

Escala superior

Escala inferior

Figura 4

El nomograma representa la suma LT (o resta) de pares de valores


en decibeles que es la forma gráfica de su expresión analítica (51).

La forma operativa del nomograma es la siguiente:

Suma de los niveles sonoros de dos fuentes, cada una contribuyendo con
niveles L1 y L2 respectivamente para las que se quiere hallar el efecto
total, ésto es, hallar L1 ⊕ =L2 = LT. Suponer que L1 es menor que L2 y su dife-
rencia numérica es n. Se busca el valor n en la escala inferior del
nomograma obteniendo el valor Δ correspondiente en la superior. El
nivel suma LT resulta igual a la suma numérica entre el sumando menor
L1 y el valor Δ, o sea LT = L1 + Δ. Así por ejemplo, si los sumandos son
L1 = 58 dB y L2 = 64 dB, su diferencia numérica es n = 6. Para ese valor, el
correspondiente en el nomograma es Δ = 7 aproximadamente, por lo
tanto el nivel sonoro suma es LT = 58 + 7 = 65 dB. En otras palabras:

58 dB ⊕ 64 dB = 65 dB.

Cuando son más de dos las fuentes sonoras contribuyentes, el


nivel total puede calcularse empleando el mismo nomograma. Para ello
deben elegirse dos de ellas y hallar su suma con los mismos pasos an-
teriores. Al resultado obtenido se le sumará el nivel sonoro de una terce-
36 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ra. Siguiendo con ese proceso, se obtendrá finalmente la suma total de


nivel sonoro. El orden en que se tomen los sumandos es irrelevante.

Sean por ejemplo 5 niveles sonoros que desean ser sumados L1


⊕L2 ⊕L3 ⊕L4 ⊕L5 = LT; la suma se logra mediante 4 pasos sucesivos: pri-
mero L1 ⊕ L2 = L’, luego L3 ⊕ L’ = L”, etc. hasta lograr el valor buscado LT.

Es interesante notar del nomograma, que cuanto más difieran


entre sí los niveles sonoros de los sumandos, tanto más se acerca el va-
lor suma al del sumando mayor (en el monograma n se acerca a Δ). Como
criterio, si ambos difieren entre sí en 10 dB o más, en la práctica puede
desestimarse la fuente sonora menor, ya que su aporte al valor global es
solo una fracción de 1 dB. Otro caso interesante es 80 dB ⊕ 80 dB = 83 dB,
que como debía ser, es coincidente con lo ya visto. Obviamente vale para
suma de dos niveles iguales cualesquiera sean.

Diferencia entre niveles sonoros [expresión (52)] que se simbo-


lizará como “∅”. Sea por ejemplo el caso de un local en cuyo interior exis-
ten dos fuentes de ruido que en conjunto establecen un nivel sonoro de
80 dB. Una de tales fuentes en forma independiente mantiene un nivel
de 76 dB, requiriéndose conocer el nivel que la segunda proveería por sí
sola. Evidentemente la respuesta la da la diferencia (energética) L = 80 dB
∅ 76 dB. Con el nomograma se procede de la siguiente manera: se efec-
túa la diferencia numérica 80 - 76 = 4. Se busca este valor en la escala su-
perior (Δ = 4) y se debe encontrar el correspondiente en la inferior (n =
1,7). Este valor se suma al substraendo, obteniéndose así la diferencia
buscada, L = 76 + 1,7 = 77,7 dB. En otras palabras:

80 dB ∅ 76 dB = 77,7 dB.

Debe hacerse notar que el método comentado no es aplicable


para el caso en que los sonidos que deban sumarse o restarse sean tonos
puros o bandas angostas.

Una aplicación importante de la suma es el promedio de niveles


sonoros: el valor que mejor representa a un conjunto de niveles cuando
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 37

cada uno tiene el mismo peso, como por ejemplo, están presentes duran-
te el mismo tiempo. Este conjunto puede comprender a los valores
obtenidos en diferentes sitios de un ambiente, o de un mismo sitio
tomados en momentos sucesivos. Promediar los n valores L1, L2, ... Ln sig-
nifica obtener el nivel correspondiente al valor medio de sus respectivas
energías sonoras.

La forma más simple de encontrar un promedio, aunque se aleje


de la definición dada, es mediante el promedio aritmético:

1 n
L= ∑ Li
n i =1
(dB )
(54)

El promedio energético, directamente relacionado con la defini-


ción está dado por:

⎡1 n ⎤
L = 10 lg ⎢ ∑ 10 0,1×Li ⎥ (dB )
⎣ n i =1 ⎦ (55)

Como el aritmético es más sencillo y rápido que el energético, se


verán las condiciones bajo las cuales puede emplearse al primero como
estimador de éste (el “verdadero”). Las posibles diferencias entre ambos
se aprecian en este ejemplo: para el conjunto de 8 valores de nivel sono-
ro {86, 84, 94, 98, 96, 88, 90, 100}, sus promedios toman los valores:
L = 92 dB y <L> = 95 dB; 3 dB de diferencia entre ambos.

Sea para este análisis el caso de n = 2 valores: L1 y L2 con su dife-


rencia numérica Δ = L2 - L1. Partiendo de la definición (55) se tiene la ca-
dena de igualdades (56) en las que se hace uso de propiedades de los lo-
garitmos, de donde surge que el promedio energético es igual al menor
de los niveles más un término no lineal que depende de la diferencia Δ.
38 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

L = 10 lg
[10 0 ,1×L1
]
+ 10 0 ,1×L 2
=
2
= 10 lg
1
2
[
10 0 ,1×L1 + 10 0 ,1×(L 2 + Δ ) = ]
( ⎧1
)
= 10 lg 10 0 ,1×L1 + 10 lg ⎨ 1 + 10 0 ,1×Δ ⎬ =

[ ]
⎩2 ⎭
⎧1
= L 1 + 10 lg ⎨ 1 + 10 0 ,1×Δ ⎬ [ ⎫
] ( dB )
⎩2 ⎭ (56)

Si se efectúa el desarrollo en serie hasta primer orden de este


último sumando cuando la diferencia Δ es pequeña (valores a promediar
muy próximos entre sí, lo que puede verse en cualquier libro de análisis
matemático) se encuentra que el promedio <L> en ese caso está dado por
la expresión (54), o sea que en esos casos ambos promedios (54) y (55)
son (prácticamente) coincidentes.

L ≈ L1 + 1
2 Δ= 1
2 [L1 + L2 ]= L (dB )
(57)

En el otro extremo, cuando la diferencia Δ es grande (valores a


promediar muy dispares entre sí) se tiene una expresión muy sencilla
operando en forma similar a la anterior:

L ≈ L2 − 3 dB
(58)

Las aproximaciones (57) y (58) permiten estimar en uno u otro


caso, el valor de <L> en forma sencilla, pero cometiendo un error acotado
respecto al valor exacto dado por la (55). Para conocer ese error, que es
equivalente a decir el grado de aproximación efectuado, se puede em-
plear el gráfico de la figura 5.

Este gráfico surge de la última igualdad de las relaciones (56).


Para una determinada diferencia Δ entre valores a promediar, debe bus-
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 39

PROMEDIOS ENERGETICO Y ARITMETICO


8 4

Diferencia entre promedios (dB)


6 Aritmético Energético Diferencia 3

5
Promedios (dB)

4 2

2 1

0 0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Diferencia entre niveles promediados (dB)

Figura 5

carse ese valor en el eje de abscisas y encontrar el correspondiente en el


eje izquierdo de ordenadas por medio de la curva llena de trazo grueso
(La curva llena de trazo fino representa al promedio aritmético). El valor
así hallado debe sumarse al menor de los niveles y el resultado es el pro-
medio buscado. Se observa que para valores reducidos de abscisas (valo-
res a promediar próximos entre sí), la diferencia entre ambos valores en
ordenadas es pequeña y es la que se muestra en el eje derecho de
ordenadas. La posibilidad de emplear el promedio aritmético depende en
un error de incerteza determinado (diferencia respecto del promedio
energético), lo que se ilustra con el siguiente ejemplo.

Si los niveles son L1 = 88 dB y L2 = 92 dB, con el valor Δ = 4 en ab-


scisas, el valor encontrado en ordenadas es 2,4 dB, que sumado al menor
de los niveles, da 88 dB + 2,4 dB = 90,4 dB (promedio energético). Si se
empleara la curva para el promedio aritmético, se leería en ordenadas 2
dB, resultando 88 dB + 2 dB = 90 dB. (El valor exacto según expresión 55,
es 90,44… dB). La diferencia entre ambos es 0,4 dB que también se ob-
tiene del eje de ordenadas derecho. Este es el error de incerteza cometi-
do y según sea el error máximo aceptado para los cálculos, se podrá
aceptar o no el promedio aritmético. El error típico en mediciones de
campo es 1 dB, por lo que en este ejemplo se puede aceptar el promedio
40 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

aritmético. Adoptando este criterio razonable, la diferencia máxima en-


tre los niveles a promediar (Δ), es 6 dB.

En el otro extremo, el promedio según el gráfico 6 para L1 = 88 dB


y L2 = 98 dB, resulta <L> ≈ 88 + 7,4 = 95,4 dB. La cuenta exacta arroja <L>
= 95,4036... dB mientras que con la expresión (58): <L> ≈ 98 - 3 = 95 dB.
Esta expresión resulta una buena aproximación, si se mantiene el crite-
rio de un error aceptado de 1 dB respecto del promedio “verdadero”.

Figura 6

Para un criterio con errores de incerteza menores que 1 dB, debe


efectuarse el promedio energético mediante la expresión exacta (55).

6. ESPECTROS DE NIVEL SONORO Y VALORES INDICES


Cada fuente sonora está caracterizada por su espectro de poten-
cia sonora que le es propio. Se trata de la discriminación de la energía so-
nora que emite por unidad de tiempo por cada unidad de frecuencia. De
este espectro surge el espectro de nivel sonoro en cada punto de un
espacio abierto o recinto cerrado. El segundo depende del primero a tra-
vés de la distancia a la fuente, su directividad, dimensiones y geometría
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 41

del recinto, su capacidad absorbente, ubicación de la fuente y el punto de


recepción y las características atmosféricas (presión, temperatura y
humedad ambiente).

Los sonidos más comunes tienen espectros continuos es decir,


que existe un valor de nivel sonoro para cada frecuencia. La obtención de
tal espectro es o bien prolongado o costoso a la vez que normalmente re-
presenta una información innecesariamente abundante, por lo que se
emplean bandas de cierto ancho que cubren todo el rango en frecuen-
cias de interés.

Figura 7

Las bandas más usuales son las de ancho de octavas cuyas


frecuencias centrales (en una escala logarítmica) están normalizados13 y
dados (en negrita) en la tabla 2 dentro del rango teórico de audición de
una persona otologicamente normal (unas 10 octavas).

13
Norma IRAM 4 061:1991, “Acústica. Frecuencias normales a utilizar en mediciones acústicas”.
42 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Tabla 2
FRECUENCIAS CENTRO DE BANDAS DE OCTAVAS Y TERCIOS DE OCTAVA
Banda de Frecuencia (Hz)
10
12,5
16
20
25
31,5
40
50
63
80
100
125
160
200
250
315
400
500
630
800
1.000
1.250
1.600
2.000
2.500
3.150
4.000
5.000
6.300
8.000
10.000 En negrita las bandas de
12.500 octavas dentro del rango
16.000 de audición (unas 10
20.000 octavas).
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 43

Por su definición, cada valor central es el doble del anterior. En


general una frecuencia fn es n octavas superior a otra fo cuando se cum-
ple la relación

fn = 2 n fo
(59)

Si se requiere mejorar la aproximación entre el espectro medido


y el “real”, deben emplearse bandas más angostas, lo que usualmente se
satisface con las bandas de tercios de octavas también normalizadas, cu-
yos valores centrales son todos los de la tabla 2.

Cada octava contiene tres tercios: el de igual valor central y sus 2


adyacentes. Los valores centrales de las bandas de tercios pueden ob-
tenerse a partir de uno cualquiera (central) f1 mediante:

f n = 3 2 n f1 (60)

En la tabla 3 se dan valores de anchos de bandas de octavas y ter-


cio de octavas y las frecuencias de sus respectivos extremos. Cada uno de
estos valores se calcula a partir de cada frecuencia central denotada
como fo. La diferencia de los valores de las dos últimas columnas coinci-
den con la tercera.

Tabla 3
FRECUENCIAS DE CORTE Y ANCHOS DE BANDA NOMINALES (Hz)
Ancho de banda Frecuencia central Ancho de banda Frecuencia de corte
Inferior Superior
1/1 fo fox0,707 fox0,707 fox1,414
1/3 fo fox0,231 fox0,891 fo x 1,123

Puede observarse que los anchos de cada banda van aumentan-


do con el incremento de la frecuencia central (fo) de cada una. Por ejem-
plo, para la banda de octava centrada en 125 Hz, su ancho es de aproxi-
44 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

madamente 88 Hz, siendo 707 Hz para la de 1 000 Hz. Esto representa un


ancho porcentual constante del 70,5% para octavas y del 23% para ter-
cios. La razón para esta adopción de ancho porcentual constante, es que
la discriminación del oído humano entre dos frecuencias, es menor cuan-
to mayor sea su altura (mayor poder de discriminación para graves). Es
una nueva aplicación de la Ley de Weber-Fechner ya mencionada.

Para pasar de un espectro de tercios a uno de octavas debe hacer-


se la suma energética de los niveles sonoros de las tres bandas de tercios
incluidas en su octava, siguiendo el proceso de sumas energéticas ya
visto. En forma explícita,

⎛ 3 ⎞
Loct = 10 lg ⎜⎜ ∑ 10 0,1×Li ⎟⎟ dB
⎝ i =1 ⎠ (61)

donde Loct es el nivel sonoro de una banda de octavas, en la que los tres
niveles Li corresponden a sus tres tercios integrantes. Obviamente el
paso de un espectro de octavas a uno de tercios, es imposible sin infor-
mación adicional.

En la figura 8 se da un ejemplo que ilustra la importancia de indi-


car el ancho de la banda cuando se da un valor de nivel sonoro. Se mues-
tra cada una de las 707 componentes de ancho 1 Hz dentro de la banda
de octava centrada en 1 000 Hz. En particular se destaca con una flecha
la posición de su frecuencia central a la que corresponde el nivel de
52,7 dB.

Se superponen también los tres tercios de la banda, siendo para


el tercio centrado en 1 000 Hz, el nivel igual a 76,9 dB. De esta manera
cuando se refiere al nivel sonoro de los 1 000 Hz para este caso, tanto
podría decirse 52,7; 76,9 ó 81,9 dB. Para perder ambigüedad deberá acla-
rarse el tipo de banda. Otra manera equivalente es decir p.e. que 80 dB
en la banda de octava centrada en 1 000 Hz representa una energía me-
nor por unidad de frecuencia que 80 dB en la de tercios de 1 000 Hz.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 45

Figura 8

En la figura 9 se muestra otro ejemplo de un mismo ruido represen-


tado por su espectros en bandas de octavas, de tercios de octavas y de ancho
1 Hz. Se observa que el de tercios “sigue” más fielmente al de banda unita-
ria. Los niveles sonoros reflejan los valores reales entre las bandas.

La banda centrada en 4 000 Hz no se representa porque no está


completa y sólo cabe considerar la de tercios centrada en 3 150 Hz, primer
tercio de la octava faltante.

En todo lo anterior se consideraron relaciones entre energías,


pero no entre sensibilidades auditivas para el oído humano. Trabajos de
investigación de larga data han concluido que se es más sensible para los
rangos medios de frecuencias y en menos medida para los más agudos y
menos aún, para las bajas frecuencias.

Se muestra en la figura 10, seis curvas de igual sensibilidad audi-


tiva para tonos puros con incidencia normal. Siguiendo cualquiera de
esas curvas, una persona representativa de las respuestas estadísticas de
numerosas bajo ensayo, interpretaría que la fuerza sonora de un tono se
mantiene constante mientras cambia la frecuencia del sonido que reci-
be. El juego de variar el nivel sonoro del tono, compensando el cambio de
46 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

la frecuencia que permita mantenerse en una misma curva, da origen a


la escala en fones.
ESPECTROS EN TRES ANCHOS DE BANDA
Ancho de 1 Hz Tercios Octavas
90

80

70

60
Nivel sonoro (dB)

50

40

30

20

10
125Hz
125 250Hz
250 500Hz
500 11000
000 Hz 22 000
000 Hz 4 4000
000Hz

0
100 1000 10000
Frecuencia (Hz) Figura 9

Figura 9

Un valor en fones se corresponde con una de las curvas de la


familia ilustrada con seis de ellas. Cada una de las curvas define enton-
ces, un nivel de sonoridad identificado por un valor en fones. N fones
corresponde al nivel sonoro de la curva representada, que tiene N dB
como nivel sonoro para la frecuencia de 1 kHz.

En un afán por simplificar la información representada por su


espectro, pero manteniendo la información esencial que se quiere anali-
zar, se han definido índices numéricos. Los más conocidos y también los
primeros aceptados internacionalmente son los que se conocen como
dBA, dBB y dBC. A la que se agregan los dBZ que corresponde a la respues-
ta lineal, sin ponderación. Cada uno de tres primeros se basa en una cur-
va de ponderación que tiene en cuenta la sensibilidad relativa del oído
humano para tres rangos de fuerza sonora. Para ello se tuvieron en cuen-
ta tres perfiles de la figura 10, pero invertidos. Resulta así que se muestran
curvas de ponderación que indican los valores por frecuencia que deberí-
an adicionarse a los niveles de un espectro, para que de esa manera el
oído humano tuviera una misma sensación de fuerza sonora para las dis-
tintas componentes de su espectro. En la figura 11 se muestran esas tres
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 47

curvas (cada una es la inversa de la original representada por un valor en


fones).

Figura 10

Figura 11

Es obvio que pudo haberse definido una cantidad mayor de cur-


vas de ponderación hasta saturar el abecedario. Pero sorprendente-
48 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

mente se encontró que el nivel sonoro medido en la escala de pondera-


ción A, tiene una correlación muy fuerte con el riesgo de daño auditivo e
incluso con la sensación de molestia, para el rango usual de niveles sono-
ros. De esta manera, la escala en dBA se la emplea en normas y legisla-
ciones como una medida objetiva, para limitar los niveles sonoros a fin
de evitar daño o molestia.

Figura 12

Los valores relativos de las curvas de ponderación A, B y C se dan


en la tabla 4 y representan la atenuación relativa en dB, para cada una de
las bandas de frecuencias, los que se encuentran normalizados. Se los
grafica en la figura 12.

Los valores de ponderación A se basaron en los perfiles en el


rango por debajo de 55 fones, la B en el rango entre 55 y 85 fones y la C
por sobre ese rango. Son una idealización de las originales de la figura 10
(invertidas), para asimilarles una expresión funcional.

La obtención del equivalente en dBA de un espectro cualquiera


puede hacerse mediante mediciones con equipos que posean una de tales
escalas (prácticamente todos), o bien mediante cálculos de ponderación
que involucran a los niveles sonoros del espectro que se trate y a la tabla 4.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 49

Tabla 4
VALORES DE PONDERACIÓN DE LAS ESCALAS A, B Y C EN dB
Banda Ponderación A Ponderación B Ponderación C
10 -70,4 -38,2 -14,3
12,5 -63,4 -33,2 -11,2
16 -56,7 -28,5 -8,5
20 -50,5 -24,2 -6,2
25 -44,7 -20,4 -4,4
31,5 -39,4 -17,1 -3,0
40 -34,6 -14,2 -2,0
50 -30,2 -11,6 -1,3
63 -26,2 -9,3 -0,8
80 -22,5 -7,4 -0,5
100 -19,1 -5,6 -0,3
125 -16,1 -4,2 -0,2
160 -13,4 -3,0 -0,1
200 -10,9 -2,0 0,0
250 -8,6 -1,3 0,0
315 -6,6 -0,8 0,0
400 -4,8 -0,5 0,0
500 -3,2 -0,3 0,0
630 -1,9 -0,1 0,0
800 -0,8 0,0 0,0
1000 0,0 0,0 0,0
1250 0,6 0,0 0,0
1600 1,0 0,0 -0,1
2000 1,2 -0,1 -0,2
2500 1,3 -0,2 -0,3
3150 1,2 -0,4 -0,5
4000 1,0 -0,7 -0,8
5000 0,5 -1,2 -1,3
6300 -0,1 -1,9 -2,0
8000 -1,1 -2,9 -3,0
10000 -2,5 -4,3 -4,4
12500 -4,3 -6,1 -6,2
16000 -6,6 -8,4 -8,5
20000 -9,3 -11,1 -11,2
50 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El procedimiento para obtener el equivalente en dBA a partir de


un espectro en bandas es el siguiente:

1. Se deben sumar algebraicamente los valores de nivel sonoro del es-


pectro con los correspondientes de la ponderación A (tabla 4) para
cada frecuencia (con el signo que corresponda);

2. Se deben sumar energéticamente (⊕) entre sí, todos los valores de


nivel sonoro del nuevo espectro corregido que se obtuvo en el paso
anterior;

El número resultante es el valor de nivel sonoro expresado en


dBA. Formalmente, debe resolverse la expresión:

L A = 10 lg [∑10 0 ,1×(Li + A i )
] dBA
(62)

donde LA es el valor resultante en dBA, Li es el nivel sonoro de la i-ésima


banda de frecuencias y Ai es el valor de ponderación para la misma
banda. La sumatoria se extiende para todas las bandas del espectro que
se trate.

A modo de ejemplo, sea el espectro de una conversación medido


tanto en bandas de tercios como de octavas que se muestra en la tabla
5.a. El paso 1 está resuelto en las columnas 4 y 5 de la tabla 5.b (suma de
los niveles del espectro con los valores de ponderación A).

La suma energética de los valores que allí figuran (paso 2), se


efectúa según el procedimiento dado más arriba y es la que permite
obtener el resultado buscado con ambas discriminaciones del mismo
espectro: tercios y octavas.

LA = 63,5 dBA.

Este cálculo puede emplearse como prueba de cierre cuando se


mide un ruido en la escala A y se levanta un espectro en bandas de fre-
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 51

cuencias: el cálculo en dBA debería dar un valor muy próximo al medido.

Tabla 5.a
ESPECTRO DE UNA CONVERSACION
Banda Frecuencia central Espectro
1/1 1/3 (Hz) En tercios En octavas
1 100 43,0
1 2 125 45,5 51,1
3 160 48,7
4 200 53,0
2 5 250 55,8 62,1
6 315 60,2
7 400 60,7
3 8 500 59,1 63,9
9 630 56,5
10 800 55,8
4 11 1000 53,9 58,6
12 1250 49,8
13 1600 48,3
5 14 2000 46,9 51,5
15 2500 43,8
16 3150 41,2
6 17 4000 39,4 43,9
18 5000 34,6

Tabla 5.b
ESPECTRO DE UNA CONVERSACION EXPRESADO EN dBA
Ancho de banda Frecuencia central Espectro
1/1 1/3 (Hz) En tercios En octavas
1 100 23,9
1 2 125 29,4 36,5
3 160 35,3
4 200 42,1
2 5 250 47,2 54,5
6 315 53,6
7 400 55,9
3 8 500 55,9 60,3
52 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Ancho de banda Frecuencia central Espectro


1/1 1/3 (Hz) En tercios En octavas
9 630 54,6
10 800 55,0
4 11 1000 53,9 58,3
12 1250 50,4
13 1600 49,3
5 14 2000 48,1 52,6
15 2500 45,1
16 3150 42,4
6 17 4000 40,4 45,0
18 5000 35,1

El uso de mediciones en la escala A o su cálculo surge de su exi-


gencia según la legislación y normativa vigentes (a nivel nacional e inter-
nacional) apoyado en la ventaja de tener una buena relación con el ries-
go de daño auditivo.

Sin embargo, si solo se dispone de un valor en dBA, la posibilidad


de diseñar soluciones para control de ruidos se verán muy disminuidas
por información insuficiente. No se está en condiciones de conocer la dis-
tribución de energía sonora dentro del espectro del ruido en cuestión,
pudiéndose cometer errores de predicción muy groseros14, (aunque este
tema queda fuera del marco de este texto).

A modo de ejemplo, verifique el lector que los dos espectros si-


guientes que son notablemente diferentes, tienen un mismo valor en dBA:

frecuencia (Hz) ---> 125 250 500 1 000 2 000 4 000


nivel sonoro 1 (dB) --> 30 39 50 48 45 40
nivel sonoro 2 (dB) --> 61 55 50 45 39 34

Es evidente que a pesar de tener ambos el mismo valor 52,2 dBA,


la naturaleza de los espectros es totalmente diferente, por lo que las téc-
nicas a aplicar para atenuarlos también serán diferentes: para el segun-
14
J.C.Giménez de Paz, “Shortcomings of weighted averages for noise control design”. Inter-Noise 77, Zürich, 1-
3/3/1977. Proceedings B375/B380.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 53

do habrá que extremar los cuidados en las bajas frecuencias, mientras


que ello no será de importancia para el primero.

7. NIVEL SONORO CONTINUO EQUIVALENTE Y DOSIS


Para ciertos análisis de sonidos puede prescindirse de su
comportamiento real mediante idealizaciones que simplifiquen su estu-
dio pero que permitan mantener acotadas las variaciones de los paráme-
tros sujetos a estudio. Tal es el caso de emplear filtros de bandas de fre-
cuencias para conocer el espectro del sonido en cuestión. La escala en
dBA es otro ejemplo.

En este sentido, para prever el riesgo de hipoacusia por ruidos no


impulsivos, puede reemplazarse la evolución real de los ruidos por otro
ficticio con un nivel constante con la condición de mantener la misma
energía sonora durante el lapso de estudio o permanencia. Por supuesto
que esta simplificación hará perder propiedades del ruido real como por
ejemplo (y obviamente) su verdadera evolución temporal, pero cuando
solo se quiere determinar la agresión sobre el sistema auditivo, esa pér-
dida es menos importante que el beneficio de la simpleza ganada.

Esto se hace dentro del marco del llamado Principio de Igual


Energía” que postula que el riesgo de hipoacusia está dado por la dosis
de ruido recibida es decir, por la acumulación de energía sonora a lo lar-
go del tiempo de agresión. Así se ha definido el índice llamado Nivel so-
noro continuo equivalente15 (Leq) que es el resultado de reemplazar a la
evolución temporal del nivel sonoro real expresado en dBA, por un valor
promedio que conserve la misma dosis.

Supóngase que durante el tiempo t1 el nivel sonoro se mantiene


en un valor L1 expresado en dBA, durante el tiempo t2 en un valor L2, etc.
todo lo cual se registra a lo largo de un tiempo t. Para calcular la energía
sonora total que ha estado presente durante ese tiempo t, se debe sumar
15
Esta definición conceptual puede ampliarse en la literatura acústica. Buscar por "equivalente sound level" en,
http://books.google.com, seleccionar entre otros muchos, L.H.Bell "Industrial Noise Control. Fundamentals and
Applications", pág.549 y ss.
54 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

la energía correspondiente a cada intervalo ti. El valor medio de esa


sumatoria dado por la expresión (63) es lo que define16 al LAeq.

⎡1 n ⎤
L Aeq = 10 lg ⎢ ∑ 10 0,1×Li
× ti ⎥ dBA
⎣ t i =1 ⎦
en la que (63)
n
t = ∑t
i =1
i

A modo de ejemplo, sea el caso muy simplificado de un ruido que


está caracterizado en la tabla 6, para una jornada de 8 h e ilustrado en el
gráfico de la figura 13.

Figura 13

Tabla 6
TABLA PARA CALCULO DE LAeq
Durante ti Con un nivel Li
1h 85 dBA
5h 90 dBA
2h 95 dBA
16
LAeq lo adoptan las normas IRAM e ISO cuando el valor está referido a la escala de ponderación A. LAeq = 80 dB, se
debe entender como 80 dBA. Para evitar posibles errores de interpretación, se enfatizará LAeq = 80 dBA. Cuando
solo se refiera al concepto, se escribirá Leq.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 55

Aplicando la definición anterior se llega a

( ) ( ) (
⎡ 10 8 ,5 × 1 + 10 9 × 5 + 10 9 ,5 × 2 ⎤
L Aeq = 10 lg ⎢
)
⎥=
⎣ 1+ 5 + 2 ⎦
⎡11640 783 090 ⎤
= 10 lg ⎢ ⎥=
⎣ 8 ⎦
= 91,6 dBA

Entonces, si un ruido tiene durante 8 h un nivel sonoro constan-


te de 91,6 dBA, la energía recibida en el mismo lapso (dosis) es la misma
que la que corresponde al sonido original de la tabla, por lo que ambos
representarían el mismo riesgo de hipoacusia. En realidad esta con-
clusión es válida para dosis consideradas durante tiempos prolongados
de exposición. Las estadísticas sobre riesgo de hipoacusia por ruidos con-
sideran exposiciones durante jornadas a lo largo de 10 o más años.

Una información equivalente se logra directamente mediante el


cálculo o la medición de la dosis (D) de energía sonora recibida. Esta se
define como la relación entre los tiempos a los que se está expuesto a
cada nivel sonoro y los permitidos para esos mismos niveles:

n
Ti
D=∑
i =1 t i
(64)

donde para cada i = 1, 2, ... n, Ti es el tiempo en que estuvo presente el


nivel sonoro Li para el cual está permitido un tiempo máximo ti. Surge
inmediatamente que este valor debe ser menor que la unidad para que
la dosis sea menor que el máximo permitido (LAeq = 85 dBA ó D = 1).

La expresión que permite calcular el tiempo máximo permitido


para cada uno de los denominadores es la siguiente,
56 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

t i = 8 × 10 0,1×(85 −Li ) h (65)


(el resultado es en horas y fracción decimal de horas.

Por extensión, si se conoce el LAeq total, se puede calcular el tiem-


po total t permitido reemplazando Li por LAeq en la expresión anterior y ti
por t. Este valor corresponde a los dados en en la Resolución 295/200317,18.
Inversamente, dado el tiempo t se puede calcular el LAeq máximo permi-
tido para esa exposición para no superar al equivalente permitido de
85 dBA durante 8 h.

⎛t⎞
L Aeq = 85 − 10 lg ⎜ ⎟ dBA
⎝8⎠ (66)

Aplicando la definición (64) al caso de los datos de la tabla 5, [se


reproducen en la tabla 7, con el agregado de una tercera columna con va-
lores obtenidos mediante la expresión (65)], se obtiene

1 5 2
D= + + = 0,125 + 2,0 + 2,5 = 4,625 > 1
8 2,5 0,8

Tabla 7
TIEMPOS DE EXPOSICION Y PERMITIDOS PARA EL EJEMPLO
Nivel LiTiempo de exposición Tiempo permitido
85 dBA 1h 8h
90 dBA 5h 2 h 32 min
95 dBA 2h 0 h 48 min

Debe notarse que para el resultado anterior colaboran


fundamentalmente el denominador reducido del tercer sumando (poco
17
Resolución 295/2003 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social publicado el 10 de noviembre de 2003,
modificatorio del Decreto 351/79 publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina Nº 24 170 de fecha 22 de
mayo de 1979, reglamentario de la Ley Nacional Nacional Nº 19 587 sancionada y promulgada el 21 de abril de 1972
(HIGIENE Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO).
18
Documento completo en: http://infoleg.mecon.gov.ar/txtnorma/90396.htm.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 57

tiempo permitido para los 95 dBA) y el numerador elevado del segundo


sumando (tiempo prolongado de presencia de los 90 dBA). El primer su-
mando no contribuye en la práctica por el tiempo permitido prolongado.

D=
1 n
[
∑ 10 0,1×(Li −85 ) × t i
t i =1
]
(67)

donde t es el tiempo total de la exposición y cada sumando contiene a


cada uno de los niveles sonoros Li presentes durante el tiempo ti.

Para el ejemplo bajo consideración y con los datos de la tabla 7,


se puede calcular la dosis mediante la expresión (67),

D=
1
8
[( ) ( ) (
10 0,1×(85 −85 ) × 1 + 10 0,1× (90 −85 ) × 5 + 10 0,1×(95 −85 ) × 2 = )]
=
1
8
[( ) ( ) (
10 0 × 1 + 10 0,5 × 5 + 10 1 × 2 = )]
1 36,8
= [1 + 15,8 + 20] = = 4,6
8 8

valor que coincide (prácticamente) con el anterior.

Dado que LAeq y D son dos formas de expresar lo mismo, ambos se


relacionan mediante:

L Aeq = 85 + 10 × lg (D ) dBA
(68)

la que con D = 4,6 permite obtener LAeq = 91,6 dBA, valor coincidente con
el calculado con la (64), salvo por redondeos.

La inversa de la anterior se expresa como,


58 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

0 ,1×(LAeq −85 )
D = 10 (69)

Como ya se anticipó, para estos cálculos se adoptó el “Principio de I-


gual Energía” que da origen a la calificación q = 3 adoptado por nuestra legis-
lación laboral17,19 y las normas ISO20, en contraposición con la norteamericana21
para la que esta tasa de transferencia es q = 5. El primero significa que un
aumento del tiempo de la exposición al ruido al doble [disminución a la
mitad] se compensa con una disminución [aumento] en 3 dBA del nivel sono-
ro; el segundo, que esa compensación se logra con una variación de 5 dBA.

En la tabla 8 se comparan los tiempos permitidos para las cuatro


combinaciones posibles considerando dos valores de nivel máximos (85
y 90 dBA) y dos tasas (q = 3 y q = 5).

Con poco pensarlo, se puede concluir que la relación aceptada


entre niveles sonoros y tiempos de exposición, (q = 3, 5 u otro valor) es
tan o más importante que el valor de LAeq máximo aceptado como “dosis
no dañina” (90 dBA, 85 dBA u otro valor).

Tabla 8
TIEMPOS MAXIMOS PERMITIDOS PARA 2 VALORES DE q Y LAeq
Dosis máxima admitida
LAeq en dBA Lm = 90 dBA Lm = 85 dBA
q=3 q=5 q=3 q=5
85 > 24 15:58 8:00 8:00
90 8:00 8:00 2:32 4:01
95 2:32 4:01 0:48 2:01
100 0:48 2:01 0:15 1:00
105 0:15 1:00 0:05 0:30
110 0:05 0:30 0:02 0:15
115 0:02 0:15 <:01 0:08

Nota: valores redondeados al minuto.

19
Norma IRAM 4079-2:2006 "Ruidos - Niveles máximos admisibles en ámbitos laborales para evitar deterioro audi-
tivo". Parte 2, "Ruidos. Niveles máximos admisibles en ámbitos laborales para evitar deterioro auditivo".
20
Recomendación Internacional ISO 1999:1990, "Acoustics. Determination of occupational noise exposure stan-
dard and estimation of noise-induced hearing impairment".
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 59

En efecto, si se consideran estos dos criterios más difundidos en


la actualidad: una dosis para 8 horas de 85 y 90 dBA y un factor q = 3 y 5,
se pueden observar los tiempos resultantes permitidos para distintos
niveles en la tabla 8. Estos valores se calcularon con la expresión (70),
que es una generalización de la (65).

t = 8 × 10 (LM −L )/ Q h (70)

en la que Q = q/0,3, LM es el LAeq máximo aceptado y L es el existente.

Otra forma de escribir lo mismo (álgebra mediante) es utilizando


la expresión:

t = 8 × 2 (LM −L )/ q h (71)

en la que se emplea directamente el factor q (=3, 5 u otro valor). Los valo-


res resultantes varían levemente de la anterior en los redondeos, espe-
cialmente por considerar a lg(2) ≡ 0,3.

Queda claro que lo que debe evaluarse es la dosis o el LAeq y no los


valores instantáneos de nivel sonoro, en la escala A u otra. No debe califi-
carse un lugar de trabajo mediante mediciones puntuales de nivel sonoro.

En el gráfico de la figura 14 se muestran los tiempos permitidos


para mantener la misma dosis: en un caso según la versión del Decreto
351/79 (90 dBA para 8 h), coincidente con la vieja versión de la IRAM 4079
y en el otro, según la versión de la Resolución 295/2003, coincidente con
la parte 2 de la actual IRAM 4079. Para la primera, a la vez de más permi-
siva, no tiene límites en los niveles involucrados, mientras que la segun-
da, incorpora las condiciones de la parte 1 de la norma IRAM 4079 entre
los límites de 85 y 100 dBA.

21
Department of Labor, Occupational Noise Exposure Standard. U.S. A. (Code of Federal Regulations, Title 29,
Chapter XVII, Part 1910, Subpart G, 36 FR 10466, 29 de mayo de 1971 más actualización 48 FR 9776-9785 del 8 de
marzo de 1983.
60 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Partiendo de la expresión (70) se puede mostrar que la variación de


un nivel máximo permitido de 90 dBA a otro de 85 dBA (manteniendo el
mismo q) provoca una disminución entre los tiempos de exposición permi-
tidos, en un factor 0,32. Así lo permitido para 8 h, queda reducido a 8 h x
0,32 = 2,56 h (2:32 h). En efecto, de la (70), aplicada a 85 y 90 dBA,

t 85 = 8 × 10 0,1×( 85 −L ) ; t 90 = 8 × 10 0,1×( 90 −L )
t 85
→ = 10 0,1×(85 −90 ) = 10 −0,1×(5 ) = 0,32
t 90

En definitiva, al valor medido o calculado de nivel sonoro conti-


nuo equivalente se lo debe contrastar con la dosis máxima admitida. Si
es mayor, deben ejecutarse trabajos para la atenuación sonora y/o dis-
minuirse los tiempos de exposición, a fin de reducir esa dosis hasta que-
dar por debajo de lo permitido.
TIEMPOS MAXIMOS PERMITIDOS PARA DOS CONDICIONES

10000
Leq(90 dB; 8 h) Leq(85 dB;8 h)

85 dBA; 24 h

1000
Tiempo en minutos

90 dBA; 8 h

85 dBA; 8 h

90 dBA; 2:32 h
100
100 dBA; 0:48 h

100 dBA; 0:15 h


10
80 85 90 95 100 105 110
Nivel sonoro continuo equivalente (dBA)
Figura 14

Figura 14

Un comentario acerca del tiempo de toma de muestras. Si el nivel


sonoro es aleatorio como suele suceder con los procesos continuos (tex-
til, grupo generador, transformador y muchos otros ejemplos), es sufi-
ciente con tomar varios minutos hasta que la lectura muestre un valor
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 61

estable. Si el proceso es cíclico, se deberá tomar un ciclo completo que


incluya a los diferentes valores del proceso. Si el proceso tiene valores
bien diferenciados, habrá que tomar muestras representativas de cada
uno de ellos.

Por ejemplo, si se trata de cuatro intervalos bien diferenciados,


cada uno durante lapsos ti (Σ ti = t) dando valores LAeq,i representativos
para cada uno, el LAeq final será el resultante de

4
t
LAeq = ∑ i 10 Aeq ,i
0,1×L
dBA
i =1 t

Cuando el valor medido de LAeq durante el lapso es representati-


vo de la jornada, resulta ser el de la jornada. Lo leído en el equipo de
medición iguala al valor de toda la jornada. Si lo medido durante un
tiempo menor a la jornada de 8 h, corresponde al tiempo total de expo-
sición, entonces se lo debe considerar como válido para toda la jornada22.
Finalmente, si lo medido (LAeq,8) debe aplicarse a una jornada mayor a las
8 h, el valor a considerar (LAeq,t) se lo debe corregir.

⎛t ⎞
L Aeq,t = L Aeq,8 + 10 lg ⎜ ⎟ dBA
⎝8⎠ (72)

Queda pendiente preguntarse si la medición en una jornada es


representativa para el ruido del lugar. Se puede responder afirmativa-
mente en base a un estudio estadístico23, si no se eligió un día particular-
mente atípico. Podría tomarse 2 días sólo por razones de seguridad como
el mismo autor propone.

22
Norma IRAM 4079-1:2006, "Ruidos. Niveles máximos admisbles en ámbitos laborales para evitar deterioro
auditivo". Parte 1, "Relación entre exposición al ruido y el desplazamiento permanente del umbral de audición".
(ISO 1999:1990).
23
A.Behar, "Noise exposure group surveys - Number of days to sample" Canadian Acoustics, 41 (2005) 41/44.
62 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Otro parámetro importante es el definido por la norma ISO 389124


como Sound Exposure Level (SEL) que permite la evaluación de eventos
individuales en su contribución al total. Formalmente como definición
operativa:

⎛ 1 n

SEL = 10 lg ⎜⎜ ∑ 10 0,1×Li
× t i ⎟⎟ dB (73)
⎝τ o i =1 ⎠

en la que los Li son cada uno de los n valores registrados en el lapso ti dentro del
período de duración del evento y τo = 1 s es el tiempo de referencia normalizado.

El significado de este parámetro válido solo para la interpreta-


ción de nivel sonoro continuo equivalente con q = 3, es que su valor re-
presenta un sonido tal que durante τo = 1 s contiene la misma energía que
el sonido verdadero durante el lapso t. Básicamente es un Leq normalizado
a un lapso to.

La expresión (73) es similar a la (63) con la que se definió al LAeq,


verificándose la siguiente igualdad que surge de ambas definiciones, en
las que difieren los tiempos,

⎛ t ⎞
SEL = L Aeq + 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟ dBA
⎝τ o ⎠ (74)

La comparación de la incidencia que tienen los eventos indivi-


duales (distintas fuentes o períodos de funcionamiento) no es directa a
través del LAeq por tener cada uno seguramente tiempos de presencia di-
ferentes. El reducirlos a valores SEL facilita esa comparación por referirse
siempre a un mismo lapso de 1 s.

A partir del valor SEL medido o calculado puede finalmente lle-


varse a un valor correspondiente de LAeq dentro de un período t median-
te la relación por la expresión que sigue.
24
Norma ISO 3891:1978 "Procedure for describing aircraft noise heard on the ground".
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 63

⎛ t ⎞
L Aeq ( t ) = SEL − 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟ dBA
⎝τ o ⎠ (75)

Por ejemplo para 1 h (= 3.600 s), será

L Aeq ( 8 h ) = SEL − 44,6 dBA

y para 8 h (= 28 800 s),

L Aeq ( 8 h ) = SEL − 44,6 dBA

Disponiendo entonces, de la energía presente por el evento


individual, se puede calcular el LAeq que habría en el período considerado
en su ausencia. Esto permite estimar la influencia del mismo en una jor-
nada laboral.

Sea por ejemplo el caso en el que por sobre un determinado ruido


de fondo se destacan durante 90 s, valores de nivel sonoro distribuidos
durante los siguientes tiempos breves:

Durante 15 s: 96 dBA
Durante 20 s: 97 dBA
Durante 12 s: 99 dBA
Durante 18 s: 100 dBA
Durante 25 s: 103 dBA
Tiempo total: 90 segundos

Mediante la expresión (73) se calcula el valor SEL que corresponde


a este evento compuesto.

SEL=10 lg [(109,6x15)+(109,7x 20)+(109,9x12)+(1010x18)+ (1010,3x25)]=


=10 lg (9,34088x1011)= 119,7 dBA
64 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Este valor, que físicamente no corresponde a ninguna energía


sonora presente en este ejemplo, es el valor buscado y que puede
compararse con otros valores SEL calculables o medibles en el lugar bajo
consideración. Para conocer cuál es el LAeq que le corresponde para una
jornada completa,

L Aeq = SEL − 44,6 = 119,7 − 44,6 = 75,1 dBA

Este valor de LAeq debido al evento analizado debe sumarse al que


corresponde al resto de los ruidos en el mismo lugar.

Existen en el mercado medidores de nivel sonoro integradores


que miden directamente este parámetro SEL.

8. Leq: COMPARACION ENTRE CRITERIOS


(Excusa para un cálculo)

Se consideran dos criterios que permiten observar los efectos de


los valores de referencia de nivel sonoro y factor de ponderación: OSHA25
(USA) para el que LM = 90 dBA, q=5 e ISO/IRAM, para las que LM = 85 dBA,
q=3.

Vale la pena recordar que el cálculo del nivel sonoro continuo e-


quivalente no depende del nivel de referencia (90, 85 dBA u otro) sino del
q adoptado que aparece disimulado en la expresión (63). En efecto, dicha
expresión es un caso particular de las (76) y coincide cuando q = 3 dado
que en ese caso, Q = q/lg(2) = 10. De ésta y con solo algunos pasos de
álgebra y la relación entre Q y q se llega a la forma explícita más general
y en función de q.

25
www.osha.gov/pls/oshaweb/owadisp.show_document?p_table=STANDARDS&p_id=9736
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 65

q ⎡1 n Li

Leq = lg ⎢ ∑ t i × 2 q ⎥ =
lg (2) ⎣ t i =1 ⎦
⎡1 ⎛ n L ⎞⎤
= Q × lg ⎢ ⎜⎜ ∑ t i × 10 i ⎟⎟⎥
Q⎠
⎣ t ⎝ i =1 ⎦ (76)

Los resultados de un medidor de Leq que responda a la OSHA difie-


ren de los obtenidos con otro que responda a ISO/IRAM para igual ruido.
Los valores medidos según criterios que adopten el mismo valor q, aunque
difieran en el valor de LM, tienen validez solo dentro de ellos mismos y son
irreconciliables con otros criterios, porque la expresión de cálculo contiene
a q en cada uno de los sumandos con valores individuales desconocidos

Recién a la hora de evaluar el valor de Leq obtenido, es cuando se


hace explícito el máximo aceptado [90, 85 dBA u otro] y donde divergen
las conclusiones entre una u otra norma.

De la misma forma, los tiempos máximos permitidos varían de


una norma a otra porque las expresiones que los permite calcular, tienen
explícitamente a los 2 valores de referencia: q y LM.

Esta misma conclusión se traslada al cálculo de dosis que incor-


pora a esas expresiones, en las que la segunda es más cómoda para
nuestras normas IRAM/ISO.

1
D= ∑
8 i
t i × 2 (Li −LM ) / q =

1
= ∑ t i × 10 (Li −LM ) / 10
8 i (77)

En estas expresiones se contrastan los tiempos de exposición per-


mitidos y en el caso de los criterios que adoptan el mismo valor de q y
mantienen distintos valores de base LM, esas diferencias son calculables.
66 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

L'M − L

t p' = 8 × 2 q
=
LM + Δ − L

= 8×2 q
=
⎛ Δ LM − L


= 2 × 8×2 q
q ⎟=
⎜ ⎟
⎝ ⎠
Δ

= 2q × tp

Si se consideran dos normas que comparten el mismo valor


de q pero difieren en el de base: una con LM y la otra con L’M = LM + Δ,
se tendrá una diferencia entre los respectivos tiempos permitidos
tp y t’p cuyo valor es el recién calculado.

Esto significa que si se mantiene el mismo factor q, disminuir


(aumentar) el valor base LM permite disminuir (aumentar) el tiempo per-
mitido en un factor igual a 2Δ/q. Pasar de OSHA a otra norma que mantie-
ne q = 5 con un salto de LM = 90 a 85 dBA [Δ = 5], el tiempo permitido dis-
minuye en un factor 25/5 = 2. Este resultado permite convertir los valores
de dosis o tiempos permitidos de una norma a otra, cuando el factor q
sea el mismo.

El caso de nuestra IRAM es un ejemplo: haber pasado de LM = 90


dBA a LM = 85 dBA (Δ = 5), manteniendo q = 3, implica un incremento en
la restricción de tiempos permitidos, 2 Δ 3 = 2 5 3 ≈ 3,2 como se había cal-
culado antes. Si para una dada condición, el tiempo permitido era 1 h, en
la condición actual será de sólo 1/3,2 = 0,31 h (ó 19 min).

Lo que no puede hacerse, es calcular el valor de D o Leq del crite-


rio ISO/IRAM (q = 3) con sólo conocer el obtenido con el criterio de OSHA
(q = 5) o viceversa, por no conocerse los valores puntuales de cada suman-
do (historia del ruido). Conocidos D o Leq en un criterio, no se puede infe-
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 67

rir el tiempo permitido en otro criterio que difiera en el valor de q. Queda


claro de las definiciones de Leq y D.

A modo de ejercicio, se muestra una simulación en los gráficos de


las figuras 15 y 16, con la evolución de un ruido a lo largo de los 480 minu-
tos de una jornada laboral, a través de sus valores en dBA registrados cada
minuto. La figura 15 muestra la evolución del Leq (ISO/IRAM) en ese tiempo,
junto con el que su hubiera obtenido según criterio OSHA. Las variaciones
entre esos valores globales es de menos de 1 dBA por las aproximaciones.

Figura 15

La figura 16 muestra los valores que van adquiriendo los tiempos


permitidos para una y otro criterio (ISO/IRAM y OSHA) a medida que
transcurre el tiempo. Esto quiere decir, que en cada instante de la jorna-
da, se considera la evolución del ruido como si fuera representativo para
toda la jornada. (lo que recién comienza a ser cierto luego de 2 h).
68 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Figura 16

Obviamente, los tiempos permitidos resultantes de la condición


final de la jornada, se relacionan con los valores finales de nivel sonoro
continuo equivalente para uno y otro criterio, a través de las expresiones
70 y 71. Las diferencias entre ellos están dados por los muy diferentes
tiempos permitidos para uno y otro criterio.

Se remarca nuevamente el papel esencial que cumple el factor


q, menos visible que el LM en la formulación de las legislaciones que ten-
gan como objetivo la protección de la audición por ruidos.

9. INFLUENCIA DEL NIVEL SONORO DE UNA BANDA


EN EL TOTAL (Excusa para un ejercicio)

No es extraño encontrar ruidos en la industria en los que se desta-


que en forma audible el nivel sonoro de una banda de frecuencias por so-
bre el nivel general. Es de interés poder estimar la influencia de aquél
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 69

sobre la de éste, ya que en la legislación se refiere a este hecho26. Justifica


además tomarlo como ejercicio de operación con decibeles. Para esta esti-
mación considérese un espectro arbitrario en bandas de tercios de oc-
tavas con valores de nivel sonoro individuales Li para cada una de sus n
bandas, y un valor global en dBA igual a LA resultante de los valores de
nivel ponderados con los respectivos Ai para cada banda (ya tabulados).

Por simplicidad operativa, se tomará un espectro con igual valor


L de nivel sonoro en cada banda (ruido rosa), es decir que Li = L para todo
i. Para este caso es sencillo calcular mediante algunos pasos algebraicos,
que el nivel sonoro LA en dBA toma el valor de una de sus bandas más
una constante tal como se muestra en las igualdades (78), donde L es el
nivel sonoro de cualquiera de sus bandas de frecuencias (válido para el
caso del ruido rosa adoptado) y A es una constante que resulta de los va-
lores de ponderación de la curva A. Para las 11 bandas de octavas, A ≈
7,17 dB y para las 34 de tercios de octavas, A ≈ 11,95 dB.

n
LA = 10 lg ∑ 10 0,1×(L + Ai ) =
i =1

⎡ n ⎤
= 10 lg ⎢∑ 10 0,1×L × 10 0,1× Ai ⎥ =
⎣ i =1 ⎦
⎡ n

= 10 lg ⎢10 0,1×L ∑ 10 0,1× Ai ⎥ =
⎣ i =1 ⎦
n
= L + 10 lg ∑ 10 0,1× Ai = L + A
i =1 (78)

Si ahora se modifica una sola de sus bandas, la j-ésima, pasando


del valor original L al Lj = L + Δ, el nuevo valor L’A en dBA del espectro
resultante está dado por la expresión que sigue
26
Anexo V, ítem 5, apartado 5.4: "Cuando los ruidos medidos contengan tonos puros audibles, se agregarán 10 dB
a la lectura del instrumento antes de determinar la dosis.
Se consideran tonos puros audibles, aquellos que incrementan el nivel de una banda de tercio de octava en por
lo menos 10 dB con respecto a sus contiguas".
70 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

⎡⎛ ⎞ 0 ,1(L + Δ + A j )⎤
L A = 10 lg ⎢⎜⎜ ∑ 10 0 ,1×(L + Ai ) ⎟⎟ + 10 ⎥
⎣⎢⎝ i ≠ j ⎠ ⎦⎥ (79)

en el que la sumatoria es sobre todos los sumandos, excepto el j-ésimo.

Con el objeto de lograr una expresión con una forma más com-
pacta, se suma y resta el término

0 ,1×(L + A j )
± 10

con lo que se llega a las expresiones (80) en las que la sumatoria es sobre
todos las componentes, incluida ahora la j-ésima banda.

⎡n 0 ,1×(L + Δ + A j ) 0 ,1×(L + A j )⎤
L A = 10 lg ⎢∑ 10 0 ,1×(L + Ai )+ 10 − 10 ⎥=
⎣ i =1 ⎦
⎡ ⎤
n ⎢ 10 0 ,1×(L + Δ + Ai ) − 10 0 ,1×(L + A j ) ⎥
= 10 lg ∑ 10 0 ,1×(L + Ai ) + 10 lg ⎢1 + ⎥
⎢ ⎥
n
i =1



i =1
10 0 ,1×(L + Ai )

⎦ (80)

El primer sumando de esta última expresión es exactamente


igual a la expresión de partida, es decir, al nivel sonoro total del espectro
original sin modificar ninguna de sus bandas. Por lo tanto, el segundo
sumando es la variación en el valor global del espectro por haber mo-
dificado la j-ésima banda de nivel sonoro. El segundo sumando puede
reescribirse de la forma (habiendo simplificado 10L):
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 71

⎡ ⎤
⎢ 0 ,1×(Δ + A j ) 0 ,1× A j ⎥
10 − 10

10 lg 1 + n

⎢ ⎥
⎢⎣ ∑
i =1
10 0 ,1× Ai
⎥⎦
(81)

o en forma más compacta:

⎡ ⎤

10 lg ⎢1 +
10
0 ,1× A j
× 10 (
0 ,1×Δ
−1 ⎥

)
n
⎢ ⎥
⎢⎣ ∑i =1
10 0 ,1× Ai
⎥⎦
(81’)

y mantiene su significado: es la diferencia en el valor global del nivel


sonoro del espectro expresado en dBA por la diferencia Δ en dB en el
nivel sonoro en una sola de sus bandas. Debido a que esta expresión
depende del valor de Aj (valor de la curva de ponderación A de la banda
modificada), resulta en consecuencia que aquella diferencia depende
obviamente de la banda en la que varió su nivel sonoro.

Se puede compactar al denominar de esta expresión, haciéndolo


igual a:

∑10
i =1
0 ,1 × Ai
= 10 0 ,1×A

que toma los valores 5,2 ó 15,7 de acuerdo con el valor de A (7,17 dB
o 11,95 dB) según que se considere el espectro en bandas de octa-
vas o tercios de octavas.

La expresión (81) que relaciona la variación en el nivel glo-


bal en dBA del espectro por la variación de una de sus bandas de
72 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

tercios de octavas se ilustra en el gráfico de la figura 17, válido solo


para un ruido rosa, pero resulta ilustrativo de los órdenes de mag-
nitud involucrados. Del gráfico se concluye que aumentos tan
variados como 20 dB en las bandas de tercios de 2 000 ó 4 000 Hz,
o 30 dB en la de 250 Hz provocan un aumento global de 10 dBA.
Incrementar en 10 dBA al global cuando una banda de tercios
difiere de sus adyacentes en 10 dB o más puede producir un error
por defecto o exceso importante (al menos estrictamente para
ruido rosa).

Figura 17

10. SISTEMA AUDITIVO

El sistema auditivo de los humanos es una compleja sucesión de


sub sistemas que se inicia con uno aéreo (oído externo), sigue uno mecá-
nico (oído intermedio) y finalmente uno eléctrico (oído interno) en un
medio líquido.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 73

Figura 18 [E]: Oído externo [M]: Oído medio [I]: Oído interno

La anatomía y fisiología del sistema auditivo es un tema neta-


mente médico, de manera que se restringe su tratamiento a las pocas
palabras de este apartado. Un excelente artículo se publicó al respecto,
en la revista española de acústica27, el que también se puede consultar en
internet28.

En forma muy resumida, se puede decir que el oído externo que


está en el medio aéreo, es el encargado de captar la señal sonora; el
medio, constituido por una cadena móvil de tres pequeños huesos, es un
adaptador de impedancias del externo al interno (del tímpano a la ven-
tana oval) y el interno, de transformar la señal recibida en otra que
pueda ser interpretada por el cerebro.

Es interesante señalar que la transducción en el oído interno, a


señales eléctricas para ser interpretadas en el cerebro, se produce en la
membrana basilar (órgano de Corti). Actúa como una suerte de filtro,
posicionándose las frecuencias activadas a lo largo de su desarrollo,
como se indica en el esquema simplificado de la figura 19. Las frecuen-
cias altas se encuentran próximas a la membrana oval, que es la que reci-
27
A.Lara Sáenz, “Sobre la evolución del mecanismo de la audición” Revista de Acústica (España), Vol. 36, Nº 1 y 2
(2005) pgs. 11 a 18, con bibliografía.
28
www.ia.csic.es/sea/revista/VOL36-12/03.pdf
74 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

be las vibraciones del estribo (último de los tres pequeños huesitos del
oído medio). Una ampliación de estos temas se puede encontrar en
internet, con ilustraciones y animaciones29.

Figura 19
Esquema del órgano de Corti ilustrado con la posición
de los sectores resonantes para algunas frecuencias. La
ventana oval está en el extremo interior del arrollado.

11. PERDIDA DE AUDICION

En las curvas de igual sonoridad identificadas por su valor en


fones, la inferior corresponde al umbral de audición. Esta curva, como las
otras, es el resultado estadístico obtenido sobre una gran cantidad de
sujetos otológicamente normales, quienes indicaron el mínimo audible
para cada frecuencia.

Sobre esa base se contrastan los niveles auditivos de cada oído


de las personas sujetas a estudio. Se acepta una buena audición cuando
el umbral individual supera al estadístico o es apenas peor.

Para facilitar esas comparaciones, al tratarse de valores relativos,


se transforma el umbral estadístico en una recta a la que se le adjudica
el valor 0 (cero). Valores positivos indican un mejor umbral. Valores
29
www.iurc.montp.inserm.fr/cric/audition/english (de donde se tomaron las ilustraciones).
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 75

negativos, peor, es decir pérdida en el umbral auditivo. Cuanto más


negativo, tanto mayor es la pérdida.

Las pérdidas, además de las originadas por enfermedades u otras


dolencias, están dadas por la edad (presbiacusia) y las dosis de ruido reci-
bidas. La primera es natural (depende del sexo) y tiene un avance carac-
terístico estudiado. Las segundas también tienen su propio patrón, dife-
renciado del anterior.

Cualitativamente, las pérdidas por uno y otro origen tienen las


formas que se ilustran en la figura 20. La presbiacusia es creciente con la
frecuencia y la curva se desplaza “hacia abajo” con la edad. La hipoacu-
sia por ruidos, tiene un máximo característico en la banda de 4 kHz,
“arrastrando” progresivamente a las bandas adyacentes.

La presbiacusia afecta inicialmente a las bandas superiores, qui-


tando riqueza sonora pero permitiendo la comunicación oral hasta difi-
cultarla con un edad ya muy avanzada. La hipoacusia afecta inicialmen-
te a la citada banda que también quita riqueza, pero permite inicialmen-
te continuar comunicándose.
CURVAS CUALITATIVAS DE CORRIMIENTO PERMANENTE DEL
UMBRAL AUDITIVO

Frecuencia (Hz)

Por ruidos

4 kHz

Desplazamiento del umbral (dB) Por edad

Figura 20
76 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Esta característica se manifiesta con el “me acostumbro al ruido”


que traducido es “estoy perdiendo la audición, pero aún no es grave y no
me doy cuenta”. Como se ilustrará, este avance progresivo de pérdida de
audición es lento con el tiempo, para una misma dosis, lo que hace “bajar
la guardia” preventiva para el afectado.

Abarca cada vez más frecuencias hasta dificultar seriamente la


capacidad auditiva. Téngase presente, que el espectro de la voz humana
coincide (¡afortunadamente!) con el mejor rango de audición (para quien
no está afectado por los ruidos).

En los gráficos que siguen, se muestran el corrimiento perma-


nente del umbral auditivo para varias condiciones, cuyos valores son los
más probables para cada una de ellas.

En todos ellos se incluye un área grisada que abarca estadísticamente


al 50% de las personas, que en igualdad de condiciones sufrirían un desplaza-
miento del umbral auditivo entre los cuartiles 0,25 y 0,75. En esa zona se mues-
tra la mediana (Q = 0,50) indicando que el 50% de las personas tienen despla-
zamientos mayores y que obviamente, el otro 50%, menores. Finalmente, la
línea inferior fuera del área grisada (corresponde a un percentil seleccionado
libremente, que en todo lo que sigue es Q = 0,10) indica que en igualdad de con-
diciones, es esperable un desplazamiento mayor para el 10% de la población.

Las series de gráficos que se denominan, “Desplazamiento per-


manente del umbral sólo por ruidos (NIPTS)”, tiene en cuenta solamente
los efectos por la dosis de ruido recibida, según norma22. Estos son los que
más interesan a los fines de este escrito.

La figura 21, “Desplazamiento permanente del umbral por ruido,


edad y sexo”, tiene en cuenta a los ruidos (dosis recibidas) y a la edad y
sexo de la persona, denominado H’ en las normas30. Sólo se lo ilustra con
un gráfico a fin de tener una idea del efecto global de dosis de ruido re-
cibida y edad (y sexo). Es un ejemplo de una persona que recibió una
dosisLAeq = 95 dBA durante 40 años (podría corresponder a un jubilado).
30
Norma IRAM 4079-1:2006, “Ruidos. Niveles máximos admisibles en ámbitos laborales para evitar deterioro audi-
tivo”. Parte 2: “Relación entre la exposición al ruido y el desplazamiento permanente del umbral de audución”.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 77

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5GZQ /CUEWNKPQ
2GTEGPVKN 
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Ä

4CPIQ3
FCVQU /GFKCPC
3
Figura 21

La figura 22 (primero de la serie), corresponde a una persona de


sexo masculino de 55 años de edad quien durante 20 años, recibió una
dosis de 85 dBA en su jornada laboral de 8 h. La mediana de los datos pre-
senta un corrimiento máximo del umbral auditivo de unos 6 dB en la
banda centrada en 4 000 Hz.

En la figura 23, para un sujeto equivalente, la dosis es de 90 dBA


en las mismas condiciones, presentando el gráfico cualitativamente
similar al anterior, pero con el corrimiento más manifiesto. La escala en
las ordenadas se mantiene igual para hacer más comparables los corri-
mientos entre sí.

El gráfico 24 mantiene todos los parámetros de los anteriores,


pero la dosis corresponde ahora a LAeq = 95 dBA.

La figura 25 corresponde a una dosis con LAeq = 100 dBA.


78 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Figura 22

Figura 23

Puede observarse la diferencia entre estar sometido durante un


mismo tiempo, a una dosis entre 85 y 100 dBA y el beneficio de pasar de
un régimen de máximo aceptado de 90 dBA a 85 dBA como dosis.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 79

Figura 24

En las figuras 26 a 28 se muestran los desplazamientos para una mis-


ma persona que recibe una dosis (LAeq = 90 dBA) durante 10, 20 y 30 años. El
incremento en el desplazamiento permanente del umbral, es menos marca-
do que con el aumento de la dosis para un mismo tiempo de exposición.
DESPLAZAMIENTO PERMANENTE DEL UMBRAL SOLO POR RUIDOS (NIPTS)

Frecuencia (Hz)

500 1000 2000 3000 4000 6000


0

-10
Desplazamiento (dB)

-20

-30

Leq (dBA) 100,0


-40
Exposición (años) 20
Edad (años) 55
-50
NIL (dB) 113,0
Sexo : Masculino
-60

Rango 0,25/0,75 (50% de los datos) Mediana 0,10

Figura 25
80 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

DESPLAZAMIENTO PERMANENTE DEL UMBRAL SOLO POR RUIDOS (NIPTS)

Frecuencia (Hz)

500 1000 2000 3000 4000 6000


0

-10
Desplazamiento (dB)

-20

-30

Leq (dBA)
-40 90,
Exposición (años)
10
Edad (años) 65
-50
NIL (dB) 100,
Sexo : Mascul
-60

Rango 0,25/0,75 (50% de los datos) Mediana 0,10

Figura 26

DESPLAZAMIENTO PERMANENTE DEL UMBRAL SOLO POR RUIDOS (NIPTS)

Frecuencia (Hz)

500 1000 2000 3000 4000 6000


0

-10
Desplazamiento (dB)

-20

-30

L eq (dBA)
-40 90,
Exposición (años)
20
Edad (años)
-50
65
NIL (dB) 103,
Sexo : Mascul
-60

Rango 0,25/0,75 (50% de los datos) Mediana 0,10

Figura 27
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 81

DESPLAZAMIENTO PERMANENTE DEL UMBRAL SOLO POR RUIDOS (NIPTS)

Frecuencia (Hz)

500 1000 2000 3000 4000 6000


0

-10
Desplazamiento (dB)

-20

-30

Leq (dBA) 90,


-40
Exposición (años) 30
Edad (años) 55
-50
NIL (dB) 104,
Sexo : Mascul
-60

Rango 0,25/0,75 (50% de los datos) Mediana 0,10

Figura 28

Se puede imaginar a estos gráficos como una banda elástica ori-


ginalmente coincidente con el eje de abscisas, que es tomada desde el
valor “4 000” y estirada hacia abajo. Este proceso se hace cada vez más
marcado con el incremento en el valor del Leq y en menor medida, con el
aumento del tiempo de exposición

Los gráficos mostrados son el resultado de un programa de cálcu-


lo del autor, basado íntegramente en los escritos de las normas IRAM
4079-2 e ISO 1999 citadas. Una gran ventaja es que permite contrastar las
audiometrías con las dosis de ruido declaradas y tener un elemento de jui-
cio sobre su veracidad, según sea los apartamientos relativos. También
permite mediante una extrapolación, estimar el corrimiento permanente
del umbral auditivo, cuando como en la mayoría de los casos, la historia
de las dosis recibidas es una sucesión de diferentes trabajos a los que les
corresponden diferentes pares de valores de LAeq y tiempo.

La figura 29, de bastones, muestra los promedios de discapacidad


para la comunicación oral para varias de las frecuencias, entre 0,5 y 6 kHz
82 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

indicadas en abscisas, para la mediana (Q = 0,50) y para el percentil


seleccionado (Q = 0,10) para una persona de 65 años y dosis LAeq = 95 dBA
durante 30 años.

DEFICIT AUDITIVO (DISCAPACIDAD PARA LA PALABRA) en dB


Edad (años) 65 Sexo Masculino
Mascu Una sóla exposición NIL (dB) 109,
60
53

50 47

40
40
36
34
Déficit (dB)

31
30 26
26
21
19
20 17

11
10

0
0,5; 1 y 2 0,5; 1; 2 y 3 0,5; 1; 2 y 4 1; 2 y 3 1; 2; 3 y 4 2y4
Frecuencias promediadas (kHz)

Q= Mediana 0,10

Figura 29

12. RUIDOS IMPULSIVOS

Los tipos más frecuentes de ruido, son los continuos o los discon-
tinuos con presencias e interrupciones durante tiempos de al menos
varios minutos, de banda ancha, típicos de motores, compresores, gru-
pos electrógenos, ventiladores, torres de enfriamiento, transformadores
(con tonos) y en general los equipos de producción.

Pero también se dan los casos en que sobre esos ruidos, se suman
otros que repetidos o no, se destacan con sus niveles más elevados y
tiempos muy breves de duración. En la figura 30 se lo ilustra.

La evaluación de los ruidos impulsivos es aún tema de discusión


entre los especialistas. “Actualmente, no existe ningún descriptor mate-
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 83

mático que pueda definir de manera inequívoca la presencia del ruido


impulsivo o que pueda separar los ruidos impulsivos en los apartados
...”31. Una limitación radica en que no se pueden efectuar “ensayos des-
tructivos” con personas para correlacionar características de los impul-
sos y daño auditivo. Se debe disponer además, de un sistema adecuado
de medición.
Nivel sonoro (dB)

RUIDO CON CARACTER IMPULSIVO

Impulsos Espectro continuo (aleatorio)

Tiempo (unidades arbitrarias)

Figura 30

En campo libre, las explosiones o los disparos con armas de


fuego. En ambientes industriales, los impactos de prensas entre los más
comunes. En viviendas y oficinas, los pasos del piso en una planta supe-
rior, caída de objetos. Estos últimos casos están bien estudiados; existen
criterios, técnicas de atenuación y de evaluación32, aunque están fuera
del objeto de este texto.

Un ruido impulsivo está caracterizado por un crecimiento del


nivel sonoro en un tiempo muy corto hasta un valor muy superior al del
medio ambiente, que en espacio libre, tiene una forma como la mostra-
da en la figura 31. El tiempo de ataque es de algunos microsegundos

31
Norma ISO 1996-1:2003 “Acoustics. Description, measurement and assessment of environmental noise”. Part 1,
“Basic quantities and assessment proceduras” apartado 3.5. Se repite en el apartado 8.4.8 de ISO 1996-2: 2007.
32
Norma IRAM 4043-2:2001, “Acústica – Evaluación del aislamiento acústico en los edificios y de los elementos de
construcción”. Parte 2 : “Aislamiento a ruido de impactos”.
84 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

hasta el valor pico, que desciende luego exponencialmente hasta alcan-


zar los valores iniciales de nivel sonoro. La duración en general no supe-
ra los 50 ms (0,05 s).
Nivel

Tiempo de ataque
Impulso en campo libre
Hay un abrupto incremento del nivel
sonoro: tiempo de ataque y una caí-
da exponencial con cierta duración
(tiempo hasta que disminuya al nivel
anterior al impulso

Tiempo

Duración

Figura 31

Cuando un ruido impulsivo se produce en un recinto industrial,


generalmente ocasionado por un impacto, se producen reflexiones en
los contornos y elementos del interior, modificando la su comportamien-
to tal como se muestra en la figura 32.

El tiempo de duración (tp) ahora de lo considera como el necesa-


rio para que el nivel sonoro disminuya en 20 dB desde su valor pico Lp.

Las características reverberantes del recinto tienden a incrementar la


duración de un impulso. A fin de limitar estos parámetros para evitar daño
auditivo, se definió con el valor de tp, a su duración en esas condiciones.

En ciertos casos, los numerosos impactos (por ejemplo, estampa-


dos, martinetes) pueden llegar a cientos o incluso miles por jornada,
transformándose casi en un ruido continuo con un nivel superior al de
fondo (sin los impactos). Como criterio, puede considerarse como ruido
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 85

continuo, cuando se supera los 10 impactos por segundo y la variación


entre valor pico individual y el fondo general no supera los 6 dB33.
Impulso en ambiente industrial Figura 32
Se considera duración del i m
pulso al tiempo t p que de mo- Lo que aún pre-
20 dB ra en disminuir 20 dB desde senta controversias, es
tp
el nivel pico (nivel máximo) el parámetro o conjun-
to de parámetros que
con sus valores afectan
al oído, en forma calcu-
Tiempo lable y previsible.

Advertencia: lo que
sigue es una guía prác-
tica para evaluación
que no responde a una
obligación en nuestro
país; se tomó de diver-
sos escritos de la litera-
tura especializada. El
gráfico de la figura 33 vincula el nivel pico en escala lineal o C y el tiem-
po total de exposición (producto de la duración del pico y cantidad de
eventos). Es de aplicación para ambientes industriales. El valor de refe-
rencia es la jornada en milisegundos: 8 x 60 x 60 x 1000.

Para una sucesión de N impactos dentro de las 8 h laborales y una


duración cada uno de tp ms, el tiempo total está dado por N x tp. El nivel
pico es Lp. Si para ese tiempo leído en el eje de abscisas le corresponde en
ordenadas un valor por debajo de la curva, no se superará la exposición
recomendada. Si se parte con el valor de Lp en ordenadas, el valor corres-
pondiente en abscisas debe estar por debajo de la curva.

Sea una sucesión de 60 impactos por minuto en un ambiente


industrial, con nivel pico Lp = 115 dB, presentes el 75% de la jornada labo-
ral de 8 h, con una duración cada uno de 90 ms. El valor de abscisas, can-
tidad de impactos x duración del impacto, es (0,75 x 60 x 60 x 8) x 90 =
33
L.L.Beranek y I.Vér, “NOISE AND VIBRATION CONTROL ENGINEERING” j.Wiley & Sons (N.York, 1992) pg.595.
86 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

21 600 x 90 = 1 944 000 ms, al que corresponde 96,7 dB, que es supera-
do claramente por el valor pico Lp = 115 dB.
NIVEL SONORO PICO Y TIEMPO CON PULSOS

170

160

150
Nivel sonoro pico (dB)

140

130

120

110

100

8 h = 28 800 000 ms
90
1 10 100 1000 10000 100000 1000000 10000000 100000000
Cantidad de pulsos x duración del puso (ms)

Figura 33

Dentro de las hipótesis, supóngase que no se pueda implementar


un tratamiento de ingeniería como protección del personal, ni modificar
el diseño del equipo de producción. Deberá entonces, disminuirse el tiem-
po de funcionamiento de esa máquina o lo que es lo mismo, la cantidad
de impactos. Para 115 dB, por el gráfico le corresponden un valor de absci-
sa 288 000 que dividido por los 90 ms de cada impacto da una cantidad
de impactos de 3 200 posibles durante la jornada. El porcentaje de tiem-
po para la jornada resulta de 3 200 / (60 x 60 x 8) = 0,11 (11%). Este porcen-
taje de tiempo (era 75%) es el que puede estar en funcionamiento la
máquina de impactos durante las 8 h de la jornada laboral, manteniendo
las misma condiciones operativas, para evitar daño auditivo. En realidad,
es el tiempo al que puede estar sometido el personal. Podría estar más
tiempo funcionando si el personal rotara para atender a la máquina.

La curva de la figura 33 responde a la expresión:

L p = 170 − 10 lg (N × t p )
(82)
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 87

en la que Lp es el nivel pico en dBC, N es la cantidad de impulsos en la jor-


nada de 8 h y tp el tiempo de los impulsos en ms.

La dosis que se le adjudica a esta sucesión de impulsos está dada


por la adaptación de la expresión (69), en la que L es el nivel pico exis-
tente y Lp el calculado

0,1×(L − Lp )
D = 10 (83)

Por su lado, la Resolución 295/2003 es muy simple y resumida,


indicando que no se puede superar Lp = 140 dB (que debe respetarse
necesariamente) y que este valor debe medirse con un equipo con res-
puesta impulsiva en escala dBC.

13. CALIFICACION DE RUIDOS CON PERFILES

Las disposiciones nacionales, provinciales y municipales que limi-


tan los niveles sonoros para conservación de la audición en primer lugar
y molestia a vecinos en segundo, constituyen los objetivos de cumpli-
miento obligatorio. Sin embargo, no son de aplicación cuando deben
fijarse objetivos relacionados con la actividad típica en oficinas, vivien-
das, teatros, actividad profesional, bibliotecas, etc.

A lo largo del tiempo se fueron desarrollando criterios que com-


prenden dos bases de datos: una familia de perfiles (curvas) identificada
cada una por un número y una guía que vincula el destino de un recinto
con el número de identificación de uno de los perfiles, lo que constituye
la recomendación de su autor.

Este sistema de perfiles máximos o recomendados es más com-


pleto que la condición de un único valor numérico, como por ejemplo,
con la escala A de ponderación.
88 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El sistema de perfiles se puede emplear en especificaciones, fijan-


do uno de ellos como objetivo a ser cumplido con la obra terminada, o bien
para evaluar una situación existente, contrastando el espectro global en el
recinto con la familia de perfiles, determinando el que le corresponda.

Para la mayoría de las familias de perfiles, este contraste consiste


en encontrar la máxima penetración del espectro bajo evaluación, en esa
familia de perfiles, o sea, el perfil de mayor valor que es alcanzado por el
nivel sonoro de alguna de las bandas de octavas (método tangencial).

También es común a todas esas familias de perfiles, que se deba


considerar sólo los ruidos originados en el exterior del recinto, por lo que
este criterio está asociado con la aislación que el mismo tenga. Se debe
incluir para algunos, el sistema de aire acondicionado central, o sea el
que se origina por equipos exteriores y el flujo de aire de entrada y sali-
da que ese sistema maneje. No se deben considerar los ruidos que se ori-
ginen en el interior del local por su uso.

De todas las familias de perfiles, NR, RC, NC, PNC, NBC, se consi-
dera aquí a los perfiles Noise Criteria, NC, elaborado por L.L.Beranek y
colaboradores hace ya algunas décadas, pero que persiste en su uso y el
Noise Room Criterion (RC) ambos actualmente normalizados34.

Para ambas familias, cada uno de los perfiles está identificado


con un valor NC y RC respectivamente. Se inicia con los perfiles NC.

En la tabla 9 se dan los valores de los perfiles NC en saltos de 5


unidades (graficados en la figura 34). En la tabla 10, un listado orientati-
vo de los rangos recomendados para recintos tipificados.

En la misma figura 34 se muestra graficado, un ejemplo con la


superposición de un espectro medido (o previsto) que agrupa a todas las
fuentes exteriores del recinto, y el valor NC que le corresponde35. Para
ampliar estos temas, pueden consultarse direcciones de internet36.
34
Norma IRAM 4070:2006, “Ruidos. Procedimiento para su evaluación utilizando los perfiles ‘NC’ y ‘RC’”.
35
Algunos quipos modernos muestran como resultado de una medición, el perfil NC que le corresponde. Ver p.e.
Ver p.e. http://datasheets.cesva.com/sc160_esp.pdf
36
www.trane.com/commercial/library/vol253/v253e.asp
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 89

80

70
NC

65
60
60

55
Nivel sonoro (dB)

50
50

45
40
40

35
30

30

25
20

20

10 15
63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
Bandas de octavas normalizadas (Hz)
Figura 34

El perfil destacado en negrita es el NC = 55, el de mayor valor al-


canzado por el espectro, que debe contener todos los ruidos provenien-
tes del exterior, sin actividad en la oficina.
90 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Tabla 9
PERFILES NC (en saltos de 5 unidades)
Valores de nivel sonoro por banda de octavas normalizadas
NC 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
15 47 36 29 22 17 14 12 11
20 51 40 33 26 22 19 17 16
25 54 44 37 31 27 24 22 21
30 57 48 41 35 31 29 28 27
35 60 52 45 40 36 34 33 32
40 64 56 50 45 41 39 38 37
45 67 60 54 49 46 44 43 42
50 71 64 58 54 51 49 48 47
55 74 67 62 58 56 54 53 52
60 77 71 67 63 61 59 58 57
65 80 75 71 68 66 64 63 62

Si el espectro no tiene un perfil tangente dado en la tabla 9 o grá-


fico 34, se lo debe interpolar linealmente entre los dos más próximos.

Los recintos tipificados no deben superar el valor máximo del


rango que le corresponde en la tabla 10. El valor inferior se debe selec-
cionar para las condiciones más exigentes. Cuando un recinto no está
explicitado en la tabla, se lo debe asociar con el que mejor lo represente.

Tabla 10
GUIA PARA LA SELECCIÓN DE LOS PERFILES ADECUADOS
AL USO DE LOS RECINTOS
Tipo o características del recinto Criterio RC Criterio NC
Estudios de radio y grabación RC10–20(N) NC10–20
Salas de concierto RC15–20(N) NC15–20
Estudios de TV y salas de música. Teatros RC20–25(N) NC20–25
Residencias privadas. Salas de conferencias.
Aulas, salas de lectura. Oficinas ejecutivas. RC25–30(N) NC25–30
Oficinas privadas. Iglesias. Cinematógrafos.
Departamentos, dormitorios de hoteles RC30–35(N) NC30–35
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 91

Cortes de justicia. Oficinas. Bibliotecas.


Areas Públicas RC35–40(N) NC35–40
Restaurantes. Grandes oficinas RC40–45(N) NC40–45
90

80

70

60
Nivel sonoro (dB)

50
RC

40 25
30
30 35
40
20 45
50
10
16 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000
Bandas de octavas normalizadas (Hz)

Figura 35

Para los perfiles RC, se debe incluir especialmente, al sistema de aire


acondicionado, además de los ruidos exteriores. El mecanismo es similar: espec-
tro a contrastar con los perfiles de este criterio, cuyos valores también se mues-
tran tabulados, y una guía de los valores recomendados para las actividades típi-
cas (tabla 10). Las diferencias se dan en la forma de utilizar los perfiles.

Para el cálculo del valor RC37 que corresponde a un espectro a eva-


luar, se lo superpone sobre la familia de perfiles, mostrada en la figura 35 y
37
Ampliar p.e.en, C.M.Harris (editor), “Handbook of ACOUSTICAL MEASUREMENTS AND NOISE CONTROL”. Ed.
Acoustical Society of America, 1998. Páginas 43-8 a 43-14.
92 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

sus valores en la tabla 11. Se promedia aritméticamente los niveles sonoros


del espectro, para las bandas centradas en 500 Hz, 1 y 2 kHz (SIL). Se traza
una recta que abarque todo el rango de frecuencias paralela a los perfiles
(pendiente –5 dB por octava) pasando por el valor SIL en la banda de cen-
trada en 1 kHz. Una segunda recta paralela desplazada +5 dB en el rango 16
– 500 Hz y una tercera, desplazada +3 dB en el rango 1 – 4 kHz.

Tabla 11
PERFILES RC - Valores de nivel sonoro por banda de octavas normalizadas
RC 16 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000
25 - - 45 40 35 30 25 20 15
30 - 55 50 45 40 35 30 25 20
35 65 60 55 50 45 40 35 30 25
40 70 65 60 55 50 45 40 35 30
45 75 70 65 60 55 50 45 40 35
50 80 75 70 65 60 55 50 45 40

Como ejemplo, sea el espectro graficado con línea de trazos en la


figura 36 para el valor de cada banda, que se reproducen a continuación:

Banda 1/1 16 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 Hz


Nivel 56 62 56 53 55 53 43 34 29 dB

Valor SIL calculado: 43,3 dB

En el punto [43 dB – 1 000 Hz] se trazó la recta de líneas cortadas.


La recta de rayas y puntos está 5 dB por encima de ésta, en el rango 16 –
500 Hz. La de puntos, 3 dB sobre la primera, en el rango 1 – 4 kHz.

Dado que el espectro no supera a ninguna de las dos rectas auxi-


liares, le corresponde el valor RC = 43(N). La asignación N indica “neu-
tral”, que no tiene predominio de las bajas o altas frecuencias audibles,
que si bien no modifican el valor RC asignado, generan molestia o inco-
modidad auditiva.

Si el espectro tuviera al menos una banda que superara a la recta


auxiliar de rayas y puntos, se le asignaría la letra (descriptor) R. En tal
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 93

caso sería, RC = 43(R). Si superara a la recta auxiliar de puntos, se le asig-


naría una H, siendo en ese caso, RC = 43(H).

Se le asignará el descriptor RV si alguna de las bandas de frecuen-


cias bajas queda dentro de los sectores indicados como A o B. Para el pri-
mero es esperable vibraciones estructurales y para la B, en las compo-
nentes livianas de cielorrasos y/o paredes.

Un espectro al que le corresponde un valor RC, debe tener asigna-


do al menos una de los descriptores que indiquen los criterios subjetivos
mencionados: N y/o R y/o H y/o RV.

90

80

70

60
Nivel sonoro (dB)

50

RC

40 50

45
30 40

35
20 30

25
10
16 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000

Bandas de octavas normalizadas (Hz)

Figura 36
94 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

14. PROTECCION INDIVIDUAL


Para conocer las condiciones de exposición de las personas en un
ambiente ruidoso cuando usan protectores auditivos personales, debe
calcularse el nivel sonoro (Leq) en el conducto auditivo a partir de lo me-
dido en el lugar y la atenuación del protector. A ese resultado se aplican
las conclusiones de la Resolución 295/2003.

La curva de atenuación del protector se obtiene por mediciones


del umbral de audición de un conjunto de 16 personas otológicamente
normales, con y sin el protector representativo (al menos 2 muestras) de
la producción, de acuerdo a norma38. Se efectúan las diferencias de los
umbrales con los datos obtenidos para cada una de las bandas de tercios
u octavas, desde las centradas en 125 o 63 Hz (opcional) respectivamente
hasta la de 8 kHz. Este conjunto de valores permite efectuar un tra-
tamiento estadístico con valores medios y desvíos estándar para cada
banda de frecuencias. Estos datos deben constar en el informe metroló-
gico, obtenidos por organismo oficial.

Tabla 12
ATENUACION SONORA DE UN PROTECTOR AUDITIVO
Parámetro Banda de frecuencias (Hz)
125 250 500 1000 2000 4000 8000
Media 12,2 22,4 31,1 34,6 35,0 42,9 32,3
Desvío 2,2 2,7 4,1 3,6 2,4 2,7 3,1

En la tabla 12 se dan los datos obtenidos para un protector real de


muy buena calidad con valores (media y desvío estándar) obtenidos por
mediciones en condiciones de norma.

El desvío estándar es una indicación de la dispersión de los valo-


res individuales de atenuación y representa una cualidad de los protec-
tores. Para asegurar que se incluye a un cierto porcentaje X% de los pro-
tectores según la tabla 13, debe considerarse una atenuación menor que
la media (la media menos una o más veces el desvío estándar S).
38
IRAM 4 060-1:1998, “Acústica. Protectores auditivos”. Parte 1: “Método subjetivo de medida de la atenuación
acústica”.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 95

De acuerdo con la normativa38, se define el valor de protección


APVxf mediante: (se mantiene la nomenclatura de la norma)

APV Xf = M f − α × S f (84)

en la que, Mf es el valor medio del protector para la banda de frecuencias


f, Sf es el desvío estándar para la misma banda y α valor estadístico que
depende de X, valores tabulados en la norma39.

Tabla 13
Intervalos de confianza
X (en %) α X (en %) α
75 0,67 90 1,28
80 0,84 95 1,65
84 1,00 98 2,00
85 1,04

El nivel de presión sonora efectiva en dBA cuando se emplea el


protector auditivo, se calcula mediante la expresión incluida en la norma,

8
0 ,1(L f ,k + A f ,k − APVXf )
L' AX = 10 lg ∑ 10 dBA
k =1 (85)

en la que f(k) es la frecuencia central de la k-ésima banda, Lf(k) es el nivel


sonoro (escala lineal) en la k-ésima banda, Af(k) es el valor de ponderación
para la k-ésima banda y APVXf(k) valor de protección obtenido con la
expresión (84).

Con las definiciones anteriores, para el protector personal tabu-


lado (tabla 12) y adoptando un nivel de confianza X = 90% (quedan com-

39
IRAM 4 060-2:1996, “Acústica. Protectores auditivos. Estimación de los niveles de presión sonora efectivos com-
pensados con la red de ecualización "A" cuando se utilizan protectores auditivos”. Se dan también otros métodos
abreviados de cálculo.
96 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

prendidos el 90% de los protectores evaluados), el cálculo de protección


es el siguiente:

I. Para X = 90%, corresponde un valor = 1,28 (ver tabla 13).

II. Cálculo del valor APV para cada banda:

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


APVxf 9,4 18,9 25,9 30,0 31,9 39,4 28,3 dB

III. Se supone para el ejemplo, que el usuario del protector se encuentra


en un sitio con un espectro dado por los valores siguientes:

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


Nivel sonoro 86 87 91 95 90 85 75 dB

IV. Efectuando el cálculo del exponente de la expresión 85, se tiene:

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


Lf(k)+Af(k)-APVxf(k) 60,5 59,5 61,9 65,0 59,3 46,6 45,6 dB

V. Este conjunto de valores permite calcular el valor de L’AX. Para este


ejemplo resulta: 68,8 dBA. Este valor es el que debe considerarse como al
que está sometido el usuario del protector para el ambiente de ruido
dado. Esto al menos, para el 90% de las unidades de la marca y modelo
del protector ensayado. Se acepta además, que el protector se usa en el
100% del tiempo de la jornada laboral (ver más abajo).

La Resolución, siguiendo la línea del Decreto 351/79, no toma en


cuenta al valor del desvío estándar, lo que formalmente es equivalente a
considerar α = 0, con lo que APVXf = Mf. Si se efectúan los mismos pasos
anteriores con esta condición, los resultados a obtener son los siguientes:

I. y II. Por lo dicho α = 0 y APVXf = Mf:


RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 97

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


APVxf 12,2 22,4 31,1 34,6 35,0 42,9 32,3 dB

III. El ambiente es el mismo por tratarse del mismo caso:

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


Nivel sonoro 86 87 91 95 90 85 75 dB

IV. Los cálculos en este caso, son:

Banda de frecuencias: 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Hz


Lfk+Afk-APVxfk 57,7 56,0 56,7 60,4 56,2 43,1 41,6 dB

V. El mismo cálculo aplicado a este conjunto de valores, da como resulta-


do al valor L’AX = 64,8 dBA. Este valor es más permisivo que el anterior.
Debe entenderse que en este caso solo se considera (implícitamente)
desde el punto de vista estadístico, al 50% de los protectores de la marca
y modelo ensayado.

Todos los cálculos se basan en el uso del protector durante toda


la jornada laboral. Cuando sólo se lo emplea durante una fracción de la
jornada, baja notablemente la protección (figura 37) y es como si se usara
un protector de mucha menor capacidad de atenuación en toda la jorna-
da. Para facilitar la aceptación del uso de los protectores, debe cuidarse
su comodidad, evitando las presiones, incrementos de temperaturas y
otras variables que incitan al rechazo.

Si un protector caracterizado por una capacidad de atenuación At


en una banda se lo usara solo un tiempo t dentro de la jornada T, la ate-
nuación efectiva estaría dada por el valor Atef < At,

⎡1
{
At ef = −10 lg ⎢ (T − t ) + t × 10 − 0 ,1× At
}⎤⎥
⎣T ⎦ (86)
98 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ATENUACION EFECTIVA DE PROTECTOR PERSONAL SEGUN SU USO

20

18

16
Atenuación efectiva (dB)

14
91
{
At ef = −10 lg 7 (T − t ) + t × 10 − 0 ,1× At
}64
12 8T 5
10

6
At = 10 dB At = 15 dB At = 20 dB
4

0
0 60 120 180 240 300 360 420 480
Tiempo de uso (minutos)
Figura 37

Para tres protectores de capacidad de atenuación 10, 15 y 20 dB,


la atenuación efectiva para tiempos t intermedios entre 0 y T, toma los
valores mostrados en el gráfico de la figura 37.

Es claro que los de mayor capacidad de atenuación se diferencian


poco de otros menos eficientes para usos en tiempos parciales y sólo con
t ----> T se comienzan a diferenciar. Para t = 1/2T, todos brindan aproxi-
madamente 3 dB de atenuación. Un uso parcial de un protector no se jus-
tifica desde el punto de vista del cálculo de la dosis recibida. Visto de otro
modo: es preferible un protector de menor capacidad de protección usa-
do el 100% del tiempo que otro más eficiente que por razones de inco-
modidad, se use sólo parte del tiempo.

A los protectores pasivos de los diversos tipos que se comercializan,


se agrega una nueva familia de los de tipo de copa, pero activos: generan
una señal sonora en contra fase a la percibida, con lo que se “anulan” mu-
tuamente (lo que constituye su atenuación adicional a la pasiva). Estos
protectores, pueden proveer una atenuación del orden de los 20 dB en el
rango de 0 a 500 Hz. Este es el rango en que precisamente, los conven-
cionales no tienen su mejor performance. Esta propiedad le confiere a este
tipo nuevo de protectores, una excelente relación palabra/ruido, permi-
tiendo una mejor comprensión de la palabra en ambientes muy ruidosos.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 99

En la tabla 14 se dan los datos medidos en laboratorio de uno de


estos protectores, cuyos valores pueden contrastarse con los de la tabla
anterior y verificar la mejora recién comentada.

Tabla 14
ATENUACION SONORA DE UN PROTECTOR CON CANCELACION ACTIVA
Parámetro Banda de frecuencias (Hz)
125 250 500 1000 2000 4000 8000
Media 25,7 29,5 31,3 30,3 39,4 39,0 44,1
Desvío 1,2 4,2 1,6 1,5 1,3 0,8 0,8

Para los ensayos de laboratorio, control y especificación de los


protectores en general, se agrega un conjunto reciente de normas espe-
cíficas. Están referidas a parámetros no acústicos, seguridad y ensayos
objetivos. Estas últimas reemplazan a las personas que actúan como
sujetos de ensayo por una cabeza artificial. Su aplicación es de mucha
utilidad en control de calidad durante la producción de unidades. Se
puede tener un resumen de lo tratado por estas normas en un artículo de
un especialista40 del CINTRA41 (Centro de Investigación y Transferencia en
Acústica, UTN, Córdoba).

- IRAM 4 060-1:1998, Acústica. Protectores auditivos. Parte 1:


Método subjetivo de medida de la atenuación acústica.
- IRAM 4 060-2:1996, Acústica. Protectores auditivos. Parte 2:
Estimación de los niveles de presión sonora efectivos compensados
con la red de ecualización “A” cuando se utilizan protectores auditivos
- IRAM 4 060-3:1998, Acústica. Protectores auditivos. Parte 3:
Método simplificado destinado al control de calidad para medir la
pérdida por inserción de los protectores del tipo orejeras
- IRAM 4 125:1998. Protectores auditivos. Recomendaciones relati-
vas a la selección, uso, precauciones de empleo y mantenimiento.
- IRAM 4 126-1:1998. Protectores auditivos. Requisitos de seguridad
y ensayos. Parte 1: Cobertores.
- IRAM 4 126-2:1998. Protectores auditivos. Requisitos de seguri-
dad y ensayos. Parte 2: Tapones auriculares.
40
M.R.Serra, "Los protectores auditivos y sus ensayos". Revista IRAM N° 4, septiembre 1998, 30/33.
41
www.investigacion.frc.utn.edu.ar/cintra.
100 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

- IRAM 4 126-3:2004. Protectores auditivos. Requisitos de seguri-


dad y ensayos. Parte 3: Cobertores acoplados a cascos de protección.

15. CAMPOS SONOROS


Desde la emisión de un sonido por su fuente hasta que llega al
detector, ese sonido habrá sufrido cambios debido al medio por el que se
transmitió. Suponiendo una fuente que irradia con igual eficiencia hacia
todas las direcciones en aire quieto, los frentes de onda serán esferas de
radio creciente.

En esas condiciones, el nivel sonoro disminuirá porque una cás-


cara esférica a distancia r de la fuente, contendrá toda la energía emiti-
da, pero a una distancia r’ > r esa misma energía se distribuirá en una
superficie mayor. La energía en un elemento de esa superficie (el área de
un micrófono o la del pabellón del oído) estará dada por un nivel L’ (sobre
la cáscara esférica de radio r’) < L (sobre la esfera de radio r),

La variación de nivel sonoro ΔL será, como función de la distan-


cia r a la fuente, recordando que 4πr2 es la superficie de una esfera de
radio r. [Ver expresión (46) con la aproximación 10,8 ≅ 11].

⎛ 1 ⎞
ΔL = 10 lg ⎜⎜ ⎟=
2 ⎟
⎝ 4 π r ⎠
2
( )
= −10 lg r − 11 dB (87)

La disminución del nivel sonoro con la distancia es a razón de 6


dB con la duplicación de la distancia: cuando de r pasa a r’ = 2r,
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 101

ΔL = L' −L =
( ) ( )
= −10 lg r' 2 − 11 + 10 lg r 2 + 11 =
= −10 lg ( 2r ) + 10 lg (r )=
2 2

= −10 lg (2 )− 10 lg (r )+ 10 lg (r )=
2 2 2

= −10 lg ( 4 ) = −6 dB

Cuando la fuente no emite con una característica isótropa, sino


con mayor eficiencia en algunas direcciones que en otras, esa propiedad
hace que no sean ya esferas de radio creciente, sino otras figuras tridi-
mensionales.

Figura 38

Si a una cierta distancia de la fuente se mide el nivel sonoro Li en


una dirección i del conjunto de direcciones {i} y se calcula el promedio ener-
gético <L>, puede cuantificarse la eficiencia mediante la direccionalidad Di
de la fuente. Para una dirección i, la direccionalidad estará dada por:
102 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Di = Li − L (dB )
(88)

De ella se deriva el factor de direccionalidad Q42,

Q = 10 0 ,1D (89)

Con esta nueva variable, la expresión anterior de ΔL queda modificada,

⎛ Q ⎞
ΔL = 10 lg ⎜⎜ ⎟=
2 ⎟
⎝ 4 π r ⎠
= −10 lg r + 10 lg (Q ) − 11
2
( )
= −10 lg (r )+ D − 11 dB
2
(90)

Distancia a la fuente
(Escala logarítmica)

Q=2
ª Q º
r = 10 lg « 2»
¬4π r ¼
Disminución de nivel sonoro (dB)

Q=1

Q=4
- 6 dB

- 6 dB

Figura 39 r1 2 x r1

Para las direcciones en las que Q > 1 (D > 0), si bien la tasa de dis-
minución del nivel sonoro es la misma, los valores son mayores que en el
caso contrario. En el gráfico 40 se muestra la variación de L consideran-
do 3 valores de Q.
42
Ver http://iwse.osu.edu/isecourses/ise672/Noise%206-%20accoustics.pdf (sic) más específico. Más general,
www.lenardaudio.com/education/04_acoustics.html.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 103

Considerando ahora una distancia equivalente ref en la que se tiene


en cuenta el efecto de la directividad, se puede considerar una única con-
dición de propagación esférica en función de esa distancia (no geométrica),

r
r eq = (m)
Q (91)

Con este reemplazo, la primera expresión queda de la forma,

⎛ 1 ⎞
ΔL = 10 lg ⎜⎜ 2 ⎟
⎟=
⎝ 4 π ref ⎠
( )
= −10 lg ref2 − 11 dB (91’)

El valor de ref debe “convertirse” en la distancia real r a la fuente


mediante la relación (91) que define a la primera.

En definitiva, en campo libre para una fuente puntual, la dismi-


nución del nivel sonoro L2 en un sitio 2 cuando el sonido avanzó hasta un
sitio 1, a una distancia r del anterior, sigue la expresión

( )
L 1 = L 2 − 10 lg r 2 + 10 lg (D) − 11 =
= L2 − 10 lg (r ) − 11 dB
2
ef (92)

Cuando la fuente se encuentra en un ambiente parcial o total-


mente cerrado, la influencia de los contornos afecta al avance continua-
do del sonido. El sonido próximo a la fuente tiende a disminuir de la
misma forma que en espacio libre, lo que dentro del recinto es la llama-
da componente directa del campo sonoro. A medida que se aleja de la
fuente, en cada punto del recinto llega el sonido directo más las reflexio-
nes en los contornos. Es como si existieran fuentes virtuales “al otro
lado” de los divisorios. En lugar de disminuir, como en el caso anterior, el
sonido reflejado contribuye a incrementar al nivel sonoro.
104 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Es natural pensar que esta influencia es mayor o menor según


sea la capacidad reflectiva de los contornos. Cuanto mayor sea la refle-
xión de los contornos, mayor será su influencia. Dicho en forma equiva-
lente, cuanto mayor sea la capacidad de absorción de los contornos,
menor será su influencia.

La expresión que considera la variación del nivel sonoro con la


distancia es una extensión de las anteriores en la que se incorpora una
nueva variable, R, constante del recinto. Contiene la capacidad de absor-
ción de los contornos del recinto. Su definición se posterga para el trata-
miento de absorción sonora. Por ahora es una cantidad que se expresa
en m2, aunque no es un área geométrica43.

Es una propiedad acústica de cada recinto y no depende de la dis-


tancia a la fuente sonora.

⎛ Q 4⎞
ΔL = 10 lg ⎜⎜ + ⎟⎟ =
⎝ 4π r
2
R⎠
⎛ 1 4⎞
= 10 lg ⎜⎜ + ⎟⎟ (dB )
⎝ 4 π r ef R ⎠
2
(93)

Cuando r (o ref) es grande, a una distancia suficiente de la fuente,


el primer sumando del argumento es pequeño y se puede despreciar
frente al segundo. Esto hace que ΔL dependa sólo del segundo sumando,
constante. Esto indica que se está dentro de la componente reverberan-
te del campo sonoro. Por el contrario, con r suficientemente pequeño
(cerca de la fuente) el segundo sumando es despreciable y se estará en la
componente directa. En la figura 40 se muestra este comportamiento.

Así como el factor de directividad Q afecta a la variación ΔL, la cons-


tante R también lo hace. Efectivamente,cuando el valor constante al que

43
Una lectura complementaria para campos sonoros orientado a salas, en
http://books.google.com/books?ie=UTF-8&hl=es&id=365ITBehrZAC&dq=sound+propagation+in+listening+pla-
ces&prev=http://www.books.google.com/books%3Fq%3D%2522Concepts%2Bin%2Barchitectural%2Bacoustics
%2522%26hl%3Des&lpg=PA152&pg=PA152&sig=eX8To0RK2UK6Y7xs_Ul26lcUK5o
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 105

tiende la expresión (93) cuando r tiende a un valor elevado, depende de R:


cuanto mayor sea, (que como se verá es equivalente a decir cuanto más
absorbente sea el recinto), tanto menor será el valor de ΔL al que tiende.

Distancia crítica Distancia a la fuente


(Escala logarítmica)

Campo sonoro
reverberante
Disminución de nivel sonoro (dB)

B Q 4?
ΔL = 10 lg @@ + ::
A 4π r R;
2

Componente
reverberante

Componente
Campo sonoro directa
directo

Figura 40

En definitiva: cuanto mayor sea el valor de R (más absorbente)


tanto más se parecerá al campo sonoro en espacio abierto (componente
directa). Por el contrario, cuanto menor sea R (menos absorbente) tanto
menos variable será la disminución del nivel sonoro con la distancia a la
fuente, tendiendo a un valor constante (componente reverberante).

Podría decirse que el sonido en un ambiente muy absorbente, es


como si se estuviera en espacio abierto. Las llamadas cámaras anecoicas
son los recintos que más se parecen a espacio abierto. Las cámaras rever-
berantes son lo opuesto.

En la figura 41 se ilustra este comportamiento dependiente de la


constante R del recinto.

Se indica en el gráfico, una distancia crítica rc que limita (teórica-


mente) a la componente directa de la reverberante. Esta distancia resul-
106 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ta de igualar ambos sumando en la expresión de disminución de nivel


sonoro. Con esa condición, resulta,

Q 4 1 R
= ⇒ rc = ,
4π r 2
R 4 Qπ
r eq 1 R
r eq ,c = = (m)
Q 4 π
(92)

La distancia crítica se incrementa con el aumento de R. El aumen-


to de R hace más marcada la disminución de nivel sonoro con la distan-
cia a la fuente e incrementa el alcance de la componente directa, tal
como se indica con una línea punteada en el gráfico de la figura 41.
Distancia equivalente a la fuente (m)
(Escala logarítmica)

R = 50 m2
Disminución de nivel sonoro (dB)

2
R = 500 m

Desplazamiento
aproximado de la distancia
crítica
r 1 R
req = =
Q 4 π R = 5 000 m2

Figura 41

En el gráfico de la figura 42 se muestra más explícitamente dicha


variación, graficando la expresión 94.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 107

12

10
Distancia equivalente crítica (m)

r 1 R
req = =
6 Q 4 π

0
10 100 1000 10000
2
Constante R del recinto (m )

Figura 42

Los valores de Q que intervienen en las expresiones anteriores,


son en realidad el producto de dos valores, que surgen de dos condicio-
nes diferentes: una, Q1 como propiedad de la fuente, como se ilustró con
la directividad de la cabeza humana. El lado del ventilador de un grupo
generador tiene un valor Q1 > 1 como otro ejemplo.

El segundo valor, Q2, depende de la posición de la fuente respec-


to a superficies reflejantes como se ilustra en la figura 43. El valor de Q
que se debe emplear en las expresiones de este apartado, es el producto
de ambas: Q = Q1 x Q2.
FACTOR DE DIRECTIVIDAD POR POSICION
Lejos de superficies, Q = 1. Próximo a ...

... pared, Q = 2
... arista, Q = 4

... vértice, Q = 8

Figura 43
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 109

16. RUIDO COMUNITARIO


Cuando se trata de ruidos originados por fuentes fijas, un grupo
electrógeno, un recinto bailable, una planta industrial considerada glo-
balmente y en general, todas las fuentes excepto tránsito, que afectan a
viviendas o recintos ajenos al que origina el ruido, se presenta el pro-
blema de la subjetividad sobre la condición de molestia del afectado
(que difiere normalmente de la del causante…). Para superar este
inconveniente deben efectuarse mediciones de LAeq en el lugar afectado
y evaluarlo objetivamente según norma44. Alguna legislación incorpora
este criterio normalizado, con lo que le confiere carácter de obligatorio45.

La IRAM 4 062:2001 fija las normas a las que debe responder el


equipo de medición: IRAM 4 074-1:1988 y UNE EN 60804 como equipo
integrador, debe contar con un calibrador que responda a la IRAM
4123:1992. Para el juego de filtro que se emplee, a la IRAM 4081:1977 y
para las mediciones, a la IRAM 4120:1990. Debe tener un rango de medi-
ción desde 30 dB. Los sitios de medición (donde exista problema) deben
estar a una altura entre 1,2 y 1,5 m del piso y a no menos de 1 m de pare-
des en interiores, repetido por lo menos 3 veces, con puertas abiertas o
cerradas según uso.

Se debe medir LAeq con la o las fuentes de ruido funcionando. En


caso de no disponerse de un medidor integrador, se medirá un conjunto
de valores instantáneos en la escala de ponderación A usando un equipo
convencional, en respuesta “lenta”, con los que se calculará el LAeq con la
expresión (63). El tiempo t a considerar en esa expresión, toma los valo-
res 1 h para horario diurno (de 08 a 20 h), 1/4 h para nocturno (de 22 a 06
h) y 1/2 h para descanso (de 06 a 08 h y de 20 a 22 h). La norma conside-
ra estos lapsos como representativos de las 12 horas del horario diurno,
las 8 horas del nocturno y los dos períodos de 2 horas cada uno del de
descanso.

44
IRAM 4 062:2001, “Ruidos Molestos al Vecindario - Método de Medición y Clasificación”.
45
La Resolución 94/2002 de la Subsecretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires adopta la IRAM
4 062:2001, reemplazando a su anterior versión de 1984 que a su vez, había sido adoptada con anterioridad por la
Resolución 159/1996.
110 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

A este valor se lo debe corregir si presenta un carácter tonal: si


tiene “… un tono individual que sobresale como claramente audible …” se
le sumarán 5 dBA, lo mismo si “… tiene significativas irregularidades
impulsiva o de impacto …”. Si presenta uno o ambos caracteres (tonal y/o
impulsivo), al valor LAeq medido se le sumará un término K = 5 dBA. A este
valor corregido se lo denota como LE.

LE = L Aeq + K
(95)

K = 5 dBA se le suma una sola vez, es decir, tanto si tiene tonos,


impulsos o ambos. Como criterio más allá de la percepción de ambos
eventos, se puede considerar ruido tonal si su espectro en bandas de ter-
cios presenta un nivel sonoro en una cualquiera de sus bandas, mayor en
por lo menos 5 dB respecto a la de sus dos adyacentes. Se puede conside-
rar impulsivo, si medido el valor global en respuesta rápida y en respues-
ta lenta, el primero supera al segundo en por lo menos 5 dB.

Debe medirse también el ruido de fondo Lf, o sea aquél que exclu-
ya las fuentes bajo evaluación. Para esta medición, no deben considerar-
se los factores de corrección por impulsos o tonos. Podrá no efectuarse
esta medición cuando exista una razón válida que lo justifique. Es típico
en el caso en el que la fuente bajo evaluación forme parte de un proceso
continuo que no pueda detenerse (p.e. un transformador de una subes-
tación eléctrica).

Además, debe calcularse siempre el ruido de fondo típico en el lugar


(Lc) siguiendo los pasos de la norma. Esta consideración evita aceptar que el
ruido de fondo crezca en forma ilimitada por efecto de la suma de las demás
fuentes de ruido. El cálculo del ruido de fondo (Lc) surge de una suma:

Lc = L b + K z + K u + K h
(96)

Lb es un valor de base, constante para cualquier condición, Lb = 40 dBA,


sujeto a las siguientes correcciones:
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 111

Kz, término de corrección por zona según la siguiente tipificación:

1. Rural (residencial) -5 dBA


2. Suburbano con poco tránsito 0 dBA
3. Urbano (residencial). 5dBA
4.Residencial urbano con alguna industria
liviana o rutas principales. 10 dBA
5. Centro comercial o industrial entre 4 y 6. 15dBA
6.Predominantemente industrial con pocas
viviendas. 20 dBA

Ku, término de corrección por ubicación en la finca (tipo de recinto):

Interiores, lindero con la vía pública 0 dBA


Interiores, no lindero con la vía pública -5 dBA
Exteriores, área descubierta no lindera
con la vía pública 5 dBA

Kh, término de corrección por horario

Días hábiles de 8 h a 20 h 5 dBA


Días hábiles de 6 h a 8 h y de 20 h a 22 h;
feriados de 6 h a 22 h 0 dBA
Noche de 22 h a 6 h -5 dBA

La condición resulta molesta, si la diferencia entre el nivel global


con las fuentes bajo consideración (LE) supera por 8 dBA o más, al ruido
de fondo. Se adopta como ruido de fondo al menor entre el medido (Lf),
(en el caso que se lo pueda realizar) y el calculado (Lc).

La comparación debe efectuarse dentro de cada uno de los horarios


de referencia. Así podrá resultar molesto en uno de ellos pero no en los otros.
Es la autoridad de aplicación la que resuelve acerca de las acciones a seguir.

Dentro del ámbito de la Capital Federal, es ya de aplicación, la Ley


1540/2004 “Control de la contaminación acústica en la Ciudad
112 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Autónoma de Buenos Aires” y su decreto reglamentario Nº 740 del 23 de


mayo de 2007 publicado en el Boletín Oficial Nº 2694 de fecha 30 de
mayo de 200746 .Estas disposiciones suceden a la antigua Ordenanza
Municipal N 39.025 del 13 de junio de 1983.

En un plazo de 2 años deberán ajustarse a estas reglamentacio-


nes, todas aquellas situaciones que a la fecha no las satisfagan.

El Decreto establece en su Anexo II, una correlación entre las


áreas de sensibilidad acústica que define (ASAEs), con los Distritos de
zonificación del Código de Planeamiento Urbano, de manera de dejar
bien definido la evaluación de molestia según ubicación del sitio dentro
del ejido urbano.

En el gráfico de la figura 44 se muestran los valores máximos de


LAeq en ambientes exteriores, en horario diurno (lunes a sábados de 7 a
22 h) y nocturno (el complementario). Domingos y feriados se consideran
para las 24 horas, como en horario nocturno.

En el gráfico de la figura 45 se muestran los valores máximos


admitidos en el interior de edificios, según su función característica. Para
los locales con un asterisco se debe cumplir la condición más exigente: o
bien el máximo indicado (excluido el ruido de fondo) o el nivel de ruido
de fondo más 7 dBA como máximo47.

En cada zona VII (viviendas) se desdobla entre ambientes princi-


pales (dormitorio, estar, etc.) y de servicios (cocina, baño, etc.) para cada
una de las zonas I a V (ASAEs), con valores propios diferenciados.

También se fijan valores máximos de emisión admitidos para


vehículos, incluido motocicletas y ciclomotores. El máximo no podrá
superar a lo declarado por el fabricante o importador. Los métodos de
medición deben responder a las normas IRAM AITA 9C y 9C-1.
46
www.buenosaires.gov.ar/areas/leg_tecnica/boletines/200705030.htm#3
47
Con un breve análisis se llega a que cuando la diferencia entre el nivel global y el de fondo difieren en menos de
7,8 dBA, se debe aplicar para evaluar molestia, al de fondo más 7 dBA. En caso contrario, debe efectuarse la dife-
rencia energética entre el nivel total y el nivel de fondo. Se tiene así la situación más exigente.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 113

Area tipo I: Area de silencio


Area tipo II: Area levemente ruidosa
Area tipo III: Area tolerablemente ruidosa
Area tipo IV: Area ruidosa
Area tipo V: Area especialmente ruidosa

VALORES LIMITE EN AMBIENTE EXTERIOR

80
75 80
65 70
70
60 70 75
60
60
50 50 50
L Aeq,T

40

30

20

10

0
Diurno
I
II Nocturno
III
IV
A rea tipo V

Figura 44 / Figura 45
114 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El objetivo y metodología de la norma IRAM 4062 está referida a


medición y evaluación de molestia por ruidos de fuentes fijas, entre las que
se puede incluir el movimiento de vehículos dentro del predio de una plan-
ta industrial. En el ruido de fondo está comprendido el ruido de tránsito
típico que se mide como se lo hace con el resto de las fuentes. La norma
excluye explícitamente a la evaluación de molestia del ruido de tránsito.

A la fecha se encuentra en estudio una norma para evaluación del


ruido de tránsito48 cuando la velocidad media supera los 40 km/h. Para
esta norma interesa los niveles a largo plazo, aunque tomando muestras
en lapsos de unas pocas horas en horarios representativos. Se considera la
necesidad de incluir el paso de al menos 200 vehículos en una condición
de tránsito fluido y no menos de 500 a 600 en centros urbanos.

A los efectos de los cálculos, se considera un flujo equivalente Qeq


que tiene en cuenta la composición del tránsito: Qeq = QVL + E x QVP, en la
que el primer sumando es el flujo de vehículos livianos, QVP, pesados y E
un factor de equivalencia que depende la velocidad de los vehículos livia-
nos y la pendiente de la calzada.

De acuerdo con los datos medidos de nivel sonoro LAeq,med, flujo de


tránsito Qeq,med, y velocidad media V med, se puede estimar el nivel a largo
plazo, LAeq,LP a partir de los medidos en el intervalo de referencia (subíndi-
ce LP).

Q eq ,LP V LP
L Aeq ,LP = L Aeq ,med + 10 lg + 20 lg
Q eq ,med V med
(97)

Se dan testeos estadísticos para conocer la naturaleza gaussiana


o normal de las muestras. Es sabido que para el tránsito fluido, la distri-
bución es gaussiana mientras que se aparta cuanto más interrumpido
sea el tránsito, especialmente en plantas urbanas.

48
Norma IRAM 4048: “Acústica. Medición de ruido de tránsito. Caracterización y medición del ruido debido al trán-
sito automotor” aún en estudio.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 115

Considerando una distribución gaussiana LAeq,T Gauss, se debe veri-


ficar para el nivel medido, que,

L Aeq ,TGauss − L Aeq ,Tmed ≤ 1dBA


(98)

siendo,

L Aeq ,TGauss = L50 + 0,115 σ 2


L10 − L50 L50 − L95
σ = =
1,27 1,65 (99)

Como se dijo la norma está en estudio y su aplicación normal-


mente está reservada para el especialista dado que se trata de un tema
de política ambiental, más que a un problema puntual entre quien pro-
duce el ruido y quien lo padece.

Lo mismo para la norma IRAM49 aún en estudio que define los


parámetros y ajustes a considerar para evaluación de ruido ambiental,
que excede el objetivo de esta publicación.

17. MEDIDORES DE NIVEL SONORO

La medición de nivel sonoro es esencial para conocer una situa-


ción existente de agresión sonora, determinar la atenuación necesaria y
poder desarrollar en consecuencia, las técnicas más apropiadas de trata-
miento acústico. Esto también es válido cuando el problema está relacio-
nado con confort acústico, inteligibilidad o privacidad.

Para la medición de nivel sonoro debe tenerse en cuenta ciertos


aspectos tanto para la selección del instrumental adecuado, como en la
técnica de medición y evaluación de los resultados.
49
Norma IRAM 4113:xxxx, “ Acústica. Descripción, medición y evaluación del ruido ambiental” En dos partes, en
estudio.
116 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El medidor de nivel sonoro (MNS) también llamado sonómetro,


que se adopte debe responder al menos al tipo 2, según la clasificación
de normas nacionales e internacionales50 aunque es recomendable que
sea del tipo 1.

Un MNS visto por un ingeniero electrónico es en forma muy resu-


mida, un voltímetro que recibe la tensión eléctrica de un transductor (el
micrófono) que convierte energía sonora en energía eléctrica, la que
detectada, es mostrada en una escala de decibeles (sensibilidad típica: 10
mV/dB). Contiene los filtros necesarios para que esa escala sea la de pon-
deración A u otra, con muestras procesadas con diferentes constantes de
tiempo. Puede tener incorporado o conectado como accesorio, un juego
de filtros en bandas de frecuencias de diversos anchos.

Pero también puede ser visto como una “caja negra” que presen-
ta conexiones de entrada y salida, algunas perillas y uno (o más) indica-
dores del valor medido. Desde esta óptica pueden estudiarse propieda-
des de interés para los usuarios sin entrar a detallar sus características
constructivas. Marcas reconocidas en el mercado son de origen ex-
tranjero: Brüel & Kjær, Cesva, Quest, Rion y otros.

Para efectuar mediciones con un MNS debe conocerse en primer


lugar las características del equipo, lo que es sencillo para los que respon-
den a normas, puesto que una de sus exigencias, es la provisión de un ma-
nual en el que consten sus propiedades y características de manejo.

El micrófono es el componente más delicado del sistema, por lo


que constituye su principal limitación. Su extremo debe estar alejado de
las superficies reflejantes de la caja del medidor y contar con pantalla
protectora de vientos para mediciones a la intemperie, dado que el gol-
pe de aire sobre su superficie sensible introduce un ruido no genuino.
Debe ser desmontable para admitir su calibración.

Los diferentes ecualizadores con que cuente el equipo están con-


trolados por una perilla que indica las escalas “A”, “B”, “C” y “lineal”
50
Norma UNE-EN 60651; UNE-EN 60804 (europeas que se corresponden con las IEC de igual número). IRAM 4
074:1988-1 “Medidor de nivel sonoro”. Parte 1, “Especificaciones generales”.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 117

(aunque no siempre todas incorporadas), de manera que el valor leído


corresponde a la escala de ponderación seleccionada. El medidor más
modesto provee al menos la escala “A”, y van incorporando (ge-
neralmente con un aumento de precio), las escalas “C”, “lineal” y “B” casi
siempre en ese orden.

Si bien las normas y legislación vigentes hacen referencia a


valores en la escala “A” en lo que a protección de audición y otros crite-
rios se refiere, valores en otras escalas medidos simultáneamente per-
miten inferir información adicional sobre el espectro del ruido en cues-
tión. En efecto, si se tiene un valor en dBA muy diferente (menor) al
medido en lineal o dBC, significará que el espectro tiene componentes
importantes en bajas frecuencias (que fueron atenuadas por la escala
A) y a la inversa, si son muy similares, entonces las bajas frecuencias
son poco importantes. Recordar la mayor “planicidad” de la respuesta
C respecto de la A, lo que explica las comparaciones recién efectuadas.
La escala “lineal” tendría todos sus valores de compensación iguales
entre sí e iguales a cero.

Además de la perilla que selecciona la curva de ecualización de-


seada, otra que actúa sobre el atenuador, permite seleccionar de a pasos
el rango en el que se encuentra el nivel sonoro que se va a medir, lo que
en un extremo, hace que la escala tenga una amplitud de variación de
varios decibeles (quince o más) y pueda ser graduada en posiciones de
1 dB. Pero también, en el otro extremo, equipos más actualizados tienen
una única escala que abarca la totalidad del rango de medición (p.e. de
30 a 140 dB).

Finalmente, se puede seleccionar la constante de tiempo (veloci-


dad de respuesta) del equipo entre “RAPIDA” y “LENTA” que correspon-
den respectivamente a 125 y 1 000 ms. Cuando se selecciona la primera
se puede seguir más fielmente los cambios que se producen en el nivel
sonoro. Si éstos son muy pronunciados, la variación rápida del indicador
no permite la lectura de un valor representativo, por lo que en ese caso
debe seleccionarse la respuesta impulsiva que tiene una constante aún
menor: 35 ms que tienen la habilidad de poder registrar eventos que su-
ceden en tiempos cortos pudiendo seguir la evolución de impulsos sono-
118 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ros. La respuesta impulsiva debe estar dada en la escala C de pondera-


ción. En la figura 46 se muestra un equipo que corresponde a esta des-
cripción51.

Para obtener espectros en bandas de frecuencias, deben utili-


zarse filtros en bandas de tercios de octavas u octavas que cubran por lo
menos el rango desde 31,5 hasta 8 000 Hz.

Los equipos con tecnología actualizada son de respuesta en tiem-


po real de manera que el espectro se presenta discriminado en sus ban-
das de frecuencias en forma simultánea. Esto ahorra tiempo de medición
y permite que ese espectro sea el de un lapso dado. Cuando se debe ob-
tener el espectro con una selección secuencial de cada banda de frecuen-
cias, cada valor corresponde a lapsos diferentes.

Se trata de dispositivos que pueden seleccionar la banda de in-


terés mediante una llave de pasos atenuando las frecuencias fuera de los
límites de esa banda elegida. Si el filtro fuera ideal, el MNS no detectaría
ninguna señal más allá de esas frecuencias, lo que no ocurre en los rea-
les52.

La superposición de todos los filtros de un equipo deben recrear lo


más fielmente a un plano continuo desde la inferior del primero hasta la
superior del último. Las características de uno de estos equipos con filtros
incorporados y respuesta en tiempo real se puede consultar en internet53.

Finalmente cada equipo, independientemente de su clase, debe


ser calibrado en un laboratorio en períodos anuales, ajustando su curva
de respuesta. En el país se puede recurrir al Instituto Nacional de
Tecnología Industrial54; al Laboratorio de Acústica y Luminotécnica55
dependiente del Consejo de Investigaciones Científicas de la Provincia de
Buenos Aires y el CINTRA56, de la UTN Regional Córdoba.
51
http://datasheets.cesva.com/sc-15c_esp.pdf
52
Norma IRAM 4 081:1977, “Filtros de bandas de octava, de media octava y de tercio de octava destinados al análi-
sis de sonidos y vibraciones”. (IEC 61260).
53
http://datasheets.cesva.com/sc310_esp.pdf
54
www.inti.gov.ar/fisicaymetrologia/campos.htm
55
www.cic.gba.gov.ar/centros/cic/centros/lal
56
www.investigación.frc.utn.edu/cintra
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 119

Figura 46
Micrófono

Ponderación
AyC Selección: Nivel pico, Fast,
Slow y Leq

Comunicación a PC e
impresora

Inicio/fin de serie de
medición
Lectura de la medición

Mostrar niveles máximos y


estadísticos
Encendido

Conexión a PC

Los MNS deben contar además, con su calibrador o pistófono


compatibles, que permite al usuario hacer un seguimiento de esa calibra-
ción. Se trata de un dispositivo que aplicado sobre el micrófono del MNS,
emite uno o dos tonos de frecuencias definidas y nivel sonoro constante,
pudiendo determinarse los apartamientos ocurridos en esos puntos, lo
que permite corregirlo. Este seguimiento abarca a todo el equipo a dife-
rencia de la que se realiza con la perilla del MNS que usualmente se indi-
ca con “CAL” (calibración) que una vez accionada debe posicionar al indi-
cador en una zona o valor predeterminado cuando está en orden. En rea-
lidad sólo se calibra de esta forma al sistema electrónico del equipo y no
así al micrófono, la pieza más delicada del sistema de medición.

Estos pistófonos deben también calibrarse en laboratorio junto


con los medidores a los que controla.

Las exigencias de normas obligan cada vez más al uso de equipos


integradores, es decir, aquéllos que permiten medir directamente el
120 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

nivel sonoro continuo equivalente como resultado de una muestra


durante un cierto tiempo. En estos casos, debe tenerse presente que los
equipos deben responder a la recomendación internacional ISO 1 999 y
no a los códigos norteamericanos. Como ya se dijo, nuestra normativa
adhiere a la posición europea adoptando el factor q = 3, en oposición al
criterio norteamericano que adopta q = 5.

Las mediciones obtenidas por equipos que respondan a uno u


otro criterio no sólo dan valores diferentes, sino que no son convertibles
de uno a otro, lo que hace que este punto sea esencial al momento de
optar por un medidor integrador o dosímetro.

Durante las mediciones debe tenerse la precaución que la distan-


cia entre operador y MNS sea la mayor posible que permita su manejo (e-
vitando actuar como pantalla, como sucede con la proximidad de ocasio-
nales curiosos). Actuando a menos de 1 m, una persona puede dar lugar a
errores de varios dB en bandas de frecuencias. Lo mismo entre micrófono
y MNS, para lo cual algunos tienen un prolongador al efecto, siendo acon-
sejable además el uso de trípode y nunca dejar el equipo sobre una mesa
u otra superficie reflectante para ser leído desde una cierta distancia.

Los MNS pueden tener micrófono direccional (criterio IEC) o de


incidencia al azar (criterio ANSI). Utilizando uno de estos últimos equipos
en campo libre, debe orientarse el micrófono de tal manera que la res-
puesta sea lo más plana posible: debe estar orientado formando un
ángulo de unos 70/80º respecto de la dirección a la fuente sonora. Si se
lo enfrentara a la fuente, se sobre estimaría lo medido. Si es de campo
libre, se lo debe dirigir directamente a ella.

Para mediciones en ambientes cerrados, es aconsejable el uso de


micrófonos de incidencia al azar, evitando siempre la presencia cercana
de objetos que puedan reflejar o absorber energía sonora. Con un micró-
fono de campo libre (o direccional), el valor medido estará subestimado.
Estas condiciones de medición se muestran en la figura 47.

Cualquiera sea el ambiente donde se mida, los equipos generales


de medición que se utilicen tienen un error global que comprende tanto
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 121

al propio del equipo, exactitud de apreciación en la escala, forma de me-


dir (error del operador), que para mediciones “in situ” es del orden de
±1 dB57, es decir que el valor leído es en realidad un intervalo entre 1 dB
por encima y otro tanto por debajo.

Figura 48

18. ABSORCION SONORA


Este primer punto de los que siguen para el control del ruido,
debe estar complementado con una visión global del problema en la
planta industrial o ambiente que se trate, considerando incluso aspectos
administrativos. Algunas publicaciones así lo consideran58, aunque sin
entrar en el aspecto técnico que acá es lo que se desarrolla.

57
A.Behar y colaboradores, “Accuracy in the Measurement of Sound Level in Situ with Sound Level Meter”. Applied
Acoustics 8 (1975) 67/69.
58
Por ejemplo, P.Canetto, “Soluciones para el ruido en el trabajo”. Mapfre Seguridad Nº 104 (2006) 48/57.
www.mapfre.com/fundaciones/es/FundacionMapfre/publicaciones/pdf/ruido_trabajo_MapfreSeguridad_n104_
art4.pdf.
122 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Un material frente a la incidencia de sonido puede presentar


escasa oposición a su paso u obstaculizarlo. En el primer caso se encuen-
tran los absorbentes y en el segundo los aislantes. Se entiende que un
material absorbe cuando se refleja sólo una fracción de lo que incide.
Tanto sea que el sonido se transforme en calor a su paso o quede del otro
lado, ambos procesos son similares desde este concepto de absorción.

La capacidad absorbente de un material, está dada por su coefi-


ciente de absorción sonora, denotado con α, con valores entre 1 (perfec-
tamente absorbente) y 0 (perfectamente reflejante). Es una cantidad
adimensional, pero operativamente se le asocia la unidad sabines/m2.

Para un dado material, este coeficiente α varía de frecuencia en


frecuencia, por lo que en realidad es un conjunto de valores, uno por
banda de frecuencia los que definen su capacidad absorbente.
Coeficiente de absorción sonora

C
B

Frecuencia

Figura 48

Los materiales genuinamente absorbentes son los fibrososo y los


porosos, con sus poros abiertos e intercomunicados. Además de los
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 123

comerciales desarrollados especialmente para estos fines, tal como las


espumas flexibles de poliuretano y los bien aprovechados, como las
lanas de vidrio y de roca, también se comportan así las vestimentas, cor-
tinados, alfombras, telas, etc. con más o menos eficiencia. Todos tienen
en común que su capacidad de absorción aumenta con la frecuencia. En
el gráfico de la figura 48 se muestra una curva (A) general del com-
portamiento de estos materiales absorbentes.

La curva C corresponde a resonadores tipo Helmholtz y la B, a


membranas resonantes, a describir luego.

La curva A, comportamiento general de los materiales porosos y


fibrosos: poca capacidad absorbente en el rango de bajas frecuencias;
aumento notable en el rango medio y excelente comportamiento en fre-
cuencias altas. En realidad, manteniendo la curva esa forma, el crecimien-
to comienza en frecuencias más bajas, cuanto mayor sea el espesor de un
material y cuanto más adapte la impedancia del material a la del aire.

La impedancia Z del aire (apartado 2) es como se vio, un número


real que depende de su temperatura de acuerdo con la expresión:

p
Z= = ρ × c ≈ 410 Pa.s / m
v

Figura 49
Figura 50
124 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Los materiales absorbentes tienen más eficiencia cuando presentan al sonido


incidente, una impedancia similar a la del aire. Un conjunto de mantas de den-
sidades crecientes (la menor como primera frente al sonido) se comporta
mejor, que una manta de igual espesor y alta densidad (figura 49). Si bien esta
última es más absorbente, sólo actúa con el sonido que ingresó. Pero al haber
un salto de impedancia muy marcado, sólo una fracción ingresa para ser ab-
sorbido. Lo no ingresado se refleja y por lo tanto, la absorción es menor.

Materiales más recientes (figura 51) tienen su cara anterior escul-


pida en forma de cuñas que cumplen con ese factor de adaptador de im-
pedancias. En las tablas que siguen se dan valores de absorción medidas
en condiciones de norma59.

Tabla 15
COEFICIENTES DE ABSORCIÓN SONORA DE ELEMENTOS DUROS (sabines/m2)
Elemento Banda de frecuencias (Hz)
125 250 500 1000 2000 4000
1. Pared de ladrillo
sin pintar 0,02 0,02 0,03 0,04 0,05 0,05
2. Idem 1 pero pintada 0,01 0,01 0,02 0,02 0,02 0,02
3. Revoque de yeso sobre
ladrillo hueco 0,02 0,02 0,02 0,03 0,04 0,04
4. Hormigón sin pintar 0,01 0,01 0,02 0,02 0,02 0,03
5. Idem 4 pero pintado 0,01 0,01 0,01 0,02 0,02 0,02
6. Madera maciza y pulida 0,01 0,03 0,05 0,04 0,04 0,04

Tabla 16
COEFICIENTES DE ABSORCIÓN SONORA DE ALGUNOS MATERIALES GENÉRICOS
(sabines/m2)
Banda Pared Madera(2) Aglomerado(3) Vidrio(4) Lana de Lana de
mampostería(1)
vidrio(5) vidrio(6)
125 0,02 0,01 0,15 0,18 0,13 0,08
250 0,02 0,03 0,25 0,06 0,20 0,12
500 0,03 0,05 0,20 0,04 0,34 0,16
1000 0,04 0,04 0,15 0,03 0,56 0,17
59
Norma IRAM 4 065:1995, “Método de medición del coeficiente de absorción de sonido en sala reverberante”
basada en la internacional ISO 354 (en su versión anterior a la actual de 2003).
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 125

2000 0,05 0,04 0,10 0,02 0,85 0,24


4000 0,05 0,04 0,05 0,02 0,90 0,55
(1)
Pared de ladrillo sin pintar.
(2)
Madera maciza y pulida.
(3)
Aglomerado de 12,5 mm s/ bastidor c/ 100 y 50 mm (horizontal y vertical) a 8 mm de pared.
(4)
Paneles grandes de vidrios pesados.
(5)
Lana de vidrio de 45 mm de espesor y 15 kg/m3 de densidad.
(6)
Lana de vidrio de 12,5 mm de espesor y 32 kg/m3 de densidad.

Tabla 17
COEFICIENTES DE ABSORCIÓN SONORA DE MATERIALES COMERCIALES
(sabines/m2)
Banda Fonac Fonac Sonex Sonex Fonac Baffles
35 mm 50 mm 20 mm 75 mm Clase 1 Bel*
100 0,10 0,17 0,05 0,12 0,08 0,40
125 0,11 0,15 0,04 0,13 0,19 0,43
160 0,15 0,19 0,07 0,26 0,22 0,46
200 0,13 0,40 0,08 0,34 0,31 0,41
250 0,24 0,36 0,12 0,53 0,32 0,44
315 0,27 0,34 0,17 0,72 0,51 0,51
400 0,40 0,49 0,21 0,87 0,63 0,63
500 0,43 0,78 0,28 0,90 0,73 0,76
630 0,52 0,77 0,33 0,99 0,87 0,75
800 0,55 0,85 0,38 1,01 0,88 0,89
1000 0,64 0,84 0,44 1,07 0,97 0,89
1250 0,68 0,98 0,51 1,05 0,83 0,96
1600 0,72 0,88 0,57 1,03 0,83 0,91
2000 0,68 0,80 0,60 1,07 0,82 0,84
2500 0,68 0,70 0,63 1,01 0,77 0,68
3150 0,63 0,75 0,70 1,08 0,73 0,71
4000 s/d s/d 0,73 1,00 s/d 0,62
5000 s/d s/d 0,86 1,04 s/d 0,61

Fonac® fabricado por Sonoflex S.R.L. (Argentina)


Sonex® Fabricado por Illbruck Ltda.(Brasil)
Bel® fabricado por Decibel Sudamericana S.A. (Argentina). *1,4 baffles/m2
126 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Para lograr absorciones en rangos de frecuencias para los que los


materiales porosos o fibrosos son poco eficientes, debe emplearse dise-
ños acústicos. Entre los más usados están las membranas resonantes
(figura 51) y los resonadores tipo Helmholtz (figura 52).
1,0

0,9
Pared firme 0,8

Coeficiente de absorción (sabines/m2)


Absorbente 0,7
400 a 600

Madera terciada de 3 mm 0,6

Montantes y largueros 0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0,0
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
75 Frecuencia (Hz)

Figura 51

Las primeras consisten en un elemento elástico montado sobre


bastidores firmes contra una superficie dura como una pared, que
permita que la membrana vibre como respuesta al sonido incidente. La
membrana se la puede ejecutar con maderas de muy poco espesor, plás-
ticos, rubber oil, etc. La forma típica de la curva de absorción es la de una
campana, con su frecuencia de resonancia fr dada por,

600
fr = Hz
m×d (100)

en la que m es la densidad superficial de la membrana (kg/m2) y d es su


separación con la superficie rígida (cm).

El concepto del diseño se basa en la libertad de la membrana


para vibrar por acción del ruido, del que puede absorber aquel rango de
frecuencias que es capaz de emitir, si se lo batiera a modo de tambor.
Como resultado, se muestra su curva característica en la figura 51.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 127

Los resonadores Helmholtz (figura 52) son volúmenes huecos,


tipo botella o “damajuana” que absorbe las frecuencias que puede emi-
tir cuando se las sopla para imitar la sirena de un barco. La frecuencia de
resonancia está dada por
Figura 52 Resonador tipo Helmholtz

Cuerpo del
resonador
V

Cuello del
resonador
v, S

c S
fr = Hz
2π t ×V (101)

en la que S es el área de la boca de la botella (m2), t es el largo del cuello


(m) de volumen v = S.t y V, el volumen del cuerpo de la botella (m3).

Para calcular la capacidad absorbente de un local, se adopta


como modelo que el mismo está revestido por un único material ficticio,
con coeficiente igual al promedio pesado de los coeficientes de los mate-
riales reales existentes con las áreas que cada uno ocupa, esto es,

1 n
α = ∑ Si × α i
S i =1
sabines / m 2
(102)

Dentro de este modelo, el mismo resultado se obtiene si se con-


sidera que el recinto está revestido por un material con coeficiente de
128 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

absorción igual a la unidad, cubriendo un área igual al producto del coe-


ficiente medio por el área total real del recinto.

En otras palabras, a los efectos de los cálculos dentro de la vali-


dez del modelo comentado, usualmente empleado para los cálculos típi-
cos en recintos generales, es lo mismo:

a) considerar los revestimientos reales con sus coeficientes de


absorción (αi) y el área que realmente ocupan Si, o
b) considerar un único material ficticio con coeficiente igual al
promedio pesado de todos los reales (<α>) y ocupando el área
real del recinto (S), o
c) considerar un material ficticio con coeficiente igual a 1 sabi-
nes/m2 ocupando un área igual al producto del área real total por
el coeficiente medio (A).

En resumen,

∑α i × S i = α × S = 1× A
(101)

Al área A que ocupa el material ficticio de coeficiente unitario (α


=1), se lo denomina Area equivalente de absorción. El ejemplo más signi-
ficativo de un material con coeficiente igual a la unidad, es una ventana
abierta. El área A que no corresponde a un área geométrica, se la expre-
sa en sabines. Dicho en otras palabras, la situación real puede reempla-
zarse a los efectos de los cálculos, por un material ficticio que tiene un
coeficiente α = 1 y que ocupa un área igual a A.

n n
A = ∑ Ai = ∑ α i × S i sabines
i =1 i =1 (102)

Finalmente, una nueva propiedad para los recintos, está dada por la lla-
mada constante R del recinto, visto un poco antes. Da una medida de la capacidad
absorbente del recinto, que resulta de eliminar la primera reflexión y dejando las
sucesivas, que en conjunto representan su reverberación. Se la define mediante,
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 129

A
R= m2
1− α
(105)

Su valor determina el nivel sonoro teóricamente constante en la


componente reverberante del campo sonoro interior de un recinto. Al
incorporar absorción en los contornos de un recinto, se incrementa su
valor, de manera que mediante este tratamiento, el nivel sonoro dismi-
nuye desde el estado anterior, en una cantidad dada por,

Af R α
At = 10 lg ≈ 10 lg f ≈ 10 lg f
dB
Ai Ri α i (106)

en la que el subíndice f indica luego del tratamiento y el i, antes del tra-


tamiento.

Cualquiera sea el material o materiales absorbentes que se


empleen para disminuir nivel sonoro, su efecto es sólo en la componen-
te reverberante del campo sonoro interior. Para cada fuente sonora exis-
te una superficie (volumen) en su entorno que separa la componente
directa (interior) y la reverberante (exterior).

En la primera valen las pantallas como elementos aislantes, pero


no así en la segunda. Como se ve en la planta de la figura 53, interponien-
do una barrera en la componente reverberante para proteger al sitio P,
los rayos reflejados A’ y B’ ignoran a la pantalla y llegan a P de todas
maneras. Sólo el rayo directo D impacta sobre la pantalla.

Las múltiples reflexiones en los contornos hacen que el nivel sono-


ro no se atenúe en P. Sólo si se incorpora absorción en las áreas de reflexión
disminuye la influencia de las reflexiones y por lo tanto el nivel en P.

El aumento de la absorción (se incrementa <α>, A y R) hace que


aumente la distancia crítica rc y con ello la componente directa (figuras
41 y 42). Si el punto P quedara dentro de esa componente con el aumen-
130 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

to de la absorción, entonces la pantalla se transforma en un elemento


aislante adecuado. Normalmente, es el cielorraso la primera área a
revestir con absorción para generar estos aumentos ya que es una super-
ficie que típicamente siempre recibe sonido desde la/s fuente/s.

A
rc A’

B
Fuente
D P
B’

Pantalla

Figura 53

Se remarca que sólo en la componente reverberante del campo


sonoro se produce atenuación por absorción. Esta componente reverbe-
rante se presenta a distancias mayores a la crítica ya dada. Se estará téc-
nicamente en la componente reverberante pura, para distancias tres
veces la crítica.

Además de lograr estas atenuaciones, posiblemente la principal


aplicación de los materiales absorbentes sea el control del tiempo de
reverberación, es decir, la permanencia de un sonido luego de acallada la
fuente sonora (vivacidad).

El tiempo de reverberación T es inversamente proporcional al


área equivalente (o los coeficientes de absorción y el área que ocupan) y
proporcional con el volumen del recinto. La expresión de Sabine es la
que cuantifica estas relaciones.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 131

0,16V 0,16V
T = = s
α ×S A
(107)

en la que V es el volumen de la sala (m3) y el resto de los parámetros ya definidos.

La influencia de la reverberación en la inteligibilidad puede verse


en forma simplificada: Una palabra es una sucesión de fonemas: mien-
tras se mantenga suficientemente elevados los niveles de los fonemas
anteriores (es decir, con sus respectivas fuente ya acalladas) competirán
con la que se esté emitiendo en el momento, con lo que se hará confuso
el mensaje oral. La absorción a través del tiempo de reverberación modi-
fica ese cuadro y está directamente relacionada con la inteligibilidad
oral, no sólo en los casos de teatros, sino también en auditorios, salas de
reuniones y oficinas (especialmente las de planta abierta).

Para ampliar todos estos temas consultando páginas de internet


se sugiere consultar con un buscador bajo los textos “sound absorption”.
En particular, la aplicación a la acústica arquitectónica que se aparta del
control de ruido industrial, puede accederse a la publicación:
www.cetear.com/cap04.pdf .

Otra, presentada a modo de preguntas frecuentes que abarca


todos estos temas con información básica sobre absorción sonora y otras
definiciones, en http://www.eie.fceia.unr.edu.ar/~acustica/faqesp.htm

En la literatura se dan valores de absorción sonora por bandas de


frecuencias que permiten seleccionar el material más adecuado para el
espectro de ruido que se deba tratar. Debe distinguirse entre los datos
obtenidos por dos métodos según el llamado método del tubo60 y por el
de la cámara reverberante.

El primero da valores porcentuales para tonos puros e incidencia


normal del sonido sobre el material. El segundo da valores en sabines/m2
60
ISO 10534-1:1996, “Determination of sound absorption coefficient and impedance in impedance tubes”. Parte 1,
“Method using standing wave ratio”. ISO 10534-2:1998, “Determination of sound absorption coefficient and impe-
dance in impedance tubes”. Parte 2, “Transfer-function method”.
132 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

para bandas de ruido de incidencia al azar sobre la muestra. Ambos valores


difieren aunque pueden vincularse teóricamente con una validez relativa61.

Finalmente se cita el índice resumido NRC (Noise Reduction


Coefficient) que simplemente es el promedio aritmético de los coeficien-
tes en sabines/m2 de las bandas centradas en 250, 500, 1000 y 2000 Hz,
aproximado al múltiplo de 0,05 más cercano, que se vincula con el rango
fundamental de la audición humana. No se le adjudica unidad. Más ela-
borado, es el coeficiente ponderado αW62 de uso más restringido en nues-
tro medio hasta ahora.

19. AISLACION SONORA

El concepto de aislación sonora es el de disminución de nivel sonoro


por interposición de barreras físicas en el camino de propagación. La aislación
es la reducción al otro lado de la barrera. Para impedir o disminuir el paso de
sonido, los materiales deben ser impermeables al paso de aire, pesados para
resistir la excitación sonora y constituir cerramientos estancos.

Este concepto es totalmente diferente al de absorción sonora: en


aquél, la atenuación se produce por disminución de las reflexiones del
sonido dentro del mismo recinto en el que se encuentra la o las fuentes
de ruido. Los materiales aptos para este efecto son los de poros abiertos
e intercomunicados. Estos materiales son normalmente de más del 90%
de volumen de aire en su interior, o sea, livianos.

En consecuencia, los materiales pueden ser hábiles para compor-


tarse como aislantes o absorbentes, pero no simultáneamente como
ambos. Por el contrario, puede que no tenga ninguno de esos comporta-
mientos como el caso del poliestireno expandido.

La capacidad de atenuación está dada por el coeficiente de trans-


misión τ, fracción de intensidad sonora incidente sobre un material que
pasa al otro lado, cuya definición formal es la que sigue.
61
Por ejemplo, A.London, Journal of the Acoustical Society of America, vol.2, año 1950, páginas 263 a 269.
62
ISO R 11654:1997, “Acoustics – Sound absorbers for use in buildings. Rating of sound absorbers.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 133

Ii − Ir I
τ= = 1− r
Ii Ii (108)

en la que Ii es la intensidad incidente y Ir, la reflejada (que no pasa).

Desde el punto de vista operativo, lo que define las propiedades


aislantes es el Indice de Reducción Acústica R para cada banda de frecuen-
cias, expresados en dB. Esta propiedad de un divisorio se obtiene por me-
diciones en laboratorio según exigencias de norma63. El índice R se rela-
ciona con el coeficiente τ, mediante

1
R = 10 lg dB
τ (109)

En términos cualitativos, un divisorio presenta una forma de su


curva de aislamiento dado por la figura 55. Se distinguen tres regiones:

a) Bajas frecuencias (por debajo de los 100 Hz): Oscilaciones debi-


das a la respuesta del divisorio con movimiento de pistón a la
vibración del sonido incidente. Región de menor interés, a menos
de existencia de bajas frecuencias muy importantes
b) Frecuencias medias: Atenuación debido a la densidad superfi-
cial del material.
c) Frecuencias altas: Disminución respecto al rango anterior,
dependiente de la densidad superficial, rigidez y pérdidas inter-
nas del divisorio (efecto de coincidencia).

El efecto de coincidencia comienza a partir de la frecuencia de


coincidencia fc dada por la expresión,

fc =
c 2 m 1− σ 2( ) Hz
1,8 t 3 ×Y (110)
63
IRAM 4063, "Medición del aislamiento acústico de los edificios y de los elementos de construcción" en 12 partes.
Equivalente a ISO 140 en otras tantas partes.
134 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

en la que c es la velocidad del sonido en aire (m/s), m es la densidad su-


perficial del divisorio (kg/m2), σ el módulo adimensional de Poisson, t el
espesor del divisorio (m) y Y el módulo de elasticidad de Young (N/m2)64.

Predomina densidad
y flexibilidad
Predomina densidad
Aislalación sonora [dB]

5 dB

1 octava Disminución de
atenuación respecto
de Ley de masas
Ley de masas
Resonancias Efecto de coincidencia

Frecuencia [Hz] (escala logarítmica)


Figura 54 / Figura 55
100000
Vidrio Acero
Frecuencia crítica [Hz]

10000 Plomo

1000
Mampostería

100
Agomerado
Hormigón

10
1 10 100 1000 10000
Densidad superficial [kg/m2]

64
En el apartado 1 se denotó con Y al módulo de Young para evitar confusiones con la E dada para energía.
Efectivamente, suele emplearse E para el módulo de Young.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 135

En la figura 56 se muestra la dependencia de la frecuencia de


coincidencia con la densidad superficial de algunos materiales. Para
cualquiera, disminuyendo su densidad o su espesor (densidad superfi-
cial), aumenta la frecuencia de coincidencia, lo que constituye un ele-
mento de diseño de un tratamiento aislante.

El tratamiento del efecto de coincidencia va más allá del marco


de este texto65.
Es deseable que esta frecuencia sea muy elevada de manera de
incrementar el rango de validez de la ley de masas, cuyo tratamiento y
previsión es simple, tal como se muestra en el gráfico de la figura 56.
80
Figura 56
70
Indice de aislación [dB]

60
50
40

30
20

10
1000 10000 100000 1000000
2
Densidad x espesor x frecuencia [kg x Hz x m ]

Tabla 18
PROPIEDADES DE ALGUNOS MATERIALES
Material Módulo de Young(N/m2) Poisson
Alumio 7,16 x 1010 0,34
Cobre 4,60 x 1010 0,35
Vidrio 6,76 x 1010
Plomo 1,58 x 1010 0,43
Plexiglass 3,73 x 109
Acero 1,96 x 1011 0,31
Concreto 2,61 x 1010
65
Para el lector interesado puede consultarse conceptos básicos en: http://personal.cityu.edu.hk/~bsapplec/trans-
mis2.htm. Con conceptos más amplios para este apartado, http://irc.nrc-cnrc.gc.ca/pubs/cbd/cbd239_e.html.
136 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Para un dado divisorio, se debe conocer su densidad, espesor y la fre-


cuencia de interés. Con ese producto se puede estimar la atenuación espera-
da en el eje de ordenadas. Se lo ilustra con un valor de 180.000 kg.Hz.m2 al que
corresponde una atenuación esperada de unos 49 dB (para esa frecuencia).

Para un divisorio, la atenuación se incrementa a razón de 5 dB


con cada duplicación de la frecuencia. Para una dada frecuencia, la ate-
nuación se incrementa a razón de unos 5 dB con cada duplicación del
espesor o de la densidad de volumen del divisorio.

Los resultados de la ley de masas deben interpretarse como las


cotas superiores cuando el divisorio es impermeable y conforma cierres her-
méticos. Su rango de validez está limitado por la frecuencia de coincidencia.

Cuando la partición contiene más de una componente, por ejem-


plo mampostería y vidrio, el índice resulta de un promedio de los de cada
componente, acercándose dramáticamente al de menor capacidad ais-
lante, aún con un área porcentual reducida. El cálculo del índice R de una
partición mixta compuesta por n componentes, cada uno con su índice Ri
y ocupando un área relativa si, tal que ∑si = 1.

⎛ n ⎞
R = − 10 lg ⎜ ∑ s i ×10 −0 ,1×Ri ⎟ dB
⎝ i =1 ⎠ (111)

Para ilustrar, sea el caso de un divisorio de mampostería cuyo


índice de reducción acústica para una dada banda de frecuencias es
R1 = 45 dB, con un paño vidriado que ocupa un área relativa del 20%, con
un índice R2 = 15 dB. El índice mixto es,

[( )( )]
R = −10 lg 0,8 × 10 −0 ,1×45 + 0,2 × 10 −0 ,1×15 =
= −10 lg [(0,8 × 0,0000316228 )+ (0,2 × 0,3162 )]
= −10 lg [0,000025298 + 0,006325 ]=
= −10 lg [0,006350298 ]= 22 dB
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 137

“Sólo” un 20% de una componente menos aislante que el 80%


restante, hace que el divisorio se comporte globalmente próximo a la
menos aislante. Como nuevo elemento de diseño, las componentes de
un divisorio mixto deben tener comportamientos aislantes similares.

Sea el mismo divisorio de mampostería sin el vidrio pero con un


agujero pasante que ocupa un 2% (R2 = 0 dB). Ahora,

[( )(
R = −10 lg 0,98 × 10 −0 ,1×45 + 0,02 × 10 −0 ,1×0 = )]
= −10 lg [(0,8 × 0,0000316228 )+ (0,02 )]
= −10 lg [0,000025298 + 0,02]=
= −10 lg [0,020025298 ]= 17 dB

El valor resultante es indicativo por sí sólo, de lo necesario de no


permitir pasos francos de sonido en los divisorios.

Dado que hay una limitación en la capacidad de atenuación de


divisorios simples ya que por duplicación de su peso o de su espesor se
incrementa en 5 dB la atenuación (ver gráfico 56), se recurre a los diviso-
rios dobles para lograr aumentos ulteriores sin comprometer pesos y
espesores.

Consisten en dos (o más) divisorios simples o mixtos separados


por una cámara de aire que los desvinculen. Si estuvieran tan separados
que se los pudiera considerar independientes, la atenuación sería la suma
aritmética de la de sus componentes. Si estuvieran totalmente vinculados
(conformando un único divisorio) sería aproximadamente la de uno de
ellos más 5 dB. Los divisorios dobles reales presentan valores intermedios.

No existe una ley de masas para estos divisorios en general, aun-


que sí para algunos materiales en particular, como se muestra en la figu-
ra 57 para doble vidriado.

Las reglas de diseño son: que la estructura que vincula a los com-
ponentes sea resiliente, es decir que minimice el paso de vibraciones de
138 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

una a otra. También es conveniente que incluya material absorbente en


la cavidad intermedia.

Los elementos habitualmente empleados son: doble vidriado, table-


ros de yeso, placas de madera y chapas metálicas. Debe tenerse en claro que
la sola existencia de huecos interiores, no le da carácter de divisorio doble.
Un ladrillo cerámico tiene huecos interiores pero sus caras están rígidamen-
te vinculadas, por lo que se comporta como un divisorio simple. Como su
peso es menor que el del ladrillo común, a igualdad de espesor (menor den-
sidad superficial), las paredes ejecutadas con los primeros tiene menor ca-
pacidad de atenuación que otra ejecutada con los segundos.
ATENUACION DE DOBLE VIDRIADO
Válido para paños de 6 mm + 6 mm o de 6 mm + 3 mm

50

45
Rw en dB

40

35

30
1 10 100 1000
Separación entre vidrios en mm

Figura 57

Para los divisorios simples o dobles se suele emplear un único


índice numérico Rw que se obtiene contrastando un perfil normalizado66
con la curva de atenuación (figura 58). Cuando se logra una posición para
la que la suma de las diferencias por debajo del perfil sea en promedio
entre 1 y 2 dB, se debe leer el valor en dB para la banda de 500 Hz. El pro-
medio es la suma de esas diferencias negativas, dividido la totalidad de
las bandas del espectro. Leer el valor para la banda de 500 Hz es una defi-
nición sin tener significado particular para esa banda.
66
IRAM 4 043-1:2001 “Evaluación del aislamiento acústico en los edificios y de los elementos de construcción”. Par-
te I: “Aislamiento a ruido aéreo”.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 139

El valor de Rw resultante, es una forma resumida de indicar la


capacidad aislante de un divisorio, pero no es un índice operable. No se
puede restar de ningún valor de nivel sonoro a un lado para obtener el
nivel del otro. No se puede usar como condición de pliego para determi-
nar el nivel resultante. Sólo se puede usar en pliegos para selección de un
divisorio como propiedad del divisorios y compararlo con otros.
INDICE Rw DE UNA PARTICION

60

50

40
Indice R de atnueción [dB]

30
Rw = 36 dB
20

Curva del divisorio


10 Diferencias por defecto Pos.del perfil

0
100 1000 10000
Banda de tercios de octavas normalizados [Hz]
Figura 58

A los efectos de los resultados, el parámetro que realmente inte-


resa en un caso cualquiera, es la diferencia de nivel sonoro (D) a ambos
lados de un divisorio, D = L1 − L2 , que se vincula con sus valores de R.
Ambos parámetros difieren entre sí, (principalmente) por la capacidad
de absorción que tenga el recinto receptor. En efecto, ambos se vinculan
mediante,

⎛ S × T2 ⎞
R = D + 10 lg ⎜⎜ ⎟⎟ dB
⎝ 0,16 V2 ⎠ (112)
140 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

en la que el subíndice 2 indica recinto receptor, T es su tiempo de rever-


beración (s), V su volumen (m3) y S el área del divisorio común entre recin-
to emisor y receptor (m2).

Resumiendo, la técnica de aislación sonora consiste en ejecutar di-


visorios herméticos que generen recintos estancos: uno que contiene a las
fuentes sonoras (emisor) y otro que es el que está bajo control (receptor).

Cuanto más masiva y menos rígidas sean, tanto mayor será la


aislación. Básicamente se puede predecir el valor de aislación a través de
las leyes de masa y frecuencia. Esos valores pueden aumentarse eje-
cutando particiones dobles que a igualdad de pesos, tiene un incremento
notable en la aislación.

La determinación de la aislación suficiente se efectúa mediante


criterios que fijan los máximos admitidos en el recinto receptor según
algún objetivo definido. Si la diferencia entre el espectro a atenuar y la
aislación de la partición es inferior a aquel valor, puede adoptarse a esa
partición como solución. Se dan tablas orientadoras de la capacidad ais-
lante de algunos divisorios.

Tabla 19
Indices de reducción acústica de algunos divisorios
con materiales comerciales (dB)
Fuente: Informes de laboratorio oficial
Divisorio
Banda Barrier Barrier2 Barrier 3 yesos + Placas de
yeso1 bicapa + Fe3 Barrier + LV4 yeso5
100 20,3 18,3 22,0 29,8 18
125 27,2 14,3 24,2 34,3 13
160 33,8 22,9 22,4 33,8 19
200 39,7 18,9 25,0 39,3 23
250 44,6 22,3 24,8 44,0 29
315 47,3 21,1 28,1 44,2 32
400 49,4 22,5 26,6 47,6 35
500 47,6 24,7 24,4 49,0 41
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 141

Divisorio
Banda Barrier Barrier2 Barrier 3 yesos + Placas de
yeso1 bicapa + Fe3 Barrier + LV4 yeso5
630 45,3 26,3 27,5 51,9 44
800 46,5 27,2 30,9 55,1 46
1000 48,5 29,4 30,0 56,6 49
1250 49,5 30,4 34,7 58,7 52
1600 49,7 31,4 36,1 59,5 54
2000 50,2 32,5 35,0 60,8 53
2500 52,1 32,5 34,6 59,1 44
3150 52,7 31,9 32,5 57,6 37
4000 52,13 2,13 7,36 1,5 s/d
5000 52,7 31,73 3,26 1,1 s/d

1
Divisorio armado sobre montantes metálicos de 50 mm. A un lado un tablero de yeso
de 12,5 mm y una capa de Barrier de 3 mm. Al otro lado el mismo esquema. En el espa-
cio interior, lana de vidrio de 50 mm y 50 kg/m3.
2
Una capa de aislante Barrier de 3 mm de espesor.
3
Una capa de aislante Barrier de 3 mm de espesor pegada a una chapa metálica calibre BWG
#20 (0,8 mm) a través de una capa de espuma de poliuretano flexible de 6 mm de espesor.
4
Divisorio armado sobre montantes metálicos de 70 mm. A un lado un tablero de yeso de
12,5 mm; al otro, 2 tableros iguales con una capa de Barrier de 3 mm intermedio. En el
espacio interior, lana de vidrio de 70 mm y 18 kg/m3.
5
Divisorio armado sobre montantes metálicos de 70 mm. A un lado un tablero de yeso de
12,5 mm; al otro, 1 tablero igual.

Tabla 20
VALORES GLOBALES DE ATENUACIÓN DE LOS MISMOS DIVISORIOS
Divisorio RW (dB)
1 48
2 29
3 30
4 52
5 38
142 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

Tabla 21
INDICES DE REDUCCIÓN ACÚSTICA DE ALGUNOS DIVISORIOS GENÉRICOS (dB)

Material HoAo Mampostería Mampostería Bloques Ho Mampostería Fe


Banda 76 mm 15 cm 30 cm huecos 15 cm cerámica 8 cm #20
125 35 34 41 37 31 21
250 40 34 43 36 31 22
500 44 41 49 42 35 24
1000 52 50 55 49 42 28
2000 59 56 57 55 42 32
4000 64 58 60 58 42 28

Tabla 22
VALORES GLOBALES DE ATENUACIÓN DE LOS MISMOS DIVISORIOS
Divisorio RW (dB)
1 47
2 42
3 52
4 45
5 39
6 28

Para ampliar estos temas,


http://www.eie.fceia.unr.edu.ar/~acustica/faqesp.htm
o a (incluye otros tópicos),
http://www.geocities.com/ACL071/documentos/documentos.htm

20. OTROS SISTEMAS DE CONTROL

Las propiedades aislantes y absorbentes de los materiales permiten


el diseño de sistemas de control de ruidos muy específicos. Se consideran:

· Pantallas y louvers
· Silenciadores resistivos
· Silenciadores reactivos
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 143

Estos temas, propios de control de ruidos se pueden ampliar en la


literatura específica. Recomendado: L.L.Beranek y I.L.Vér (ed.), "NOISE
AND VIBRATION CONTROL ENGINEERING. PRINCIPLE AND APPLICA-
TIONS" John Wiley & Sons.Inc. (N.York, 1992). http://www.books.goo-
gle.com/books?vid=ISBN0471617512&id=Tq31I0ZO2WAC&pg=PP1&lpg=
PP1&ots=RabbRd4KDs&dq=beranek&hl=es&sig=kO62RNj7vOgM1-
SSljS6c-LhOJ0

1. PANTALLAS

Una pantalla es un cerramiento incompleto con capacidad ais-


lante sonora que se interpone entre la fuente de ruido y el o los sitios a
proteger, en ambientes abiertos o cerrados. El sonido que incide sobre la
misma se atenúa según sean sus propiedades aislantes.

Los rayos sonoros rasantes con la cumbre de la pantalla, sufren des-


víos, generándose rayos dirigidos, incluso, al mismo sitio de protección.

b1 b2 ... b3

b
F
a

Figura 59

En la figura 59 se muestra al rayo a que queda atenuado por la pan-


talla en su condición de divisorio y el b, rasante, se descompone en varios,
alguno de los cuales (el b3) alcanza al sitio protegido. Con esto, el sitio al otro
lado de la pantalla no se encuentra en oscuridad (como sucede con la luz),
sino en penumbra, por los efectos de difracción en el contorno de la pantalla.
144 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El modelo a emplear para el cálculo de la atenuación, supone


como hipótesis de trabajo, que la pantalla misma atenúa más que los
resultados de los cálculos como pantalla y que el ancho de la pantalla es
bastante mayor que su altura.

Bajo estas condiciones, se define la diferencia de camino sonoro


con dcs = [(a + b) – d], lo que debe recorrer en exceso el sonido para ir de
F a P (figura 60).

b
P
a
F
d

Figura 60

Por el fenómeno de difracción que origina el problema, se define


el número de Fresnel N

2
N= (a + b − d )
λ (113)

valor que se incrementa con la disminución de la longitud de onda λ y


con la mayor diferencia de camino sonoro. La pérdida por inserción (dife-
rencia entre el nivel sonoro en el mismo sitio P sin y con la barrera) queda
en función del único parámetro N,

2π N
At = 20 lg +5 dB
tgh (2 π N ) (114)

La representación de esta expresión es la que se muestra en el


gráfico de la figura 61.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 145

A partir de N = 1, la atenuación se incrementa linealmente con N


hasta un límite empírico para una atenuación de entre 20 y 25 dB.
ATENUACION DE PANTALLAS DELGADAS

30

25 Límite empírico
Atenuación (dB)

20

15

10

5
0,1 1 10 100
Número de Fresnel N

Figura 61

Otras dos condiciones de aplicación de este modelo, es que se


trate de pantallas delgadas: placas metálicas, de fibrocemento y hasta
muros de pocos centímetros de espesor. Finalmente, que la fuente sea
puntual (la mayoría), excluyendo las lineales (tránsito fluido), o de áreas
extendidas (una pared vibrando).

Una variante de interés cuando se requiere ventilación (control


de temperaturas) que no puede lograrse con las pantallas ciegas, es el
empleo de louvers, conjunto de lamas inclinadas con material absorben-
te en la cara inferior y aislante en la superior. El aire pasa por la separa-
ción entre lamas logrando ese objetivo con una importante disminución
de nivel sonoro. La figura 62 ilustra la instalación de louvers limitando
una terraza técnica en el edificio de una corporación en Puerto Madero.

Mediciones en laboratorio de la pérdida por inserción de un sis-


tema comercial en nuestro medio, da valores para la condición en la que
146 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

el receptor es un recinto cerrado y para la condición en que es espacio


libre o abierto (condición de la instalación de la fotografía mostrada)

Figura 62 / Figura 63
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 147

SILENCIADORES RESISTIVOS

Otro sistema de amplio uso, es el de los silenciadores intercala-


dos en las aberturas para intercambio de calor en salas de máquinas. Los
silenciadores resistivos son cajones con dos extremos opuestos abiertos
y un conjunto de placas (baffles) absorbentes conformando canales que
permiten el paso de aire a lo largo, desde uno de los lados abiertos al otro
opuesto. A su paso, el ruido que ingresa va degradándose hasta atenua-
ciones deseadas. En la figura 64 se ilustra un volumen elemental.

Figura 64

El largo del silenciador determina su eficiencia, mientras que el


espesor de los baffles y su separación, lo sintoniza, o sea, selecciona las
bandas de frecuencia para las que es capaz de atenuar.

La curva típica de estos silenciadores es alrededor de una fre-


148 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

cuencia fM de máxima atenuación, dada por la expresión:

c
fM = ( Hz )
d (115)

en la que c es la velocidad del sonido (m/s) y d el ancho del canal (m). A títu-
lo ilustrativo, se muestra en la figura 65 la curva de atenuación de un silen-
ciador con las dimensiones dadas en el mismo gráfico (d y t en cm y L en m).
ATENUACION SONORA DE UN SILENCIADOR RESISTIVO

90
Temperatura 25
80
(°C)del canal
Ancho 76 77
20
(cm) =
Espesor del baffle 20,0 67
70 66
( )
Largo del silenciador 2,5
60 ( )
Area abierta (%)
50 = 52
Atenuación (dB)

51
50
39 38
40
29
30
27
21
18
20 15
11 12
8 8
10 3 5 5
2
0
100 1000 10000
Frecuencia (Hz)

Figura 65

El ancho de la “campana” está dado por el cociente t/d (t: espe-


sor del bafle). A mayor valor del cociente, mayor es el ancho. Este ancho
es la inversa de la relación de área abierta respecto a la sección total del
silenciador.

Los baffles de un silenciador resistivo pueden ser de sección rec-


tangular (sus bordes rectos en planta), pero constituye una notable
mejora cuando se le da una curvatura al frente de ataque y un remate
angular (figura 66). Esta mejora consiste en una menor pérdida de carga
que sufren los equipos que emiten ruido por la mayor facilidad en el paso
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 149

del aire. Como regla mnemotécnica, lo que mejora la atenuación sonora,


normalmente implica un aumento de contrapresión como desventaja
(se excluye de esta regla a los beneficios del perfil de ala de la figura 66).
Las aplicaciones deben ser normalmente, soluciones de compromiso
entre atenuación y pérdidas de carga.
L

Figura 66

El alojamiento del silenciador debe tener buena capacidad de ais-


lamiento para evitar fugas de ruido en los laterales, que disminuyan las
atenuaciones previstas.

SILENCIADORES REACTIVOS (DE ESCAPE)

Los conductos de escape son fuente de ruido. Grupos generado-


res incluyen normalmente con su provisión, un silenciador colocado al
inicio del ducto para minimizar los ruidos típicos. Sin embargo, el ducto
mismo “aguas abajo” del silenciador, es fuente de ruido. Ello debido a las
ondas estacionarias entre su inicio y su terminación abierta de descarga
de gases. Se trata de un ruido normalmente de bajas frecuencias que
exige un silenciador adicional por lo común no previsto, en el extremo
del conducto, tal como se ilustra en la figura 67.

Uno de diseño sencillo, consiste en una cámara cilíndrica de


expansión, metálica, de chapa gruesa (típico 1,6 a 2 mm), similar a lo que
150 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

se muestra en la figura 68. Los extremos deben estar rigidizados para


evitar vibraciones.

Conducto de gases
Silenciador
adicional

Silenciador original

Fuente de ruido

Figura 67 Largo
Diámetro

d
Figura 68

La relación entre diámetro del silenciador y del ducto definen la


eficiencia en la atenuación y el largo, la sintonía (selección de frecuen-
cias cuyos niveles atenúa).

La atenuación está dada por la expresión en función de la fre-


cuencia (f = c/λ),

⎡ 1⎛ 1⎞
2
⎛ L⎞ ⎤
2

At = 10 lg ⎢1 + ⎜ m − ⎟ × sen ⎜ 2π ⎟ ⎥ ( dB )
⎣⎢ 4 ⎝ m⎠ ⎝ λ ⎠ ⎥⎦
(116)

con m = D/d, D el diámetro del silenciador, d, el diámetro del ducto y L el


largo del silenciador.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 151

La forma gráfica de la expresión anterior es la que se ilustra en la


figura 69 para las relaciones m = 15, 10 y 5. Un valor normalmente reco-
mendado es el primero de ellos, para atenuaciones en el ámbito urbano.

Para una dada frecuencia, se debe calcular la longitud de onda y


con la abscisa igual a 0,25, se deduce el largo L del silenciador.

⎛ c ⎞
⎜⎜ ⎟⎟
L 1 L 1 2π
2π = ⇒ 2π f = ⇒ L = ⎝ ⎠ ⇒
λ 4 c 4 f
54
L≈
f (117)

ATENUACION DE SILENCIADOR REACTIVO


18

16

14

12
Atenuación (dB)

10

4 m = 15 m = 10 m=5

0
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
L

λ

Figura 69

Con la condición anterior, se obtiene el largo L del silenciador


para la máxima atenuación para la frecuencia f. La atenuación máxima
estará dada por la relación m = D/d.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 153

Apéndice A
UN COMENTARIO SOBRE SISTEMA DE UNIDADES
Existen sistemas de unidades completos y coherentes que permi-
ten a partir de un conjunto llamado “de base”, obtenerse otras, llamadas
“derivadas” que en conjunto son suficientes para expresar todas las
magnitudes.

En Argentina existe un sistema de uso obligatorio conocido como


SIMELA (Sistema Métrico Legal Argentino) que es básicamente el SI
(Sistema Internacional de Unidades) a su vez, basado en el más conocido
como MKS (Metro, Kilogramo, Segundo).

El SIMELA se impone legalmente con la Ley Nº 19 511 y su Decreto


Reglamentario Nº 1 157 del 2 de marzo de 1972 (BORA 11 de mayo de 1972)
que en su artículo 14 dice “El SIMELA es de uso obligatorio y exclusivo de
todos los actos públicos o privados de cualquier orden o naturaleza. Las
disposiciones del presente artículo rigen para todas las formas y los
medios con que los actos se exterioricen”.

Esto incluye obviamente, a la acústica aplicada y en consecuencia


debe respetarse el sistema en textos, informes y demás escritos que se
generen por la actividad profesional. Vale entonces hacer algunos
comentarios para estar encuadrados dentro de la ley citada.

Los símbolos de las unidades no llevan punto como una abrevia-


tura porque son símbolos, a menos que estén al final de una frase y en
tal caso, es por su posición en la frase. Se escriben con minúscula, salvo
aquellos que derivan de un nombre. Entre los primeros: m (metro), kg
(kilogramo – por masa), s (segundo – por tiempo), mol (mol), cd (cande-
la). Entre los segundos: A (ampere), K (kelvin).

Algunos comentarios sobre el párrafo anterior:

• Los nombres de las unidades se escriben con minúscula aunque deri-


ven de un nombre propio o incluso coincidan con él (p.e. ampere).
154 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

• Los nombres extranjeros se puede “castellanizar”.


• No se debe emplear una “s” al final de un símbolo para denotar
que se refiere a una cantidad mayor que uno. 1 m, 100 m (no 100
ms, ni mts. ni mtrs.). Para los dos últimos se utilizó el punto, por
ser en todo caso una desaconsejable abreviatura y no un símbolo).
• Kelvin es una unidad cuyo nombre es precisamente ése, sin
anteponer la palabra “grado”. El símbolo no lleva antepuesto la
marca º.
• El símbolo kg corresponde a la unión de dos símbolos: “g” por
gramo y “k” como prefijo que indica “mil” (mil veces lo que le
siga). Se escriben con mayúscula los prefijos que corresponden a
múltiplos mayores a k (p.e. GHz, gigahertz –no se pronuncia
“yiga”…) y con minúscula en caso contrario (p.e. hPa, hectopascal).
• El símbolo de la unidad de tiempo, s no debe confundirse con el
de ángulo plano (“) y éste con el de pulgada (“) que no correspon-
de al sistema SIMELA ni al SI.

El conjunto de las unidades mencionadas en el párrafo previo al


punteo anterior, son la totalidad de las de base, junto con dos suplemen-
tarias: rad (radián) para ángulo plano y sr (estereorradián) para ángulo
sólido. A partir de su uso se deriva el resto, algunas explicitadas con la
combinación que las origina y otras con un nombre particular. Por ejem-
plo, N (newton) es la unidad de fuerza derivada: kg x m/s2. Pa (pascal) a
su vez, es la unidad de presión derivada: newton por metro cuadrado
(N/m2). Pero la viscosidad dinámica, Pa.s ó kg/m.s no tiene ni símbolo ni
nombre particular y se lo indica de esa manera.

Los símbolos de las cantidades en una operación, se vinculan entre sí


como las cantidades numéricas que califican. Por ejemplo, la velocidad
media de un móvil que se desplazó 120 km en un lapso de 2 h, es, expre-
sado en unidades de base:
120/2 km/h = 60 km/h = 16,7 m/s.

Para expresar la longitud 120 km en la unidad m (metro), se tiene


que 120 km = 120 x 1 000 km x m/km = 120 000 m. Comentarios:

La cuenta numérica es entre el número de km (120) y 1 000,


RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 155

número real que indica las veces que la nueva unidad (m) está contenida
en la anterior (km). “km” se convierte en “m” operando con las unidades
(se simplifica km con km).

Se escribió 1 000 (y no 1.000 ó 1,000 u otra forma) porque el


SIMELA indica que las cantidades deben escribirse a uno y otro lado de la
coma decimal, en grupos de tres cifras separadas por un espacio: P.e. 12
345 678,910 3.

No figura el decibel (dB) en el SIMELA ni en el SI porque no es una


unidad, sino una escala logarítmica que por determinadas razones faci-
lita su introducción. Al valor numérico de esa escala se los indica como
decibeles. Lo que tiene sentido físico es el argumento de su definición.

Si por ejemplo se la introduce para expresar indirectamente a la


67
presión ,

p2
L = 10 lg
p 02
(A.1)

tomando como motivo para hacerlo, que p2 es proporcional a la energía


y por lo tanto, esa escala en decibeles expresa indirectamente a la ener-
gía sonora involucrada68.

Se hace notar que se escribió “lg” por logaritmo en base 10 sin


aclarar que se trata de esta base, ya que por convención, la forma gené-
rica loga (logaritmo en base a) se reduce a ln cuando se refiere a la base
e y a lg cuando lo es a la base 10.

El valor de referencia normalizado es p0 = 2 x 10-5 Pa.

67
Se lo debería indicar como δp de acuerdo a la terminología del comienzo del texto, pero debe entenderse que
ahora p (por simplicidad) es la variación de presión respecto a la estática debido a la señal sonora.
68
En el apartado 3 se amplía este concepto, derivando la relación que vincula presión con energía en la expresión (36).
156 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

El denominador permite trabajar con cantidades adimensionales como


corresponde a una expresión logarítmica69.

Se deben distinguir dos casos según que la magnitud del argu-


mento esté relacionada con la energía o lo esté su cuadrado, dando ori-
gen al valor K = 1 ó 2 respectivamente en la expresión general (A.2).

a'
N = 10 K lg
a" (A.2)

donde N es el valor en dB correspondiente a la relación entre el valor a’


de la magnitud A respecto al valor a” de la misma magnitud.

Con los mismos argumentos se podría definir otra escala basada


en logaritmos con otra base. Así por ejemplo se define una escala con la
base e (e = 2,718 28…) que da origen a valores en néper (Np). Con el
comentario anterior y con K’ = 1/2 ó 1 según la relación del argumento
con la energía o su cuadrado con la energía.

a'
N ' = K ' ln
a" (A.3)

Esta relación está vinculada con pérdidas de energía en el medio


de transmisión: sonido en aire, en líneas telefónicas.

[Estos valores de las constantes y denominaciones surgen ya de


la Asamblea Plenaria del COMITÉ CONSULTIVO INTERNACIONAL.
Definición de algunas expresiones utilizadas en los asuntos de transmi-
sión telefónica – Septiembre de 1927 – Un año antes se mencionaban los
vocablos “Nap” y “Bel” respectivamente]

Ambas escalas están relacionadas entre sí. Para una misma mag-
nitud y valor de referencia, teniendo en cuenta los valores K y K’ que les
corresponda, la relación es:
69
En realidad, el denominador p0 tiene un origen fisiológico más respetable que su simple incorporación para
hacer adimensional al cociente. En el apartado 5 se amplía este concepto.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 157

20
N' (Np ) = dB = 8,686 × N' (dB )
ln (10 ) (A.3)

La demostración sólo requiere un par de pasos que emplean las


definiciones de logaritmo, recordar que los argumentos deben ser igua-
les, que ln(10) 0,434 3 y que el cociente 10K/K’ = 20 sea uno o el otro caso
de la relación del argumento con la energía.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 159

Apéndice B
PLAN DE CONSERVACION DE LA AUDICION (PCA)
Lo que a continuación se plantea, es un conjunto de medidas
coordinadas que simplemente se citan, ya que en el cuerpo principal del
libro se explican las tareas acá enumeradas.

Un PCA está constituido por un conjunto organizado de medidas


técnicas y administrativas, que tienen el objetivo común de preservar la
audición del personal en una planta industrial.

Involucra al personal jerárquico, de higiene y seguridad y traba-


jadores de planta en todos sus niveles. Un buen PCA genera el mejor
aprovechamiento de las inversiones que se efectúen para el control de
ruidos al formar parte cada una, de un plan orgánico de inversiones,
mantiene los niveles sonoros en los cambios del “lay out” y/o incorpo-
ración de nuevos equipos de producción y ampliaciones en la obra civil.

Un PCA involucra a todas las partes de una empresa:

• La dirección de la empresa. Debe tomar conciencia de su impor-


tancia para la salud de sus colaboradores afectados por ruidos,
conocer sus efectos, el aumento en el rendimiento por trabajar
en un ambiente con ruidos controlados, el costo por indemniza-
ciones por hipoacusia, y la obligación formal y moral en la imple-
mentación y mantenimiento del programa.
• Ingeniería de planta. Para la selección de equipos de producción
poco ruidosos, generación de un “lay out” efectivo desde el
punto de vista acústico y la implementación de trabajos de inge-
niería acústica. Estas tareas deben estar asesoradas obviamente
por el ingeniero en higiene y seguridad.
• Mantenimiento. Para efectuar seguimiento de los equipos de
producción de manera de mantenerlos en condiciones de menor
emisión sonora.
• Administración y compras. Para generar reservas de fondos
para la ejecución de trabajos de ingeniería acústica y manteni-
160 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

miento de stock de protectores personales. Recibir información


para incluir la limitación en la emisión sonora de equipamiento a
adquirir.
• Producción. Realizar rotación del personal con actividades en
ambientes ruidosos a áreas más relajadas.

Un PCA consta de etapas sucesivas:

• Planteo de objetivos. Debe satisfacerse al menos con las exi-


gencias del Decreto 351/79 con las modificaciones introducidas
en su anexo V por la Resolución 295/2003. El ingeniero en
Higiene y Seguridad podrá sugerir mayores compromisos a su
buen criterio. Estos objetivos deben difundirse con un cronogra-
ma por pasos sucesivos, invocando la colaboración de todo el
personal como causa común.
• Diagnóstico de la situación presente. Deben efectuarse medi-
ciones de nivel sonoro continuo equivalente LAeq con equipos que
respondan a norma y calibrados, en tantos puntos como sea
necesario para obtener un mapa sonoro de la planta. Este mapa
(que debe actualizarse cada uno o dos años, cuando se cambie el
“lay out” y cuando se ejecuten trabajos de atenuación sonora),
permite detectar zonas de riesgo, principales fuentes de ruido y
estimar la dosis personal cuando haya rutas por la que el perso-
nal ejecute tareas en diferentes sitios de la planta. Un estudio del
mapa permite conocer los caminos de transmisión sonora y tener
una idea de valores elevados de reverberación en locales.
• Programa de mediciones complementarias. Se deben obtener
espectros al menos en bandas de octavas en las áreas de riesgo o
para las principales fuentes de ruido a fin de tener información
suficiente para los trabajos de ingeniería acústica para la atenua-
ción sonora.
• Programa de trabajos de remediación. Se puede establecer un
orden de prioridades para estos trabajos según el área de mayor
riesgo, la mayor concentración de personal en puestos fijos de tra-
bajo y/o las principales fuentes de emisión sonora. Una alternati-
va es la selección de trabajos iniciales, que por su costo reducido o
sencillez, pueda infundir confianza en los trabajos venideros.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 161

• Los trabajo de ingeniería en la fuente puede encararse con un


encapsulado (cierre total o parcial) de la fuente de ruido, la insta-
lación de pantallas, louvers, silenciadores. En camino de transmi-
sión, con el revestimiento de superficies con materiales absor-
bentes al sonido. Estos tratamientos también permiten dismi-
nuir la reverberación en el sector lo que, junto con un menor nivel
sonoro, permite la comunicación oral, la conversación telefónica,
el uso de un sistema busca-persona y la comprensión de señales
sonoras. En la recepción, con cabinas para el personal o pantallas.

En forma paralela, el PCA debe incluir también,

• Controles audiométricos. Debe seguirse al personal cuya dosis


diaria típica sea superior a 80 dBA a fin de conocer su evolución
con el tiempo.
• Charlas de concientización. Deben darse charlas a todos los
actores involucrados, a fin de conocer los riegos de las dosis de
ruido. Estas charlas deberán ajustarse al nivel medio de los desti-
natarios y enfatizar en lo que a cada uno corresponda. El signifi-
cado personal y social de la sordera y para los destinatarios que
corresponda, las normas y disposiciones legales vigentes. Es con-
veniente para los niveles con mando, contar con un abogado
laboralista que informe acerca de estos puntos.
• Selección de protectores auditivos. Es el instrumento adecuado
cuando las soluciones definitivas de ingeniería se demoren den-
tro del programa de ejecución. De acuerdo con lo legislado,
deben aplicarse controles sobre las fuentes de ruido, los caminos
de propagación y en los sitios de inmisión (puestos de trabajo) en
ese orden. Cuando se demuestre la imposibilidad de esas ejecu-
ciones, deberá proveerse protectores personales. Si nada de lo
anterior puede lograrse o no fuera suficiente, debe rotarse al per-
sonal de manera que la dosis final no supere al máximo de 85
dBA o lo que se tenga como objetivo. También es conveniente el
uso de protectores como solución provisoria mientras se demore
la ejecución de la solución definitiva.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 163

Apéndice C
LEYES DE mURPHY EN ACÚSTICA

Ley fundamental de la metrología acústica

Cuando se prepara un medidor de nivel sonoro:


a) Fallará la conexión del micrófono;
b) Cuando se lo haya superado, se notará que las pilas están sin carga;
c) Cuando todo esté listo, la fuente de ruido ya no estará en régimen.

Ley dinámica del diseño acústico

Si un diseño para aislamiento acústico se adapta idealmente a un


problema dado, al implementarlo cambiarán las fuentes de ruido.

Excepción crónica de la ley de masas

En todo divisorio aislante eficiente que contenga mampostería u


hormigón, Barrier, “gypsum board” y poliestireno expandido, el mérito
se lo atribuirá al poliestireno expandido.

Ley de la acústica experimental

Con un punto experimental se puede ajustar cualquier ley


Con dos puntos experimentales se la puede linealizar
Con tres puntos falla la ley.

Corolario

Para un buen valor de la reproducibilidad deben realizarse las


mediciones solo una vez.

Ley del “layout”

Cuando se logra reunir toda la documentación para el tratamiento acús-


164 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

tico de una gran planta industrial e interpretados todos los planos, el


“layout” actual habrá cambiado.

Ley de las malas ondas acústicas

Un proyecto de ingeniería acústica para la atenuación sonora


fallará porque,

a) El comitente no estará consciente de su necesidad;


b) Si es consciente, no dispone de la partida presupuestaria;
c) Si está consciente y dispone de la partida, no hay ruido.

Ley de las medianeras

Una medianera separa invariablemente a una sala de grupos


electrógenos de la cabecera de la cama del dormitorio de la vivienda
vecina.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 165

Apéndice D
BIBLIOGRAFIA
El presente listado es básico, agrupado según diferentes alternativas posi-
bles dentro de la temática de esta publicación.

Libros de autores y edición argentinos.

1. J.C.Giménez de Paz, J.C.Garay, H.C.Davi y C.E.Andino, “RUIDOS Y


VIBRACIONES. CONTROL Y EFECTOS”. Ed.Carpetas Derecho del
Trabajo. (Buenos Aires, 1998). 516 páginas. Enfoque técnico del ruido y
las vibraciones, médico y jurídico, redactado para que pueda ser con-
sultado por lectores de cualquiera de esas especialidades.
www.carpetas.com.ar

2. A.F.Werner, A.M.Méndez y E.B.Salazar, “EL RUIDO Y LA AUDI-


CION”. Ad-Hoc SRL (Buenos Aires, 1990), 336 páginas. Efectos del ruido
sobre la audición, su evaluación y su protección. Incluye el aspecto
médico y técnicas de control del ruido.

Autores argentinos editados en el extranjero:

3. A.Behar, “EL RUIDO Y SU CONTROL”. Editorial Trillas (México,


1994). 166 páginas. Versión actualizada de la edición original en
Argentina (agotada). Abarca los tópicos más importantes en control
de ruido y vibraciones, con exposiciones sencillas.

Autores extranjeros en castellano:

4. S.N.Y.Gerges, “RUIDO: FUNDAMENTOS Y CONTROL”. Edición del


autor (Universidad Federal de Santa Catarina, Florianópolis, 1998. 588
páginas 1992). (Traducción de “RUIDO: FUNDAMENTOS E CONTROLE”,
1992). Libro general para un curso de grado. Publicación más amplia y
completa que las anteriores. samir@emc.ufsc.br

5. C.M.Harris (editor), “MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS Y CON-


166 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

TROL DEL RUIDO”. Mc Graw-Hill Book Co. (New York, 1995, 3a edición).
Traducción de la 3a edición en inglés de 1991. Obra voluminosa en 54
capítulos, ampliada y actualizada respecto de la edición anterior.

6. L.E.Kinsler, A.R.Frey, A.B.Coppens, J.V.Sanders, “FUNDAMENTOS


DE ACUSTICA”. Ed.Limura (México, 1995) 592 pgs. Traducción de origi-
nal en inglés. Texto clásico para un curso de grado completo de acús-
tica (ruido y vibraciones, acústica arquitectónica).

7. M.Möser y J.L.Barros, “INGENIERIA ACUSTICA. TEORIA Y APLICA-


CIONES” (Berlín, 2004) 287 pgs. Traducción de original en alemán:
L.Cremer y M.Möser, “TECHNISCHE AKUSTIK” Springer Verlag (Berlin,
2003). La versión en castellano puede conseguirse del segundo autor
(traductor), Universidad Austral, Valdivia, Chile. Excelente libro para
un curso de grado. jbarros@uach.cl.

Manuales de uso profesional

8. L.L.Beranek, I.L.Vér, (Editores) “NOISE AND VIBRATION ENGINEE-


RING”. John Wiley & Sons, Inc. (New York, 1992). Con rigor pero sin
deducciones de expresiones matemáticas, actualizado con participa-
ción de distintos autores por capítulo.

9. C.M.Harris (editor), “HANDBOOK OF NOISE CONTROL”. McGraw-Hill


Book Co. (New York, 1979, 2a edición), 719 páginas. Libro ordenado para consul-
ta como “handbook” y de temas independientes redactados por especialistas.
Existe una edición en castellano traducida de la primera edición en inglés.

10. C.M.Harris (editor), “MANUAL DE MEDIDAS ACUSTICAS Y CON-


TROL DEL RUIDO”. (Ver 5).

Textos para cursos más avanzados

11. R.F.Barron, “INDUSTRIAL NOISE CONTROL AND ACOUSTICS”.


Marcel Dekker, Inc. (New York, 2003) 534 páginas. Libro de texto con
numerosos ejemplos de aplicación. Desarrolla con detalles, el diseño
de silenciadores de varios tipos.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 167

12. D.A.Bies y C.H.Hansen, “ENGINEERING NOISE CONTROL. THEORY


AND PRACTICE”. Unwin Hyman (Australia, 1988). Lectura de dificultad
intermedia, de los principios teóricos y conceptos de control de ruidos.

13. L.E.Kinsler, A.R.Frey, A.B.Coppens, J.V.Sanders, “FUNDAMENTOS


DE ACUSTICA”. Ed.Limura (Ver 6).

14. A.D.Pierce, “ACOUSTICS. AN INTRODUCTION TO ITS PHYSICAL


PRINCIPLES AND APPLICATIONS”. McGraw-Hill Book Co. (New York,
1981), 642 páginas. Texto de muy buen nivel para un curso extenso de
grado con ejercitación y abundante bibliografía. Existe reimpresión a
bajo precio por la Acoustical Society of America.
http://asa.aip.org/books/pierce.html.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 169

Apéndice E
NORMAS
a) Normas IRAM

La lista que sigue no es completa; incluye lo relacionado con los


temas del libro. La mayoría de las IRAM tienen una equivalente ISO. Para
acceder a detalles de la IRAM, acceder a www.iram.com.ar/ , seleccionar
CATALOGO IRAM y tipear parte del texto que identifique a la norma.

IRAM 31-7:1992 Magnitudes, unidades y sus símbolos.


Parte 7: Acústica.
IRAM 2259: 1979 Máquinas eléctricas rotativas. Límites de ruido.
IRAM 2437: 1995 Transformadores y reactores. Determinación de
los niveles de ruido.
IRAM 4028-2: 1993 Audiometría tonal. métodos básicos de prueba
en campo libre. Parte 2: Audiometría en campo acústico con tonos
puros y con bandas angostas de ruido como señales de prueba
IRAM 4036: 1972 Acústica. Definiciones
IRAM 4043 (serie) Acústica. Evaluación del aislamiento acústico en
los edificios y de los elementos de construcción. En 3 partes edita-
das en diferentes años (posteriores a 2000).
IRAM 4044: 1985 Protección contra el ruido en edificios.
Aislamiento acústico mínimo de tabiques y edificios (Norma anti-
gua en proceso de revisión).
IRAM 4048: xxxx Acústica. Medición de ruido de tránsito.
Caracterización y medición de ruido debido al tránsito automotor
(aún en estudio).
IRAM 4060 (serie) Acústica. Protectores auditivos. Parte 1: Método
subjetivo de medición de la atenuación sonora. En 3 partes edita-
das en diferentes años.
IRAM 4061: 1991 Acústica. Frecuencias normales a utilizar en mediciones.
IRAM 4062: 2001 Ruidos molestos al vecindario. Método de medi-
ción y clasificación.
IRAM 4063 (serie) Transmisión de sonidos en edificios. – En 12 par-
tes editadas en diferentes años.
170 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

IRAM 4064: 1990 Acústica. Magnitudes físicas y subjetivas del


sonido o del ruido en el aire. Relación entre sonoridad y nivel de
sonoridad.
IRAM 4065: 1995 Acústica. Medición de absorción de sonido en sala
reverberante.
IRAM 4066: 1997 Acústica. Curvas normales de igual nivel de sono-
ridad.
IRAM 4070: 2006 Ruidos. Procedimiento para su evaluación utili-
zando las curvas “NR” y “RC”.
IRAM 4074 (serie). Medidor de nivel sonoro. En 2 partes editadas en
1988.
IRAM 4075: 1995 Electroacústica. Audiómetro
IRAM 4079 serie) Ruidos. Niveles máximos admisibles en ámbitos
laborales para evitar deterioro auditivo. En 2 partes editadas en 2006.
IRAM 4081: 1977 Filtros de banda de octava, de media octava, de
tercio de octava, destinados al análisis de sonidos y vibraciones.
IRAM 4091: 1981 Programa de audiometrías y evaluación de audio-
gramas para personal expuesto al ruido de origen laboral.
IRAM 4111: 1989 Acústica. Métodos para la determinación de nive-
les de potencia sonora para fuentes de ruido. Pautas para la utili-
zación de normas fundamentales y para la preparación de méto-
dos de ensayo relativos a ruidos.
IRAM 4112: 1994 Acústica. Determinación de niveles de potencia
sonora de fuentes de ruido. Método de precisión para fuentes de
banda ancha en cámaras reverberantes.
IRAM 4113: xxxx Acústica. Descripción, medición y evaluación del
ruido ambiental. En dos partes aún en estudio.
IRAM 4115: 1991 Acústica. Determinación de niveles de potencia
acústica emitidos por fuentes de ruido. Métodos de ingeniería para
condiciones de campo libre sobre un plano reflejante.
IRAM 4117:1989 Acústica. Método de “control” para la determina-
ción de niveles de potencia sonora emitidas por fuentes de ruido.
IRAM 4120: 1990 Acústica. Acústica. Guía para la redacción de nor-
mas para medición de ruido transmitido por vía aérea y evaluación
de sus efectos sobre el hombre.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 171

b) Normas ISO

Para datos de cada norma, tipear en un buscador, ISO número, y de


las respuestas, seleccionar la página oficial de ISO.

ISO 31-7: 1992 Quantities and units - Part 7: Acoustics


ISO 140 serie. Acoustics - Measurement of sound insulation in buildings
and of building elements – En 10 partes editadas en diferentes años.
ISO 226: 2003 Acoustics - Normal equal-loudness level contours.
ISO 266: 1997 Acoustics - Preferred frequencies.
ISO 354: 2003 Acoustics - Measurement of sound absorption in a
reverberation room.
ISO 389 serie. Acoustics - Reference zero for the calibration of
audiometric equipment – En 6 partes editadas en diferentes años.
ISO 532: 1975 Acoustics - Method for calculating loudness level.
ISO 717-1: 1996 Acoustics - Rating of sound insulation in buildings
and of building elements - Part 1: Airborne sound insulation (hay
una enmienda de 2006).
ISO 1680: 1999 Acoustics - Test code for the measurement of air-
borne noise emitted by rotating electrical machines.
ISO 1683: 1983 Acoustics - Preferred reference quantities for acous-
tic levels.
ISO 1996 serie. Acoustics - Description and measurement of envi-
ronmental noise – En 2 partes editadas en 2003 y 2007.
ISO 1999: 1990 Acoustics - Determination of occupational noise
exposure and estimation of noise-induced hearing impairment.
ISO 2509: 1989 Sound-absorbing expanded pure agglomerated
cork in tiles.
ISO 2510: 1989 Sound-reducing composition cork in tiles.
ISO 2922: 2000 Acoustics - Measurement of airborne sound emit-
ted by vessels on inland waterways and harbours.
ISO 3095: 2005 Acoustics - Measurement of noise emitted by rail-
bound vehicles.
ISO/TR 3352: 1974 Acoustics - Assessment of noise with respect to
its effect on the intelligibility of speech.
ISO 3381: 2005 Acoustics - Measurement of noise inside railbound
vehicles.
172 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ISO 3740: 2000 Acoustics - Determination of sound power levels of


noise sources - Guidelines for the use of basic standards.
ISO 3741: 1999 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources using sound pressure - Precision methods for rever-
beration rooms.
ISO 3742: 1988 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources - Precision methods for discrete-frequency and
narrow-band sources in reverberation rooms.
ISO 3743 serie. Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources - Engineering methods for small, movable sources in
reverberant fields – En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 3744: 1995 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources using sound pressure - Engineering method in an
essentially free field over a reflecting plane.
ISO 3745: 2003 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources - Precision methods for anechoic and semi-anechoic
rooms.
ISO 3746: 1995 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources using sound pressure - Survey method using an
enveloping measurement surface over a reflecting plane.
ISO 3747:2000 Acoustics - Determination of sound power levels of
noise sources using sound pressure - Comparison method in situ
ISO 3822 serie. Acoustics - Laboratory tests on noise emission from
appliances and equipment used in water supply installations – En
4 partes editadas en diferentes años.
ISO 4869 serie. Acoustics - Hearing protectors – En 4 partes edita-
das en diferentes años.
ISO 4871: 1996 Acoustics - Declaration and verification of noise
emission values of machinery and equipment.
ISO 4872: 1978 Acoustics - Measurement of airborne noise emitted
by construction equipment intended for outdoor use - Method for
determining compliance with noise limits.
ISO 5128: 1980 Acoustics - Measurement of noise inside motor
vehicles.
ISO 5131: 1996 Acoustics - Tractors and machinery for agriculture
and forestry - Measurement of noise at the operator’s position -
Survey method.
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 173

ISO 5135: 1997 Acoustics - Determination of sound power levels of


noise from air-terminal devices, air-terminal units, dampers and
valves by measurement in a reverberation room.
ISO 5136: 2003 Acoustics - Determination of sound power radiated
into a duct by fans - In-duct method.
ISO 6189: 1983 Acoustics - Pure tone air conduction threshold
audiometry for hearing conservation purposes.
ISO 6190: 1988 Acoustics - Measurement of sound pressure levels
of gas turbine installations for evaluating environmental noise -
Survey method.
ISO 6393: 1998 Acoustics - Measurement of exterior noise emitted
by earth-moving machinery - Stationary test conditions (available
in English only).
ISO 6394: 1998 Acoustics - Measurement at the operator’s position
of noise emitted by earth-moving machinery - Stationary test con-
ditions (available in English only).
ISO 6395: 1988 Acoustics - Measurement of exterior noise emitted
by earth-moving machinery - Dynamic test conditions.
ISO 6396: 1992 Acoustics - Measurement at the operator’s position
of noise emitted by earth-moving machinery - Dynamic test condi-
tions.
ISO 6926: 1999 Acoustics - Requirements for the performance and
calibration of reference sound sources used for the determination
of sound power levels.
ISO 6969: 1999 Road vehicles - Sound signalling devices - Tests
after mounting on vehicle.
ISO 7029: 2000 Acoustics - Statistical distribution of hearing thres-
holds as a function of age.
ISO 7182: 1984 Acoustics - Measurement at the operator’s position
of airborne noise emitted by chain saws.
ISO 7196: 1995 Acoustics - Frequency-weighting characteristic for
infrasound measurements.
ISO 7216: 1992 Acoustics - Agricultural and forestry wheeled trac-
tors and self-propelled machines - Measurement of noise emitted
when in motion.
ISO 7235: 2003 Acoustics - Measurement procedures for ducted
silencers - Insertion loss, flow noise and total pressure loss.
174 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ISO 7574 serie. Acoustics - Statistical methods for determining and


verifying stated noise emission values of machinery and equip-
ment – En 4 partes editadas en diferentes años.
ISO 7779: 1999 Acoustics - Measurement of airborne noise emitted
by information technology and telecommunications equipment.
ISO/TR 7849: 1987 Acoustics - Estimation of airborne noise emitted
by machinery using vibration measurement.
ISO 7917: 1987 Acoustics - Measurement at the operator’s position
of airborne noise emitted by brush saws.
ISO 8201: 1987 Acoustics - Audible emergency evacuation signal
ISO 8253 serie. Acoustics - Audiometric test methods – En 4 partes
editadas en diferentes años.
ISO 8297: 1994 Acoustics - Determination of sound power levels of
multisource industrial plants for evaluation of sound pressure
levels in the environment - Engineering method.
ISO 8579-1: 2002 Acceptance code for gears - Part 1: Determination
of airborne sound power levels emitted by gear units.
ISO 9053: 1991 Acoustics - Materials for acoustical applications -
Determination of airflow resistance.
ISO 9207: 1995 Manually portable chain-saws with internal com-
bustion engine - Determination of sound power levels -
Engineering method (grade 2).
ISO 9295: 1988 Acoustics - Measurement of high-frequency noise
emitted by computer and business equipment.
ISO 9296: 1988 Acoustics - Declared noise emission values of com-
puter and business equipment.
ISO 9533: 1989 Earth-moving machinery - Machine-mounted for-
ward and reverse audible war-ning alarm - Sound test method.
ISO 9611: 1996 Acoustics - Characterization of sources of structure-
borne sound with respect to sound radiation from connected
structures - Measurement of velocity at the contact points of
machinery when resiliently mounted.
ISO 9612: 1997 Acoustics - Guidelines for the measurement and
assessment of exposure to noise in a working environment.
ISO 9613 serie. Acoustics - Attenuation of sound during propaga-
tion outdoors – En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 9614 serie. Acoustics - Determination of sound power levels of
RUIDO: PARA LOS POSGRADOS EN HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL I 175

noise sources using sound intensity – En 2 partes editadas en dife-


rentes años.
ISO 9645: 1990 Acoustics - Measurement of noise emitted by two-
wheeled mopeds in motion - Engineering method.
ISO 9902 serie. Textile machinery acoustics En 7 partes editadas en
diferentes años.
ISO 10302: 1996 Acoustics - Method for the measurement of air-
borne noise emitted by small air-moving devices.
ISO 10534 serie. Acoustics - Determination of sound absorption
coefficient and impedance in impedance tubes – En 2 partes edita-
das en diferentes años.
ISO 10844: 1994 Acoustics - Specification of test tracks for the pur-
pose of measuring noise emitted by road vehicles.
ISO 10846 serie. Acoustics and vibration - Laboratory measure-
ment of vibro-acoustic transfer properties of resilient elements –
En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 10847: 1997 Acoustics - In-situ determination of insertion loss
of outdoor noise barriers of all types.
ISO 10884: 1995 Manually portable brush-cutters and grass-trim-
mers with internal combustion engine - Determination of sound
power levels - Engineering method (Grade 2).
ISO 11094: 1991 Acoustics - Test code for the measurement of air-
borne noise emitted by power lawn mowers, lawn tractors, lawn
and garden tractors, professional mowers, and lawn and garden
tractors with mowing attachments.
ISO 11200: 1995 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
ment - Guidelines for the use of basic standards for the determina-
tion of emission sound pressure levels at a work station and at
other specified positions.
ISO 11201: 1995 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
ment - Measurement of emission sound pressure levels at a work
station and at other specified positions - Engineering method in an
essentially free field over a reflecting plane.
ISO 11202: 1995 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
ment - Measurement of emission sound pressure levels at a work
station and at other specified positions - Survey method in situ.
ISO 11203: 1995 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
176 I JUAN CRUZ GIMENEZ DE PAZ

ment - Determination of emission sound pressure levels at a work


station and at other specified positions from the sound power level.
ISO 11204: 1995 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
ment - Measurement of emission sound pressure levels at a work
station and at other specified positions - Method requiring envi-
ronmental corrections.
ISO 11546 serie. Acoustics - Determination of sound insulation per-
formances of enclosures – En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 11654: 1997 Acoustics - Sound absorbers for use in buildings -
Rating of sound absorption.
ISO/TR 11688 serie. Acoustics - Recommended practice for the
design of low-noise machinery and equipment – En 2 partes edita-
das en diferentes años.
ISO 11689: 1997 Acoustics - Procedure for the comparison of noise-
emission data for machinery and equipment.
ISO 11690 serie. Acoustics - Recommended practice for the design
of low-noise workplaces containing machinery – En 3 partes edita-
das en diferentes años.
ISO 11691: 1995 Acoustics - Measurement of insertion loss of ducted
silencers without flow - Laboratory survey method.
ISO 11820: 1996 Acoustics - Measurements on silencers in situ.
ISO 11821: 1997 Acoustics - Measurement of the in situ sound atte-
nuation of a removable screen.
ISO 11957: 1996 Acoustics - Determination of sound insulation per-
formance of cabins - Laboratory and in situ measurements.
ISO 12001: 1996 Acoustics - Noise emitted by machinery and equip-
ment - Rules for the drafting and presentation of a noise test code
ISO 13261 serie. Sound power rating of air-conditioning and air-sour-
ce heat pump equipment – En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 13475 serie. Acoustics - Stationary audible warning devices
used outdoors – En 2 partes editadas en diferentes años.
ISO 14163: 1998 Acoustics - Guidelines for noise control by silencers
ISO 14509: 2000 Small craft - Measurement of airborne sound
emitted by powered recreational craft.
ISO 15667: 2000 Acoustics - Guidelines for noise control by enclo-
sures and cabins.

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